La CNTE y el presidente

Por: Carlos Ornelas

Es difícil entender los elogios que el presidente López Obrador lanza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con todo y que sus voceros le tiran piedras, critican —por neoliberal, dicen— su política hacia la educación y su proyecto querido de transformación curricular y nuevos libros de texto.

En definitiva, la CNTE no va con la cuarta transformación.

Por ejemplo, la sección XVIII, de Michoacán, mantiene un plantón —desangelado, pero permanente— frente a la Secretaría de Educación Pública desde hace casi un mes y ayer marcharon al zócalo para “exigir” 100% de incremento al salario y respuesta tangible a sus demandas, como basificación de mil 200 maestros interinos, designados por los líderes, no por las autoridades, además de los miles que ya obtuvieron su plaza por el éxito en la movilización de la CNTE.

Sin embargo, el presidente les manda saludos y abrazos. Incluso, elogia a los maestros emblemáticos de la Coordinadora. Por ejemplo, en la ceremonia del día del maestro del 15 de mayo pasado, el presidente expresó: “Aquí hacemos también un reconocimiento al maestro Lucio Cabañas y al maestro Othón Salazar”. ¿Quién sabe por qué no encomió a Genaro Vásquez cuyo cartel con metralla en mano acompaña toda manifestación de la CNTE? Tal vez se le olvidó o quizá, en su visión, algo tenía de conservador o neoliberal el maestro guerrillero.

En la misma ceremonia del mes pasado, el presidente respondió con ofertas de incremento salarial y de adición de una UMA por año a los límites de pensiones que le solicitó —con alabanzas— Alfonso Cepeda Salas, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero no le echó las flores que le dedicó a la CNTE.

Dos citas muestran ese apego. La primera, cuando daba respuestas al SNTE: “Muchas gracias a los dirigentes de la CNTE, que es una organización magisterial caracterizada por la defensa de la educación pública y de la democracia”.

La segunda, después del aplauso al magisterio. “Y agradezco también a los dirigentes y a todos los que pertenecen a la CNTE, porque hemos llegado a acuerdos. Y hay que reconocerles a ellos que, en los momentos más difíciles, cuando estaba en su apogeo el neoliberalismo, cuando estaban queriendo privatizar la educación, ellos estaban en la calle luchando y protestando”.

Parece que, con sus palabras, el presidente premia —y hasta encomia— las acciones de la Coordinadora en el pasado. Pero no entiendo el panegírico que les emite, cuando sus dirigentes no cejan de criticarlo; incluso con insultos.

Y más, porque de forma abierta rechazan el “Marco curricular común y plan de estudios” que propone su gobierno, propagandiza la SEP y lidera Marx Arriaga. Vamos, ya hasta le recortaron el calendario escolar en sus territorios.

Mis instrumentos de análisis no me dan caletre suficiente para entender los loores del presidente a quienes lo zahieren. Tal vez un discípulo de Freud pudiera explicar ese amor no correspondido.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-cnte-y-el-presidente/

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El SNTE y la democracia ventrílocua

Por: Luis Hernández Navarro

Fiel a sus más rancias tradiciones, el autoproclamado ejército intelectual de la 4T en Nuevo León convocó a sus agremiados a participar en el Sorteo Navideño 2021. En lugar de defender a sus afiliados, optó por rifar dos automóviles Nissan, televisores, tabletas, celulares, microondas y electrodomésticos.

La historia viene de atrás. En 2018, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) apoyó la candidatura presidencial de José Antonio Meade porque en esa elección –dijo– se “jugaba el destino de nuestra patria”, y el candidato del PRI cuenta con el mejor proyecto para el magisterio. Sin embargo, en abril de 2019, cambió de chaqueta y declaró ser “aliado” y “ejército intelectual” del presidente López Obrador y la 4T.

En noviembre de 2019, sin la participación de los maestros de base, después de que el dirigente nacional del SNTE Juan Díaz de la Torre puso “pies en polvorosa” y pidió licencia definitiva al frente del sindicato, fue “electo” Alfonso Cepeda Salas. Su nombramiento fue una pantomima. Antes de asumir la representación formal del organismo gremial, Cepeda controlaba cuotas, dirigentes estatales e interlocución con el gobierno. Encarrerado, decidió quedarse en el puesto hasta 2024.

