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Presidente de Brasil anuncia nuevo aumento del salario mínimo en mayo

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó hoy jueves que en mayo de este año habrá un aumento adicional del salario mínimo, que pasará de los actuales 1.302 reales (unos 248 dólares) a 1.320 (unos 251 dólares).

«Vamos a aumentar el salario mínimo a 1.320 reales en mayo y vamos a recuperar la regla en la que el salario, además de reponer la inflación, considerará el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto), porque es la forma más justa de distribuir el crecimiento de la economía», difundió Lula da Silva en redes sociales.

El mandatario se refería a una regla vigente en administraciones anteriores del Partido de los Trabajadores (PT) por la que se reajustaba anualmente el salario mínimo en función de la inflación del año previo y el índice de crecimiento económico.

El actual salario mínimo en Brasil fue reajustado en diciembre pasado de 1.212 a 1.302 reales por el anterior Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), al considerar la inflación y un aumento real de 1,4 por ciento.

Lula da Silva indicó que también habrá un nuevo rango en la exención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para quienes ganan a partir de 2.640 reales (505 dólares) mensuales y avanzar hasta llegar a los 5.000 reales (953 dólares).

La corrección en el tabulador del ISR es uno de los puntos centrales de la agenda económica del nuevo Gobierno y una promesa de campaña de Lula da Silva.

El anuncio formal del aumento del salario mínimo lo hará el mandatario brasileño el 1 de mayo venidero, en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores.

El salario mínimo indispensable en Brasil para satisfacer las necesidades básicas (alimentación, vivienda, vestido, educación, higiene, transporte, ocio y seguridad social) de una familia con cuatro personas debe ser de 6.641 reales (1.270 dólares), según el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/20230217/3fe77ebe93bf42bc8d2ab7c0ba8623ba/c.html

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Observación entre docentes, una potente herramienta de formación.

El informe TALIS avisa, cada cierto tiempo, de que el profesorado español es uno de los que menos practica la observación entre docentes. Muchos estudios recogen la importante aportación que esta práctica puede suponer.

Uno de ellos es el realizado por personal de la Autónoma de Barcelona y la Ramon Llull. En un reciente artículo que han publicado bajo el título de Percepciones docentes sobre observación entre iguales: resistencias, agencia,  procedimiento y objetivos de mejora describen la actividad que realizaron junto al grupo Xarxa de Competències Bàsiques (Red de Competencias Básicas, en castellano), formado por docentes de diferentes etapas y centrado en la formación del profesorado.

La Xarxa lleva dos décadas en marcha y está formada por 600 centros. Estos están representados por dos personas en las diferentes reuniones territoriales que se organizan. La idea es fomentar actuaciones de formación entre iguales entre el profesorado de la red. Una de ellas, la observación entre iguales. Según explica Maria Ojuel, una de sus responsables, la idea es que los centros que participan en la Xarxa utilicen estas prácticas en su día a día.
La investigación realizada se centró en la observación entre iguales, algo diferente a los otros dos tipos, la evaluativa y la de desarrollo. La diferencia fundamental es que las parejas que se forman están en el mismo nivel jerárquico y de experiencia, y nadie juzga de ninguna manera a nadie.

La dinámica, sobre el papel, es sencilla. Dos docentes se ponen de acuerdo en hacer observación. Ha de ser voluntaria, siempre. Después se reúnen para acordar qué quieren observar (cómo se imparte según qué contenido, cómo se fomenta la participación del alumnado, etc.). En esta sesión también se aclaran los dos roles, observado y observador, así como la manera en la que se realizará el feedback posterior.

Mariona Corcelles, investigadora de la Universidad Ramon Llull, explica que es muy importante esta fase inicial, sobre todo en cuanto a la aclaración de roles y sobre cómo hacer la retroalimentación. Esta debe estar libre de juicios, debe ser constructiva. Desde el grupo de investigación se recomienda, por ejemplo, que las sesiones observadas se graben en vídeo para después poder comentar lo sucedido. Además, la persona que observa es preferible que en vez de emitir opiniones, haga preguntas sobre lo sucedido (¿Por qué decidiste hacer tal cosa en este momento?), amén de que la persona observada debe escribir, tras la observación, sus impresiones sobre la sesión para compartirlas al principio de la sesión de feedback.

Por lo general, existen reticencias por parte del profesorado (y seguramente, por parte de cualquier otro tipo de profesional que se viera en esta tesitura) a la hora de permitir que una compañera entre en el aula a ver qué es lo que sucede. Como explica Corcelles, esto suele pasar porque estas prácticas de observación se asocian con las otras modalidades, una centrada en la evaluación y otra en el desarrollo.

En ambos casos, la personas que observa tiene un mayor nivel jerárquico que la personas observada. Pueden ser directores o inspectores o incluso agentes externos al centro.

En el caso de la observación evaluativa busca el juicio, la calificación sobre el trabajo docente. “Esto es lo que ha pasado mucho en Inglaterra”, comenta Corcelles. “Y ha generado muchas críticas, muchas resistencias. Es el modelo más tradicional”. El otro modelo, de desarrollo, dice la investigadora, “no tiene tanta finalidad de evaluar como de dar orientaciones de mejora para desarrollo profesional docente”.

