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La Educación sexual ¿Un ámbito de control moral y biomédico?

02 Marzo / Portal Otras Voces en Educación

La sexualidad es un aspecto de la vida humana que abarca múltiples dimensiones personales y sociales, y que al ser una característica natural de hombres y mujeres en su continuo de vida, el derecho a conocerla sin restricciones, tabúes, puntos de vista negativos o todo tipo de barreras que lleven a la no información o a la des-información, es un derecho que fue ratificado en el 2010 por el Relator Especial sobre el Derecho a la Educación de Naciones Unidas, (en aquel momento Vernor Muñoz) quien en su informe sobre la materia afirmó lo siguiente:

El derecho a la educación incluye el derecho a la educación sexual, el cual es un derecho humano en sí mismo, que a su vez resulta condición indispensable para asegurar que las personas disfrutemos de otros derechos humanos, como el derecho a la salud, el derecho a la información y los derechos sexuales y reproductivos.” (p7)

Desde esa interrogante perspectiva la educación en sexualidad, como derecho, puede definirse como un importante proceso educativo, necesariamente continuo, vinculado profundamente a una formación integral de niñas, niños, jóvenes y adultos cuyo propósito es aportar información culturalmente relevante, científicamente rigurosa y apropiada a la edad del estudiante, así como elementos de esclarecimiento y reflexión que favorezca la vivencia de la sexualidad de forma plena, enriquecedora y saludable en los distintos momentos y situaciones de la vida.

La pregunta ¿Cuándo iniciar la educación sexual en la educación formal? fue la incógnita disparadora de todo un debate acontecido en lo que va de año en Colombia, dado que la Ministra de Educación de ese país Ginna Parody, en apoyo a una solicitud del colectivo “Adolescentes sin embarazos”, puso en la palestra la importancia de que la educación sexual se inicie desde la primaria como herramienta que ayude a frenar los abusos sexuales y los embarazos adolescentes, mientras que el Procurador de la Nación, Alejandro Ordóñez, mantuvo que no debe darse educación sexual en la primaria, dado que la misma puede acelerar de manera inconveniente el inicio sexual de niños y niñas.

Estas posiciones encontradas, así como el fallo de la Corte Constitucional Colombiana a favor de los argumentos del procurador, dieron lugar a un buen número de noticias de las que resaltamos las siguientes:

«Colombia: Por ahora, educación sexual solo para bachillerato y universidades

La educación sexual es para prevenir abuso y embarazo adolescente’: Gina Parody”

¿Es conveniente que cátedra de educación sexual se imparta en preescolar y primaria?

Si bien las tres noticias dan cuenta de una diatriba centrada en la edad adecuada para brindar educación sexual, resaltamos de ellas que se trata de la formación en un modelo de educación sexual que según Leo Arenas (2016) remite a una concepción biológica y/o moral de la sexualidad, cuyo objetivo por una parte es el cuidado y autocuidado de la salud sexual y reproductiva mediante la adopción de hábitos saludables y conductas de prevención de riesgos como las infecciones de transmisión sexual, los embarazos en adolescentes o el VIH y Sida, y por otra la prescripción moral del ejercicio de lo sexual dentro de cánones establecidos.

Argumentar que facilitar educación sexual en la primaria podría motivar a las y los niños a iniciar la vida sexual penetrativa más temprano, con el consiguiente aumento de los embarazos en adolescentes, o que al contrario, formarse tempranamente en temas sobre la salud sexual y reproductiva puede prevenir tanto embarazos como enfermedades al contar con información sobre métodos para evitarlos, son argumentos que se sustentan en un enfoque informativo-preventivo y moralizante, centrado en las amenazas y peligros de las relaciones sexuales, que corre el riesgo de dejar por fuera la noción de integralidad y mutidimensionalidad de la sexualidad y con ello los aspectos psicológicos, sociales y profundamente culturales que esta involucra.

En el caso de los planteamientos esbozados por el procurador, quien refiere que dar educación sexual en primaria puede traer “consecuencias indeseables, como el incentivo de la curiosidad hacia las conductas sexuales y aceleraría de manera inconveniente el inicio de la vida sexual de niños y adolescentes” se ubican en lo que Tiffany Jones (2011) identifica como el modelo conservador de educación sexual que considera a los niños y niñas como sujetos asexuales y vulnerables de ser corrompidos por la información-desinformación. En consecuencia, los adultos y las instituciones tienen el deber de protegerlos(as) controlando su exposición a toda información relativa a la sexualidad, e inclusive a todo encuentro corporal, tal como lo proponía en el 2015 el procurador colombiano al solicitar que en los manuales de convivencia escolar se prohibieran manifestaciones excesivas de afecto, besos y abrazos, entre los estudiantes de los centros educativos. (ver esta noticia)

Por su parte, la ministra de Educación, al argumentar “que es importante que a la edad de los 5 años los niños aprendan a conocer su cuerpo y lo hagan respetar, para evitar ser abusados sexualmente y, en el caso de las niñas además prevenir embarazos adolescentes” mantiene su discurso en un modelo de educación sexual sustentado en el enfoque médico que constituido en una instancia de poder, desde los años 60 ha codificado y disminuido la sexualidad a partir de sus patologías y su función reproductiva, y en consecuencia en base a las nociones de prevención.

Ante ambas visiones centradas en los riesgos de la vida sexual, son dos aspectos importantes a analizar:

  1. El primero es que ambas propuestas, aparentemente en-contradas, se alejan de lo que en el 2000 la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió como Salud Sexual, entendida como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad, que no es meramente ausencia de enfermedad, disfunción o malestar. La salud sexual requiere un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coacción, discriminación y violencia”. Desde esta perspectiva una educación en sexualidad , a diferencia de la educación sexual, requiere sea dirigida a la asunción consciente y responsable de actitudes positivas y respetuosas hacia la sexualidad, la identidad y el género, a las relaciones sexuales, a la posibilidad para obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coacción, discriminación y violencia, al respeto, protección y satisfacción de los derechos sexuales, y a la ausencia de enfermedades, disfunciones o malestar físico y psicológico.

  1. Lo segundo es que las escuelas, como parte de la sociedad, constituyen un ámbito en el que la sexualidad se hace vívidamente presente, y que dado su carácter cultural y social, se despliega más allá de cualquier prescripción curricular explícita referida al tema, y más allá de las representaciones hegemónicas que pretendan preservar lo normado sobre las edades adecuadas para vivenciar la sexualidad, las identidades y las prácticas sexuales. Tal como lo indica Jurian de Zubiria (2016) “es una tragedia social de proporciones inimaginables que una Corte deba decidir cuándo los colegios pueden iniciar la educación sexual, cuando posiblemente la gran mayoría de los jóvenes ya han iniciado su vida sexual activa”, y no necesariamente por abundancia o no de información referida a la vida sexual y reproductiva. Tal como lo refiere el informe de la UNESCO:

Aunque se trate de evitar, lo cierto es que las personas siempre somos informadas sexualmente, por acción o por omisión, por vía de las escuelas, de las familias, de los medios de comunicación, etc. De esta forma, la decisión de no brindar educación sexual en los centros de enseñanza supone optar por una forma omisiva de educación sexual… Cuando no se proporciona educación sexual de manera explícita, en la práctica educativa predomina el denominado currículum oculto, con su potencial carga de prejuicios e inexactitudes, sobre los que no hay crítica ni control social o familiar posible”

OVE 2. ExploraciónAnte las dos consideraciones antes expuestas, es importante tomar en cuenta que pasar de la educación sexual moral con un enfoque biomédico de control, basada en una sexualidad patriarcal de sexos opuestos, jerarquizados y desiguales que reflejan la división sexual del trabajo, que
fragmentó el mundo en dos, siempre dos (como opuesto y desigual, obligaciones y libertades, masculino y femenino…), 
a la educación en sexualidad integral, bien podría plantearse como un ejercicio a desplegar con las y los estudiantes, para dar cuenta de las realidades en las que se constituyen y despliegan otros sentidos y significados acerca de la condición sexual y de género del ser humano, realidades que pueden alejarse considerablemente de lo que desde un punto de vista adultocentrista y patriarcal, de la concepción controladora y estigmatizadora de los cuerpos de las y los estudiantes, para evitar aquello que se ve del lado de la anormalidad.

Estas nuevas realidades que desde el enfoque biomédico no se distinguen, las vemos en los casos en donde el embarazo de jóvenes adolescentes es la vía deliberada y consentida para la emancipación, para ser-estar como ciudadanas plenas en un territorio, lo que nada tiene que ver con el conocimiento o no de los métodos anticonceptivos. También, aparecen en los escenarios en donde el sexting conocido como la transmisión de contenido sexual a través de celulares, es parte de un conjunto de manifestaciones sexuales presentes entre las y los adolescentes, en la que se ven involucrados el erotismo, la vivencia del placer, la masturbación , pero también el consentimiento ante la presión social que implica estar en una tendencia que les ha hecho ganar, a las y los jóvenes de estos tiempos, el apelativo de generación sexting.

Ante estos escenarios, y sobre todo ante el fallo emitido por la Corte Colombiana a favor de continuar estatalizando lo biológico (Foucault, 2003), en consonancia con los argumentos del procurador, las diferencias expuestas entre ambos representantes del alto gobierno colombiano, dan muestra de la importancia y la urgencia de trascender al desarrollo de políticas educativas sobre la sexualidad basadas en creencias moralistas o en enfoques de control de los cuerpos. Este llamado a los estados a emprender políticas sustentadas en investigaciones sobre el impacto de la educación en sexualidad en el comportamiento sexual, como la realizada por UNESCO en el 2009, propicia la revisión de los modelos formativos existentes en esta materia, asi como la asunción de un enfoque positivo, integral y respetuoso de la sexualidad, en donde la sexualidad no se limita al coito y la ausencia de afecciones, disfunciones o enfermedades.

Desde esta perspectiva se hace urgente educar sobre la capacidad humana de amar y sentir placer que está presente a lo largo de la vida y que se expresa a través de diversas dimensiones físicas, fisiológicas, emocionales y culturales. En ese sentido el conocimiento y el respeto por el propio cuerpo y el ajeno, la vivencia del placer sexual solo(a) y en pareja, el enamoramiento, las relaciones sociales saludables, la asunción consciente de la identidad sexual, de género en consonancia con lo que cada ser humano elige como proyecto de vida en el marco de su realidad, el reconocimiento y respeto ante la igualdad de género, la noción sagrada-espiritual de la unión sexual y de la vivencia reproductiva, el consentimiento ante esas vivencias, la responsabilidad frente a la maternidad/paternidad y el cuidado de la infancia, entre otros, son temas que esperan en las aulas para ser abordados y construidos con las y los estudiantes y sus realidades.

Podemos referirnos a una pedagogía de la sexualidad que superando la doble moralidad, consiga en el cuerpo el principal sujeto de experiencias educativas densas, donde las estrategias de enseñanza y aprendizaje tengan como origen, proceso y destino lo corporal, lo afectivo, lo sentido y por ende, transformará el hecho educativo en placentero.

Cuando hombres y mujeres podamos contarles a nuestros cercanos descendientes que fuimos acompañados(as) por nuestros padres, madres, maestros y maestras, desde las primeras etapas de nuestra formación, para aprender sobre todos los aspectos antes mencionados, y para ejercer el pensamiento crítico y respetuoso ante las diversas expresiones de la sexualidad humana y de las relaciones interpersonales, sabremos que hemos desafiado y superado los tiempos en donde las creencias moralizantes y las instancias de control biomédica, han dejado de entender nuestros cuerpos como territorios de riesgos, y por ende de dominación.

Altable, C. (2012), Los síntomas de la sexualidad patriarcal: otro erotismo es posible. XIV Seminario de Autoformación de la Red-Caps Barcelona, Documento en línea disponible en: http://www.caps.cat/images/stories/XIV_Seminario_Red-caps_2012_Charo_Altable.pdf

Arenas, Leo (2016) La polémica sobre educación sexual que se está dando en Colombia. Documento en línea disponible en: http://www.leoarenas.cl/?p=202

El Espectador de Colombia (2015) “Procurador cuestiona cátedra de educación sexual para niños de preescolar y primaria. Noticia en linea disponible en http://www.elespectador.com/noticias/judicial/procurador-cuestiona-catedra-de-educacion-sexual-ninos-articulo-617167

Foucault, M. (2003), Historia de la sexualidad 1: La voluntad de saber, Siglo XXI,Buenos Aires

Jones, T. (2011). Saving rhetorical children: sexualitu education discourses from conservative to post-modern., Sex Education, 11:4, 369-387.

Organización Mundial para la Salud, O.M.S. (2000). Promoción de la Salud Sexual. Recomendaciones para la acción. Actas de una Reunión de Consulta convocada por: Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con la Asociación Mundial de Sexología (WAS). Celebrada en: Antigua Guatemala, Guatemala 19 al 22 de mayo de 2000. Documento en linea disponible en: http://www.paho.org/spanish/hcp/hca/salud_sexual.pdf

Radio Nacional de Colombia (2016). “Posición del procurador es del medioevo: Parody”. Noticia en linea disponible en: http://www.radionacional.co/noticia/actualidad/posicion-del-procurador-es-del-medioevo-parody

Sierra, J (2015) Polémica por petición del procurador de prohibir besos y abrazos en colegios. El Colombiano. Noticia en linea disponible en: http://www.elcolombiano.com/colombia/procurador-ordonez-sugirio-prohibir-excesos-de-abrazos-y-besos-en-colegios-FC2576986

Torres, German, (2009) Normalizar: discurso, legislación y educación sexual. Revista de Ciencias Sociales. Num. 35, Quito, septiembre 2009, pp. 31-42. Documento en línea disponible en: http://www.flacso.org.ec/docs/i35torres.pdf

UNESCO (2010) Informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación – Documento en línea disponible en: https://www.es.amnesty.org/fileadmin/_migrated/content_uploads/Derecho_humano_a_la_educacion_sexual.pdf

UNESCO (2010). Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad. Documento en linea disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001832/183281s.pdf

Zubiria, J (2016) No es lo mismo pensar que reordenar prejuicios.

http://www.educacionsexual.com.ar/biblioteca-online/educacion-sexual-aspectos-ideologicos-y-conceptuales/sexualidad-sana-responsable-y-placentera#sthash.iipS075a.dpuf

Imágenes tomadas de:

  • http://3.bp.blogspot.com/-pbM4xKFEMTc/VYD_VlC1vJI/AAAAAAAAIsE/rtkr41Mdctw/s1600/Educaci%25C3%25B3n%2By%2Bperspectiva%2Bde%2Bg%25C3%25A9nero.jpg
  • https://userscontent2.emaze.com/images/472d778e-8dc8-4b2c-b95e-0690cadedfe6/ceea4f56-dce7-4802-b06b-5fd525ab5316.jpg
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Entre el cielo y la tierra: ¿Cuál es la importancia de enseñar?

