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Condenan a manifestante (profesora) anti pasaporte sanitario en Francia por portar un cartel antisemita

La justicia francesa condenó este miércoles a seis meses de prisión con suspensión de pena a una profesora de alemán por portar una pancarta antisemita durante una manifestación contra el pasaporte sanitario.

Cassandre Fristot, quien fuera miembro de la agrupación ultraderechista Frente Nacional (ahora rebautizada Agrupación Nacional) fue condenada por el tribunal de Metz (noreste) por «provocación al odio racial».

En una imagen de una manifestación el 7 de agosto en esta ciudad, la joven de 34 años, que luce una boina, aparece portando una pancarta con los nombres de varias personalidades, la mayoría judías.

Los nombres rodeaban la pregunta «¿Pero quién?» y la exclamación «¡Traidores!». La difusión de la foto suscitó una oleada de indignación entre la clase política y los grupos de lucha contra el racismo.

«Es una victoria sobre todo lo que constituye una incitación al odio», se felicitó la abogada Annie Levi-Cyferman, que representaba a la Ligue des Droits de l’Hommes (Liga de los Derechos Humanos).

La joven debe abonar además un euro simbólico y 300 euros a ocho de las 13 asociaciones que se constituyeron como partes civiles, entre ellas SOS Racismo, la Licra y el Crif, que reúne a instituciones judías.

Durante el juicio el 8 de septiembre, al que no acudió la acusada al igual que este miércoles, su defensa negó cualquier antisemitismo y, durante su detención, la mujer aseguró que solo quería «denunciar a los poderosos».

Fuente: https://www.elpais.com.co/mundo/condenan-en-francia-a-opositora-a-restricciones-sanitarias-por-portar-una-pancarta-antisemita.html

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El éxodo de las mujeres rurales pone en jaque la supervivencia de la España vaciada

La falta de oportunidades y la desigualdad en el trabajo productivo y reproductivo empuja a las mujeres a abandonar los pueblos en busca de mejores condiciones de vida

El día 15 de octubre es el día internacional de las mujeres rurales, y con motivo de esta jornada el pasado 13 de octubre el Instituto de las Mujeres organizaba un encuentro en la localidad vallisoletana de San Pelayo. En la inauguración de este acto, la alcaldesa Virginia Hernández se presentaba: “Soy hija de la generación de padres que huyó del pueblo a la ciudad cuando tuvo que formar una familia. A ellos y a las generaciones anteriores les grabaron a fuego que el lugar de donde procedían no era un lugar para criar a sus hijas, y antes de eso ya les habían grabado a fuego que en la ciudad las personas se desarrollaban y prosperaban y en el campo quedaba lo rústico y lo cateto.” Con esta presentación la alcaldesa de San Pelayo habla de ese “exilio forzoso” del campo a la ciudad, y de cómo se ha asumido ese flujo migratorio como propio y natural.

En España el medio rural abarca un 90% del territorio y tan solo el 20% de la población reside en él. La despoblación del entorno rural de nuestro país supone un gran conflicto en sí mismo. A esto se suma que, a pesar de que las mujeres suponen casi el 51% de la población en España, en las poblaciones rurales esta proporción disminuye cuanto menor es el municipio. El medio rural no solo cuenta con menos mujeres, sino que además su población femenina está muy envejecida, siendo esta en su mayoría mayor de 65 años, y con una proporción todavía superior de mujeres mayores de 80 años. Ante estos datos cabe preguntarse, ¿qué está ocurriendo en nuestro país con las mujeres rurales?

Para encontrar una respuesta a esta pregunta es necesario plantear desde un inicio en qué situación están las mujeres del medio rural. Como punto de partida encontramos que las mujeres de la España Vaciada hacen frente a una doble discriminación: por mujeres y por la falta de oportunidades que les ofrece su entorno.

El encontrarse en un medio con los valores tradicionales mucho más arraigados y en consecuencia con un machismo más explícito en sus dinámicas tiene como resultado que el papel de las mujeres se encuentre mucho mas estrechamente ligado al ámbito privado, reproductivo y a los cuidados. En un contexto en el que la falta de servicios esenciales es muy patente, el resultado es que sean las mujeres quienes los suplan, principalmente en lo relacionado a la atención a la infancia y personas dependientes y trabajo doméstico.

En un contexto en el que la falta de servicios esenciales es muy patente, el resultado es que sean las mujeres quienes los suplan

Así, una vez más, las mujeres quedan relegadas a su rol tradicional de cuidadoras al que añaden esta sobrecarga de trabajo y, ante la dificultad que supone conciliar esto con el mundo laboral, se ven obligadas a dejar sus empleos. Esto junto con la masculinización del mercado laboral rural y la falta de oportunidades se traduce en unos índices más bajos de empleo femenino. En datos, la tasa de empleo masculina en zonas rurales es de un 70%, mientras que la tasa de empleo femenina es de un 52,4%.

Esta división del trabajo productivo y reproductivo en el ámbito rural se acentuó notablemente con la llegada de la modernización e industrialización de las actividades agrarias en los años 50. Con esta transformación de los modos de producción tradicionales -de los cuales las mujeres formaban parte tanto como los hombres- se da un excedente de mano de obra en el campo, siendo los hombres quienes se apropian de la producción agraria. Sin embargo, las mujeres no quedan excluidas al completo de estas tareas sino que pasan a llevarlas a cabo como una “extensión” de su trabajo reproductivo, es decir, como una “ayuda familiar en el campo”.

