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Fracaso de la convivencia escolar en Chile

Preocupación tras los últimos episodios de violencia en colegios del país tras retomar las clases presenciales

Los recientes hechos de violencia ocurridos en distintos establecimientos escolares a lo largo de todo Chile, luego de dos años sin clases presenciales de manera obligatoria, ha generado una amplia discusión sobre la necesidad de poner en el centro la salud mental y lo socioemocional.

Esto permitiría generar instancias de encuentro entre los distintos integrantes de las comunidades educativas.

Frente a esta situación de violencia escolar, el Ministerio de Educación ha dado facilidades para flexibilizar la jornada escolar completa en los establecimientos, para que las mismas comunidades educativas puedan decidir, a través de sus consejos escolares, la duración de las jornadas, quitándoles así la presión de pasar contenidos curriculares atrasados.

Asimismo, se ha planteado desde el Ministerio, que los establecimientos generen jornadas de reencuentro y cuidado en los espacios educativos, a través de distintos talleres, en donde el diálogo, la escucha, el trabajo en equipo y la reflexión estén en el centro de las actividades programadas por cada escuela.

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Una de las últimas protestas de estudiantes en Chile.

Una de las últimas protestas de estudiantes en Chile.

EFE

Si bien las medidas ministeriales son del todo razonables y se alejan mucho del agobio hacia los establecimientos educacionales ocasionados por el gobierno anterior, presionándolos para retomar las clases presenciales, debiera ser una oportunidad para repensar el tipo de escuela que se ha construido en los últimos 30 años y cómo la Política Nacional de Convivencia Escolar (2015-2018) no ha podido desarrollarse mayormente, al estar dentro de un marco autoritario, funcionalista y neoliberal, completamente opuesto a sus propósitos.

El intento de transitar de una idea de convivencia escolar punitiva, individual y conductual a una de carácter formativa, relacional y democrática, en donde la participación e inclusión la sostienen, se contrapone a un sistema educativo profundamente desigual y segregado, en donde a través de pruebas estandarizadas (SIMCE, PISA, PTU) se ha fomentado sistemáticamente la competencia, los resultados y el individualismo en cada momento.

 AMPLIARPancarta estudiantil de protesta.

Pancarta estudiantil de protesta.

EFE

En consecuencia, desarrollar una convivencia escolar ha terminado siendo algo inviable en la práctica, dentro de un sistema educativo chileno extremadamente privatizado, racionalista e instrumental, que niega al otro y al conflicto mismo, al estandarizar todo, y que ha tenido por misión construir más bien consumidores de contenidos que ciudadanos críticos y colaborativos.

Es cierto que la ley de inclusión fue un avance en lo que refiere a poner fin al lucro en la educación escolar en Chile y darle mayores derechos a los, las y les estudiantes.

Pero la desmunicipalización existente de los colegios, a través de la formación de Servicios Locales de Educación, no ha fortalecido para nada la educación pública, muy por el contrario, al mantener su perverso sistema de financiamiento, a partir de la matrícula y asistencia.

 AMPLIARConcentración estudiantil.

Concentración estudiantil.

EFE

Para qué decir de la Ley Aula Segura, aprobada durante el gobierno neoliberal de Sebastián Piñera. Lo que hizo fue ir en contra de una mirada inclusiva y participativa de convivencia escolar, al fortalecer y facilitar los mecanismos punitivos de parte de los equipos directivos para expulsar estudiantes y profundizar así la exclusión en el sistema.

La necesidad por tanto de instalar la convivencia escolar como un fin en sí mismo e integral en las escuelas, y no como un mero medio más para generar mejores resultados académicos, tiene que ir acompañado por un cambio de paradigma en la escuela, el cual sigue viendo a les estudiantes como una amenaza y a les docentes como una carga.

De ahí que ante la pérdida de autoridad de la escuela, deba verse como una oportunidad para resignificar así la noción misma de autoridad, no desde la obediencia, como de manera tradicional se ha concebido en la escuela, sino desde la legitimidad democrática, la cual se gana con el diálogo horizontal y no se impone a la fuerza.

 AMPLIARUna protesta estudiantil en Santiago acaba en disturbios.

Una protesta estudiantil en Santiago acaba en disturbios.

EFE

Lo mismo con la idea de calidad y excelencia en la educación, proveniente del mundo empresarial y el management, en donde a las escuelas se les supervisa, evalúa y se les clasifica por rendimiento, de manera descontextualizada y desterritorializada de su realidad local, a través del cumplimiento de ciertas metas e indicadores centralizados imposibles de cumplir. Esto genera una presión y estrés enorme a los establecimientos.

Lo bueno de todo, es que nos encontramos en un momento inédito del país, marcado por un proceso constituyente, el cual actualmente está aprobando distintas normas para una mejor convivencia escolar, como pasa con el derecho a la identidad, una educación sexual integral, un educación ancestral, educación ambiental y científica, la neurodiversidad, educación cívica, educación basada en la empatía y en el respeto hacia los animales.

Por su parte, se hace necesario ir mucho más allá de los enfoques de la Política Nacional de Convivencia, para dar paso a una actualización en clave constituyente, que enfrente el racismo, machismo, clasismo, adultocentrismo y consumismo imperante, desde la plurinacionalidad, la sustentabilidad, las disidencias de género y sexuales, la interculturalidad, la neurodivergencia y los buenos vivires.

 AMPLIARProtesta estudiantil en las calles de Santiago.

Protesta estudiantil en las calles de Santiago.

EFE

No hay que olvidar de la importancia del movimiento estudiantil, sobre todo de secundarios, en los últimos veinte años

Ha sido determinante a la hora de pensar nuevos horizontes y nuevas formas de relacionarnos, por lo que la escuela tiene que abrirse a su entorno y salir del modelo academicista y mercantil, que usa la convivencia escolar como un recurso más para comparar colegios y estudiantes.

Si queremos reducir la violencia en la sociedad y en la escuela en particular, tenemos que crear espacios educativos dignos, protectores y plurales para hacer frente a los distintos conflictos.

