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Perú: Advierten que la falta de inversión en salud y nutrición obstaculiza el rendimiento escolar

Unesco, Unicef y el Programa Mundial De Alimentos (WFP) destacan también que la escuela es para millones de niños y niñas el único espacio en el que tienen asegurados sus alimentos del día.

Aunque la inversión en salud y nutrición escolar tiene un efecto positivo significativo en el rendimiento académico de los niños, una de cada tres escuelas del mundo sigue careciendo de acceso a agua potable y de instalaciones básicas de saneamiento, según un nuevo informe presentado por UNESCO, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).

Los alumnos aprenden mejor en escuelas seguras y sanas. Sin embargo, demasiadas instituciones educativas carecen de los medios necesarios para garantizar una buena salud y bienestar, lo que incluye instalaciones esenciales de agua potable y saneamiento. La UNESCO y sus socios hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a los países en sus inversiones en salud, nutrición y protección social en la escuela, porque los niños merecen un entorno en el que puedan desarrollar todo su potencial”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

El informe, titulado “Aprender y prosperar: Salud y nutrición escolar alrededor del mundo” muestra que la provisión de salud y nutrición escolar incentiva a los niños a acudir a la escuela y a permanecer en ella. Las comidas escolares por sí solas aumentan las tasas de matriculación y asistencia en un 9% y un 8%, respectivamente.

La desparasitación y la administración de suplementos de micronutrientes pueden hacer que los alumnos asistan a la escuela durante 2,5 años más en lugares donde la anemia y las infecciones parasitarias son frecuentes. El informe también aborda otras cuestiones como la promoción de la atención oftalmológica, la salud mental y el bienestar de los niños y la prevención de la violencia escolar.

El informe subraya que todas estas medidas suponen un importante retorno de inversión para los países, además de mejorar la vida cotidiana y las condiciones de estudio de los niños. Por ejemplo, los programas de alimentación escolar ofrecen un rendimiento de 9 dólares por cada dólar invertido, y los programas escolares que abordan la salud mental pueden proporcionar potencialmente un rendimiento de la inversión de 21,5 dólares por cada dólar invertido.

Inversión insuficiente y desigual

Si bien 9 de cada 10 países del mundo invierten en programas de salud y nutrición escolar, estas inversiones son desiguales de una región a otra y a menudo insuficientes en comparación con las necesidades. Es esencial un mayor compromiso de los gobiernos nacionales y el apoyo de la comunidad internacional. A nivel mundial, sólo se invierten 2.000 millones de dólares al año para atender las necesidades sanitarias de los niños y adolescentes en edad escolar, mientras que en los países de ingresos bajos y medios-bajos se gastan unos 210.000 millones de dólares en la educación de este grupo de edad.

En la actualidad, casi una de cada tres escuelas (31%) carece de agua potable segura e instalaciones básicas de saneamiento. Esto significa que unos 584 millones de niños tienen un acceso limitado o nulo a servicios básicos de agua potable en la escuela.

La realidad peruana

A casi un mes de que se inicie el año escolar 2023, según el informe conjunto, en Perú 4 de cada 10 escuelas a nivel nacional no cuentan con servicios de saneamiento adecuados. Esta situación coloca a niñas y niños en mayor riesgo de padecer enfermedades diarreicas agudas, que están ligadas a la desnutrición crónica infantil y la anemia, enfermedades que impactan en el desarrollo cognitivo, físico y mental.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el 2021 en el Perú el 49% de los niños y niñas menores de tres años sufrían de anemia y el 24% de los menores de cinco años, de desnutrición crónica. Al respecto los representantes en el país de UNESCO, UNICEF y el WFP coinciden en que es prioritario seguir sumando esfuerzos desde todo ámbito por asegurar a todas las escuelas adecuados servicios de agua y saneamiento.

Como se sabe, entre 2005 y 2015, Perú consiguió avances significativos en la reducción de la desnutrición crónica infantil pasando de un 30% a 14%, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES). Esta reducción ha demostrado que cuando familias, gobiernos locales y servicios de salud y educación articulan es posible mejorar la calidad de vida de la infancia.

Por otro lado, Según el INS-CENAN el 37% de los niños de 5 a 9 años el 2018 tenían sobrepeso y obesidad. Este es el problema nutricional más grave en la población escolar y el sistema educativo tiene un rol clave en la capacitación sobre estilos de vida saludable y generación de entornos alimentarios dentro de la escuela para prevenir y controlar este problema.Las tres agencias reconocieron que para evitar posibles retrocesos en los avances  conseguidos  en la mejora de la situación nutricional de la infancia peruana es importante una inversión sostenida en el sector educativo y, en concreto, en las escuelas como las mejores aliadas para paliar efectos adversos en la seguridad alimentaria de las familias.

Finalmente, las agencias resaltan la importancia de la continuidad de las políticas públicas vinculadas a la salud y nutrición escolar en el Perú, como es el caso del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma y la Ley y reglamento de Alimentación Saludable. Sin embargo, es clave que el país incremente la inversión en la mejora de la infraestructura y acceso a servicios básicos en el ámbito escolar y la educación alimentaria para asegurar mejores condiciones de bienestar para la infancia y la adolescencia.

