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Entrar enteras/os/xs a las aulas

Por: Graciela B. Alonso, Gabriela Herczeg y Ruth Zurbriggen

Facultad Ciencias de la Educación – UNComahue

Neuquén, Argentina.

Las autoras:

 

 

Mi apuesta es que las transformaciones que traen estos campos sobrepasan el terreno de los géneros y de la sexualidad, y pueden lle- varnos a pensar, de un modo renovado, la cultura, las instituciones, el poder, las for- mas de aprender y de estar en el mundo.

Guacira Lopes Louro (2004)

 

Resumen

En este artículo vamos a argumentar acerca de la necesidad de que las teorías, experiencias e investigaciones que forman parte del campo de los estudios de géneros y sexualidades tengan un lugar específico en los estu- dios de grado de la formación docente.

En una primera parte, vamos a realizar una breve consideración acerca de los estudios de géneros y sexualidades en el ámbito de la Academia y de aquello de lo que, en su tradición, consideramos como una herencia de la que sí nos queremos hacer cargo. Luego, abordaremos cuestiones relacio- nadas, específicamente, con investigaciones educativas en este campo y, por último, realizaremos algunas reflexiones acerca de la relación géneros, sexualidades, cuerpos, identidades, que podrían contribuir a pensarnos asu- miendo la formación docente desde estos lugares.

Palabras clave: Estudios de Género, teoría queer, transgénero, identidad, política, prejuicio.

 

Abstract

In this article the argument stand for the necessity of making that theories, experiences and investigations belonging to the field of studies on gender and sexualities, occupy a specific place into the gender studies in order the pedagogic training.

At first, we’ll make a brief outline about studies on gender and sexualities in the context of Academic world and within what is considered a tradition which our desire is to see about. Then we shall examine some questions related specifically to educational researches in this field, and finally some reflections will be made on the links among genders, sexualities, bodies, identities, which we hope will be useful for thinking over ourselves and insofar assuming the pedagogic training from these points.

Key words: Gender studies, Queer theory, Transgender, Identity, Politics, Prejudice.

 

Presentación

En este artículo vamos a argumentar acerca de la necesidad de que las teorías, experiencias e investigaciones que forman parte del campo de los estudios de géneros y sexualidades tengan un lugar específico en los estudios de grado de la formación docente.

Podríamos relatar la relación entre los estudios de géneros y sexualidades en la educación y en la formación académica, desde nuestras propias historias de formación, poniéndole palabras y argumentos a nuestro acercamiento al campo que, como el de muchas y muchos, fue, en principio, bastante individual, solitario, costoso en muchos sentidos, pero también riquísimo por la amplitud de incertezas, desafíos, perturbaciones, oportunidades de subversión, de desobediencia y de riesgos que algunas vagabundas intelectuales necesitamos para sobrevivir y disfrutar en éstas, nuestras instituciones educativas, donde hay tantas “verdades” para desestabilizar.

A la vez, este escrito está posibilitado por el intercambio constante, principalmente con quienes, habiendo sido compañeras de estudio o estudiantes y receptoras de nuestras inquietudes, encontraron eco para las propias y hoy, en su práctica docente en Institutos de Formación, están encontrando la manera de introducir estas temáticas en sus instituciones. Así, también es producto del intenso trabajo que realizamos como activistas feministas3.

En una primera parte, vamos a realizar una breve consideración acerca de los estudios de géneros y sexualidades en el ámbito de la Academia y de aquello de lo que, en su tradición, consideramos como una herencia de la que sí nos queremos hacer cargo. Luego, abor- daremos cuestiones relacionadas, específicamente, con investigacio- nes educativas en este campo y, por último, realizaremos algunas reflexiones acerca de la relación géneros, sexualidades, cuerpos, iden- tidades, que podrían contribuir a pensarnos asumiendo la formación docente desde estos lugares.

 

Estudios de las Mujeres – Estudios de Género y algo más

Los Estudios de las Mujeres, como se los denominó en algunos países, o los Estudios de Género, o lo que hoy podemos llamar el campo de los Estudios sobre Géneros y Sexualidades, abrevaron y abrevan teórica y políticamente en los movimientos feministas, aunque no se puede desconocer que surgen en una década (finales de los 60) donde se produce lo que Julia Varela y Álvarez Uría (1994) llamaron “la crisis de los paradigmas sociológicos”, aludiendo a un desajuste que se empezó a visualizar entre “nuevos sentimientos y viejas teorías (…) a la sensación dicen de que nuestros saberes ya no sirven para explicar ni para indagar lo que está sucediendo” (Varela–Uría, 1994:2). Por otra parte, y como sostiene Guacira Lopes Louro:

(…)desde los años sesenta, el debate sobre las identidades y las prácticas sexuales y de género se está tornando cada vez más acalorado, provocado especialmente por el movimiento fe- minista, por los movimientos de gays y de lesbianas y susten- tado también, por todos aquellos y aquellas que se sienten ame- nazados por esas manifestaciones. Nuevas identidades socia- les se vuelven visibles, provocando, en su proceso de afirma- ción y diferenciación, nuevas divisiones sociales y el nacimiento de lo que pasó a ser conocido como ‘política de identida-des’” (2001: 9,10)4.

En una suerte de balance acerca del aporte de los Estudios de las Mujeres, en aquellos ámbitos académicos en donde pudieron insertarse, Mabel Bellucci (1993) enumera varios, entre los cuales destacaría- mos: el cuestionamiento al cuerpo de conocimientos científicos acu- mulado o saber científico tradicional, la recategorización de la cultura a partir de la dialéctica sexual como una construcción androcéntrica del mundo; el haber analizado críticamente los supuestos básicos de cada disciplina para proponer nuevas categorías analíticas y marcos teóricos en cuanto a la desigualdad de género y en cuanto a todas las formas de desigualdad social.

Posteriormente, alrededor de la década de 1980, la denomina- ción Estudios de las Mujeres fue dando paso a lo que se llamó Estudios de Género, apuntando a una denominación más amplia y que mos- trase el efecto de las relaciones entre varones y mujeres, ya que las problemáticas que enfrentábamos (y enfrentamos) las mujeres no eran (son) inherentes a la condición de tales (cosas que sucedían por tra- tarse justamente de mujeres), sino que, por el contrario, tienen un origen que es ideológico y político y que, por lo tanto, no es sólo «cosa de mujeres» sino también la forma como una determinada cultura an- drocéntrica y patriarcal plantea las relaciones entre mujeres y varones y el lugar y roles asignados a ellas/os.

De todas formas, nos parece importante reconocer que mucho de lo que se dio en llamar Estudios de la Mujer nace en lugares extra- académicos. Habría que hacer un análisis histórico acerca de qué pasó con esos estudios cuando la academia produjo la categoría género, por ejemplo, ¿se acercó o se alejó de los movimientos de mujeres, de los movimientos feministas?, ¿En qué aspectos?, ¿En cuáles temá- ticas?

Gloria Bonder plantea algunas preguntas, así como preocupa- ciones que las mujeres tenían cuando comenzaron a organizarse bajo el paraguas de los Estudios de la Mujer: ¿cómo entender la diferencia entre los sexos?, ¿Era posible recurrir a las teorías vigentes para comprender y explicar este problema, o estas mismas teorías repro- ducían los prejuicios y estereotipos culturales que determinaban la diferencia entre los sexos?; si el conocimiento ha sido en su mayor parte producido por los hombres ¿es la Ciencia la versión parcial del hombre acerca de la realidad, a pesar de que esta visión parcial haya sido elevada a la categoría universal? (Bonder en Bellucci, 1993:30).

En esta breve enumeración es importante decir también que en nuestro país, en estos últimos 10 años, aunque siempre en el borde de lo que entra y se produce en las universidades, existe una inci- piente relación con los movimientos de lesbianas, gays y travestis donde se encuentra gran parte de la producción teórica queer. Como dice Guacira Lopes Louro, estos grupos:

(…) vienen provocando importantes transformaciones que re- fieren a quién está autorizado a conocer, qué puede ser co- nocido, y a las formas de llegar al conocimiento. Desafiando el monopolio masculino, heterosexual y blanco de la Ciencia, de las Artes, o de la Ley, las llamadas “minorías” se afirman y se autorizan a hablar sobre sexualidad, género, cultura. Apa- recen nuevas cuestiones a partir de sus experiencias y de sus historias; las nociones consagradas de ética y de estética se ven perturbadas. Áreas y temáticas consideradas, hasta enton- ces, poco “dignas” de ocupar el espacio y el tiempo de los aca- démicos serios, pasan a ser objeto de centros universitarios y núcleos de investigación. (Lopes Louro, G. 2004).

Nos consideramos herederas de la relación con los movimientos feministas extraacadémicos y es esa relación la que mantenemos en y desde nuestros trabajos en docencia, extensión e investigación.

 

El campo de los estudios sobre géneros y sexualidades en educación

Retomaremos en este apartado algunas consideraciones que realizamos en la introducción de una reciente publicación (Morgade, G. Alonso, G. 2008). Decimos en el texto que la práctica de historizar los antecedentes que configuran el contexto de la investigación y de la producción política, usual en los ámbitos académicos, es particular- mente relevante en el campo perfilado por la articulación “educación, género y sexualidades”.

Por una parte, porque los estudios críticos de la educación apor- taron categorías insoslayables al estudio de la desigualdad social y el irrespeto cultural. Por otra, porque las diferentes expresiones del feminismo irrumpieron en el escenario académico educativo para de- nunciar, sistemáticamente, las dimensiones olvidadas, escasamente desarrolladas o abiertamente despreciadas en los estudios críticos de la educación. Por último, (y dado que es evidente que las mismas preguntas orientan las mismas respuestas) porque la producción del movimiento social de mujeres y, posteriormente, de otros movimientos identitarios, tendió a generar nuevas categorías interpretativas que multiplican los interrogantes y las miradas posibles, realizando indis- cutibles aportes a un pensamiento pedagógico un tanto exhausto.

En los primeros momentos de la escasa investigación educa- tiva feminista, resultó relevante denunciar las dificultades en el acceso a la educación formal y, en los países de América Latina, a la alfabetización básica. Sin embargo, si bien la cuestión del acceso a la educación formal aún hoy está lejos de ser saldada –tanto en cuestiones de alfabetización, como en algunos espacios educativos de fuerte inscripción tecnológica– la investigación se volcó rápidamente hacia la “caja negra”5  de los procesos cotidianos escolares.

