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La Amazonia no solo tiene retos ambientales: urge atención a la educación

Historia de Paula Casas

Un reciente estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elaboró una radiografía de la educación en la región amazónica. Se centró en los ocho países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), donde se estima que viven 37 millones de personas, de los cuales un tercio son menores de 18 años, es decir, están en edad escolar. De acuerdo con el BID, la región enfrenta dos problemáticas: las bajas tasas de terminación y los bajos resultados de aprendizaje.

El panorama de la educación en la región amazónica, que comprende territorios de ocho países, es un tema que aún sigue inquietando. En esta zona hay casi 37 millones de habitantes, un tercio de ellos son menores de 18 años, por eso, la importancia de superar los dos principales desafíos que enfrentan en este ámbito.

Con el objetivo de tener una radiografía más amplia de los problemas educativos que enfrenta la región, recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un informe, en el que, además, explica cuáles son los principales factores que han desencadenado esta problemática.

En el documento, explica el banco, lo primero que hicieron fue comparar los datos educativos disponibles en cinco de los territorios amazónicos de cada uno de los ocho países que conforman la cuenca Amazónica (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) con las medias nacionales y los datos de los territorios no amazónicos.

Tras los análisis, el BID sugirió que, en el ámbito educativo, la cuenca amazónica enfrenta dos problemáticas. La primera de ellas, señala el banco, es las bajas tasas de terminación, pues, según sus cifras, en esta región “hay menos estudiantes que completan sus estudios en la edad teóricamente esperada en comparación con otras regiones”.

Es decir, la tasa de terminación de la educación secundaria en la Amazonia es inferior a los promedios nacionales (54% frente al 69%). A los ojos del banco, “aunque completar la educación secundaria sigue siendo un reto para toda la región latinoamericana, la situación se vuelve más crítica en la Amazonia, especialmente en sus áreas rurales”.

Tasas de asistencia para la educación primaria y secundaria.© Proporcionado por El Espectador

En Colombia, los principales motivos de los estudiantes para abandonar el colegio son los desafíos de acceso y distancia, la falta de interés en el estudio y los problemas económicos. A estas razones, dice el BID, se suman otros factores, como la exclusión educativa y la situación de extra-edad, es decir, que tienen una edad mayor a la de sus compañeros de curso.

Según el BID, “los niños y adolescentes que son mayores que sus compañeros y tienen dificultades para seguir el ritmo del plan de estudios, son más propensos a experimentar sentimientos de fracaso académico” y por eso, añade, que la consecuencia es que aumenta la probabilidad de no completar sus estudios.

Por ejemplo, en Colombia el porcentaje de estudiantes con extra-edad en educación primaria y secundaria es del 28% en la población de indígena amazónica, mientras que la tasa nacional es del 15%.

En cuanto a las mujeres, el BID determinó que cuentan con un factor de impacto adicional y es el embarazo adolescente, pues “la maternidad a edades tempranas tiene un efecto perturbador en la trayectoria educativa de las madres jóvenes”.

Un estudio de 2021 del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) estimó que cerca del 36% de los abandonos escolares entre las niñas en la región estaban relacionados con el embarazo adolescente. En este reciente análisis, el BID señaló que de la región amazónica solo cuatro países tenían información (Perú, Brasil, Colombia y Ecuador) y que estos datos muestran que “las tasas de embarazo adolescente entre las jóvenes superan significativamente los promedios nacionales”.

Estas son las principales razones de los estudiantes parta abandonar sus estudios.© Proporcionado por El Espectador

Entre las recomendaciones que ofrece el BID está garantizar un aprendizaje que sea mucho más atractivo y pertinente para los estudiantes y que esté alineado con sus intereses, especialmente los de aquellos que están en secundaria. También propone implementar intervenciones que ayuden a los estudiantes a alcanzar los niveles de aprendizaje esperados para su edad y grado, reduciendo la repetición y el rezago escolar.

