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La solidaridad bajo la forma del neoliberalismo: ONGs, ayuda al desarrollo y ejércitos humanitarios

Esta semana entrevistamos a Alfredo Olmeda autor del ensayo «Del apoyo mutuo a la solidaridad neoliberal. ONG, movimientos sociales y ayuda en la sociedad contemporánea«, publicado por la editorial La Neurosis o las Barricadas.

Hace ya mucho tiempo que la palabra solidaridad perdió su significado original, que evocaba el concepto de apoyo mutuo más tradicional en la lucha obrera, la fraternidad entre iguales, el carácter colectivo, la aspiración de transformación del entorno y huía de cualquier acción de carácter asistencialista. Por contra, con la implantación del neoliberalismo capitalista como ideología predominante la palabra solidaridad adquiere un nuevo significado, que lo vincula a acciones individuales y voluntarias, sin responsabilidad con la comunidad, sin análisis político transformador y con un marcado carácter asistencialista. Esa es la forma de la solidaridad en los tiempos del neoliberalismo.

La solidaridad neoliberal actual es sin rostros, sin seres humanos. Es una solidaridad que pretende ayudar a una humanidad abstracta. Puedes apadrinar a un niño en un suburbio de Bombay, pero no sabes cómo vive el niño que tienes puerta con puerta, o el que se sienta al lado de tu hijo en el cole. Puedes aportar unos eurillos a la reproducción del pingüino de la Antártida, pero asistes impasible ante el desahucio de tus vecinos.

Hemos vivido una lucha entre solidaridad obrera y solidaridad neoliberal. Con un desmantelamiento progresivo de la primera y una implantación firme y con muchos aliados de la segunda. El terrero está abonado por el desprestigio de sindicatos, partidos políticos, organizaciones revolucionarias y el fin de las ideologías lo que propicia que las ONG se conviertan en el nuevo cauce de participación en la sociedad y canalicen esa solidaridad profesionalizada bajo la ideología neoliberal.

En España las ONGs entre 1987 y 2000 se multiplicaron por 12. Recordamos que España ingresó en la Unión Europea en 1986 (entonces era la Comunidad Económica Europea, nombre que deja más claro se que iba el rollo). La avalancha de subvenciones que se preveía favoreció una expansión brutal del Tercer Sector, que sería el encargado de gestionar esta nueva solidaridad mercantilizada. La pobreza y las desigualdades dejan de convertirse en un problema para convertirse en una fuente de oportunidades. Es la materia prima con la que trabaja este sector.
No solo las ONGs. Las empresas también forman parte de este oscuro entramado, poniendo su mejor cara y dotando de imagen solidaria a sus negocios. Llega un momento que las empresas actúan como ONGs y las ONGs como empresas. No solo eso, el asunto es más bochornoso aún: las fuerzas armadas se convierten en fuerzas de paz e imposición, y las ONGs se convierten en fuerzas de dominación. Parece todo muy loco, pero ahí está Federico Trillo para aclararlo. Nos sirven unas declaraciones que hizo siendo Ministro de Defensa: «las ONG y las fuerzas armadas persiguen los mismos objetivos: la paz, la seguridad y el tratamiento humanitario en situaciones de conflicto«.
El binomio empresas transnacionales y ONGs, con el apoyo si es necesario de las fuerzas armadas, ejecutan los fondos de ayuda al desarrollo, que se acaban convirtiendo en el arma perfecta para articular el neocolonialismo que supone la dominación de los países donantes y la subyugación de los ayudados, en un eterno desarrollo que nunca culmina y que favorece el reparto de la tarta de los negocios en estos países eternamente en vías de desarrollo.
Solo así se entiende que incluso las ONGs participasen en 2003 en Irak en lo que se llamó la Conferencia de Donantes, un ingenioso eufemismo usado para denominar el reparto del jugoso negocio que supondría la reconstrucción de Irak después de la devastación bélica que había sufrido.
En este patético escenario ¿dónde quedan los reductos de la auténtica solidaridad, fraternidad y apoyo mutuo entre iguales? ¿qué fue de la lucha obrera?
Tracklist:

01: Attaque 77 – «Volver a empezar»
02: Fermín Muguruza y Aztlan Underground – «Nazio ibiltaria naiz»
03: Bratmobile – «Bitch theme»
04: Sin Dios – «África»
05: Milmarias – «Maria O.N.G»
06: Blakk Rasta – «Ogoni rebellion (Saro Wiwa)»
07: Angelic Upstarts – «Solidarity»

Descargar Barrio Canino vol. 232
La solidaridad bajo la forma del neoliberalismo: ONGs, ayuda al desarrollo y ejércitos humanitarios

Fuente: http://barriocanino.blogspot.com/2018/03/barrio-canino-vol232-la-solidaridad.html
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México: Sindicatos magisteriales mexicanos divididos ante elecciones

América del norte/México/22 Marzo 2018/Fuente: Prensa Latina
Las cúpulas de las dos principales centrales de trabajadores del magisterio mexicano aparecen hoy aún más divididas, luego del apoyo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al candidato presidencial oficial.

José Antonio Meade, abanderado por la coalición Todos por México, que integran los partidos Revolucionario Institucional (PRI, en el gobierno), Verde y Alianza Nacional, recibió el respaldo expreso de Juan Díaz de la Torre, líder del SNTE.

Ese sindicato, mayoritario en el gremio, se sumó a la reforma educacional que el presidente Enrique Peña Nieto defiende como la fundamental de las impulsadas desde su gestión, en la cual consiguió cambios constitucionales en artículos de la carta magna respecto a Hacienda, Telecomunicaciones, Política, Electoral y Energética, entre otros.

Díaz de la Torre expresó en acto público el beneplacito a Meade, ocasión en que entregó un pliego de demandas en favor del desarrollo profesional que incentive y reconozca a los maestros adheridos a la reforma educativa.

También seguridad para las escuelas (en medio de la escalada de violencia e inseguridad que azota al país), y dignificación integral de magisterio garantizando un incremento sistemático de sus ingresos y prestaciones económicas y sociales.

Por otro lado, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una separación del SNTE desde diciembre de 1979, anunció próximas movilizaciones contra la reforma educativa, a la que considera una medida neoliberal y laboral para dejar cesantes a trabajadores de la educación pública y privatizar el sector.

Esa agrupación sindical disidente negó hasta hoy su apoyo al candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha pronunciado contra la reforma educativa la cual, adelantó, pondrá en revisión si gana las elecciones del 1 de julio.

Obrador va en su tercer intento por la presidencia de México, y ahora lo hace con el apoyo del Movimiento de Regeneración Nacional y los partidos del Trabajo y Encuentro Social.

La reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto provocó masivas protestas, sobre todo desde estados como Oaxaca, Chiapas y otros con mayores índices de pobreza y población indígena, que se saldaron en esta capital sobre todo en la primera mitad de 2017.

Tales manifestaciones menguaron y la Secretaría de Educación Pública consiguió someter a exámenes de conocimiento a la mayoría de los maestros del país, donde las expresiones de rechazo disminuyeron ostensiblemente.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=161548&SEO=sindicatos-magisteriales-mexicanos-divididos-ante-elecciones
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Entrevista a Naomi Klein: «El gran triunfo del neoliberalismo ha sido convencernos de que no hay alternativa»

Por: Angela Precht. La Tercera. 24/11/2017

Con cada catástrofe se fortalecen las grandes empresas y se empobrece la democracia. Con cada terremoto, maremoto, megaincendio, guerra, ataque terrorista o golpe de Estado, se utiliza sistemáticamente la desorientación de los ciudadanos para imponer leyes que empeorarán sus derechos. Es lo que Naomi Klein (1970) denominó La Doctrina del Shock en 2007, un libro indispensable que abarca 40 años de historia -desde Pinochet hasta la caída de la URSS, los primeros días de la invasión a Irak y el huracán Katrina. El libro la catapultó a la fama y hoy es un referente humanista y voz crítica al cambio climático, firma habitual en The New York Times, The Guardian, Le Monde, The New Yorker o London Review of Books.

Se acaba de publicar en español su último libro Decir No no basta, donde explica “la situación de supermarca en la que se ha convertido Trump hasta ocupar uno de los centros de poder más grandes del mundo, llenando su gobierno con negacionistas del cambio climático que nos sumen en esta situación de crisis permanente para ocultar los intereses de las multinacionales”.

