El galardón la distingue por su trabajo al frente de la Unidad sanitaria y de medio ambiente en la República Democrática del Congo. Su contribución ha sido crucial durante la actual pandemia de COVID-19, los pasados brotes de ébola y las crisis naturales y humanitarias, como la erupción volcánica de la ciudad de Goma el pasado mes de mayo.
Una casco azul nepalesa que presta servicio en la República Democrática del Congo ha recibido el Premio a la mujer policía del año de la ONU.
Malla, profesional médico de formación, ayudó a crear esta unidad, que se encarga de aplicar las políticas y los procedimientos relativos a la salud y el bienestar del personal, así como las iniciativas medioambientales de la Policía de las Naciones Unidas.
Seguridad durante las crisis
Su contribución ha sido crucial durante la actual pandemia de COVID-19, los pasados brotes de ébola y las crisis naturales y humanitarias, como la erupción volcánica de la ciudad de Goma el pasado mes de mayo. Durante esa emergencia, su unidad fue la que alertó a la población local y al personal de la ONU sobre las medidas de precaución.
“Me siento honrada de recibir este premio, y espero que anime a más mujeres jóvenes de mi país y de todo el mundo a seguir la carrera de policía, que todavía se considera con demasiada frecuencia un «trabajo de hombres», dijo.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, le entrega el premio hoy martes en una ceremonia virtual.
Sangya Malla
La superintendente Sangya Malla de Nepal, Premio a la mujer policía del año de la ONU, actualmente presta servicios en la Misión de Estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo.
Representar lo mejor de la ONU
Guterres ha elogiado a la «casco azul» por su labor en la mejora de la seguridad y el bienestar del personal de mantenimiento de la paz de la ONU, que ha permitido mitigar los riesgos ante el COVID-19 y otras amenazas a las que se enfrentan el personal de paz.
«Y ella representa algo mucho más grande: las numerosas contribuciones de las mujeres policías en la promoción de la paz y la seguridad en todo el mundo», añadió el titular de la ONU. «Con su trabajo, la superintendente Malla encarna lo mejor de las Naciones Unidas».
Malla ha contribuido también a elaborar las directrices para prevenir y mitigar la propagación del COVID-19.
Este año ha organizado más de 300 sesiones de concienciación sobre la prevención del coronavirus y la protección del medio ambiente para la población local, las autoridades congoleñas y el personal de la ONU.
Como punto focal de la policía sobre el COVID-19 en la Misión de la ONU también ha trabajado en la difusión informativa sobre las vacunas y en la promoción de los esfuerzos de vacunación.
Docenas de estudiantes se enfermaron el lunes en la escuela secundaria Starmount (Starmount Middle School). Los líderes escolares aún no saben qué causó que los estudiantes se enfermen repentinamente.
El superintendente de las escuelas del condado de Yadkin, Todd Martin, dijo que unos 45 estudiantes se quejaron de varios síntomas, como dolor de cabeza y náuseas. Se informó que algunos estudiantes habían vomitado.
Martin dijo que los servicios de emergencia y los bomberos junto con las enfermeras escolares evaluaron y cuidaron a los estudiantes.
Solo los estudiantes de sexto grado se vieron afectados, ni los de séptimo u octavo grado informaron haberse enfermado, según el superintendente de las escuelas del condado de Yadkin.
El superintendente dijo que la mayoría de los estudiantes se sentían mejor antes de que terminara la jornada escolar.
Investigando el incidente
Los funcionarios del Departamento de Salud del condado de Yadkin están investigando el incidente.
«Esta tarde tuvimos aproximadamente 40 estudiantes de sexto grado que se enfermaron,” escribió la escuela secundaria Starmount en sus redes sociales. «Se reporta que la causa fue una fuga de CO2 o una intoxicación alimentaria pero en este momento, se desconoce la causa. El Departamento de Salud del Condado de Yadkin, la administración de emergencias y la escuela están investigando.”
