Ante la falta de internet en las escuelas de Cúcuta, como consecuencia de que la secretaría de Educación municipal no ha contratado el servicio, la Cámara Colombiana del Libro recomendó el uso del texto escolar como complemento educativo.
Según la entidad, la calidad de la educación en Colombia puede mejorar sustancialmente con el uso del texto escolar. Como prueba de ello, una muestra de 5.210 colegios dejó ver que de los 500 colegios con mejores resultados en las Pruebas Saber, 81 por ciento usa textos.
De los 500 peores colegios, sólo 2 por ciento usa libros.
Enrique González, Presidente de la Cámara Colombiana del Libro, aseguró que “los estudiantes que tienen y usan textos escolares rinden significativamente más que los que no los tienen. Por lo anterior, es necesario garantizarles a todos el acceso a los materiales educativos; permitiendo que los procesos de aprendizaje más exitosos lleguen a toda la población”.
De acuerdo con el estudio, 95 por ciento de los colegios con mejores resultados en las pruebas del país son privados. “La brecha entre el sector público y el privado es amplísima y requiere medidas rápidas; esta diferencia afecta a toda Colombia”, dijo González.
Según Viveana Osorio, coordinadora de la Red Municipal de Lectura de Cúcuta, en la ciudad hay 5 bibliotecas públicas y 8 salas en las escuelas que ofrecen libros.
Hay unos 18.800 libros cuyo valor es de 430 millones de pesos. “Cada año, actualizamos las colecciones, para que aumente el acervo bibliográfico”, dijo Osorio.
Los niños y jóvenes han jugado y continuarán siendo la clave para que el mundo viva grandes revoluciones ya sea por el avance tecnológico, los descubrimientos o grandes noticias como la llegada del hombre a otros planetas.
Ejemplos de lo que puede ocurrir existen como el caso de Louise Braille quien a los 15 años tuvo la idea de desarrollar un método que le permitiera leer a las personas con ceguera o, bien, Philo Farnsworth que a la misma edad pensó en la transmisión electrónica de imágenes a través de largas distancias.
Para Nadia Calderas, directora de Proyecto TEDxKids, la juventud en México tiene esas mismas capacidades para crear un cambio de esa magnitud en el mundo y, lo más importante, es que no importa la edad, cada día los jóvenes se preocupan por temas que antes no considerarían.
“Cuando decidimos hacer una plática TEDxKids vimos que, más allá del simple entretenimiento, los niños estaban interesados en temas como la ciencia, la naturaleza, la astrofísica y otros temas diferentes a lo visto en anteriores generaciones”, detalló.
Y es que hoy se celebrará, con el apoyo de Choco Krispis de Kellogg’s, por primera vez en el país una TEDxKids, es decir, una serie de pláticas dirigidas por niños y para niños.
Erika Duhne, gerente de Choco Krispis, coincidió con Calderas al comentar que los niños tienen nuevos intereses. Esto porque, hace dos años, la empresa realizó un cambio en campañas y evaluaron aquello que le preocupa a las nuevas generaciones como la ecología, la economía, el cuidado animal o la responsabilidad social ante el bullying.
No será un camino fácil
Para Fernanda Gálvez, una de las participantes en TEDxKids y con sólo 19 años de edad, en México existe mucho talento que se puede aprovechar sobre todo en sectores como las ciencias o la ingeniería.
“Los padres y la comunidad deben apoyar a los niños que se interesan por esto y decirles que deben saber que lucharán y que no es un camino fácil”, fue su recomendación.
Considera que cualquier niño o joven puede tener pasión por temas que suenan complicados como la astrofísica, pero no es algo que sea únicamente para “genios”.
Muestra de ello es que Gálvez hablará sobre una teoría que está desarrollando para permitir ver objetos en el cosmos en tiempo real; lo que a su vez también podría ayudar a hacer más rápidas las misiones a Marte.
Su pasión por el cosmos proviene de un regalo recibido cuando era más pequeña, un telescopio que le permitió ampliar sus horizontes al punto que llegó a participar en concursos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EU.
“Esa vez estábamos participando muchos mexicanos y los primeros puestos fueron ocupados por ellos, fue cuando me pregunté: si somos tan buenos por qué en este país no hay interés y no se invierte más”, declaró.
