Page 31 of 63
1 29 30 31 32 33 63

Libro (PDF): La inclusión social y la ciudadanía de las y los jóvenes en entornos de violencia, y exclusión en Veracruz

Reseña: CLACSO

Este documento sistematiza el proceso de diagnóstico e intervención de un proyecto sobre la inclusión social y la ciudadanía de las y los jóvenes en entornos de violencia, vulnerabilidad y exclusión en México. El proyecto, centrado en jóvenes vulnerables a diversos tipos de violencia social, se implementó en colonias periféricas de Poza Rica, Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, con el objeto de contribuir a la construcción de redes, al fortalecimiento de trayectorias, la participación ciudadana y el acceso de las y los jóvenes a la justicia, mediante el desarrollo de sus capacidades de reflexión y liderazgo en diferentes campos sociales. La sistematización se realizó bajo el paradigma crítico, para promover la reflexión, identificar oportunidades de intervención social y promover buenas prácticas con jóvenes. Estamos seguros de que los resultados aquí expuestos serán de utilidad tanto para las organizaciones e instituciones que trabajan con jóvenes, como para las y los actores involucrados en esta intervención intersectorial; seguramente nos ayudará a tomar mejores decisiones en proyectos futuros.

Autor (a): 
José Alfredo Zavaleta Betancourt. Nemesio Castillo Viveros. Laura Elizabeth Cervantes Benavides. [Autora y Autores]

Editorial/Edición: CLACSO. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez – UACJ. IDRC – Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina. México

ISBN: 978-987-722-734-5

Idioma: Español

Descarga: La inclusión social y la ciudadanía de las y los jóvenes en entornos de violencia, y exclusión en Veracruz

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2263&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1440

Comparte este contenido:

Libro (PDF): En torno a una filosofía americana

Fuente: Biblioteca/Clacso


Reseña de: Leopoldo Zea


Autor(a): Zea, Leopoldo

Editorial/Edición: El Colegio de México

Año de publicación: 1945

País (es):  México

Idioma: Español

Descarga el libro en PDF:  En torno a una filosofía americana

Fuente e Imagen:  http://biblioteca.clacso.edu.ar


Reseña:

Hace algunos años un joven maestro mexicano lanzaba al público un libro que causó expectación. Este joven maestro es Samuel Ramos y el libro es El Perfil del Hombre y la Cultura en México. En este libro se hacía un primer ensayo de interpretación de la cultura en México. La cultura mexicana era motivo de una interpretación filosófica. La filosofía descendía del mundo de los entes ideales hacia un mundo de entes concretos como lo es México, símbolo de hombres que viven y mueren en sus ciudades y sus campos. Esta osadía fue calificada despectivamente de literatura. La filosofía no podía ser otra cosa que un ingenioso juego de palabras tomadas de una cultura ajena, a las que por supuesto faltaba un sentido, el sentido que tenían para dicha cultura.

Años más tarde otro maestro, esta vez un argentino, Francisco Romero, hacía hincapié en la necesidad de que Iberoamérica se empezase a preocupar por los temas que le son propios, por la necesidad de ir a la historia de su cultura y sacar de ella los temas de una nueva preocupación filosófica. Sólo que esta vez su exhortación se apoyaba en una serie de fenómenos culturales que señala en un artículo titulado Sobre la Filosofía en Iberoamérica. En este artículo nos muestra cómo el interés por los temas filosóficos en Iberoamérica ha ido creciendo día a día. El gran público sigue y solicita con interés los trabajos de tipo o índole filosófica, de donde han surgido numerosas publicaciones: libros, revistas, artículos de periódico, &c.; así como la formación de institutos o centros de estudios filosóficos donde se practica tal actividad. Este interés por la filosofía aparece en contraste con otras épocas en las cuales dicha actividad era labor de unos cuantos e incomprendidos hombres. Labor que no trascendía el cenáculo o la cátedra. Ahora se ha llegado a lo que Romero llama una “etapa de normalidad filosófica”, es decir, a una etapa en que el ejercicio de la filosofía es visto como función ordinaria de la cultura al igual que otras actividades de índole cultural. El filósofo deja de ser un extravagante que nadie pretende entender para convertirse en un miembro de la cultura de su país. Se establece una especie de “clima filosófico”, es decir, una opinión pública que juzga sobre la creación filosófica, obligando a ésta a preocuparse por los temas que agitan a quienes forman la llamada “opinión pública”.

Ahora bien, hay un tema que preocupa no sólo a unos cuantos hombres de nuestro Continente, sino al hombre americano en general. Este tema es el de la posibilidad o imposibilidad de una Cultura Americana, y como aspecto parcial del mismo, el de la posibilidad o imposibilidad de una Filosofía Americana. Podrá existir una Filosofía Americana si existe una Cultura Americana de la cual dicha filosofía tome sus temas. De que exista o no una Cultura Americana, depende el que exista o no una Filosofía Americana. Pero el plantearse y tratar de resolver tal tema, independientemente de que la respuesta sea afirmativa o negativa, es ya hacer filosofía americana puesto que trata de contestar en forma afirmativa o negativa una cuestión americana. De donde trabajos como el de Ramos, Romero y otros que sobre tal tema se hagan, cualesquiera que sean sus conclusiones, son ya filosofía americana.

El tema de la posibilidad de una Cultura Americana, es un tema impuesto por nuestro tiempo, por la circunstancia histórica en que nos encontramos. Antes de ahora el hombre americano no se había hecho cuestión de tal tema porque no le preocupaba. Una Cultura Americana, una cultura propia del hombre americano era un tema intrascendente, América vivía cómodamente a la sombra de la Cultura Europea. Sin embargo, esta cultura se estremece en nuestros días, parece haber desaparecido en todo el Continente Europeo. El hombre americano que tan confiado había vivido se encuentra con que la cultura en la cual se apoyaba le falla, se encuentra con un futuro vacío; las ideas a las cuales había prestado su fe se transforman en artefactos inútiles, sin sentido, carentes de valor para los autores de las mismas. Quien tan confiado había vivido a la sombra de un árbol que no había plantado, se encuentra en la intemperie cuando el plantador lo corta y echa al fuego por inútil. Ahora tiene que plantar su propio árbol cultural, hacer sus propias ideas; pero una cultura no surge de milagro, la semilla de tal cultura debe tomarse de alguna parte, debe ser de alguien. Ahora bien –y éste es el tema que preocupa al hombre americano– ¿de dónde va a tomar esta semilla? Es decir, ¿qué ideas va a desarrollan? ¿a qué ideas va a prestar su fe? ¿Continuará prestando su fe y desarrollando las ideas heredadas de Europa? o ¿existe un conjunto de ideas y temas a desarrollar propios de la circunstancia americana? O bien, ¿habrá que inventar estas ideas? En una palabra, se plantea el problema de la existencia o inexistencia de ideas propias de América, así como el de la aceptación o no de las ideas de la Cultura Europea ahora en crisis. Más concretamente, el problema de las relaciones de América con la Cultura Europea, y el de la posibilidad de una americana. ideología propiamente

2

Por lo anterior queda visto que uno de los primeros temas para una filosofía americana es el de las relaciones de América con la Cultura Europea. Ahora bien, lo primero que cabe preguntarse es el tipo de relación que tiene América respecto a dicha cultura. No ha faltado quien compare esta relación a la que tiene el Asia frente a la misma Cultura Europea. Se considera que América, como Asia, no ha asimilado de Europa más que la técnica. Pero de ser así ¿cuál sería lo propio de la Cultura Americana? Para el asiático lo que de la Cultura Europea ha adoptado es considerado como algo superpuesto, que ha tenido necesariamente que adoptar debido a la alteración de su circunstancia al intervenir en ella el europeo. Pero lo que de la Cultura Europea ha adoptado no es propiamente la cultura, es decir, un modo de vivir, una concepción del mundo, sino únicamente sus instrumentos, su técnica. El asiático se sabe heredero de una cultura milenaria que ha ido pasando de padres a hijos, de donde se sabe dueño de una cultura propia. Su concepción del mundo es prácticamente opuesta a la del europeo. Del europeo no ha adoptado sino su técnica, y esto, obligado por el mismo europeo al intervenir con su técnica en lo que era circunstancia propiamente asiática. Nuestros días están mostrando lo que puede hacer un asiático con una concepción del mundo propia sirviéndose de una técnica europea. A tal hombre le tiene muy sin cuidado el porvenir de la Cultura Europea y sí tratará de destruirla si se interpone o sigue interviniendo en lo que considera su propia cultura.