Pero desde una mirada amplia, que deje atrás paradigmas autoritarios, funcionalistas y de mercado que solo han buscado el control de unos sobre otros y las ganancias económicas de unos pocos.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20220409/8186426/fracaso-convivencia-escolar-chile.html

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Qué mueve a Elvis Gori Molubela: Perseguir por África entera el sueño de estudiar

En su libro ‘Lo que la noche le debe al día’, Elvis Gori Molubela narra un viaje desde su pueblo natal en la República Democrática del Congo hasta Marruecos con el anhelo de ampliar su educación

Elvis Gori Molubela nació en la República Democrática del Congo el 1 de enero de 1998. En realidad, su nombre verdadero, o el que le pusieron al nacer, es Kabwende Nsungu Wilkins. Hoy ostenta nacionalidad ecuatoguineana, aunque antes fue tanzano, burkinés y de Gabón. Pero estos datos son anecdóticos, porque a lo largo de su vida ha utilizado nueve nombres diferentes y siete nacionalidades distintas, siempre con el objetivo de tener acceso a una educación.

Aprender a leer y escribir. Estudiar. Conocer la historia de su pueblo. Formarse. Ir a la universidad. La determinación de Molubela por conseguir estos objetivos es excepcional, sobre todo teniendo en cuenta que 121 millones de niños y niñas de todo el mundo nunca ha ido a la escuela, y que en países de África subsahariana esta exclusión afecta a uno de cada cinco entre los menores de 12 años y a uno de cada tres en la franja de 12 a 14, según la Unesco.

La historia de Molubela parte de Bukunga, un pequeño pueblo en Katanga, al sur de la República Democrática del Congo, y llega hasta la Universidad de Rabat, donde estudió Derecho. Actualmente, cursa un máster de relaciones hispano-africanas en España con una beca. El afán de continuar formándose le ha llevado por un camino rocambolesco y extraño, a veces surrealista, pero siempre verídico, que narra en el libro que acaba de publicar con la colaboración de Casa África: Lo que la noche le debe al día, y que firma con otro de sus nombres: Kabwende Nsungu Gori. “La noche representa a mi infancia”, explica el autor. “Perdí a mi madre al nacer y mi padre me culpó de su muerte. No pude, como mis amigos, beneficiarme del amor maternal; para mí la infancia fue sufrimiento, esa es la noche. El día es cuando salí de mi pueblo y vine para Marruecos. Día es la libertad, la conciencia histórica, todo eso… Y la noche es el pasado, la parte negativa que tuve cuando era pequeño”, comenta sobre el título de la obra.

Un escenario de violencia y masacres

República Democrática del Congo es uno de los países del mundo más devastados por la violencia y escenario de innumerables conflictos desde hace décadas. Situada en la frontera con Zambia, Katanga, la región originaria de Molubela, es una zona rica en minerales y recursos naturales que también ha sufrido situaciones de inestabilidad desde tiempos de la colonización. Después de la ocupación belga, Moisés Tshombe proclamó la independencia de Katanga y se convirtió en presidente de este nuevo territorio. Entre 1960 y 1963, este fue un escenario más de la Guerra Fría y allí se produjeron numerosas masacres de población civil e, incluso, el asesinato de Patrick Lumumba, por entonces recién nombrado primer ministro de la República Democrática del Congo.

Con posterioridad hubo frecuentes enfrentamientos e insurrecciones en Katanga, y las consecuencias han llegado hasta hoy. Cuenta Molubela que, del 2000 al 2005, los Mai-Mai (uno de los grupos de milicianos armados que actuaron durante el segundo conflicto del Congo) se adueñaron de su pueblo y convirtieron la vida de los habitantes un infierno.

Un aliciente para salir de la pobreza

Molubela accede por primera vez a la escuela a los cinco años, después del fallecimiento de su padre. Corre el año 2003 y, desde entonces, estudiar ha sido el objetivo que ha marcado su vida, un anhelo que recuerda desde su infancia, cuando su abuela le contaba historias de Nkongolo Mwamba, un guerrero medieval que fundó el imperio Luba en el siglo XII. Molubela quería ser como él. “Un día le pregunté a un testigo de Jehová qué tenía que hacer para conseguir lo que mi abuela me pedía, y este me dijo que tenía que estudiar: si estudias vas a saber mucho. Eso es lo que me alimentó el espíritu de salir de la ignorancia y vivir con pasión.”

Empezó negociando con el director del colegio de su pueblo: ser escolarizado a cambio de unos tallos de mandioca seca. Con nueve años se embarca en una trayectoria que le lleva de Bukunga a Lubumbashi, para luego saltar a Zambia, Tanzania, Burkina Faso, Ghana, Costa de Marfil, Mali, Senegal y Argelia hasta llegar a Marruecos en 2014. Una ruta increíble realizada por un joven cuya única idea es continuar estudiando. “Como digo en el prólogo, lo que he escrito es verdad. Las personas que me ayudaron están vivas y se les puede preguntar. De mi pueblo hasta Marruecos. Yo escribí el libro porque conseguí mi sueño, estudiar hasta la universidad. Por eso ahora no tengo ninguna necesidad de mentir a nadie. Me da igual que la gente me crea o no”.

Antes de ser Elvis Gori Molubela, ha tenido otras identidades, pero reconoce que siente ese nombre ya como el suyo propio. Elegido como homenaje a Enrique Gori Molubela, un diputado de Guinea Ecuatorial durante la independencia (y tío de Rita Bosaho, actual directora general para la Igualdad de trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad) es con el que se identifica y con el que tiene toda su documentación y títulos educativos.

Portada del libro 'Lo que la noche debe al día' del escritor Elvis Gori Molubela.
Portada del libro ‘Lo que la noche debe al día’ del escritor Elvis Gori Molubela.ED. MILENIO

“Lo primero que aprendí durante estos años es que no todas las personas son malas. Yo siempre fui hacia el lado de las buenas”. A pesar de su habilidad innata para los idiomas (habla inglés, francés, español, ruso, suajili, lígala y kiluba aprendidos de forma autodidacta) y de tener muy claro su propósito, su camino ha estado plagado de dificultades: no dejaba de ser un niño solo, sin recursos ni documentación, que muchas veces tuvo que dormir en la calle, inventarse una identidad para sobrevivir o recurrir a la ayuda y generosidad de desconocidos o entidades religiosas para comer.

Con una capacidad de sacrificio fuera de lo común, Elvis se hizo todo un maestro de lo que él llama las cuatro artes: la verdad, la mentira, la manipulación y el engaño, como explica a lo largo del libro en diferentes anécdotas. “Estas artes son: decir la verdad. Si es necesario, mentir para salvarte de una situación; manipular si es imposible mentir o decir la verdad, y engañar para salvar a la persona que te ayudó, para que no tenga problemas a causa tuya (…) Las cuatro se deben usar cuando lo que vas a conseguir es positivo para ti y no perjudicará a nadie. Si no es necesario mentir, ¿por qué hacerlo? Si la verdad no te va a hacer daño, di la verdad”, se justifica, insistiendo en que no está orgulloso de haber mentido.