Así, los resultados fueron consistentes en mostrar la persisten- cia de significaciones estereotipadas, tanto en el “curriculum formal”, prescripto por la administración educativa, como en el llamado “curriculum oculto”, constituido por las expectativas de rendimiento y comporta- miento hacia mujeres y varones, y en las omisiones sistemáticas de temas relevantes para la vida personal o profesional de las mujeres: el llamado “curriculum omitido” que, centralmente, silencia cuestio- nes vinculadas con la sexualidad, la violencia o la precarización la- boral6. Se indagó profusamente entonces la baja presencia de mujeres en las imágenes de los libros de texto (mayoritariamente represen- tadas, cuando lo estaban, en rol de madres o maestras); la invisi- bilización de la presencia femenina en la construcción de las socie- dades en los contenidos de materias como historia o formación cívica; las expectativas diferenciales de rendimiento y de comportamiento hacia niñas y niños; el lenguaje utilizado y los modos de participa- ción dentro del aula (donde se destacó un uso menos frecuente de la palabra por parte de las niñas); la ausencia de programas vinculados con temas de sexualidad, y muchas otras dimensiones curriculares

Complementariamente, el tema de la profesión docente como “trabajo femenino”, mereció una importante atención en las investiga- ciones, en particular en la década de los ‘80 y los ‘90. Siendo el magisterio de los niveles preescolar y básico una tarea ejercida por mujeres en altísima proporción (sobre todo, en las zonas urbanas de los países latinoamericanos), las investigaciones tendieron a indagar las formas de precarización económica y material que caracte- rizan al trabajo, la subordinación intelectual y organizacional que las mujeres sufren en el sistema educativo y, más orientadas por el femi- nismo de la diferencia, los modos de “maternaje” y la ética del cuidado que las mujeres han aportado a la escuela.

Desde otra perspectiva de ordenamiento, Rodríguez Menéndez y Peña Calvo sostienen que, en la década del 70 (en los países anglosa- jones, y una década después, en los de habla española), predomi- naron estudios focalizados en la socialización (si nos ubicamos en las teorías del orden) o en la reproducción de los estereotipos de género (…) con objeto de desvelar el sesgo masculino en los currícula oficiales y en los libros de texto. También fueron foco de aná- lisis los procesos de interacción de niños y niñas en el aula y en el patio de recreo, lo que permitió concluir, entre otras cosas, que los niños acaparaban el espacio de juego, que había una profunda segregación por razón de género en las interaccio- nes que se efectuaban y que chicos y chicas adoptaban, en las interacciones que establecían, actitudes y expectativas que se correspondían con el orden de género existente. Sostie- nen que Otro importante foco de la investigación se centró en analizar la dinámica de interacción profesorado/alumnado des- de la perspectiva de género; concluyéndose que los patrones de interacción favorecían a los chicos, así como que los docentes efectuaban un tratamiento diferencial por razón de género que influía en la reproducción de los estereotipo.” (2005:3).

Ya, en esta última década y de la mano de los Men´s Studies o Estudios de la Masculinidad, comenzaron, y se encuentran en plena expansión, las investigaciones sobre las significaciones hegemónicas y no hege- mónicas de la masculinidad en la escuela. Robert Connell, uno de los principales investigadores en la tradición de los Men´s Studies y educación, muestra, en 1995 y en el contexto anglosajón, que en la escuela se refuerzan los sentidos tradicionales de lo masculino, sos- layando o condenando la existencia de masculinidades subordinadas y, básicamente, de la homosexualidad (Connell, 1995). En coinci- dencia con Connell, otros y otras colegas mostraron cómo el arquetipo dominante de la virilidad alimenta una mística de la masculinidad ca- racterizada por el vigor y la fuerza, el control sobre el dolor físico y el ocultamiento de las emociones, el colocarse en riesgo, la tenden- cia a la competencia y a la conquista. En síntesis, una idea de cierta “superioridad” que haría inevitable “la dominación masculina”. Comple- mentariamente, los estudios tienden también a indagar los modos de sufrimiento y, en ocasiones, de resistencia de los varones que no se adecuan completamente al arquetipo viril (Lomas, 2004).

Rodríguez Menéndez y Peña Calvo (2005), ubican estas inves- tigaciones en el marco del feminismo posestructuralista. La autora y el autor categorizan estos estudios en tres grupos, a los que denominan posestructuralismo puro, moderado y reconstituido. Las investigacio- nes de Connell y su concepto de “masculinidad hegemónica”, se ubi- carían dentro del posestructuralismo moderado, dado que “reconoce la fluidez y el cambio en el proceso de configuración de la identidad de género (…) no obstante, también se percibe la necesidad de tener en cuenta los constreñimientos sociales que determinan los modelos de deseabilidad social para hombres y mujeres.” (2005:8).

Sin embargo, es sólo recientemente que –a partir de la fuerte interpelación que los movimientos “lgtttbi” (lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgénero, bisexuales e intersexuales) efectuaron sobre los desarrollos de la teoría de género y, a la luz de la teoría queer– la investigación tiende a hacerse cargo de la complejidad multidimen- sional del discurso hegemónico escolar7. Entonces, se incorpora con fuerza, la cuestión de la construcción social del cuerpo y, con él, las sexualidades y sus articulaciones y desarticulaciones con el género.

Estos estudios suponen un punto de fuga, res-quebrajamientos de paradigmas y verdades inmutables, abren espectros donde la vigilancia normativa puede volverse extraña y ajena, donde la hibridez y la incertidumbre pueden ser una posibilidad y un acontecimiento digno de ser

La categoría género fue potente, pero tendió a dejar afuera temas que los grupos más vulnerados –pero también más críticos–, y la teoría queer volvieron a problematizar; especialmente, una relación que devino prescripción: el supuesto de que existen dos cuerpos (de varones y mujeres) a los que les corresponden dos géneros (masculino y femenino) y una direccionalidad “correcta”, “normal”, del deseo por el cuerpo/ género opuesto.

Estas cuestiones revelan la necesidad de investigar y profun- dizar el análisis de algunas dicotomías pedagógicas clásicas: nor- malidad/anormalidad; conocimiento/ignorancia; mente/cuerpo; razón/ emoción. Pero también hacen insoslayable problematizar miradas mo- dernas (muy instaladas) sobre los cuerpos, los géneros y las sexua- lidades, como lo son las esencialistas, biologicistas y las construc- tivistas. En todas estas perspectivas, el cuerpo y el sexo quedan del lado de lo que “es” y el género, como teoría, en su fabricación cultural y simbólica, se levanta dando por sentado esos cimientos, no logrando conceptualizar a los cuerpos más allá de la ideología de lo dado (con lo que venimos). Para quebrar esta cosmovisión, y con toda la heterogeneidad que portan, y las necesarias lecturas contex-tualizadas e intersectadas que tenemos que hacer, las perspectivas queer8 y posestructuralistas nos provocan a ampliar los límites epis-temológicos, sin perder de vista –diríamos nosotras– la direcciona-lidad por la transformación de las relaciones sociales injustas. En esto, escuchar a las y los jóvenes, niñas y niños, a los colectivos sociales y sexos genéricos, pone a la investigación educativa de cara a los sectores más discriminados, pero también más resistentes a los ava-sallamientos de las normas sociales.

Orientadas hacia el análisis de las experiencias de docentes heterosexuales y lesbianas, nuestro grupo de investigación9 abordó la relación heterosexualidad/homosexualidad en las prácticas escolares y en las representaciones de mujeres docentes. A través de sus repre- sentaciones sobre los cuerpos, las sexualidades, y las sexualidades disidentes, se pudieron relevar las estrategias de la vida cotidiana escolar, para producir discursos y prácticas que originan saberes y mandatos sobre los cuerpos y las sexualidades, contribuyendo a for- mar no sólo sujetos de género (hegemónicos, es decir mujeres y va- rones) sino también de preferencia sexual.

Con respecto a “la identidad lésbica”, la investigación muestra que en la escuela opera lo que podría llamarse una “política de silen- ciamiento”, produciendo invisibilidad y ocultamiento de esta identidad. Este silencio se construye a partir de una serie de dispositivos incor- porados y, por tanto naturalizados, en la vida institucional: el chiste homofóbico, el secreto a voces, que implica para estas docentes todo un aprendizaje de sobrevivencia, la confección de un ropaje hetero, que se justifica por el miedo a perder el afecto de sus compañeras y compañeros, por el miedo a que se ponga en duda su profesiona- lidad para enseñar y no se las considere dignas de estar con los/as alumnos/as. El prejuicio, que se apersona cotidianamente, es pro-¿ducto de una matriz cultural que tiene, como uno de sus cimientos, el pánico moral que equipara diferencia sexual a anormalidad, delito, promis- cuidad, perversión, peligro, enfermedad, riesgo de contagio.

La sexualidad, las identidades sexuales, el lesbianismo, ocupan en la escuela el lugar de lo innombrable, sustituyéndose por expre- siones del tipo: esto, eso, una mujer con otra mujer, personas como vos. Siguiendo a Eve K. Sedgwick (1998) llamamos “pedagogía del closet” (que actúa como fuerza hetero-reguladora) a este conjunto de dispositivos escolares tendientes a invisibilizar, ocultar, no nombrar.

La equiparación de una orientación lesbiana con un delito, o lo punitivo que puede resultar dar a conocer los sentimientos, son algunas de las estrategias que la “institución heterosexual” utiliza para forzar a la lesbiana a disimular/callar/travestir/ su deseo erótico so pena de ser etiquetada como una pervertida, promiscua, una mujer peligrosa o enferma. Proyectadas al borde, las docentes lesbianas son depo- sitarias de una sexualidad que, al desviarse de la norma, debe per- manecer innominada/borrada. La invisibilidad laboral y social a la que se ven sometidas las maestras lesbianas, repercute en la posibilidad del ejercicio de los derechos contemplados en una ciudadanía plena. Sin dudas, esto no es exclusivo de las mujeres lesbianas, sino que puede extenderse a todo grupo con identidades de géneros y sexuales disidentes. Las investigaciones académicas poco se han ocupado de estas temáticas, contribuyendo, por acción u omisión, al silenciamiento social antes mencionado.

Reconocer como una problemática a ser estudiada, las deman- das y necesidades de quienes se autoidentifican, individual o colectiva- mente, en el campo de las sexualidades y géneros disidentes, es una manera de colaborar en la consecución de derechos. También, al inte- rrogarnos acerca de las formas cómo se han inscripto en las subjeti- vidades de las docentes, las políticas sexuales10 con las que se confor- mó la pedagogía del estado nacional (y el propio Estado). La peda- gogía que se construyó en la Modernidad y que funciona todavía como orientadora de las prácticas docentes, produjo lo que podríamos llamar la pedagogización del cuerpo, no sólo de estudiantes, sino también de las maestras o docentes. Esta pedagogización tomó al cuerpo co- mo uno de sus blancos principales. Sin embargo, no actuó sólo a partir de la represión de lo vinculado con la sexualidad, sino que su efecto más duradero tuvo que ver con la construcción de identidades, entre ellas, la identidad de la señorita maestra heterosexual.

