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Tamara Bazares: El 90% de mujeres solo podrá jubilarse a los 65 años. ¿De qué se trata la reforma previsional de la Ley Bases?. Argentina

  • Mujeres entre 50 y 59 años de edad.
    Varones entre 55 y 64 años de edad.
    Misma cuota: 29% de la remuneración mínima imponible.
    Fecha de corte: 2012.

Como explicamos, las mujeres son las principales perjudicadas, al tener que estar abocadas a las tareas de cuidados. Esas mujeres trabajaron, pero en este sistema capitalista patriarcal, esas tareas no son reconocidas como trabajo.

Y afectará también a 7 de cada 10 hombres que tampoco podrán jubilarse a los 65 años, al tener que optar por una pensión no contributiva o esta prestación proporcional, la que es bastante menor que una jubilación mínima.

Todo por una altísima informalidad laboral por el abuso empresarial y la falta de controles del trabajo precario, algo que los gobiernos intentaban “compensar”, al permitir que se puedan cubrir los 30 años de aportes exigidos a través de moratorias.

Frente a esta nueva vuelta de tuerca en una reforma previsional regresiva, que licua los haberes a casi un bono a la ancianidad, un amplio arco de organizaciones gremiales, de jubilados, sociales y políticas convocan a movilizar este lunes 29 para evitar que se vote este ajuste y toda la Ley Bases, que incluye una reforma laboral y fiscal regresiva. Demandando también a la CGT y las CTA que convoquen a rodear el Congreso ese día y al paro para que se pueda aspirar a una transformación del sistema previsional que reconozca a quienes trabajaron toda su vida, aportando a nuestro país. Es la única deuda a cumplir.

Fuente: https://periodismodeizquierda.com/el-90-de-mujeres-solo-podra-jubilarse-a-los-65-anos-de-que-se-trata-la-reforma-previsional-de-la-ley-bases/

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76 muertos en Kenia por inundaciones

Al menos 76 personas fallecieron y más de 131 mil se vieron afectadas desde finales del pasado marzo por la temporada de lluvias largas en Kenia. Estas causaron graves inundaciones. Se prevé que duren hasta mayo, informó este sábado el Gobierno, que previamente cifraron en 70 el número de fallecidos.

 

«Desde el inicio de estas lluvias, a partir del 1 de marzo de 2024, lamentamos profundamente anunciar la trágica pérdida de 6 vidas más en las últimas 12 horas, elevando el total a 76», afirmó en un comunicado el portavoz del Ejecutivo, Isaac Maigua Mwaura. También envió sus condolencias a las familias de las víctimas.

 

Mwaura precisó que 29 kenianos resultaron heridos y denunciaron 19 personas desaparecidas. Subrayó que la capital, Nairobi, está experimentando el mayor impacto, con 32 muertos y 16 mil 909 hogares desplazados.

 

«Las inundaciones sumergieron numerosos asentamientos, desplazando a 24 mil 196 hogares que comprendían aproximadamente 131 mil 450 personas y poniendo en peligro a otras personas».

 

Para atajar ese problema, el Gobierno, en colaboración con organizaciones humanitarias como la Cruz Roja, establecieron 50 campamentos en todo el país. Las precipitaciones torrenciales dañaron infraestructuras, incluidos unos 100 kilómetros de carreteras.

 

«Las lluvias en curso afectaron a los 47 condados de Kenia y los efectos de las inundaciones se sintieron en todo el país. Provocó desplazamientos de personas, destrucción de bienes e infraestructuras y trágicas pérdidas de vidas».

https://alertas24.com/internacionales/76-muertos-en-kenia-por-inundaciones/

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¿Nuevas funciones? Los viejos retos de la escuela en una sociedad radicalmente diferente

Últimamente escucho mucho hablar sobre “las nuevas funciones” que se le han asignado a la escuela. Es un discurso, fundamentalmente de queja, desde el que se plantea que la escuela no puede ser la que solvente todos los problemas de la sociedad. Al mismo tiempo, se señala que hay una tendencia creciente a cargarle a la escuela más y más de estas nuevas responsabilidades, que realmente no deberían ser suyas.

Si bien es cierto que algo de esto hay, para mí, el matiz está en asignar únicamente a la escuela la responsabilidad de resolver ciertos problemas sociales, pero no per se en asignar a la escuela nuevas funciones. Tal y como lo plantean Turienzo y Sánchez (2024):

Cuando se asume que la solución a una problemática debe ser educativa, se obvia que la educación es una de las estrategias, pero no puede ser la única. Considerar que la educación es la única vía y que todo puede resolverse solo desde la educación lleva a que se generen expectativas crecientes y exponenciales sobre la escuela, que posteriormente no se ven cumplidas, con la consecuente pérdida de reconocimiento de la institución al creerla insuficiente para resolver aquello que la propia sociedad, con todas sus herramientas, no ha podido enfrentar.

Me parece que el problema con este discurso está en que tiene vínculos con aspectos más profundos y fundamentales que están en juego cuando discutimos y expresamos quejas sobre las nuevas responsabilidades asignadas a las escuelas. Sin embargo, raramente abordamos estos temas de manera abierta o clarificamos cómo están interconectados.

