Miles de niños en el mundo siguen sin educación ni agua potable

América del Norte/Estados Unidos/17.07.18/Fuente: news.un.org.

Con el hambre en aumento, las bolsas de pobreza estancadas en algunas regiones del mundo y el progreso en las energías renovables avanzando a ritmo lento, dos altos funcionarios de la ONU instaron este lunes a los Estados a redoblar sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible previstos en la Agenda 2030.

A 12 años de que se venza el plazo para la Agenda 2030, la vicesecretaria general de la ONU y el presidente de la Asamblea General aseguraron que los esfuerzos son lentos y que persisten muchos desafíos.

“Entre 2015 y 2016, el número de personas desnutridas aumentó de 777 millones a 815 millones” advirtió Amina Mohamed ante los ministros que participan en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible, destacando que la pobreza se ha vuelto urbana y los jóvenes tienen tres veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos.

Para Miroslav Lajčák, los avances logrados contra la pobreza extrema no beneficiaron a todos. «En algunas partes del mundo, especialmente en el África subsahariana, la gente sigue viviendo en condiciones que la mayoría de nosotros ni siquiera podíamos imaginar», dijo ante ese mismo Foro, cuyas reuniones comenzaron la semana pasada y se prolongarán a lo largo de esta.

Entre 2015 y 2016, el número de personas desnutridas aumentó de 777 millones a 815 millones.

El presidente de la Asamblea General recordó que muchos siguen muriendo de enfermedades que pueden curarse o prevenirse, que los niños aún no reciben educación de calidad y que muchas mujeres y niñas siguen siendo excluidas u oprimidas.

“El acceso al saneamiento aún está fuera del alcance de millones de personas”, expresó Mohammed. En 2018, una de cada seis personas todavía no tiene acceso al agua potable. «Esto significa que cada minuto muere un niño a causa de agua contaminada o falta de saneamiento«, aseguró Lajčák haciéndose eco a las palabras de la vicesecretaria.

Además, el avance en el acceso a la energía renovable no es lo suficientemente rápida. En África, más de 250 millones de personas no tienen acceso a energía limpia para cocinar. «Y, es casi difícil de creer que hoy, en la era digital, todavía haya personas (casi mil millones) sin electricidad en sus hogares», comentó el presidente de la Asamblea General.

ONU/Loey Felipe
El presidente de la Asamblea General, Miroslav Lajčák, durante la apertura del segmento de alto nivel del Foro de Desarrollo Sostenible.

El cambio climático, otro gran desafío

Tanto Lajčák como Mohammed resaltaron que la emergencia climática es otro gran desafío. «El planeta se está derritiendo, literalmente», afirmó el presidente de la Asamblea, que deploró la disminución de los esfuerzos para combatir el cambio climático recordando que 2017 fue uno de los tres años más cálidos de la historia.

El planeta se está derritiendo, literalmente.

“La Tierra todavía está experimentando una disminución alarmante en la biodiversidad, un aumento del nivel del mar y de la erosión costera, unas condiciones climáticas extremas y un incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero”, recalcó la vicesecretaria.

Lajčák llamó a los Estados a desarrollar un enfoque intersectorial e inclusivo al involucrar a más mujeres y jóvenes, así como al sector privado, la sociedad civil y los actores regionales para luchar contra este flagelo y lograr los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Falta de recursos

Durante la reunión, los líderes de la ONU lamentaron una vez más la falta de recursos destinados a alcanzar a esos Objetivos.

«No tenemos suficiente dinero para lograr nuestras metas«, advirtió Miroslav Lajčák, señalando que la participación del Estado «no es suficiente». «Debemos invertir para lograr resultados tangibles”, remachó Amina Mohammed.

Ambos instaron una vez más a los gobiernos a ser más creativos y proactivos en el financiamiento del desarrollo sostenible. «Tenemos que ver resultados sobre el terreno. No tenemos tiempo para perder», expresaron.

