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Cuarenta consejos a los maestros y profesores que quieran potenciar la creatividad

Dra. C. P. Adania Guanche Martínez. La Habana, Cuba.
IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
Red Iberoamericana de comunicación y divulgación científica OEI

Estimado maestro:

Para todos los docentes que estén, como tú, convencidos de la importancia que tiene potenciar las capacidades creativas de tus estudiantes, me permito aconsejar algunas acciones, actividades, o como prefieras denominarlas, que te transformarán, poco a poco, en un verdadero creador de personalidades con elevados niveles de creatividad: esos serán tus alumnos, pero estos se irán alcanzando en la medida en que transcurra el curso escolar. Trata de seguir mis consejos, no creas que son muchos, son un poco más de 40, algunos de los cuales te parecerán repetidos, pero analízalos para que veas que se refieren a diferentes aspectos. De mis recomendaciones, estas que siempre hago a todos los docentes que vienen a solicitarlas, he seleccionado y comentado, para ti, las siguientes:

  1. Integra en el contenido científico que desarrollas en tus asignaturas, todas las aristas posibles de la formación de valores en tus alumnos.
  2. Propicia el protagonismo de tus alumnos como agentes de su propio aprendizaje, mediante su estimulación constante.
  3. Atiende adecuadamente y valora las necesidades de tus alumnos, dadas por sus diferencias individuales.
  4. Realiza diagnósticos frecuentes de tu grupo, atendiendo a los problemas psicológicos y pedagógicos que cada alumno pueda presentar y a sus potencialidades para superarlos.
  5. Atiende el desarrollo de las potencialidades de cada uno de tus alumnos, al impartir tus clases. Haz que responda cada uno, al menos una pregunta diaria.
  6. Sé capaz de pronosticar el desarrollo de cada uno de tus alumnos, a partir de las actividades que planificas para ellos, y de lo que fueron capaces de lograr cada día.
  7. Promueve la independencia cognoscitiva en tus alumnos por medio de actividades de investigación que ellos puedan desarrollar. Comienza siempre por estimularlos para que investiguen lo que ellos quieran y prepárate, que ya vendrán las preguntas.
  8. Trabaja a favor de que tus alumnos desarrollen motivos e intereses estables para el aprendizaje. Que no se aprendan las cosas para ahora mismo, de memoria, que así no es el conocimiento duradero ni estable.
  9. Brinda una base orientadora para la acción comprensible para todos tus alumnos durante las clases, con preferencia, al inicio de estas. Repíteles las orientaciones si lo necesitan. No te pongas bravo(a) por ello.
  10. Asegúrate de que todos tus alumnos asimilen los fundamentos científicos del contenido de enseñanza, en cada una de las clases que desarrollas. La cientificidad es importante, es un principio didáctico.
  11. Asegúrate de constituir un ejemplo y un modelo positivo a imitar por tus alumnos, atendiendo a los rasgos de su personalidad, que tú sabes que es diferente en cada uno de ellos.
  12. Posee autoridad ante tus alumnos y sus padres, por tu experiencia, ejemplo y calidad de la docencia que impartes.
  13. Sé persistente en tus propósitos de enseñar a todos tus alumnos y lograr el desarrollo de todas sus potencialidades. Me refiero a que no te des por vencido con alguno o con alguna de tus chicos.
  14. Exprésate con sencillez, sin sacrificar la cientificidad, pero no digas disparates, si no estás seguro de algo, estúdiatelo bien, antes de llevarlo al aula.
  15. Sé disciplinado ante tus dirigentes, al tiempo que ético y respetuoso. Así darás a todos un ejemplo de lo que es un maestro en toda la extensión de la palabra.
  16. Manifiéstate con honestidad ante alguna pregunta inesperada de tus alumnos, cuya respuesta desconozcas; diles que te propones investigar la respuesta junto a ellos o ellas.
  17. Acepta analizar los criterios de tus colegas, aunque al inicio no los compartas totalmente. Siempre alguien tiene razón en algo de lo que plantea.
  18. Actúa con justicia ante los conflictos de tus alumnos entre sí, o con sus padres. Reclama siempre lo justo y lo correcto cuando se trate de corregir la conducta de un educando.
  19. Domina profundamente el contenido científico de las materias que desarrollas. Solo así podrán encontrar las contradicciones del contenido y revelarlas a tus estudiantes, lo cual es muy importante, porque promueve motivaciones, al crear situaciones problémicas.
  20. Aplica métodos novedosos, aunque tengas poca experiencia en su correcto desarrollo. Si no comienzas, no podrás seguir, y mucho menos, asimilarlos como estilo de trabajo.
  21. Establece una adecuada comunicación con tus alumnos, sus padres y con los compañeros docentes. Ya esto está dicho anteriormente, pero de otra manera: ahora hago referencia a decirlo todo con sencillez y al mismo tiempo, autoridad.
  22. Mantén una auto-superación permanente en las cuestiones pedagógicas, pero no te dejes deslumbrar por los súper-métodos que no sabes si podrán ajustarse a las características de tus educandos, los cuales tú has de conocer bien.
  23. Estimula en tus alumnos la defensa de puntos de vista personales, pero que cambien sus criterios al darse cuenta de su error anterior. Solo así serán aceptados por todos sus coetáneos y admirados por los adultos.
  24. Destaca, como cuestión positiva, la originalidad de los criterios de tus alumnos, sin crear en ellos esa autosuficiencia pedante que muchos poseen.
  25. Promueve en tus alumnos la contraposición de opiniones y criterios ejercidos mediante el debate. Enséñalos a discutir en las propias clases, sin faltarse al respeto como buenos camaradas.
  26. Promueve en tus alumnos la posibilidad de que contrasten los avances obtenidos. Haz que se comparen con ellos mismos en un momento dado del curso escolar.
  27. Demuestra originalidad e imaginación en el cumplimiento de los programas de tus asignaturas. Todo nueva técnica que inventes, propónsela a tus colegas, para contrastar opiniones.
  28. Muestra libertad de acción y flexibilidad en el desarrollo de tus actividades docentes y no repitas la misma clase que diste el curso pasado a otro grupo diferente.
  29. Estimula el surgimiento de ideas originales en tus alumnos.
  30. Indica actividades científico-investigativas para tus alumnos, en aras de mejorar el proceso de su aprendizaje desarrollador.
  31. Establece adecuadas valoraciones y autovaloraciones de la actividad pedagógica desarrollada en la escuela.
  32. Organiza adecuadamente la actividad educativa, a partir de las tareas docentes, extra docentes y extraescolares.
  33. Enséñales las palabras “mágicas”, (con permiso; disculpe; gracias; ¿me permite?); que no crean merecerlo todo.
  34. Selecciona o crea actividades que promuevan el desarrollo del pensamiento creador en tus alumnos.
  35. Manifiéstate con dinamismo en tu actividad pedagógica profesional. Que tus alumnos noten tu energía y que no te vean cansado o aburrido. Tampoco manifiestes ante ellos nada que pueda denotar falta de principios por tu parte.
  36. Mantén un ambiente de alegría y optimismo en tus clases. El maestro ejerce la docencia con arte, técnica y amor.
  37. Actúa con modestia ante tus compañeros noveles, al tiempo que te mantengas en disposición de enseñar a los demás docentes que tienen menos experiencia.
  38. Sé honesto, desde el punto de vista científico, al tratar de algún aspecto pedagógico ante el colectivo de tu escuela. No creas que te las sabes todas.
  39. Analiza cada clase que impartas para cerciorarte de que pudiste haberla desarrollado mejor.
    Sostén puntos de vista objetivos y realistas al valorar casos de alumnos tuyos, en cuestiones cotidianas que se presenten.
  40. Apóyate en la enseñanza problémica o en otras estrategias que contribuyan a estimular la participación de tus alumnos en el proceso de su aprendizaje.

Aunque muchas de las recomendaciones que te hago, pienses que no tienen que ver con la concepción que tú tienes de CREATIVIDAD, te aseguro que de la forma en que te aconsejo, lo que hago es seguir la máxima martiana: “…Y se hizo maestro, que es hacerse creador”, con lo que el Apóstol de la independencia de Cuba quiso expresar todas las cualidades positivas de la personalidad del educador-creador.

Te auguro, desde ahora, el éxito que te mereces, pues solamente con la voluntad que manifestaste al leer y asimilar estas recomendaciones sé que llegarás a donde te has propuesto.

No dudes en escribirme para manifestarme lo que has avanzado en tu voluntad firme de hacerte un maestro-creador de personalidades felices, porque “SER BUENO ES EL ÚNICO MODO DE SER DICHOSO; SER CULTO ES EL ÚNICO MODO DE SER LIBRE”. José Martí Pérez (La Habana,1853- Dos Ríos,1895).

Fuente: http://oei.es/divulgacioncientifica/?Cuarenta-consejos-a-los-maestros-y-profesores-que-quieran-potenciar-la

Fuente de la Imagen:

http://docenciaydidactica.ecobachillerato.com/2014/04/la-creatividad-en-el-aula-recursos.html

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El crecimiento de “la desigualdad se está acelerando”

Marco A. Gandásegui

Hace apenas seis años, en 2010, sólo 388 personas poseían la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial. La mitad más pobre representa más de 3.5 mil millones de habitantes. Lo que es aún más increíble es que el año pasado – 2015 – sólo 65 personas concentraban la mitad de todas las riquezas en el mundo. Vivimos en un sistema concentrador y excluyente.

 Según Winnie Byanyima, de Oxfam Internacional, “no podemos aceptar que la mitad más pobre de la población mundial posea la misma riqueza que un puñado de personas ricas que cabrían sin problemas en un autobús”. Señala que “la tendencia ascendente de la desigualdad se está acelerando. No podemos seguir permitiendo que cientos de millones de personas padezcan hambre mientras que las élites económicas absorben los recursos que podrían ayudar a estas personas”.

