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Entrevista a Lalu Gómez: “Hay muchas maneras de ser líder y los maestros lo son”

Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Lalu Gómez es psicóloga y psicoterapeuta especializada en Infancia y Familias. Tras ejercer como Psicóloga Clínica y en Investigación, creó en 2016 “Psicofamilias” un proyecto profesional dirigido a promover la Salud y la vinculación positiva de los individuos desde los primeros entornos de aprendizaje. Con ella hemos hablado de esta iniciativa y otros temas de interés como la parentalidad positiva, la escuela, Inteligencia Emocional y cómo aplicar metodologías como la Teoría de las Inteligencias Múltiples a través de apps y dispositivos tecnológicos.

Háblenos de su proyecto “Psicofamilias”, ¿qué aporta al núcleo familiar y a las escuelas?

Es una propuesta global de asesoramiento, formación y atención psicológica. Entendemos que la familia es el primer entorno de vinculación y aprendizaje, y que, junto a la escuela, configura las primeras experiencias en la formación de la identidad, la autoestima y las expectativas sobre el mundo en los niños.

Todas las acciones preventivas y de promoción de la salud dirigidas a familias y escuelas tienen un enorme potencial, ya que transforman a esos individuos y los convierte en agentes de salud que propagan y multiplican el efecto de esas acciones preventivas, muchos años vista. Ese es nuestro objetivo: promover la salud en las personas dotando de herramientas y recursos a niños y adultos, así como enriquecer y transformar los entornos a los que pertenecen (familia, escuela, empresa, entornos socio sanitarios y de ocio…).

Sabes que estás ejerciendo una parentalidad positiva cuando eres capaz de encontrar espacios de conexión emocional y de intimidad con tu hijo

Para una persona que nunca antes ha oído hablar de la parentalidad positiva, ¿qué es y cuáles son las características que determinan este concepto?

Es una de las líneas transversales en nuestro trabajo con familias y un concepto que está en el punto de mira de la investigación en salud y las agendas políticas a nivel internacional, y que muchas familias ponen en marcha de manera intuitiva desde hace tiempo. Se trata de ofrecer a los hijos un entorno seguro y estable en el que se marcan límites y normas de una forma no violenta, favoreciendo las relaciones positivas entre los miembros y con el entorno. Ejercer una parentalidad positiva es considerar las necesidades de los pequeños y sus características individuales, además de facilitar el establecimiento de un apego seguro y una vinculación positiva.

No siempre podremos satisfacer sus demandas o preferencia, pero siempre podemos ofrecer un marco de empatía y de aceptación incondicional. Y por supuesto, hemos de ser capaces como adultos de reconocer nuestros propios errores ante ellos. El hecho de rectificar o pedir perdón tampoco nos resta autoridad, al revés, refuerza la confianza y el vínculo con ellos, les sirve de ejemplo y les ofrece un modelo para gestionar sus propios errores y fracasos.

Según su experiencia, ¿cómo se puede gestionar esta parentalidad positiva?, ¿qué patrones o elementos hay que valorar?

Sabes que estás ejerciendo una parentalidad positiva cuando eres capaz de encontrar espacios de conexión emocional y de intimidad con tu hijo, cuando llega el final del día y te sientes una buena madre o un buen padre y eres capaz de manejar las situaciones del día a día, incorporando los conflictos o los días malos como algo natural y normal. A veces vamos demasiado rápido para pararnos siquiera a reflexionar. Las prisas y la urgencia no se llevan bien con el ejercicio de la parentalidad positiva.

Podemos identificar tres ingredientes básicos: amor y aceptación incondicional, empatía y autenticidad. No obstante, la parentalidad positiva no pretende ser un manual o modelo único, más bien ofrece una hoja de ruta, para que cada madre/padre desarrolle su propio modelo y lo vaya adaptando.

El verdadero aprendizaje se da desde lo vivencial. Cuando algo impacta en el niño deja una huella imborrable

En los últimos años se ha hablado (y mucho) de Inteligencia Emocional. ¿A qué cree que se debe?

El hecho de que las emociones cobren tanta importancia refleja la necesidad de integrar el conocimiento y la evidencia de la neurociencia aplicada al aprendizaje y a las relaciones humanas. Por fin nos hemos dado cuenta de que el cambio está en promover líderes emocionalmente competentes, y no solo académicamente excelentes. Lo uno sin lo otro no tiene sentido, a eso me refiero con integrar. Es importante que detrás de los conceptos haya un conocimiento y una solidez, pero también ha de haber emoción, porque si no, queda vacío. En las formaciones a profesorado siempre trato de hacer una conexión con la esfera personal y privada, las emociones nos remueven y sacuden saltándose muchas veces el filtro de lo racional. El verdadero aprendizaje se da desde lo vivencial. Cuando algo impacta en el niño deja una huella imborrable.

Cuando hablo de liderazgo me refiero al impulso para que cada persona logre su máximo potencial y aporte algo valioso al mundo. Hay muchas maneras de ser líder y los maestros lo son, ya que están al pié del cañón en las aulas, acompañando y formando a los ciudadanos del futuro.

¿A partir de qué edad opina que hay que comenzar a trabajar las emociones?

Diría que empieza desde que el bebé está en la tripa, pero en realidad empieza mucho antes, cuando existe en el papá o la mamá la fantasía y la ilusión de ser padres. La mejor manera de trabajar la competencia emocional de los niños es promover esas competencias en los adultos que se encargan de su cuidado, tanto familias como profesorado. 

Desde un plano muy práctico, podemos trabajar las emociones ofreciendo al niño un entorno que le permita sentirse querido, valorado y aceptado (no solo cuando se porta bien u obtiene buenos resultados). Es especialmente importante que lo sienta cuando se siente mal o no es capaz de gestionar algo. Otra forma de trabajar las emociones es comprometerse en indagar y comprender las emociones propias y las vivencias. Los adultos tenemos mucho que aprender acerca de nosotros mismos, aceptar eso y ponernos manos a la obra ofrece un aprendizaje vicario potentísimo para el niño.

La inversión en Prevención y Promoción de la Salud es decisiva

¿Qué consecuencias implica una gestión no adecuada de las mismas?, ¿qué instrumentos recomendaría para su óptima gestión?

El sufrimiento en la infancia y los conflictos familiares procede en muchas ocasiones de situaciones cotidianas y leves que no se han sabido gestionar, la familia no ha encontrado recursos de ayuda o soporte y el deterioro ha llevado a una situación más grave. Creo que la formación a los profesionales de la Salud y la Educación y el asesoramiento a las familias son la clave. La inversión en Prevención y Promoción de la Salud es decisiva. O invertimos en Salud, o tendremos que estar dispuestos a gestionar la enfermedad y el sufrimiento.

Podemos emplear las nuevas tecnologías para que nos acerquen y nos ayuden a establecer vínculos humanos de mayor calidad. Los expertos hablamos mucho de los peligros de las nuevas tecnologías y las pantallas, pero a veces se nos olvida que hemos de formar y sensibilizar a las familias y profesionales en un uso seguro de las mismas, en reducir los peligros y optimizar los beneficios. La clave es integrar lo cotidiano como oportunidades de aprender y acercarnos a otros seres humanos, y las nuevas tecnologías son un elemento más en nuestro día a día.

¿Cómo se pueden aplicar metodologías (como la Teoría de las Inteligencias Múltiples) a través de apps y dispositivos tecnológicos, y qué herramientas y recursos TIC utilizaría?

Las TIC nos ofrecen posibilidades cada vez más refinadas y cercanas a la experiencia real. Hace poco he tenido la oportunidad de experimentar con la nueva Samsung Galaxy Tab S3 y es increíble la experiencia que ofrece de escritura y dibujo al natural a través de su lápiz digital. Podemos seleccionar apps que permitan al niño fortalecer y afianzar contenidos académicos de una forma lúdica.

Otra opción muy interesante es que permiten cultivar talentos y preferencias del niño que no puede practicar en su entorno cercano. La aplicación de la teoría de las inteligencias múltiples a las TIC debe ir en la misma línea, integrar. Nos sirven para ejercitar aquellas áreas que por unas razones u otras el niño no ha practicado, así como ofrecer escenarios en los que éste elige y muestra iniciativa y deseo de poner en marcha sus intereses. Hay mucho por hacer en este sentido, filtrar y seleccionar contenidos con grandes posibilidades educativas. Samsung tiene iniciativas interesantes y muy potentes en ese sentido, incluso en temas sociales y de actualidad, como la prevención del ciberbullying y la detección y tratamiento de la dislexia y las dificultades de aprendizaje.

Las TIC permiten cultivar talentos y preferencias del niño que no puede practicar en su entorno cercano

Por último un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?:

Emociones:

Vida, pasión, diversión, experimentar, crear, innovar.

