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Libro: El Desafío de un pensar diferente

“El libro que a continuación presentamos, titulado El desafío de un pensar diferente. Pensamiento, sociedad y naturaleza, representa un trabajo de reflexión realizado en estos últimos años sobre algunos temas que consideramos importantes. Los tópicos sobre los que versará este texto son varios: las maneras de pensar y la crítica al pensar moderno, algunas ideas sobre el papel del Estado en esta época, y varias consideraciones que vinculan la cuestión ambiental, la naturaleza y la ética. Son diecinueve estudios y trabajos organizados en tres partes que dan cuenta de interrogantes, preocupaciones y convicciones que tenemos frente a los acontecimientos que percibimos en el mundo en el que vivimos.”

El autor: Augusto Castro 

Baja el libro completo en este link:  http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20181101015008/Desafio_pensar_diferente.pdf

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Aprender ciencias: toda la naturaleza cabe en un app | VIDEO

Redacción: El Comercio

Las ciencias naturales pueden ser muy divertidas. Conoce algunas herramientas digitales, así como experimentos para hacer en casa o en el aula. Hay un mundo de animales y plantas por descubrir.

“Cuantas más cosas tocaba, aprendiéndome tanto sus nombres como aquello para lo que servían, más dichosa me sentía y más confianza tenía en mi sintonía con el mundo”, escribió la activista estadounidense Hellen Keller en el siglo XIX. Se refería a todo lo que la rodeaba: personas, edificios, libros, plantas y animales.

En ese tiempo solo se podía aprender del mundo animal y vegetal a través de la experimentación en campo o de libros especializados, muy difíciles de entender. Keller era sordociega. Sin embargo, vivió maravillada del mundo de la naturaleza. Y como muchos autores, biológos y activistas alrededor del mundo, apreciaba la magia inexplicable que ofrecía ese mundo inmenso de árboles, flores y animales de todo tipo, que estaba allí afuera.

>> Inspírate con estas ideas de proyectos de ciencia para realizar en clase o en casa:

Fundación Telefónica

Biología avanzada

Hoy, más de un siglo después, la manera de aprender ha cambiado radicalmente. Ahora tenemos a nuestra disposición diversas herramientas tecnológicas que podemos usar con facilidad. Ya sea desde un celular o una computadora, un niño puede aprender de forma didáctica y entretenida sobre el medio ambiente, incluso reconocer plantas, insectos, animales y á. Keller, sin duda, envidiaría nuestra época.

¿Por qué es importante conocer el reino de los animales y las plantas? Para la bióloga Florencia Trama, quien trabaja con niños, adolescentes y docentes de escuelas rurales de la zona de Oxapampa, es fundamental el aprendizaje de las ciencias, no solo por curiosidad, sino también para proteger el planeta.

“No se cuida lo que no se quiere. Y no se quiere lo que no se conoce”, dice Trama, que organiza campamentos científicos para la enseñanza vivencial de la vida en los bosques. “Sensibilizar y educar sobre los animales y plantas, la biología y el mundo que nos rodea es necesario para crear conciencia ecológica”, afirma.

La autora del libro ilustrado para niños Donde nacen los ríos, y que cuenta con una aplicación web de realidad aumentada para conocer la vida en los bosques nublados de Oxapampa, destaca que es necesario la correcta guía para los chicos, en el uso de las diversas herramientas tecnológicas para aprender sobre la naturaleza.

Estas herramientas digitales son variadas y cada vez más elaboradas. Y son muy útiles para dictar los cursos de Ciencia, Tecnología y Ambiente (primaria) y Biología (secundaria). ¡Te invitamos a conocerlas!

Si deseas enterarte sobre otros proyectos de educación y tecnología, sigue a Fundación Telefónica en Facebook.

Fuente: https://elcomercio.pe/publirreportaje/aprender-ciencias-naturaleza-app-video-noticia-571644

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Entrevista a Jorge Riechmann: “Consumimos el planeta como si no hubiera un mañana»

Fuente: lecturassumergidas/Autor: Por Emma Rodríguez © 2015 

Denomina Jorge Riechmann al siglo XXI como “el siglo de la gran prueba” o como “la era de los límites”. Nos dice que “estamos consumiendo el planeta como si no hubiera un mañana”; que “lo que hace falta son transformaciones estructurales profundas, casi revolucionarias” y que ya no podemos confiar en que será la generación de nuestros nietos la que las lleve a cabo, porque estamos en “tiempo de descuento”. Todo esto nos lo cuenta en Autoconstrucción, uno de esos libros que funcionan como un aldabonazo en las conciencias, que sacuden el letargo y conducen a plantear la gran pregunta: ¿Estamos aún a tiempo de salvar el planeta? Es un interrogante que el propio autor abre una y otra vez en en el recorrido de un ensayo esclarecedor que nos invita a tomar conciencia de la urgencia de la lucha ecológica, de la necesidad de avanzar lo más suavemente que se pueda hacia sociedades de la sobriedad, de la contención, de otro tipo de realizaciones y plenitudes no asociadas a la adquisición constante de pertenencias, de propiedades, de productos de consumo.

