CTERA participó de la primera reunión del año de la paritaria nacional docente
CTERA participó de la primera reunión del año de la paritaria nacional docente
Imagen referencial. En centros como la Universidad Católica del Ecuador, las autoridades de la institución han afinado planes para el retorno de los universitarios a clases, pero según la carrera. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Las últimas resoluciones del COE Nacional incluyen las directrices para las clases presenciales en instituciones de educación superior del Ecuador. El organismo solicita a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) que emita la disposición correspondiente para acoger el aforo, de acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Salud Pública
Las reglas se establecieron a partir de los colores del semáforo de riesgo epidemiológico que rige en cada cantón. Así, para las universidades, escuelas politécnicas e institutos que estén en localidades con semáforo verde se plantea la asistencia presencial con 100% de aforo y con medidas de bioseguridad.
En cambio, para las instituciones de educación superior que estén en cantones con semáforo amarillo y rojo se especifica que la asistencia presencial es voluntaria, con distanciamiento social de 1,5 metros cuadrados por persona.
Es importante recordar que, en el marco de su autonomía, las universidades, escuelas politécnicas e institutos del Ecuador pueden tomar la decisión de retomar o no las clases presenciales. Del mismo modo, las instituciones de educación superior pueden organizar la forma de asistencia y deben contar con un protocolo de retorno aprobado por el COE.
Fuente de la Información: https://www.elcomercio.com/tendencias/sociedad/clases-presenciales-estudiantes-universidades-ecuador-senescyt.html
Defienden su derecho. Estudiantes de distintas universidades han manifestado su rechazo al intento del Congreso de revivir la ANR. Mañana salen a las calles. Foto: Gerardo Marín/La República
Rectores de universidades como la de Ingeniería (UNI), San Agustín de Arequipa (UNSA), la Toribio Rodríguez de Mendoza (Chachapoyas) y la Amazónica de Madre de Dios coinciden en que este dictamen aprobado en primera votación por el Pleno representa un retroceso y es impulsado por intereses particulares. No obstante, a fin de tener una opinión colegiada con otras casas de estudios, se reunirán hoy, desde las 10 a.m., en la sede de la Agraria La Molina, donde también se podría evaluar una propuesta paralela y la convocatoria a elecciones en la Asociación Nacional de Universidades Públicas (Anupp), la cual era presidida por San Marcos. Han desconocido a la rectora Jeri Ramón como su representante.
Si bien señalan que se requieren ajustes para fortalecer la autonomía y mejorar la labor de la Sunedu, consideran que el proyecto de Renovación Popular, Perú Libre y Fuerza Popular no tiene ese objetivo. “Estoy en contra y no hay nada que celebrar. Hay discrepancias con la Sunedu, excesos de funcionarios, pero en estos casos lo que importa es el rumbo de la educación. Nada de eso nos puede llevar al otro extremo”, dice el rector de la UNI, Alfonso López Chau.
La caída de la pandemia de COVID19 ha aumentado la pobreza en todo el mundo. Los economistas de JP Morgan han intentado medir el aumento de la pobreza utilizando datos de encuestas de consumo e ingresos de los hogares de la base de datos PovcalNet del Banco Mundial. JPM define a los pobres (o aquellos en extrema pobreza) como quienes viven con menos de $ 2 al día (que es el nivel ridículamente bajo del Banco Mundial); a ‘aquellos vulnerables a caer en la pobreza’ como los que viven con $ 2 a $ 10 al día (que es realmente una mejor medición de la pobreza). Las personas de ‘ingresos medios’ son aquellas que viven con $ 10-50 al día (lo que ya da algo de margen para vivir); y, finalmente, las personas de «altos ingresos», como aquellas que viven con más de $ 50 al día o alrededor de $ 18.000 al año.
Antes del COVID, aproximadamente la mitad de los 6.500 millones de personas que vivían en los llamados «mercados emergentes» podían considerarse de «ingresos medios». Eso significa que al menos 3.000 millones de personas se encuentran en situación de pobreza extrema («económicamente vulnerables» o algo peor).