En cualquier caso, los resultados que han obtenido en la investigación que han realizado han sido muy positivos. Han disminuido las resistencias del profesorado que ha participado; ha mejorado la manera en la que tenían de ver este tipo de prácticas; impacta positivamente en las relaciones dentro del propio claustro… Es casi la panacea y surge la duda de si al haber trabajado con un grupo de docentes como es el de la Xarxa, dedicada a la formación cooperativa del profesorado, no habrá influido en estos resultados.

“Claro”, responde Corcelles. “Estaban muy motivados”, asegura, como miembros precisamente de la red pero, explica, para controlar esta variable han hecho un pre-test y un post-test. Conociendo la valoración del pre-test han podido ver la varianza en relación al post: “Ha habido un cambio a partir de la intervención. Ha habido diferencia significativa”. Aunque aclara que, efectivamente, hacer el estudio con este grupo en particular tiene “limitaciones” puesto que no han hecho “un estudio experimental”.

Desde el otro lado, Maria Ojuel asegura que en la Xarxa tuvieron claro el potencial de la observación como ejercicio de “evaluación formativa que no es vista desde la calificación sino desde la autoevaluación, desde la reflexión, desde la regulación del aprendiz”. Se trata de conceptos con los que les gusta trabajar con la mirada puesta en cómo el profesorado los aplica con su alumnado. Pensaron, comenta Ojuel que la observación entre iguales “proporcionaría a las y los docentes experiencias en carne propia de practicar la evaluación formativa”. “Cuando (el profesorado) está en modo aprendizaje”, asegura Ojuel, vive una serie de experiencias que “puede y debe bajar al terreno del aula”.

Qué tiene de bueno

Para Ojuel uno de los puntos fuertes de la observación es que puede servir como paso inicial hacia otras prácticas de “colaboración profesional” -como las califica Corcelles- como puede ser la codocencia. En cualquier caso, “rompe la estructura maestro-aula de manera que eres más abierto a la intervención del otro, no te incomoda”. Esto puede ayudar, entiende, a allanar el camino de la codocencia con el que, de alguna manera, incidir sobre la ratio en el aula.
Más allá de esto está el vínculo que se crea entre el profesorado que realiza la observación. “Es mucho mayor”, dice Ojuel, “y permite trabajar con el compañero en muchos otros momentos, conocer sus talentos. Estimula que la colaboración habitual pase a otros terrenos del centro”.

Algo en lo que coincide Corcelles. En el cuestionario que utilizaron para el estudio se preguntaba a las y los docentes por la relación previa con quienes habían formado pareja, sobre si la sentían más o menos próxima o lejana. “Vemos que en realidad no es tan importante, sí lo es la relación que construyen en el proceso”. Eso sí, es en el momento de la pre-observación, cuando hay que llegar a una serie de acuerdos, cuando hay que poner los cimientos de esa relación.

En este sentido, en el artículo aseguran las y los investigadores que “establecer una relación de colaboración y de entendimiento mutuo para avanzar hacia una misma meta” es importante para alcanzar acuerdos en las reuniones previas, a la hora de redactar los informes de evaluación posteriores o cuando se intentan fijar objetivos de mejora. Todo esto impactaría, según los investigadores, en la transformación de las prácticas docentes.

Entre los objetivos del estudio estaba el analizar si practicando la observación entre iguales mejoraban los miedos previos del profesorado y, según los datos que muestra el artículo, se consigue, principalmente, entre aquellas personas que no tenían ninguna experiencia previa de observación.

Además, algo en lo que impacta este tipo de prácticas es en cuestiones como las relaciones de confianza en el claustro, así como la posibilidad de ayuda mutua entre el profesorado.

Complicaciones

Por supuesto, poner en marcha programas de observación entre iguales en un centro educativo tiene sus complicaciones organizativas. Tanto Ojuel como Corcelles hablan de la importancia de que el equipo directivo esté a favor de que se haga para poder organizar al profesorado.

Ojuel asegura, eso sí, que desde la Xarxa, en cuyas reuniones participan normalmente dos personas por centro (que después han de trasladar el conocimiento a sus claustros), se anima a esta pareja a que se lancen ellas primero. Y para hacer esto, comenta Ojuel, no hace falta demasiado tiempo u organización. Se trata de una hora previa para ponerse de acuerdo, dos horas para la observación (una por docente) y otra más para el feedback. Dar este primer paso no debería ser complicado aunque, admite, si se pretende algo más generalizado en el claustro (más en el caso de algunos institutos) es necesaria la connivencia de la dirección para intentar organizar los horarios del personal.

Más allá de esto, no es necesario que la pareja comparta asignatura, puesto que aquello que se observará puede ser cualquier cosa, como el fomento de la interacción del alumnado, de manera que no hace falta compartir materia. Corcelles comenta experiencias en la universidad en las que, por ejemplo, se pueden juntar docentes de la Facultad de Biología con los de Educación. No importa.

Eso sí, es importante que el profesorado sepa cómo dar feedback a la persona observada. “Si los docentes pudieran tener un poco de formación sobre cómo dar este feedback, seguramente impactaría a la hora de hacerlo con los alumnos”.

Este es uno de los objetivos fundamentales tanto de quienes han liderado la investigación como de quienes han participado en ella. Que las prácticas del profesorado mejoren y, cual lluvia, más o menos fina, calen en las aulas, con su alumnado.