No en vano el libro se lanzó en Barcelona. Su agenda aquí ha incluido un encuentro con la prensa, una charla con la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y una reunión con Yanis Varoufakis, quien la ha fichado como asesora del DiEM25, el movimiento paneuropeo y transfronterizo que reúne a activistas, políticos y otras figuras como Brian Eno, Slavoj Zizek o Noam Chomsky.

Vivimos tiempos urgentes e inciertos, y para Klein el presidente de EEUU es arte distópico convertido en realidad. “Hemos de entender a Trump como una advertencia para todas las sociedades, como una cultura que celebra la riqueza por encima de todas las cosas, abriendo el gobierno a las corporaciones, privatizando la esfera pública, expandiendo la impunidad para los ricos. Se puede ver en la reciente publicación de los Paradise papers o encarnado en el poderoso Harvey Weinstein, que ejerció el poder sobre las mujeres y que con sus propios espías estaba encima de la ley. ¡Vemos tantos ejemplos de la impunidad de la riqueza en nuestra sociedad! Trump es un síntoma de la crisis pero no la crisis en sí”.

“Trump es otro tipo de Doctrina del Shock”, afirma. “Cuando se produce un shock es cuando aprovechan para introducir muchos cambios y esto es lo que se produjo tras la crisis financiera de 2008. Con Trump es el shock infinito, sin descanso, diseñado para distraer y poder aplicar cambios diarios. Su administración ha hecho un golpe de Estado corporativo. Era exactamente lo contrario de lo que dijo en su campaña, que era tan rico que no necesitaba el dinero de las corporaciones y que iba a hacer frente a Goldman Sacks y todos los lobbies. Prometió proteger el sistema de salud, traer de vuelta los trabajos sindicalizados y no hizo nada de eso. Este gobierno ha sido una mentira. Todas sus políticas han sido las de transferir dinero de la gente normal hacia los más ricos de los más ricos a través de un sistema tributario. Nada de esto es sorprendente”, asegura. En su opinión, lo perturbador es el rol de los medios, más entretenidos en sus tweets y sus “berrinches diarios” que interesados en investigar “todas sus traiciones económicas”.

La autora analiza el crecimiento de los supremacistas blancos, los movimientos etno fascistas, el alza de líderes extremadamente autoritarios y xenófobos como Marine Le Pen (Francia), Narendra Modi (India) o Rodrigo Duterte (Filipinas), y que mezclan el entretenimiento de masas con política. “Creo que tenemos que mirar a las condiciones económicas y las fuerzas dominantes que están produciendo estas crisis: un extremo abuso de poder en desmedro de los más pobres”.

Su libro aparece exactamente un año después de la elección de Trump, “un momento importante para pensar si hemos hecho lo suficiente para contrarrestar esas tendencias subterráneas contra él y sus símiles. Me temo que no. Aún vemos políticas de austeridad pública brutales en Europa que fortalecen a la extrema derecha. En EEUU aún no hay una visión, una idea alternativa a ese mundo de peligros de Trump. Se pone muy poca atención sobre cuál es la visión política que inspirará a la gente para votar por alguien distinto y demasiada energía en un posible impeachment”.

A su juicio, ¿cómo hay que resistir?
El concepto en solitario es limitado. Claramente que hay que resistir y manifestarse. Mi punto es que el movimiento de resistencia no es suficiente y no nos llevará a las causas reales que nos explicarán el auge de estas ideas, que tienen que ver con el fracaso de las ideas del neoliberalismo a la hora de dar respuesta a las expectativas de las personas. Necesitamos más resistencia pero también un movimiento que transforme desde una resistencia.

Para la periodista canadiense no se puede destinar energía exclusivamente a batallas defensivas. “El No nunca fue una opción. Para mí fue evidente con la crisis financiera de 2008. La resistencia fue muy fuerte y creativa. El movimiento de los indignados en España u Occupy Wall Street en EEUU, que se opusieron a las medidas de austeridad y dijeron ‘No queremos pagar por vuestra crisis’”, recuerda.

Aquellos movimientos no generaron cambios estructurales porque no crearon ninguna narrativa de futuro. “La crisis real era de imaginación. No vimos suficientemente claro eso. El proyecto neoliberal tuvo éxito. Su gran triunfo ha sido convencernos de que sin ellos no hay alternativa”, dice.

