En las sociedades libres, escoger el tipo de educación para sus hijos es un derecho de los padres. Los estados totalitarios no garantizan la libertad educativa. Ese es un derecho continuamente cercenado en la Cuba socialista.
El éxito es ciertamente la consecuencia de la perseverancia. Por supuesto, esto no es una categorización absoluta. Pero para muchos, el trabajo constante e inteligente es el porciento fundamental de la consecución concreta de las ideas geniales. Por eso, “el genio es el 99% de sudor y un 1% de inspiración”. Esto ha dado como resultado el desarrollo creciente y constante del hombre y la sociedad, que demuestra la capacidad talentosa del ser humano y nos recuerda la esencia misma original de nuestro imago dei.
Del mismo modo, existen historias comunes convertidas en extraordinarias por las realizaciones persistentes y la confianza en sí mismo de que sus ideas son alcanzables y no pueden ser frenadas por la mediocridad o la falta de visión. Veamos algunos de estos memorables paradigmas.
El niño tenía ocho años y estaba parado delante del individuo adulto; para él, era como un gigante amenazante que lo llenaba de improperios. Pero su irresoluta firmeza hizo irrealizable los pronósticos del maestro. No dejo que sus sueños fueran truncados por estereotipos y el falso diagnóstico de retardo infantil. El niño comenzó a estudiar en su casa con su madre y, finalmente, se convirtió en un hombre de éxitos. Este científico, inventor y empresario, cambio definitivamente la forma de percibir el mundo. Él es Tomás Alva Édison.
Asimismo, muchas personalidades fueron fruto de esa enseñanza en el hogar, entre ellas tenemos a Amadeus Mozart, Abraham Lincoln, Michael Faraday, Pierre Curies, Albert Einstein, Mark Twain, Teodoro Roosevelt, Winston Churchill.
En Cuba tenemos algunos casos talentosos en la sociedad que obtuvieron su desarrollo de la educación en el hogar. El ejemplo más destacado es la poetisa, escritora y cronista Dulce María Loynaz. Su novela más conocida es Jardín (1951). Por su obra literaria recibió el Premio Cervantes. Otro de los grandes cubanos es Claudio José Brindis de Salas, el Paganini Negro, músico y el mejor violinista de su época. Fue condecorado con la Legión de Honor por el Estado francés y el emperador alemán y rey de Prusia, Guillermo II, lo nombró Barón de Sala.
En los últimos dos siglos, la educación en casa fue en detrimento por la popularización de la enseñanza estatal. Esta, en países demócratas como Estados Unidos y Europa, se encuentra secuestrada y malograda por estar maniatada a los designios de los gobiernos y los sindicatos de maestros. Sin embargo, la enseñanza hogareña es prohibitiva su aplicación en sociedades totalitarias: Alemania de Hitler, Rusia estalinista y la Cuba de Castro.
En general, la desconfianza y disgusto con el sistema educativo público y privado ha llevado a la determinación de seleccionar la educación en el hogar. Famosos y ricos como John Travolta and Kelly Preston, Tom Cruise y Nicole Kidman, Brad Pitt y Angelina Jolie, Robert Frost, prefirieron el ambiente familiar e individualizado para la enseñanza de sus hijos.
En las sociedades libres, escoger el tipo de educación para sus hijos es un derecho de los padres. Las escuelas públicas, semipúblicas, privadas, religiosas o caseras (homeschooling) deben ser opciones para la familia. Estas están en correspondencia con los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y la Declaración Universal Derechos Humanos. Esta última en su Artículo 26, incisos 2 y 3 declara: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
En realidad, los estados totalitarios no garantizan la libertad educativa. Permitir la educación en casa resquebrajaría su sistema y las personas escaparían a su prédica de adoctrinamiento. Ese es un derecho continuamente cercenado en la Cuba socialista.
En días atrás, la libertad de enseñanza y de pensamiento fueron mancilladas impunemente por el régimen castrocomunista cuando fueron detenidos, en Guantánamo, en el oriente de Cuba, Ramón Rigal y su esposa Adya, por preferir la educación familiar. El Pastor y su esposa están pendientes a sanción que pudiera terminar en encarcelamiento y la pérdida de la patria potestad.
Ramón y Adya, al tomar esta valiente decisión con su hijo, demostraron su nobleza. Que la libertad solo está garantizada cuando se examina todo y se retiene lo bueno. Que la auto-educación familiar es algo de las cosas buenas que ellos, al ir en su búsqueda, se han ofrecido para que una nación entera viva.
Por eso, digo como Séneca: “Todo aquel que no impide una injusticia es cómplice de ella”. Pongamos nuestras ideas de libertad en práctica virtuosa y condenemos esas injusticias. Así, este ambiente luminoso, es el modo de hacer a Cuba libre.
