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¿Qué niños vamos a dejarle al mundo?

Escrito por: MANUEL BRAVO V

¿Qué mundo vamos a dejarles a nuestros niños?

¿Qué niños vamos a dejarle al mundo?

Mairieu

Recién llegué de Perú donde tuve oportunidad de mirar diversos tipos de filosofías educativas en acción. Algunas grotescas en el trato al niño, tanto que tuve que salir furioso del aula; otras tan vanguardistas2 que me invadió la envidia: ¡yo quiero eso para los niños de México! El viaje me dejó varias lecciones, pero una de ellas, no me suelta; aquí va.

En la escuela se aprenden muchas cosas que rebasan los contenidos curriculares, son aprendizajes relacionales, culturales, simbólicos. Las escuelas son mensajeras de ideas, valores institucionales y sociales, códigos, algunos conscientes y otros más inconscientes. Los expertos lo denominan el “curriculum oculto”.

¿Y qué les estamos diciendo a los niños en muchas escuelas en el mundo en pleno siglo XXI? Que las preguntas valiosas ya están hechas por otros, y que las suyas son irrelevantes; matamos su innata curiosidad. Que los problemas suelen tener una solución correcta, y no varias; rompemos con su pensamiento creativo. Que el arte de pensar es solamente para los adultos; aniquilamos el pensamiento crítico. Que todos aprendemos igual, y por tanto, quienes no lo hacen al mismo ritmo son más o menos listos que otros. Que las niñas no son buenas en matemáticas y que los niños no son buenos para la comunicación; marcamos preferencias y reforzamos estereotipos3. Que si vienes de una condición humilde no puedes soñar, aspirar, progresar; reforzamos la idea de origen como destino. Que los adultos pueden callar e interrumpir al niño, pues su voz importa poco.

Les decimos que sólo uno enseña, mientras los otros deben aprenderle, matando así el aprendizaje social o colaborativo. Que memorizar y repetir es un hábito necesario, mientras que pensar y expresarse no resulta conveniente; el adulto debe hablar y el niño escuchar. Que el error está prohibido, perdiendo la posibilidad de mirarlo como el inicio del aprendizaje. Que lo importante es ganar, quitando el valor de colaborar o de disfrutar la experiencia misma; generamos culturas individualistas. Que las oportunidades son de unos y que otros nunca las tendrán, por lo que hay que resignarse, renunciar al cambio. Que la ciencia es de los adultos, a lo mucho de los jóvenes de secundaria, nunca de los niños; ignoramos el estado natural del niño como científico, explorador del mundo a su alrededor. Les decimos que aprendemos saberes por materias separadas, contrario a nuestros proyectos de vida y de la estructura misma del cerebro que nos indica que todo está interconectado. Que deben vivir con prisa, pues hay que apresurar la infancia para ser adultitos. Que español y matemáticas son mucho más importante que la cultura, el arte, el autocuidado, el ejercicio, las emociones, el carácter. Que aprender sus intereses (de los niños) son irrelevantes o aburridos. Que la diversión siempre es fuera del aula; matando el gusto por aprender en el aula.

Les hemos dicho que van a la escuela para ser alguien en la vida, cuando ya son alguien en la vida. Que la autoridad siempre tiene la razón y claro, la autoridad les corresponde a los adultos. Ah, y que jugar es irrelevante, pues el juego es de los niños. Lo triste es que detrás de todos estos mensajes hay una visión pesimista sobre las potencialidades del niño.

Lo que aquí sostengo no es novedoso; no seré ni el primero ni el último en denunciarlo. El problema es que en pleno siglo XXI nos seguimos equivocando tanto con ellos. ¿Qué estamos haciendo? Los adultos hemos creado una adultocracia escolar torpe, acotada en conocimientos sobre ellos e indiferente a sus necesidades e intereses. En nuestros roles de padres y educadores a veces somos inconscientes, soberbios, ingenuos y crueles con los niños.

Los niños tienen una capacidad inquisitiva admirable, pero la vamos agotando conforme avanzan en la escuela. Desde Aristóteles ya se hablaba de esta sed de conocimiento connatural de los seres humanos; el asombro (thauma). Quizá como bien apunta Loris Malaguzzi, creador de la filosofía educativa Reggio Emilia: “mientras avanzamos en la escuela perdemos poesía por la vida” y en parte, la vamos perdiendo porque extinguimos sus intereses, su placer por aprender, sus inquietudes, limitamos sus lenguajes.

¿Y qué podemos hacer? Mucho. Aún hay mucho por hacer. A veces, el mejor consejo es no estorbar. Mirarlos es un buen comienzo, pues ellos – al igual que los adultos – buscan la mirada: ¡mira mamá, ya puedo! Entrarle junto con ellos en una actitud científica, como John Dewey nos invitaba, dispuesta a poner las ideas a prueba. Oírlos y mirarlos con el mismo asombro que ellos miran, incluso devolverles la mirada con el mismo gusto y ternura con que ellos nos miran. Cada que realizo grupos focales con niños de preescolar y primaria, siempre hay al menos uno que pide a gritos la atención y el afecto.

Torpemente queremos enseñar cuando ellos ya están aprendiendo, pues los niños sí que tienen innumerables estrategias para aprender. Desde bebés nacemos con un pensamiento hipotético agudo, como lo han planteado las investigaciones de Alison Gopnik de la Universidad de Berkeley4; degustamos, arrojamos y recogemos juguetes y comida para probar qué sucede, hasta que viene alguien a interrumpir el asombro con un regaño. Y con el tiempo crecemos y el habla nos permite compartir estas hipótesis, intereses, gustos y preguntas. Lo que sucede es que hay poco tiempo para que un adulto las escuche, pues hay prisa5 para que aprenda lo que nosotros queremos adoctrinar… ¡perdón, educar! Con demasiada frecuencia, los padres y maestros no los oímos con interés; lo que podemos hacer es eso, escuchar con genuino interés, con infinita atención. Algunas filosofías educativas como los Jardines Experimentales de Israel de Guideon Lewin o los nidos de Reggio Emilia, son ejemplos muy valiosos para reconocer la potencia de una pedagogía de la escucha. Toda la corriente del aprendizaje basado en el juego (Play Based Learning6), así como los modelos basados en proyectos (Project Based Learning), que hoy resuenan como novedosas7 son un buen ejemplo del respeto al niño.

Algunas de estas experiencias educativas ya están en México, sin embargo suelen encontrarse en escuelas con niños en condiciones aventajadas, y uno siempre pregunta: ¿qué hay del resto de los niños? Por lo pronto, como sociedad, lo más importante será cambiar de paradigma hacia una visión optimista del niño y de sus innumerables lenguajes para propiciarles, acercarles y proponerles situaciones de aprendizaje8.

Esta semana celebramos el día del niño, y le pregunto a quien esto lea (profesor, madre, padre, tías, abuelos) con sus actitudes y mensajes ¿qué le está diciendo a los niños que le rodean?

2 Ver por ejemplo, colegio Aleph http://www.colegioaleph.edu.pe/ o Red Solare Perúhttps://www.facebook.com/RedSolarePeru/

3 Una interesante reflexión sobre ello puede encontrarlo en el libro: “Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas (2013)”. Se plantea que ambos sexos nacen con el mismo potencial intelectual, pero son las circunstancias socioculturales las que marcan diferencias desde la niñez, las cuales se agudizan en la etapa adulta, en síntesis, se habla de una discriminación sexual.