Además del tema de robustecer el aprendizaje, el BID añade que es esencial que se proporcione apoyo económico a los estudiantes, “ya sea mediante transferencias monetarias o becas, para asegurar los recursos financieros necesarios”. Asimismo, señala que es fundamental que los padres se involucren en todo el proceso educativo.

El otro problema en educación que resalta el BID es la falta de acceso a las escuelas, ya sea por la distancia de estas o por la falta de plazas disponibles. La Encuesta Nacional de Calidad de Vida de 2022, por ejemplo, mostró que en Colombia “la ausencia de una escuela cercana es una de las razones más citadas para la no asistencia de los estudiantes a la escuela primaria”.

En cuanto a la región amazónica del país, el 21% de los niños en edad de cursar primaria aseguraron que no iban a estudiar por este motivo, mientras que en otras zonas del país solo el 8% de los alumnos encuestados señaló que este era el factor para abandonar el colegio. Un panorama similar se registró en la educación secundaria: el problema afecta al 17% de los niños de la región amazónica y al 5% en otras partes del país.

Este es el porcentaje de la población en edad escolar según la distancia al centro educativo más cercano.© Proporcionado por El Espectador

Las cifras del estudio muestran que casi 1 de cada 4 niños en edad de asistir a educación primaria, vive a más de 5 km de la escuela primaria más cercana. Es decir, al menos el 23% de los niños que viven en esta zona deben caminar, al menos, una hora para llegar a sus clases y eso en caso de que sean rutas directas y no deban pasar por trochas o emplear otros medios de transporte.

En Ecuador, por ejemplo, el 85% de los niños vive a menos de 2,5 kilómetros de su escuela más cercana, mientras que en Venezuela, el 32% de los niños vive a más de 20 kilómetros del colegio más cercano. Uno de los factores de los desplazamientos tan largos que deben realizar los estudiantes, a los ojos del BID, se debe a la baja oferta escolar. El acceso al transporte escolar también es menor en la Amazonia.

Para el BID, una de las principales soluciones a este problema podría ser los internados, sin embargo, advierte que estos suelen ser más caros y complejos de gestionar. Por eso, plantea que una buena alternativa es apostarle a la enseñanza a distancia sincrónica y experiencias de aprendizaje híbrido; además de implementar calendarios y organización que se adapte a estos territorios.

Estos dos factores, en opinión del BID, desencadenan en que los resultados de aprendizaje persisten en los territorios amazónicos. Esto, añade, básicamente quiere decir que “incluso cuando los niños asisten a la escuela, es probable que no estén adquiriendo los conocimientos y habilidades esperados”.

Sobre esta consecuencia se identificaron tres causas principales: la falta de una educación pertinente; limitaciones en la disponibilidad y calidad de los docentes; y la baja calidad de la infraestructura. Entre las soluciones que ofrece el banco está implementar programas de aceleración de aprendizajes; prevenir el embarazo y fomentar la continuidad educativa para madres adolescentes; además de provisionar los colegios con docentes cualificados.

*Imagen de referencia

El estudio se basó en ocho países de la Amazonia, que son Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.© Mauricio Alvarado Lozada

https://www.msn.com/es-co/noticias/nacional/la-amazonia-no-solo-tiene-retos-ambientales-urge-atenci%C3%B3n-a-la-educaci%C3%B3n/ar-BB1nHjz8

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Arrasar la Amazonía no era inevitable: la deforestación cae un 50% desde enero

Por Raúl Rejón

La destrucción cero prometida por Lula da Silva en Brasil es clave para mitigar el cambio climático: la devastación de bosques en 2022 lanzó tanto CO2 como todas las emisiones de India al quemar combustibles fósiles

La deforestación galopante de la Amazonía no era, como podía parecer, un fenómeno inevitable. Tras doblarse la superficie anual destruida entre 2018 y 2022, la desaparición del bosque amazónico en Brasil ha revertido su tendencia (desbocada) hacia la devastación: en lo que va de año se ha asolado un 50% menos de superficie que en el mismo periodo de 2022, según los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil. De 7.100 a 3.700 km2.

