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Libro(PDF): «Resonancias de El Chavo del 8 en la niñez, educación y sociedad latinoamericana»

Reseña: CLACSO

Resonancias de El Chavo del 8 indaga en las imágenes sobre escolarización y niñez, latinoamericanidad y afectividad, medios de comunicación y clase, que emergen de las experiencias de visionado de la serie creada por el popular comediante Roberto Gómez Bolaño. Al explorar las conexiones entre los estudios de cultura visual y de curriculum transcultural, los ensayos que integran este volumen navegan en un espacio poético transnacional de convivencia con la cultura pop, de la que surgen nuevas vías de interpretación y formas de acercamiento al estudio de uno de los fenómenos globales producidos por la televisión latinoamericana. En efecto, no existen demasiadas instancias en las que un producto cultural se haya expandido a lo largo de toda Latinoamérica y más allá (El Chavo del 8 llegó a transmitirse en continentes tan alejados como Asia y África), dejando una huella que perduró durante décadas y entre generaciones. Este libro invita a una reflexión desde una perspectiva internacional y en clave rizomática en torno a las lecturas e interpretaciones de El Chavo del 8.

Autor (a): Nicolás Arata. Daniel Friedrich. Victoria Parra. Ana Paula Marques de Carvalho. Rita de Cássia Prazeres Frangella. Carlos Aguasaco. Limarys Caraballo. Erica Colmenares. Ernesto Treviño Ronzón. José Carbajal Romero. Dulce María Cabrera. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Teachers College. Columbia University. Daniel Friedrich. Erica Colmenares. [Editorxs]

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-620-1

Idioma: Español.

Descarga: Resonancias de El Chavo del 8 en la niñez, educación y sociedad latinoamericana

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2214&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1406

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Documental desentierra la «turbulenta» era de las médicas pioneras de EE.UU.

Una época de turbulencia racial como la de ahora en Estados Unidos marcó la lucha de las primeras mujeres que se hicieron médicas en el país, según dice a Efe Valerie Scoon, una cineasta afroamericana que desentierra con un nuevo documental una historia que muchos han querido «ahogar».

Con «Doctoras atrevidas: médicas en el siglo XIX» (Daring Women Doctors: Physicians in the 19th Century), Scoon busca dar a conocer a estas «mujeres pioneras que se enfrentaron a la hostilidad, el racismo y el sexismo para convertirse en médicos».

«Es una historia inspiradora y relevante para nosotros hoy en muchas formas», explicó a Efe la cineasta de la Universidad Estatal de Florida (FSU), que produjo este documental para la televisión pública Public Broadcasting System (PBS).

La productora y guionista, que es profesora de FSU, recordó que la primera escuela de medicina para mujeres abrió durante un período de «gran agitación», poco antes de la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) y a finales del siglo XIX ya había una gran cantidad de estos centros docentes.

«Esos fueron ciertamente tiempos turbulentos y estas mujeres perseveraron y lograron sentar las bases para el éxito de nuestras doctoras actuales», dijo la cineasta, quien ha supervisado filmes como «Malcolm X» (1992) y «The Great Debaters» (2007), que fue nominado al Globo de Oro.

UN DESAFÍO A LAS RESTRICCIONES

Para Scoon, la historia de estas mujeres cobra más relevancia hoy en medio de las protestas raciales tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco, que además hizo más visibles otros casos de violencia racial recientes.

El documental «tiene como objetivo informarnos y desafiarnos a todos para crear una sociedad donde podamos cumplir con nuestros objetivos sin las restricciones del racismo o las expectativas de género», manifestó.

Resaltó que para convertirse en médicas tuvieron que superar «enormes obstáculos» de la mano de los abolicionistas y los defensores de los derechos de las mujeres, y en momentos en que incluso carecían del derecho al voto.

Scoon subrayó además que otra de las razones que hacen oportuno su documental es «que resalta el camino para que las mujeres obtuvieran el derecho al voto durante el año que celebra el centenario de la Enmienda 19», que les otorgó ese derecho en 1920.

La curiosidad de la productora por la historia de Eliza Anna Grier (1864-1902), una niña nacida en la esclavitud que se convirtió en médica, llevó a la realización del guión.

A pesar de ser una esclava emancipada con poco dinero o educación, Grier pagó su educación en la prestigiosa Escuela de Medicina de la Mujer de Pensilvania alternando cada año de sus estudios con uno de recolección de algodón y se convirtió en la primera mujer afroamericana autorizada a practicar medicina en Georgia.