Ahora bien, ¿podemos pensar nosotros los americanos lo mismo respecto a la Cultura Europea? Pensar tal cosa es considerar que somos poseedores de una cultura que nos es propia y que acaso no ha alcanzado expresión porque Europa nos ha estorbado. Entonces sí, cabría pensar que este es el momento oportuno para liberarnos culturalmente. De ser así la crisis de la Cultura Europea nos tendría sin cuidado. En vez de que tal crisis se nos presentase como problema se presentaría como solución. Pero no es así, la crisis de la Cultura Europea nos preocupa hondamente, la sentimos como crisis propia.

Y es que el tipo de relación que como americanos tenemos con la Cultura Europea es distinto del que tiene el asiático con la misma. Nosotros no nos sentimos, como el asiático, herederos de una cultura propia autóctona. Existió, sí, una cultura indígena –azteca, maya, inca, &c.–, pero esta cultura no representa para nosotros, americanos actuales, lo que representa la antigua Cultura Oriental para los actuales asiáticos. Mientras el asiático continúa sintiendo el mundo como lo sintieron sus antepasados, nosotros, americanos, no sentimos el mundo como lo sintió un azteca o un maya. De ser así, sentiríamos por las divinidades y templos de la cultura precolombina la misma devoción que siente el oriental por sus antiquísimos dioses y templos. Un templo maya nos es tan ajeno y sin sentido como un templo hindú.

Lo nuestro, lo propiamente americano, no está en la cultura precolombina. ¿Estará en lo europeo? Ahora bien, frente a la Cultura Europea nos sucede algo raro, nos servimos de ella pero no la consideramos nuestra, nos sentimos imitadores de ella. Nuestro modo de pensar, nuestra concepción del mundo, son semejantes a los del europeo. La Cultura Europea tiene para nosotros el sentido de que carece la cultura precolombina. Y sin embargo, no la sentimos nuestra. Nos sentimos como bastardos que usufructúan bienes a los que no tienen derecho. Nos sentimos igual al que se pone un traje que no es suyo, lo sentimos grande. Adaptamos sus ideas pero no podemos adaptarnos a ellas. Sentimos que debíamos realizar los ideales de la Cultura Europea, pero nos sentimos incapaces de tal tarea, nos basta admirarlos pensando que no están hechos para nosotros. En esto está el nudo de nuestro problema: no nos sentimos herederos de una cultura autóctona, ésta carece de sentido para nosotros; y la que como la europea tiene para nosotros sentido, no la sentimos nuestra. Hay algo que nos inclina hacia la Cultura Europea, pero que al mismo tiempo se resiste a ser parte de esta cultura. Nuestra concepción del mundo es europea pero las realizaciones de esta cultura las sentimos ajenas, y al intentar realizar lo mismo en América, nos sentimos imitadores.

Lo que nos inclina hacia Europa y al mismo tiempo se resiste a ser Europa, es lo propiamente nuestro, lo americano. América se siente inclinada hacia Europa como el hijo hacia el padre; pero al mismo tiempo se resiste a ser su propio padre. Esta resistencia se nota en que a pesar de que se siente inclinada hacia la Cultura Europea al realizar lo que ella realiza se siente imitadora, no siente que realice lo que le es propio, sino lo que sólo puede realizar Europa. De aquí este sentirnos cohibidos, inferiores al europeo. El mal está en que sentimos lo americano, lo propio, como algo inferior. La resistencia de lo americano a ser europeo es sentido como incapacidad. Pensamos como europeos, pero no nos basta esto, queremos además realizar lo mismo que realiza Europa. El mal está en que queremos adaptar la circunstancia americana a una concepción del mundo que heredamos de Europa, y no adaptar esta concepción del mundo a la circunstancia americana. De aquí que nunca se adapten las ideas y la realidad. Necesitamos de las ideas de la Cultura Europea pero cuando las ponemos en nuestra circunstancia las sentimos grandes porque no nos atrevemos a adaptarlas a esta circunstancia. Las sentimos grandes y no nos atrevemos a recortarlas, preferimos el ridículo de quien se pone un traje que no le acomoda. Y es que hasta hace muy poco el americano quería olvidar que lo era para sentirse un europeo más. Lo que equivale a que un hijo olvidase que es hijo y quisiese ser su propio padre, el resultado tenía que ser una burda imitación. Y esto es lo que siente el americano, que ha tratado de imitar y no de realizar su personalidad.

Alfonso Reyes nos dibuja con mucha gracia esta resistencia del americano a ser americano. El americano sentía “encima de las desgracias de ser humano y ser moderno, la muy específica de ser americano; es decir, nacido y arraigado en un suelo que no era el foco actual de la civilización, sino una sucursal del mundo”.{1} Ser americano había sido hasta ayer una gran desgracia, porque no nos permitía ser europeos. Ahora es todo lo contrario, el no haber podido ser europeos a pesar de nuestro gran empeño, permite que ahora tengamos una personalidad; permite que en este momento de crisis de la Cultura Europea sepamos que existe algo que nos es propio, y que por lo tanto puede servirnos de apoyo en esta hora de crisis. Qué sea este algo, es uno de los temas que debe plantearse una filosofía americana.

3

América es hija de la Cultura Europea, surge en una de sus grandes crisis. Su descubrimiento no es un simple azar, sino el resultado de una necesidad. Europa necesitaba de América; en la cabeza de todo europeo estaba la Idea de América, la idea de una tierra de promisión. Una tierra en la cual el hombre europeo pudiese colocar sus ideales, una vez que no podía seguir colocándolos en lo alto. Ya no podía colocarlos en el cielo. Gracias a la nueva física, el cielo dejaba de ser alojamiento de ideales para convertirse en algo ilimitado, en un infinito mecánico y por lo tanto muerto. La idea de un mundo ideal descendió del cielo y se colocó en América. De aquí que el hombre europeo saliese en busca de la tierra ideal y la encontrase.

El europeo necesitaba desembarazarse de una concepción de la vida de la cual se sentía harto, necesitaba desembarazarse de su pasado, iniciar una vida nueva. Hacer una nueva historia, bien planeada y calculada, en la que nada faltase ni sobrase. Lo que el europeo no se atrevía a proponer abiertamente en su tierra, lo daba por hecho en esta tierra nueva llamada América. América era el pretexto para criticar a Europa. Lo que se quería que fuera Europa fue realizado imaginariamente en América. En estas tierras fueron imaginadas fantásticas ciudades y gobiernos que correspondían al ideal del hombre moderno. América fue presentada como la Idea de lo que Europa debía de ser. América fue la Utopía de Europa. El mundo ideal conforme al cual debía rehacerse el viejo mundo de Occidente. En una palabra: América fue la creación ideal de Europa.

América surge a la historia como una tierra de proyectos, como una tierra del futuro, pero de unos proyectos que no le son propios, y de un futuro que tampoco es suyo. Estos proyectos y este futuro son de Europa. El hombre europeo que puso sus pies en esta América –confundiéndose con la circunstancia americana y dando lugar al hombre americano– no supo ver lo propio de América, sólo tuvo ojos para lo que Europa había querido que fuera. Al no encontrar lo que la fantasía europea había puesto en el Continente Americano, se sintió decepcionado; dando esto lugar al desarraigo del hombre americano frente a su circunstancia. El americano se siente europeo por su origen, pero inferior a éste por su circunstancia. Se transforma en un inadaptado, se considera superior a su circunstancia e inferior a la cultura de la cual es origen. Siente desprecio por lo americano y resentimiento contra lo europeo.