En primer lugar, creo que es importante dejar claro algo de lo que ya he hablado en otros textos de este mismo diario y que no admite discusión: que el principal mecanismo de justicia social con respecto al acceso al conocimiento y la cultura es, por ley, fundamentalmente de la escuela.

Podríamos decir que el motivo principal por el que todos los estados democráticos dedican una cantidad importante de su PIB a construir escuelas públicas, pagar sueldos de profesorado, invertir en su formación, etc., tiene que ver con que como sociedad, entendemos que es la escuela la que puede y debe ofrecer igualdad de oportunidades en lo que a la formación de ciudadanos y ciudadanas se refiere, en aquellas cuestiones que detectamos como imprescindibles para desenvolverse en la sociedad que queremos crear (y esto, como ya he contado en algún lugar, convierte a la educación en una cuestión inherentemente política).

Así, un niño o una niña que nace en un entorno desfavorecido debería tener garantizada, a través de la escuela pública y obligatoria, la oportunidad de acceso al conocimiento y la cultura que no tiene en su contexto de origen. Tanto es así, que cuestiones como el dichoso PIN Parental, han dado mucho que hablar, ya no solo por la atrocidad educativa que representan, sino por la cuestión legal en la que se enfrenta el derecho del menor a ser educado con el derecho de sus progenitores.

Hasta aquí, nada tiene que ver con asignar a la escuela funciones que no le corresponden, sino todo lo contrario; se trata de aclarar y de hacer énfasis en cuál es la misión de la educación pública. Estas funciones básicas y estables en el tiempo las resumen muy bien, a mi parecer, Gimeno y Pérez Gómez (1992) cuando hablan del paso de la cultura heredada a la cultura elegida. Tal y como ya he escrito en algún otro texto:

las funciones de la escuela según Gimeno y Pérez Gómez (1992) son socializadora, que vendría a ser enseñar las normas y valores de la cultura y sociedad en la que nace el sujeto; de justicia social, que entiende que la educación es un mecanismo para compensar las desigualdades sociales de origen de los sujetos con respecto a la cultura y el conocimiento; y educadora, que entiende que un sujeto se vuelve educado cuando es capaz de emanciparse, de pasar de las normas “heredadas” en su socialización a las “elegidas” tras su proceso educativo.

Una vez aclarado esto, sobra decir que es perfectamente lícito, y obligatorio, abrir el debate sobre las necesidades que el sistema educativo público tiene para poder llevar a cabo con calidad estas funciones. Pero lo que no es, bajo ningún concepto, debatible, es si la educación debe cumplir estas funciones.

Y aquí es donde empieza el conflicto. Estos discursos sobre las nuevas funciones que se le asignan a la escuela contienen algunas trampas ante las que debemos estar atentos.

La cara A del problema

En primer lugar, no me parece que muchas de esas cosas que se plantean bajo el marco de pensamiento de ser nuevas funciones que se le han asignado a la escuela, lo sean; son funciones que siempre han estado ahí. Siempre han formado parte de las funciones de la educación, lo que ocurre es que se han ido resolviendo otras cuestiones que antes eran prioritarias y ahora, con esas cuestiones resueltas, se vuelven prioritarias otras que, siendo igualmente obligación de la escuela, siempre han estado en un segundo plano. Por ejemplo, la práctica erradicación del analfabetismo, o la extensión de la educación obligatoria hasta los 16 años,… o tantas otras cuestiones, ahora resueltas, pero no así hace 40 años.

Quitados, por lo tanto, estos problemas urgentes en la educación, nos encontramos con que ahora, parece, que han aparecido otros problemas nuevos que antes no nos ocupaban. Pero no es así, o al menos no es tan así, sino que muchos de ellos son reformulaciones actuales de viejos problemas ya superados que tienen que ver con las mismas funciones.

Es el caso de la inclusión, que no es más que una evolución del problema de la extensión de la educación obligatoria para todos y todas y que conecta con la función relativa a la igualdad de oportunidades que tiene asignada la escuela y de la que hablamos con anterioridad.

O el tan famoso, pensamiento crítico, al que algunos parece molestarles su existencia porque quita el foco de la instrucción (en el sentido más rancio de la palabra). Sin embargo, una vez superada la instrucción básica de los ciudadanos y ciudadanas que nos permitió superar los tiempos del analfabetismo, educar a nuestro alumnado para desarrollar su pensamiento crítico, no es más que una evolución de esta función educadora de la escuela de la que nos hablaban Gimeno y Pérez Gómez (1992) y que tiene que ver con cuestionar nuestra cultura heredada.

Por lo tanto, insisto, muchas de esas cuestiones que se entienden como nuevas, no lo son. Son las funciones de toda la vida, pero reformuladas para una sociedad moderna, más avanzada, más plural y más culta (de esto último puedes leer si te interesa este otro texto).

Esto no quiere decir que no podamos –y no debamos– debatir y exigir, como decía, las condiciones y los recursos necesarios para que el profesorado y toda la comunidad educativa, podamos dar respuesta a la labor de la escuela. Pero desde luego, no podemos discutir si estas cuestiones son labor de la escuela.

Especialmente peligrosa, me parece la falsa dicotomía en la que muchas veces se enmarcan estos debates: o la escuela trata de cumplir con estas funciones asignadas o reclamamos más recursos y mejores condiciones para afrontarlas; como si no pudieran hacerse ambas cosas de manera simultánea. Y la pregunta aquí, sería qué nos ocurre al profesorado y a la comunidad educativa que lejos de ser sujetos políticos, somos uno de los sectores más desmovilizados y, en mi opinión, de menor conciencia política sobre nuestro propio ámbito.

