Venezuela: Sindicato de Maestros: 80 % de los docentes carabobeños viven de otras actividades económicas

Representantes del Sindicato de Maestros del estado Carabobo informaron este martes al portal de noticias ImpactoVenezuela que más del 80 % de sus colegas en la entidad han tenido que migrar a otras actividades económicas para enfrentar la hiperinflación que golpea al país.

«Hoy levantamos la voz de protesta ante las condiciones inhumanas que viven los educadores del estado Carabobo y todo el país. Más del 80 % de la nómina del Ministerio de Educación están haciendo cualquier otra actividad para oxigenar su salario y poder llevar la comida a sus hogares», dijo el representante sindical.

El vocero pidió al ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, que reconozca las «condiciones inhumanas» en que tienen al gremio de la educación del país y reclamó el pago de 280 %, según indican las tablas salariales, «para seguir ejerciendo la vocación de docentes y no emigrar a otras actividades económicas para alimentar a su familia».

En un reciente comunicado, de fecha 12 de agosto de 2020, un grupo de sindicatos de Educación, responsabilizaba a Nicolás Maduro de haberlos «hundido» en la más absoluta pobreza, miseria y hambre al «robarles» la Segunda Convención Colectiva en la que, según expresa el documento, se debe más de 500 % en incremento salarial.

En ese mismo documento reclamaban al ministro Istúriz el acoso laboral del que son víctimas constantemente, «con medidas ilegales de suspensión de sueldos, cambios perversos de formas de pago, destituciones arbitrarias….», entre otras.

Asimismo mostraron en un gráfico cómo el sueldo de un docente tipo I no sobrepasa los 3 dólares mensuales.

Fuente: https://www.noticierodigital.com/2020/08/sindicato-de-maestros-80-de-los-docentes-carabobenos-viven-de-otras-actividades-economicas/

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Coronavirus en Perú: hospitales desbordados y barrios populares con rápido contagio

América/Perú/27/05/2020/Autor: Carlos Noriega/Fuente: pagina12.com.ar

Enfermos que buscan desesperadamente atención mueren en esa espera en los pasillos de los centros de salud. Más de 600 infectados con covid -19 han fallecido en sus casas.

 

Desde Lima

 Con cerca de 120 mil casos de coronavirus, más de tres mil muertos, hospitales desbordados, el gobierno peruano extendió hasta el 30 de junio la cuarentena iniciada el 16 de marzo y que debía culminar este domingo. Con esta medida serán quince semanas, 107 días exactamente, de confinamiento obligatorio. Un tiempo mayor que la cuarentena de Wuhan, la provincia china donde estalló la pandemia. Pero esta ampliación llega con una apertura paulatina de las actividades económicas. El toque de queda nocturno se mantiene, pero se reduce en una hora. A partir del lunes rige desde las nueve de la noche.

Los contagios aumentan con más rapidez en los barrios popularesLima, que tiene el 30 por ciento de la población del país, concentra aproximadamente el 60 por ciento de casos. Según el reporte oficial, de las 119.959 personas contagiadas, 3.456 han muerto, 7.779 están hospitalizadas y 920 en cuidados intensivos conectadas a un respirador. Esto ha puesto al borde del colapso un sistema de salud descuidado por distintos gobiernos y por un modelo neoliberal de espaldas a los servicios públicos.

El presidente Martín Vizcarra ha justificado la ampliación de la ya larga cuarentena señalando que era una medida necesaria para evitar que los contagios se multipliquen a un ritmo mayor si ésta era levantada y así ganar tiempo para mejorar la débil capacidad de respuesta del sistema de salud, que calificó como “precario”. Señaló que la meta del gobierno para el final de junio, cuando termine esta nueva ampliación del confinamiento obligatorio, es haber duplicado la capacidad hospitalaria, que es de diez mil camas, y el número de respiradores para atender a los enfermos graves, que al inicio de la cuarentena en marzo eran apenas poco más de 200 y ahora son mil, lo que deja menos de cien disponibles, aunque esa cifra nacional oculta que en varias regiones ya no hay respiradores libres y los enfermos mueren esperando uno.

“Con esto hemos aprendido que temas tan importantes como la salud y la educación han estado descuidados desde hace mucho tiempo. Eso tiene que cambiar”, ha reconocido Vizcarra. Un descuido que ahora se paga caro.