El americano, en vez de tratar de realizar lo propio de América se ha empeñado en realizar la Utopía europea, tropezando como es de suponer con la realidad americana que se resiste a ser otra cosa que lo que es, América. Esto ha dado lugar al sentimiento de inferioridad del que ya hemos hablado. La realidad circundante es considerada por el americano como algo inferior a lo que cree su destino. Este sentimiento se ha mostrado en la América Sajona como un afán por realizar en grande lo que Europa ha proyectado para satisfacer necesidades que le son propias. Norte-América se ha empeñado en ser una segunda Europa, una copia en grande. No importa la creación propia, lo que importa es realizar los modelos europeos en grande y con la máxima perfección. Todo se reduce a números: tantos dólares o tantos metros. En el fondo lo único que se quiere hacer con esto es ocultar un sentimiento de inferioridad. El norteamericano trata de demostrar que tiene tanta capacidad como el europeo, y la forma de demostrarlo es haciendo, en grande y con mayor perfección técnica, lo mismo que ha hecho el europeo. Pero con esto no ha demostrado capacidad cultural, sino simplemente técnica; puesto que la capacidad cultural se demuestra en la solución que se da a los problemas que se plantean al hombre en su existencia, y no en la imitación mecánica de soluciones que otros hombres se han dado a sí mismos en problemas que les son propios.

En cuanto al hispanoamericano, se ha conformado con sentirse inferior no sólo al europeo, sino también al norteamericano. No sólo no trata de ocultar su sentimiento de inferioridad, sino que lo exhibe autodenigrándose. Lo único que ha tratado hasta hoy ha sido vivir lo más cómodamente a la sombra de ideas que sabe que no le son propias. Lo que ha importado no han sido las ideas sino la forma como vivir de ellas. De aquí que nuestra política se haya transformado en burocracia. La política deja de ser un fin y se convierte en un instrumento para alcanzar un determinado puesto burocrático. No importan las banderas ni los ideales, lo que importa es que estas banderas o ideales permitan alcanzar un determinado puesto. De aquí esos milagrosos y rápidos cambios de bandera y de ideales; de aquí también ese estar siempre proyectando, planeando, sin alcanzar nunca resultados definitivos. Continuamente se está ensayando y proyectando de acuerdo con ideologías siempre cambiantes. No hay un plan a realizar por todos los nacionales, porque no hay sentido de Nación. Y no hay sentido de Nación por la misma razón por la cual no ha habido sentido de lo americano. Quien se siente inferior como americano se siente también inferior como nacional, como miembro de una de las naciones del Continente Americano. Y no se piense que tiene sentido de Nación el nacionalista rabioso que habla de hacer una Cultura Mexicana, Argentina, Chilena o de cualquier otro país americano, excluyendo todo cuanto huela a extranjero. No, en el fondo no tratará sino de eliminar aquello frente a lo cual se siente inferior. Este es el caso de quienes consideran que éste es el momento oportuno para eliminar de nuestra cultura todo lo europeo.

Esta sería una postura falsa. Queramos o no, somos hijos de la Cultura Europea. De Europa tenemos el cuerpo cultural, lo que podemos llamar el armazón: lengua, religión, costumbres; en una palabra, nuestra concepción del mundo y de la vida es europea. Desprendernos de ella sería desprendernos del meollo de nuestra personalidad. No podemos renegar de dicha cultura, como no podemos renegar de nuestros padres. Pero así como sin renegar de nuestros padres tenemos una personalidad que hace que ninguno nos confunda con ellos, así también tendremos una personalidad cultural sin renegar de la cultura de la cual somos hijos. El ser conscientes de nuestras verdaderas relaciones con la Cultura Europea, elimina todo sentimiento de inferioridad, dando lugar a un sentimiento de responsabilidad. Es este el sentimiento que anima en nuestros días al hombre de América. El americano considera que ha llegado a su “mayoría de edad”; como todo hombre que ha llegado a su mayoría de edad, reconoce que tiene un pasado sin renegar de él, de la misma forma que ninguno de nosotros se avergüenza de haber tenido una infancia. El hombre americano se sabe heredero de la Cultura Occidental y reclama su puesto en ella. El puesto que reclama es el de colaborador. Hijo de tal cultura no quiere seguir viviendo de ella sino trabajando para ella. A nombre de esta América que se siente responsable, un americano, Alfonso Reyes, reclama a Europa “el derecho a la ciudadanía universal que ya hemos conquistado” considerando que ya “hemos alcanzado la mayoría de edad”.{2} América se encuentra en el momento histórico en que tiene que realizar su misión cultural. Cuál sea esta misión, es otro tema más a desarrollar por lo que hemos llamado Filosofía Americana.

4

Conocidas nuestras relaciones culturales con Europa, una más de las tareas de esta posible Filosofía Americana sería la de continuar el desarrollo de los temas de la filosofía propios de esa cultura; pero en especial los temas que la Filosofía Europea considera como temas universales. Es decir, temas cuya abstracción hace que valgan para cualquier tiempo o lugar. Tales temas son los del Ser, el Conocimiento, el Espacio, el Tiempo, Dios, la Vida, la Muerte, &c. Una Filosofía Americana colaboraría en Ja Cultura Occidental tratando de resolver los problemas que tales temas planteasen y que no hubiesen sido resueltos por la Filosofía Europea, o cuya solución no fuese satisfactoria. Ahora bien, se podría pensar –aquellos a quienes interese hacer una filosofía con un sello americano– que esto no puede interesar a una filosofía que se preocupe por lo propiamente americano. Sin embargo, no sería así. Porque tanto los temas que hemos llamado universales como los temas propios de la circunstancia americana se encuentran estrechamente ligados. Al tratar unos tenemos necesidad de tratar los otros. Los temas abstractos tendrán que ser vistos desde la circunstancia propia del hombre americano. Cada hombre verá de estos temas aquello que más se amolde a su circunstancia. Estos temas los enfocará desde el punto de vista de su interés, y este interés estará determinado por su modo de vida, por su capacidad o incapacidad, en una palabra, por su circunstancia. En el caso de América, su aportación a la filosofía de dichos temas estará teñida por la circunstancia americana. De aquí que al proponernos temas abstractos, los enfocaremos como temas propios. El Ser, Dios, &c., aunque temas válidos para cualquier hombre, serán temas cuya solución se daría desde un punto de vista americano. De estos temas no podríamos decir lo que son para todo hombre, sino lo que son para nosotros hombres de América. El Ser, Dios, la Muerte, &c., serían lo que tales abstracciones representan para nosotros.

No se olvide que toda la filosofía europea ha trabajado en torno a los mismos temas pretendiendo ofrecer soluciones de carácter universal. Sin embargo, el resultado ha sido un conjunto de filosofías que se diferencian unas de otras. A pesar del afán de universalidad de todas ellas, ha resultado una filosofía griega, una filosofía cristiana, una filosofía francesa, una filosofía inglesa y una filosofía alemana. En la misma forma, independientemente de que intentásemos realizar una filosofía americana. A pesar de que tratásemos de dar soluciones de carácter universal, nuestras soluciones llevarían la marca de nuestra circunstancia.

Otro tipo de temas a tratar por nuestra posible filosofía serían los temas propios de nuestra circunstancia. Es decir, que esta nuestra posible filosofía debe tratar de resolver los problemas que nuestra circunstancia nos plantea. Este punto de vista es tan legítimo como el anterior y válido como tema filosófico. Como americanos tenemos una serie de problemas que sólo se dan en nuestra circunstancia y que por lo tanto sólo nosotros podemos resolver. El planteamiento de tales problemas no amenguaría el carácter filosófico de nuestra filosofía; porque la filosofía trata de resolver los problemas que se plantean al hombre en su existencia. De donde los problemas que se plantean al hombre americano tendrán que ser propios de la circunstancia en donde existe.