El título del libro viene de una discusión que sostuvo con Alexis Tsirpas justo antes de ser electo primer ministro griego, liderando el descontento ante un rescate financiero que hundiría el sistema social del país. “El me decía que con decir No era suficiente. Para mí lo que estaba muy claro era ser creativo para poder proponer soluciones y alternativas. Grecia es un buen ejemplo de los peligros que corremos si no proponemos alternativas y movilizamos a la gente”.

¿Qué ejemplos positivos de cambio destaca?
El debate que se ha abierto sobre la sanidad. Trump intentó revocar un programa y dejar a millones de americanos sin asistencia sanitaria, pero no pudo. Y ahora las olas de resistencia generadas buscan algo más: sanidad universal, pública y gratuita. Bernie Sanders impulsa esta alternativa y es el político más popular del país, con un proyecto respaldado por 20 senadores. Otra visión esperanzadora es la de Jeremy Corbin en el Reino Unido. En todas las encuestas salía perdedor, y sin embargo el partido Laborista obtuvo el mayor número de votos desde la Segunda Guerra Mundial. Durante la campaña elaboró un manifiesto con una visión muy osada del futuro que incluía una seguridad social gratuita, eliminar las matrículas de las universidades, una transición hacia energías limpias, nacionalizar el sector energético y el ferrocarril. Las personas vieron que ese programa cumplía con sus expectativas”.

Klein no quiere difundir un sentimiento de autocomplacencia del tipo “los americanos están locos y nosotros somos mejores”. “Europa no puede sentirse superior. Trump es tan personaje que los demás se ven como unos santos. Pero mira a Macron en Francia. Se presenta como la alternativa pero sus políticas fiscales son tan pro ricos como las de EEUU. Las políticas de Trump son indignantes, como querer construir un muro con México. No sabemos si lo hará finalmente. Pero actualmente Europa deja morir a miles de refugiados en el mar y permite que un gobierno represor (Turquía) intercepte a las personas y las encierre en campos de concentración para que no entren en Europa. Eso es peor que cualquier cosa que pueda estar haciendo Trump ahora mismo”.

*Fuente: http://www.latercera.com/noticia/naomi-klein-gran-triunfo-del-neoliberalismo-ha-convencernos-no-alternativa/

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Precariado universitario

Enrique Javier Díez Gutiérrez

La gestión neoliberal de nuestra Educación Superior está convirtiendo las universidades públicas en empresas, como constatan investigadores de prestigio como Noam Chomsky.

El personal docente e investigador (PDI) se vincula cada vez más con las universidades con fórmulas contractuales caracterizadas por la precariedad y por la temporalidad. La contratación de “profesores y profesoras asociados” y de figuras cada vez más temporales, precarias y con derechos cada vez más recortados, a fin de reducir costes laborales e incrementar el servilismo laboral, es parte del asalto neoliberal general a los servicios públicos, a los bienes comunes, a los denominados “procomunes”.

La Ley Orgánica de Universidades de 2000 (LOU) creó seis modalidades de contratación de carácter temporal. A lo que habría que añadir el profesorado visitante, los y las investigadoras Ramón y Cajal, o Juan de la Cierva, así como las y los técnicos de investigación y el profesorado asociado. Esta última figura, por su bajo coste, por ser los que más carga docente tienen, y por su carácter contingente, ha animado a utilizar profusamente esta figura en las Universidades. Se les despide cada semestre, para no pagarles las vacaciones. La conjunción entre asociados y becarios de investigación, evidencia que buena parte de la docencia universitaria está en manos del profesorado peor pagado de todo el sistema educativo.

Este modelo neoliberal pretende un sistema dual de profesorado, como en su reflejo empresarial: una “élite” investigadora y docente de “fichajes estrella” con contratos blindados y una mayoría de profesorado en condiciones precarias, temporales y dependientes de continuas renovaciones de sus superiores, mal pagados y trabajando “a destajo”, con graves dificultades para mantener una cierta “libertad de cátedra” e independencia académica.

A esa élite hay que añadir la proliferación de otra “élite de ejecutivos” que florecen en este modelo de negocio empresarial universitario. Gerentes, cargos administrativos y burocráticos, y empresas asociadas de gestión, se convierten en imprescindibles si tienes que controlar a la gente: una suerte de despilfarro económico, pero útil para el control. En los últimos años se ha registrado un aumento drástico en nuestras universidades de estos “profesionales” de la gerencia y los cargos burocráticos, más que bien pagados y “afines” a quien los contrata.