Dónde encontrar programas de observación

Gracias a una pregunta en Twitter de Mariana Morales, consultora educativa independiente y experta en cuestiones de evaluación formativa, hemos podido agrupar aquí un buen número de enlaces a programas de observación en ocho comunidades autónomas. Algunos ya no están vigentes.

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Mélich: el ser humano no podrá nunca erradicar el mal

Por: José Zepeda

No podemos aspirar a un mundo en el que el mal sea completamente erradicado, pero sí podemos aspirar a un mundo donde la compasión acabe de alguna manera dominando a la crueldad.

si mucho de lo que creemos debe ser cuestionado? ¿Y si el mal no es la ausencia del bien, sino una posibilidad humana no erradicable? ¿Y si la compasión es la ética misma? ¿Y si la metafísica, ese pensamiento de la totalidad, puede llevar al totalitarismo? ¿Y si no somos tan libres como lo creemos? Estas son algunas reflexiones del filósofo español Joan-Carles Mèlich, una de las voces de mayor prestigio del momento, dedicado al estudio de la finitud, el mal y la fragilidad de los humanos

José Zepeda: Comencemos con algunos conceptos fundamentales de su pensamiento, sobre todo de los libros, La lógica de la crueldad y la experiencia de la pérdida. A mi juicio, sobresale en primer lugar este rechazo, una transgresión (por ocupar sus palabras) a la metafísica, por considerarla responsable de concepciones equivocadas sobre la vida. ¿Por qué?

Joan-Carles Mèlich: Creo que la metafísica ha sido, en primer lugar, el pensamiento dominante de Occidente, desde la concepción eleática del ser, desde el poema de Parménides, como mínimo, hasta Hegel. Pero creo que llegaríamos hasta la visión tecnológica del mundo de nuestro tiempo. Para apoyarme en un autor de peso, para que nuestros lectores sepan que esto no solamente lo digo yo, Franz Rosenzweig, en La Estrella de la Redención, que es la obra fundamental para entender una creación posterior del año 1961 de Emmanuel Levinas, Totalidad e infinito, en donde Levinas dice que se apoya en Rosenzweig.

Este autor judío alemán sostiene que la idea es que el pensamiento metafísico ha sido dominante en Occidente desde Jonia, Parménides, hasta Jena (universidad de Turingia, Alemania), es decir, Hegel. Rosenzweig no puede seguir porque desgraciadamente murió relativamente pronto. Pero podríamos hablar incluso hoy de este pensamiento metafísico.

El pensamiento de la totalidad, cuando se traslada a cuestiones políticas, morales y pedagógicas, es enormemente peligroso

¿Por qué la metafísica es peligrosa? Me pregunta usted. Sobre todo, porque es un pensamiento de la totalidad. Allí es donde haríamos claramente el paso Rosenzweig-Levinas. El pensamiento de la totalidad, cuando se traslada a cuestiones políticas, morales y pedagógicas, es enormemente peligroso, porque se convierte en un totalitarismo político, en un adoctrinamiento pedagógico y en un absolutismo moral. Estas son los tres grandes ámbitos en los que la metafísica muestra su peligrosidad para lo esencial en la vida humana que es la finitud.

JZ: Otro de los pilares fundamentales de su pensamiento es el hecho de que vivimos en un mundo gramatical. Que es un mundo interpretado. Una gramática interiorizada, asumida. Como si el discurso del libre albedrío, el de la soberanía personal, fuese en parte, errado porque los recién llegados no arriban a un desierto.

JCM: Efectivamente nos hemos caracterizado en Occidente por pensar que el ser humano es libre. No voy a sostener radicalmente lo contrario, que no somos libres. Pero sí diría que somos mucho menos libres de lo que nos creemos. Lo cual no significa que no seamos responsables de lo que hacemos. Tenemos un ámbito de responsabilidad, pero somos mucho más lo que nos pasa, lo que nos sucede, lo que no programamos, lo que hemos adquirido a través de la herencia gramatical: signos, símbolos, gestos y normas, que no lo que nosotros decidimos.

Tenemos un ámbito de decisión o de libertad que depende, en buena medida, de la herencia gramatical. Yo no puedo pensar si no es en un lenguaje, por ejemplo. Puedo escoger el lenguaje, pero no puede escoger la lengua materna. La lengua materna me viene dada. Ahora no estoy hablando en mi lengua materna, el catalán. Esta lengua es aprendida. Y me siento más cómodo cuando escribo en español que en catalán, porque fui escolarizado en español, pero mi lengua materna desde los cero hasta los tres años fue el catalán. Y eso no lo decido yo.

JZ: Sobresale un pensamiento que afirma que no son sinónimos moral y ética. Digo sobresale porque el hombre común, el hombre de la calle, muchas veces confunde los términos y hace de muchas cosas un sinónimo. Y aquí estamos, dice usted, frente a dos términos absolutamente distintos.

JCM: Vamos a intentar explicarlo. Lo que suele decirse es que la moral es un conjunto de valores, de deberes y la ética sería algo así como la reflexión filosófica sobre el hecho moral, una especie de filosofía moral. A mí no me gusta esta distinción, porque si la ética es una filosofía moral, entonces prefiero llamarla directamente filosofía moral.

La primera cosa que deberíamos tener presente es que el ser humano es un ser moral y ético al mismo tiempo. También podríamos añadir político. ¿Qué es el ser humano por naturaleza? Por naturaleza nada. Somos por naturaleza seres culturales, gramaticales, somos seres en el mundo. Si no existiera el mundo y por tanto la gramática, no existiría la cultura, no existiríamos. Y en la medida en que somos seres culturales, mundanos, gramaticales, somos seres morales, éticos y políticos al mismo tiempo.