El cambio de rumbo ilustra un viraje en la gestión del bosque tropical: el descenso en la deforestación comenzó en enero pasado, cuando asumió la presidencia de Brasil Inacio Lula da Silva tras el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro. Brasil se ha convertido en la gran potencia de pérdida de bosques primarios en el mundo. En 2022 fue responsable del 43% del total mundial, según el World Resources Institute (WRI) por delante de Rusia, la República Democrática del Congo o Bolivia. Allí se destruyeron, no solo en el Amazonas, 1,8 millones de hectáreas, unos 18.000 km2.

Para ponderar qué significa esa destrucción, además de la pérdida de biodiversidad, hábitats y tierras para grupos indígenas, 18.000 km2 menos de bosque primario en Brasil supuso liberar 1,2 Gt de CO2 a la atmósfera para exacerbar el efecto invernadero que recalienta el planeta y provoca el cambio climático. Multiplica por 2,5 las emisiones de país al quemar combustibles fósiles, que ese año fueron unas 0,497 Gt según Global Carbon Atlas.

El nuevo presidente aseguró al iniciar su gestión que adoptaría una política de “deforestación cero” para el año 2030. Tanto en julio como agosto de este año –los meses usualmente más destructivos– la pérdida de bosque se redujo un 66% respecto al año anterior. En septiembre el descenso fue del 56% en comparación con 2022.

«El gobierno de Brasil ha retomado las operaciones de comando y control en la Amazonía, lo que tiene un efecto directo sobre la deforestación en ese bosque y cambia la percepción de impunidad» (Tom Kuchard — Investigador de Ecologistas en Acción)

“El gobierno de Brasil ha retomado las operaciones de comando y control en la Amazonía”, explica el investigador de Ecologistas en Acción Tom Kuchard. “Y esto no solo tiene un efecto directo sobre la deforestación en ese bosque, sino que también cambia la percepción de impunidad de los que podrían cometer nuevos crímenes ambientales”, remata Kuchard.

En ese sentido, ilustra la situación anterior que, si bien la destrucción del bosque anual casi se había doblado durante el mandato de Bolsonaro, al mismo tiempo, el número de multas por deforestación ilegal y daños a la flora decrecieron un 40%.

También se decretaron recortes presupuestarios para las agencias de protección ambiental brasileñas. La organización austriaca All Rise remitió una petición a la Corte Penal Internacional en 2021 –en estudio– para que se investigara a Jair Bolsonaro por crímenes contra la humanidad por la destrucción masiva de la Amazonía.

El responsable de la campaña de Amazonia de Greenpeace Brasil, Romulo Batista, señala que “el cambio en el discurso del Gobierno federal, el incremento de las inspecciones y las acciones en el campo han hecho que aumentaran las multas y las incautaciones”. Además, insite, “se han lanzado algunas acciones como el Plan de prevención y combate contra la deforestación”

Kuchard añade que también ha comenzado un proceso “para identificar tierras públicas no destinadas a la agricultura y definirlas como tierras indígenas, territorios quilombolas y unidades de conservación”. Eso, en teoría, las pone a salvo de la deforestación. Al estar en fase inicial “seguramente no hay efectos visibles todavía, pero habrá”, según la profesora e investigadora de la Universidad Federal de Bahía, Diana Aguiar.

En la organización de Batista subrayan que “la notable reducción de la deforestación en los ocho primeros meses del año abre una esperanza. Aún así, a pesar de ese descenso significativo todavía se ha producido un alto número de incendios”. Los incendios en la Amazonía no pueden ser un proceso natural como en el bosque mediterráneo o el boreal, no se dan por causas naturales porque hay demasiada humedad. “La deforestación cero es la gran contribución que Brasil puede hacer a la mitigación del cambio climático”, concluye la organización.