España/Catilla/01 de Mayo de 2016/ El Norte de Castilla
El colegio Filipenses ha celebrado una jornada dedicada a la solidaridad, coincidiendo con los 200 años del nacimiento del Padre Marcos y los 500 años del nacimiento de San Felipe Neri. Profesores y alumnos del colegio Blanca de Castilla celebraron un sencillo y emotivo acto para recordar dos efemérides relevantes para la comunidad educativa y para la Congregación de Religiosas Filipenses.
Así, recordaron que su fundador, el padre Marcos Castañer, tuvo una mirada compasiva y comprometida con las niñas obreras de las fábricas textiles de Mataró, en el siglo XIX. Por su parte, san Felipe Neri fue maestro y catequista para los niños vagabundos de la Roma renacentista, y en esta nueva fiesta profesores y alumnos recordaron su gran obra de arte, que fue la reconstrucción de la dignidad de las personas desfavorecidas, llenando de alegría y humor la convivencia en las plazas de Roma.
El colegio Filipenses, siguiendo el ejemplo de su fundador, se ha solidarizado con los niños refugiados de las familias sirias que huyen de la guerra. El centro va a colaborar con el proyecto del padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, que ha visitado, como el Papa Francisco, a los refugiados en Idomeni y está pidiendo que le presten un crucero para anclar en un puerto de Grecia y recoger a familias con niños mientras se gestionan las acogidas en países europeos.
El padre Ángel ha solicitado la colaboración de maestros voluntarios, además de recursos para alimentos e higiene. Los donativos recogidos por el reparte de chocolate solitario, organizado en el centro, que fue donado por el club deportivo Blanca de Castilla, se enviarán a Mensajeros de la Paz para colaborar en este proyecto. El acto tuvo lugar en el patio central del colegio y durante el mismo se interpretó la canción del ‘Paraíso’, de la película de San Felipe Neri, cantada por alumnos del coro de Educación Primaria.
Fuente Internacional de la Educación / 2 de Mayo de 2016
Se avecinan curvas en el enfrentamiento entre un sindicato suizo de docentes y el gobierno, que ha decidido dedicar fondos reservados a la educación para construir nuevas infraestructuras de transporte.
Los sindicatos docentes rechazan enérgicamente la iniciativa del gobierno suizo conocida como la “vaca lechera” porque implicará más recortes en los gastos destinados a educación y escuelas públicas.
La iniciativa, llamada oficialmente “para una financiación equitativa del transporte”, pretende que el impuesto sobre los carburantes se dedique exclusivamente a la construcción de carreteras y otros proyectos relativos al tráfico rodado, a expensas de otras responsabilidades del gobierno, como la educación. El Tesoro Federal tendría que lidiar con una pérdida de unos 1500 millones de CHF (francos suizos; unos 1360 millones de euros) al año. Según el Ministerio de Finanzas, la educación y la investigación perdieron ya unos 350 millones de CHF (unos 318 millones de euros), además de las medidas de austeridad acordadas por la Confederación y los cantones (regiones). Será preciso que los cantones recorten otros 125 millones de CHF (unos 114 millones de euros) más.
“Cemento en lugar de educación. ¡No puede ser!”, afirma el Presidente del sindicato Dachverband Lehrerinnen und Lehrer Schweiz (LCH), Beat W. Zemp.
Un golpe para la educación
Según el Ministerio de Finanzas, la educación y la investigación serán las más afectadas por la disminución de fondos. Si el Estado federal reduce su compromiso, por ejemplo en formación vocacional (que representa alrededor del 25 % de la financiación pública), los cantones y los municipios tendrán que involucrarse (lo cual tendrá graves consecuencias para las escuelas públicas). Los cantones dejarían de disponer de un total de 190 millones de CHF (alrededor de 173 millones de euros) al año, de los cuales 125 millones de CHF los perderían educación e investigación.
“Arruinar nuestra educación”
Para LCH, este nuevo recorte en el gasto dirigido a la educación no es manejable ni aceptable.