Profesor titular de Filosofía Moral en la Universidad Autónoma de Madrid, traductor, poeta, ensayista, miembro de Ecologistas en Acción y desde hace poco del Consejo Ciudadano de Podemos, Riechmann va desgranando un buen puñado de verdades, de reflexiones incómodas, pero absolutamente necesarias, en esta Autoconstrucción, subtitulada La transformación cultural que necesitamosque nos anima a pensarlo todo de otra manera, a encontrar nuevas palabras, nuevos vínculos, nuevas imágenes para situarnos frente a un presente de resquebrajamientos y de oportunidades de cambio. “Jamás se había hablado tanto sobre las desigualdades sociales, jamás se había hecho tan poco para reducirlas… Nunca se había hablado tanto los daños ecológicos, y nunca se ha hecho tan poco para delimitarlos”, leemos muy al comienzo de un libro que traza un magnífico diagnóstico de dónde estamos y hacia dónde podemos dirigirnos.

El autor es consciente de que el pesimismo no está de moda, de que el continuo estímulo del pensamiento positivo se puede llegar a convertir en una conveniente cortina de humo, de que a muchos se les llena la boca con la palabra “buenismo” para definir cualquier propósito de solidaridad, de compasión, de cooperación, de igualdad, de que los ecologistas son vistos en muchas ocasiones como catastrofistas y agoreros dispuestos en todo momento a chafar una fiesta en la que muchos siguen pasándolo bien, a costa de mayorías cada vez más empobrecidas e indefensas. Todo parece estar en contra, pero no cabe la resignación, la no resistencia. “Hay esencialmente dos opciones político-morales. La de quienes desean un mundo de amos y esclavos, por una parte; y la de quienes luchan por un mundo de iguales. Al poder del dinero y de las armas, el segundo grupo solamente puede oponer la fuerza de la organización”, abre Riechmann un cauce de futuro.

No deja de haber autocrítica en el trayecto y tampoco falta el realismo, grandes dosis de realismo que parten de la constatación de las dificultades, de los enormes retos. Y, por supuesto, se revelan hechos y se ofrecen datos, hechos y datos que hablan por sí solos y que, nos guste o no, indican que el rumbo no es el adecuado. Así, el cambio climático que nos conduce a un mundo cuatro grados centígrados más cálido, según predicciones muy optimistas, pero ante el que tantos siguen quitando importancia en nombre de intereses empresariales, intereses que obstaculizan la necesaria disminución de los gases de efecto invernadero. Así, la escasez de fuentes de energía fósiles, que lleva a la agonía de un modelo que se alarga artificialmente, vía prácticas como el fracking, en vez de apostar por invertir en el camino de las renovables.

“HAY ESENCIALMENTE DOS OPCIONES POLÍTICO-MORALES. LA DE QUIENES DESEAN UN MUNDO DE AMOS Y ESCLAVOS, POR UNA PARTE; Y LA DE QUIENES LUCHAN POR UN MUNDO DE IGUALES. AL PODER DEL DINERO Y DE LAS ARMAS, EL SEGUNDO GRUPO SOLAMENTE PUEDE OPONER LA FUERZA DE LA ORGANIZACIÓN”, ESCRIBE RIECHMANN EN AUTOCONSTRUCCIÓN.

Mientras las capas de hielo ártico desaparecen, mientras el proceso de la fotosíntesis se está viendo afectado en zonas con altos niveles de contaminación, mientras las abejas se ven amenazadas, mientras… seguimos pensando que habrá tiempo, que la técnica será capaz de solucionarlo; que llegará un día en que volveremos a la normalidad de un modo de vida que nos parece el mejor posible. ¿Cómo convencernos, habitantes del Primer Mundo del siglo XXI, de que ya no volveremos a la normalidad de antes de la crisis, de antes de la amenaza ecológica; cómo convencernos de que es necesario cambiar la orientación y las estructuras del sistema para seguir viviendo bien, e incluso mejor, pero con otros parámetros?