Vamos a centrarnos en la distinción entre ética y política de forma muy breve ¿qué significa que el ser humano es un ser moral? Significa que heredamos un universo de normas, de valores, de principios, de deberes, que están implícitos en esta gramática. Desde pequeños nos enseñan tanto en la familia como en la escuela, como en los medios de comunicación, a vestirnos de una determinada manera, que hay partes de nuestro cuerpo que podemos mostrar, y en cambio, partes que no debemos mostrar sin sentir vergüenza.

Hay una serie de reglas de decencia, de levantarnos en el autobús si hay una persona mayor que necesita de esos asientos reservados para personas que merecen especial atención. Estoy pensando, por ejemplo, hay un chico joven, o una chica, en un asiento no de este tipo, sino en uno normal y corriente. Y, no obstante, el papá le dice: Por favor, levántate y deja sentar a esa persona mayor. Está interiorizando lo que llamaría una regla de decencia. Esa es la moral.

Por tanto, la defino como el conjunto de valores, de normas propias de un momento determinado en una cultura concreta. Cada cultura tiene en un momento de su historia una serie de valores, de normas en las que se educan los recién llegados.

La ética, en cambio, es la zona oscura de la moral. Es el encuentro ahora y aquí entre al menos dos individuos, dos sujetos. Prefiero no llamarlos personas, porque persona es un concepto moral. En ese encuentro hay un desajuste. Alguien reclama algo, pide algo. La moral te dice cómo debes responder. La ética, en cambio, te dice que debes responder.

Pero te plantea la cuestión de no saber con seguridad qué es lo que debes responder. O sea, el primer qué va con acento, el segundo no. Cuando se pone por escrito: la moral me dice qué debo hacer, con acento. La ética me dice que debo hacer algo, pero no me dice lo que debo hacer, sin acento.

El ejemplo más claro lo tenemos en un pasaje del Nuevo Testamento del Evangelio de Lucas, que es conocido como la parábola del buen samaritano, evangelio de Lucas, capítulo diez, versículo 30. Las personas que nos lean pueden leer ese fragmento y se darán cuenta que los tres personajes que pasan por delante del hombre herido, tienen moral.

Todo el mundo tiene moral, porque somos gramaticales, pero solamente uno da una respuesta ética. El que se detiene. El samaritano, que es el que se para y ayuda, tiene compasión del judío herido. Lo que hace es transgredir la moral en la que ha sido educado. Aquí se ve como ética y moral no coinciden.

El problema de los nazis no es que no tuvieran moral, es que sólo tenían moral. Lo que no tenían era ética. Con esto no quiero decir que ser ético es actuar bien. Nunca he definido la ética así. A veces se me ha acusado de decir, ser ético es actuar bien, ¿y cómo sabes lo que está bien? No he dicho nunca eso. He dicho que ser ético es actuar sabiendo que nunca actuamos suficientemente bien.

Por tanto, la cuestión de la mala conciencia o de la vergüenza, como apuntaba en mi último libro, La fragilidad del mundo, el final de la fragilidad del mundo se llama ética de la vergüenza.

Por eso, junto a la compasión, situaría la vergüenza como un elemento fundamental de la ética. El ser humano es un ser que vive en esa tensión entre el deber, la regla, la norma, el valor, que es la moral, por un lado y por el otro, esa incertidumbre, ese no saber, esa ambigüedad, esa vergüenza ética.

JZ: Otro concepto. El mal no es la ausencia del bien, dice usted. No, el mal es la insensibilidad frente al dolor del otro. ¿Es siempre consecuencia del poder? Hago lo que quiero contigo porque puedo. Sea este un poder pequeñito en el hogar, en la escuela o el grande en un dictador.

JCM: Hay que aclararlo. Toda mi obra es un diálogo o una herencia de lecturas importantes para mí, de grandes autores. Sobre este tema del bien y del mal, una de las obras que más me han influido, que también es una de las que más influyen en Manuel Levinas, es la novela de Vasili Grossman, Vida y destino. Una epopeya que acontece durante la Segunda Guerra Mundial, que pasa en distintos escenarios, en campos de concentración nazis, en el frente.

En Vida y destino, Grossman nos advierte del peligro de la palabra bien. ¡Cuidado con este término! Porque lo que dice uno de los personajes varias veces a lo largo del relato, es que en nombre del bien se han cometido las peores masacres de la historia. Que el campo de concentración nazi, que esa cámara de gas, cito de memoria a Grossman, Hitler la construyó en nombre del bien. Herodes -dice Grossman más adelante- mató a los inocentes en nombre del bien. Otro personaje le pregunta, usted no cree en el bien. Responde: no, creo en la bondad. Esa distinción es fundamental, la ética metafísica se ha ocupado del bien. En cambio, la filosofía de la finitud, en la que yo me muevo, se ocupa de la bondad.

JZ: Hay varias tensiones en el ser humano y una muy importante es la que existe entre el olvido y el recuerdo: la memoria. Esto es importante porque normalmente se piensa que la memoria es sólo el recuerdo y no es así.

JCM: Esto sí que los antiguos lo tenían muy claro, la memoria es una facultad fundamental desde un punto de vista educativo, desde los griegos hasta la modernidad. Pensemos en Platón. Sin memoria no hay educación posible.