Malpensados, hay quienes ven en la repentina sumisión del SNTE a los designios de la 4T no amor sincero sino interés. Según el periodista Enrique Aranda, el patrimonio de Cepeda estaba siendo investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera, entonces a cargo de Santiago Nieto. La pesquisa busca dilucidar la adquisición, en Saltillo, de Médica Bosco, la clínica Alheira y una farmacia, por familiares cercanos al antiguo coordinador de finanzas de Juan Díaz de la Torre. Antes de ser adquiridas, estas empresas valían más de mil millones de pesos (https://bit.ly/3Eauis7). Sus golpeadores son cadeneros de los antros de La Laguna.

La rifa de dos automóviles entre el magisterio estatal de Nuevo León agrupado en la sección 21 del SNTE, es obra de José Francisco Martínez, ratificado como dirigente sindical en unas elecciones amañadas el pasado 5 de noviembre.

Aunque formalmente, el nuevo comité fue nombrado por voto directo, universal y secreto, el proceso estuvo viciado de origen. Cepeda Salas fue jugador y árbitro en los comicios. Manejó, sin contrapeso alguno, padrón, cuotas sindicales y comisión electoral en favor de una planilla única: Unidad Sindical 21. A los maestros de base se les hizo firmar mañosamente su presencia y se presentó el documento como un voto a favor de los institucionales.

Los dirigentes del nuevo comité son casi todos integrantes del saliente. Como en el juego de las sillas, sólo cambiaron de lugar. Antes de ser secretario general, José Francisco Martínez era titular de finanzas. Aunque oficialmente se anunció una aplastante participación, la realidad fue otra. La D-II-234, ubicada en un barrio obrero del municipio de Juárez, donde se enseña inglés y francés como segunda lengua, está integrada por 46 trabajadores de secundarias técnicas (más 20 externos con los que inflaron el padrón). Sin embargo, votaron sólo 11 personas.

Múltiples irregularidades se suscitaron también en las elecciones de la sección 27 de Sinaloa. Allí, cuatro planillas disputaron la representación, pero sólo una, la naranja, fue registrada y contó con recursos sindicales para hacer campaña y obsequiar playeras, gorras y otros artículos. El control del padrón estuvo en manos del comité nacional y las sedes de votación fueron cambiadas. El proceso no lo organizó un organismo autónomo neutral, imparcial, sino el mismo comité nacional.

Tres planillas impugnaron los resultados de los comicios “por coacción del voto, relleno de urnas y mal uso de recursos”. Según el maestro Carlos Rea, en las elecciones “se rellenaron urnas y no existió un padrón exhibido”. Añadió: “Hay más de mil 200 inconsistencias. Gastaron y compraron votos a la antigua usanza. Todo eso lo hicieron y hoy tiene enardecido, enojado, molesto al magisterio. Los naranjas son ilegales, son ilegítimos, son hijos de un megafraude. Hubo dinero, compraron votos, utilizaron vehículos, edificios, el comité nacional les formó la planilla. No hubo voto libre y secreto” (https://bit.ly/3pnjuQU).

La planilla naranja, según los maestros, tuvo el apoyo de la secretaria de Educación local. “Se habla de un fondo de 20 millones de pesos para manejo discrecional de funcionarios con la planilla naranja, para dar conceptos y que varios de ellos, de la planilla, ganan más por esos conceptos que por su salario”, denunciaron.

Algo similar sucedió en las elecciones de la 2 y 37, de Baja California, y en la 31, de Tlaxcala. En la 31 se impidió el registro de los maestros honestos y sólo se aceptó a docentes que han formado parte del comité sindical y tuvieron aval del comité nacional o seccional. Finalmente, en una pugna intercharra, perdió el candidato del dirigente estatal saliente, y ganó una maestra ligada a comités anteriores. La CNTE las calificó de “simulación” en la que “se mantienen las mismas artimañas para garantizar elecciones a modo” (https://bit.ly/3pzjb5G).

Con los gobiernos de PRI y PAN, el SNTE echó siempre mano de su costal de mañas para evitar la democratización del sindicato. Los casos de Nuevo León, Sinaloa, Tlaxcala y Baja California muestran que lo mismo sucede ahora. Llueve, truene o relampaguee, el ejército intelectual de la 4T no va a permitir que los maestros de base decidan el destino de su organización. Su democracia es una pantomima.

