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Reino Unido: Dolores de Cabeza

Violeta Serrano/ 17/04/2016/página 12

A punto de jubilarse, Henry Marsh, uno de los neurocirujanos más importantes de Gran Bretaña y de toda Europa, decidió retomar su vieja práctica de escribir –había llevado un diario desde los doce años– para recordar las numerosas operaciones de cerebro en las que debió intervenir. El resultado, lejos de la autocelebración, es el descarnado retrato de una especialidad científica en la que todo se juega entre el rigor, el cálculo y lo inesperado. Ante todo no hagas daño se convirtió en un éxito mundial que conmueve por la humildad de su testimonio, casi al borde de una confesión acerca de la complejidad y las dificultades de ejercer la medicina.

Va a correr cada mañana. Se levanta y sale ataviado con ropa deportiva de su casa de dos plantas del barrio de Wimbledon en la que vive desde hace años, cuando se separó de su primera esposa tras un matrimonio que no superó la intensidad de los inicios de su profesión. En el lugar hay, entre otras cosas, paredes forradas de libros y dos colmenas, así como un hermoso jardín en la parte de atrás que se conjuga con un taller de bricolage. Cuando regresa del trabajo, por lo general, se toma un gin-tonic desde un rincón cuya ventana da directamente al suroeste de Londres que suele contemplar bajo la lluvia infinita que caracteriza a la ciudad y que, sin embargo, no le ha impedido moverse en bicicleta casi todos los días de su vida. Lo del running y la bici es, más que nada, porque parece ser que la actividad física reduce las probabilidades de padecer enfermedades como, por ejemplo, el Alzheimer. Lo hace aún sabiendo perfectamente que practicar deporte no le asegura librarse de esa posible situación futura. Ni de tantas otras. Al fin y al cabo es la esperanza lo que hace que la vida se desarrolle aunque, a la vez, es la culpable de que, en muchas ocasiones, nos convirtamos en personas necias, según afirma. Lo ideal es que alguien como él viva en un permanente punto medio virtuoso aunque eso, quizás, sea demasiado pedir para un simple ser humano. En su trabajo, la tensión constante entre distintas variables que, en la mayoría de los casos dependen del más puro azar, es una realidad que va lacerando su camino diario y haciendo más profundas las arrugas de su rostro. Debe tomar decisiones de las que dependen la vida o la muerte de terceros, o, peor, valorar siempre la posibilidad de que sus manos serán las responsables de que esos pacientes salgan del quirófano mejorando su calidad de vida o, por el contrario, convertidos en auténticos vegetales que no tendrán siquiera la posibilidad de matarse sin ayuda externa. Ese dato es más importante de lo que pudiera parecer: en Inglaterra la eutanasia está, aún hoy, prohibida por ley. Así que él, apenas un hombre cualquiera, no se debe dejar dominar por la esperanza en la misma medida que no debe hacerlo por la fatalidad. Lo más difícil de su tarea no es operar con gran pericia técnica (que también debe suceder) sino conocer el momento exacto en el que debe actuar o, por el contrario, dejar a la naturaleza seguir su curso. “Se tardan al menos tres años en saber cuándo hay que operar y treinta en saber cuándo no hay que hacerlo”, apunta.

Por la gloria

Este simple mortal llamado Henry Marsh es uno de los neurocirujanos más prestigiosos de Gran Bretaña y, ahora, también, va camino de ser uno de los más importantes escritores de no ficción en lengua inglesa. Y lo es, por cierto, por una razón más bien ligera: tras cursar estudios en Ciencias Políticas, Filosofía y Economía en la Universidad de Oxford, su ciudad natal, sufrió un fuerte desengaño amoroso. Para salir del calvario sentimental en el que se encontraba quiso autoflagelarse, ya que no tenía necesidad alguna de hacerlo pues era hijo de un prestigioso abogado de derecho internacional, y se fue a trabajar como camillero en un lúgubre hospital de la cuenca minera de Northumberland, cerca de Escocia. Su labor consistía en llevar enfermos desde la ambulancia a las salas del hospital, o desde las salas al quirófano o, en el peor de los casos, directamente de ahí a la morgue, si la cosa no iba bien. Fue entonces cuando tomó la decisión de volver a las aulas, pero con un rumbo muy diferente del que había elegido en su adolescencia. Para su propia sorpresa, se inscribió como estudiante de Medicina en el Royal Free Hospital de Londres, institución en la que no era requisito indispensable tener una procedencia de estudios científicos. Henry Marsh tenía entonces 30 años y aún no sabía que iba a decantarse por la especialidad de neurocirugía cuando, en medio de una operación de aneurisma de la que fue testigo, tuvo una epifanía que se lo aclaró. “Era vanidoso, ambicioso y buscaba la gloria”. Eso responde con sorna hoy, a sus 66 años, cuando se le pregunta por qué esa elección. Ciertamente, hay que poseer altas dosis de esas características para tener como objetivo ser algo parecido a Dios. Y humildad. Toneladas de humildad. Ambos rasgos están sembrados en las páginas de Ante todo no hagas daño, un libro que ya es un éxito de ventas en todo el mundo y que nace de una costumbre que nunca dejó de lado. Henry Marsh escribió ininterrumpidamente sus diarios desde los doce años. Ahora, casado con la antropóloga social y también escritora Kate Fox, esa historia de vida que permanecía camuflada ha salido a la luz. Fue ella la que le advirtió que debía convertir aquellos materiales en una obra de arte. Y así lo hizo. Su texto, articulado en la descripción de 25 casos clínicos y flanqueado por un corto y contundente prólogo así como una breve carta de agradecimientos final, constituye una guía para comprender cómo funcionan las tensiones paradójicas que conviven en las personas a las que nos encomendamos cuando la muerte acecha y no nos queda más remedio que ponernos en sus manos.

