Saltar al contenido principal

Mejorar calidad e indicadores en educación, otro reto ofrecido por Lenín Moreno y que queda inconcluso en Ecuador

Gobierno saliente propuso para el 2021 subir del 72,25% al 80% la tasa neta de asistencia en bachillerato, pero no se cumplió. Y hubo recortes en presupuesto.

Por ley, como dispone la Constitución, cada año se debe incrementar el presupuesto para el sector educación en al menos el 0,5% del producto interno bruto (PIB). Pero el gobierno de Lenín Moreno termina con reducciones en este rubro. Solo en el 2020 le restaron alrededor de $ 900 millones al sector educación y en este año, la asignación iba a ser menor a la del 2020 por la caída del PIB, se dijo. Esta disminución fue atribuida a la crisis económica que ya se arrastraba y a las consecuencias de la pandemia del COVID-19.

No obstante, las reducciones se proyectaban desde el 2018, como en ese entonces denunció Fander Falconí, quien era ministro de Educación. Él renunció, en noviembre de ese año, por estar en desacuerdo con “el recorte a la educación pública” para el 2019.

El acceso a la educación —gratuita, universal y de calidad— es uno de los derechos garantizados en la Constitución. Y aquello se reafirma en el Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021, Toda una vida, que planteó el gobierno de Moreno para los cuatro años de gestión, donde resaltaba los logros de su antecesor en esta materia.

Y por ello en su plan de gobierno habla de incrementar la calidad educativa e inclusiva en todos los niveles, incluyendo el inicial (para menores de 5 años), además de garantizarla, y que los jóvenes puedan acceder a la educación superior. Este último era parte de los llamados “sueños” de Moreno.

En aquel plan de tres ejes programáticos y nueve objetivos nacionales de desarrollo —como se los define—, la educación entra en el primer eje, titulado Derechos para todos durante toda la vida.

Y si bien en aquel primer eje (en los objetivos 1, 2 y 6) —y a lo largo de todo el plan de 132 páginas (sin contar anexos)— se habla reiteradamente de mejorar la calidad educativa, se plantearon metas para el 2021, enfocadas en reducir cifras o brechas como el rezago y la deserción escolar, así como aumentar la matrícula universitaria, fortalecer la educación técnica, rural, entre otras.

Sin embargo, la mayoría no se cumplieron. Aquello lo evidencian las cifras disponibles al momento y lo dicen también expertos y representantes de gremios educativos.

La reapertura de escuelas rurales, como las unidocentes, (que se cerraron en el mandato de Rafael Correa para dar paso a las llamadas Unidades del Milenio); la inclusión de institutos técnicos y tecnológicos en la cuota de cupos para acceder a la educación superior gratuita; el llamado a un solo concurso de méritos y oposición (Quiero ser maestro 6) para el magisterio y la convocatoria para otro ya al finalizar su periodo (Quiero ser maestro 7) son parte de acciones que destacan varios docentes.

Unos le suman “el trabajar con un poco más de respiro” porque paró la “intensa persecución política” que, afirman, tuvieron en el gobierno que antecedió a Moreno y que era parte de su misma tienda política. Otros dicen que la “persecución continúa para quienes piensan diferente”. También resaltan el mantener la entrega de libros gratuitos para estudiantes, el desayuno escolar y otros planes sociales.

Entre las metas que debían cumplirse para el 2021 constaba incrementar del 72,25% al 80% la tasa neta de asistencia ajustada en bachillerato; incrementar del 27,81% al 31,21% la tasa bruta de matrícula en educación superior; incrementar del 5,91% al 9,02% la tasa bruta de matrícula en educación superior de nivel técnico…

“Él (Moreno) tenía un enfoque basado en la universalidad del acceso a la educación… se puso hitos muy claros, incluso con indicadores. Se planteaba en la meta del bachillerato bruto, la tasa neta de bachilleres que tiene el Ecuador, que en el 2017 era aproximadamente de 72%, llegar al 80%. Hasta finales del 2019, antes de la pandemia, iba al 71%, es decir, no logró la meta, sino más bien disminuyó un punto del porcentaje”, expone Max Núñez, director de fundación Edúcate, involucrado en temas educativos.

Cuenta que una de las deudas más grandes que tiene Ecuador en educación es la del aprendizaje, que pasará factura, seguida de la conectividad y otros problemas que se hicieron más evidentes con la llegada de la pandemia. “En Ecuador, en el examen estandarizado que se tomó hasta el 2020, los bachilleres se gradúan con conocimientos elementales e insuficientes en Matemáticas y Lenguaje, son casi 75 de cada 100 (casi 8 de cada 10)… es gravísimo”.