Fuente de la información: https://www.jornada.com

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México: docentes en Michoacán se movilizan por falta de pagos e inseguridad en el estado

Por: Javier Méndez

La Sección XVIII de la CNTE reinició la movilización. Exige pago por compensaciones salariales atrasadas, la contratación de normalistas y denuncia el regreso a clases presenciales en regiones del estado donde prevalece la inseguridad por el crimen organizado.

Las jornadas de movilización iniciaron con la toma de la tribuna del palacio legislativo del estado, donde la dirigencia magisterial llamó a los legisladores y al gobernador Ramírez Bedolla a ejercer un presupuesto “responsable”, haciendo mención de la falta de pagos que padecieron más de 28 mil docentes michoacanos en los meses anteriores.

Esta irrupción se dio después de que la petición de diálogo con el poder legislativo estatal les fuera negada, por lo que tuvieron que dar “portazo” para hacer escuchar sus demandas. Sin embargo, esta acción no se replicó en otros estados donde la CNTE dirige las secciones sindicales, como en Chiapas o Oaxaca.

 

Por otro lado, la secretaria técnica de la sección sindical ha declarado en entrevista que, pese a que ya se aprobó el regreso presencial a clases en más del 90% de la plantilla docente y de trabajadorxs de la educación, las y los docentes de la región de tierra caliente no volverán a clases presenciales debido al fuerte clima de enfrentamientos entre cárteles del crimen organizado, que azotan la región desde hace varios años. Si bien hasta el momento se siguen dando clases virtuales, con las deficiencias que esto implica por la falta de conectividad, el regreso sigue posponiéndose pese a que el gobierno estatal declaró el “regreso obligatorio” desde el pasado 8 de octubre, lo cual está siendo resistido por lxs docentes porque pone en riesgo su vida. Esto no tanto por lo que implica regresar sin condiciones de salubridad y pedagógicas óptimas, como sucede en el resto del país, sino principalmente por la inseguridad imperante en la región.

A estas protestas se sumaron otras, como la movilización hacia la oficina de Recursos Financieros del estado, donde exigieron el pago de 53 millones de pesos de los tres programas de la sección: el colectivo de escuelas integrales, Alfa y Centros para el Desarrollo de la Creatividad, la Cultura, el Arte y el Deporte; además de lo que todavía queda pendiente por concepto de compensaciones salariales que se adeudan desde 2019. Ante estas protestas, el secretario de Finanzas y Administración, Luis Navarro García, aseguró que los pagos se realizarán a finales de diciembre, teniendo que responder para tratar de desactivar la movilización magisterial, y todavía queda pendiente la contratación de cientos de normalistas.

 

Unidad de las filas magisteriales para vencer

La lucha que están dando las y los maestros en Michoacán es justa. El derecho al trabajo y el salario completo se deben tener y la repuesta, cuando los gobiernos federal y estatales están aplicando medidas de ajuste que perjudican a los trabajadores, tiene que darse con la movilización, como lo vienen haciendo las y los educadores.

El reto político que enfrentamos como trabajadores para lograr nuestras demandas es ampliar y fortalecer al movimiento, sin confiar en las instituciones ni en el gobierno.

Lo que pasa en Michoacán no es un hecho aislado. La precarización laboral avanza en todo el país. Hay que unir las filas y demandas de todo el magisterio nacional, como la exigencia de que se respeten los derechos laborales y se basifique a todos los trabajadores de la educación; que se contrate a todos los egresados normalistas; que los salarios aumenten y alcancen a cubrir las necesidades de nuestras familias; que se construyan más y mejores escuelas para evitar el hacinamiento; que haya condiciones seguras y suficiente personal tanto docente como de salud en cada una, entre otras.

Para ello hace falta pelear por un aumento sustancial al presupuesto educativo, hasta que alcance al menos el 10% del P.I.B., el cual tiene que ser fiscalizado y administrado democráticamente por las comunidades educativas para que no lo desvíen los gobiernos y dirigentes sindicales corruptos.

Para lograr estas demandas es necesario impulsar un plan de lucha nacional de todos los trabajadores de la educación de los diferentes niveles e instituciones, que se plantee además pelear por una verdadera democratización del SNTE y de los demás sindicatos del sector, para contar con organizaciones que realmente sirvan para defender nuestros derechos.

Sin romper con la confianza en la “buena voluntad” de los funcionarios de la 4T, los gobiernos, tanto estatales como federal, siempre van a “dar largas” o a resolver a medias, en el mejor de los casos, las demandas del magisterio.