William Ayers

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El encanto de enseñar, esa magia inefable que me hace regresar al salón de clase una y otra vez, es un ideal que, particularmente, aprecio y cuyo objetivo medular está dirigido a que los seres desarrollen su sentido humanístico al máximo. Fácil es decirlo, pero, sin embargo, difícil es lograrlo. Por lo tanto, es importante subrayar desde un principio que la educación, no importa dónde ocurra, nos permite estar poderosa y conscientemente vivos; abraza el principio y el propósito de las personas en convertirlas más humanas; nos impulsa hacia el conocimiento, la iluminación y la comunidad humana moviéndonos, así, hacia la liberación. Y en el centro de toda esa aventura humanista están los estudiantes y los maestros, con su variada gama: enérgicos luchadores que se reúnen en los centros comunitarios, en el lugar de trabajo, en un templo, en los parques, en los museos, en la casa o en el apartamento de alguien extendiéndose, como si fueran a alcanzar el cielo. Se congregan en el nombre de la educación, con la esperanza de ser mejores, más inteligentes, más fuertes y más capaces de repensar y reconstruir sus mundos. Dentro de la cosmología de Paulo Freire, esa idea se expresa como la vocación de toda persona: la tarea de la humanización.

Al recurrir a la contradicción para identificar a la humanización como meta, se debe plantear lo contrario: a la deshumanización como posibilidad y práctica. A pesar de que la educación estimula la iniciativa y el coraje, sabemos que existen sistemas escolares que practican la obediencia y la conformidad; si la educación propugna la libertad y rompe las barre- ras arbitrarias impuestas, también podemos señalar otros casos en que la educación hace alarde de un tipo específico de entrenamiento represivo, estructurado, como la mayoría de las barras de acero y de alambrados. Somos llevados inexorablemente a un conflicto.

Sin importar quién seas, dónde hayas estado, lo que hayas hecho, el maestro siempre te invita a la transformación, siempre te tenderá su mano. es el concepto humanista de la enseñanza: el viaje ha comenzado y somos peregrinos, no turistas. Hay aún más por ver y escuchar. Más por descubrir. Más por reparar y reconstruir, más por crear y construir. Más por tener y por hacer, más por ser. De esta forma, el mensaje principal de un maestro es  éste: puedes cambiar tu vida y lo debes hacer; puedes transformar tu mundo si lo deseas. El maravilloso trabajo apenas empieza.

En la película de Phillip Noyce, “Rabbit Proof Fence” (Generación Robada), vemos exactamente lo opuesto: se nos presenta una trama tormentosa sobre la deshumanización en la escolaridad. Hace cien años el gobierno australiano fundó escuelas para jóvenes aborígenes con la misión “benéfica” de “civilizar a las bestias”. Se les destruyó sus identidades, a los niños se les desarraigó su cultura, conocimiento, idioma y memoria. Se les vació para llenarlos de cosas mejores, inculcándoles “blancura”—todo esto por “su propio bien”. Fue una “meta ambiciosa” la de “instruir a los salvajes”. Los reaccionarios los hubieran destruido a todos, por lo tanto quedó por parte de los liberales buenos crear instituciones con la finalidad de moldear a los niños nativos para que encajasen en la sociedad de los blancos y que, incluso, al final del día sean capaces de participar únicamente en lo más desdeñado del sector económico. El hecho de resistir por parte de las familias y niños aborígenes—la película de Noyce trata de dos hermanas secuestradas quienes escapan y recorren un vasto territorio olvidado en búsqueda de su hogar—evidenció la ignorancia y lo retardatario de la mentalidad colonizadora. En la película “The Magdalene Sisters” (Las Hermanas Magdalene) de Peter Mullan, percibimos un ejemplo más de deshumanización y de degradación en el campo educativo. Es una historia basada en tres mujeres jóvenes irlandesas enviadas a un internado, una por haber sido víctima de violación y otra por ser extremadamente coqueta; lugar donde se enfrentaron a un régimen estricto de disciplina y castigo. La misión de las monjas que dirigen el internado es directa: reprimirle la sexualidad a esas niñas rebeldes, creyendo hacerlo por su propio bien, por supuesto. Igual que en “Generación Robada”, se experimenta la negación del pensamiento, de la expresión y de la elección; la negación del derecho a cuestionar y a decidir por sí mismos; en síntesis, el repudio de la humanidad de los estudiantes. En cada una de esas películas evidenciamos el horrible proceso por medio del cual los seres humanos son tratados como objetos inanimados. La humanidad resulta ser incierta, e incluso dolorosa, cuando ofrece resistencia y llega a imponerse.

Estos casos, descritos en las películas, nos hacen recordar la práctica de la enseñanza como deshumanizante, el entrenamiento como opresión; ninguno de ellos ha ocurrido tan lejos, sí como tampoco hace mucho tiempo. A pesar de que se consideren eventos exóticos, procedentes del extranjero, uno que se sucedió en Irlanda y el otro en Australia, y que los consideremos ajenos a nuestras experiencias, deberíamos recordar el menosprecio que han sufrido las mujeres pobres en nuestro propio país, o los internados para indios nativos escuelas establecidas para educar a la juventud india de Estados Unidos de acuerdo a los estándares Euro-Americanos), es decir, la escuela como bastión colonial. El maravilloso documental de Jeff Spitz, “Navajo Boy” (Niño Navajo), trata sobre una familia indo-estadounidense inmortalizada en películas y en fotografías; Happy Cly, matriarca del clan Cly , de Monument Valley, fue considerada por la revista Life,“la mujer más fotografiada en los Estados Unidos”, una de sus fotos más emblemáticas es aquella donde ella se ve entre peñascos. Spitz revela la historia de John Wayne Cly: fue adoptado por misionarios a la edad de dos años, esto al tiempo que sus hermanos fueron llevados a un internado; de tal forma fue separado de sus seres queridos por décadas. Este documental retrata la historia de una familia destrozada en sus vidas por la negligencia estructural y, al final, su reencuentro años después bajo una serie de coincidencias sorprendentes e inimaginables.

La reciente novela de Francine Prose, After (Después), también recurre al tema de la deshumanización y lo trata aún más de cerca. Se centra en una situación tormentosa posterior al tiroteo ocurrido en un liceo en Massachusetts occidental. El Dr. Henry Willner se encargó de dar apoyo psicológico a los adolescentes en crisis, “trabajando con ellos en trinche- ras”, logrando, así, que el colegio “vuelva a la normalidad”. El narrador, un adolescente estudiante del liceo, indicó, en tono irónico, que el tiroteo pasó en otro lugar y que todo estaba normal en su colegio. En la película se evidencia un lugar común: lo perverso de esas “trincheras”, las buenas intenciones de los gerentes burócratas y, sobre todo, las del impostor doctor Willner.

El Dr. Willner se muestra como una persona compasiva y preocupada, además de hablar constantemente el idioma “slanguage” (viene del inglés “slang”, jerga) de la terapia y de la seguridad. En la asamblea donde es presentado a los estudiantes, hace énfasis en el cliché de la unidad, instando a los jóvenes compartir sus sentimientos en pro de la “sanación y la recuperación”, “tratando de sobreponerse al dolor ni miedo”, y así “convertirse en mejores personas.” Lo curioso del asunto, es que, ante la tragedia ocurrida, parece no haber mucho dolor ni miedo, según el narrador. Dentro de este contexto psicológico, el Dr. Willner comenta: “Lo seguro es que algunos privilegios, de los que todos hemos disfrutado, nos sean despojados de las manos”.

Bajo este comentario ominoso, la arremetida empieza: la instalación de detectores de metales, pruebas de drogas, cero tolerancia, suspensiones y expulsiones. Se implementan nuevas reglas, las cuales cambian día a día, y los castigos se vuelven más severos. Mientras se establecen medidas draconianas de manera inexorable, la escuela comienza a parecerse a una prisión en todo aspecto, incluso en tono y temperamento. Los padres son seducidos poco a poco, hipnotizados por un bombardeo de correos electrónicos aterradores enviados por el Dr. Willner, así como también son coaccionados y acobardados por medio de confrontaciones cara a cara en su oficina, donde juega simultáneamente al policía bueno y malo.

Lo peor de todo es que Henry Willner, malévolo como lo es, no es el único. Francine Prose me dijo que se dedicó a observar algunas conductas entre varios maestros de su liceo, encontrando algunas alarmantes y aterradoras, como lo son el empleo de la fuerza bruta y el autoritarismo; esto sin importarles sus efectos en los seres humanos. Según Prose, el discurso usado por el personaje ficticio Willner fue una composición, un collage creado a partir de los pronunciamientos reales del que fuera Secretario de Justicia, General John Ashcroft.

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El Dr. Willner, pueda que sea una caricatura, pero no es ni de Australia, ni de Irlanda, ni del espacio sideral. Es una aproximación de un maestro en acción—nos damos cuenta que existen Willners por doquier y, aún más perturbador, pueda que haya un poco de Henry Willner en cada uno de nosotros. Al fin y al cabo, eso es lo que lo hace fascinante y útil— representa la autoridad operativa en el trabajo. Willner utiliza la máscara de un maestro, pero realmente nos enseña la cara de la verdadera tiranía.

¿Por qué no? Hay muchas formas de ejercer la docencia, y la tiranía desatada es una de ellas. Todo tirano encontrado ya sea en el salón de clase, en el pasillo, en un lugar de trabajo, al cruzar la esquina, sea en la conducción de un país o en una relación de pareja, impone una postura dominante, al tiempo que usa un lenguaje rígido. Los regímenes tanto totalitarios como dictatoriales y las dictaduras, los cultos y sectas, las oligarquías y los imperios, son expresiones del autoritarismo en acción, las cuales todas tienen un lugar común: en cada caso, cuando el Máximo Líder habla, las masas escuchan sumisamente. El Líder hace una gran presentación de pensamiento y saber, de planificación y elección, además de la actuación—recuerden que no es fácil ser el Gran Helmsman— mientras que la mayoría observa cautelosamente y algunos muestran un aspecto que indica que serán influenciados por el discurso. Únicamente al Líder se le confiere el poder, la acción— nadie se atreve compartirlos—al tiempo que las declaraciones son escuchadas, más no refutadas. La costumbre de cada país autoritario al que he visitado—podría resultar divertido si no fuera por lo horriblemente nauseabundo—consiste en la exhibición de fotos del Grandioso sonriente en las páginas de los diarios: inaugurando una planta ensambladora de carros, un puente, saludando a dignatarios, comentando acerca del futuro del país, dando una alocución. Es un torbellino de energía y acción; el resto de la gente permanece enmarcada en la obediencia, en el servilismo, oyendo y otorgando. De ahí la naturaleza del autoritarismo.

La forma operativa de la comunicación autoritaria se da por medio de la propaganda, siempre al servicio de la ortodoxia, siempre haciendo política de arriba hacia abajo, sin dar respuesta alguna. Está diseñada para manipular y controlar; para hacer que “las mentiras suenen a verdad y que el asesinato sea respetable”, según George Orwell.

La propaganda induce a una lerda conformidad, más que a una respuesta crítica; su fin es el de ser consumida, no combatida. Algunas veces las mentiras son descaradas y su mensaje arrogante: “Tengo el poder de mentir en frente tuyo, y no puedes hacer nada que lo impida”. La meta del autoritarismo es la dominación, que las personas sean sumisas, más que libre pensadoras o ciudadanos activos.

La educación autoritaria es necesariamente unidireccional y basada en una sola dimensión, siempre generada desde lo alto y transmitida hacia abajo por un s o l o lado de la montaña. El maestro es el Gran Ruidoso: pensando, actuando, diciendo, dirigiendo, planificando, escogiendo, controlando, administrando, disciplinando; conoce las respuestas o las encontrará, conoce las reglas y las hará cumplir, sabe el puntaje y lo asentará; tiene el silbato, el libro de notas, el escritorio, la silla y el látigo. Es importante señalar que el maestro autoritario nunca aprende o investiga, nunca escucha o se hace preguntas. Todo lo mencionado trastocaría su posición moral estructurada, debilitaría la postura incierta.

No se espera que el estudiante piense mucho, tampoco que discuta mucho, ni que contradiga ni que debata: escucha y acepta, acepta un mundo interpretado y digerido de antemano; un mundo distribuido en pedacitos elaborados por otros, quienes, según el estudiante, siempre saben más. Es obediente y complaciente, aislado y solitario. De alguna manera está persiguiendo sus propios pasos, es un turista en su propia vida, su escolaridad se mueve en una pista paralela, sin importar su entrada o sus sentimientos, sus esperanzas o experiencias, su deseo o su vasta capacidad de tomar decisiones. Es reducido a una cosa, un objeto para ser, eternamente, manipulado: nada en él tiene valor. Es una grabadora, un cassette de 60 o de 180 minutos. Empieza la escuela con un cassette virgen en su cabeza. Los maestros prenden y apagan el grabador a su convenir. Cuando el cassette está lleno, ya está instruido. Terminadas las lecciones, ahora se trata de seguir las reglas. Está doblegado por la conformidad, por la jerarquía, por la falta de acción, además por su misma oposición a su propia libertad. Está predestinado.

Charles Dickens fijó esta posición perfectamente en las primeras líneas de Hard Times (Tiempos Difíciles), escrito en Londres hace, exacta- mente, 150 años:

“-Pues bien; lo que yo quiero son realidades. No les enseñéis a estos muchachos y muchachas otra cosa que realidades. En la vida sólo son necesarias las realidades.

No planteéis otra cosa y arrancad de raíz todo lo demás. Las inteligencias de los animales racionales se moldean únicamente a base de realidades; todo lo que no sea esto no les servirá jamás de nada. De acuerdo con esta norma educo yo a mis hijos, y de acuerdo con esta norma hago educar a estos muchachos. ¡Ateneos a las realidades, caballero!”

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El orador, el maestro de escuela… pasearon la mirada por el plano inclinado en el que se ofrecían en aquel instante, bien ordenados, los pequeños recipientes, las cabecitas que esperaban que se vertiese dentro de ellas el chorro de las realidades, para llenarlas hasta los mismos bordes.

Y hace casi cincuenta años, Paulo Freire escribió Pedagogía del Oprimido, en Brasil.Evocó la imagen de alcancías de cochinitos sin vida (los estudiantes) siendo seriamente llenados por los depósitos diarios del maestro: “En el concepto bancario de la educación, el conocimiento es un regalo concedido por aquéllos que se consideran bien informados para quienes ellos consideran no saber nada… El maestro se presenta ante sus estudiantes como su opuesto necesario; al considerar la ignorancia absoluta de éstos, él justifica su propia existencia”.

He aquí el salón de clase como galera de esclavos—el maestro apenas toca el tambor.

Las escuelas, por supuesto, no existen abstraídas de la historia, ni de la cultura, más bien, yacen en ellas, en su centro. Las escuelas sirven a las sociedades; las sociedades moldean las escuelas. Son tanto espejo como ventana—nos muestra lo que valemos y lo que ignoramos, lo que es preciado y lo que es comprable. Nuestras escuelas nos pertenecen, nos dicen quiénes somos y quiénes queremos ser. Las sociedades autoritarias son asistidas por escuelas autoritarias, tal como las escuelas libres apoyan las sociedades libres. Esto no significa que las escuelas autoritarias, a pesar de su currículum propagandístico, sus relaciones manipuladoras y sus métodos severos y coercitivos, no produzcan personas que posean grandes habilidades, tanto la Alemania Nazi como Rusia dieron doctores y científicos brillantes. Seguramente, producen su cuota de rebeldes y de resistencia. Además de todos los horribles ejemplos que podemos señalar, también podemos indicar los siempre presente disidentes; el totalitarismo fracasa en su intento de demoler el espíritu colectivo, el impetuoso deseo humano por ser libre. En las escuelas autoritarias, todavía, el sistema entero se dirige hacia la mistificación y está dirigido hacia el control. Si sabes que una sociedad dada es fascista, la Alemania de los años treinta del siglo XX, por ejemplo, predecirás ciertas características del salón de clase. Asumes que el tono será autoritario, la pedagogía tiránica, el currículum manipulador, incluso, percibirás todo esto antes de ingresar a la escuela; luego, constatarás que estabas en lo correcto. Así mismo, podrás vaticinar que la sociedad, en general, es dominante y se basa en jerarquías, a pesar de sus frases nobles que les sirve de máscara: la Patria, la Gente, el Patriotismo, la Libertad.