En suma, la investigación educativa produjo importantes avances en relación al aporte de categorías que permitieron comenzar a visua- lizar y conceptuar un tipo particular de relaciones de géneros, como son las que se dan en las instituciones educativas. Sin embargo, el inagotable trabajo de investigar acerca las relaciones sociales remite, actualmente, a explorar las líneas de investigación educativa que se están desarrollando y que interpelan a las disciplinas que clásica- mente hicieron aportes a la pedagogía. Podemos decir, entonces, que hoy son estos estudios los que marcan la necesidad de que esas dis- ciplinas repiensen sus categorías y sujetos/as, dado que, posiblemente, si no damos cabida a estas subjetividades disidentes (disidentes a la heteronormatividad, a la moral religiosa, al disciplinamiento peda- gógico) y los saberes que portan como experiencias, es porque tampoco nos interesan otras subjetividades y otros saberes. Probablemente, no estemos dispuestas/os a conocer cualquier manifestación de otredad y, además, es posible que sepamos poco acerca de cómo funciona aquello que se considera hegemónico o normal.

En el camino de ir tendiendo puentes entre las vidas y vivencias, singulares y colectivas, de quienes, de diferentes maneras, padecen (y resisten) los núcleos más duros de los discursos y prácticas edu- cativas en estos momentos, nos estamos abocando a relevar y ana- lizar las demandas que el movimiento lgtttbi realiza a la cultura y, específicamente, a la educación11. A modo de ejemplo, citaremos al- gunas aproximaciones analíticas de entrevistas a activistas travestis.

En los testimonios recogidos hay una revalorización de la ex- periencia colectiva de los grupos. Así, los saberes construidos al in- terior de los mismos, son puestos en un lugar de legitimidad que los reconoce como válidos, constituyéndose en puntos de ruptura, de discon- tinuidad, que ponen en cuestión lo ya conocido: “somos nosotras las que sabemos nuestros problemas, sabemos cómo llegar a la compañera… El conocimiento es nuestro y no es algo que te baja de arriba ilumi- nado y que hay que acatar.”

El partir del propio saber no impide reconocer las propias igno- rancias, aún cuando éstas le permiten avanzar desde sí mismas: “avan- zamos con nuestra condición, con nuestra identidad, con nuestra forma de ser, y a lo mejor yo te digo, con nuestra ignorancia.”

Estas experiencias aparecen fuertemente ligadas a la corpora- lidad, a la experiencia de los cuerpos, a la necesidad de “hacerse cargo” del propio cuerpo. Experiencias de aprendizaje que se ubican en espacios diversos, siendo la calle uno de ellos: “yo sé lo que les pasa a las chicas cuando están en la marcha12, sé como salen, es como que transforman cosas de su vida a partir de ir a la marcha, de estar, de poner el cuerpo ahí.”

Reafirmar el cuerpo, como punto de partida de los aprendizajes, va más allá de la legitimidad que la sociedad asigna a estos cuerpos. Es conmovedora y esclarecedora a la vez, la explicación de una de las entrevistadas transgénero:

cuando yo firmé la paz con mi propio cuerpo… eso me llevó a que un día pusiera un montón de espejos, me desnudara a mí misma, me viera por todos lados, todo mi cuerpecillo tan divino, tan hermoso, me abrazara a mí misma, llorara conmigo misma hasta más no poder, que creo que fue un llanto liberador, hermoso, maravilloso. Entonces, cuando entendí esa cuestión del traves- tismo, que yo no era un demonio, que no era una cosa abomi- nable que tenía que matar, que no tenía que existir, que no tenía que tener derechos y cuando empecé a darme cuenta lo que la sociedad había logrado, una sociedad golpeadora, de destrucción de mi autoestima y yo debía construir esa auto estima y todas esas cuestiones y cuando hice esa reconciliación, la paz con mi propio cuerpo, cuando mi cuerpo empezó a ser el primer territorio de paz que yo haía conquistado, entonces, em- pezaron a florar cosas que en mí siempre estaban, el saber, la curiosidad.

 

La referencia a la escuela, a la educación institucionalizada, es reiterada. Forma parte de las críticas y de los deseos, de las deudas consigo misma y de los recuerdos dolorosos. Terminar la escuela se- cundaria fue un desafío para una de las entrevistadas transgénero, a quien el gusto por la lectura la acompañó en su mundo de violencia y la sigue acompañando en sus actuales recorridos intelectuales. Alegre y certeramente, se llama a sí misma la travita intelectual.

Historias en las que se recuerda la imposición de cortes de cabello y los cachetazos: “yo digo fue el cachetazo que me despertó… Me acuerdo que la maestra me decía… mi nombre masculino… ¡Bailá!

¡Tenés que bailar! No quiero bailar. Y la maestra me dio un cachetazo y me dijo ¿Qué sos? ¿Maricón? Y esa fue una huella que me quedó para toda la vida porque fue el despertar, me despertó y ahí yo empecé a pensar…. Lo que me demostró la maestra en ese momento fue lo que viví, hasta el día de hoy lo vivo.” La negación de educación es vivida como una desventaja significativa, por ejemplo en el vocabulario, pero también interesa que la sociedad conozca “lo que sucedió a nuestra comunidad, ¿por qué nuestra comunidad nunca tuvo un acceso a la educación?, ¿Qué pasó en la educación?”

Paralelamente a la revalorización de las experiencias, aparece la denuncia de los costos materiales y simbólicos que se imponen a estas sujetas/os/xs. Yendo más allá de la ausencia de reconocimiento cultural, nos hablan de la falta de historia, de representaciones, de la soledad en que se construyen las subjetividades disidentes. Al no haber imágenes disponibles, cada una pareciera ser la única que hay en el mundo.

Corriéndose del lugar de la victimización, las entrevistadas dan cuenta de distintas alternativas que se plantean desde las organiza- ciones, como forma de des-andar los caminos que los límites impues- tos las han llevado a recorrer y de abrir otros que les permitan ampliar los horizontes de la creatividad. Las posibilidades que les fueron ne- gadas durante la infancia y la adolescencia, provocan vacíos que muchas de ellas intentan paliar hoy mediante instancias de capacitación alter- nativas a las hegemónicas disponibles. Un grupo travesti destaca una experiencia que refiere a la formación de una cooperativa textil, que cuenta, además, con una escuela, donde son las propias travestis las que organizan, dirigen, trabajan y estudian en el lugar.

En el mismo sentido, otras organizaciones entrevistadas enfatizan la necesidad de trascender los límites de la propia comunidad y hacer que su proyecto político sea extensivo a la sociedad en general. Esta idea podría ser sintetizada con la siguiente frase de una entrevistada: “la verdadera revolución está ahí, en las conciencias de todos, cómo vamos educando a nuestros niños, a nuestras niñas, para que nos superen, para que nos maten y maten todos nuestros miedos, todos nuestros odios, todas nuestras violencias.”

Para que las instituciones educativas se hagan eco críticamente de estas producciones, las y los docentes son sujetas/os clave…

 

Reflexiones, intuiciones, sospechas

Es importante remarcar que los estudios sobre géneros y sexualidades están presentes en algunas universidades de nuestro país a través de cursos, seminarios electivos, especializaciones, maestrías, es decir, generalmente en la formación de posgrado o como capacitación docente. También estas temáticas entran en algunas cátedras, a veces, de forma casual y, otras, sostenidas en los programas de las asignaturas.

Hay que decir también que cada espacio que se abre, sobre todo en cuanto capacitación docente o seminarios para estudiantes, suele contar con una amplia concurrencia, como ejemplo, citaríamos los seminarios que con carácter de optativo/electivo damos en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue al que, este año, convocamos además de estudiantes de la casa a otras/os y, en ese sentido, están concurriendo de las carreras de Turismo, Historia, Enfermería, además de estudiantes de las carreras de Ciencias de la Educación, Nivel Inicial y Enseñanza Primaria. O el que esta- mos desarrollando en El Bolsón –en conjunto con el Instituto de For- mación Docente–13 donde además de estudiantes del profesorado, hay docentes de distintas áreas, comunicadoras/es sociales, enfermeras, docentes rurales.

Nuestra experiencia de trabajo académico y de activismo po- lítico, en estos últimos 10 años, el día a día, donde son numerosí- simos los reclamos para participar en jornadas en las escuelas, nos van dando la pauta de que no podemos seguir soslayando la deci- sión política de hacernos cargo institucionalmente y dar respuestas pedagógicas a estas problemáticas.

Sostenemos que entrar enteras/os/xs a las aulas, implica asumir profundamente nuestra condición de sujetos/as de género y nuestras sexualidades, pero también considerar que los conocimientos se en- carnan, producen y reproducen en los cuerpos. De hecho, cuando con la violencia simbólica no alcanza, los poderes eliminan los cuer- pos, por ejemplo, expulsándolos de las instituciones educativas, entre otras formas14. En este sentido, se nos hace imperioso extender el límite de nuestras preguntas e interrogarnos acerca de: ¿por qué un cuerpo/identidad travesti termina siendo expulsada de las escuelas?,

¿Por qué un cuerpo/identidad intersex es objeto de cruentas inter- venciones quirúrgicas y epistemológicas?, ¿Por qué un cuerpo/iden- tidad lésbica, gay, bisexual siempre tiene que permanecer en algún armario escolar?, ¿Qué conocimientos portados por estos cuerpos/ identidades no se tolera conocer?, ¿Qué efectos identitarios tiene el que la abstracción de los cuerpos esté en la base de la igualdad pe- dagógica?, ¿Por qué producir conocimiento, desde el punto de vista de un cuerpo/sujeto universal (que sería el de nadie), tiene mayor legitimidad científica que las producciones situadas?, ¿Por qué un único punto de vista tendría que ser mejor que la pluralidad de puntos de vista?, ¿Por qué los saberes que utilizamos tienden a naturalizar las diferencias, las opresiones, que tienen como base la localización genérica, racial y clasista de nuestro cuerpo?, ¿Qué sucede cuando no se quieren repetir los libretos de los cuerpos/identidades acep- tados como normales?, ¿Con cuáles argumentos político pedagógi- cos dividimos entre problemáticas relacionadas con los cuerpos y proble- máticas relacionadas con los conocimientos que producimos y trans- mitimos?, ¿Qué pueden decirnos las historias inscriptas en nuestros cuerpos/identidades, en los cuerpos/identidades de nuestros/as es- tudiantes sobre aquello que es objeto de trabajo intelectual?, ¿Qué relaciones generales y situadas hay entre la localización en cuerpo, espacio y tiempo de quien produce el texto y de quien lo lee?