4 Ver:http://www.alisongopnik.com/Papers_Alison/EmpiricalPapers_CausalLearning.htm

8 Ver: http://www.piccolavita.com/los-100-lenguajes-del-nio/

—-El autor sugiere la siguientes lecturas:
Ball, Philip (2012) Curiosidad. Por qué todo nos interesa. Turner.
Civarolo, Mercedes ( 2013) Al rescate de la actividad infantil. Eduvim.
Hoyuelos, Alfredo (2009). La ética en el pensamiento y obra pedagógica de Loris Malaguzzi. Octaedro.
Miller, Andrew. (2015). Freedom to fail. How do I foster risk taking and innovation in my classroom? Alexandria.
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Calidad de la educación

Ali Ramón Rojas Oyala

Debemos estar alerta cuando incorporamos a nuestro léxico político modas epistémicas eurocéntricas tales como aprendizaje por competencias, posmodernismo y -más recientemente- calidad educativa. Ellas forman parte de estrategias hegemónicas para disfrazar oscuras intenciones. La calidad de la educación tiene su génesis en el término empresarial “gestión de la calidad total” (Total Quality Management) que el estadístico estadounidense William Edwards Deming aplicó en Japón después que dos de sus ciudades fueran destruidas por sendas bombas atómicas. El traslado de ese concepto al campo educativo tiene como propósito mercantilizarlo, tal como lo explica el colombiano Renán Vega Cantor: “La educación debe considerarse como una empresa que produce mercancías”, las cuales “deben estar sujetas a procesos de control que apunten a generar mejores resultados, que pueden ser cuantificados y estandarizados”. La calidad educativa, dice el español Antonio Bolívar, “funciona como una práctica discursiva”. Para este autor, “calidad se convierte en un término fetiche que permite dar un barniz de excelencia a las prácticas cobijadas”. De esa manera, “calidad tiene el don de la ubicuidad: la podemos colocar ante los más diversos objetos, acciones, o productos; al tiempo que entenderla de múltiples formas”.

Documento mimeografiado

Ahora, si lo que queremos es acompañar la palabra “educación”, que no sea con el nombre “calidad”, sino con el apellido “popular”, tal como lo hizo Simón Rodríguez para quien la educación tiene dos grandes objetivos, el primero derrotar al colonialismo; el segundo, acabar con la división de los seres humanos en clases sociales. En la época de Rodríguez la educación monárquica era de calidad: “Erudición y Habilidades. Profesiones y Oficios, en tumulto. Herencias, Privilegios y Usurpaciones es la divisa de las Monarquías. La de las Repúblicas debe ser Educación Popular”, es decir, “Destinación a Ejercicios útiles” y “aspiración fundada a la propiedad”. ¡Leamos a Rodríguez y dejémosles tanta basura epistémica a los neoliberales!

La luciérnaga y el murciélago

En la vida hay seres que encienden luces y hay quienes las apagan. Las luciérnagas poseen luz propia y con ella vencen la sombra. Los murciélagos son enemigos de la luz, su hábitat es la sombra, la oscuridad.

Simón Rodríguez en 1828 creó la educación popular: “Dénseme muchachos pobres” para formar sus corazones para la libertad, la justicia, lo grande, lo hermoso en escuelas que serán fábricas, huertos, laboratorios. Con ellos tendremos “la industria que pedimos, la riqueza que deseamos, la milicia que necesitamos, en una palabra, la ¡Patria!”.

En el año 2009 el cardenal Urosa Savino propuso una pedagogía opuesta a la rodrigueana, la de la sumisión: “los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar estos fines”; por otra parte “los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia y, sobre todo en el mensaje cristiano del amor”.

La educación de Rodríguez, argumenta Urosa, de concretarse, “nos llevará al caos” porque “los niños de los estratos más pobres querrán acceder a las mismas posiciones que sus compañeros más afortunados, creándose la inconformidad y alimentándose la envidia”; y “los de los estratos superiores perderán motivación para estudiar y alcanzar el éxito”.

Róbinson decía que la religión “da el derecho de oprimir al prójimo, y al prójimo le impone el deber de aguantar. Por este principio, los ministros del altar son instrumentos serviles de especulación. Predican a todo fiel cristiano, sumisión a los hacendados, a los fabricantes y a los mercaderes, llamando resignación, la ciega obediencia de los brutos y virtud, la estúpida conformidad con la voluntad del patrón”.

Rodríguez fue un obrero de la luz, una luciérnaga. Propuso la pedagogía para la emancipación. Urosa es un mercader del templo, un murciélago. Propone la pedagogía de la sombra. Dice Róbinson: “la luz, en su progreso, alumbra primero las cimas que las simas: en éstas, quedan, por algún tiempo, sombras”. En ellas aletea el cardenal.

Obreros de la ciencia y la virtud

El 15 de enero se celebró en el país el Día del Maestro, decretado por Isaías Medina Angarita en homenaje a la lucha por las reivindicaciones que en 1932 gestaron los obreros de la ciencia y la virtud contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. Es una fecha vital para recordar que debemos poner en práctica el pensamiento socioproductivo y de conciencia de clases que Kléber Ramírez Rojas sintetizó en “producir alimentos, ciencia y dignidad”.

El referente sin dudas de esta síntesis es Simón Rodríguez. Para él, el saber y el trabajo van de la mano: cada fábrica debe ser una escuela, cada aula un taller y un sembradío, porque el aula es el crisol donde se fragua la esperanza. Rodríguez vivió en la sociedad esclavista en Estados Unidos y conoció la cicatriz que la revolución industrial dejó en los proletarios europeos. Para Robinson es fundamental que un gobierno verdaderamente popular dé “de comer al hambriento, vista al desnudo, dé posada al peregrino, remedios al enfermo y distraiga de sus penas al triste”. Esto es posible si los medios de producción están en manos de la clase obrera, pero ésta forja su conciencia con la formación política que debe proporcionar la vanguardia. “Educación popular, destinación a ejercicios útiles y aspiración fundada a la propiedad”.

El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa nos convocaba a “luchar por el establecimiento de un régimen de igualdad, donde el poder económico esté en las manos del pueblo mediante el control de las industrias básicas y las palancas del poder económico del crédito, representado en los bancos, donde la tierra laborada por los campesinos organizados en grandes cooperativas produzca para todos y no para beneficio de una casta. Una estructura económica así organizada devolvería a la democracia su prístina esencia de régimen de la mayoría organizada de los que generan la riqueza. En ella el pueblo liberado de la coyunda oligárquica puede organizar las escuelas para formar ciudadanos y no ‘lacayos sumisos’ ni ‘trabajadores’ para producir a las órdenes de un amo”. ¡Maestros, leamos a Kléber Ramírez Rojas, Prieto Figueroa y Simón Rodríguez y compartamos sus legados con los estudiantes: es hora de sembrar conciencia!

La escuela de Rodríguez

En el libro capital de Simón Rodríguez, Sociedades americanas en 1828; cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros; en esto han de pensar los americanos y no en pelear unos con otros”, escribe: “la suerte de mis compatriotas me llevó al patriotismo, el patriotismo a Napoleón, Napoleón a Bolívar, Bolívar a Venezuela. De allí volví a ver la América y en la América hallo las Repúblicas, que son las que me atormentan”. Inmediatamente, en su esencia de cimarrón sentipensante, reflexiona: “Bolívar estaba unido con la América y yo con él y con ella. Él ocupa toda mi memoria y ella toda mi atención”.

Robinson hace un análisis geopolítico: “En la fisonomía de los dos nuevos gobiernos, las primeras facciones se ven en la revolución de Francia, y las segundas en el genio de los dos hombres que, en estos últimos tiempos, han dado movimiento, a las ideas sociales, en mayor extensión de terreno”. Seguidamente Rodríguez hace una comparación de los dos genios políticos: “Napoleón en Europa” y “Bolívar en América”. “Napoleón se encerraba en sí mismo, Bolívar quería estar en todas partes. Napoleón quería gobernar al género humano, Bolívar quería que se gobernara por sí”, es decir, quería crear un gobierno popular. Y acá Rodríguez se inmiscuye en el estudio comparado con el propósito de dar solución al sueño bolivariano: “y yo quiero que aprenda a gobernarse”.

Para que un pueblo se gobierne, es decir, para que tenga la capacidad de la autodeterminación, para que desarrolle y privilegie su cultura, para que visibilice a sus tecnólogos populares de manera que reconstruya una ciencia con conciencia, para que asuma la economía con los medios de producción en manos de la clase trabajadora y por ende consolide la soberanía alimentaria con producción y eficiente distribución de los insumos, debe estar formado. Sin pedagogía política no hay conciencia revolucionaria. La escuela de Robinson forja la conciencia de clase, utiliza la práctica transformadora, la investigación y la acción, el análisis y la coyuntura, la amáutica y la filosofía como culturas que se integran y concretan en estudiar y luchar.