Hilario Beltrán, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) en Guayas; y Agustín Lindao, de la Red de Educadores del Ecuador, coinciden en que los recortes del presupuesto del Estado para educación afectaron programas (como los de alfabetización), la reapertura de planteles, la dotación de infraestructura acorde y con servicios básicos, así como la calidad educativa y la conectividad.

Afirman que incluso algunos proyectos, programas y planes educativos se eliminaron y que tampoco se ha podido cubrir el déficit de docentes (ni siquiera de los jubilados, fallecidos y de los que desvincularon) en el sector público, en especial ahora que tienen más alumnos con la migración de estudiantes del sistema privado al fiscal.

Según Beltrán, en el sector urbano, el 25% de los planteles, antes de la pandemia, no lograban tener servicios básicos como agua potable, saneamiento, y mucho menos internet. La situación era y es peor en las zonas rurales.

Lindao sostiene que este gobierno le queda debiendo a la educación, que se ha visto también salpicada por casos de corrupción denunciados.

Mientras, el Ministerio de Educación, en sus rendiciones de cuentas, habla de accesos y mejoras en diversas áreas, incluyendo la calidad, así como la educación virtual que surgió en 2020 por la pandemia.

4′314.777 estudiantes en 16.209 planteles y con 206.304 docentes (entre fiscales y particulares) registraba el Min. de Educación en 2020.

4′374.799 estudiantes en 16.003 planteles y con 215.255 docentes (entre fiscales y particulares) registraba el Min. de Educación en 2019.

76% de alumnado en 2020 fue fiscalcon 161.031 docentes, frente al 74%, con 168.029 profesores del 2019.

Educación técnica no despuntó como se ofreció

El bachillerato técnico representó, en el 2020, el 35% de los alumnos de bachillerato matriculados en planteles fiscales, según el documento preliminar de rendición de cuentas del Ministerio de Educación. Y “potenciar” la formación técnica y tecnológica fue otra de las promesas. Se quiso aumentar de 6% a 9% la tasa bruta del registro en educación técnica, pero antes de la pandemia cayó a 4,15%.

“Lenín Moreno consiguió un crédito con el Banco Mundial de aproximadamente $ 90 millones para hacer once institutos técnicos. Anunciaron que iban a construir 44 en el país…, no conozco de ninguno… Hay cuatro, pero comenzaron en el Gobierno de Rafael Correa”, asegura Max Núñez, de la fundación Edúcate.

Estabilidad laboral y capacitación

Docentes del magisterio aún recuerdan una carta que habría firmado en campaña Lenín Moreno referente a la estabilidad laboral que les ofrecía, a través de la entrega definitiva de nombramientos. Pero aquello, aseguran, quedó en el aire porque solo durante la pandemia del COVID-19 en Ecuador desvincularon a unos 4.000 profesores, según los registros que llevan. Y a eso, dicen, le suman la falta de capacitación exhaustiva y masiva para mejorar la educación.

El Ministerio de Educación, en cambio, enumera cientos de capacitaciones (incluyendo la virtual), como planes, proyectos y becas para docentes, que se dieron incluso en pandemia, resalta informe preliminar de rendición de cuentas. Docentes sostienen que ahora tienen más carga laboral, más alumnos y materias que dictar, así no sean su fuerte.

Parte de las metas en educación que fijó el gobierno de Lenín Moreno para el 2021:

  • Incrementar del 72,25% al 80% la tasa neta de asistencia ajustada en bachillerato.
  • Incrementar del 63% al 65% las personas de 18 a 29 años con bachillerato completo.
  • Incrementar del 27,81% al 31,21% la tasa bruta de matrícula en educación superior en universidades y escuelas politécnicas.
  • Incrementar del 5,91% al 9,02% la tasa bruta de matrícula en educación superior de nivel técnico y tecnológico.
  • Reducir de 12,65% a 11,65% la prevalencia de último año de consumo de droga ilícita en estudiantes de noveno de Educación Básica, primero y tercero de Bachillerato del Sistema Nacional de Educación.
  • Incrementar el porcentaje de instituciones educativas fiscales con oferta intercultural bilingüe en los circuitos con población mayoritaria de una nacionalidad o pueblo, del 65,9% al 75% a 2021.
  • Aumentar la cobertura, calidad, y acceso a servicios de educación, con pertinencia cultural y territorial, en zonas rurales: incrementar de 64,47% al 75% la tasa neta de asistencia ajustada a bachillerato en el área rural.
  • Aumentar la cobertura, calidad, y acceso a servicios de educación, con pertinencia cultural y territorial, en zonas rurales: incrementar del 7,3 a 8 la calificación a la educación pública en el área rural. (I)
Comparte este contenido:
OtrasVocesenEducacion.org