Un cuarto de las emisiones globales de efecto invernadero

Porque “la deforestación y degradación de turberas contribuyen con entre el 12% y el 20% de las emisiones globales” de gases de efecto invernadero, según explica la London School of Economics. Al destruirse las plantas, el carbono almacenado en ellas se libera y se añade a la costra de gases de efecto invernadero. De hecho, debido a la destrucción del bosque tropical la humanidad ya no puede confiar en que los árboles del Amazonas se queden con la contaminación de carbono que genera. En la década que va de 2010 a 2019, el bosque tropical amazónico emitió un 20% más de CO2 del que absorbió para realizar la fotosíntesis. (16.600 millones de toneladas por 13.900 millones). La deforestación a base de incendios y talas ha producido el cambio.

Romulo Batista dice que “es necesario intensificar la lucha contra la deforestación sobre todo en esta época del año que aquí se conoce como verano amazónico cuando la región sigue muy cálida”. También es preciso, prosigue el activista, “que los gobernadores se unan a la alianza para alcanzar la deforestación cero en 2030”.

Selva amazónica Universidad de Leeds

La pérdida de bosques tropicales en el mundo no para. Ha pasado de unos 2,5 millones de hectáreas en 2002 a más de cuatro millones en 2022 –solo el 14% fue por incendios–. En 2022 se perdió “el equivalente a 11 campos de fútbol por minuto”, según los datos recopilados por la Universidad de Maryland (EEUU) que analiza el WRI.

“Toda esa pérdida de bosques produjo la liberación de 2,7 gigatoneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a las emisiones anuales de India al utilizar combustibles fósiles”, ejemplifica el análisis del Instituto.

Con todo, el freno en la Amazonía brasileña ha tenido un reverso en su ecosistema vecino de El Cerrado. Si la deforestación en el bosque tropical ha caído, la de la sabana ha tocado cifras de récord. Allí se destruyeron 658 km2 en septiembre, un salto del 140% respecto al mismo mes de 2022. Es el dato más alto desde que hay registros por satélite (2018).

“Se presume que las operaciones en la Amazonía han redireccionado la expansión de la frontera agrícola en El Cerrado y otros biomas”, explica Tom Kuchard. Esto es, el aclaramiento de bosque para hacer sitio al cultivo de soja para piensos y la propia expansión de la ganadería. “Por eso pedimos que se incluya El Cerrado y otros ecosistemas en la meta de deforestación cero”.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/arrasar-amazonia-no-inevitable-deforestacion-cae-50-enero_1_10614852.html

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La deforestación amazónica no paró de aumentar durante el gobierno de Bolsonaro

Los últimos estudios indican que este mes se produjo la mayor cantidad de incendios intencionales desde 2010.

La deforestación de la Amazonia es la principal crítica medioambiental que ha recibido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de los puntos que usan sus contrincantes en la elección presidencial que se celebra este domingo. La falta de recursos para la protección y la flexibilización de los controles que instaló en su gobierno pusieron a varios países europeos en contra del mandatario.

Los últimos datos recogidos por el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales (INPE), la entidad que monitorea la deforestación de la Amazonia utilizando imágenes satelitales, concluyeron que durante setiembre de este año se produjo en la zona la mayor cantidad de incendios intencionales desde setiembre de 2010. Un estudio anterior, realizado por la misma entidad, había revelado que durante el gobierno de Bolsonaro la cantidad de área devastada en la selva aumentó sucesivamente cada año luego de varios años de reducción.

Área desforestada de la selva amazónica en Brasil

En kilómetros cuadrados

Bolsonaro y la selva: un balance | Brasil en DW | DW | 22.09.2022

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Brasil: Alertan por pérdida de área de la Amazonía equivalente a Chile

América del Sur/Brasil/01-10-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

De acuerdo a la investigación, Brasil tuvo un 19 por ciento de área devastada del territorio amazónico.