Las fortalezas sociales—confianza, optimismo, compañerismo— así como también las debilidades—pesimismo, miedo, conformidad, negligencia—son reflejadas en las escuelas de la sociedad. Las desigualdades se manifiestan, así como también las aspiraciones y las esperanzas. Esto explica, en parte, por qué las escuelas desde Sur África a la China, pasando por Chile y llegando a los Estados Unidos, son lugares de lucha, en donde las personas creen que un mundo mejor es posible.

La educación es siempre puesta en práctica dentro de un ámbito social, una comunidad o sociedad, y la enseñanza involucra el proceso de inclusión de los jóvenes en un cierto orden social u otro, en un completo universo. Por lo tanto, los educadores deben mantener sus ojos abiertos:

¿Cuál es el orden social existente?, ¿Cómo garantizamos, defendemos o justificamos al mundo tal como es?, ¿A qué nos oponemos o resistimos?,

¿Qué alternativas son posibles? Seguramente ninguno de nosotros queremos ser un maestro colonial enmarcado en la tradición de la “Generación Robada”, ni un instructor represivo como el que se presenta en la escuela de obediencia de “Las Hermanas Magdalene”. Entonces, ¿Cómo queremos ser?, ¿Qué debemos hacer?, ¿Para qué enseñamos? Las escuelas están establecidas para admitir a la juventud y, de lo contrario, si hacen algo diferente, producen respuestas parciales a raíz de preguntas permanentes sobre la humanidad: ¿Qué significa

ser humano?, ¿Cuál es la función de la sociedad?, ¿Cuál es el significado de la vida y qué es la “buena calidad de vida”?

Desde la perspectiva de una sociedad humana o democrática, la aproximación autoritaria es siempre un retroceso, una equivocación; desestima el espíritu participativo de la vida democrática, desorganiza a la comunidad, está dirigida a destruir el pensamiento independiente y crítico. En primer lugar, una democracia vital en funcionamiento requiere de participación, de tolerancia y aceptación de la diversidad, de algo de pensamiento independiente, también de espíritu de mutualidad, estar seguros de saber que todos estamos juntos en este bote, y que es conveniente que comencemos a remar. La democracia exige seres humanos activos y pensantes. Después de todo, se espera que nosotros, como personas comunes, tomemos las importantes decisiones que afectan nuestras vidas y la educación está diseñada para promover y hacer posible esa meta.

Por lo tanto, los maestros en una sociedad abierta y democrática deben aprender a pensar libremente y sin miedo, tener nuestras propias convicciones, descubrir y darnos cuenta nosotros mismos sin contar con ninguna fórmula preconcebida, sin inclinarnos ante autoridad alguna. Esto es lo que nuestro ser nos pide si deseamos enseñar a los estudiantes a que tengan sus propias convicciones.

La educación es, siempre, pro algo y en contra de algo. Es, en su inicio, una idea sorprendente; es aquella noción que debemos elegir: la educación no es, y nunca podrá ser, neutral. A medida que más enseño, lo veo más claro: las escuelas de “La Generación Robada” sirven de soporte en la superestructura del imperio; estaban en pro de la conquista y de la subyugación de los aborígenes y en contra de la cultura de éstos, de su auto- determinación y resistencia; “Las Hermanas Magdalene” estaban en pro de la jerarquía eclesiástica y constantemente en contra de cualquier noción sobre la independencia de la mujer y de su auto-determinación sexual. Ningún maestro bajo esas circunstancias puede ser completamente imparcial. Tampoco nosotros, nuestra postura no puede estar completamente desinteresada. En lo más profundo y fundamental, la educación vela por la libertad humana, la liberación y por la iluminación, o, por el contrario, defiende la subyugación en una de sus formas, aparentemente, infinitas, desde la domesticación endulzada hasta la represión brutal, el servilismo, la dependencia y la rendición. En consecuencia, nosotros los maestros, desde un principio, deberíamos abrazar la idea, como principio, de que el proceso de enseñanza es para nosotros un esfuerzo humanístico, que defendemos la verdad y el conocimiento, al igual que luchamos en contra de la opresión. La verdad pueda que nos eluda, pueda que sea encontrada en parte, pero nuestros ojos están abiertos, nuestras mentes expandiéndose. La libertad pueda que sea lograda casualmente, pero nuestro camino es claro. Nuestra postura y meta nos guían; no queremos que nuestras vidas de educadores se burlen de nuestros valores humanísticos.

El ideal que motoriza nuestro modo de enseñar es fácil verlo, por contraposición, cuando tenemos en frente situaciones extremas: el totalitarismo representado en “Generación Robada,” nos muestra el currículum como propaganda; en “Las Hermanas Magdalene”, el despotismo ilustra una estrategia educativa consistente en que todo sea adoctrinamiento. Pero, quizás, es menos frecuente constatarlos directamente y en contextos menos extravagantes, como lo son nuestra forma de enseñar y nuestros proyectos educativos. Deberíamos plantearnos preguntas explícitas: ¿Para qué enseño?, ¿En contra de qué enseño?

Estas son preguntas éticas, claro está. Los maestros, mientras son guiados por un código universal o por una forma abstracta, pronto se perca- tan de que la ética en el salón de clase es un hecho práctico y realista, desempeñado por gente común. Los principios universales pueden ayudar—Ama a tu Vecino; No Mientas, ni Robes— porque según Susan Sontag, “nos invitan a limpiar nuestros actos… a huir del compromiso, de la cobardía, de la ceguera”. Puede ser que nos motiven a ver críticamente las cosas tal como  son, lo cual a menudo resulta ser “deficiente, inconsistente, inferior”, e, incluso, hipócrita. A lo mejor actúan como señales, pero no tienen el poder de calibrar cada detalle que emerja.

El estímulo dirigido a crear una imaginación moral es acertado. Sin embargo, ni un principio universal, ni una fértil imaginación, son suficientes para calibrar, por siempre, cada posibilidad, puesto que el tomar una decisión moral involucra opciones fundamentales en los que ningún sistema, ni regla, ni gurú pueden dar la respuesta adecuada. Nadie puede ser llevado a la Corte Suprema, por proclamarse libres. Nuestro razonamiento moral requiere que, al menos, intentemos tener una visión global, luchemos hacia un despertar y hacia una nueva conciencia; y, sin embargo, con todo eso, nuestras decisiones éticas se encuentran aisladas, a menudo son intuitivas, llenas de desesperación y, al final, llenas de coraje.

La película “Dirty Pretty Things” (Negocios Oscuros) de Stephen Frears ofrece un ejemplo interesante de ética en acción. Dos inmigrantes ilegales, Okway y Shineye, desean vivir vidas decentes, pero el Londres moderno los impulsa a negociar en los bajos mundos. Hacen el trabajo sucio, al igual que lo hacen otros inmigrantes pobres, quedando, en gran parte, como seres anónimos e invisibles ante aquellos privilegiados quienes resultan ser los beneficiados. Cargan con el peso del trastorno, llevan las cicatrices producidas por las vicisitudes encontradas y soportadas, así como también alimentan la esperanza de que, algún día, su exilio cosechará frutos dulces; quizá, para sus hijos.

La historia se basa en un conjunto de serie de opciones complejas, entre las que Okway y Shineye tendrán que escoger alternativas sin ninguna garantía; infringirán la ley, sin importarles lo que hagan; habrá personas heridas y, así, cambiarán de manera radical. Esto no significa un tipo de ética análogo a una Columna A/Columna B: Aborto… malo. Pena de muerte… bueno. El mentir… malo. Más bien, se refiere a una alternativa ética—resistente, absorbente, atormentada, inquietante, turbulenta y desasosegada—dentro del torbellino del caos de la vida que las personas deben vivir. Sus ojos están abiertos: deben elegir; sin embargo, para ellos no habrá un asado que saborear en el confort del comedor al final del día.

Mi amigo Greg Michie, un profesor de la primera etapa de bachillerato, cuenta la historia de un momento en la vida de un estudiante de octavo grado llamado Julio,“lerdo, con cara de bebé y algo rechoncho”. Julio se dirigió a Michie una mañana justo al sonar el timbre, parecía preocupado. “Necesito que sostengas mi moral por mí”, dijo susurrando. “Tan sólo hasta el final del día”. Greg pensó que el chico había traído al colegio, por equivocación, un buscapersonas o una caja de cigarros o un Playboy, algo “técnicamente en

contra de las reglas, pero no un contrabando de mucha importancia,” pero luego descubrió que Julio tenía una pistola llamada BB (BB gun) más municiones dentro de su bolso. ¿Por qué? El muchacho había ido a la casa de su tío en el interior por el fin de semana, regresó a Chicago tarde y con sueño, se despertó por la mañana, se vistió y, a todas éstas, se le había olvidado dejar la pistola. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, decidió buscar ayuda en Michie.

Greg conocía el Código de Vestimenta, al igual que las medidas disciplinarias en contra de los “Actos de Mala Conducta”; actos que van desde la “Vagancia” y “Estar Vestidos de forma Inapropiada”, casos no muy preocupantes, hasta el “Delito de Incendio”, “Violaciones”, “Asesinato” y, sí, “Encubrimiento de un Arma”, hechos realmente graves. Los castigos consistían en suspensiones de clases, expulsiones e incluso arresto. El castigo seguro para Julio sería, como mínimo, una suspensión de seis a diez meses o, como máximo, el arresto y expulsión de la escuela. ¿Qué hacer?

La decisión que tomó Michie fue la de reflexión y diálogo junto a Julio; tomó el camino de la enseñanza. Le sostuvo el bolso, lo llevó a su casa y nada pasó. Sin embargo, Michie quedó angustiado porque no sabía si hacía lo correcto.

Las opciones pueden resultar ser difíciles, además de ser la ética un valor intimidante, desde cualquier perspectiva que se vea—los principios de lo correcto e incorrecto, una disciplina que considera lo bueno y lo malo, una rama de la filosofía que se remonta a la antigüedad, un manual para el buen vivir, y así sucesivamente… La ética atemoriza.

Aún más, los argumentos éticos no son tan sólo abstractos, arrogantes y densos, sino que también implican una rectitud que no todos soportan y muy pocos aspiran—no me incluyo, ciertamente. Por lo tanto, se señala hacia el fariseísmo. ¿Es mi vida tan digna de ser un ejemplo?, ¿Quién soy para pronunciar juicios morales, mantener una posición  autoritaria, tener aires de superioridad, además de regañar?,

¿Soy tan bueno?… La ética aterroriza.

libertad 2

La ética circunda tanto a la religión como a la política, donde es fervientemente declamada y celosamente resguardada. Los sermones sobre la rectitud en el vivir son la esfera de acción de los predicadores, así como la de los políticos; estos últimos utilizan chistes para que su sermón suene más simpático. Sentimos que nuestros ojos comienzan a sentirse pesados, nuestras mentes se llenan de algodón… La ética anestesia.

Si los maestros tienen como fin el de evitar reducir a la enseñanza a un simple instrumento utilizable, lo cual exige mucha claridad y atención, entonces deben, pues, de alguna forma, penetrar ese algodón, confrontar a la intimidación y superarla. En lo más fundamental, profundo y primitivo de la enseñanza, yace ella como trabajo ético. Los maestros, si lo saben o no, son actores morales y la enseñanza siempre exige compromiso moral y ético.

Las palabras “moral” y “ética” apuntan a los principios de lo correcto e incorrecto, a los estándares establecidos del comportamiento bueno y malo. Algunas personas relacionan al primer término con las reglas y el deber, mientras que al segundo con las normativas alternativas puestas en práctica; yo no estipulo esas relaciones. En la conversación diaria, las pala- bras son intercambiables; al punto que hago mi propia distinción: la “moral” implica lo personal, es el asunto que toca tanto a la razón y al pensamiento como a la reflexión y al compromiso; la “ética” señala la acción dentro de un grupo o comunidad.

Las decisiones morales suponen escoger entre diversas alternativas, todas igualmente posibles. Jean-Paul Sartre narra la historia de uno de sus estudiantes, quien se le había acercado, para que le aconsejara acerca de una decisión que aún no la tomaba, le preguntó: ¿Debería quedarme en casa para cuidar de mi madre enferma o debería redimir el honor de la familia al unirme a la Resistencia ante la ocupación Nazi? Se plantea una disyuntiva difícil aquí, ya que él debe actuar en busca del bien. Está forzado a tomar una opción ética, simplemente porque se les presentan alternativas y no puede ser indiferente.

Sartre, después de haber escuchado cuidadosamente a su estudiante, respondió: tú debes decidir por ti mismo. El estudiante, por lo tanto, es el gran responsable de su decisión, sin culpar o acreditar a alguien más posteriormente. Sus ojos están abiertos y debe escoger. Algo se perderá y otra cosa se ganará. Le resulta horrible su situación porque nada está tan claro o absolutamente cierto como él quisiera. Frustrado y en búsqueda de una autoridad máxima, el estudiante molesto señala a Sartre y le dice que si el gran filósofo no lo ayuda, irá donde un sacerdote para que le dé consejos. Muy bien, responde Sartre, ¿y a qué sacerdote irás? La elección depende del estudiante; puede objetar, e incluso maldecir, a su mentor, pero, al fin y al cabo, es él quien decidirá y con esa alternativa seleccionada se sumergirá en las ruinas con todas las consecuencias buenas y terribles que vendrán. El elegir a su sacerdote implica una decisión, al margen de que el religioso aparezca como neutral y no comprometido.

Recientemente, mientras tomaba café con mi prima segunda, una estudiante universitaria de veintiún años, de manera extraña me preguntó si pensaba que estaría bien el mudarse con su novio. Le dije la historia sobre Sartre y su estudiante, además de preguntarle porqué me había pedido aconsejarla ¿Por qué yo sería su “sacerdote”?, ¿Por qué no se había dirigido a su mamá?

El maestro, claro está, puede ayudar a sus estudiantes a pensar sobre su contexto histórico y social, puede señalarles la existencia de un gran universo de posibilidades, además de asistirlos en la busca de alternativas desconocidas y orientarlos para lograr diferenciar entre un hecho y una opción. Sin embargo, al final, es el estudiante quien asimila, por sí mismo, las consecuencias de la elección hecha.

Estas son algunas preguntas morales: ¿Qué es lo correcto y qué es lo incorrecto?,¿Qué es lo bueno y qué es lo malo?,¿Qué debería hacer en esta o en aquella situación?, ¿Para qué están las personas?, ¿Cuál es mi obligación hacia los demás? Estas preguntas pueden organizar nuestro pensamiento, mientras le preguntamos a nuestros estudiantes: ¿qué harás dentro de cinco años?, ¿qué quieres ser o hacer?, ¿cuál es tu objetivo y tu destino?