Dentro de estos temas está el de nuestra historia. La historia forma parte de la circunstancia del hombre: le configura y le perfila, haciéndole capaz para unas determinadas tareas e incapaz para otras. De aquí que tengamos que contar con nuestra historia, pues en ella encontraremos la fuente de nuestras capacidades e incapacidades. No podemos continuar ignorando nuestro pasado, desconociendo nuestras experiencias, pues sin su conocimiento no podemos considerarnos maduros. Madurez, mayoría de edad, es experiencia. Quien ignora su historia carece de experiencia, y quien carece de experiencia no puede ser hombre maduro, hombre responsable.

Por lo que se refiere a la historia de nuestra filosofía, se pensará que en ella no podemos encontrar otra cosa que malas copias de los sistemas de la filosofía europea. En efecto, esto será lo que encuentre quien busque en ella sistemas filosóficos propios de esta nuestra América tan valiosos como los europeos. Pero esta sería una mala óptica, hay que ir a la historia de nuestra filosofía desde otro punto de vista. Este otro punto de vista debe ser el de nuestras negaciones, el de nuestra incapacidad para no hacer otra cosa que malas copias de los modelos europeos. Cabe preguntarnos el porqué no tenemos una filosofía propia, y la respuesta quizá sea una filosofía propia. Puesto que nos descubriría un modo de pensar que nos es propio que acaso no ha necesitado expresarse en las formas usadas por la filosofía europea.

También cabe preguntarnos el porqué nuestra filosofía es una mala copia de la filosofía europea. Porque en este ser una mala copia acaso se encuentre también lo propio de una filosofía americana. Porque el ser mala copia no implica que sea necesariamente mala, sino simplemente distinta. Acaso nuestro sentimiento de inferioridad ha hecho que consideremos como malo lo que nos es propio, únicamente porque no se parece, porque no es igual a su modelo. Reconocer que no podemos realizar los mismos sistemas de la filosofía europea, no es reconocer que somos inferiores a los autores de tal filosofía, es sólo reconocer que somos diferentes. Partiendo de este supuesto no veremos en lo hecho por nuestros filósofos un conjunto de malas copias de la filosofía europea, sino interpretaciones de esta filosofía hechas por americanos. Lo americano estará presente a pesar del intento de objetividad de nuestros filósofos. Lo americano estará presente independientemente de los intentos de despersonalización de tales pensadores.

5

La filosofía en su carácter universal se ha preocupado por uno de los problemas que más han agitado al hombre en todos los tiempos, el de las relaciones del hombre con la sociedad. Este tema se ha planteado como Política, preguntándose por la forma de organización de estas relaciones, la organización de la convivencia. El encargado de estas relaciones es el Estado, de aquí que la filosofía se haya preguntado por quién debe estar formado, quién debe gobernar. El Estado debe cuidar de que no se rompa el equilibrio que existe entre el individuo y la sociedad; debe cuidar de que no se caiga ni en la anarquía ni en el totalitarismo. Ahora bien, para poder obtenerse este equilibrio es menester una justificación moral. La filosofía trata de ofrecer esta justificación, de donde toda abstracción metafísica culmina en una ética y en una política. Toda idea metafísica sirve de base a un hecho concreto, de justificación a un tipo de organización política casi siempre propuesta.

Tenemos multitud de ejemplos filosóficos en los cuales la abstracción metafísica sirve de base a una construcción política. Un ejemplo lo tenemos en la filosofía platónica cuya teoría de las Ideas sirve de base y justificación a la República. En La Ciudad de Dios de San Agustín tenemos un ejemplo más; la Comunidad Cristiana, la Iglesia, se apoya en un ente metafísico que en este caso es Dios. Las Utopías del Renacimiento son otros ejemplos en los cuales el racionalismo justifica formas de gobierno de las cuales ha surgido nuestra actual Democracia. Algún pensador ha dicho que la Revolución Francesa encuentra su justificación en El Discurso del Método de Descartes. La dialéctica de Hegel invertida por el marxismo ha dado lugar a formas de gobierno como el Comunismo. El mismo Totalitarismo ha querido justificarse metafísicamente buscando tal justificación en las ideas de Nietzsche, Sorel o Pareto. Muchos otros ejemplos más se pueden encontrar en la historia de la filosofía, en los cuales la abstracción metafísica sirve de base a una práctica social o política.

Lo visto nos indica cómo la teoría y la práctica deben marchar juntas. Es menester que los actos materiales del hombre queden justificados por Ideas, pues es esto que le hace ser distinto a los animales. Ahora bien, nuestra época se ha caracterizado por la ruptura entre las Ideas y la realidad. La Cultura Europea se encuentra en crisis debido a tal ruptura. El hombre se encuentra falto de una teoría moral que justifique sus actos, de aquí que no haya podido resolver el problema de su convivencia, y lo único que ha logrado es caer en los extremos, en la anarquía y en el Totalitarismo.

Las diversas crisis de la Cultura Occidental han sido crisis por falta de Ideas que justifiquen los actos humanos, la existencia del hombre. Cuando unas Ideas han dejado de justificar dicha existencia, ha sido menester que el hombre busque otro conjunto de Ideas. La historia de la Cultura Occidental es la historia de las crisis que el hombre ha sufrido al romperse la coordinación que existía entre las Ideas y la realidad. La Cultura Occidental ha ido de crisis en crisis salvándose unas veces en las Ideas, otras en Dios, otras en la Razón, hasta nuestros días en que se ha quedado sin Ideas, Dios y Razón. La Cultura está pidiendo nuevas bases sobre las cuales apoyarse. Ahora bien, esta petición parece desde nuestro punto de vista casi prácticamente imposible. Sin embargo, este punto de vista es el de hombres en crisis, y no podía ser de otra manera, porque si nos pareciese fácil resolver tal problema no seríamos hombres en crisis. Pero el hecho de que estemos en crisis y no tengamos la solución anhelada, no quiere decir que no exista. Hombres que como nosotros se han encontrado en otras épocas de crisis han sentido el mismo pesimismo, sin embargo, la solución ha sido encontrada. No sabemos qué valores puedan sustituir a los que vemos hundirse, pero lo que sí es seguro es que surgirán, y a nosotros los americanos corresponde colaborar en tal tarea.

De lo anterior podemos concluir sobre otro tipo de tarea más para una posible Filosofía Americana. La Cultura Occidental de la cual somos hijos y herederos necesita de nuevos valores sobre los cuales apoyarse. Ahora bien, estos valores tendrán que ser abstraídos de nuevas experiencias humanas, de las experiencias resultantes al encontrarse el hombre en nuevas circunstancias como son las que ahora se ofrecen. América, dada su particular posición, puede aportar a la Cultura la novedad de sus experiencias todavía no explotadas. De aquí que sea menester que diga al mundo su verdad, pero una verdad sin pretensiones, una verdad sincera. Cuantas menos pretensiones tenga será más sincera y más propia. América no debe pretender erigirse en directora de la Cultura de Occidente, lo que debe pretender es hacer pura y simplemente Cultura. Y esto se hace tratando de resolver los problemas que se le planteen desde su propio punto de vista, el americano.

América y Europa se encontrarán después de esta crisis en situaciones semejantes. Ambas tendrán que resolver el mismo problema: el de qué forma de vida deberán adoptar frente a las nuevas circunstancias que se presenten. Ambas tendrán que continuar la tarea de la Cultura Universal que ha sido interrumpida, pero con la diferencia de que esta vez América no podrá seguir manteniéndose a la sombra de lo que Europa vaya realizando, porque ahora no hay sombra, no hay lugar donde apoyarse. Por el contrario, es América la que se encuentra en un momento privilegiado que acaso no dure mucho, pero que debe ser aprovechado para iniciar la tarea que le corresponde como miembro ya adulto de la Cultura Occidental.