Lo mismo sucede en la dimensión judía y cristiana. El judeocristianismo gira alrededor de la memoria. «Recuerda Israel», ese es el gran imperativo. Si no recuerdas la Alianza, no podemos vivir. Todo el pueblo judío gira alrededor de la memoria. Y el cristianismo lo mismo en la eucaristía cristiana, en el momento de la consagración, cuando el sacerdote levanta el pan y el vino consagrado, dice: «Haced esto en memoria mía».

¿Qué ha sucedido? A partir sobre todo del siglo XVIII, con la ilustración, la memoria se va desprestigiando y va dejando paso a la experiencia, a la imaginación, a otras facultades.

Ahora bien, la memoria no hay que entenderla solamente como recuerdo, porque la memoria implica una tensión entre el recuerdo y el olvido. No solamente dos personas no recuerdan de la misma manera, ponga a 20 personas frente a un acontecimiento y cada una de ellas le contará el acontecimiento de maneras distintas.

O sea, la memoria implica un relato. Y el relato implica una selección de algo que se vio, se oyó y, por lo tanto, también de un olvido. El olvido forma parte de la memoria. No solamente sucede entre diferentes personas, sucede conmigo mismo. Yo a lo largo del tiempo voy recordando el mismo acontecimiento y a lo mejor lo cuento de maneras distintas.

Por tanto, defender la memoria es defender también que el ser humano es un ser olvidadizo. Hasta el punto de que a menudo nos acordamos de lo que quisiéramos olvidar y nos olvidamos de lo que deberíamos recordar.

JZ: Se dice que los recuerdos son relativamente autónomos, que emergen motivados por un aroma, por una temperatura, por una palabra, por muchas razones conocidas o aparentemente ignoradas. Permítame usted que yo le cuente una anécdota personal. Mi madre murió el año 1966 y la recuerdo con mucha regularidad. Y mi padre murió 35 años después y casi nunca lo recuerdo. Aquí, me parece, se derivan dos cosas. La primera es lo que comentábamos, el recuerdo y el olvido. Pero se me ocurre que los recuerdos persistentes, de un modo u otro que no puedo explicar con claridad, no son pasado, son presente intermitente, son presente que no termina de pasar. Como si el tiempo se dilatara en un extremo y al final no estuviera el pasado, estaría siempre el presente. ¿Estoy alucinando?

JCM: No. Es exactamente así. A menudo entendemos el tiempo como lo que en filosofía se ha llamado los tres éxtasis de la temporalidad, pasado, presente y futuro, como algo completamente independiente. El pasado ya está pasado. El presente es lo real, lo que sucede ahora y el futuro es lo que todavía no es, pero será. Pero en realidad la cosa no funciona así.

El ser humano es al mismo tiempo pasado, presente y futuro, es decir, en el presente hay pasado. No puede entenderse el presente como un haber dejado de lado el pasado, sino que el pasado continúa operando de alguna u otra manera en el presente y el futuro también, porque hacemos las cosas para algo. A menudo pensamos: esto lo hacemos para lo que vendrá. Proyectamos.

Los medios de comunicación normalmente muestran la actualidad, pero no muestran el presente.

Pasado, presente y futuro están entremezclados. Esa es la distinción entre lo que yo llamaría el presente y la actualidad. Uno de los graves problemas de nuestro tiempo es la confusión entre el presente y lo actual, la actualidad. Vivimos en un mundo donde se valora sobre todo la actualidad en detrimento del presente. Esto lo descubrí leyendo un cuento de Günter Grass, el Premio Nobel de Literatura.

En una novela que se titula Mi siglo, cuenta lo que sucedió en una escuela en Alemania el día de la caída del muro de Berlín. Cae el muro y el profesor, en lugar de hablarles del acontecimiento donde todo el mundo celebra que por fin se ha terminado el régimen comunista, en lugar de hablar de eso, el profesor les cuenta a los chicos la noche de los cristales rotos. Y claro, los papás dicen: pero vamos a ver, usted ¿qué nos está contando? Relata la noche de los cristales rotos para ponernos tristes., si lo que importa, lo realmente actual, es hablarles de la caída del muro de Berlín.

El profesor replica ¿usted sabe qué sucedió exactamente en este país un nueve de noviembre, pero hace ya muchos años? Porque si ustedes quieren entender el presente, la caída del muro, tienen que recordar la noche de los cristales rotos, hubo un muro porque hubo una noche de los cristales rotos.

Los medios de comunicación normalmente muestran la actualidad, pero no muestran el presente. El presente es la actualidad en el que se ve que el pasado está vivo, el presente no es independiente del pasado. La actualidad, en cambio, nos entrega un presente libre de pasado. Y ese es el drama de la actualidad.

JZ: Puestos a optar le diría que existen dos aspectos decisivos en su obra. El primero de ellos es cuando usted dice: somos más pasiones que acciones o decisiones frente al logos o a la razón pura de la moral metafísica. La literatura nos enseña que nunca sabremos suficientemente cómo leer, porque nunca sabemos suficientemente cómo vivir. Y digo que es decisivo porque vuelvo de nuevo a que mucha gente piensa que la literatura, para decirlo castizamente, no sirve para un carajo, y usted la reivindica de una manera suprema. ¿Por qué?