Hasta el momento, cada una de las jornadas de lucha que ha encabezado la CNTE han estado orientadas a “abrir las mesas de diálogo”, sin generar la fuerza suficiente para lograr que se cumplan nuestras demandas pendientes. Cuando era necesario y urgente rechazar contundentemente el regreso presencial a clases impuesto sin que existan condiciones seguras, lo cual ha puesto en riesgo la salud y la vida de docentes, de alumnos y de nuestras familias.

En efecto, tenemos derecho a ser escuchados y nuestras demandas deben ser atendidas. Sin embargo, a la luz de las experiencias recientes de otros sectores de trabajadores, podemos ver que la respuesta del gobierno ante cualquier reclamo obrero y popular es darle largas y negarse a resolverlo.

Por eso las y los docentes de la Agrupación Nuestra Clase opinamos que la única forma de enfrentar los ataques, reconquistar nuestros derechos y conseguir más, es a través de la movilización unitaria del magisterio nacional, en alianza con las madres y padres de familia y otros sectores de trabajadores, exigiendo al mismo tiempo la resolución de las demandas locales, sin confiar en las mesas de diálogo que hasta el momento solo han sido trampas.

Los ejidatarios y la población, con independencia de los partidos políticos en el congreso y de los empresarios, cuyo interés es continuar con la explotación de los mantos acuíferos, son quienes deben organizarse para tomar las decisiones que requieren para resolver el enorme problema del desabasto de agua en la región.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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La Violencia hacia la mujer y la 4T

Por: Karen Campos

El gobierno de la 4T, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, significa para muchos una esperanza de transformación social, un gobierno y un presidente que representa los intereses del pueblo trabajador, olvidado, empobrecido y sumergido en la extrema violencia gracias a los manejos corruptos y desmedidos de los gobiernos del PRI y el PAN.

Sin lugar a duda, este gobierno ha estado removiendo las aguas y está salpicando de beneficios a los sectores más vulnerables de la clase obrera con sus programas sociales, sin embargo, sólo las mueve en la superficie, sin acercarse al fondo turbio que ha originado todo este ambiente de miseria e inseguridad en la sociedad. En ese fondo turbio se encuentra el capitalismo, que para sobrevivir requiere alimentarse de la explotación hacia la clase obrera.

Con respecto a la cuestión de la mujer, no es un secreto para nadie que hay un enorme foco rojo en México por la violencia de género que, si bien es un mal heredado de gobiernos anteriores, el gobierno de la 4T no ha podido frenarla. ¿La violencia hacia la mujer es resultado de manejos estatales corruptos o de un sistema social decadente?

El gobierno de la 4T se ha declarado feminista, dado que por primera vez se ha logrado un gabinete paritario, lo cual, según su postura, es un avance y una clara muestra de igualdad entre hombres y mujeres. La presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres, Nadine Gasman, declaró que el 58% de las beneficiarias de los Programas para el Bienestar son mujeres de zonas rurales, empobrecidas, afromexicanas e indígenas. María Fabiola Alanís, titular de la Conavim, declaró que durante este gobierno ha habido una inversión histórica de 302 millones de pesos para los Centros de Justicia para las Mujeres y se han emitido 7 alertas por violencia de género. Todos estos podríamos considerarlos como avances significativos para resolver los problemas de las mujeres, pero analicemos algunos datos.

De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, existe una brecha salarial promedio del 15%, analizada desde 2017 hasta el primer trimestre del 2020, lo que representa que por cada $100 de salario de un hombre, una mujer obtiene $85. Esta brecha salarial evidentemente pone en desventaja económica a las mujeres con respecto a los hombres, por lo tanto, esta condición social genera un proceso de dependencia económica que obliga a las mujeres a permanecer o mantener relaciones de pareja, en muchas ocasiones violentas, debido a que su salario no es suficiente para mantener el hogar, generando un proceso de reproducción de la violencia y vulnerabilidad. Entonces, tenemos paridad en el Congreso, tenemos paridad en el gabinete gubernamental, pero de qué nos sirve si no tenemos paridad en los salarios y estamos bajo el yugo de la dominación económica que nos violenta como parte de la clase obrera y como mujeres. Esto no quiere decir que debamos entonces pugnar por que bajen los salarios de los hombres y los igualen a los de las mujeres, sino todo lo contrario, esto significa que tanto hombres como mujeres debemos organizarnos y luchar juntos, como clase explotada, por incrementar nuestros salarios y derechos laborales de por sí raquíticos y muy golpeados. Por lo tanto, esta declaración de la 4T sobre su feminismo muestra las claras limitantes de esta corriente, pues su paridad sólo representa un avance para las mujeres de arriba, las que no conocen el verdadero mundo de la pobreza y violencia que vivimos a diario las mujeres de la clase obrera. Así que no, esto no es un avance en el proceso de igualdad entre hombres y mujeres, al menos no para la mayoría de nosotras.