Fuente: https://peru.un.org/es/218538-advierten-que-la-falta-de-inversion-en-salud-y-nutricion-obstaculiza-el-rendimiento-escolar

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ONU: Los trolls se unen a la campaña de la ONU para una alimentación más saludable y una vida sostenible

Los trolls se unen a la campaña de la ONU para una alimentación más saludable y una vida sostenible

Los coloridos personajes de la franquicia de películas Trolls alientan a sus fanáticos a convertirse en héroes de la comida a través de una alimentación más saludable y la reducción del desperdicio de alimentos.

Como parte del  Año Internacional de las Frutas y Verduras , los favoritos de los niños de ojos brillantes y cabello tupido se han unido a las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ( FAO ) y la Fundación de las  Naciones Unidas , en una campaña que moviliza acciones para una dieta saludable. y vida sostenible.

David Bynder, vicepresidente senior de Global Brand Partnerships para DreamWorks Animation, que produce las películas y series de televisión, dijo que «los Trolls son una celebración de la positividad» y que su empresa espera que «su entusiasmo inspire a niños y familias de todo el mundo». . »

Héroes de la comida

En las próximas semanas, la campaña digital y en línea #TrollsFoodHeroes contará con más héroes de la comida que, como los Trolls, verán el valor de las frutas y verduras para mejorar la vida y la lucha contra el desperdicio de alimentos.

Para Maher Nasser, Director de Difusión en el Departamento de Comunicaciones Globales de la ONU, esta colaboración «proporciona un canal excelente para hacer llegar el mensaje a los niños y sus padres sobre la importancia de una alimentación saludable y la reducción del desperdicio de alimentos».

“Esperamos que los Trolls inspiren a muchos de sus amigos y seguidores a seguir sus pasos, convertirse en héroes de la comida y #ActNow por la sostenibilidad”, dijo.

No malgastes, no quieras

Máximo Torero, economista jefe de la FAO , recordó que  hasta un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia. 

“Debemos reducir ambos para poder alimentar a una población en crecimiento y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos en un mundo sostenible”, explicó.

La presidenta y directora ejecutiva de la Fundación de las Naciones Unidas, Elizabeth Cousens, dijo que la iniciativa sirve como un recordatorio de que » cada acción, ya sea grande o pequeña, puede marcar la diferencia «.

El video de la campaña se presentará en la Exposición Universal de Dubai y la Fundación de las Naciones Unidas conectará a más de 40.000 profesores con materiales que se utilizarán en el aula a través de su asociación con  #TeachSDGs .

A principios de 2022, habrá una hoja de edición especial de sellos de la ONU con el material gráfico y los mensajes de la campaña como parte de la propia serie de sellos de edición especial de la Administración Postal ( UNPA ) de la ONU , popular entre los coleccionistas de todo el mundo.

Fuente de la Información: https://news.un.org/en/story/2021/12/1106922

 

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Alimentación de calidad, saludable y energética en la infancia y adolescencia


Por: Carme Escales

Dietas para adelgazar, para mantener a raya el colesterol o el azúcar nos llevan, en la edad adulta, a repensar la manera en la que nos estábamos alimentando. Buscamos dietistas, nutricionistas, endocrinos o las recomendaciones de la enfermera que nos entrega la hoja de la dieta de 1200 calorías para perder los kilos de más. Prevenir todo ello en los futuros adultos nos hace poner el foco sobre los platos que servimos a niños y adolescentes.

limentarse bien en las primeras etapas de la vida aporta un doble ganancia, porque aseguramos la fuerza que conviene para el cuerpo y la mente para que niños y jóvenes superen todos los retos del día, a la vez que estamos asentando los pilares de una nutrición correcta, haciendo empatizar sus organismos-sabores, sistema digestivo y inmunológico con una alimentación de calidad.

Somos animales de costumbres, y habituar a los niños a comer de manera equilibrada alternando siempre alimentos de calidad es dotarlos de una herramienta que será su aliada de por vida. Podrán en mayor medida esquivar enfermedades y riesgo de concentraciones de grasa o azúcares que pueden comprometer la salud en algún momento de la vida.

En este artículo, tres profesionales del ámbito de la salud ayudan a identificar las claves positivas de una alimentación saludable recomendada para las etapas de la infancia y la adolescencia, y a esclarecer dudas ante determinadas informaciones. Son: Dámaris Martínez, dietista-nutricionista del Programa Nutriplato (Educación dietética y nutricional pera niños y niñas de 3 a 12 años), del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital de Sant Joan de Déu; María Gotor, pediatra de Althaia, la Red Asistencial Universitaria de Manresa, y una de las autoras de su espacio divulgativo, Blogosfera; y Aida Vásquez, dietista y nutricionista del centro AD Dietistas.

El plato de Harvard

Nutrir es aportar a un ser vivo las sustancias necesarias para vivir. Estas sustancias las encontramos en los diferentes alimentos, por eso es importante asegurar la variedad y alternancia de alimentos en la ingesta diaria, para no pasar por alto ningún nutriente. Pensando en una población general sana, los especialistas en nutrición en la infancia y adolescencia guardan consenso sobre una fórmula nacida en la Escuela de Medicina de Harvard implementada en la distribución de todo lo que incluye una alimentación saludable equilibrada explicado sobre un plato.