Una filosofía americana deberá iniciar esta su tarea que consiste en buscar los valores que sirvan de base a un futuro tipo de Cultura. Y esta su labor tendrá como finalidad la de salvaguardar la esencia humana, aquello por lo cual un hombre es un hombre. El hombre es por esencia individuo a la vez que conviviente; de aquí que sea menester guardar el equilibrio entre estos dos componentes de su esencia. Es este equilibrio el que ha sido alterado llevando al hombre hacia sus extremos: Individualismo hasta la anarquía y una sociabilidad tan estrecha que se ha transformado en masa. De aquí que sea menester encontrar valores que hagan posible la convivencia sin menoscabo de la individualidad.

Esta tarea de tipo universal y no simplemente americano, tendrá que ser el supremo afán de esta nuestra posible filosofía. Esta nuestra filosofía no debe limitarse a los problemas propiamente americanos, a los de su circunstancia, sino a los de esa circunstancia más amplia, en la cual también estamos insertos como hombres que somos, llamada Humanidad. No basta querer alcanzar una verdad americana, sino tratar de alcanzar una verdad válida para todos los hombres, aunque de hecho no sea lograda. No hay que considerar lo americano como fin en sí, sino como límite de un fin más amplio. De aquí la razón por la cual todo intento de hacer filosofía americana con la sola pretensión de que sea americana, tendrá que fracasar. Hay que intentar hacer pura y simplemente Filosofía, que lo americano se dará por añadidura. Bastará que sean americanos los que filosofen para que la filosofía sea americana a pesar del intento de despersonalización de los mismos. Si se intenta lo contrario, lo que menos se hará será filosofía.

Al intentar resolver los problemas del hombre cualquiera que sea su situación en el espacio o en el tiempo, tendremos que partir necesariamente de nosotros mismos como hombres que somos; tendremos que partir de nuestras circunstancias, de nuestros límites, de nuestro ser americanos; al igual que el griego ha partido de una circunstancia llamada Grecia. Pero al igual que él, no podemos limitarnos a quedarnos en tal circunstancia, si nos quedamos será a pesar nuestro, y haremos filosofía americana como el griego ha hecho filosofía griega a pesar suyo.

Sólo partiendo de estos supuestos podemos cumplir nuestra misión en el conjunto de la Cultura Universal, colaborando en ella conscientes de nuestras capacidades y de nuestras incapacidades. Conscientes de nuestro alcance como miembros de esa comunidad cultural llamada Humanidad, y de nuestros límites como hijos de una circunstancia, que nos es propia y a la cual debemos nuestra personalidad, llamada América.

——

{1} Alfonso Reyes: Notas sobre la inteligencia americana. Revista Sur. Núm. 24. Septiembre de 1936. Buenos Aires.

{2} Opus. cit.

Fuente de la reseña:  http://www.filosofia.org/hem/194/ca03p063.htm

Comparte este contenido:

Libro(PDF): Ecuador. Debates, balances y desafíos post-progresistas

Reseña: CLACSO

Los progresismos nacieron en medio de, o como el resultado de la devastación provocada por el neoliberalismo y caminaron sobre el cascajo de los partidos tradicionales. En Ecuador, el gobierno de la denominada «Revoluvión Ciudadana» fue un intenso fenómeno político de más de una década que cultivó varios éxitos electorales y sociales. Su promesa emergió en medio de una crisis profunda que había quebrado la hegemonía política de las élites y desgastado los engranajes del sistema político representativo.

Las páginas de este libro, fruto de un extraordinario esfuerzo colectivo, ensayan una explicación sobre los significados y herencias de los gobiernos progresistas con un énfasis especial en la experiencia ecuatoriana, atendiendo a los profundos efectos que tuvieron en la sociedad, la economía y los Estados de los países involucrados. Al mismo tiempo, este libro aborda los primeros signos del ciclo post-progresista en el que emerge el neogolpismo, el Estado de excepción, la anti-política tanto como la emergencia de fuerzas alternativas.

Ecuador. Balances, debates y desafíos post-progresistas propone un acercamiento plural y crítico sobre el presente histórico del Ecuador a través de lecturas que conjugan perspectivas locales, nacionales y regionales.

Autor (a): 
Stalin Herrera. Camilo Molina. Víctor Hugo Torres Dávila. [Coordinadores]

Stalin Herrera. Anahí Macaroff. Víctor Hugo Torres Dávila. René Unda Lara. Melina Vázquez. Alejandro Cozachcow. Augusto Barrera Guarderas. Ramiro Aguilar Torres. Érika Arteaga Cruz. Juan Cuvi. Paz Guarderás. Cinthia Carófilis. Denisse Rodríguez. Ricardo Restrepo Echavarría. Diego Armando Jiménez-Bósquez. Judith Pinos Montenegro. Gustavo Ayala. Yura Serrano. Alejandro Recio Sastre. Fabricio Pereira da Silva. Edgar Andrés Londoño Niño. Gonzalo Assusa. Gabriel Kessler. Agustín De Marco. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Instituto de Estudios Ecuatorianos – IEE. CIESPAL. Abya-Yala. Universidad Politécnica Salesiana.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-720-8

Idioma: Español

Descarga: Ecuador. Debates, balances y desafíos post-progresistas

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2240&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1431

Comparte este contenido:

Juan Salvador Gaviota: Volar y vivir, conocer y amar

Juan Salvador Gaviota: Volar y vivir, conocer y amar

Una llamada a la autenticidad, a descubrir en nuestro interior la invitación a la excelencia.

Richard Bach (1936) es conocido fundamentalmente por la célebre Juan Salvador Gaviota (Jonathan Livingston Seagull: a story, 1970), novela en la que funde exitosamente las ideas de vuelo y vida.

Vivir es volar. Volar como todos, como cualquiera de la bandada, es vivir mediocremente. Es un mensaje que caló hondamente y obtuvo amplio eco. Porque es una llamada a la autenticidad, a descubrir en nuestro interior la invitación a la excelencia.

La obra, ágil, breve, de fácil lectura, está estructurada en tres partes.

En la primera parte se nos presenta al personaje protagonista, cuyo nombre da título a la novela. Pronto averiguamos que «no era un pájaro cualquiera» ya que mientras que «para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer», esta gaviota singular quiere alcanzar la perfección en el vuelo. Ahí encuentra el sentido de la vida y la belleza de la existencia.

Intenta transmitir ese gozo puro al resto de la bandada. Pero ellos no quieren volar. Quieren comer. Nada más. Acaban expulsándolo: «pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los lejanos acantilados».

Lo peculiar de la novela radica en lo que narra en las partes segunda y tercera.

Tras lograr activamente el máximo nivel, vinieron por él. Descubre entonces que hay distintos niveles de existencia. Él pertenece a una bandada de orden superior, celestial. Ese parece su lugar, esa parece su bandada, esos parecen sus hermanos “auténticos”.

En este plano tiene hasta un instructor (Rafael, en la versión española). Le adiestra, le anima y le informa de que hay una serie de mundos, cada uno de orden superior, y «elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido en este. No aprendas nada y el próximo mundo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar».

Más adelante encuentra una gaviota inmensamente sabia, Chiang, de quien recibe numerosas revelaciones. Por ejemplo: el cuerpo «no es más que pensamiento puro; nothing more than thought itself». De ahí que vivir más plenamente es entender más. Progresar es comprender: «¡Olvídate de la fe! […] Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo».
Al plantear así la perfección surge, entre otros, el problema del final del proceso. Y se trata de lo más complicado, «lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido de todo […] comprender el significado de la bondad y el amor».

