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La viceministra de Educación de Rusia, arrestada por corrupción

Europa/Rusia/09 Julio 2020/https://mundo.sputniknews.com/

Un tribunal en Moscú ordenó el arresto de la viceministra de Educación y Ciencia de Rusia Marina Lukashévich, acusada de corrupción, comunicó un corresponsal de Sputnik desde la sala de audiencias.

«Aplicar la medida cautelar de arresto», ordenó la jueza María Sizíntseva al precisar que el plazo de arresto se prolongará hasta el 16 de agosto.

Durante la sesión de este 6 de julio el juez instructor informó que el daño ocasionado por Lukashévich superó los 50 millones de rublos ($700.000).

La defensa pidió liberar a Lukashévich bajo una fianza de tres millones de rublos.

Además, comunicó que recurrirá su arresto.

«Claro que vamos a recurrirlo», dijo el abogado de la viceministra.

Según los materiales de la instrucción, durante la comisión del delito, Lukashévich era directora general de un Centro de Desarrollo de la Ciencia, y su presunto cómplice, Mijaíl Popov, ocupaba un cargo en el Ministerio de Educación.

De acuerdo a los jueces instructores, el Ministerio firmó con el Centro varios contratos de Estado y a cambio recibió unos trabajos «basados en fuentes oficiales, plagios, libros de texto y ponencias de estudiantes». Es decir, los trabajos no tienen ningún valor científico.

Lukashévich, que ha insistido en lo contrario, aseguró al tribunal que los trabajos se aprovecharon durante la pandemia del COVID-19 y permitieron «brindar servicios educativos de calidad».

Según el tribunal, la parte damnificada es el Ministerio de Educación y Ciencia. La investigación ha sido prorrogada hasta el 16 de agosto de 2020.

Marina Lukashévich empezó a trabajar en el Ministerio en 1998 como empleada del servicio jurídico, y en 2018 ocupó el cargo de viceministra.

Fuente e imagen tomadas de: https://mundo.sputniknews.com/rusia/202007061091987050-la-viceministra-de-educacion-de-rusia-arrestada-por-corrupcion/

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Colombia: Crean app para reportar anomalías del PAE en Magdalena

América del sur/Colombia/12 Marzo 2020/semana.com

Luego de lanzar pullas contra la anterior administración, el gobernador Carlos Caicedo anunció acciones contra presuntos actos de corrupción. Hambre cero Magdalena, el nombre de la aplicación.

La disputa política entre el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, y la familia Cotes no para. Nuevamente, el mandatario lanzó pullas por las supuestas irregularidades en el Plan de Alimentación Escolar (PAE). A través de su cuenta de Twitter, Caicedo denunció un “posible desvío de recursos” en colegios como el Sagrado Corazón de Jesús en el corregimiento de Pajaral, municipio de Guamal.

En un video, que el mismo gobernador compartió, la comunidad exige tomar cartas en el asunto. “(Esta es) la comida que se les da a los niños de preescolar. No es una comida, es una migaja. Esperamos que la Personería municipal y los entes que tengan que ver con la buena atención en los restaurantes escolares hagan una revisión técnica porque da vergüenza, pena y tristeza”, se escucha en la grabación.

Carlos Caicedo

@carlosecaicedo

Como lo muestran estas imágenes de la IED Sagrado Corazón de Jesús en el corregimiento de Pajaral, municipio de Guamal se evidencia el posible desvío de los recursos que garantizan la alimentación de los niños, niñas y jóvenes del Magdalena.

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«Hambre cero Magdalena» 

En ese sentido, Caicedo anunció medidas y acciones de la mano con la Secretaría de Educación departamental y los rectores de las instituciones educativas, frente a lo que calificó como una “vagabundería del operador que nos dejó el gobierno Cotes”.

“Se trata de imágenes desde la IED Sagrado Corazón de Jesús, sede ERM San José de Pajaral, en el municipio de Guamal, corregimiento de Pajaral. No permitiremos bajo ninguna circunstancia que la alimentación de nuestras niñas y niños sea robada por los corruptos. Con acompañamiento de la interventoría se consolidará la información de las situaciones evidenciadas en cada una de las IED beneficiadas con el Programa PAE y con relación a lo anterior (el video) se tomarán las medidas necesarias, tales como aperturar proceso sancionatorio administrativo entre otras a las que haya lugar”, manifestó el mandatario.

Así mismo, Caicedo anunció la puesta en marcha de un aplicación para sistemas operativos Android, donde “los padres de familia, docentes y estudiantes pueden hacer control y seguimiento al programa de alimentación, denunciando cualquier anomalía. Fotos y reportes serán evidencias para hacer control y trasladar a los organismos de control para su actuación”, advirtió.