La Amazonía perdió un 52 por ciento de sus glaciares, localizados en su región andina, y 74.6 millones de hectáreas de su cobertura vegetal, un área equivalente al territorio de Chile en el período de 1985-2020, según constató un estudio divulgado por Map Biomas Amazonía.

La investigación de la Red Amazónica de Informaciones Socioambientales Georreferenciadas (RAISG), constató que en 36 años hubo un aumento de un 656 por ciento en la implementación de la actividad minera.

De igual manera, hubo un crecimiento de un 130 por ciento en infraestructura urbana y un 151 por ciento en agricultura y ganadería, donde en 1985 solo un 6 por ciento de la Amazonía se había convertido en áreas para el pastoreo, minería o agricultura.

Sin embargo, en 2020 se contabilizó casi la triplicación de esta alcanzando un 15 por ciento en toda la región amazónica. De los países que componen el territorio amazónico Brasil ha sido el que más ha incidido en la depauperación amazónica.

En  Guyana, Surinam y Guyana francesa hubo un 1 por ciento de pérdidas de vegetación, mientras que Brasil tuvo un 19 por ciento de área devastada.

Por su parte, el Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon) en Brasil reveló este mes que en dicho territorio han sido destruidos 1.606 kilómetros (km²) de bosque, equivalente a cinco veces el tamaño del estado de Belo Horizonte y el índice más alto del mes en 10 años.

La investigación alerta de que una pérdida de vegetación de entre un 20 por ciento y un 25 por ciento podría significar un «punto de inflexión», para los servicios ecosistémicos de la Amazonía, lo cual significa el no retorno del proceso de sabanización.

Asimismo el bioma brasileño Pantanal, el mayor humedal del mundo, ha perdido el 29 por ciento de la superficie de agua entre los años 1988 y 2018 en Brasil, refiere el Observatorio MapBiomas.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/alertan-perdida-area-amazonia-equivalente-chile-20210930-0025.html

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La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica llama a un pacto para proteger el 80% de la Amazonía

Un llamado urgente para proteger la Amazonía hacen los pueblos indígenas amazónicos representados por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

La COICA pide a las organizaciones sumarse a la iniciativa “Amazonía por la vida: protejamos 80% al 2025”, para establecer un acuerdo global por la selva tropical más grande del mundo.

El acuerdo busca garantizar la protección permanente del 80% de la selva amazónica para el 2025 y así evitar cruzar un punto de inflexión para la Amazonía, hogar de cientos de pueblos indígenas.

Nosotros, los pueblos indígenas de la Cuenca Amazónica, a través de nuestros conocimientos y saberes ancestrales, hemos protegido la Amazonía durante milenios. A esta lucha se han sumado aliados de organizaciones ambientales, de derechos humanos y la comunidad científica.

Hoy, de manera conjunta, hacemos un llamado a un acuerdo global para la protección permanente del 80 por ciento de la Amazonía para el 2025 como medida urgente para detener el punto de no retorno y responder a la crisis planetaria con un cambio transformador. Es el momento para que la comunidad internacional (gobiernos, sociedad civil, corporaciones, etc.) se una a nuestro esfuerzo por proteger el planeta.

La Amazonía es la selva tropical más grande y con mayor diversidad biocultural del mundo. Es el hogar de 511 pueblos indígenas, incluidos 66 grupos que viven en aislamiento voluntario y contacto inicial. Son más de 300 lenguas que se hablan en esta vasta región que cubre 9 países (Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa).

La Cuenca alberga un tercio de las especies de plantas y animales de la Tierra y el 20 por ciento del agua dulce. Funciona como el corazón biológico de nuestro planeta: secuestra y almacena grandes cantidades de carbono, regula el clima continental y global, produce oxígeno y lluvia, impulsa los sistemas climáticos, entre otros beneficios.