No obstante, la fe de los fanáticos talibanes en el credo neoliberal es inquebrantable. Cuando Alan Greenspan, economista norteamericano conocido por haber sido presidente de la Reserva Federal de EE. UU., testificó ante el Congreso en 1997 sobre este modelo económico, explicó que una de las bases de su éxito era que estaba imponiendo lo que él mismo llamó “una mayor inseguridad en los trabajadores”. Según esta ideología, si la clase trabajadora está insegura no exigirá aumentos salariales, no irá a la huelga, no reclamará derechos sociales. Y eso es lo óptimo para la salud económica de las grandes empresas. En su día, a todo el mundo le debió parecer razonable el argumento de Greenspan, a juzgar por la falta de reacciones y los aplausos registrados, recuerda Chomsky.

Eso es lo que se ha transferido a las universidades. Conseguir una mayor “inseguridad” de los profesionales que en ellas trabajan manteniéndoles pendientes de un hilo que puede cortarse en cualquier momento, de manera que mejor que sean dóciles, acepten salarios ínfimos y trabajen a destajo. Esa es la manera como se consiguen universidades “eficientes” desde el punto de vista de la ideología empresarial. Y en la medida en que las universidades avanzan por la vía de un modelo de negocio empresarial, la precariedad es exactamente lo que se impone.

Los efectos de esta lógica neoliberal individualizada, precarizada y competitiva, que fija retribuciones, dedicación y prestigio en función de los resultados, supone un aumento de la presión y del estrés laboral, del ritmo de trabajo. Se perciben con mayor claridad cuando afectan a colectivos precarios de docentes e investigadores porque los hace responsables no sólo de su competencia profesional (de su nivel de reconocimiento) sino de mantener (o de conseguir en un horizonte incierto) el propio puesto de trabajo, responsable de su potencial empleabilidad. En estos colectivos la desregulación laboral se traduce en exigencias de flexibilidad y en mayor precariedad. A la flexibilidad temporal (inestabilidad de contratos, dependencia de las subvenciones variables) hay que añadir la flexibilidad horaria (disponibilidad más allá de lo estipulado) y la flexibilidad funcional (polivalencia y tensión formativa correlativa a los posibles cambios en los requisitos de las distintas instancias evaluadoras). Estas nuevas reglas del juego laboral tienen también como efecto perverso una despolitización del profesorado y una casi exclusiva dedicación a aquello que se considera clave en el reconocimiento académico de méritos, centrándose únicamente lo que permite superar pruebas de rendimiento, tener visibilidad y reconocimiento institucional.

Las políticas públicas de gobiernos conservadores, neoliberales y socialdemócratas han promovido y están incentivando que nuestras universidades públicas se orienten hacia este modelo de gestión empresarial, donde parece que lo que importa es mantener los costos bajos y asegurarse de que el personal contratado es dócil y obediente.

La idea es transferir la mayor parte de la docencia a trabajadores precarios, lo que mejora la disciplina y el control. Los costos, claro está, los pagan los estudiantes y quienes se ven obligados a desempeñar esos puestos de trabajo precarios. Pero es un rasgo típico de una sociedad dirigida por la mentalidad empresarial transferir los costos a la gente. La universidad impone costos a los estudiantes y a un personal docente que, además de dificultar gravemente su carrera académica, se le mantiene en una condición que garantiza un porvenir sin seguridad. Todo eso resulta perfectamente natural en los modelos de negocio empresariales. Es nefasto para la educación, pero está claro que su objetivo no es la educación.

Es sorprendente que el dogma neoliberal sea incapaz de comprender que la Universidad debe ser una institución democrática, en la que la comunidad universitaria (profesorado, estudiantes, personal no docente) debe participar en la determinación de la naturaleza de la institución y de su funcionamiento. Esto no es ninguna propuesta ni siquiera progresista o de izquierda, por cierto. Procede directamente del liberalismo clásico de sus fundadores, como John Stuart Mill, que daba por descontado que los puestos de trabajo tenían que ser gestionados y controlados por la gente que trabajaba en ellos: eso es libertad y democracia.