«Cuando vi a mujeres de color haciendo todo el trabajo en casos de parto y todos los honorarios iban a un médico blanco que simplemente lo atendió, me pregunté por qué no debería yo recibir los honorarios», señalo la pionera según los archivos históricos.

Scoon se encontró después con otras pioneras, de raza blanca, como Ann Preston (1813-1872), una cuáquera y abolicionista que fue la primera decana de medicina, y a Emeline Cleveland (1829-1878), la primera cirujana de Estados Unidos.

Preston luchó para que sus estudiantes fueran admitidas en conferencias de los hospitales de Filadelfia y Pensilvania en medio de la hostilidad de grupos de hombres.

Mientras, Cleveland es recordada por su gran destreza y fue una de las primeras mujeres médicas estadounidenses en realizar una cirugía ginecológica y abdominal importante.

MUCHAS ESCUELAS, SAQUEMOS A LAS MUJERES

La cineasta además contó que es una historia en la que a muchas mujeres se les quiso dejar por fuera de los registros históricos y que además «se ha ahogado en años recientes».

«Gran parte de la historia de los logros de las mujeres se ha ocultado, distorsionado o borrado porque los historiadores en el pasado fueron ‘selectivos’ sobre qué récord mantener».

Además, recordó que las mujeres en la medicina fueron dejadas de lado tras las publicación del informe Flexner en 1910, que criticó la proliferación de escuelas médicas y estudiantes, lo que llevó al cierre y consolidación de muchas, restableciendo los programas de admisión solo para hombres para acomodar a un grupo más pequeño.

Scoon dijo que esta «adopción de estándares educativos más estrictos» del informe Flexner terminó afectando a las mujeres.

Agregó que después «lentamente las escuelas de medicina comenzaron a admitir a las mujeres para que se olvidaran de ese momento vibrante de todas las escuelas de medicina para mujeres».

«Estoy muy emocionada de compartir la historia no contada de estas intrépidas y diversas mujeres médicas tempranas», indicó la guionista y maestra de cinematografía.

Sus alumnos de Scoon en la Facultad de Artes Cinematográficas de la FSU han ganado 10 premios Emmy para estudiantes.

La cineasta se mostró feliz de haber trabajado con alumnos y profesores de esta universidad que ayudaron en la producción de» «Daring Women Doctors: Physicians in the 19th Century», que se presentará durante el mes de julio en las estaciones de PBS en el país.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/documental-desentierra-la-turbulenta-era-de-las-medicas-pioneras-de-ee-uu_1_6097362.html

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Libro Tradición y prácticas disciplinarias: Vida cotidiana de las familias rurales e intervención escolar

Autores: Fabiana Cousido y Paula Macchi

Universidad Nacional de Mar del Plata

La obra surge de la observación de las vidas cotidianas de niños y niñas que concurren a una escuela de características rurales y atraviesan situaciones de violencia dentro de su grupo familiar. Se intenta problematizar y repensar conceptos como el de familia y poder, interpelando lo que sucede en la sociedad. También pone el foco en la relación e influencia del modelo agroexportador, con la idea de poder identificar aquellos procesos que producen a lo largo de la historia los elementos constitutivos de la identidad social, en el cual se encuentran inscriptas sus prácticas. Las autoras tomaron dos situaciones en las que realizan un estudio minucioso de la historia del lugar y de las instituciones, analizan las relaciones de poder asimétricas desde la óptica postestructuralista foucaltiana. El texto abre algunas reflexiones y nuevos interrogantes y realiza aportes que permiten modificar la vulneración de los derechos de niños y niñas que sufren conductas relacionadas con el patriarcado.

Descargar en : https://drive.google.com/file/d/1WQoUsgufblJcWHzYAV5ALtv_Yxz_Waya/view

https://www.youtube.com/watch?v=IJAPUHgoK4E
Fuente: ttps://www.pagina12.com.ar/278661-tradicion-y-practicas-disciplinarias
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INFORME La pandemia del racismo

Desplazados de sus territorios ancestrales, muchos pueblos indígenas viven en zonas aisladas, sin acceso al agua potable ni a recursos para alimentarse, donde los servicios de salud son limitados o inexistentes. Con la propagación del COVID-19, se acrecentaron las desigualdades sociales y la vulnerabilidad de estas comunidades frente a cualquier contingencia, situación compartida por afrodescendientes, migrantes y otros grupos sociales que viven al día y en condiciones de hacinamiento. Tanto en los asentamientos como en la periferia de las grandes ciudades, el temor por los riesgos de contagio frente a la pandemia convive con la preocupación por la cena de hoy y el almuerzo de mañana.

