Esto es lo que según los expertos implica hacer un presente a los docentes de tu hijo.
Llega el fin de curso, y empiezan a arder los grupos de WhatsApps. La propuesta de regalar un detalle (y por qué importe) al profesor centran el tema, junto con la búsqueda también del padre o madre voluntario que se va a encargar de ir y escoger el presente. De hecho, tal y como reconoce Verónica Rodríguez Orellana, psicóloga y directora en Coaching Club, «a estas alturas del año el regalo a los profesores es un tema que, en muchas ocasiones, se trae a sesión de terapia».
Ella misma trata a una paciente con una niña de 11 años que se cuestiona el hecho de tener que hacerle un regalo a los maestros que ha tenido su hija a lo largo del año lectivo. «¿Por qué tengo que escoger algo, ponerme de acuerdo con el resto de los padres, entrar en un tira y afloja para luego pagar por algo que en el fondo ni siquiera estoy de acuerdo con ello? Se cuestiona la mujer en nuestras charlas», asegura Rodríguez Orellana.
A la pregunta de esta experta sobre qué le parece a esta madre que sería más interesante hacer, ella propone que sean los propios niños que valoren, que sean a ellos a los que se les enseñe a dar lo que ellos, tienen ganas de ofrecer realmente. «Es una propuesta que está empezando a circular entre algunos progenitores. Reúnen a sus niños y salen cosas muy interesantes como por ejemplo: dibujos, pasteles que luego reparten y comen todos juntos, cuentos, cartas colectivas, collages, videos, canciones. Todas producciones realizadas por los propios interesados, los niños, que han tenido al docente a lo largo del año. De esta forma ellos aprender el valor de dar algo que no tiene que ver ni con el dinero, ni la clase social, solo tiene que ver con el agradecimiento que cada uno pueda sentir».
Cuando finalmente se regala…
La realidad es que finalmente la mayoría de las familias participan en el regalo material que han consensuado vía WhatsApp y, tal y como indica la psicóloga Sheila Alcaraz, directora y Psicóloga de Instituto Alcaraz, con hechos como este «nos olvidamos de dar ejemplo». «Si a un profesor por terminar un curso le regalamos un objeto, ¿qué podemos esperar que nos pidan nuestros hijos? En este caso, podríamos actuar en consecuencia y una opción podría ser que los alumnos participaran en alguna dinámica en el aula para cuidar, acoger y mimar al profesor, tal como él ha hecho durante el curso, o bien preparar alguna clase con un tema de interés del mismo. La enseñanza en este caso es la consecuencia a su conducta “tú me cuidas y yo te cuido”», razona Alcaraz.
De hecho, tal y como recuerda la psicóloga Úrsula Perona, autora de Hijos de Alta Demanda (Ed. Toromítico), «hay un dicho que sugiere: ‘Lo que se paga no se agradece’». Sin embargo, Perona también cree que esto tiene matices. «Cuando uno hace lo esperado en su trabajo, es cierto que su sueldo cubre esto. Pero y el ¿sobreesfuerzo? ¿Y lo que se sale de los mínimos? Es una cuestión muy personal, y cada madre o padre debe sentirse en la libertad de poder elegir si quiere o no participar de este detalle. Y en ambos casos estará bien». Recordemos, añade Perona, «que en el acto de regalar hay afecto, hay respeto, hay cariño y muchas otras emociones. Eso es lo que encierra un regalo. Y no tiene nada de malo si nos nace y nos apetece tener un detalle con el profe de nuestro hijo».
Así lo corrobora Maribel Martínez, psicóloga, directora del Centro Terapia Breve y autora de «¿Cuántas veces te lo tengo que decir?» (Ed. Arpa), para quien el objetivo de este regalo «no es otro que el agradecimiento, no la coacción». «Y este es un gran valor que todos deberíamos tener. Educar a los hijos en los valores es una de nuestras misiones como padres. Hacer partícipes a los hijos del regalo al profesor es ser un ejemplo de agradecimiento. La imitación es uno de los mecanismos de aprendizaje básicos. Los padres somos un modelo para los hijos. Así que, en este sentido, propongo que ese agradecimiento sea compartido por padres e hijos. Aunque se pueda comprar algún detalle, el mejor regalo para elprofesor no se puede comprar, porque es el que proviene de sus alumnos: un dibujo, una carta o una manualidad son un tesoro».
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-detras-regalos-curso-profesores-202106210057_noticia.html
Tener hijos a corta edad es un hándicap para la formación de las mujeres en toda África. Alrededor de uno de cada ocho casos de abandono escolar registrados en este país africano fue motivado por matrimonio o gravidez.
Cassey Simbanai iba a hacer sus exámenes finales el pasado diciembre. Esta joven zimbabuense de 17 años, una de las estudiantes más prometedoras de su clase, soñaba con convertirse en profesora de ciencias. Sin embargo, durante meses, no estuvo en el aula ni jugando a su querido rugby en el campo de al lado, sino preparando la comida para su familia política en la cocina de la casa de esta en Hauna Growth Point, una aldea de las montañas del este de Zimbabue, cerca de la frontera con Mozambique. Simbanai pasaba la mayor parte del tiempo haciendo tareas domésticas para su nueva familia mientras esperaba a dar a luz a su hijo.