En los pasillos de hospitales desbordados enfermos que buscan desesperadamente atención mueren en esa esperaMás de 600 contagiados con covid – 19 han fallecido en sus casas, sin ser atendidos en un centro de salud. En las puertas de los hospitales se repiten las imágenes del personal de salud protestando por la falta de equipos de protección para atender a sus pacientes. Hay quejas de equipos defectuosos que han sido entregados y denuncias de corrupción en las compras realizadas.

Este domingo se reportaron oficialmente 4.205 nuevos contagios y 83 muertes, menos que las 129 del día anterior. El gobierno asegura que ya se ha llegado al pico y ahora la curva está -como promedio nacional, pero con diferencias regionales- en una meseta con un lento descenso. Hay un debate sobre esto.

“De acuerdo a lo dispuesto por el Ministerio de Salud, en el Perú se están registrando como positivos no solamente los casos sintomáticos, de enfermos, sino también los asintomático que han desarrollado anticuerpos pero no tienen la enfermedad. Esto sube las cifras. Ambos datos deberían analizarse por separado. Los casos nuevos que se informan cada día no son contagios del día, sino registrados en el día que se hace el reporte, pero la enfermedad ha sido contraída anteriormente. Eso distorsiona el análisis. Si ordenamos los datos por las fechas de inicio de la enfermedad y vemos los casos de los enfermos, la curva epidemiológica está en una fase de descenso. Pero sigue una alta demanda en los hospitales, que en muchos casos están colapsados”, le declaró a PáginaI12 el epidemiólogo Luis Suárez, coordinador de investigación y salud pública de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y ex director del Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades.

“Hay heterogeneidad -precisa el doctor Suárez- en el momento epidemiológico que está viviendo cada región del país. La curva de casos ya está bajando en zonas que han sido muy afectadas, pero ha comenzado a subir en otras. Por eso no estoy de acuerdo con una misma medida para todo el país, creo que la mejor opción sería poner cuarentenas focalizadas según el desarrollo de la enfermedad en cada zona”.

Con una informalidad del 70 por ciento de la economía, empleos precarios y sin derechos laborales, muchos que viven del día a día, buena parte de la población se ha quedado sin ingreso. La ayuda económica del gobierno para los más vulnerables no solo no termina de repartirse, sino que el monto equivalente a 220 dólares dado para un mes de cuarentena se mantiene congelado para los ahora más de tres meses de confinamiento.

En ese complicado escenario, el gobierno decidió apostar por la apertura gradual de la economía, a pesar de los temores que eso incremente los contagios. Con la apertura, el caótico transporte público amenaza multiplicar la propagación del virus. El gobierno aclara que se ha reducido la capacidad de las unidades de transporte a la mitad, pero eso es difícil de controlar.

Las primeras actividades en comenzar a operar son la minería, pesca, construcción, textiles, consultorios médicos, restaurantes por delivery, servicios de reparación a domicilio, venta de ropa por internet, peluquerías y algunos otros rubros. Se deben cumplir protocolos de distancia física, llevar mascarilla todo el tiempo y pruebas para detectar el virus a los que se incorporen a estas actividades. No podrán volver al trabajo los mayores de 65 años, quienes tengan obesidad o enfermedades como diabetes, hipertensión, afecciones cardíacas, entre otros males. Como parte de esta apertura, se anunció la vuelta en las próximas semanas del fútbol profesional, pero sin público. Este proceso de reactivación económica continuará por fases hasta agosto, cuando se espera que el 95 por ciento de la economía ya esté en funcionamiento.

Lo que no tiene fecha es el retorno de los alumnos a colegios y universidades. El gobierno ha dicho que la suspensión de clases presenciales y la continuación de la modalidad virtual podría durar todo el año. En las puertas de colegios privadas se repiten protestas de padres que exigen se baje el costo de las pensiones por este cambio en la modalidad de enseñanza. El gobierno dice que no puede intervenir en el tema porque se trata de contratos entre privados. Los niños hasta 14 años podrán salir a pasear acompañados de un adulto hasta por 30 minutos al día cerca a sus domicilios.

“La normalidad como la conocíamos ya no existe. Ya nada va a ser igual. Tenemos que aprender a vivir con una nueva convivencia. El distanciamiento social seguirá hasta que haya una vacuna o una cura”, dijo Vizcarra al anunciar la nueva prolongación de la cuarentena. La popularidad del presidente, que en marzo luego que decretara la cuarentena subió de 52 a 87 por ciento, se mantiene alta, con 83 por ciento de respaldo, según un reciente sondeo de Ipsos.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/267960-coronavirus-en-peru-hospitales-desbordados-y-barrios-popular

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Indígenas resisten ideas genocidas del gobierno brasileño

Redacción: República

Resistencia, esa es la consigna con que los indígenas de Brasil cerraron el Campamento Tierra Libre, un encuentro en la capital del país que se concentró en protestar contra las amenazas a sus derechos y reclamar la derogación de medidas adversas que ya comenzó a aplicar el  gobierno de extrema derecha.