Durante su participación en el inicio del Año Parvulario 2017 en la comuna de El Bosque, la Presidenta Michelle Bachelet destacó los avances que ha realizado su gobierno en materia de educación en sus tres años de gestión.
“Este gobierno cumplió tres años y en este mismo tiempo Chile ha vivido transformaciones importantes especialmente en educación (…) hasta ahora la educación no ha potenciado las capacidades del mismo modo para todos y eso es lo que hay que cambiar”, dijo Bachelet.
En esta línea, enfatizó que “en este período hemos logrado avances muy importantes. Hoy casi 50 mil niños y niñas más que el año 2014 pueden asistir gratuitamente a una sala cuna o un jar´din y esperamos completar los 70 mil adicionales al término del mandato”
“Hemos ido avanzando en todos los niveles: pusimos fin a la selección, estamos terminando con el copago para que la buena educación no dependa del bolsillo de la familia, y estamos ampliando la gratuidad en la educación universitaria y técnica”, añadió la Presidenta, destacando además los avances en la carrera docente.
“Esto no es hablar de igualdad”, aseveró la jefa de Estado, “sino que construir igualdad con hechos concretos. Y estos hechos desmienten una y otra vez a los pesimistas y a los que no les gusta que todos tengan las mismas oportunidades”.
“Ha sido difícil es cierto, no siempre hemos podido explicar lo que estamos haciendo, pero avanzamos. Y estoy segura que ya nada será igual, lo avanzado en cobertura en todos los niveles significa un salto en el país en la única dirección posible, la de la buena educación”, acotó Michelle Bachelet.
Finalmente, la Mandataria afirmó que en su último año de gobierno “vamos a seguir trabajando incansablemente para concretar el salto en educación que Chile necesita y merece”.
La parte continental de China tiene la representación más numerosa entre las 20 mejores universidades de Asia con seis instituciones, según el ránking Asia THE.
La parte continental de China acoge a dos de las tres mejores universidades en el continente asiático, de acuerdo con una investigación publicada este jueves por Times Higher Education (THE).
El Ranking de Universidades de Asia THE en 2017 ubicó a la Universidad de Pekín y a la Universidad de Tsinghua, ambas con sede en la capital Beijing, como el segundo y el tercer mejor centro educativo en el continente, respectivamente. La Universidad Nacional de Singapur obtuvo el primer lugar.
En total, la parte continental de China tiene 54 instituciones en la lista de las mejores 300 universidades de Asia.
Después de la Universidad de Pekín, conocida como Bei Da, y la Universidad de Tsinghua, las instituciones chinas ubicadas entre las 20 mejores son la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en el lugar número 15, la Universidad de Fudan de 16, la Universidad de Shanghái Jiao Tong en el 18 y la Universidad de Zhejiang de 19.
La parte continental de China tiene la representación más numerosa entre las 20 mejores universidades de Asia con seis instituciones, seguida por Hong Kong y la República de Corea con cinco instituciones cada una.
También entraron 15 nuevas universidades de la parte continental de China en la lista de las 300 mejores, con Universidad China de Geociencias (Beijing) ubicada en el puesto 72, la Universidad del Suroriente (72) y la Universidad de Beihang (92) en la lista de las 100 superiores.
Este es el segundo año consecutivo en que la Universidad de Pekín ocupa el segundo puesto entre las mejores de Asia.
El editor del ranking de THE, Phil Baty, aseguró que China «ha introducido poderosas políticas, respaldadas por una seria financiación para producir universidades de clase mundial. En 2015 el país anunció su iniciativa de excelencia denominada Clase Mundial 2.0, la cual apunta a establecer a seis de sus universidades en el grupo líder de instituciones a nivel global para 2020 y algunas de ellas ubicadas entre la mejores 15 del mundo para 2030».
Las universidades chinas también han invertido millones en la contratación de renombrados académicos a nivel mundial y construir instalaciones de vanguardia, agregó Baty.
«En general, este ranking de las mejores 300 universidades de Asia demuestra que es un continente con una educación superior dinámica, diversa y competitiva, y China es una parte clave de ese desarrollo», puntualizó Baty.
Es evidente que la escuela necesita actualizarse para adaptarse a los grandes cambios sociales del momento. Este cambio cada vez se ve más claro, pero para hacerlo bien hay que parar, reflexionar y pensar qué pasos seguir.
Necesitamos replantear la educación actual y rediseñar una escuela muy diferente de la que tenemos actualmente. No basta en sacar los libros de texto de nuestras aulas si se sigue trabajando de la misma manera. Sacar el libro de texto para trabajar con fichas no es cambiar. Hay que cambiar la metodología de base, hay que darle la vuelta a todo el sistema educativo tal como lo concebimos hasta ahora.