Los Territorios Indígenas (TI) –que ocupan físicamente 237 millones de hectáreas en la cuenca del Amazonas- y las Áreas Nacionales Protegidas (NPA) son vitales para proteger la Amazonía.

Juntos cubren cerca del 50% de esta región. Casi la mitad (45%) del bosque intacto en el Amazonas se encuentra en territorios indígenas, un área más grande que Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Noruega y España combinados (FAO -FILAC 2021, p.12-13).

La Amazonía ya ha perdido el 17 por ciento de su cobertura forestal además, un 7 por ciento de sus selvas tropicales se han degradado. Si la deforestación y la degradación combinadas cruzan el umbral del 20 por ciento, los científicos advierten que el sistema alcanzará un punto de inflexión irreversible que puede traducirse en la muerte regresiva de todo el ecosistema. Esto liberaría emisiones masivas de dióxido de carbono y traería consecuencias rápidas y catastróficas para la estabilidad climática global.

Estamos al borde del punto de inflexión o de no retorno. Nuestras acciones en los próximos años determinarán el destino de nuestro planeta durante los próximos milenios. Asegurar la integridad de los sistemas hidrológicos, la biodiversidad y garantizar el rol fundamental de la Amazonía como regulador climático mundial, requiere que al menos el 80 por ciento de sus bosques permanezcan intactos.

Este es un llamado para establecer un acuerdo global para la protección permanente del 80 por ciento de la selva amazónica para el 2025, concertado por todos los gobiernos de la Amazonía y respaldado por los pueblos indígenas y la comunidad mundial.

El Pacto por la Amazonía requiere:

  1. Una visión regional panamazónica que aterrice en un plan estratégico común construido sobre los estrictos lineamientos del Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI). Para lograr el 80% de protección al 2025, cada país amazónico debe desarrollar Planes de Acción Nacionales del Bioma Amazónico (PANBA) para detallar sus compromisos y cumplir con la meta de 80 x 25. El proceso debe contar con la participación plena de la sociedad civil, incluyendo a los pueblos indígenas que hemos sido administradores efectivos de este bioma durante milenios.
  2. El 100% de las tierras indígenas legalmente reconocidas y demarcadas y, la asignación de recursos financieros permanentes que permitan su titulación y ampliación.
  3. La implementación de un modelo de gobernanza con representación política y reconocimiento del rol de los pueblos indígenas en el logro de este objetivo a nivel nacional e internacional.
  4. Una moratoria inmediata sobre la deforestación y degradación industrial de todos los bosques primarios.
  5. La definición de una política forestal y de zonificación que permita la creación de zonas intangibles para áreas que permanecen intactas -sin carreteras y otras zonas exclusivas para actividades industriales.
  6. La restauración de tierras degradadas.
  7. Creación de reservas indígenas o áreas protegidas co-gestionadas, ampliadas para comunidades indígenas y locales1 que actualmente no constan como TIs o ANP y otros territorios (OECM) con las salvaguardas y responsabilidad de los Estados para garantizar la protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial (PIACI).
  8. Detener los impulsores clave de la deforestación actual y futura y las presiones del desarrollo industrial mediante la suspensión de nuevas licencias y financiamiento para la minería, el petróleo, la ganadería, las grandes represas, la tala y otras actividades industriales.
  9. Una Condonación de Deuda condicionada a una moratoria permanente a la extracción industrial en territorios indígenas y áreas protegidas.
  10. Que el sector financiero se comprometa a garantizar el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y a poner fin a la deforestación en todas las cadenas de suministro que financian. Transparencia y rendición de cuentas del sector financiero y de las cadenas de valor.
  11. La comunidad internacional debe adoptar políticas y marcos inmediatos que garanticen la afluencia permanente de recursos para lograr este objetivo.
  12. La comunidad internacional dinamice recursos financieros necesarios para cubrir los costos de acceso a los servicios básicos de las comunidades indígenas, consolidar su autodeterminación, y fortalecer la gestión integral de los territorios, medios de vida sostenibles y uso del conocimiento ancestral.