El presidente Jair Bolsonaro “se declaró un gran enemigo nuestro desde la campaña electoral”, al asegurar que no demarcaría “siquiera un centímetro” de nuevas áreas indígenas, recordó Sonia Guajajara, coordinadora ejecutiva de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil.

“Además de negarnos los territorios, quiere quitarnos el derecho a la identidad, con un integracionismo que niega la diversidad”, acotó en diálogo con IPS desde Brasilia la lideresa del movimiento que organizó el Campamento, en que participaron entre el 24 y 26 de abril cerca de 4.000 indígenas provenientes de todo el país.

Guajajara se refirió a declaraciones de Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero,  en que sostuvo que su gobierno buscará “reintegrar los indígenas a la sociedad, llevándoles condiciones para que puedan sentirse brasileños”.

“Somos todos iguales”, suele argüir para defender la introducción de minería, ganadería y otras actividades económicas en las tierras indígenas, que la Constitución brasileña condiciona a autorización previa del parlamento y consultas a la comunidad afectada.

Esa supuesta “igualdad”, diluyendo la identidad, anularía la necesidad de territorios indígenas, blancos de la codicia de agricultores, madereros, la minería y otros negocios que, agrupados bajo el nombre de “ruralistas”, constituyen una de las grandes fuerzas del gobierno de Bolsonaro.

“Nosotros conquistamos, en la Constitución de 1988, el reconocimiento del derecho a la diferencia, a nuestros usos, costumbres, lenguas, creencias y tradiciones, y el derecho originario a las tierras que tradicionalmente ocupamos”, dice el texto básico del XV Campamento Tierra Libre, que tuvo como lema: “Sangre Indígena – En las venas la lucha por la tierra”.

Ese reconocimiento fue un triunfo de la resistencia en los 519 años de “golpes y más golpes” de la colonización, la monarquía, la república y la dictadura militar (1964-1985) cuyas fuerzas “invadieron nuestros territorios, masacraron nuestros pueblos, destruyeron y se adueñaron de nuestras tierras y riquezas”, destaca la declaración.

El documento refleja los debates preparatorios de este año del neurálgico encuentro, que se repite cada mes de abril desde 2004.

Se produce con el contexto de un gobierno que desde su estreno trata de destruir la política indigenista que se construyó en las últimas décadas en Brasil, con el discurso presidencial de “integrar” los pueblos, planteó Guajajara.

Pero “no nos rendiremos a las amenazas de ningún gobierno autoritario”, subrayó la lideresa indígena e integrante del pueblo guajajara, situado en el nororiental estado Maranhão y del que toma su apellido.

El desmantelamiento empezó en la misma toma de posesión de Bolsonaro, con la firma de la Medida Provisional 870 (decreto presidencial con fuerza de ley, pero pendiente de aprobación parlamentaria), que reestructura los ministerios responsables de las cuestiones indígenas.

Uno de los cambios fue transferir la Fundación Nacional del Indígena (Funai), la institución responsable de la política indigenista, del Ministerio de Justicia para otro que pasó a agrupar los temas de Mujer, Familia y Derechos Humanos.

Además se le quitó la función de demarcar tierras indígenas, atribución que pasó al Ministerio de Agricultura, específicamente a su Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria, que controla las cuestiones de propiedad de la tierra.

Es evidente el conflicto de intereses, ya que se trata de un sector dominado por los “ruralistas”, que encaran las tierras indígenas como obstáculo a la expansión de sus negocios.

El Campamento logró un posible triunfo en el objetivo de anular esas medidas, al dialogar con líderes parlamentarios.

Los presidentes del Senado, David Alcolumbre, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, prometieron a los indígenas apoyar el retorno de la Funai al Ministerio de Justicia y la restitución de sus prerrogativas en demarcación.

La Medida Provisional, parecida a un decreto-ley en otros países, tiene vigencia inmediata pero solo por 60 días, plazo que puede ser prorrogado para su votación parlamentaria. En el caso de la 870, pierde validez el 3 de junio si senadores y diputados no la aprueban como ley permanente.

Hay juristas y fiscales del Ministerio Público (fiscalía) que consideran inconstitucional someter cuestiones indígenas al Ministerio de Agricultura.