En abril de 2020, pocas semanas después de que Zimbabue impusiera un estricto confinamiento nacional para frenar la propagación de la covid-19, la joven se quedó embarazada. “No pasábamos mucho tiempo juntos porque yo siempre estaba en el instituto”, dice refiriéndose al que ahora es su marido, un empleado de 24 años de una fábrica de procesamiento de tabaco con el que llevaba tres años de relación. “Pero cuando empezó el confinamiento… teníamos mucho tiempo y pasó. Tuvimos relaciones sexuales sin protección”.
Las tiendas de Zimbabue estuvieron cerradas durante parte del confinamiento, lo cual limitó muchísimo el acceso a los anticonceptivos para los habitantes de zonas rurales, como Simbanai y su marido. “Cuando se enteró de que estaba embarazada, me pidió que me casara con él”, cuenta la joven arrodillada en una estera de paja en casa de sus suegros. Aunque el matrimonio infantil está prohibido, la pareja se fugó.
Antes de la pandemia, en Zimbabue no se permitía que las niñas embarazadas siguiesen yendo al colegio. Pero, debido al confinamiento de todo el país, que dejó a los niños sin escuela durante seis meses, las tasas de embarazo adolescente y matrimonio infantil se dispararon. Entonces, el Gobierno retiró la prohibición. Los defensores de la educación infantil han celebrado la medida, que se ha extendido a todo el continente africano, como un acontecimiento para la vida de las niñas y las mujeres de Zimbabue, a las que ahora les resulta más fácil seguir educándose y progresar económicamente.
“El confinamiento tuvo consecuencias imprevistas, entre ellas el matrimonio infantil. Hay que reconocer que las escuelas desempeñan un papel importante como refugio seguro para nuestros niños”, afirma Taungana Ndoro, director de comunicaciones y promoción de Ministerio de Educación Primaria y Secundaria.
Ahora, las madres adolescentes tienen protección legal en Zimbabue, pero los defensores de los derechos de las niñas temen que no se sientan bienvenidas cuando vuelvan a clase
En agosto pasado, el presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, modificó la Ley de Educación del país al firmar otra que ilegalizaba la expulsión de las niñas embarazadas del colegio. Sierra Leona anuló una prohibición similar en marzo. Tras recibir un crédito del Banco Mundial, Tanzania se comprometió a facilitar el acceso a la educación a las niñas embarazadas, pero no llegó a readmitirlas en todo el país. En julio, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ordenó que las estudiantes que se quedaron embarazadas durante el confinamiento fuesen admitidas “incondicionalmente” en la escuela y se les diese acceso a atención prenatal gratuita.
Según las estadísticas del Ministerio de Educación, en 2018, alrededor de uno de cada ocho casos de abandono escolar registrados en Zimbabue fue motivado por el embarazo o el matrimonio. En casi todos ellos se trataba de niñas.
El matrimonio infantil, ilegal pero frecuente
Aunque Zimbabue lo prohibió en 2016, el matrimonio de menores de 18 años sigue siendo habitual. Una encuesta realizada en 2019 por el Instituto de Estadística del país a 8.000 mujeres adultas descubrió que casi una tercera parte ya estaba casada a los 18, como Simbanai. Manicaland, donde ella vive, no ha logrado acabar con el matrimonio infantil. Por ejemplo, las familias de las sectas apostólicas cristianas, que constituyen la religión dominante en la zona, tienen la tradición de casar a las niñas de la familia durante los encuentros anuales de su iglesia.
Aunque todavía se están confeccionando las estadísticas de todo el país, los datos del Gobierno muestran que, desde que empezó la pandemia, en la provincia de Manicaland, a la que pertenece Hauna Growth Point, 450 estudiantes han abandonado la escuela porque se han quedado embarazadas, se han casado, han enfermado o tienen dificultades económicas. Según los funcionarios, la cifra supone un aumento importante en comparación con el año anterior.
En otras partes del país, los habitantes de Bulawayo, la segunda ciudad más grande de Zimbabue, quedaron conmocionados por el suicidio de una estudiante de 17 años que, según información de los medios de comunicación locales, ingirió insecticida cuando estaba en las primeras fases de embarazo. Evitar casos como este es uno de los objetivos de esta nueva ley.
A pesar de haberse casado en mayo, Nancy Nyazungu, de 17 años, regresó a la escuela. Estaba embarazada de ocho meses y se presentó a los exámenes de diciembre. Terminar su educación es importante para ella. De lo contrario, teme convertirse en un ama de casa con pocos medios para llegar a ser económicamente independiente.
“Así sé que no seré sumisa con él y que no podrá controlarme”, dice de su marido. En cuanto se gradúe, la joven quiere conseguir un trabajo. Le gustaría que fuese en enfermería para poder ayudar a otras chicas embarazadas que se enfrentan a la dolorosa decisión de seguir sus estudios o abandonarlos.