Y es que, para mí, esta falsa dicotomía cumple una función que tiene que ver con el marco de pensamiento en el que nos coloca. Permite que se pueda pensar y justificar un trabajo educativo que vaya directamente en contra de las funciones de la escuela. El trabajo escolar puede remar a favor o en contra de determinados derechos. Desde la escuela podemos agrandar o estrechar la brecha que representan otras desigualdades que si bien pueden no ser competencia directa de la educación sí que inciden en ella.

Así por ejemplo si sabemos que el rendimiento académico está estrechamente vinculado a la clase social, si todo el foco y el centro de la práctica educativa se pone en este, estaremos agrandando una desigualdad existente. Mientras que si entendemos que el rendimiento académico es una medida controvertida para inferir aprendizaje y ponemos el foco en otras prácticas, podremos estar reduciendo, aunque sea un poco, otras desigualdades.

Y estas prácticas sólo pueden darse, a través de esta falsa dicotomía que nos sitúa en el marco mental del “o pido más recursos o trabajo como toda la vida” e idealiza los recursos hasta el punto de atribuirles el cambio de mentalidad mágico una vez se obtienen.

Mientras, para mí, existe una cuestión obvia: los recursos son condición necesaria, pero no suficiente. Así, curiosamente, el profesorado más reaccionario suele poner únicamente el acento en la necesidad de recursos mientras que al mismo tiempo justifica y mantiene las prácticas más tradicionales. Esto pone, a mi juicio, palos en las ruedas a cualquier demanda que plantea el profesorado de forma colectiva.

Por poner un ejemplo, la inversión que implica bajar la ratio no tiene sentido si se mantienen el inmovilismo: un profesor que sigue haciendo lo mismo con una ratio baja que con una alta bajo la excusa de que ahora lo mismo que hacía llega un poco más, no es aceptable. Si se trabaja con menos alumnado se deben hacer un trabajo más adecuado, más potente para el aprendizaje del alumno y, por lo tanto, con una ratio baja, el trabajo de clase debe cambiar radicalmente, pero si no se baja la ratio es imposible que esto ocurra; la bajada de ratio, como tantas otras cosas, es condición de posibilidad para el cambio educativo. Lo que nos lleva a la otra cara del problema.

La cara B del problema

El problema que nos encontramos en el otro lado, el de las administraciones educativas, es, para mí, el gran problema: un problema de legitimidad política.

La legitimidad política es crucial en todas las actuaciones políticas y también lo es en las actuaciones en el ámbito de la política educativa. Y esta, a mi juicio, se ha perdido hace años. Básicamente porque la preocupación sobre los temas educativos ha resultado ser fundamentalmente, discursiva. Mientras que la única receta para el cambio educativo se ha concentrado en lo de siempre: ingeniería curricular.

Esto se ve muy claro en las ampollas que levanta en la actualidad el tema de la inclusión (que también tiene que ver con cuestiones de ideología). Desde la administración, básicamente se habla de la inclusión para destacar la necesidad de la escuela de ser inclusiva, pero no se habla (o rara vez se hace) de cómo llevar esta inclusión en el aula, de los nuevos recursos que se van a asignar para hacerla, de las nuevas formas de trabajar que se van a implementar, … y si se hace, únicamente se aborda desde la ingeniería curricular cuyos problemas y efectos perversos conocemos de sobra y han sido señalado por numerosos autores (Gimeno, 1985; Gertrudix, 1999). Este es el auténtico problema, ¿Por qué?

Porque este discurso político que acoge las nuevas funciones de la escuela con entusiasmo y carga todas las tintas únicamente en el relato, pierde legitimidad a ojos del profesorado que estando ya en muchas ocasiones sobrepasado, ve cómo de nuevo se complejiza su labor sin ofrecer las condiciones para que pueda realizarla y esto, como vemos en la actualidad, es un campo abonado para que entre el profesorado florezcan, también, los discursos más reaccionarios.

Se genera un desencanto en el profesorado, pero también se genera este desencanto en el alumnado y en las familias que ven como los discursos políticos hacen mucho hincapié en nuevas funciones de la escuela. Muy deseables, pero que resultan impracticables a la hora de la verdad, con las condiciones que tienen los centros. Es aquí donde se construye un discurso reaccionario, un discurso que reacciona ante esa asignación de nuevas funciones y hay personas y grupos, encantados con la rentabilización de esta reacción, del desencanto.

Esta rentabilización del desencanto tiene un interés político y además genera relatos muy virulentos: se reproducen mucho y calan rápidamente en la sociedad. Quizás, sea así, curiosamente, por la falta de pensamiento crítico o quizás sea por la época que nos ha tocado vivir con las redes sociales, las fake news, los negacionismos, …

Pero lo que está claro es que justo por esto, parece que la dotación de recursos desde la administración es fundamental. Principalmente por dos cuestiones: En primer lugar, porque esta desafección que provoca el choque entre las funciones de la escuela y la falta de recursos para llevarlas a cabo ya no solo ocurre en el profesorado que no comparte estas funciones, que por motivos políticos e ideológicos cree que no son suyas y entiende la educación como una cuestión meramente instructiva. Es que esta desafección también ocurre entre el profesorado más comprometido con el cambio, con el trabajo de calidad y con otra visión de la educación. Y si bien la desafección en los primeros es preocupante, la de los segundos es inaceptable.