Es la comunidad universitaria y sus docentes quienes tienen que establecer qué van a enseñar, cuál será el programa, cómo se va a desarrollar las investigaciones y cómo compartirlas y colaborar en ellas. En un sistema representativo, necesitas tener a alguien haciendo labores administrativas, pero tiene que poder ser revocable, sometido como está al servicio de los componentes y la institución que administra.

Es bueno para las personas, para la sociedad e incluso para la economía el que la gente sea creativa e independiente y libre. Todo el mundo sale ganando de que la gente sea capaz de participar, de controlar sus destinos, de trabajar con otros: puede que eso no maximice los beneficios económicos inmediatos ni la dominación de unos pocos sobre otros, pero, como plantea Chomsky también, ¿por qué tendríamos que preocuparnos de esos “valores”?

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224568

Fuente de la imagen: http://e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2015/02/05/14231409414006.jp

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Pasado o Futuro

Por: Emir Sader
La derecha latinoamericana venía de acumular avances, desde las elecciones parlamentarias en Venezuela, la presidencial en Argentina, el referendo en Bolivia, el golpe en Brasil, y se apresuraba a conmemorar una nueva victoria en Ecuador. Sus portavoces, de derecha y remanentes de ultra izquierda, contaban con un gran resultado de la alianza de los candidatos opositores al gobierno de Alianza Pais. Guillermo Lasso, el banquero más rico del país, y Cynthia Viteri, otra variante del neoliberalismo, apenas se disputaban quien enfrentaría al candidato del gobierno en la segunda vuelta.

A pesar de la recesión económica que se abatió a Ecuador, como reflejo de la prolongada depresión internacional –y su conocida dificultad de defenderse, dada la dolarización de la economía impuesta por la derecha– y de la campaña sucia llevada a cabo por la oposición, al igual que en los otros países de la región, los resultados no fueron los que ellos esperaban. Aun sin llegar a los 40%, que le hubiera permitido ganar en primera vuelta –dado que superaba holgadamente la distancia de 10% hacia el segundo colocado–, Lenin Moreno se acercó mucho, pero le faltaron décimas para lograr ese índice.

La oposición se asustó frente al riesgo de que Lenin ganara en primera vuelta. Inmediatamente Lasso llamó a la formación de un frente por la “gobernabilidad democrática” e intentó repetir el discurso de Mauricio Macri en la segunda vuelta de Argentina, según el cual, sumando los votos de los candidatos de la oposición, se concluye que la mayoría desearía el cambio.

En estas elecciones Ecuador completó diez años de Revolución Ciudadana, el proceso que transformó mas profundamente el país, en todas sus dimensiones. Antes del gobierno de Rafael Correa –que él caracterizó como un cambio de período y no solamente un período de cambio– Ecuador había tenido tres presidentes que no habían logrado concluir sus mandatos, tumbados por movimientos populares que se alzaron en contra sus programas neoliberales.

En una década Ecuador vivió un extraordinario proceso de retoma del crecimiento económico, esta vez con inmensos programas de distribución de renta, que han promovido la inclusión social de sectores antes siempre estaban excluidos. El Estado fue refundado, la infraestructura del país fue modernizada como nunca, el país conquistó, finalmente, un lugar de prestigio en el mundo, con su desarrollo interno, su política externa soberana y el liderazgo de Correa, el personaje que proyectó al país en el mundo.

Correa renunció a candidatearse de nuevo y Alianza Pais lanzó una lista con sus dos vices –Lenin Moreno, en el primer mandato y Jorge Glass, en el segundo. Como ha ocurrido en las ultimas campañas en la región, la derecha se presenta como un cambio que mantendría las políticas sociales del gobierno. Como en Argentina y en Brasil, son ficciones para conquistar votos, en cuanto asumen el gobierno se impone el duro ajuste fiscal de la restauración neoliberal.

Un candidato que se presentaba como social demócrata, extremadamente moderado, quedó en cuarto lugar, con un pequeño caudal de votos, a pesar de recibir el apoyo de los sectores de la ultraizquierda, que tomaron a Correa como su enemigo fundamental. El candidato afirmó que se quedará equidistante entre derecha e izquierda en la segunda vuelta, en contraste con la derecha, que ha apoyado en peso a Lasso. Después de la votación mínima que han tenido en las elecciones anteriores, la ultraizquierda esta vez no se arriesgó a lanzar una candidatura propia. Para el Parlamento tampoco tuvieron éxito, confirmando su rol en declive entre los sectores populares y en la vida política del país, acaso su lenguaje violento y por canalizar sus acciones solamente en contra del gobierno.

