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¿Quiénes son los jóvenes de la generación invisible? El abandono escolar, una de las consecuencias de la entrada de Rumania a la Unión Europea

Rumania/ febrero, 2016/Autor: Christine Leşcu/ Fuente: noticia, Radio Rumania Internacional

Creado en la UE hace unos años, el concepto “nini” (jóvenes que no están activos en el mercado laboral, que no estudian y no participan en un curso de formación profesional) ha sido adoptado también por la legislación rumana.

Creado en la UE hace unos años, el concepto  “nini” (jóvenes que no están activos en el mercado laboral, que no estudian y no participan en un curso de formación profesional) ha sido adoptado también por la legislación rumana. Desgraciadamente, no se conoce muy bien el concepto y las soluciones que ofrece el Estado para recuperar a esta categoría. Además, las estadísticas tampoco son concluyentes y, justamente por ello, los representantes de la sociedad civil los han llamado también la “Generación invisible”.

En 2013, el Instituto Nacional de Estadística estimó que aproximadamente 440.000 jóvenes menores de 25 años eran “ninis”, es decir, un 17% de los jóvenes de esta edad, siendo el promedio en la UE del 12,5%. Por otro lado, a finales de 2015, el Ministerio de Trabajo informó que sólo aproximadamente 80.000 jóvenes estaban registrados en la Agencia Nacional de Empleo.

Además, en 2014 la tasa de desempleo para los jóvenes de 25 a 29 años de edad fue del 24,6%, mayor que en 2007 cuando alcanzaba el 17,6%. Aunque las cifras suelan uniformizar muchísmimo, los jóvenes mencionados en estas estadísticas son variados, proceden de ámbitos sociales variados y tienen problemas específicos. Por ejemplo, Carolina tiene 15 años de edad, renunció a estudiar a finales del octavo grado, y desde entonces trabaja en la granja de sus padres, en la zona rural del distrito de Galaţi. He aquí lo que ha declarado:

“Mi madre ya no puede trabajar y siempre la tengo que ayudar. Tengo hermanos y hermanas que están en el extranjero, pero ellos también tienen problemas, y entonces no acudimos a ellos.”

Como sólo terminó 8 grados, Carolina no está cualificada y tampoco tiene la edad necesaria para trabajar:

“He intentado encontrar algo aquí. He ayudado a una mujer que ya no podía trabajar, pero al cabo de dos meses renuncié para no dejar a mi madre sola en casa. Estoy intentando encontrar trabajo, pero de momento no puedo encontrar nada, porque no tengo 18 años. Una hermana mía vive en Tecuci, trabaja en una cafetería y es posible que vaya allí si me necesita.”

Cătălin está en una situación similar. Dejó de estudiar a los 17 años de edad. Ahora tiene 19 años y trabaja en la granja de sus padres, en una aldea del distrito de Galaţi, donde viven también sus tres hermanas menores. Cătălin ha contado cómo es un día normal:

“Me despierto por la mañana, a las 7:00 – 7:30, y empiezo a alimentar a los animales. Hago todo lo que sea necesario, corto leña, y cualquier otra cosa. Trabajo todo el día, no tengo día libre. Me registré en la Agencia de Empleo del Distrito, pero no he recibido respuesta. Sólo me registré. No he hecho ningún curso de formación, nada… En esta zona no pasa nada. Actualmente, no tengo ninguna fuente de ingresos, sólo ofertas ocasionales.”

Tuvo que dejar de trabajar porque el transporte y los suministros eran muy costosos para la familia. Sin embargo, algún día Cătălin quisiera volver a estudiar, obtener una cualificación y encontrar trabajo:

“Lo que más me gustaría es tener trabajo. Podría hacer cualquier cosa, si supiera que trabajo y tengo mi dinero. Intentaré hacer cualquier cosa que encuentre.”