Inteligencia:

Capacidad de adaptarse al medio, optimizar recursos, y desarrollar estrategias y habilidades.

Pensamiento:

Imágenes mentales y palabras que nos permiten entender el mundo y dar sentido a nuestra experiencia interna, a aquello que nos hace humanos.

Psicofamilia:

Arraigo, fuerza, integración. Cuerpo, mente, espíritu.

TIC:

Conectividad. Presente y futuro. Necesidad de actualizarse y reciclarse a cada momento. Uso seguro.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/lalu-gomez-lider-maestros/50760.html

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Gira Nacional 2017 (Guanare). Apagón Pedagógico Global. Dr. Luis Bonilla- Molina

Venezuela – Guanare/05 de julio de 2017/Fuente: Prensa OVE

El portal Otras Voces en Educación te invita a participar en la Gira Nacional titulada el «Apagón Pedagógico Global» presentada por el Dr. Luis Bonilla – Molina, el día viernes 07 de julio del año 2017, en la Aldea Universitaria «Francisco de Miranda», en la ciudad de Guanare del estado Portuguesa a las 9:00 am.

Apagón Pedagógico Global (APG)

Luis Bonilla – Molina

Las reformas educativas en clave de resistencias

Una vorágine de mutaciones culturales presiona a los sistemas escolares en el siglo XXI, impulsando su transformación de manera acelerada; lo que permanece invariable, en la inmensa mayoría de lugares del mundo, es el sistema económico, político, social y cultural de explotación del hombre por el hombre.

El cambio educativo suele venir en presentaciones de reformas y en algunos casos de revoluciones. A veces las reformas son lo más revolucionario posible en un momento histórico dado; en otros casos las reformas sólo intentan impedir revoluciones y contradicen la propia esencia etimológica de ‘acción para volver a formar’ reproduciendo las mismas políticas y prácticas que enuncian cambiar.  Muchas reformas son en realidad contrarreformas que procuran eliminar o minimizar el impacto en la acumulación de capital, de importantes conquistas sociales. Dialécticamente hablando, todos estamos de acuerdo en cambiar constantemente, sólo que algunos abiertamente aspiramos que la transformación sea el camino para construir otro mundo posible de solidaridad y justicia social en el cual el ser humano deje de ser considerado un simple consumidor de mercancías.

Respecto al cambio educativo actual Unesco (2015) plantea:

Vivimos tiempos turbulentos. El mundo está rejuveneciendo y aumentan las aspiraciones a los derechos humanos y la dignidad. Las sociedades están más conectadas que nunca, pero persisten la intolerancia y los conflictos. Han aparecido nuevos centros de poder, pero las desigualdades se han agravado y el planeta está bajo presión. Las posibilidades de un desarrollo sostenible e inclusivo son muy amplias, pero las dificultades son arduas y complejas. El mundo está cambiando: la educación debe cambiar también. (p.3)

En el presente, es creciente el interés del capitalismo globalizado por generar una centralización de las reformas educativas a escala mundial que le permita introducir de la manera más homogénea y rápida los cambios educativos que demanda el modelo de producción del siglo XXI. En contraposición, ciudadanos y magisterio entienden cada vez de manera más nítida, la urgencia de construir una agenda internacional alternativa en defensa de la educación pública.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los países miembros de la ONU en Septiembre de 2015, expresan la tensión actual entre aspiraciones ciudadanas e intereses del gran capital. Los ODS o nueva versión de las llamadas metas del milenio[i], incorporan en esta oportunidad un objetivo específico dedicado a la educación, el cuatro, que contiene diez metas[ii] las cuales exigen ser leídas, valoradas y trabajadas con una clara visión política.

Hasta hace tan solo un par de décadas, el proceso de reformas había construido una imagen-pinza pública de cambios “generados” desde el nivel nacional, los cuales en la medida que fueran progresistas contarían con el respaldo de los organismos internacionales especializados en la agenda educativa. Hoy, se construye una imagen pública para las transformaciones educativas diametralmente opuesta. Las reformas educativas aparecen ahora como resultantes de un consenso mínimo internacional que guiará los procesos de cambio de los sistemas escolares nacionales.

No es una novedad que el centro capitalista le imponga a la periferia la ruta de las adaptaciones que requiere el modelo de producción y sus sistemas de engranaje, en este caso el educativo. La variante en el presente viene dada por el hecho de legitimar ante el público en general, los mecanismos de determinación de la agenda de cambios desde el propio centro de gobernanza global.

Ministerios de Educación Nacionales -o sus equivalentes-  aparecen ahora interpelados a cambiar; ya sea conforme a las orientaciones que dictan los organismos económicos internacionales o, en la dirección convergente que acordaron sus gobiernos a través de los ODS, cuyo monitoreo, supervisión y evaluación –en el último de los casos- está a cargo del sistema de Naciones Unidas.

Al ser los sistemas escolares parte sustantiva de los mecanismos de gobernabilidad de los Estados Nacionales, ello impone dinámicas de alianzas y acuerdos entre perspectivas e intereses comunes a escala planetaria por parte de quienes gobiernan; lo cual debería hallar un correlato entre quienes resistimos. El curso que tomen los cambios educativos en cada lugar dependerá, en gran medida, de la correlación de fuerzas que caracterice al mundo político en un momento histórico dado y de las tensiones existentes entre las clases en esa sociedad.

Pero, ¿cuál es el lugar de enunciación de las reformas educativas? Ante todo es importante destacar el papel de la ex URSS en el triunfo del paradigma de la educación para todos y todas. En 1917 los bolcheviques toman el poder en la Rusia Zarista e inician la revolución socialista en uno de los países más atrasados, económicamente hablando, sin acueductos, electricidad y con muy pocas escuelas. En solo décadas logran concretar una política pública que hasta ese momento parecía ser una utopía a nivel mundial: hacer llegar la educación a todo el territorio de Rusia y la Unión Soviética, es decir lograr la masificación educativa en un país. La educación para todos y todas dejó de ser una aspiración de ilustrados, maestros(as), sectores progresistas y políticos radicales en el mundo, para convertirse en un paradigma emergente de la gestión pública.

Al culminar la Segunda Guerra Mundial creció la esperanza de los pueblos del mundo respecto a las posibilidades de la educación para evitar otra confrontación a gran escala y como camino para mejorar sus sociedades. No es osado señalar que la educación de masas es una conquista del socialismo, independientemente de la degeneración burocrática y liquidacionista de la experiencia soviética desde el periodo post leninista.

Por ello, el surgimiento del paradigma mundial de la educación de masas debemos ubicarlo en el marco de las tensiones propias de la crisis capitalista que llevó a las dos guerras mundiales del siglo XX y la insurgencia de la revolución rusa.

En ese contexto, al finalizar la Segunda Guerra Mundial los sectores capitalistas más conservadores se vieron forzados a aceptar, no sólo la creación de la UNESCO, sino el impulso de la masificación de la educación a escala planetaria.

Con la creación de la ONU se estructuran un conjunto de organismos especializados en las distintas áreas de gobierno e interés político, los cuales fueron delineados a partir de los acuerdos de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas (1944). En el caso de la educación se asume que la tarea central le corresponde a UNESCO, quien puede establecer alianzas en determinados casos con otras agencias dependientes del sistema de Naciones Unidas e incluso más allá.

Sin embargo, con el desembarco del neoliberalismo educativo en la década de los ochenta del siglo XX, organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros, decidieron fortalecer sus oficinas de educación y asumir un mayor protagonismo en las propuestas, diseños y orientación de las reformas educativas globales. De esa etapa hasta el presente han evolucionado adquiriendo un protagonismo central que amenaza, incluso, la continuidad de convergencia de la agenda educativa en UNESCO.

Es necesario señalar que UNESCO sigue siendo -por carencia de otro espacio mundial similar o parecido-  el lugar privilegiado para expresar las tensiones entre lo económico, lo político, lo pedagógico y lo social; por ello, mantiene su carácter progresivo respecto a las instancias económicas señaladas. El creciente protagonismo en la agenda educativa de los organismos económicos globales amenaza con sustraerle a UNESCO su papel de líder en el sector, dejándole sólo protagonismo en cultura y comunicación.

Hoy en casi todos los sistemas educativos del mundo se habla de calidad de la educación como preocupación central de las reformas y el mecanismo hegemónico que se está utilizando para determinar su curso es el modelo del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o PISA (por sus siglas en inglés). PISA es diseñada y puesta en marcha por la OCDE, convirtiéndose su propuesta en el paradigma de la medición y estandarización educativa a nivel global. La direccionalidad estratégica de la política educativa suele ser decidida por el centro de poder del sistema mundo derivado del acuerdo de Bretton Woods (1944)[iii].