Memorias de un bisturí

Con una atención milimétrica, Henry Marsh manipula el cerebro de sus pacientes. Físicamente. Sus finos dedos tocan la zona en la que sucede el misterio del habla, de la risa, de la emoción, del pensamiento. Un neurocirujano no teoriza: actúa. Fue el primero en Inglaterra que utilizó la anestesia local para operar un glioma, es decir, un tipo de tumor cerebral. Fue en 1989 cuando, mientras penetraba en ese misterioso espacio lleno de ramificaciones nerviosas, podía, al mismo tiempo, charlar con su paciente para corroborar, en tiempo real, que no le estaba tocando algo que hiciese que, por ejemplo, no pudiese volver a emitir palabra. Esta práctica puede llevarse a cabo por la peculiar razón de que el cerebro no posee receptores que interpreten su propio dolor. Así todo, Henry Marsh se mete en el barro cada vez que abre un cráneo para someterlo a cirugía. Y eso, entre otras cosas, es lo que relata con una lenguaje libre de descripciones superfluas o demasiado encriptadas para un profano en la materia. Sin caer en el golpe bajo ni en el morbo, las cuestiones físicas se alternan con las puramente humanas dejando claro que lo difícil no es detener una hemorragia descontrolada en la que el cirujano debe navegar desesperado y ciego como un barco en medio de una tormenta sin faro a la vista. Lo realmente complejo es tomar la decisión de si operar o no o de, si ya se está en ello, saber cuándo es el momento de parar antes de producir lesiones. No hay guía para tener éxito: la práctica y los errores cometidos son el salvavidas más cercano, aunque ni siquiera otorgan una seguridad absoluta porque ésta, lamentablemente, no existe.

La sombra de Oliver Sacks se cierne sobre cualquier médico que ose incursionar en el mundo de las letras. Pero Marsh no sigue su estela. Es inteligente y, en vez de eso, busca otras sendas que nada tengan que ver con el estilo del fallecido autor. La fuerza de Marsh es física. Con el respeto que se deben los colegas de profesión, él sostiene que los neurólogos que se ponen a escribir tienden a elegir casos que acumulan como si coleccionasen mariposas de ejemplares raros. Uno de los grandes amigos de Marsh, que aparece varias veces en este libro y que, de hecho, ya había formado parte del documental ganador de un Emmy, The English Surgeon (2007), el ucraniano Igor Kurilets, le dijo una vez: “Nosotros somos como los sangrientos cosacos”. Aquella comparación la hizo al regalarle una versión pictórica de Los cosacos zapórogos. Hoy, esa obra, corona la sala del hospital público y centro universitario St. Georges de Londres, donde Marsh operó a la inmensa mayoría de los 15.000 cerebros que han pasado por sus manos y lugar que, aún hoy, visita asiduamente para sugerir y seguir formando a cientos de médicos internos.

Retirarse no es algo que le haga demasiada gracia. Lógico, tras años de una intensidad tan brutal debe ser complejo enfrentarse a la templanza de la jubilación. Quizás por eso Henry Marsh, lejos de dedicarse únicamente a la apicultura que le fascina como hobby, continúa su labor médica en países como Ucrania, Albania o Nepal. No es casual tampoco que sea justo ahora cuando se atreva a incursionar en el mundo de la literatura con un éxito apabullante. Agotada su primera edición en España en unas semanas, Ante todo no hagas daño ya ha sido reconocido como mejor libro del año por Financial Times y The Economist, tras encabezar las listas de ventas de best sellers en EE.UU. y Reino Unido.

Ante todo no hagas daño. Henry Marsh Salamandra 346 páginas

Si uno visita el hospital donde trabajó toda su vida y que sirve de escenario principal a su libro, puede comprobar que existe un patiecito cuya creación es también culpa de Marsh. Asqueado y enfrentado durante la mayor parte de su vida con la burocracia imperante en el Sistema Nacional de Salud, fue y es un férreo defensor de la humanización de los hospitales. Las arduas críticas a la gestión pública de estos centros están presentes, sobre todo, en la segunda mitad de la obra. El trato clientelar que se está instalando en los últimos tiempos supone una situación desquiciante para los profesionales de la salud: totalmente ajenos a la cotidianeidad práctica de los centros hospitalarios, las nuevas gestiones modernas ignoran cuestiones que parecen de sentido común tal y como Marsh las presenta en este texto. El humor que mitiga las más dramáticas situaciones hace que Ante todo no hagas daño sea una joya que, a la vez, presenta una peligrosidad encubierta. La pericia de Marsh con la expresión escrita hace que lo que desea transmitir sea tan eficaz como inquietante: da miedo ser consciente a través de su demoledora honestidad de que la medicina sabe más bien poco sobre cómo solucionar nuestras dolencias. Para sorpresa de muchos de sus colegas, que no suelen airear en público estas desgracias, el autor enumera sus garrafales errores y vuelve sobre ellos tal y como en su vida real esos fracasos le persiguen toda vez que vuelve a enfrentarse a situaciones similares. Al fin y al cabo, como dijo el médico francés Leriche, todo cirujano lleva un cementerio dentro en el que cada error es una lápida.

Fuente de la noticia: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-5832-2016-04-17.html

Imagen: http://ichef-1.bbci.co.uk/news/ws/304/amz/worldservice/live/assets/images/2015/05/01/150501180553_marsh_304x171_bbc.jpg

Socializado por:

Dulmar Pérez. Candidata al Doctorado Pedagogía, Magister en Docencia Universitaria, Especialista en Docencia para la Educación Inicial. Ha publicado artículos internacionales y nacionales PEII-A Investigadora adscrita al CIM. Coordinadora CNIE en Barinas.

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¿Sería posible la vida contemporánea sin el número cero?