En México viven 65.5 millones de mujeres, de las cuales 50 millones están en riesgo de pobreza o en situación de pobreza. Esto significa que, de acuerdo con el último estudio de medición de la pobreza de la Coneval, 8 de cada 10 mujeres en el país viven bajo condiciones de pobreza o vulnerabilidad por la falta de ingresos o carencias sociales. El 67.1% de las mujeres mexicanas presenta al menos una carencia social, el 21.9% presenta tres o más carencias. Un tercio de la población femenina nacional económicamente activa o está afiliada al IMSS o al ISSSTE, lo que significa que no sólo no tiene acceso a la seguridad social, sino que tampoco podrá acceder a una pensión para el retiro o un crédito de vivienda. La pandemia ha profundizado aún más la crisis económica ya presente, donde las principales afectadas han sido las mujeres, pues los índices de desempleo femenino aumentaron con la crisis sanitaria.

Si bien los programas sociales están siendo de gran ayuda para los sectores más vulnerables de la población, estos no son suficientes, pues son como tal un apoyo, mas, no una solución al problema principal, que son la falta de empleo y oportunidades de desarrollo. Todas estas condiciones de pobreza y marginación también son un caldo de cultivo para la reproducción de la violencia hacia la mujer, pues al no existir las condiciones mínimas de salubridad, empleo y desarrollo educativo, la barbarie se reproduce. Estas condiciones obligan a las mujeres a buscar oportunidades de cualquier tipo para sobrevivir, como involucrarse con el crimen organizado, acceder a la prostitución, trabajar en empleos muy precarizados con nulos o pocos derechos laborales, donde los niveles de explotación y violencia son extremos. Por lo tanto, claro que estamos de acuerdo en que se entreguen programas sociales, incluso estos deberían extenderse para que más población pueda tener acceso a ellos, pero no podemos hacerlo cerrando los ojos ante el origen de todo este proceso de desigualdad social y barbarie que ha generado el capitalismo a partir de la acumulación de riquezas de una clase minoritaria que se vuelve cada vez más rica mientras nosotros nos volvemos cada vez más pobres.

Es necesario que, si el gobierno de la 4T quiere ser consecuente con su slogan de “Primero los Pobres”, se encamine entonces hacia la destrucción de este sistema de opresión, pues de lo contrario, se va a quedar en el camino intentando hacer este sistema “un poco más justo”, pues no hay nada justo en la defensa de la propiedad privada y en la apropiación del beneficio del trabajo ajeno, sin los cuales el capitalismo simplemente no podría existir.

Desde que inició el gobierno de AMLO y hasta mayo del 2021, ha habido 2,400 asesinatos de mujeres por razones de género y 7,100 han sido víctimas de homicidio doloso. En 2019 se registró el 89.6% de impunidad para casos de homicidio doloso y 51.4% de impunidad en feminicidios, teniendo un porcentaje general de impunidad del 94.8% de todos los delitos denunciados en 2020. El último reporte del INEGI indica que 10 mujeres son asesinadas al día en este país, más de la mitad son asesinadas por sus parejas o familiares cercanos y casi tres cuartas partes son asesinadas con armas de fuego o por estrangulamiento.

Derivado del confinamiento por la pandemia, el Sistema Nacional de Seguridad Pública indicó que de enero a mayo del 2021 hubo 106,603 reportes de casos de violencia familiar, en todo 2020 se reportaron 220,031 casos, que ha sido la cifra más alta desde el 2015. Estos datos nos hacen preguntarnos si las inversiones a los Centros de Justicia para Mujeres y las alertas de género emitidas en los estados están siendo efectivas para combatir y erradicar la violencia hacia la mujer en México. Las cifras son crudas, la respuesta es no.