Rodríguez “hará todo el bien que alcance a hacer y los caballeros verán lo que sus padres no vieron, y lo que ellos no esperan ver”, es decir, que las personas “conozcan sus derechos cumpliendo con sus deberes sin que sea menester forzarlas o engañarlas”. Rodríguez aún espera al pueblo: “quiero que venga a aprender a mi escuela”.

El pueblo sentipensante

Sentir y pensar son dos acciones vitales en la obra de Simón Rodríguez. Para este visionario el Poder Popular se forja en la conciencia de clase desde la fusión del sentimiento y el pensamiento. Cuando tenía 35 años formó a Simón Bolívar como cuadro político entre 1804 y 1805 en Europa cuando tenía 21 años. El examen fue el juramento en el Monte Sacro. Bolívar vuelve a Venezuela, Rodríguez no: es un perseguido político. Diecinueve años después Bolívar se entera de que el genio caraqueño se encuentra en la Colombia nacida en Angostura un 17 de diciembre de 1819 y le escribe desde Pativilca: “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso”. En estas dieciséis palabras de reciprocidad subyace la esencia de la Causa Social de Rodríguez: el sentipensamiento.

La pedagogía en Rodríguez es eminentemente política, no va dirigida al cerebro, sino al corazón. Sabe que “de la combinación de sentimientos forma cada hombre su conciencia, y, por ella, regla su conducta. En sociedad cada individuo debe considerarse como un sentimiento, y han de combinarse los sentimientos para hacer una conciencia social”. Para este científico “el hombre que piensa procede en todo según su conciencia, y el que no piensa, imita. No habrá, pues, armonía social donde no haya principios que reglen la conciencia pública”.

La división de los seres humanos en clases sociales la aborda Rodríguez desde la sensibilidad y de acá a la acción. “¿Cómo se hará creer a un hombre, distinguido por ventajas naturales, adquiridas o casuales, que el que carece de ellas es su igual? ¿Cómo, por el contrario, creerá otro que nada le falta, cuando está viendo que carece de todo? Y ambos, ¿cómo se persuadirán de que han pasado a otro estado, si se ven siempre en el mismo? Se discurre, se promete, se hermosean las esperanzas ¡Pero nada de esto se toca! El hombre sencillo no gusta de hipótesis porque no sabe suplir (tal vez no puede). Procédase de otro modo y se excitará su sensibilidad”.

Potencialidades

Existe en un importante sector educativo una terquedad a revisar, estudiar, analizar y poner en práctica el legado de Simón Rodríguez. La insistencia en desarrollar el currículo basado en competencias es antirobinsoniano. ¿Por qué repetir las modas epistémicas eurocéntricas aún a sabiendas de que Rodríguez nos alerta: “Los filósofos europeos convencidos de la inutilidad de su doctrina en el mundo viejo, quisieran poder volar hasta el nuevo, a emplear sus últimos días propagándola” ¿Qué hacemos? Tenemos dos opciones: permitir que vuelen hasta acá y que propaguen su basura epistémica o ponemos en práctica, de una vez por todas, la educación popular como instrumento para concretar la causa social, proyecto político de Rodríguez, para lograr la República verdaderamente popular donde se garantice la mayor suma de felicidad posible.

El artículo 102 de nuestra Carta Magna es muy claro en cuanto a desarrollar las potencialidades: “La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social, consustanciados con los valores de la identidad nacional y con una visión latinoamericana y universal”. Rodríguez sabe que “millones de hombres se pierden en la abyección, por no conocer los medios de elevarse –o por no poder adquirirlos– o porque la pereza mental los abate o porque no se les permite aspirar a ser más de lo que son”. Fíjense que “el hombre más extraordinario del mundo, como lo llamó Bolívar, define las potencialidades como “medios de elevarse”. No seamos tercos, seamos firmes. Hagámosle caso a Rodríguez: “La terquedad pertenece al capricho” y “La firmeza es propia de la razón”.

Un hombre peligroso

El ingeniero falconiano Ibrahim López García fue profesor universitario e investigador de la UCV, LUZ y ULA. Su hijo Ibrahim López Zerpa explica que su papá propuso la “imitación a la naturaleza” al utilizar las formas curvas de las estructuras membranales como las de las palmeras, flores, hojas y árboles. Ejemplos de estas estructuras son las gradas del estadio de beisbol José Pérez Colmenares de Maracay y los hongos de la alcabala Los Médanos en el istmo de Paraguaná.

El creador de los trompos voladores fue considerado un hombre peligroso al punto de ser segregado de la academia universitaria por varias razones que expone Nelson Suárez: “Porque fue comunista, porque no escribía para revistas norteamericanas o europeas, porque sus “propuestas tecnológicas implicaban un cambio en los paradigmas del desarrollismo tecnocientífico que los países industrializados impusieron en el mundo entero”. Sobre este punto, en el documental sobre su obra del cineasta Marc Villá, se atribuye la peligrosidad de la obra de este ingeniero a que “los circunspectos señores del claustro universitario, los prósperos constructores del cemento y la cabilla, los vendedores de gas y energía eléctrica, los fabricantes de licores y cigarrillos, los importadores de aviones y automóviles, sintieron amenazados sus sacrosantos intereses y declararon la guerra a los sueños de Ibrahim”. Era tal la peligrosidad de este hombre de ciencia que “saboteaban el proceso de sus experimentos y robaban los resultados de su trabajo”, pero ante el empecinamiento del ingeniero “cambiaron de táctica y lo declararon loco, apedrearon su casa, le negaron el pan y el agua, y pretendieron sepultarlo debajo de una espesa capa de silencio”.

El día del entierro de este hombre de pueblo en el cementerio de la capital falconiana, el poeta coriano Rafael José Álvarez (1934–2004) en su discurso de orden preguntó a la multitud: “¿Está el señor gobernador?, y el gentío le contestó, – ¡No, no está! ¿Está el señor alcalde de Coro? – ¡No, no está! ¿Está el señor obispo? – ¡No, no está! ¿Está el rector de la Universidad de Coro? – ¡No, no está! ¿Está el director del Centro Tecnológico de Coro? – ¡No, no está!, entonces, estamos todos, ¡podemos comenzar!” Esa es la peligrosidad del Poder Popular.

Volemos en trompos

El 30 de enero de 1847, Simón Rodríguez escribe a José Ignacio París una carta que termina con estas palabras: “Ni me acuerdo de los muchachos con quienes jugué al trompo”. Precisamente será este juguete el que más vueltas dio en la cabeza del científico del pueblo, Ibrahim López García, un ser de esos que tienen poderes creadores. Un ingeniero de las causas justas. Un pedagogo de la ciencia, digno pupilo de Róbinson. Nació en Cabure en 1925 y murió en Coro en 1994. A comienzos de la década de los ochenta fue un férreo ecologista defensor del Cerro Galicia.

Un día se detuvo a ver cómo caía una flor de un caobo. Observó su movimiento giratorio en su descenso. Esto bastó, como lo explica su colega Heberto González, para que aquel hombre creara el motor giroscópico: “Le metió matemática a las formas de las plantas y copió el modelo para optimizar la utilización del material y lograr estructuras de longitud con mínimos espesores”.

Para el año 1970, el profesor propuso en su trabajo de ascenso de la Universidad Central de Venezuela un platillo volador electromagnético, basado en la estructura, diseño y funcionamiento del trompo. Esta investigación, llamada: Sobre trompos, cúpulas y vuelos, fue aprobada por el jurado calificador, el cual estaba conformado por el matemático y físico Raimundo Chela, el ingeniero aeronáutico Enrique Campderá y el ingeniero mecánico Edgar Caraballo. Con la masificación de este vehículo, creado en armonía con las leyes aerodinámicas de la naturaleza, se establecería un nuevo modelo de transporte que acabaría con el uso del petróleo como combustible y con la deforestación ocasionada al construir carreteras y autopistas.

El poco conocimiento que se tiene de la obra de este científico falconiano, que fue fiel a sus profundas convicciones políticas, se debe, según el ensayista Nelson Suárez, a que “los poderes hegemónicos que decidían en la industria de la construcción continuaron la senda de las tecnologías laudables”. Decía Ibrahim que el “orden cósmico sugiere que el universo mismo sea tal vez una sucesión de remolinos gigantescos” e invitaba a seguir “este camino de la naturaleza y veamos hasta dónde podemos llegar, partiendo de lo más pequeño y aparentemente más insignificante de nuestra vida diaria”. Giremos, pues, los trompos con los que jugó el niño Simón Rodríguez, y volemos con Ibrahim López García.

