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Argentina: Nace la primera Asesoría para la Defensa de los Derechos de los Niños con Altas capacidades

Por: Asociación de Derechos Civiles y Embajadores ACI Argentina 

Sistemáticamente, cuando se habla de inclusión se piensa en discapacidad y se excluye, ya sea por ignorancia, desinterés o preconceptos, a los niños con altas capacidades: superdotados, precoces y talentosos. Este grupo, que representa un 15% de la población escolar del país, precisa una atención específica en el aula como única forma de garantizar su pleno desarrollo y bienestar.

Cuando un niño con alta capacidad no es reconocido como tal (tanto en la escuela como en la familia), las bajas expectativas que se tienen sobre él o sus capacidades, ocasionan su conformidad y falta de superación personal. Muchos limitan sus realizaciones, sus avances y su crecimiento personal e intelectual, ya sea con el fin de ganar amigos más fácilmente, de ser aceptados socialmente, o de evitar ser etiquetados. Otros en cambio, presentan inconvenientes en la relación con los compañeros, una actitud crítica hacia los docentes y el sistema educativo, o conductas disruptivas como respuesta al aburrimiento y desmotivación. La desatención que padecen puede implicar graves consecuencias sociales y psicológicas, entre ellas: bullying, discriminación, angustia, bajo rendimiento, abulia o efecto Pigmalión negativo (proceso mediante el cual las creencias y expectativas de una persona respecto a otra afectan de tal manera en su conducta que la segunda tiende a confirmarlas).

En el artículo 93 de la Ley de Educación Nacional, se establece que “las autoridades educativas jurisdiccionales organizarán o facilitarán el diseño de programas para la identificación, evaluación temprana, seguimiento y orientación de los/as alumnos/as con capacidades o talentos especiales y la flexibilización o ampliación del proceso de escolarización”. Si bien la norma está vigente desde el 2006 y la mitad de las provincias recogen prácticamente el mismo texto en sus legislaciones, actualmente, sólo la provincia de Jujuy cuenta con un programa para la detección y atención de niños con altas capacidades.

Frente a esta realidad, la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y Embajadores ACI Argentina crean ADDAC, la primera Asesoría para la Defensa de los Derechos de los niños con Altas Capacidades del país. Ambas organizaciones se comprometen a trabajar conjuntamente y de forma gratuita, para asesorar a aquellas familias que tengan niños con altas capacidades y cuyos derechos se vean vulnerados. ADC suma su asesoramiento legal a las acciones de promoción y concientización que viene desarrollando Embajadores ACI: participación en congresos, reuniones con autoridades para el abordaje de la problemática en la agenda pública, capacitación en las escuelas y distribución de material bibliográfico.

Mediante el esfuerzo conjunto, esperamos afianzar este camino que tiene como único objetivo lograr la verdadera inclusión de estos niños en las escuelas.

Contacto: addac.altascapacidades@gmail.com

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España: El drama de las altas capacidades

Orginalmente publicado desde Javier Tourón

«El igualitarismo es pernicioso para el desarrollo de la alta capacidad y hace más daño a quienes no tienen recursos económicos que a las clases adineradas, que pueden sortear los obstáculos del sistema educativo por su cuenta» (Tourón, 2004, entrevista en un periódico nacional).

Me vuelvo a encontrar con una realidad que no me sorprende, pero me sigue alarmando. Las cifras de la identificación de los alumnos más capaces en España en su conjunto y en sus CC. AA. en particular, en el curso 2015-16. No entro en el modo o criterios para llegar a estas identificaciones, ya lo hice en otras ocasiones. Tampoco en si los identificados están siendo atendidos educativamente como requiera CADA caso (¡porque no todos son iguales!), no quiero poner el foco en ese aspecto ahora. Me fijo solo en los datos de identificación recientemente ofrecidos por el Ministerio y que pueden consultarse online con todo detalle desde este enlace (magnífica posibilidad muy de agradecer, desde luego)

Para este post he resumido la información por comunidades y sexo, para hacer algunos comentarios que, por otra parte, no serán muy distintos de los que ya hice con datos similares en una entrada anterior. Podría ser interesante comparar las cifras para ver su evolución. Voy a traer aquella tabla aquí para que la veas comparativamente en la columna de totales, ya que las otras columnas son: red de centros en un caso y sexo en el otro. Para nuestro propósito con el total tenemos suficiente.

La tabla con los resultados más recientes la incluyo a continuación. Más abajo la de la entrada anterior. Es fácil ver que se ha producido un incremento en el número de niños y jóvenes identificados que está en torno al 24%. Dato ciertamente positivo, pero claramente insuficiente.

Sin entrar en guerras de cifras, 23.745 alumnos identificados sobre el total de la población española suponen el 0,29% de la misma.

Para valorar el dato basta una pregunta sencilla: ¿cuántos alumnos de AACC hay en España? ¿5%, 10%, 15%? o serán el ¿2,28%? Una tabla comparativa de estas cifras que ya realicé en el pasado, con los datos de entonces, se puede ver aquí.

Algunos autores sostienen, sostenemos, que entre el 10 y el 15% son alumnos que en cualquier población necesitan algún tipo de ayuda diferencial derivada de su capacidad, rendimiento o potencial.

Hay, como es conocido por todos, una resistencia a apearse del CI 130 (2,28%), que ningún autor serio en este campo sostiene (por citar algunos: Renzulli, Gagné, Pfeiffer, Subotnik, Olszewski-Kubilius, etc.). No digamos ya si empezamos a distinguir entre talento simple y complejo, precocidad, etc.