En paralelo, recrudeció la discriminación por parte de diversos sectores y la violencia institucional infringida por las fuerzas de seguridad, las instituciones y servicios de salud, justicia y educación, producto de la naturalización de “representaciones racistas” por parte de la sociedad.

Para Marcela Brac, integrante del Instituto de Ciencias Antropológicas (ICA) de Facultad de Filosofía y Letras de Universidad de Buenos Aires (UBA), si bien la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio “se realizó con el propósito de prevenir el aumento de contagios y preservar la salud y seguridad de las personas, en algunos casos el contacto se representa en términos de peligrosidad y temor hacia quienes padecen la enfermedad, antes que preocupación por su estado de salud”. “Esta situación no es generalizada, sino que se encarna en casos puntuales”, afirmó la antropóloga, docente de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), en diálogo con el Suplemento Universidad.

La violencia institucional ejercida contra les jóvenes qom del barrio Banderas Argentinas, en la localidad chaqueña de Fontana, a fines de mayo, se inscribe “en el marco de violación de derechos humanos cometidos a lo largo de la historia argentina contra gran parte de los ciudadanos, en este caso, los pueblos originarios”, afirmó Brac.

“En general, la sociedad argentina identifica el racismo estructural existente en otros países, como Estados Unidos, pero se muestra menos propensa a la reflexión crítica sobre la situación nacional”, reflexionó. Asimismo, explicó que esa línea de pensamiento “sustenta la concepción de la supremacía blanca y la alimenta en el ‘fetiche de los barcos’: ‘Los argentinos descendemos de los barcos, por cierto, no esclavistas’ es un relato totalizador de la identidad nacional que invisibiliza otras identidades”.

Según la investigadora, las desigualdades socioeconómicas actuales y los mecanismos de exclusión social “se expresan de formas violentas y manifiestas, pero también de maneras soterradas, más silenciosas y que buscan reafirmar cotidianamente jerarquizaciones sociales en relación a la pertenencia étnica”.

En esa línea, Malena Castilla, integrante del ICA y docente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), advirtió que la “negación e invisibilización de los pueblos indígenas y sus problemáticas” también implica la “inexistencia o falta de implementación de políticas públicas destinadas a esta población”.

Castilla subrayó que “estas dinámicas de violencia se ejercen históricamente” y, en comunicación con este suplemento, hizo suyas las palabras del comunicado de repudio publicado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) sobre lo ocurrido en Fontana con extensión a “toda la provincia”: “Es imperativo detener los aumentos de los niveles de violencia y de despojo que sufren estas poblaciones. Despojos históricos, de sus territorios, sus culturas, sus lenguas, sus modos de vida, su religiosidad, su dignidad, sus nombres…”.

En consonancia con sus colegas del ICA, Laura Weiss dijo que “estás dinámicas y su profundización evidencian y ponen en tensión el interjuego entre una ciudadanía hegemónica y las ciudadanías indígenas, e incrementan aún más las desigualdades de acceso a derechos económicos, sociales y culturales”.

“En un contexto de creciente inseguridad alimentaria” y de difícil “acceso al sistema de salud público y estatal, son las propias organizaciones indígenas y comunitarias las que generan lazos de contención desde sus trayectorias políticas y organizativas y en articulación con organizaciones sociales, sindicales y políticas, pero también instituciones escolares y organismos de desarrollo social y de salud”, apuntó Weiss.

Voces de las comunidades

Lecko Zamora, miembro del pueblo wichí e integrante de la comisión asesora del Programa Pueblos Indígenas (PPI) de la UNNE, consideró que “el Estado debe hacerse cargo con honestidad para contrarrestar el daño ocasionado por más de dos siglos”. Según Zamora, eso implica “inculcar y formar a los compatriotas, en especial a funcionarios privados y públicos, en los derechos y valores de los pueblos indígenas” y, a su vez, “enriquecer a los programas de estudios de las escuelas primarias, colegios secundarios, terciarios y universidades”.

En tanto, Libia Tujuayliya Gea Zamora, médica wichí y colaboradora de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior de la Cátedra Unesco “Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), aseguró que la formación de médicos en “interculturalidad y salud” es una deuda pendiente.

En diálogo con este suplemento, la médica destacó la importancia de “entender y respetar las prácticas ancestrales de los pueblos y los conceptos de salud/enfermedad” que manejan. En ese sentido, afirmó: “En Argentina no hay un sistema de salud intercultural que respete la diversidad cultural”. También apuntó que “no hay suficiente personal de salud en territorio y no tenemos insumos”.