Europa/Reino Unido/Abril 2016/Autor: Editor/ Fuente: actualidad.rt.com

¿Se puede imaginar la vida sin el número cero? A menudo damos por sentadas las cosas que encontramos y usamos todos los días, pero sin el número cero no sabríamos cuánto cuestan las cosas, la rapidez con la que conducimos un vehículo o la temperatura ambiental.

Es un número muy importante que no siempre ha sido un número, y su fascinante historia de más de 1.500 años ha sido contada por la matemática Hannah Fry en un video publicado por la Royal Institution del Reino Unido.

«El cero tiene dos funciones importantes. En primer lugar se utiliza como un marcador de posición, sin él no sabríamos que 1.000 es mayor que 100, y que este es mayor que 10 y 1. Su segundo papel es como un número en sí mismo, intermediario entre positivo y negativo», explicó Fry.

«Cuando los babilonios, los antiguos griegos y los mayas desarrollaron sus sistemas numéricos, cada una de esas civilizaciones utilizaba algún tipo de marcador de posición. Pero no fue hasta que los indios comenzaron el desarrollo de su propio sistema cuando el cero se definió correctamente», agregó la doctora en ciencias.

El cero en los tiempos modernos

Según la investigadora, las matemáticas de la India maduraron y encontraron su camino hacia el este y el oeste a China, que a su vez influyeron en las culturas islámica y árabe en el que el cero jugó un papel decisivo en el comercio. Pero esta cifra encontró resistencia en Europa, donde el sistema hindú-árabe fue rechazado por el sistema de numeración establecido por el Imperio romano, y no fue hasta el siglo XIII que el cero empezó a utilizarse en el Viejo Continente.

Durante los siguientes 400 años, conforme las matemáticas iban evolucionando a partir de las aplicaciones prácticas iniciales a funciones cada vez más abstractas, el cero se convirtió en la piedra angular del cálculo. «En los tiempos modernos, conforme el sistema numérico binario ha sido la base para la programación informática moderna, el cero una vez más entró en el centro de atención para demostrar su valía», continuó Fry.

 Fuente de la noticia: https://actualidad.rt.com/ciencias/204856-historia-numero-cero-matematicas

Fuente de la imagen: https://cdn.rt.com/actualidad/public_images/2016.04/article/5711786fc4618860188b45c3.jpg

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¿Cuál fue el primer libro que te hizo enamorarte de la lectura?

La mayoría de nosotros puede recordar ese libro especial que, cuando éramos pequeños, insistíamos a nuestros padres, abuelos y cuidadores nos leyeran una y otra vez. Ese libro que nos hizo enamorarnos de la lectura. Para mí fue el libro escrito por Elsa Beskow The Tale of the Little, Little Old Woman.

Para mi hija menor fue El Conejito Knuffle, un cuento aleccionador escrito por Mo Willems que ella quiere oír tantas veces todavía, que ya lo tengo memorizado palabra por palabra. Su página favorita es cuando el padre de Trixie se sumerge en la lavadora por segunda vez, decidido a encontrar su conejo de peluche. Mi hija tiene ahora nueve años de edad, devora libros de varios cientos de páginas y ya no me necesita para leerle. Sin embargo, nos acurrucamos y leemos todas las noches. Es un momento que atesoro, en el que juntas exploramos distintos lugares, tiempos, emociones y acontecimientos.

Los libros infantiles de alta calidad son piedra angular en el proceso de alfabetización. Pero identificar literatura infantil con estos atributos no siempre es fácil. Con el fin de ayudar a los educadores y padres de familia en la búsqueda de cuentos geniales y para celebrar la escritura extraordinaria dedicada a los niños pequeños en América Latina y el Caribe, los Premios ALAS-BID galardonan al mejor libro de la primera infancia. En su tercera edición, los cuatro finalistas para la categoría de mejor publicación muestran cuatro fantásticas historias de las que padres y niños se enamorarán.

Menena Cottin, autora de “El Libro Negro de los Colores”

En El Libro Negro de los colores de Menena Cottin, encontramos a Tomás, quien huele, siente y escucha colores. Al lado de cada página hay una imagen del objeto asociado con el color impresa en relieve para darle textura. De esta manera, los niños con discapacidad visual pueden percibir la “acidez del rojo” a través de una ilustración con la textura de una fresa. Este poético texto, impreso también en braille perforado, se superpone a las imágenes con una narrativa lírica que describe al rojo “amargo como las fresas y dulce como la sandía”.

Elena Dreser, autora de Federico y Federico

En su libro Federico y Federico, Elena Dreser representa juguetonamente la conexión especial entre un abuelo y su nieto. Al escribir una carta, por ejemplo, al abuelo Federico se le ocurre el contenido, pero su nieto Federico le muestra cómo enviarla por correo electrónico. Elena muestra la magia de una relación que es tan fuerte en muchos hogares de América Latina.

Amalia Low, autora de “Tito y Pepita”

En los libros de Amalia Low, los animales cobran vida de manera extraña: desde jirafas gordas y elefantes flacos, rinocerontes peludos y flamencos calvos, hasta un cocodrilo que llora lágrimas de verdad. Lo mismo para el libro finalista llamado Tito y Pepita, que cuenta la historia de dos hámsters que, aparte de ser vecinos, son también los peores enemigos. El sencillo mensaje del libro -que debemos perdonarnos y nos amarnos unos a otros- es contado en un lenguaje que ayuda a los pequeños a apreciar las diferencias y a reconocer el dolor que pueden provocar las burlas entre niños.

Mireya Tabuas, autora de “Rojo, Azul”

En el libro de Mireya Tabúas Rojo, Azul, los colores sirven como metáfora para reflexionar sobre las distintas experiencias conflictivas de los niños en su vida cotidiana. Las ilustraciones geométricas de los azules y los rojos les ayudan a visualizar estas diferencias. En este libro, el azul definitivamente no se parece al rojo, y el rojo es lejano al azul hasta que, de pronto, los dos colores se funden en uno. Su historia habla de manera profunda sobre los conflictos que los niños a menudo enfrentan, mostrando una sencilla lección de resolución. Su lógica maravillosamente accesible fue elogiada por el jurado.