La gran polarización, como en los otros países progresistas de la región, se dio entre el gobierno y las alternativas de derecha, confirmando que hay dos alternativas que se enfrentan: la neoliberal y la posneoliberal. En la segunda vuelta Lenin puede contar con la gran ventaja que obtuvo en la primera vuelta, con la mayoría absoluta que Alianza Pais logró en el Parlamento, con la aprobación del referendo que alguien que prohíbe cargos públicos para quien tenga cuentas en paraísos fiscales. Son expresiones que demuestran que Alianza Pais sigue siendo, de lejos, el partido más grande del país, y que cuenta con una estructura política nacional muy fuerte para encarar el mes y medio de la campaña.

Será una segunda vuelta de contraposición directa, sin disfraces, entre lo que han hecho para el país los partidos de derecha –unidos alrededor de Lasso– y los avances realizados por el gobierno de Correa. La derecha y la izquierda de América Latina se sentirán perfectamente representadas en las dos candidaturas, así como el pasado y el futuro del continente.

Fuente original: https://www.pagina12.com.ar/22253-pasado-o-futuro

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La OCDE valora la «progresiva recuperación» de Portugal, pero le insta a acometer más reformas

Portugal / www.abs.es / 8 de febrero de 2017

El organismo internacional prevé para el país vecino un crecimiento del PIB del 1,2% este año -misma cifra con la que ha cerrado 2016- y un 1,3% en 2018.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha valorado este lunes la «progresiva recuperación» de Portugal, pero le instó a incentivar la inversión con reformas administrativas, reguladoras del mercado o una reducción de los costes laborales, entre otras medidas.

Según su último informe sobre la evolución del país presentado en Lisboa por su secretario general, Ángel Gurría, la recuperación de la economía lusa «requerirá más inversión», que ha registrado una baja en los últimos tiempos en el país.

De hecho, incide la OCDE, en Portugal «la inversión ha sido significativamente menor que en otras economías de la zona euro, particularmente desde 2010″, y tras la crisis ha descendido hasta un 30% en comparación con los niveles mostrados en 2005.

Dar la vuelta a esta situación «es uno de los principales retos de la economía» portuguesa, sostiene el informe, que prevé en el actual escenario un crecimiento del PIB del 1,2% este año -misma cifra con la que ha cerrado 2016- y un 1,3% en 2018.

Mientras, el sistema financiero continúa siendo «altamente vulnerable» a elementos externos y al elevado endeudamiento de los sectores público y privado, una debilidad que en un contexto de bajo crecimiento «puede llevar a un deterioro de las finanzas públicas».

Se trata de un ámbito en el que, subraya la OCDE, «Portugal ha comenzado una impresionante serie de reformas estructurales», aunque «algunas de ellas no han sido totalmente implementadas».

Simplificar trámites

Algunos de los aspectos en los que se centra el informe para mejorar la inversión son reducir el tiempo de los procesos judiciales de las compañías, reformas administrativas que simplifiquen trámites o regular algunos servicios para que las empresas sean más competitivas.

También se mencionan los costes laborales, que representan «el 19% de los gastos de las compañías portuguesas», una cantidad que continúa suponiendo un «reto». En este sentido, la OCDE alerta de que un fuerte incremento de los salarios sin «mejoras similares en la productividad» puede «deshacer mejoras previas en la competitividad».

Otras recomendaciones son salvaguardar la estabilidad financiera, así como aumentar la formación de los trabajadores y la productividad en aras de conseguir un crecimiento sostenible.

Fuente: http://www.abc.es/economia/abci-ocde-valora-progresiva-recuperacion-portugal-pero-insta-incentivar-inversion-201702061457_noticia.html

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La única crítica al gasolinazo es que se aplicó tarde, dice la OCDE

Por: Animal Político

La OCDE señaló que el subsidio a los combustibles ya era insostenible para las finanzas públicas, además México era el único país de la organización que no tenía un precio real de las gasolinas.

El aumento en el precio de la gasolina era inaplazable e inevitable, pues continuar con el subsidio al costo era insostenible, afirmó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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