Esto explica mucho de los tonos y las formas de los debates educativos entre el propio profesorado y/o el resto de la comunidad educativa: si hay una desafección entre el profesorado comprometido con el cambio porque siente que no llega a las nuevas funciones y que la Administración no lo ayuda, cómo será la reacción del profesorado que no comparte estas nuevas funciones.

Algunas propuestas y una reflexión final

Decía que es fundamental una dotación de recursos equivalente al nivel de las funciones que le atribuimos a la educación. Pero no solo porque estas son condición de posibilidad para que la escuela pueda cumplir su trabajo, sino porque solo desde ahí puede exigirse a los agentes educativos el cumplimiento de su trabajo y afianzar el prestigio de la profesión a ojos de la sociedad: Sólo teniendo, por ejemplo, una ratio aceptable, puede pedírsele explicaciones al profesorado que sigue trabajando como toda la vida o que se niega a llevar a cabo la inclusión en su aula.

Igualmente, me parece que es fundamental diseñar una carrera docente con sentido y que no sea tan absolutamente plana como la que tenemos ahora en la que las posibilidades de promoción son prácticamente nulas. Hace falta pensar muy bien (implementar esto es muy delicado y puede generar los efectos contrarios a los deseados si no se hace bien) una política basada en la autonomía y la rendición de cuentas (de manera sensata y no burocratizada).

El profesorado debe tener tiempo y libertad (dentro de los marcos legales, no confundir con hacer lo que nos da la gana) para ejercer su profesión bajo sus propios criterios profesionales, para luego tener que dar las explicaciones oportunas sobre este desempeño.

Y para esto, aunque suene manido y algunos se empeñen en criticarlo como una receta universal, hace falta mejorar y mucho la formación que damos en las facultades. El aumento de la cantidad de formación del profesorado no tiene que ver con la calidad de esta. Y el caso más sangrante es el máster de profesorado.

Para finalizar, quisiera compartir una reflexión personal: Mientras redactaba este texto, me resultaba inevitable pensar que esta crisis de la escuela con respecto a sus funciones y las reacciones con respecto a lo que debe ser. Este debate eterno (que ya debería estar superado) sobre si la educación debe ser una cuestión meramente instructiva o la escuela debe educar (en mayúsculas) y eso pasa por asumir la compensación de desigualdades sociales… Este debate, en el fondo, contiene otra cuestión más profunda:

No discutimos únicamente sobre la crisis de la escuela, sino que la escuela está en crisis, porque lo que está en cuestión es el modelo de sociedad.

El debate que tenemos sobre educación es también el debate que tenemos sobre el papel de los políticos, los logros sociales, la sanidad, los derechos, la vivienda, la economía…

Es el mismo debate porque lo que está en crisis en esta sociedad, no es solo la escuela y sus funciones, es también el estado de bienestar.


Referencias

Fernández Navas, M. (2024). Urgencia por ausencia: ¿Cuál es el proyecto político de la izquierda para la educación?. Diario Red. Recuperado de: https://diariored.canalred.tv/opinion/urgencia-por-ausencia-cual-es-el-proyecto-politico-de-la-izquierda-para-la-educacion/

Gimeno Sacristán, J. (1985). La pedagogía por objetivos. Obsesión por la eficiencia. Morata.

Gertrudix, S. (1999). La enseñanza programada. Aula libre, 69+1, pp. 22-26. Recuperado de: http://hdl.handle.net/11162/73215

Gimeno, J. y Pérez Gómez, Á. (1992). Comprender y transformar la enseñanza. Morata.

Turienzo, D. y Sánchez, P. (2024). Sobre la cuestionada formación del personal docente. El País. Recuperado de: https://elpais.com/educacion/2024-03-27/sobre-la-cuestionada-formacion-del-personal-docente.html

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New UIS data show that the share of women in STEM graduates stagnant for 10 years

By Silvia Montoya, Director of the UNESCO Institute for Statistics.

Globally, women make up over half of all students who have enrolled in tertiary education, but they remain considerably less likely to choose STEM fields. In 2018–23, new UIS data released for the 2024 GEM Gender Report show that women made up only 35% of STEM graduates, showing no progress over the past ten years.

The data show us that, in 12 out of 122 countries, at most one in four graduates were female. Of those, 5 were in sub-Saharan Africa, but there were also high-income countries, such as Chile and Switzerland. In European and other high-income countries, the share of women in STEM fields of study drops heavily at the end of secondary school. In OECD countries, women make up only 31% of those entering STEM programmes, compared with over 75% in education, health and welfare (OECD, 2024). The proportion of female STEM graduates exceeds 40% in Greece, Iceland and Poland. At the opposite end, there were 9 countries where the majority of STEM graduates were female, notably Arab States, such as the Syrian Arab Republic and Tunisia. High shares of female STEM graduates in Arab countries coincide with lower mathematics anxiety.