La app ‘Hambre cero Magdalena’ está disponible para su descarga en www.gobernaciondelmagdalena.gov.co/programasdealimentacion/appEn el aplicativo, los ciudadanos pueden enviar fotografías, hacer comentarios y evaluar aspectos como la calidad, la cantidad, el estado, la variedad y la puntualidad del Programa de Alimentación Escolar en cualquiera de los municipios y colegios del Magdalena.

Cabe recordar que en enero se registró un tire y afloje, cuando Rafael de la Valle, jefe del PAE, señaló a la administración de Rosa Cotes de haber mentido en el número de beneficiarios del servicio, cuando afirmaron que eran 131.612 los estudiantes, pero según el funcionario realmente solo llegaban a 120.059.

Otro de los puntos en los que no habría sido correcta la información entregada por la administración de Cotes, según el jefe del PAE, sería en el porcentaje de cobertura, porque de acuerdo con De la Valle, esta solo alcanza el 68,5 por ciento de matriculados en el PAE frente al total de estudiantes matriculados en las instituciones oficiales. Lo que demostraría una baja en la cobertura y cuestionamientos frente a 8 mil raciones, que representan alrededor de $17 millones diarios.

El nuevo encargado del PAE en el departamento dijo, en ese momento, que su oficina haría la verificación en campo de la entrega del total de raciones y de esas 8 mil que presuntamente están siendo entregadas dos veces a los mismos niños, en 112 colegios. 

Nueva institución para el PAE

Cabe recordar que, el pasado 1 de marzo, empezó a operar la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar: ‘Alimentos para Aprender’. Es una entidad adscrita al Ministerio de Educación Nacional (MEN) que tiene autonomía administrativa, personería jurídica, patrimonio, estructura interna y planta de personal independiente para fijar y desarrollar la política en materia de alimentación escolar en el país.

De acuerdo con el presidente Iván Duque, la idea es que en 2022 los 180 días del calendario escolar estén cubiertos. En 2019 eran 170 y en 2017 alrededor de 160 días con alimentación escolar en el país.

“El país requiere una carta de navegación de largo plazo, que oriente a los gobiernos locales en torno a la Alimentación Escolar como una acción social integral que favorezca el acceso, el bienestar y la permanencia de los estudiantes (…) Vamos a crear una nueva institucionalidad no burocrática, pero sí concentrada en el bienestar de los niños, en garantizar los micronutrientes que requieren para el desarrollo de la corteza precortal del cerebro en aras de que el aprendizaje sea un éxito y para que derrotemos la corrupción y los contratistas que le han arrebatado esa esperanza a los niños de Colombia”, expresó Duque.

El PAE pasó de atender a cerca de 4,1 millones de estudiantes en 2017 a 5,6 millones en 2019. De acuerdo con el MEN, para 2022 la meta es alcanzar los 7 millones de niños y adolescentes atendidos, es decir el 85 % de la matrícula en el territorio nacional.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/pae-magdalena-corrupcion-denuncia-gobernador-carlos-caicedo-app/655911

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Al menos 28 muertos entre policías y manifestantes en Iraq

Asia/Irak/04-10-2019/Autor y Fuente: www.prensa-latina.cu

Al menos 28 personas murieron y unas mil resultaron heridas como resultado de la represión policial contra una protesta masiva en Iraq que cumple hoy su cuarto día.
Desafiando un toque de queda, gas lacrimógeno, cañonazos de agua y disparos con munición real, miles de manifestantes continúan movilizados contra la corrupción, el desempleo y falta de servicios en el mayor desafío enfrentado por el primer ministro Adel Abdel-Mahdi.

‘Seguiremos adelante hasta que el gobierno caiga’, prometió Ali, de 22 años de edad, graduado universitario y sin empleo.

La policía antidisturbios y el Ejército dispararon al suelo con armas automáticas montadas en vehículos y las balas rebotaron contra una multitud concentrada frente al Ministerio de Petróleo e Industria.

El saldo hasta ahora es de 28 personas muertas, incluidos dos policías, y más de mil heridos.

Más de la mitad de los occisos provienen de la sureña ciudad de Nasiriya, donde solo este jueves seis murieron a tiros.

En el centro urbano de Amarah, se registraron cuatro decesos causados por disparos de los represores, mientras que en Diwaniyah, 150 kilómetros al sur de Bagdad, murieron dos manifestantes y un agente.

Las manifestaciones comenzaron el martes último en la capital y se extendieron por las provincias y regiones de Dhi Qar, Missan, Najaf, Basora, Wasit y Babilonia.

Abdel-Mahdi, quien llegó al cargo en octubre de 2018, prometió reformar instituciones ineficientes, erradicar la corrupción y combatir el desempleo, pero su incumplimiento parece que llegó al límite de los manifestantes.

En particular, la ira se deriva del asombroso nivel de desempleo juvenil que cubre a 25 por ciento de los jóvenes, más del doble de la tasa nacional.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=310305&SEO=al-menos-28-muertos-entre-policias-y-manifestantes-en-iraq
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Crisis en Argentina: Ser argentino y no morir en el intento

América del Sur/Argentina/El Espectador

Luego de más de tres semanas de turbulencias financieras, los ciudadanos enfrentan mayores problemas y no aguantan más los embates de una economía imprevisible. Así viven los argentinos una nueva crisis.