Este cambio no se hará de un día para otro, pero es necesario que todos reflexionemos y actuemos para que podamos crear la escuela del siglo XXI.
20 ideas clave para la escuela del Siglo XXI
Estas son las 20 ideas clave que, para mí, deben ser la base de la nueva escuela del siglo XXI:
El niño es el protagonista y regula su propio proceso de aprendizaje.
Que los niños elijan qué quieren aprender en lugar de que lo hagan los maestros (aprender debe ser un proceso voluntario).
Potenciar alumnos activos, creativos y reflexivos en lugar de limitarse a escuchar y obedecer. Los alumnos aprenden haciendo, no escuchando.
Concebir el alumno / a de forma global, con sus emociones y sentimientos, en lugar de concebir sólo al alumno / aa nivel académico.
Cambiar el rol del maestro. Que ejerza de guía y acompañante del alumno / a en su proceso de aprendizaje en lugar de ser un simple transmisor de información.
Que sean los niños los que marquen el ritmo de trabajo en lugar de homogeneizar todos los alumnos de un grupo.
Basar el aprendizaje en el trabajo colaborativo en lugar del trabajo individual. Es mucho más enriquecedor.
Tener alumnos motivados e implicados en el aprendizaje en lugar de alumnos desmotivados. La motivación es el motor de la educación.
Potenciar el uso de las Tic. Hay que integrar las nuevas tecnologías de forma natural en el proceso de aprendizaje.
Flexibilizar los horarios en lugar de secuenciar el horario en sesiones.
Trabajar de manera interdisciplinar (que todos los aprendizajes se relacionen) en lugar de secuenciar los aprendizajes en asignaturas.
Tener maestros animados, motivados y con muchas ganas de disfrutar del aprendizaje en lugar de maestros desanimados y pesimistas.
Utilizar la evaluación para construir (evaluación continua) en lugar de evaluar únicamente por tener unas calificaciones.
Luchar para tener un buen hábito lector en todo el sistema educativo en lugar de considerar la lectura como un problema. El hábito lector está estrechamente relacionado con los resultados académicos.
Aprender debe ser divertido en lugar de un proceso monótono y aburrido.
Potenciar aulas activas y participativas (los alumnos de manera colaborativa resuelven los problemas y trabajan autónomamente) en lugar de impartir clases magistrales (el maestra imparte conocimiento y el alumno lo recibe).
Trabajar conjuntamente escuela- familia en lugar de cerrar la escuela a las familias. Las familias son nuestros aliados.
Potenciar la adquisición de conocimientos a través de la experimentación y el descubrimiento en lugar de limitarnos a transmitir los conocimientos.
Basar el aprendizaje en el descubrimiento conjunto (alumnos-maestros) observando, experimentando, probando … en lugar de hacerlo sólo en los libros de texto.
Potenciar que voluntariamente los alumnos quieran hacer investigación y buscar información en lugar de aburrirse diariamente con deberes mecánicos y repetitivos.
La opinión de un activista en defensa de la reforma del sistema educativo.
Te recomiendo que visualices este vídeo. Es una entrevista de Eduard Punset a Robert Schank, uno de los principales investigadores de la teoría del aprendizaje. Aunque no se siente muy bien dice cosas muy muy interesantes como por ejemplo:
«Aprende haciendo»
«Debemos entender la educación como práctica y experiencia»
«Los maestros deberían concentrarse en intentar comprender qué es lo que los estudiantes pueden hacer y ayudarles a hacerlo»
«El educador ha de tutorizar a los estudiantes a mejorar lo que hacen mientras practican y mejoran»
conclusión
En el nuevo modelo educativo del alumno / a pasa a ser el centro y el maestro / a cede el protagonismo para convertirse en un guía y acompañante en el proceso de aprendizaje.
Este cambio de paradigma hará posible que el alumno / a sea más activo en su proceso de aprendizaje y cambia radicalmente el sistema educativo tal como lo conocemos hasta ahora.
Todo cambio conlleva dudas, miedos, incertidumbres … y seguramente se cometerán errores (se probarán cosas que no funcionarán y otras que sí), pero sin intentarlo, sin probarlo, sin arriesgarnos seguro que no podremos avanzar y construir.
La evidencia de que el sistema educativo tiene que cambiar ya es innegable. Hay que mirar hacia el futuro y pensar en construir. Tenemos que disfrutar de este momento de cambio de la escuela porque es un momento crucial y nosotros tenemos la oportunidad de hacerlo posible.
Este cambio no se hará de golpe pero hay que ir cambiando el planteamiento y pensar en una escuela más creativa, abierta, flexible, participativa, colaborativa y vivencial.