Los funcionarios escolares dijeron que los estudiantes afectados recibirán una ausencia justificada el martes si todavía se sienten enfermos. Líderes escolares están pidiendo a los padres que lleven a sus hijos al médico que se lo informen a la escuela.
“Nuestra primera prioridad fue el bienestar de nuestros estudiantes,” escribió la escuela secundaria Starmount en su publicación en las redes sociales. “El personal de la oficina notificó a los padres de los estudiantes afectados. Se contactó a la gerencia de emergencias y se respondió a la escuela. Además, las enfermeras de otras escuelas también brindaron apoyo.”
Escuela secundaria Starmount
Starmount es una escuela pública ubicada en Boonville, Carolina del Norte. El distrito está aproximadamente a 75 millas al norte de Charlotte.
Inició este lunes en París la 41 Conferencia General del ente. Se extenderá hasta el 24 de noviembre.
La 41 Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco), inició este lunes en París, Francia, con el propósito de hacer frente a desigualdades educativas agravadas por la Covid-19 y propiciar debates sobre las políticas culturales, la necesidad de invertir más en educación y otros temas relevantes.
De acuerdo con la agenda, las deliberaciones se extenderán hasta el próximo 24 de noviembre, mientras que los días 10 y 11 tendrá lugar la Reunión Mundial de la Educación (GEM 2021) con la participación de numerosos jefes de Estado y Gobierno.
En la jornada inaugural, este lunes, se eligió al presidente de la Conferencia General, responsabilidad que recayó en el embajador de Brasil ante la Unesco, Santiago Mourao.
Se prevé que en la tarde sea ratificada la francesa Audrey Azoulay como directora general. Días atrás, el Consejo Ejecutivo de la Unesco propuso postergar su mandato. Para el cargo no se presentaron oponentes.
El evento más trascendental ocurrirá este miércoles y jueves, cuando tendrá lugar la GEM 2021, espacio en que se presentará la Declaración de París.
Dicho texto tiene como objetivo central comprometer a los Estados miembros con el futuro de la educación en el planeta y trazar pautas en este sector, uno de los más golpeados por la pandemia de la Covid-19.
La Unesco hace un llamado a los líderes de los Gobiernos y socios para que expresen su apoyo a la Declaración de París y se comprometan a invertir en educación para el futuro de la humanidad y del planeta.
La Conferencia General se realiza en el marco de la conmemoración del 75 aniversario de la Unesco, por lo que el próximo viernes se realizará una ceremonia especial alegórica a este hecho, con la participación de al menos 25 jefes de Estado y de Gobierno, además de una cifra elevada de ministros.
Según el director de Comunicación e Información Pública de la Unesco, Matthieu Guével, la comunidad internacional tendrá ante sí importantes decisiones a tomar.
En declaraciones a medios de prensa, Guével subrayó que desde 1946 el ente multilateral ha trabajado de forma incansable a favor de la cultura y la integración de las personas, bajo el criterio de que si podemos entendernos entre todos, seremos capaces de construir la paz y el progreso.
Biólogo de carrera, a Héctor Ruiz Martín siempre le picó el gusanillo de la educación. Desde muy joven le asaltaron los grandes interrogantes pedagógicos, con el cómo aprendemos a la cabeza. Buscó respuestas en la docencia, habiendo sido profesor de instituto y universidad. Durante un tiempo intentó diseccionar los misterios del aprendizaje a través de la neurociencia. Y cuando descubrió los encantos de la psicología cognitiva, se produjo algo así como un flechazo intelectual. Autor de varias obras con un enfoque divulgativo, hoy dirige la International Science Teaching Foundation, con sede en Barcelona.
¿Cómo das el salto de la neurociencia a la psicología cognitiva? ¿Fue una transición gradual o una especie de iluminación repentina?