No, que la capacidad es un problema de grado, no de punto de corte. Que no hay una realidad física, o rasgo estable que determine «quién es y quién no es», que todos estamos en proceso de ser, y que actualmente el paradigma más serio que existe en nuestro campo es el que considera la capacidad en desarrollo, como un proceso evolutivo.

Vamos, lo que ya señalaron Treffinger y Feldhusen cuando escribieron en 1996: «Los talentos emergen y crecen evolutivamente, y para algunos no llegan a emerger porque no se produce una adecuada estimulación en la escuela y la familia. Es imperativo que todos los que trabajan con jóvenes vean los talentos y potencialidades como algo educable y emergente, y no como algo fijo e inmutable» (los énfasis de la cita son míos).

Pero volvamos a las cifras. Empezaré por lo más fácil y que, a pesar de ser de dudosamente aceptable (no lo es de hecho), es lo que se incluye en la mayor parte de los protocolos: tener un CI de 130. ¿Sabéis que en una población normal un valor de 130 lo tienen el 2,28% de los sujetos? ¿Cuántos alumnos son el 2,28% de los algo más de 8 millones de alumnos del sistema educativo español?

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Están identificados 23.745 de ellos, lo que representa que solo están identificados el 12,8% de los que teóricamente tienen un CI de 130 o superior. O dicho en otros términos, NO están identificados el 87,2% de los que según el criterio (¡repito, insostenible del 130!) más común, aceptado por la Administración, deberían estarlo. ¡Alguien debería analizar esto!

Me temo que el asunto es mucho peor cuando nos aproximamos a las cifras señaladas más arriba del 5, 10, 15%,  lo que supondría tener identificados -y no olvidemos: atendidos adecuadamente- la friolera de entre 405 mil y 1.207.000 alumnos aproximadamente.

No sé a vosotros, pero a mí se me antoja que entre 23.745 y un número (para ser condescendiente) entre 184 mil, 405 mil o más de 1,2 millones… algo se nos ha perdido por el camino. ¡En muchos casos quizá para siempre!

¿Tiene solución? Desde luego. No puedo aceptar otra respuesta distinta después de años estudiando el problema y conociendo experiencias de éxito en tantos países del mundo.

Supongo que muchos estáis de vacaciones y no quiero cansaros con más reflexiones. Solo apunto, una vez más, algunas cuestiones que son esenciales, a mi modesto juicio, para avanzar.

1. Es preciso que cualquier postura, análisis o actuación educativa, se establezca sobre la base de lo que dice la investigación más solvente en este campo y no sobre las ocurrencias, más o menos felices, de cada uno.

2. Es crucial la formación de profesores. Por ello en Noviembre pongo en marcha, con un excelente grupo de profesores, nuestro Experto en Altas Capacidades en UNIR.

3. Sería imprescindible (yo lo haría obligatorio) que los centros educativos evaluaran el potencial de todos sus alumnos de manera periódica y que, a partir de los resultados, establecieran planes todo lo personalizados que fuese posible. Los directores podría leer esta entrada. Y los profesores esta otra. Quizá ambos, las dos. Los centros educativos realmente deberían ser centros de o para el desarrollo del talento.

4. La mejor legislación es la que no existe, o mejor, la que no se precisa. En el caso de los alumnos más capaces no tengo duda alguna. Entre otras razones porque mucha de la que existe es claramente limitante y pone más trabas que ofrece ayudas. Además, ¿por qué tienen los alumnos más capaces que estar permanentemente demostrando esto y aquello, mientras que los demás escolares no parecen tener que hacerlo? ¿Por qué los programas o acciones en su favor están sometidos a un escrutinio que no se exige a los demás? Si de mí dependiera, ya lo dije muchas veces, haría desaparecer todo registro o certificación de alumnos más capaces. Entre otras cosas porque en un modelo evolutivo tiene poco sentido, ya que lo que hoy es de una forma, mañana puede serlo de otra. Y lo contrario. ¿Recordáis los tres mitos de Pfeiffer sobre este asunto? Para que se me entienda, a lo que me opongo, por decirlo así, es al: «para que usted pueda recibir una cierta ayuda, tendrá que superar numerosas pruebas que certifiquen…». Si los centros promovieran una auténtica pedagogía adaptativa, que diese a cada uno lo que necesita, nada de esto sería necesario. Esto se llama promover la equidad; la obsesión actual está en la igualdad, pero como ya dije en otro momento, refiriéndome a Aristóteles,  «es tan injusto tratar igualmente a los desiguales, como tratar desigualmente a los iguales».

5. Finalmente, me parece que debería haber una cierta unidad de acción entre los interesados. En primer lugar las familias que, muchas veces, visto desde fuera no se percibe. Esto es muy español, pero muy poco práctico. Pero no es mi campo, así que no diré más, solo lo apunto por si sirve de reflexión.

    Datos de la identificación en el curso 2014-2015

Y es que «la fuga de cerebros comienza en la escuela», el desarrollo social, ¡también!

Si quieres tener una visión complementaria y evolutiva de los últimos años puedes consultar varias entradas publicadas en el blog «El incansable aspersor». Me parece que contienen una información valiosa sobre este asunto. Las opiniones y observaciones en ellas contenidas, que comparto en su mayoría, pertenecen a su autor.