¿Qué piensas? ¿Quieres compartir tu opinión? Añadir la haciendo un comentario. Muchas gracias.
En estos 10 años de Revolución Ciudadana se ha conseguido mayor acceso a la educación y mejor calidad educativa, así lo concluyen los investigadores de la Universidad Nacional de la Educación (UNAE), Ricardo Restrepo y Efstathios Stefos en su libro “Atlas del derecho a la educación en los años de la Revolución Ciudadana”.
Las cifras señaladas en la publicación muestran que el Ecuador cuenta con niveles de acceso europeo a la Educación General Básica, aumentado el número de estudiantes de Bachillerato en un 30% y en educación superior en un 59%.
“La voluntad política en cuanto a inversión es un elemento que permitió fundamentar el desarrollo de la transformación de la educación en el Ecuador entre los años 2006 y 2016”, aseguró Restrepo, coautor del libro, presentado la semana pasada en Quito.
El considera que los resultados generados visibilizan la garantía de derechos aterrizada de un instrumento internacional a una política constitucional de un Estado. “Si tenemos derechos declarados en cualquier instrumento es papel muerto si no hay políticas públicas que tengan una estrategia en un sistema democrático. La educación era una deuda social antes del 2006”, indicó Restrepo.
En referencia a la matrícula, el estudio realiza una comparación y detalla un crecimiento de hasta el 97.54%, frente a cifras como 96.78 %, que presenta Finlandia, país considerado como el modelo más exitoso en educación a nivel mundial.
Respecto a las cifras de competitividad medidas desde el 2006 hasta 2016 (durante los 10 años del gobierno) el Ecuador ha ascendido en el ranking en comparación con países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Bélgica, Canadá, España, Finlandia y Estados Unidos.
“Ecuador sube 27 puestos en este ranking, cuando el resto de países baja. Eso no quiere decir que el país va en contra de la corriente mundial con respecto a la calidad en la educación”, explicó Restrepo a Andes al destacar que el país se acerca a un nivel de Educación como el que tiene Finlandia.
“Esto quiere decir que Ecuador es el país que más mejora y que se transforma rápidamente y que si bien lo que se ha hecho no es suficiente para estar en un estado de educación completamente excelente, hemos tenido una senda de mejoramiento continuo, rápido y sostenido en los últimos años”, añadió.
Por su parte, el investigador y coautor de la obra, Efstathios Stefos dijo que aquí no se tiene estadísticas sino que se tiene personas. “En los últimos 10 años tenemos 500.000 estudiantes de 5 a 14 años de edad más de Educación General Básica que asisten a clases. Ahora hay 200.000 estudiantes más de 15 a 17 años en Bachillerato”.
Según Stefos la inversión en educación se ha incrementado en la última década y determinó el éxito en la calidad y acceso al servicio educativo. “El último año escolar los niños recibieron 3 millones de libros gratuitos, casi 2 millones de desayunos, 1 millón y medio de uniformes. Cuando hablamos de millones de estudiantes, hablamos de billones de dólares invertidos, es una inversión increíble”, aseguró.
Para la realización del libro utilizaron cifras de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), cálculo de indicadores educativos realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC); información de la Unesco en el Segundo Estudio Regional Comparativo y Evaluativo (Serce), aplicado en 2006, y el Tercer Estudio Regional Comparativo y Evaluativo (Terce), aplicado en 2013; y datos del Reporte de Competitividad Global (RCG) publicado por el Foro Económico Mundial.
La generación de este material de interés público busca alimentar una discusión profunda que permita obtener insumos para la construcción de una política pública nacional y como parte de la construcción hacia el Buen Vivir.
En el libro se enmarca el derecho a la educación en tres ámbitos: el derecho humano que debe ser garantizado para todos; el pago de una deuda social que impidió históricamente el acceso universal a la educación; y el cambio de matriz productiva donde uno de los principales pilares es la educación.
Para los autores, en Ecuador existe una nueva visión de la educación que abandonó la forma tradicional donde los estudiantes eran pequeños bancos donde el profesor debía depositar información repetitiva a una educación emancipadora compuesta por una generación de capacidades integrales como valores y destrezas que permiten a los estudiantes ser participantes en todos los ámbitos del sistema social.
Hablamos con el sociólogo Lucas Platero sobre la situación de las personas trans en los centros educativos, sobre inclusión y de las dificultades para aceptar que las prácticas deben adecuarse a las personas y no al revés.