He aquí las cuestiones que plantea Jorge Riechmann en Autoconstrucción (Ediciones Catarata). Son muchas las salidas que ofrece este libro, pero lo esencial es su llamamiento a un cambio de conciencia, de valores, de usos y costumbres. “La economía es una construcción humana. Las leyes económicas no son como la ley de la gravedad. Pueden ser transformadas (…) Pero para ello la gente ha de cambiar de conducta”, se utiliza como arranque de un capítulo este párrafo-lema extraído del informe de un centro de estudios económicos. Hay en el ensayo reflexiones sobre el papel cada vez más activo de los consumidores –consumidores rebeldes–; sobre la cultura como base de la comprensión de los cambios; sobre los movimientos sociales que deben convertirse en la base de las nuevas sociedades… “Hemos de vivir de otra manera”, es la frase que cierra el libro. Pero aquí, lejos de cerrar, empezamos con la conversación.

– ¿En qué punto se encuentra el movimiento ecologista hoy a nivel global? ¿Cuáles son sus expectativas?

– Si lo analizamos con perspectiva, el movimiento ecologista moderno, como tal, es muy reciente. Surge en los años 60 del siglo XX, aunque el pensamiento ecológico arranca de más atrás, de antecedentes tan ilustres como Thoreau, a quien releemos con mucho interés, o, antes, Alexander von Humboldt, que tanto contribuye en la creación de la ciencia ecológica, de la biología de los ecosistemas. Ahí están las raíces, pero hay que dar un salto hasta llegar, en 1962, a un hito importantísimo, una obra clásica de la conciencia ecológica, La primavera silenciosa, de Rachel Carson. En ese año se empiezan a poner en marcha dinámicas sociales, políticas, intelectuales, culturales, que conducen a algunas sociedades, dentro de procesos muy contradictorios, a emprender un nuevo aprendizaje de los modos de vida. Y ya en 1972 nos encontramos con otra aportación esencial, el estudio Los límites del crecimiento, el primer informe del Club de Roma, que pone en marcha un debate de alcance mundial a partir del cual ya empiezan a circular los lemas básicos, las consignas del ecologismo sobre la necesidad de conformar una conciencia de especie en las singulares condiciones históricas que nos ha tocado vivir. Ese proceso de aprendizaje social se rompe a finales de los años 70 y comienzos de los 80, con la irrupción de la fase última de la historia del capitalismo, el capitalismo neoliberal financiarizado. A esos decenios, a esa etapa en la que aún estamos inmersos, yo la denomino a veces la era de la denegación, porque hay fuerzas muy poderosas que, lejos de impulsar el aprendizaje, están trabajando en sentido contrario.

– Denegar es un verbo que utilizamos muy poco y que explica muy bien lo que está sucediendo. A los pueblos cada vez se les niega más lo que desean. Las democracias se están vaciando cada vez más de sentido.

– Denegar es un término que usan los psicólogos y psicoanalistas para referirse a ese fenómeno que no consiste sólo en ignorar algo sino en hacer un esfuerzo por no ver lo que tenemos delante de los ojos. Yo creo que ha habido, que hay mucho de eso, en la cultura dominante durante los tres últimos decenios. Es indudable que hay un permanente negacionismo si hablamos de fenómenos como el calentamiento climático, del mismo modo que lo hubo anteriormente con respecto al cáncer ocasionado por el tabaco. Y es indudable la eficacia de los esfuerzos organizados por el sector empresarial para expandir toda la tinta de calamar y toda la desinformación posible con el fin de impedir que se tomen las decisiones correctas. Ahora mismo, más allá de circunstancias concretas, tendríamos que referirnos a un negacionismo mucho más vasto que se refiere a todo lo que tiene que ver con los límites al crecimiento, y eso es mortal porque nuestra situación, nos pongamos como nos pongamos, es la que es. Las leyes de la naturaleza, de la física, de la química, de la dinámica de los seres vivos, son las que son, no vamos a cambiarlas, por grandes que sean nuestras ilusiones a ese respecto, y el conflicto esencial que se plantea, que estaba en ese debate de los años 60 y 70, es el choque de las sociedades industriales contra los límites biofísicos del planeta, que se ha ido agravando y agudizando cada vez más. Si usamos la herramienta efectiva de la huella ecológica, hacia 1980, fue cuando ésta superó la biocapacidad del planeta para seguir creciendo después. Según los investigadores, ahora estamos en el 150% de la capacidad del planeta. Y esa situación no durará demasiado, porque estamos, como se dice a veces, consumiendo el capital, no los intereses, empleando en este caso la habitual metáfora financiera. Estamos sobreexplotando los recursos y las capacidades de absorción de contaminación, de una forma que es insostenible. Parece que consumimos el planeta como si no hubiera un mañana.