Alumnado Altas capacidades. Datos oficiales curso 2015-2016.

Identificación Alumnos AACC. Evolución histórica

Identificación Alumnos AACC. Centros Públicos y Privados. Evolución Histórica.

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Mitos sobre los niños superdotados

Por: Olga Carmona

Es imprescindible desmontar las falsas creencias a fin de transmitir un acercamiento más real sobre cómo son estos menores

Es muy frecuente comprobar en nuestro día a día cómo hay una serie de creencias falsas en torno a los niños superdotados o con Alta Capacidad y me parece imprescindible desmontarlos a fin de transmitir un acercamiento más real sobre cómo son estos niños.

Uno de los más generalizados es que Alta Capacidad es igual a Alto Rendimiento: ante la casi siempre acertada sospecha de algunos padres sobre la posible sobredotación de su hijo o hija, los profesores suelen contestar que ellos no han notado nada especial, que no sobresale en casi nada y que sus notas son mediocres cuando no directamente malas. Lo cual deja a los padres aún más confusos puesto que pareciera que ello es un indicador directo de que sus hijos no tienen altas capacidades. Nada más lejos de la realidad. Solo un porcentaje de niños superdotados tienen un alto rendimiento académico. La mayoría en cambio no destaca en las calificaciones, bien por aburrimiento, desmotivación o porque el sistema escolar suele estar orientado al aprendizaje secuencial y repetitivo lo que requiere un predominio del hemisferio cerebral izquierdo mientras que los niños superdotados funcionan con una alta dominancia del derecho, por lo que necesitan una forma diferente de aprendizaje.

Otro tópico generalizado es que tener Altas Capacidades es una garantía de éxito especialmente académico y que por tanto estos niños no necesitan ayuda. Esta es una creencia que deja sin recursos de apoyo tanto a padres como a niños. Es habitual comprobar como se ve con muy buenos ojos que si hay una cantidad de recursos limitados se destinen a aquellos que tienen problemas para alcanzar el aprobado o tienen trastornos de aprendizaje y se queden fuera los que en teoría “van sobrados”. Nada más lejos de la realidad y de la ley. Nuestro sistema educativo garantiza la atención a la diversidad y la propia ley española los define como Alumnos con Necesidades Educativas Específicas y su atención está recogida y contemplada por dicha ley. Estos alumnos, de no ser apoyados en su necesidad, es muy probable que acaben fracasando, abandonando un sistema educativo que no les tiene en cuenta, que no les brinda la oportunidad de desplegar su potencial, que les castra como personas y les hace sentir inferiores y fracasados. Y no hay que esperar a la Educación Secundaria para que eso ocurra: en nuestra práctica clínica cotidiana vemos casos de niños pequeños que ya han desarrollado una sintomatológica depresiva, rechazo escolar y trastornos psicosomáticos tales como asma, problemas de piel, trastornos digestivos, del sueño y de la alimentación, todo ello producto de la ansiedad que les produce encajar en un molde que les queda pequeño.

También es común la creencia de que los niños con Altas Capacidades lo son porque fueron extremadamente estimulados y que de no haber sido así, serían niños normotípicos. Esto tampoco es cierto: la sobredotación tiene un componente de herencia genética indiscutible. Obviamente, un ambiente estimular favorecerá la expresión de la altas capacidades pero encontramos niños superdotados en los ambientes menos favorecidos socioeconómica y culturalmente. Si, podemos aumentar la inteligencia de nuestros hijos con la estimulación adecuada (sin sobreestimular), pero categóricamente No podemos crear niños superdotados.

Un niño con Alta Capacidad no es un niño muy inteligente. Es un niño cuya inteligencia difiere en la cantidad, pero también en la cualidad: es una forma diferente de ser inteligente, de procesar y percibir el mundo, es un cerebro estructural y funcionalmente diferente.

También nos hemos encontrado con padres y lo que es más preocupante, con profesionales de la pedagogía y la psicología que abogan por “no hacer nada”, porque “así se normaliza y se le quita importancia”. Este planteamiento es tan contraproducente que nos cuesta trabajo entenderlo salvo que sea producto del miedo a no saber qué hacer o la necesidad de no enfrentar dicha realidad. Las sobredotación no puede normalizarse porque su esencia es precisamente su anormalidad, en tanto quienes lo son representan a tan solo un 2% de la población y es urgente, imprescindible, entender a un hijo sea como quiera que éste sea: conocer su realidad nos acerca y nos permite apoyarle.

Otro tópico es que los “niños con altas capacidades lo son siempre y en todo momento”: rotundamente no. Los niños son sobre todo niños con independencia de su especificidad y necesitan ser y comportarse como tales y sobre todo ser tratados como tales: permitir el error, la intolerancia a la frustración, las rabietas, el aburrimiento, el entusiasmo, el enfado, el juego… todo lo que implica la vivencia de una infancia sin prisa y manejando nuestras expectativas.

Realidades poco conocidas

Y de la misma manera que hay un montón de creencias distorsionadas muy generalizadas acerca de los niños con Altas Capacidades, hay otras realidades de estos niños muy poco conocidas:

Los niños con Altas Capacidades son extremadamente sensibles y por ello muy vulnerables. La mayoría de ellos tienen hiperexcitabilidades sensoriales o motrices: reacción excesiva ante ruidos, olores, luz intensa, muy movidos, les incomodan las etiquetas de la ropa, las telas rígidas como los vaqueros, determinadas texturas en los alimentos… Tienen un exacerbado sentido la justicia así como una empatía hiper desarrollada, lo que les lleva a percibir la realidad de forma muy ansiosa, acumulando grandes dosis de ansiedad al cabo del día que deriva muchas veces en comportamientos rígidos y obsesivos en un desatinado afán de canalizar toda su ansiedad.