Un poco ambas cosas. Yo descubro, a través de la neurociencia, que se pueda hacer ciencia del aprendizaje. Me meto en este ámbito con mucha fascinación. Pero en el fondo, más allá de mi interés fundamental como biólogo, siempre he buscado poder responder a las preguntas que nos hacemos como docentes y estudiantes, en especial cómo aprender más y mejor. Cuanto más me meto en la neurociencia (su estudio del cerebro a nivel molecular, celular, bioquímico), más me doy cuenta de que esta no puede responder a estas preguntas. Este proceso fue progresivo. Y luego está ese momento en el que descubro, cuando vivía en EEUU, la psicología cognitiva, un ámbito del que en España hay muy poca tradición. Veo que, al dedicarse a estudiar el cerebro como procesador de información pero más desde el comportamiento, resulta mucho más interesante en esa búsqueda de respuestas.
¿Hay desconfianzas, recelos entre ambos ámbitos? Quizá la neurociencia se arroga una especie de legitimidad de pureza empírica. Y la psicología cognitiva, una mayor capacidad de trasladar al aula sus hallazgos.
Nunca he visto neurocientíficos que resten validez a la psicología cognitiva, que en realidad tiene un enfoque más cercano a las ciencias naturales que a las sociales: causa-efecto, herramientas cuantitativas… Lo que sí observo es que, para el público general, todo es neurociencia, todo es neuroeducación, un término que personalmente no me gusta. La neurociencia tiene más sex-appeal, más caché, viene como con un sello de objetividad. Pero, en realidad, la inmensa mayoría de cosas bajo el paraguas de la llamada neuroeducación —digamos, más en rigor, de las ciencias del aprendizaje— vienen de la psicología cognitiva. Al atribuir a lo neuro esa preponderancia, hay psicólogos que se sienten ninguneados. Lo importante, en cualquier caso, es que ambas disciplinas interactúan, se retroalimentan continuamente.
Aprovechando esa fiebre neuro y esa confusión de términos, se cuelan muchos supuestos gurús que lanzan propuestas metodológicas barnizadas de pseudociencia.
Intrusos y oportunistas siempre ha habido. Incluso en ámbitos como la medicina —que tiene algo de arte pero se basa fundamentalmente en el conocimiento científico— sigue habiendo mucha pseudociencia. Con más razón en la práctica educativa, donde no hay una fuerte tradición investigadora. Y ocurre precisamente ahora, cuando se está tratando de crear puentes entre la investigación y el aula. Como en la publicidad, suelen ser propuestas que combinan emoción y razón (supuestamente científica) en un pack listo para vender.
¿Corremos el riesgo de menospreciar, en aras del rigor científico, ese componente artístico de la docencia: la intuición, la experiencia del profesor…?
Los propios científicos somos conscientes de las limitaciones de la ciencia. A destacar, que la ciencia solo puede responder a preguntas científicas. Esto deja fuera, por ejemplo, cuáles deben ser los objetivos de la educación, que siempre será un debate ideológico. Pero sí puede ayudar a informar sobre la manera más probable de alcanzar —en función del contexto, los recursos, etc.— esos objetivos. No hay que olvidar tampoco que la ciencia va avanzando, resolviendo cuestiones, consiguiendo un conocimiento cada vez mejor, pero nunca perfecto, absoluto. Cuando entran en juego variables que la investigación aún no ha tenido en cuenta, poco puede aportar la ciencia. Pero tampoco hemos de olvidar que la experiencia personal también tiene limitaciones. La primera es que está sesgada por nuestras preconcepciones. El famoso sesgo de confirmación, que nos empuja a sacar las conclusiones que ya queríamos sacar. Por ejemplo al llevar a cabo una actividad en el aula, cuyas conclusiones sobre el desarrollo y resultado tratará el docente de encajar en lo que ya pensaba. Ahí la evidencia científica puede complementar la experiencia docente.