Mediante este proceso las mujeres fueron perdiendo todo el reconocimiento económico y social ligado a su trabajo y, a pesar de contar con una sobrecarga de trabajo tanto doméstico como agrario, acaban por convertirse en mano de obra invisible. Inmaculada Idáñez, de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural -CERES, explica la ausencia de mujeres como trabajadoras asalariadas en el campo a partir de esta misma sobrecarga de trabajo: “A la hora de contratar a mujeres estas cuentan con una carga añadida, los cuidados. Si tienes hijos o te encuentras a cargo de personas dependientes tienes ese peso que no garantiza que puedas trabajar siguiendo los mismos horarios y el mismo ritmo que un hombre, y eso no interesa”.

Tan solo tres de cada diez titulares de explotaciones agrícolas son mujeres

A pesar de que son muchas las actividades productivas que se desarrollan en el entorno rural, es cierto que la identidad rural siempre ha estado estrechamente ligada a la actividad agrícola y ganadera al ser esta la que gestiona y ocupa una parte considerable de los recursos naturales de los pueblos. Sin embargo, tan solo tres de cada diez titulares de explotaciones agrícolas son mujeres y tan solo suponen un 38% del empleo de la industria alimentaria. En un intento por intervenir en este sector y poner en relieve el la importancia del papel de las mujeres en las explotaciones agrarias, las asociaciones de mujeres rurales llevan años luchando por una ley de titularidad compartida de las explotaciones agrarias, la cual fue aprobada por el gobierno socialista en 2011.

Esta ley promovía diferentes medidas para fomentar y revalorizar la participación de las mujeres en las explotaciones agrarias como pueden ser la regulación de la administración, representación y responsabilidad sobre la explotación de titularidad compartida entre los dos miembros titulares; el reparto de rendimientos por mitades iguales entre ambos titulares… Con esto se pretende hacer patente el trabajo de las mujeres en las explotaciones familiares, dado que a pesar de suponer un tercio de este apenas no figuran como titulares ni toman decisiones. Entre las medidas que contemplaba la ley se encontraba la de incentivar este régimen de titularidad compartida a través de ayudas económicas, sin embargo esta no ha llegado a hacerse efectiva hasta este mismo año, 10 años después con la aprobación de un real decreto para incentivar económicamente este régimen de explotaciones.

Ana Rabadán, de la asociación FADEMUR, asegura que es necesario apostar por la titularidad compartida para intentar solventar el conflicto al que hacen frente las mujeres en el mundo agrario. “Esta medida profesionaliza la actividad agraria de las mujeres y les permite tener una remuneración y un reconocimiento no solo social, sino también laboral y económico”. También apunta que en la actualidad hay unas 800 explotaciones de titularidad compartida, a diferencia de las 10.000 que se esperaban, y todavía existen territorios como Madrid en los que no hay ninguna explotación en este régimen. Ante esta situación reclama que es una falta de respaldo a las mujeres rurales, y que es necesario que se apoyen medidas efectivas como esta para luchar contra la despoblación.

Ante esta falta acusada de servicios, empleo y facilidades para conciliar y desarrollar su vida personal, familiar y laboral, el territorio rural español está experimentando un proceso de “huida” de las mujeres. A pesar de que la España vaciada va despoblándose progresivamente, este éxodo es mayoritariamente femenino: dos de cada tres personas que emigran del entorno rural son mujeres. Además, entre 2007 y 2018 el porcentaje de mujeres en poblaciones de menos de 1000 habitantes han ha caído, mientras que el número de mujeres en poblaciones con más de 1000 habitantes ha aumentado. Es decir, a fin de cuentas cuanto más pequeñas son las poblaciones más envejecidas y masculinizadas se encuentran.

En su estudio acerca de la construcción de nuevas identidades para las mujeres en el medio rural, la doctora Fátima Cruz Souza habla acerca de la huida de las mujeres de este entorno y de su rechazo al rol tradicional que se les ha adjudicado. Esta menciona los estudios secundarios y superiores como una herramienta fundamental para esta huida. Además, tanto ella como las autoras Cecilia Diaz Mendez y Capitolina Diaz Martinez en su estudio “De mujer a mujer: estrategias femeninas de huida del hogar familiar y del medio rural”, explican como las madres tienen y han tenido un papel clave en este fenómeno, siendo las principales impulsoras de la emigración de sus hijas a los núcleos urbanos priorizando sus estudios en lugar de la participación en la actividad productiva agraria familiar.

La falta de mujeres en el mundo rural da lugar a una pirámide de población regresiva

Esta falta de mujeres en el mundo rural da lugar a una pirámide de población regresiva al dificultarse enormemente la formación de nuevos núcleos familiares, que es la clave para garantizar la supervivencia del territorio y que tiene un efecto determinante sobre la perdida de población. En conclusión, sin mujeres el mundo rural no tiene futuro.