Es el Plato Saludable, o Plato de Harvard, que establece, de manera muy sencilla, que los alimentos de origen vegetal, frutas y verduras, llenen la mitad del plato. Un cuarto de plato del ocuparía la proteína saludable, sea vegetal o animal y en el otro cuarto de plato pondríamos los cereales.

Desde el Hospital de Sant Joan de Déu, la especialista en nutrición y dietética, Dámaris Martínez afirma que «lo más importante es que todas las comidas sean de alimentos saludables, que durante las comidas del día se introduzca fruta fresca, verduras, frutos secos -siempre naturales o tostados y nunca enteros en edades inferiores a 4 años-, pescado, legumbres, carnes -principalmente blancas-, huevos y lácteos, alimentos integrales y el aceite de oliva virgen «.

En este sentido, la pediatra de Althaia, María Gotor, considera que deberíamos eliminar la idea de clasificar los alimentos según las comidas en los que los ingerimos. «No hay un alimento para el desayuno, merienda, almuerzo o cena, no hay alimentos para. El huevo puede ser mucho más saludable que determinados cereales -no integrales y con azúcares añadidos- para el desayuno. Y, ¿Por qué no un plato de lentejas? Los ingleses bien toman sus judías (beans). En definitiva, que no importa el orden durante el día, ni ir cambiando según el día, sino la calidad de lo que se ingiere», apunta.

De fruta, Gotor aconseja al menos comer tres veces al día, «pero no hay límite», dice. «Hasta los 3 o 4 años, en raciones que quepan en la manija de la criatura», dice. «Si al final de la comida o de la cena se opta por comer un yogur, la fruta hay que emplazarla en otro momento del día, pero no olvidarla», añade la pediatra.

Como las piezas de un juego, fruta, verdura, carne, pescado, lácteos y sus derivados, y cereales -a poder ser integrales-, deben ir encajando en las diferentes comidas del día, sin quedar ninguna pieza sin introducir. Tal y como explican las especialistas, la alimentación saludable implica un escenario día a día, una nevera y una despensa donde no falten estos alimentos.

Sobre la diferencia entre la alimentación entre niños y adolescentes, según la dietista y nutricionista Aida Vásquez, «la principal diversidad es la energía requerida. Dado que los adolescentes experimentan más cambios fisiológicos y de crecimiento, requieren mayor energía mediante la alimentación. Hay que decir, además, que los adolescentes manifiestan cambios en cuanto al comportamiento, la relación con la comida y la actividad física; por eso suelen requerir más atención en el establecimiento de un estilo de vida saludable».

Y en cuanto a las cantidades, Vásquez explica que esta dependerá de la edad. Existen tablas orientativas de gramajes en función del grupo de edad, pero es importante recordar que esto deberá adaptarse, también, a la actividad física y a la sensación de hambre de cada niño o joven.

¿Cuántos comidas deberían hacer niños y adolescentes a lo largo del día?

«No hay un número de comidas que sea más saludable», dice la dietista Aida Vásquez, argumentando que esto dependerá siempre de los hábitos y las actividades de cada uno, pero sí se recomienda que no pase demasiado tiempo entre las diferentes comidas, y que estos proporcionen la energía y nutrientes necesarios. Una buena distribución suele ser de 5 comidas al día: tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos comidas complementarias (media mañana y media tarde).

«Hacer cinco comidas se considera adecuado para aportar la verdura, carbohidratos, proteínas y cereales que convienen, de manera cómoda. Todas las ocasiones, sin embargo, son válidas para incluir aquellos alimentos que definen una alimentación saludable», explica Dámaris Martínez. Ahora bien, «comida y cena deberían mantener la estructura del plato de Harvard, con la presencia requerida de verduras. La cebolla del sofrito de la salsa de los espagueti, como ejemplo, no contaría como verdura, sino como preparación más concienciada del plato de pasta».

Desayuno, al levantarse, una comida a media mañana y otra a media tarde dependerá de la vida y horarios de cada uno. «Si al levantarse no apetece desayuno, es mejor no tomar nada que hacer algo rápido y quizás más superflua como galletas o cereales azucarados. Si debemos perder calidad nutricional, mejor eliminar esa comida», recomiendan, siempre y cuando la criatura no pierda calidad en atención y energía para atender sus actividades, sean físicas o  intelectuales.

«En el desayuno se puede comer cualquier alimento saludable, láctico o derivado, carbohidratos, cereales sin azúcares añadidos o pan, fruta o proteína, queso, atún o frutos secos. Se pueden hacer unos huevos revueltos con pan y aguacate, yogur con frutos secos y copos de avena; un bocadillo de tortilla, un tomate en rodajas, crema de cacahuete sin azúcares añadidos, leche, yogur, pan con aceite y fruta. La estructura ideal es que haya algún lácteo o derivado, carbohidratos y fruta», propone Dámaris Martínez. Pero, eso sí, recomienda que el desayuno se haga de manera tranquila y sentados». Algunas ideas saludables como merienda podrían ser: un bocadillo de queso o de atún; palillos con yogur natural; frutos secos o un vaso de leche.

«Desde pediatría podemos hacer formación, pero hay hábitos muy instaurados, como el ColaCao y las galletas como fórmula habitual y rápida de desayuno», expone la pediatra, precisando que la alimentación debe adaptarse a cada familia, a su cultura y a las posibilidades económicas.