La bitácora de las reformas educativas se inicia en las reuniones del G7 (o G8); su memorándum activa al Fondo Monetario Internacional (FMI) quien delinea la ruta de solución a los “problemas” y transformaciones que requieren los sistemas educativos nacionales para satisfacer las demandas del modelo de producción. Estas recetas generan demandas concretas para los sistemas escolares, vistos como lugares donde se forma la mano de obra especializada y/o calificada que requiere el capital en la coyuntura.

El Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, estructuran y coordinan las políticas económicas y sociales, así como escenarios presupuestarios financieros por regiones y países, para los sistemas educativos a partir de los acuerdos del G7 (ó G8) y el FMI.

Luego, estas decisiones y orientaciones son legitimadas ante el público en general, mediante documentos, discursos, libros, declaraciones, noticias, estudios, que circulan de manera profusa en la organización y desarrollo de Conferencias internacionales, regionales, especiales, sectoriales organizadas según la magnitud de la transformación requerida, en la telaraña de instituciones pertenecientes a:

(1) el sistema de Naciones Unidas (UNESCO, FAO, UNICEF, PNUMA, entre otras);

(2) muchas organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales;

(3) las cada día más influyentes Fundaciones Filantrópicas pertenecientes a grandes magnates industriales y financieros.

Los debates, acuerdos y resoluciones que acompañan esta operación son difundidos de manera profusa en formatos de noticias, estudios especializados, artículos de opinión, programas especiales de TV y radio, colecciones bibliográficas, videos, hasta en canciones y películas por parte de la industria cultural. El propósito es construir hegemonía cultural que propicie la cimentación de consenso social, respecto a la inminente necesidad de emprender cambios en una determinada dirección y  sector, en este caso el educativo.

Esta dinámica permea los debates nacionales y construye “viabilidad política” para emprender los cambios: La narrativa de presentación en cada país, solía ser la propia de un clamor de la ciudadanía local, ocultando –en la mayoría de los casos- su lugar de enunciación real, la teleología del cambio propuesto y la dependencia nacional respecto a centros de poder económico mundial. Estas iniciativas que antes se imponían bajo el formato inicial de “Comisiones Nacionales de Currículo” y “Comisiones de Estado para la Reforma Educativa”; hoy suelen presentarse como “Comisiones por la Calidad Educativa” y, la narrativa que las alimenta es la de la estandarización de los aprendizajes.

Reformas, contrarreformas y educación publica

Las reformas y contrarreformas educativas se convirtieron en los mecanismos que expresaban las tensiones entre educación para élites y educación para todos y todas. Desde la perspectiva de los intereses del gran capital se procuró hipotecar las reformas educativas a los requerimientos del modo de producción; desde las resistencias al modelo capitalista, las reformas fueron consideradas oportunidades para avanzar en el concepto de educación pública, gratuita, popular y de la calidad incluyente.

Al analizar los procesos de reformas educativas generadas desde el surgimiento del Sistema de Naciones Unidas podemos identificar tres grandes ciclos, un número similar de operaciones de control de destino y cinco modas.

El primer ciclo fue el de la masificación de la educación. Éste aparece vinculado a la reestructuración del mundo capitalista post segunda guerra mundial; el cual demandaba mano de obra más especializada, burocracia gubernamental capaz de absorber y comunicar los nuevos códigos de gobernanza mundial y, la generación de una inmigración masiva de sectores de la población del campo a la ciudad en los países de la periferia capitalista que posibilitara la industrialización de la agricultura.

El segundo ciclo, es el de las reformas educativas neoliberales que se inicia en los ochenta con la crisis de las deudas externas, la revolución de las Tecnologías de la Comunicación y de la Información y, la reestructuración económica global. El propósito de este ciclo es la promoción de la privatización y la mercantilización educativa como mecanismos para liberar al sector público de la “carga” presupuestaria que implicaba la educación pública.

El tercer ciclo, se inicia a finales de los noventa e inicios del siglo XXI; siendo éste el ciclo el de la estandarización de la evaluación de docentes y estudiantes, la expansión acelerada de la mercantilización, la virtualización de la educación y del Apagón Pedagógico Global (APG).

En este ciclo se concreta el abandono de la agenda de la educación superior o universitaria por buena parte de los organismos educativos internacionales, dejando a merced del mercado y los rankings universitarios el destino del sector. UNESCO, por ejemplo, una vez culminada la primera Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES, 1998) paradójicamente cierra su dirección de educación superior.

Por otra parte, en las últimas décadas se distinguen tres grandes operaciones de control de destino caracterizadas por: (a) la creciente centralización internacional de la agenda de reformas de los sistemas escolares nacionales, (b) la homogenización de las narrativas ciudadanas y gubernamentales respecto a la educación y, (c) la determinación del uso de los recursos del PIB y el presupuesto público en educación a través de la imposición de las llamadas “tendencias” del cambio.

En el primero de los casos se logra construir una lógica mediante la cual las Conferencias Mundiales, Regionales y/ o  Sectoriales constituyen el espacio privilegiado para consensuar las rutas marco de las reformas educativas nacionales. En ese sentido se oculta el papel de la economía en la orientación estratégica de las reformas, dotando a algunos organismos internacionales del sector educación con una especie de aureola de “neutralidad” que les faculta para elaborar documentos base, permeados por la agenda económica en educación, los cuales son presentados con el lenguaje propio de los educadores y el sector educativo.

En el segundo, se logra construir un sentido común de lo educativo que tiene como rango distintivo “despolitizar” el debate en el sector. La despolitización procura ocultar la dependencia de los sistemas educativos respecto a las agendas de dominación política global. Si éstas se ocultan resulta más limitadas las posibilidades de que emerjan propuestas alternativas al modelo hegemónico de dominación, de neo colonización cultural y –como lo alerta Henry Giroux- de conformación de zombis políticos como sustitutos de la ciudadanía crítica. Un indicador claro de ello, son las dinámicas mediante las cuales los sistemas escolares fueron abandonando -progresiva y aceleradamente- –   las finalidades, tareas y estrategias vinculadas al pleno desarrollo de la personalidad que les caracterizó a sus inicios.

En el tercero, se logra consensuar la determinación de un monto mínimo del PIB (6%) y del presupuesto público (20%) para el sector de educación. Detengámonos brevemente en este último aspecto. Esta conquista de carácter progresivo, que sintetizaba una aspiración histórica del magisterio y sus organizaciones sindicales para garantizar el funcionamiento de robustos sistemas escolares nacionales y la ampliación de la cobertura de la educación pública, comenzó a ser vista como una importante porción del presupuesto público por parte de las grandes transnacionales del sector y para los empresarios locales.

Cada vez más economistas, administradores, especialistas en informática, comienzan a ocupar los cargos de Ministros de Educación o sus equivalentes; en muchos casos ya ni los viceministros del sector son educadores, ni tienen experiencias mínimas de aula en los sistemas escolares.

El Foro Mundial de Educación realizado en Incheon, Corea (2015)   -donde se consensuaron las metas y el Marco de Acción 2030 para el sector-   contó con la casi nula presencia de docentes en comparación con el protagonismo de los directores de los organismos económicos globales, los representantes de la filantropía empresarial y grandes transnacionales del sector educativo[iv]. En este sentido, el logro más importante de este Foro que fue consensuar un monto mínimo del PIB y del presupuesto para alcanzar metas en EPT 2030, resultó ser un escenario privilegiado para allanarle el camino a las grandes transnacionales del sector tecnológico y de la medición estandarizada, quienes entienden el 6% PIB y el 20% del presupuesto público educativo, como un mercado global a disputar.

Hoy buena parte de este monto –del PIB y el presupuesto público en educación-  está siendo invertido en la compra de chatarra tecnológica de rápida obsolescencia, el cual va a parar a las finanzas de las grandes trasnacionales informáticas. Otra porción es destinada a la aplicación de las pruebas estandarizadas (PISA y Ranking universitario, como ejemplos) cuyos resultados vienen prediseñados con orientaciones  para las políticas públicas educativas. Crecientes montos del presupuesto educativo se destinan en compras de materiales bibliográficos a los grandes consorcios editoriales, así como a las corporaciones de alimentos que invaden el mercado de las llamadas políticas compensatorias y los programa sociales que se viabilizan a través de la educación. Finalmente, otra porción importante del PIB y el Presupuesto Público del sector se utiliza en infraestructura y actualización de las condiciones de planta física para albergar plataformas tecnológicas. Todo en nombre del necesario cambio educativo.

Paradójicamente, en momentos en los cuales se logra acordar un piso mínimo de inversión en educación, se genera una desinversión en salarios y condiciones de trabajo de los docentes y, en requerimientos que emanen de la determinación de necesidades, prioridades y aspiraciones desde las propias escuelas.