 En el caso de Panamá, la situación es igual o peor. Según cifras gubernamentales, desde la invasión militar norteamericana de 1989, las remuneraciones de los trabajadores, profesionales y asalariados, en general, se duplicaron. En cambio, las ganancias de los empresarios se multiplicaron quince veces. Si un trabajador tenía un salario de 250 dólares al mes en 1990, era probable que en 2015 su salario podía ser era igual a 500 dólares. En cambio, si un empresario mediano tenía ganancias de 50 mil dólares al año en 1990, su ingreso sería 750 mil dólares en 2015.

 Si incorporamos la inflación al cálculo, el trabajador estaría recibiendo, en la actualidad, un salario inferior al que tenía en 1989. Lo que las cifras no dicen en forma clara es que gracias a las políticas neoliberales (flexibilización, desregulación y tratados comerciales), el número de trabajadores ha disminuido significativamente. Mientras que en 1989 sólo el 10 por ciento de los trabajadores asalariados (incluyendo profesionales) eran informales (sin seguridad social o contrato de trabajo), en 2015 la cifra superaba el 40 por ciento. Es decir, conseguir un empleo formal remunerado en Panamá es muy difícil. Especialmente, si el que busca el empleo es un joven… y mujer

 La situación afecta también a los pequeños y medianos empresarios. Según cifras gubernamentales, cada vez hay menos panameños que incursionan en el mundo de la producción u otras actividades empresariales. Muchos emprendedores son expulsados del mercado por falta de crédito o por leyes que los desfavorecen. Sólo teniendo en cuenta el sector agropecuario, son miles de pequeños y medianos agricultores panameños que han tenido que abandonar sus fincas – incluyendo tierras, máquinas e infraestructura – por competencia desleal promovida por los gobiernos de turno.

 El actual gobierno neoliberal cree, al igual que los anteriores, que con paliativos como “120 para 65” reducirá la pobreza y la creciente desigualdad. El equipo que trabaja con el presidente Varela conoce muy bien las cifras de la pauperización pero continúa aplicando medidas que sólo favorecen a los inversionistas más ricos del país y extranjeros. Ahora anuncia que pretende aumentar nuevamente la edad de jubilación, reducir el número de beneficiarios por asegurado y reducir los beneficios de los programas de salud. Obviamente los incrementos de las cuotas del Seguro y las medidas de austeridad beneficiarán directamente al 1 por ciento de los más ricos que ya se apropian sin trabajar del 30 por ciento de las riquezas del país.

 La solución para estos problemas es técnicamente sencilla. Sin embargo, hay una estructura social que impide que se tomen las medidas políticas necesarias. Los más ricos son quienes controlan los resortes gubernamentales, son también quienes hacen y ejecutan las leyes. La primera medida consiste en que el 1 por ciento más rico, pague sus impuestos. En la actualidad, no pagan impuestos sobre la renta, sobre las ganancias, sobre las propiedades que poseen ni sobre el patrimonio que declaran.

 En segundo lugar, los miles de millones de dólares que recibe el fisco panameño en concepto de rentas que el mundo paga por el uso de nuestra posición geográfica tiene que invertirse en actividades productivas, tanto en la industria como en el agro. El modelo de desarrollo productivo generaría un desarrollo generalizado a lo largo del país. El crecimiento económico tendría un impacto sobre todas las regiones.

 Por último, lo más importante, se crearía una fuerza de trabajo (‘capital humano’) altamente calificada que sería empleada formalmente, produciendo enormes riquezas, y consolidando familias y comunidades, capaces de aplastar el crimen organizado (corrupción) y el ‘pandillerismo’ (clientelismo).

 31 de marzo de 2016.

 Fuente del Artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/176416

– Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA.

Fuente de la Imagen:

http://www.ugt.es/SitePages/NoticiaDetalle.aspx?idElemento=769

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Angela Davis y «Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia»

Fuente:http://bolgaia.blogspot.com.es/

El libro ‘Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia’ constituye una oportunidad imprescindible para retomar contacto con el núcleo nervioso de los debates en torno al “sistema industrial-penitenciario”.

Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia constituye una oportunidad imprescindible para retomar contacto con el núcleo nervioso de los apremiantes debates en torno a la existencia de lo que los abolicionistas llaman “el sistema industrial-penitenciario”. El libro, editado por Eduardo Mendieta con el respaldo de la Editorial Trotta, reúne en su primera parte dos textos fundamentales de Angela Y. Davis escritos en 2003 y 2005, «¿Están las prisiones obsoletas?» y «La democracia de la abolición: más allá del imperio, las prisiones y la tortura».

La segunda parte del texto la ocupan varias entrevistas realizadas por Mendieta a la filósofa y militante histórica afroamericana. En ellas, la autora sigue ahondando en las relaciones entre racismo, clasismo y sexismo a partir de los análisis realizados sobre la función de la cárcel como dispositivo de control y represión social, así como de acumulación del capital en las sociedades globalizadas. Las torturas de Abu Ghraib, los encarcelamientos masivos de personas migrantes procedentes del Sur global, el incremento exponencial de mujeres encarceladas y la demencial extrarrepresentación de personas negras en las cárceles de todo el mundo guían las preguntas y propuestas que conforman esta obra de Angela Y. Davis traducida al castellano en 2016.

«Éste es el papel ideológico que juega la prisión; nos exime de la responsabilidad de enfrentarnos seriamente con los problemas de nuestra sociedad»
“Asumimos que las prisiones son inevitables, pero a menudo tenemos miedo de enfrentarnos a las realidades que producen. Éste es el papel ideológico que juega la prisión; nos exime de la responsabilidad de enfrentarnos seriamente con los problemas de nuestra sociedad, especialmente con aquellos producidos por el racismo y, de manera creciente, por el capitalismo global”. Tal es parte de la aguda crítica que Davis lanza sobre la cuestión naturalizada de la cárcel como campo de concentración en el que se deposita al indeseable. Es posible que para los activistas de la abolición en Europa esto no constituya novedad alguna. Sin embargo, lo realmente sugerente de dicho análisis es la manera en la que se atiende a la intersección de raza, sexo y clase que atraviesa a los sujetos predominantemente encarcelados. No se trata de un simple efecto de los prejuicios dominantes. Se presenta como prueba de la institucionalidad del racismo, una dimensión poco explorada del poder por los sectores racialmente privilegiados de la izquierda radical blanca.
Todo ello adquiere mayor relieve al situar frente al foco de atención el evidente hilo rojo que conecta la historia de la institución de la esclavitud, la segregación racial y el sistema industrial-penitenciario como parte de la persistente estrategia desplegada desde la dimensión colonial del poder moderno. El encarcelamiento no fue utilizado como forma predominante de castigo hasta el siglo XVIII en Europa y el XIX en Estados Unidos con la Revolución americana pasando igualmente a formar parte importante del sistema colonial europeo en Asia y África.
Según los estudios del icono del Black Power, la consolidación del capitalismo tardío y a la aparición de una nueva clase social emergente influenciada por las ideas ilustradas hizo que el encarcelamiento se convirtiera en una pena en sí, en lugar de representar parte del proceso que desembocaría en el castigo final. Con la influencia de la Ilustración, se comenzaba a pensar que el criminal era “reformable”, por lo que quizás, tras un tiempo de soledad tras las rejas, se produciría una conversión moral del mismo. Sin embargo, el nuevo pudor ilustrado frente a los castigos tradicionales –latigazos, amputaciones, torturas públicas− ahondaba en la subalternización tradicional de los sujetos racializados. Sabemos que tras la abolición de la esclavitud, el sistema carcelario sirvió para restringir legalmente la libertad de los exesclavizados.

Sistema industrial-penitenciario y racismo

Retomando las lúcidas perspectivas de Frederick Douglass y de Williams E. B. Dubois, así como los relatos de Assata Shakur, George Jackson o Malcolm X realizados desde la cárcel, Angela Y. Davis pone al descubierto la relación estructural entre los procesos de acumulación del capital y la dimensión racista del poder relacionadas con el sistema industrial-penitenciario. Una lectura seria de la respetada obra de Davis sigue siendo necesaria para desmantelar la falsa y persistente idea producida desde los sectores privilegiados de la izquierda etnocéntrica que consiste en asegurar que lo racial constituye un simple eje superestructural de las jerarquías de poder.
La mano de obra negra convicta ha sido fundamental en la historia de los EE UU
Una lectura decolonial de la perspectiva marxista observa los fenómenos constitutivos del capitalismo introduciendo las categorías de raza y género alumbrando dimensiones esenciales de los procesos que desembocan en la división internacional del trabajo. Tal y como señala nuestra autora, la mano de obra negra convicta ha sido fundamental en la historia de los EE UU. Negar la contribución histórica de los negros contribuye a solidificar la línea de lo humano que los sitúa en la zona del no-ser.
Así mismo: “Los teóricos marxistas del derecho penal han subrayado precisamente que el periodo histórico durante el cual apareció la forma de la mercancía es la etapa en la que las condenas a prisión emergieron como forma de castigo principal”. Estudiando y subsumiendo dicho fenómeno, nos vemos obligados a trascender la reacción automatizada de carácter moral que acompaña a la cuestión carcelaria en el imaginario popular.
Al llamar al sistema carcelario “sistema industrial-penitenciario” se evoca el sistema industrial-militar dirigiendo la crítica hacia las condiciones de posibilidad en la que se perpetúa una potente industria económica internacional relacionada con la existencia de las cárceles que contribuye al enriquecimiento de las sociedades modernas. Al igual que esclavitud y colonialismo fueron procesos sobre los que, incluso según el propio Marx, se cimentó la acumulación originaria del capital, la aparición y consolidación de la mercancía, así como su relación con los trabajos forzados realizados en las prisiones del momento, vuelven a alumbrar la dimensión sacrificial inherente al sistema capitalista y vuelven a conectarlo con la subalternización de una parte de la humanidad a través de la racialización/subalternización de la diferencia. Se trata de la colonialidad del poder.