Las preguntas morales son diferentes a las preguntas sobre hechos  reales.  Ejemplos   del   segundo   tipo   de   preguntas   serían: ¿Dónde está la Escuela Pública 87 (P.S. 87)? o ¿Cuántos niños, que se encuentran por debajo de la línea de pobreza, asisten a la Escuela Pública 87? Las preguntas morales son diferentes: ¿Debería la junta directiva de la escuela invertir en seguridad o en arte, o en un programa que beneficie a los niños pobres de la Escuela Pública 87? No se pueden plantear esas preguntas y responderlas tan sólo basándose en cifras evidentes; Se requiere tomar conciencia sobre el asunto en cuestión para, luego, emitir un juicio y elegir. De igual forma, en una clase pudieras preguntar: ¿está Sydney aquí? mientras que en otro orden de preguntas sería: ¿Cuál es la experiencia de Sydney?, ¿Qué piensa? y ¿Qué necesita? Debido a los intereses implícitos y explícitos que impulsan a las personas a reunirse en un salón de clase, es ahí, en el aula, donde surgen y se vivifican las preguntas morales, ya sean planteadas consciente o inconscientemente.

La humanización y la deshumanización resultan ser gemelas antagónicas que definen al panorama de la enseñanza férrea, al igual que, algunas veces, al trabajo valeroso. Estas gemelas se enfrentan, luchan, se enredan y son difíciles de separar. No se trata de dos caminos totalmente distintos ante nosotros: el camino paradisíaco iluminado con árboles frondosos y aquél oscuro diabólico con plantas espinosas; no se trata de que al final del camino hayan dos paquetes que escoger: uno decorado con lazos y rosas y el otro marcado con una calavera y huesos cruzados. Si fuese así, viviríamos por siempre apoyando lo bueno; habrían únicamente guiones sencillos a seguir.

Pero la realidad no es así. Las decisiones diarias a tomar en el salón de clase son más desgarradoras, más densas, más estratificadas y más difíciles. Las implicaciones de nuestras decisiones no son siempre claras, sus efectos a largo plazo no son tan sólo desconocidos para nosotros, sino también inescrutables. Caminamos tambaleantes por nuestro camino, pero de la mejor manera posible, con esperanza, por supuesto, pero sin garantías. La gran razón, a tener presente en nuestra conciencia, es la dimensión de lo que está en juego: la capacidad de la humanidad, su ímpetu y potencial para el movimiento y la posibilidad de la ilustración, la búsqueda interminable de la libertad humana. La razón para traer a colación nuestros compromisos morales dirigidos al análisis y al debate. La razón, mientras transitamos nuestro caminar serpenteado, para plantear desde un principio nuestro compromiso primordial hacia la humanidad.

Cuán extraño es el hecho que esta dimensión, así como las decisiones fundamentales, son completamente desconocidas y no expresadas en nuestras escuelas, así como tampoco en el mundo. Se habla mucho de las destrezas, pero nadie habla de liberación. Se realizan seminarios escolares sobre gerencia y disciplina, además de talleres de desarrollo de personal sobre la planificación de clases, pero no se consideran estrategias sobre cómo enseñar para libertar. Lo lineal, lo instrumental y lo servil son enfatizados sin darle cabida alguna al pensamiento o al cuestionamiento. La moral y la ética son valores ignorados, ocultados y acosados, sin ninguna vacilación.

En la educación superior pasa exactamente lo mismo. Los profesores y estudiantes pueden ser recompensados por seguir programas de investigación en la enseñanza, utilizando métodos “probados” y una lógica prestada; luego, sus resultados son presentados con el brillo de la “ciencia real” que impresionan a los crédulos. Por otro lado, la educación del maestro y sus programas de acreditación también juegan un papel no muy transparente; eso ocurre cuando al aspirante a docente se le enseña superficial- mente materias como la filosofía de la educación y la historia de la educación y, luego, se limitan a darle unos cuantos métodos de enseñanza, para que, finalmente, intente juntar todo en un sólo semestre universitario. Esta aproximación separa, estructuralmente, el pensamiento de la acción, y en ningún momento coloca la moral y la ética como epicentro. De esta forma se ignora la misión humanizadora de la enseñanza.

Me encantaría ver que todos los programas universitarios relacionados a la preparación docente ofrezcan un curso centrado en la misión humanística de la educación, en donde se Tratara al Estudiante como a un Compañero, Construir una República de Muchas Voces, la cual sería una Comunidad Con y Para los Estudiantes, Hacer Sentir el Peso del Mundo en sus Brazos y, así, Enseñar para la Libertad. Estos son los valores subyacentes que intento traer a colación en mis cursos, además de ser los temas que le dan forma a los capítulos de este libro.

Hay un claro mensaje aquí sobre lo que debe ser valorado y porqué, dentro del currículum estándar existente. Quiero que los maestros tomen conciencia de los riesgos, como también de que no existe una técnica sencilla ni un camino lineal que los llevará a donde necesitan ir; de esta manera, dejarlos que vivan sus vidas estables de educadores, sin problemas y ya acabadas. No hay tierra prometida al enseñar, tan sólo esa tensión dolorosa y persistente entre la realidad y la posibilidad.

Quiero que los maestros se den cuenta para qué enseñan y en contra de qué enseñan. Por ejemplo, yo quiero enseñar en contra de la opresión y de la subyugación, de la explotación, de la injusticia y de la crueldad. Quiero enseñar para la libertad, para la ilustración y la conciencia, para la amplia conciencia, para la protección de los débiles, además de enseñar por la cooperación, la generosidad, la compasión y el amor. Quiero que mi enseñanza signifique algo valioso en las vidas de  mis estudiantes  y  en  los  mundos  que ellos habitarán y crearán. Quiero que signifique algo en mi mundo.

Quiero que los maestros se comprometan en tomar un camino  que tenga cierta dirección y ritmo: ante todo conviértete en un estudiante de tus estudiantes y luego crea una comunidad a través del diálogo, ama a tus vecinos, cuestiona todo, defiende al oprimido, desafía y nútrete a ti mismo y a los demás, busca el equilibrio. Quiero que los maestros tengan una lista dinámica y ecléctica a la que puedan consultar cuando se sientan perdi- dos y solos. He aquí Walt Whitman, en uno de sus prefacios impelentes de Leaves of Grass (Hojas de Hierba):

Esto es lo que deberías hacer: Ama a la tierra, al sol y a los animales; desprecia la opulencia; da limosna a quien la pida; defiende al estúpido y al loco; dedica tu ingreso y trabajo a otros; odia a los tiranos; discute, no sobre Dios; ten paciencia con las personas y complácelas; no te quites el sombrero ante algo ya sea conocido o desconocido, ni ante un hombre o un grupo de hombres; anda libremente con personas rudimentarias, sin educación, y con los jóvenes y con las madres de familias; reexamina todo lo que se te ha dicho en la escuela, en la iglesia o en cualquier libro; desecha lo que insulte a tu alma; y tu piel ha de ser un gran poema y éste tendrá la más rica fluidez, no tan sólo en sus palabras, sino también en las líneas silentes de sus labios y rostro y entre las pestañas de tus ojos y en cada movimiento y en cada articulación de tu cuerpo …  Buen comienzo. Esa es una lista a ser laminada y llevada en tu moral, una lista para pegarla en tu pared. Está escrita a poetas, pero sirve de consejo a maestros libres también.

En la escuela, los maestros son observados y entrevistados, nuestros comportamientos algunas veces analizados minuciosamente, luego medidos y comparados con resultados obtenidos de los estudiantes; somos, bien sea, un problema o un medio para el cambio, pero también somos, sin duda, información. La enseñanza como ciencia.

En el debate político, los maestros son descritos ya sea como profesionales serios dignos del reconocimiento de la comunidad o como ocupantes de un puesto, no lo suficientemente entrenados ni motivados, además de ser perezosos bajo el beneficio de un empleo del gobierno; somos los transmisores del currículum oficial o creadores, así como proveedores, de algunas ideas, probablemente, ilógicas o perversas; así nos encontramos en el medio de toda una disputa. Algunos se enfocan en nuestras disposiciones y pensamientos, otros cuestionan nuestra experiencia y pericia; todos parecen atentos para abalanzarse sobre nuestros cuerpos sangrientos. La enseñanza como trabajo.

En la cultura popular, somos pillos o nobles caballeros, dioses y monstruos. La imagen permanente, tal como se presenta en las películas estadounidenses “Blackboard Jungle” (Semilla de Maldad) y “Stand and Deliver” (Párate y Entrega), es la del maestro héroe solitario que lucha valientemente por salvar a los desafortunados delincuentes juveniles sumidos en circunstancias calamitosas. La enseñanza como salvación y drama.

Es cierto: la enseñanza es drama, es trabajo, es tanto ciencia como arte. Sin embargo, ninguna de esas imágenes mantiene un interés sustentable, como tampoco son lo suficientemente amplias, ni profundas, ni esenciales para capturar la realidad de la enseñanza; ninguna se dirige al corazón de la experiencia, a la demanda intelectual, al propósito ético y al significado moral, al gran espíritu que pueda animar a toda la aventura. Carecen del espíritu de la enseñanza. El objetivo es éste: la enseñanza como un esfuerzo moral implacable; la enseñanza como acción ética, desordenada, grandiosa, enredada. Urge de ser explorada.

La filósofa Hannah Arendt, en Between Past  and  Future:  Eight  Exercises in Political Thought (1968) (Entre el Pasado y el Futuro: Ocho Ejerci- cios sobre Pensamiento Político), afirma: La educación es el punto en el que decidimos si amamos suficientemente a la tierra, tanto como para asumir la responsabilidad hacia ella, el cómo salvarla de una ruina quesería inevitable, a pesar de lo nuevo y joven que vendrá. La educación también es el lugar donde decidimos si queremos a nuestros hijos lo suficiente para no expulsar- los de nuestro mundo y dejarlos a su libre albedrío, el no quitarles de sus manos la oportunidad de emprender algo nuevo, algo no visto por nosotros; es el lugar donde los preparamos, de antemano, para la tarea de renovar un mundo común.

Arendt enmarca el panorama moral de la enseñanza. Vemos que la escuela es el lugar natural de la esperanza y de la lucha; la esperanza revoloteando alrededor de las nociones de un futuro, la lucha en erupción por ese futuro: la dirección que debería tomar, la forma que podría asumir, los significados que podría abarcar. ¿Quién puede participar?, ¿Qué queremos para los niños?, ¿Y para nosotros?, ¿Qué mundos desearíamos tener?, ¿Qué herramientas, destrezas y sabiduría acumulada deberíamos ofrecerle a la juventud y a la generación futura?, ¿Qué deberían crear ellos mismos? Cada una de estas preguntas nos invita a reflexionar, debatir, considerar y emitir juicios sobre temas conflictivos. Planteamos preguntas, dudas, retos en torno a los objetivos, así como nos adentramos en lo ético.

La primera escena de la película dirigida por Ethan y Joel Cohen, “Miller’s Crossing” (De Paseo por la Muerte), en donde Johnny Casper trata de explicarle al gángster mayor de la banda de criminales, Leo, el cómo fue agraviado por otro de una banda asociada, Bernie Bernbaum. “Estoy hablando sobre amistad”, dice Johnny, mientras la cámara hace una toma hacia la saliva espumosa saliente de la comisura de sus labios al sonreír de forma amenazante. “Estoy hablando sobre carácter”, continúa estructurando y moldeando su caso. “Estoy hablando sobre infierno, Leo, no me avergüenzo de usar la palabra, estoy hablando sobre ética” (pronunció é-tica). Johnny realmente habla sobre ética: “Cuando preparo una pelea”, continúa Johnny, “digamos si juego a un tres pa´ un favorito, espero que la maldita pelea sea un tres pa´ uno”. Luego Bernie Bernbaum, el “niño tramposo”, se entera del trato, manipula la situación y las “probabilidades se van al mismísimo infierno”.

“Un hombre de negocio no espera una devolución”, se queja Johnny. “Ahora, si no confías en una pelea preparada, ¿en qué puedes confiar?” Concluye: sin ética “estamos de vuelta a la anarquía, de regreso a la selva… es por eso que la ética es importante. Es lo que nos separa de los animales ,de las bestias de carga, de las bestias de presa. ¡Ética!” “¿Quieres matarlo?” pregunta Leo,fríamente.

 

“Eso es para principiantes,” Johnny responde seriamente y sin una pizca de ironía.  Vi por primera vez “De Paseo por la Muerte”, coincidentalmente, mientras leía The Book of Virtues (El Libro de las Virtudes) de William Bennett. Leo y Bennett, ambos “hablaban” sobre ética”. El resumen curri- cular de William Bennett es largo: Secretario de Educación, “zar de la droga”, director de la Fundación Nacional para las Humanidades (National Endowment for the Humanities); su rol particular ha sido el de máximo guerrero cultural de la ultraderecha y el que públicamente habla sobre ética y regaña a quienes él considera van en contra de ella. Tiene voz y voto en los debates de la reforma escolar y su programa es simple, trata de deshacer las escuelas públicas y promover el sistema escolar privado meritocrático. Su programa para los niños de Estados Unidos es directo, consiste en escoger a los padres correctos. Al leer el libro de Bennett sobre el buen pensar es como escuchar a Johnny Casper discutir sobre ética; un tanto extraño, irreal, profundamente perturbador.

Las virtudes proclamadas en el El Libro de las Virtudes, como son la Auto Disciplina, la Compasión, la Responsabilidad, la Amistad, el Trabajo, el Coraje, la Perseverancia, la Honestidad, la Lealtad, la Fe, contienen una ideología que distingue a Bennett; deja a un lado valores como la Solidaridad, la Integridad, la Pasión, la Generosidad, la Curiosidad, el Humor, el Compromiso Social. En las noventa y cuatro páginas se exponen varios poemas sobre hormigas, algunos versos bíblicos y cuentos populares para niños como el de los “Los Tres Cochinitos”; todo ello basado en un sermón, el cual causa irritación, sobre la importancia de hacer las cosas tal y como se te diga, las recompensas que acarrean el consentimiento y la sumisión, además de la necesidad de establecer una jerarquía y de conformarte con la posición que tengas. Otros autores también aluden al tema ético y así lo reflejan en los títulos, verbigracia, Theodore Roosevelt escribe “En Alabanza a la Ardua Vida” (In Praise of the Strenuous Life); Ralph Waldo Emerson exalta a “Grandes Hombres”  (Great Men); Booker T. Washington describe cómo superó las dificultades en su libro “De pie ante la Esclavitud” (Up From Slavery); y Bennett, sin una pizca de ironía, se presenta como un “alma deseoso en trabajar y trabajar y trabajar, para ganarse una educación.” Bennett toma un poco de “Henry V” de Shakespeare: “Tan laboriosas las abejas;/Criaturas que, por ley de la naturaleza, enseñan /El mando en el reino”.

Por supuesto que no está presente Marx ahí; tampoco Herman Melville, B. Traven, ni Charles Dickens. No está, tampoco, Studs Terkel, quien hubiera mitigado la prédica hacia la disciplina, así como también hubiera indagado sobre las complejidades y contradicciones relacionadas al trabajo, es decir la violencia que éste pueda contener, las vías por las que se puede transformar a las personas y a su mundo o las vías que pueden hacer al trabajo algunas veces liberador, algunas veces esclavizante. Lo cierto de todo, es que somos instruidos bajo  un aparente estado natural de las cosas: los reyes mandan, los soldados pelean y saquean, el albañil repara y los porteros llevan las cargas pesadas.