Lucas Platero es sociólogo y profesor en un instituto de Madrid, con alumnado adulto. Es referente a la hora de hablar de personas trans y en 2014 publicó, precisamente, el libro Trans*exualidades. Acompañamiento, factores de salud y recursos educativos (Bellaterra). En él dedicaba espacio y reflexiones al papel de los centros educativos, los docentes y el sistema a la hora de facilitar la vida del alumnado trans. Hablamos con él pasados unos días de la polémica con Hazte Oír, al tiempo que, hoy, se celebra el Día de la Visibilidad Trans.
¿De qué hablamos cuando hablamos de personas trans en el sistema educativo?
Cuando pensamos en una persona trans en el sistema educativo solemos pensar en un estudiante. Pero puede ser el personal de la limpieza, conserjería, bedeles o las propias familias. Podemos ser los profes. Ahora mismo, la presencia que tiene más visibilidad es la de los chavales, que representan la cara más amable de la realidad trans.
¿Cómo es la primera reacción ante el chico o la chica trans?
Las chicas y chicos no llegan, es que ya están en el sistema educativo. Veo que algunos profes se llevan una gran sorpresa: “Parece tan normal…”, “no puede ser, tú eres un buen estudiante”, “esto es una cosa pasajera, de adolescencia”… Algunos profes que, bienintencionados, dicen cosas como que la gente trans es “muy pesada, que está todo el día hablando de lo suyo”. Y eso, quizás, altera el clima de la clase. Tanto hablar de lo tuyo, hace que haya posiciones enfrentadas… Y los demás no queremos hablar de esto.
Muchos intentan hacerlo lo mejor posible, pero no saben bien cómo y a los chavales les ponen en la obligación de tener una certeza: “¿Pero estás seguro?”, “¿tienes esto clarísimo?”. Se han de enfrentar a una decisión que les cambia la vida, para siempre. ¿Seguro que no cambiarás de idea? ¿seguro de que vas a aguantar el tipo en un centro escolar, donde vas a ser la diana de todos los comentarios? El sistema educativo nos pide exponernos públicamente y no nos olvidemos de lo que es un instituto o un colegio: es un microcosmos bastante salvaje, en el que se están poniendo en tela de juicio y construyendo las personalidades. La adolescencia tiene mucho de ser diferente: no me entiende nadie pero quiero ser igual que tú. Tiene esa dualidad.
¿Cómo debería ser la reacción del personal docente?
En estas situaciones el riesgo es que vivan acoso, que no estén bien para hacer su vida. Como profes, tenemos la obligación de que salgan adelante y les vaya lo mejor posible con respecto a su progresión académica, con su desarrollo personal. Por eso, tendríamos que estar más atentos, como sistema educativo, a todas las cosas que suceden en el espacio escolar.
Con nuestras ideas tan rígidas estamos produciendo que los chavales tengan que ir de un extremo a otro, por las demandas que les hacemos. Cuando alguien te dice: “Yo no soy un chico”, nuestra cabeza registra: “Entonces es una chica”, y puede ser el caso, pero igual es la realidad de todas las personas.
Las rupturas que encarnan tienen que ver con cómo se ha construido este chico o chica adolescente estereotipado: ellos tienen que ser lo más, el primero, el más rápido, el más valiente. Crecen con una gran presión para mostrar esa masculinidad, las voces por los pasillos, los empujones… y toda la socialización “apropiada de los chicos”. Las chicas por su parte, se les exige ser de maneras muy estereotipadas con respecto a la feminidad, amables, mediadoras, simpáticas.
Como profes, por una parte, tenemos que abordar y proteger a los chavales trans y, por otra, las maneras estereotipadas de masculinidad o feminidad, bastante dañinas para todo el mundo, la producción del binarismo de género, los modelos cerrados, la dificultad para cuestionar cómo hablamos de las cosas. Son dos tareas, entrelazadas, pero distintas.
No es una cuestión de las personas trans…
Les hacemos creer a las personas trans de todas las edades que ellas son el problema. Igual que en una situación de acoso: la persona acosada se convierte en el problema y por eso se la cambia de centro. Porque encarnan el problema. Entras por la puerta del centro y todo el mundo dice: “Vigilamos a este chaval o chavala para que no le pase nada”. Pero nadie vigila el entorno, no lo transformamos. Eres tú, que tienes un problema, que no se ha sabido defender. Mientras que los demás se enfrentan a violencias similares, “pero se han sabido defender”. Este enfoque es muy problemático, no impulsa una transformación.
¿Cómo identifica un docente a un alumno trans? ¿cómo ha de actuar?
A veces ves que un chaval o una chavala tiene una expresión de género que no es como la de los demás. En educación infantil el profesorado puede estar más atento, ofrecer más espacios de expresión y juego, como el cajón de disfraces, el juego simbólico… Entonces ves que hay una persona que adopta un rol que no se espera de ella, con insistencia. O te piden que utilices otro nombre, expresan cosas y hay que estar atentos. Si son personas mayores, te lo dicen ellas.