Hay una intuición fuerte en ese sentido: la cumbre de la perfección es el amor. Así, las últimas palabras de Chiang son: «Juan, sigue trabajando en el amor». Seguir trabajando el amor equivale a descubrir que su misión es volver a la primera bandada y animarles a progresar o, lo que es lo mismo, convertirse él mismo en instructor. Su soledad, cuando fue expulsado, se debió a que no entendió que la felicidad obtenida con la perfección no se acababa en él sino que, como dicen los clásicos, bonum diffusivum sui: lo bueno ha de darse, comunicarse. Y algo de esto es el amor.
Juan desciende a la primera bandada y allí encuentra otras gaviotas inadaptadas. Las instruye, encuentra dificultades, traiciones, adhesiones. Y cura enfermos. Y resucita muertos. Y hace discípulos que serán, a su vez, nuevos adiestradores.

Hay una cuestión lingüística de la versión española que me parece digna de destacar. Los nombres de varios personajes importantes son vertidos de un modo un tanto peculiar. Así, Jonathan Livingston pasa a ser Juan Salvador (!!!), con lo que queda alterado el título mismo (no ocurre así en las versiones francesa, italiana o alemana: Jonathan Livingston le goéland; Il gabbiano Jonathan Livingston; Die Möwe Jonathan); el instructor “celestial” pasa de ser Sullivan a Rafael; y el primer discípulo “terrestre” pasa de Fletcher Lynd a Pedro Pablo. Hay varios ejemplos más de este tipo de traducción “creativa”. ¿Es fruto del azar o un intento de acercar a Juan Salvador con Jesucristo, a su instructor celestial con el ángel Rafael y a su discípulo con S. Pedro?

En otro orden de cosas, subrayemos que el proceso de perfeccionamiento es un proceso cognoscitivo, de comprensión creciente. Y, por eso mismo, al percibir que lo máximo es el amor, se produce una paradoja: en la cumbre del (auto)conocimiento nos encontraríamos con algo no cognoscitivo sino del espectro volitivo-afectivo.

Tras una jerarquía de mundos, se descubre que lo máximo no consiste en seguir autoperfeccionándose para apartarse de la manada. Lo máximo es comprender que «Cada uno de nosotros es en verdad una idea de la Gran Gaviota, una idea ilimitada de la libertad […] y el vuelo de alta precisión es un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza». Y amarlas es comprender, «practicar y llegar a ver la verdadera gaviota, ver el bien que hay en cada una y ayudarles a que lo vean en sí misma. Eso es lo que quiero decir por amar».

En definitiva, en la primera parte logra ilusionar con la idea de buscar la propia plenitud. En la segunda, nos quita la urgencia por alcanzar la perfección ya que sostiene que lo que no hagamos en esta vida nos esperará indefinidamente en sucesivas vidas.

El proceso hacia la plenitud es un proceso de comprensión. Por eso, en la tercera parte se constata que el amor (plenitud) es difícil: porque es complejo (no imposible) llegar al amor desde el conocimiento. La cumbre del conocimiento es un concepto (en la novela, la idea de la Gran Gaviota) y, por tanto, algo que no puede ser amado (de hecho, en la obra no se ama a la Gran Gaviota sino a su imagen, su reflejo, en las gaviotas de la bandada): nadie reza a un concepto, que decía Wilamowitz.

Ese amor, difícil porque sólo es posible tras la comprensión, viene al final. Y sólo es posible el amor del que es perfecto y superior (el que ya ha comprendido) hacia el inferior; no del niño al padre, porque el niño no sabe.

Esta dificultad no es nueva en la historia. Si lo supremo (la Gran Gaviota o Dios mismo) es sabiduría, entonces nuestra comprensión siempre será imperfecta, sólo cabría una especie de teología negativa. Si, por el contrario, Dios es amor, entonces la actitud correcta, la vía de plenitud no excluye ni exige la comprensión ya que estriba en la veneración amorosa, en la adoración reverente.

Así el amor, la libertad, la plenitud, se hace accesible a todos. Incluso, más accesible a los niños y gente sencilla que a los eruditos.

Desarga el libro en este enlace: https://www.forodeliteratura.com/biblioteca/datos/bachrichard/gaviota.pdf

 

Fuente de la Información: https://es.aleteia.org/2020/11/01/juan-salvador-gaviota-volar-y-vivir-conocer-y-amar/

Comparte este contenido:

Devolver la mitad del planeta a la naturaleza, la solución climática más económica

Devolver la mitad del planeta a la naturaleza, la solución climática más económica

Entrevista a Eric Dinerstein

En septiembre, las Naciones Unidas publicaron un informe acusando a los líderes mundiales por no detener el colapso de la biodiversidad. A pesar de establecer objetivos ambiciosos en 2010 para proteger ecosistemas en peligro de extinción, hemos perdido un devastador 68 por ciento de especies desde 1970.

Esta no es solo una mala noticia para la vida silvestre, es mala para los humanos. Sin diversas especies de aves, reptiles, mamíferos y las tierras que habitan, la humanidad corre el riesgo de perder los ecosistemas que regulan nuestro clima, nos brindan un amortiguador para prevenir pandemias, proporcionan recursos naturales vitales y mantienen limpios el aire y el agua.

La solución es proteger el hábitat: específicamente, el 50,4 por ciento de la tierra de la tierra, según el equipo de científicos dirigido por Eric Dinerstein, científico de vida silvestre y director de la organización de nvestigación RESOLVE. Eso es un aumento importante del 15,1 por ciento de la superficie terrestre actualmente protegida.

Ex científico jefe del Fondo Mundial para la Naturaleza (sí, el que tiene el logo del panda), Dinerstein ayudó a crear los protocolos de conservación que protegen algunos de los espacios naturales más queridos del mundo, desde las Galápagos hasta el Himalaya. Su llamado a la acción más reciente es una colaboración entre RESOLVE, la Universidad de Minnesota, la Universidad Estatal de Arizona y Globaïa, una organización sin fines de lucro de arte y ciencia. Llamado ” Red de seguridad global“, el informe no es el primero para pedir la conservación y regeneración de la mitad del mundo. Pero va un paso más allá. Los investigadores identificaron las áreas terrestres exactas que deben protegerse para evitar el colapso climático y estimaron el almacenamiento potencial de carbono para cada región. La aplicación Global Safety Net presenta un mapa interactivo de esas áreas, realizado en asociación con Google Earth Engine.

Aquí, Dinerstein habla sobre cómo los movimientos por el clima y la conservación pueden unir fuerzas, y por qué salvar la mitad de nuestra tierra significa salvar el mundo. Sus comentarios han sido editados para mayor claridad y extensión.

PEl cambio climático y la pérdida de biodiversidad son sin duda problemas enormes. ¿Cómo conectamos mejor las soluciones?

R. Por naturaleza, los seres humanos compartimentamos. Las personas que saben más sobre la ciencia del clima son a menudo científicos atmosféricos que no estudian la ciencia de la biodiversidad más allá de la escuela de posgrado. Del mismo modo, no hay muchos científicos de la biodiversidad que tengan una comprensión realmente fundamental de la ciencia atmosférica. Y las instituciones los separan aún más. Las Naciones Unidas tienen una agencia para el cambio climático y otra para la biodiversidad, y las dos no interactúan. Pero estas amenazas existenciales son interdependientes.

Acerquémonos a la selva amazónica como ejemplo. A medida que aumentan las temperaturas y la atmósfera se seca, muchas de esas áreas increíblemente ricas en biodiversidad vuelven a las sabanas. Los árboles que están adaptados a las condiciones de la selva húmeda son empujados más allá de sus límites fisiológicos y croan, creando biomasa como combustible para incendios forestales y destruyendo hábitats para la vida silvestre. Y en lugar de extraer dióxido de carbono del aire, los árboles en llamas ahora lo están bombeando de regreso a la atmósfera, acelerando la crisis climática.

Los científicos del clima y los científicos de la biodiversidad deben unirse para formar un campo de “ciencias de la tierra” en el verdadero sentido de la palabra. Es la única posibilidad de salvar vida en la Tierra.