En cuanto a los horarios, las expertas defienden cierta flexibilidad, dependiendo de la vida que lleve cada uno. Lo ideal es cenar antes de reposar pero, si un entrenamiento termina muy tarde por la noche, tal vez sea mejor hacer una buena merienda-cena antes de la actividad, y antes de acostarse tomar algo ligero, como puede ser un vaso de leche. Más importante que los horarios es que las comidas sean saludables, insisten. «No hay que obligar a comer ni a pasar hambre. Sólo se pasaría hambre y solo al principio, por la necesidad del cuerpo de depurar el apetito de más, en caso de tener que perder peso, y siempre por indicación médica», precisa a doctora María Gotor.

Evitar procesados

Cuando hablamos de calidad de los alimentos, hablamos de alimentos bajos en azúcares y grasas saturadas y, cuanto menos procesados, más calidad encontramos en ellos. «En bollería, por ejemplo -dice Gotor- no hay prácticamente ninguna opción saludable. Incluso la pastelería hecha en casa no tiene por qué serlo, dependerá de la calidad de los ingredientes que se pongan. La misma torta hecha con el yogur, si utilizamos harina de trigo refinado, no nos aporta la calidad nutricional que sería deseable».

Otra comparativa clara entre alimentos de calidad y procesados ​​es el jamón serrano, que se debe priorizar por delante del dulce porque este segundo ha sido procesado y se debería comprobar la cantidad proteica que contiene junto a los conservantes, aditivos y otros componentes que puede implicar su procesado, mientras que el jamón serrano es sólo carne y sal. En cuanto al pavo y otras tipologías de embutido, hay que ver en la etiqueta la cantidad de proteína que contienen y priorizar las gamas extras que conserven el máximo posible de alimento natural. «Lo ideal serían los alimentos sin etiqueta nutricional, para que el contenido fuera 100% de lo que sea: por ejemplo, el pollo fresco, que es 100% pollo, las manzanas o el pescado frescos», dice la pediatra de Althaia.

Pero la realidad nos dice que a primera vista al entrar en un supermercado y en zonas estratégicas de las grandes superficies comerciales, los productos alimenticios procesados ​​industrialmente son al acecho del cliente. Por ello se debe «fomentar entre niños y adolescentes la importancia de los alimentos naturales, sobre todo entre los adolescentes, que suelen tener muchas más influencias externas, a través de las salidas sociales y, por tanto, más tendencia, son más propensos a alejarse de la alimentación saludable, y a consumir productos con más aditivos, sales, azúcares y grasas no saludables. Es importante que los conceptos de alimentación saludable estén bien establecidos en ellos», recomienda Dámaris Martínez.

En casa de los amigos

Cuando los hijos e hijas van invitados a casa de los amigos, o a fiestas de cumpleaños, y la comida no está alineada con lo que comen en casa, entonces hablamos de excepciones. Pero, ¿Cómo establecer los límites de estas ingestas de comida no tan saludable o nada saludable como es la bollería industrial, sobresaturada de azúcar, las golosinas, y las bebidas azucaradas y con gas?

El consumo de este tipo de alimentos se desaconseja, incluso cuando se comen fuera de casa. Sin embargo, dado que la realidad es otra, la  recomendación es que, si se consumen, sea de forma muy ocasional, que siempre se opte por opciones saludables cuando se invitan amigos a casa o se va a un restaurante.

Un día puntual, pero no un día especial

Como sugiere la nutricionista del Hospital de Sant Joan de Déu, «no se debería establecer una asociación positiva entre un día especial y la comida no saludable, y sí aprovechar estas ocasiones excepcionales para dar paso a alimentos saludables. Por ejemplo, la noche del viernes se puede preparar una pizza casera y añadir verduras o trozos de salmón, o hacer una quiche de champiñones, atún, repollo o zanahoria, o una lasaña de verduras con calabacín o berenjena. Y, en caso de aniversarios, se pueden preparar brochetas de frutas con chocolate negro, crepes con plátano, o batidos de leche y fruta natural».

Una consigna es clara: si no se quiere comer mal, no hay que tener en casa productos procesados. «Tampoco hay que estar pendientes todo el día, toda una parte de la vida, de lo que comemos, ni sufrir por ello, ni vivirlo como un castigo. Una vez aprendes a comer bien, ya lo integras para siempre«, dice la pediatra María Gotor, que explica que fruto del confinamiento se han visto en consulta aumentos de hasta 20 kgs, porque ha habido muy mal control metabólico del sobrepeso y la obesidad comiendo en casa sin salir a hacer ejercicio.

De todas formas, en caso de sospechar cualquier patología alimentaria en los niños o jóvenes, hay que ponerlo en conocimiento de sus médicos, y ellos establecerán dietas o recomendaciones específicas en cada caso. Ellos dirán si conviene contar cantidades, pero no kilocalorías. A veces será cuestión de reducir la ingesta de carbohidratos e introducir más fibra, no hacer dieta, sino ajustar la alimentación. Aida Vásquez añade que, «en caso de sobrepeso, al igual que en los otros niños, habrá que componer las comidas siguiendo la estructura del método del plato de Harvard, pero es importante en estos casos analizar no sólo la estructura de las comidas, sino todos los hábitos alimentarios y de actividad física del niño «.