Me contaba una compañera de FOL que tuvo una chica trans en su aula, que le dijo que necesitaba decirlo a sus compis, cuando tuvo un informe de disforia de género. Los profes hicieron un acompañamiento. Y en un momento dado, ante la presión, la alumna pide ir más despacio, en relación al uso del nombre femenino, su apariencia… Entonces, los profes que han hecho un esfuerzo por salir de su marco tradicional se sienten engañados, porque creen que se trata de ir muy rápido de A a B, sin darle su tiempo a su proceso.
En nuestra sociedad hay una presión muy grande por conformar las normas, y los chavales a veces están mejor, a veces están peor. Hay muchas experiencias distintas, a menudo atravesadas por el acoso y los diferentes apoyos que reciben. En secundaria hay quienes vienen ya bastante dañados, y se podría decir: “Claro, es que la gente trans es problemática, están todos fatal…”. No, es el impacto del acoso y la falta de apoyo de tu familia. Esas son las causas de su dolor. Tendríamos que pensar cómo son nuestros entornos escolares para que no fueran tan difíciles y que apoyasen a quienes más lo necesitan.
Fotografía: Toxic Lesbian
¿Se las ve como personas incómodas dentro del sistema?
Acabo de cambiar de instituto tras muchos años en otro centro. Y al principio escuchas cosas por el pasillo como: “Si quisiera ser un chico de verdad debería tener pelo en la cara” o “es que… se le nota mucho”. De fondo, te das cuenta de que la diferencia puede generar incomodidad a alguna gente. El feminismo incomoda, los niños mariquitas incomodan, los chavales trans incomodan, los niños inmigrantes incomodan, las que tienen discapacidad incomodan… Nos hacen plantearnos, aunque no quieras, hacer una reflexión muy profunda: “Es que mi centro no es accesible”, “es que mi vida no es accesible”, “es que mi vida podría ser otra”, “es que estoy todo el día hablando de mi familia heterosexual”. Me incomoda que esté este niño porque tengo que empezar a hablar de ciertas cosas, y hacerlo de otra manera.
Una vez vino una alumna a mi clase que era invidente, gitana y con un problema cardiaco, en ese centro le daban largas para que no se matriculara, porque tendríamos que adaptarnos, por ejemplo, explicar todo lo que escribíamos en la pizarra dado que ella no lo veía. Y era incómodo para algunas personas. Generas una incomodidad extrema al no dejar hacer las cosas como siempre se han hecho. Rompes lo que se supone que es “normal”.
Las personas que tenemos alguna diferencia interseccional aportamos cosas importantes, desde una madurez temprana, autoreflexión y un lenguaje específico, así como cuestionar que esas cosas que tú siempre has hecho así, se pueden hacer de otra manera. Por ejemplo, cuando tienes un chaval que no puede hacer un examen escrito, es un buen momento preguntarte ¿de verdad tengo que hacer un examen? ¿por qué hacemos tantos? Podríamos pensar, por ejemplo, cómo la organización escolar está articulada sobre la diferencia binaria entre hombres y mujeres, la propuesta es darnos la oportunidad para repensar la escuela, cuestionar lo que damos por habitual.
¿Qué elementos debe tener un centro para ser seguro?
Debe ser un centro en el que haya una tasa muy baja de acoso. Un sitio que sea más amable, en el que veas que a la gente adulta le importan los estudiantes. Esto no es tan obvio. He trabajado en sitios en donde los estudiantes son percibidos como un problema, molestan, son pesados, hacen ruido. Hay que percibir a los estudiantes como parte de la vida escolar, no como un accidente. A los profes, de alguna manera, nos gustaría tener alumnos listísimos, que nos dijeran lo bien que lo hacemos todo… Pero no va de eso, no va de la autoestima del profe, va del desarrollo académico, personal, del crecimiento de los estudiantes. Creo que una escuela segura encarna un espacio en el que tú puedes crecer, con apoyos para avanzar. Donde se hacen visibles las diferencias, no como un problema, sino como un activo, como un valor.
Sobre el profesorado, hay algo de encarnar tú la diferencia que hace que los chavales se miren en ti. Vienen a hablar contigo, y tienes que ser accesible, con quien se puede hablar de las cosas importantes. No sólo sobre el género o la sexualidad, sobre los trastornos de alimentación, de las drogas, del absentismo. De lo que quieras. La relación que estableces con los chavales es muy importante, hará que te cuenten cosas y busquemos soluciones. A veces, estamos tan metidos en las materias que no nos damos el tiempo para crear una buena relación con los chavales.