For a subset of 50 countries with data for 2010–11 and 2020–21, there has been no change in the share of STEM graduates who are female. There are some notable examples of stagnation, such as Chile where the share has remained constant at 20%. The three countries with the largest fall in the share in this 10-year period were already well above average. The country with the largest fall among those with an initial position below average was Hungary (by five percentage points to 29%). At the opposite end, the three countries with the largest increase were North Macedonia (from 40% to 50%), the Netherlands (from just 21% to 31%) and Morocco (from 39% to 49%)

Bundling all STEM subjects together hides some variation. In 2016–18, women represented 28% of engineering, manufacturing and construction tertiary graduates and 30% of ICT tertiary graduates, but 57% of natural sciences, mathematics and statistics graduates (ranging from less than 20% in Bangladesh, Burkina Faso and Burundi to more than 80% in Bahrain, Maldives and the United Arab Emirates). In Saudi Arabia, 70% of students completing a degree in natural sciences, mathematics and statistics were women in 2019, compared to only 4% in engineering, manufacturing and construction. In Latin America and the Caribbean, women represented at most 40% of the STEM graduates but made up only 31% in engineering, manufacturing and construction and 18% in ICT.

As young women are more likely to graduate from university in the majority of countries, however, the share of females in the total number of STEM graduates is slightly misleading. A closer look at the shares of females and males who are STEM graduates shows that the gender gap in tertiary field choices is starker. Only 15% of young women end up being STEM graduates, compared to 35% of young men. Countries with very large absolute gaps in excess of 30 percentage points include Finland, Germany and Sweden. Countries with very large relative gaps include Belgium, Latvia and Spain. In contrast, Mauritania, Samoa and the United Republic of Tanzania are among the few countries with no gap.

The gender gaps in those studying STEM degrees translate into gender gaps in those pursuing STEM careers, as the 2024 GEM Gender Report, Technology on her terms, describes. It shows that women held less than 25% of science, engineering and ICT jobs in 2022. It has also been estimated that women occupy just over one in five technology positions in companies. Similar disparities are found among STEM teachers. The 2018 Teaching and Learning International Survey results showed that 31% of lower secondary school male teachers teach STEM subjects compared to 25% of female teachers. Large gender gaps were observed in Denmark (14 percentage points), Brazil (10 percentage points) and Slovenia (8 percentage points).

The 2024 GEM Gender report recommends that female leadership in artificial intelligence and technology development be promoted in order to assure gender-sensitive digital transformation and address gender stereotypes in algorithms.  This includes investing in programmes that can empower girls and young women to study in STEM fields and to pursue STEM careers in order to encourage non-discrimination and gender balance in technological design.

 

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ONU: “La escolarización en centros especiales es una segregación basada en la discapacidad, incompatible con la Convención”

“La ONU  considera que los centros de educación especial deben desaparecer. Cuestión que no compartimos”, aseguran fuentes del Ministerio de Educación. “Nosotros somos partidarios de que todos aquellos padres que opten por la inclusión se les garanticen sus derechos, pero creemos que también hay que respetar a aquellos padres que optan por centros de educación especial”.

Existen dos divergencias en estas afirmaciones por parte del Ministerio de Educación que el nuevo informe de la ONU señala taxativamente en sus conclusiones. “El derecho a la educación inclusiva y de calidad es incompatible con el mantenimiento paralelo de dos sistemas educativos, uno general y otro especial”, por una parte. “La Convención no reconoce el derecho a la educación especial”, sentencia el documento. Por la otra: “Los titulares del derecho a la educación inclusiva y de calidad son las personas con discapacidad y no sus padres, madres, u otros familiares”.

“El Comité constata con pesar, que la segregación educativa de las personas con discapacidad a través de su escolarización en centros especiales y unidades específicas en aulas ordinarias continúa estando prevista y vigente en su legislación (Lomloe), aceptada por altos Tribunales, promovida por grupos parlamentarios, parlamentos y autoridades a nivel de comunidades autónomas, colectivos de la sociedad civil, y practicada por las Administraciones educativas incluyendo los consejerías y departamentos de educación en comunidades autónomas, autoridades locales y centros educativos”, afirma el informe en una de sus conclusiones.

Hace unos meses, en diciembre, el Tribunal Supremo daba la razón a Rubén Calleja y a sus progenitores. Después de 14 años de pelea, incluido un dictamen favorable de la ONU en el que se denunciaban las situaciones de discriminación y persecución que esta familia había vivido por reclamar la educación inclusiva que garantiza la Convención, el alto tribunal exigía que la Audiencia Nacional calculase la indemnización que debe recibir este joven de 21 años.

En aquel momento, su abogado, Juan Rodríguez Zapatero, señalaba que “lo más importante es que la sentencia da valor jurídico a un dictamen de la ONU” sobre la educación inclusiva y de calidad. El letrado, uno de los mayores especialistas en la materia, afirmaba que el problema es que España no había establecido ningún mecanismo para que la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad llegase al ordenamiento jurídico. Para él es necesaria una ley orgánica que recoja las obligaciones de los poderes públicos en este sentido. “Si firmas un contrato, tienes que cumplirlo”, decía, en referencia a la Convención.