“No culpemos a las niñas cuando se quedan embarazadas”
MWARADZIKA MAKAZOUYA, PROFESORA
Su escuela, al igual que otras de todo el país, ofrece ahora a Nyazungu asesoramiento en el marco de una iniciativa nacional encabezada por el Ministerio de Asuntos de la Mujer, Comunidad y Pequeña y Mediana Empresa para ayudar a las adolescentes en estado a terminar su educación.
“No culpemos a las niñas cuando se quedan embarazadas”, dice Mwaradzika Makazouya, directora del Instituto de Secundaria Sahumani de Honde Valley al que asiste Nyazungu. “Las aceptaremos”, remacha.
La ministra Sithembiso Nyoni anunció que se iba a permitir que las niñas embarazadas sustituyesen el uniforme escolar de falda azul y blusa blanca a juego por ropa de calle, eliminando así otro posible obstáculo cuando su cuerpo cambie de forma y aumente de volumen. El Ministerio también ha creado un programa de tutoría que empareja mujeres mayores jubiladas con adolescentes embarazadas en todo el país.
“Tenemos que seguir apoyándolas para que vayan a la universidad y empiecen a trabajar, porque tener un hijo no significa que, a partir de entonces, seas discapacitada o no puedas hacer mucho en la vida”, declaró Nyoni en octubre en el Parlamento. Ahora, las madres adolescentes tienen protección legal en Zimbabue, pero los defensores de los derechos de las niñas temen que no se sientan bienvenidas cuando vuelvan a clase.
“Algunas chicas con las que hemos trabajado han manifestado su preocupación por el hecho de que, aunque ellas estén deseando volver a la escuela, temen que las discriminen y las estigmaticen”, informa Florence Mutake, coordinadora de programas de la organización a favor de los derechos de las niñas Shamwari Yemwanasikana.
La madre de Simbanai rogó a su hija que volviese a la casa de su infancia y siguiese con sus estudios, pero ella se negó por miedo a que sus compañeros la tachasen de “promiscua” si no se casaba. “No tenía muchas opciones”, lamenta.
Nyazungu cuenta que sus compañeras de clase no dejaban de mirarle el vientre cuando volvió al instituto, pero ahora se han acostumbrado a tener una embarazada de compañera. La educación impedirá que esté expuesta al maltrato, reflexiona la joven mientras se abre paso a través de su nueva vida de mujer casada.
Ninguna de las dos puede escapar a la dura realidad de la peor crisis económica de Zimbabue en una década. La nueva ley no puede corregir la causa fundamental de las altas tasas de embarazo adolescente: las consecuencias económicas de la covid-19. Actualmente, este país del sur de África sufre una inflación de tres dígitos y escasez de combustible y electricidad.
Cuando hay más pobreza y más hambre, las tasas de matrimonio infantil aumentan, señala James Maiden, jefe de comunicaciones de Unicef Zimbabue. “A menudo, el matrimonio infantil es una estrategia de alivio de la pobreza para las familias vulnerables… pero pone en peligro el desarrollo de las niñas con poca educación y escasa formación vocacional, lo cual refuerza el sesgo de género de la pobreza”.
Durante las primeras semanas de confinamiento, el marido de Simbanai ayudó a mantener a flote a la familia de esta dándole dinero para alimentos y otros bienes de primera necesidad. Los ingresos de la familia de la joven se han visto gravemente mermados por las consecuencias económicas de la pandemia. Aunque Nyazungu y Simbanai se casaron en contra del deseo de sus padres, reconocen que las familias de sus maridos les proporcionaron una situación financiera más estable.
Al igual que muchas chicas de las zonas rurales que han abandonado los estudios, Simbanai pasa la mayor parte del tiempo realizando tareas domésticas. Pero lo que quiere desesperadamente es volver a la escuela. Echa de menos leer novelas y aprender de sus profesoras, que “la trataban como si fuera su hija”. La joven explica que la familia de su marido accedió a pagarle los gastos de escolarización en 2021, y que él le permitirá que vuelva. Se siente afortunada. Muchas otras, piensa, no tendrán esa oportunidad.
La salud de niños, adolescentes y mujeres embarazadas en todo el mundo está en riesgo por el procesamiento ilegal de viejos dispositivos eléctricos o electrónicos, dijo el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un nuevo informe histórico sobre la amenaza tóxica.
En una declaración que coincidió con el lanzamiento, el director general de la OMS , Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que la amenaza para la salud estaba creciendo, en línea con el “creciente tsunami de desechos electrónicos”.
«De la misma manera que el mundo se ha unido para proteger los mares y sus ecosistemas de la contaminación por plásticos y microplásticos, necesitamos unirnos para proteger nuestro recurso más valioso, la salud de nuestros niños, de la creciente amenaza de los desechos electrónicos», dijo. adicional.
Una pila creciente
Los dispositivos electrónicos desechados, o desechos electrónicos, se han convertido en la categoría de desechos domésticos de más rápido crecimiento en el mundo, según la agencia de salud de la ONU.