Atender las necesidades emocionales de los niños con altas capacidades es la base para que puedan desplegar su potencial cognitivo: hoy sabemos que en el éxito hay un 30% de factores cognitivos y un 70% de factores emocionales.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/05/22/mamas_papas/1495462365_656352.html

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«Los niños de alta capacidad necesitan una atención educativa diferente»

14 de febrero de 201/Fuente: el comercio

«La parte cognitiva, la creativa y la personalidad, además de la curiosidad, son distintivos de una mente así, aunque es díficil detectarlo»

Cristina López Escribano es doctora en Ciencias de la Educación y tiene muy claro que los niños con altas capacidades necesitan una atención educativa «diferenciada». La necesitan porque aprenden y conciben el mundo que les rodea de manera «diferente». Consciente de esa diferencia y de esa atención específica, dirige la Unidad de Altas Capacidades de Asturias desde las oficinas que ocupan en la sede de la Escuela Oficial de Idiomas de Oviedo.

Unidad de Altas Capacidades en Asturias. Solo el nombre ya impone.

–No, qué va. En realidad es un equipo regional que tiene tres áreas. Una dedicada a la Atención a la Diversidad, otra es la Unidad de Conducta y luego está la Unidad de Altas Capacidade

¿Cómo se trabaja en el área de altas capacidades?

–Empezó hace unos veinte años en Latores. En aquel momento, la dificultad era el desconocimiento. Primero, por saber qué eran altas capacidades y segundo, porque no se veía la necesidad de dar al niño una respuesta diferenciada por el hecho de tener alta capacidad.

Ahora, ¿la concepción ha cambiado?

–La comunidad educativa te va informando de las necesidades que tienen. Son niños de necesidades educativas específicas porque aprenden de forma diferente.

¿Qué significa aprender de forma diferente?

–Su forma de incorporar los conocimientos y de interpretar el mundo es diferente. Por lo tanto, hay que ayudarles y darles respuesta de una forma un poco diferenciada.

Sin embargo, cuando a un pequeño se le cataloga como niño de alta capacidad a los padres les entra el pánico.

–Yo tranquilizaría a las familias, porque esa diferencia, si el docente está ya formado, muy bien…

¿Y si no lo está?

–Si no lo está hay una metodología específica que los docentes aplican de forma natural, en la mayor parte de los casos. De otra forma, lo que hay que conocer es la casuística individual de cada alumno. La familia necesita trabajar en colaboración con el centro educativo, es lo fundamental.

El papel de la familia de un niño de altas capacidades, ¿es más que primordial en su desarrollo?

–El niño es feliz si ve feliz a su familia. Por eso siempre pedimos a los papás que confíen en que sus aportaciones van a llegar, porque están coordinándose con un docente, con un técnico, sin dejar que el niño quede con «me dicen que soy listo». Eso ya lo saben.

Quizá la pregunta sea: ¿Cómo se sienten estos pequeños?

–Va a depender de la propuesta que hagamos los adultos. La adecuada es la que nos va demandando el propio niño. Cuando el profe o los papás tienen dudas solo hay que fijarse en si el niño disfruta. Si lo hace, esa es la clave.

¿Que el niño sea feliz?

–Él es feliz si ve feliz a su familia. Reitero, hay que tranquilizar a las familias.

Hay mucha retórica sobre el mundo de las altas capacidades. ¿Qué diferencia a un niño de este tipo?

–Es muy difícil responder a esta pregunta. No hay una línea real que lo diferencia. Un déficit de otro tipo tiene una línea clínica definida, en el tema de altas capacidades es más complejo, más amplio.

¿Pero habrá alguna característica que los defina?

–Primero el estilo cognitivo, su capacidad intelectual tiene que ser superior a la media. Esto sirve a la familia pero, para el técnico que lo evalúa, hay que ser un poco más serio.

¿En qué sentido?

–La Organización Mundial de la Salud propuso un 130 de coeficiente intelectual, pero si lo pensamos friamente ¿un niño con 129 ya no lo es? Un grupo de orientadores de toda Asturias acordamos ampliar un poquito ese aspecto y proponer 130 más menos cinco, desde 125. La OMS fijó ese parámetro para niños superdotados, pero en altas capacidades entran también muchos otros niños que tipológicamente no son superdotados.

¿Qué diferencia hay entre un niño superdotado y otro de alta capacidad?

–Altas capacidades es la totalidad de la población de la que estamos hablando. Luego, dentro de este grupo, hay que añadir la creatividad, que influye decididamente en la respuesta del alumno, la expresión oral y escrita, la manera de intervenir, el nivel de curiosidad, la crítica…

Sin embargo, a un niño de altas capacidades le puede caer el sambenito de ‘resabidillo’ o ‘listillo’.

–El profesor, a fecha de hoy, suele ser muy respetuoso con ese tipo de comentarios, pero también somos humanos. Lo mejor es hablar con claridad y saber que hay una diferencia y reconocer que la parte cognitiva, la creativa y la personalidad son distintivos de una mente con alta capacidad.