“La ONU vuelve a señalar y a certificar que España está muy lejos de disponer de un sistema educativo inclusivo con las personas con discapacidad”, aseguran desde CERMI. “Y que pese a la ‘condena’ a nuestro país de 2017, por vulneración sistemática de la Convención de la Discapacidad en este aspecto, apenas se ha hecho nada para avanzar con determinación y mostrando logros tangibles. La educación inclusiva sigue siento un asunto pendiente, incluso postergado en la agenda política. Los compromisos internacionales en materia de derechos humanos exigen que se actúe para ponernos en consonancia con los parámetros convencionales. Un paso positivo, previsto en la última reforma educativa de 2020, de adoptar y poner en práctica un Plan estatal de Inclusión Educativa hasta el horizonte de 2030 ha sido olvidado por el Gobierno y por el Ministerio de Educación, que no han hecho nada por su materialización, cuatro años después. CERMI redoblará su presión a este Departamento para que pase a la acción, sin excusas”.

Asimismo, desde Solcom  “creemos que es el momento de unir fuerzas entre todas aquellas asociaciones, instituciones etc. defensoras de la educación inclusiva, para solicitar al Gobierno el cumplimiento inmediato de todo lo demandado por el Comité, y poner corregir las desigualdades y discriminaciones vividas hasta el momento por este alumnado”. Y por eso solicitarán al Ministerio de Educación una reunión para exigir cambios y para “corregir las desigualdades y discriminaciones vividas hasta el momento por este alumnado”.

La educación especial es segregadora

La ONU, en su nuevo informe es tajante al respecto. “La educación inclusiva (…) no es solo un principio general o un estándar de diseño de políticas públicas”. Además, “la obligación de erradicar la discriminación en la legislación (…) no está sujeta a implementación progresiva”, en referencia al mandato de la Lomloe de ir ampliando la escuela inclusiva y reduciendo en su caso la especial en la siguiente década tras la implantación de la ley.

El informe insiste en que, aunque las personas con discapacidad necesiten de “significativos niveles de apoyo individualizado”, estos no deben ser utilizados para “segregarla en una educación especial”. Es decir, aquellas necesidades no pueden “justificar su segregación en escuelas especiales o en unidades específicas en aulas ordinarias”.

El Comité se muestra preocupado por la situación de la educación inclusiva en España, más allá de los esfuerzos legislativos contenidos en la Lomloe, así como en otras iniciativas del Estado. Y lo hace en relación a lo que sucede, principalmente, en algunas comunidades autónomas y señala, sin mencionarlo, al Partido Popular en sus conclusiones para afear su conducta, entre otros temas, por el recurso de inconstitucionalidad que presentó contra la Ley de Educación “alegando que la educación especial segregadora era un modelo educativo compatible con el artículo 27 de la Constitución Española”.

Este organismo de la ONU muestra su preocupación porque “grupos parlamentarios, que forman parte en 2023 de más de la mitad de los Gobiernos autonómicos hayan hecho abogacía por la educación especial” o porque se aprueben leyes autonómicas “que perpetúan la educación especial segregadora” y señala directamente a la Ley Maestra de Madrid.

Aunque señala avances legislativos en lo relativo a la inclusión en la Lomloe, el Comité muestra su preocupación por el hecho de que se mantenga la posibilidad de escolarización en centros especiales y aulas específicas en la educación ordinaria, “basándose en un enfoque biomédico centrado en las necesidades del alumno con discapacidad, y que “se continue considerando que el alumnado con importantes requerimientos de apoyo quede segregado de la educación ordinaria”.

El informe no solo afea la conducta tanto al Ejecutivo central, a los autonómicos así como a algunos partidos políticos con responsabilidades de gobierno. También lo hace con los tribunales. El documento habla de la preocupación que siente el Comité ante la interpretación que el Tribunal Constitucional hace del derecho a la educación inclusiva como “un principio general del sistema educativo y no como un derecho de las personas con discapacidad”.

También afea al Alto Tribunal el que asegurase en una sentencia que la escolarización en centros especiales era compatible con la Constitución a pesar de que esta, en su artículo 96, establece que los tratados internacionales firmados por España forman parte del ordenamiento jurídico”.

Evaluaciones psicopedagógicas y dictámenes de escolarización

Este es otro de los puntos que señala con preocupación el informe de la ONU. Según la información de la que disponen tanto las evaluaciones como los dictámenes que se derivan de aquellas, “continúen resultando en la exclusión de alumnos” al ser derivados a centros especiales.

Para el Comité, la detección temprana de las necesidades del alumnado no debería justificar su escolarización segregada “bajo el argumento de que dichas necesidades (…) serían mejor atendidas por la educación especial segregadora”.

El informe también muestra su preocupación por que “en diferentes comunidades autónomas la decisión de escolarización en centros especiales está prevista en diferentes barómetros para los alumnos que presentan altas necesidades de apoyo” cuando, en la Convención se establece que el Estado parte debe “adoptar las medidas pertinentes (…) para modificar o derogar leyes, reglamentos, costumbres y prácticas existentes que constituyan discriminación contra las personas con discapacidad y contravengan el artículo 24”.

Plan de Educación Inclusiva

Entre las preocupaciones del informe, el Comité dedica un apartado a la inacción por parte del Ministerio de Educación de cumplir con lo dispuesto en la Lomloe sobre la redacción de un Plan de Educación Inclusiva que en el plazo de 10 años “los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”.