Analizados los ciclos y las operaciones de control a distancia, veamos ahora el último de los elementos: las modas educativas.  Ellas se convierten en elemento discursivo central sobre el cuál gravitan las reformas educativas en cada uno de los ciclos y operaciones de control.

 Las modas educativas que fragmentan la pedagogía

El fragmento es la herramienta ontológica y epistemológica predilecta del capitalismo para imponer su dominio. Por su parte el análisis de la realidad como totalidad y la dialéctica entre lo global y lo local, emergen como antítesis de ese proceso epistémico de dominación. Por caminos distintos a los de otros campos profesionales, la pedagogía se auto constituyó en la ciencia o la convergencia de ciencias que estudian al ser humano en su proceso de aprendizaje no limitándose a lo cognitivo, sino relacionando la organización escolar con la realidad histórica, política, económica y social concreta.

Esta comprensión de la relación entre el todo y las partes, dota a la pedagogía de perspectivas políticas no siempre compatibles con el sistema. Por ello, se inicia un proceso inducido desde esferas económicas, tanto en el magisterio como en las políticas públicas, de ruptura con la posibilidad de interpretación holística de la realidad. Las modas y “novedades discursivas acompañan y hacen “creíbles” para el público en general, las contrarreformas educativas que debilitan los avances progresistas precedentes.

Desde los años cincuenta del siglo XX las reformas dejan de hablar de las pedagogías, sustituyéndolas en distintos momentos por alguno de sus componentes como epicentro de la actividad de cambio educativo. Se habla de la importancia de trabajar un determinado fragmento de la pedagogía y se desacredita el potencial del conjunto de ellos actuando en la cotidianidad educativa. No desconozco con ello que detrás de cualquier enfoque pedagógico subyace una ontología y una epistemología política que condiciona su teleología. Lo que pretendo subrayar es el desarrollo de contrarreformas educativas que se fundamentan en modas educativas para romper cualquier posibilidad de interpretación de la realidad como totalidad.

Primero fue la moda de las didácticas (´50s), seguida de la moda de la formación de directores, supervisores y planificadores (´60s), posteriormente las modas del gerencialismo y la evaluación cualitativa (´70s). En la década de los ochenta del siglo pasado desembarca la moda educativa de más larga duración, la del currículo, la cual se instaló en los sistemas escolares durando casi treinta años, además con concepciones curriculares separatistas de las políticas y prácticas pedagógicas.

En cada una de estas modas se nos dijo que el fragmento era el epicentro de la actividad pedagógica y el elemento más importante para las reformas educativas. El común identificador de las modas educativas lo constituye, la concepción nomotética del ser humano, la invisibilización de la tríada contexto-docente-estudiante en interacción, y especialmente, la ruptura con la interpretación de la relación entre lo general y lo particular, del todo con las partes, de lo escolar con el contexto, es decir de la totalidad con lo cotidiano del hecho educativo.

Esta dinámica logró permear la estructura y el diseño organizacional de muchos Ministerios de Educación, los cuales cuentan, con direcciones de planificación, currículo, evaluación, supervisión, entre otros, pero no cuentan con una instancia organizacional que las integre; peor aún aparecen separadas administrativamente en vice ministerios distintos que no se articulan entre sí. El objetivo de romper con la mirada integral e integradora del hecho educativo fue realizado mediante la imposición de modas a partir de fragmentos de la pedagogía.

La moda más reciente es la de la evaluación de los sistemas educativos (dos primeras décadas del siglo XXI) con dos aristas centrales: la del rendimiento de los aprendizajes; limitándolo a cuatro áreas (lectura y escritura, matemáticas, tecnología y nociones de ciencia) y, de los docentes (uso del tiempo escolar, rendimiento estudiantil, mecanización de la carrera docente). En el caso de la educación superior se impone el modelo de los rankings. Se pretende ahora  decir que lo importante son los resultados de estas evaluaciones y clasificaciones.

A tal punto han logrado construir hegemonía para sus propósitos que buena parte de las reformas y/o contrarreformas educativas que vienen generándose gravitan y son determinadas por los resultados de las pruebas PISA/OCDE y los rankings universitarios surgidos del tejido de sistemas estadísticos internacionales promovidos por el Banco Mundial y la OCDE.

Paralelo a las modas educativas, y con el propósito de destruir cualquier resistencia a la regresión educativa en marcha, se ha generado una renovada ofensiva contra el magisterio y la idea de planteles escolares. Estos mecanismos buscan socavar y destruir el espacio de la educación pública. Veamos las expresiones de cada una de ellas.

La docencia una profesión en riesgo de desaparición

La dominación y las resistencias son procesos objetivos y subjetivos, que se expresan en la realidad social, en este caso educativa. Los docentes somos actores/autores fundamentales en la construcción de ciudadanía no domesticada, interpretación científica del mundo, el aprender a aprender y el desarrollo del pensamiento crítico. Si se indaga con meridiana precisión, encontraremos que detrás de cada proyecto emancipatorio colectivo ha sido notoria la presencia de docentes, quienes coadyuvaron a abrir -desde las ideas y el ejemplo de sus posiciones- el camino. Por ello, el capitalismo desprecia tanto a los docentes.

El capitalismo ha querido arrebatar hasta la identidad a quiénes ejercen la docencia. Los apologistas del capitalismo han señalando, en distintos momentos y regiones –incluso desde paradigmas aparentemente progresistas-  que, por ejemplo, no es correcto llamarse maestro o profesor. Esta línea discursiva se complementa con la que señala que “cualquiera puede dar clase y no se requiere mayor formación profesional que aquella propia de la transferencia de conocimientos” –como si la docencia y la pedagogía fueran simples tecnologías de enseñanza de contenidos-  o que “la docencia es una seudo profesión de paso, es decir, para ejercerla mientras se alcanza el dominio de otra profesión de larga duración”.

Lo que está ocurriendo en muchos países donde se presentan las contrarreformas neoliberales de nueva generación (siglo XXI), no es otra cosa que un gigantesco ensayo del gran capital para aplicar la más feroz involución educativa en el plano de la educación pública con un capítulo especial en la eliminación de la profesión que lo ha caracterizado: la docencia. Si logran imponerlo en algunos países procurarán generalizarlos como nuevo modelo para América Latina y el Mundo.

Estas contrarreformas en marcha en distintas latitudes del planeta, son para el capitalismo en educación del presente, lo que en los noventa fue la Chile de Pinochet. El centro de las reformas neoliberales de nueva generación apuntan a la destrucción de la profesión docente atacando:

(a) El prestigio, la tradición y el reconocimiento social de los centros de formación profesional, especialmente aquellas caracterizadas por su perfil crítico como las normales y muchos institutos pedagógicos;

(b) la estabilidad laboral, que en las décadas precedentes había logrado un estatus singular en buena parte de las legislaciones nacionales; el Caballo de Troya que utilizan para ello son las evaluaciones docentes, la imposición de nuevos modelos de sistemas de ingreso y ascenso, el horizonte difuso de los sistemas de jubilaciones y pensiones docentes, muchos de ellos generados en la frontera de lo extra jurídico.

Paralelo a ello, en muchos lugares se está procediendo a la creación de un “ejército de reserva docente” que trabajaría por periodos cortos de 1 a 6 años, para lo cual son preparados mediante modelos Fast Track de enseñanza de técnicas básicas de transferencia de conocimiento. Finalmente, mediante el impulso de modelos de virtualización educativa.

Si no son necesarios docentes, no existe razón en las políticas públicas para financiar o poner en marcha normales o universidades pedagógicas. Para su progresiva sustitución se diseñan programas de formación docente inicial y de formación permanente de los docentes en servicio, paralelos o independientes a los que se realizan en las normales o universidades pedagógicas en la Región.

Los administradores de los sistemas educativos nacionales comienzan a aplicar el modelo norteamericano de formación docente Fast Track,  cuyo rasgo más distintivo es la sustitución de lo pedagógico por tecnología de la enseñanza administrados por ahora en la mayoría de los casos, por y desde los Ministerios de Educación Nacional o sus equivalentes, pero que seguramente serán privatizados en el corto plazo;

(c) a las organizaciones sindicales autónomas del magisterio. Para ello coaptan, condicionan o desprestigian a las direcciones sindicales más patronales, persiguen  a las más combativas y colocan nuevos mecanismos y obstáculos para limitar la sindicalización y las posibilidades de procesar cotizaciones sindicales. Sindicatos débiles o sumisos no serán herramientas eficaces del magisterio para resistir;

(d) el concepto de lo público, abriendo paso a la idea de mercado educativo. La profundización de las iniciativas de mercantilización y privatización educativa son crecientes, en las cuales el docente es un simple asalariado condenado a trabajar un fragmento de la mercancía educativa, objetivada en títulos.