 

No hay cuerpos ni conocimientos en general o universales por- que no hay mujeres u hombres universales (tampoco hay sólo mu- jeres y hombres), no hay conocimientos socialmente válidos si no están situados. Lo situado que buscamos visibilizar, desde nuestros mar- cos teóricos y políticos, es el sistema sexo genérico15 en el que se configuran los cuerpos, las/os/xs sujetas/os/xs, las identidades, los colectivos sociales y sus saberes, que no encuentran cabida en el mundo de las instituciones educativas, dado que la ciencia y la es- cuela, como instituciones que concentran la producción y reproduc- ción del conocimiento cultural, han sido eficaces en diseminar una noción de conocimiento con fuertes ribetes de descorporización y de descontextualización, donde las experiencias del hombre blanco, euro- peo, proveedor, de clase media, urbano, cristiano, heterosexual, se constituyen en universales y excluyentes, a la vez que fabrican cuerpos a la medida de las necesidades de expansión del imperialismo ca- pitalista, racista y patriarcal.

Sabemos que hay cuerpos/identidades que no entran a la escuela, o lo hacen a medias, o que son expulsados de ella, en una suerte de política de bloqueo sobre esos cuerpos/identidades que no se ajus- tan a la normalidad que la hegemonía ha creado y del que se hace eco la pedagogía escolar de la sexualidad allí aceptada; esta situa- ción nos compele a dar respuestas a preguntas del tipo: ¿Qué impli- caría para nuestras investigaciones y trabajo docente hacernos cargo de la inestabilidad de los cuerpos, de las identidades sexuales y de géneros, de los saberes consolidados?, ¿Cómo podemos pensar las estrategias a través de las cuales se instala el racismo corporal en nuestras instituciones, en el currículo?, ¿Cómo hacemos visibles las identidades individuales y colectivas que se oponen al sistema sexo genérico hegemónico, corriéndonos de las estigmatizaciones, el discipli- namiento, la museologización, las consideraciones exóticas?

A 20 años del clásico texto Rosa y el azul16, todavía hay varias asignaturas pendientes y muchas tonalidades que mixturar para entrar enteras/os/xs a las aulas.

Neuquén, Argentina, Octubre de 2008

 

  • Aludimos al texto de Rosa y azul: la transmisión de género en la escuela mixta que, en el año 1988, fue escrito por Marina Subirats

Notas:

  1. Tomamos esta expresión de un trabajo de bell hooks, titulado “Eros, Erotismo y Proceso Pedagógico”. El escrito fue publicado por Lopes Louro, G. (organizadora). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. (2000). Una versión de este escrito se presentó en las I Jornadas del Comahue de Prácticas y Residencias en la Formación Docente. Cipolletti, Facultad de Ciencias de la Educación, UNComahue.
  2. Docentes e investigadoras de la Universidad Nacional del Comahue y de Institutos de Formación Docente de Neuquén.
  3. Las autoras de este trabajo somos integrantes de la Colectiva Feminista La Revuelta.
  4. La autora toma la expresión “políticas de la identidad” de Stuar
  5. Deseamos explicitar que, si bien mantenemos la frase “cajas negras” por ser la empleada en el contexto al cual hacemos referencia, es necesaria su proble- matización, dado que la misma contiene cierto sesgo racista que de ningún modo
  6. Esta fructífera distinción entre curriculum explícito, oculto y omitido estructura el trabajo del Wellesley College for Research on Women, How schools shortchange girls (Cómo las escuelas estafan a las chicas), publicado en 1992 y elaborado sobre la base del análisis de alrededor de 1300 informes y publicaciones sobre la experiencia escolar de las niñas y jóvenes, que abonaron la hipótesis de que la escuela no solamente contribuía a la perpetuación de las desigualdades de clase (investigada larga- mente en el marco de las teorías de la reproducción), sino también, de las desigualdades entre mujeres y varones, a la vez que proveía elementos irremplazables en la conquista de la autonomía y las posi- bilidades de transformación.
  7. La palabra queer significa en inglés raro, extraño. Fue usada en forma peyorativa hacia los/as homosexuales que, sin embargo, la retomaron en un sentido emancipatorio y reivindicativo. Sería una teoría de “la rareza”, entendiendo que todos y todas, en algún sentido, somos un poco “raros/as”.
  8. Trabajamos esta temática en el proyecto de investigación “Cuerpos que hablan. Representaciones acerca de los cuerpos y las sexualidades en mujeres docentes heterosexuales y lesbianas”. Desarrollamos el mismo, en el período 2002- 2005, desde una perspectiva cualitativa.
  9. Nos referimos a toda una serie de regulaciones plasmadas en leyes, códigos, normati- vas que conforman aquello que está legitimado por y para el orden social. Lo que no entra en los mecanismos formales de la regulación no es porque esté permitido sino, por el contrario, es lo prohibido o ilegal. La política sexual regula lo referido a los cuer- pos, los géneros, las sexualidades, y su efecto se extiende a sentidos y prácticas de la vida cotidiana.
  10. En este momento estamos llevando adelante el proyecto de investigación “Aproximaciones al estudio del movimiento sexo genérico en Argentina”. El trabajo de campo realizado corresponde a grupos del colectivo lgtttbi de la ciudad de Autónoma de Buenos Aires. Paralelamente, nos encontramos realizando un proyecto de extensión denominado “Por una educación pública anti discriminatoria, no androcéntrica, no sexista, no heterosexista”. Ambos proyectos tienen sede en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue.
  11. Se refiere a la Marcha del Orgullo LGTTTBI, que se realiza todos los años, en el mes de noviembre, en la Ciudad Autónoma de Buenos
  12. Ciudad de la provincia de Río Negro, distante a unos 480 km, aproximadamente, de Neuquén.
  13. Dos relevamientos realizados sobre la situación de la comunidad trans (el primero en el año 2005, que abarcó a la población de la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires, y el segundo referido a 5 regiones del país en el 2006), dan cuenta de que la gran mayoría de las travestis que dicen ha- berse reconocido en dicha identidad, antes de los 13 años, no completó la escolarización primaria. De las que sí pudieron concluirla, sólo un 20% terminó estudios secundarios, tras repetir y reiniciar una y otra vez los años lectivos en distintos establecimientos escolares. Considerando que la mayoría (más del 90%) ha sufrido algún tipo de violencia, la escuela ocupa el tercer puesto en la lista de lugares en los cuales han recibido agresiones. Los trayectos que han recorrido durante su experiencia escolar las han enfrentado a dis- tintos mecanismos de discriminación: “la escuela ha acallado este colectivo; la escuela ha hablado de él de un modo en el que no se reconoce; y la es- cuela, una vez que lo ha descubierto ‘diferente’, lo ha excluido” (Hiller, , 2005:98). Aún así, en sus testimonios persiste el deseo de finalizar los es- tudios, a la vez que el temor a ser nuevamente rechazadas por las instituciones educativas, siendo ésta la primera de las causas que las llevan a no retomarlos.
  14. Gayle Rubin, define el sistema sexo-género como “una serie de acuerdos por los que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana”. Argumenta que “el sexo tal y como lo conocemos identi- dad de género, deseo y fantasía sexual, conceptos de la infancia es en sí mismo un producto social”. Posteriormente, introduce algunas críticas a esta definición, pero continúa sosteniendo que “igual que el género, la sexuali- dad es política. Está organizada en sistemas de poder que alientan y recom- pensan a algunos individuos y actividades, mientras que castigan y suprimen a otros y otras. Al igual que la organización capitalista del trabajo y su distri- bución de recompensas y poderes, el moderno sistema sexual ha sido objeto de lucha política desde que apareció, y como tal se ha desarrollado. Pero si las disputas entre trabajo y capital están mistificadas, los conflictos sexuales están completamente ” (Rubin, G. 1975: 37,45).

 

Referencias bibliográficas

Bell hooks (2000). “Eros, Erotismo y Proceso Pedagógico”. En Lopes Louro, G. (organizadora) (2000). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. Belo Horizonte:

Bellucci, Mabel (1992). “De los Estudios de la Mujer a los Estudios de Género: han recorrido un largo camino….” En Fernández, Ana María (comp.) (1993). Las mujeres en la imaginación colectiva. Una historia de discriminación y resistencias. Buenos Aires: Paidós.

Connell, Robert (1995). Masculinities. Berkley: University of California Press. Hillert, Renata (2005). “Los cuerpos de la universalidad. Educación y travestismo/

transexualismo”. En Berkins, Lohana y Fernández, Josefina (comp.)

(2005). La gesta del nombre propio. Informe sobre la situación de travesti en Argentin. Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo.

Lomas, Carlos (comp.) (2004). Los chicos también lloran. Identidades masculinas, igualdad entre los sexos y coeducación, Barcelona: Paidós.

Lopes Louro, Guacira (2000). “Pedagogias da sexualidade”. En Lopes Louro, G. (organizadora) (2000). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. Belo Horizonte:

Lopes Louro Guacira (2004). “Los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoría queer como políticas de conocimiento”. Ponencia presentada en la Mesa «Estudios gays y estudios feministas», del II Congreso Brasileño de Homocultura, Brasilia, DF Brasil, junio de 2004.

Morgade, Graciela y Alonso, Graciela (2008). “Educación, sexualidades, géneros: tradiciones teóricas y experiencias disponibles en un campo en construcción”. En Morgade, Graciela y Alonso, Graciela (comp.) (2008). Cuerpos y sexualidades en la escuela. De la normalidad a la disidencia. Buenos Aires: Paidós.

Rodriguez Menendez, María del Carmen y Peña Calvo, José V. (2005). “La investigación sobre el género en la escuela: nuevas perspectivas teóricas”. Disponible en: www.ateiamerica.com/doc/GENERO_LA_ESCUELA.doc

Rubin, Gayle (1975). “El tráfico de las mujeres: notas para la ´Economía política´ del sexo”. En Lamas, Marta (comp.) (1997). El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. México: PUEG.

Sedgwick, Eve (1998). Epistemología del armario. Barcelona: Ediciones de la tempestad.

Varela, Julia y Álvarez-Uría, Fernando (1994). “La crisis de los paradigmas sociológicos”, En: Eutopías, Documentos de Trabajo. Vol. 65. Madrid: Universitat de València & Asociación Vasca de Semiótica.

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Mutilación genital femenina, la ONU dice basta ya

Por Waldo Mendiluza*

Prensa Latina/ Naciones Unidas (PL) Al menos 200 millones de mujeres y niñas en el planeta viven con alguna forma de mutilación genital, un fenómeno que Naciones Unidas considera una violación de sus derechos humanos y aspira a erradicar para 2030.