En este sentido se apoya en los informes redactados en su momento por el CERMI y que apuntan, en un primer momento, en 2022, a la petición al Gobierno de que se adoptase dicho plan. Un año después, dicha petición se reiteró y, como recoge el Comité de la ONU, en el documento elaborado en 2023 se mostraba la “preocupación por información disponible que indicaba que no se desarrollaría el plan integral, sino que se desarrollarían programas a cargo de las comunidades autónomas”.

“Preocupa al Comité la dilación en la adopción de dicho Plan integral”, asegura el documento, al mismo tiempo que recuerda que dicho plan debe ajustarse a la Convención.

El informe del Comité también habla de otras cuestiones como el aumento de la inversión pública en la creación y escolarización en centros de educación especial, así como en las dificultades que tiene el alumnado con discapacidad para titular en secundaria y continuar estudios más allá de la etapa obligatoria.

O sobre el hecho de que quienes son sujetos del derecho a la educación inclusiva de calidad son las chicas y chicos con discapacidad y no sus madres, padres o familiares, aunque estos tengan una importante responsabilidad en su bienestar.

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Chile: Estudiantes solidarizan con tomas y campamentos en peligro de desalojo por ley anti-pobres

Con esta jornada de protesta buscamos solidarizar activamente con quienes están siendo despojados de lo que han construido con sus propias manos y en concreto con su derecho a vivir y hacemos el llamado a organizarnos por nuestras justas demandas como estudiantes y como pueblo

 

Las y los estudiantes llaman a solidarizar activamente con las tomas y campamentos con órdenes de desalojo, luchar por el derecho a la vivienda y la educación y acabar con la Ley Anti-toma que sólo busca criminalizar y reprimir a estudiantes y pobladores. A continuación su comunicado:

 

«¡Si hay desalojos, hay tomas! Solidaridad con las tomas y campamentos del país»

 

A las y los estudiantes, trabajadores y comunidad en general de las casas de estudio en toma y a la opinión pública en general, informamos que este jueves 25 de abril del 2024 hemos hecho ocupación de distintas universidades. Todo esto como resultado de una coordinación entre distintas voluntades estudiantiles en lucha y en el marco de una jornada de protesta en solidaridad con las y los pobladores de tomas y campamentos a lo largo del país, quienes se encuentran con orden de desalojos amparados bajo la ‘Ley Anti-toma’, también conocida como Ley Maldita o Ley Anti-pobres.

 

Asistimos a una crisis profunda, que se ve reflejada en la precarización de la educación, la salud, el trabajo, la vivienda y en general en el sostenido deterioro en la calidad de nuestras vidas como pueblo. Como estudiantes no somos ajenos a esta realidad y por el contrario nos resulta un deber posicionarnos del lado de nuestro pueblo, solidarizando con sus luchas y protestando por sus justas demandas.

 

En este contexto una de las situaciones más contingentes es la de la crisis habitacional que tiene a cientos de miles de familias populares sin vivienda, obligándolas a endeudarse para arrendar, vivir hacinados, de allegados o tomarse un lugar para vivir. Las respuestas de parte del gobierno y de las instituciones en general, han estado lejos de dar una solución concreta y muy por el contrario sólo se han dedicado a través de sus leyes, policías y medios de comunicación, a criminalizar y reprimir la legítima organización que han levantado las y los pobladores, quienes con sus manos han construido hogares y comunidades organizadas para hacer frente a sus problemáticas y tal como ellos mismos afirman: “Las tomas son la solución y no el problema”.

 

Esta situación no resulta extraña para las y los estudiantes, pues la represión y la campaña comunicacional empeñada en criminalizar al movimiento estudiantil se ha sostenido en el tiempo con el objetivo de ocultar las legítimas demandas por las que luchamos. Las detenciones, la persecución política, los violentos desalojos a establecimientos educacionales secundarios y universitarios por parte de las fuerzas represivas, la amenaza de aplicación de la Ley Anti-toma a las tomas estudiantiles, acompañado de las falsas promesas y el abandono de nuestra educación tienen por objetivo aplacar todo germen de organización y lucha que exista en nuestras casas de estudio, lo que claramente no han logrado ni tampoco lograrán.

 

Con esta jornada de protesta buscamos solidarizar activamente con quienes están siendo despojados de lo que han construido con sus propias manos y en concreto con su derecho a vivir y hacemos el llamado a organizarnos por nuestras justas demandas como estudiantes y como pueblo, las que con el tiempo se han ido acumulando y ante las cuales no se ha hecho nada. La importancia de organizarnos y luchar radica en revertir esa situación.

 

Por último, saludamos fraternamente los distintos esfuerzos de compañeros y compañeras por levantar instancias con protagonismo de las bases y alejadas del pantano institucional, que buscan la unidad de quienes luchan y no alientan la dispersión que sólo sirve a quienes dominan, explotan y se enriquecen a costa de la clase trabajadora. Hoy es más justo y necesario que nunca luchar contra este sistema y debemos bregar con todas nuestras fuerzas para que así sea.

 

¡A luchar por el derecho a la vivienda y la educación!

 

¡No a la Ley Anti-toma!

Coordinación estudiantil al servicio del pueblo

25 de Abril de 2024″.

 

 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de l@s autor@s mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para p♥ublicarlo en otras fuentes.

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Más de 100 detenidos en la Universidad de Columbia en la protesta estudiantil a favor de Palestina

Después de que la rectora ordenara la intervención de la policía de Nueva York

Conversación con el candidato presidencial y profesor del Seminario Teológico de la Unión Cornel West.