El propósito de cada una de estas iniciativas no es otro que poder mostrar que se pueden administrar y llevar adelante sistemas educativos sin maestros(as), sin profesoras(as) y sin la profesión docente. Pero la ofensiva de las contrarreformas de nueva generación no se detiene allí. El nuevo espacio de desmantelamiento de la educación pública es el plantel y el aula como lugares de encuentro y construcción del imaginario colectivo de los sistemas escolares masificados.

Plantel educativo o pantalla virtual: la tecnología acecha a la escuela

Si la prospectiva planificadora de los sistemas educativos, desde la lógica capitalista, ya no requiere normales ni universidades pedagógicas porque la docencia deja de ser una profesión, el capítulo siguiente de la contrarreforma neoliberal será la destrucción del plantel escolar como espacio educativo socialmente construido para la enseñanza-aprendizaje durante los siglos XIX y XX.

La virtualización juega un papel especial en esta tarea. Un dato ilustra esta tendencia, durante el año 2014 desde el Banco interamericano de Desarrollo (BID) se promovió el modelo de enseñanza de “pirámide invertida” que en esencia y síntesis planteaba que dada la proliferación de computadores caseros y portátiles, los teléfonos celulares inteligentes y las tabletas electrónicas, así como la expansión de la internet y el wifi, estaba llegando el momento de desarrollar un modelo de aprendizaje “casero” basado en videos masivos y uniformes de enseñanza, en el cual la escuela se convierta fundamentalmente en un espacio de evaluación.

Evidentemente, ello se alimenta de la tendencia a sustituir inversión en infraestructura escolar por servicios tecnológicos  -hardware y software- para mantener la expansión económica de la industria de las tecnologías de la comunicación y la información a escala global.  La disputa por las partes del PIB y el presupuesto público en educación es cada vez más feroz y como en los demás campos confronta al capital nacional con el trasnacional.

Apagón Pedagógico Global (APG)

Todos los procesos descritos anteriormente nos han permitido señalar, desde hace ya varios años, el riesgo cierto, que en el marco de las transformaciones del capitalismo mundial del siglo XXI se genere un Apagón Pedagógico Global (APG). En la carta que el 9 de julio de 2015 doscientos treinta y seis educadores e investigadores educativos de todo el mundo le entregáramos a la señora Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, así lo alertamos. Esta tendencia a generar un APG se expresa en:

(a) la fragmentación de la pedagogía, en el impulso de modas temporales de algunos de sus componentes (didácticas, planeación, gerencialismo, evaluación, currículo, sistemas de evaluación escolar) que terminan generando una despedagogización de la educación y especialmente de la escolaridad;

(b) una desvaloración institucional y social de la profesión docente que conlleva a impulsar la idea que cualquier titulado puede ejercer la docencia, rompiéndose la noción de profesionalidad en el sector y de carrera docente e, incluso cuestionando la existencia de normales y universidades que forman docentes;

(c) un creciente discurso de desvaloración de la escuela, del centro educativo, con alternativas que golpean la noción de educación pública, como lo son la virtualización, la educación en casa o el concepto de espacios de aprendizajes como sustitutos permanentes de plantel y aula;

(d) la evaluación de aprendizajes en dos áreas cognitivas (pensamiento lógico matemático / lectura y escritura), una informativa (conocimiento sobre ciencias) y una instrumental (uso de tecnología) creando la noción que el resto de los aprendizajes son de segundo orden. Todo aquello que apunte al desarrollo integral del ser, individual y social, y la construcción de ciudadanía pasa a ser accesorio y prescindible. La estandarización de los criterios y valores de estas cuatro áreas de aprendizajes se presentan como equivalentes a la calidad educativa como aspiración ciudadana colectiva.

No es osado ni delirante plantear que de continuar esta tendencia al APG capitalista en educación, en las próximas décadas podría desaparecer la escuela y la escolaridad como las hemos conocido en los últimos siglos. El sustituto de los sistemas educativos pareciera ser una especie de apartheid educacional que llevaría la exclusión educativa a un nivel inimaginable en el presente, conduciendo a la humanidad a una barbarie civilizacional sin precedentes.

El giro economicista de las contrarreformas educativas que se está imponiendo de manera abierta y sin medias tintas, obliga a abrir un debate mundial respecto a su impacto en el corto y mediano plazo.

No es tiempo de lecturas románticas o aparentemente “despolitizadas”. Ni las reformas educativas ni los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son neutros y los resultados de su implementación dependerán en buena medida de la orientación política que alcance la sociedad mundial en el corto y mediano plazo..

Lo que está en juego, es el futuro de la educación pública de masas en el mundo. Es tiempo de revisar, analizar y proyectar el papel de las resistencias en la actual coyuntura de las reformas y contrarreformas educativas a escala global. Las reformas educativas que no se piensan, diseñan y aplican democráticamente con los y las docentes, terminan en dominación y conflictos para las sociedades.

Quizá sea tiempo de soñar con una organización de los educadores a nivel mundial que no esté atrapada por las lógicas de los partidos del status quo mundial ni por las trasnacionales económicas; es tiempo de pensarnos desde el protagonismo central de los docentes de aula. Las resistencias son la única garantía de una educación pública para todos y todas como camino para construir juntos otro mundo posible.

 Lista de referencias y trabajo recientes vinculados

Bonilla-Molina, L. (2015). Calidad de la educación: Ideas para seguir transformando la educación. Ediciones CIM. Caracas Venezuela.

Bonilla-Molina, L (2016). Educación en la agenda para la elección del nuevo(a) Secretario (a) General de Naciones Unidas. Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/ archivos/99542

Bonilla-Molina, L. (2016). No dejemos solos a las maestras y maestros(as). (Carta a los candidatos a la secretaría general de la ONU). Disponible en http://questiondigital.com/?p=34137

Bonilla-Molina, L. (2016). La universidad Latinoamericana ¿Tiene falla de origen?  Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/101099

Bonilla-Molina, L. (2016). Universidad, apertura, cierre de carreras y programas de formación. Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/108540

Giroux, Henry (2011). Zombie Politics and Culture in the Age of Casino Capitalism. Series: Popular Culture and Everyday Life – Volume 23- EEUU.

ONU (2016). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Disponible en: http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education

UNESCO (2015). Replantear la educación: ¿Hacia el bien común mundial? Ediciones Unesco. París. Francia.               Disponible en http://unesdoc.unesco.org/images/ 0023/002326/232697s.pdf

UNESCO  (2016). Unesco Science Report: Towards 2030.  Ediciones Unesco. Paris Francia.  Disponible en http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002354/235406e.pdf

[i] Su análisis específico escapa a los propósitos y límites de extensión de este trabajo por lo que lo desarrollaré en otro artículo.

[ii] Ver las metas en  http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

[iii] La Conferencia de Bretton Woods deliberó en Julio de 1944 sentando las bases del sistema monetario, financiero y de gobernabilidad que rige al capitalismo mundial desde ese momento.

[iv] Esto generó una firme carta de rechazo de centenares de educación en el mundo, la cual me correspondió consignar el 9 de julio de 2015 ante la Directora General de la UNESCO y actual candidata a la Secretaria General de la ONU Dra. Irina Bokova.  Pueden leer y firmar la carta en la siguiente dirección electrónica https://www.change.org/p/maestros(as)-as-profesoras-es-investigadores-as-en-educacion-estudiantes-familias-organizaciones-del-magisterio-centros-de-investigacion-educativa-organizaciones-y-movimientos-soci-si-compartes-el-contenido-por-favor-expresa-tu-adhesion

Publicado originalmente en la Revista Viento Sur N° 147

 

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«Los niños», el documental que te hará reconsiderar tu percepción de las personas con síndrome de Down

Entrevista a la cineasta chilena Maite Alberdi, directora de la película que se proyecta en DocumentaMadrid.

El festival de cine documental DocumentaMadrid proyecta el último título de Alberdi, Los niños, donde se muestra la realidad de cuatro adultos con síndrome de Down. En tan solo una generación, la esperanza de vida de este colectivo se ha doblado y ha pasado de 25 a 60 años. El documental hace hincapié en los problemas a los que se enfrentan cuando superan el cuarto de siglo, y en cómo las familias y la sociedad gestionan esto, pues no hay casi centros para ellos a partir de esa edad.

AMAYA V. NAVASCUÉS
Maite Alberdi en las instalaciones de Morada Films, en el madrileño barrio de Malasaña.

La cinta está cosechando innumerables premios, entre ellos el Premio a la Mejor Dirección Femenina del Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA), considerado el más importante para el cine de este género. Delante de cámara suceden cosas tan naturales y a la vez tan aparentemente difíciles de captar que el espectador se cree delante de una ficción y olvida que los personajes no son buenísimos actores, sino que las historias mostradas son sus realidades.