La Asociación Mundial de Estadísticas de Residuos Electrónicos (GESP) dijo que de los 53,6 millones de toneladas producidas en todo el mundo en 2019, solo el 17,4% se registró como recolectado y reciclado de manera adecuada.
Si bien se desconoce el destino de los desechos electrónicos restantes, es poco probable que se hayan gestionado y reciclado de manera respetuosa con el medio ambiente.
Peligros en el montón
Si bien algunos desechos electrónicos terminan en vertederos, con frecuencia cantidades significativas se envían ilegalmente a países de ingresos bajos y medianos donde los trabajadores informales, incluidos niños y adolescentes, recogen, desmantelan o usan baños de ácido para extraer metales y materiales valiosos de los desechos. artículos.
La OMS dijo que se estima que 12,9 millones de mujeres que trabajan en el sector informal de residuos se exponen potencialmente a sí mismas y a sus hijos por nacer a residuos tóxicos.
Además, se dice que más de 18 millones de jóvenes en todo el mundo, y algunos de hasta cinco años, están «activamente involucrados» en el sector industrial más amplio, del cual el procesamiento de desechos electrónicos es una pequeña parte.
‘Impacto devastador
Los métodos informales para eliminar materiales de los desechos electrónicos se han relacionado con una variedad de efectos en la salud, especialmente en los niños, dijo la OMS.
El reciclaje de desechos electrónicos afecta particularmente a quienes se encuentran en etapas vitales de desarrollo físico y neurológico, siendo los niños, los adolescentes y las mujeres embarazadas los más vulnerables.
Los niños son más susceptibles a las sustancias químicas tóxicas porque absorben contaminantes en relación con su tamaño y, con órganos que no están completamente desarrollados, son menos capaces que los adultos de erradicar sustancias nocivas.
“La gestión inadecuada de los desechos electrónicos es … un problema creciente que muchos países aún no reconocen como un problema de salud”, dijo la autora principal de la OMS, Marie-Noel Brune Drisse, advirtiendo que si no se toman medidas ahora, “sus impactos tendrán un impacto devastador para la salud de los niños y supondrá una pesada carga para el sector de la salud en los próximos años ”.
Gestión inadecuada de los desechos electrónicos … un problema creciente que muchos países aún no reconocen como un problema de salud – OMS
Llamada a la acción
El informe Los niños y los vertederos digitales profundiza en las múltiples dimensiones del problema, en las acciones prácticas que el sector de la salud y otros interesados pueden tomar para enfrentar el insidioso riesgo para la salud.
Se requiere acción por parte de los exportadores, los importadores y los gobiernos vinculante para asegurar la eliminación ambientalmente racional de los desechos electrónicos y la salud y seguridad de los trabajadores y las comunidades.
También se le pide al sector de la salud que reduzca los efectos adversos de los desechos electrónicos mediante la creación de capacidad para diagnosticar, monitorear y prevenir la exposición a tóxicos, y abogar por mejores datos e investigaciones de salud sobre los riesgos que enfrentan los trabajadores informales de desechos electrónicos.
“Los niños y adolescentes tienen derecho a crecer y aprender en un ambiente saludable, y la exposición a desechos eléctricos y electrónicos y sus muchos componentes tóxicos incuestionablemente impacta ese derecho”, dijo Maria Neira, Directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS .
«El sector de la salud puede desempeñar un papel al proporcionar liderazgo y promoción, realizar investigaciones, influir en los responsables de la formulación de políticas, involucrar a las comunidades y llegar a otros sectores para exigir que las preocupaciones de salud se conviertan en un elemento central de las políticas de desechos electrónicos».
Fuente: OMS
Tóxicos de desechos electrónicos.
Fuente e Imagen: https://news.un.org/en/story/2021/06/1094052
El tiempo de uso de las redes sociales ha crecido un 76% entre los menores españoles y un 25% en plataformas de vídeo como Youtube, en el último año.
El mundo laboral ha vivido una auténtica transformación en la última década, en gran medida provocada por la digitalización. Las respuestas a la pregunta «¿Qué quieres ser de mayor?» son cada vez más variopintas y a las profesiones más tradicionales se han sumado otras muchas ampliamente ligadas con la tecnología como: programadores, analistas de datos, diseñadores UX/UI, pero también creadores de contenidos para plataformas como Youtube, Instagram, TikTok o Twitch, entre otras.
Desde Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar para familias, han observado durante el último año un gran crecimiento del uso de redes sociales por parte de los menores, aumentando un 76% el tiempo empleado con respecto a 2019, datos que recoge su estudio anual «Aplicaciones y menores: un año atrapados detrás de las pantallas», y que también muestra que el uso de las plataformas de vídeo online como YouTube habría aumentado un 25%.
«Estos datos son una clara muestra de la situación actual. Los menores pasan más tiempo en las redes sociales consumiendo contenido que crean los influencers y estos se convierten en modelos a seguir», afirma Eduardo Cruz, CEO y co-fundador de Qustodio. «Es normal que nuestros hijos quieran este tipo de rol. La vida que se muestra en las redes es idílica y utilizada como anzuelo de marketing, que tu trabajo sea jugar a videojuegos o viajar alrededor del mundo motiva más que un trabajo de 8 a 5».