Fuente de la noticia: https://lecturassumergidas.com/2015/04/29/jorge-riechmann-consumimos-el-planeta-como-si-no-hubiera-un-manana/

Fuente de la imagen: https://i2.wp.com/lecturassumergidas.com/wp-content/uploads/2015/04/jorgeriechmann_por_nachogoberna-02656

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México: Celebran el Día Mundial de la Educación Ambiental

28 de Enero 2018/Fuente y Autor: planoinformativo

Como parte de la conmemoración del “Día Mundial de la Educación Ambiental”  el 26 de enero, el Ayuntamiento de San Luis Potosí a través de la Dirección de Ecología y Aseo Público impartió una plática sobre educación ambiental dirigida a servidores públicos municipales.

Ángeles Martínez Toledo, Directora de Ecología y Aseo Público, explicó que con la colaboración del Centro de Educación Ambiental del Municipio el personal del gobierno capitalino recibió información que será de utilidad durante la jornada laboral y en sus hogares.

“El objetivo es obtener resultados prácticos, experiencias y capacidades tendientes a la conservación del medio ambiente e identificar la problemática ambiental en el entorno de cada uno”, precisó la funcionaria, y crear conciencia en las personas en cuanto a la necesidad de participar para conservar y proteger el medio ambiente.

“Es importante estar pendiente de los daños ecológicos que sufre el planeta como el cambio climático, la extinción de especies de flora, fauna y otros fenómenos que afectan los ecosistemas”, añadió.

Martínez Toledo destacó el impacto de la capacitación entre funcionarios y servidores públicos porque “la clave está en mostrar con el ejemplo las buenas prácticas para el cuidado del medio ambiente”.

En el Centro de Información y Educación Ambiental se imparten temas de “cambio climático”,  “educación ambiental”,  “huella hídrica”, “huella ecológica”, “separación de residuos”, “reciclaje”, “metodología para forestar y reforestar” y “cuidado de mascotas”, por mencionar solo algunos.

Dijo que todas las personas, centros escolares y de trabajo interesados en recibir información, pueden solicitarlo en la dirección a su cargo ubicada en la Unidad Administrativa Municipal.

Fuente de la noticia: http://planoinformativo.com/570549/celebran-el-dia-mundial-de-la-educacion-ambientalslp

Fuente de la imagen: http://planoinformativo.com/stock12/image/ECOLOGIA%2

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Danza, identidad y guerra

Por: Rebelión/Amyra El Khalili

La milenaria historia beduina-palestina de la danza por el agua en misión de paz.

¡Yo solamente podría creer en un Dios que supiera danzar! (Nietzsche)

Raks el Chark fue popularmente denominada en Brasil como “danza del vientre” por consecuencia de los movimientos de dobladura de la moneda en el abdomen, imagen que ha impresionado a los latinoamericanos y los estadounidenses. En inglés, “belly dance” (danza del vientre), y por los franceses, con mucho más distinción, como “bella danza” (belle danse). La “danza del este”, o “danza oriental”, traducción del árabe para el portugués se ha desarrollado en Brasil de forma muy distinta de las auténticas técnicas orientales, mezclando samba, bolero, ballet y aun lambada, sin la necesaria base técnica. Algunas danzarinas, mal-orientadas, llegaron a confundir músicas folclóricas y religiosas con músicas de danza. Para los eufóricos laicos ¡todo es lindo!

Son necesarios unos quince años para formar una danzarina profesional en el Medio Oriente. Es una danza milenaria, registrada alrededor de 5.000 a.C., desde el reino de la antigua Mesopotamia. Tiene alrededor de 3.000 movimientos posibles de ser ejecutados por el cuerpo femenino. Su base histórica tiene origen en las danzas beduinas, en rituales a los ecosistemas habitados por los pueblos nómades. Esa historia empieza alrededor de 11.000 a.C., en Jericó-Palestina, cuando las beduinas pasaron a desarrollar la cultura agro-pastoril y la fijación del ser humano en el campo.

Ellas observaban con atención a los reptiles –yacarés y cocodrilos- pues siempre que subían en cardumen el río Jordán (y en otras regiones, el Nilo, el Tigre y el Éufrates), traían las lluvias que, por su vez, dejaban humus en las orillas de los ríos. Observando que en esas orillas crecía el trigo, pasaron a manejarlo, sembrándolo en otras áreas, juntando el humus como abono.

