La crisis ucraniana sin freno

Jurjo 2

Hedelberto López Blanch / La Haine.org 6 de Marzo de 2016
Desde el golpe de Estado fascista financiado por el régimen de EEUU, la renta per cápita anual se ha reducido de 3 500 dólares hace 2 años a menos de 2 000 dólares

 Desde hace dos años cuando Petro Poroshenko se adueñó del poder tras las manifestaciones de fuerzas derechistas, apoyadas por países occidentales, en la Plaza de Maidan, la crisis y la corrupción no han dejado de golpear a la economía y al pueblo ucraniano.

Antes de esos sucesos y durante su permanencia dentro de la extinta Unión Soviética hasta 1991, Ucrania presentaba un nivel económico comparado con el de los países desarrollados, con una política social que beneficiaba a todos sus habitantes los cuales recibían además, educación y salud públicas gratuitas.

El deterioro del nivel de vida de la población ha sido galopante mientras el modelo económico impuesto por los oligarcas que siguen instrucciones directas del gobierno de EEUU y del Fondo Monetario Internacional (FMI) está a punto de colapsar. La economía se contrajo en 2015 un 12% y la inflación llegó al 50,8% según el Banco Mundial.

Una familia promedio en Ucrania constituida por un matrimonio y un hijo, recibe como promedio mensual 11 000 grivnias, de los que deben destinar, por lo menos 4 000 por el alquiler de un apartamento, y 1 200 por los servicios comunales cuya factura era de 300 grivnias hace solo un año.

La canasta básica se convierte en un grave problema para muchos habitantes y la educación media y superior, que antes era gratuita, resultan cada día una ilusión más difícil de obtener.

Con los servicios de salud ocurre una situación similar a la educación pues el sistema se ha privatizado y si las personas no tienen seguro, se les niega la atención en los centros asistenciales.

Pese a la profunda crisis política, económica, social que vive Ucrania, el FMI, como ya es costumbre, se vuelve implacable para aquellos que le solicitan préstamos y los conmina a que realicen mayores sacrificios, lo que siempre afecta a la población menos favorecida.

La amenaza vino directamente de la directora del organismo, Christine Lagarde, que en una nota urgente a Kiev, le advirtió del riesgo de perder el apoyo financiero del FMI si el gobierno no acelera el ritmo de las reformas. Lagarde enfatizó que sin esfuerzos sustanciales para mejorar la reforma de la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción, el programa de ayuda no podrá mantenerse.

Este último problema, según el FMI, se ha convertido en uno de los principales aspectos por el cual los organismos financieros occidentales se encuentran reacios a entregar préstamos, pues cualquier crédito que se ofrezca será robado en parte por el gobierno.

El periódico Ukrainskaya Pravda reportó que en esa nación europea la crisis se nota a simple vista en las carreteras llenas de baches, las estropeadas instalaciones públicas y los centros comerciales transformados en mercadillos y desordenados bazares.

La renta per cápita anual se ha reducido de 3 500 dólares hace dos años a menos de 2 000 dólares en la actualidad. Asimismo, el Producto Interno Bruto (PIB) estatal se ha encogido desde 185 000 millones de dólares a 85 000 millones; de esta contracción, un 20% se debe a la pérdida de los mercados en Rusia.

Además, las hostilidades que mantiene el régimen contra las Repúblicas de Donestk y Lugansk le ha costado millonarias sumas, al incrementar el tamaño de las Fuerzas Armadas de 130 000 a 232 000 efectivos y los gastos militares aumentaron de 1 300 millones de dólares en 2014 a 2 100 millones en 2015.

Los ucranianos, mes tras mes, observan y sufren la abrupta reducción de los niveles de vida, el aumento del desempleo, la escasez de productos y la devaluación en más de un 140% de la moneda (grivna).

La debacle de esa nación europea se inició en la década de 1990, tras la desintegración de la Unión Soviética, cuando las nuevas autoridades optaron por un sistema de libre mercado neoliberal extremo, con amplias privatizaciones y desregulaciones en todos los sectores de la producción y los servicios.

Los que tenían relaciones políticas o algún poder adquisitivo en esos años, se adueñaron de las principales empresas productivas, compañías de servicio y comenzaron inmediatamente a acumular grandes fortunas. Otros se hicieron de poder, como el actual primer ministro, Arseni Yatseniuk, al que varios diputados acusan de ser uno de los principales corruptos.

Como se conoce, el gobierno ucraniano está dirigido desde hace dos años por oligarcas, y su principal exponente es el presidente del país, Petro Poroshenko cuya compañía Roshen se encuentra en constante expansión pues en 2014 inauguró 19 tiendas y el pasado año otras 10.

Poroshenko, también conocido como el rey del chocolate, cuenta con una fortuna de 750 millones de dólares y más 3 000 millones de dólares en valores de su empresa.

Como la crisis no parece detenerse, aumenta el número de ciudadanos que añoran aquellos años en que su país se integraba, con virtudes y defectos, a la URSS y podían disponer de estabilidad laboral, educación, salud y vivienda asequible y sobre todo, una paz segura sin enfrentamientos entre sus propios pobladores. Las esperanzas, dicen algunos, nunca se pierden.