Los niños ofrece una visión libre de prejuicios o etiquetas sobre las personas con síndrome de Down: también beben alcohol, se casan, amañan votaciones o quieren ser libres e independientes. El Huffpost se citó con la directora en el madrileño barrio de Malasaña y estas fueron sus respuestas:
¿Qué te llevó a contar la historia de Los niños?

Los niños surge porque yo siempre he vivido con una tía que tiene síndrome de Down y la gran preocupación de mi abuela era qué iba a pasar cuando ella no estuviera. Cuando mi tía nació, a mi abuela le dijeron que la expectativa de vida era de 25 años y que no iba a vivir mucho tiempo. Lo que pasó es que hoy día la expectativa de vida es de 60 años. Mi tía y los protagonistas de la película son una generación que ahora tiene entre 40 y 50 años y que sobrevivieron a sus padres. Es la primera generación adulta de personas con síndrome de Down y todavía los seguimos viendo como niños. Desde ese contexto es desde donde surge la película.

Fotograma del documental ‘Los niños’, de Maite Alberdi

De ahí el título, ¿verdad?

Claro, el título de la película es totalmente irónico, porque se llama Los Niños pero tienen 50 años y son adultos, así que tiene que ver con cómo hemos pensado siempre en ellos como niños y cómo nos acercamos a ellos desde la infantilización. La idea es romper eso.

Mi tía y los protagonistas de la película son una generación que ahora tiene entre 40 y 50 años y que sobrevivieron a sus padres.

¿Cómo fue el proceso de investigación hasta elegir a esos protagonistas?

Fue una búsqueda larga. Busqué distintos grupos de personas adultas con síndrome de Down y este fue el único grupo que encontré que llevaba 40 años yendo al mismo colegio y haciendo toda la vida lo mismo. Me interesó esta cosa de que la vida esté siendo siempre igual y que te estén diciendo «algún día, cuando seas grande, vas a poder vivir solo», «algún día, cuando seas grande, te vas a poder casar», pero ese día nunca llega. Desde esa situación de no cambio es desde donde me interesaron estos personajes. Además era un grupo donde yo veía mucha diversidad: no podría decir un rasgo común de las personas con síndrome de Down, sino que son todos distintos. Esto me permitía no empaquetarlos, porque cada uno tiene un sueño distinto: uno quiere trabajar, otro quiere casarse, la otra solo quiere que le regalen una Barbie… y para mí son igualmente válidos. Me interesaba respetar esa diversidad.

En tu película La Once tu abuela era una de las protagonistas. ¿No pensaste en convertir aquí a tu tía con síndrome de Down en una de las protagonistas?

En un momento lo fue, porque era amiga y de hecho es novia de uno de los protagonistas, pero se parecía físicamente mucho a la Anita, que es la protagonista. Cuando lo montamos la gente las confundía y por eso la tuve que sacar. No era un personaje protagonista, porque quizás no tenía un sueño tan claro como los otros, pero siempre fue parte del relato.

La abuela de Maite, una de las protagonistas del documental ‘La Once’, en un fotograma de la película

Tu anterior documental, La Once, consiguió en 2016 ser el primer documental en colarse entre los nominados al Goya a la mejor película Iberoamericana ¿Crees que hay una tendencia entre los espectadores hacia el documental?

Yo creo que de alguna manera se está construyendo audiencia para el documental, cosa que antes no existía. La gente está dejando de entender el documental como el reportaje televisivo clásico asociado a la objetividad, que es lo que nos metieron en la cabeza. El público está entendiendo los documentales como películas y los directores estamos trabajando muy conscientes de ello: la gente va al cine y yo tengo que ofrecerles una experiencia cinematográfica con todo lo que implica, visualmente y narrativamente.

La gente está dejando de entender el documental como el reportaje televisivo clásico asociado a la objetividad

Tras 40 años asistiendo al mismo colegio, el aburrimiento se apodera de los protagonistas de ‘Los niños’. Fotograma de la película.

¿Crees que tiene más fuerza lo real en contraposición a la ficción?

A veces se vuelve difícil contar una historia así, porque la materia prima es la realidad. Uno no tiene los hilos narrativos clásicos y creo que lo que estamos construyendo realmente son ficciones, porque son narrativas creadas, aunque sea desde la realidad. Que sea real le da un valor, porque cuando la gente sabe que lo que está viendo está pasando realmente, eso facilita la identificación del espectador.

Tus películas destacan mucho estéticamente y también por la naturalidad con la que ocurren situaciones insólitas delante del objetivo. Es la eterna pregunta, pero ¿cuánto hay de realidad y cuánto hay de preparación en ello?

En mi primera película, El salvavidas, nos decían que la conversación que tenían los niños parecía ficción porque de una conversación había muchos planos distintos. Lo que ocurre es que los niños repiten las cosas 20 veces y eso permite hacer mejores planos en términos de fotografía. En los dos siguientes documentales, Los niños y La Once, los planos tan cuidados de los postres y todos los de detalle tampoco son ficción: las cosas estaban ahí, pero uno se toma el tiempo de grabar el plano perfecto o iluminarlo para que se vea bien. La cámara alcanza a filmar situaciones excepcionales porque yo soy una convencida de que la realidad es totalmente cíclica.

Planos detalle del taller de repostería en el que trabajan los protagonistas de ‘Los niños’

¿Qué implica para el documental que la realidad sea cíclica?

Esto quiere decir que lo que vi en investigación se va a volver a repetir cuando esté filmando: no sé en qué momento, pero sé que se va a repetir. Lo que hago es investigar mucho tiempo en los lugares. En este caso pasé como seis meses con ellos, conociéndolos y entendiendo cómo funcionaba este espacio. Por eso ya sabía lo que estaba buscando. Es una cámara que espera, espera y espera hasta que lo que estaba buscando aparece. Nicholas Philibert hablaba de «programar el azar» para referirse a esto.

Ahondemos en el concepto de «programar el azar» en tu cine.

Es eso: lo que pasa delante de la cámara es casual pero uno también sabe lo que está esperando porque sabe las cosas que pasan en ese mundo. Hasta lo que parece extraordinario no es tan extraordinario porque está dentro de la línea de excepciones que suelen suceder en ese tipo de espacios. Lo fascinante es que pase frente a la cámara y es lo que uno como espectador también está buscando: que me muestren algo inusual o especial, no algo que pasa todo el tiempo. Eso es lo que hay que tratar de programar. Es conocer muy bien la realidad para que esa particularidad surja en pantalla.

Que me muestren algo inusual o especial, no algo que pasa todo el tiempo. Eso es lo que hay que tratar de programar.

¿Cuándo aprendiste a «programar el azar»?

Definitivamente en mi primera película, El salvavidas. Era una película cuyo protagonista era un salvavidas [un socorrista de playa] del que decían que tenía miedo al agua. Tenía que haber un rescate para ver realmente si en ese momento el salvavidas se iba meter o no al agua. Esa es la revelación del personaje, cuando está bajo presión y ves realmente cómo se comporta. Era una escena que no podía no estar en la película. Pero yo pensaba: «¿Cómo la voy a grabar?» porque es una playa de 2.000 personas. Entonces me preguntaba: «¿Cómo voy al alcanzar a correr y llegar justo cuando se esté efectuando un rescate?» Porque no puedes estar toda la vida grabando todo el tiempo.

AMAYA V. NAVASCUÉS

¿Cómo hiciste entonces para no grabar durante 24 horas en busca del momento excepcional?

Me leí todas las estadísticas de los marinos y me di cuenta de que en esa playa los rescates siempre eran entre las 17:00 y las 18:00 de la tarde. Y había más o menos dos rescates cada verano. Así que nos fuimos para allí siempre a esa hora esperando a que alguien se ahogara. Finalmente sucedió la escena en la que Mauricio, el salvavidas, se ve enfrentado a ir o no ir al agua. Si no hubiese investigado y no hubiese sabido la estadística, esa cosa que pasa de manera excepcional no la habría podido filmar. Y pasa de manera excepcional, pero a pesar de serlo, tiene una forma de comportarse y una forma de repetirse. Se trata de estudiar el ciclo para ver bajo en qué contexto y bajo qué circunstancias surge eso que es excepcional.

Coincidí contigo cuando presentabas tu película en el IFF Panamá, un festival dirigido por una amplia mayoría de mujeres que se convierte en un escenario excepcional en las altas esferas del cine, donde el hombre lidera los altos cargos. ¿Qué opinas del papel de la mujer en el cine?