Según la organización, de continuar la actual tendencia, otras 15 millones de adolescentes, con edades entre 15 y 19 años, sufrirían hasta entonces estos procedimientos, definidos como cualquier alteración o lesión de los genitales femeninos por razones diferentes a las médicas.

Las consecuencias de la práctica, que suele realizarse fundamentalmente en algún momento entre la infancia y los 15 años, incluyen sangramiento, quistes, infecciones, infertilidad y complicaciones en el parto.

El problema se concentra en 30 países, fundamentalmente de África y del Medio Oriente, aunque también está presente en otras partes del mundo, con mucha frecuencia vinculado a creencias religiosas y tradiciones.

«Nunca antes ha sido más urgente, o más posible, poner fin a la dañina práctica, lo cual se traduciría en prevenir un sufrimiento inmensurable y en potenciar el poder de las mujeres y niñas», afirmó el secretario general de la ONU en su mensaje de 2016 por el Día Internacional de la Cero Tolerancia con la Mutilación Genital Femenina.

La Asamblea General estableció en su resolución 67/146 de 2012 la celebración cada 6 de febrero, para llamar la atención sobre procedimientos que reflejan la desigualdad de género y constituyen una forma extrema de discriminación.

Ban reconoció este año que los gobiernos prestan una mayor atención al tema y mejoran los métodos de recolectar estadísticas, lo que explica el incremento de la cifra de personas afectadas.

En 2014, los datos reflejaban a alrededor de 130 millones de mujeres y niñas viviendo con la alteración o el daño de sus genitales externos, 70 millones menos que los estimados actuales, aunque este escenario también sugiere que se trata de un problema mayor del pensado.

Naciones Unidas espera que la adopción de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible lleve a la eliminación del fenómeno.

La comunidad internacional aprobó en septiembre de 2015 el instrumento de progreso humano, que incluye entre sus 17 objetivos la erradicación durante los próximos 15 años de prácticas negativas como el matrimonio infantil, temprano y forzado, y la mutilación genital femenina, propósito recogido en la quinta meta.

LAS VÍCTIMAS HABLAN

El Consejo Económico y Social de la ONU fue sede este año de un evento que reunió a altos funcionarios de la organización, diplomáticos, activistas y víctimas de la mutilación, muchas de ellas convertidas en luchadoras por un mundo libre del flagelo.

«Me quitaron mi identidad y dignidad, cuando crecí, me di cuenta que me faltaba algo (â��)», dijo Inna Modja, una joven cantante de origen maliense.

Según la promotora del fin del fenómeno, a los cuatro años lo sufrió en carne propia, y fueron la música y una operación las que le permitieron recuperar la confianza.

Modja declaró a Prensa Latina que la confrontación no es el camino para la eliminación, dado el componente cultural y religioso muy arraigado en algunas comunidades. Se trata de conversar con las personas, más bien de explicar y generar conciencia, insistió.

También la keniana Keziah Bianca Oseko expuso sus experiencias y calificó de bárbara a la ablación genital.

«El trauma que viví me llevó al activismo, y ahora sé cómo levantarme y luchar por los derechos de las mujeres», afirmó en el foro, en el que intervino el Secretario General de Naciones Unidas.

De acuerdo con Oseko, alguna vez sintió «que nunca podría convertirse en una mujer, porque le faltaba algo».

TAMBIÉN EN AMÉRICA LATINA

En entrevista con Prensa Latina, la activista y abogada colombiana Patricia Tobón aseveró que el fenómeno también afecta a Latinoamérica, y pudiera tener mucho más impacto del imaginado.

La indígena del pueblo Embera precisó que en su país se conoció por primera vez de esta práctica en 2007, y existen decenas de casos documentados (51 en 2013 y 2014).

«Siempre se pensó que era una situación exclusiva de los países africanos y asiáticos, pero también es un asunto de América Latina», dijo la experta en derechos constitucionales, quien viajó a la ONU para la celebración del Día Internacional de la Cero Tolerancia con el problema.

De acuerdo con Tobón, los Embera, etnia que en Colombia tiene unas 250 mil personas distribuidas en 16 departamentos, habitan además en Panamá y Ecuador, por lo que resulta necesario evaluar la situación de las mujeres y niñas de este grupo originario en las vecinas naciones.

Tampoco podemos perder de vista que en las Américas existimos más de 00 pueblos indígenas, con mucha frecuencia radicados en zonas selváticas y otras donde el acceso a la salud enfrenta grandes obstáculos, y la mutilación genital pudiera ser una preocupación, subrayó.

Para la activista, resulta conveniente a nivel regional incorporar a los programas de atención a las mujeres y la infancia la revisión de la práctica de la alteración o el daño de los genitales externos femeninos por razones no médicas.

Tobón resaltó la movilización global para combatir la ablación genital, la cual consideró sin precedentes.

UN MAYOR COMPROMISO

Funcionarios de Naciones Unidas, activistas y víctimas de la mutilación genital femenina reclamaron un mayor compromiso con la erradicación de esa práctica, en el contexto de los eventos por el Día Internacional.

Están en curso acciones para eliminar el problema, lo cual pasa por una responsabilidad colectiva, afirmó en un encuentro con periodistas Nafissatou Diop, coordinadora del Programa Conjunto para enfrentarlo, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y del Fondo de Población de la ONU (Unfpa).

Según Diop, la iniciativa consiste en ayudar a 17 países, 16 de África y Yemen, con recursos y asistencia técnica, dirigidos a impulsar el cese de la alteración o el daño de los genitales externos femeninos, situación presente con mayor fuerza en naciones como Gambia, Mauritania, Indonesia, Somalia, Guinea y Djibuti.

En declaraciones a Prensa Latina, la experta celebró que la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible incluya entre sus metas la erradicación del fenómeno.

La Agenda adoptada en septiembre por los líderes mundiales recoge el fin de esta práctica durante los próximos 15 años, una muestra del compromiso de la comunidad internacional, que debe traducirse en hechos, advirtió.

Diop mostró expectativas de que ese paso represente un incremento de las inversiones humanas y financieras para poner fin a la mutilación genital de mujeres y niñas, considerada por la ONU una violación de los derechos humanos.

De acuerdo con la funcionaria, el componente cultural y religioso del problema tiene que tratarse sobre la base de la educación y del diálogo.

No necesitamos confrontaciones, sabemos del aspecto cultural presente, enraizado en la discriminación histórica de la mujer, pero con el aporte de los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades podemos cambiar la situación, acotó en un criterio que genera consenso.

*Corresponsal de Prensa Latina en Naciones Unidas

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China eleva un 7% el gasto público ante el deterioro de su economía

China- Hong Kong/6 Marzo 2016/Autora: Victoria Pascual/Fuente: La razon.es

Prevé un crecimiento anual del PIB de entre el 6,5% y el 7% hasta 2020.

China ha fijado el ritmo de crecimiento económico para los próximos cinco años entre un 6,5% y un 7%, un objetivo que pasa por la creación de más puestos de trabajo, una amplia reconversión industrial y una economía más orientada a los servicios. Según declaró ayer en Pekín el primer ministro chino, Li Keqiang, «el desarrollo de nuestro país se enfrenta cada vez a mayores dificultades, por lo que debemos estar preparados para una dura batalla». Su anuncio tuvo lugar frente a los 3.000 delegados llegados de diferentes partes del país, casi todos pertenecientes al Partido Comunista, en la sesión de apertura de la Asamblea Nacional Popular (ANP) que hoy finaliza.

En un discurso de dos horas en el que se fijaron las metas para el presente año y los contenidos del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), el mandatario asumió con su retórica que China está atravesando diversas dificultades económicas, como la de haber hecho frente a un crecimiento del 6,9% el año pasado, el más bajo del último cuarto de siglo. Varios analistas coincidieron en asegurar que el hecho de que se fije un objetivo más bajo para el próximo lustro refleja los desafíos que Pekín deberá afrontar para mantener cierto equilibrio entre un crecimiento estable y la reestructuración económica.

«En 2015, el crecimiento económico mundial fue el más lento en seis años, lo que frenó el comercio internacional, hundió el precio de las materias primas y añadió inestabilidad a los mercados financieros. Todo esto tuvo un impacto directo en la economía china», afirmó el primer ministro.

Li reconoció que el periodo de transición económica que el gigante asiático está viviendo, así como la lenta recuperación de la economía global, son dos importantes factores a los que el país está haciendo frente para poder lograr dicho crecimiento.

Para conseguirlo, el gigante asiático ha apostado por poner en marcha diferentes reformas fiscales y monetarias. La segunda economía del mundo pretende aumentar su déficit presupuestario de unos 560.000 millones de yuanes (unos 78.000 millones de euros) a 2,18 billones de yuanes (unos 304.000 millones de euros), algo que supone un 3% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el año pasado fue del 2,3%. Es algo «necesario, factible y también seguro», apuntó Li, quien añadió que el gasto público del Gobierno central también crecerá un 7% y habrá partidas para continuar la inversión en infraestructuras y servicios públicos.

Sin embargo, otros sectores sí que se verán más afectados por el desarrollo económico y la situación fiscal actual del país. Es el caso del presupuesto de Defensa que por primera vez en 6 años crecerá a su ritmo más bajo con una previsión del 7,6% frente al 10,1% del año anterior. Pese a ello, Defensa será el principal beneficiario de ese aumento del gasto público del 7% que China va a realizar, ya que de los 2,7 billones de yuanes (376.000 millones de euros), se llevará 954.354 millones de yuanes (133.000 millones de euros).

«El crecimiento en la inversión languidece, la sobrecapacidad es un serio problema en ciertas industrias y algunas empresas se enfrentan a dificultades de producción y gestión», declaró el primer ministro. Por ello, Pekín también ha incluido en sus planes el compromiso de acabar con el exceso de capacidad en algunos sectores como el del cemento, el cristal, el carbón y el acero. Precisamente, a principios de semana el Gobierno ya anunció que la reconversión de los dos últimos iba a costar alrededor de 1,8 millones de puestos de trabajo.

En esta línea, Li anunció que, con el objetivo de mantener un índice de desempleo oficial «aceptable» –alrededor del 4,5%–, será necesaria la creación hasta 2020 de 10 millones de puestos de trabajo. No obstante, otros apuntaron a que el principal objetivo de mantener una tasa de paro estable es la de evitar una inestabilidad social que pueda traer episodios de protestas debido a la ya palpable ralentización de la economía. Algo que quizás haya empujado a Pekín a que la partida para la seguridad pública haya crecido un 5,3% más que el año pasado y vaya a recibir 166.815 millones de yuanes (23.250 millones de euros).