Por su parte, Daniel Loncon, miembro del pueblo mapuche e integrante de la Secretaria de Extensión de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), explicó que en Chubut la pandemia “profundizó aún más las consecuencias de muchos años de abandono estatal y evidenció claramente que no existe una política pública, social o sanitaria diferenciada y con pertinencia cultural frente a situaciones como éstas”.

Para Loncon, “una intervención social y sanitaria más efectiva” depende de la articulación entre el Estado, en todos sus niveles, y las organizaciones indígenas y otros actores vinculados con las comunidades.

En diálogo con el Suplemento Universidad, el referente mapuche manifestó que urge “consolidar y reforzar con insumos, personal y movilidad a los hospitales rurales y reactivar los puestos sanitarios que se encuentran cerrados por falta de personal”. También señaló la necesidad de “agilizar el tránsito de las áreas rurales mediante la refacción y mantenimiento de los caminos vecinales”.

Otra de las medidas que debe tomar el Estado es “garantizar el aprovisionamiento de agua, alimentos, medicamentos y planes o programas a las personas que lo necesiten y se encuentran en comunidades alejadas y que no poseen medios de movilidad para acercarse a los centros urbanos ni dispositivos ni conexión de internet para solicitar los beneficios que ha dispuesto el gobierno nacional”, exigió Loncon.

Por una mayor conciencia

Aunque las “injusticias, inequidades y formas de violencia institucional continúan vigentes en absolutamente todos los países de la región”, el director de la Cátedra Unesco e investigador principal del CONICET, Daniel Mato, afirmó que “existen diferencias” según “las formas en las cuales cada gobierno administra el respectivo Estado”.

En otras palabras: “No es lo mismo tener que enfrentar esta pandemia en el marco de un gobierno nacional como el de Brasil, cuyo presidente reiteradamente proclama mensajes y prácticas racistas, promueve incendios en el Amazonas y practica o cuanto menos tolera asesinatos de dirigentes de esos pueblos, que hacerlo en el contexto de un gobierno nacional como el de Argentina, cuyo presidente de ningún modo incurre en esas prácticas, sino que por el contrario procura acabar con las prácticas de violencia institucional de las fuerzas de seguridad”. “Pero, el ‘Estado’ no es lo mismo que el ‘gobierno’, y este no se reduce al ‘presidente’”, reflexionó Mato.

Consultado por este suplemento, el director de la Cátedra Unesco afirmó que “la pandemia del racismo es la más antigua y letal de la historia de la humanidad” y sostuvo que las universidades contribuyeron a «construirla y diseminarla por todo el planeta mediante su monoculturalismo”, que como contrapartida tuvo “la negación, descalificación o subalternización de las visiones de mundo, lenguas, sistemas de conocimiento y modalidades de aprendizaje de pueblos indígenas y afrodescendientes”.

Así como “jugaron papeles importantes en la producción y reproducción del racismo”, las casas de estudio deben contribuir a “erradicarlo”, indicó Mato y advirtió que “no se observan respuestas concretas y efectivas por parte de la mayoría de ellas”. En la actualidad, menos de una treintena de universidades cuentan con programas institucionales estables para el desarrollo de actividades interculturales, en colaboración con estudiantes, organizaciones y comunidades, o el apoyo a alumnos indígenas.

Asimismo, Mato remarcó que en sus aulas “se forman profesionales que acaban ocupando lugares de toma de decisiones y de formación de opinión pública, espacios de formulación y aplicación de leyes y políticas públicas, y docentes que irradian la ideología racista hacia todo el sistema educativo, cuando debería ocurrir exactamente lo contrario”.

El investigador del CONICET alentó la creación de nuevos espacios de reflexión y debate, y programas contra el racismo, dirigidos a población en general y a los actores de los sistemas educativos. “Es igualmente urgente e importante que todas las universidades adopten protocolos de prevención y educación contra el racismo y la discriminación racial”, advirtió y consideró que “la experiencias pioneras impulsadas por los movimientos feministas y de mujeres pueden servir de ejemplo”.