Cárcel e interseccionalidad

“Para las mujeres, la continuidad en el trato que reciben en el mundo libre y en el universo penitenciario es más complicada incluso, ya que también se enfrentan a formas de violencia en las prisiones a las que se han tenido que enfrentar en sus hogares y en sus relaciones íntimas. Diversos estudios sobe cárceles femeninas en todo el mundo señalan que el abuso sexual es una forma de castigo permanente, aunque desconocido, al que se somete habitualmente a la inmensa mayoría de las mujeres encarceladas”. Es necesario reproducir individuos desechables, indeseables y peligrosos según el discurso dominante. El afianzamiento del lumpen, la creación de escuelas gueto, de barrios marginales y de condiciones laborales infrahumanas que produzcan necesidad, sufrimiento y marginalidad alimenta al sistema industrial-penitenciario produciendo presos.
«El abuso sexual es una forma de castigo permanente, aunque desconocido, al que se somete habitualmente a la inmensa mayoría de las mujeres encarceladas”
Sin embargo, las intersecciones producidas entre dominación racial, heteropatriarcal, las estrategias estatales de represión política y las agresiones corporales sufridas por las mujeres –especialmente por las no blancas− fuera y dentro de las prisiones han sido poco atendidas desde la crítica anticarcelaria. Así bien, a pesar de representar una minoría reclusa, las mujeres continúan siendo hoy en día el sector de población carcelaria que más rápidamente crece en todo el mundo.
Angela Davis advierte, no obstante, que mientras que el varón es castigado principalmente en el ámbito público, las mujeres siguen siendo, además, disciplinadas y castigadas en público y en la intimidad a través de otras formas invisibilizadas. Tal realidad explica algunos de los vehículos de transferencia entre violencia estatal y violencia machista, así como nos empuja a penetrar en algunos puntos ciegos de la naturaleza estructural del patriarcado. La pandemia de los feminicidios es la forma dominante de castigo hacia las mujeres y eso también explica que sean una minoría en el mundo carcelario. Además, según los estudios históricos, las mujeres han sido tradicionalmente internadas en instituciones mentales en mayor número que los hombres. La figura del desecho masculino desemboca en el arquetipo del “delincuente”, mientras que el femenino lo hace en el de la “desequilibrada mental”. Hasta tal punto ha sido operativa esta sexualización del castigo que, según nuestra autora, las presas son medicadas con drogas psiquiátricas de manera mucho más frecuente que los reclusos.
Resulta absolutamente imposible comenzar a desplegar un pequeño mapa introductorio que haga justicia a la multidimensionalidad y el rigor de la perspectiva mostrada por esta histórica e imprescindible figura de la lucha contra el racismo, el sexismo y el clasismo. Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia tiene todas las características para transformarse en un texto de referencia en el mundo castellanoparlante. Un texto exhaustivo que, lejos de constituir un simple panfleto, vuelve a proporcionar herramientas para imaginar un mundo en el que las prisiones no sean necesarias.
El trabajo y las propuestas lanzadas por Davis –que podemos leer gracias a Eduardo Mendieta− están lejos de poder ser catalogadas como ingenuas o inalcanzables. Posiblemente no haya nada mejor para concluir que sus propias palabras al respecto: “La estrategia debería ser una reducción de presos, ¿cómo? Ser capaces de desarrollar alternativas efectivas implica una transformación tanto de las técnicas para determinar qué es la “delincuencia” como de las condiciones sociales y económicas que conducen a tantos niños de las comunidades pobres, especialmente de aquellas comunidades de gente de color, al sistema penal juvenil y luego a prisión. El reto más urgente y difícil de alcanzar hoy día consiste precisamente en explorar creativamente nuevos marcos jurídicos en los que la prisión no figure como nuestra mayor bandera”.
 Fotografía: Helios F. Garcés, en periódico Diagonal. Foto: Condenados a trabajos forzados en 1917 en Florida.
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Viktor Naqill : “No he visto otros movimientos en el continente que utilicen la calle para reivindicar su lengua”

FELIPE MONTALVA / 04 Abril 2016 / El Ciudadano

El Ciudadano entrevistó al académico Victor Naqill acerca de la futura oficialización del mapudungun, anunciada por el intendente regional Andrés Jouannet, en febrero pasado, y reclamada desde hace tiempo por diversas organizaciones mapuche. Las preguntas y respuestas indagan en las claves políticas, históricas y educativas implicadas en este interesante proceso.

Viktor Naqill

Nacido en Agkü (Ancud), Chillwe (Chiloé), en 1967, Viktor Naqill cuenta que si bien no fue un hablante nativo de mapudungun, hoy puede hablarlo y leerlo a nivel básico, que es también uno de sus temas de cabecera. Es así como durante este año comenzará a trabajar en su libro “Mapuzugun, la lengua del País Mapuche: Su historia y su futuro”, donde analiza las causas de la paulatina disminución de la lengua mapuche y plantea algunas estrategias para su revitalización. Por otro lado, está por concluir su Doctorado en Ciencias Políticas en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) con la tesis “De la Raza a la Nación, de la Tierra al País: Comunitarismo y nacionalismo en el movimiento mapuche, 1910-2010”. Viktor Naqill es, además, militante del partido Wallmapuwen.

 

– Antes que todo ¿Cuál sería la manera correcta de escribir el nombre de la lengua: Mapudungun o mapuzungun?

“Ambas son correctas dependiendo de la forma de escritura. Mapudungun con “d” es la forma que utiliza el alfabeto Unificado. Mapuzungun, por su parte, incorpora la “z” del alfabeto Ragilew, pero conserva la “ng” del Unificado, que en el Alfabeto Ragilew se representa solo con «g» y que corresponde al sonido nasal-velar /ŋ/característico del mapuzugun. Estos usos que provocan confusión y duda a quienes comienzan a acercarse a la lengua, es lo que tiene que resolverse a través de la estandarización, con una forma de escritura”.

– Ud. señala en su columna “Lengua y Emancipación Nacional”, publicada en  Mapuexpress, en febrero pasado  que el mapuzungun vive una “situación crítica” ¿Por qué?

“Desde el punto de vista cuantitativo todas las investigaciones y encuestas muestran, con algunas variaciones, que el mapuzugun es una lengua en retroceso. Una encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), de 2006, estableció que solo el 24% de la población mapuche habla la lengua. Los datos de la Casen del mismo año, indican 22,8%. Todos estos datos deben ser tomados con mucha cautela. Lo que nadie tiene duda es que el mapuzugun es hoy una lengua en peligro de desaparición.

Desde el punto de vista cualitativo hay una situación de diglosia entre el mapuzugun y el castellano, derivada de la subordinación política que vivimos como pueblo. Mientras el castellano es la lengua de la escuela, de la administración y de los medios de comunicación, el mapuzugun es usado en estos espacios en niveles mínimos o no existe. Si encendemos la radio y la televisión en Wallmapu, nos encontraremos con castellano y no mapuzugun. Si el mapuzugun fuera una lengua vigorosa, estaría en la misma situación del castellano y no es así.

Es cierto que el mapuzugun despierta hoy un gran interés, sobre todo entre la gente joven de nuestro pueblo y también entre chilenos. Esto tiene una gran importancia pero hay que diferenciar entre el valor simbólico de la lengua y el valor de uso. El interés refleja el valor simbólico que ejerce el mapuzugun para las nuevas generaciones y es un pilar importante para el proceso de recuperación o aprendizaje de cualquier lengua. Sin motivación esto sería imposible. De hecho las experiencias de movilización política por la lengua muestran una constante: son los sectores desposeídos del idioma los que impulsan con mayor fuerza el proceso. Son los sectores más motivados justamente por querer adquirir también la lengua propia de su pueblo y país. El éxito de convocatoria que han tenido los Internados Lingüísticos organizados por la FEMAE y la Inarumen Mapuzugun Wallmapu mew (Academia Nacional de la Lengua Mapuche) se fundan en esa motivación. Que la adquisición del idioma sea efectiva depende de las estrategias de enseñanza, y que su uso sea real dependerá de la voluntad y de los estímulos del ambiente. Todo esto está en construcción, el movimiento seguirá creciendo”.

-¿Considera que la lucha por la defensa y revitalización de la lengua ha llevado a la Intendencia a la futura declaración de oficialización del mapudungun? ¿Es decir, se trata de una demanda “desde abajo”, por parte de organizaciones, comunidades y personas individuales que es recogido por el Estado en un contexto determinado?

“Efectivamente, en este caso ha sido así. La oficialización está en la agenda porque nuestro pueblo ha llevado la reivindicación a la calle. Esto no es banal, no es una acción más. Durante décadas ha existido interés en que el mapuzugun mejore su estatus en el Wallmapu y sobre todo se incorpore en la educación. Para ello el repertorio de acción eran seminarios y talleres, orientados a grupos reducidos, por lo general académicos y profesores. Pero ahora la gente ha salido a marchar por la lengua y cada vez lo hace en mayor número. Ello expresa un alto grado de conciencia lingüística. Se asume que el mapuzugun es una cuestión vital. Hasta aquí no he visto otros movimientos en el continente que utilicen la calle para reivindicar su lengua”.

– El intendente Andrés Jouannet señaló que la oficialización se llevaría a efecto siguiendo una reglamentación de acuerdo al Convenio 169.  ¿Qué significaría esto, a su juicio?

“El intendente ha partido con una definición importante: está de acuerdo con la oficialización. Debe entonces actuar en consecuencia. Me parece bien que postule la necesidad de la consulta por exigirlo el Convenio 169. A las autoridades chilenas se les olvida, sin embargo, consultar al pueblo mapuche cuando imponen los megaproyectos en Wallmapu. En algunos casos también el gobierno se desentiende de la consulta o bien se hacen consultas amañadas. En este caso cualquier proceso sin la participación desde el inicio de los actores que han impulsado la demanda de la oficialización carecerá de legitimidad.