Lo que William Bennett logra es un libro al estilo de McGuffey’s Reader, para su pequeño Reino de Qué Hacer y Qué No Hacer, basado en historias simples para una vida simple y en donde cita y celebra pequeñas virtudes a expensas de grandes autores. Bennett llama a su colección “el libro del ‘cómo’ para el alfabetismo moral”, y separa las “complejidades y controversias” de una vida moral de lo “básico”. Distingue las lecciones sobre ética, las cuales él favorece, de la actividad moral, la cual aconseja suspender hasta llegar a la madurez. Yo tengo una visión opuesta: el mundo del pensamiento moral y la acción ética es tan natural para los niños como para cualquier persona; es cierto que ellos crecen en un mundo físico, pero a la vez inseparable de una esfera cultural y de un universo moral. El pensamiento moral y la acción virtuosa comienzan por el hecho de la aceptación y la preocupación por los estudiantes. Los maestros demuestran una creencia fundamental en el único valor de cada ser humano, además de demostrar el reconocimiento de nuestra compartida dignidad. En  el  preescolar BJ’s Kids, donde trabajé muchos años, el ambiente estaba cargado del lenguaje de la ética: “¿Es eso justo?”, “Sé justo”. Al visitar una estación de bomberos, la pequeña Caitlin, de cinco años de edad, le preguntó a nuestro guía, Jimmy, cuándo habrá una mujer bombero en la estación; ante la pregunta de la niña, él soltó una carcajada. Caitlin se enfureció y tartamudeando dijo, “Eso no es justo”. Al regresar a la escuela escribió una carta, con ayuda de BJ, dirigida al alcalde de Nueva York. Reflexión moral, acción ética.

Para Bennett lo importante es que los jóvenes sean receptores pasivos, más que constructores activos de valores. Esta visión conlleva a la afirmación: “estas historias ayudan a que los niños se identifiquen con su cultura, su historia y tradiciones”. La “cultura” está permanentemente en la mente de Bennett y, de ahí, su negativa para estimular el pensamiento y el cuestionamiento. Bennett es un creyente, un crédulo de una “unicultura” estable, se ha cegado, él mismo, ante el poder vivificante, dinámico y motriz de las culturas, experimentado por los seres humanos. El mundo ético que él impondría a los demás es inerte, plano, sin perturbación alguna y separado del cuerpo.

William Bennett conduce el intento, sin precedente, de destruir un gran ideal progresista y democrático, tal como lo es la idea de la escolaridad pública gratuita, común y disponible para todos. Se ha creído que este ideal promovería el bienestar general, permitiría una mayor participación en la búsqueda de la felicidad, ayudaría a las personas a vivir en armonía y en libertad, así como también a reflexionar moral y significativamente y a actuar éticamente con los jóvenes. Sin embargo, Bennett lo combate, al igual que sus aliados, bien sea políticos, burócratas y un cuadro de intelectuales que incluyen al investigador Chester Finn, al  historiador Diane Ravitch y al escritor Abigail Thernstrom. Este conjunto de personas ha impulsado, exitosamente, la conexión ilícita de fuerzas ideológicas poderosas con políticas específicas atentatorias al principio de la gratuidad de la educación, haciendo pasar estos lineamientos por desapercibidos. El ideal de una educación pública y gratuita de alta calidad, nunca se ha llevado cabalmente a la realidad; luchas se han librado para determinar quién debe ser incluido en nuestra concepción de lo público, así como para establecer cuáles conocimientos y experiencias son los más valiosos y el cómo acceder a ellos. La idea misma parecía estar segura porque fue asumida, sin embargo, hoy en día se pone en duda.

La evidencia de esa desidia se expande a todos los niveles. La obsesión, cada vez mayor, de una prueba de admisión tonta, única y centralizada, incluso actualmente aplicada a estudiantes más jóvenes, que no hace más que clasificar a los estudiantes, provocando una serie de ganadores y perdedores, va en contra de una educación democrática, así como también, ataca a cualquier noción de un currículum rico y profundo, y a la enseñanza misma. La energía y los recursos puestos en el negocio de las pruebas van en contra del compromiso de poner maestros más calificados en los salones de clase, reducir el tamaño de los cursos, incrementar las ofertas curriculares, promover el acceso a los recursos de aprendizaje de la comunidad y construir más escuelas modernas. El negocio de las pruebas engaña, educativa- mente, tanto a estudiantes y a sus familias como a los maestros, además de ser un retroceso en la educación.

Las políticas de “Cero Tolerancia”, aplicadas en el país en los últimos diez años e impulsadas por los tiroteos muy publicitados en las escuelas, los cuales han traído a colación temas sobre las armas, han creado las condiciones para la exclusión de un alto número de jóvenes, en especial aquéllos provenientes de la clase obrera, de la pobreza, de determinados grupos de inmigrantes, además de aquellos estudiantes marginados, discapacitados y los tradicional y oficialmente despreciados. Las prácticas y los símbolos de la justicia criminal son aceptados y, así, se pierde la misión humanizadora de la educación. Esas políticas son un ataque cultural y político a la idea de la inclusión, a la escolaridad democrática. Los salones de clase se convierten en lugares estériles y unidimensionales, desprovistos de momentos para la enseñanza. Cada mal comportamiento garantiza un viaje a la dirección, de esta forma el juicio y la sabiduría del maestro es cercenado, los administradores trabajan conjuntamente con la policía y, por lo tanto, las escuelas se hacen más y más estrechas, hasta que llegan a ser pequeñas prisiones de entrenamiento.

Finalmente, estamos ante una gama de estrategias escolares de cambio, promovida por un modelo de mercado que amenaza con socavar las estrategias y los principios de la educación pública. El mundo mercantil nunca ha tenido ni alma ni corazón, no puede hacer juicios de valor, ni responde a intereses normativos. El mercado crea una clase de ganadores y una más grande de perdedores. El éxito en el mercado es medido por los ingresos; las grandes riquezas son generadas a través del trabajo de otros. El  tratar  de imponer un símbolo mercantilista a la educación pública es un error, porque todo su financiamiento debe provenir sólo del estado. El símbolo, entonces, es falso. Siempre llegará el dinero público, pero al ser administrada la escuela por manos privadas, el interés se centrará en la ganancia.

No todo lo bueno es el simple resultado de la virtud individual; también está lo concerniente a la ética comunitaria, a la ética social, al igual que se plantean las preguntas relacionadas a cómo nos comportamos dentro del colectivo, qué asume una sociedad como normativo y bueno. Al fin y al cabo, la mayoría de nosotros, gran parte del tiempo, hace como el resto: la mayoría de los griegos actúan como griegos, la mayoría  de los romanos actúan como romanos, y cuando estamos en Roma solemos actuar como los romanos. Esta ecología de la ética conlleva a comprender que el comportamiento ético individual es más probable en una sociedad justa. Johnny Casper discute en torno al comportamiento ético. ¿Es moralista? Durante el tiempo de la esclavitud indudablemente hubo negociantes de esclavos, personas que se encargaban de regresar a los esclavos que se escapaban (slave-catchers) y dueños de plantaciones que pagaban sus cuentas y cumplían con lo prometido, pero ¿en qué sentido actuaban éticamente? Para uno haber sido una persona moralista, ahí y en ese entonces, uno tuvo que haber trabajado por la abolición; parece tan obvio ahora. No muchos lo hicieron, sin embargo, sentimos un alivio al pensar que hubiéramos estado entre los pocos valientes. Pero ¿sería cierto?, ¿cómo saberlo? Es conocido que una sociedad esclavista va en detrimento de la bondad, lo cual se expresa de diversas maneras. Como sabemos que es casi imposible para los individuos llevar una vida virtuosa bajo semejante sometimiento, entonces se convierte en algo primordial eliminar la esclavitud, así como es esencial hoy en día luchar por un mundo más justo; esto, en parte significa llevar una vida moral. Una sociedad justa crea las condiciones para que la mayo- ría de nosotros actúe, con más frecuencia, de una manera moral. ¿Existen injusticias hoy en día que, al pasarlas por alto, las generaciones  futuras  nos   condenarían?  y  más  importante,  ¿Qué normativas comunitarias y sociales nos permitirían, o invitarían, a la mayoría de nosotros hacer lo correcto?,

¿Son  estas  preguntas  apremiantes,  e  incluso  razonables,  para  maestros  y estudiantes?  Bennett carece, fundamentalmente, del sentido de moralidad, de un alfabetismo permita ampliar nuestra visión. Es el padre severo con normas austeras: él censura, regaña, nos muestra su mano de acero. Su autoridad moral depende del poder que ejerce sobre la estructura; una estructura asegurada por el miedo y por la ausencia del disentimiento. En el aspecto social, abstrae interrogantes sobre lo bueno y lo malo existentes en tal contexto y en ninguna parte conecta la posición moral con la conducta ética, en especial la de él. La claridad moral, la certeza, el dogma, son pronunciados mejor a través de un megáfono. Lo que nos hace retomar a Johnny Casper cuando habla de ética: el peleón gime, persuade, intimida y amenaza, así le es requerido. Él es cómico y, conservando esta misma postura, amenazador.

De cierto modo, podríamos seguir el mando de Johnny Caspar: acordemos no tener miedo de usar la palabra infierno; estamos hablando sobre ética. Pero cuando se invocan la moral y la ética, ya sea en la educación o en el encuentro de gángsters, es sabio proceder con precaución. La “moralidad” comprende un dominio entero, un territorio sin fronteras establecidas. El reino de lo moral y lo ético  está poblado con chicos buenos y malos, con héroes, conquistadores, explotadores, hombres locos y convictos; todos ellos han evocado descripciones elaboradas sobre la “moralidad” para justificar sus sanguinarios esfuerzos; muchos han encontrado en la “moralidad” un martillo conveniente para someter a sus oponentes. En las escuelas y en los salones de clase al recurrir a la moral, se ha destruido la iniciativa y borrado lo creativo, lo nuevo, lo diferente. Es sencillamente indigno de confianza, como una palabra al referirse a cualquier cosa única e inmutable.

Los grandes monstruos de la historia se crearon ellos mismos un completo universo moral al que ellos pudieran acceder como guías y exponentes de la razón, lo que hace al razonamiento moral más confuso y recargado. El oponerse a la marea no es necesariamente moral, a pesar de que lo pueda ser. El ser valiente no es necesariamente moral, pero pudiera ser tonto o incluso inmoral. ¿Cómo saberlo? reflexionando y emprendiendo nuestro camino de la mejor manera posible. Debemos observar, honestamente, el contenido de nuestras decisiones, la verdad de nuestras circunstancias  y preguntar si estamos tomando el camino hacia la humanidad. ¿Nos oponemos al sufrimiento innecesario, al dolor no merecido?, ¿Cómo lo sabemos?

Comenzaríamos con la idea profundamente humanística de los seres humanos como medida de todas las cosas: cada vida humana, por la simple virtud de ser humana, es igual en valor a cualquier otra. Valoramos a nuestros estudiantes y consideramos su dignidad como un acto de fe. Nuestra amplia tarea ética es hacer la vida posible, hacerla más robusta, más completa, más realizable, más agradable para todos. Para nosotros maestros, esa tarea empieza al abrazar a nuestros estudiantes, estar junto a ellos como seres humanos congéneres. Esta meta, aparentemente directa, no es tan simple en la práctica, pues opera dentro de un mundo de conflictos, dilemas y contradicciones; y lo más importante, además, es que están los seres humanos como actores finitos, con fallas, con nuestros misterios, con nuestras debilidades y limitaciones.

José Saramago trata un panorama similar en su Ensayo sobre la Ceguera, su alegoría oscura sobre una epidemia moderna y las atrocidades que desencadena. Un hombre quien se para en un semáforo en rojo, durante la hora pico, se vuelve repentinamente ciego. Alrededor de él suenan las cornetas, los conductores se impacientan y luego se encolerizan; un pequeño caos se apodera de la gente que intenta comprender qué ocurrió. Alguien acompaña al hombre a su casa y, luego, le roba su carro.

Al día siguiente, una epidemia de “ceguera blanca” se expande por la ciudad, afligiendo a las personas a un paso acelerado. Uno después del otro, las personas abren sus ojos y sienten como si hubieran sido sumergidos en un mar de leche espesa.

Al principio, las autoridades ponen a los enfermos en cuarentena, encerrándolos en un hospital de salud mental vacío. Cuando los guardias se vuelven ciegos, son abandonados, pero antes de eso un grupo de hombres ciegos se organizan en una pandilla, se roban las raciones de comida de los demás, humillándolos y violando a todas las mujeres.

Cuando pareciera que lo peor está por venir de repente, uno después del otro, va recobrando la vista. En pleno júbilo, riendo y abrazándose, se preguntan:¿Porqué?, ¿Porqué nos volvimos ciegos?,¿Porqué vemosahora?  Una mujer responde: “No pienso que nos volvimos ciegos, pienso que estamos ciegos, Ciegos pero vemos, Ciegos que pueden ver, pero no ven” . Nos recuerda que el antónimo de lo moral, no es siempre lo inmoral; es a menudo lo meramente indiferente. La acción ética está en un lado, mientras que en el otro están un frío distanciamiento, la negligencia, la apatía, la desatención, la falta de curiosidad, la indiferencia. La ceguera. ¿Estaban realmente ciegos? y ahora que tienen de nuevo visión, ¿Pueden realmente ver?  “Ciegos que pueden ver, pero no ven”; la pesadilla que Saramago evoca es la sociedad moderna tal como es, sin esconder nada. Los ciegos que pueden ver. Pero no ven. Para los maestros, esta metáfora estremecedora tiene un significado especial, por nosotros estar en una posición que guía las decisiones de otros. Debemos abrir nuestros ojos al mundo tal como es, y al mundo que podría ser, pero que aún no lo es. Debemos ver porque debemos elegir.

Nos es útil recordar los diversos sistemas de pensamiento moral y de leyes que nos precedieron, junto a sus deficiencias, fallas e incapacidades. Queremos tomar decisiones basadas en principios, pero también queremos evitar los efectos aislantes de la ortodoxia; queremos aceptar los compromisos morales y al mismo tiempo mantener una mente crítica. Queremos actuar, pero necesitamos dudar. Esta postura nos pide proceder con cautela, con humildad, con nuestros ojos bien abiertos, con la intención de enfrentar un mundo caótico, dinámico y en perspectiva, con esperanzas pero sin garantías. Nos encontramos en una coyuntura, en un punto esencial entre el cielo y la tierra, luchando por mantener los pies en la tierra y peleando por permanecer llenos de ilusión.

¿Cuál es la importancia de enseñar? La enseñanza es para dar luces y para alcanzar la liberación, abre las posibilidades hacia la libertad y los caminos hacia la verdad.

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Perú: el culto al Mercado Camuflado en los planes de gobierno

lobo con piel cordero

 

Lima, Perú / 02 de marzo de 2016 / Teresa Tovar/ Fuente: Diario UNO

 

FORO EDUCACIÓN Y ELECCIONES

El Foro sobre Educación organizado por La República, mostró algunos consensos aparentes sobre “calidad educativa” que, sin embargo, esconden orientaciones divergentes. Veamos.

Educación Pública y privatización. Hoy en América Latina hay una tendencia hacia diversas modalidades de privatización de la educación: escuelas privadas subsidiadas, escuelas públicas concesionadas al sector privado, Asociaciones Público Privadas, Obras por impuestos, servicios privados para materiales y otros componentes de la educación pública, redes de escuelas privadas de bajo costo, etc.

Por fuera flores y por dentro temblores. Así aparecen las propuestas sobre educación de los partidos conservadores que encabezan las encuestas. ¿Por qué? Porque por fuera hablan de “calidad educativa”, pero por dentro preconizan o cobijan el lucro en la educación.