La clave para aprender es dar sentido a lo que aprendemos. No hay nada más importante que implicarse cognitivamente en lo que uno está aprendiendo
Si tuvieras que destacar un hallazgo científico sólido sobre el aprendizaje, ¿Cuál sería?
Permíteme decir más de uno. El primero es que la clave para aprender es dar sentido a lo que aprendemos. No hay nada más importante que implicarse cognitivamente en lo que uno está aprendiendo, que al final significa interpretar el nuevo conocimiento a la luz de nuestros conocimientos previos. Es uno de los principios básicos de la psicología cognitiva: la memoria se construye conectando lo que sabemos con lo que estamos aprendiendo. Resulta clave para el profesor: si una actividad en el aula no va a hacer que los alumnos piensen sobre lo que están aprendiendo, no lo van a aprender.
El segundo, que aprender es un acto generativo, no meramente receptivo. Que el aprendizaje se consolide depende de lo que hacemos después en nuestra cabeza, de si somos capaces de recuperar, usar, evocar en definitiva —en un proceso de dentro afuera— lo aprendido. El tercero es que, para aprender, necesitamos diversos episodios, mucho mejor si se espacian en el tiempo en lugar de masificarse.
Justo lo contrario de la norma en España: currículos sobrecargados y sesiones de estudio maratonianas con un enfoque evaluativo puramente memorístico.
El aprendizaje no elaborado, sin oportunidades para la generación y la aplicación, resulta siempre efímero. Las estrategias de evaluación que animan al estudio masificado solo consiguen que lo supuestamente aprendido (o así parece en el examen) se olvide en dos días.
Me llama la atención que utilizas con frecuencia, al explicar las dinámicas de la memoria y el aprendizaje, la noción de evocar, que suele tener un matiz poético, en absoluto científico.
Llevar a la consciencia, a tu memoria de trabajo algo que ya sabes (y que permanece en tu memoria a largo plazo, en algún lugar del subconsciente) es técnicamente, según la RAE, evocar. Evocar un recuerdo, un conocimiento. En inglés, la palabra para referirse a este proceso es retrieval, algo así como recuperación, que en educación tiene otras connotaciones. Cuando decidí divulgar la psicología cognitiva en español, tuve que tomar una decisión sobre cómo traducirla. Me llevó tiempo y, tras ver las opciones, me decanté por evocación, que ciertamente se suele utilizar desde una óptica más poética.
Foto cedida
Por una parte, es más fácil aprender sobre un campo concreto cuanto más sabemos. Por otra, a partir de cierta edad, el tiempo juega en nuestra contra. ¿O la idea del niño esponja es un mito?
Son dos procesos independientes. Uno nos lleva a que cada vez seamos, en nuestros ámbitos predilectos, mejores aprendientes (término en desuso que también me gusta utilizar, más correcto que aprendiz, que se refiere al aprendizaje de un oficio). Otro tiene que ver con la mayor capacidad para aprender durante la infancia y la juventud, ya que la neuroplasticidad —que es la base del aprendizaje— es mucho mayor en esas edades. Yo, a mis 40 años, aprenderé más fácilmente cosas nuevas sobre psicología cognitiva que un neófito en la materia de 20 años. No solo a nivel de comprensión. También me será más fácil recordar lo aprendido. Pero en un ámbito completamente nuevo para mí, el joven de 20 años partiría con ventaja. Por otra parte, con la edad solemos ganar en autorregulación: esfuerzo, ser capaces de evitar la tentación de hacer otras cosas, de aplazar las recompensas… Son capacidades muy importantes para el aprendizaje, y aquí la edad suele jugar a nuestro favor.
Esa distracción permanente o saltos de atención continuos entre los jóvenes —la mal llamada multitarea— es campo abonado para la pseudociencia. Se escucha de todo. Que las nuevas generaciones son, cognitivamente, casi como superhombres. O lo contrario: que ese ir de una cosa a la otra les va a descalabrar el cerebro con secuelas irreversibles.