Fue así que las beduinas, con sus compañeros empezaron a desarrollar la agricultura. Esos reptiles pasaron a ser considerados dioses, una vez que traían el mensaje de cuando podrían realizar el manejo del trigo en función de la crecida de los ríos. En ese periodo también desarrollaron el almacenamiento del cereal por largos periodos de sequía; posteriormente el Occidente adoptó este sistema. Los graneleros, hay también conocidos como silos, representaron la solución para la preocupación conceptuada como “seguridad alimentaria”.

La fertilidad de Gaya – Madre Tierra

¿Serían los siete años de vacas gordas y flacas una preocupación de nuestros ancestrales con la seguridad alimentaria?

Las beduinas podían, a partir del almacenamiento del trigo proporcionada por el período de siembra y cosecha, realizar la planificación familiar. Así, en ese período optaban por el embarazo, pues había la garantía del alimento necesario por los cinco primeros años de vida de sus niños. Esta decisión, la de tener hijos, de orden exclusivamente femenina, era compartida por el compañero en todo ritual de siembra, plantación y cosecha. La planificación familiar estaba íntimamente ligada a los ciclos hidrológicos. Agua, el bien sagrado que fertiliza la tierra permite que las mujeres decidan sobre su fertilidad, dándoles la opción de tener cuántos hijos la tierra pudiese alimentar. Agua !el semen de Alá!

Las beduinas, agradecidas, danzaban a las orillas de los ríos de aguas dulces mientras realizaban la siembra y la cosecha del trigo y cantaban para los dioses. La prosperidad de la tribu era determinada por los ciclos hidrológicos, así como el equilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. ¿Qué ocurrió desde entonces con la humanidad?

Las mujeres perdieron su relación íntima con los ciclos hidrológicos y, consecuentemente, entre tantos otros factores (guerras, enfermedades, empoderamento patriarcal), sucedió lo inevitable: desequilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. Hoy día, hay recursos naturales de menos e demasiada gente.

Las danzas beduinas aplicadas en el taller “Danza por el agua en misión de PAZ” tienen por objeto rescatar la memoria ancestral que todas las mujeres poseen de sus relaciones con el ciclo hidrológico y menstrual por medio de los movimientos ejecutados por las beduinas cuando agradecían a los dioses el regalo que les enviaban de buenos vientos, buenas aguas y buenas cosechas.

Estas mujeres construyeron mundos riquísimos como el de los faraones, la matemática, la agricultura, la astrología, la medicina, la economía, en fin, los valores culturales, políticos y sociales que son los pilares del Occidente, al lado dos sus compañeros, peregrinando por el mundo árabe, en África, Leste Europeo y Asia

La verdadera esencia de esta danza también navega por otros mares. Es, especialmente, para la mujer madura, aquella que vivió todas las alegrías y frustraciones del amor, transformando sus experiencias de vida afectiva en movimientos. Movimientos que sólo son posibles con la explosión de sentimientos honestos y sinceros. Sentimientos plenamente cantados e visibles a los ojos del pueblo de nuestro origen: el árabe.

Son necesarios muchos años de audición para captar las constantes alteraciones rítmicas de las músicas orientales, apurado sentido del significado de lo que se está danzando y una buena dosis de conocimiento de lo que representan los sufrimientos de las guerras y los prejuicios en la vida del pueblo árabe.

Esencialmente femeninas, esas danzas pueden ser acompañadas por hombres, con movimientos masculinos, destacándose el tórax, los hombros y los brazos. La danzarina debe ser soberana, elegante, mantener postura antes, durante y después de la presentación. Tener simpatía, charme y, principalmente, mucha humildad.

Cuánto más versada la danzarina, mayor es su éxito. La cultura árabe respeta a la mujer madura, la exalta y admira. No discrimina a la mujer mayor. Prefiere la más gordita, del tipo sabrosa, pícara y vanidosa. En casas nocturnas, restaurantes y fiestas árabes es común que los hombres inviten las mujeres a danzar. Es el desafío en provocar la sensualidad de la mujer. Una forma árabe de flirteo, una vez que las costumbres y valores morales de la cultura son extremadamente rígidos.