Mientras, los contagios se multiplican y las comunidades indígenas y afrodescendientes exigen el desarrollo y la puesta en práctica de respuestas que sean apropiadas a las condiciones estructurales que las afectan, para asegurar el pleno respeto de sus derechos y culturas.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/278662-la-pandemia-del-racismo

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Un restaurante pensado para ellas

Reseñas/África/Marruecos/16 Julio 2020/elpais.com

Un proyecto busca empoderar y dar opciones a mujeres viudas, separadas, divorciadas y madres solteras discriminadas incluso por el Código de Familia en Marruecos

Zineb tenía tan solo seis años cuando su padre la envió a vivir con otra familia. Pensando que se iba de vacaciones a algún lugar desconocido, pronto descubrió que la habían enviado a una casa para lavar los platos, limpiar y cuidar de los hijos de los dueños. Las condiciones de trabajo eran extremadamente duras para ella y fue continuamente maltratada. Durante años, Zineb trató de huir, pero cuando su padre la encontraba, era enviada de vuelta al mismo lugar, a trabajar. Todo esfuerzo por cambiar su situación era inútil.

Un día Zineb dijo “basta” y decidió escaparse. Se movió de un lugar a otro en busca de un trabajo que le garantizara algo de dinero. En 2014 dio a luz a su primera hija y se convirtió en madre soltera, algo nada fácil en Marruecos, un país donde mujeres en su situación están completamente desprotegidas. Su suerte comenzó a cambiar cuando una organización le recomendó dirigirse a un centro de capacitación para aprender nuevas habilidades que le permitieran ser financieramente independiente y mantener a su niña.

El centro se llama Amal y, como explica su relaciones públicas, Abla Terrab Maskri, el proyecto que tienen en marcha busca “empoderar a las mujeres” a través de la cocina en una ciudad como Marrakech, donde se encuentra una floreciente industria turística y muchos puestos de trabajo en este sector.

Las alumnas de Amal, vestidas con batas blancas de chef, delantales naranjas y hijabs de color negro, trabajan sin cesar durante todo el día en la cocina aprendiendo el oficio. La organización capacita a cerca de 35 alumnas por curso. Allí aprenden a preparar platos marroquíes como el cuscús y el tajine, así como clásicos de la cocina internacional como la pizza y la pasta. El proyecto se ha hecho conocido por su buen hacer y su excelente cocina. De hecho, su restaurante es popular en Marrakech y cuenta con una situación privilegiada en TripAdvisor.

Un grupo de estudiantes cocina en la escuela. AMAL

Terrab Maskri dice que el programa ofrece formación “a las mujeres que se encuentran en una situación vulnerable, como divorciadas, viudas, huérfanas o madres solteras”. Para muchas de ellas esta es la primera educación formal que reciben, como es el caso de Aicha, otra de las integrantes del proyecto. Ella no tuvo la posibilidad de estudiar porque su padre le obligó a dejar la escuela cuando todavía era muy joven para ayudar a su madre en el hogar.

Amal busca empoderar a las mujeres a través de la cocina en Marrakech, donde hay una floreciente industria turística

Durante su infancia, Aicha ni siquiera tenía permitido salir de casa demasiado a menudo. La mayoría de sus hermanos mayores se casaron e independizaron, dejándola encargada de cuidar de los progenitores. Su madre murió de cáncer y su padre falleció el mismo mes de un accidente de coche. Aicha fue enviada a vivir entre familiares, yendo de casa en casa de tías, tíos y primos, sin experiencia ni control sobre su vida.

Como explica Stephanie Willman Bordat, socia fundadora de la organización Mobilizing for Rights Associates, una ONG del norte de África, las marroquíes con las que trabaja en el proyecto, viudas, separadas, madres solteras y divorciadas, “están discriminadas en el marco legal, especialmente el Código de Familia y el Código Penal”.

Un desafío principal para ellas es el factor económico. Las divorciadas en particular, y también sus hijos, quedan muy vulnerables a la pobreza después del divorcio, porque la exesposa no recibe pensión alimenticia ni comparte los activos adquiridos durante el matrimonio, como por ejemplo, la vivienda. “Las órdenes de manutención de los hijos generalmente son bajas e, incluso, cuando se otorgan, las mujeres tienen dificultades para que el tribunal ejecute estas órdenes, porque no pueden encontrar al padre, o este se niega a pagar”, dice Willman.

Al mismo tiempo, las mujeres tienen un poder de decisión limitado sobre sus hijos, como su escolaridad, dónde vivir u otros actos legales porque el padre sigue siendo el tutor legal de los niños, y está a cargo de la toma de decisiones y los asuntos financieros. La madre que se vuelve a casar o quiere mudarse a otro lugar en Marruecos corre el riesgo de perder la custodia.

Willman explica que las viudas también son vulnerables desde el punto de vista financiero debido a las cuotas de herencia desiguales que reciben, y que muchas veces los otros miembros de la familia encuentran formas, aprovechando su analfabetismo, por ejemplo, para no otorgarle su parte.