JCM: Porque creo que precisamente los grandes, los cimientos de toda cultura y especialmente de la cultura occidental – que es de la única de la que puedo hablar mínimamente- se construye en base a grandes obras literarias. Tanto las que vienen del mundo judío como las del mundo griego. Yo doy clases de filosofía de la educación, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, y me encuentro que los estudiantes de mi facultad nunca han tenido una Biblia en las manos, tampoco la Ilíada o la Odisea, o las tragedias griegas.

Me dicen, pero es que nosotros no somos creyentes, nosotros no vamos a misa. Esto me cuesta entenderlo, porque la Biblia no tiene nada que ver con que uno vaya a misa o no, sea judío o cristiano, o que esté circuncidado o no, o que esté bautizado o no lo esté. La Biblia es un texto como mínimo literario. Podemos discutir si para usted o para mí o para otra persona es un texto revelado. Dios le revela a Moisés… eso se puede discutir, pero lo que nadie puede discutir es que es un texto literario, porque lo es.

Y sin la Biblia no se entiende nada. No entenderá la Divina Comedia, ni el Quijote, no entenderá Shakespeare, no entenderá nada de nada. Acaba de morir el Papa. No entenderá nada de lo que está pasando ahí. No podrá ver el cuadro. No sabrá lo que está mirando. Usted no puede ir a Florencia a ver el David sin saber la Biblia, no puede ver el Moisés de Miguel Ángel sin saber nada de la Biblia. No puede leer a Freud si no sabe nada de la Biblia.

Por tanto, la literatura no es algo por lo que uno que uno transita cuando no tiene nada más importante que hacer y dice bueno, es un pasatiempo. Hay un tipo de literatura que lo es. Pero los grandes clásicos nos están formando, educando en esta gramática del mundo con la que iniciamos nuestro diálogo. Los grandes clásicos están en la gramática que heredamos.

Todos somos un poco Caín y Abel, un poco Don Quijote y Sancho, un poco David y Goliat. Todos somos un poco Hamlet, también somos un poco Macbeth, etc.

JZ: Me parece que la unión de dos vocablos conforma, de una u otra manera, el resumen de su mirada, de la búsqueda de sentido que tiene sobre la vida, que son: ética y compasión. Compasión ética. Es decir, una forma de vida diferente. Y permítame que me adelante y diga bastante ajeno a una mayoría importante del mundo y sobre todo de sus dirigentes, compasión ética. Vaya, son palabras mayores.

JCM: Le añadiría una tercera palabra que ojalá no tuviera que hacerlo, la crueldad. Usted decía al principio, es verdad, yo después de La ética de la compasión, en 2010, me pasé cuatro años pensando que la luna tiene una cara oculta. Y nosotros también tenemos un lado oscuro. No quisiera que las personas que puedan leer esta entrevista piensen que solamente me ocupo de la compasión, que es verdad que para mí es fundamental, porque para mí la ética es compasión.

La compasión es responder de alguna forma al dolor del otro. Al grito del otro que está sufriendo. Uno tiene que dar respuesta de alguna manera. La compasión no es la piedad.

La palabra compasión ha tenido mala prensa en filosofía porque se ha pensado que es propia del cristianismo. Lo que ha sucedido es que, sobre todo en la modernidad, Spinoza, Kant o Nietzsche, han sido muy críticos con la compasión. Pero un filósofo ateo como Schopenhauer gira toda su obra alrededor de la compasión y el perdón. Es un autor ateo. Así, la compasión puede ser reivindicada tanto por creyentes como por ateos.

La compasión es responder de alguna forma al dolor del otro. Al grito del otro que está sufriendo. Uno tiene que dar respuesta de alguna manera. La compasión no es la piedad. Porque creo que otro de los problemas que ha tenido la compasión es la confusión entre compasión y piedad.

El César, en el circo romano, puede tener piedad porque tiene poder. Puede perdonar, entre comillas, la vida. Su gesto del pulgar hacia arriba es de piedad. Para que todo el mundo lo entienda, la piedad es vertical. Solamente el poderoso puede tener piedad. Nosotros podemos tener compasión.

La compasión no es un sentimiento, es una acción ante el dolor del otro. El ser humano es un ser compasivo, aunque no solamente él. La ética de la compasión lo que hace es situar al ser humano fuera de su centro y entender que hay otros seres. Estamos pensando, por ejemplo, en los bonobos, los elefantes, los delfines, grandes mamíferos que son seres compasivos.

La ética de la compasión no es antropocéntrica. Esto es muy importante. Somos compasivos y eso, lejos de alejarnos de los animales, nos vincula al mundo animal, de lo cual yo me alegro. Para mí la cuestión no es lo que nos distingue de los animales, sino lo que nos distingue de algunas máquinas, de algunos androides, de algunos ciborg.

Por desgracia, el ser humano también es un ser cruel. No digo que sea un ser malo. No he dicho nunca eso. Es un ser que no puede eliminar de su vida la posibilidad de la crueldad, de la violencia y del mal. La crueldad sería para mí una de las formas más importantes del mal. El mal también es humano.

No podemos aspirar a un mundo en el que el mal sea completamente erradicado, pero sí podemos aspirar a un mundo donde la compasión acabe de alguna manera dominando a la crueldad. En el final de El malestar en la cultura, Freud termina diciendo, y ahora ¿qué nos espera? No lo sabemos.