Dicho esto, la consulta no debe girar en torno a si la lengua debe ser oficializada o no. La situación crítica del mapuzugun no admite esta disyuntiva. La oficialización debe producirse. Sería iluso pretender revitalizar el mapuzugun sin un marco permanente de protección legal. Todo quedaría a manos de la voluntad de las autoridades de turno, que en ciertas circunstancias podrían utilizar el mapuzugun de acuerdo a sus intereses políticos. El mapuzugun jamás debe quedar condicionado a la contingencia. El mapuzugun está por sobre todos nosotros.

En mi opinión la consulta debe enfocarse a establecer las bases de la planificación lingüística en Wallmapu. Junto a la oficialización hay que implementar un plan de acción a varios años plazo. Doy solo un ejemplo para comprender la extensión de nuestras acciones: Para enseñar mapuzugun en las escuelas requerimos profesores de mapuzugun. Para formar estos profesores necesitamos una carrera de Pedagogía en Mapuzugun, que actualmente no existe. Siendo optimistas, los primeros profesores no los tendríamos antes de 10 años o más, dependiendo de lo que hagamos ahora. Primero tenemos que hacer el lobby para crear la carrera. De lograrlo necesitamos unos dos años o más para organizar la carrera (hablantes de mapuzugun formados en postgrados en el extranjero). Tratándose de una carrera de cinco años, podríamos contar con una primera promoción de profesores en 2026. Luego hay que imaginarse el número de profesores en proporción al número de escuelas en las que se impartirá la asignatura. Y aquí estoy tocando solo una pequeña parte de toda la planificación que es la enseñanza de la lengua en las escuelas”.

– Pensando en los límites históricos, por lo menos del Ngulumapu, ¿Qué le parecería una posible extensión de la oficialización a otras regiones (Bío Bío, Los Ríos, Los Lagos) o incluso las comunas de Santiago con gran presencia mapuche?

“En primer lugar quisiera recordar que existen dos pronunciamientos favorables desde Contraloría respecto a la oficialización del mapuzugun. Uno por solicitud de la comuna de Galvarino, que da pie para que otras comunas puedan oficializar igualmente nuestra lengua. Y otro derivado de la demanda de oficialización en la Región de la Araucanía. Existe por lo tanto piso jurídico para otras oficializaciones.

Sin embargo, creo que es importante tener en cuenta ciertos criterios en torno a la oficialización, la que debe ajustarse a la realidad lingüística y a la demanda. Tiene que entenderse, además, qué significa, en la práctica, la oficialidad de una lengua. El valor jurídico que adquiere la lengua implica el deber y el de derecho de que esta sea utilizada en todos los ámbitos sociales y administrativos. Esto no es algo abstracto, es concreto. Se requiere funcionarios bilingües, traductores, profesores de la lengua, etc. Entonces ¿Es razonable la oficialización fuera del territorio histórico mapuche?

Creo que a veces la gente se entusiasma en pedir oficialización en todo Chile porque no conoce sus implicancias. Por otro lado, no hay ningún motivo válido para ello: ni histórico, ni lingüístico ni tampoco de presencia mapuche. El mapuzugun es la lengua del pueblo mapuche y del Wallmapu, no aspiramos en ningún caso a que se convierta en la lengua del Estado chileno ni de todos los chilenos. Aunque suene mal, la oficialización del mapuzugun a nivel de todo Chile sería «desparramar el trigo», para contentar simbólicamente a más gente pero sin ninguna realidad concreta, quitándole eficacia (y recursos) a la revitalización allí donde realmente se puede hacer. Prefiero un millón de personas sabiendo mapuzugun en el Wallmapu, que 17.000.000 en Chile solo valorándolo. La valoración de nuestra lengua en la sociedad es importante pero lo fundamental es que nuestra lengua se use efectivamente.

El primer criterio para la oficialización del mapuzugun, es su territorialidad. Esta no es una reivindicación para todo el territorio de Chile sino para el Wallmapu, es decir el territorio que mantuvo su independencia hasta la invasión chilena, de la segunda mitad del siglo XIX. Es aquí donde deben impulsarse las medidas más decididas respecto al mapuzugun. Si hoy está planteada la oficialización para la Región de La Araucanía no es por casualidad sino porque esta región abarca la mayor parte del Wallmapu y es donde el mapuzugun se habla habitualmente.

En el caso de la Región del Biobío, no tiene sentido una oficialización regional. En rigor la oficialización podría plantearse en la provincia de Arauco y para las comunas de Alto Biobío, Külako, Mulchen, Negrete y Nacimiento en la provincia de Biobío. En cuanto a la Región de Los Ríos, algunas comunas estarían concernidas, entre ellas Mariküga, Pagipülli y Lanko, pero no necesariamente toda la región.

Es en este espacio territorial, como una totalidad, que puede y debe desarrollarse el mapuzugun. Más allá, en el Wallmapu en un sentido amplio, allí donde hay tierras mapuche, es decir el Willimapu y Chillwe, la oficialización sería posible en ciertas comunas, como por ejemplo San Juan de la Costa pero con todas las limitaciones objetivas de un espacio territorial aislado y restringido desde el punto de vista lingüístico. En cuanto a la diáspora, vemos difícil que alguna comuna oficialice, realmente y no solo simbólicamente, el mapuzugun. No está claro cuál podría ser la eficacia de una tal medida, al menos en lo que concierne la revitalización de la lengua, en tales condiciones de aislamiento y reducido ámbito territorial”.

Profesores para producir hablantes

– Ya existe un sistema de Educación Intercultural Bilingüe a escala regional (EIB). Además, hasta 2012, se estaba realizando una consulta a nivel regional para extender la EIB, de carácter obligatorio, a todas las escuelas básicas. ¿Qué mirada tiene sobre este sistema?

“En primer lugar, me parece muy importante que hoy se imparta la asignatura de lengua mapuche en las escuelas, puesto que rompe con décadas de exclusión. Sin embargo, debemos estar conscientes que entre la etiqueta “bilingüe” de este sistema y lo que se ofrece no hay relación. Para que un sistema sea cualificado de bilingüe, el castellano y el mapuzugun deben ser utilizadas como lenguas de enseñanza y de modo equilibrado. No es el caso del mapuzugun. En cuanto a los objetivos lingüísticos, lo que los estudiantes aprenden son palabras o frases de uso habitual. No conozco evaluaciones que permitan indicar cuál es nivel de mapuzugun que los niños y jóvenes aprenden, dudo que su competencia sea bilingüe en estricto sentido.

Si bien se comprende que lo que se ha hecho hasta el momento es para enfrentar una urgencia ante el proceso de pérdida de las lenguas indígenas, desde el punto de vista de la enseñanza de lenguas no todo lo que se hace lleva a la adquisición de un idioma. Por ello, se requiere fijar los objetivos lingüísticos y a partir de allí diseñar las estrategias y aplicar los métodos en coherencia. Si nuestro objetivo es efectivamente el bilingüismo entonces el sistema debe experimentar cambios profundos. Para ello se requieren capacidades técnicas y políticas que lo rediseñen. Según algunos informes que he podido leer desde el mismo Programa de EIB del Ministerio de Educación están conscientes de la falta de profesores idóneos y material didáctico adecuado. La EIB puede contribuir a una mayor valoración de la lengua pero no está en condiciones de «producir» hablantes completos, es decir que además de hablar y comprender, escriban y lean en mapuzugun. Por ello se requieren profesores de mapuzugun, como ocurre con la enseñanza de cualquier otra lengua”.

– Ud. señala que un objetivo a lograr es que, en un futuro sistema educacional regional, el mapuzungun sea lengua de enseñanza ¿Cuál es el valor de esto?

“En la actualidad el mapuzugun es solo una asignatura, una lengua que se enseña, además, como he descrito, de modo insuficiente. Que sea lengua de enseñanza significa que todas las materias sean vehiculizadas por medio del mapuzugun, la biología, la matemática, la historia etc. Ello implica que los profesores o docentes de las asignaturas tendrán que saber mapuzugun. Implica, además, la creación de palabras para cada una de las asignaturas. Esto te muestra que la planificación lingüística es integral. La lengua no vivirá en compartimentos, ocupando solo algunos espacios, sino que desarrollándose en todo el sistema social del Wallmapu”.

– Es sabida la presencia de 3 formas escritas de mapuzugun, Alfabetos Unificado, Raguileo y Azümchefe.  Ud. señala como necesaria la estandarización de la lengua y la concordancia en una (1) forma de escritura ¿Por qué?

“No se trata solo de tres alfabetos, lamentablemente. A mediados de los 90, cuando se hizo un intento por la estandarización desde el propio movimiento mapuche, existían con más o menos peso, seis alfabetos. Finalmente, un congreso realizado en 1996 adoptó el azümchefe, que es el que hoy utiliza Conadi y que el Ministerio de Educación adoptó como «oficial» para todos sus efectos. La decisión no generó consenso y seguimos en un mismo escenario de dispersión. Existe además un alfabeto que se utiliza en la carrera de Pedagogía Básica intercultural en Contexto Mapuche de la Universidad Católica de Temuko.

En todas las experiencias de pleno desarrollo lingüístico la estandarización de la lengua es un paso fundamental. Los albaneses, a principios del siglo XX, tenían también varios tipos de escritura, con el agravante que se basaban unas en el cirílico, otras en el árabe y otras en el latino. En 1908, en un congreso realizado en Monastir, se adoptó una escritura en base al alfabeto latino y a partir de ahí la lengua alcanzó un gran desarrollo.