La violencia hacia la mujer no se da porque los sistemas de justicia no son eficientes (aunque son un reflejo de ésta), sino porque el tejido social está extremadamente dañado. Se podrá avanzar en instalar más centros de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia, aumentar los senderos seguros y la vigilancia, preparar a policías y ministeriales con perspectiva de género, desarrollar protocolos de atención y prevención de la violencia, casas y refugios para mujeres violentadas, etc. Puntos en que sabemos que el gobierno de la 4T invierte y procura atender. El problema real es que todas estas medidas solo son paliativos para disminuir la violencia, pero no para erradicarla, además de que tan solo con buenas intenciones no va a desaparecer un problema que radica en la estructura del sistema capitalista, la cual la 4T y sus políticas reformistas no están dispuestas a tocar y mucho menos a modificar.

Todos los días nos enfrentamos a una realidad de pobreza, hambre, marginación y violencia extrema, una realidad donde los sectores más vulnerables, las mujeres y la infancia, pagan las peores consecuencias. Desde el origen de la propiedad privada y la sociedad dividida en clases, la mujer ha sido colocada en un papel de subordinación y sumisión ante el hombre, lo que históricamente nos ha puesto en desventaja y vulnerabilidad económica y social. Para la sociedad dividida en clases, las mujeres no somos más que un elemento de propiedad del hombre, destinada a obedecer y callar, a servir y satisfacer, a reproducir y criar; estamos inmersas en un sistema donde las prácticas machistas y misóginas son aceptadas y aplaudidas social y culturalmente, pero éstas se reproducen no en beneficio de un género, sino en beneficio de una clase, que se aprovecha de nuestras condiciones de subordinación para obtener beneficios de la doble explotación. Para el capital las mujeres no somos más que una máquina de reproducción de la clase obrera y carne de cañón para la explotación asalariada y, mientras estas condiciones que originan la opresión de la mujer no cambien, la violencia hacia nosotras no podrá ser erradicada.

Es por esto que, aunque este gobierno progresista tenga las mejores intenciones de mejorar nuestras condiciones de vida para podernos desarrollar en un ambiente seguro y libre de violencia, no podrá avanzar sin una lucha decidida contra el sistema de opresión capitalista. Todas sus propuestas y planes estarán siempre limitados ante las necesidades de lucro de la clase burguesa, por lo que no podremos avanzar hacia un proceso de igualdad social. Para esto es necesario defender un programa diferente, un programa socialista, donde sí se planteé la necesidad de romper con el sistema capitalista, donde se combata, desde las bases de la organización obrera, a los defensores de la propiedad privada. Sólo de esta forma los hombres y mujeres de la clase obrera podremos tomar nuestro destino en nuestras manos e iniciar un proceso de reconstrucción social, eliminando la explotación y la miseria, educando a las nuevas generaciones en un ambiente de prosperidad y colectividad, donde la herencia sangrienta de la violencia hacia la mujer no sea más que un amargo recuerdo del extinto capitalismo voraz.

En aras de esta necesidad imperante de la lucha por el socialismo para la liberación de las mujeres y de la clase obrera, hacemos un llamado a organizarnos, apoyando las demandas transicionales que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida, pero empujando al movimiento a ir más allá, a no conformarnos con migajas reformistas. Lo queremos todo, porque somos nosotros, la clase obrera los que generamos la riqueza y es por ello que merecemos vivir en un mundo libre de la violencia y la barbarie del capital.

Fuente de la información e imagen:  https://marxismo.mx/

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Primer nanosatélite mexicano será lanzado el 4 de diciembre hacia la Estación Espacial Internacional, según AEM

América del Norte/México/06-10-2019/Autor y Fuente: spanish.xinhuanet.com

El primer nanosatélite mexicano, el AztechSat-1, será lanzado al espacio el próximo 4 de diciembre desde las instalaciones de Cabo Cañaveral, Florida (EEUU), como parte de la Misión SpaceX-19, anunció  la Agencia Espacial Mexicana (AEM).

En un comunicado, la oficina aeroespacial dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT, ministerio) de México, precisó que el nanosatélite será puesto en órbita por el cohete Falcon-9″ de Space-X, en el que trabajó el equipo mexicano, y cuyo desempeño es comparable ya al de muchos ingenieros del Centro de Investigación de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

«El lanzamiento será aportado por la NASA en virtud de convenios con la AEM», detalló la nota oficial, al sostener que del desarrollo del AztechSat-1 permitirá, además, un enlace continuo intersatelital.