Vivián Trías: pedagogía antiimperialista

Dentro de la pedagogía del Alba hay un profesor que enseñó la historia no contada. Se trata del uruguayo Vivián Trías. Nació el 30 de mayo de 1922 y murió el 24 de noviembre de 1980. Fue profesor de historia en un liceo de su ciudad natal, Las Piedras, hasta el golpe de Estado de 1973. Entre 1959 y 1962 fue secretario general del Partido Socialista. Fue diputado entre 1956 y 1962 y desde 1972 hasta 1973. Desde su curul transformó el parlamento en escuela política desde donde propuso una ruptura con la “dependencia del pensamiento europeo”, una oposición al estalinismo y una crítica a la Unión Soviética “a partir de los propios textos de Marx y Lenin”.

El profesor Julio Louis señala que su “sólida formación marxista” y su capacidad para romper con los esquematismos le permitían facilitar la traducción de “la teoría en práctica y a partir de la práctica enriquecer la teoría”

Para Trías entre geopolítica e imperialismo hay “una relación profunda, orgánica y sutil, que es imprescindible desentrañar en las difíciles y complejas circunstancias del mundo actual”. Esta relación la compartía con sus estudiantes quienes colectivamente analizaban sus ensayos: «El imperialismo en el Río de la Plata» (1960), «Las montoneras y el Imperio Británico» (1961), «Reforma agraria en el Uruguay» (1962) e «Imperialismo y rosca bancaria en el Uruguay» (1972). El profesor Heber Freitas cuenta que Trías “veía los programas con una visión revisionista” y contaba la historia “desde los protagonistas más humildes, los ignorados”, tal es el caso de Encarnación Benítez, uno de los guerreros de Artigas.

Con su pedagogía reinterpretaba el artiguismo y su proyecto radicalmente social “unificador, republicano, igualitario”. Con ella entusiasmó a jóvenes de distintas toldas políticas. Sus ensayos «Historia del imperialismo norteamericano» en tres tomos (1977) y «Por un socialismo nacional» (1985) están vigentes. Los americanos del sur, como nos llamaba Artigas, estamos en la obligación de leer el legado del rodrigueano Vivián Trías.

La pedagogía de Nora y Jesús

Los pedagogos venezolanos Nora Castañeda y Jesús Rivero concibieron el aula como tribuna y trinchera. La pedagogía de ambos era rodrigueana, es decir, era emancipadora, socioproductiva y comunitaria. Compartían del Libertador Político de América su pensamiento: “Si los americanos quieren que la revolución política les traiga verdaderos bienes, hagan una revolución económica. Venzan la repugnancia a asociarse para emprender y el temor de aconsejarse para proceder. Formen sociedades económicas que establezcan escuelas de agricultura y maestranzas”. Ambos trabajaron para grupos humanos históricamente excluídos: ella para las mujeres, él para los obreros.

Nora Castañeda hizo del Banco de la Mujer, una maestranza que acogía a las mujeres en situación de exclusión y discriminación y las organizaba en colectivos solidarios, tal como lo encomendaba Bolívar, “para lo cual podrán acomunarse o acompañarse” a fin de promover su participación protagónica, soberana e igualitaria, en la construcción de un sistema socialista.

Jesús Rivero por su parte hizo realidad su sueño cuando creó la Universidad Bolivariana de Trabajadores y Trabajadoras, allí casó al saber y con el trabajo. Sabía que esta unión generaría capacidades para la transformación radical de la sociedad venezolana.

Nos decía Nora Castañeda, refiriéndose a su esposo Jesús Rivero, que “la práctica revolucionaria requiere de una teoría revolucionaria, también en la acción administrativa pública. De allí que este trabajador de la docencia, al calor de la Pedagogía del Oprimido y como lector crítico incansable que era, elaboró y compiló múltiples trabajos destinados a la acción educativa, entre otros: Planificación Administrativa y Administración Social; Metodología de la Investigación-Acción; Sistemas de Dirección; y, Evaluación de la Gestión Pública”.

Ambos sabían que hay dos modelos contrapuestos: el de la antipatria y el de la patria tal y como lo decía Rodríguez: las mujeres y “los hombres no están en el mundo para entredestruirse, sino para entreayudarse”. Hoy Nora y Jesús siguen haciendo patria.

Rufino Blanco Fombona

La pedagogía del escritor Rufino Blanco Fombona es bolivariana y antiimperialista. Nació en el seno de una familia burguesa el 17 de junio de 1874 en Caracas, entre las esquinas de Pinto y Gobernador en la parroquia Santa Rosalía, y murió en Buenos Aires el 16 de octubre de 1944.

Blanco Fombona desde muy joven conocía el peligro que significaba la injerencia estadounidense. Por ello, y consciente de que una revolución para que sea irreversible debe ser cultural, aplaude el criollismo. En 1902 en su artículo “Estado actual de la Literatura en Venezuela” lo define como “la pintura, à outrance, de las costumbres populares, con los tipos y en el lenguaje del bajo pueblo”. En 1908 complementará: “los criollistas, enemigos de todo lo exótico, tienen razón. Ellos fomentan nuestra literatura del porvenir. Hoy por hoy el criollismo es corriente poderosa y fecunda”.

En 1905, estando detenido en Ciudad Bolívar por combatir el monopolio del caucho en su rol de gobernador de Amazonas, escribió “El hombre de hierro”, en la cual describe el triste e impotente papel de la clase media venezolana en la política a través de Crispín Luz, burócrata servil que acata las órdenes de su patrón extranjero Perrín.

Fue un opositor al panamericanismo porque desde Estados Unidos se mueven todos los hilos para que se haga lo que ellos dispongan. Sobre las convocatorias panamericanas decía: “no es la América de Bolívar la que nos convoca, sino la América de Washington quien impone su hegemonía”. Sobre este país argumentaba: “Los Estados Unidos son el único pueblo de la tierra que no tiene nombre. Pueblo práctico, saca provecho hasta de sus defectos. En verdad os digo que llegará un día en que seréis aborrecidos por el mundo entero”. En 1924 publicó su libro “Crimen del Imperialismo Norteamericano” que desnuda la perversidad de la acción Imperial de Estados Unidos con particular énfasis en México y Nicaragua.

Visibilicemos a este bolivariano que al Libertador llamaba el “Héroe, que ansioso de infinito su caballo endereza al Sur”.

Pedagogía de la unidad

El 24 de noviembre de 1912 bajó del atalaya del Universo la energía bolivariana y envolvió con el manto de Iris a una niña que nacía en Cañar: Nela Martínez Espinosa. Su vida la dedicó a la lucha contra la política estadounidense intervencionista e imperialista. Su pedagogía fue (1) feminista: creó y lideró  la Unión Revolucionaria de Mujeres Ecuatorianas y la Alianza Femenina Ecuatoriana, (2) indigenista: creó la primera organización indígena del Ecuador, la Federación Ecuatoriana de Indios, (3) obrera: creó el sindicato Confederación de Trabajadores del Ecuador del Frente Continental de Mujeres contra la Intervención de Estados Unidos. ¿Por qué debemos asistir al aula donde imparte clases la pedagoga ecuatoriana Nela Martínez Espinosa? Porque su pedagogía es la de la unidad.

El 9 de septiembre de 2000 el presidente Gustavo Noboa decretaba la muerte del Sucre y dolarizaba el país. En el año 2001 dice: “En un Pacto llamado de la Paz y que es de infamia, nos han conducido a la participación en el Plan Colombia y en la guerra del Imperio. Tenemos una larga y dolorosa historia para reconstruir el sueño de Ecuador soberano y digno. Es nuestra obligación el hacerlo. Y sólo hay un camino: la revolución socialista. Unidos y organizados podemos lograrlo”.

En otro discurso de ese año expresa: “La luz de esperanza que de generación en generación nos unió, desaparece entre la corrupción de los vende patria, de los usurpadores de los ahorros de los pobres, del voraz apetito que quita el pan a los hambreados para aumentar el poder de los bancos, de los poderosos. Volveremos a ser dignos de nuestra historia, seremos libres. No somos colaboradores ni vendidos. No caerá sobre nosotros la maldición histórica de los cobardes. Para este honor y esta necesidad convocamos nuevamente a todos, a todas, a los jóvenes y aún a los niños. Es la hora de la prueba, del conflicto, pero también del triunfo. Para ello la unidad es indispensable”.