En el caso de las solteras, se ven privadas de cualquier relación íntima, ya que mantener sexo fuera del matrimonio es ilegal según el Código Penal. Esto significa que estas mujeres no pueden aprovechar la nueva Ley 103-13 sobre violencia machista. “Aunque esa norma penaliza todas las formas de violencia contra ellas, el hecho de que las relaciones sexuales fuera del matrimonio sean ilegales significa que las que son maltratadas por parte de una pareja íntima con la que no están casadas no pueden presentar una queja porque serían arrestadas”, añade Willman.

Detrás del proyecto de Amal se encuentra Nora Fitzgerald, una estadounidense nacida y criada en Marruecos que comenzó un proyecto de repostería en 2012 con dos marroquíes a las que quería ayudar a crear un medio de vida para que pudieran mantenerse a sí mismas y a sus hijos. «Lo que comenzó como una idea esperanzadora con unas pocas mujeres horneando y vendiendo pasteles ahora se ha convertido en una organización estructurada con dos centros de capacitación», se enorgullece la fundadora.

Terrab Maskri, la relaciones públicas del proyecto, dice que no dejan de recibir solicitudes y que elegir a las candidatas es una tarea difícil. A la hora de seleccionar, buscan que las futuras estudiantes tengan entre 18 y 35 años, unos niveles bajos de ingresos y muchas ganas de aprender.

Durante el programa de capacitación, que dura seis meses, las mujeres aprenden todos los aspectos de la industria de los restaurantes, como cocinar, limpiar, servir y algunas pinceladas de francés e inglés para comunicarse con los clientes. Una vez terminado el curso, hacen dos semanas de prácticas para obtener experiencia en el mundo real, y esto les conduce muchas veces a una oferta de trabajo. De lo contrario, la organización ayuda a las recién graduadas a encontrar un empleo.

Según explica Terrab Maskri, “el entrenamiento es gratuito” porque que las estudiantes “ya se han enfrentado a demasiada exclusión”. Las participantes reciben una paga a lo largo del periodo de formación y aquellas que tienen hijos cuentan con un subsidio adicional por niño para ayudar con su cuidado cuando están fuera de casa. Las alumnas reciben también una tarjeta de autobús local que les permite cuatro viajes gratuitos cada día.

Terrab Maskri se enorgullece de que Amal “es una organización autosuficiente”. Inicialmente, el proyecto fue financiado por donaciones privadas de familiares y amigos, además de llevar a cabo algunas campañas de recaudación en Internet. El cambio principal llegó de la mano de los fondos de sus socios de la Fundación Drosos, una ONG radicada en Zúrich, permitiéndoles establecerse profesionalmente.

En la actualidad los ingresos de Amal se obtienen de las clases de cocina para invitados, su servicio de catering y el restaurante, ganancias que les permite pagar el alquiler, gastos diarios y de electricidad, pagas a las alumnas y al personal. Ahora, Zineb se graduó y tiene un trabajo estable en la cocina de un riad. Muchas otras mujeres graduadas están siguiendo sus pasos.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/03/planeta_futuro/1593782908_403776.html

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El ocaso del último reino de las mujeres

Reseñas/16 Julio 2020/Autora: Ana Salvá/elpais.com

La abogada china Choo Waihong retrata en un libro la cultura de los mosuo, una de las últimas sociedades matriarcales que quedan en el mundo

Durante más de 20 años, Choo Waihong trabajó como abogada corporativa en un par de firmas de letrados de prestigio, principalmente en Singapur y Los Ángeles, llevando una vida agitada que la dejaba muy poco tiempo para conocer el mundo. En 2006, se cansó de esa vida y decidió retirarse antes de tiempo para viajar en busca de sus raíces chinas, explorando las grandes ciudades y llegando posteriormente como turista al lago Lugu, el hogar de la tribu de los mosuo en el sureste del país. Se sintió tan fascinada por sus costumbres que optó por instalarse a vivir con ellos durante gran parte del año.

“Me gustó tanto la gente de mosuo y su estilo de vida que volví una y otra vez, quedándome más tiempo para convertirme en parte de su comunidad. Construir una cabaña en la tierra de un amigo de allí fue parte de la aventura que me atrajo a pasar más tiempo”, dice la abogada, hoy la persona no mosuo que mejor conoce a fondo sus costumbres.

Waihong creció en un mundo en el que los hombres son los jefes y acostumbraba a pelear mucho con su padre, considerado el jefe en una familia “extremadamente patriarcal” de Singapur. La experiencia eran tan diferente a lo que conocía que comenzó a escribir un libro para registrar todo lo que aprendía llamado La tribu de las mujeres: Vida, amor y muerte en las recónditas montañas de China (Editorial Península, 2018).