 

Fuente de la Noticia: https://news.un.org/es/story/2018/07/1437952

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Tener agua cerca significa ir al colegio

Por: El país

La instalación de 212 grifos y un tanque en la zona del Alto Nilo de Sudán del Sur evita que las niñas pasen cuatro horas de camino al río

Ellas son lo primero. Nyanbol, de 14 años, y Acha, de 13, han sido liberadas. Ya no les atormentará más la tarea de la que se han encargado generaciones de mujeres en Sudán del Sur. ¿De qué estamos hablando? Del trabajo diario de andar hasta el río, unas cuatro horas a través de un terreno hostil, que obligaba a las niñas a dejar el colegio y perder el resto de su infancia. El miedo que las mujeres sentían por lo que pudiera haber escondido en los arbustos a lo largo del camino, el terror a ser violadas, o incluso el pánico a los hipopótamos o cocodrilos que podían atacarlas mientras cogían agua sucia con sus cubos, ha acabado. Por primera vez en sus vidas, más de 23.000 personas que huyeron del conflicto en el estado del Alto Nilo de Sudán del Sur están recibiendo agua potable de grifos de la comunidad cerca de las puertas de su casa. Un hecho que nunca habían imaginado.

Nyadhiang Athiei Deng no sabría decir qué edad tiene con exactitud, pero su cabello gris, su espalda encorvada y el recuerdo de los acontecimientos del pasado lejano sugieren que está cerca de sus 80 años. Señala unas marcas en la parte superior de su cabeza, «del agua» y explica que durante toda su vida, ha traído agua del río en dos contenedores de 40 kilos y los ha transportado balanceándolos sobre su cabeza. Sus hijas sentadas a su lado, de entre 30 y 40 años, tienen sentimientos similares. En esta comunidad, ir a buscar agua es una responsabilidad totalmente femenina. Sin embargo, la próxima generación no tendrá que pasar por esto. «Ahora, sabemos que nuestras hijas podrán ir a la escuela y continuar estudiando en el futuro porque no tienen que irse lejos para obtener agua», dice Abeuk, una madre de 30 años con cinco hijos y una de las nueras de Nyadhiang. «No he recibido educación debido a esas responsabilidades que tenía en el pasado. No puedo comparar las vidas de mis hijas con la mía, ellas estarán mucho mejor», dice con la esperanza reflejada en sus ojos.

Nyadhiang Athiei, a sus 80 años, tiene marcas en la parte superior de su cabeza de acarrear el agua

Hace tres años, la vida se vino abajo para Nyadhiang, sus hijas y nietos. El hogar que conocían, aquel en el que habían vivido durante generaciones, fue atacado y las casas incendiadas; su pueblo, Baliet, quedó atrapado en el conflicto dentro de Sudán del Sur. «Todos corrieron», dice Nyadhiang. «Me quedé sola», dice. Nyadhiang cojeaba, preocupada. No podía moverse rápido. Dudaba de que pudiera llegar a los campos de los que había oído hablar (una zona segura para las personas desplazadas por el conflicto), que estaba a una semana de distancia. «Conocí a personas que me ayudaron y vine con ellos», añade. «Después de que todos nos dispersáramos, nos encontramos aquí de nuevo». Pero no todos estaban allí. El hijo de Nyadhiang fue asesinado en el conflicto. Otra nuera murió en la fuga. Esos campos seguros son ahora una aldea improvisada, hogares para 13.700 personas que escaparon inicialmente del conflicto.

Obtener agua potable era uno de los principales desafíos: «Cuando llegamos, bebíamos agua directamente del río. Los niños y ancianos tuvieron diarrea, la gente a menudo enfermaba», dice Malech Thon, de 43 años, hija de Nyadhiang. «Sin embargo, si no hubiéramos cogido agua de allí, la gente habría muerto de sed», agrega Abeuk. Para las agencias humanitarias que respondieron al aumento de la llegada de refugiados, proporcionar agua potable a las personas se convirtió en una prioridad. Se estableció un servicio de agua de emergencia gracias a los donantes, se desplegaron enormes piscinas de goma inflables, se bombearon 20.000 litros de agua de río y el agua se trató con sulfato de aluminio y cloro. Los especialistas de World Vision controlaban rutinariamente el agua para asegurarse de que fuera segura para el consumo humano.

«Ese primer día que dimos agua a la gente, 3.000 personas se reunieron e hicieron cola. Estaban visiblemente felices de tener agua potable cerca de sus hogares», dice Jimmy Warren, gerente de Agua, Saneamiento e Higiene de World Vision en Melut. En los meses siguientes, World Vision amplió a cuatro el número de sistemas de tratamiento de aguas superficiales, instaló una planta de tratamiento en la ciudad cercana para que la comunidad anfitriona evitara futuros conflictos por el agua, construyó un tanque elevado de 72.000 litros e instaló 212 grifos en todo el asentamiento de refugiados y la comunidad cercana. Hoy en día World Vision continúa brindando agua a 28.153 personas todos los días. Para las mujeres y niñas, los grifos han cambiado sus vidas. Dene, de 11 años, dice que en el pasado solía sentir miedo cuando acompañaba a su madre al río: «Ahora está bien, ya no tenemos miedo”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/03/21/africa_no_es_un_pais/1521631482_312251.html