¿Desde qué lugar se puede observar la crisis que golpea a 44 millones de argentinos? ¿Desde los ojos de un millonario que ahora mismo, con el flamante control de capitales, no puede comprar más de US$10.000 por mes? ¿Desde la mirada de un trabajador de clase media que ve cómo el sueldo se diluye inexorablemente entre impuestos? ¿Desde el dolor de los pobres, ametrallados por la inflación? Argentina se transformó en un país en el que todos, inexorablemente, sufrimos la crisis financiera que sacude una vez más, como una ola que se pierde en la costa atlántica pero regresa con la fuerza de un tsunami.

Hay situaciones que son más complejas que otras. Que falte un plato de comida en la mesa es grave, entonces el resto pasa a segundo plano. Pero todos, en mayor o menor medida, independientemente del sector de la clase social que integren, padecen esta nación sacudida por un constante y cíclico viacrucis económico.

Quilombo es la palabra que mejor nos representa y proviene del lunfardo, un dialecto bien porteño. Así se llamaba a los prostíbulos en estas tierras. De ahí el derivado de un término usual para describir una situación caótica. “Remar en dulce de leche repostero” es otra acepción para esta auténtica película de acción: ser argentino y sobrevivir en el intento. Comer es esencial, claro. Difícil en un país en el que la mitad de los niños está por debajo de la línea de la pobreza. Una señal de que el futuro es poco auspicioso. Lo reveló un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). El número (51,7 %) impacta. Sobre todo si se tiene en cuenta que en casi cuatro años del gobierno de Mauricio Macri se generaron cuatro millones de nuevos pobres.

La reducción de los subsidios a los servicios públicos (transporte y energía) en pos del equilibrio fiscal fue letal para el bolsillo de la gente. El ajuste fue demasiado potente, al punto de transformarse en una situación imposible de sostener para los ciudadanos, que dejaron un claro mensaje en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), una encuesta que terminó siendo lapidaria para el oficialismo: 49,9 % eligió a Alberto Fernández, candidato por el Frente de Todos, cuya vicepresidenta es Cristina Fernández de Kirchner. Sí, la misma que había estado al frente en dos mandatos oscuros tras el fallecimiento de Néstor, su marido, quien capeó el temporal después de la crisis de 2001, que terminó con Fernando de la Rúa escapándose de la Casa Rosada a bordo de un helicóptero.

La devaluación que se produjo después del domingo 11 de agosto, junto con el desplome de la Bolsa, se profundizó hasta llegar a un 34 % y obligó a la renuncia-despido del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Un combo letal que generó mayores problemas para los ciudadanos, que ya no aguantan más los embates de una economía sin previsibilidad. El lunes, sin ir más lejos, se formaron grandes colas en las puertas de los bancos. La gente fue decidida a sacar los depósitos ante el temor de un corralito, la libre disposición de los ahorros que impuso Domingo Cavallo, ministro de Economía hace 18 años.

No es fácil ser argentino, está claro. Para el escritor Federico Andahazi, vivimos en un país psicótico. “Cada vez que la Argentina entra en crisis, los argentinos, en consecuencia, entramos también en crisis. Sucede que los países, igual que las personas que lo habitan, pertenecen a una determinada estructura psíquica. La Argentina, cada vez con más frecuencia, se vuelve loca y la internan en el manicomio de las naciones. El país experimenta crisis parecidas con una insistencia circular. Son brotes en los que se evidencia la estructura patológica de la Argentina. La Argentina psicótica”, explica.

Y tal vez tenga razón. Al menos, desde el informe internacional que realizó Ipsos Global Advisor on Global Happiness 2019, Argentina es el país más infeliz del planeta. En la encuesta online participaron unas 20.000 personas adultas entre 16 y 74 años a lo largo de 28 naciones.

Entre las cuestiones que menos bienestar y placer causan están el tiempo empleado en las redes sociales, mudarse a otro país y las posesiones materiales.

El primer punto se entiende desde la grieta que dividió a las familias con la discusión política que estableció el kirchnerismo duro y se potenció durante el macrismo, polarizando la elección. Un bumerán que le devolvió al primer mandatario oficialista un cachetazo que lo dejó con un pie afuera de la Casa Rosada y esperando un milagroso balotaje como única opción.

El segundo se explica con el éxodo que muchos argentinos jóvenes y profesionales eligen al encontrarse con un país sin futuro, siempre dando vueltas alrededor del mismo signo que gobernó durante el mayor lapso de las últimas siete décadas y no encontró estabilidad. Del peronismo se trata, doctrina que enarbolan los fanáticos del general Juan Domingo Perón. Populismo, lisa y llanamente, en las antípodas del liberalismo. El Estado al servicio del pueblo parece un eslogan de campaña. En realidad, son los argentinos los que están condenados por la presión impositiva —una de las más altas del mundo, la más fuerte en la región— y los sindicatos a alimentar la maquinaria estatal en un país explotado en empleo público y con un 34 % de pobres.