Para Ana Rabadán, de FADEMUR, la clave de la supervivencia del entorno rural se encuentra en el impulso de políticas transversales que abarquen todos los sectores, no solo el primario. Es necesario asegurar el acceso a servicios, empleo e incluso ayudas económicas para evitar el éxodo de mujeres y, en consecuencia, la despoblación. Aunque asegura que la titularidad compartida es una herramienta útil para contribuir a la igualdad de oportunidades en el mundo agrícola, es importante que haya una implicación mayor con este conflicto.

Por su parte, Inmaculada Idáñez de Ceres afirma que se están rompiendo moldes, y que poco a poco avanzamos hacia una igualdad efectiva entre hombres y mujeres en este entorno. “Las mujeres nos estamos empoderando y el mundo rural se está dando cuenta de que somos igual de capaces”. Si bien, al hablar de un cambio en las formas de producción y consumo, Inmaculada señala que el avance es mas lento. La agricultura ecológica está muy ligada a las mujeres dado que estas generalmente tienen empresas más pequeñas, lo que permite un trabajo en la dirección de canales cortos de comercialización, economía circular y cercanía. Sin embargo competir con grandes multinacionales y fondos de inversión es prácticamente imposible, por lo que el cambio de la concepción de alimentación con una perspectiva mercantilista es mucho más lento y costoso.

Fuente y fotos: AmecoPress.

Fuente: https://rebelion.org/el-exodo-de-las-mujeres-rurales-pone-en-jaque-la-supervivencia-de-la-espana-vaciada/

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UNESCO: La Cátedra ECM de educación superior de la Universidad de Boloña consolida el vínculo vital entre la investigación y la acción

La Cátedra ECM de educación superior de la Universidad de Boloña consolida el vínculo vital entre la investigación y la acción

La pandemia de COVID-19 y los conflictos recientes que incitan a los refugiados y solicitantes de asilo a partir han demostrado una vez más lo necesario que resulta la dimensión mundial de la educación y los límites de las respuestas nacionalistas a los desafíos mundiales. La ECM ha ganado en importancia en la agenda política, las prácticas escolares y los debates universitarios en todo el mundo, y numerosos gobiernos nacionales introducen políticas educativas que integran la ECM en los planes de estudio.

La Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) aborda fundamentalmente la interdependencia y la interconexión entre los ámbitos local, nacional e internacional. En esta intersección, la red de Cátedras UNESCO sobre la ECM realiza justamente esfuerzos con miras a vincular la investigación y la acción centrándose en los educandos y mediante una acción tangible sobre la vida de las personas y las comunidades.

En agosto de 2021, la UNESCO tuvo el placer de anunciar la creación de la nueva Cátedra sobre Educación para la Ciudadanía Mundial en la educación superior, bajo la dirección del profesor Massimiliano Tarozzi, del Departamento de Estudios sobre la Calidad de la Vida de la Universidad de Boloña (Italia). Gracias a su programa de investigación riguroso y a sus relaciones en Europa y América del Norte, el Dr. Tarozzi aporta su contribución a la ECM en los centros de educación superior, un tema que se aborda relativamente poco en la investigación y las políticas de la ECM.

“La creación de esta Cátedra en la educación superior subraya la importancia de la investigación y del compromiso de las universidades hacia las comunidades, como palancas esenciales de transformación social y promoción de la ciudadanía mundial”, declaró Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO. “La UNESCO apoya el papel desempeñado por las universidades e instituciones de investigación en los esfuerzos realizados a escala mundial dirigidos a encontrar soluciones viables a nuestros desafíos más urgentes, tendiendo puentes entre la investigación, la política y la sociedad”.

La Universidad de Boloña constituye un ejemplo de la aplicación de los principios de la ECM al facilitar, por ejemplo, el acceso y la integración de los refugiados y solicitantes de asilo en la educación superior, así como el reconocimiento de los títulos universitarios existentes. Su iniciativa “Unibo para los refugiados” permite a los solicitantes de asilo convertirse en estudiantes y seguir una trayectoria académica al acceder gratuitamente a los cursos.

Otra función similar, el proyecto UNI-CO-RE (Corredores Universitarios para Refugiados) se ha asociado a la Universidad Mekele de Etiopía para proporcionar a los estudiantes eritreos una trayectoria académica y un apoyo local. Asimismo, la universidad prevé proponer una formación en materia de ECM a los investigadores al principio de su carrera, a los docentes y profesores que siguen una formación inicial para integrar el desarrollo en todo el sistema educativo.

Como paradigma, la ECM “es un ejemplo de cómo la educación es capaz de desarrollar los conocimientos, las competencias, los valores y las aptitudes que los educandos requieren para lograr un mundo más justo, pacífico, tolerante, inclusivo, seguro y sostenible” (UNESCO, 2014). Al vincular las dimensiones cognitivas, socioemocionales y comportamentales del aprendizaje, la ECM aplica un enfoque holístico que se adapta a los diferentes contextos.

A la vez que incita a que las redes sociales apoyen a los estudiantes recién llegados, el Dr. Tarozzi trabaja en favor de la creación de redes internacionales que promuevan la ECM en los países del Norte. En colaboración con un equipo de investigadores y en asociación con el Centre for Global Citizenship Education and Research de la Universidad de Alberta (Canadá), el Dr. Tarozzi examinó recientemente las redes de agentes del sector de la ECM en Europa y América del Norte. También es el coordinador de las actividades de la Red Académica de la Educación y el Aprendizaje Mundial (ANGEL): una red que se convertirá en socio privilegiado de la Cámara y proporcionará otras oportunidades de establecimiento de redes y difusión de actividades.