El sistema educativo, ¿está preparado para primero identificar y luego gestionar a este tipo de alumno?

–No soy quién para juzgar un sistema educativo.

Pero seguro que tiene una opinión fundamentada sobre ello.

–Mi opinión personal es que, a fecha de hoy, el profesorado tiene mucha inquietud por saber. Los centros de profesores están intentando formar en todas aquellas necesidades que detectan y desde esta unidad estamos impartiendo toda respuesta que consideramos para que el profesorado conozca sus atribuciones.

¿Y las conoce?

–Las conoce porque, por ley, tiene que impartir una respuesta educativa de calidad y diferenciada. Cada docente tiene su propio criterio metodológico, que también se lo otorga la ley. La respuesta educativa pasa por las medidas ordinarias, las que otorga el profesor; las extraordinarias, a través de programas de enriquecimiento o de ampliación; y las excepcionales, que es la flexibilización, el salto de curso, para que nos entendamos.

Si se llega a este punto, ¿es porque el alumno está preparado para ello?

–Porque lo necesita. Ahí sí que el alumno debe de ser el primero en estar muy informado, a la edad que sea, y decidir en gran medida lo que él demanda. En ocasiones, la familia se da cuenta de que el niño ha superado con creces lo que se imparte en el aula de referencia, incluso puede que el niño acuda al aula del curso siguiente a hacer alguna actividad, pero se niega en redondo a ser flexibilizado, a pasar de curso. Y expone razones propias de una madurez impresionante.

«Quieren saber»

¿Es fácil detectar a un niño de alta capacidad?

–Es un niño distinto y no es fácil detectarlo, lo mismo que comenté sobre sus características.

¿Alguna pista darán a su familia o profesores?

–Sí, a bote pronto yo señalaría la curiosidad. Les interesa un tema, profundizan en él, pero en ocasiones no es el propio de aula y el profesorado debe o bien implicar al resto del grupo o bien decididamente aparcarlo para responder más adelante. Son niños muy curiosos, con un sentido crítico más agudo, que quieren saber y están interesados por algo, no siempre un tema curricular, que es lo que más desconcierta al docente.

¿Cómo se detecta?

–Hace años se aplicaba un cuestionario de Educación Infantil de cinco años. Según los resultados, se demandaba al orientador para una valoración previa. Pero la mejor detección la hacen la familia y el docente, porque el orientador es un técnico con un montón de alumnos que valorar, por lo que él no es el responsable último, pero sí tiene un orden de prioridades para hacer una valoración de ese alumno derivado por el docente y la familia.

¿Una cosa es pensar que nuestro hijo es muy inteligente y otra que sea superdotado?

–Las altas capacidades constan de unas tipologías muy diferentes: el niño precoz que aprende antes, su vocabulario es superior al de la propia familia, pero puede derivar a las altas capacidades o bien regularse con sus pares de edad cronológica. Luego está el superdotado, que es más bien un punto de llegada que de partida. Es el niño que regula prácticamente sus competencias pero que nos pasa desapercibido en esa gran etapa de Primaria porque no es de sobresaliente en todo.

¿Hay relación entre alta capacidad y buenas notas?

–No, aunque realmente debiera haberla. La alta capacidad es una buena ayuda para obtener buenas notas y habrá que mirar por qué no lo logra.

Entran en juego muchos elementos.

–Sí pero pero la familia necesita saber que dar respuesta a nivel de contenido a estos niños es lo más fácil. Lo más difícil es transmitir que su hijo tiene unas necesidades específicas. La familia está para aportar cariño, ternura y vida emocional.

Fuente: http://www.elcomercio.es/oviedo/201702/13/ninos-alta-capacidad-necesitan-20170213175204.html

Imagen: www.elcomercio.es/noticias/201702/13/media/cortadas/crislopez-k7CB-U212108134624ZCB-490×578@El%20Comercio.jpg

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Libro: Orientaciones educativas. Alumnado con altas capacidades intelectuales

Orientaciones educativas. Alumnado con altas capacidades intelectuales

  • Año:    2013
  • Editor:    Eusko Jaurlaritza
  • Páginas:    182 páginas
  • Idioma:    español
  • Desde:    30/03/2016
  • Tamaño:    1.38 MB

Sinopsis:En los últimos años, las administraciones educativas han reconocido las diferencias del alumnado con altas capacidades desde distintos planteamientos filosóficos, psicológicos y/o educativos: como alumnado de educación especial, como alumnado con necesidades educativas especiales o, en la actualidad, como alumnado con necesidades educativas específicas de apoyo educativo. Las evidentes características diferenciales de este alumnado exige que la escuela y el resto de la comunidad educativa contemplen de manera explícita el abordaje de las altas capacidades.

Desde el punto de vista de la educación inclusiva, es importante tener en cuenta que las personas con altas capacidades forman un grupo muy heterogéneo, con tanta diversidad como la existente entre el resto de la población. No sólo provienen de familias, ambientes culturales, modelos educativos, entornos sociales diversos…, sino que también manifiestan diferencias individuales en lo que respecta a sus logros académicos, desarrollo social, emocional, cognitivo, etc.