Niños y niñas que no quieren verduras ni pescado

Conscientes de las realidades diarias en cada hogar y en concreto de las dificultades de muchas madres y padres para conseguir que sus hijos e hijas coman de todo, las nutricionistas apuntan ideas. Las verduras cuestan a algunos niños, pero en ello ayuda mucho variar las cocciones y elaboraciones, hacerlas más atractivas. Se pueden preparar berenjenas rellenas con queso parmesano, coliflor con bechamel, o cremas, como ejemplo. Si los adolescentes ya han integrado las verduras, ya no hace falta variar tanto las presentaciones.

Planificar las comidas semanales

Improvisar no es sano, tener hambre y no tener nada preparado lleva a menudo a hacer comida rápida como pasta, o bocadillos, y no, en cambio, a destinar el tiempo para preparar una variada ensalada o un plato de legumbres, elaboraciones que si ya tenemos a punto, evitan caer en la solución rápida de los carbohidratos.

Otra recomendación vinculada a la alimentación saludable es ir a comprar sin hambre y habiendo previsto todo lo que se necesitará durante la semana para no comprar lo que no conviene. De este modo, además, evitaremos el despilfarro alimentario. Comprar la comida más saludable, dice la doctora Gotor, «puede resultar un poco más caro, porque los azúcares y harinas refinadas son más baratos y potencian mucho el sabor, pero si no se pueden adquirir tanta carne o pescado, entonces las legumbres son una fuente de proteína muy asequible«.

Carnes rojas, ¿Por qué limitar su consumo?

Las carnes rojas tienen mala fama porque la OMS publicó que pueden afectar el sistema cardiovascular e intestino, e incluso tener efecto cancerígeno, en concreto el cáncer de colon. «Pero esto no resta calidad alimentaria a la carne roja, por su beneficio en proteína y hierro. No hay ningún otro alimento en el que sean más absorbible», argumenta la doctora María Gotor.» Se puede vivir sin comer carne roja, pero esta tiene sus beneficios, otra cosa es con que la acompañamos, si son patatas fritas, salsas… Hay que distinguir también las carnes rojas procesadas, y especialmente los preparados industriales, porque si compras el filete de ternera, lo picas y haces albóndigas, es igual de saludable que un bistec a la plancha», expone la pediatra. La carne procesada sí se debería limitar a una o dos veces por semana, por sus componentes no saludables como el potenciador de sabor o color.

Salchichas, perritos calientes, o embutidos como el fuet o el chorizo ​​deberíamos limitar a un consumo muy ocasional por su elevado contenido en sal y grasas no saludables y aditivos. La nutricionista del Hospital de Sant Joan de Déu recomienda el consumo de carne roja hasta máximo de dos veces a la semana. Mientras que las carnes en general, incluyendo las carnes de ave y la de conejo, las recomienda 3 o 4 veces a la semana. Y el pescado, 3 o 4 veces a la semana, tanto de variedad blanca como azul. «Del pescado azul, sin embargo, se debería priorizar el de pequeño o mediano tamaño y al menos una vez a la semana. Mientras que el pescado azul de gran tamaño, como el atún o el pez espada, el tiburón o el lucio, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda evitar su consumo en niños menores de 10 años, y entre los 10 y los 14 limitar este consumo a 120 gramos al mes, por su contenido en mercurio», argumenta.

¿Cuántos huevos por semana?

«El consumo de un huevo al día no se relacionaría con efectos negativos sobre la salud, pero un consumo tan elevado de huevos podría alejar el consumo de otros alimentos tan interesantes como el pescado o las legumbres, por eso hablamos de consumir huevos 3 o 4 veces por semana», afirma Dámaris.

También María Gotor considera que no se debe limitar el consumo de huevos, un tema que asume que es muy discutido, pero también considera acertado limitarlos si es para no desplazar otras opciones, porque las gallinas son totalmente saludables. «Me preocuparía más cuántos cruasanes se comen al día, y en cambio nadie lo pregunta, como tampoco cuántas galletas se pueden comer a la semana», dice. En cuanto al colesterol asociado al consumo de huevos, como explica la pediatra, no hay que olvidar que el colesterol es una partícula que se encuentra en las membranas celulares y se puede consumir, otra cosa es con qué se acompañe el huevo, como el bacon, o el aceite con el que se fríe. El problema no sería el huevo, sino la dieta con la que se acompaña.

¿Cuántas veces comer legumbres?

Las legumbres también son parte de un patrón de dieta mediterránea y su frecuencia de consumo debería ser de 3 o 4 veces a la semana. Según la nutricionista del Sant Joan de Déu, «la legumbre es un alimento muy interesante porque no sólo aporta proteína, sino también carbohidratos, fibra, vitaminas, minerales. Es muy completo y versátil y deberíamos incluirlo en la alimentación semanal. Podría formar parte del grupo de los carbohidratos, junto con el pan, la patata, y también con el grupo de los proteicos que son carnes huevos y pescado».

¿Cómo discernir los azúcares que convienen más para niños y adolescentes?

La diferencia se encuentra en si los azúcares forman parte del alimento natural o si son un añadido, dice Aida Vásquez. Habrá que evitar todos los azúcares añadidos a los alimentos (cereales, lácteos, alimentos procesados ​​y ultraprocesados …) que no convienen a ningún niño, adolescente ni adulto. Sí que se pueden tomar aquellos azúcares que forman parte de los alimentos de forma natural, como los de las frutas o los lácteos. Si se preparan, por ejemplo, unas natillas caseras con ingredientes naturales, en lugar de azúcar se puede añadir fruta, dátil o, al menos disminuir la cantidad de azúcar y apreciar más sabores como el de la vainilla.