Usando estas definiciones, JPM encuentra que, durante la recesión del COVID, hubo un fuerte aumento de la pobreza global. Utilizando los datos del Banco Mundial, el número de personas en situación de pobreza (definida como vivir con menos de 1,90 dólares estadounidenses al día) aumentó en 97 millones en 2020, el primer aumento neto de la pobreza mundial desde la crisis financiera asiática (Figura 3). Un estudio separado del Pew Research Center encuentra que la pandemia empujó a 131 millones de personas a la pobreza. Y estos pobres no son campesinos rurales, sino urbanos y, a menudo, educados.

El aumento de los pobres y la correspondiente caída de la población de «ingresos medios» varian de un país a otro. Las economías con las contracciones más profundas en 2020 (como Perú y Argentina) experimentaron las mayores caídas en el grupo de ‘ingresos medios’. En general, fueron los ‘vulnerables’ los que más crecieron (1,9% pts) como proporción de la población, mientras que la proporción de ingresos medios se redujo más (-1,8% pts).

Algunos países evitaron lo peor. La experiencia durante el COVID-19 de China de ‘primero en entrar, primero en salir’ no protegió por completo al país de una contracción de las clases altas y medias, pero solo hubo una pequeña expansión de la población más pobre, según estimaciones de Pew.

Antes de la pandemia, Pew estimó que casi 100 millones de personas constituían la población de ingresos medios de la India en 2020, con otros 22 millones en los rangos medios-altos. Pero la pandemia afectó duramente a la India y el PIB real se contrajo un 7% en 2020, por lo que las poblaciones de rentas medias y medias altas sufrieron drásticamente (disminuyendo en conjunto en 39 millones de personas, cuadro 5). Mientras tanto, se calcula que unos asombrosos 75 millones de personas han caído en la pobreza, lo que representa casi el 60% de los nuevos pobres del mundo. Tal era el contraste entre los dos países más poblados del mundo.

En China, hubo una adición considerable de 247 millones de personas al nivel de ingresos medios de 2011 a 2019. Y la población de ingresos medios altos casi se cuadruplicó, de 60 millones a 234 millones. En ambos frentes, China por sí sola ha representado la mayor parte del aumento en estos sectores a nivel mundial. La mayoría de las personas en la India se encontraban en el nivel mundial de bajos ingresos antes de la pandemia: unos 1.200 millones de personas que representan el 30% de la población mundial de bajos ingresos.
En China ahora hay más personas en los niveles globales de ingresos medios y medios altos que en el nivel de pobreza y de ingresos bajos. Aunque se estima que alrededor de 10 millones de personas en China han salido de la clase media durante la recesión pandémica, esta es una pequeña parte de los 504 millones que estaban en la clase media antes de la pandemia. Asimismo, la expansión del nivel de bajos ingresos en China de 611 millones a 641 millones, o el aumento del número de pobres de 3 millones a 4 millones durante la pandemia, es comparativamente modesto en número.

A medida que las personas caen en la pobreza extrema, no tienen fondos para apoyar su educación y mantenerlas sanas. Y eso significa que, además de sufrir otras consecuencias obvias, su productividad cae, dañando la economía en su conjunto. En el cuadro 6 encontramos que la inversión de China en educación y salud por persona (puntaje PISA) es alta, con más de 2 desviaciones estándar del promedio global y mejor que cualquier otro país ‘emergente’ (incluso aquellos con ingresos per cápita más altos como Singapur o Corea). ).

La pandemia ha sido un desastre para la población de la India, empujando a millones a la pobreza extrema, mientras que el pueblo chino ha evitado en su mayoría caer en la pobreza. De hecho, la economía china ha sido la que más se ha expandido de las principales economías en los dos años transcurridos desde fines de 2019 y el inicio de la pandemia: más de cuatro veces la expansión en los EEUU, y seis veces la de la India. De hecho, la mayoría de las principales economías se contrajeron.