 

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Veamos 5 propuestas textuales de 5 partidos que expresan claramente esta tendencia:

  1. “(proponemos) la administración de los colegios públicos y de sus programas de educación pública por la empresa privada… En un Estado de derecho las reglas deben ser claras y simples para hacer empresa en busca de más y mayores mercados, emprender al menor costo posible”.
  2. “que se entienda que las entidades privadas que hoy existen, de acuerdo a la Constitución pueden ser con fines de lucro o sin fines de lucro” “se propondrá la reinstauración de incentivos al sector privado para que este se vincule con las entidades de educación superior y técnica, con el fin de encargarles el desarrollo de investigaciones para sus negocios”.
  3. “para continuar con el proceso de renovación de infraestructura escolar se deberá evaluar el esquema de las Asociaciones Público-Privadas, con la finalidad de fortalecerlas en el ámbito urbano”.
  4. “las instituciones financieras darán créditos para estudios superiores… con el objetivo de mejorar la calidad educativa y agilizar el mercado financiero para la educación superior que actualmente es limitado”.
  5. “es necesario generar un shock en la calidad educativa de los institutos superiores tecnológicos públicos. En algunos casos se podrá lograr concesionándolos a través de asociaciones público-privadas (APP)… Facilitaremos y desburocratizaremos los procesos para permitir que los Institutos Superiores Tecnológicos puedan ser gestionados bajo APP”.

Intente ahora adivinar a cuál partido pertenece cada Frase. Opciones: Alianza Para el Progreso, Fuerza Popular, Todos por el Perú, Peruanos por el Cambio o Alianza Popular.

Estas propuestas aparecen detrás de grandilocuentes declaraciones en favor de la prioridad de la educación y, lamentablemente, constituyen parte de una tendencia creciente en A. Latina. Estamos ante la instauración de una nueva relación entre el Estado y el sector privado, que reduce la educación pública, la subordina crecientemente a la lógica de los grandes capitales y busca que el Estado subsidie parte de la inversión privada. Dato: hoy el Estado dispone de 26% de presupuesto para gastos de inversión mientras que hace 10 años el 93% del presupuesto público se destinaba a gasto corriente.

Hay que votar por el derecho a una educación pública de calidad, no por la calidad de la educación a cualquier costo.

Nota. La solución al ejercicio es: Frase 1: Alianza Popular. Frase 2: Fuerza Popular. Frase 3: Peruanos por el Cambio. Frase 4: Todos por el Perú, y Frase 5: Alianza para el Progreso.

 

FUENTES CONSULTADAS:

http://diariouno.pe/columna/el-culto-al-mercado-camuflado-en-los-planes-de-gobierno/

FUENTE DE IMAGEN:

http://1.bp.blogspot.com/-QR3yN2zogEc/TdfHrjdFaQI/AAAAAAAAEBM/JvwilgtTW6I/s1600/lobo-elecciones.jpg

 

PROCESADO POR:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

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Entrevista a Rosa María Masson: La calidad educativa se ha secuestrado

16-05-2014/La Otra Mirada

En el marco de las entrevistas realizadas por Luis Bonilla (LB) en su programa “La otra Mirada” a propósito de la consulta internacional sobre la Calidad de la Educación realizada en Venezuela, durante el 2014, se presenta a continuación la reseña del encuentro con la maestra Rosa María Masson, pedagoga cubana, comparativista, investigadora de los fenómenos educativos y doctora en Ciencias Pedagógicas. Vicepresidenta de la sesión de Educación Comparada de la Asociación de Educación Comparada en Cuba y autora de varios artículos sobre «Tendencias de Políticas Educativas» en la región y sobre la Educación Comparada como ciencia, y autora principal del Libro “Educación Comparada. Teoría y Prácticas”.

L.B: Bienvenidos y bienvenidas, todos y todas, a este nuevo contacto internacional en el marco de la consulta por la calidad educativa. En esta oportunidad conversaremos con Rosa María Masson. Rosa es una pedagoga cubana, investigadora de los fenómenos educativos, comparativista que se ha dedicado a estudiar los últimos años el tema de las políticas educativas en la región y en el mundo. Bienvenida Rosa a este contacto internacional.

R.M.: ¡Muchas gracias! Gracias por la invitación!

L.B.: Rosa, comencemos con el tema concreto de la consulta ¿Qué es para ti el tema de la calidad educativa?

R.M.: Bueno, yo tengo cuatro miradas, por lo menos, sobre la calidad educativa. Hay una mirada que creo que es la que más me preocupa y me parece que ha sido el motivo por la cual tú estás haciendo esta consulta internacional, y es que la calidad se ha secuestrado Luis, es decir, la calidad está secuestrada por los organismos internacionales por un grupo de personas que hacen grandes foros internacionales, dicen, deciden, ponen los indicadores de que debe ser calidad y, nos han metido en ese lío a todos, es decir, todos estamos luchando por un ranking, buscando cómo acreditarnos, cómo tener una mejor universidad, cómo poder tener esa imagen de calidad que nos están dando todo el tiempo.Yo prácticamente lo único que hago es criticarla y tratar de encontrar cuales son los orígenes y porque estamos casi embelesados todos alrededor de ese criterio de calidad.

Hay otras aristas de la calidad o digamos otras miradas de la calidad que creo son muy poco tocadas y que a mi modo de ver serían la esencia de lo que estamos buscando hoy y que nos ayudará a encontrar un camino de cambio real, no de reformas sino real. Primero la concepción que tienen los maestros de calidad, no la que le explicamos en un postgrado o le damos a leer en un libro, sino las que ellos se forman en un aula y dicen. Por ejemplo: «Yo quiero con estos niños, con estos jóvenes o con estos adolescente lograr que aprendan a ser buenos seres humanos» En esta concepción de la calidad, apenas el maestro tiene conciencia de ella, pero definitivamente es la que va marcando su quehacer educativo todos los días. Ese es un tema que para mí falta mucho de investigar y sobre todo ponerla en la perspectiva del maestro, ¿Cuál es su modelo de calidad?, ¿Qué usted quiere enseñar ?, ¿Qué usted quiere educar?, ¿Para qué usted viene a este centro escolar, que va desde preescolar hasta la universidad? Esas preguntas el maestro las tiene que tener claras y, esas preguntas yo creo necesario podamos ponerla en perspectiva del maestro, esa es una.

La otra son los estudiantes. Yo no veo investigaciones, no he encontrado ninguna Luis, no quiere decir que no exista, investigaciones que le pregunten a los niños ¿Qué escuela tú quieres?, ¿A qué tú vas a la escuela?, ¿Por qué tú tienes que ir a la escuela todos los días? Pero que también lo pongan en perspectiva de un adolescente que se lo pregunten a un joven, que se lo pregunten a un universitario y más aún que se lo pregunte a las personas que abandonaron la escuela un día porque la escuela no le daba lo que estaban esperando. Eso hemos ido obviando y los estudiantes, los alumnos, las nuevas generaciones que en definitiva es lo que estamos formando, apenas los tenemos en cuenta dentro de nuestras investigaciones ¿Para qué es la escuela y qué ellos esperan de esa escuela?

Y la otra es la sociedad, siempre se dice como una regularidad, que estamos formando los hombres y mujeres del futuro, que estamos formando hombres ciudadanos que tienen que ver con su contexto con su país, pero ¿Qué espera el país de esa nueva generación?, ¿Esperan una generación calada, sumisa, que asuma, que diga que nuestro modelo es el mejor de todos, que el pasado es mejor que el presente, que el futuro es incierto?. Tengo la sensación que eso es lo que estamos esperando de nuestra juventud, y cuando la juventud se incomoda un poquito y sale a las calles como los chilenos, se pone a protestar un poquito, ya empezamos a decir que esos no son los muchachos que estamos formando o que esos no son los muchachos que queremos y lo que más podemos hacer es sacarlos rapidito de las escuelas para que dentro de los centros escolares no creen problemas. Por eso te digo, que este tema sobre la calidad educativa para mi es extremadamente imprescindible, no pensemos que vamos a cambiar nada, vamos a encontrar nuevas formas de hacer la educación, sino llegamos a la profundidad de lo que es el tema, repito, ¿Qué maestro?, ¿Qué concibe el maestro como perspectiva de calidad?, ¿Qué entiende un estudiante como perspectiva de calidad y, qué la sociedad como perspectiva de la calidad?

En estos días he trabajado en universidades privadas e increíblemente los profesores tiene las mismas inquietudes que los profesores de una universidad pública, las mismas inquietudes que pasan por no estar seguros de que lo que están enseñando, es lo que deben enseñar, por no estar seguros de cuál es el tema de valores que le estamos dando a los estudiantes, si estos son los sistemas de valores que van a funcionar en la sociedad y además tienen también en esa lógica, un aspecto que es el aspecto económico.

Por ejemplo, me llamaba mucho la atención que los padres llegan a la universidad y preguntan por las carreras más cortas, la que dure dos años y uno piensa, bueno el padre quiere una carrera universitaria corta que dure dos años  porque tiene que pagar menos y eso es una lectura muy simplista. Pienso que el padre pide una carrera de dos años porque sabe que la universidad solo te va a dar un título, pero no te va a dar, o no te está preparando para la vida porque esa preparación para la vida del muchacho la va a encontrar después en el mundo laboral, donde tenga que competir, buscar el espacio, ser creativo, tomar determinaciones que el currículo no se lo está dando. Por lo tanto ese padre busca un título, a mi modo de ver que sea más económico, que cueste menos y que el muchacho esté en condiciones de ponerlo en la sociedad. Y eso es preocupante, es decir, saber que las personas tienen tan poca fe de lo que se está enseñando en la escuela y en la universidad, creo que son pocos los padres que tienen niños en la edad escolar en los primeros años en el bachillerato, en la secundaria básica que cuando el niño sale de la escuela no busca apoyo en otras entidades o como se dice, unos repasadores, unas escuelitas o lo ponen en un grupo de arte, de música o lo pones en otros espacios y no es solo para tener el niño entretenido y no es solo porque tú que estás trabajando mucho, no tienes tiempo para atender al niño; es porque tu sientes de manera empírica, lo respiras y no sabes cómo decirlo en palabras, que tu niño, que tu joven o tu muchacho no está aprendiendo lo suficiente, lo que necesita para poder insertarse en la sociedad y, ser una persona de éxito y más que de éxito, que sea una persona satisfecha, que no llegue a la mañana a trabajar solo por dinero y porque hay que comer, es decir, que el trabajo sea un lugar en el que tú tienes buenos amigos, en donde tú puedes crear, en donde tú puedes tener buenas ideas, donde tú no vas a estar pendiente todo el tiempo, que si el jefe te va a echar un ojo, y la escuela no te está preparando para eso.

La escuela se está convirtiendo además, Luis, en un lugar peligroso, yo no entiendo cómo los niños son tan crueles, cómo logran tener esa violencia tan fuerte y antes uno lo veía en las películas americanas y pensábamos que estábamos lejos de tener esa violencia en la escuela. Desgraciadamente la violencia ha llegado también a otros espacios que no son los norteamericanos y llega de diferentes maneras, porque cuando el niño ya no quiere ir a la escuela porque lo que aprende no es atractivo, cuando el niño no quiere ir a la escuela porque además no tiene amigos en la escuela, tienen muchachos que se burlan de él, que son crueles, cuando la escuela es prácticamente un tiempo monótono, entonces para qué hacemos tantos foros internacionales para hablar de calidad.

En mi opinión es que los protagonistas esenciales de la calidad los estamos dejando afuera y hasta que no entremos en contacto con otras formas de ver la educación y con otras maneras de investigar, otras formas de conocer esos protagonistas e  indagar a esos protagonistas, seguimos haciendo grandes fiestas donde nos vestimos bonito para hablar de calidad, pero la vida sigue, la escuela sigue y nosotros los teóricos, los que nos creemos teóricos seguimos hablando de lo que quisiéramos nosotros que fuera la calidad.

L.B.: Rosa, tú no solo eres docente universitaria, no solo eres comparativista, no solo eres investigadora, también te has desempeñado como docente de aula eso también te da una mirada compleja de lo que es el fenómeno educativo y tu abordas en estos tres ámbitos, desarrollas uno que me parece de total interés en estos momentos, el tema del docente. La calidad fundamentada en el docente, es decir, el docente que se interroga ¿A qué se va a la escuela?, ¿Para qué es la escuela?, ¿Cómo lograr que el estudiante, el niño o la niña tengan un proyecto de vida y no solo de conocimiento formal? Eso implica repensar la formación docente intentando recuperar la centralidad de lo pedagógico, quizás no es el caso de Cuba, pero sí de muchos países de América Latina, pues, la pedagogía está de capa caída y, casi que la pedagogía está siendo cambiada por los expertos en currículo, los expertos en didáctica o ahora la moda: los expertos en la calidad de la educación, ¿Qué sugieres tú?, ese re-enfoque de la formación docente a partir de la recuperación de la centralidad pedagógica

R.M.: Mira, yo te voy a dar dos miradas de nuevo, es decir, veo las cosas de diferentes matices. Te voy a dar una mirada quizás social, el maestro es un profesional, el maestro tiene que creerse que es un profesional, no solo porque yo se lo diga o se lo diga otra persona, el maestro tienen que creerse que lo que está haciendo es una profesión, es una importante profesión, única profesión, porque es la única profesión que te permite entrar en la vida de otro. Es decir, uno va al médico cuando está enfermo y uno utiliza otros profesionales solo cuando lo necesitas un momentico, pero el maestro entre todos los días en la vida de otro y tiene la oportunidad como nadie de formar parte de la historia de otro, por lo tanto, hay que darle el valor de la profesión de los maestros.

Todos los que he conocido, son pocos los que sienten que son profesionales y hay un tema que escuché y hay que preguntar, que es el tema del salario y realmente creo que no estamos bien pagado en ninguna parte del mundo, quizás excepcionalmente en algunos lugares pero ¿Quién está bien pagado?, es decir, uno pregunta, ¿Qué profesional está bien pagado? No son solos los maestros  los que no tienen salarios dignos o salarios muy destacados y, desgraciadamente, el concepto de profesional en nuestras sociedades ha ido perdiendo crédito, los mejores que viven no son los profesionales. Nosotros los profesionales día a día tenemos que ganarnos el pan, por tanto el maestro se considera un profesional dentro de un mundo donde los profesionales no tienen, digamos el prestigio que podían tener hace veinte años.

Un segundo reto: las universidades pedagógicas o carreras pedagógicas tienen que ser un laboratorio de creatividad, no importa qué enseñas, si enseñas didáctica, currículo, qué cosa es calidad, tienes que saber enseñarlo de otra manera, porque en mis experiencias como maestra te puedo decir, que hay una manera de enseñar que no está escrita en ninguna parte, que es mi modo de actuación como maestra. Cuando yo estoy enseñando a otros a ser maestros, estoy enseñando a muchachos que quisiera que fueran maestros y eso es un contenido vivo, real que yo les estoy dando y que es un modelo, que al final trasmite conocimiento, valores y no está escrito en ningún proyecto curricular.