Aproximadamente, unos 250 sueldos de un asalariado promedio. Y las condiciones para tomar préstamos son demasiado duras: para sacar un crédito hipotecario a 30 años y así poder contar con el 75 % del monto del departamento que se financia se necesita un ahorro previo de más de casi un millón y medio de pesos, algo así como US$123.000. Siempre bajo la referencia de dos habitaciones y todo ajustable a la inflación. Se estima que cerrará 2019 con un alza del 55 %. Aquellos que pidieron un crédito antes de abril del año pasado, cuando sucedió la primera corrida bancaria, hoy se quieren agarrar de los pelos. El dólar orillaba los 20 pesos; hoy, los 60.

En esa misma ciudad donde las organizaciones sociales pidieron la emergencia alimentaria y cortaron la 9 de Julio, emblemática avenida porteña, para jugar al fútbol, Argentina vive el final del mandato de Macri crispada. El periodista Fernando González lo describe como “un país adolescente”. Y nada indica que vaya a madurar.

Fuente e imagen: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/crisis-en-argentina-ser-argentino-y-no-morir-en-el-intento-articulo-879911

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Presiones para subir notas, cuotas ‘voluntarias’ impuestas y otros amaños que enturbian la vida escolar

Por: Saray Marqués

El caso del máster fraudulento de Cristina Cifuentes ha hecho que emerjan prácticas cuestionables, afortunadamente no generalizadas, en la universidad que conviene limpiar ¿Y si miramos a nuestros colegios e institutos? ¿Damos por naturales comportamientos deshonestos o poco íntegros?

No, la culpa no es de la universidad española, pero el caso del máster fraudulento de Cristina Cifuentes, al que la presidenta madrileña ha tenido que renuciar, destapado por eldiario.es ha hecho que se empiecen a nombrar en voz alta males que, sin ser endémicos, sí que existen en ella, como las dificultades para que el control sea exquisitamente riguroso, para que los desmanes sean inviables, para que los tratos de favor no tengan lugar y no se permita hacer la vista gorda. También, para que la autonomía universitaria sea real y para que tener un contrato como profesor no signifique ningún tipo de pleitesía hacia ningún catedrático benefactor.

Jaume Sureda Negre es catedrático de la Universitat de les Illes Balears, donde dirige el Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación. Con su grupo de investigación Educación y Ciudadanía ha analizado distintos casos de “deshonestidad académica” ya desde la ESO y ha alumbrado trabajos como El plagio académico en Educación Secundaria, junto con Rubén Comas. Para Sureda, “es evidente que las prácticas deshonestas afectan también a los niveles educativos no universitarios”, y cita como ejemplo “inflar las notas”.

En la amplia bibliografía que, asegura, existe sobre la corrupción en educación, se suele diferenciar entre “pequeña corrupción” (copiar, por ejemplo) y “gran corrupción” (vender o comprar artículos académicos, por ejemplo): “Hay partidarios de restringir el uso del término corrupción académica a aquellos casos en que se han producido cambios o beneficios económicos, y de referirse a los otros casos de malas prácticas como faltas de integridad académica, entendiendo por integridad aquellas conductas y acciones coherentes con una serie de normas y principios morales y éticos. Pero, personalmente, soy partidario de utilizar el concepto de corrupción para hacer referencia tanto al abuso de poder en beneficio propio –la gran corrupción– como a la ausencia de integridad académica –la pequeña corrupción-”.

Chiringuitos en Valdemoro, pero no solo

Si uno piensa en corrupción en las aulas a gran escala le vienen a la cabeza casos sonados como esa suerte de chiringuito en Valdemoro que supuso la trama Púnica, por la que el que fuera número tres del Gobierno de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, y su socio, David Marjaliza, se llevaban una mordida de en torno a 900.000 euros por cada colegio concertado que se ponía en marcha, a través de una empresa que lo vendía después a cooperativas de profesores para su gestión.

O, más reciente, en ese puesto creado ad hoc para la hija del inspector jefe de la Delegación de Educación en Sevilla, que desveló el diario El Mundo y obligó al Gobierno de Susana Díaz a abrir una investigación interna sobre el reparto de una serie de destinos de forma discrecional, al margen de los procedimientos ordinarios y sin cumplir los requisitos pertinentes.

Pero, sin llegar a esos extremos, sin copar grandes titulares, muchos consideran que colegios e institutos no están exentos de prácticas que se podrían englobar bajo el paraguas de corrupción.