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-pobreza-de-la-pandemia/
David Daniel Romero Robles entregó su renuncia al gobernador

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- David Daniel Romero Robles presentó por escrito su renuncia al gobernador del Estado, Alfredo Ramírez Bedolla, este viernes para dejar la Dirección de Educación Indígena de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE).
El cargo lo ostentaba desde el pasado 1 de noviembre, pero por presiones de la Coordinadora nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió dejarlo.
Por medio de sus redes sociales publicó su carta de renuncia en calidad de irrevocable, dirigida al gobernador de Michoacán.
En el documento detalló que la determinación fue con la finalidad de evitar posibles divisiones, confrontaciones y polarización.
“Evitar posibles divisiones, confrontaciones y polarización entre las comunidades indígenas de nuestra entidad, pues pertenezco a una de ellas y esto convencido de que, el día de hoy la cohesión social es imprescindible”, se lee en el documento.
Ante la renuncia, confió en que se retome la actividad educativa que se había detenido por el paro labora del Sector IX de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Poder de Base por la inconformidad de David Romero como titular.
Fuente de la Información: https://mimorelia.com/noticias/michoacan/por-presiones-de-la-cnte-renuncia-director-de-educaci%C3%B3n-ind%C3%ADgena
Aún cuando han aumentado las investigadoras científicas, las mujeres todavía son una minoría en disciplinas como las matemáticas, la informática, la ingeniería y la inteligencia artificial. Publican el mismo número de estudios científicos que los hombres, pero su representación en las publicaciones de prestigio es inferior. Durante la pandemia de COVID-19 se enfrentan al cierre de sus laboratorios mientras crecen sus responsabilidades de cuidar a otras personas. Las mujeres representan a la mayoría del personal sanitario y son uno de los grupos más afectados por la emergencia.
Como cada 11 de febrero, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la UNESCO y la Fundación L’Oréal premiaron este jueves a cinco investigadoras. En esta ocasión, las ganadoras trabajan en los campos de la astrofísica, las matemáticas, la química y la informática.
Con motivo de la efeméride, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó un estudio mundial sobre la igualdad de género en la investigación científica. Titulado “Para ser inteligente, la revolución digital deberá ser inclusiva”, el documento muestra que, aunque el número de mujeres en la investigación científica representan tan solo un tercio de los investigadores del mundo, continúan siendo minoría en las matemáticas, la informática, la ingeniería y la inteligencia artificial.
Las mujeres escriben anualmente tantos artículos científicos como los hombres, pero sus posibilidades de aparecer en revistas de prestigio son menores. Aunque representan el 33% del total de investigadores, sólo ocupan una media del 12% de los puestos en las academias científicas nacionales de todo el mundo.
La proporción de mujeres entre los licenciados en ingeniería es inferior a la media mundial en muchos países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es el caso, por ejemplo, de Australia (23,2%), Canadá (19,7%), Chile (17,7%), Estados Unidos (20,4%), Francia (26,1%), Japón (14,0%), la República de Corea (20,1%) o Suiza (16,1%).
Además, no existe un patrón regional definido. Algunas de las proporciones más elevadas de mujeres graduadas en ingeniería se encuentran en los Estados árabes, por ejemplo, en Argelia (48,5%), Marruecos (42,2%), Omán (43,2%), Siria (43,9%) y Túnez (44,2%), y en América Latina, donde las mujeres representan el 41,7% de los graduados en ingeniería en Cuba, el 47,5% en Perú y el 45,9% en Uruguay. También se observan grandes disparidades entre los países de una misma región.
El capítulo también destaca el hecho de que las mujeres no se benefician plenamente de las oportunidades de empleo abiertas a los expertos altamente formados y cualificados en campos de vanguardia como la inteligencia artificial, donde solo uno de cada cinco profesionales (22%) es una mujer, según un estudio de 2018 del Foro Económico Mundial sobre la Brecha Global de Género.
Asimismo, las mujeres fundadoras de empresas emergentes siguen teniendo dificultades para acceder a financiación y, en las grandes empresas tecnológicas, siguen estando infrarrepresentadas tanto en los puestos de dirección como en los técnicos.
También son más propensas que los hombres a abandonar el campo de la tecnología, y a menudo citan las malas perspectivas de carrera como motivo clave para su decisión. Sin embargo, la actitud de las empresas hacia las mujeres está evolucionando, ya que los estudios relacionan la confianza de los inversores y los mayores márgenes de beneficio con la existencia de una plantilla diversa.
Las mujeres deben formar parte de la economía digital para evitar que la Industria 4.0 perpetúe los prejuicios tradicionales de género. A medida que aumenta el impacto de la inteligencia artificial en las prioridades de la sociedad, la escasa representación de la contribución de las mujeres a la investigación y el desarrollo supone que probablemente se pasen por alto sus necesidades y perspectivas en el diseño de productos que repercuten en nuestra vida cotidiana, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes.
El llamado techo de cristal -la limitación del ascenso laboral de las mujeres en las organizaciones y empresas- también sigue siendo un obstáculo para las carreras de las mujeres en el mundo académico, a pesar de algunos avances. A nivel mundial, las mujeres han alcanzado la paridad numérica (45-55%) en los niveles de estudio de grado y máster y están en puertas de conseguirla en los niveles de doctorado (44%), según el Instituto de Estadística de la UNESCO.
La brecha de género se amplía a medida que las mujeres avanzan en su carrera académica, con una menor participación en cada peldaño sucesivo del escalafón, desde la estudiante de doctorado hasta la profesora asistente, pasando por la directora de investigación o la profesora titular.
En general, las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos. Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
El sesgo de género también se constata en los procesos de revisión por pares y en los congresos científicos, en los que se invita a hombres a hablar en paneles científicos dos veces más que a mujeres. (Los datos sobre la proporción mundial de mujeres investigadoras se basan en la información recopilada en 107 países en el periodo 2015-2018 por el Instituto de Estadística de la UNESCO).
Esta persistente desigualdad es contraria al artículo 24 de la Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia y los Investigadores Científicos (2017), que afirma que los Estados deben velar por que los investigadores científicos disfruten de condiciones equitativas de trabajo, contratación y promoción, evaluación, formación y remuneración sin discriminación.
La base de datos Request a Woman Scientist [Solicite una mujer científica] es una de las respuestas a la discriminación de género en la ciencia. Forma parte de la organización 500 Women Scientists. Conecta una red multidisciplinar de mujeres científicas profesionalmente avaladas con cualquier persona que necesite identificar, consultar, invitar o colaborar con una mujer especializada.