El 30 de julio de 2004 Martí la recibió en La Habana para que su antorcha alumbre eternamente los caminos de nuestra América.

Nela Martínez Espinosa

La pedagogía del Alba es la utopía posible del proyecto político de Simón Rodríguez (causa social) con sus tres bastiones: la Educación Popular como instrumento, la Economía Social como medio material y el pueblo como sujeto protagónico. La pedagogía del Alba tiene en la ecuatoriana Nela Martínez Espinosa una de sus más importantes exponentes.

Comenzó a escribir desde niña. En su adolescencia se incorpora al Partido Comunista. Es una de las protagonistas del derrocamiento del dictador Carlos Arroyo del Río hecho conocido como la revolución La Gloriosa del 28 de mayo de 1944 que derrocó al dictador Carlos Arroyo del Río. Presidió el gobierno por dos días aunque sin nombramiento oficial. Nela Martínez Espinosa se convirtió en la primera mujer diputada de la Asamblea Nacional del Ecuador. Su verbo es crítico, incendiario y pedagógicamente claro. Cuando recibió el premio Manuela Espejo el 8 de marzo de 2002 dijo: “El Plan Colombia es para establecer la política global fascista”. El 21 de mayo de 2003 le escribe desde Quito a Fidel Castro: “La Independencia de Cuba es la esperanza de una humanidad que aspira a tenerla. Defenderla es nuestra obligación irrenunciable. Yo, la más humilde de sus amigas, levantaré el hecho de mis noventa años como una enseña de vida y lealtad. Ofrezco mis manos a Cuba, para la tarea que necesite”. El 27 de mayo de 2003 en Quito, Nela Martínez Espinosa recibe la condecoración Dra. Matilde Hidalgo de Prócel. En su discurso dirá “Concretamente la tierra del luchador y presidente Eloy Alfaro es hoy norteamericana: Manta es base de barcos e implementos de guerra y en préstamo para la nueva arremetida yanqui. Puede ser que yo nunca más pueda hablar en público. Pero ahora, si éstas son mis últimas palabras, es para llamar al sentido y espíritu patriótico de los que no hemos vendido el alma al diablo de la traición”. Allí pregunta “¿Cómo es posible cantar el Himno Nacional si asistimos impasibles a la entrega de nuestra independencia?”

El hijo de Otero

Francisco de Paula Otero fue un militar del Ejército Libertador. Nació argentino en Jujuy, Virreinato del Río de la Plata, el 2 de abril de 1786 y murió peruano, en Tarma, el 12 de abril de 1854. Su honrosa hoja de vida la orló en 1824 cuando combatió en la Batalla de Ayacucho al mando del Batallón N° 1 del Ejército del Perú. Tras la victoria el Libertador Simón Bolívar lo nombró prefecto de Arequipa, ciudad en la que se juró la independencia el 6 de febrero de 1825. Murió 43 días después de su amigo Simón Rodríguez.

EL 13 de febrero de 1832 Otero le encomendó su hijo al maestro de América con “una lista de ropa perteneciente al niño y una libranza de 200 pesos”. Rodríguez le escribe el 10 de marzo de 1832 una carta desde Lima a Otero en la que le cuenta que él se reencuentra con Bolívar para que hiciese valer sus ideas a favor de la causa. “Estas ideas eran (y serán siempre) emprender una educación popular para dar ser a la República imaginaria que rueda en los libros y en los Congresos. Con los hombres ya formados no se puede hacer sino lo que se está haciendo: desacreditar la causa social”.

En la casa de Rodríguez, además del hijo de Otero estaban el sobrino y el cuñado de José Domingo Cáceres, el sobrino de Cesáreo Sánchez y dos niños más. En pocos días aprendieron a sembrar y a hacer velas, y a dominar la Albañilería, Carpintería y Herrería porque Rodríguez les explicaba que “con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias”.

En la referida carta le informa: “Cuando el niño salga de mi casa, al cabo de algún tiempo, sabiendo lo que es razón o disparate, verdad o mentira, modestia o hipocresía, hablando en castellano o en quechua, según convenga (pero no todo junto), lo poco de que un muchacho puede hablar, escribiéndolo con las letras que debe, y leyéndolo con sentido, no a gritos, ni en tono de cigarrón… habrá el señor general Otero conseguido mucho para cimentar la educación de su hijo, lo demás él lo hará, y yo tendré la satisfacción de haberle servido de algo”.

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México y Reino Unido: analizan cooperación en educación

 México/ 02 de mayo / Fuente: La Jornada

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, se reunió con el secretario de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Philip Hammond, a fin de consolidar estrategias de intercambio en beneficio de la educación.

La SEP informó que durante este encuentro en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, conversaron sobre el uso de nuevas tecnologías en la educación y la capacitación para profesores.

Nuño Mayer recordó los ejes centrales de la Reforma Educativa, tales como la reorganización de las escuelas y el mejoramiento de su infraestructura; la vinculación del sistema educativo con el aparato productivo, y el sistema de educación dual en México.

Al respecto, el secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido manifestó el apoyo de su país a los cambios en el sistema educativo en México, y reconoció los avances de la cooperación bilateral entre ambas naciones.

Ambos funcionarios se refirieron al Año Dual México-Reino Unido 2015, creado para promover un mejor entendimiento entre los gobiernos de los dos países, mediante la celebración del Año de México en Reino Unido y el Año de Reino Unido en México.

Bajo este marco se establecieron grupos de trabajo para elaborar proyectos concretos de colaboración: como el de la Subsecretaría de Educación Básica para la enseñanza del inglés.

Asimismo, el de movilidad estudiantil y negociación del Acuerdo de Reconocimiento de Títulos y Grados Académicos, y los proyectos para la formación de recursos humanos en diversos sectores, como en el energético y en el uso de tecnologías de la educación.

En la reunión participaron el embajador británico, Duncan Taylor; la directora de las Américas de la Cancillería de Reino Unido, Kate Smith; la primera secretaria de Asuntos Políticos y Económicos de la embajada de Reino Unido, Caroline Pritchard.

Estuvieron además el embajador de México en Reino Unido, Diego Gómez Pickering; los subsecretarios de Educación Superior, Salvador Jara Guerrero, y de Educación Básica, Javier Treviño Cantú, así como el jefe de la Oficina del Secretario, Mauricio Dávila Morlotte.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/05/02/mexico-y-reino-unido-analizan-cooperacion-en-educacion

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Argentina: Educación: conocé en qué consiste el método de alfabetización de Paulo Freire

Fuente: Shutterstock

Considerado una figura referente en área de la enseñanza, Freire impulsó su propio método de alfabetización, el cual influyó las renovaciones pedagógicas que tuvieron lugar en  América Latina, África y Europa durante la segunda mitad del siglo XX. Su propuesta consistió en la promoción de una educación humanista y la transformación total de la sociedad, a través de la liberación del individuo y el desarrollo de su conciencia crítica.

Descubrí los estudios de posgrado en Educación que ofrecen las universidades argentinas

Paulo Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, capital del estado de Pernambuco. Estudió filosofía y psicología del lenguaje en la Facultad de Derecho de la Universidad de Recife y en 1959 se doctoró en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis “Educación y actualidad brasileña”, documento que sentó las bases de su método.

Apoyado en los principios de diálogo e independencia, el método Freiriano se opone al sistema unidireccional de educación, concebido como un instrumento de opresión, y propone el establecimiento de un nuevo vínculo entre los profesores y sus alumnos.

De acuerdo con lo expuesto en su libro “Pedagogía del oprimido” (1968), existen dos tipos de educación, la domesticadora y libertadora, las cuales se contraponen de forma directa.

La primera, también llamada “Educación Bancaria”, posiciona al docente como figura central del proceso de enseñanza. Bajo esta lógica, el educador posee el monopolio del conocimiento y es responsable de imponer el saber al educando, en tanto estos últimos adoptan una posición pasiva y se limitan a practicar la memorización mecánica cómo método de estudio.  “El educador es el que sabe, los educandos los que no saben; el educador es el que piensa, los educandos los objetos pensados; el educador es el que habla, los educandos los que escuchan dócilmente”, señaló  Freire al respecto.