¿Es falta de tiempo, de interés?
Bueno, puedes tener tiempo o no, pero es tu trabajo. Nos gustaría tener una clase perfecta, encender tu powerpoint perfecto y que todo el mundo haya estudiado y saque un ocho y que tú digas: “Qué alumnado tan bueno tengo”. Pero el proceso escolar son muchas más cosas. No sé, por ejemplo, el pasado fin de semana ha muerto el padre de una alumna mía. ¿Qué hago? ¿le pido los deberes al mismo tiempo que los demás? ¿su duelo no es parte de lo que aprendemos? Para aprender, necesitamos tener un vínculo emocional y establecer interacciones múltiples y significativas, entre iguales y con los profes, que aborden los contenidos académicos, pero también sobre lo que nos pasa y quiénes somos. Es otro elemento de la escuela segura: la interacción con muchas personas, donde esa interacción no está filtrada por la violencia que voy a recibir o condicionada a si me acepta mi entorno, si me percibe como una persona molesta o imposible, o alguien que incomoda.
La escuela segura supone identificarte, tener un clima agradable, no consentir el acoso, donde los profesores no humillan a los chavales, donde no les insultan y sí nos preocupamos por cómo están, donde hablamos de los contenidos académicos de muchas maneras.
Quizás es un ideal tramposo, porque la escuela segura no existe. Pero es un ideal y la utopía tiene la función de guiarnos hacia qué dirección caminamos. Pero si nuestro camino está interrumpido por el informe PISA, la PAU, el bilingüismo mal implantado…
El sistema es muy rígido y hay mucha gente que le molesta.
Parece que en el fondo nos molestan los estudiantes y los profes que no son obedientes. Tendremos que cambiar eso. Si te dedicas a la docencia es porque te gusta, y si no te gusta, mejor vete.
¿Hay mucha gente a quien no le gusta?
Hay gente que percibe la docencia sólo como un trabajo y yo creo que la vocación docente tiene que tener algo más. Tiene que haber una diferencia significativa entre ser profe y ser otra cosa. Tiene que haber una parte de que te apetezca, que se te dé bien…
Y tener una sensibilidad hacia la diferencia…
Vivimos en una falacia: hay que tratar a todos igual. No, no hay que tratar a todos los chavales igual. Les tendré que tratar en función de sus necesidades. Y esto se da de bruces con la idea del currículum único, de un único ritmo de aprendizaje.
Hablamos de la plena inclusión, eso exige aprovecharnos y aprender de la diferencia. Y no siempre percibimos a las personas que encarnamos alguna diferencia como un activo. Traemos algo que los demás no tienen. Los chavales trans, o LGTB son mucho más flexibles para cuestiones de género, tienen un vocabulario, un conocimiento y una autoreflexión encarnada que los demás no tienen. Han hecho un trabajo con sus familias, aunque les haya salido más o menos bien, han tenido que luchar por su propia identidad en edades muy tempranas, con lo que hay un trabajo de autodeterminación y de búsqueda de su camino. Los demás no han tenido que madurar en esa dirección. Tienen un valor activo y no lo vemos. Los percibimos como un problema. Tenemos que ser capaces de ver un poco más allá de la norma, del protocolo.
¿Hay protocolos suficientes? En algunas CCAA los hay, pero no en todas.
Los protocolos son la estandarización del sentido común, que evitan que se hagan cosas sólo si se tiene “sensibilidad” para cubrir las necesidades de una persona determinada. El hecho de tener que implantar protocolos te dice que hay lugares donde hay resistencias a utilizar el sentido común, por ejemplo, para usar el nombre de pila de una persona como ella quiere. Siempre pongo el ejemplo de mi amigo Curro. En el DNI se llamaba Francisco. Y no tenían ningún problema en la escuela para llamarle Curro. El sentido común te dice: “A lo mejor no se pudo poner Curro en el DNI, pero él se llama Curro”. En la lista, donde pone Francisco, tú tachas y pones Curro. ¿Esto es muy distinto en las personas trans? Es lo mismo, pero nos cuesta más. Es el nombre, el uniforme, el baño, los espacios segregados… Es nuestra manera de concebir el proceso de enseñanza y aprendizaje.
El temor a los baños mixtos ¿Tiene más que ver con el posible acoso?
Es un miedo que se materializa en un lugar concreto. El cuarto de baño encierra todo lo sucio, todo lo íntimo; el baño es la metáfora. Es el lugar que encarna todos los miedos de la persona adulta: “A saber lo que hacen allí”. Pues contarse un secreto, hacer pis, lavarse las manos, salir de clase un rato que te has cansado de estar allí… Lo mismo que las personas adultas.