Acompáñanos a la ceremonia de premiación este 10 de noviembre de 2015, en Washington DC y ¡averigua quién gana! Los Premios ALAS-BID también se entregarán en otras tres categorías: mejor centro de la primera infancia, mejor educador y mejor innovación. El evento incluirá charlas interactivas tipo TED Talks, actuaciones y conversaciones entre los destacados académicos, así como educadores y líderes de la educación en las Américas y otras partes del mundo.

Una invitada especial de Plaza Sésamo hablará con ingenieras de la NASA, quienes compartirán sus experiencias como mujeres latinoamericanas en la ciencia. Juntas pedirán a los responsables de la política educativa de América Latina y el Caribe invertir en las matemáticas y ciencias para mejorar la educación temprana de las niñas. Michael Geisen, ganador del premio anual Mejor Educador de los Estados Unidos, compartirá sus ideas sobre cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar el pensamiento crítico y habilidades para resolver problemas. El cantante colombiano Fonseca describirá su visión de cómo mejorar la educación en los primeros años. También conoceremos más sobre Paloma Noyola, la joven mexicana a quien, a sus 12 años de edad, se le llamó la “Próxima Steve Jobs”. Y muchos invitados más…

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Reino Unido: Teachers heckle schools minister over academy plans

Europa/Reino Unido/Abril 2016/Fuente y Autor: The Guardian

Resumen: El ministro Nick Gibb participo en una sesión de preguntas y respuestas con la Asociacion de Maestros y Profesores, en torno al caso de los planes de academización del gobierno. Dicho encuentro es motivado a la gran preocupacion generada dentro del sector por el planteamiento del Gobierno de eliminar 17.000 inglés primarias del control estatal y hacerlos funcionar de forma privada dentro de los próximos  seis años.

The schools minister Nick Gibb drew laughter, jeers and heckles from teachers as he stated the case for the government’s academisation plans.

The Bognor MP failed to win over members of the Association of Teachers and Lecturers (ATL) union when he took part in a question-and-answer session at their conference in Liverpool on Monday.

Government plans to remove 17,000 English primaries from state control and make them privately run within six years have prompted concern among education professionals. Plans to turn all secondary schools into academies had been announced previously.

Asked to defend the government’s education white paper, which has been widely criticised by teachers, unions and Tory local councillors, Gibb said: “I’m spending time talking to colleagues who have expressed a concern.

“But the whole academies programme is about having a profession-led system, so that the profession is in charge and not local authority officials. That’s the system we’re moving to. If you talk to headteachers who become heads of academies, they have flourished.”

One audience member shouted “rubbish” while a handful of others jeered and some laughed at the minister’s suggestions.

The academisation plans, announced in the budget last month, prompted protests from unions who said they were concerned about removing schools from local authority control.

Members of the National Union of Teachers (NUT) have already voted to ballot for strike action after rejecting the government’s academies plan. Delegates at the NUT’s annual conference in Brighton on 26 March voted overwhelmingly against privatisation.

Despite the vitriol, the NUT’s collective defiance may yet fall on deaf ears in Whitehall after Nicky Morgan ruled out any U-turn over academisation.

The education secretary told the NASUWT conference in Birmingham last month that there would be “no pulling back” and “no reverse gear” on the government’s education reforms.

Support for academisation has been hard to find among teaching staff, who have staged marches around the country in protest at the plans.

Labour said the scheme would face a £1.1bn funding shortfall, but the government said this was “completely untrue”.

Speaking in Liverpool, Gibb said: “They’re not right, they haven’t taken into account money made available in the spending review. Labour, when they did their calculations, did not look at that.

“We want there to be more autonomy in the schools academy system. People will make mistakes from time to time but we have a much more rigorous scrutiny over academies than maintained schools. The scrutiny is much greater than it’s ever been. Transparency is the greatest disinfectant.”

Asked if he accepted there was a recruitment crisis, based on research by the ATL that found four in five teachers had thought about leaving the profession, Gibb said: “I think it’s a big challenge.”

He said: “I talk to headteachers all the time, and they tell me how difficult it is to recruit maths teachers and foreign languages teachers. But I don’t think we should be talking down the teaching profession. It’s a great profession to be in and that’s the message I convey.”

 

Fuente de la noticia:http://www.theguardian.com/education/2016/apr/04/teachers-heckle-schools-minister-over-academy-plans

Fuente de la imagen:http://www.theguardian.com/education/2016/apr/04/teachers-heckle-schools-minister-over-academy-plans#img-1

 

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¡Y Virginia Wolf se fundió con el agua! Una reflexión literaria sobre el empoderamiento de la mujer

Kaosenlared/13 de abril de 2016/Por: Iñaki Urdanibia

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Era el 28 de marzo de 1941 cuando la escritora penetró en las aguas del río hasta desaparecer en ellas, en la orilla quedó la verticalidad de su bastón como testigo mudo de su muerte. No podía soportar la existencia, y aun viniendo de lejos tal sentimiento, en los últimos tiempos las voces no le dejaban vivir, atormentaban a la atormentada mujer. Si decía la escritora que « las cosas nos expresan », el bastón en su verticalidad daba muestra del lugar en el que Virginia dejó su vida, al tiempo que simbolizaba también la resistencia frente a la locura en la que el mundo se veía envuelto,…soportando –como lo señalaba Leonard, el marido de la escritora- « como símbolo de una humanidad que, a pesar de todas sus dudas, superando su desgana, su asco, había decidido no ceder, no abdicar, resistir…».