PGlobal Safety Net pide proteger la mitad de la tierra del mundo. ¿Cómo llegamos a ese objetivo?

R. Afortunadamente, alrededor del 50 por ciento de la superficie de la Tierra todavía se considera intacta, semi-intacta o ligeramente degradada, lo que significa que la tierra ha perdido algo, pero no toda su salud y productividad. Entonces, hay suficiente tierra que no se superpone con las poblaciones humanas disponibles para la preservación, y la propuesta de la red de seguridad elige deliberadamente no cruzarse con la agricultura existente y el entorno construido. El quince por ciento de la Tierra ya está protegida. Un 12 por ciento adicional de la Tierra está habitada por pueblos indígenas, que son expertos en biodiversidad. Si les damos oficialmente la tenencia de la tierra y honramos su derecho a administrar esos ecosistemas- y en su poder de toma de decisiones nos permiten designar esa tierra como parte de la Red de Seguridad Global – entonces el total de regiones protegidas alcanzaría el 27 por ciento. Todo lo que tenemos que hacer es reservar otro 23 por ciento, y podemos llegar allí. Solo mire COVID-19, y cómo el comportamiento de la sociedad puede cambiar en un centavo si es necesario. Solo debemos reconocer que debemos tomar ciertas medidas para conservar nuestra especie y conservar nuestra salud pública.

P. ¿Qué pasa con la agricultura? ¿Dejará eso suficiente tierra para crecer?

R. La verdad es que el mundo estaba produciendo suficientes alimentos en 2015 para alimentar a 10 mil millones de personas, es decir, 2,2 mil millones de personas más de las que tenemos en la Tierra hoy. El sistema alimentario internacional está lleno de mala gestión y desperdicio. El treinta y siete por ciento de la superficie mundial se dedica a la agricultura intensiva, pero el 77 por ciento de esa tierra se utiliza para cultivar cultivos para alimentar al ganado. Si las sociedades occidentales industrializadas dejaran de comer tanta carne y dedicáramos tierras en cada continente para cultivar y alimentar a las personas localmente, en lugar de enviarlas al extranjero, podríamos reducir el desperdicio de alimentos y acabar con el hambre. No necesitamos más tierra, tenemos que arreglar nuestro sistema alimentario roto.

P. ¿Qué hacemos con esa tierra una vez que se conserva? ¿Y cómo va a luchar realmente contra el cambio climático?

R. Tenemos que reducir el dióxido de carbono para evitar las peores consecuencias de la crisis climática, y podemos hacerlo mediante la restauración. Una vez que se conserva la tierra, debemos recrear ecosistemas dañados a lo largo de los ríos y montaña arriba y abajo para permitir que los mamíferos más grandes como los tigres migren entre hábitats. Eso implica replantar de manera experta árboles chupadores de carbono y otras plantas nativas. En el proceso, podríamos emplear a cientos de millones de personas, lo que se necesita desesperadamente durante la actual crisis económica.

Todo esto debe hacerse en combinación con una moratoria sobre la deforestación para 2040 y una transición a energía 100% renovable para 2050. Si juntamos estas tres piezas, tendremos un camino seguro hacia una biosfera sostenible sin tener que inventar nuevas tecnologías. . Tenemos las herramientas a nuestra disposición si lo hacemos.

P. Algunos de nuestros líderes mundiales ni siquiera pueden admitir que el cambio climático es real. ¿Cómo podemos hacer que se comprometan con esto cuando tenemos serios problemas humanos, como una pandemia?

R. Bueno, las pandemias ocurren como resultado directo de la pérdida de biodiversidad. Ha habido varios casos de transmisión zoonótica de enfermedades, o virus que saltan de las poblaciones de vida silvestre a los humanos, en los últimos dos siglos. Los científicos predicen que es probable que la próxima pandemia provenga del Amazonas. A medida que despejamos más bosque tropical, nos exponemos al bosque interior y a los animales que viven allí. Al mantener intactos estos bosques y estos hábitats, estamos creando una vacuna natural para el próximo coronavirus.

Los países más críticos para la red de seguridad son EE.UU, India, Rusia, China y Brasil. Por lo general, esos gobiernos no simpatizan con los problemas ambientales. Pero observe qué tan rápido está cambiando el status quo. El gobernador Newsom de California, la quinta economía más grande del mundo, firmó una orden ejecutiva que elimina los automóviles de gasolina para 2035. Necesitamos cambios más dramáticos como ese en los sectores de conservación y clima que nos pondrán en el camino correcto, y yo creo que es completamente posible.

Y a pesar de lo que puedan decir esos líderes, la conservación está dentro del presupuesto mundial. El costo de ejecutar la red de seguridad es de entre $ 100 y $ 150 mil millones al año, que es una fracción de lo que los gobiernos del mundo están gastando en el alivio de la pandemia. Y el financiamiento no será tan costoso en comparación con la lucha contra futuras pandemias o lidiar con lo peor del colapso climático, como el aumento del nivel del mar o el tipo de incendios que estamos viendo ahora, que solo se volverán más comunes.

Si esos puntos no convencen a nuestros líderes actuales, entonces votaremos por nuevos líderes, personas influyentes carismáticas que pueden ayudar a influir en la opinión pública, que realmente comprenden la profundidad del problema y están dispuestos a tomar medidas drásticas.

Por Brianna Baker. Artículo en inglés

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/biodiversidad/devolver-medio-planeta-a-la-naturaleza/

Comparte este contenido:

Chile. «Este 18 estaremos, como hace un año, en las calles movilizados contra Piñera»

Chile. «Este 18 estaremos, como hace un año, en las calles movilizados contra Piñera»

Marcelo Osses es uno de los referentes de la radio Plaza de la Dignidad, los colegas que transmiten cada vez que hay manifestaciones en esa Plaza que se ha convertido en referencia emblemática de la revuelta chilena. Hablamos con él a pocas horas del 18 de octubre, primer aniversario de aquel momento en que unos jóvenes estudiantes saltaron los molinetes del metro, y a partir de ese momento comenzó esta revuelta que se extiende hasta ahora.

–Marcelo ¿Cómo están palpitando este nuevo 18?

-Esta jornada de celebración provoca grandes expectativas a todo el país, tanto desde los participantes y protagonistas de la revuelta, como los que se oponen, todos están preparándose a su manera. Nosotros, que somos participantes activos de las movilizaciones hemos estado desde hace más de un mes saliendo a las calles y generando grandes y pequeñas movilizaciones. Sobre todo, en Santiago. Hay muchas regiones que están con cuarentena y cuesta más que la gente pueda salir porque tienen todas las restricciones propias del estado de excepción. Chile tiene estado de emergencia que ha sido nuevamente renovado, somos de los pocos países donde se impone un toque de queda nacional, no en algunas zonas, sino en todo el país. Estamos esperando con muchas ansias estos días. Las actividades han venido subiendo, sobre todo a partir del 3 de octubre, el día en que agreden a Antony Araya, un joven manifestante que fue arrojado desde más de 7 metros de altura al río Mapocho. Eso le provocó grandes heridas pero por suerte está en franca recuperación. Desde ese día la rabia contra la policía, contra el gobierno y contra el sistema ha ido manifestándose en todos los espacios. Desde las redes sociales hasta las manifestaciones callejeras. Este lunes tuvimos jornada de movilización de la resistencia de los pueblos indígenas, particularmente de los pueblos mapuches. Este viernes nuevamente nos movilizaremos en todo el territorio, el sábado también y por supuesto el domingo, día que celebramos este primer año, desde el inicio de la revuelta.

-Sin embargo, el gobierno está instalando un clima de guerra, amenazando con sacar a la calle muchos carabineros y también militares.