“A la decisión de los cantones de disminuir en 1000 millones de CHF (alrededor de 909 millones de euros) la inversión en escuelas y educación para los años de 2013 a 2018, se añade un recorte adicional de 475 millones de CHF (unos 432 millones de euros) debido a la iniciativa de la “vaca lechera”. Así arruinamos nuestra educación de calidad y ponemos en peligro el futuro de Suiza”, comenta Zemp.
La mejor forma de financiar la construcción de carreteras es el fondo nacional de carreteras y transporte urbano
La LCH no está sola en su rechazo a la iniciativa de la “vaca lechera”, la apoyan 26 gobiernos de cantones, además de una amplia alianza de parlamentarios federales. Argumentan que la construcción, operación y mantenimiento de las carreteras ya cuenta con una financiación adecuada, a través del Fondo Nacional de Transporte Urbano y por Carretera aprobado por el Senado. Esta, dicen, es la mejor opción para financiar la infraestructura de los transportes.
LCH insta a la ciudadanía a rechazar esta iniciativa en el referéndum que tendrá lugar el 5 de junio.
El 26 de abril, Zemp participará en Berna en una mesa redonda, moderada por el senador federal Ueli Maurer, que explicará las razones del NO de la cámara baja federal a esta iniciativa.
A partir de su fusión con Random House, Penguin Clásicos, «inventor de los libros de bolsillo» ha desembarcado en nuestro idioma con más de veinte títulos y en 2017 publicará obras fundamentales de la literatura argentina; busca sumarse a otras colecciones accesibles y eruditas, como El Séptimo Círculo y Minotauro, que han educado y deleitado a millones de lectores locales durante décadas.
Una parte relativamente trascendente de los objetos que utilizamos hoy en nuestra vida cotidiana tiene su origen en las necesidades militares surgidas durante la Segunda Guerra Mundial, como las vendas adhesivas y los libros de bolsillo. Estos dos casos, en concreto, ilustran cómo pequeñas ideas aparecidas en los años 30 terminaron de perfeccionarse y de hacerse realidad gracias a lo que en términos militares se denomina «esfuerzo de guerra», es decir, acciones destinadas más a mantener alta la moral de las tropas que a ir directamente por la victoria en clave armamentística. El pocket book de la colección Penguin -el primero en su tipo- apareció en 1935 gracias al británico Allan Lane, y se vio favorecido por la contienda debido a que su impresión requería de un costo reducido en papel -racionado en su momento- por lo que la empresa fue elegida informalmente como la proveedora de libros para los soldados aliados. Así fue que Penguin terminó por imponerse en el gusto popular durante esos seis años de conflicto armado y una vez finalizada la guerra quedó posicionada en el mejor de los escenarios: no sólo por lo económico, sino también porque muchas editoriales le habían cedido patrióticamente los derechos de sus autores y obras más importantes para que éstas llegaran a manos de aquellos que luchaban en el frente. La posguerra confirmó la revolución de los libros de bolsillo y ubicaron al sello Penguin como el referente histórico del sector en el mundo anglohablante.
El desembarco en habla hispana
Su catálogo se edita en varios idiomas, pero hasta 2015 Penguin continuaba ajena al mercado de libros en español. El escenario se modificó cuando Random House se fusionó este gigante «de bolsillo». Fue así que hace un año se publicaron en España los primeros títulos de lo que se conoce como Penguin Classics, una de las colecciones de la editorial -que se inició en 1946 con una traducción en prosa de E. V. Rieu de La Odisea-que abarca desde clásicos de la Antigüedad hasta obras anteriores al siglo XX. En nuestro país, el sello desembarcó en las librerías en noviembre último, con ocho novelas canónicas de la literatura decimonónica: Drácula, Cumbres borrascosas, Crimen y castigo, Moby Dick, Otra vuelta de tuerca, Frankenstein, Rojo y negro y Madame Bovary. Para este primer semestre de 2016 se espera que publique un total de cuarenta títulos -están disponibles en versión papel y ebook- entre los que se cuentan La Ilíada, El Corán, Hamlet, La educación sentimental, Guerra y paz, La letra escarlata yMujercitas, además de una selección de clásicos españoles como el Poema del Mío Cid, El conde Lucanor, La vida es sueño, El Quijote y La celestina, entre otros.