Yo creo que vivo en un contexto excepcional, porque si pienso en las desventajas laborales que tienen en otros ámbitos las mujeres en Latinonamérica o en Chile, sus realidades son mucho más complejas. Yo siento que en mi medio y en mi mundo nunca he sufrido discriminación por ser mujer. Pero también me muevo en un espacio totalmente distinto, que es el del documental, donde las mujeres trabajan en un terreno, no dominado pero sí más a la par con los hombres que por ejemplo en la ficción, que ha sido un espacio históricamente más masculino.

Si pienso en las desventajas laborales que tienen en otros ámbitos las mujeres en Latinonamérica o en Chile, sus realidades son mucho más complejas.

¿Crees que las ficciones tratan de aprender algo del documental?

Las ficciones últimamente están imitando al género documental en el sentido de que hay ficciones que te dicen «basada en hechos reales». También se ha puesto de moda la ficción que ilustra un caso periodístico, como en la película Spotlight. La ficción entendió el poder del documental respecto al interés del público por el evento que realmente sucedió. Le están sacando partido en los guiones y mucho también en términos de publicidad y marketing. En ese sentido, están usando la ficción para generar conciencia social.

¿Crees que el documental es mejor vehículo para concienciar que la ficción?

Creo que uno de los roles del documental es generar conciencia social, pero no creo que sea el único. Es un arma de doble filo. Los documentalistas nos tenemos que liberar de alguna manera de esa obligación de tener que generar conciencia sobre algo. Cuando uno va a hablar de su documental para conseguir apoyos te dicen: «Ya, pero ¿de qué quieres hablar?, ¿cuál es tu tema?, ¿cómo vas a generar conciencia?» y sin embargo a los directores de ficción les preguntan por la historia. A mí me gustaría mucho más que me preguntaran por la historia o qué experiencia voy a retratar, antes que por qué conciencia temática voy a generar.

Creo que uno de los roles del documental es generar conciencia social, pero no creo que sea el único. Es un arma de doble filo.

Sí, es importante generar conciencia social y además uno tiene una herramienta importante para hacerlo, pero no es lo único. Hay ciertas películas que encajan ahí y otras que no. Me gustaría que con el tiempo se abriera la libertad creativa del documentalista con respecto a este tema. Pero reconozco que yo también tengo el chipde pensar: «OK, ¿Cómo voy a generar conciencia social?, «¿A qué tema relevante le voy a poner mi voz para que le influya al mundo?» y está bien, pero espero que en diez años uno esté liberado de eso artísticamente.

Pero en el caso de Los niños sí que es importante la concienciación social, ¿no? ¿Habéis conseguido generar cambios en la sociedad?

Sí, en el caso de Los niños es un tema que claramente está apuntando a la conciencia social. Desde el principio el proyecto estaba pensado así, tratando de generar cambios. Lo que hicimos fue trabajar una campaña para hacer ver a la sociedad la realidad de la Ley Laboral de Chile, que decía que las personas con discapacidad pueden trabajar las mismas horas que el resto pero se les paga menos que el sueldo mínimo. Se hizo una campaña de comunicación con 40 fundaciones, una red llamada Red Incluye, y también estuvimos mandando parte de la campaña al Congreso. Finalmente hace dos semanas se votó para que se aboliera ese artículo y ahora las empresas de más de 100 trabajadores están obligadas a tener un 1% de trabajadores con discapacidad intelectual y además pagarles el sueldo mínimo, cosa que antes no tenían. Eso para mí sí es un avance y es un cambio social.


Trailer del documental ‘Los niños’

El mismo sistema legal que permitía que solo cobrasen lo equivalente a 6€ al mes, es el que prohibe casarse a dos personas con síndrome de Down. ¿Qué opinas de eso?

Lo de casarse es algo que también tiene que ver con las familias. Y tampoco les juzgo, porque también tenemos que entender que son padres a los que, cuando nacieron sus hijos, les dijeron que no iban a vivir mucho tiempo. Son padres mayores, les criaron de manera dependiente… La pregunta del matrimonio también tiene que ver con la crianza y es más para las nuevas generaciones: padres que se abran realmente a pensar que su hijo pueda vivir independiente y pueda vivir en pareja.

¿Por cuántos festivales ha pasado ya el documental? ¿Eso hace que se tengan más oportunidades para el siguiente proyecto?

Estrenamos en IDFA y hemos pasado por cerca de 40 festivales de todo el mundo. Es increíble cómo ha funcionado a este nivel, de tener unos 15 festivales al mes, que es mucho. Pero realmente te da más posibilidades de exhibición, de llegar a países y ciudades a los que la película no llegaría en cartelera nunca. Te da una visibilidad enorme y eso siempre ayuda.

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2017/05/11/los-ninos-el-documental-que-te-hara-reconsiderar-tu-percepcio_a_22077735/

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Videoconferencia: Iliana Lo Priore en Educación Maternal, Procesos Integrales y Humanizadores.

En el marco del I  Encuentro Nacional por la Transformación de la Educación Inicial, auspiciado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE)  y UNICEF, y con el respaldo de OMEP Venezuela, se presenta la conferencia de Iliana Lo Priore, titulada,  Educación Maternal, Procesos Integrales y Humanizadores.

Este momento educativo como parte del proceso de formación nacional realizado a más de 350 docentes de Educación Inicial, representantes de los 23 estados del país.

A continuación presentamos la conferencia.

 

Fuente: Araguaney

 

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Entrevista a J. J. Brunner: “El sistema universitario chileno ha alcanzado una cobertura prácticamente universal”

Fuente:ellibero /Autor: Uziel Gomez

El investigador afirma que, según datos de la Unesco, el 90% de los jóvenes mayores de 18 años está en la educación superior y que los desafíos actuales no pasan por más cobertura sino por la calidad, retener a los alumnos y enseñarles contenidos que los prepararen para el mercado laboral.

a matrícula de estudiantes universitarios cae por primera vez en 34 años”. Esa fue la noticia que se regó como pólvora el pasado jueves, luego de que el Consejo Nacional de Educación informara que este año se matricularon un millón 162 mil alumnos, cifra inferior en seis mil a 2016.

La caída de -0,6% en el número de estudiantes fue destacada como la primera que ocurre en Chile desde 1983, dando cuenta, a su vez, del fuerte acceso que han tenido los jóvenes a la educación superior. Por ejemplo, si en 2005 había 637 mil alumnos, esa cifra se duplicó en poco más de una década, gracias principalmente al acceso a las becas y créditos que diferentes gobiernos fueron aumentando progresivamente.

Esta caída en la matrícula se genera, además, en medio de la reforma a la educación superior que impulsa el gobierno y que busca implementar la gratuidad universal, principalmente, para entregar más acceso a quienes no tienen recursos.

Para analizar el inédito fenómeno, “El Líbero” conversó con el profesor titular e investigador de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales (UDP), José Joaquín Brunner.

– ¿Por qué cayó la matricula en la educación superior?

– No se puede decir que cae cuando hay una pequeña diferencia de seis mil estudiantes en un universo de más de 1,2 millón. Podría ser un movimiento insignificante y azaroso. El próximo año podría subir o bajar en 3 mil y no significaría mucho. Lo que importa saber es que el sistema universitario chileno, que desde el punto de vista del acceso es uno de los más abiertos en el mundo, ha alcanzado una cobertura prácticamente universal. La tasa bruta de participación de Chile, según la Unesco, que compara todos los países, es de cerca del 90%. Ellos son quienes están en condiciones de estudiar, en general jóvenes entre 18 y 22-23 años.

– También está el fenómeno demográfico.

– Así es. Eso hay que combinarlo con el factor estrictamente demográfico. La población de jóvenes en Chile cae cada año. Los niños y jóvenes que van a colegios y terminan su educación secundaria son menos ahora que hace cinco años, y van a ser menos en cinco años más. Eso significa que habrá una menor cantidad de jóvenes demandando ingresar a la educación superior. Eso nos está pasando y explica el hecho de que ahora crezca muy poco la educación superior. Puede llegar el momento, como ha ocurrido en países bálticos o en España, que en un momento determinado empiece a caer definitivamente la matrícula de educación superior en los jóvenes. Que tengamos el 90% de tasa de cobertura, pero que los alumnos sean 30 mil o 40 mil menos.

– ¿La caída también muestra que los desafíos de la educación superior no van por el acceso?

– Evidentemente no. Los desafíos van por la retención, que los que acceden puedan estudiar y terminar; que lo que estudien contribuya a su desarrollo personal y los preparare para el mercado laboral; y la calidad, que tiene que ver que adquieran las competencias y conocimientos necesarios para el siglo XXI.

– ¿En qué ayuda la gratuidad a esos tres desafíos?

– La gratuidad no ayuda directamente a esos objetivos, sino que tiene un objetivo de máxima importancia, que es la equidad de las oportunidades de educación superior, que se distribuyan con mayor equidad. A eso puede ayudar una gratuidad en la educación superior bien focalizada al 30, 40, 50 o 60% de los jóvenes de los hogares de menores recursos.