Ella comenzó el libro casi por casualidad, empujada por un amigo de Londres que fue a visitarla una vez a su cabaña en el lago. “Escribir el libro también me empujó a profundizar en lo que significaba la esencia feminista para una de las últimas sociedades matrilineales y matriarcales que quedan en el mundo”, explica la abogada.

En la tribu mosuo, los niños viven en la casa familiar de las madres y son criados por ellas, sus abuelas, tías y tíos. Nacen fuera del matrimonio y la familia nuclear tal como la entendemos existe de forma distinta. Los hombres y las mujeres tienen encuentros nocturnos ocasionales cuando lo desean. El sombrero de un varón colgado en la manija de la puerta del cuarto de una mujer es una señal para que otros no entren. Estos encuentros pueden ser de una noche hasta asociaciones exclusivas de por vida que pueden terminar o no en el embarazo, pero las parejas nunca viven juntas ni contraen matrimonio.

Ellas heredan las propiedades, siembran, cuidan a la prole y realizan tareas del hogar. Ellos se encargan de las tareas de fuerza, construyen y reparan casas, sacrifican animales y ayudan con grandes decisiones familiares, aunque la última palabra siempre la tiene la abuela, matriarca de la casa.

Según Waihong, en la comunidad mosuo viven entre 30.000 y 40.000 personas. Su cultura se ha hecho cada vez más popular a lo largo de los años, atrayendo a muchos curiosos desde que esta zona se abrió por primera vez a los viajeros hace dos décadas. La mayoría de los visitantes son los propios chinos de otras partes del país, probablemente porque el lago está alejado de las principales rutas turísticas conocidas y, por lo tanto, los extranjeros necesitan más tiempo y esfuerzo para desviarse a esta remota región montañosa interior. Aunque hoy en día, uno puede volar directamente a su nuevo pequeño aeropuerto.

Quienes visitan el lago no comprenden la libertad sexual de la comunidad mosuo y, como dice Waihong, muchos piensan y esperan tener «suerte» y conseguir una aventura de una noche con una persona mosuo durante su estancia. Los forasteros chinos ven como una rareza el concepto de la estructura familiar matrilineal de los mosuo, en lugar de su propia tradición patrilineal. Y “les cuesta comprender cómo el jefe de familia puede ser una mujer cuando la suya es, y siempre ha sido, una familia definitivamente dominada por los hombres”, dice la autora.

El número de visitantes ha crecido tanto que hoy toda la economía que rodea el lago depende del turismo y con ellos también han llegado de la mano el cambio de muchas de sus costumbres. Durante miles de años los mosuo fueron agricultores de subsistencia relativamente pobres y ahora tienen empleos más modernos relacionados con el turismo que no existían antes. Con estos trabajos, muchas personas han dejado de cultivar las tierras y se ganan la vida con el turismo.

La vida en el lago hace unos años era extremadamente rudimentaria y ahora cada granja tiene electricidad, agua corriente, conexión wifi y fuente de agua caliente con energía solar en el hogar. Toda persona adulta o adolescente tiene un teléfono móvil. Cada adulto tiene una cuenta bancaria y entiende de qué se trata al citar un préstamo o una hipoteca.

Todos los menores de 30 años han asistido a la escuela al menos hasta secundaria, mientras que la mayoría de sus madres y padres, que nunca han estudiado, no saben leer ni escribir. Los mosuo de los pueblos remotos ahora tienen el mismo acceso a oportunidades educativas que en el resto de China, ya que la escolarización es en el idioma oficial, el mandarín, y el plan de estudios sigue los modelos nacionales. Este hecho por sí solo, como dice Waihong, “ha traído cambios inmensos a la vida, las esperanzas y sus expectativas de las personas, incluida la posibilidad de poder salir al mundo en general y emplearse en trabajos que sus antepasados nunca habrían soñado hacer”.

Al mismo tiempo, su estructura familiar matrilineal tradicional también está evolucionando en sintonía con la estructura familiar nuclear que prevalece en el resto de China, y hoy en día los jóvenes mosuo están más inclinados a adoptar lo que para ellos es “la nueva y moderna forma de casarse legalmente” y formar una estructura familiar nuclear en un hogar separado. Esto divide la configuración familiar matrilineal y también significa que el matrimonio ahora une a la pareja en una pareja permanente.