Migrar para estudiar dentro del continente

Los datos reflejan que la mayoría de las migraciones procedentes de países africanos se producen dentro del mismo continente, y solo una pequeña parte se dirige hacia Europa. Según el informe correspondiente a 2022 de la Organización Internacional de las Migraciones, a pesar de que la mayoría de países que forma la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) están clasificados con un índice de desarrollo humano bajo, de los 10 millones de migrantes internacionales que viajaron hacia o desde estos países en 2020, más de seis millones lo hicieron dentro de esa comunidad económica.

Aunque a la hora de desplazarse la mayoría lo hace para buscar mejores oportunidades de vida, trabajo o para huir de la pobreza o conflictos, cada vez son más los estudiantes procedentes de países subsaharianos que se marchan para estudiar, o que aprovechan convenios y becas con universidades europeas para especializarse. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación, se estima que antes de la pandemia los estudiantes africanos representaban más del 10% de toda la movilidad de alumnos en el mundo. Sin embargo, el caso de Molubela es doblemente llamativo. Por un lado, por haber realizado toda su ruta migratoria siendo menor de edad y solo; por otro, porque supo ingeniárselas para sobrevivir sin recursos y logró acceder a estudios superiores.

Molubela tiene claro que su trayectoria vital es el fruto del esfuerzo de todos estos años, y así lo explica cuando afirma que no cree en la suerte, sino en proyectos y estrategia. Lector voraz, su mayor aprendizaje no lo ha encontrado en los libros, sino en las personas que ha conocido durante todo este tiempo. “No es la inteligencia, ni la educación, ni la escuela lo que nos permite alcanzar nuestros sueños. Son las relaciones humanas que tenemos con otras personas. Si tú tienes buenas redes, es más simple llegar a tu sueño”.

En la actualidad, Molubela estudia en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria con una beca de la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID). Convencido de que contar su historia le puede ayudar a seguir estudiando, ha invertido parte de sus escasos ingresos en editar su libro en español y en francés. Tiene claro que su futuro pasa por cursar un doctorado. De momento, aunque aún le queden varios meses para finalizar el máster, ya ha terminado el trabajo final que debe presentar para graduarse. Mientras, sigue leyendo y estudiando, en un proceso de aprendizaje que no parece tener fin.

Su idea siempre es volver. Porque a pesar de esa mezcla de procedencias y nacionalidades que le ha acompañado durante los últimos años, Molubela tiene claro que su identidad es baluba, una etnia que desciende del imperio medieval Luba y cuyo origen bebe en las raíces de la mitología.

Emulando a su admirado Nkongolo Mwamba, primer rey luba, el sueño de Elvis Molubela es la utópica reunificación e independencia de los baluba bajo una misma identidad. “La zona donde estamos (los baluba) es muy pobre, no hay nada. Por ejemplo, yo salí de ahí en 2011 y hasta hoy nada cambió: la miseria mata igual o más que antes” lamenta.  “Voy a volver, pero no sé cuándo. Primero tengo que formarme, conseguir dinero y prepararme intelectualmente. Mi idea es quedarme unos cinco años, cursar el doctorado y luego, regresaré”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/que-mueve-a/2022-04-03/perseguir-por-africa-entera-el-sueno-de-estudiar.html

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Uruguay: Es “apresurado” hablar de una tendencia a la baja del delito, afirma el director del Observatorio sobre Violencia del Ministerio del Interior

Para el sociólogo Javier Donnangelo, que se mantiene en su cargo desde la gestión de Eduardo Bonomi, el aumento de los homicidios es “la novedad criminológica más importante que ha visto el país en los últimos tiempos”

Lleva más de una década al frente del Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior. Es un caso raro de un funcionario situado en un área clave que se mantuvo en su puesto cuando cambió el gobierno. El sociólogo Javier Donnangelo recibió a la diaria en un alto de su jornada de trabajo. Su escritorio, tapado de papeles y documentos, está en una oficina austera, de paredes sin cuadros ni adornos. Donnangelo comenta que es un día ajetreado, porque se están terminando de procesar las cifras de los delitos del primer trimestre del año, que se dieron a conocer ayer. Sin embargo, con amabilidad, dedicó casi una hora y media a esta charla.

El senador frenteamplista Charles Carrera planteó la duda de si usted continuaba al frente del Observatorio, dadas sus pocas apariciones públicas. ¿Sigue?

Sí, tengo el mismo rol.

¿Se planteó la disyuntiva de dejar el cargo con el cambio de gobierno?

No, no se manejó y yo tampoco lo consideré. Mi tarea tiene un componente vocacional muy fuerte. Yo me formé para esto, es el área de trabajo que me interesa, el trabajo científico con el que más me identifico; la criminología es mi área de especialización como sociólogo. Tengo acumulado un trabajo de años que no me pareció razonable interrumpir, ni quiero perder este capital de experiencia acumulada.

Un dato que ha llamado la atención en las estadísticas de 2020 y 2021 es el aumento de las llamadas “muertes dudosas”. Se planteó que podrían estar solapando algunos homicidios. ¿Quién determina lo que es una “muerte dudosa”?

La Policía interviene en un caso y da cuenta a la Fiscalía. Allí se da un proceso de intercambio de información y se determina cuál es la mejor manera de caratular en forma primaria ese hecho.

O sea que la Policía le sugiere a la Fiscalía y luego se decide en un diálogo entre ambas.

Sí, en general es así.

¿Y si no se ponen de acuerdo?

Prima el criterio de la Fiscalía. Es una clasificación primaria que puede variar en función de los nuevos elementos que se vayan recogiendo en las indagatorias e investigaciones. Pero, en general, tiende a mantenerse. Sin duda, hay casos de cambio, pero no son mayoritarios.

¿Cuál es el criterio para calificar una muerte como “dudosa”?

Son situaciones en las que la Policía concurre a un lugar donde hay un cuerpo y esa escena no presenta alteraciones importantes. No hay señas anormales de ninguna índole, pero, al mismo tiempo, tampoco hay testigos. O sea que inicialmente subsiste un leve margen de incertidumbre respecto a qué pudo causar esa muerte. Esas dudas normalmente se van despejando en el correr de los días, en la medida en que se van realizando algunas indagatorias: se cita a declarar a algún familiar, algún vecino. O el cuerpo es periciado por técnicos del Poder Judicial, del Instituto Técnico Forense, que lo examinan y determinan si se trató de una muerte por causas naturales o externas. En la medida en que esas informaciones adicionales van llegando, el título inicial de “muerte dudosa” se va ajustando y puede cambiar a otra tipificación, que puede ser de homicidio, suicidio o muerte natural.