Yo creo que las universidades pedagógicas, tienen que ser dentro de todas las universidades los espacios que  forman maestros, los lugares donde los que estemos ahí dando clases tengamos la oportunidad de demostrarles a los que están aprendiendo, que hay mil formas de aprender, que no tienen que estar sentados en un aula, que se pueden salir a la calle, hacer investigaciones. Eso tiene que llegar de una manera precisa consciente a los espacios donde se están formando a los maestros para poder combinar las dos cosas, porque esa es la imagen social que debe ser un maestro profesionalmente y como tenemos que hacer de esa persona alguien creativo, que a su vez, enseñe a otros a ser creativos; que aprendan además a ser mejores seres humanos. A las universidades pedagógicas llegan los mismos muchachos que llegan a las otras universidades a veces con la imagen de que son los menos que saben, es decir, la carrera pedagógica puede ser quizás la última opción, pero yo he tenido experiencias maravillosas con estudiantes que han llegado a una facultad a una universidad pedagógica porque no tenían otra opción y nos hemos planteando que hay que primero ser los seres humanos ayudarlos a ser seres humanos, a entender lo que es leer, a entender porque hay que saludar porque hay que vestirse de otra manera, porque hay que tener otras expresiones y después le enseñas la pedagogía o le enseñas la matemática o le enseñas lo que ellos van a ser.

En una oportunidad tuve un grupo que no vivía en La Habana sino en la zona oriental y nunca habían visto el mar y los tuve que llevar al malecón de La Habana a que conocieran el mar, porque dentro de su experiencia como seres humanos nunca habían visto el mar y eso que Cuba es una isla. Entonces esa diversidad que me encuentro en el aula de un adolescente si trabajara en la enseñanza básica, es la diversidad que tengo de mis estudiantes como profesores, pero es más, Luis, es la diversidad que tengo con mis estudiantes cuando van a postgrado.

Cuba tuvo un proyecto maravilloso que fue una maestría masiva dirigida a maestros de escuelas, aquellos que en su proyecto profesional nunca pensaron en ser máster. Tuvo sus críticas, yo era Decana en ese momento de la Facultad de Pedagogía y el Rector nos dijo a todos: tenemos que ir a dar clases a la maestría masiva. Esa maestría consistía en la formación de los maestros de primaria y secundaria, se impartía a las cinco de la tarde después de las ocho horas de jornada laboral; era como una clase semi-presencial, le dábamos conferencia, bibliografías, conferencias grabadas y ellos se preparaban para el próximo encuentro.

Recuerdo que me fui a dar clases a un barrio de la periferia (nosotros no podemos decir un barrio marginal porque la marginalidad en Cuba tienen otras características, no porque tenga prejuicios sino porque tiene otras características), todas éramos mujeres, Luis, y todas negras, porque ellas vivían en un lugar donde predomina la clase negra y donde el oficio que las mujeres siempre hacen o la mayoría hacen, es ser maestra. Para ellas era un gran acontecimiento y a las dos horas de estar con aquellas mujeres empecé a descubrir que habían hecho libros de historia porque como ellas venían de bario donde había mucha violencia, donde los niños andaban en la calle casi todo el tiempo, donde se vivía de otra manera, ellas querían enseñarle como fue Camilo Cien Fuegos de niño, las maldades que pudo haber hecho Camilo Cien Fuego de niño, Ernesto “Che” Guevara, Maceo. En fin, sacaron todos los patriotas que estaban en el currículo oficial, Luis, y habían hecho un anecdotario, una investigación sin saberlo. Asimismo, me encontré otras que habían hecho libros de matemática, de problemas de matemática, entonces tú te imaginas que yo llegara con mi título de Doctora, con todos esos años, con toda aquel glamour de ser la Decana de la Facultad, encontrarme con aquellas señoras que trabajaban más que yo porque trabajaban hasta diez horas diarias, porque cuando tu llegas a una escuela a las cinco de la mañana y te vas a las seis y media de la tarde con un aula de veinte o veintiséis niños, eso si que es trabajo.

Ellas me enseñaron lo que yo nunca pensé encontrarme y cuando empecé a hable de Vygotsky y sus zonas de desarrollo próximo, “¡qué zonas de desarrollo por Dios!”. Ellas habían aprendido mucho más de lo que yo podía darle en concepto, entonces hice aquello como un gran juego y les dije: “Ustedes me dan sus experiencias y yo de pedagoga le voy a poner los nombre que dice la Ciencias que tienen esas acciones que ustedes hacen cotidianamente”. Ese fue un semestre maravilloso. Fui a su escuela, defendieron sus trabajos de Maestría y fueron mujeres felices, se sintieron reconocidas en la escuela, eso es lo que yo aspiro cuando te hablo de calidad: Encontrar esos espacios donde la calidad habla de resultados reales y donde los niños que están percibiendo de esas maestras lo mejor que ellas pueden darles, tengan en la escuela una experiencia de vida que en la escuela quizás no se la están dando no se la está dando la sociedad, pero que sepan que hay un lugar bueno donde la gente son lindas y que se puede vivir mejor. Si logramos eso, creo que estamos hablando de calidad.

Hay una película Cubana llamada: “Conducta”, que se ha discutido mucho en La Habana con los maestros, el relato dice que: Carmela, la maestra de conducta no le importaba más que ese par de muchachitos ,que estaban en desventaja, tuvieran una experiencia feliz en la escuela y los defendía como se defiende a alguien que se quiere mucho. Ella no podía ser la buena de todos, pero era la maestra que había que respetar y conocía el alma de esos niños (ese el tipo de personalidad, Luis, que creo hay que saber explicarnos y hay que hacernos sentir).

Técnicamente yo solo criticaría que no creo que sea la mejor a la hora de hablar de la calidad, a mí me dejas para lo otro, para los maestros, para lo vivencial que por ahí va mi teoría. El maestro tiene que tener experiencias lindas cuando aprende a ser maestro, tiene que sentir que ser maestro es importante y es en las universidades pedagógicas donde hay que ponerles eso, lo vivencial. Con esto no es que este negando la pedagogía ni la didáctica, son extremadamente importante, para saber el objetivo, como organizar el contenido, qué métodos aplicar. Eso hay que saberlo, eso es ciencia, eso no es empírico, pero el arte de educar hay que ponerlo en la perspectiva del aprendizaje.

L.B.: Rosa tu hablaste de otra mirada que tiene que ver con los jóvenes, con los estudiantes, con los que van al aula. Ahora bien, unos de los objetivos de nuestro sistema educativo, casi como un identificador es que procura la construcción de ciudadanía y ésta significa también: la repolitización de los jóvenes, es decir, no de participación pero si de pensamiento político, sin embargo, hay un sector amplio de la juventud que se sigue alejado de la política como proceso de transformación planteando, que la escuela no logra cumplir con esa meta. A mí me llama la atención un grupo incluso cubano llamado “Buena Fe”, que en una de sus canciones (que son muy escuchadas aquí en Venezuela) habla de “Cuídate de la política que así como te sube te deja con el cuerpo afuera”, es decir, que implica un cuestionamiento a una forma de hacer política, hay también hay una tarea pendiente de nuestro sistema educativo de cara a los jóvenes ¿cómo resolver ese cuello de botella Rosa?

R.M.: Escuchándolos Luis, sin tenerles miedo y estar sin prejuicios; ¿Por qué yo tengo que esperar que los jóvenes piensen igual que yo?, ¿Por qué yo tengo que esperar que se vistan, que se peinen, que hagan la poesía la música igual que yo? Nosotros fuimos una generación privilegiada, Luis, nuestros padres de la generación que nos precedía nos regalaron sueños, nos decían que había que luchar por los sueños. Hay quien les costó la vida luchar por los sueños, pero era una época de romanticismo de lucha de que el mundo era posible, los hippies se criticaban pero salía a la calle a luchar por una educación mejor, por una vida mejor. A veces miro a los jóvenes y me digo ¿Qué mundo les estoy dando como herencia? Corrupción, políticos que no se comprometen, políticas que se vuelven viejas y al final no escuchan, te dicen que hay dialogo pero no hay dialogo. ¿Qué mundo les estoy regalando? No les estoy regalando ni un sueño, les estoy diciendo que hay que seguir identificándose por algo que ni se sabe lo que es.

Entonces, cuando los veo ajenos, tan distantes de nuestra generación, de nuestro proyecto creo que es porque no hemos sabido establecer las autopistas y cuando el joven o los jóvenes se acercan a nosotros tenemos una mala magia de ponerlos a nuestra semejanza, es decir, el muchacho que ayer era rebelde y estaba en la calle o estaba en la universidad luchando por derechos ya logramos que se acerquen a nosotros como adultos que tenemos responsabilidad y lo empezamos a domesticar para mal, con frases como: “Cállate la boca”, “ya tú no tienes que estar hablando tanto”, “ya tu representas otro poder”, el resultado es que el muchacho en seis meses ya es semejanza de lo que no quiso ser y de lo que estaba luchando en la calle.

Mira la Revuelta de Chile para mí fue una gran enseñanza ,tú te imaginas que sean los muchachos los que le digan a los padres que estaban dormidos, que se habían dejado comer por el neoliberalismo y que nadie protestaba por eso y la explicación que se daba técnicamente por lo menos la que más me llegaba a mí era que ellos luchaban porque sus padres tuvieron más oportunidades de educarse que ellos, es decir, ellos iban a tener menos posibilidades de educarse que lo que tuvieron los padres, formarse profesionalmente y que uno queda endeudado de por vida para hacerse profesionales. Pero luchaban más que por eso, Luis, lo hacían porque querían en un proyecto de país donde soñar tiene que ser parte de ese proyecto; donde no es solo llenarse de dinero, de equipos electrodomésticos y de cosas, hay que soñar y tenemos que ayudar a los jóvenes de que esos sueños se canalicen por buenos caminos, que no se marginalicen con drogas, que la violencia no sea la expresión, pero hay que olvidarse de la edad que tenemos que es muy difícil.

Siempre digo que la que se pone vieja en el aula soy yo, siempre tengo estudiantes de veinte años en el aula y hace treinta años que tengo estudiantes de veinte años en el aula, es decir, me han pasado treinta años por encima a mí, para olvidarse de las malas experiencias, hay que saber escuchar y hay que encontrar los mecanismos para llegar a ello. Los jóvenes están pidiendo a gritos que los ayudemos, Luis, no el mundo que creemos tú y yo que es el perfecto, el magnífico, que para nada es perfecto ni magnifico. Es su mundo, el de hoy, el que van a tener mañana porque ellos son el futuro de mañana y los maestros debemos tener de esa ciencia-ficción que tanto te gusta a ti; tenemos el deber de soñar qué va ser dentro de cinco años estos países, tu país, el mío de nuestra región, ¿Qué va a ser? Y modelárselas y decirles miren ustedes van a tener la oportunidad que no tuve yo, luchen por este modelo que no es ganar dinero, que no es drogarse, que no es buscar la vía más fácil para hacerse millonario, sino es soñar una tierra más linda, más solidaria, yo creo que a lo mejor no es nada técnico amigo, es decir, te estoy hablando de muy poca técnica, pero te estoy hablando de algo que siento, a veces lo veo en mis hijos y digo: “Ustedes son Peter Pan, viven eternamente jóvenes, quiere ser eternamente jóvenes, más que jóvenes adolescentes”. Y cuando lo comento con otros educadores me dicen: “¡Ay!, mis estudiantes son iguales, no quieren crecer”.

Es un signo de que en la sociedad que le estamos brindando es mejor quedarse chiquitico, es mejor quedarse como Ernesto en la casa en una escuelita linda donde está protegido, entonces eso lo tiene que llevar a una reflexión seria, importante donde tu y yo estemos en el público y que sean los jóvenes los que estén en el panel hablando, pensando, diciendo ¿Qué pasa con la tecnología?, ¿Qué pasa con su problema?, ¿Cómo es la sexualidad?, ¿Qué experiencias de sensualidad tienen? En fin todas esas cosas que tu y yo sabemos que les preocupa, pero que no es lo que yo creo que ellos ven, sino por como ellos creen, ven y viven esas experiencias, amigo, esa es una asignatura que tenemos que estudiar .

L.B.: Rosa, si tuvieras que hacer una recomendación a los sistemas educativos de la región. Tres recomendaciones fundamentales para avanzar en una educación inclusiva de calidad, ¿Cuáles serían esas tres prioridades, Rosa?

R.M.: Primero que somos diversos en todos los sentidos y la escuela tiene que aprender de esa diversidad, esa es la primera recomendación. Hay que estudiar más acerca de la diversidad que va desde todo, es decir, mi historia de vida me hizo diferente a ti, aunque fuéramos hermanos, eso es importante. Segundo todos podemos aprender, todos somos buenas personas, lo que va pasando de malo es porque nos van pasando cosas en el camino, pero siempre hay que mantener ese espíritu de que lo que tengo adelante es una buena persona que puedo formar que va a aprender de otras maneras quizás pero va a aprender. Tercero, la escuela tiene que saber atender la diversidad en todas las manifestaciones y entender que todos los que llegamos a la escuela o los que estamos en la escuela, somos personas que se nos puede educar desde nuestra diversidad y trabajar por un optimismo, por algo que es positivo y que si puede ser y tratar, de que lo negativo de este mundo vaya bajando el rating, vaya bajando el perfil. Si no la pregunta hasta uno mismo se la hace ¿para qué me estoy sacrificando tanto?, ¿para qué estudio tanto? Si al final uno lo hace que ya tiene edad que sabe que quiere y tiene una personalidad constituida, digamos que a un muchacho tú le estas dando desde la mañana puras malas noticias, malos ejemplos, bueno ellos dirán yo me voy por el camino más fácil yo no me voy a complicar mucho más, así sería la escuela que yo recomendaría y que dirigiría además.

L.B.: Rosa para ir cerrando este primer contacto internacional en el marco de la consulta de la calidad educativa me gustaría que le dijeras un mensaje a los maestros, a las maestras, a los profesores, a las profesoras venezolanas que están discutiendo en sus aulas en sus centros educativos el tema de la transformación educativa con calidad.

R.M.: El primer mensaje, Luis Bonilla, es que tienen el privilegio que creo que pocos maestros tienen y así lo tienen que ver, yo no te lo había dicho antes apenas hemos conversado desde hace mucho tiempo. Tu siempre andas muy a prisa y no me haces mucho caso, pero creo que Venezuela está haciendo algo inédito, poner en boca de los maestros, en boca de muchas personas, en boca del país, qué quieren, qué clase de educación quieren, qué proyecto de educación quieren; por eso los maestros venezolanos tiene que tener eso como conciencia que lo que está pasando en su país es inédito. La revolución es inédita, todas las revoluciones son inéditas, pero bueno a veces por ser cotidiano uno cree que no es inédito, eso es la primera cosa que yo creo que tiene que llegarle al maestro. Tienen una oportunidad de discutir política que pocas personas tienen como profesionales en este mundo.

Segundo, lo que está recogiendo ese sentir hay que saberlo canalizar porque si no se queda en una gran frustración y lo otro seria, recoger y canalizar no es para los maestros seria para los que van hacer política o van a continuar haciendo política, me estas pidiendo un mensaje para el maestro. Primero que esa es la oportunidad que tienen que saber aprovechar, y segundo que no lo vean desde el otro, sino a través de su propia experiencia, como yo en mi espacio escolar, en mi escuela que puede quedar en un cerro que puede ser en Táchira o puede ser ahí en Parque Central. Como yo desde ese espacio hago mío una concepción de calidad y hago mía un proyecto de calidad con el proyecto que tengo adelante que además cada maestro sabe que cada año ese proyecto debe ajustarse para los nuevos estudiantes que vienen llegando, eso necesita, Luis Bonilla, quizás escuchar todas esas entrevistas que tu estas dando para que vean cómo se ve la calidad desde una mirada de un banco desde una mirada más humanista y que vayan encontrando también esos referentes. Que digan: bueno la mía es puramente cognitiva, me interesa solo que aprendan a leer y escribir, no me interesa nada más y si eres consecuente con eso, yo te aplaudo, si eres consecuente desde la mañana a la tarde, si a ti lo único que a ti te interesa es ir a la escuela a que los muchachos aprendan a leer a escribir y las matemáticas y la tecnología , yo te lo aplaudo, pero tienes que ser consecuente con tu propio proyecto, si tu proyecto es que los muchachos conozcan la naturaleza, que tengan una actitud consiente con todo esto del medio ambiente, está bien si eres congruente con tu proyecto y haces tu proyecto de calidad.