Los últimos días de la gran escritora londinense fueron días difíciles, dolorosos, días de profunda depresión por los continuos bombardeos que caían sobre el sur de Inglaterra, y por la desesperante trayectoria que tomaba su enfermedad mental, y la enfermedad del mundo. Estos últimos días se desarrollaron en unos parajes idílicos, en Rodmell, pueblecito situado junto al río Ouse, en Sussex. Alí el matrimonio trataba de alejarse del mundo, sustraerse al sangriento ajetreo que sacude la vieja Europa. Los días que precedieron al 28 de marzo de 1941-fecha de la muerte de la escritora.- están plenos de temor, de reflexiones sobre el presente , el pasado y el incierto futuro. El domicilio respiraba inquietud, los dueños preocupados por la enfermedad de Virginia, del futuro de la guerra, de la increíble pasividad de Dios que nada hace para parar el aplastante avance del mal. El pensamiento en una muerte digna ocupa a la pareja que preparaba sus respectivas dosis de cianuro, para llegado el momento…El marido pensando en su condición de judío, cosa que hasta entonces no le había preocupado en absoluto, se dedicaba a leer la Biblia, tarea a la que nunca había dedicado ni un minuto de su vida. La mujer aguantaba su derrumbe como podía. El médico mostraba su pesimismo con respecto al futuro de la mente de Virginia, y la criada Louie, se desesperaba al ver la vida de la pareja: el marido en su despacho oyendo las noticias de la radio, la escritora en su cabaña, « en perpetua charla consigo misma», …y Louie ahogando su tristeza en coñac ( no me resisto a recomendar un librito, « El bastón de Virginia», editado en 2000, por Circe Ediciones, que recoge aquellos días de manera polifónica).

El cuerpo sería encontrado tres semanas después. También se encontraron dos notas: una dirigida a su hermana Vanesa y la otra a su marido Leonard Wolf. En esta se podía leer : « estoy segura de estar volviéndome loca otra vez. Siento que ya no podemos atravesar otros de estos horribles periodos. Y creo que esta vez ya no tengo cura. Empiezo a oír voces, y ya no puedo concentrarme. Así que voy a hacer lo que me parece mejor». Se fundió con el agua, tan presente en su obra, y las olas marcaron el ritmo de su desaparición. « ¡Muerte! Las olas rompían en la playa ». Allí se acabó aquella vida que había sido una continua búsqueda de un rostro propio, de una voz, de una mirada, de un tono…permanente mudanza en pos de u espacio propio, de una habitación propia.

El espejo de una vida

Se apagó la vida de Adeline Virginia Stephen que había nacido, , en el seno de una familia acomodada de clase media, el 25 de enero de 1882. De su madre, Julia Duckworth, heredó el talante artístico y la preocupación por los demás, especialmente por los más desfavorecidos. De su padre, Leslie Stephen, sus posturas atrevidas en lo que hace a las costumbres sociales y el gusto por los asuntos intelectuales. Niña sensible donde las hubiese, Virginia al igual que su hermana Vanesa recibió una educación doméstica, sólo los varones iban a estudiar a centros universitarios, como ella lo explica con afilada pluma en su Habitación propia ( « si, por desgracia, no se tiene una formación universitaria…», se quejaría) ( * ) . La surtida biblioteca del domicilio familiar, en Hyde Park Gate, y los sabios consejos paternos le iban a servir para curtirse en los terrenos del saber .Cuando contaba con la edad de trece años muere su madre, « su muerte fue el mayor desastre que podía ocurrir» dirá en Momentos de vida. Aquel verano de 1895, tendría su primera crisis ( « y también mí se levanta la ola. Se hincha; arquea el lomo. Una vez más soy consciente de un deseo, nuevo, de algo que se levanta en mí como el caballo cuyo jinete hinca espuelas para después tirar de las riendas», se lee en Las olas ). Ya periódicamente, a lo largo de su vida, le volverían a visitar esas olas de la conciencia, las innúmeras voces, los pájaros cantando en griego…y le ocuparían mucho tiempo en su reflexión. Se puede leer en sus Diarios: « creo que estas enfermedades so en mi caso-¿cómo puedo expresarlo?- en parte místicas. Algo ocurre en mi mente . Se niega seguir registrando impresiones. Se encierra en sí misma se convierte en crisálida, a menudo con un agudo dolor físico. Luego de pronto se dispara un resorte». De crisis maníaco-depresivas, con verbo menos poético, habla algunos especialistas.

La casa, debido a la ausencia materna, queda en manos de su hermanastra Stella-que jugará el papel materno- y de un padre enfurecido y que se comporta de manera un tanto autoritaria. Esa es la impresión que Virginia guarda de su, por otra parte, admirado padre. De aquellos años recordará más tarde la escritora, datan también lo abusos a los que le sometía su hermanastro George. Dos años después muere Stella y cinco después su padre. ¡ Qué cúmulo de muertes! Como dirá en su conmovedor relato , Condolencia, : « ¿Cómo lo ha cambiado todo la muerte! Como en un eclipse de sol, los colores se esfuman…Ha sido la muerte , la muerte acecha tras las hojas y las casas y el humo que asciende tembloroso, y lo sosiega…y he visto al hombre con la guadaña mirando por encima del seto a nuestro paso ». El año de la muerte de su padre, el mismo en el que se traslada junto a sus hermanos Vanesa, Thoby y Adrián, al 46 de Gordon Square, en el barrio más popular de Bloomsbury, sufre nuestra protagonista su segunda crisis que le viene a durar prácticamente todo el año, 1904. Allí, en el nuevo domicilio, comenzaron las tertulias sin fin, las libres palabras sobre cualquier tema, que dio origen al llamado «Bloomsbury Group». Años más tarde, confesaría Virginia a su sobrino, y biógrafo, Quentin Bell: « no éramos más que seres alocados, extravagantes, ingenuos, toscos, excéntricos e industriosos por encima de las palabras ». Por allá andaban célebres filósofos, economistas, escritores, pintores, y entre ellos el que luego sería marido de Virginia, Leonard Wolf. Más que cualquier tipo de doctrina, fueron los valores de la libertad más absoluta los que dejaron su perenne impronta en la futura escritora. Aquellas veladas refuerzan más si cabe, el complot contra el mundo dominado por hombres, y por estúpidos valores, que Virginia había sellado hacia ya años con su hermana Vanesa; relación estrechísima que haría que Virginia preguntase a ésta : « ¿ Tú crees que tenemos el mismo par de ojos y sólo gafas distintas ¿ o que le llevase a decir en otro lugar, Flush … existía un parecido entre las dos. Al mirarse la una a la otra decían: “¡ soy yo!” , pero cada una se decía, “¡ qué distinta!…” Separadas en dos mitades, pero hechas con el mismo molde, ¿ sería acaso, que cada una plasmaba lo que estaba latente en la otra? ».