CALPU

Texto completo en: http://www.lahaine.org/la-crisis-ucraniana-sin-freno

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Nota complementaria: Hace ya casi dos años la Internacional de la educación denunció el deterioro de las condiciones laborales y el sistema educativo en ese pais. Consideramos importante anexar a esta noticia de Haine.org de hoy, la nota de octubre de 2014 de la IE

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Ucrania: las protestas nacionales defienden a los docentes y la educación de calidad (24 de octubre 2014)

Con una voz unida, los sindicatos de diversos sectores están condenando las nuevas reglamentaciones que pueden dar lugar a recortes salariales de los docentes, a la reducción de empleos en todo el sistema educativo y al cierre de escuelas en toda Ucrania.

 

Los derechos y bonificaciones de los docentes garantizados anteriormente han sido abolidos por el gobierno, por lo que la afiliada de la Internacional de la Educación (IE), el Trade Union of Education and Science Workers of Ukraine (STESU), ha puesto de relieve que la introducción de las nuevas normas para determinar los salarios podría conducir también a recortes salariales generalizados en el sector público. Además, el acceso y la calidad de la educación en las zonas rurales podrían sufrir un impacto negativo.

Manifestación masiva

El 15 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, unos 5.000 sindicalistas ucranianos de diferentes sectores, entre ellos 850 miembros STESU en representación de la educación, se manifestaron y montaron piquetes frente al gabinete nacional de ministros. La protesta fue organizada por la Federación de Sindicatos de Ucrania bajo el lema “Por un trabajo decente – por una vida decente”.

Los participantes instaron al gobierno a luchar contra la economía sumergida y la evasión fiscal de Ucrania, eliminar la discriminación salarial en el sector público, restaurar el derecho de libre acceso a los lugares de trabajo de la Inspección Laboral del Estado con el fin de garantizar los derechos laborales y la seguridad de todos los trabajadores, y asegurar la aplicación gradual de las normas sociales europeas al proseguir con las reformas económicas.

Recortes en las prestaciones

STESU también exigió que se restableciera plenamente la prestación de «prestigio» destinada a los docentes. Esta prestación, que representaba el 20 por ciento del salario base, se introdujo en 2010 y se pagaba a todos los trabajadores de la educación en reconocimiento del alto valor de su trabajo y con el fin de hacer más atractiva la profesión para los jóvenes. En abril, el gobierno dio media vuelta, asignando «hasta» un 20 por ciento del salario base a esta prestación, que será fijada por las autoridades educativas locales en función de los fondos disponibles. Muchas ciudades y distritos de Ucrania ya han fijado esta prestación en un 10,5 por ciento e incluso en un 1 por ciento del salario base, lo que supone a una pérdida de 200 a 500 grivnas ucranianas (12-30 euros) al mes para los docentes.

Las escuelas rurales

El sindicato también exigió que se excluyera el siguiente párrafo de la legislación actual: “Las escuelas de las zonas rurales se establecen en relación con el número de alumnos. Las autoridades locales adoptan sus respectivas decisiones”.

Esto significa que, en caso de aprobarse el proyecto de ley, la creación de las escuelas primarias en las zonas rurales dependería de la cantidad de alumnos y, donde no hubiera suficientes niños, no habría ninguna escuela. Asimismo, la legislación prevista no proporciona ningún medio de transporte u otros medios para mitigar las posibles consecuencias respecto a esta cuestión.

El respeto de los derechos sindicales

Las peticiones principales de los participantes al gabinete de ministros de Ucrania estaban en relación con la presión sobre derechos e intereses sociales, laborales y sindicales de los trabajadores.

Los sindicatos están muy preocupados por los intentos del nuevo gobierno de restringir los derechos de los trabajadores y no pueden estar de acuerdo con las propuestas legislativas antisociales del gobierno. Se oponen firmemente, entre otras cuestiones, a la reducción de empleos, a la congelación de los salarios y las pensiones, a la austeridad fiscal a expensas de los trabajadores, los jubilados y sus familias, a la destrucción del eficaz sistema autónomo de seguridad social y de salud, y a la falta de responsabilidad social por parte del gobierno a la hora de tomar decisiones socialmente importantes.

El dialogo social debe restaurarse

Los sindicatos instaron asimismo al gobierno a reanudar inmediatamente las negociaciones con ellos y con los interlocutores sociales con el fin de determinar las tareas prácticas, los plazos, los indicadores y los mecanismos destinados a alcanzar el objetivo principal de las reformas, a saber, cumplir las normas europeas relativas a los niveles de vida, en primer lugar en materia de empleo, salarios, seguridad laboral, tributación y desarrollo social.

“Esta nueva legislación ha sido preparada por el gobierno excluyendo el diálogo social”, dijo el presidente de STESU, Georgij Trukhanov. “La manifestación fue una acción de advertencia. Los sindicatos exigen que el gobierno respete la legislación nacional y los convenios de la OIT y que entable un verdadero diálogo social con ellos”.

IE: las normas laborales deben ser respetadas

La IE respalda a sus compañeros y compañeras de Ucrania en su lucha para garantizar una educación de calidad para todos en este país. “Reiteramos que la calidad de la educación no puede lograrse sin el respeto de las normas sociales y laborales nacionales e internacionales, el diálogo social y unas condiciones de vida y de trabajo decentes para los docentes”, dijo Martin Rømer, Director de la región europea de la IE, el Comité Sindical Europeo de la Educación.

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