Para descargar:https://openlibra.com/es/book/download/orientaciones-educativas-alumnado-con-altas-capacidades-intelectuales

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/orientaciones-educativas-alumnado-con-altas-capacidades-intelectuales

Fuente de la imagen:https://olcovers2.blob.core.windows.net/coverswp/2016/03/orientaciones-educativas-alumnado-alta-capacidad.jpg

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5 ideas sobre innovación educativa que ha consolidado el Braining

Por: Almudena Ortuño

El aprendizaje escolar a partir de elementos sociales como las comunidades de vecinos o las asociaciones de padres, incluso la enseñanza recurriendo a técnicas neurológicas o la eliminación de los deberes de las metodologías, puede sonar a disparate en los colegios actuales. En un futuro no muy lejano será el día a día de las aulas. Así se desprende de lo vivido en el II Congreso Internacional de Innovación y Creatividad Educativa Braining, que tuvo lugar ayer en Valencia, en el marco del Teatro Ateneo Mercantil. En un momento de máxima importancia por los cambios legislativos y políticos, el papel de los docentes cobra más importancia que nunca a la hora de configurar un modelo educativo sólido, pero capaz de adaptarse a la evolución de la sociedad que nos espera.

En Braining se ha escuchado hablar de estrategias metodológicas punteras en todo el mundo. A través de intervenciones de veinte minutos en formato de “píldoras”, referentes del sector como Ramón Flecha, Ángela Serrano, Ernesto Miguel o Vicent Prieto han elevado la voz para contarle a todos los presentes que no hay una única manera de enseñar, ni tampoco de aprender. En palabras del presidente del congreso, Enrique Castillejo, es “un congreso puramente profesional, pedagogía en mayúsculas, sin actos de presentación ni clausura, solo formación, innovación y también diversión”. Y por si fuera poco, todos los ponentes son docentes en activo, cercanos a la experiencia diaria y una realidad siempre viva.

Intervención de Ramón Flecha (Foto: KIKE TABERNER)

1) Las comunidades de aprendizaje son una realidad

Si había un ponente esperado de la cita, ése era sin duda el catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Ramón Flecha, famoso por su apuesta decidida en torno al aprendizaje dialógico y las comunidades interactivas. El auditorio estaba atestado durante su charla. Si alguien pensaba que las familias, los vecinos, los voluntarios y el resto de agentes sociales no tenían nada que decir en cuestiones educativas, Flecha ha desmontado su creencia para el resto de los tiempos. Las comunidades de aprendizaje son, no solo un proyecto, sino una realidad presente en numerosos centros, mediante la que se intenta motivar al alumnado, combatir el fracaso escolar y disipar conflictos, entre otras acciones. Para el experto, el aprendizaje escolar no recae exclusivamente en manos del profesorado, sino que “el

logro de una educación de calidad depende de todos”. Esta idea revolucionaria ya se viene trabajando en diferentes colegios del territorio nacional, donde los padres se involucran activamente en la labor de los docentes y participan de la realidad del aula como si formaran parte de ella. Y es que la forman.

Intervención de Pepa García (Foto: KIKE TABERNER)

Intervención de Pepa García (Foto: KIKE TABERNER)

2) La diversidad comprende las altas capacidades

«Hay alumnos que te preguntan si 3×2 son 6, y tú les dices que sí, pero luego te preguntan si el año que viene lo seguirá siendo, y entonces les respondes lo mismo. Ellos pierden el interés». Así lo ejemplificaba la profesora de Secundaria Pepa Garcíadurante su comparecencia en Braining, centrada en los alumnos de altas capacidades. Si bien la atención a la diversidad se ha enrocado en los programas educativos a tenor de las últimas directivas europeas, muchas veces se restringe a cuestiones de diferencias culturales, sexuales o económicas. Cuando pasa al plano académico, la pretensión general es equiparar a aquellos estudiantes con un rendimiento más bajo a la media deseada. ¿Qué pasa entonces con los que tienen un mayor ritmo de aprendizaje? Buscar elementos motivadores, despertar su interés y curiosidad, hacerles enfrentarse a retos son elementos decisivos. No solo para acompañar su desarrollo cognitivo, sino también para prevenir el fracaso escolar.

Asistentes al congreso Braining (Foto: KIKE TABERNER)

Asistentes al congreso Braining (Foto: KIKE TABERNER)

3) El debate de los deberes

Hace una semana, los padres valencianos de la Confederación de AMPAS Gonzalo Anaya se unían a la iniciativa de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) para apoyar una huelga, consistente en que los alumnos no hicieran deberes en casa durante los fines de semana del mes de noviembre para «plantear un nuevo modelo educativo». No es un debate nuevo, de hecho el tema lo sacó la OMS. Como no podía ser de otro modo, ha sido un tema abordado durante el Congreso, en concreto por Elena López, pedagoga y especialista en desarrollo infantil, además de profesora de la Universidad de Católica de Valencia (UCV). Según esta experta, existe la necesidad de «redefinir» el concepto de deberes, además de separar la crítica a los mismos de los minutos que se invierte en realizarlos. La clave es la diversificación. Otro tipo de actividades, motivadas no solo por los docentes, sino también por los padres, que tengan carácter educativo y que permitan a los niños no concebir la carga lectiva como una responsabilidad aburrida. 

Demostración metodológica en el Braining (Foto: KIKE TABERNER)

Demostración metodológica en el Braining (Foto: KIKE TABERNER)

4) ¿Y si el cerebro tiene algo que decir?