Al igual que en el pasado los niños soñaban con ser caballeros o guerreros porque encontraban en ellos inspiración y la exaltación de todos los valores que querían representar, en la actualidad, los jóvenes y menores aspiran a ser influencers, los nuevos referentes de las nuevas generaciones. De hecho, según datos de la XIII Encuesta de Adecco ¿Qué quieres ser de mayor?, la profesión de youtuber aparece como la cuarta más deseada para los casi 2.000 niños y niñas españoles de entre 4 y 16 años.
La realidad es que, el mundo evoluciona y con él, nacen nuevas profesiones. Tanto es así, que en España existen más de 7.500 personas dedicadas a la creación de contenido en las redes, convirtiendo su estilo de vida en un negocio de marketing. Una dinámica difícil de comprender para las generaciones mayores, pero muy admirada por los nativos digitales.
Es un hecho. La profesión de influencer existe y se ha convertido en uno de los trabajos mejor pagados de los últimos años. De hecho, según el informe Influencer Marketing Hub, el negocio de la publicidad en redes sociales creció en 2020 cerca de 8.200 millones de euros. Instagram ocupa la primera posición del ranking en el que un macro-influencer podría ganar entre 4.000 y 8.000 euros por post y un mega-influencer por un contenido promocional nunca aceptaría menos de 8.000 euros pudiendo llegar al millón de euros en casos de celebridades. En YouTube un nano-influencer puede ganar entre 16 y 160 euros y un mega-influencer puede llegar a ingresar más de 16.000 euros por mención. Mientras que el sueldo medio de un profesor de Educación Primaria está en torno a los 2.000 euros, según datos de la UGT y el de médico en unos 4.400 euros. Estos datos se convierten en una motivación más para los jóvenes.
La demanda de estos profesionales por las marcas ha sido tan alta que se han creado estudios para poder aprender a ejercer este puesto. En 2019, la Universidad Autónoma de Madrid decidió crear el curso «Intelligence Influencers: Fashion & Beauty», organizado por la Facultad de Psicología y la Escuela de Inteligencia Económica de la UAM, junto con la colaboración de la Ibiza Fashion Week para formar a los jóvenes en esta nueva profesión.
La figura del influencer no es otra cosa que una nueva herramienta de marketing que las marcas integran en sus estrategias para poder generar más ventas y mayor reputación de marca y funciona. El éxito del fenómeno se debe a la sensación de credibilidad que aportan hoy en día las opiniones de estos creadores de contenido. No se sabe cuánto va a durar, lo que sí que es una obviedad es que los influencers, tienen poder, y mucho, sobre los consumidores y sobre los niños.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-hijos-gamers-youtubers-y-tiktokers-profesiones-futuro-o-moda-pasajera-202106210101_noticia.html
Un mapeo de los puntos negros y de las zonas inseguras en materia de violencia sexual es una labor invaluable.
El pasado martes alrededor de las 4.30 PM corrió la voz en Villas Agrícolas que una niña de 9 años había desaparecido.
A…. es la segunda hija de una humilde familia de inmigrantes que se caracteriza por su dignidad y seriedad. La madre asumió la jefatura de familia cuando el padre salió a buscar mejores oportunidades en Chile. La fuerte unión y respeto entre la madre y sus dos hijas, así como la presencia remota del padre, es algo reconocido por el vecindario.
Esta desaparición conmovió el sector. De inmediato la comunidad entera (vecinos, motoconchistas, compañeros de escuela, profesores, madres de familia, juntas de vecinos) se movilizó, recorriendo callejones, patios y caseríos. La solidaridad se hizo muy presente y los adolescentes compañeros de la hermana mayor participaron en todo momento de manera muy activa en la búsqueda.
Con el paso de las horas y la caída de la noche en la calle, las conjeturas de los vecinos eran cada vez más sombrías: “quizás ya no aparezca”; “¿estará viva a esta hora?”. Cerca de la casa se oía el llanto de la madre y de la hermana mayor que habían agotado todos los medios a su alcance para encontrar su familiar.
La situación de pobreza y vulnerabilidad extrema que atraviesa una gran parte de los moradores de nuestros barrios marginados hace de nuestra niñez presa fácil. El hacinamiento, las cuarterías compartidas divididas solo por un cartón, los callejones infinitos y oscuros sin salidas, barrios detrás del barrio, partes atrás, violencia endémica, crean todas las condiciones para que a la más mínima alerta cunda el pánico dentro de la población.
A pesar de la ley de silencio que impera en las comunidades, los pobladores saben a ciencia cierta quién es quién y tienen muy claro el mapa de lugares inseguros y de personas conocidas por sus problemas de comportamiento.
En estas situaciones se debe siempre recordar que, según datos de la Coalición de ONGs para la Infancia, en 2018 se registraron 1,290 casos de abusos sexuales, 2,004 casos de seducción de menores de edad y 308 casos de incesto. No se puede olvidar las tantas Esmeralda y Liz María que vieron sus sueños brutalmente tronchados de mano de un abusador vecino, pariente o amigo de la familia y hoy yacen sepultadas bajo la tierra.