El consumo de azúcar en la población, en general, se considera elevado. Por lo tanto, acostumbrar a los más pequeños de casa a saborear el gusto natural de los alimentos, rebajando tanto como podamos los azúcares es una recomendación saludable. La nutricionista del Hospital de Sant Joan de Déu, Dámaris Martínez invita a los padres a trabajar a conciencia el umbral del dulzor exigido por los paladares. Aconseja la progresiva eliminación, si es que ya se han introducido, de azúcares y endulzantes añadidos o miel, por ejemplo en un yogur natural. Es preferible -dice- añadir canela, trocitos de fruta, como plátano, pasas, frutos secos o semillas molidas.

También la sal se aconseja disminuirla al máximo, compensando o sustituyéndola siempre que se pueda con especias. En productos procesados, suele estar demasiado presente, pero en la alimentación natural, el consumo de sal se disminuye. «Utilizar sal para cocinar no es ningún problema, otra cosa es llevar el salero a la mesa e ir añadiendo. Es mejor incorporar especias, por ejemplo, el orégano o la pimienta negra a los espagueti, o el tomillo al sofrito de tomate natural.

Para beber, agua

El agua debe ser la bebida por excelencia en la infancia y la adolescencia. No hay, sin embargo, una cantidad de consumo de agua recomendada al día en estas edades, beber cuando se tiene sed es lo que recomienda la pediatra María Gotor. Para moverse en unos consumos saludables, Dámaris Martínez apunta que un consumo adecuado de agua para los niños estaría en torno al litro y medio, y en los adolescentes entre los dos y los dos litros y medio. De todas formas, se debe tener en cuenta si es un niño o adolescente que hace mucha actividad física y las necesidades que tenga, pero en general lo que se recomienda que el agua sea la bebida de preferencia en las comidas principales y que se vayan haciendo ingestas durante el día. «Necesitan hidratarse y, si pueden acompañarse de un botellín de agua y a lo largo del día irlo rellenando, mucho mejor».

En lo que coinciden todas las especialistas en alimentación saludable en las primeras etapas de la vida es en la necesidad de minimizar el consumo de bebidas azucaradas. Incluso los zumos deberían consumirse sólo en ocasiones excepcionales, por su contenido de azúcares o conservantes, aditivos que potencian sabores o colores. Sobre los zumos naturales preparados en casa, se argumenta que es mucho mejor comerse una fruta entera que tomar sólo el jugo. «Lo interesante es la composición de fibra de la fruta que, junto con sus azúcares logran una absorción más lenta y el impacto en el cuerpo es mejor», dice la pediatra. Cuando se toma sólo el jugo de la fruta, básicamente al cuerpo llegan los azúcares.

En el caso de adolescentes, tomar café o té, según explica Dámaris Martínez, no sería un problema, si el consumo es moderado y adaptado de manera natural, sin añadir azúcar, pero insistiendo siempre en el agua como bebida principal.

En cuanto al consumo de leche y bebidas vegetales, siempre y cuando no haya una contradicción de intolerancia a los lácteos, no se deberían retirar el consumo de éstos, y, en caso de ser desnatados, siempre deberían ser sin azúcares añadidos y enriquecidos con calcio y vitamina D.

Del pan lo que hay que tener claro es que está hecho con harina, agua y levadura. Todo lo que se aleje de ello, lo que se le pueda añadir, como, leche, azúcar, conservantes o aditivos, ya difumina su calidad. En el caso de los panes integrales, conviene saber el porcentaje de harina integral empleada, tanto en el pan fresco –preguntar al panadero-, como en panes tostados y de molde.

Y sobre la dieta vegetariana, la pediatra María Gotor recomienda que hasta los dos años, al menos, las criaturas sean omnívoras, porque hay algunos elementos, como es por ejemplo un omega 3 específico presente en el pescado, que se relacionan con el desarrollo neuronal.

Fuente e imégenes:  https://eldiariodelaeducacion.com/educacion-en-salud/2021/04/07/alimentacion-de-calidad-saludable-y-energetica-en-la-infancia-y-adolescencia/

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Cocinar a través de la manipulación y la experimentación sensorial

Por: EDUCACIÓN 3.0

A través de la manipulación y la experimentación sensorial los estudiantes de una escuela infantil de Pilar de la Horadada (Alicante) han descubierto los beneficios de una alimentación saludable y han cocinado sus propias recetas con la ayuda del profesorado y las familias. Nos lo cuenta Melania Cárceles García, educadora y propietaria del centro.

El pasado verano realizamos el proyecto ‘Un verano con mucho sabor’, una propuesta que tenía como base la manipulación y la experimentación sensorial y que además se desarrolló en distintos escenarios y con estudiantes de 2 y 3 años de edad.

¿De qué trataba y cuáles fueron sus objetivos?

El objetivo del proyecto era que el alumnado trabajase con materiales ‘de verdad’, eliminando por completo las fichas y otras actividades en papel: cada tarea tenía que ser en base a la experimentación cuidando cada detalle para hacerla enriquecedora.

verano sabor experiencia cocinar

Además, una de sus características más relevantes fue que, para su desarrollo, se involucró a toda la comunidad educativa: niños, educadoras, familias y profesionales del sector educativo.