Patrón de crecimiento

«El desarrollo depende de la reforma y el futuro», señaló Li en referencia al cambio de modelo económico que el país persigue. Ahora Pekín apuesta por cambiar de un patrón de crecimiento que antes estaba basado en las exportaciones o la inversión extranjera a uno en el que se prime el consumo interno. De hecho, el año pasado por primera vez el sector servicios representó más de la mitad del PIB y el consumo contribuyó en un 66,4% a dicho crecimiento.

Otros asuntos como la contaminación, que por primera vez se ha fijado como una prioridad estableciendo un límite en el consumo de carbón a 5.000 millones de toneladas anuales para 2020, la educación, la atención médica o la pobreza fueron otros de los asuntos que se trataron a lo largo de una sesión. El presidente, Xi Jinping, también hizo alusión al reciente cambio de gobierno en Taiwán.

El líder chino insistió en que «nuestra política no va a modificarse después de los cambios políticos en Taiwán» e insistió en mantener el Consenso de 1992, que establece el principio de «una China» como base para el fortalecimiento de los lazos económicos y la integración entre Taiwan y la China continental.

Fuente de la Noticia  y de la Imagen:

http://www.larazon.es/economia/china-eleva-un-7-el-gasto-publico-ante-el-deterioro-de-su-economia-HA12126144#.Ttt1sDbcsPUdVcU

Fuente de la Fotografía:

http://www.globalasia.com/actualidad/economia/shanghai-region-mas-sostenible-china

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La crisis ucraniana sin freno

Jurjo 2

Hedelberto López Blanch / La Haine.org 6 de Marzo de 2016
Desde el golpe de Estado fascista financiado por el régimen de EEUU, la renta per cápita anual se ha reducido de 3 500 dólares hace 2 años a menos de 2 000 dólares

 Desde hace dos años cuando Petro Poroshenko se adueñó del poder tras las manifestaciones de fuerzas derechistas, apoyadas por países occidentales, en la Plaza de Maidan, la crisis y la corrupción no han dejado de golpear a la economía y al pueblo ucraniano.

Antes de esos sucesos y durante su permanencia dentro de la extinta Unión Soviética hasta 1991, Ucrania presentaba un nivel económico comparado con el de los países desarrollados, con una política social que beneficiaba a todos sus habitantes los cuales recibían además, educación y salud públicas gratuitas.

El deterioro del nivel de vida de la población ha sido galopante mientras el modelo económico impuesto por los oligarcas que siguen instrucciones directas del gobierno de EEUU y del Fondo Monetario Internacional (FMI) está a punto de colapsar. La economía se contrajo en 2015 un 12% y la inflación llegó al 50,8% según el Banco Mundial.

Una familia promedio en Ucrania constituida por un matrimonio y un hijo, recibe como promedio mensual 11 000 grivnias, de los que deben destinar, por lo menos 4 000 por el alquiler de un apartamento, y 1 200 por los servicios comunales cuya factura era de 300 grivnias hace solo un año.

La canasta básica se convierte en un grave problema para muchos habitantes y la educación media y superior, que antes era gratuita, resultan cada día una ilusión más difícil de obtener.

Con los servicios de salud ocurre una situación similar a la educación pues el sistema se ha privatizado y si las personas no tienen seguro, se les niega la atención en los centros asistenciales.

Pese a la profunda crisis política, económica, social que vive Ucrania, el FMI, como ya es costumbre, se vuelve implacable para aquellos que le solicitan préstamos y los conmina a que realicen mayores sacrificios, lo que siempre afecta a la población menos favorecida.

La amenaza vino directamente de la directora del organismo, Christine Lagarde, que en una nota urgente a Kiev, le advirtió del riesgo de perder el apoyo financiero del FMI si el gobierno no acelera el ritmo de las reformas. Lagarde enfatizó que sin esfuerzos sustanciales para mejorar la reforma de la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción, el programa de ayuda no podrá mantenerse.

Este último problema, según el FMI, se ha convertido en uno de los principales aspectos por el cual los organismos financieros occidentales se encuentran reacios a entregar préstamos, pues cualquier crédito que se ofrezca será robado en parte por el gobierno.

El periódico Ukrainskaya Pravda reportó que en esa nación europea la crisis se nota a simple vista en las carreteras llenas de baches, las estropeadas instalaciones públicas y los centros comerciales transformados en mercadillos y desordenados bazares.

La renta per cápita anual se ha reducido de 3 500 dólares hace dos años a menos de 2 000 dólares en la actualidad. Asimismo, el Producto Interno Bruto (PIB) estatal se ha encogido desde 185 000 millones de dólares a 85 000 millones; de esta contracción, un 20% se debe a la pérdida de los mercados en Rusia.

Además, las hostilidades que mantiene el régimen contra las Repúblicas de Donestk y Lugansk le ha costado millonarias sumas, al incrementar el tamaño de las Fuerzas Armadas de 130 000 a 232 000 efectivos y los gastos militares aumentaron de 1 300 millones de dólares en 2014 a 2 100 millones en 2015.

Los ucranianos, mes tras mes, observan y sufren la abrupta reducción de los niveles de vida, el aumento del desempleo, la escasez de productos y la devaluación en más de un 140% de la moneda (grivna).

La debacle de esa nación europea se inició en la década de 1990, tras la desintegración de la Unión Soviética, cuando las nuevas autoridades optaron por un sistema de libre mercado neoliberal extremo, con amplias privatizaciones y desregulaciones en todos los sectores de la producción y los servicios.

Los que tenían relaciones políticas o algún poder adquisitivo en esos años, se adueñaron de las principales empresas productivas, compañías de servicio y comenzaron inmediatamente a acumular grandes fortunas. Otros se hicieron de poder, como el actual primer ministro, Arseni Yatseniuk, al que varios diputados acusan de ser uno de los principales corruptos.

Como se conoce, el gobierno ucraniano está dirigido desde hace dos años por oligarcas, y su principal exponente es el presidente del país, Petro Poroshenko cuya compañía Roshen se encuentra en constante expansión pues en 2014 inauguró 19 tiendas y el pasado año otras 10.

Poroshenko, también conocido como el rey del chocolate, cuenta con una fortuna de 750 millones de dólares y más 3 000 millones de dólares en valores de su empresa.

Como la crisis no parece detenerse, aumenta el número de ciudadanos que añoran aquellos años en que su país se integraba, con virtudes y defectos, a la URSS y podían disponer de estabilidad laboral, educación, salud y vivienda asequible y sobre todo, una paz segura sin enfrentamientos entre sus propios pobladores. Las esperanzas, dicen algunos, nunca se pierden.

CALPU

Texto completo en: http://www.lahaine.org/la-crisis-ucraniana-sin-freno

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Nota complementaria: Hace ya casi dos años la Internacional de la educación denunció el deterioro de las condiciones laborales y el sistema educativo en ese pais. Consideramos importante anexar a esta noticia de Haine.org de hoy, la nota de octubre de 2014 de la IE

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Ucrania: las protestas nacionales defienden a los docentes y la educación de calidad (24 de octubre 2014)

Con una voz unida, los sindicatos de diversos sectores están condenando las nuevas reglamentaciones que pueden dar lugar a recortes salariales de los docentes, a la reducción de empleos en todo el sistema educativo y al cierre de escuelas en toda Ucrania.

 

Los derechos y bonificaciones de los docentes garantizados anteriormente han sido abolidos por el gobierno, por lo que la afiliada de la Internacional de la Educación (IE), el Trade Union of Education and Science Workers of Ukraine (STESU), ha puesto de relieve que la introducción de las nuevas normas para determinar los salarios podría conducir también a recortes salariales generalizados en el sector público. Además, el acceso y la calidad de la educación en las zonas rurales podrían sufrir un impacto negativo.

Manifestación masiva

El 15 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, unos 5.000 sindicalistas ucranianos de diferentes sectores, entre ellos 850 miembros STESU en representación de la educación, se manifestaron y montaron piquetes frente al gabinete nacional de ministros. La protesta fue organizada por la Federación de Sindicatos de Ucrania bajo el lema “Por un trabajo decente – por una vida decente”.

Los participantes instaron al gobierno a luchar contra la economía sumergida y la evasión fiscal de Ucrania, eliminar la discriminación salarial en el sector público, restaurar el derecho de libre acceso a los lugares de trabajo de la Inspección Laboral del Estado con el fin de garantizar los derechos laborales y la seguridad de todos los trabajadores, y asegurar la aplicación gradual de las normas sociales europeas al proseguir con las reformas económicas.

Recortes en las prestaciones

STESU también exigió que se restableciera plenamente la prestación de «prestigio» destinada a los docentes. Esta prestación, que representaba el 20 por ciento del salario base, se introdujo en 2010 y se pagaba a todos los trabajadores de la educación en reconocimiento del alto valor de su trabajo y con el fin de hacer más atractiva la profesión para los jóvenes. En abril, el gobierno dio media vuelta, asignando «hasta» un 20 por ciento del salario base a esta prestación, que será fijada por las autoridades educativas locales en función de los fondos disponibles. Muchas ciudades y distritos de Ucrania ya han fijado esta prestación en un 10,5 por ciento e incluso en un 1 por ciento del salario base, lo que supone a una pérdida de 200 a 500 grivnas ucranianas (12-30 euros) al mes para los docentes.

Las escuelas rurales

El sindicato también exigió que se excluyera el siguiente párrafo de la legislación actual: “Las escuelas de las zonas rurales se establecen en relación con el número de alumnos. Las autoridades locales adoptan sus respectivas decisiones”.

Esto significa que, en caso de aprobarse el proyecto de ley, la creación de las escuelas primarias en las zonas rurales dependería de la cantidad de alumnos y, donde no hubiera suficientes niños, no habría ninguna escuela. Asimismo, la legislación prevista no proporciona ningún medio de transporte u otros medios para mitigar las posibles consecuencias respecto a esta cuestión.

El respeto de los derechos sindicales

Las peticiones principales de los participantes al gabinete de ministros de Ucrania estaban en relación con la presión sobre derechos e intereses sociales, laborales y sindicales de los trabajadores.

Los sindicatos están muy preocupados por los intentos del nuevo gobierno de restringir los derechos de los trabajadores y no pueden estar de acuerdo con las propuestas legislativas antisociales del gobierno. Se oponen firmemente, entre otras cuestiones, a la reducción de empleos, a la congelación de los salarios y las pensiones, a la austeridad fiscal a expensas de los trabajadores, los jubilados y sus familias, a la destrucción del eficaz sistema autónomo de seguridad social y de salud, y a la falta de responsabilidad social por parte del gobierno a la hora de tomar decisiones socialmente importantes.