«Nuestra juventud hace historia, será el primer satélite que se lanzará en la administración el presidente-de México-Andrés Manuel López Obrador; representa toda una conquista del joven talento mexicano en esta Cuarta Transformación», expuso el director de la AEM, Javier Mendieta.

El funcionario mexicano explicó que el AztechSat-1 fue completamente confeccionado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el clúster espacial mexicano MX-Space.

El directivo de Programas Especiales de la División de Sistemas Avanzados de la NASA, Andrés Martínez, dijo que ya está listo para ser lanzado al espacio; será un día histórico».

En tanto que el coordinador general de Formación de Capital Humano en el Campo Espacial de la AEM y jefe del proyecto AztechSat-1, Carlos Duarte, dijo que éste es un gran logro, ya que el talento mexicano aprobó la totalidad de las estrictas pruebas de la NASA.

También expuso el reconocimiento a la UPAEP y de la NASA «por su contribución al proyecto, ya que este lanzamiento demostrará que el talento de nuestra juventud puede hacer historia y, literalmente, llegar al infinito».

La idea de lanzar el nanosatélite mexicano es un beneficio mutuo, tanto de aprendizaje y experiencia como de ganancia para la propia NASA.

De acuerdo con Martínez, el bajar datos de la órbita a la Tierra se requiere invertir millones de dólares y por ello, «esta información a veces resulta insuficiente para la comunidad científica, de ahí la importancia de lograr que AzTechSat-1 pueda consolidarse como un mecanismo de apoyo en comunicación satelital, sin necesidad de invertir en bases terrestres».

El artefacto mexicano pasó ya el programa piloto desarrollado en la la UPAEP, con financiamiento del Fondo Sectorial del CONACYT y el AEM.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-09/30/c_138435539.htm

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Educación: El Dictamen, las Palabras y las Cosas

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

“…en la institución educativa moderna (así como también en la cárcel, los hospitales o los asilos psiquiátricos) se ha implementado y perfeccionado una modalidad de poder-saber que persigue el incremento de la gobernabilidad de los individuos.”: Rodrigo Castro Orellana, quien escribe sobre la obra de Michael Foucault.

Al realizar un análisis descriptivo del contenido del Dictamen aprobado, el pasado 27 de marzo, por las legisladoras y los legisladores de las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados federal (1), encontré algunos datos interesantes: La palabra: “Agente” (al referirse a los “Docentes”), se repite 27 veces; la palabra: “Mejora o mejorar”, 216 menciones, y dentro de esta categoría, las palabras: “Mejora Continua”, 83 repeticiones; “Calidad”, 154 veces; la palabra: “Excelencia”, 51 veces; la palabra: “Evaluación”, 265 veces; el término: “Diagnóstico(a)”, 26 veces; la palabra: “Aprendizaje”, 104 menciones; y el concepto de: “Equidad”, 76 veces.

Tal como lo afirmé recientemente, en esas palabras no encuentro otro significado diferente a aquel que reivindican, como tendencia general, los sectores tecnocráticos y defensores de una visión empresarial y pragmática de la educación, en el sentido de sujetarla al círculo de la mercancía. Discurso propio de ciertos ideólogos del “neoliberalismo” económico, que lleva implícito el concepto-método de la “Mejora Continua”, y que ha sido ampliamente promovido por la “tecnocracia” educativa en México (para revisar más argumentos al respecto, ver: “Artículo 3o. Constitucional: El papel del Senado”, (SDP Noticias, 1 de abril, 2019).

Existen también algunas palabras que no necesariamente forman parte del lenguaje técnico del diseño institucional o de las políticas públicas educativas (o que son poco frecuentes en la agenda “tecnocrática” educativa), y que aparecen en el documento de referencia, tales como: “Democracia o democrático(a)”, que se menciona 56 veces (algunas de ellas como nombre de un partido político); el término: “bienestar”, 41 veces, y dentro de esta categoría, las palabras: “bienestar social”, 3 veces; las palabras: “compromiso social”, 4 veces; las palabras “Educación democrática”, 4 veces; y “Educación popular”, ninguna mención.