Un anciano muere en su casa solo. ¿Es una muerte dudosa?

Puede serlo.

Si luego se entrevista a un pariente que deja constancia de que tenía una salud muy endeble, puede pasar a muerte natural. Pero si un forense detecta signos de violencia, pasa a ser un homicidio… ¿Es algo así?

Sí, exacto. Esa es la lógica del proceso. Otra situación que es común que se clasifique inicialmente como muerte dudosa es cuando el estado del cuerpo no permite de entrada determinar si hay signos de violencia. Ocurre con los cuerpos que son encontrados varios días después de la muerte y que ya han sufrido un proceso de deterioro importante. En esos casos, exámenes más a fondo de los médicos legistas permiten ajustar ese título inicial. También es bastante común que se califique en primera instancia como muerte dudosa el caso de personas que se ahogan. Porque no suele haber testigos y en principio no se puede descartar que la persona haya sido empujada al agua. Conforme van surgiendo nuevos elementos, el caso cambia de carátula.

Está claro entonces lo que son estas “muertes dudosas”. ¿Cuál sería entonces la razón para el aumento en los dos últimos años?

Tenemos explicaciones tentativas, pero no hay ninguna razón para dudar de ellas o pensar que están muy apartadas de la realidad. Pensamos que probablemente esta situación, como tantas otras, pueda estar relacionada con la coyuntura tan particular de distanciamiento social que ha vivido la humanidad en los últimos dos años. La pandemia trajo una merma de actividad humana en todas las áreas. Todas las actividades han estado alteradas.

¿Más gente que murió sola?

Eso puede estar influyendo. Y también la dificultad para hacer los trámites administrativos que se hacen ante cada muerte dudosa. Las entrevistas a parientes y vecinos para actualizar los datos, por ejemplo. Durante estos dos años muchísima gente no ha podido declarar en juicios de todo tipo por estar en cuarentena. Además, muchas oficinas, incluyendo las del Ministerio del Interior, han trabajado con menos personal. Todo eso puede haber hecho que aumente el tiempo en que estas situaciones permanecen con el rótulo de “muertes dudosas”. Pensamos que el número aparece aumentando porque situaciones que antes se daban de baja no lo han hecho por todos estos retrasos.

Deberían bajar entonces en los próximos registros.

Sí, conforme la situación siga volviendo a la normalidad, deberían volver al nivel prepandemia.

¿No existe la posibilidad de que las muertes dudosas encubran homicidios? ¿Lo descarta?

No tengo ningún elemento para afirmarlo. Incluso hemos hecho sobre estos casos algunos estudios que se salen de nuestra línea de trabajo habitual. Buscamos reunir elementos nuevos que nos permitieran comprender mejor este aumento. Y estos estudios arrojaron resultados consistentes con la explicación que le venía dando.

¿Analizaron caso a caso los fallecidos “dudosos”?

Sí, fuimos uno a uno a los reportes policiales de esas muertes de 2020 y 2021. Registramos algunas de sus características y las comparamos con las de los homicidios. Y encontramos que hay claras diferencias en los perfiles demográficos. Mientras los homicidios involucran mayormente, en promedio, a hombres jóvenes, en las muertes dudosas el perfil de las defunciones es mucho más heterogéneo: la proporción de mujeres es bastante más alta y el promedio de edad de los fallecidos también es apreciablemente más alto. Son elementos que despejan esa duda de cualquier manejo irregular en la clasificación de los eventos.

Si la pandemia influyó en el aumento de las muertes dudosas, ¿no influyó en todo lo demás? ¿El delito bajó en los dos últimos años por la pandemia?

La discusión lamentablemente ha devenido política. Y como mi función en el Ministerio del Interior es técnica y no política, y al servicio del Estado y no de un gobierno, creo que no corresponde que me pronuncie. Pero sí puedo hacer algunas consideraciones que permitan poner el tema en un contexto un poco más amplio y más científico. En ese sentido, lo que puedo señalar es que hay muchos estudios científicos que se han realizado en los dos últimos años que muestran de manera bastante clara que en muchos países la pandemia, especialmente en los primeros meses, implicó una reducción de los delitos. Eso es así. Hay evidencia científica, no estoy dando una valoración personal. Pero también es importante decir que esto no ha sido un patrón universal ni uniforme. Hay excepciones importantes. Una es Estados Unidos, donde durante la pandemia aumentó el delito de un modo muy fuerte, en especial las tasas de homicidio. De manera que hay que tomar estas consideraciones con cuidado.

¿Los dos años que tuvimos de baja del delito marcan una tendencia?

No. En eso podemos ser bastante concluyentes. En general en circunstancias normales no se puede considerar que se marca una tendencia antes de dos años.

Acá van dos años.

Pero no fueron normales. Recién vamos a poder hablar de tendencias con el cuadro que emerja a fines de este año. Ahí tendremos elementos para hablar de alguna tendencia, en un sentido u otro. Hoy, desde un punto de vista científico, es apresurado hablar de tendencias.

Los homicidios aumentaron a partir del segundo semestre de 2021 y eso también marcaría una tendencia contraria al descenso experimentado antes.

En el último trimestre de 2021 tuvieron un leve empuje. Y esa tendencia parece estar consolidándose en el primer trimestre de este año.

¿Hay una explicación para este aumento?

Es la novedad criminológica más importante que ha visto el país en los últimos tiempos. Los homicidios en Uruguay se caracterizaron históricamente por ser muy estables, por mantenerse durante mucho tiempo en un nivel muy bajo para el contexto regional. Durante muchos años la tasa de homicidio se situó entre 7 y 8 cada 100.000 habitantes. Pero en 2012 por primera vez se produjo una inflexión en esa curva, que hasta ese momento era plana, y los homicidios registraron una suba. Y no se detuvo allí. En 2015 tuvimos otro escalón. Y en 2018 nuevamente.

Ahí fue el pico.