Esperemos que finalmente el Eros, yo diría la compasión, acabe venciendo al Thanatos, es decir, a la crueldad. Pero toda victoria del Eros será momentánea, porque el Thanatos, la crueldad, el mal, siempre es una posibilidad que, insisto, el ser humano no podrá nunca erradicar.

Fuente de la información e imagen: https://www.opendemocracy.net

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El mecanismo de dominación y otros mitos en el amor romántico

Por: Diana Hernández Gómez

Nuestra forma de amar es sincrética. Así lo propone Marcela Lagarde y de los Ríos, quien describe nuestras ideas sobre el amor como un conjunto de creencias provenientes de diferentes épocas. Pero, a pesar de la distancia y el tiempo entre ellas, muchas de estas construcciones sobre el amor tienen algo en común: su manera de funcionar como mecanismo de dominación en contra de las mujeres. Y, entre todos estos mecanismos, la idea del amor romántico es uno de los más vigentes.

Tal como explica Marcela Lagarde en Claves feministas para la negociación en el amor (Siglo XXI Editores, 2022), el amor romántico tiene sus raíces en la época en la que la sociedad burguesa comenzó a consolidarse. Con el surgimiento de esta clase social llegó también la necesidad de instaurar modelos familiares que respondieran a los intereses de quienes la conformaban.

Así nacieron ideas alrededor del amor que, entre otras cosas, reducían a la mujer a ser parte de la propiedad privada de los hombres. Como tales, las mujeres no tienen autonomía económica y dependen completamente de su supuesto dueño. Además de esto, el amor romántico recluye a las mujeres al espacio doméstico para que jueguen su rol de madre-esposas, el cual se postula como la única vía de realización para nosotras.

Es cierto que estas ideas han sido abandonadas poco a poco en nuestra sociedad. No obstante, y siguiendo lo que postula Lagarde y de los Ríos, esto no quiere decir que hayan desaparecido por completo. Lo que pasa es que siguen ocultas detrás de una serie de mitos que aún circulan y que nos apartan de formas de amar con libertad y respeto.

Los nueve mitos del amor romántico que podemos deconstruir

En su ensayo “Mecanismos en la construcción del amor romántico”, la maestra en Psicología Verceli Melina Flores Fonseca se basa en diversos autores y autoras para caracterizar nueve mitos sobre el amor romántico. El primero de ellos es el de la media naranja, el cual tiene que ver con la idea de que cada pareja está predestinada a encontrarse. El no hacerlo, por lo tanto, supone una vida de desgracia en la cual nunca se encontrará al amor ideal.

Otro mito es el del emparejamiento. Este mito, como el anterior, supone que el amor monogámico (y, además, heterosexual) es el único modelo de amor al que debemos aspirar, dejando de lado otros modos de relacionarnos afectivamente como las relaciones abiertas o entre parejas del mismo sexo.

A este otro mito se une también el de la exclusividad, según el cual no es posible sentir atracción o afectos por más de una persona. Tal como señala Flores Fonseca, esto da pie al mito de la fidelidad. Entre líneas, este mito oculta la idea de que todas las necesidades afectivas y sexuales que tenemos a lo largo de toda la vida pueden satisfacerse perfectamente con una sola persona.

Otro mito alrededor del amor romántico es el del matrimonio, el cual está ligado con el de la fidelidad y la pasión eterna. Fotografía: Pexels

Cuando esto no sucede, los celos (y los riesgos que conllevan) pueden entrar a escena. Éstos son, quizás, el ejemplo más transparente de que el amor romántico es un amor posesivo y subordinante. Pese al mito de que los celos son muestras de cariño, es un hecho que considerar a una persona como una posesión propia puede desencadenar expresiones de violencia que van desde aislar a una pareja hasta terminar con su vida.

Otros dos mitos del amor romántico caracterizados por Verceli Melina Flores son el de la omnipotencia y el de la pasión eterna. El primero se encuentra resumido en la frase “el amor lo puede todo”, misma que puede convertirse en una forma de solapar maltratos y violencias a costa de un amor que, tal vez, ni siquiera es correspondido.

Por su parte, el mito de la pasión eterna proclama la idea de que la pasión y el enamoramiento que sentimos en los primeros meses de relación perdurarán con la misma intensidad a lo largo del tiempo. De acuerdo con la psicóloga Flores Fonseca, este mito está estrechamente vinculado con el del matrimonio como la consumación máxima del amor.

Justamente, el mito del matrimonio propone que las parejas unidas bajo un contrato social (y, además, religioso) son el modelo a alcanzar en el mundo amoroso. En dicho modelo, las relaciones conservan la misma intensidad permanentemente, mientras que el disfrute erótico y sexual queda en segundo término, sobre todo al hablar de matrimonios realizados frente a alguna autoridad religiosa.

Por último, la psicóloga mexicana habla sobre el mito del libre albedrío. Con ello, la especialista se refiere a la creencia de que nuestros sentimientos amorosos son exclusivamente subjetivos, dejando de lado los factores sociales y culturales que pueden influir en nuestras decisiones al elegir con quién compartir nuestros afectos y nuestra sexualidad.

Es muy importante tener esto último en cuenta, ya que hacernos conscientes de ello puede ayudarnos a deconstruir cada uno de los mitos enlistados arriba.