“Me complace comenzar esta colaboración formal con la UNESCO que es el defensor clave de la Educación a la Ciudadanía Mundial a través del mundo. Una perspectiva de ECM en la educación superior es esencial para avanzar unidos en la consecución de la Agenda 2030”, afirmó el Dr. Tarozzi.

El Dr. Tarozzi se une a las Cátedras UNESCO existentes que apoyan las contribuciones en curso a la ECM, fundamentalmente:

  • Profesor Paul Carr, Universidad de Quebec en Outaouais, Canadá, Cátedra de la UNESCO de democracia, ciudadanía mundial y educación trasformadora
  • Profesor Carlos Alberto Torres, director del Instituto Paulo Freire y decano asociado de programas mundiales, Universidad de California, Los Ángeles, Estados Unidos, Cátedra UNESCO de aprendizaje mundial y educación a la ciudadanía mundial
  • Profesor James Williams de la Escuela de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad George Washington, director del programa de educación internacional y titular de la Cátedra UNESCO de educación internacional para el desarrollo.

La introducción de la ECM y de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) en la agenda de desarrollo sostenible de aquí a 2030, específicamente en la meta 4.7 del ODS 4, permitió influir en la agenda política de los gobiernos de todo el mundo con miras a integrar estos dos programas en la política y la práctica de la educación. Los objetivos y las actividades propuestas en materia de ECM se ajustan a los objetivos estratégicos de la UNESCO, así como a la agenda de desarrollo sostenible de aquí a 2030, permitiendo fundamentalmente que los educandos se conviertan en ciudadanos creativos y responsables del mundo.

 

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/catedra-ecm-educacion-superior-universidad-bolona-consolida-vinculo-vital-investigacion-y

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Italia: El fascismo contra los sindicatos, algo más que un sábado en Roma

El fascismo contra los sindicatos, algo más que un sábado en Roma

Daniel Bernabé

Sábado 9 de octubre de 2021, una manifestación de diez mil personas recorre Roma. La convocatoria no tiene como objetivo lograr un incremento de salarios o situarse frente a la subida de precios de los bienes básicos: es una protesta por la obligación de disponer de un certificado de vacunación contra la covid. Italia, uno de los países europeos más duramente golpeados en la primera ola de la pandemia, tiene a una parte de su población desconfiando no sólo de las vacunas, sino sumida en un movimiento conspiranoico que va desde la negación de la existencia del propio virus hasta las más estrambóticas teorías acerca de su naturaleza. Algo falla cuando lo demente se toma como una bandera de indignación. Pero hay más.

La convocatoria degenera rápidamente en incidentes y la mitad de la misma se dirige al palacio Chigi, la sede del Gobierno italiano, donde se producen los primeros enfrentamientos con la policía. También en la sede de la Confederación General Italiana del Trabajo, CGIL, que es asaltada por una turba con la excusa de que el sindicato, el mayor del país, apoya el certificado de vacunación. La razón última de este asalto, de la protesta en sí misma, hay que buscarla más allá del conflicto en torno a las vacunas. El partido fascista Forza Nuova es uno de los convocantes y sus dirigentes, Roberto Fiore y Giulliano Castellino, cabecillas del ataque al edificio sindical. Unos días después son detenidos junto a otras diez personas. La estupefacción se adueña de Italia y hasta la ultraderecha parlamentaria, representada en La Liga de Salvini y Fratelli d’Italia de Meloni, se ve obligada a condenar, con la boca pequeña, los violentos incidentes: planea la posibilidad de una ilegalización.

Hablar sobre ataques ultraderechistas a los sindicatos es un hecho que, por desgracia, era hasta hace poco parte de la historia del pasado siglo. En la década de 1920 las escuadras fascistas perpetraron violentas agresiones que llegaron a cobrarse la vida de varios centenares de socialistas, comunistas e incluso democristianos. ¿Qué es lo que ha pasado para que en Italia, como en el resto de Europa, los ultraderechistas vuelvan a ser una fuerza significativa tras un siglo? La respuesta, compleja y con matices propios en cada país, ya la habrán leído en otras ocasiones: el descrédito de los partidos tradicionales, la incertidumbre de la Gran Recesión del 2008, la utilización del conflicto migratorio, el terrorismo islamista y, ahora, la pandemia, una que ha contribuido a una inquietud ante el futuro que los ultras están sabiendo aprovechar.

Hemos pasado de juguetear con conspiraciones en torno a la carrera espacial a cuestionarnos los consensos más nítidos que constituían Europa: el mecanismo es parecido, el resultado mucho más trágico. Uno de esos consensos era la democracia, otro el antifascismo, algo que en Italia ha pasado de ser orgullo nacional en la posguerra a un símbolo actualmente devaluado.