Una persona con una gran trayectoria en la educación no universitaria, donde ha ocupado cargos de responsabilidad, y que prefiere no dar su nombre, reflexiona: “La educación y sus instituciones están controladas en un porcentaje demasiado alto por la Iglesia, por algunas empresas y por los políticos, en el caso de la pública. No sé cómo podemos sobrevivir a tantos intereses que nada tienen que ver con un niño y su maestra intentando comprender y aprender la división por dos cifras de la mejor manera posible y respetando el ritmo natural de ese niño o esa niña concretos, o con el alumnado que necesita refuerzo sin personal suficiente que se lo proporcione mientras se gastan millones de euros en libros de texto no siempre adecuados. Está todo desequilibrado, la honestidad también”.

En su opinión, “en los colegios e institutos públicos es más difícil comerciar, porque no hay nada que vender. Es un servicio público con funcionarios que no tienen necesidad de engordar las notas. No así en la concertada o privada. Leyendo la lista de los mejores colegios que publica El Mundo hay poco más que hablar”.

El hecho de que los datos sean públicos complica también los tejemanejes en la pública: “Una vez vi una beca concedida a la hija de un profesor de instituto sin que le correspondiese. El alumno perjudicado presentó una reclamación y al final fue a parar a las manos correspondientes”. Sin embargo, sí que ha calado una cierta sensación de impunidad que, a su juicio, empieza a remitir: “Todos llevamos un pequeño Bárcenas dentro, pero también sobreviven esos tipejos porque los demás les damos permiso. Nunca pasa nada… Hasta ahora. Parece que ahora está pasando. Hay cosas moviéndose. No sé si todas a favor de la honradez y la equidad”.

“Me debes el puesto”

Felipe de Vicente Algueró es el presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto (ANCABA), y hace una clara distinción entre universitaria y preuniversitaria: “Empezando por el modelo de acceso. Las oposiciones son más objetivas. En la universidad muchas veces se logra medrar a base de favores, o prosperan los candidatos con más amigos dentro del tribunal”.

En su caso, asegura que fue uno de los factores que jugó a favor del instituto: “Prefería enfrentarme a una oposición y conseguir el puesto que tirarme años limpiando los zapatos a un catedrático de universidad para que este me apadrinara”. De su presencia en tribunales de oposiciones zanja: “No se puede hacer trampas”.

Y, sin embargo, sí que cuestiona algunas prácticas también en su terreno. Se muestra crítico, por ejemplo, con el decreto de plantillas en vigor en Cataluña: “Una parte de las plazas se reservan, no salen a concurso… Los directores le otorgan a esas plazas un determinado perfil, como en la universidad, pero la verdad es que les falta poner nombre y apellidos, están hechas muy a medida. Hay una comisión, sí, pero se tienen en cuentas puntuaciones subjetivas, como la de la entrevista con el director”. De Vicente cuestiona la independencia de las personas que obtengan la plaza dentro de este cupo: “Yo entiendo que pueden sentir o se les puede hacer sentir que, de alguna manera, se la deben al director”.

Las increíbles notas crecientes

Por lo demás, De Vicente asume que muchas veces el alumno se inicia en el plagio en el instituto: “También a veces se carga al alumnado con demasiadas cosas. Quizá en vez de tantas asignaturas, y un trabajo por cada una de ellas, se podría seguir la estela de Cataluña, que cuenta con un trabajo de investigación al finalizar bachillerato, dirigido por un tutor, con tiempo para ir revisándolo, para ir tutorizando al alumno… Así se hace también en el Reino Unido, pero allí el alumno que más asignaturas tiene en 2º de bachillerato tiene cuatro; aquí, se enfrenta a 11”.

Partidario de una reválida al finalizar la etapa, en la línea de Francia, Alemania e Italia, la reválida Lomce que de momento está paralizada, De Vicente trata de convencer a los críticos de que introduciría criterios de verdad objetivos: “Ahora todo el mundo infla las notas. No solo los privados, también los públicos. Tu entrada en la universidad depende de esa nota, el profesorado se reúne: ‘Solo tiene una asignatura suspensa, pobrecito’, ‘Quiere entrar en Medicina, pobrecito, le falta una décima’, y por querer hacer un favor se infla la media de bachillerato en todas partes”. A su juicio, esto se acabaría con una prueba externa, corregida por profesores externos, con la homologación de una agencia que cada año revisara si se corresponde con el nivel de exigencia requerido en cada una de las comunidades autónomas.

Una profesora de instituto incluso va más allá: “A veces, la dirección o inspección desautoriza al profesorado otorgando al alumno una nota que no merece. Es el caso de aquellos alumnos que cursan 2º de bachillerato y suspenden una materia porque ni siquiera se han presentado a la convocatoria de recuperación esperando que se le apruebe por junta. La junta puede dar por aprobado a un alumno aunque el examen no esté superado. Los padres protestan o bien a dirección o a inspección y vuelven con el aprobado bajo el brazo. Conozco algún caso. Es flagrante que se apruebe al alumno sin haberse ni presentado al examen de recuperación y que se desautorice al docente y a la junta de evaluación, porque ni siquiera esta ha decidido dar el aprobado por junta”.