Por un amor libre y seguro

Las consecuencias de la interiorización del amor romántico son múltiples y tienen diferentes niveles de incidencia en nuestras vidas. Una de ellas puede ser la angustia de preguntarnos permanentemente si amamos y somos amadas tomando como referencia las ideas impuestas sobre el amor. Otra, la decepción y la pérdida de nosotras mismas al intentar amoldarnos a dichas imposiciones.

El amor romántico también puede desencadenar violencia física, verbal y psicológica contra nosotras al querer mantenernos subordinadas, casadas, recluidas en nuestro papel de madre-esposas abnegadas. Y, en el peor de los casos, puede desencadenar violencia feminicida contra aquellas que salgan del molde diseñado por la sociedad.

De ahí la importancia de profundizar en nuestros afectos, pero, sobre todo, en lo que nos han dicho acerca de cómo debemos sentirlos y demostrarlos. Haciendo una reflexión profunda podremos arropar aquello con lo que nos sintamos seguras y desechar eso que solo busca atarnos y encasillarnos en roles que no estamos dispuestas a jugar.

No hay una fórmula exacta para amarnos y amar a los demás. Pero, si duele, lastima y nos hace sufrir, podemos estar seguras de que eso no es amor: amor es sentirnos respetadas, protegidas y admiradas.

Fuente de la información e imagen:  CIMAC Noticias

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MEJORA DE LA ALFABETIZACIÓN INFANTIL. MEDIANTE EL APOYO DE LAS REDES COMUNITARIAS (Unlock Literacy Learning Network, ULLN) RESUMEN EJECUTIVO, RESULTADOS NICARAGUA 2022

Por: Joel Aleman

Resumen Ejecutivo (PDF) Descarga

El proyecto ULLN es una investigación liderada por al Instituto de Ontario para Estudios de la Educación de la Universidad de Toronto (OISE/UdT), el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), y la Escuela de Educación y Liderazgo (SEL) de la Universidad de Ghana (UdG), financiada por el Centro para la Investigación del Desarrollo Internacional (IDRC) y el Proyecto de Intercambio de Conocimiento e Innovación (KIX).

Como una de las 12 subvenciones de IDRC, su objetivo es apoyar la adaptación y escalamiento de innovaciones comprobadas en los países socios de la Asociación Global por la Educación (GPE), mediante la generación de conocimiento y evidencia. Actualmente Ghana, Honduras y Nicaragua como miembros socios de la GPE, se encuentran participando en el programa Unlock Literacy (UL), una innovación auspiciada por el socio implementador World Vision y vinculada al fortalecimiento de los sistemas educativos a través del fomento y sostenimiento de una alfabetización de calidad en cada país.

La investigación aborda a cada país como casos de un estudio comparativo. De esta forma, ULLN tiene el objetivo principal de analizar el modelo UL en 10 comunidades de Nicaragua que han implementado dicho programa a nivel nacional, explorando cómo los actores comunitarios (incluyendo docentes, directores y funcionarios del Ministerio de Educación, padres y madres de familia, líderes comunitarios y organizaciones locales) trabajan en asocio para implementar las actividades que fomentan el aprendizaje de las habilidades de lectoescritura entre las niñas y niños en el contexto de Nicaragua, orientados por la pregunta principal de investigación ¿Cómo se puede habilitar y fortalecer a los actores y redes comunitarias en Ghana, Honduras y Nicaragua, cada uno con sus propios contextos particulares, para que puedan desarrollar y utilizar sus propios sistemas adaptativos al implementar a escala el programa UL de World Vision para mejorar los resultados de alfabetización de niñas y niños, incluyendo los más vulnerables?

Fuente de la información e imagen: https://fosdeh.com

Fotografía: fosdeh

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México: exhortan al ISSSTE para que realice un programa de canje de medicamentos

Advierten que los efectos de la pandemia y la reestructuración que se realiza en el ISSSTE para su fortalecimiento, se han observado diversas afectaciones en el suministro de medicamentos para los derechohabientes.

La diputada Margarita García García del Partido del Trabajo (PT) presentó un punto de acuerdo para exhortar al director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Pedro Zenteno, a que realice un programa de canje de medicamentos, con el objetivo de que los derechohabientes no se queden sin éstos.

A través de un comunicado, la legisladora señaló que debido a los efectos de la pandemia y la reestructuración que se realiza en el instituto para su fortalecimiento, se han observado diversas afectaciones en el suministro de medicamentos, por lo que, para lograr un abasto oportuno, es crucial impulsar medidas para garantizarlo.

Expresó que estos perjuicios en contra de la ciudadanía son herencia de los gobiernos neoliberales que empezaron a subrogar todos los servicios que el ISSSTE prestaba, con el objetivo de beneficiar a compañías particulares de amigos y familiares.

Por lo anterior, la congresista por Oaxaca recordó que en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se promovió desde 2015 el programa ‘Tu receta es tu vale’, mismo que comienza cuando la Unidad de Medicina Familiar no cuenta con el medicamento, por lo que se activa una receta electrónica en su sistema para que pueda ser canjeada en las Unidades Médicas de Alta Especialidad, Centros de Canje y Farmacias Reforzadas.

“Lo anterior ha ayudado a que los derechohabientes del Seguro Social de las entidades donde este programa esté activo no se queden sin medicinas, y sería trascendental que el ISSSTE pudiera seguir este modelo”, puntualizó la legisladora petista.

Fuente de la información e imagen:    https://profelandia.com

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