La ultraderecha configura una identidad fuerte a través de un nacionalismo excluyente, articulado a la contra de grupos declarados como el enemigo. Pertenecer a esta identidad es fácil, tanto como lo que cuesta transformar el miedo en odio. Las herramientas digitales han dinamizado el proceso ya que en un contexto donde no se distingue lo cierto de lo falso es mucho más sencillo perpetrar la intoxicación. Cuando las posturas críticas empiezan a ser indistinguibles de la charlatanería con retórica rebelde, la involución toma ventaja. Hemos pasado de juguetear con conspiraciones en torno a la carrera espacial a cuestionarnos los consensos más nítidos que constituían Europa: el mecanismo es parecido, el resultado mucho más trágico. Uno de esos consensos era la democracia, otro el antifascismo, algo que en Italia ha pasado de ser orgullo nacional en la posguerra a un símbolo actualmente devaluado. La pandemia es tan sólo el último suceso para que el incauto acabe al lado de los ultras. Vendrán más convulsiones, empezando por la crisis energética.

Al igual que los grandes medios de comunicación tienen responsabilidad en el ascenso de lo falso como ecosistema, la derecha liberal ha sido la principal artífice del descrédito de la democracia, promoviendo una economía divorciada de la política, ausente de una mínima vertiente social. Que el actual presidente de Italia sea Mario Draghi no deja de ser una triste paradoja. Draghi fue el antiguo responsable para Europa de Goldman Sachs, también el antiguo gobernador del BCE, uno de los más acérrimos impulsores de la austeridad en la pasada crisis económica. Si los Gobiernos no pueden tomar decisiones en ámbitos económicos es difícil que la ciudadanía vea la democracia como algo útil. Si todo se deja a merced del mercado se priva a la acción política del resorte fundamental para introducir cambios profundos en la vida social. El problema es que en vez de cuestionar por qué la economía queda al margen del control democrático, se cuestiona a la democracia en sí misma.

Cuando eres tú quien sitúas determinados conflictos en el centro del tablero político, eres tú quien propone las soluciones. ¿Qué queda fuera de toda esta estrategia? Los conflictos sociales de índole económica.

La ultraderecha pone en el punto de mira principalmente a la inmigración como sujeto antagónico y, dependiendo de su grado de conservadurismo, al colectivo LGBT y las feministas. Sin embargo, aquellos ultras que poseen cierta sofisticación, complican la ecuación, utilizando las posturas retrógradas del islamismo en cuanto a las mujeres y los homosexuales en su beneficio, incluso añadiendo reclamaciones ambientalistas para resultar más atractivos. La ultraderecha se propone como una fortaleza donde «los buenos ciudadanos» quedan resguardados de una amenaza a un modo de vida europeo, sesgadamente tradicional, nunca cívico. Los ultras construyen un sujeto político al que representar exitosamente, que aspira a ser mayoría en algunos países, como la propia Italia o Francia, o ya lo es en otros como Polonia o Hungría. Cuando eres tú quien sitúas determinados conflictos en el centro del tablero político, eres tú quien propone las soluciones.

¿Qué queda fuera de toda esta estrategia? Los conflictos sociales de índole económica.

La ultraderecha los rehuye bajo la coartada de un anti-elitismo abstracto, una retórica confusa de aspiración rebelde: la lucha contra el globalismo. De hecho, esta difusa «lucha contra las élites» tiene una conexión directa con el antisemitismo de los años 30, al estar protagonizada, como aquella, por la creencia conspiranoica de que grupos secretos dominan el mundo desde las sombras: hasta el Papa es susceptible de ser el centro de sus ataques. Del sistema financiero, sus fondos de inversión especulativa y las empresas transnacionales no tienen nunca opinión. Es más fácil aparentar que ganas una batalla cuando peleas contra espectros creados a conveniencia.

Los sindicatos son, en toda Europa, la principal expresión del movimiento obrero organizado, los que sitúan el conflicto capital-trabajo en primera línea de la actualidad. En aquellos territorios donde aún hay una alta afiliación sindical, el voto a los ultras decrece. Esto nos debería indicar que el ejercicio de ciudadanía sólo se expresa desde lo común. Por tanto son los sindicatos los que destruyen, con su acción cotidiana, la estrategia y la coartada de la ultraderecha. Los principales problemas a los que se enfrenta la mayoría de la población tienen que ver con el trabajo, el costo de la vida, la vivienda, el transporte, la educación o la salud: la realidad capitalista ya es suficientemente dura sin necesidad de conspiraciones. Que la manifestación negacionista comandada por fascistas asaltara la sede de la CGIL fue un hecho terrible, pero también descriptivo: la ultraderecha teme a los sindicatos y su única manera de enfrentarlos es mediante la violencia directa.

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/opinion/daniel-bernabe/407231-fascismo-ataque-sindicatos-italia

 

 

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España: Nueva convocatoria de residencias artísticas para centros educativos de la Comunidad Valenciana

Residencias artísticas: procesos artísticos en entornos educativos es un programa en el que colaboran la Conselleria de Educación y el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana con el que quiere entrelazar ambas disciplinas. Se acaba de publicar la Resolución con la que se abre la convocatoria para este curso, que empezará en enero de 2022 y durará hasta junio. El objetivo es llegar a 30 centros de la Comunidad.

La Conselleria de Educación y el Consorci de Museos de la Comunidad valenciana van a poner en marcha un proyecto para llevar residencias artísticas a los centros educativos de la región. Lo harán, este año, a 30 repartidos por las tres provincias.