Desde las oficinas locales de Penguin Random House, Mariana Vera, una de sus editoras, cuenta que la mayoría de los ejemplares editados en la Argentina incluyen introducciones a cargo de referentes literarios, cronologías y líneas de tiempo. «Pensando en el lector argentino, hicimos un trabajo de neutralización de las traducciones como para suavizar el español y hacer la lectura más amigable. Son modificaciones sutiles basadas sobre el reemplazo del vosotros y sus conjugaciones por el ustedes, además de la sustitución de ciertos términos en clave local.» Para 2017, la editorial tiene proyectada la publicación de cuatro clásicos de la literatura argentina que incluirán estudios introductorios de críticos especializados: El matadero y La cautiva,de Esteban Echeverría; Martín Fierro, de José Hernández; Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, y Una excursión a los indios ranqueles, de Lucio V. Mansilla.
Un clásico entre los clásicos: la edición de La bestia debe morir de El Séptimo Círculo.
La revolución de bolsillo
La importancia de Penguin en el panorama de la literatura universal se debe a que hasta 1935 sólo existían los libros de tapa dura, únicamente accesibles para determinadas clases socioeconómicas. La idea revolucionaria de Allan Lane, un joven británico vinculado con el negocio editorial, fue poner a disposición de todo el mundo sin distinción literatura de calidad mediante la comercialización de ejemplares tan baratos como un paquete de cigarrillos y que no sólo se vendieran en librerías, sino también en kioscos de revistas y estaciones de trenes. De ahí que el éxito de Penguin se cifró en convertir a un público que sólo tomaba prestados libros en las bibliotecas a uno que podía comprarlos sin hacer temblar su economía. El lanzamiento de los primeros títulos –Adiós a las armas, de Hemingway; un misterio de Agatha Christie y Ariel, de André Maurois, entre otros- fue un verdadero hit: sólo durante ese 1935 se vendieron alrededor de tres millones de ejemplares.
La revolución de los libros de bolsillo llegó acompañada de unas tapas tan simples como atractivas, tanto que hoy se han convertido en un ícono del diseño. Edward Young, un joven estudiante de 21 años, fue el responsable de la creación del clásico formato de tres franjas horizontales, dos de las cuales -los extremos- cambiaban de color según el tema de la colección: naranja para ficción, azul para biografía y verde para misterio. Young supo encontrar también en la ilustración de un pingüino el logotipo con el que se identifica a la editorial.
Reconocibles a la distancia, las portadas de Penguin mantuvieron este diseño hasta los años 60, cuando las nuevas tecnologías permitieron introducir ilustraciones, colores y fotografías a las cubiertas que, sin embargo, hasta hoy mantienen la maqueta básica de las tres franjas. Con el paso del tiempo, aquellas primeras tapas se convirtieron en un sello tan importante que cuando en 2015, la editorial cumplió 80 años se multiplicaron los objetos de merchandising inspirados en ese primer diseño. Hoy es posible encontrar toda clase de artículos con la impresión de los libros que, en definitiva, revela una supuesta cultura de su dueño: hay tazas, reposeras, termos, libretas tipo Moleskine, lápices, bolsos, llaveros, portadocumentos, toallas, juegos de mesa, gorras, baberos, paraguas y hasta enteritos para bebés.
Cuadros personalizados que imitan la tapa clásica de Penguin, una de las ofertas de merchandising para el 80° aniversario de la colección, en 2015.
Otras colecciones memorables
En la Argentina, el movimiento de los clásicos de bolsillo accesibles a todas las clases sociales tuvo célebres referentes locales. Aquí repasamos algunas de las colecciones que dejaron una huella indeleble en la educación literaria del ciudadano local.
El séptimo círculo. Entre las aventuras emprendidas por Borges y Bioy Casares, se cuenta la colección de novelas policiales inglesas que los escritores dirigieron desde 1945. Con referencia directa al lugar destinado a los violentos el infierno en La divina comedia, la primera entrega de la serie fue La bestia debe morir, de Nicholas Blake, traducida por Wilcock. Si bien la colección se editó hasta 1983 y llegó a sumar 366 títulos, la curaduría de Borges y Bioy se limitó a las primeras 120 obras.