Por otro lado, los aspectos a desarrollar en esta propuesta se centraron en las siguientes cuestiones: conocer distintos alimentos y su origen; desarrollar hábitos de higiene; orden y de alimentación saludable; concienciar en valores para el uso adecuado de la comida, descubrir a los profesionales del mundo de la alimentación como cocineros, nutricionistas o profesionales de la restauración… además de conocer distintos instrumentos para el cocinado.

Distintos escenarios

Los estudiantes contaron con distintos escenarios en los que llevar a cabo las actividades: áreas de cocinado, supermercado y plató de ‘Pequechef”. Las áreas de cocinado se establecieron en las propias aulas, donde cada día se disponía de las herramientas necesarias para realizar las recetas, con ingredientes reales para cocinar además de pequeños electrodomésticos (licuadoras, exprimidores, una tostadora…) que el alumnado utilizaba bajo la supervisión de la educadora. El supermercado, en otra de las aulas, se formó para que las familias aportasen envases de distintos productos con elementos para parecerse a un supermercado de verdad: cestas, caja registradora o estanterías con productos por categorías…

clases de cocina

Por otro lado, los niños salían en pequeños grupos con la educadora para comprar en un supermercado cercano los ingredientes necesarios para las actividades. De esta forma, eran responsables de tareas como llevar la bolsa, el dinero, buscar los productos y traerlos de vuelta a la escuela. En cuanto al plató de ‘Pechechef’ se trataba de un área de cocinado dotada con todos los materiales necesarios para la realización de distintas recetas, en la que las familias podían participar cocinando para ellos y ofreciendo a los estudiantes un espectáculo de cocina en vivo.

El alumnado aprendió a manipular y conocer los distintos alimentos, frutas y verduras, tanto de origen vegetal y animal. Para ello, se mostraban alimentos a los estudiantes, los observábamos y clasificabamos. De este modo se generaban múltiples preguntas sobre ellos: ¿Cómo es por fuera? ¿Y por dentro? ¿Es una fruta o una verdura? ¿Para qué podemos utilizarlo?… También elaborábamos recetas en crudo (sin cocinar) en la que iban participando por equipos: desde la elaboración de una ensalada, zumos, macedonia a distintos canapés y aperitivos…

recetas estudiantes cocinar

Las visitas de las familias eran continuas: los invitamos al plato de ‘Pechechef’ para mostrarnos sus mejores recetas y también enseñaban a todo el alumnado cómo debían usar utensilios, ingredientes o cómo llevar a cabo los procedimientos culinarios.

Para finalizar el proyecto, realizamos un concurso de cocina en la que los estudiantes participaron en compañía de sus familiares con un tiempo establecido. Cada familia elaboró una receta que fueron votadas por cocineros profesionales de distintos restaurantes del municipio, con la consecuente entrega de premios y diplomas a las familias ganadoras. El último día, los estudiantes elaboraron un pequeño almuerzo con el que se invitó a las familias a almorzar. En este caso, los niños prepararon la sala, la mesa, los aperitivos y formaron parte de todo el proceso: desde la compra de los ingredientes hasta el cocinado y posterior limpieza.

Conclusiones

Esta propuesta suscitó el interés de todos los niños, mostrándose participativos en todas las tareas. Además se desarrolló siguiendo las instrucciones de la normativa de higiene alimentaria, evitando productos alérgenos o a los que algunos estudiantes pudieran ser intolerantes y cuidando extremadamente el orden y la limpieza. ¡Lo pasamos genial!

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/cocinar-a-traves-de-la-manipulacion/119314.html

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Jamaica implementará política de nutrición escolar saludable

Centro América/Jamaica/17 enero 2019/Fuente: Prensa Latina

El Ministerio de Educación, Juventud e Información de Jamaica ultima hoy los detalles de la nueva política nacional de nutrición escolar, la cual estará enfocada en prevenir las enfermedades no transmisibles.
Al respecto, el ministro Ruel Reid dijo que el objetivo de ese mecanismo es promover la alimentación saludable y la actividad física en las escuelas.

El funcionario admitió que si bien el proyecto legal fue programado inicialmente para enero de 2019, todavía necesita ajustes para su instituirlo a nivel nacional.

Sin embargo, confirmó que la restricción de las bebidas azucaradas en los centros escolares entrará en vigor antes.

Reid agregó que la política busca mejorar el estado nutricional de los niños y apoyar su desarrollo físico y psicosocial a largo plazo.

Además forma parte del enfoque del Gobierno para promover elecciones saludables dentro y fuera de la escuela para los menores de edad, añadió.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=244214&SEO=jamaica-implementara-politica-de-nutricion-escolar-saludable
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cooperación genuina, Nicaragua, alimentación saludable

Guatemala: Ley de Alimentación Escolar no regula productos con alto contenido de azúcar, grasa y sal

Centro América/Guatemala/30 Septiembre 2017/Fuente: Prensa libre

La Ley de Alimentación Escolar, aprobada el martes recién pasado por el Congreso de la República, levantó muchas expectativas porque supuestamente buscaba asegurar la calidad de la refacción que reciben los estudiantes de entre  6 y 12 años de edad.