La segunda, también conocida como “Educación Problematizadora”, fue elaborada por Freire como una alternativa a la primera, con el cometido de eliminar la dicotomía entre educadores y educandos, destruir la pasividad de estos últimos y estimularlos a transformar su realidad. En este contexto, el dialogo cobra una gran importancia, ya que funciona como instrumento de liberación y construcción de la conciencia crítica de los alumnos, transformándolos en creadores y sujetos de su propia historia.

El método de enseñanza de la alfabetización que propone Paulo Freire comprende tres fases.

1. La primera, denominada “estudiar el contexto”, consiste en determinar y registrar el vocabulario utilizado en el medio cultural de los educandos.

2. La segunda consiste en seleccionar palabras “generadoras”  o “generativas” de entre el vocabulario descubierto. Es decir, aquellas que poseen mayor contenido emocional, y que además, son capaces de generar otras.

3. La tercera, el proceso real de alfabetización, abarca tres sub fases. En primer lugar, las sesiones de motivación, que tienen el propósito de estimular debates entre los educandos acerca de las situaciones y problemáticas que atraviesan. Luego, el desarrollo de materiales de aprendizaje, como por ejemplo láminas y diapositivas, que descompongan las palabras “generadoras” en sílabas o ilustren situaciones donde estas intervengan. Y por último, la decodificación, que consiste en que los educandos promuevan nuevas combinaciones a partir de las palabras “generadoras” y estudian la relación entre estas y la realidad que significan.

¿Te gustaría conocer más? A continuación, incluimos el documental “Paulo Freire contemporáneo” (Toni Venturi, 2006), el cual incluye fotos, imágenes y fragmentos de entrevistas a Freire, además del testimonios de sus hijos y otros pedagogos. ¡Miralo!

Asimismo, te sugerimos el video “Paulo Freire: Educar al oprimido”, el cual forma parte de la miniserie «Maestros de América Latina”, producida por el Canal Encuentro.

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Fuente: http://noticias.universia.com.ar/cultura/noticia/2016/05/02/1138856/educacion-conoce-consiste-metodo-alfabetizacion-paulo-freire.html
Imagen: http://blogs.medialab-prado.es/aprendizajes/wp-content/uploads/sites/17/2015/06/Painel_Paulo_Freire.jpg
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Colombia: «Los rankings de educación son odiosos»: Rector de la UTB

Colombia/02 de mayo de 2016/ Fuente: El Universal

Durante los dos últimos años, el médico Jaime Bernal ha dirigido la Universidad Tecnológica de Bolívar, la única institución de formación profesional del sector privado con acreditación de Alta Calidad en Cartagena. El rector, que fundó y lideró el Instituto de Genética Humana de la Universidad Javeriana y estuvo a cargo del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología de la Salud en Colciencias, habló en exclusiva para El Universal sobre el programa Ser Pilo Paga, los rankings de educación y lo que prepara la UTB para el posconflicto.

¿Qué opina sobre el programa de becas Ser Pilo Paga? Ser Pilo Paga no ha estado exento de críticas, pero a mí me gusta porque le brinda oportunidades inusitadas a estudiantes del país que son muy buenos en el colegio.

¿Cuántos pilos tiene la UTB? Tenemos algo más de 700 pilos de los dos cohortes que ha tenido el programa. Hemos sido escogidos por estudiantes de todas partes de Colombia de Tibú, de Pasto, Tolima, Barranquilla, eso habla muy bien de la universidad y nos llena de orgullo que nos escojan por fuera de Cartagena. Este programa puede servirnos para retener aquellos jóvenes de la ciudad que son brillantes porque el drenaje de cerebros es enorme en Colombia, se van a otros país. Hay mucha gente a la que el Estado y sus padres le invirtieron dinero y terminando yéndose, por eso nos quedamos insuficientes para liderar procesos de ciudad.

¿Cuál sería una estrategia para retener a los jóvenes brillantes? Desde el colegio tenemos que hablarle de las necesidades de la ciudad. He dialogado con algunos rectores de instituciones educativas para ver cómo logramos borrar el imaginario popular de que para hacerlo bien hay que irse a otra parte, eso no quiere decir que se quede uno en lo parroquial, la educación hoy en día se internacionalizó, pero no deben quedarse en el extranjero.

¿Cómo está la deserción en la UTB? Está en 9% pero a nivel nacional esta cerca del 50%, es un dolor de patria porque es una pérdida económica y revela que el sistema educativo lo que promueve es la frustración de nuestros jóvenes. Hay coyunturas insalvables como el factor económico, pues no le podemos resolver la situación a todos los jóvenes de Cartagena, pero sí estamos atentos a cuáles podemos ayudar dependiendo de las circunstancias. Es una tarea muy compleja para cualquier universidad.

¿Cómo hacer para mantener la calidad educativa de la universidad? Es muy fácil para aquellas universidades que escogen a los mejores, pero no tiene sentido porque ellos ya están bien preparados y se les hace fácil aprender solos. En cambio tener estudiantes que no tienen muy buenas bases porque por lo general provienen de los colegios del Estado que no los preparan, es un esfuerzo enorme. Debemos para empujarlos hacia arriba, la universidad debe velar porque puedan resolver ahí la deficiencias con las que llegan.

¿Está de acuerdo con que se mida la educación en rankings? La educación es casi inmedible, lo que sucede en un aula es como una caja negra, es como la belleza, no se puede sacar una fórmula matemática, no hay solo criterio de belleza y no hay un solo criterio de educación, yo puedo decir que mi universidad se distingue por el pregrado, otra puede decir que por la investigación. Soy acérrimo enemigo de los rankings.

Entonces, ¿Cómo podría categorizarse la educación en el país? Para mí la educación se debe mirar desde distintos ángulos. Serviría en la medida en que un padre pueda saber cuáles son las mejores diez universidades en investigación en Colombia, por ejemplo, pero eso no quiere decir que son las mejores entre todas. La tarea del Ministerio no es homogeneizar la educación si no, respetar la extraordinaria diversidad, no debemos dejar que nos midan.

¿Qué espera del MIDE 2? En realidad no sabemos qué mide el MIDE, para qué sirve, si tenemos el proceso de acreditación que se han venido perfeccionando, para qué es necesario. Además surgen las preguntas de qué hacer con aquellas universidades no acreditadas que les va bien en el MIDE, ¿deben acreditarse? Es poner un palo en la rueda y más distractores, algo que no tiene ningún sentido y lo peor es que ni siquiera reconozcan que es un ranking cuando lo ubican los lugares 1,2,3… Los rankings son odiosos además invitan a las instituciones educativas a copiarse uno de otros.

¿Cree que tal vez los escalafones funcionen para los colegios? Es que los rankings tienen un mensaje equivocado. La joya de la corona de un buen maestro es el niño al que le cuesta aprender, porque le debe dedicar más empeño, pero cuando ese niño se convierte en un enemigo potencial del colegio por las pruebas de estado, porque va a bajar el nivel de este, se genera un problema ético complicado porque el niño es visto como alguien de quien deben prescindir. Además, los planes de estudios de los colegios terminan guiándose por los lineamientos de estas pruebas, de manera que terminan trabajando para las pruebas y no en la formación integral de un joven y eso trastoca fundamentalmente todos los procesos.

¿Qué prepara la UTB en términos de oferta académica? Estamos mirando hacia el mar, en general Colombia no mira hacia el mar, por eso vamos ofrecer programas que tienen que ver con las actividades marítimas. También tenemos varias iniciativas respecto al turismo que pueden consolidarse en los próximos meses.

¿Y para el posconflicto? Debemos repensar nuestra labor educativa porque mucha gente que está metida en el conflicto ni siquiera aprendió a leer, tenemos que ofrecer una educación primaria para adultos que viven una situación muy compleja en lo personal. Asimismo, tenemos que permear el espíritu de nuestros jóvenes para que entiendan desde ya la necesidad de perdonar, seguir adelante y aprender a vivir con lo sucedido.