Cuotas que siguen sin cumplirse

Son muchos los que fijan su mirada en la enseñanza concertada. Para el catedrático de la Universidade da Coruña, Jurjo Torres, en ella existen prácticas que podrían calificarse de corruptas como “recomendar a las familias que hagan donativos a las fundaciones que están detrás de esos colegios religiosos o incluso obligar a pagar una cantidad notable como cuota de entrada que se comprometen a devolver al final de la escolaridad, o sea, obligan a las familias a hacer préstamos sin interés durante seis, 10 o más años; obligar a comprar uniformes, un gasto a mayores que ya es excluyente para familias con escasos recursos; obligar a comprar uniformes en un único centro comercial, con lo cual es previsible pensar que ese centro comercial le dona a dicho colegio una cantidad por uniforme vendido; vender en sus librerías privadas los libros de texto y toda clase de recursos curriculares de carácter individual; ofrecer actividades extraescolares a mayores que cada familia debe financiar y que discriminan a aquellos estudiantes que no pueden cursarlas porque sus familias carecen de dinero para ello; tener un servicio de comedor privado que hay que pagar a mayores pues los alumnos no tienen tiempo para acudir a comer a sus domicilios… y todo esto mientras a los colegios concertados como a una gran parte de los públicos las editoriales les ‘regalan’ pantallas digitales u otros para presionarles a elegir sus libros de texto, con lo que se garantizan ventas de al menos cuatro años en ese centro”.

Muchas de estas prácticas traen de la mano un filtrado del alumnado: “Concertada y privada deben funcionar como una empresa de captación de clientela, así que se las tienen que apañar para que el alumnado con necesidades educativas especiales, pobre o no homogéneo vaya a la pública, ya que las familias, aunque no lo digan, buscan más que sus hijos e hijas tengan roce con alumnado de buena familia que con personas reales con problemas reales”, asevera una directora de colegio.

“Sin duda a mí lo que me parece más grave es la falta de una escolarización equilibrada”, recalca Miguel Soler, secretario de Educación e Investigación en la Comunidad Valenciana. “En el informe del Defensor del Pueblo de 2002 se decía que cuando un centro escolariza a más de un 20% de alumnado de especial dificultad por la razón que sea se hace difícil una buena respuesta, tanto al conjunto del alumnado, como a esos chicos y chicas que necesitan más apoyo que el resto. 16 años después esto sigue siendo verdad, y siguen existiendo prácticas que buscan, por distintas vías, seleccionar al alumnado, que a determinados centros solo acuda un sector del alumnado”.

Soler rescata la anécdota de un amigo con un restaurante de precio medio-alto: “Se le ocurrió bajar el precio del menú y un sector del público le pidió que lo volviera a subir, porque estaba entrando gente que no les gustaba. Esa anécdota, que es grave, en educación es muy grave”.

Con Vicent Marzà como conseller han intentado paliar esta situación, eliminando el distrito único, “que hacía que los centros, tanto los concertados como los públicos con mayor demanda, eligieran a las familias, por la vía del punto del consejo escolar”, o dotando a todos los centros de los apoyos pertinentes, para que se acabe con excusas como: “Tu hijo necesita un PT que no tenemos pero en el público de enfrente sí lo hay”, o reservando en todos los centros un porcentaje de plazas para alumnado de especial dificultad.

“Hay muchas maneras de seleccionar”, apunta Soler, que menciona cómo antes de la llegada de Marzà se veía  natural que un alumno que había estado escolarizado a los dos años en un centro de infantil –pagando su familia unos 400 euros al mes– gozara de un punto más para luego matricularse en tres años en determinado colegio, o cómo incluso se encontraron que, si se concedía un punto en el baremo para deportistas de élite, había 13 alumnos de tres años que contaban con un punto por ese motivo”. Soler señala que las cuotas voluntarias no son la única estrategia en esta dirección, “y en función del importe de esa cuota, no siempre tiene ese efecto de tirar alumnos fuera”.

Al final, los criterios que rigen en su comunidad autónoma son los que marca la ley (hermanos, proximidad, renta…). “Establecimos un baremo único para evitar las corruptelas”, rememora Soler, “Hubo contestación, pero ahora está todo más calmado. Las familias han comprobado que en realidad solo hay un 20% de centros con más demanda que oferta, y que en el resto entran todos los alumnos que lo piden”.