Tor. Lejos de la sobriedad del Séptimo Círculo, esta editorial es conocida tanto por los más de doce mil títulos que publicó con tapas de tipo sensacionalista como por las dudosas prácticas comerciales de su alma máter, Juan Carlos Torrendell. Desde 1916, y a pesar de los numerosos juicios y escándalos que tuvieron que enfrentar, los libros de Tor no sólo democratizaron el consumo literario local, sino que fueron las piedras fundamentales en la construcción de sus bibliotecas. Hasta 1971, la editorial fue la mayor divulgadora de clásicos: desde las obras de Freud y de Marx hasta las novelas de aventuras de Salgari. Entre las diferentes colecciones de la editorial se destacan la de Misterio, la Sexton Blake, la Serie Amarilla de policiales, la Ultra de ciencia ficción y las Delly y Amapola de novela rosa.
Minotauro. En 1955, el legendario Francisco Porrúa fundó una de las principales editoriales de ciencia ficción en castellano, donde se publicaron por primera vez en español obras de autores fundamentales como Ray Bradbury, J. R. R. Tolkien, J. G. Ballard y Philip Dick, entre otros. Bajo distintos seudónimos, Porrúa se encargó de todas las traducciones y así amplió el universo de autores del género conocidos para el público hispano.
Clásicos Jackson. Cuarenta tomos antológicos que resumen lo más importante de la literatura universal, ésa era la misión de la rama argentina de la editorial estadounidense W.M. Jackson Inc. Cada libro contiene obras de referentes literarios de todos los tiempos como las obras de Aristóteles; las comedias y las tragedias de Shakespeare; los grandes escritores rusos; los poetas líricos castellanos; los escritores místicos; La divina comedia y la literatura epistolar, entre otros. Adolfo Bioy Casares colaboró en la edición de algunas de sus entregas.
Biblioteca de Babel. En 1977 se edita por primera vez esta colección de títulos dirigida y prologada por Borges, bajo el sello Siruela en España y Franco María Ricci en Italia. Con ilustraciones incluidas, entre las 33 obras que componen esta antología señera de la literatura fantástica aparecen Las muertes concéntricas, de Jack London;El crimen de Lord Arthur Saville, de Oscar Wilde; La puerta en el muro, de H.G. Wells;La isla de las voces, de R.L. Stevenson; El ojo de Apolo, de G. K.Chesterton; La estatua de sal, de Leopoldo Lugones; La casa de los deseos, de Rudyard Kipling y Los amigos de los amigos, de Henry James.
Biblioteca básica universal. Dicen que Boris Spicacow, fundador del Centro Editor de América Latina (CEAL), fue el curador de la biblioteca del argentino de clase media. Con la premisa de hacer llegar libros para todos, el CEAL se concentró en publicar obras de calidad a precios accesibles para que pudieran estar al alcance de todas las clases sociales. Entre sus más célebres colecciones se encuentra la Biblioteca Básica Universal, que desde 1968 se dedicó a publicar títulos clásicos del canon literario.
Que las niñas y los niños de Baasneere, en Burkina Faso, África, tengan una oportunidad para su desarrollo educativo. Este es el objetivo de la primera escuela de educación secundaria que se empezará a construir el próximo mes de septiembre gracias a un proyecto de cooperación liderado por la ONG local Algemesí Solidari con la colaboración del Programa 0,7 Una Nau de Solidaritat de la Universitat de València, así como otras instituciones y entidades voluntarias.
El problema del analfabetismo en Burkina Faso, un país a la cola mundial en desarrollo, es una lacra que arrastra la población desde decenios y que obstaculiza, entre otros factores, su crecimiento. De alguna manera, supone un pilar de su estancamiento económico, político y social. Según los últimos datos del Index Mundi, solo el 46% de los niños entre 0 y 14 años está escolarizado.
En el caso concreto de Baasneere, una población de unos 10.000 habitantes situada en el Centro-Norte del país, en la provincia de Sanmatenga, e integrada por numerosos poblados diseminados, no hay centros ni de infantil ni de secundaria, únicamente siete escuelas de primaria. Al acabar este periodo educativo, que abarca de los 6 a los 12 años, los jóvenes se tienen que desplazar entre 30 y 40 kilómetros para continuar los estudios en la capital, Kaya, o en la ciudad de Kongousi. Así pues, “para los niños que todavía no han accedido a la edad de escolarización, la calle se convierte en la maestra principal; mientras que para aquellos que superan ya el tiempo previsto para la alfabetización básica, solo queda la opción de viajar a alguna capital”, dice Carmel Ferragud, profesor de la Universitat de València y miembro de la comisión de Algemesí Solidari para la construcción de la escuela de secundaria en Baasneere.