Roberto Sanz, doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Valencia y Profesor Agregado de la Universidad Católica de Valencia, sabe bien lo que es hablarle a los pedagogos, psicopedagogos, orientadores y cuerpos docentes en general del poder de la neurociencia. Esta disciplina se basa en reconocer diferentes técnicas metodológicas y evaluadoras que tienen que ver con la mente. El desafío último es la eficacia educativa. Si bien es un objetivo perseguido desde diferentes disciplinas, los estudios del cerebro tienen un índice mayor de acierto, lo que lleva a pensar que pueden servir de ayuda en correcta combinación con las variantes sociológicas. Cómo incorporar estos conocimientos al programa docente es todo un reto, pero no por ello una alternativa desdeñable.

Debate educativo en el Braining (Foto: KIKE TABERNER)

Debate educativo en el Braining (Foto: KIKE TABERNER)

5) Las posibilidades de la gaminificación

El último furor en Estados Unidos. No es de extrañar que varios ponentes hayan centrado su intervención en esta técnica metodológica, cuyas bondades se vienen escuchando por todos los sectores. Aprender jugando es la idea, pero va mucho más allá. Se trata de implantar dinámicas de aula que tengan un carácter lúdico, pero supongan un aprendizaje significativo al mismo tiempo. El hecho de divertirse es esencial. En la medida en la que el alumno percibe la transmisión de conocimiento como una experiencia agradable y positiva, la interiorización del mismo es mucho más cómoda y rápida a todos los niveles. Una idea cercana a las nuevas experiencias Montessori o las teorías de las inteligencias múltiples. No obstante, aquí hay un elemento definitivo: la recompensa del usuario en función de los objetivos alcanzados.

Y… doble BONUS TRACK

Objetivo: derribar el acoso. Durante todo el II Congreso Braining celebrado en Valencia, el acoso escolar o bullying, ha sido un tema recurrente. Uno de cada 10 alumnos asegura haberlo sufrido. En semejante contexto la intervención de la pedagogía cobra una importancia vital.

¿Qué es el tutor de resilencia? Algo más que un profesor, que un orientador, que un mero tutor. Es un referente, un compañero, una figura en la que el alumno no solo quiere mirarse, sino en la que además tiene confianza. ¿Acaso no es lo deseado por todo docente?

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Superdotados: Así es vivir con una capacidad especial

Diana García Bujarrabal

La superdotación y las altas capacidades pueden ser una ayuda para lograr grandes objetivos en la vida y contribuir a la sociedad con aportaciones brillantes. Pero también un escollo para relacionarse con los demás. Y es que no es fácil, nada fácil, ser diferente.

Fernando Gaston tiene ahora 47 años y ya sabe posee un coeficiente intelectual muy elevado. Se encuentra entre el 2 por ciento de la población por encima de 130. Sin embargo, antes de hacer un test que le reveló sus capacidades hace apenas diez años, Fernando se había considerado siempre un poco tonto por sus terribles despistes: se viste de ciclista y se deja la bici en casa, se pone a hablar por teléfono y se baja sin darse cuenta del tren en el que debía viajar, se olvida de poner el freno de mano del coche y se le estampa en la casa del vecino…

Los despistes son una constante en las mentes más inteligentes y tienen que ver con su hiperactividad. Al estar pensando en cien mil cosas a la vez, estas personas resultan torpes en su vida cotidiana. Pero no es ni el único ni el más grave de los problemas de los que pueden afectar a los superdotados.

Carmen Sanz Chacón, psicóloga especializada en la materia y presidenta de la fundación El Mundo del Superdotado destaca que a menudo padecen «baja autoestima y no desarrollan habilidades sociales», un problema que se gesta desde los primeros años y especialmente en el colegio. Estos niños, que razonan más y maduran antes que la gran mayoría de los niños de su edad, no consiguen conectar con sus iguales.

«Yo me creía tonta, loca, rara…. Cuando eres tan raro nunca te sientes especial, sino una piedra en el zapato», apunta Marta Alcaide, una mujer que ahora tiene 37 años y sabe que cuenta con un coeficiente intelectual de 169.

Tras haber pasado por multiplicidad de empleos, de conductora a camarera o cantante de orquesta, ha decidido ser ama de casa. Ha dejado el mundo laboral porque le resulta «demasiado mezquino». «No puedo cambiar el chip y ser una persona dulce en casa y otra mezquina en el trabajo».

Recuerda con amargura esos primeros años en el colegio, cuando se planteaba problemas que sus compañeros de clase ni vislumbraban. «Con cuatro años yo podía distinguir entre el bien y el mal… sientes que nadie se da cuenta de las cosas, y eso es aberrante». Marta escogió una amiga y se pegó a ella como una lapa «por si había un incendio», pero por lo demás se aisló del mundo que la rodeaba, de sus compañeros a los que no entendía. «A veces no es que te traten mal, sino que tú no te implicas», reconoce. «Ahora veo que había un enorme desinterés por mi parte en los demás».

MENTES BRILLANTES CON FRACASO ESCOLAR

El caso de Marta Alcaide ejemplifica una trayectoria por desgracia habitual en los colegios españoles, donde faltan formación para detectar y, sobre todo, recursos para atender a la superdotación y las altas capacidades.

Las notas de Marta fueron brillantes durante toda la Primaria. Pero al llegar a Secundaria comenzó a suspender «porque no había aprendido a estudiar». Dejó sus estudios en tercero de FP.