Con ese argumento, el Partido Socialista Brasileño requirió al Supremo Tribunal Federal (STF) suspender la medida. Pero el magistrado Luiz Roberto Barroso desestimó la solicitud, bajo el argumento de que estructurar los ministerios es competencia del Poder Ejecutivo.

Sin embargo, en su fallo realzó que el gobierno está “obligado a promover las demarcaciones de tierras indígenas”, a través de uno u otro ministerio, porque así lo manda la Constitución.

Parte del Campamento Tierra Libre, instalado entre el 24 y 26 de abril en la Explanada de los Ministerios, que atrajo miles de indígenas a Brasilia, para defender sus derechos, amenazados por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que actualmente defiende la “integración” indígena a la sociedad brasileña, poniendo fin a su identidad propia, acercándose al etnocidio. Crédito: José Cruz/Agência Brasil

Brasil tiene 722 tierras indígenas, siendo 486 ya “homologadas”, como se define a aquellas en que se completó su legalización, y 117 en proceso de demarcación, según el Instituto Socioambiental, organización no gubernamental que posee la más amplia documentación sobre el tema.

Además hay 119 áreas en proceso de identificación, donde se reconoce ocupación indígena tradicional y por eso se restringe el uso por poblaciones no autóctonas.

En este país sudamericano de casi 210 millones de habitantes, hay 305 pueblos originarios con 274 lenguas distintivas, según el último censo, de 2010, que situó la población indígena en 817.963 personas, aunque hay coincidencia en que actualmente se aproxima al menos al millón.

El Ministerio de Salud también intentó extinguir la Secretaria de Salud Indígena, que presta asistencia a las comunidades originarias en todo el país. El proyecto era que esa tarea se dividiría entre los órganos de salud básica regulares y las municipalidades.

Pero el ministro Luiz Enrique Mandetta tuvo que dar marcha atrás ante las protestas indígenas.

Impedir otros retrocesos es el objetivo de los movimientos indígenas, ya que parece irrealista lograr avances con el Bolsonaro como inquilino del Palacio de Planalto. “No esperamos nada de ese gobierno”, admitió Guajajara.

Una gran amenaza es la del “hito temporal”, un concepto que solo reconoce como tierra indígena la que estaba ocupada por esa población el 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la Constitución.

Esa interpretación presenta evidente discrepancia con las expresiones constitucionales “tradicionalmente ocupadas” y “derechos originarios” para identificar áreas destinadas al usufructo exclusivo de los pueblos originarios.

Pero ya la emplean jueces que empiezan a anular demarcaciones ya consolidadas, privilegiando a invasiones de tierras anteriores a octubre de 1988, lamentó a IPS el indígena guaraní Inayê Lopes.

Ejemplificó con el caso de una hacienda, incorporada desde 1998 a la reserva indígena Arroyo-Corá, en el centro-occidental estado de Mato Grosso do Sul, devuelta el 22 de abril a sus antiguos propietarios por la sentencia de un juez.

“Están en riesgo otros territorios tradicionales, aunque ya estén demarcados y homologados”, advirtió Lopes.

El STF deberá dirimir esa cuestión al juzgar, antes de abril de 2020, una disputa similar, de un área identificada como tierra tradicional de los indígenas del pueblo  xokleng, pero reclamada por la Fundación Ambiental de Santa Catarina, un estado del sur de Brasil.

Hay amenazas en todas partes.

Grandes proyectos, como una línea de transmisión para integrar al sistema eléctrico nacional el nororiental estado de Roraima, en la frontera con Venezuela, hace recordar la masacre de los waimiri-atroari, que ejecutó la dictadura militar (1964-1985), durante la construcción de una carretera y una central hidroeléctrica en la década de los 70.

Ese pueblo indígena de 3.000 personas en 1972 se redujo a 350 miembros en 1983, según datos de la Funai.

El riesgo de nuevos genocidios parece descartado ante la vigencia de la Constitución, mecanismos judiciales y resistencias de indígenas y la sociedad en general, pero son preocupantes las ideas de numerosos militares en el gobierno, en buena parte nostálgicos de la dictadura.

La caballería estadounidense fue eficiente, al diezmar los indígenas y eliminar “ese problema”, al contrario de las fuerzas militares brasileñas, lamentó Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército, en discurso como diputado en 1998.