La suba más pronunciada. Ahora estamos viendo un incremento que hace que los niveles vuelvan a los de 2015-2017. No llega al nivel de 2018, pero estamos por encima de los promedios históricos. Yo entiendo que está fuertemente ligado a una situación instalada desde 2008, que fue madurando entre ese año y 2011 y que hizo explosión en 2012: los enfrentamientos entre bandas que procuran controlar la distribución minorista de drogas. Es una tendencia bastante global que requiere todavía de muchos estudios para entender cómo opera.

¿Cambiaron los tipos de homicidio, además de la cantidad?

Los anteriores a 2012 se originan en conflictos acotados, a nivel individual: una pelea entre borrachos, un homicidio motivado por celos o por una infidelidad real o supuesta, una rapiña que se salía de control… Hoy se originan en conflictos entre grupos. Es un fenómeno criminológico nuevo.

En una entrevista en 2015 marcaba que habían aumentado los homicidios con armas de fuego, que habían pasado a ser de menos de 50% a más de 75%.

Sí. Y además cambió el tipo de arma. Antes de 2011 se usaba el revólver. Hoy fue sustituido por armas automáticas o semiautomáticas, en especial pistolas de 9 milímetros. Son armas más letales, porque disparan más tiros. Las estadísticas muestran que el número promedio de heridas, en episodios con armas de juego, también aumentó.

También decía en 2015 que los homicidios se concentraban en Montevideo, Canelones y Rivera.

El fenómeno se ha ido extendiendo. Hoy ya llegó a otros departamentos, como Lavalleja y Maldonado.

En países que han estudiado este fenómeno mucho más que nosotros los estudios muestran que la reincidencia es muy persistente, muy difícil de aliviar o disminuir, y que los programas y las políticas que buscan influir sobre su nivel por lo general no dan resultados muy fuertes.

¿Hay estadísticas sobre reincidencia?

Tenemos una escasez importante de estudios rigurosos sobre este tema. Lo que puedo decir sin temor a equivocarme es que la reincidencia es siempre un hueso duro de roer. En países que han estudiado este fenómeno mucho más que nosotros los estudios muestran que la reincidencia es muy persistente, muy difícil de aliviar o disminuir, y que los programas y las políticas que buscan influir sobre su nivel por lo general no dan resultados muy fuertes. Hay apenas un puñadito de intervenciones o medidas que han dado buenos resultados, pero tampoco son dramáticos. Apenas suavizan el fenómeno, sin extinguirlo por completo. Hay una sola cosa que extingue la reincidencia. Es algo muy interesante y con mucha implicancia en el diseño de las políticas criminales: todos los investigadores coinciden en que lo único que extingue la reincidencia es la edad. Conforme la edad aumenta, la reincidencia baja, hasta que alrededor de los 50 años casi que se extingue.

Esto da una visión bastante pesimista de lo que se puede lograr en una cárcel. Parece abonar una visión que sería que el delincuente habitual esté encerrado hasta que cumpla 50.

Sí. Esa es una lectura posible.

Este comportamiento de la reincidencia no parece ser un dato asumido en Uruguay.

Acá hay un gran desconocimiento de cómo funcionan estas cosas. Hay pocos tomadores de decisiones, tanto de los actuales como los del pasado, que manejan estos datos, que son conscientes de que el fenómeno de la reincidencia tiene esta dinámica. Y, obviamente, a medida que uno se va alejando de la gente involucrada en el tema y se incursiona en círculos sociales más amplios, esa conciencia es cada vez menor. El vecino al que le robaron ayer el auto en la puerta de su casa comprensiblemente lo que quiere es que se castigue a los responsables. Y no tiene la menor idea de que ese castigo no siempre tiene el efecto disuasivo que se pretende. Y tampoco sabe que la frecuencia con que las personas cometen delitos disminuye conforme van envejeciendo. Las razones de este fenómeno no están muy claras, pero es así. Nadie lo discute, los resultados de todo el mundo muestran lo mismo.

La inmensa mayoría de las personas privadas de libertad, no sólo acá sino en el mundo, provienen de barrios en los cuales las condiciones socioeconómicas están debajo del promedio.

Hay otros patrones. Uno va a las cárceles y lo que ve son muchos varones, muy jóvenes, y la inmensa mayoría de barrios muy pobres. Eso también dice algo.

Sin duda. La inmensa mayoría de las personas privadas de libertad, no sólo acá sino en el mundo, provienen de barrios en los cuales las condiciones socioeconómicas están debajo del promedio. Eso tampoco nadie lo discute.

Y si la reincidencia es muy difícil de bajar, ¿no será que las acciones se deben tomar antes de que esos jóvenes se tornen delincuentes?

Sin lugar a dudas. Hay mucho para hacer en ese campo. Cada vez hay más evidencia científica que muestra que los años iniciales de la vida son decisivos para formar algunos rasgos de personalidad que tienen que ver con el control de impulsos, la capacidad de pensar a largo plazo y de diferir la obtención de gratificaciones, de no buscar gratificaciones inmediatas cuando hacerlo puede traer consecuencias negativas. Las personas que cometen delitos de manera regular tienen en común que incurren con más frecuencia en conductas riesgosas que reportan una gratificación inmediata. Se sabe que entre las personas privadas de libertad la proporción de individuos que sufre enfermedades de transmisión sexual es más elevada que en el promedio de la población en general. Lo mismo ocurre con los accidentes domésticos o de tránsito, el consumo excesivo de alcohol o drogas y las apuestas en juegos de azar. Todas estas conductas son más frecuentes entre los privados de libertad. Está cada vez más documentado en la investigación científica en criminología: parece ser que un rasgo de la personalidad de estas personas sería un cierto déficit de autocontrol, una merma en su capacidad para contenerse de perseguir objetivos que dan gratificaciones inmediatas pero tienen un costo posterior muy alto. Y esa capacidad se constituye en los primeros siete u ocho años de la vida. Y quien no adquiere esa capacidad en esta etapa, tiene grandes dificultades para adquirirla después. No quiere decir que no pueda. Pero es más difícil. Y cuando lo logra, generalmente lo hace en una medida menor que quien la adquirió en la primera infancia. Es un tema muy importante y no está en la agenda de nadie.

¿Se llevan estadísticas de casos de abuso policial?

Llevamos lo que se denomina “abuso de funciones”. Son como las “muertes dudosas”: una categoría que, según evolucione el caso, puede ser modificada.

¿Han aumentado?

No. En los últimos dos años no hemos encontrado variaciones sustanciales. En general el nivel se ha mantenido respecto de 2018 y 2019.

¿Se nota un efecto de la ley de urgente consideración en la evolución del delito?