Precisamente u viaje con su hermana a Grecia, donde se contraría con sus os hermanos, tiene como desgraciado resultado la muerte del hermano pequeño debido a unas fiebres tifoideas. ¡ Otra muerte! Al año siguiente se casa su hermana y Virginia se muda co su hermano Adrián a otro domicilio londinense, se cansan de este domicilio y se trasladan a otro que comparten con Duncan Grant, Maynard Keynes y Leonard Wolf. Al año siguiente, el 10 de agosto de 1912, se casan Virginia y Leonard. Crisis postmatrimonial, justo al cumplirse un año del enlace, que le lleva a consumar una tentativa de suicidio. La pareja se traslada a otra casa y compran una imprenta ( Hogarth House) que serviría para publicar los escritos de Virginia, y también algunos de Freud – refugiado en Londres- , y de sus amigos Catherine Mansfiled , E.M. Forster y T.S.Eliot.

Viajes, intensa vida social, amistades ( elevada a ivel de verdadera leyenda la que mantuvo con la aristócrata Vita Sackville-West), conferencias, trabajo editorial, y participación en diversas luchas feministas ( feministas, pacifistas y laboristas). La enfermedad le visita con frecuencia. Sufre con la guerra de España ( en la que se le muere un sobrino) y con el estallido de la segunda guerra mundial. Se van de Londres por temor a los bombardeos, y teme también por la condición de judío de Leonard. El mundo se hunde ( « zarandeados entre la esperanza y la desesperanza, la guerra y la paz, la locura y la cordura…» que decía Leonard a un amigo) y parece que Virginia se hundía con él…Sus libros no lo hicieron entonces, ni lo harán..son inmortales: Fin de viaje, El cuarto de Jacob, La señora Dalloway, Alfaro, Orlando, Una habitación propia, Las olas, Tres guineas…Siempre con los temas perennes de la salud y la enfermedad mental, lugar de la mujer en la sociedad, de la relación de las mujeres con la escritura, la sociedad patriarcal , la vida y la muerte, y muy en concreto el suicidio .

Escritura sin rostro

A Virginia Wolf se le ha solido relacionar con el filósofo francés Henri Bergson ( 1859-1941) en el hincapié que ambos hacen en las cuestiones relacionadas con el tiempo, la memoria, los recuerdos. Se preguntaba el pensador de la durée : « ¿ qué somos nosotros, qué es nuestro carácter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros, disposiciones prenatales? ». Los recuerdos privilegiados- la memoria es sin duda selectiva- van dejando su poso en las personas que los arrastran a lo largo de su existencia…ahí residirá la materia prima de la escritura. « Es un error creer que la literatura pueda producirse a partir de la materia en bruto…es preciso extraerla de la vida », decía Virginia Wolf y convertía de se modo a la novela en algo así « como una visión de la vida en un espejo, aunque, naturalmente , con innumerables simplificaciones y deformaciones ».

Mas la singularidad de una vida está conformada por la multiplicidad de relaciones, por una multiplicidad de voces que Virginia- por medio de su escritura líquida- convierte en un rumor de voces que combina los silencios con la aceleración de sentimientos, con las reflexiones entrecortadas y entrecruzadas de los distintos persones que en su escritura se dan cita. Son sujetos sin rostro, quebrados, que son desnudados en sus flujos de conciencia ( stream of consciousness ), y que dejando ver por momentos sus actos oscuros-tan reseñables para Virginia Wolf- que los grandes hechos de los que habitualmente se nutre la historia. Es esta fragmentación, el fluir de repetitivas y desiguales olas de conciencia, unidos a las alusiones al carácter no trasparente y comunicativo del lenguaje lo que ha hecho que se emparente el nombre de la escritora con el de Foucault, o con el de la corriente denominada postmoderna. « Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito ».

Muy ligado a lo anterior, salta a la vista en la prosa woolfiana su afán por adoptar una mirada distinta, por « buscar una frase femenina, una frase psicológicamente femenina». Como se harta de repetir la escritura sobre las mujeres siempre la han hecho los hombres-quienes necesitan a éstas para que se comporten como « espejos dotados del mágico y delicioso poder de reflejar una silueta del hombre de tamaño doble del natural»-, es hora ya de que las mujeres se retraten por ellas mismas. Su búsqueda se centró en hallar esa diferencia de visión, esa mirada diferente, que harían que las mujeres esquivasen los consolidados discursos masculinos para explorar pagos hasta entonces inexplorados y vetados al sexo femenino ( condenado a no escribir o a hacerlo en la sala de estar, en medio de los ruidos, de los niños, las tareas domésticas…). Devenir-femme – que diría Gilles Deleuze- fue el intento inagotable de la escritora de Al faro, tratando de abrir ventanas al discurso de la alteridad, como otro del discurso dominante. « Soy mujer…cuando escribo », decía con orgullo.