«No basta con saber captar a las mujeres para una disciplina científica o tecnológica. También hay que saber retenerlas, garantizando que sus carreras no estén plagadas de obstáculos y que sus logros sean reconocidos y apoyados por la comunidad científica internacional», dijo la subdirectora general de Ciencias Naturales de la UNESCO, Shamila Nair-Bedouelle.
Por su parte, la directora de la Fundación L’Oréal, Alexandra Palt, destacó la necesidad de romper con las limitaciones en el campo de la investigación científica y la importancia de lograr más visibilidad.
“En la actualidad, menos del 4% de los Premios Nobel científicos se han concedido a mujeres y el techo de cristal sigue persistiendo en la investigación. Mientras se mantenga el desequilibrio de género en la ciencia, nunca podremos afrontar los retos de una sociedad inclusiva ni abordar los problemas científicos a los que se enfrenta el mundo.»
Ante esta panorama, la directora general de la Organización , Audrey Azoulay denuncia que “todavía hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas son marginadas en la esfera científica debido a su sexo” y añade que “las mujeres deben saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico”.
Los premios de prestigio son otra forma de mostrar la excelencia y desafiar los estereotipos negativos sobre las mujeres en la ciencia. Un ejemplo es el programa L’Oréal-UNESCO La Mujer y la Ciencia, que a lo largo de los últimos 23 años ha dado a conocer a investigadoras destacadas mediante la atribución anual de premios y becas de investigación con el fin de cambiar actitudes y proporcionar modelos femeninos positivos.
En 2019, el programa amplió sus propios premios y becas internacionales para incluir las matemáticas y las ciencias de la computación, en reconocimiento de la falta de visibilidad de las mujeres en campos que están en el centro de la Cuarta Revolución Industrial. El 11 de febrero se anunciarán cinco nuevas galardonadas, una de cada continente.
Asimismo, los Premios de la Fundación OWSD-Elsevier para las mujeres científicas que inician su carrera, cuyas cinco galardonadas de 2021 recibirán sus premios en una ceremonia en línea el 9 de febrero. Desde 2013, la UNESCO y la Fundación Elsevier conceden anualmente premios a mujeres de países en desarrollo que han superado obstáculos considerables para alcanzar la excelencia en la investigación.
El Premio Internacional L’Oréal-UNESCO para las Mujeres en la Ciencia en América Latina y el Caribe lo recibió la profesora Alicia Dickensein, de la Universidad de Buenos Aires, por su trabajo en el campo de las matemáticas. La ganadora del prestigioso galardón recibirá una compensación de 100.000 euros (unos 120.000 dólares).
El reconocimiento de la profesora Dickensein se debe a sus contribuciones “a la vanguardia de la innovación matemática al aprovechar la geometría algebraica en el campo de la biología molecular”.
La UNESCO afirmó que las investigaciones de la docente “permiten a los científicos comprender las estructuras y el comportamiento de las células y las moléculas, incluso a escala microscópica. Actuando en la frontera entre las matemáticas puras y las aplicadas, ha forjado importantes vínculos con la física y la química, y ha permitido a los biólogos obtener una profunda comprensión estructural de las reacciones bioquímicas y las redes enzimáticas”.