Preferiría no entrar en consideraciones, para preservar mi rol técnico.

¿La divulgación de las estadísticas de delitos va a seguir un patrón?

Se me ha comunicado que será trimestral.

¿Cambió algo importante de Eduardo Bonomi a Jorge Larrañaga y a Luis Alberto Heber?

No. En cuanto a mi trabajo, no ha habido cambios significativos. Siempre he trabajado con autonomía e independencia técnica. Es bueno que los elencos técnicos puedan tener continuidad más allá de los cambios políticos.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/justicia/articulo/2022/4/es-apresurado-hablar-de-una-tendencia-a-la-baja-del-delito-afirma-el-director-del-observatorio-sobre-violencia-del-ministerio-del-interior/

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Google y Naciones Unidas muestran el impacto del cambio climático a través de obras artísticas

Como parte de la colección de arte «El latido de la tierra», la compañía presenta dos nuevas experiencias interactivas que buscan concientizar y enseñar a todas las personas en el mundo sobre el daño ambiental en el planeta

Con el objetivo de mostrar el impacto del daño ambiental en el planeta, Google Arts & Culture y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) invitaron a Refik Anadol y el colectivo artístico femenino Hyphen Labs a interpretar datos científicos sobre el clima a través de dos nuevas obras de arte interactivas.

Las experiencias están disponibles a partir de este jueves de manera online y gratuita, como parte de la tercera edición de la colección Heartbeat of the Earth (en español, “El latido de la tierra”). Las nuevas obras se suman a las ocho ya publicadas desde el inicio de la colección de Google Arts & Culture en 2020, con el propósito de hacer más accesibles y visibles los datos que explican la crisis del clima y su impacto en nuestro entorno.

“Con los impactos del cambio climático acelerándose y haciéndose más evidentes cada día, es más importante que nunca involucrar a los artistas y utilizar la cultura como un vehículo para el mensaje de que la situación en torno a la crisis climática es urgente”, dijo Ovais Sarmad, secretario ejecutivo adjunto para el Cambio Climático de la ONU.

Y agregó: “La ciencia y los datos complejos deben mostrarse de forma emotiva, de manera que permita comprender cómo el calentamiento global nos afecta a todos individual y colectivamente”.

Qué daños nos mostraría una resonancia magnética de la Tierra

En el experimento “Resonancia magnética de la Tierra, el artista Refik Anadol interpreta nuestro planeta como si de un “cuerpo” se tratase, mostrando el daño que le estamos infligiendo con el cambio climático. Anadol invita a reflexionar sobre la belleza de la Tierra a través de visualizaciones de paisajes naturales generados por aprendizaje automático y además nos motiva a actuar para un futuro de esperanza.

Cómo nos afectarán los efectos en cascada del deshielo de los polos

El colectivo global Hyphen Labs, junto con la artista inupiaq (indígena del norte de Alaska) Allison Akootchook Warden y la Union of Concerned Scientists, exploran en la experiencia Subida insidiosa los efectos en cascada que genera el calentamiento de los hielos polares. Y además explican cómo el calentamiento del clima no sólo desencadenará el colapso ecológico, sino que también ejercerá presión sobre los sistemas existentes que ya afectan de manera desproporcionada a los marginados.

De esta manera, con las obras artísticas se busca animar a la gente a aprender más sobre la crisis climática y que sirvan de motivación para tomar la iniciativa y cuidar el planeta.

Fuente: https://www.ambito.com/informacion-general/google/y-naciones-unidas-muestran-el-impacto-del-cambio-climatico-traves-obras-artisticas-n5411747

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México: Sin mobiliario ni personal reactivan 11 mil escuelas

Regreso a clases paulatino tras pandemia agudizará déficit de infraestructura y de profesores; esto “profundizará deterioro de la calidad de la educación”, denuncian

Con el regreso a clases presenciales tras dos años de pandemia, se agudizará el déficit de docentes y mobiliarios en las 10 mil 746 escuelas públicas de la entidad, advierten la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), directivos de planteles y docentes. Si no se revierte esta tendencia deficitaria, persistirá y se profundizará el deterioro de la calidad educativa, señalan.

Desde los primeros días de enero de este año, cientos de alumnos de las 11 escuelas normales de la entidad han convertido las calles del centro de la ciudad de Oaxaca en zona de protesta, en busca de la contratación para incorporarse a la plantilla laboral. El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) perdió facultades para contratara egresados normalistas desde 2013, tras la reforma educativa que impulsó el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

Para el vocero de la Sección 22 del SNTE, afiliada a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Wilbert Santiago, la imposibilidad del gobierno oaxaqueño para contratar a los egresados comenzó en 2013, pero se agudizó en 2015, cuando con el Decreto 2, conocido como decretazo, le arrebataron el control del IEEPO a esa gremial sindical. Desde entonces, se acrecentaron el déficit de docentes, de horas de clases y mobiliario.

El director de la Escuela Primaria Indígena Heliodoro Charis Castro, en la comunidad zapoteca de Álvaro Obregón, Ulises Santiago Jiménez, dice que desde enero de 2020, cuando uno de los docentes se jubiló, el IEEPO no cubrió esa plaza. Ahora que regresaron a clases presenciales, hace dos meses, la profesora que cubría el primer grado incluyó a los de segundo y ahora batalla con más de 35 alumnos en clase.

Por la falta de maestros, explica Wilbert Santiago con las estadísticas de los Indicadores del Sistema Educativo Nacional en las manos, de las 5 mil 365 escuelas públicas de organización completa del ciclo escolar 2020/2021 en la entidad, más de la mitad se han convertido en planteles multigrado, en detrimento de la calidad educativa, porque por falta de maestros un docente trabaja con dos grados compactados.

Bajo esas circunstancias operan los preescolares y primarias indígenas, expresa Enrique Montero, coordinador de las jefaturas de Juchitán y Tehuantepec, en el Istmo, porque desde 2015 el IEEPO no cubre puntualmente las ausencias de los docentes que se jubilan o que fallecen.

Sin esas plazas cubiertas, añade, no se satisfacen las necesidades educativas, lo que contribuye al deterioro escolar.

Cada ciclo, dice, faltan en promedio 15 docentes por zona escolar, de preescolar y primaria indígena. Esa situación, añade, provoca la molestia de sus padres, como en la Escuela Primaria Indígena Heliodoro Charis Castro, de la Séptima Sección de Juchitán, o en la primaria Lázaro Cárdenas, de San Francisco Ixhuatán, ejemplo de lo que ocurre en los casi 3 mil planteles de ese nivel en la entidad.