Pese a que en su paso por el Legislativo la ley había perdido fuerza a causa de varias enmiendas presentadas por diputados, finalmente fue aprobada, pero obvió  aspectos como restringir que la refacción contenga alimentos altos en azúcar, grasa y sal.

El decreto sí incluye un incremento del aporte estatal para la refacción a los niños de escuelas públicas, el cual es actualmente de Q1.11 por estudiante y el próximo año  debe ser de Q3, y en el 2019, de Q4, cuyo financiamiento no está claro.

Al principio, el espíritu de la iniciativa era  brindar una dieta más saludable a los niños en edad escolar, para reducir  enfermedades crónicas.

Países como Chile y Perú han aprobado en los últimos años leyes para prevenir el sobrepeso y la malnutrición en los infantes, para lo cual buscan limitar el acceso de los niños  a alimentos considerados poco saludables.

En esos países se prohíbe, por  ejemplo, la venta de productos altos en azúcar, grasa y sodio en las tiendas escolares, así como la publicidad de este tipo de alimentos dirigida a menores de 14 años.

Aunque   la iniciativa 4944 original  incluía  la limitación de publicidad que induzca al consumo de productos poco saludables,  fue  eliminada  del decreto que fue aprobado, el 16-2017,  y se sustituyó por un punto que quedó  de la siguiente manera: “El Ministerio de Educación podrá regular la disponibilidad de alimentos saludables, bajo la dirección y administración de los centros educativos públicos y privados”.

La recién aprobada normativa  obliga al Ministerio de Educación a crear una comisión nacional de escuelas saludables, la cual deberá crear una base de datos sobre los alimentos que se pueden vender en los establecimientos educativos, tanto públicos como privados.

Población sensible

La  alimentación durante la infancia tiene repercusiones para toda la vida, afirma la nutricionista Rosa Mendoza, quien  advierte de que una dieta desbalanceada durante la edad escolar está ligada al desarrollo de afecciones como  diabetes,  hipertensión y otras  en la vida adulta.

“Los niños son una población sensible al consumo de alimentos preparados que, usualmente, tienen un alto contenido calórico, grasas de mala calidad y exceso de sodio”, explica Mendoza.

Los menores pueden padecer sobrepeso o malnutrición al comer en exceso productos como galletas, pasteles, dulces, frituras e incluso algunos tipos de yogures y embutidos que comúnmente se consumen durante el recreo.

“El problema es que los niños reciben clases sentados y todas las calorías que consumieron durante el recreo no son utilizadas por el cuerpo, entonces son convertidas en grasa”, señala la nutricionista.

Ambiente escolar Sano

Los  niños pasan gran cantidad de tiempo en los establecimientos educativos, por lo que en estos  espacios  es donde se puede promover la adopción de estilos de vida saludable, indica Fernanda Kroker-Lobos, investigadora en Nutrición Poblacional del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (Incap).

De acuerdo con Kroker-Lobos, un ambiente alimentario saludable en un centro escolar es aquel que incentiva el consumo de frutas y verduras, y desincentiva la venta, distribución y publicidad de todo tipo de bebidas o alimentos no saludables.

Fuente: http://www.prensalibre.com/guatemala/politica/refaccion-escolar-guatemala-ley-de-alimentacion-escolar-ministerio-de-educacion

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Argentina: Educación alimentaria, la materia que falta en las escuelas

América del Sur/21 de enero de 2017

La alimentación saludable es un derecho humano y una condición indispensable para el crecimiento, la salud y el aprendizaje. Aunque en la Argentina el «apagón estadístico» continúa en el área nutricional (la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) es de 2005), la poca información confiable y actualizada muestra un escenario preocupante. En 2006, la ENNyS evidenciaba que 41,9% de los chicos de entre 2 y 5 años se encontraba por encima de su peso saludable, mientras que el 8% sólo presentaba baja talla.

La escuela tiene un rol clave: la mitad de los alumnos desayuna y un 20% almuerza en escuelas estatales. Los servicios alimentarios escolares son un espacio de enorme potencial para mejorar la nutrición y promover hábitos más saludables. Sin embargo, en buena parte de las provincias la inversión en los servicios de alimentación es insuficiente.

La asignación del servicio de comedor no se basa en indicadores objetivos, y la administración cotidiana suele recaer sobre los directores, que disponen de menos tiempo para las tareas pedagógicas. La preparación de las comidas está a cargo de madres o de personal informal sin capacitación; las leyes sobre alimentación escolar son infrecuentes; los controles bromatológicos y las auditorías financieras, escasos. Además, la educación nutricional es casi nula: se desaprovecha el momento de la comida como espacio pedagógico para reforzar prácticas saludables. La escuela no corrige la malnutrición infantil, la profundiza.

Para revertir esta situación es fundamental que se genere una política nacional de alimentación escolar a partir de una mayor y mejor intervención del Gobierno. Es esencial que se desarrollen estándares de calidad, que se apoye fiscalmente a las provincias más necesitadas y que se revisen los modelos de gestión, ejes centrales de la propuesta presentada por Cippec y Cepea.

Brasil, Chile, Colombia y México tienen políticas en la materia, y también existen buenas políticas provinciales. Existe una oportunidad para liderar un cambio en nutrición y educación alimentaria desde el sistema educativo.

 

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