Temiendo por la integridad de A…, en un barrio donde pululan los hoteles de paso y la prostitución, donde cualquier adulto mal intencionado se lleva una menor en el mejor de los casos como su pareja del momento y en el peor para prostituirla a la vista de todos, no se perdió tiempo alguno.
La Policía, alertada, prometió aumentar el patrullaje en el sector. De una vez las juntas de vecinos se activaron y la prensa se hizo eco de la desaparición. Mientras tanto se solicitaba a los comerciantes de la calle Félix Evaristo Mejía el acceso a sus cámaras para poder seguir el rastreo de los pasos de la niña.
Al pasar las horas, vecinos, niños y adolescentes copaban siempre la calle acompañando a la madre en su vía crucis. Los rumores inherentes a este tipo de situaciones iban y venían: “la vieron con su padre (el padre vive fuera)”, “abran las puertas, la niña se quedó trancada en tal sitio”, “la vieron por tal lugar o por tal otro”.
Casi a las once de la noche, la gente empezó a correr y a vociferar en todos los sentidos. La niña había aparecido en la Zurza. Poco después ella fue traída a casa temblorosa, llorosa y asustada por un hombre en un motor. Fue un momento de gran alegría para todo el sector.
A… hizo un recuento de lo que le había pasado, su relato no daba razón de las largas horas que había pasado en la calle y en la oscuridad. Estaba aterrorizada pero ilesa.
¿Qué sucedió realmente? Todo indica que la rápida difusión de la noticia y la movilización de toda la comunidad jugó un papel importante en el retorno de la niña sana y salva a su hogar.
Corrió la voz que se la había llevado un señor mayor que tiene la reputación de propasarse con las niñas. ¿Cuál es la historia real? ¿Ilusión o verdadero peligro? La familia está en manos de profesionales de la conducta que van a adentrarse en lo ocurrido y ayudarla a retomar el curso de su vida.
A pesar del sistema de protección y de la creciente toma de conciencia de las situaciones de abusos hacia la niñez, la violencia y el abuso en todas sus expresiones forman parte de la realidad de muchos niños y niñas en la República Dominicana.
La situación ha sido agravada por la pandemia y es más que nunca es necesario fomentar en nuestros barrios comunidades seguras con entornos protectores, desde las perspectivas psicológica, jurídica, y social.
En esta construcción es imprescindible que participen todas las fuerzas vivas de los sectores: desde las juntas de vecinos, iglesias, escuelas, colmaderos, motoconchistas, dueños de talleres, padres, madres y los mismos niños, niñas y adolescentes que deben hacer oír sus voces en pro de sus derechos.
A defecto de respuesta del sistema de protección la organización de las comunidades es un reto. La realización de un mapeo de los puntos negros y de las zonas inseguras en materia de violencia sexual es una labor invaluable que las comunidades pueden, una vez elaborado, llevar a la fiscalía y al CONANI para reclamar que sean respetados los derechos del niño a vivir en un ambiente protegido
Hablamos con Raquel Graña, sexóloga, youtuber y autora del libro ‘Sex On’, sobre la importancia de la educación sexual y la influencia que tienen las redes sociales en las relaciones de los jóvenes.
“Muchos comienzan a ver porno en 1º ESO, algunos en 6º de Primaria”, afirma la sexóloga, psicóloga y coach educativa Raquel Graña. Y, precisamente por eso, insiste: “Las familiasdeberían hablar sobre sexo con sus hijos y no solo desde el mundo de la prevención, sino desde la empatía”.
Graña enseña educación afectivo-sexual en colegios e institutos, imparte formaciones como experta por toda España y es ‘youtuber’: su canal ‘Íntimas Conexiones con Raquel Graña’ cuenta con más de 700.000 seguidores. Con motivo de la publicación de su libro con consejos sobre educación sexual para adolescentes, ‘Sex-On’ (Vergara), explica cómo se debería enseñar esta materia, qué papel juega la familia y cómo influyen las redes sociales, el porno y los ‘realities’ de televisión en las relaciones de los jóvenes.
Pregunta: La educación sexual está ganando terreno poco a poco en el ámbito educativo. Pero ¿cómo se debería impartir? ¿qué temas debería tocar?
Respuesta: Lógicamente deben impartirlo personas con formación en sexología, que tengan un conocimiento demostrado en este ámbito.
El foco de los temas dependerá de cada centro escolar y de la demanda concreta del alumnado. Si bien, sobre todo, debería estar enfocado a la gestión emocional y la afectividad. Hoy en día el ‘sexo’ se muestra de una forma totalmente fría y frívola, sin emociones. Por lo tanto, la educación sexual ayuda a empatizar, a entender al otro, a ponerse en su lugar y a trabajar la comunicación y el respeto.
P: ¿Qué dudas son las más habituales entre los adolescentes en la actualidad? ¿Están más informados que los de generaciones pasadas?