Desde 2019, tras la cancelación de la reforma educativa de Peña Nieto, las 11 escuelas normales de la entidad acrecentaron su matrícula y egresaron un promedio de 120 futuros docentes que enfrentaron, sin éxito, a la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (USICAMM), adscrita a la SEP, que examina y verifica la titulación, antes de autorizar el ingreso a la docencia.

El problema, dice Wilbert Santiago, es que las normales rurales no entregan los títulos conforme concluye el ciclo escolar, sino hasta varios meses después, por lo que los egresados de 2022 no serán contratados, ya que no contarán en automático con el título, tal como lo requiere la USICAMM; es así como se arrastra desde años el déficit docente.

A mediados de febrero, las autoridades del IEEPO informaron sobre la contratación de 2 mil 577 egresados de las 11 normales de distintas generaciones; no obstante, es insuficiente, advierte la Sección 22 del SNTE, para cubrir el déficit de 500 docentes con el que desde 2013 concluye cada ciclo escolar en 5 mil 365 escuelas primarias estatales. Mientras que el déficit para 4 mil 500 planteles de preescolar y primaria indígena también es de 500 profesores, dice la organización sindical.

Si en los niveles de primaria y preescolar hay una falta de maestros debido a las jubilaciones de docentes o por fallecimientos, en las 2 mil 534 escuelas técnicas, generales y telesecundarias hay un alarmante déficit de horas/asignaturas por semana desde 2015, que después se transformaron en “horas tequio”, dice Santiago.

Estas horas suman más de 100 mil, mismas que el IEEPO adeuda a los docentes que las cubren, además de las que tienen asignadas como parte de su contrato.

Además, nueve de 10 escuelas primarias carecen de aulas de medios y sólo dos de cada secundaria cuenta con ellas, afirma el magisterio organizado.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/estados/sin-mobiliario-ni-personal-reactivan-11-mil-escuelas

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Venezuela: Sindicatos de tres sectores denuncian políticas de ataque

Trabajadores agrupados en los sectores de educación, salud y Corpoelec denuncian ser víctimas de una política de ataque gubernamental que implica dejarlos sin beneficios contractuales y devengando un salario que no cubre sus necesidades más básicas.

Sindicatos de los tres sectores explican que el gobierno se ha negado reiterativamente a discutir las contrataciones colectivas, por lo cual, los ha despojado de beneficios como HCM, y además ha reducido las primas y las interescalas en la tabla salarial.

«Nos están robando todos los beneficios a los trabajadores» dijo Alberto Perozo, secretario de reclamo del sindicato de Corpoelec quien aseguró que no cuentan con un salario acorde a sus necesidades, además no tienen seguros de salud para cubrir cualquier emergencia.

Perozo añadió que el Gobierno Nacional está violando un derecho constitucional «donde está establecido que el salario mínimo debe estar acorde a la canasta alimentaria para que pueden cubrir sus necesidades«. Aclaró que lo que hicieron con el reciente incremento de las tablas salariales fue todo un espejismo porque no favorece a la clase trabajadora, sino que por lo contrario le redujeron sus primas y le anclaron los bonos al salario.

Hace 10 años, un seguro de salud o un HCM tenía cobertura total, pero eso sólo quedó en el recuerdo, pues cuando un trabajador asiste a una clínica no le cubre ni siquiera una emergencia. «Ahora tienen que ir a centros de salud pública» explicó Jhonny Castañeda, secretario del Sindicato de Obrero de la Unexpo (Sounexpo). Agregó que hace años podían acceder a cirugías, partos, hospitalizaciones y hasta servicios de odontología y oftalmología para el trabajador y sus familiares.

Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores dijo que el Gobierno desde 2016 se ha empeñado en destruir todos los beneficios sociales y económicos del trabajador y por eso es que muchos abandonan sus puestos de trabajo. «Ni siquiera es que renuncian, sino que se van, porque saben que no les tocará un arreglo digno» dijo.

«En los sectores educación, salud, y del sector eléctrico e incluso hasta los cementeros, la mano calificada abandona su área porque no se ven incentivados, todo esto es un espejismo, ya que seguimos con las mismas condiciones«, dijo Alberto Perozo de Corpoelec.

Para hacerlo más claro, en el sector de educación con las nuevas tablas salariales un docente de la categoría I gana Bs. 329, mientras que la VI que es la más alta devenga Bs. 600; profesores explican que con ese monto no pueden mantener a sus familias ni cubrir medicamentos. Desde que anunciaron esa última tabla salarial los trabajadores han salido de manera constante a las calles para reclamar y exigir unas tablas que se ajusten a la realidad.

Para el economista Naudi Pereira la situación para los trabajadores es desalentadora porque a los empleados del sector público no se les reconocen las cláusulas de las convenciones colectivas y solo ganan un pírrico salario.

El economista agregó que no solo se ven afectados los trabajadores activos, sino también los jubilados y pensionados de todo estos sectores, porque al momento de llegar a esa etapa no cuentan con un salario que les cubra sus necesidades, en especial medicamentos, pero a su vez tampoco con seguros de salud para cualquier emergencia.

A eso le agrega que el Gobierno juega a una política de control social, porque para recibir bonos o bolsa de comida deben estar inscritos en la plataforma Patria y quien no lo tenga es excluido, lo cual no debe ser.

Seguirán en la Inspectoría

Trabajadores de la UPEL, Unexpo, además de sociedad civil e integrantes de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), se concentraron el día de ayer para denunciar las tablas salariales que fueron anunciadas por el Gobierno Nacional en el mes de marzo, debido a que no cumplen con sus necesidades.

«Están violando la Constitución» dijo Sorelis Faneite, secretaria del Sindicato de Obreros de la UPEL (Soupel), agregó que ellos se declaran en la calle porque no aceptan la imposición que quieren hacer con unas tablas salariales que siguen estando por el piso.

José Carmona, coordinador del Frente Nacional de Trabajadores dijo que se sienten descontentos y para muestra de ello, son todas las acciones que están realizando los trabajadores de diferentes empresas en Barquisimeto y a nivel nacional «es un salario que no alcanza, han quitado todos los beneficios, eso es mentira que fue anclado al Petro» dijo.