El uso de las disciplinas de arte contemporáneo en las escuelas es cada vez más importante y desde hace años, la Comunidad Valenciana viene apostando por él desde diferentes proyectos e iniciativas. En esta ocasión, el objetivo del proyecto es seleccionar 30 centros públicos (ocho en Castellón, 10 en Alicante y 12 en Valencia) para que puedan desarrollar residencias artísticas.

La idea de trabajar mezclando arte y educación es que se visibilice la situación de los entornos escolares, el fomento de la creación artística contemporánea como insntrumento de análisis de la realidad y la promoción del trabajo en equipo con vistas a la solución de problemas sociales que se detecten desde los centros educativos.

Los proyectos comenzarán en enero de 2022 y tendrán una duración de entre tres y ses meses. Es decir, hasta el final de este curso. Se prevé una estancia mínima de 30 horas en cada centros educativo.

En una primera fase, el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana ha seleccionado 30 propuetas de artistas que quieran desarrollar un proyecto en un entorno educativo. Estos serán repartidos entre los centros que se selecciones y entre los cuales, es la idea, haya representación de diferentes etapas, desde infantil hasta educación para personas adultas.

Para participar, hay tres requisitos: ser un centro público, no haber participado en el programa de Residencias artísticas: procesos artísticos en entornos escolares durante el pasado curso y contar con el beneplácito de, al menos, el 10% del claustro.

Fuente de la información: https://eldiariodelaeducacion.com

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España: El duro golpe de las restricciones en pandemia contra la lactancia materna

Por: Sara Plaza Casares

La Asociación Española de Pediatría (AEP) alerta de que la lactancia se ha visto gravemente afectada por la crisis del covid. Madres contagiadas que han tenido que luchar para ingresar con sus bebés o separadas de ellos nada más nacer dan cuenta de ello.

Era finales de junio de 2021 cuando el covid entró por la puerta del hogar de Helena del Pozo contagiando a toda la familia. Madre lactante con una bebé de cuatro meses, comenzó con síntomas que fueron creciendo hasta que apareció la fiebre alta y un día noto que tenía dificultad para respirar. Es entonces cuando se dirigió al madrileño Hospital Puerta de Hierro y empezó su primera lucha. “Me querían trasladar al Isabel Zendal —sito en Valdebebas— pero me negué. Tengo una bebita, no puedo separarme de ella. Firmé el alta voluntaria y me fui a casa. Cuando entré por la puerta empezaron las taquicardias”, cuenta Del Pozo quien, tras consultar con un familiar sanitario, decidió volver al Puerta de Hierro. “Volví con el sacaleches, preparada para ingresar. En urgencias comuniqué que mi hija tenía una PCR positiva y que quería continuar con la lactancia. Que necesitaba ingresar con ella”. Pero cuenta Helena que la ginecóloga junto con la médica de medicina interna, acompañadas de varias enfermeras, hicieron de muro de contención. “Me insistían en que una planta covid no es lugar para un bebé. Que nunca se había hecho. Pero un bebé tiene que estar donde va su madre”, se queja. Es entonces cuando comenzaba su segunda lucha.

Así, ingresó en planta pero no de brazos cruzados. Durante 24 horas movió todos los hilos posibles para conseguir proseguir con la lactancia. Primero contacto con la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la lactancia (IHAN), un certificado impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef para proteger la lactancia materna y con el que, paradójicamente, cuenta el Hospital Puerta de Hierro. También habló con otras asociaciones como PETRA, Maternidades Feministas, la Liga de la Leche o Amamanta. Al día siguiente el buzón del teléfono de recepción del hospital rebosaba con mensajes a favor de la causa de Helena. Finalmente, y gracias a la presión que también realizó su médico internista, el doctor Tung, lo consiguió.

Como Helena, muchas otras madres se han enfrentado a dificultades para practicar la lactancia durante la crisis del covid-19. Así, la Asociación Española de Pediatría (AEP) avisa en un reciente comunicado que esta práctica se ha visto mermada en los últimos tiempos por la pandemia. “Desde el área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNYLM) de la AEP señalan que las tasas actuales de lactancia materna en España distan mucho de los objetivos ideales”, advierten. “Algo preocupante si se tienen en cuenta todas las bondades de la ingesta de leche materna, que protege al bebé contra enfermedades comunes tanto a corto como a largo plazo, reduce el riesgo de la madre de padecer cáncer y otras dolencias e implica un ahorro enorme para las familias, además del beneficio ambiental que supone para el planeta”, aseguran.

“Los hospitales están dando de alta a las madres y sus recién nacidos temprano, lo que limita la cantidad de tiempo que las familias reciben atención especializada en lactancia, educación y asistencia técnica”

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses del bebé y complementada hasta los dos años de vida. Según los últimos datos del INE, de 2017, en España la practicaban el 74% de las madres entre las cero y las seis semanas de vida del bebé y se reduce al 39% a los seis meses. Desde AEP explican a El Salto que, aunque no se pueden dar cifras concretas del impacto de la pandemia en la lactancia porque aún no hay estadísticas nacionales, esta ha producido cambios en la atención perinatal y neonatal para minimizar los riesgos de transmisión al recién nacido y al personal sanitario, desviándose en ocasiones hacia prácticas “restrictivas”.