R: Son las dudas de toda la vida, no hemos evolucionado mucho en ese sentido: ¿le gustaré? ¿cómo lo sé? ¿cómo será la primera vez (entendida como coito)? ¿me dolerá? ¿cómo será la menstruación? ¿hay algún método ecológico y cómodo? ¿duele hacer ‘x’ cosa…? ¿cómo sé si estoy preparada/o?
“Las dudas son las de toda la vida, no hemos evolucionado mucho en ese sentido”
Están bombardeados de informaciones incorrectas, sobre todo del grupo de iguales, del porno, de muchos posts o vídeos en redes sociales. Tienen acceso a mucha información, pero deben valorar cuál es buena y cuál no.
P: ¿Está incrementando el consumo de pornografía en estas edades? ¿De qué forma influye en su identidad de género, roles y sexualidad?
R: Muchos comienzan a ver porno en 1ºESO, algunos en 6º de Primaria. Cuando digo esto muchas familias se escandalizan, pero claro… Ellas no están conmigo y con ellos, a solas, en el aula. Conmigo se sueltan, se abren y no se sienten juzgados.
Este consumo influye en sus prácticas y en sus experiencias, ya que muchos quieren experimentar justamente lo que ven en los vídeos o creen que saben hacerlo por lo que se muestra en las imágenes del porno.
P: ¿Deberían hablar los padres con sus hijos sobre sexo? ¿Cómo pueden abordar el tema de una manera natural?
R: Deberían y no solo desde el mundo de la prevención, si no desde la empatía, el respeto y entender que ellos también tienen preocupaciones y problemas. Muchas veces los adultos se olvidan de que fueron adolescentes y los ignoran u obvian sus historias. Esto es un gran error.
Deben tratar de fomentar la empatía, la escucha activa, el hablar de sentimientos y de comprensión desde Primaria. A los adultos también les queda mucho trabajo en este ámbito.
P: La primera regla, el despertar sexual, las relaciones… ¿Qué temas no pueden faltar en estas conversaciones? Y, ¿cuándo es buen momento para empezar a hablar?
R: Las emociones y los pilares principales dentro de una relación: comunicación, confianza y respeto. También hablar de que una práctica debe ser consentida y consensuada, previamente hablada.
Es necesario hablar desde que preguntan, de forma natural y sencilla. Y, aprovechar que en Primaria comienzan con los cambios corporales para abordar estos temas para que se encuentren informados y no perdidos.
P: Sexting, publicación de fotos íntimas, autoestima… ¿Qué consejos darías tanto a las familias como a los propios adolescentes respecto al uso de las redes sociales en el ámbito de la sexualidad?
R: Son libres de hacer lo que quieran, pero también deben conocer sus consecuencias. Yo no educo desde el miedo, siempre desde lo positivo con responsabilidad. Les pongo casos claros y ejemplos reales de personas que han hecho sexting y han tenido problemas de difusión de imágenes íntimas, de adolescentes con cuentas abiertas y seguidores adultos que se inventan otras identidades… Les aconsejo que hagan las cosas con cabeza y, ¿por qué? porque si comienzas a prohibir, dejan de escuchar.
Ellos quieren ser adultos, así que dales ese espacio, confía y deja que se equivoquen si es necesario. Eso sí, si alguna vez se les pasa por la cabeza quedar con un desconocido… mejor si van con amigos. Si a alguien le está explotando una neurona leyendo esto… que sea consciente de que los adultos ya lo hacen en las apps de ligue.
“Si comienzas a prohibir, dejan de escuchar”
P: Programas como ‘La isla de las tentaciones’… ¿Entretenimiento o influencia? ¿Tiene un impacto en cómo perciben las relaciones?
R: Sí, claro, principalmente les llegan estereotipos y cánones de belleza irreales que lo que hacen es fomentar más la inseguridad y las comparaciones. Pensad una cosa, ¿si les sucede a los adultos, por qué no a ellos?
Es un ejemplo de la sociedad o de lo que atrae a la sociedad, es una mezcla de entretenimiento, morbo, influencia, mensajes erróneos… En este programa se vive todo con una intensidad emocional muy grande y sin ninguna gestión.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/porno-en-primaria/
Al ser un registro oficial la cifra ofrece una aproximación incompleta de la problemática de los embarazos de menores, al obviar las niñas que tuvieron abortos o partos extrahospitalarios.
Perú triplicó el número de niñas menores de diez años de edad forzadas a ser madres en el 2020, año en el que la cifra de partos registrados formalmente en ese rango de edad fue de al menos 26, una consecuencia directa del repunte de la violencia sexual durante la pandemia.
Así lo revela el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo (CNV), una plataforma del Ministerio de Salud (Minsa) que registra los partos atendidos en los establecimientos sanitarios del país y que en el 2019 había registrado tan solo 9 nacimientos en madres menores de diez años.
Al ser un registro oficial la cifra ofrece una aproximación incompleta de la problemática de los embarazos de menores, al obviar las niñas que tuvieron abortos o partos extrahospitalarios.