Y hay otros espacios de conflicto…
Según entras por la puerta. El patio, el recreo. La entrada del instituto es un sitio bastante difícil porque tienes que pasar por delante de todo el mundo, vas escuchando lo que la gente dice de ti. Es un sitio difícil. O los grupitos que tienes que atravesar. Puede generar bastante miedo. Y ya ves tú, está todo el mundo delante.
A lo mejor nos toca hacer una cosa que decimos mucho en educación infantil: todos los espacios escolares son lugares educativos. Vamos a educar sobre cómo se está en la entrada, sobre cómo son los pasillos, el espacio del recreo. ¿Hacemos que los lugares comunes sean amables o ásperos? Creo que nos toca pensar cómo son las relaciones que se establecen en ellos y cuál es nuestro papel como escuela.
A veces esperamos que ocurran cosas que si no es por un protocolo no van a ocurrir…
Tanto si hay un protocolo como si no, necesitas la implicación del profesorado para hacer lo que hay que hacer. Incluso si hay protocolo ¿hay posibilidades de boicotearlo? Todas. En estas cuestiones, al final, lo que quieres es que haya un cambio de actitud y que sea algo socialmente mayoritario. Y esto enlaza con lo que estamos viviendo con el autobús de Hazte Oír. Cada vez hay más personas que se alarman con la frecuencia del acoso escolar y lo rechazan, que aceptan que hay personas trans, al menos más que hace una década.
Yo creo mucho en los efectos de los cambios sociales, que me parecen más duraderos. Los protocolos o las leyes son importantes, pero somos las personas las que con nuestras acciones cambiamos la sociedad. Este autobús ha incomodado a muchas personas, que no desean problematizar a los niños y las niñas, que no quieren ser cómplices con el acoso.
Los niños y las niñas necesitan saber que son posibles, con sus cuerpos y con sus vidas. Esa es nuestra responsabilidad como sociedad.
¿Dónde debería estar el debate?
Para mí, es importante hacer un cuestionamiento del deseo de normalidad que tenemos. Es una idea problemática, porque encierra varios significados, desde lo más habitual hasta lo más deseable, no es lo mismo. No todas las personas podemos o queremos “ser más normales”. Mi alumna no puede ni debe dejar de ser gitana, invidente o tener una cardiopatía, para poder desarrollarse como estudiante, como persona o como trabajadora. Este deseo de normalidad nos hacer sufrir, y debemos cuestionarlo. El profesorado tenemos que pensar cómo hablamos, no por censurar o estar súper vigilantes, sino porque estamos conformando la realidad a través de nuestras palabras.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, reconoció este sábado los aportes de Jesús Rivero (1938-2004) al desarrollo de la educación popular y de la metodología de la Investigación Acción-Participativa en Venezuela.
«(Jesús Rivero) fue un extraordinario ser humano, un sabio. Si hoy tuviéramos que buscar a alguien que se acercara al espíritu creador, propio, auténtico, del Sócrates de América, nuestro Simón Rodríguez, sin lugar a duda, ese hombre que tuvimos entre nosotros, ese maestro, ese revolucionario, fue Jesús Rivero», expresó el jefe de Estado durante un acto de graduación de la Universidad Bolivariana de Trabajadores que lleva el nombre de este maestro.
En declaraciones transmitidas por Venezolana de Televisión, desde la Plaza Bicentenario del Palacio de Miraflores, en Caracas, el Mandatario Nacional recordó el recorrido realizado por Rivero en la década de los 60 y 70 y su trabajo, como voluntario, en diferentes países de América Latina, en especial en Nicaragua, en el ámbito de la enseñanza y la investigación.
«La Revolución Sandinista, en el espíritu de Sandino, convocó al encuentro de todas las corrientes revolucionarias del continente. Ahí llegaron muchos, uno de ellos Jesús Rivero, que supo atender, aprender de las tesis que se levantaban y cuando regresó a Venezuela, después de haber colaborado en universidades y en movimientos de bases de Nicaragua, trajo las muy novedosas, la muy creadora tesis de la metodología de la educación popular y la metodología de investigación-acción», destacó el presidente Maduro.
Resaltó que Rivero apoyó la construcción de paz en El Salvador, tras la firma del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y el gobierno de esa nación.
«Jesús Rivera se incorpora a quienes fueron a formar a la juventud salvadoreña, que había tomado las armas para hacer la revolución y de la tesis de la educación popular y de la metodología, comenzar a formar los nuevos cuadros y líderes de base para que El Salvador construyera la paz», recordó Maduro.
Rivero promovió la tesis de una educación para el conocimiento científico transformador. De ahí que impulsara la creación de universidad los trabajadores que lleva su nombre y de la cual egresaron este sábado 239 profesionales en el área industrial.
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