La estandarización es imprescindible si queremos que la planificación lingüística cumpla sus objetivos. Basta imaginarse a estudiantes de distintas escuelas estudiando con escrituras distintas. Los documentos oficiales publicados con dos o tres formas de escritura. Sería una confusión permanente. Solo para ilustrar a los lectores. En el alfabeto Ragilew «llamar» se escribe mvxvmvn, en Unificado mütrümün, y en el «alfabeto Conadi» mütxümün. En Ragilew, «mar» o «lago» se escribe bafkeh; en unificado lafken y en el Conadi, Lhafkenh. Imaginemos lo que sería estar confrontado diariamente a textos completos con dos o más formas de escrituras.

Si bien se habla de divergencia de propuestas, desde el punto de vista de la representación de los sonidos estas se reducen a nueve de los 26 sonidos en mapuzugun. Una buena metodología podría ser sentarnos a consensuar en torno a los 9 grafemas del disenso y no contraponer los alfabetos. Creo que lo que ha retardado el proceso es una sobreideologización del tema, una falta de consciencia de la importancia de la estandarización. Confío en que los hechos imponga la necesidad. No sacamos mucho de debatir sobre la forma de escritura si el mapuzugun escrito es mínimo. Tras la voluntad de escribir de modo masivo y constante surgirá la necesidad imperiosa de la estandarización. Creo que la búsqueda de un consenso por parte de los actores embarcados en el proceso de movilización por el mapuzugun contribuiría enormemente”.

Reconstruir una historia

– En la columna que le aludía, en Mapuexpress, Ud. indica que el mapuzugun se usó como lengua franca en una amplia zona de este continente. ¿Existen datos históricos de aquello?

“El carácter de lengua franca del mapuzugun es uno de los temas del libro que estoy preparando que lleva como título “Mapuzugun, la lengua del País Mapuche: Su historia y su futuro”. Parte de las fuentes que utilizo son lo que yo denomino «microdatos sociolingüísticos», que se refieren a pequeñas descripciones sobre el uso de la lengua, dichas casi al pasar. Hay muchas que evidencian el carácter de lengua franca de la lengua mapuche. Por ejemplo, Alonso de Ovalle refiriéndose a los Huarpes señala a mediados del siglo XVII que él jamás vio un “indio de Chile” que hable la lengua de Cuyo pero sí vio muchos de Cuyo que tienen muy familiar la “lengua de Chile”, expresión que se utilizaba en la época para referirse al mapuzugun. En la misma época Diego de Rosales narra un parlamento realizado el año 1654 en la cordillera, donde el jefe puelche Malopara se dirigió en dos lenguas, primero en la lengua de Chile, respondiéndole a él mismo y a un logko que lo acompañaba de nombre Catinaguel (Katrünawel), y luego en lengua puelche para que entiendan los suyos que no sabían la lengua mapuche.

En otras regiones la lengua franca fue el kechwa o el guaraní. Hoy la lengua franca entre pueblos indígenas es el castellano, el portugués o el inglés. Esa es la magnitud del cambio”.

La expansión mapuche en las pampas llevó al mapuzugun hasta las costas del Atlántico. El jesuita de origen británico Thomas Falkner residió en la misión de Nuestra Señora del Pilar de Puelches (en la periferia de la actual Mar del Plata) durante la breve existencia de la misma, de 1746 a 1751. En la región se encuentran poblaciones pampas, puelche, tewelche y mapuche: «Son diferentes las lenguas de estos indios. Yo solamente aprendí la de los moluches, por ser la más cultivada y la más universal…», escribe más tarde el jesuita. Quien, además, compone una descripción de la lengua mapuche titulada «Razón del idioma de los moradores de éste», que incluye en su libro A Description of Patagonia and the adjoining parts of South America (1774). El intendente de la Provincia de Concepción, Luis de la Cruz, viajó en 1806 desde el fuerte de Ballenar, que controlaba en paso de Antüko, hasta el fuerte de Melíncue, en la provincia de Santa Fe. En todo el trayecto, que cruza territorios pewenche y ragkülche, solo oyó hablar mapuzugun. Incluso anotó una estrofa, muy poética, de una canción en mapuzugun.

En Chillwe, los primeros jesuitas a principios del siglo XVII contactaron con un jefe chono, ya cristiano, que por su constante comercio con los williche de Chillwe manejaba la «lengua general del Reino», otra expresión para referirse al mapuzugun. En la isla, la población española enclavada allí fue asimilada a la lengua mapuche. Un informe del gobernador Antonio Narciso de Santamaría de 1756 da una descripción, aunque corta, muy ilustrativa sobre los españoles de la isla, señalando que usan dos lenguas, la castellana, muy mal hablada, y la “veliche”, refiriéndose a la variante williche, muy bien. Esta todos la practicaban más que el castellano, tanto los nobles como la gente común. La lengua mapuche se extendió también por los toldos tewelche. A fines del siglo XIX Hans Steffen, explorador de la Patagonia occidental por encargo del gobierno chileno, se encontró con una partida del jefe Juan Shaemata que estaba regresando a sus toldos, situados en el valle del río Genoa (actual provincia de Chubut). Allí Steffen describe la alocución que el jefe dirige a su gente en «araucano”.

En otras regiones la lengua franca fue el kechwa o el guaraní. Hoy la lengua franca entre pueblos indígenas es el castellano, el portugués o el inglés. Esa es la magnitud del cambio”.

– En tiempos pasados ¿ha habido demandas desde organizaciones mapuche en pos de oficializar la lengua o por lo menos reivindicarla frente al Estado chileno y argentino?

“La lengua mapuche ha tenido un lugar importante en las reivindicaciones desde los orígenes mismos del movimiento en 1910. La política mapuche en gran parte se hacía en mapuzugun. Entre las exigencias de las organizaciones se destacaba la petición de que existan “profesores de la raza” que hablando la lengua ayudaran a los estudiantes mapuche a adquirir el castellano, utilizando el mapuzugun en los primeros años de enseñanza. En esta línea se planteó la Federación Araucana, de Manuel Aburto Pagilef, en las década del veinte. En 1938 el Consejo General de Caciques de la Fütawillimapu planteó en su memorial presentado al presidente de la República Arturo Alessandri que se estudie el ”idioma indio mapuche” y que se elaboren textos que puedan ser distribuidos gratuitamente en los colegios. Una Comisión de la enseñanza indígena, dirigida por José Inalaf en el Congreso de los Profesores Radicales, en 1939, plantea que la enseñanza de los niños en los primeros años sea impartida tanto en “araucano” como en español de acuerdo a un programa especial. Un año después, Venancio Koñwepag y Cesar Kolima, durante su participación en el Primer Congreso Indigenista realizado en Patzcuaro, México, suscriben un documento en que plantean, en lo referente a educación, que en los primeros años se use el idioma mapuche, que luego se desplazará cuando los alumnos ya puedan hacer uso provechoso del “idioma nacional”. Se trata de una perspectiva más integracionista, dominante en la época.

Rosendo Huenuman, militante comunista, y que fue electo diputado en 1973, reivindicaba en el XIV Congreso del partido, en 1969, la construcción de escuelas en las reducciones en las que se respeten y se cultiven las tradiciones, costumbres y la lengua de la “raza mapuche”. Durante la dictadura, surgió al alero de Ad Mapu el Taller Cultural, grupo de teatro cuyas obras eran principalmente en mapuzugun. Esta iniciativa no ha tenido símil en el movimiento mapuche. Igualmente desde las organizaciones de la época surgieron las primeras exigencias de Educación Intercultural Bilingüe, adhiriéndose a las corrientes educativas en la región respecto de los pueblos indígenas.

En los inicios de la transición se planteó el tema de la oficialización. El Centro de Estudio y Documentación Mapuche Liwen mediante el documento «Cuestión mapuche, descentralización del Estado y autonomía regional», consignaba en 1990, la oficialidad del mapuzugun en una futura región mapuche autónoma constituida por la región de la Araucanía más algunas zonas adyacentes. La organización Awkiñ Wallmapu Ngülam (Consejo de Todas Las Tierras), en su «Proyecto de Ley de nuestras autoridades originarias», de 1991, plantea por su parte el reconocimiento del mapuzugun como un idioma oficial del territorio mapuche; y en las resoluciones del Congreso de Pueblos Indígenas en Temuko, realizado el mismo año, se resuelve que los idiomas indígenas sean oficiales en los territorios de desarrollo indígena. Más allá del contenido específico de estas propuestas, lo relevante es que el tema de la oficialización no es nuevo. Lo significativo de los últimos años es que esta reivindicación se hace en la calle, y en el marco de una lucha de emancipación nacional.

Frente a la modernidad

– ¿Qué relevancia que le da al hecho de la creación de nuevas palabras desde el mapuzugun para denominar nuevos hechos, objetos, asociados a la modernidad?

“Primero, quiero precisar que una lengua muestra signos de revitalización cuando se dota de nuevos hablantes, es decir, no solo ha frenado el proceso de pérdida sino que comienza la suma positiva. Pero, además, una lengua se revitaliza porque comienza a ocupar todos los espacios y no está restringida solo a algunos, que en condiciones de debilitamiento suelen ser la familia y los espacios comunitarios. Para que el mapuzugun esté en todo los espacios se requiere que pueda significar todas las ideas y objetos que hasta ahora no lo han sido en mapuzugun. Por ello la creación de nuevas palabras es crucial para la revitalización, sin ellas no es posible. No se puede funcionar plenamente en el siglo XXI con un mapuzugun del siglo XIX. La revitalización será sobre todo creación y no reproducción de lo que ya está. Los nuevos hablantes lo serán en el siglo XXI, personas que nacen y conviven con la televisión, los computadores, móviles, internet, se informan sobre exploraciones espaciales, futbol, colusiones financieras, etc. ¿Cómo podemos nombrar y comunicar todo esto que por ahora no está en el mapuzugun? De paso, debo decir que hasta unas décadas o años atrás tampoco estaban en el castellano.