«Los rankings de educación son odiosos»: Rector de la UTB

Con Información de El Universal

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8335020/Los-rankings-de-educacion-son-odiosos-Rector-de-la-UTB

Imagen: http://www.entornointeligente.com/images-noticias/2016/05/francisco-velasquez–quot-Los-rankings-de-educaci-n-son-odiosos-quot—Rector-de-la-UTB.jpg

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España: La escuela no necesita una asignatura de educación emocional o de felicidad, sino cultura y conocimiento

España/02 de mayo de 2016/ Alberto Royo/Fuente: abc

Guitarrista clásico. Musicólogo. Profesor de Instituto. Así se define en su perfil de Twitter Alberto Royo, autor del libro «Contra la nueva educación», donde hace una ácida crítica a las nuevas corrientes que inundan el sector de la enseñanza. Página tras página, el autor repasa de forma mordaz los principales dogmas pedagógicos posmodernos, y elabora una defensa apasionada, pero no pasional, de una instrucción pública dotada de una efectiva función de palanca para la mejora personal de las personas, y alejada de supercherías y propuestas excéntricas mejor o peor intencionadas».

—Reforma educativa, tras reforma educativa, los resultados parecen ser siempre los mismos. Igual tasa de abandono, igual de malos resultados en PISA. ¿Es que dan igual las leyes educativas?

—No se puede esperar un vuelco en los resultados con leyes que son conceptualmente similares. La LOE es la LOGSE y la LOMCE es las anteriores pero con diferente vestimenta. En el fondo, ninguna de ellas sitúa el conocimiento en un lugar preferente. Por otra parte, si bien no todo ha de estar condicionado por PISA, los informes sí nos indican que las cosas no se están haciendo bien.

—Usted asegura que entre los más graves errores cometidos quizá esté el de rebajar el nivel de exigencia: el igualitarismo hacia la mediocridad, el desprecio del conocimiento, la desconsideración hacia el esfuerzo y la aversión al mérito. ¿Esto sería con lo primero que hay que acabar? ¿Cómo?

—Recuperando el valor del conocimiento, asumiendo que no es posible aprender sin esfuerzo, reivindicando la meritocracia (que los mejores lleguen más lejos, no solo los que tengan mayor capacidad, sino los más perseverantes y, claro, los más honrados, los que más lo merezcan en definitiva, procedan de una situación mejor o peor), siendo ambiciosos y no conformándonos con un nivel medio para todos sino apostando por la excelencia (lo que no va en detrimento, faltaría más, del apoyo a los alumnos con mayores dificultades). Y, por último, aclarándonos sobre qué queremos que sea la escuela: un lugar en el que se aprenden conocimientos y valores o un centro de entretenimiento y sociabilización, que «guarde niños» y evite problemas porque no están en la calle.

—¿Es prudente que un país que se encuentra a la cola de la OCDE en educación, y tiene tal tasa de abandono, centre casi todos sus esfuerzos en imponer la lengua de Shakespeare?

—Cuento en el libro cómo el actor argentino Ricardo Darín explicaba en una entrevista por qué no ha querido trabajar en Hollywood: porque pensar en otro idioma es muy difícil y porque estaría renunciando a una herramienta muy valiosa. Este mismo razonamiento sirve para la enseñanza. Un profesor ha de dominar la herramienta más importante que tiene: la palabra. Y hacer que sus alumnos la dominen. Va a ser su mejor medio laboral y profesional. Sin que eso suponga despreciar el conocimiento de otros idiomas. La enseñanza del inglés (o del francés, alemán o chino…) debe suponer un plus, no una sustitución. No puede ser que la finalidad de una enseñanza secundaria sea hacer que nuestros alumnos chapurreen un idioma extranjero y ya.

—Hay una corriente de pedagogos que insiste en acabar con la enseñanza tradicional. Pero usted apunta en su libro que, al final, el único sistema cuyos resultados están demostrados es el del aprendizaje a través de la lección tradicional, la clase magistral, los exámenes, los programas por objetivos… ¿Cierto?

—No es que sea el único sistema válido. Lo que pienso es que un buen docente puede serlo utilizando una metodología tradicional o innovadora. Lo que defiendo es que se deje de presionar al profesor insistiendo en la necesidad de la innovación sin tener en cuenta si esta va a mejorar o no el aprendizaje de nuestros alumnos. Hoy tenemos congresos de innovación, cursos de innovación, premios de innovación… el profesor que no innova es tachado de inmovilista, mientras se premian metodologías extravagantes. Déjennos a los profesores que hagamos uso de nuestra libertad de cátedra y enseñemos como mejor consideremos, según nuestra forma de concebir la educación. De lo que se trata no es de enseñar a lo antiguo o a lo moderno sino de enseñar bien.

En cuanto a la clase magistral, es ridículo estar en contra de ella porque no es más que una clase excelente. La palabra magistral se ha llenado de connotaciones negativas absolutamente injustas. En todos los ámbitos (artísticos, laborales, deportivos, empresariales…) se busca a un «maestro» que pueda explicar cómo mejorar en conocimientos, técnicas o proyectos. ¿Por qué no en educación? Cuando he impartido clases magistrales como intérprete (o cuando las he recibido) a nadie se la ha ocurrido pensar que iban a ser soporíferas o perjudiciales. Al contrario, en el mundo de la música una clase magistral es una oportunidad de aprender, un disfrute, un lujo.

Una clase, en el contexto que sea (un curso de interpretación musical, un instituto, una universidad) no puede ser magistral si es aburrida, monótona, plana… denostar la clase magistral es un ejercicio de anti intelectualismo. Estoy seguro de que solo desprecia la clase magistral, entendida, insisto, como una clase extraordinaria, quien no es capaz siquiera de dar una buena clase. Para aspirar a impartir una clase magistral (y digo aspirar porque no es sencillo) hay que estar muy preparado.

—Su libro Contra la Nueva Educación insiste en que lo nuevo vende, lo viejo no, y que lo peor de estas corrientes es que sobrevaloran lo emocional, la empatía, lo original e infravaloran el esfuerzo, la constancia o el rigor.

—Sería urgente cambiar esto restableciendo algunas certezas, algunas convicciones. ¿Cómo? Recurriendo a la razón y a la experiencia. Entendiendo que nada hay más reaccionario que un sistema público de enseñanza que iguale a todos en la vulgaridad. La cultura y el conocimiento se devalúan si se regalan, si no se pide a cambio interés y voluntad. Pero demostramos desconfiar de su valor cuando lo edulcoramos y lo aligeramos para facilitar su adquisición. Además es profundamente injusto socialmente hablando. Los alumnos que viven en un ambiente familiar donde hay cultura, conocimientos, absorben estos de manera habitual: leen en casa, escuchan música, visitan un museo, aprenden un vocabulario culto, leen la prensa, comentan y escuchan comentarios de distintos temas… Mientras que los alumnos que se mueven en ámbitos social y económicamente difíciles solo pueden llegar a «aprender», a conocer estos saberes en la escuela. Si no se los dan allí, carecerán de ellos siempre y partirán con una desventaja notable.

 

—Una de esas corrientes aboga por la introducción de la educación emocional en todas las escuelas. ¿Esto sucede a costa de tiempo para las Matemáticas?

—Es posible porque nuestros dirigentes, con intención o no de idiotizar a la sociedad, no confían en el valor del conocimiento, así que, si el conocimiento no es importante y la escuela no es el lugar en el que transmitirlo ni el profesor quien lo atesora, toca buscar otras metas: una de ellas es la educación emocional, como si fuera posible separar la emoción de cualquier actividad que uno haga. Soy músico, ¿le parece que es posible enseñar mi asignatura sin emoción? Hay más emoción en el aria de las Variaciones Goldberg que en treinta congresos de educación emocional. No necesitamos una asignatura de educación emocional. Necesitamos educación, conocimiento y cultura. Y esto en sí mismo ya es emocionante. Apasionante.

—También hay quien aboga por enseñar en la escuela a ser felices a los hijos.