“Si el país no consigue alfabetizar a un número más elevado de niños y niñas no habrá manera de salir del círculo de la pobreza”, afirma el profesor, quien explica que, ante la imposibilidad del Gobierno burkinés para crear escuelas, las infraestructuras educativas dependen realmente del “tejido de las ONG” que operan en Burkina Faso. “El Estado aporta el profesorado, el personal docente, pero la infraestructura depende del esfuerzo exterior porque, sencillamente, no hay dinero”, reconoce Ferragud.
La ejecución del proyecto de la construcción de la primera escuela de Baasneere tiene una duración prevista de seis años, lo cual será posible gracias, por un lado, a la cantidad de instituciones y entidades implicadas: la ONG Algemesí Solidari, responsable de la iniciativa, junto con la entidad burkinesa A3B Association ‘Buud-Bumbu de Bao/Baasneere’ pour le Developpement et l’Amitie entre les Peuples; el despacho de arquitectos ‘Hac 90 Arquitectes’, en colaboración con la Cátedra UNESCO de Arquitectura en Tierra y la Universitat Politècnica de València; y el Programa 0,7 Una Nau de Solidaritat que gestiona la Fundació General de la Universitat de València; y, por otro, a la viabilidad de la propuesta. En este sentido, Carmel Ferragud explica que, en primer lugar, el proyecto nace desde el corazón de la misma población, quien expresa la necesidad de acoger este centro; la ONG Algemesí Solidari dispone de los recursos humanos y materiales necesarios para la realización de la escuela; y el apoyo financiero comprometido alcanza la práctica totalidad de las previsiones de las primeras fases de formación y construcción. Además, la nueva escuela supondrá un revulsivo para la economía de la zona, puesto que la mano de obra, después de recibir la formación adecuada, será local.
La primera fase arrancará el próximo mes de septiembre. Según describe el profesor de la Universitat de València, se llevará a cabo una estrategia de construcción en módulos. “El primer módulo consiste en dos aulas. El sistema constructivo por el que hemos optado se fundamenta en el valor de la arquitectura vernácula, totalmente sostenible para emplear materiales propios del terreno como el bloque de adobe compactado o BTC; pero, además, estamos desarrollando en Valencia y en Algemesí una investigación para constatar los sistemas de creación de muros y vueltas con los materiales de la zona”, añade Ferragud.
Sin más dilación, este verano la ONG ha organizado un campo de trabajo para que jóvenes valencianos, en colaboración con jóvenes de Baasneere, disfruten durante 12 días de actividades educativas y de ocio con los más pequeños de la localidad, un taller que empezó en 2014 y que ahora se presenta como la antesala de la mejora educativa de los poblados.
El Programa 0,7 de la Universitat de València
El Programa 0,7 Una Nau de Solidaritat (http://links.uv.es/5wev1In), que convoca el Vicerrectorado de Internacionalización y Cooperación de la Universitat de València, está dirigido por la Comisión 0,7, creada en 1995 con la misión de establecer las líneas generales de actuación en materia de cooperación al desarrollo de la Universitat de València; distribuir el presupuesto 0’7 -que se obtiene del 0’7% del presupuesto de la Universitat, así como con carácter voluntario del 0’7% de las nóminas de su personal y de las tasas de matrícula de sus estudiantes- entre los diversos programas de cooperación; controlar y supervisar este presupuesto; y preparar y resolver convocatorias de proyectos propios de cooperación.
El Día Internacional contra el acoso escolar conocido también como Día contra el Bullying se conmemora el 2 de mayo. Se trata de una campaña de concienciación sobre un problema que afecta a millones de escolares en todo el mundo.
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar, maltrato escolar o en inglésbullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.
Suelen ser más propensos al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome de Down, el autismo, síndrome de Asperger, etc.
Tipos de acoso escolar
Los profesores Iñaki Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas:
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