La visión científica es que ni una cosa ni la otra. Los jóvenes de ahora no son diferentes a los de hace 30 años. El cerebro es plástico, sí, pero los mecanismos cognitivos solo pueden cambiar a partir de la evolución biológica, y esto requiere de mucho tiempo. A los jóvenes siempre se les ha dado mejor ese cambio veloz de tarea, tienen una mayor velocidad de procesamiento, aunque está demostrado que, en el cambio continuo, el desempeño de cada tarea se ve afectado. Con la edad, las habilidades cognitivas van, en general, a la baja. De la misma forma, también sabemos que este entorno lleno de tecnología tampoco está cambiando negativamente el cerebro. Los alumnos de hoy en día siguen teniendo la misma capacidad de prestar atención, aunque también tienen más oportunidades para distraerse, más estímulos para elegir y evitar el aburrimiento, que es algo muy humano.
Los alumnos de hoy en día siguen teniendo la misma capacidad de prestar atención, aunque también tienen más oportunidades para distraerse
¿Y ese infinito surtido de estímulos no afecta a la concentración, la paciencia, la tolerancia a la frustración? Quizá a nivel más emocional, pero con efectos cognitivos que influyen en el aprendizaje, aunque estos no sean permanentes.
Más importante resulta la ausencia de momentos para desconectar de nuestra vida social. Antes, cuando volvías a casa, tu vida social se reducía a tu familia, que es mucho más fácil de manejar en cuanto a las preocupaciones por la imagen que proyectamos a los demás, cuál es nuestra posición en el grupo, qué piensan de nosotros. Con las redes sociales, nunca dejas de estar sobre el escenario, y esto es difícil de gestionar. Se genera un estrés que puede afectar no solo a tu capacidad de aprender, sino a tu vida en su conjunto. Podríamos conjeturar que nuestro cerebro no está preparado para, digamos, ponernos continuamente a prueba ante el grupo, y que esto está generando dinámicas negativas.
Pablo Martinis, también integrante del grupo coordinador, planteó algunos “mojones” en el ejercicio del derecho a la educación después de la última dictadura, a la que definió como “una noche absoluta” en la materia. Por ejemplo, el docente de la FHCE habló de la conformación de la Concertación Nacional Programática en 1984, de la aprobación de la Ley de Emergencia para la Enseñanza en General en 1985 y del “período de reconstrucción del sistema educativo público”, en el marco de la recuperación democrática. También se refirió a los años en los que el Frente Amplio estuvo en el gobierno nacional, y se detuvo en la Ley General de Educación de 2008, a la que definió como una norma “programática”, y también en algunos procesos “de impulso a la inclusión educativa” registrados en los últimos años.
Según analizó, la actualidad está marcada por la discusión en torno a la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), que “revisa aspectos claves”, como el lugar de la educación pública, la participación de distintos actores en la definición de políticas y la gestión, el rol del Ministerio de Educación y Cultura y la formación docente. En ese sentido, Martinis no consideró casualidad que una parte importante de los artículos que se someterán a referéndum sea del capítulo de educación de la LUC. Además, indicó que las actuales autoridades impulsan debates en torno a la laicidad que repercuten en las condiciones de trabajo de los docentes.
El investigador planteó que “algunos enfoques y actores están escasamente presentes en los debates públicos” sobre educación y, precisamente, esa es un área en la que el ODED pretende aportar. Concretamente, mencionó el objetivo de “abrir debates públicos con una perspectiva amplia” y plural, en el que puedan intervenir “distintas voces”, más allá de la perspectiva ética y conceptual desde la que se para el colectivo: la defensa del derecho a la educación. Al respecto, mencionó algunas dimensiones desde las que bajan a tierra este concepto. En primer lugar, definió a la educación como un derecho humano universal fundamental que los individuos y colectivos ejercen “a lo largo de toda la vida”. En ese marco, “los estudiantes son los sujetos” de ese derecho y debe garantizarse que puedan ejercerlo, responsabilidad principal a la que colocó en manos del Estado. Por lo tanto, Martinis valoró que “los problemas de efectivización del derecho nunca pueden ser colocados en función de déficits, carencias e incompletudes de los educandos”, sino de quien es el responsable de efectivizarlo.