“Todos mis amigos más jóvenes se han casado y han establecido hogares con el hombre y la mujer juntos en lo que rápidamente se está convirtiendo en una familia patriarcal. Los hijos nacidos de la pareja pertenecen a la pareja y no al árbol genealógico matrilineal más grande”, dice Waihong.

De hecho, ellos crecerán sin comprender ni experimentar el gran ambiente familiar matrilineal de un hogar típico de mosuo. “Lamentablemente, esto puede ser el comienzo del colapso del mundo matrilineal y matriarcal de Mosuo”, opina ella. Su tarea, con su libro, es recoger testimonio de su cultura e inmortalizarla.

Fuente e imagen tomadas de:https://elpais.com/elpais/2020/07/10/planeta_futuro/1594376916_869742.html

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Sentencia de muerte para Latín y Griego

Por: Jesús De la Villa. 

 

Se ha iniciado en el Congreso la discusión sobre la modificación de la Ley Orgánica de la Educación (LOMLOE). Hasta ahora el único debate público se ha centrado en la situación de las matemáticas en el Bachillerato. Sin embargo, la LOMLOE representa también un verdadero peligro para otras materias y pone en peligro todo el itinerario de Humanidades.

La LOMLOE pretende ser un regreso a la LOE, aprobada en el 2006, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero ahora se quiere dejar el texto legal en su esqueleto básico: solamente se citan aquellas asignaturas con un carácter troncal para todos los estudiantes. Quedan sin mencionar otras muchas, como las obligatorias de solo un itinerario del Bachillerato –Matemáticas entre ellas– o las optativas en su conjunto. Ha habido quejas, muy razonables, de que Matemáticas no esté citada entre las materias del Bachillerato, aunque, naturalmente, sí aparece citada en otros apartados como troncal en la primaria y en la ESO.

Mucho peor es la suerte de asignaturas como el Latín o el Griego: no aparecen citadas en esta ley en absoluto. Es la primera vez que sucede desde la famosa Ley Moyano de 1857. ¡La primera vez en más de siglo y medio! Como consecuencia, el área de las enseñanzas clásicas no tiene ninguna materia troncal reconocida a lo largo de todo el ciclo educativo de secundaria. Solo se menciona la Cultura Clásica como una optativa de obligada oferta en la ESO. Es decir, nada garantiza que vaya a impartirse si las autoridades de un centro, como ya sucede, hacen su opción inviable de hecho al contraponerla a un catálogo inmenso de otras optativas.

La ausencia de un espacio asegurado en el currículum de secundaria supone la sentencia de muerte para el Latín y el Griego. Bastará un simple decreto para que dejen de ofrecerse. De ahí, inevitablemente, vendrá la desaparición de un área que se ocupa, no lo olvidemos, entre otras cosas, del origen de nuestra lengua –el latín–, del origen del 90% del vocabulario científico y técnico –el griego– y de una civilización sin la que es muy difícil entender la literatura, el arte, el deporte, la filosofía e incluso los sistemas políticos de nuestros días –la cultura clásica–. Pero, además, la desaparición de las materias Latín y el Griego conllevará la extinción del itinerario completo de Humanidades, que tiene ahora como única obligatoria diferencial con respecto al de Ciencias Sociales precisamente el latín.

La ley debería reconocer como fundamental que todos los estudiantes tengan al menos una vez en su vida un contacto con el mundo grecolatino –como ya sucede, por ejemplo, en Castilla y León-, haciendo Cultura Clásica y Latín materias obligatorias de la ESO. Y, desde luego, debe reconocerse que el latín y el griego constituyen el corazón de las enseñanzas humanísticas, por lo que deben ser obligatorias en el itinerario de Humanidades del Bachillerato. Es decir, lo mismo que se pide para las Matemáticas en el itinerario de Ciencias.

Así lo han entendido recientemente países cercanos. En Italia, en el Liceo Scientifico –el de Ciencias Experimentales– los estudiantes cursan cinco años de latín; Francia, Portugal y Grecia acaban de reintroducir el latín y el griego antiguo en sus planes educativos. Nuestro actual proyecto de ley va exactamente en la dirección opuesta.

Pedimos que, igual que supo encontrarse un consenso social y político para recuperar Filosofía, el latín y el griego encuentren ese mismo apoyo en la sociedad. Evitemos que muera para siempre en nuestro sistema educativo el núcleo y origen de las Humanidades. La llave del futuro no puede ser una huida hacia adelante que ignore quiénes somos y de dónde venimos.

Fuente de la reseña: https://elpais.com/educacion/2020-07-14/sentencia-de-muerte-para-latin-y-griego.html

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