—Cuando me dicen que los chicos tienen que ser felices en la escuela, me pongo enseguida en guardia. Yo también quiero que mis alumnos sean felices, claro. Mis alumnos, mi familia, usted, el mundo… pero la escuela no es ni debe ser un centro de psicología positiva, autoayuda y terapias alternativas y la felicidad no puede ser el fin de la escuela. Es absurdo. Cuando preparé mi oposición no estudié nada sobre felicidad y sí mucho sobre música. Porque ese es mi cometido: enseñar música. A mí la música me apasiona y sin duda contribuye a mi felicidad, como estoy convencido de que es importante para la formación de mis alumnos y que puede proporcionarles cualidades valiosas que les podrán procurar disfrute en el futuro: el desarrollo de la sensibilidad artística, el cultivo del paladar musical y del gusto estético… o, al menos, una cierta cultura que, pese a que para algunos parece que estorba o que no es «útil», nunca está de más. Pero esto es algo que se alcanza con el tiempo y no de forma inmediata y en cuyo proceso no siempre lo pasa uno en grande. Supeditar todo aprendizaje a la comodidad, al bienestar y al placer es una irresponsabilidad que puede convertir a nuestros alumnos en ignorantes narcisistas.

—Usted advierte en su obra que hay cierta ofuscación con la innovación, la tecnología y lo digital.

—Parece que es una buena forma de ganar dinero y fomentar el consumo. Voy a ponerle un ejemplo, ahora que se empieza a criticar también la escritura a mano y todo debe hacerse con el ordenador: cuando uno toma apuntes en el ordenador, la propia rapidez de la pulsación hace que anote cuanto escucha sin apenas darle importancia. Sin embargo, tomar apuntes a mano, dada la menor rapidez con que la mano puede escribir, te obliga a pensar y seleccionar lo más importante. Ya estás haciendo un trabajo importante de cada al estudio que no puedes hacer con un portátil. La tecnología es una herramienta que, como todas, debe utilizarse cuando mejore el desempeño de una actividad, pero no por imposición.

—También hay cierta ofuscación con la innovación, la tecnología y lo digital. ¿Por qué?

—Porque es una buena forma de ganar dinero y fomentar el consumo. Voy a ponerle un ejemplo, ahora que se empieza a criticar también la escritura a mano y todo debe hacerse con el ordenador: cuando uno toma apuntes en el ordenador, la propia rapidez de la pulsación hace que anote cuanto escucha sin apenas darle importancia. Sin embargo, tomar apuntes a mano, dada la menor rapidez con que la mano puede escribir, te obliga a pensar y seleccionar lo más importante. Ya estás haciendo un trabajo importante de cada al estudio que no puedes hacer con un portátil. La tecnología es una herramienta que, como todas, debe utilizarse cuando mejore el desempeño de una actividad, pero no por imposición.

—Dice usted que sir Ken Robinson, apoyado en la teoría de las inteligencias múltiples, proclama que «todos los niños tienen talento». ¿Cuál es su opinión al respecto?

—Que entiendo que es mucho más tranquilizador decir que todos somos igual de inteligentes y que el talento está repartido a partes iguales. El problema es que es mentira. Desgraciadamente el conocimiento, la inteligencia y la capacidad no son democráticos, aunque sí meritocráticos porque alguien que no tenga una gran capacidad, una inteligencia o un gran talento puede llegar a desarrollar alguna actividad razonablemente bien si tiene interés y persevera. Luego, cada uno puede confiarse al esfuerzo o a las múltiples inteligencias. La elección es libre.

—También hay modas en lo que respecta a cómo debe enseñar. Se habla de pedagogos innovadores de la innovación, de profesores artistas, de docentes que dan importancia al alumno porque este a veces sabe más que él y tiene todo el conocimiento a su disposición, del profesor motivador…

—El conocimiento no es hoy más accesible que antes. Tenemos internet como ya teníamos las bibliotecas. Un alumno formado encontrará en internet muchas posibilidades de aprender. Un alumno ignorante solo tendrá más oportunidades para perderse, quizá más que antes porque resulta facilísimo tener millones de informaciones al alcance de una tecla. El alumno siempre va a necesitar aprender a comprender lo que lee, a seleccionar lo que encuentra, a relacionarlo con otras cosas, a confrontarlo con algunas más, a resumirlo o expresarlo, a que sea punto de partida de su propio razonamiento o deducción.

—Por último, señala usted que vivimos en una sociedad sin exigencia intelectual, en la que quien se esmera no siempre encuentra recompensa y quien busca atajos muchas veces llega el primero. ¿Cómo lograr que nuestra aspiración sea conseguir una meritocracia ética, una sociedad que posibilite que, quien se conduce de forma honrada y tenaz llegue más lejos que quien no se comporta así?

—Es difícil. Los modelos sociales no ayudan. Sin embargo, creo que debemos hacer lo posible por inculcar en nuestros hijos (y nuestros alumnos) estos valores: la honradez, el esfuerzo, el amor por el conocimiento, el gusto por el trabajo bien hecho. Tenemos la obligación moral de convencerles de que nada es más satisfactorio que lo uno mismo consigue por sus propios medios.

Fuente: http://www.abc.es/familia/educacion/abci-escuela-no-necesita-asignatura-educacion-emocional-o-felicidad-sino-cultura-y-conocimiento-201604291804_noticia.html

Imagen: http://www.abc.es/media/familia/2016/04/27/alberto-royo–620×349.jpg

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Kenya: Schools to Reopen Amid Teachers’ Strike Threat

Source: Kenya: Schools to Reopen Amid Teachers’ Strike Threat

Resumen: Los maestros de escuelas públicas irán a la huelga el 1 de julio, para exigir la conclusión y la firma de un convenio colectivo con su empleador. También está pendiente la revisión curricular, la revisión de las tasas de las escuelas, y el desarrollo de una política de adquisición de libros de texto que deben celebrarse antes de junio. La pasada campaña, los padres se quejaron después de varias escuelas secundarias públicas idearon maneras de cargar fondos adicionales como parte de los honorarios escuelas pesar de las directrices publicadas el año pasado por el gobierno.

Students will begin second term on Tuesday with a warning cloud hanging over their heads that public school teachers will go on strike by July 1, to demand the conclusion and signing of a Collective Bargaining Agreement with their employer.

Also pending is the curriculum review, review of schools fees, and development of a policy of procurement of textbooks that must be concluded by June.

Last term, parents complained after several public secondary schools devised ways to charge additional funds as part of schools fees despite guidelines released last year by the government.

On Saturday, the Kenya Secondary School Heads Association Chairman John Awiti asked the government to release school capitation fee (amount paid per student) on time.

«We are starting our term on Tuesday and hope that all will go on well and the government will undertake its role of releasing school capitation,» he said.

Special Schools Heads Association of Kenya Chairman Arthur Injenga voiced similar sentiments, saying that any delays would affect learning.

The government releases fees capitation to schools in three phases; 50 per cent for first term, 30 per cent for second term and 20 per cent for third term.

Budget estimates presented to the National Assembly on Thursday by Treasury Cabinet Secretary Henry Rotich show that the government has reduced capitation to primary and secondary schools.

Mr Rotich has allocated Sh32 billion for free primary day secondary schools compared to Sh32.7 billion in the current financial year.

Free Primary Education will get Sh14 billion, down from Sh14.1 billion last year.

The government has only allocated Sh1.5 billion as subsidy to the Kenya National Examinations Council for examination fee waiver out of Sh3.4 billion that it had promised.

On the teachers’ strike, Kenya National Union of Teachers and Kenya Union of Post-Primary Education Teachers say time is running out for the signing of a CBA as directed by President Uhuru Kenyatta last year.

«We demand that the TSC concludes and ensures the signing of the CBA with Knut and other stakeholders,» Knut Secretary- General Wilson Sossion said.

He urged the Salaries and Remuneration Commission to make public its findings on teachers’ job evaluation.

Kenya Union Of Post Primary Teachers (Kuppet) Chairman Omboko Milemba also wants TSC to release union dues that were withheld over a membership validation row.

On distribution of textbooks to schools, Education Cabinet Secretary Fred Matiang’i has complained that the books ratio of 1:1 has not been achieved in most schools.

Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=Kenya:+Schools+to+Reopen+Amid+Teachers%27+Strike+Threat&espv=2&biw=1920&bih=979&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwimzLDo9bvMAhWEuB4KHYNtDW8Q_AUIBygC#imgdii=bHExbDf9m4TwZM%3A%3BbHExbDf9m4TwZM%3A%3BlofaiDQmB49-pM%3A&imgrc=bHExbDf9m4TwZM%3A

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