Además, vinculó al mencionado derecho a las ideas de justicia e igualdad, sobre las que “se habla poco” en los debates educativos. En este sentido, mencionó que es clave que los individuos puedan “ser parte y reconocidos en su singularidad”. Para el observatorio, la idea de igualdad “tiene que ver con el reconocimiento de la dignidad humana inherente a cada persona”. En suma, Martinis dijo que las personas tienen derecho a ser parte de “lo común”, pero también a ser diferentes, por lo que se distanció de cualquier intento homogeneizador.
Otras voces
Para cumplir el objetivo de “democratizar el debate educativo y reconfigurarlo sobre nuevos ejes”, las acciones comunicacionales del ODED serán claves. Al respecto, el proyecto cuenta con un sitio web en el que se compartirá la producción de los grupos e investigadores del observatorio y también de sus socios. En particular, López mencionó que uno de los productos será un informe anual que presente un “estado de situación sobre el derecho a la educación en Uruguay”. También funcionará un repositorio de artículos académicos en el que ya se encuentran las producciones previas de los proyectos y grupos de investigación del ODED. Además, el sitio cuenta con una sección editorial en la que se compartirán artículos de opinión con la intención de intervenir directamente en debates y temas de agenda.
Por su parte, habrá una “sección diálogos”, dedicada a compartir miradas de distintos actores del sistema educativo para ponerlas en diálogo con la perspectiva del ODED, que apuesta por aportar a la discusión desde lo pedagógico. En el sitio también se publicarán entrevistas a distintos actores del quehacer educativo y se elaborarán dossiers temáticos con periodicidad.
En el lanzamiento, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, planteó que el cambio y la transformación educativa tiene que hacerse “en el encuentro del debate y el intercambio de ideas”. Al respecto, lamentó que muchas veces el debate público esté presentado “en términos de crónica roja”, con actores más preocupados por ver los problemas del sistema que por generar propuestas.
Camila Falkin, otra de las integrantes del grupo coordinador del ODED, planteó que el proyecto aspira a convertirse en un “espacio de producción, difusión y sistematización de conocimientos”. Según dijo, uno de los focos estará en “aportar a la comprensión y difusión de políticas con base en experiencias educativas más justas e igualitarias”, pero también a la elaboración de políticas en general. En ese sentido, se realizará un “seguimiento y análisis” de acciones y normativas que permita observar las “interrelaciones con cumplimiento del derecho a la educación”. Por su parte, el ODED también está interesado en observar “cómo se construyen políticas educativas desde perspectivas cotidianas”, para lo que buscarán “recuperar experiencias de educadores como constructores de política educativa”.
Solo una quinta parte de los alumnos de Cataluña se relaciona siempre en catalán.
Más de cuarenta años de inmersión lingüística en Cataluña no están dando los resultados deseados por los defensores de la lengua catalana. La Generalitat ha presentado este jueves un informe sobre el estado de la lengua catalana en los centros educativos. Y su conclusión es que la situación es muy «preocupante». Su uso registra a día de hoy porcentajes que son una tercera parte que los que se daban hace 15 años. Así, por ejemplo, si en 2006 el 67% de los alumnos se relacionaba siempre o casi siempre en catalán en sus actividades grupales, en 2021 lo hace el 21,4%, solo uno de cada cinco estudiantes. Y el número de alumnos catalanes que dice no usar el catalán ‘nunca’ o ‘casi nunca’ en las actividades en grupo en el aula es del 28,4% mientras que en 2006 era del 10,9%. Ambos datos reflejan el descenso a una tercera parte de la posición que se registraba en 2006.