 “Las recomendaciones al inicio de la pandemia sobre el cuidado y la alimentación del lactante cuando la madre tiene covid-19 van desde la separación de la madre con el lactante y evitar la alimentación con leche materna hasta retrasar el inicio del contacto temprano de piel a piel y la lactancia materna directa”, relata Susana Ares, coordinadora del área de lactancia materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP.

Ares destaca que muchas prácticas sanitarias durante la pandemia no han sido positivas para la lactancia. “A pesar de las recomendaciones de la OMS para promover la lactancia materna temprana y directa y el contacto piel a piel, estas y otras recomendaciones no se están siguiendo en el entorno clínico”, describe. “Por ejemplo, algunas madres se han visto obligadas a pasar por el trabajo de parto y el posparto solas, mientras que algunos hospitales tienen visitas de los padres limitadas o nulas a los bebés. Además, los hospitales están dando de alta a las madres y sus recién nacidos temprano, lo que limita la cantidad de tiempo que las familias reciben atención especializada en lactancia, educación y asistencia técnica”.

Del otro lado, Ares insiste en remarcar lo que para la AEP son puntos claves: es poco probable que el SARS-CoV-2 se transmita a través de la leche materna y las madres pueden amamantar de forma segura con las medidas adecuadas de control de infecciones.

“Durante la pandemia, achacando todo a los protocolos del covid, se han vulnerado sistemáticamente los derechos de las madres y de las criaturas”

Vulneración de derechos

“Durante la pandemia, achacando todo a los protocolos del covid, se han vulnerado sistemáticamente los derechos de las madres y de las criaturas”. Esther Coronado, presidenta de la asociación Amamanta, es clara al resumir la situación. Por ello, desde la entidad que preside se pusieron a trabajar a favor de la lactancia desde el minuto uno. Su asociación ejercía como grupo de apoyo en tres hospitales de Valencia (La Fe, Clínic y Manises) impartiendo talleres de lactancia y con voluntariado. “Llega el estado de alarma y no podemos tener ese contacto con las madres, pero necesitaban nuestro apoyo. Comenzamos talleres virtuales, todos los días de lunes a viernes uno por la mañana y otro por la tarde. Es infinitamente más fácil poder observar una toma desde pocos centímetros, poder ayudar a una madre en una postura, poder coger al bebé. No sabíamos pero no queríamos dejarlas solas y lo hicimos”.

La iniciativa que les enseñó a comunicarse “de otra forma” les permitió crecer. Y de una manera torrencial sus talleres llegaron hasta madres de toda España e incluso de Latinoamérica. “En los hospitales ponen un cartel con un código QR que les redirige a nuestros talleres”, explica Coronado.

Desde Amamanta tenían claro que la pandemia no podía acabar con su necesario asesoramiento porque “las madres somos uno de los colectivos que más se ha abandonado durante la pandemia”. “Las mamás llegaban a los talleres más verdes, no habían podido tener clases de preparación al parto. Además durante este tiempo ha sido muy difícil juntarse con mujeres con experiencia en lactancia en su entorno”, cuenta la presidenta de Amamanta.

“Se han dado casos de madres que tenían que ingresar por una operación y no se les ha dejado ingresar con la criatura y hemos tenido que intervenir para explicarles la necesidad de que el  bebé continuara pegado para proseguir con la lactancia. En muchos casos se ha imposibilitado”

Coronado cuenta que durante estos últimos meses las llamadas con consultas al servicio jurídico de su asociación denunciando vulneraciones de derechos no han parado. “Se han dado casos de madres que tenían que ingresar por una operación y no se les ha dejado ingresar con la criatura y hemos tenido que intervenir para explicarles la necesidad de que el  bebé continuara pegado para proseguir con la lactancia. En muchos casos se ha imposibilitado”, denuncia.

Salud mental y lactancia

Las medidas restrictivas también han hecho mella en el estado anímico de las madres. Según un estudio de la Universidad de Alberta en Canadá el número de mujeres que reportaron depresión materna durante la pandemia pasó de un 15 a un 41%. Liset Álvarez es psicóloga perinatal y forma parte de Mammasur, un grupo de apoyo a la maternidad, lactancia y crianza. Durante estos últimos meses confirma que ha constatado un aumento de la depresión posparto y de cuadros de ansiedad, que dificultan la lactancia materna.

“En las mamás primerizas la lactancia tiene que instaurarse, circula una especie de fantasía de que la leche surge a chorros de repente, y eso no es así. El proceso de pasar del calostro hasta la subida de la leche requiere su tiempo y si están muy angustiadas cuesta mucho”, explica Álvarez, quien informa de que esto se ha traducido en muchos casos en el abandono de la lactancia.

“Los primeros protocolos de separación precoz de los bebés han sido horrorosos. Las 24 horas de instauración de la lactancia son fundamentales. Y, todo esto, ha contribuido a que disminuya la lactancia o a que se abandone antes”

“Estas madres han llegado al parto recorriendo unos kilómetros de angustia. En muchos casos han asistido solas a las ecografías, a las consultas, en la parte más dura algunas parieron solas”, cuenta esta psicóloga perinatal. “Los primeros protocolos de separación precoz de los bebés han sido horrorosos. Las 24 horas de instauración de la lactancia son fundamentales. En muchos casos estas primeras 24 horas no se pudieron dar”. Y, todo esto, “ha contribuido a que disminuya o a que abandonen antes. Ha dificultado que se instale y mucho más que se mantenga. Ha habido grandes tasas de cese de la lactancia”, explica.