La creación de nuevas palabras debe ser impulsada por la Academia de la Lengua Mapuche. Obviamente nadie está vetado para proponer nuevas palabras y probablemente sea así. En otros casos, como en el renacimiento del hebreo, muchas de las nuevas palabras fueron creadas en círculos pequeños, como por ejemplo en un comité editorial de un periódico y no por una estructura central. Pero sería importante que la Academia de la Lengua Mapuche pudiera centralizar lo que se vaya creando.

No hay nada desde el punto de vista lingüístico que nos impida comunicar todo esto desde el mapuzugun pero hay que hacer el esfuerzo de construir estas palabras. El proceso en todo caso no es antojadizo. Para la renovación lexical se deben usar criterios básicos. A modo de ilustración indico algunos. En primer lugar utilizar los propios mecanismos del mapuzugun para formar palabras. Por ejemplo, el uso del sufijo –fe que indica la función de una persona o el hábito. Andreu Febrès trae en su vocabulario de 1764 la palabra akulchillkafe “cartero”. A la acción akulchillka, “hacer llegar carta”, se le agrega -fe, que en este caso es la persona que ejerce la acción habitual, literalmente “el que hace llegar las cartas”. Si bien es un término probablemente más usado por los españoles coloniales que los mapuche de la época, no quita que en principio está correctamente formado que es el punto aquí. Otros criterios son el cambio semántico y la adaptación fonológica. Por ejemplo, cuando los españoles trajeron el arcabuz los mapuche antiguos le denominaron tralka, “trueno”, por el estampido que provocaba su percusión. Esto corresponde a un cambio semántico. Luego se incorporó el tralka karita para referirse a los cañones, ya que estos eran trasladados con ruedas que asemejaban a las carretas que el mapuche denominó karita, en una adaptación fonológica.

Traigo a colación ejemplos “antiguos” cuando la lengua tenía una gran vitalidad, puesto que un signo de debilitamiento de una lengua está en la perdida de la capacidad de los hablantes para crear nuevas palabras. El mapuzugun ha perdido esa capacidad y debemos recuperarla. El mapuzugun está atrofiado y debemos hacer que recupere su capacidad de adaptación a lo nuevo. Además, nada lo impide.

La creación de nuevas palabras debe ser impulsada por la Academia de la Lengua Mapuche. Obviamente nadie está vetado para proponer nuevas palabras y probablemente sea así. En otros casos, como en el renacimiento del hebreo, muchas de las nuevas palabras fueron creadas en círculos pequeños, como por ejemplo en un comité editorial de un periódico y no por una estructura central. Pero sería importante que la Academia de la Lengua Mapuche pudiera centralizar lo que se vaya creando. En particular que constituya un banco terminológico. Aquí es importante contar con lingüistas hablantes de mapuzugun que puedan “intelectualizar” la lengua. Sería deseable que, además, sea un proceso participativo, que se acuda a los hablantes mapuche. Sería la oportunidad de dotar de un espacio a las personas mayores que hablan un “mejor” mapuzugun y tiene menos interferencias castellanas. Con ellos se podría hacer un trabajo técnico y social de enorme importancia”.

– Advierto también una defensa que Ud. realiza de la escritura del mapuzugun frente a tentaciones de mantenerla oral, quizás más inmanejable pero reducida, quizás hasta ghettizada y proclive a su desaparición. ¿Es así?

“Lo que ocurre es que se ha construido una falsa contradicción, afortunadamente en retiro, entre lengua escrita y lengua hablada. La “esencia oral” del mapuzugun es un discurso ideológico que parece que enaltece a la lengua pero en realidad la liquida. En este caso hay que tener una mirada más histórica. El mapuzugun se mantuvo en la oralidad simplemente porque la gente antiguamente no requirió de la escritura para vivir ni para que funcione el sistema social. A medida que se iba instalando el Estado colonial español o después el Estado chileno en el Wallmapu, el mapuzugun fue siendo excluido del proceso de modernización. La enseñanza, la administración y las comunicaciones fueron en lengua castellana. Esta exclusión de la modernidad la han vivido miles de lenguas en el mundo, y todas están en mayor o menor grado en riesgo de desaparecer.

Hoy requerimos enganchar al mapuzugun a la modernidad, y la escritura es fundamental. Probablemente la comunicación oral tiene mayor recurrencia que la escrita pero no cabe duda que, en el mundo moderno, la escritura tiene un papel de suma importancia. Yo razono de manera muy simple: donde no esté el mapuzugun estará el castellano. Las web mapuche muestran esta evidencia. Somos nosotros los que más promovemos el castellano escrito. Ahora, hacer pasar las web mapuche del castellano al mapuzugun requiere obviamente equipos de personas que hablen y escriban en mapuzugun. Pero sobre todo la decisión. Debemos promover que las organizaciones tengan su propia planificación lingüística interna.

Por lo demás todas las lenguas fuertes son escritas. Sabemos que su fuerza obedece a razones no lingüísticas sino políticas y económicas, pero no podemos obviar el papel que juegan las lenguas en los procesos de expansión de la influencia de algunos países. Interesante en este sentido sería evaluar la expansión de la enseñanza del chino en las últimas décadas.

También las lenguas que han vivido procesos de revitalización exitosos como el hebreo, el euskera o el galés, han tenido que pasar por su escritura. No puede ser que los mapuche seamos el único pueblo del mundo que hemos descubierto que manteniendo la oralidad del mapuzugun, este sobrevivirá. Por lo demás la realidad muestra lo contrario”.

El largo combate

– ¿La oficialización del mapuzugun puede quedar como un gesto bajo la mirada multicultural o intercultural, cooptable por el neoliberalismo y no una herramienta en pos de la autodeterminación?

“Ese es un riesgo latente. Solo la movilización del pueblo mapuche puede garantizar que la oficialización no sea simbólica. Se debe exigir la adopción de un plan construido por todos los actores mapuche que hoy luchan por la oficialización. Deben existir los recursos necesarios para implementar un verdadero proceso de revitalización. Se requiere la creación de las estructuras técnicas y políticas que permitan el diseño de una planificación efectiva. Sin estas condiciones la oficialización será un nuevo hito en la lucha mapuche, pero no le servirá al mapuzugun.

La oficialización además de ser solo simbólica, puede ser utilizada por el Estado para «compensar» otras reivindicaciones, por ejemplo la restitución de tierras. Hay sectores que visualizan esto. En un editorial de La Tercera del 25 de febrero se plantea esta tesis. Allí se sostiene que la oficialización del mapuzugun puede ayudar a descomprimir otras reivindicaciones como la demanda de tierras. También La Tercera aprovecha el carácter festivo de la última movilización por la lengua en Temuko para tratar de provocar fisuras en el movimiento, sosteniendo que esta se aleja de las estrategias violentas. Se trata de una cuña no tan solapada entre «buenos» y «malos». Pero se equivocan, la lengua y la tierra, independiente de que estrategias de acción se utilice, son dos reivindicaciones nacionales mapuche, con las cuales está comprometido todo el pueblo mapuche”.

– ¿Colabora esta oficialización (desde el Estado chileno) a un proyecto societal mapuche, desde sus bases?

“Eso dependerá del “uso” que le demos a esta herramienta que será la oficialización. Esta medida constituirá un marco legal importante para exigir los derechos lingüísticos, pero por sí sola no impulsa la revitalización. Además, la voluntad del Estado será siempre limitada. Habrá que estar alerta y exigir al Estado a que cumpla sus compromisos y el marco jurídico que se establecerá. La oficialización ahora es un objetivo, pero en realidad es un medio para la revitalización. El combate por la lengua es a largo plazo y no tiene fin.

Lo importante es que nosotros construyamos nuestro plan estratégico y sobre todo definamos el escenario sociolingüístico al que aspiramos. Por ejemplo, es muy distinto decir “el mapuzugun para el pueblo mapuche”, que decir “el mapuzugun para el Wallmapu”. En el primer caso se considera que la lengua solo debe ser para la población mapuche; en el segundo el mapuzugun es para todos en el País Mapuche, mapuche y chilenos. El movimiento por la oficialización tiene esta línea y a mí me parece la más acertada, tanto por un razonamiento de principios como de interés del propio mapuzugun. Por principio, porque ningún ciudadano debe ser privado de acceder a la lengua del país en que vive; el mapuzugun es la lengua propia del País Mapuche y todos tenemos el derecho de acceder a ella. Desde el propio interés del mapuzugun, pues si solo una parte de la población maneja el mapuzugun, la lengua de cohesión social será el castellano”.

– ¿Qué rol le cabría al mapuzungun en un futuro autogobierno mapuche en una región autónoma mapuche dentro del Estado chileno?

“El mapuzugun tiene un rol central. La lengua le da el un carácter propio al País Mapuche. Todo movimiento nacional crea su propia definición de nación, determina que elementos la componen pero la base son el territorio y la lengua los que dotan a un pueblo de su carácter de nación. En nuestro caso, estos dos elementos han ido ganando un rol cada vez más central  en el movimiento mapuche y son los que deben consolidarse en un futuro Wallmapu autónomo. El estatus de la lengua será, en parte, la medida de la capacidad de ese autogobierno. Si las instituciones políticas de un futuro Wallmapu autónomo no son capaces de defender y desarrollar el mapuzugun ¿quién lo hará? Si bien he dicho que la revitalización depende de nuestra propia movilización, no es menos cierto que en torno a la lengua se toman decisiones políticas y estas estarán fundamentalmente en manos de las instituciones del futuro autogobierno. Pero si bien la revitalización lingüística depende también del ejercicio del poder político, un poder propio no garantiza en sí la revitalización. El caso irlandés es ilustrativo en este sentido. Tras la independencia de Irlanda en 1922 el gaélico fue declarado oficial. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, en casi cien años de vida independiente, sólo un 40% de la población de la República de Irlanda tiene algún grado de competencia en gaélico y el inglés sigue siendo la lengua predominante”.