Ante esto, me pregunto: ¿Cuál es el ideario educativo de la llamada “Cuarta Transformación”? ¿Cuáles son los elementos o los contenidos del discurso dirigidos hacia el cambio en el proyecto nacional de educación del actual Gobierno Federal, así como de los legisladores de Morena y aliados políticos? ¿Hay o no una intencionalidad verdadera, consistente, de cambio de raíz o hacia una transformación profunda del paradigma educativo dominante? ¿Por qué el jefe del Ejecutivo, funcionarios públicos y legisladores siguen instalados en un lenguaje que usa términos como “mejora”, o “calidad” de la “Enseñanza”? ¿Quiénes son los asesores, ideólogos o especialistas que rodean al presidente López Obrador y al secretario de Educación, que no les han advertido sobre los efectos que pueden producir tales usos discursivos? ¿Por qué dar continuidad a ese lenguaje de reconversión “gerencialista” de la educación cuando lo que se pretende es un cambio de régimen político, económico y social? ¿O no?

Cabe mencionar que, al hacer el análisis cuantitativo del discurso contenido en el documento denominado “Dictamen” (ver fuente consultada, al pie), me di cuenta que en éste se incorporan textos de la iniciativa enviada al Congreso por parte del presidente López Obrador, el 13 de diciembre de 2018; así como fragmentos importantes de la Iniciativa de modificaciones al texto Constitucional, enviada por los grupos parlamentarios del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD, a principios de febrero de este año. Estos últimos legisladores son identificados con el bloque parlamentario y hegemónico que, en 2013, aprobó el marco legal vigente, en materia educativa, y que el gobierno de la 4T buscaría transformar. Hago esta aclaración, porque entre ambos documentos no hay grandes diferencias, y porque las regularidades encontradas nos permiten interpretar o confirmar que existe una cierta tendencia, o empatía entre ellos, sobre los usos y las estructuras discursivas con orientación hacia el “continuismo” (es decir, donde “no hay ruptura”).

Preocupa el contenido de la propuesta de dictamen, (que por cierto pasará al pleno de las Cámara de Diputados en breve, y de ahí al Senado de la República en los próximos días; ojalá que se revise durante este período de sesiones), pues no solamente llama la atención esta suerte de reiteración de términos creados por los gerentes de las empresas productoras de bienes y servicios, sino también por el hecho de que los legisladores proponen crear un “Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación Pública en México”, con un enfoque que reivindica un lenguaje y un concepto que lleva a que la educación sea reducida a los términos que dominan el mercado, e impone una manera tecnocrática de abordar los problemas de la educación, que no pueden ser reducidos, trivializados, al círculo de la mercancía.

Al respecto, Castro Orellana señala lo siguiente, cuando se refiere al discurso objetivado sobre “lo educativo” en la escuela: “En este nivel, hay que ubicar una serie de estrategias escolares que tienden a la objetivación del sujeto, mediante procesos de clasificación y división. Tales tecnologías operan tanto en el plano del propio aprendiz, como en la dinámica relacional que éste establece con los demás aprendices. Aquí pueden mencionarse los test, los exámenes o las prácticas disciplinarias de control, vigilancia y sanción. Todos ellos constituyen recursos para configurar subjetividades, gracias a la incorporación de un recorte en la masa de aprendices cuyo fin es la estigmatización y la normalización. Dentro de estos mecanismos, ninguno tan importante como el examen, verdadera quintaesencia de la práctica educativa…” (2)

Si los referentes discursivos que emplean los políticos, dirigentes empresariales, legisladores, los comunicadores y funcionarios públicos de alto nivel del sector educativo, están identificados con la lógica “gerencialista” ¿qué alternativas ofrecemos los integrantes de la vida cotidiana en las escuelas públicas y demás espacios educativos no escolares? ¿Los y las docentes, directivos escolares, asesores técnicos, técnicos docentes, madres, padres y otros miembros de las familias, y estudiantes, de las diferentes comunidades el país, resistiremos a esta hegemonía discursiva empresarial o simplemente seremos avasallados por ella?

 

Fuentes consultadas:

(1) DICTAMEN DE LAS COMISIONES UNIDAS DE EDUCACIÓN Y DE PUNTOS CONSTITUCIONALES CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN, ADICIONAN Y DEROGAN DIVERSAS DISPOSICIONES DE LOS ARTÍCULOS 3o., 31 y 73 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA EDUCATIVA (versión del 20 de marzo, 2019).

 

(2) Rodrigo Castro Orellana. (2004) Foucault y el saber educativo. Revista Electrónica Diálogos Educativos. AÑO 4, N° 8.

Fuente: https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/04/18/educacion-el-dictamen-las-palabras-y-las-cosas
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