Fuente: https://www.republica.com.uy/brasil-indigenas-resisten-ideas-genocidas-del-gobierno-brasileno-id707886/

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Brasil: Por qué miles de indígenas están protestando contra Jair Bolsonaro

Redacción: El Comercio

Unos dos mil indígenas acamparon el miércoles en Brasilia bajo un fuerte operativo de seguridad, iniciando tres jornadas de manifestaciones contra el gobierno de Jair Bolsonaro

Unos dos mil indígenas acamparon el miércoles en Brasilia bajo un fuerte operativo de seguridad, iniciando tres jornadas de manifestaciones que este año denuncian la expansión de actividades mineras y agropecuarias favorecidas por el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro en detrimento de sus tierras ancestrales.

Los líderes indígenas empezaron a instalar durante la madrugada su «Campamento Tierra Libre» en la Explanada de los Ministerios, enmarcados por importantes contingentes policiales, comprobaron periodistas de la AFP.

«Nuestras tierras son sagradas. No a la minería en tierras indígenas», proclamaba una de las primeras pancartas instaladas frente al campamento que mira al icónico edificio del Congreso nacional y tiene a los lados los edificios de los ministerios.

«Nuestros derechos no se negocian», se leía en otro cartel.

Este «Campamento Tierra Libre«, que se realiza desde el 2004, arranca este año en un clima de tensión con el recién inaugurado gobierno Bolsonaro, que se ha manifestado en varias ocasiones contra nuevas demarcaciones de tierras indígenas y a favor de la expansión de actividades económicas cuestionadas por los pueblos originarios y por los defensores del medio ambiente en la Amazonía.

«Desde el 1 de enero [cuando asumió Bolsonaro], el gobierno atacó a los indígenas en todos sus derechos, uno de ellos la educación», dijo a la AFP Luana Kumaruara, de 33 años, nativa de Pará (norte), que cursa una maestría en antropología.

Kumaruara, que realiza su tercer campamento, recordó que el primer ministro de Educación de Bolsonaro, Ricardo Vélez (destituido este mes), llegó a afirmar que la universidad no era para todos, lo cual afectaría el acceso a una educación superior de los indígenas, tradicionalmente con menos recursos.

Bolsonaro cuestionó la semana pasada la organización de este campamento.

«Va a ocurrir un encuentro grande de indígenas, la próxima semana. Se prevé 10.000 indígenas aquí en Brasilia. ¿Y quién va a pagar la cuenta de los 10.000 indios que vienen? Usted», dijo el presidente en una transmisión en vivo en Facebook.

Esa afirmación fue rebatida de inmediato por la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), responsable del evento, que aseguró que la iniciativa es financiada con campañas propias de colecta de fondos.

Según cifras oficiales, unos 800.000 indígenas de 305 etnias viven en Brasil, un país de 209 millones de habitantes.

La Constitución brasileña determina que esos pueblos tienen el derecho al usufructo exclusivo sobre las tierras que ocupan, pero la demarcación se ve amenazada por la tala ilegal, la expansión de la ganadería y el avance de la frontera agrícola.

Fuente: https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/brasil-miles-indigenas-acampan-brasilia-protestar-jair-bolsonaro-fotos-noticia-nndc-629527

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La cantidad de científicos cubanos está disminuyendo debido a la emigración

Redacción: Ciber Cuba

La cifra de científicos cubanos, incluyendo los doctores, está decreciendo debido a factores relacionados con la edad como la jubilación y la muerte, el traslado hacia otras actividades económicas mejor retribuidas y la emigración.

Según reveló al periódico Granma el Doctor en Ciencias Luis Alberto Montero Cabrera, profesor de mérito de la Universidad de La Habana, el sistema educacional debe promover más el culto al conocimiento y la investigación en sus programas docentes.

“La formación doctoral es un proceso de ganancia neta para todos. El nuevo doctor gana adquiriendo el grado, su tutor o supervisor lo hace adelantando muchos resultados científicos que también son suyos, mientras la institución que los patrocina se beneficia logrando con ellos producir más ciencia y tecnología, a la vez que puede fortalecer su claustro”, dijo.

En Cuba la edad promedio de obtención del título de Doctor fue de 45 años en el 2015, una cifra “claramente insuficiente”.

“Un Doctor en Ciencias joven, que logra el grado antes de los 30 años, tiene mucho más tiempo en su vida profesional de tributar nuevos conocimientos y propiciar al mismo tiempo la educación científica de las nuevas generaciones”, explicó.

El especialista recordó que uno de los parámetros para medir el ranking de las universidades es la cantidad de doctores existentes dentro de su claustro docente.

Fuente: https://www.cibercuba.com/noticias/2018-08-10-u1-e43231-s27061-cantidad-cientificos-cubanos-esta-disminuyendo-debido

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