Helena del Pozo, por su parte, es consciente de que no todas han tenido la misma suerte. “Decían que en 18 meses nunca había ingresado una bebé en la unidad covid”, señala mientras es consciente de que probablemente le precedieron muchas madres que vieron su derecho a la lactancia bloqueado. “Ayer tuve revisión y la matrona me dijo que de las últimas 20 madres que había visto era la única que continuaba con el pecho”, cuenta. “Mi caso creó un precedente y espero que esté sirviendo de algo”, concluye.

Fuente de la información e imagen: https://www.elsaltodiario.com

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Grecia, la docencia y ser trans

Por: Manón Gate

Hoy se realizará una entrevista abierta a Grecia Villalba, docente trans y candidata a consejera escolar de La Matanza. El encuentro propone debatir sobre estrategias, experiencias y desafíos para educar desde una perspectiva de géneros transversal y disidente.

Hoy por la tarde, desde las 19, la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata y la Agrupación Rodolfo Walsh, coordinarán una entrevista pública a Grecia Villalba, docente, militante peronista y referente matancera de la lucha por los derechos de la comunidad LGBTINB+. La actividad se desarrollará en el marco de las Jornadas Experiencias 100 Años con Freire: Hablar la palabra y transformar la realidad.

Oriunda de Santiago del Estero, esta docente viene caminando desde hace años la lucha por la visibilización de las personas trans en espacios de trabajo y la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación que vulneran sus derechos al punto de rebajar la expectativa de vida para las travestis, trans, no binaries y otres a alrededor de cuarenta años.

Las identidades trans dislocan, por lo general, las prácticas y rutinas que en los ambientes educativos se asignan a los varones y a las mujeres. Lograr hacerse un lugar en los dispositivos educativos no fue un camino fácil para Grecia: «luché mucho para poder subsistir en espacios donde parecía que no había un lugar para mí, no tenía muchas opciones de las que había y elegí esa, estar en esos lugares donde yo no formaba parte de lo normal”, comentó recientemente en sus redes sociales.

Y es que la cuestión de las identidades disidentes no sólo debe ser visibilizada, sino también politizada, pues su presencia acompaña a los seres humanos desde siempre. La encontramos en los mitos griegos, cuando a Aquiles lo disfraza la madre de mujer, de niña, para protegerlo, o cuando Mulán se monta como guerrero para poder reemplazar a su padre en la defensa de China de los mongoles, tal como lo cuenta una película infantil de Disney, y así podríamos estar hasta mañana.

Como dice el pedagogo Estanislao Antelo, «la educación toca siempre algo del orden de lo que puede ser de otra manera, de lo que va más allá de lo necesario, de la metamorfosis». En ese sentido, la trayectoria y las proyecciones de Grecia nos invitan a hacernos cargo de la posibilidad de transformar el mundo a partir de la educación, concibiéndola no sólo como una instancia de transmisión cultural, sino como la posibilidad de un encuentro con le otre que resulte capaz de mediar la relación entre los sujetos y el mundo, con el objetivo de crear cauces y articulaciones intersubjetivas e interseccionales contrahegemónicas para hacerlo más digno, justo y divertido.

Desde el 2015 Grecia está al frente de la organización LGBTINB+ Diversidad Transformar, y este año su militancia le permitió acceder a una candidatura al Consejo Escolar del más grande de los partidos del conurbano bonaerense.

¿Qué podría aportar la obra y la práctica de una docente trans a la perspectiva freireana? El gran pedagogo brasileño dio cátedra de hacer lo que dice que hay que hacer: descentrarse de su rol pedagógico al que accede en condición de hombre blanco adulto y habilitar la emergencia de los universos vocabulares subalternizadxs, cuya legitimidad no necesita ser validada. En ese sentido, Freire recibió muchas críticas por el lenguaje machista utilizado en «Pedagogía del Oprimido», y lo corrigió en sus siguientes obras con un lenguaje más inclusivo, desde el reconocimiento de que su posición en el mundo no le permitía vivenciar la exclusión que para las mujeres y las disidencias podían implicar sus prácticas discursivas y sus modos de construir dispositivos de enunciación colectiva.

En cierto momento del secundario, permítanme un comentario a título personal, mi curso tenía una docente a la que le decíamos La Travesti. Cuenta Grecia: «mi escudo siempre fue el respeto, la empatía, mi deconstrucción, el comprender que ser una mujer trans no era un impedimento para lograr parte de mis sueños, lo posible, aunque lo mirase lejos».

Nunca supe bien si esa docente de Psicología de mi escuela entrerriana era realmente una mujer trans o cis, pero su calidez era tan grande y su desempeño tan comprometido que ni siquiera nos salía burlarnos de ella, y su apodo, si bien secreto, nunca era dicho con malicia. Hoy todes recordamos a esa profesora como lo que fue y seguro sigue siendo: una excelente profesora y una comprometida trabajadora de la educación.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

Fuente original: https://www.diariocontexto.com.ar

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