Sin embargo, no todos los “ninis” están en la situación de Carolina y Cătălin. Su diversidad ha destacado en el reciente estudio de la Coalición de ONG por los Derechos de los Jóvenes. Veronica Ştefan, la representante de la Coalición, ha puesto algunos ejemplos:

“Son aquellos que abandonan temprano la escuela, aquellos que han terminado el instituto sin el diploma de bachillerato, y también aquellos que han terminado la facultad o el máster, tienen diploma, pero no han encontrado trabajo. Es una categoría variada, porque hay varias subcategorías. Los problemas de un joven de 22 años de edad que ha terminado la universidad son distintos a los de un joven de 15 años que ha terminado 8 grados y no ha continuado sus estudios. Desde el principio, se ve claramente que las chicas representan una categoría. Un 18% de las jóvenes menores de 25 años de edad están en esta situación vulnerable, es decir que su porcentaje es mayor a los jóvenes “ninis”, chicos y chicas juntos. De 25 a 29 años de edad, el porcentaje de las chicas incluso sube  hasta el 30%.”

Además de las chicas y de los jóvenes de la zona rural que no tienen el apoyo de su familia para continuar sus estudios, existe también la subcategoría de los graduados de estudios universitarios. He aquí la declaración de Veronica Ştefan:

“Normalmente, aquellos que terminan los estudios superiores deciden quedarse en casa, apoyados por su familia, y prefieren esperar oportunidades mejores o relevantes por la facultad que hayan terminado. En esta situación están aquellos que tienen el apoyo financiero de su familia. Hay también estudiantes que han abandonado los estudios superiores justamente por la necesidad de sostenerse económicamente, de tener vivienda o de cuidar a la familia. Existe también la categoría de las jóvenes madres. Muchas se quedan en casa justamente para cuidar a los niños. Pero el sistema destinado a ayudar a las jóvenes madres es deficitario, sobre todo respecto a su reintegración en el mercado laboral.”

Para todas estas categorías y subcategorías, la UE adoptó en 2013 el programa “Garantía Juvenil”. En Rumanía, el acto normativo que adapta este programa a la situación local y mediante el cual se deberían haber desbloqueado los fondos comunitarios está en vigor desde hace dos años. Desgraciadamente, todavía no se ha aplicado, y muchos jóvenes ni lo conocen. Veronica Ştefan ha contado cómo debería funcionar en Rumanía el programa “Garantía Juvenil”:

“Después de cuatro meses de inactividad, un joven debería registrarse en la Agencia de Empleo del Distrito para recibir una oportunidad: de preparación profesional, de reintegración en el sistema de educación o un empleo. Pero de momento este sistema no se ha puesto en marcha en Rumanía. Está sólo en los papeles y se aplica sólo en el caso de algunos proyectos piloto. La “Garantía Juvenil” debería ser un mecanismo propio y permanente. Cualquier joven que se registre solo o al que registre otra persona, debería recibir esta oportunidad inmediatamente después de haberse registrado.”

Además de la puesta en marcha de la legislación sobre la “Garantía Juvenil” y el desbloqueo de las líneas de financiación europeas para los “ninis”, las organizaciones no gubernamentales han recomendado un enfoque diferencial para cada subcategoría, según sus particularidades.

Lo expuesto anteriormente nos permite inferir que la situación reflejada por estos jóvenes rumanos indica que la tan anunciada ayuda de la comunidad económica europea es una promesa que nunca llegará y que se repite con los países más desfavorecidos de ese continente y del mundo, los rumanos que cayeron en el engaño o ilusión, que al entrar en dicha comunidad mágicamente todos sus problemas se resolverían, es importante meditar sobre este asunto y ser más cauto. Las promesas del capital siempre serán eso, sólo promesas, que los jóvenes de los países menos desarrollados se pierdan en el tiempo y se conviertan en seres invisibles.

Fuente de la Noticia: http://www.rri.ro/es_es/quienes_son_los_jovenes _de_la_generacion_invisible-2542160

Fuente de la Imagen: http://www.rri.ro/newfiles/images/tineri-angajari-serviciu-job-munca.png

Editor: Elvis Ramírez T. Docente Jubilado (UPEL-IPC) Pos-Doctorado en Educación Ambiente ySociedad, Doctor en Cs, de la Actividad Física y el Deporte, Magister en Educación, Estudios Avanzados en Investigación (DEA), , coordinador de la Línea de Investigación Cs. de la Actividad F

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