– Pero hay alumnos con gratuidad que están en instituciones no acreditadas y de baja calidad.

– Efectivamente, eso es un problema que tiene que ver con el aseguramiento de la calidad. Uno busca simultáneamente varios objetivos, y uno de ellos es que para que la equidad sea a la salida, es decir, que no haya solo acceso universal sino que haya aprovechamiento de oportunidades de calidad, hay que aumentar la calidad a través de mejorar los profesores, los programas y el sistema de acreditación.

– ¿El hecho de que estemos en plena cobertura, no revela que la gratuidad no es necesaria para dar acceso a los estudiantes vulnerables?

– Se puede sostener eso, efectivamente. Chile, con un sistema que combina becas, créditos, pagos de aranceles y gratuidad limitada llegó a tener una de las más altas tasas de cobertura, pero eso no significa que el sistema haya sido equitativo realmente. Porque la equidad no tiene que ver con que todos accedan sino con que se queden dentro, terminen sus estudios, que sean pertinentes y de calidad. El objetivo de la gratuidad tal como se plantea hoy, que es limitada a los que tienen mayores necesidades, en la medida que vaya combinando con mayores recursos del estado y las universidades en darles especial atención formativa a esos jóvenes, podría ayudar a lograr la equidad del sistema universitario.

– ¿Cuál es su opinión del proyecto de reforma a la educación superior que se discute en el Congreso?

– La aprobación de que todas las universidades sean complejas, que se tienen que acreditar obligatoriamente en investigación, es simplemente una aberración. No hay ningún país en el mundo donde todas las universidades tengan capacidades propias de investigación científica y técnica. De modo que creo que se está volviendo a legislar con escasísimo realismo. Son cosas que tendrán que ser corregidas profundamente o eliminadas en el Senado, porque son incompatibles con la realidad de nuestro país, respecto de que la cobertura universal requiere de universidades puramente docentes. No hay que exigirles a todas algo que en ningún país, ni en los más desarrollados, es así.

Fuente de la entrevista: http://ellibero.cl/actualidad/j-j-brunner-sobre-inedita-caida-en-matriculas-el-sistema-universitario-chileno-ha-alcanzado-una-cobertura-practicamente-universal/

Fuente de la imagen:  http://ellibero.cl/wp-content/uploads/2016/05/jose-joaquin-brunner-645×400.jpg

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Ministerio de Educación de Ecuador dicta instructivo para proteger de abusos a estudiantes

El ministro de Educación, Fander Falconí, exhortó a las autoridades educativas (rectores, vicerrectores y directores de planteles) y a los Coordinadores Zonales y Directores Distritales compromiso para iniciar una cruzada ética en defensa de la seguridad y protección de los estudiantes que asisten a los establecimientos educativos.

Mediante una carta, el secretario de estado aseguró que “como autoridades del sistema educativo no pueden permanecer impávidos frente a esta situación”, y deben ser conscientes que son los primeros llamados a proteger y a defender la integridad física y emocional de los estudiantes.

 “Es su obligación prevenir, denunciar y actuar judicial y administrativamente frente a estos hechos, sancionando con el mayor peso de la ley a los infractores”, indicó según recoge un comunicado emitido por el Ministerio.

En ese sentido, Falconí emitió el Acuerdo Ministerial 2017-00052, que expide “el instructivo de actuación para la atención de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual cometidas o detectadas en los establecimientos educativos del sistema educativo nacional y los procesos para la investigación y sanación”.

El objetivo del instructivo es regular los procedimientos para la prevención, atención y acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes de las instituciones educativas (fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales) que se vean afectados por infracciones de tipo sexual; así como orientar respecto a la actuación administrativa y judicial frente a este tipo de infracciones.

“De esta manera el Ministerio de Educación trabaja arduamente para construir un presente feliz para la niñez y juventud, por lo que es corresponsabilidad de toda la sociedad: educadores, estudiantes, madres, padres de familia y/o representantes legales unirse a esta lucha”, señaló el comunicado.   

Fuente: https://www.andes.info.ec/es/noticias/ministerio-educacion-ecuador-dicta-instructivo-proteger-abusos-estudiantes.html

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Disminuye la ayuda a la educación en todo el mundo advierte la Unesco

Fuente: tendencias21

La UNESCO advierte que se necesita multiplicar por seis los fondos a la educación.

La ayuda a la educación ha disminuido en los últimos seis años, advierte la UNESCO, a pesar de que crece la ayuda al desarrollo. Además, la ayuda no se está distribuyendo en función de las necesidades: El África Subsahariana, donde vive la mitad de los niños sin escolarizar del mundo, recibe actualmente menos de la mitad de la ayuda a la educación básica que recibía en 2002.

La ayuda asignada a la educación ha venido disminuyendo durante seis años consecutivos, según revela el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) de la UNESCO.

La ayuda total a la educación se sitúa en 12.000 millones de dólares estadounidenses, un 4% menos que en 2010, mientras que la ayuda total al desarrollo durante el mismo periodo aumentó en un 24%.

La ayuda a la educación básica, que incluye la ayuda a la educación preescolar y primaria, así como la ayuda a los programas de educación y alfabetización de adultos, es de 5.200 millones de dólares, lo que supone un aumento con respecto a los 4.800 millones de 2014.

Aun así, esta cantidad es un 6% menor que la de 2010. La ayuda a la educación secundaria, mientras tanto, se eleva a 2.200 millones de dólares, lo que representa un 19% del total de la ayuda a la educación. El análisis se basa en datos recientemente publicados por el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE.

Multiplicar por seis

“La ayuda sigue siendo muy inferior a la cantidad necesaria para alcanzar el Objetivo 4 del Desarrollo Sostenible, lo que pone en peligro nuestros compromisos”, declaró Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.

El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años. El  Objetivo 4 se propone garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

“Para alcanzar nuestros objetivos comunes en materia de educación, necesitaríamos multiplicar la ayuda al menos por seis, y esta debería ir destinada a los países que más la necesitan. Sin embargo, observamos que los donantes en el ámbito de la educación están desviando su atención de los países más pobres”, advirtió.

Los Estados Unidos y el Reino Unido siguen siendo los dos mayores donantes al sector de la educación básica, pero en el periodo 2014-2015 redujeron su asignación en un 11% y un 9%, respectivamente. Noruega y Alemania, mientras tanto, incrementaron su asignación en un 50% y un 34%, respectivamente.

África subsahariana

Además, la ayuda no se está distribuyendo en función de las necesidades. El África Subsahariana, donde vive la mitad de los niños sin escolarizar del mundo, recibe actualmente menos de la mitad de la ayuda a la educación básica que recibía en 2002.

Esta cantidad representa un 26% de la ayuda total a la educación básica, un porcentaje apenas superior al 22% asignado a África Septentrional y Asia Occidental, donde vive el 9% de los niños sin escolarizar.

A diferencia de las tendencias en la ayuda bilateral a la educación, la Alianza Mundial para la Educación destinó el 77% de sus desembolsos al África Subsahariana, y el 60% a países afectados por la inestabilidad y los conflictos.

El documento ofrece ejemplos específicos de cada país en los que la asignación de recursos se realiza en función de los criterios del donante. Esto demuestra que la ayuda no se asigna según el número de niños sin escolarizar para financiar el coste de alcanzar la educación universal en cada país.

Si bien la ayuda humanitaria a la educación ha alcanzado un máximo histórico, con un aumento del 55% entre 2015 y 2016, este sector sigue recibiendo únicamente el 2,7% de la ayuda total disponible, lo que representa un 48% de la cantidad que solicita.

Tres propuestas

El documento señala tres grandes propuestas para que los donantes vuelvan a dirigir su atención hacia la educación:

1. Este año la campaña de refinanciación de la Alianza Mundial para la Educación está intentando recaudar 3.100 millones de dólares para el periodo 2018-2020, con el objetivo de que se convierta en una operación de 2.000 millones de dólares anuales en 2020,  cuatro veces más que el nivel de financiación actual.

2. El Mecanismo de Financiación Internacional para la Educación propuesto por la Comisión Internacional sobre la Financiación de las Oportunidades de Educación Mundial afirma que para 2020 podría recaudar alrededor de 10.000 millones de dólares anuales en financiación adicional para que los bancos de desarrollo amplíen sus operaciones relativas a la educación y se centren en países de ingresos medianos y bajos.

3. El fondo La Educación No Puede Esperar creado en 2016 se propone recaudar 3.850 millones de dólares de aquí a 2020, lo que transformaría la manera en la que se imparte la educación en situaciones de emergencia.

Fuente: http://www.tendencias21.net/Disminuye-la-ayuda-a-la-educacion-en-todo-el-mundo_a43997.html

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