Instamos a los países de la cuenca del Amazonas a declarar el estado de emergencia y detener de inmediato la expansión de actividades industriales destructivas, políticas gubernamentales y subsidios públicos dañinos que permiten una mayor destrucción de los bosques. El estado de emergencia abordaría los factores que impulsan la deforestación y, al mismo tiempo, dejaría espacio para el diseño y la implementación de estrategias dirigidas hacia un cambio transformador perdurable.

Las naciones industrializadas deben reconocer su papel en el cambio climático y el rol trascendental de la Amazonía en la mitigación del mismo y canalizar todos los recursos necesarios para garantizar una transición justa para quienes habitamos el bioma y para sus propios ciudadanos. El momento para la acción es ahora.

Los pueblos indígenas de los nueve países amazónicos invitamos a los gobiernos, científicos, ciudades, instituciones financieras y a todos los sectores de la comunidad global que estén dispuestos a actuar por el planeta, a que se unan y apoyen esta iniciativa. La firma de esta declaración es un primer paso para evitar el punto de no retorno de la Amazonía y proteger el 80% para el 2025.

La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica – COICA y sus organizaciones miembros en los 9 países, a nombre de nuestras naciones y pueblos indígenas de la Amazonía:

AIDESEP, Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana.
APA, Asociación de Pueblos Amerindios de Guayana.
CIDOB orgánica, Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano.
COIAB, Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña.
CONFENIAE, Confederación de las Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana.
OPIAC, Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.
ORPIA, Organización Regional de Pueblos Indígenas del Amazonas (Venezuela).
OIS, Organizaciones Indígenas de Surinam.
FOAG, Federación de Organizaciones Autóctonas de Guayana Francesa.

COICA, Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica

Para sumar a su organización a la iniciativa solo debe ingresar a este enlace y completar la información requerida:  https://bit.ly/2V8PH3c

Fuente: https://indixenas.com/2021/09/07/la-coica-llama-a-un-pacto-para-proteger-el-80-de-la-amazonia/

Fuente: https://rebelion.org/la-coica-llama-a-un-pacto-para-proteger-el-80-de-la-amazonia/

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Cepal advierte sobre deterioro del medio ambiente en la región

América Latina/13-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv

Bárcena alertó que el presupuesto destinado a la gestión medioambiental cayó en un 35 por ciento en el último año.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, alertó este miércoles sobre el deterioro medioambiental en la región, fundamentalmente de las superficies boscosas y la necesidad de políticas más eficaces para la protección de este.

El último informe publicado por la Cepal señala que la región alberga 23 por ciento de la superficie boscosa mundial y advierte que entre 1990 y 2020, la proporción de cobertura boscosa disminuyó sistemáticamente desde un 53 a un 46 por ciento de dicho territorio.

Asimismo, el documento puntualiza que a inicios de la década de los 90 el área boscosa de la región alcanzaba unos 1.070 millones de hectáreas, para 2010 se había reducido hasta 960 millones y al 2020 disminuyó hasta 932, lo cual implica una pérdida de 138 millones de hectáreas.

Causas como nuevos usos de la tierra para agricultura, silvicultura y ganadería; y en menor medida, la expansión de las ciudades, así como la construcción de carreteras asociadas a actividades económicas variadas, incidieron en la disminución de la superficie cubierta por bosque natural en 150 millones de hectáreas, lo cual representó una reducción del siete por ciento en la cobertura forestal.

Esta tendencia se sostiene debido a descensos crecientes en los últimos 30 años de grandes países boscosos como Brasil, que alberga el 53.3 por ciento de los bosques de toda la región, y ha perdido 92.3 millones de hectáreas, al punto de convertirse por primera vez, la Amazonía en un emisor neto de gases de efecto invernadero.