– Entiendo que Ud. relaciona el caso lingüístico mapuche al de Euskal Herria y Kurdistán, donde nacionalismo y lucha por la lengua han ido permanentemente de la mano. ¿Es lo que existe hoy en el Estado español, en las comunidades autónomas (Catalunya, Galiza, Comunitat Valenciana, por ejemplo) un modelo a seguir en términos de implementación de una lengua co-oficial?

“Desde el punto de vista político nuestras referencias deben ser los movimientos nacionales, aquellos movimientos que ligan la lengua a la reivindicación de autogobierno o la creación de un Estado propio. El caso kurdo es un buen ejemplo. En el Kurdistán sirio las fuerzas armadas y políticas kurdas controlan el territorio, y una de las cuestiones principales ha sido la creación en Efrîn, la capital de la región, de un instituto de maestros de lengua kurda. La lengua kurda había estado excluida de las escuelas donde solo se enseñaba árabe. Incluso en algunas universidades se enseñaba hebreo, la lengua del “enemigo” pero no se admitía el kurdo, la lengua de 2,5 millones de personas en esta región. Para el movimiento nacional kurdo la lengua tiene un lugar predominante.

Como “modelo” de enseñanza futuro a seguir, con cautela tomaría el caso vasco. En Catalunya y Galiza las lenguas propias muestran un mayor vigor social y son cercanas al castellano, la lengua dominante, lo que facilita el paso al catalán o al gallego. No es lo mismo en Eukal Herria, donde el euskera es menos hablado y su aprendizaje a partir del castellano mucho más difícil. Si bien la revitalización de la lengua ha sido exitosa, las amenazas siguen latentes. Cuando se instaura la autonomía en 1979, solo el 15% de la población hablaba euskera, hoy lo hace un 30%. Esto es significativo pero tenemos que un 70% no lo habla o lo hace de manera parcial. Estos porcentajes evidencian la magnitud de la labor que representa la revitalización de una lengua. Agreguemos que en el caso vasco existe una formación estatal autónoma, proclive a la defensa del euskera y por lo tanto a invertir los recursos necesarios para ese objetivo. Nosotros carecemos de esa institucionalidad y de esos recursos.

Considerando todo esto, y dado que el euskera ha vivido un proceso de minorización extremo similar al del mapuzugun, me parece que el sistema educativo de Euskadi, donde existen tres modelos, entre los cuales los padres optan para escolarizar a sus hijos, podría ser interesante a explorar. El modelo A tiene como lengua vehicular el castellano con una asignatura de lengua y literatura vasca. El modelo B distribuye el uso del euskera y el castellano entre las asignaturas. Y en el modelo C, el idioma de enseñanza es el euskera y el castellano como asignatura. Las evaluaciones al sistema muestran claramente que el modelo que garantiza efectivamente la adquisición del euskera es el modelo C, y el castellano que se alcanza en grados suficientes se ve fortalecido por el medio social, que sigue siendo en gran medida castellano.

Como hemos referido más arriba, las realidades lingüísticas del Wallmapu son diversas y por ello pensar en diferentes modelos de enseñanza del mapuzugun puede ser pertinente. En la comuna del Alto Biobío, el 77% de los seis mil habitantes es mapuche pewenche. La lengua muestra todavía una fuerte vitalidad, y un número de niños inician la escuela con el mapuzugun como lengua materna. Esto no ocurre en otras comunas, también con alto porcentaje de población pero cuya realidad lingüística es opuesta. Por ejemplo San juan de la Costa, en la Región de Los Lagos, comuna de unos siete mil habitantes, de los cuales un 75% es mapuche williche pero donde la lengua es hablada solo por un pequeño número de adultos mayores”.

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/04/01/270836/no-he-visto-otros-movimientos-en-el-continente-que-utilicen-la-calle-para-reivindicar-su-lengua/

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Telesur vs. el modelo totalitario de comunicación

Oscar Lloreda

Existen al menos dos importantes referencias literarias que abordan simultáneamente el tema del totalitarismo y los medios de comunicación. Por un lado, George Orwell, en su novela 1984 y, por el otro, Aldos Huxley, en Un Mundo Feliz. Ambos autores parecen coincidir en sus principales preocupaciones: el devenir de un mundo totalitario; sin embargo, difieren en su interpretación sobre las estrategias y prácticas que se establecerían como parte de las relaciones de poder. El primero, proyecta un mundo de prohibiciones, manipulaciones y censuras, controlado a partir de un férreo ejercicio del poder pensado desde el miedo; el segundo, presenta un mundo saturado y banalizado, controlado a partir de la distracción y el placer.

La reciente decisión del gobierno argentino sobre Telesur, parece demostrar que en el ejercicio del poder hegemónico del capital siguen confluyendo las dos estrategias totalitarias desarrolladas por Orwell y Huxley. Ahí donde los discursos y prácticas mediáticas asociadas al capital son incapaces de dominar a través de las sutilezas y distracciones, entra a jugar el componente disciplinario de la prohibición o, como en este caso, la censura. De modo que las viejas prácticas del garrote aparecen cuando no existe otra forma de contener el contagioso resurgimiento de la conciencia y la irreverencia de los pueblos nuestroamericanos acallados históricamente.

Sin duda, Telesur tiene mucho que ver con ello. El gran pecado de Telesur se expresa rápidamente en la contundente afirmación que acompaña su nombre: “Nuestro Norte es el Sur”, una señal inequívoca del cambio de época que implica un profundo proceso de decolonización que relocaliza la mirada y modifica el locus de enunciación, esto es, el lugar desde el cual se habla. Por tanto, Telesur materializa mediáticamente lo que desde hace siglos exige la América Nuestra: tener voz propia. Un anhelo que había sido negado principalmente a través de una política imperial de captación y “producción” de dirigentes políticos orientados a mantener una sujeción de carácter dependiente con respecto al Norte hegemónico.

La decisión del gobierno de Macri evidencia precisamente que para los gobiernos restauradores de derecha, la prioridad es borrar de un plumazo, a través de procedimientos administrativos o cualquier otro necesario, los avances y logros alcanzados por nuestros pueblos y gobiernos durante la última década y media. Se trata de un borrón y cuenta nueva, que busca reinstalar el viejo aparato burocrático de la época neoliberal al servicio de las grandes trasnacionales y del “libre” flujo del capital.

El objetivo es doble: por un lado, censurar y limitar la circulación de ideas que promuevan modelos alternativos post-desarrollistas y la conformación de una identidad del Sur, capaz de relacionarse en igualdad de condiciones con los países del Norte hegemónico; y, por el otro, crear el contexto necesario para el desarrollo/retorno de una industria del info-entretenimiento, bajo la cual la información, tal como señala Huxley en su libro “Propaganda en una sociedad democrática”, sea incorporada a un circuito de contenidos mediáticos que ya no se debate entre lo verdadero y lo falso sino que se basa en lo irreal, en un “realismo mágico” que resulta irrelevante y profundamente anestésico.

De esa manera, no solo se trata de una lucha por el relato noticioso, esto es, el enfoque y tratamiento de la información, sino también por la implicancia que tienen los medios de comunicación en la sociedad. Ahí donde Telesur invita a una lectura consciente del mundo, reafirmando el Sur como su lugar de enunciación y convocando a la participación activa de los pueblos en la construcción de sus destinos, la plataforma comunicacional hegemónica apuesta a la distracción, a la desinformación a través de la saturación y la irrelevancia, es decir, a la separación de la política como una dimensión esencial de la vida social.

“Los medios no son para hacer política”, repetirán las grandes cadenas de televisión mientras nos venden sus productos y nos garantizan información ascética, “justa y balanceada”. Telesur representa entonces un arma peligrosa para los fines imperiales en la región. Su sola existencia hace palpable el modelo totalitario de comunicación anclado a la idea de libertad de empresa y disimulada bajo la consigna de la “libertad de expresión”.

Al invertir los parámetros de la comunicación hegemónica, Telesur pone de manifiesto la homogeneización de los contenidos mediáticos, así como la dependencia y sujeción de los medios privados a los intereses corporativos a los cuales representan. Al censurar y limitar la presencia de Telesur en Argentina, el gobierno de Macri garantiza de facto la existencia de un discurso único. Un anhelo que comparte con los sectores de derecha que aspiran gobernar prontamente en Venezuela, Brasil, Ecuador y Bolivia.

Esta decisión del gobierno argentino demuestra una vez más la hipocresía del discurso de la derecha sobre la “pluralidad” y la “libertad de expresión” y obliga a los movimientos de izquierda a construir nuevas y más amplias categorías conceptuales a través de las cuales ofrecer una alternativa al totalitarismo mediático. Consideramos que no es suficiente con denunciar el doble discurso de la derecha y, tampoco, con asumir como propias sus banderas de lucha. Por el contrario, se trata de aprovechar la coyuntura para ejecutar un “salto adelante” y señalar con claridad que los términos “libertad de prensa” y “libertad de expresión“ caricaturizan el Derecho a la información y a la comunicación libre de los pueblos en tanto se presentan como una justificación del uso de la palabra por aquellos a quienes ya les ha sido concedida gracias a sus capitales políticos, económicos o culturales –quienes se pagan y se dan el vuelto-.

La noción de libertad de prensa, fundamentada en la libertad de empresa, reproduce las lógicas de invisibilización de sectores ya excluidos del campo discursivo mediático, razón por la cual resultan incompatibles con la naturaleza de un medio como Telesur. Lejos de defender la comunicación libre, los movimientos de la derecha restauradora y la mayoría de los consorcios mediáticos, e incluso algunas organizaciones políticas y de la sociedad civil de la región, promueven la visión reduccionista de la “libertad de prensa y expresión” en detrimento de la libertad y el derecho a la información y comunicación libre de los pueblos.

La censura del gobierno argentino a Telesur debe servir para reflexionar sobre la confiscación de la palabra que ejercen las empresas de comunicación privadas y la vinculación natural de estas con los sectores de derecha. Aún estamos a tiempo de evitar un retorno a los tiempos del discurso único en Nuestra América; para ello es necesario llevar a la práctica cotidiana el leit motiv de Telesur y hacer realmente que nuestro Norte sea el Sur.