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Puerto Rico: Cerca de 400 escuelas tendrán acceso a agua potable

Puerto Rico/23 noviembre 2017/Fuente: El Vocero

Decenas de comunidades en Puerto Rico, incluyendo cerca de 400 escuelas del sistema de enseñanza público y más de 125,000 estudiantes tendrán acceso a agua potable como parte de la fase inicial de la iniciativa «Operation Agua», cuyo objetivo inicial es comprar y distribuir 100,000 sistemas individuales de filtración de agua para hogares y salones de clase.

También la campaña busca repartir 50 dispositivos de agua potable en gran capacidad para una red de organizaciones sin fines de lucro, oficinas sindicales, escuelas y otros grupos comunitarios para proporcionar fuentes de agua potable estables y confiables.

“Para nosotros es primordial la salud y seguridad de nuestros niños, de los maestros y de toda la comunidad escolar. Teníamos una gran preocupación con el agua, y estos filtros han sido un gran alivio. No necesitan electricidad y han llegado a nosotros, gracias a la buena voluntad de miles de personas que tienen en alta estima a los nuestros”, dijo la presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz.

En una conferencia de prensa, Díaz explicó que esta campaña ya ha recaudado más de $1 millón y fue lanzada durante el mes de octubre pasado por varias organizaciones, incluyendo la Federación Americana de Maestros (AFT, por sus siglas en inglés), Operation Blessing, la Federación Hispana, la Federación Americana de Empleados Estatales y Municipales, Tote Maritime, el Seafarers International Union y la Asociación de Empleados de Comedores.

Mientras, la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, expresó que ha visto una tremenda respuesta de personas y organizaciones en todos los Estados Unidos que están donando lo que pueden para ayudar a los puertorriqueños que a dos meses del huracán María, todavía no tienen acceso confiable a suministros básicos como agua potable y electricidad.

“Maestros y estudiantes de todo Estados Unidos han estado recaudando dinero en sus aulas y escuelas para enviar a Puerto Rico. Esto es lo que somos como una unión de lucha y se preocupa por las personas. Pero esto no es ni puede ser un sustituto de la acción federal, que sigue siendo lamentablemente inadecuada. El presidente (Donald) Trump y el Congreso tienen un deber y una responsabilidad para con el pueblo de Puerto Rico”, puntualizó Weingarten.

Además, el agente portuario de la compañía Seafarers International Union, Amancio Crespo, expresó que “lo más importante que tiene Puerto Rico en estos momentos son los niños. Decimos que los niños son el futuro, peor yo digo que son el presente y tenemos que cuidar ese presente. Puerto Rico será lo que será en el futuro gracias a nuestros niños”.

Por su parte, el vicepresidente de Tote Maritime, Eduardo Pagán, especificó que dicha compañía ha traído sobre 18 mil contenedores desde los Estados Unidos a Puerto Rico con distintas ayudas, incluyendo generadores, equipo para reparaciones, comida y productos de primera necesidad.

Destaca ayuda de la diáspora

De igual forma, la vicepresidenta de la AFT, Evelyn De Jesús, precisó que la diáspora en Nueva York ha estado buscando ayudas para Puerto Rico. De Jesús destacó que esta será la primera de muchas ayudas que seguirán llegando a esta isla de parte de la comunidad puertorriqueña que está en el mencionado estado.

“Estamos haciendo todo lo posible. Esto no va a parar aquí hoy. Esto va a seguir. Nuestra unión hace la promesa de que vamos a estar aquí para ustedes hasta que esto termine porque lo que ha pasado aquí ha sido terrible. Pero ustedes no están solos. Los estudiantes no están solos. Los maestros no están solos. Los boricuas no están solos. Estamos aquí unidos y los queremos con toda el alma”, sostuvo De Jesús.

En tanto, Rafael Román, exsecretario de Educación y actual director de la Escuela Federico Asenjo en Barrio Obrero, Santurce, expresó que la situación del agua potable en las escuelas públicas que están operando luego del huracán María “ha sido muy compleja”.

Fuente: http://www.elvocero.com/educacion/cerca-de-escuelas-tendr-n-acceso-a-agua-potable/article_91f74bc8-cef5-11e7-b200-3fec78337c4a.html

 

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