En su mensaje para la jornada, el Secretario General de la ONU destacó, por su parte, que la igualdad de género en la ciencia y la tecnología “es esencial para construir un futuro mejor”.
António Guterres recordó que el 70% del personal sanitario se compone de mujeres, uno de los grupos que más ha sufrido los efectos de la pandemia del coronavirus y que, al mismo tiempo, ha capitaneado las actividades para combatirla.
El titular de la ONU ahondó en el problema y también se refirió a las dificultades a las que se enfrentan las investigadoras con la crisis provocada por la COVID-19.
“Muchas científicas no solo tienen que hacer frente al cierre de sus laboratorios, sino también al aumento de sus responsabilidades de cuidar a los demás, lo que les resta tiempo para una labor de investigación que resulta vital. Estos retos han agravado una situación ya de por sí difícil para las mujeres que trabajan en el ámbito científico”, enfatizó.
Guterres sostuvo que los estereotipos han alejado a las mujeres y niñas del ámbito científico y aseveró que ha llegado el momento de “reconocer que, cuanto mayor sea la diversidad, mayor será la innovación”, ya que su falta de representación en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas provoca que los hombres continúen diseñando un mundo “a su medida”.
Para lograr esta mayor innovación, el Secretario General calificó de necesidad imperiosa el acceso de las niñas a una educación que les sirva para “labrarse un futuro” en áreas como la ingeniería, la programación informática, la tecnología en la nube, la robótica y las ciencias de la salud.
“Esto es indispensable para nuestra tarea de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una mayor participación de las mujeres en las ciencias y la tecnología puede cerrar la brecha salarial de género y aumentar los ingresos de las mujeres en 299.000 millones de dólares en los próximos diez años”, resaltó.
Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2021/02/1487952
Según Ranking QS, la Pontificia Universidad Católica de Chile sigue siendo la mejor Universidad de la región latinoamericana
Según un nuevo ranking de la compañía británica especializada en análisis de la educación superior alrededor del mundo, Quacquarelli Symonds (QS), la Pontificia Universidad Católica de Chile ha sido reconocida por quinto año consecutivo como la mejor Universidad latinoamericana, siendo Brasil el país que cuenta con un mayor número de universidades entre las 10 primeras (tres universidades), seguido de México, Chile y Colombia (dos universidades cada país).
En el segundo lugar del Ránking se encuentra la Universidad de Sao Paulo, seguida de la Universidad de Chile y el Instituto Tecnológico de Monterrey (Brasil). En esta edición, el estudio ha analizado 418 instituciones frente a las 410 del año pasado, lo que lo convierte en el ranking latinoamericano más grande realizado hasta el momento. Las principales universidades representadas incluyen Brasil (95 universidades), México (64 universidades) y Colombia (61 universidades), que representan entre ellas más de la mitad de todas las universidades analizadas.
Este ranking lleva a cabo consultas con académicos/as y expertos/as en educación superior en América Latina para asegurar que la metodología de clasificación y los indicadores analizados tengan en cuenta el contexto local.
Más información y acceso al Ranking

Fuente de la Información: https://campusiberoamerica.net/es/seg%C3%BAn-ranking-qs-la-pontificia-universidad-cat%C3%B3lica-de-chile-sigue-siendo-la-mejor-universidad-de-la-regi%C3%B3n-latinoamericana