Y con ese equipaje explorará las cuevas de la conciencia, trazará mapas de los múltiples estados mentales. Como espectadora privilegiada da cuenta de la familia victoriana ( los escritores no surgen de la nada, sino que son herederos de sus épocas), de la visión del mundo desde el enfrentamiento entre cordura y locura, de la constitución del artista…y se compromete contra la guerra, en pro del feminismo y la justicia sin recurrir al panfleto sino incrustándolos en un registro lírico. Marcando el ritmo…el tic-tac de los relojes, la intermitencia de los faros, y el vaivén de las « viejas olas que han estado rompiendo exactamente así durante estos miles de años ».

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( * ) Artículo que escribí con ocasión del 75 aniversario de la publicación de « Una habitación propia», que fue publicado en el diario GARA.

Una hermana para Shakespeare

En 1926, Virginia Woolf es invitada a impartir unas conferencias en Cambridge en un ciclo sobre Mujeres y literatura, el público asistente, en su mayor parte femenino, se entusiasmó con las posturas que expuso la escritora. Tres años después, en 1929, relevante fecha de la primera crisis del capitalismo industrial, a principios de año, mientras enferma pasa tres semanas en cama-según cuenta en el segundo volumen de sus diarios íntimos– madura la idea de convertir en libro las conferencias antes nombradas, extendiéndose así de un modo que en su participación oral no había podido hacerlo por las restricciones de tiempo. Varias veces a lo largo de dicho año podrá observarse en sus nombrados diarios su preocupación por tal texto, por las posibles correcciones a introducir, y posteriormente, tras su otoñal publicación, bajo el título de Una habitación propia( A Room of One´s Own ), el enorme éxito de ventas.

La respuesta que daba a la cuestión planteada acerca de la relación de las mujeres con la literatura, la respuesta de ella fue plenamente materialista y en vez de derivar hacia concepciones esencialistas que estableciesen alguna forma de particularidad propia de la escritura femenina- sin dejar, no obstante, de reivindicar el derecho a la diferencia, y también la deseable complementariedad, «es funesto ser un hombre o una mujer a secas; uno debe ser “mujer con algo de hombre” u “hombre con algo de mujer”. Debe consumarse una boda entre elementos opuestos », para añadir unas páginas después que «a menudo me gustan las mujeres. Me gusta su anticonvencionalismo»-, propondrá que la condición sine qua non para que las mujeres puedan escribir es tener «dinero y una habitación propia », además de libros también propios y una cerradura en la puerta de dicho cuatro propio. La aparente simpleza de la respuesta, va a ser, en cierto sentido, un grito de alerta y de radicalidad contra la situación a que se ha visto reducida la mujer a lo largo de la historia, contra la dependencia económica a la que se las ha sometido, a la carencia de habitación, hacendosas ellas en la sala de estar a disposición de la casa y sus habitantes, y sin libros propios patrimonio exclusivo de los varones de la casa. Ad maiorem gloriam homini-apropiando el lema jesuítico para la ocasión-, tal ha sido el rol que ha debido jugar la mujer como «espejo al hombre durante siglos, poseen el poder mágico y delicioso de reflejar una imagen del hombre de tamaño natural, dos veces y media más grande>>. Desde aquella afirmación aristotélica que hablaba de las mujeres como hombres incompletos(en su Política se lee: «un ser degradado o por debajo de la humanidad »),las mujeres se han visto marginadas de los asuntos importantes, para ser convertidas en floreros o sirvientas, o a lo más en dominadoras de la vida de los reyes pero únicamente en la ficción, ya que en la práctica…recluidas y la pata quebrada. La obra woolfiana de la que ahora se cumplen setenta y cinco años desde su publicación, es un repaso que abarca desde el siglo XV hasta los tiempos en que se escribe para denunciar la dependencia femenina con respecto a los varones, y subrayar el recurso por parte de las mujeres que escribían a utilizar pseudónimos masculinos para evitar que se conociese su identidad; ellas tenían prohibido el acceso a las aulas universitarias, a las librerías, y en consecuencia las más curiosas o interesadas por el aprendizaje habían de recurrir a apropiarse de los libros y los apuntes de sus hermanos del género masculino para poder acceder a estos pagos intelectuales que les estaban vedados.

El libro, téngase en cuenta la época en la que fue escrito, se convirtió en avanzadilla, y hasta en texto de obligada lectura para cualquiera que defienda los derechos de la mujer a disfrutar de la libertad y la igualdad con respecto a sus compañeros, y a veces dominadores infames como la misma autora lo denunciará años después en su novela Tres guineas(1938) al comparar el comportamiento de los nazis con ciertos hombres que parecen completamente dispuestos a conservar el privilegio de ser los únicos «dueños del mundo ». Pues bien, en el libro que recordamos Virginia Woolf recurre a la ficción como mecanismo para penetrar con eficacia por algunos lares ya transitados por distintas disciplinas académicas y por ciertos textos de ensayo, rompiendo con el recurso citado los estrictos lindes de las disciplinas, y abarcando así el quid de la cuestión muchas veces escamoteado por los cómplices silencios o por los discursos gastados. ¿Cómo explicar la «ausencia» persistente de las mujeres a lo largo de la historia? ¿Cómo es posible que haya habido tan pocas mujeres escritoras?…la autora de Orlando (1928)-precedente de las posturas del libro del que hablamos, en la medida que ese ser viaja a través de los siglos, encarnado en hombre o en mujer dependiendo los siglos por los que pasa, y tendiendo a la superación de los antagonismos de los sexos-, la autora digo, pasando por encima-o de lado- de las distintas disciplinas(antropología, historia, psicología, literatura, sociología…) va y le da una hermana al gran escritor inglés, Shakespeare, la bautiza con el nombre de Judith y la dota de un enorme y «maravilloso ingenio » y señala el camino que ésta habría de seguir: aprovecharse de los libros que poseía su hermano, y a cierta edad se vería obligada a huir de su domicilio familiar ya que allí le querían organizar una boda, y deseando hacer teatro vería negado su deseo ya que los papeles femeninos eran representados por hombres jóvenes, etc. ¡Amargura, tristeza, melancolía…!