El dialogo social debe restaurarse

Los sindicatos instaron asimismo al gobierno a reanudar inmediatamente las negociaciones con ellos y con los interlocutores sociales con el fin de determinar las tareas prácticas, los plazos, los indicadores y los mecanismos destinados a alcanzar el objetivo principal de las reformas, a saber, cumplir las normas europeas relativas a los niveles de vida, en primer lugar en materia de empleo, salarios, seguridad laboral, tributación y desarrollo social.

“Esta nueva legislación ha sido preparada por el gobierno excluyendo el diálogo social”, dijo el presidente de STESU, Georgij Trukhanov. “La manifestación fue una acción de advertencia. Los sindicatos exigen que el gobierno respete la legislación nacional y los convenios de la OIT y que entable un verdadero diálogo social con ellos”.

IE: las normas laborales deben ser respetadas

La IE respalda a sus compañeros y compañeras de Ucrania en su lucha para garantizar una educación de calidad para todos en este país. “Reiteramos que la calidad de la educación no puede lograrse sin el respeto de las normas sociales y laborales nacionales e internacionales, el diálogo social y unas condiciones de vida y de trabajo decentes para los docentes”, dijo Martin Rømer, Director de la región europea de la IE, el Comité Sindical Europeo de la Educación.

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Entrevista a Marco Álvarez: «Hoy en día la principal tarea de los revolucionarios es ser un educador popular»

28 mayo 2014/ La Otra Mirada

En el marco de las entrevistas realizadas por Luis Bonilla (LB) en su programa “La otra Mirada” a propósito de la consulta internacional sobre la Calidad de la Educación realizada en Venezuela, durante el 2014, se presenta a continuación la reseña del encuentro con el maestro Marco Álvarez Bergara (MA), coordinador de las escuelas libres de Chile. Bienvenido Marco a este contacto internacional en materia educativa.

M. A: Gracias ustedes por invitarme

L. B-M: Marco, ¿Qué es eso de las Escuelas Libres de Chile?

M. A: Las Escuelas Libres de Chile es un proyecto que hoy día impulsa la alternativa de la otra educación. ¿Que quiere decir?: Es un proyecto que está apostando a construir paradigmas nuevos en materia educativa. Nuestro objetivo es contraponer a la educación formal, un proyecto de carácter popular, un proyecto que dé las posibilidades de hacer un aporte en el camino emancipatorio que nos hemos propuesto. Eso es en grandes rasgos, el proyecto de las Escuelas Libres de Chile.

L. B-M: ¿Son escuelas financiadas por el gobierno central o que trabajan de manera autónoma?

M. A: No, Las Escuelas Libres son trabajo 100% autogestionado, de educación alternativa, y en este momento no tienen ningún tipo de vinculación, ni con la educación formal ni con el gobierno central ni descentralizado.

L. B-M: ¿Son experiencias fundamentalmente con adultos o con niños? ¿En qué niveles de educación trabajan?

M. A: Tenemos pequeñas experiencias en este momento con adultos, pero nuestro trabajo está enfocado principalmente a la niñez popular: a la niñez que proviene de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Es ahí donde nosotros hemos encontrado espacio y creemos que es estratégico, en el sentido que de ahí también se pueden generar las grandes transformaciones hacia el futuro.

L. B-M: ¿Dónde están ubicadas las Escuelas Libres?

M. A: Hoy, las Escuelas Libres se encuentran en varias regiones del país. Todavía es un proyecto muy pequeño pero hemos tenido la posibilidad de expandir a otros lugares y otras comunas de Santiago. La primera comuna en la que estuvo el proyecto fue la comuna de La cisterna, ubicada al sur de Santiago, pero hoy nos encontramos en otras comunas; como en Pedro Aguirre Cerda. Nos expandimos además a regiones del sur, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, San Vicente de Tagua Tagua, que está en la sexta región, y en otros lugares en donde también se están construyendo Escuelas Libres. Nos tiene muy contentos la expansión que ha tenido el proyecto a cinco años de su fundación, en parte importante del país, sobre todo porque ha sido de forma autogestionada y eso cuesta bastante.

L. B-M: Ustedes en Chile vivieron durante décadas todo una ofensiva neoliberal por la privatización de la educación, por la mercantilización de la educación, ¿Cómo cuadra el tema de las Escuela Libres en un contexto que, a pesar de que se está frenando, tiene rezagos de una onda privatizadora importante en el continente?

M.A: Es muy complejo. Como ustedes lo saben muy bien, Chile es un experimento neoliberal y uno de sus principales pilares es un modelo educativo que es funcional en todas sus formas al modelo capitalista. En ese sentido, el proyecto de las Escuelas Libres nace en esta confrontación ente el proyecto de educación formal, de la educación imperante. Desde diferentes ópticas, como por ejemplo, desde la óptica de los valores. Sin duda el neoliberalismo levanta sus propios valores, como la competencia (y esto se refleja en el sistema educativo), el egoísmo, entre otros. Esos valores nosotros intentamos confrontarlos directamente a través de lo que consideramos un combate axiológico, reconstruyendo los valores populares que el neoliberalismo reemplazó: los valores de la sociedad, del amor, de la autogestión, del respeto mutuo, son los valores que forman parte de nuestra cultura pero que el neoliberalismo ha ido quitando a través de los procesos que vivimos hace un par de décadas. Esa es la óptica que nosotros tenemos para enfrentarnos con la educación formal. Aunque también tenemos otras ópticas, porque en una educación de mercado, en una educación que está hecha para ser funcional al modelo neoliberal y hay algunas cuestiones que nos parecen fundamentales de transformar. ¿Qué quiere decir esto? En Chile desde el año 2011 viene una gran movilización a través del movimiento estudiantil que reivindica ciertas cuestiones que son fundamentales y que nosotros apoyamos por completo: el derecho a una educación gratuita, el derecho a una educación de calidad, el derecho a un mejor acceso a la educación. Pero como Escuelas Libres nosotros creemos que esas son reivindicaciones que no van a la estructura del modelo, es decir, que son reivindicaciones de corte economicista. Nosotros creemos que lo que debemos hacer (y la razón por la cual impulsamos las Escuelas Libres en todo el país) es constituir nuevos contenidos y metodologías enfrentándose a la educación formal. ¿Por qué yo planteo esto? Esta es una de las confrontaciones que nosotros tenemos: ¿Qué sacamos nosotros en Chile con tener una educación gratuita o si le damos mayor acceso a los sectores populares, si la educación seguirá siendo funcional al mismo sistema neoliberal? ¿Qué sacamos de la gratuidad de la educación si seguirán enseñándonos los mismos héroes patrios, si nos enseñarán cosas que hagan que sigamos reproduciendo el mismo sistema imperante? Para eso consideramos fundamental poder cambiar radicalmente los paradigmas en torno a las metodologías y los contenidos que tiene la educación formal. A eso le llamamos la «otra educación». Es esto lo que estamos haciendo, un proyecto de acumulación de experiencias de la educación alternativa hasta el día de hoy, que nos dé la posibilidad en algún momento de poder constituir una gran alternativa educativa que se nivele en correlación de fuerzas con la educación formal, para, en algún momento, se pueda constituir no la «otra educación», sino la educación socialista o de proyecto emancipatorio.

L. B-M: Desde la perspectiva de esa «otra educación», ¿cuáles son los mayores retos que tiene la educación en la región? Hablando ya no solo de Chile, sino de toda la región latinoamericana.

M. A: Para los que trabajamos en este proyecto, quienes podrían considerarse como monitores, nos autodenominamos trabajadores y trabajadoras de la «otra educación». En ese sentido creemos que la «otra educación» no debe ser un proyecto que solo prime en nuestro país. Nosotros nos convertimos en trabajadoras y trabajadores de la «otra educación» porque, si en los años 60 y los 70, era un imperante revolucionario, estar ahí en la primera fila para poder combatir a las dictaduras militares, de todas las formas posibles, y con la lucha más radical, nosotros creemos que hoy en día la principal tarea de los revolucionarios es ser un educador popular, es generar conciencia del trabajo, en espacios democráticos, y eso se hace a través de un proceso educativo. Creemos que una de las principales tareas que debemos tener en Latinoamérica para poder recuperar nuestra propia historia, nuestros propios conocimientos, e ir construyendo una alternativa hacia futuro, todo esto se logrará principalmente desde los espacios democratizadores de la educación. En países como los nuestros, a diferencia de Venezuela, por ejemplo, solo lo podemos hacer desde otra alternativa de poder, podemos hacer una estrategia del poder popular autónomo, sin ningún tipo de vinculación al Estado, porque nosotros tenemos ahorita un gobierno de corte, no digamos «reaccionario», pero es un gobierno que todavía abraza las políticas neoliberales. En ese sentido, es prácticamente imposible que podamos tener alguna vinculación con ellos. Pero la «otra educación» es importante en el continente ya que desde ahí se pueden encontrar las principales herramientas para poder llevar adelante un proceso emancipatorio. Hay que entender que los que creemos que las transformaciones radicales se deben hacer desde abajo: no desde arriba hacia abajo sino al contrario, así que generar la conciencia, la autogestión, los conocimientos que puedan mantener cualquier proceso de transformación. Ustedes más que nadie saben cómo mantener un proceso de transformación paulatino y radical a la vez como es el caso dela Revolución Bolivariana. Solo a través del protagonismo popular, de la gente, del empoderamientos popular y de la democracia de base, se pueden mantener estos procesos de cambios; y, además, la «otra educación» es también fundamental para que eso pueda ocurrir.

L. B-M: A pesar de que tú señalas que es una consigna economicista, es importante que los estudiantes chilenos, en sus manifestaciones, recuperen la noción de la «calidad» desde la perspectiva de la rebeldía, porque en las últimas dos décadas, el término fue resemantizado, apropiado por los organismos económicos internacionales, en Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el FMI, para colocar la calidad educativa asociada al modelo de calidad ISO. ¿Cuál es la relación de las Escuelas Libres con esa otra concepción de la «calidad»?