El pueblo árabe es totalmente contrario a los patrones estéticos del Occidente, que impone a la mujer ser joven y delgada, haciendo que la mayoría se sienta infeliz. ¡Eso es sumisión! Los valores espirituales de la cultura abominan la vulgaridad, considerándola ofensiva. Enaltecen la autoestima femenina. Exaltan la virilidad masculina con sus músicas y danzas de mucha sensualidad.

Raks el Chark en Brasil

En Brasil, en 1979, las danzas étnicas árabes han sido introducidas por la maestra armenio-palestina Shahrazad Shahid Sharkid, que entonces iniciaba un trabajo único en el mundo, por la Raks el Chark. La meta de su trabajo era la investigación y el estudio minucioso del cuerpo femenino por el registro de las mutaciones ocurridas a partir de la aplicación de ejercicios que creaba. Hay también, en el trabajo de Shahrazad, enorme preocupación con la formación de niñas y adolescentes para la danza del vientre, buscando no confundir el trabajo corporal adultos con el infantil, al respetar sus espacios y mentes, teniendo el cuidado de aplicar cronológicamente ejercicios de fisioterapia para no provocar el universo infantil con el estímulo prematuro para la vida sexual.

Esas mutaciones son parte del cuidadoso trabajo de anatomía de la maestra artesana, una escultora de cuerpos, teniendo siempre la preocupación de establecer límites al cuerpo, lo que no sucede con algunas danzas occidentales cuando, para alcanzar la desenvoltura exigida, es necesario provocar contusiones, quebrar huesos, forzar tendones, tensionar músculos más allá de lo soportable, lo que vuelve cartesiano (recto, linear, cuadrado) el cuerpo femenino, colocándolo en un marco donde todas quedan iguales.

Toda danza tiene, evidentemente, un cuño sagrado, a pesar de que el Occidente se apropia indebidamente de la técnica y la historia para vender sexo, imponer patrones estéticos y para la exploración del cuerpo de la mujer y las niñas, profanando los arquetipos religiosos. El hombre siempre ha deseado lo que era de Dios y intenta adquirir, por el mito de la “mercancía erotizada”, valores que no le pertenecen.

Danzas folclóricas y de raíces

Las “danzas folclóricas y de raíces” poseen un poder indiscutible de aglutinación, pues constituyen la manifestación del comportamiento cultural, histórico y social de los individuos. Reflejan en su construcción coreográfica la soberanía, el derecho a vivir dignamente, la cultura y hábitos de los pueblo de las diferentes etnias, razas y credos, además de contribuir directamente, por el placer que proporcionan, para la integración de niñas y adolescentes, Esas danzas rescatan y elevan la autoestima.

Por lo tanto, debemos tener mucho respeto por esas manifestaciones, que, por su importancia de trabajo en grupo, son verdaderos cimientos para el desarrollo social. Son instrumentos necesarios para la formación del carácter cultural e intelectual, además de apurar el sentido crítico por la observación y audición como formas de sensibilización.

En el artículo del semanario Al-Ahram, el coreógrafo Omar Barghouti discute el significado de la cultura y la educación en la preservación de la identidad nacional y el espíritu humano al mismo tiempo. La creatividad y el aprendizaje son vitales al proyecto de sobrevivencia, argumenta Barghouti, describiendo como, aún bajo el cesar fuego, el pueblo del vecindario de Ramallah precisa de libros, música y juegos. Aún en los campos de refugiados, los padres, cuyas vidas y posesiones han sido diezmadas, están preocupados en restaurar las escuelas para sus hijos. Aunque la ciudad esté ocupada y destruida, Omar Barghouti mantiene su actuación en la danza.

Barghouti pone esos valores en un contexto histórico. Los palestinos, forzados a huir de sus casas en 1948, son asombrados por su fracaso en resistir, dice. Explica que ese fracaso se atribuye a la “conciencia limitada” del tiempo, “la que, en ese contexto, se entiende como una combinación de ignorancia, analfabetismo, falta de aptitudes esenciales, como también falta de un sentido claro de identidad. Por lo tanto, cultivar una tradición de educación y la práctica de la cultura son la clave para la sobrevivencia de los palestinos como un pueblo: “los palestinos no pueden darse el lujo de no hacer parte de la rehabilitación cultural en su batalla amplia de reconstrucción y lucha por la emancipación”, escribe. En ese ensayo conmovedor, Barghouti nos suple con la imagen de la danza como símbolo de la sobrevivencia y renovación palestina.