Si ustedes logran que los maestros venezolanos vean esto como una gran oportunidad de hacer política y que esa gran oportunidad se puede concretar en un proyecto político del aula con lo que se crea en mi aula, yo debo convertir esa calidad en real,.

En México estos días han sido increíbles, yo nunca había venido a México, nunca había tenido la oportunidad de trabajar en una Universidad privada. Aquí he encontrado cosas como las mismas que encontré en Venezuela, las mismas preocupaciones, los mismos deseos de aprender, las mismas que encuentro en Cuba, las misma que encuentro en Nicaragua y vale la pena amigo, vale la pena seguí indagando, estudiando y luchando por un mundo mejor, porque definitivamente nosotros somos del equipo de los optimistas .

L.B.: Gracias a Rosa María Masson, pedagoga Cubana quien se encuentra en estos días trabajando en México, por su opinión por habernos expresado su punto de vista, respecto a la calidad educativa en esta consulta internacional por la transformación de nuestro sistema educativo, Gracias Rosa.

R.M.: Muchas gracias a ti, nos vemos.

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India creará observatorio sobre ondas gravitacionales, confirma Modi.

Nueva Delhi – India/ 28 febrero 2016/ Autor y Fuente: Prensa Latina. Agencia Informativa Latinoamericana.

El primer ministro de la India, Narendra Modi, confirmó hoy la próxima construcción en el país del Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser, el tercero del mundo, con el fin de estudiar ese fenómeno físico.

Durante su habitual programa radical, Modi destacó el reciente descubrimiento de las ondas gravitacionales, como predijo el físico alemán Albert Einstein hace décadas.

Debemos estar orgullosos por el hecho de que los científicos indios formen parte de este proyecto, manifestó el jefe de Gobierno.

La instalación será desarrollada por el Instituto de Investigaciones del Plasma de Gandhinagar (/IPR), en colaboración con diversos centros científicos de la nación, y costará unos 13 mil millones de rupias (191 millones de dólares), un presupuesto aprobado recientemente por el consejo de ministros.

«Se trata de un gran logro para la ciencia», afirmó días atrás al diario The Times of India Dhiraj Bora, director del IPR.

Al trabajar en conjunto con los otros dos detectores de este tipo que existen en Estados Unidos, nuestro observatorio mejorará la precisión de la localización de las ondas gravitacionales de cinco a 10 veces, añadió.

El especialista también señaló que la creación del centro supone un esfuerzo considerable por parte de los científicos y técnicos, ya que construir tanto sistemas al vacío, como el interferómetro más sensible del mundo demanda una alta precisión ingenieril.

En su teoría general de la relatividad, Einstein predijo la existencia de ondas gravitacionales, hecho que los científicos trataron de probar durante años.

El 11 de febrero, los observatorios experimentales de Hanford (estado de Washington) y Livingston (Louisiana), anunciaron la detección de las ondas gravitacionales, corroborando así las predicciones del físico.

El proyecto indio motivará a los estudiantes y especialistas a explorar nuevas fronteras del conocimiento, impulsará la investigación científica en el país y pondrá a la India a la vanguardia de la investigación gravitacional en el orbe, según las fuentes asociadas a la iniciativa.

Fuente de la Noticia:

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4649791&Itemid=1

Fuente de la Foto:

http://www.muyinteresante.com.mx/espacio/16/02/11/ondas-gravitacionales-confirmadas/

Socializado por:

María Magdalena Sarraute Requesens. Doctorado en Ciencias de la Educación, Magister en Desarrollo Curricular, Licenciada en Relaciones Industriales. Docente – Investigadora Educativa del CIM y reconocida por el PEII en la Categoría B, Coordinadora General del Centro Nacional de Investigaciones Educativas, Integrante de la SVEC e Integrante Fundadora de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

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Crean chip que abaratará tecnología satelital

Singapur/29 febrero 2016/Autor y Fuente: Prensa Latina. Agencia Informativa Latinoamericana

Científicos asiáticos desarrolladon un chip que con el que podrán producirse cámaras de radar cien veces más pequeñas que las actuales, reportó hoy la revista Amazings.

Con esta nueva tecnología los artefactos que normalmente pesan entre 50 y 200 kilogramos y se usan a bordo de grandes satélites, podrán fabricarse hasta que quepan en la palma de una mano.

«A pesar de ser pequeñas, pueden producir imágenes con la misma alta calidad, si no mejor, que las cámaras de radar convencionales», subrayó Zheng Yuanjin, al fremicrochipnte del grupo investigador.

El informe del equipo asegura que utilizar el nuevo chip abarataría 20 veces la producción y los artefactos resultantes consumirían 75 por ciento menos de energía.

El estudio fue desarrollado en los últimos tres años por la Universidad Tecnológica Nanyang, en Singapur, y la revista asevera que la tecnología ya atrajo la atención de varias corporaciones multinacionales.

«Ahora está siendo investigada para su uso en Vehículos Aéreos No Tripulados (drones) y en aplicaciones satelitales», puntualizó el profesor Yuanjin.

Los actuales sistemas de cámaras de radar tienen normalmente entre medio metro y dos metros de largo, su costo supera el millón de dólares en el mercado y pueden consumir más de mil vatios de electricidad por hora. «Ese es el equivalente a la energía de una unidad doméstica de aire acondicionado funcionando durante una hora», comentó el científico.

Las gigantescas cámaras de radar, del tipo conocido como Radar de Apertura Sintética, son a menudo transportadas por satélites y aviones que producen imágenes detalladas de la superficie terrestre.

«Los objetos de más de un metro, como coches y embarcaciones, pueden ser vistos fácilmente por la cámara de radar instalada en un avión volando a una altitud de 11 kilómetros», agregó Yuanjin.

Fuente de la Noticia:

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4653241&Itemid=1

Fuente de la Foto:

Primera foto: http://www.correodelorinoco.gob.ve/multipolaridad/crean-chip-que-abaratara-tecnologia-satelital/

Segunda foto: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4653241&Itemid=1

Socializado por:

María Magdalena Sarraute Requesens. Doctorado en Ciencias de la Educación, Magister en Desarrollo Curricular, Licenciada en Relaciones Industriales. Docente – Investigadora Educativa del CIM y reconocida por el PEII en la Categoría B, Coordinadora General del Centro Nacional de Investigaciones Educativas, Integrante de la SVEC e Integrante Fundadora de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

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Perú:  Problemas de Infraestructuras en las Instituciones Educativas Públicas pone en peligro el inicio del año escolar 2016  

Supervisión de la Defensoría del Pueblo en 71 instituciones educativas públicas, evidencia el fracaso del MINEDU en el cierre de la brecha de infraestructura educativa en el Perú.

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Como es de conocimiento público el 14 de marzo se inicia el año escolar 2016 en los Instituciones Educativas (IE) públicas de todo el país[1]. Por tal motivo, la Defensoría del Pueblo[2] (DP) emitió el 01 de marzo del presente año la Nota de Prensa N°028/OCII/DP/2016[3], en donde tras una supervisión realizada en 71 IE de Lima Metropolitana y Huaura, con la finalidad de verificar que el inicio del año escolar 2016 en adecuadas condiciones, detectó diversos problemas de infraestructura, lo que podría poner en riesgo la seguridad de los estudiantes de dichas IE.

Entre los principales problemas de infraestructura que identificó la Defensoría del Pueblo,   tenemos: a) la presencia de grietas y falta de columnas en los cercos perimétricos; b) la existencia de techos con calaminas colapsadas e inapropiadas para las altas temperaturas que se viene soportando ante el Fenómeno niño; c) los problemas de seguridad en la infraestructura y déficit de aulas, que requieren del acondicionamiento de las aulas prefabricadas como la instalación de agua, luz y trabajos de cimentación en el lugar  con prontitud; deterioro del mobiliario escolar; y , d)  la inadecuada adecuación arquitectónica de las instituciones educativas públicas y privadas sujetas a la existencia de estudiantes matriculados con discapacidad física[4].

Frente a esta problemática, la Defensoría del Pueblo recomendó al Jefe de la Oficina de Infraestructura Educativa del Ministerio de Educación – Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED) que se realice, en el menor plazo, el inicio y/o culminación de las obras pertinentes en las Instituciones Educativas con problemas de cerco perimétricos, a fin de asegurar la integridad física de sus educandos y docentes. Además, solicitó que se brinde prioridad al acondicionamiento de las aulas prefabricadas instaladas en los colegios a fin de mitigar, a corto plazo, el riesgo detectado a favor de la comunidad educativa y que se adopten las medidas necesarias para atender, de manera progresiva, el cumplimiento de la adecuación arquitectónica en beneficio de los estudiantes con discapacidad. Finalmente, instó a las instituciones educativas supervisadas a coordinar con la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana, las Unidades de Gestión Educativas Locales competentes, y con las Municipalidades Provinciales y Distritales para que a través de sus Oficinas de Defensa Civil, se efectúe permanentemente una labor preventiva en las I.E. que permita el establecimiento de los niveles de riesgo ante cualquier siniestro y/o evento de la naturaleza especialmente ante el Fenómeno del Niño.

La situación descrita por la nota de prensa de la DP, evidencia que la brecha de infraestructura educativa identificada en el año 2013 por la Encuesta Nacional de Instituciones Educativas del nivel Inicial y Primaria 2013[5] y el Censo de Infraestructura de II.EE. no ha sido cerrada. La Encuesta Nacional de Instituciones Educativas del nivel Inicial y Primaria 2013, identificó que las aulas de clases de los locales escolares, presentan como material predominante en las paredes al ladrillo o bloque de cemento (70,8%) y al adobe (19,3%); mientras que el material predominante en los pisos es el cemento (65,1%) y la madera (17,7%); además, que el material predominante en los techos son las planchas de calamina (44,3%) y concreto armado (36,7%). En relación a los servicios básicos del local escolar, estos presentan como abastecimiento de agua al proveniente de la red pública (46,5%)  y de agua proveniente de río, acequia o manantial (34,2%); mientras que como tipo de servicio higiénico, a los inodoros conectados a red pública (31,3%) y a inodoros no conectados a red pública (24,3%); además, que el 76,8% de aulas de clases presentan servicio  eléctrico operativo. En relación a la disponibilidad de Mobiliario Escolar en las aulas de clases de las instituciones educativas de inicial y primaria se dispone de pizarras (94,9%), escritorio para los docentes (78,6%) y sillas para uso del personal docente (83,1%) (INEI 2013, pág. 37 y45)[6].  Asimismo, según el Consejo Nacional de Educación (2015) afirma que el Censo de Infraestructura de II.EE. identificó “una brecha de inversión de aproximadamente 60 mil millones52 de nuevos soles. Es resaltable que el 64% de las edificaciones debía ser demolido y que el 79% de los colegios rurales carecía de servicios básicos” (pág. 48)[7]

A modo de conclusión, la emisión de la nota de prensa N° 028/OCII/DP/2016 de la Defensoría del Pueblo pone en evidencia que:

El inicio del año escolar 2016 está en peligro, porque a dos semanas de su inicio se identificaron problemas relacionados con la infraestructura y el mobiliario escolar en una muestra de 71 Instituciones Educativas públicas de Educación Básica Regular (EBR) de Lima metropolitana y Huaura. Si en esta situación se encuentran 71 IE ¿Cuál será el estado actual de la infraestructura y mobiliario escolar de las 68.327[8] IE públicas de EBR a nivel nacional?

El MINEDU es el responsable de no cerrar la brecha de infraestructura educativa. En la medida, que el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED)[9] no logró ampliar, mejorar y dotar de nueva infraestructura educativa al país a pesar que el gobierno en el año 2014 le transfirió:

 “817 millones de nuevos soles del pliego presupuestal 010 del MINEDU para financiar el desarrollo de 693 proyectos de infraestructura educativa. De ellos, se destinaron  S/. 381 millones a gobiernos regionales y S/. 435 millones a gobiernos locales. Así también, PRONIED tuvo en el 2014 una activa participación en la promoción de las  dos modalidades de inversión privada en infraestructura pública: Asociaciones público-privadas y Obras por impuestos (OxI)” (CNE, 2015, pág. 49)[10]

Asimismo, esta responsabilidad recae también en los organismos descentralizados del MINEDU: Direcciones Regionales (DRE) y Unidades de Gestión Local (UGEL), quienes son los encargados de gestionar con los organismos correspondientes la reducción de la brecha de infraestructura educativa en las provincias y distritos de su jurisdicción. En ese sentido, el MINEDU ha establecido una línea de acción y un conjunto de responsabilidades estipulado en Resolución Ministerial N° 596-2015 MINEDU[11], del 29 de diciembre de 2015.

El fracaso del MINEDU en el cierre de la brecha de infraestructura educativa está relacionado con el estancamiento de la inversión educativa (3.8% en el 2016)[12] por debajo de la media latinoamericana que alcanzaba valores alrededor del 6% del PIB o superior[13], como consecuencia del ahorro de recursos para resolver los desequilibrios macroeconómicos, pagar la cuantiosa deuda externa y otorgar a los grandes empresarios mayor capacidad financiera para sus intereses privados.

 

AUTOR:

Hans Mejía Guerrero

Hans_mguerrero@hotmail.com

 

FUENTES CONSULTADAS:

http://www.defensoria.gob.pe/modules/Downloads/prensa/notas/2016/NP-028-16.pdf

FUENTE DE IMAGEN:

http://www.diariolaprimeraperu.com/online/images/2013/marzo/12/nac4.jpg

 

NOTAS:

[1] http://www.minedu.gob.pe/n/noticia.php?id=37007

[2] http://www.defensoria.gob.pe/index.php

[3] http://www.defensoria.gob.pe/modules/Downloads/prensa/notas/2016/NP-028-16.pdf

[4] De conformidad con la Ley N° 29973, Ley General de la Persona con Discapacidad: “Las instituciones educativas tienen la obligación de cumplir con el acondicionamiento de la infraestructura física, mobiliaria y adquirir equipos para atender a estudiantes con discapacidad”

[5] https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1170/libro.pdf

[6] Ídem

[7] http://www.cne.gob.pe/images/stories/cne-publicaciones/PEN%20CNE%20-%20Balance%20y%20Recomendaciones%202014%20(final).pdf

[8] http://escale.minedu.gob.pe/magnitudes-portlet/reporte/cuadro?anio=2&cuadro=18&forma=U&dpto=&dre

[9] Creado en el año 2014 con el objetivo de ampliar, mejorar y dotar de nueva infraestructura educativa al país, a través de la concertación de los tres niveles de gobierno.

[10] Ídem.

[11] http://www.minedu.gob.pe/biae2016/pdf/rm-596-2015-minedu-norma-ano-2016-para-dre-ugel.pdf

[12] http://inversionenlainfancia.net/blog/entrada/noticia/2832/0

[13] http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Informe-Regional-EFA2015.pdf

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