Bárcena también alertó sobre la caída de los presupuestos destinados a la protección ambiental, con una caída del 35 por ciento en 2020 respecto a 2019; y apenas un 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto de los países destinados a solventar este problema.

“De los 14.6 billones destinados por las 50 economías más grandes del mundo a la recuperación verde en 2020, solo el 2.5 por ciento se emplearon realmente en función de materializar dicha recuperación”, detalló Bárcena.

Añadió también la necesidad de “hacer valer los preceptos del Acuerdo de Escazú, mecanismo implementado en la región para proteger a los defensores del medio ambiente y avanzar en la información y acceso a la justicia ambiental”, concluyó.

Según el último informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020, el área total de bosques en el mundo es de 4.060 millones de hectáreas, correspondientes al 31 por ciento de la superficie total de la tierra. Más de la mitad se concentra en solo cinco países, siendo Brasil el segundo que más bosques alberga.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/cepal-advierte-deterioro-medio-ambiente-region-20210811-0029.html

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Brasil: 94% de la deforestación de la Amazonia brasileña es ilegal

América del Sur/Brasil/21-05-2021/Autor(a) y Fuente: ultimasnoticias.com.ve

Casi toda la deforestación registrada en la Amazonía de Brasil es ilegal y la promesa del presidente Jair Bolsonaro de eliminar esta devastación es poco realista debido a la falta de transparencia sobre el uso autorizado de la tierra en esa región, según un informe publicado este lunes.

Bajo presión para reducir la destrucción de la mayor selva tropical del planeta, Bolsonaro prometió eliminar la deforestación ilegal para 2030 durante la Cumbre sobre el Clima en abril pasado.

Casi toda la deforestación sigue siendo ilegal porque las autoridades han fracasado en implementar leyes para determinar cuánto y dónde se deforesta legalmente, indica una investigación realizada por investigadores universitarios y expertos de organizaciones ambientalistas, entre ellas World Wildlife Fund Brazil y  el Instituto Centro da Vida.

El informe indica que 94% de la deforestación en la Amazonia y la región circundante de Matopiba, que engloba parte de los estados de Maranhao, Tocantins, Piauí y Bahía, es ilegal.

Esto ocurre porque incluso en los casos en los que los agricultores, ganaderos y madereros, entre otros, tienen permiso para usar la tierra, las autoridades son incapaces de documentar cómo se aplica la legislación para la explotación legal de la tierra, explica el informe.

“La diferenciación entre la deforestación legal e ilegal es un factor clave para garantizar que la producción agrícola y forestal no están contaminadas por crímenes ambientales”, agrega el texto.

Desde que Bolsonaro asumió el poder en 2019 se ha registrado un repunte de la deforestación en la mayor selva tropical de mundo.

En los 12 meses previos a agosto de 2020, la deforestación en la Amazonía brasileña aumentó de 9,5%, destruyendo un territorio mayor al de Jamaica, según datos oficiales.

El presidente ultraderechista está bajo una fuerte presión internacional para limpiar la imagen de su gobierno en temas medio ambientales, en tanto el poderoso agronegocio está preocupado de las consecuencias que pueden tener esas críticas en el mayor exportador de carne y soja del mundo.

“Bolsonaro hizo esa promesa de deforestación [ilegal] cero, pero cómo vamos a saber si no está disponible esa información?”, dijo a la AFP Paula Bernasconi, coordinadora del Instituto Centro da Vida.

“Es urgente un mayor esfuerzo técnico y de voluntad política para el cumplimiento de la legislación ambiental y de la ley de acceso a la información”, insta el coautor del estudio, Raoni Rajao, de la Universidad Federal de Minas Gerais.

“De lo contrario, la falta de transparencia continuará sirviendo como un escudo para la destrucción continua de los ecosistemas”, agregó.

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/94-de-la-deforestacion-de-la-amazonia-brasilena-es-ilegal/

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