Nuestra historia sobre las danzas étnicas árabes es mucho más larga, pero dejo esta contribución para la reflexión y cuento con todos y todas para acompañar ese rescate de la memoria ancestral en búsqueda de la equidad social, los valores comunitarios y colectivos y la determinación de construir una economía justa y equilibrada como ha sido la de nuestros antepasados, cuando la felicidad era pautada por una “seguridad alimentaria” ordenada y coordinada por las fuerzas de la naturaleza con sus ciclos hidrológicos, cultivando la sensualidad como una dádiva de Deus y exorcizando lo erótico profanador e degradador de la naturaleza humana.

¡En un tiempo tempo en que el ser humano era parte del ambiente y no lo partía al medio!
 

Notas:

1.Raks = danza Charq = leste, oriente. Charki = oriental, por lo tanto, Raqsa Ach-Charq (o Ash-Sharq) es Danza del Oriente, Danza del Leste; Raqsa Charqyi = Danza Oriental. Raqsa Ash-Sharq es la pronuncia correcta siendo Raqsa Al Sharq, para los egipcios y Raqsa Charkyi para los libaneses. Agradecimientos a Carlos Tebecherani Haddad, profesor e investigador del idioma árabe.

2. Belle Danse en francés = bella danza y Belly Dance en inglés = danza del vientre.

3. Son consideradas semitas todas las tribus beduinas, inclusive la etnia hebrea, cuya religión es el judaísmo. Con la migración de estas tribus nómades entre otras que se mezclaron, se originan los gitanos del Occidente; con la persecución de los hebreos en el Medio Oriente, adviene la expresión “judío errante” que se refiere a los judíos que parten en búsqueda de una tierra, una nación. (Lactho Drom – Michele Ray-Gravas. La Musique des tsiganes du monde de l’Inde à l’Espagne).

4. El histórico de las tribus beduinas está registrado en la cultura oral. Se encuentran narrativas en sus músicas, danzas, en los cuentos que pasan de padres a hijos, en los libros sagrados como El Corán, en las escrituras Baha’i, en la Biblia, en el Talmud etc.; se encuentran también en los poemas de Rumi, Gibran Khalil Gibran, entre otros poetas árabes y persas. Los cantos beduinos enaltecen al medio ambiente y a la mulher; relatan el amor del pueblo nómade por los ecosistemas desérticos y sus pasiones. La cantora egipcia Oum Kalthoum expresó con toda la esencia de su bellísima voz la historia de esos pueblos que encantan al mundo por su pasividad, benevolencia y profunda sabiduría milenaria. Oum Kalthoum fue considerada la “Madre del Egipto”. Una activista femenina amada y respetada. ¡Jamás lograron callar su voz!

5. Documentario que muestra el trabajo de Amyra El Khalili con el Movimiento Mujeres por la P@Z!, de la serie MICRO DOC.

Realización: Micro Mundo, 2009, Brasil. Dirección: Buca Dantas. Finalización: Mathieu Duvignaud.

Vea en https://www.youtube.com/watch?v=E2ZutMOzRPA

6. El taller ya fue ministrado en estados brasileros como Minas Gerais, São Paulo, Rio de Janeiro, Mato Grosso, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Bahía, Santa Catarina, Paraná, Distrito Federal, Acre y Amazonas. Enfocada en el intercambio de experiencias, el taller es gratuito y abierto a las mujeres de todas las edades, principalmente las que trabajan con movimientos populares, artistas e profesionales de cultura. En Rio Branco fue realizada en el pacto indígena-andino-palestino con la participación de mujeres y hombres, con líderes indígenas y campesinos en “Tributo a los pueblos de la Amazonia”.
 

Referencias:

El KHALILI, Amyra. Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe. Editora Nova Consciência. São Paulo. 2009.

VIRGÍLIO, Tiziane. Mulheres na dança pela água em missão de paz na Amazônia. Manauscult. http://port.pravda.ru/sociedade/cultura/25-01-2015/37985-mulheres_amazonia-0/ . Acceso en 25 enero.2015. Capturado en 14 dic. 2017.

ORIENTE MÍDIA. A dança que emociona a lutahttp://www.orientemidia.org/a-danca-que-emociona-a-luta/ . Acceso en 06 dic.2017. Capturado en 14 dic. 2017.

 

Amyra El Khalili, Colaboradora de Diálogos del Sur – Amyra El Khalili es beduina palestino-brasilera, del linaje del Shayk Muhammad al-Khalili*. Es profesora de economía socio-ambiental y editora de las redes Movimiento Mujeres por la P@Z! y Alianza RECOs – Redes de Cooperación Comunitaria Sin Fronteras. Es autora del e-book: Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe.