Fuente: https://www.laprensalara.com.ve/nota/45057/2022/04/sindicatos-de-tres-sectores-denuncian-politicas-de-ataque

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Mundo: Unos 132 millones de niños varones en edad colegial no asisten a la escuela primaria y secundaria

Pese a que las niñas enfrentan desventajas y desigualdades, en muchos países son los niños los que corren un mayor riesgo de no completar su educación, revela un nuevo informe de la agencia especializada en ese campo. La pobreza y el trabajo infantil son dos de las principales causas de que los niños abandonen los estudios. En 57 naciones estudiadas, los niños y adolescentes tienen un peor rendimiento que las niñas y presentan un rezago en su capacidad de lectura.

La pobreza y la necesidad de trabajar, al igual que las normas tradicionales y las expectativas de género llevan a millones de niños a abandonar sus estudios, advirtió este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Según datos de esa agencia, al menos 132 millones de niños en edad de recibir educación primaria o secundaria no asisten a la escuela actualmente en el mundo.

En un nuevo informe, la UNESCO señala que en muchos países los niños corren un mayor riesgo que las niñas de repetir grados, no completar los diferentes niveles educativos y tener peores resultados de aprendizaje, a pesar de que ellas enfrentan más desventajas y desigualdades en la esfera de la educación.

Los cierres de escuelas y la pérdida de aprendizaje debidos a la pandemia de COVID-19, así como los desafíos económicos que causó, exacerbaron las disparidades de género existentes y continuarán agudizándolas a menos que se tomen medidas para abordar las necesidades de aprendizaje de todos, advierte el documento.

La disciplina severa, el castigo corporal y otras formas de violencia en la escuela son algunos de los factores negativos identificados en el documento que afectan en el rendimiento académico de los niños y aumentan el ausentismo y la deserción escolar.

Los números

Las estadísticas muestran que por cada cien mujeres inscritas en la educación terciaria hay 88 hombres a nivel global, y que en 73 países hay menos niños que niñas matriculadas en educación secundaria superior.

De acuerdo con la UNESCO, con excepción de África subsahariana, en todas las regiones hay menos hombres recibiendo educación superior. En América Latina y el Caribe hay 81 hombres inscritos en educación terciaria por cada 100 mujeres. Lo mismo ocurre en Europa Occidental y Norteamérica. En Asia Oriental y el Pacífico, la proporción es de 87, mientras que en los Estados Árabes y Europa Central y Oriental es de 91.

Las señales de que los niños se rezagan en la educación surgen desde el primer nivel. En 57 de los países que han reportado sus números, los niños de diez años se desempeñaron peor que las niñas en el dominio de la lectura y los adolescentes varones continuaron rezagados en ese campo en el nivel secundario.

Este tipo de atraso se observa particularmente en América Latina, Asia Oriental y los Estados Árabes, tres regiones con alto riesgo de deserción escolar masculina.

Un niño en una clase en la localidad afgana de Herat.

UNOCHA/Sayed Habib Bidel
Un niño en una clase en la localidad afgana de Herat.

Lejos de las metas de desarrollo

La UNESCO destaca el importante avance en la matriculación logrado en los últimos 15 años; sin embargo reporta que 259 millones de niños y jóvenes no asistían a la escuela en 2020, 132 millones de ellos varones. Esto significa que millones de menores no completan los doce años de escolaridad marcados entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Los autores del informe consideraron que para abordar este desafío, es necesario comprender las dimensiones de género del ingreso y la progresión de los niños en la educación. “Para los niños, se necesitan estrategias para prevenir la desvinculación y el abandono escolar. En países de América Latina y Europa, los niños, especialmente los de entornos desfavorecidos, tienen menos probabilidades de ingresar y completar la educación secundaria”, apuntaron.

Explicaron que la paridad de las niñas se ha logrado en muchos lugares en gran medida debido a una tendencia al alza en las tasas de matriculación de las niñas en el primer ciclo de secundaria. En América Latina y el Caribe, donde los niños estaban rezagados con respecto a las niñas en el primer ciclo de secundaria a principios de siglo, ahora se ha logrado la paridad de género en la matriculación.

Aclararon, no obstante, que esta observación promedio oculta la desventaja que encaran los niños en ciertos contextos, especialmente en los países de bajos ingresos.

América Latina

El informe detalla que en varios países latinoamericanos y caribeños, los niños tuvieron desventajas al matricularse en la educación secundaria inferior en el año 2000, y que muchos de estos países habían logrado la paridad de género o estaban cerca de lograrla para 2019.

Especifica que en la República Dominicana, 87 niños por cada cien niñas estaban matriculados en el nivel secundario inferior en 2000; para 2019 se había logrado la paridad de género. Por su parte, desde el año 2000, Honduras y Venezuela han logrado avances para cerrar la brecha en la desventaja de los niños en la inscripción en el primer ciclo de secundaria y ambos países están cerca de lograr la paridad de género.

En Honduras, por cada cien niñas registradas en el primer ciclo de secundaria había 88 niños en 2000 y 95 en 2018.

En Venezuela, por cada cien niñas en el primer ciclo de secundaria, el número de niños subió de 87 en 2000 a 95 en 2019.

Niños en una escuela.

UNICEF/Fouad Choufany
Niños en una escuela.

Recomendaciones

La UNESCO argumentó que si bien existen patrones claros de género en la educación en ciertos contextos, son muy pocos los programas e iniciativas que abordan la desvinculación y la desventaja de los niños en la educación.

En cuanto a las políticas específicas de género que se dirigen a los niños, son todavía más escasas. En general, se ha prestado muy poca atención al tema y las políticas que se aplican ocurren principalmente en países de ingresos altos.

Sólo unos pocos países de renta mediana y baja cuentan con políticas específicas para mejorar la matriculación y finalización de la educación básica de los niños, incluso en naciones donde las disparidades son graves.

Para revertir la situación se debe aumentar la inscripción de los niños en la escuela y lograr una paridad de género en la educación, la UNESCO recomienda, entre otras cosas, destinar recursos a apoyar el regreso de los niños a la educación, prohibir los castigos corporales y abordar la violencia en la escuela.

Además, se pronuncia por planes de estudio de género y actividades en las escuelas desde una edad temprana que fomenten una visión crítica de las normas sociales dañinas, las desigualdades de género y las ideas erróneas de masculinidad, así como el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales de los niños.

Asimismo, aboga por la colaboración entre los actores nacionales y locales de los departamentos de educación, trabajo, juventud y justicia para abordar el abandono escolar temprano y actuar respondiendo a las necesidades tanto de los niños como de las niñas, mejorando las oportunidades educativas de ambos.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2022/04/1506872

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