La rectora de la Universidad de Columbia, Nemat “Minouche” Shafik, pidió el jueves, 18 de abril, a la policía de Nueva York que desalojara por la fuerza a los estudiantes que estaban ocupando uno de los jardines del campus de la universidad, donde habían establecido una acampada a la que denominaron Campamento de Solidaridad con Gaza. El desalojo terminó con más de 100 estudiantes arrestados. Los manifestantes exigían que la universidad, miembro de la elitista Ivy League, retire sus inversiones en empresas e instituciones que se benefician de la ocupación israelí de Palestina, pero Shafik ordenó el allanamiento del campamento un día después de ser interrogada en el Congreso en relación con las protestas a favor de Palestina en curso en el campus. La medida causó indignación entre el estudiantado y entre muchos profesores, que la criticaron calificándolo como un acto de censura y una violación de la libertad académica. El renombrado profesor universitario y candidato presidencial Cornel West, quien también es presidente del Seminario Teológico de la Unión, afiliado a Columbia, se unió a los estudiantes el jueves para mostrar su solidaridad con la protesta. Cornel habló con Democracy Now! y declaró que los manifestantes “representan lo mejor […] del espíritu humano”, y los elogió por “luchar contra la dominación, la ocupación y la subyugación, y hacerlo con tremenda determinación”.

Transcripción

Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

 

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. En la ciudad de Nueva York, la policía antidisturbios irrumpió en un campamento de estudiantes que protestaban de forma pacífica en la Universidad de Columbia y arrestó al menos a 108 personas. Minouche Shafik, la rectora de la universidad, pidió a la policía de Nueva York que desmantelara el Campamento de Solidaridad con Gaza situado en el jardín sur del campus, donde estudiantes de Columbia y del Barnard College se habían instalado un día antes para exigir que la administración universitaria deje de invertir en Israel. El jefe de patrulla de la policía, John Chell, dijo que Shafik percibió la manifestación como un “peligro claro y presente”, pero que los agentes constataron que los estudiantes actuaron de manera pacífica y cooperativa. Shafik advirtió que todos los estudiantes que participaran en la acampada serían suspendidos. Al menos tres suspensiones de estudiantes del Barnard College se confirmaron el jueves antes de los arrestos, entre ellas la de Isra Hirsi, hija de la congresista Ilhan Omar.

 

El enfrentamiento del jueves con la policía de Nueva York dio lugar a la mayor cantidad de arrestos en el campus de Columbia desde 1968, cuando la policía detuvo a más de 700 estudiantes que protestaban por los vínculos de la universidad con la Guerra de Vietnam y por sus planes de expansión en el barrio de Harlem para construir un gimnasio.

 

Tras los arrestos del jueves, los estudiantes continuaron congregándose en el campus durante la noche mientras se desarrollaban grandes protestas, que aún continúan. Los estudiantes recibieron mensajes de apoyo de muchos profesores de Columbia y una visita en persona del profesor Cornel West, del Seminario Teológico de la Unión, localizado cerca del campus, quien también es candidato presidencial este año. Democracy Now! habló con el profesor West, luego de que este trepó una reja para visitar a los manifestantes en el campamento.

 

CORNEL WEST: Bueno, a la luz de nuestra postura de profunda solidaridad con nuestros preciados hermanos y hermanas en Palestina, que están sufriendo un genocidio despiadado, que han enfrentado condiciones de apartheid durante tanto tiempo y siguen siendo víctimas de limpieza étnica, queremos que el mundo sepa que su sufrimiento no quedará sin respuesta. Hay resiliencia y hay voluntad de luchar.

 

Y la rectora de Columbia debería avergonzarse de no ser capaz de centrar su atención en un genocidio real que está teniendo lugar ante nuestros propios ojos y, en su lugar, preocuparse por un potencial y posible llamamiento al genocidio de los judíos. Nadie aquí está abogando por el genocidio de los judíos. Nadie está aquí pidiendo su aniquilación. Estamos pidiendo el fin de un genocidio real y el fin de una aniquilación real.

 

Es triste que la Universidad de Columbia pueda enseñar tantos cursos sobre los textos canónicos de la civilización occidental y no sean capaces de escuchar a Diderot o Karl Marx. No son capaces de escuchar a Martin Luther King Jr. No son capaces de escuchar a Muriel Rukeyser. Y más importante aún, no son capaces de escuchar los gritos de nuestros preciados palestinos en Gaza y Cisjordania.

 

Así que siento una profunda solidaridad con estos estudiantes. Representan lo mejor, no solo de Columbia, no solo del imperio estadounidense, sino del espíritu humano, a través de su lucha contra la dominación, la ocupación y la subyugación, que están llevando a cabo con tremenda determinación.

 

AMY GOODMAN: Ese era el candidato presidencial y profesor del Seminario Teológico de la Unión Cornel West, hablando con Democracy Now! en la Universidad de Columbia, en medio de la protesta. Un agradecimiento especial a Hana Elias. La rectora Shafik solicitó la actuación de la policía de Nueva York un día después de testificar en el Congreso de Estados Unidos.

 

Editado y traducido por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

 

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2024/4/19/columbia

 

Enlace al video con subtítulos en castellano: https://www.democracynow.org/es/2024/4/19/columbia?jwsource=cl

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