M. A: La reivindicación de la calidad es una de las reivindicaciones más sentidas a través de la lucha del movimiento estudiantil, o de gran parte de la sociedad chilena, porque si nosotros analizamos hasta las mejores encuestas burguesas, si lo podemos denominar así, el 89% de la sociedad está de acuerdo con una educación de mejor calidad, gratuita y para todos y todas. La sociedad está exigiendo una mejor calidad en la educación. Planteemos, ahora, el problema de la calidad en la educación formal: no es que no exista calidad en la educación en Chile, lo que existe en Chile es una educación para pobres y otra para ricos. Encontramos por un lado, que no hay otra expresión que la lucha de clases, por un lado encontramos los colegios particulares que son de una alta calidad y que están hechos para producir a los gerentes de las empresas, y están las escuelas públicas, de baja calidad, a lo cual el Estado no le toma mayor atención, y que son reproductoras de mano de obra barata. Por lo tanto, en Chile sí existe calidad, pero solo para unos pocos, el porcentaje más bajo de la sociedad, que tienen mayor nivel de ingresos. Por otro lado, la mayoría de la sociedad, es decir, los sectores populares o de clase media empobrecida, son los que tienen una educación de pésima calidad. En primera línea, una mejor calidad ha sido una de las reivindicaciones que ha tenido el movimiento estudiantil y por tanto es fundamental. Porque eso lleva también, a que de alguna manera se cree un país más justo, más democrático, con mejor posibilidades, que rompa con la asimetría gigantesca que existe entre los ricos y los pobres. Ahora, ¿cómo nos vinculamos nosotros a una educación alternativa? Primero que todo, nosotros somos una organización autogestionada por tanto el tema de la calidad es cuestionar muchos aspectos, por ejemplo, como no tenemos recursos, pero nuestro principal objetivo es que esta «otra educación», esta que estamos construyendo, sea de alta calidad. No podemos creer que esta educación por ser alternativa o popular sea mediocre, tiene que ser de alta calidad porque de ahí también van a salir los profesionales, los liderazgos que en algún momento puedan competir con estos liderazgos que estudian en Harvard, en Estados Unidos, en Europa., y que han dominado en nuestros pueblos durante siglos. La calidad es fundamental y siempre debe ser la primera línea, es a lo que debemos aspirar.

Cuando yo hablo de esta educación formal y su lucha interna por una mejor calidad, y de las Escuelas Libres como un poder alternativo, que también están generando luchas para tener un espacio de mejor calidad, esto en algún momento tendrá sus puntos de comunión y se van a encontrar. Nosotros como la «otra educación» vamos a ocupar las instancias de la educación formal, y los conocimientos de la educación formal. No quiere decir que neguemos la educación formal pero si creemos que se deben dar procesos autónomos e independientes, o si no, seguiremos siendo funcionales al mismo sistema. Por esa razón también a través de la educación formal hay que luchar por la democratización y esta reivindicación de los sectores más radicales por la triestamentalidad, por la participación de los diferentes segmentos de la comunidad universitaria, y en ese camino es fundamental también dar la lucha en ese espacio.

L. B-M: Marco, tú eres un trabajador de la educación, de esa «otra educación», joven, hay una brecha generacional hoy que se expresa también en el sistema educativo. Buena parte de los docentes que están hoy en los sistemas educativos en nuestra región son docentes nacidos en la década de los cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, y por otra parte, los estudiantes que ingresan al sistema educativo desde el maternal hasta el pregrado universitario, nacieron a partir de los noventa con una revolución tecnológica, con las redes sociales, internet, la música que se puede digitalizar, que se puede cargar en un dispositivo móvil, es decir, en una realidad distinta y un imaginario distinto al que configuró a las generaciones que son hoy docentes. ¿Cómo se presenta ese encuentro generación desde la «otra educación»?

M.A: Primero, el proyecto de la otra educación está constituido principalmente por profesionales jóvenes o por gente universitaria. Tenemos muy pocos compañeros y compañeras que vienen de generaciones mayores. Siento que en Chile hay una cierta desesperanza por la gente mayor que se aboca casi siempre a la educación formal y entendiendo un poco cuál es el campo de la pedagogía en la actualidad hay una gran diferencia entre los profesionales adultos o mayores y los profesionales jóvenes. En los profesores jóvenes hay mayores niveles de vocación y te lo voy a explicar en pocas palabras: Hay más nivel de educación para ser pedagogo en Chile porque la pedagogía en Chile es uno de los sueldos peores pagados del país, y para poder estudiar pedagogía hay que tener un compromiso real con la sociedad. Lo que está ocurriendo es que hoy hay una nueva generación de jóvenes que está sacando su carrera profesional a la vez que está sacando su pedagogía, o sea, que han encontrado su vocación en la docencia. Y así, hay que ir optimizando las nuevas herramientas que nos entrega la tecnología para poder socializar o llevar adelante la lucha de clase de mejor forma. Hay un montón de herramientas que la gente joven ha usado bastante bien y que se ha venido adaptando. Si me preguntaran si hay una diferencia muy drástica yo diría que sí. Creo que no hay que desmerecer a todos los profesores que durante años han tenido que vivir en las malas condiciones alentados solo por una gran vocación, pero sin duda quienes pertenecen a la generación pasada son víctimas de que el tiempo corra muy rápido y sucedan estos grandes acontecimientos de grandes transformaciones tecnológicas

L. B-M: Marco, para ir cerrando este primer encuentro internacional en el tema de la consulta sobre la calidad educativa, nos gustaría que le dirigieras un mensaje a los docentes venezolanos, a los maestros, maestras, profesores y profesoras venezolanas, que en distintas aulas, en sus planteles, con sus comunidades y sus estudiantes, de manera muy emotiva y muy comprometida están participando hoy en la consulta por la calidad educativa, para transformar o seguir transformando nuestro sistema educativo garantizando una educación de calidad.

M. A: Primero quiero felicitarlos porque sin duda la Revolución Bolivariana ha realizado un gran impulso en materia educativa. Nos consta a nosotros que seguimos el proceso bolivariano y la revolución encabezada por el Comandante Chávez que han avanzado en materia educativa de forma gigantesca. Mi mensaje, en ese sentido, es que sigan en ese mismo camino, de saber que el proceso educativo, y la transformación en materia educativa es constante y nunca llega a un punto final, siempre tiene que ir replanteándose, perfeccionándose para poder lograr el mejor proyecto educativo posible. Les mando un mensaje rebelde y que su esfuerzo ha sido fabuloso y ha sido un ejemplo para todos los pedagogos y pedagogas del continente.

L. B-M: Gracias a Marco Álvarez Bergara coordinador de las Escuelas Libres de Chile, una experiencia alternativa al sistema de educación formal, quien nos expresó su visión y su compresión sobre el debate de la calidad educativa. Gracias, Marcos.

M. A: Hasta pronto. Un fuerte abrazo.

Para ver y oir:

Producción de la Otra Mirada: Luis Bonilla Molina

Equipo de producción y post producción digital: Dilanci May Sierra

Transcripción de la entrevista: Marianicer Figueroa

Edición: Gloria Carrasco

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Panamá: Paredes confirma nuevas destituciones en el Ministerio de Educación

Panamá/05 de marzo de 2016/TVN

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Los cambios en la estructura administrativa del Ministerio de Educación (Meduca), continúan, ya que la ministra Marcela Paredes, confirmó que se han hecho otros cambios de personal.

Según la jefa del Meduca, fueron seis directivos del Meduca los que fueron separados de sus cargos, por otras personas que cumplieran los requisitos que exige la institución.

Además se hizo evaluación a otros 14 funcionarios que trabajaban en función de los seis directivos destituidos, en donde  luego de esa evaluación se dejó sin efecto la contratación de otras personas.

A principio del 2016, Paredes ya había confirmado que seguirían haciendo cambios en la entidad, para garantizar el cumplimiento de los objetivos que se tienen para el año, dentro de los cuales hay grandes proyectos.

La ministra de Educación, ya había dejado sin efecto el contrato de seis funcionarios del Departamento de Asesoría Legal, porque cometieron errores innecesarios en procesos.

También se dieron cambios en la Dirección Nacional de Administración, Dirección Nacional de Currículo, Tecnología Educativa y Jefatura de Compras (y) el director nacional de Asesoría Legal, Luis Cedeño Merel, también presentó su renuncia.

Funte: http://www.tvn-2.com/nacionales/educacion/Ministra-Educacion-confirma-destituciones-entidaad_0_4430556940.html

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Libro: Pedagogía crítica revolucionaria. El socialismo y los desafíos actuales, Peter McLaren

 

 

 

 

 

 

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Este libro inaugura la Colección Pensamiento Crítico, y en él se reúnen entrevistas y artículos de su autor Peter McLaren aparecidos a lo largo de la historia de la revista. Se describe a McLaren como pensador marxista, doctor en Educación por la Universidad de Toronto, es el principal impulsor de lo que se conoce como pedagogía crítica revolucionaria, una teoría que busca articular la teoría educativa con un proyecto político de transformación para enfrentar al capitalismo como forma de dominación social en todas sus expresiones directas.

Teniendo en cuenta que el marxismo no es una religión, entonces tampoco representa una fe o forma de creencia controladora del pensamiento; por ello es necesario y hasta imprescindible actuar desde la nobleza, lo que implica no sólo denunciar las injusticias, sino también hacer un esfuerzo práctico para transformar el mundo.

En lo educativo, se resalta desde la citada obra que, la pedagogía crítica ayuda a compre

 

nder que el trabajo escolar y ello trasciende los límites del aula. Por consiguiente, analiza y critica los fines de la educación burguesa, que son los de mantener el orden existente socializando a las nuevas generaciones de manera netamente conservadora, estableciendo una garantía de reproducción de las relaciones capitalistas de p

roducción.

Para esta perspectiva teórica, no existe un programa educativo elaborado de antemano, sino que el programa es confeccionado por el docente junto con sus alumnos y otros actores de la comunidad educativa, de modo que el conocimiento es construido a partir de la problematización de la vida cotidiana. Desde este punto de vista, la escuela es un agente de tr

ansformación social.

McLaren es un tran

sformador de esta pedagogía; su renovación se imbrica estrechamente con el fenómeno social revolucionario, dándole valor a la inclusión de la persona, como un ser con derechos, reafirma la acción humana y busca formas de organización que promueva la praxis revolucionaria.

En este sentido, es importante resaltar algunos de los aportes teóricos de este auto

r a la pedagogía crítica: la importancia de la lucha de clases y su relación con el resto de los antagonismos (de raza, de género, etcétera); el análisis de la resistencia cotidiana por parte de docentes y estudiantes a la imposición cultural en las instituciones escolares; el estudio de los rituales como elementos de hegemonía y contrahegemonía; la crítica al multiculturalismo como cosificación de la

raza, que impide entender la relación entre las relaciones de producción y el complejo proceso histórico de racialización; la construcción de una forma diferente de ver el mundo, en la que se pone en primer plano la construcción de una realidad menos injusta y más humana, en donde no dominen el lucro, la explotación feroz y

la ganancia a cualquier precio.

Ediciones Herramienta, Colección Pensamiento Crítico, Buenos Aires, Argentina, 168 páginas. ISBN: 978-987-1505-26-5

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