– Oscar Lloreda es Dr. (C) en Ciencias Políticas por la Universidad Simón Bolívar, Venezuela. Ms. en Políticas Públicas por la Universidad de Artes y Ciencias Sociales, Chile. Lic. en Comunicación Social por la Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela. Lic. en Estudios Internacionales por la Universidad Central de Venezuela.

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El Salvador: Alumnas reciben charlas de compostaje

Las estudiantes reciben charlas sobre como tratar los desechos sólidos a través del compostaje y obtener abono orgánico

El Salvador/03 de Abril de 2016/El Salvador

 

Compostaje

Las alumnas de noveno grado del centro escolar de Niñas profesora Victoria Zelaya, de la ciudad de La Unión, recibieron una capacitación referente al tratamiento de los desechos sólidos a través del compostaje.

La actividad fue coordinada por la unidad ambiental de la alcaldía de La Unión y se desarrolló en la pista municipal.

El trabajo es parte de la asignatura Ciencias, Salud y Medio Ambiente a través de un pequeño proyecto  piloto que empezaron desde inicio del año para hacer compostaje con parte de los desechos que salen del mercado municipal.

La charla es parte del apoyo técnico que se comprometió a brindarles la municipalidad de La Unión, además de haberles dada un espacio en un predio municipal aledaño a la bahía.

La idea, según el docente orientador Carlos Martínez, es que sea un ejemplo para el resto de grados y de otros centros educativos como una forma de contribuir al medio ambiente.

Martínez dijo que se tiene que empezar a trabajar en las escuelas para que estos conocimientos los alumnos los lleven a casa y los pongan en práctica.

“Todo lo que se les enseña en clases y las charlas lo ponen en práctica”, dijo el docente. Una de las prioridades de la escuela son los temas ambientales y para eso cuentan con un comité local conformado por docentes, alumnos y padres de familia.

También trabajan mucho la parte del reciclaje con botellas plásticos, papel y bolsas.

Ever Funes, encargado de la Unidad Ambiental de la comuna unionense, dijo que a los estudiantes se les dio a conocer todo el proceso de cómo se trabaja en un compostaje.

El objetivo  es que toda la teoría que ellas adquieran en clases las llevan a la  práctica.

Según Funes, son varias las capacitaciones que se les estará brindando en todo el proceso de duración del proyecto.

El facilitador fue Vidal Barahona, técnico de la unidad ambiental de la alcaldía de El Carmen, quién fue favorecido con una beca proporcionada por la Agencia de Cooperación del Gobierno de Japón (JICA) sobre el compostaje.

La charla fue sobre las diferentes tecnologías que existen para desarrollar un compostaje, la diversidad de abono orgánico que se puede obtener, el contenido y funcionamiento de cómo trabajan los microorganismos.

Barahona agregó que el compromiso es  trabajar con las escuelas enseñándoles a los alumnos como hacer pequeñas composteras, que hagan sus proyectos locales en las escuelas, en sus casas y también en las comunidades.

 Fuente: http://www.elsalvador.com/articulo/comunidades/alumnas-reciben-charlas-compostaje-106489
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La propuesta de Nuño, una medida para el entrenamiento de autómatas de la educación

México/ 04 abril 2016/ Autor:  /Fuente: http://revoluciontrespuntocero.com/

El sistema meritocrático de profesionalización y formación docente que en México se llamó Carrera Magisterial, surgió al interior del Banco Mundial para formar un sector del magisterio que abanderara los principios de la educación empresarial contenidos en la Reforma Educativa de 1993. Así se creó un ejército de docentes encargado de llevar hasta el seno de cada aula escolar la concepción mercantilista de la educación, mismo que se presentó ante la sociedad por el SNTE, la SEP y los empresarios nacionales e internacionales, como el perfil del maestro “ejemplar”.

Dicho maestro se avocó a desarrollar su tarea dentro del salón de clase; siguió al pie de la letra los programas oficiales; el calendario escolar de 200 días, evitando cualquier suspensión; se preparó en los cursos de formación continua para dar seguimiento a la Reforma Educativa; se comprometió a la aplicación de pruebas estandarizadas nacionales como ENLACE, promovida por Mexicanos Primero, e internacionales como PISA, diseñada por la OCDE, a fin de medir los aprendizajes de sus alumnos, pero vinculadas a su propio desempeño; además, se sometió a constantes exámenes para escalar en la profesionalización y mejora salarial.

Por otro lado, los maestros de la CNTE se negaron a reconocer y participar de Carrera Magisterial, por considerarlo un programa que generaba la individualización de la relación laboral y la atomización del contrato colectivo; promovía la competencia entre pares, rompiendo con los principios de cooperación y solidaridad entre los trabajadores; atentaba contra el derecho constitucional que reconocía “un salario igual para un trabajo igual”; veía en él una salida personal y selectiva, que violaba el derecho social a obtener un salario digno para todos; y porque que no contribuía a mejorar la educación en su conjunto.

Después de dos décadas, los empresarios de Mexicanos Primero, la SEP y la Auditoría Superior de la Federación, dan la razón a la CNTE; sus investigaciones muestran que 8 de cada 10 maestros que estuvieron al frente de alumnos con resultados insuficientes en el examen PISA, estaban en Carrera Magisterial y quienes se encontraban en los niveles más altos de este mismo programa, fueron profesores de alumnos con resultados inferiores en la prueba ENLACE.

Esta tendencia da cuenta, no sólo del fracaso de Carrera Magisterial, sino de una política exógena, diseñada fuera de las instituciones públicas, en las esferas de organismos económicos; hecha al margen de los actores internos de la educación. No obstante, se repite una y otra vez el mismo error, desoyendo las voces críticas, dando continuidad a lo que los empresarios proponen, y cada vez que lo hacen, la autoridad educativa mexicana presenta sus recomendaciones como si fuese algo novedoso, borrando la matriz del fracaso.

Así sucedió con la “Estrategia Nacional de Formación Continua de Profesores de Educación Básica y Media Superior”, que recién se dio a conocer para responder a las necesidades formativas arrojadas por los primeros resultados de la evaluación del desempeño, la cual nació con el pecado original. Días previos, Mexicanos Primero, ya tenía todo resuelto en “Prof. Recomendaciones sobre formación inicial y continua de los maestros en México”, documento fechado en febrero de 2016, pero elaborado meses antes.

En estos dos textos y uno más elaborado por el INEE, se desglosa la estrategia que la SEP y Mexicanos Primero implementarán a partir del próximo 15 de abril. Pretenden seguir formando un ejército de autómatas que lleve a cabo los principios añejos y nuevos de la educación empresarial: la medición estandarizada de los aprendizajes, la meritocracia como profesionalización docente, la privatización de la escuela desde la gestión escolar, las competencias básicas para satisfacer las demandas del mercado laboral y la “inclusión” como nueva modalidad para desentenderse de los alumnos con necesidades especiales.

La “nueva” estrategia de formación, al igual que el extinto y fracasado programa de Carrera Magisterial, vincula los “buenos” resultados con la mejora personal del salario, salvo que ahora se retoma la vieja fórmula de la más atrasada psicología conductista que surgió en los experimentos hechos con roedores: el “estímulo respuesta”; de modo que los “malos” resultados recurrentes, derivarán en la separación de la función docente como castigo.

No nos tomará por sorpresa entonces que los docentes repitan los mismos vicios de Carrera Magisterial. Su propósito principal no será la formación para mejorar su práctica pedagógica ni los aprendizajes de los alumnos, mucho menos intervenir positivamente en el entorno escolar; su preocupación fundamental será evitar el despido y/o incrementar sus ingresos personales.

Aunque Mexicanos Primero y el INEE intentan distanciarse teóricamente de la capacitación al estilo mecanicista, proponiendo conceptos como “Aprendizaje profesional docente” que se refiere a procesos formativos más interactivos en la reflexión, la investigación y experimentación entre las prácticas pedagógicas y los aprendizajes de los alumnos y “formación in situ”, entendida como las experiencias que surgen desde las propuestas y necesidades reales de los mismos docentes; la verdad es que tales conceptos no logran trascender el mero discurso.

Se presenta una estrategia (producto de una ley impuesta y sin consenso entre el magisterio), diseñada unilateralmente y al margen de la consulta de los implicados; no es opcional sino obligatoria, por consecuencia se vuelve estresante; no surge de la autogestión de los maestros ni de alguna de las muchas experiencias de autoformación para solventar sus realidades cotidianas en el terreno pedagógico, didáctico y del contexto escolar; no es por tanto una propuesta endógena y de interés colectivo, es más bien vertical, acrítica, creada para el entrenamiento y la capacitación técnica, de corte empresarial.

Una estrategia es de fondo, se propone horizontes de largo plazo, pero esta medida no es estratégica, porque sus objetivos son mediatos, de corte instrumentalista, de aprendizajes operativos y de poco razonamiento: cursos para elaborar y subir evidencias; para seguir los manuales de la “Ruta de mejora escolar”; para el vaciamiento de contenidos preestablecidos en los libros de texto, en un cronograma temporal, al que llaman planeación pedagógica; o para el manejo de herramientas tecnológicas, cuya pobreza curricular acumulada en horas y módulos, harán una maestría.

El “traje a la medida” de Aurelio Nuño, le quedará perfecto al maestro autómata, lineal, acostumbrado a seguir instrucciones; al docente creativo, autónomo, curioso, crítico, de profunda conciencia política y compromiso social, que indaga nuevos materiales y alternativas didácticas, que no se conforma con aprender del texto sino que busca conocer, comprender y transformar el contexto, el traje le quedará demasiado chico.

Fuente de la Noticia y Foto:

http://revoluciontrespuntocero.com/la-propuesta-de-nuno-una-medida-para-el-entrenamiento-de-automatas-de-la-educacion/

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