El grito woolfiano se alza con furia contra todos los límites y cortapisas que hacen que la mujer no pueda desarrollar sus potencialidades en todos los terrenos-incluidos obviamente los creativos-por la eterna dependencia económica, simbólica, espacial… y las coartadas hasta supuestamente científicas acerca de «la inferioridad intelectual , moral y física del sexo femenino», defendidas según señala la escritora en su libro por un tal profesor von X(que no era otro que su amigo Freud)…aspectos todos ellos que, a pesar del tiempo transcurrido , siguen estando vigentes( en estos tiempos de floreros, velos, mutilaciones , infanticidios, mujeres quemadas por sus maridos, golpeadas, y muertas) lo que hace que el libro siga teniendo una extraordinaria vitalidad, debido tanto al tema abordado como a la sagacidad y originalidad con que se hace.

Fuente de artículo: http://kaosenlared.net/y-virginia-wolf-se-fundio-con-el-agua/

Fuente de la imagen:

https://www.google.com/search?q=Virginia+Woolf&espv=2&biw=1366&bih=623&site=webhp&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwia8c65mYzMAhUG0iYKHTA3C1AQ_AUIBigB#tbm=isch&q=virginia+woolf+frases&imgrc=1wGSfJhLtQBpNM%3A

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Escocia: Serious defects found at two more Edinburgh schools built using PFI

Europa/Reino Unido /Escocia/Abril 2016/Fuente y Autor:The Guardian

Resumen:La disputa sobre el cierre de emergencia de 17 escuelas en Edimburgo por razones de seguridad, que dejaron más de 7.000 alumnos que no pueden iniciar el nuevo término, se ha profundizado después que se encontraron defectos graves en dos escuelas secundarias construidas bajo esquemas de financiación privada.

The row over the emergency closure of 17 schools in Edinburgh because of safety concerns, which left more than 7,000 pupils unable to start the new term, has deepened after serious defects were also found at two secondary schools built under private finance schemes.

Urgent safety inspections discovered that brick walls at Gracemount and Craigmount high schools have the same faults that had already led to repairs at three primary schools in the city, Edinburgh council’s chief executive, Andrew Kerr, revealed on Monday.

Some 7,700 children and teenagers, including 2,100 high school pupils preparing for their national and higher exams in two weeks’ time, were told to stay at home on Friday for an undetermined period, causing chaos for parents and employers.

The council said on Monday evening that it had drawn up contingency plans to ensure all pupils could either return to their own or attend another school by Monday next week, with priority given to all those sitting exams.

All S4, S5 and S6 pupils at the three secondaries where only partial private finance work had been done – Firrhill, Drummond and Royal High – will be back at school on Wednesday. Edinburgh University said it had found 114 rooms across its campuses that could house 4,000 pupils by the end of this week.

Two of Scotland’s largest trade unions, the teachers’ body the Educational Institute of Scotland (EIS) and Unite, said the scandal raised wider questions about the safety of dozens of schools built under private finance initiatives (PFI) and public private partnership (PPP) programmes elsewhere in Scotland.

Company records show that Edinburgh Schools Partnership, the private consortium that built, runs and owns the 17 schools under a 30-year contract, made profits after tax of £3.4m in 2014 against a turnover of £10.4m. It made £1.9m on a turnover of £11m last year, and paid out nearly £1.9m in share dividends over those two years. It has £12m iin its cash reserves.

The EIS questioned how construction of the schools, which are about 10 years old and were all built under the same PPP1 contract, had been approved, resulting in the serious structural problems.

Larry Flanagan, the EIS general secretary, told BBC Radio Scotland: “We’ve been long-term critics of these initiatives, largely because the main contracts have been a huge drain on school budgets.

“We are concerned to find there are major structural difficulties. There is a question mark around building controls and how they are applied. One question is about value for money in terms of how the work was done initially and then an ongoing question of the drain on budgets.”

Mary Alexander, the deputy Scottish secretary for Unite, said: “This is also not a situation exclusive to Edinburgh but one with national implications. The real question is how many other schools and infrastructure across Scotland built through PPP/PFI are affected, which means nothing other than a full review is required.”

The row erupted late on Friday after Edinburgh council disclosed that it was temporarily closing 10 primaries, five secondaries and two additional support needs schools – all built by ESP – just as pupils prepared to return after the Easter break.

The alert was raised after ESP carried out inspections on all 17 sites, as well as a community centre that has also since been shut as a precaution, after a wall collapsed at Oxgangs primary following a heavy storm in January.

They discovered that crucial fixtures called header ties, which bind the top of brick walls to a building’s main structural wall, were missing at several of those schools.

Councils across Scotland with PFI schools from the same era or the same construction firms carried out their own urgent inspections, but no similar problems have yet emerged.

Kerr confirmed at the weekend the council is likely to pursue damages and costs with ESP, which has acknowledged it “will accept full financial responsibility for investigating and resolving these issues”.

 

Fuente de la noticia:http://www.theguardian.com/education/2016/apr/11/serious-defects-two-more-edinburgh-schools-built-using-pfi

Fuente de la imagen:https://i.guim.co.uk/img/media/bd9f67482118e108e4164adf5df36e2d47c876d7/15_305_3469_2082/master/3469.jpg?w=620&q=55&auto=format&usm=12&fit=max&s=9157e2f96177ee4997ae96d0c8217e1f

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