De todas formas, reconoce el secretario que no han logrado esa meta que se proponían, que no se rebase el 20% de alumnos de “especial dificultad” en ningún centro: “Llevamos tres años aplicándolo, y solo a la entrada, cuando en algunos casos no se ha identificado aún esa dificultad. Para que se note en su conjunto, y con la excepción de algunos barrios en que la propia planificación urbanística lo complica, harán falta cinco o seis años más con estos mismos criterios”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/04/18/presiones-para-subir-notas-cuotas-voluntarias-impuestas-y-otros-amanos-que-enturbian-la-vida-escolar/

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La educación ciudadana y la corrupción

Bonifacio Barba

El componente de la reforma de la educación relativo a la formación ciudadana se topa de manera persistente con el problema de la corrupción gubernamental, fenómeno que pone a prueba de manera cotidiana la coherencia entre los objetivos de cambio en la formación de los ciudadanos, por un lado, y por el otro, la inconsistencia del aparato gubernamental en sus responsabilidades relativas al uso del dinero que la sociedad le entrega para las necesidades del Estado.

Como si fuera una acción concertada, el mal de la corrupción va mostrando cómo tiene infectados programas, dependencias, empresas, proyectos, campañas políticas… Los responsables de que las cosas encuentren su vía de cambio resisten como en trinchera para que las instituciones del caso no terminen de establecerse –así, el sistema nacional anticorrupción-;  no realicen su tarea –la Fepade-  o no tengan al funcionario que es preciso designar –el fiscal general de la República-. Se ha creado un contraste muy notorio, en varios asuntos abismal, entre la prisa por acordar las reformas estructurales y la terrible lentitud o resistencia para acordar y poner en operación esta reforma estructural, que claramente es de naturaleza moral y que no es una más, sino la que daría credibilidad y sostenimiento político y social a todas las otras reformas.

Si por la cuestión de la inseguridad y de la delincuencia se ha pensado que México se acerca a la condición de Estado fallido, el asunto de la corrupción muestra un Estado terriblemente desorganizado. No es una condición simple de desorden en la administración, sino una condición moral que parece que todo lo trastoca. Dos ejemplos llaman la atención: primero, un partido político, el del Trabajo, que ha recibido miles de millones de pesos para ofrecer servicios educativos, es decir, para una actividad que no le corresponde. El periódico El Norte publicó el 26 de octubre pasado que el partido había recibido en los últimos ocho años 4,162.8 millones de pesos. ¿Por qué ese dinero llegó ahí y no a la dependencia educativa correspondiente? Muchas personas sabían y saben de eso, ¿por qué se ha estado haciendo?

El segundo ejemplo del desorden es el gasto en publicidad del gobierno federal: además de no proponerse acciones de austeridad, como lo prometió, en el 2016 hubo un sobre gasto de 257%, según datos de la Cuenta Pública que entrega la Secretaría de Hacienda (http://www.animalpolitico.com/2017/05/austeridad-gobierno-federal-triplica-gasto-publicidad/). Una de las dependencias excedidas fue la Presidencia de la República. Las preguntas llegan inmediatas: ¿por qué permite eso la Secretearía de Hacienda, que habla de manejo responsable del presupuesto?, ¿por qué el Congreso no actúa de acuerdo con sus facultades en este ramo? Bien dice la Auditoría Superior de la Federación que ante sus informes no se le hace caso, que necesita mayor autoridad para corregir los vicios.

En paralelo, las escuelas deben formar ciudadanos respetuosos de la ley, con aprecio a las instituciones de México. En paralelo, al sobre gasto, a la educación y otros servicios sociales se les han recortado recursos. La gravedad del asunto está en que la corrupción no ocurre sólo en el uso de los recursos de la sociedad, en gastar un peso donde no estaba autorizado, sino que ello indica cómo los responsables de una y otra áreas del gobierno han corrompido las instituciones. La escuela, entonces, que se esfuerza por lograr la calidad que el gobierno y la sociedad le exigen, ha de trabajar presentando a los ciudadanos en formación unas instituciones desacreditadas; no la tienen fácil, porque sus alumnos no viven en el vacío social. La arquitectura institucional de la nación tiene fallas estructurales no debidas a un sismo terrenal sino a un sismo persistente de la administración pública.

Primero se llenó el gobierno de contralorías y de órganos de fiscalización; luego vinieron los institutos de transparencia, las promesas de gasto responsable y de austeridad, todo ello antes y después de protestar cumplir y hacer cumplir la Constitución una y otra vez, aquí y allá. Lo que la sociedad ve que ocurre es que los intereses de grupos y el abuso del poder público dominan, desordenan, corrompen. Y lo de siempre: los partidos políticos y los que lucran en la política ven la paja en el ojo ajeno, y la viga en el propio, pues no.