En cuanto a la evolución del uso del catalán entre el profesorado para dirigirse a toda la clase, también ha habido una disminución, ya que en 2006 el 63,7% de los docentes se dirigía a su grupo en catalán siempre o casi siempre, y en 2021 el dato ha disminuido hasta el 46,8%. Las cifras sobre los usos y resultados académicos hacen referencia al alumnado de 4º de la ESO. Dentro del aula, el 39% del alumnado se dirige siempre o casi siempre en catalán al profesor, cuando en 2006 la cifra era del 56%. El catalán es la lengua vehicular en la enseñanza de las asignaturas en la escuela de Cataluña, pero el idioma que más emplean los estudiantes para relacionarse es el castellano. «La situación social del catalán es preocupante», ha afirmado el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, que ha culpado a los gobiernos anteriores.
Para intentar revertir esta situación, el Govern ha presentado un plan, que busca promover el compromiso de la comunidad educativa hacia el catalán. Como paso previo, fija como necesario conocer cuál es la realidad lingüística de cada centro y comunidad educativa. Por eso, cada escuela hará un diagnóstico de los usos lingüísticos. Creará grupos impulsores formados por docentes de los diferentes niveles educativos y un miembro del equipo directivo, con el acompañamiento de los equipos de asesoramiento en lengua. A partir de la información recogida, se formará al profesorado para aplicar acciones que mejoren el uso del catalán. Una vez detectada la realidad de cada centro, se podrá incluso proponer la revisión del proyecto lingüístico de cada colegio.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/catalan-escuelas-desmorona-20211104150555-ntrc.html
América del Sur/Uruguay/12-11-2021/Autor(a) y Fuente: www.grupormultimedio.com
El Intendente de Salto, Andrés Lima, aseguró que “acompañamos la derogación de los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración porque plantean la precarización del empleo, inclusive en el sector público, se vuelve a plantear el tema de la flexibilización laboral y se cuestiona el monopolio de las empresas públicas”.
Además, señaló que “la LUC quita la participación del docente en el cogobierno de la educación y entendemos que en algunas situaciones prioriza la educación privada sobre la pública”. En ese sentido subrayó que “es el sector público el que debe ser priorizado, porque es el que le permite el acceso a la educación a todos los uruguayos sin importar el lugar, cuál es su condición y nivel económico”.
Respecto a los artículos referidos a la vivienda, Lima sostuvo que “modifican la ley de desalojos, puntualmente en el caso del inquilino que es buen pagador, porque al vencimiento del plazo hoy la legislación que existe dispone que tenga la posibilidad de permanecer en la vivienda hasta un año continuando con el pago y en el caso de la LUC, ese plazo se acorta a 30 días”.
Además, el intendente hizo hincapié en que hay artículos en la LUC que “establecen limitantes al derecho de huelga y en ese sentido estamos convencidos que para un sano equilibrio entre el empleador y el trabajador es necesario que el sindicato tenga todos los elementos, entre ellos el derecho a la huelga”. Asimismo, enfatizó que tener derecho a las huelgas “es fundamental para que los trabajadores puedan plantear sus reivindicaciones y lograr mejores condiciones de trabajo”.
“El Frente Amplio y todas las Instituciones Sociales y Sindicales que están trabajando para derogar los 135 artículos de la LUC necesitan información para convencer a los ciudadanos”, afirmó el intendente salteño. En ese sentido agregó que “entendemos que cuanto mayor sea la información que disponga el uruguayo sobre la LUC más fácil les será tomar una decisión y que podamos llegar al 50 por ciento más 1 de las adhesiones”.
Fuente e Imagen: https://www.grupormultimedio.com/intendente-de-salto-andres-lima-la-luc-quita-la-participacion-del-docente-en-el-cogobierno-de-la-educacion-id988297/
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