Fernando también odió la escuela «del primero al último día». Estaba siempre castigado, haciendo caricaturas del profesor, pero logró vencer ese tedio y sacar sus estudios adelante. Cuando vio que se sacaba la Ingeniería de Telecomunicaciones jugando a las cartas en la cafetería empezó a sospechar… Algo similar le sucedió a Omar Flores, un joven de 25 años, licenciado en Biología, que hoy estudia también Matemáticas y prepara un doctorado sobre cambio climático. «Tú razonas más y más rápido y encima, como eres un niño, nadie te hace caso. Es muy frustrante». Para él el colegio también fue «soporífero».

¿Cómo atajar el aburrimiento y los problemas emocionales? Carmen Sanz Chacón tiene claro que la mayoría de estas cuestiones se acaban al avanzar a los chicos de curso. «La ley lo contempla, pero faltan implicación e interés por parte de las administraciones». También les hacen falta profesores de apoyo y aulas especiales, un coste adicional que dificulta el reconocimiento por parte de los responsables educativos.

Se calcula que en España hay 200.000 niños escolarizados que son superdotados. La inmensa mayoría de ellos no se han detectado.

«NO SE LO CUENTO A MIS AMIGOS»

Omar no les cuenta a sus amigos que es superdotado. Teme cuál pueda ser su reacción. Que piensen que se aburre con ellos, o que al calor de una discusión le suelten eso de «no serás tan listo». Y es que hay muchos prejuicios y mucho Hollywood en torno a las ideas que nos hacemos sobre la inteligencia. Sobre una inteligencia superior.

Marta destaca que a menudo la gente se asusta, se sienten automáticamente más tontos, y piensan que serán unos manipuladores. «El mundo está lleno de pequeños Hitleres sin ejército y piensan que porque tú puedas hacer el mal, lo vas hacer. También todos los hombres tienen pene y no por eso son todos violadores», observa. En este sentido, para ella es cierto que, de alguna manera, se puede escoger más: «La superdotación no te da nada que no pueda remediar la propia superdotación, si eres demasiado sensible te las herramientas para convertirte en un cabrón. Puedes ser un psicópata o una niña flor».

Aunque a Omar siempre le han preocupado los problemas sociales no se siente más sensible que los demás. Pero siempre ha querido aprovechar su inteligencia. Cuando un test rutinario en la escuela reveló que tal vez podría ser superdotado su madre no quiso comprobarlo porque pensó que le perjudicaría.«Yo tengo muchos padres que, cuando les digo que su hijo es superdotado, se echan a llorar, como si fuese una enfermedad», cuenta Carmen Sanz Chacón, quien habla de estos problemas en su libro ‘La maldición de la inteligencia’.

Omar se hizo el test por su cuenta a los 20 años, y dice que le molesta otro prejuicio muy extendido: considerarlos unos empollones. Recuerda que una vez quedó con una periodista para un reportaje «y se presentó con un fotógrafo y unos libros gordísimos, una biografía de una mujer que yo no sabía quién era y que tenía una pinta súper aburrida, no me lo leería nunca».

No solo quieren combatir ese estereotipo de ratón de biblioteca. También el de ser unos engreídos. «Aunque hay gente muy arrogante, como en todas partes, a menudo somos más abiertos a reconocer nuestras limitaciones e ignorancia».

Al final, todos los superdotados defienden que su inteligencia no es sino una característica, una herramienta más, que además deben aprender a usar. «Es como manejar un Ferrari, no puedes ir despacio, pero si no tienes las habilidades emocionales para manejarlo en la primera curva te la pegas», opina Fernando.

Además, como dice Marta, a veces no hay tiempo para manejar esa herramienta: «Si yo tuviera cinco hijos y estuviera todo el día trabajando probablemente sería mucho más lerda, no tendría tiempo para filosofar».

EL TEST DE MENSA

Todos los superdotados con los que hemos hablado forman parte de Mensa, una organización internacional que agrupa a más de cien mil socios en todos el mundo. Todos superdotados. Para entrar en Mensa hay que obtener una puntuación en los test de inteligencia superior al 98% de la población. ¿Por qué?

Uno de sus principales objetivos es proporcionar un entorno social e intelectual que les resulte estimulante y en el que se sientan cómodos. Además de promocionar las investigaciones sobre la propia inteligencia.

«En Mensa puedes ser tú mismo… con el resto tienes que adaptarte, si te pones a razonar todo lo que se te ocurre pueden pensar que eres un pesado», cuenta Omar.

Fernando entró en Mensa por casualidad; encontró un artículo sobre la organización que incluía un ejemplo de test y que resolvió sin ningún problema. También dice que sintió «alivio». De repente muchas cosas encajaban.Y hoy puede ayudar a su hijo adolescente, que ha resultado ser también superdotado.

A Marta Alcaide incluso le cambió la vida: en Mensa conoció a su actual marido y, desde que está en contacto con el grupo y acude a las reuniones que organizan, se siente feliz. «Cuando entré seguía siendo hostil, pero las excentricidades en Mensa están bien vistas, puedes ir hablando con un calcetín en la mano y a nadie le parece mal».

Cualquiera que quiera probar puede hacerlo desde la propia web de Mensa: allí se puede solicitar un test previo de 60 preguntas que nos indica el percentil en el que nos encontramos. Si el resultado indica que se puede estar en ese 2 por ciento aún habrá que realizar un test supervisado de confirmación.

Fuente del articulo:http://www.que.es/ultimas-noticias/sociedad/201505290800-superdotados-vivir-capacidad-especial.html

Fuente de la imagen:http://www.que.es/archivos/201505/mente_nr-672xXx80.jpg

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