El documento Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación básica (SEP, 2017) menciona 78 veces el término integral al exponer los planes y programas y explicar lo complejo de la formación; la educación integral y armónica es un mandado del artículo 3° constitucional. Afirma el documento mencionado que la reforma de la educación en curso “elevó a nivel constitucional la obligación del Estado Mexicano de mejorar la calidad y la equidad de la educación para que todos los estudiantes se formen integralmente –esta cualidad ya había sido fijada en la Constitución desde 1946-, y logren los aprendizajes que necesitan para desarrollar con éxito su proyecto de vida” (p. 13). Pues bien, esos estudiantes habrán de saber y comprender –porque no se les oculta a ellos ni a sus padres-, que su proyecto de vida se sitúa en un Estado desordenado, despilfarrador, con instituciones desacreditadas; quizá sus padres no las aprecian…

Uno de los campos del plan de estudios es el de Formación cívica y ética, en el cual se pueden destacar estos tres objetivos: 1. Promover la cultura de paz, al mostrar sensibilidad ética y conciencia ciudadana ante situaciones de injusticia, y participar en la construcción de entornos inclusivos, respetuosos de la legalidad, justos y tolerantes, en los que los conflictos se solucionen de forma pacífica; 2. Valorar su pertenencia a un Estado democrático que garantiza la justicia mediante normas e instituciones y el respeto de los derechos humanos, los cuales regulan el ejercicio de la autoridad y las responsabilidades de la ciudadanía para participar activamente en los asuntos públicos, y 3. Participar en las decisiones y acciones para modificar su entorno escolar, el de la localidad y el del municipio de manera organizada, responsable, informada, crítica y comprometida, en favor del bienestar colectivo y en defensa de la dignidad humana (pp. 437 y 438).

Esto es una parte de la formación y el Estado debe sostener esos objetivos. Sí, es claro, justo, urgente que el gobierno, en sus tres poderes y en sus tres niveles, debe reformarse.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-ciudadana-y-la-corrupcion/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/02/corrupcion.j

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Italia: Detenidos siete catedráticos universitarios y casi 60 investigados por corrupción

Europa/Italia/30 Septiembre 2017/Fuente: ABC

Corrupción y burocracia son dos de las grandes plagas de Italia de las que cíclicamente se vuelve a hablar. Ahora suscita escándalo el arresto de siete catedráticos de importantes universidades italianas y la investigación abierta sobre otros 59. Según parece, se repartían las cátedras universitarias y trucaban las oposiciones a cambio de todo tipo de favores, además de establecer acuerdos ilegales para repartirse las contribuciones económicas dedicadas a investigación.

El escándalo ha derivado en que la magistratura haya suspendido de sus cargos a otros 22 catedráticos universitarios durante un año. En toda Italia la policía realizó ayer 150 registros. Se trata de profesores de Derecho fiscal, con nombres reconocidos, entre los que se encuentra el exministro de Finanzas Augusto Fantozzi. El fiscal acusa a todos ellos de corrupción. La ministra de Educación, Valeria Fedeli, se ha mostrado indignada: «Lo que ha sucedido es escandaloso, vergonzoso, inaceptable», señaló.

La denuncia, presentada por un británico

Curiosamente ha tenido que ser un inglés, un joven estudioso de derecho fiscal, Philip Laroma Jezzi, profesor en Florencia, el que denunciara la corrupción, después de que, a pesar de sus indudables méritos para concurrir a cátedra, siempre se viese superado por otros colegas con menos méritos que él. ¿Cómo funciona el sistema de corrupción? Así se lo explicaba a Philip Laroma el profesor Pasquale Russo: «Aquí no importa si eres bravo o si tienes méritos, sino que se hacen favores para recibir favores».

Laroma, que pretendía concurrir a cátedra, fue presionado por el profesor Pasquale Russo para que cesase en su intento, porque su participación en el concurso de oposición hacía difícil favorecer a otros candidatos con menos méritos que él. El profesor Russo se lo dijo claramente: «Los miembros del tribunal se han reunido un par de veces y cada uno de ellos han llevado a sus recomendados o amigos, y ya se ha producido un ‘do ut des’».

Ante la negativa de Philip Laroma a retirarse, fue advertido por Pasquale Russo: «Así te estás jugando la carrera. En cambio, si aceptas, te hacemos escribir un par de artículos y así enriqueces tu currículum». Para concluir su tarea de convencer al inglés Philip Laroma, el profesor Russo le espetó: «Deja ya de hacer el inglés y haz el italiano, porque estamos en Italia». Estas son algunas de las interceptaciones grabadas, que revelan la corrupción en la enseñanza de Derecho tributario en toda Italia.

El papel de los investigadores italianos

Se supone que el caso que ahora aflora es solo la punta del iceberg. La fotografía de la corrupción en el mundo académico italiano, un mal endémico, la realizó el profesor Stefano Allesina, profesor en Chicago, quien cruzando datos con nombres de los contratados por las universidades italianas evidenció que se trata de un fenómeno extendido en toda Italia, especialmente en el sur. Este sistema, que favorece a los recomendados y excluye a quienes tienen méritos, explicaría la expatriación de muchos investigadores italianos, que se ven obligados a buscar en el extranjero lo que se les niega en su patria.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-detenidos-siete-catedraticos-universitarios-y-casi-60-investigados-corrupcion-italia-201709261833_noticia.html

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