“Esas (26) son las niñas que lograron inscribir a sus hijos, pero no son todas las que salieron embarazadas o fueron víctimas de violación sexual”, advirtió Rossina Guerrero, directora del Centro de Promoción y Defensa de Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex).
Detrás de este “drama”, precisó Guerrero, están las medidas de aislamiento social decretadas para frenar el avance del coronavirus, que durante meses mantuvieron cerrados los centros educativos, los servicios de salud y de atención a la mujer, “con lo cual las niñas tuvieron que vivir mucho más largo tiempo junto con los principales agresores, que son personas de su entorno familiar o cercanas a ellas”.
Cifras alarmantes
La Defensoría del Pueblo alertó esta semana que en el 2020 hubo un incremento de 12% de embarazos no deseados en Perú, especialmente en adolescentes que requerían de orientación sobre salud sexual y reproductiva. El impacto de la pandemia, sin embargo, podría ser mucho mayor.
El CNV desvela que ese total de 26 niñas entre cero y diez años que dieron luz el año pasado -la mayoría de ellas en Lima (15)-, prácticamente triplica los casos contabilizados en el 2019 (9) y multiplica por cinco los registrados en el 2018 y 2017 (5).
Los partos de niñas embarazadas entre los 11 y los 14 años ascendieron a 1,155 y, en adolescentes de los 15 a los 19, la cifra repuntó a 47,369. En su gran mayoría, estos embarazos se traducen en nacimientos prematuros.
En paralelo, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) recibieron más de 13,840 denuncias de violencia sexual, el 43% de las cuales fueron víctimas adolescentes entre 12 y 17 años (6,007) y el 20.7% niñas de 6 a 11 años de edad (2,862).
De nuevo, estas cifras perturbadoras pueden plasmar apenas una visión parcial de la realidad, pues los mismos CEM dejaron de operar durante los meses de cuarentena estricta, entre marzo y julio, cuando muchas niñas y adolescentes se vieron atrapadas en casa, desprotegidas ante sus agresores.
En lo que va del 2021, ya se registraron en el país sudamericano un total de 3 nacimientos de madres menores de diez años; 98 de niñas entre los 11 y los 14; y 5,437 en jóvenes entre 15 y 19 años.
Embarazo adolescente, una emergencia
Las maternidades forzadas y el embarazo infantil y adolescente son asignaturas urgentes desde hace décadas en el Perú.
Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 12.6% de las adolescentes peruanas de entre 15 y 19 años ya eran madres o estaban embarazadas en el 2019.
El 10.1% de estos casos se reportaron en el área urbana del país y el 8.9% en Lima Metropolitana, unos porcentajes que subieron hasta el 23% y 24% en el área rural y la selva, respectivamente.
La directora de Promsex insistió en que ese promedio nacional “crece de manera brutal” en zonas selváticas como Loreto (33%), donde existe una “altísima tolerancia a la violencia”.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) estima que siete de cada diez madres adolescentes no querían tener un hijo, algo que supone un claro riesgo para su salud física y mental.
De hecho, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las jóvenes entre 15 y 19 años en todo el mundo.
Muchas de ellas, además, se ven obligadas a abandonar la escuela, una realidad que en Perú afecta a ocho de cada diez menores embarazadas, según estima el Ministerio de Educación.
“Es algo totalmente lesivo para la salud mental de esa niña y para su desarrollo: la aleja de la escuela, la convierte en víctima de estigma en su comunidad y, si logra denunciar, la familia no la ve bien porque está denunciando a un hombre de su entorno”, se lamentó Guerrero.
La “incongruente” ley de aborto
A todo esto se suma la “incongruente y absurda” ley del aborto en Perú, una norma de 1924 que prohíbe la interrupción del embarazo, salvo en caso de amenaza a la vida o salud de la gestante.
“Tenemos un aborto permitido por riesgo de vida y por riesgo de salud, pero coexiste la penalización del aborto en casos de violación sexual” que, a pesar de establecer una pena “baja” de hasta dos años de cárcel, “logra estigmatizar la práctica y criminalizarla”, criticó la responsable de Promsex.
En agosto del 2020, el ministerio de Salud dio un paso adelante al aprobar la norma técnica Nº 164, que garantiza el acceso a la anticoncepción oral de emergencia (AOE), conocida popularmente como la “píldora del día siguiente”, y el aborto terapéutico de un embarazo forzado para evitar la muerte o daños severos en la salud mental o física de la gestante.
Aun así, el debate sobre la despenalización del aborto sigue abierto y no está exento de polémica en el país, donde, en pleno contexto de campaña electoral ante los comicios generales del próximo 11 de abril, se convirtió en uno de los temas de la agenda política.
En el extremo más conservador de esta polémica, el candidato presidencial y ultraderechista Rafael López Aliaga, que ocupa la segunda posición en las encuestas electorales con un 7% de apoyo, propuso “ponerle un hotel de cinco estrellas” a las niñas víctimas de violación que quedan embarazadas, “con piscina y todo, con alimentación y todo”, para luego decidir si quieren quedarse con el bebé o darlo en adopción.
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