-Las amenazas por parte del gobierno han sido múltiples. La campaña mediática que han hecho arrancó hace varias semanas. Anunció el gobierno que va a tener más de 40 mil policías en la calle, militares también, porque el estado de excepción se lo permite. Este pasado miércoles hubo una gran movilización en Puente Alto, una comuna del sector sur de Santiago, con detenidos y heridos, en la que la intervención militar fue muy fuerte. Afortunadamente la gente los logró expulsar. Es noticia en nuestra prensa canalla esta confrontación que se produjo, la gente logró expulsar de la zona a los camiones militares. Los sacaron de la zona. Este es el nivel de confrontación que se está produciendo. De acá al domingo, pese a las amenazas, la campaña abierta de criminalización gubernamental, y también de buena parte de los partidos que se denomina de oposición pero que han sido parte de esta dictadura en democracia neoliberal, y que ahora han salido en bloque a denunciar la violencia del pueblo, por supuesto encubierta con la violencia “venga de donde venga”. En la práctica ha sido condenar la lucha callejera. Se han unido en un gran bloque sistémico para tratar de demonizar la movilización popular y tratar de impedir que el pueblo salga en estos días a las calles. Ese es el ambiente. Es un diagnóstico incierto lo que va a ocurrir. Cualquiera sea el caso, la movilización va a ser muy fuerte. No sabemos exactamente la profundidad y la dimensión que va tener pero va a haber movilizaciones en todo el territorio, sobre todo en los que no hay cuarentena. Porque donde hay cuarentena la gente, por ejemplo, en la Quinta región, que ha sido muy emblemática de las movilizaciones, los llamados son a una zona donde no hay cuarentena. Entonces la gente se va a concentrar ahí el día domingo.

-¿La radio que ustedes motorizan estará en el aire como siempre, transmitiendo desde el epicentro de las movilizaciones?

-Estamos todos a la expectativa de lo que va a ocurrir, tratando de hacer el aporte. Nosotros como Radio Plaza la Dignidad difundiendo y recordando lo que fue el proceso del año pasado. Como inicio de la revuelta, los días previos ya los jóvenes habían hecho sus acciones, en los liceos, los colegios, con la resistencia al interior posteriormente las tomas de los metros, los saltos de los torniquetes y el inicio de la movilización. Hemos estado recordando, con mucha fuerza los antecedentes de esta revuelta. Estamos con toda la disposición de estar mostrando lo que va a ocurrir y suponemos al igual que todo el espectro político, esta va a ser una jornada de movilización popular muy intensa.

-Una semana después, el 25/O está convocado el plebiscito constituyente, una fecha esperada también pero muy polémica, porque hay posiciones diferentes en la izquierda sobre si participar o no del mismo. ¿Cómo ves el panorama en ese sentido?

-Este plebiscito o este proceso constitucional que acordaron toda la casta política para salvarse literalmente, como lo dijo literalmente el que fuera candidato presidencial Alejandro Gullier. Lo dijo abiertamente, que se pusieron de acuerdo todos los dirigentes políticos para salvar al gobierno, para salvar a Piñera. Dijo directamente, porque si caía Piñera, era probable que cayera gran parte de la institucionalidad. Reconocen que se pusieron de acuerdo para eso. Él dice que estaba en posición contraria, que era pedir la renuncia de los cargos políticos, desde el presidente hasta el parlamento. Es evidente que así fue este acuerdo para salvarse. Lamentablemente para el movimiento popular. Por un sinnúmero de razones hay una tradición fuerte en el pueblo chileno de concurrir a los procesos electorales, y el proceso electoral primero que inicia este proceso, está bastante impuesto. Hay un gran debate y de alguna manera lo que importa finalmente es el segundo paso de este proceso, que será más largo. Para nosotros, la gente ya dijo que no quiere más esta Constitución, desde el mismo 18 de octubre pasado, no precisamos un plebiscito para saberlo, pero ahora ¿qué viene?

–Explícanos qué es lo que crees que viene y dónde está la trampa.

-Va creciendo muy fuerte la idea de que con el camino institucional a partir de una convención, una entelequia que crearon, no se va a lograr un cambio verdadero en la Constitución. Tanto por los mecanismos como por la disposición política que van a hacer. Mantendrán en la nueva Constitución la prerrogativa que tiene la actual para el manejo económico, político y cultural. No van a haber en la práctica cambios importantes en la nueva Constitución. De hecho, dicen que habrá cambios mínimos, con un articulo básico que en la práctica sean las leyes orgánicas constitucionales, o las leyes generales las que determinan la mayor parte de las cuestiones importante. Esas leyes no se eluden. No las han podido cambiar literalmente. Las que determinan las condiciones económicas, por ejemplo. Nosotros, el mundo popular, hemos ido creciendo en la influencia social, es decir la deslegitimación de esta convención ha ido creciendo. Mucha gente dice sí, voy a participar del plebiscito, pero no creo en lo que viene después, porque ha quedado en evidencia que la ley 21200 que es la que determina este proceso, está hecha para que sean los partidos políticos, ni siquiera los movimientos, los que van a definir quienes son los constitucionales. Se rige por la misma ley de elecciones de diputados al Parlamento. No hay independientes. La posibilidad de elegir personas que no sean definidos por los partidos es nula. Entonces va quedando más claro en el panorama que el segundo paso, es decir la elección de los convencionales no es democrática ni legítima.

-Frente a esto que comentas, ¿cuál es la alternativa?

-La única opción es la Asamblea Constituyente soberana, que tenga plenos poderes, que pueda fundar un nuevo Chile, que sea originaria, que ningún poder esté sobre ella. Es una opción válida que empieza a correrse en las asambleas territoriales populares, en un montón de instancias, empieza a crecer la idea que hay que crear órganos de deliberación que vayan, desde ahora y en cada espacio, discutiendo los problemas básicos discutiendo los problemas políticos y los problemas de todo Chile. Pero el proceso institucional que sigue está iniciándose con una ilegitimidad muy potente. Va a ser difícil para ellos producir esta legitimidad en la futura convención. Ya sabemos que la derecha está por el “Apruebo», porque la derecha de los grupos económicos y políticos significativos, salvo un pequeño sector, todos están por el “Apruebo”, porque ellos entienden que es una tabla de salvación. No hagan caso, va a ganar por un número muy significativo y un porcentaje muy alto. No está muy claro también cuanto porcentaje del padrón electoral va a participar. Los que vayan a participar van a votar por el “Apruebo». Van a votar por esta convención y se inicia el proceso. El proceso de legitimidad que va a tener es lo importante a considerar. Nosotros consideramos que nuestra tarea es ir constituyendo nuestro órgano de deliberación y empezar de manera más orgánica a discutir los temas al margen de este proceso constitucional.

-No abandonando la calle…

-Otro tema, están discutiendo, ha tenido acento público, ellos no saben qué va a ocurrir el mismo día 25. Toda esta casta política ha tratado de desmovilizarnos estos días. Los ideólogos del “Apruebo» de este sector social demócrata, de una izquierda que no es real, ellos han hecho toda esta campaña del terror en contra de la gente que se moviliza. “Estás cometiendo infracción sanitaria, no es necesario, quédense en sus casas”, nos dicen. Este es el discurso que están haciendo. El día 25 sería inédito, en los últimos 32 años, desde el plebiscito del año 88, que la gente salga a las calles el mismo día a manifestarse de manera distinta, temen que salga de manera violenta. Y es probable que eso ocurra. No ha pasado, no es tradicional que, al término de la jornada electoral, la gente salga. Este año, prevén que las movilizaciones en todas partes van ser importantes y hasta violentas. Entonces, va a ser inentendible que el pueblo que gana en las urnas, salga a su vez a manifestarse masiva y violentamente. Va a ser una situación muy paradójica el día 25. Será muy intenso probablemente.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Chile.-Este-18-estaremos-como-hace-un-ano-en-las-calles-movilizados-contra-Pinera-20201015-0004.html

Comparte este contenido:
Page 31 of 63
1 29 30 31 32 33 63