Shayk Muhammd al-Khalili – Nacido en el primer mes musulmán del Shaban del Hijra del año 1139, que corresponde al año A.D. 1724, era el líder de la Hermandad Qadiri Sufi y quizás el “hombre santo” más famoso de su tiempo en Palestina.

Fuente original: http://operamundi.uol.com.br/dialogosdelsur/danza-identidad-y-guerra/15012018/#prettyPhoto

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=236800&titular=danza-identidad-y-guerra-

 

 

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España: Un total de 26 centros de la provincia se suma a la Red de Ecoescuelas dentro del programa Aldea

España/16 de enero de 2018/Por: Europa Press/Fuente: www.20minutos.es

«El Programa Aldea, con más de 25 años de vida, sigue promoviendo el desarrollo de la conservación de los recursos naturales y fomenta la sostenibilidad contribuyendo a una sociedad proambiental y justa», ha destacado Caballero en un acto al que también ha asistido la alcaldesa ubetense, Antonia Olivares.

Esos objetivos, según ha añadido la delegada, los persigue «a través de una amplia variedad de actuaciones de educación medioambiental, clave para avanzar hacia el desarrollo sostenible»

Asimismo, Aldea se enmarca en el Programa de Acción Mundial de Educación para el Desarrollo Sostenible que lanzó la Unesco en el 2015 con el objetivo de proporcionar información y formación que contribuya al desarrollo sostenible. En este sentido, ha señalado que las Ecoescuelas son centros comprometidos con el medio ambiente en materia de gestión de residuos, gasto energético, uso del agua y calidad del entorno y de las relaciones humanas.

«Son esenciales porque desarrollan un proyecto de investigación y, posteriormente, un plan de acción que intenta resolver problemas medioambientales. En ese afán, también atraen a toda la comunidad ya que implican a la gente e instituciones que transcienden el ámbito escolar como son las familias, los barrios, el ayuntamiento y diversas asociaciones», ha dicho.

Caballero ha puesto de relieve el colegio Virgen de Guadalupe de Úbeda, que ha acogido este encuentro de coordinación, «como centro que destaca por su implicación en la educación medioambiental».

Por otro lado, ha explicado que dentro de la Red Provincial de Ecoescuelas, hay 26 centros participantes en diferentes modalidades. La modalidad Aldea A de ‘Educación Ambiental e investigación participativa’ Red de Ecoescuelas promueve una investigación activa de alumnado y profesorado.

La modalidad B de Aldea ‘Educación Ambiental para la conservación de la biodiversidad’ fomenta, en su primera línea de actuación, el desarrollo de un proyecto sobre sostenibilidad y cambio global; en su segunda y tercera línea, se trabaja la conservación de la biodiversidad y la educación ambiental en los espacios naturales.

En ambas modalidades -Red Ecoescuelas y Conservación de la Biodiversidad- participan 88 centros jiennenses en los que más de 20.000 escolares y cerca de 2.000 profesores persiguen proteger el medioambiente con proyectos como Recapacicla, Terral, Semilla, Ecohuerto, etcétera.

«Son proyectos que nutren la esperanza de un futuro más sostenible en un momento en el que parece ser que el cambio climático no es un asunto tan serio y grave para algunos», ha expresado la delegada territorial de Educación.

Para finalizar, ha destacado positivamente que la provincia de Jaén cuenta con cinco Banderas Verdes Ecoescuelas, galardón que se concede a los centros a nivel regional reconociendo las buenas prácticas medioambientales que desarrollan.

«Las Banderas Verdes representan el excelente trabajo en materia medioambiental que se está realizando en la provincia. Contamos con cinco centros educativos que lo demuestran: el colegio José Plata de Mengíbar, el IES Los Cerros de Úbeda, el colegio Antonio Machado de Peal de Becerro, el colegio Nuestra Señora de los Remedios de Canena y el IES Iulia Salaria de Sabiote», ha concluido.

Fuente de la Noticia:

http://www.20minutos.es/noticia/3235097/0/educacion-total-26-centros-provincia-se-suma-red-ecoescuelas-dentro-programa-aldea/#xtor=AD-15&xts=467263

 

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Resiliencia psíquica y social ante el colapso ecológico

Por: Fernando Cembranos

La riqueza relacional proporciona más bienestar y protección que el aislamiento, la fragmentación y la desigualdad. Los pueblos que viven con lo justo no son menos felices.

Cada vez es más difícil negar la degradación de los ecosistemas y de los factores ambientales relevantes que sustentan la vida (clima, agua, biodiversidad…), lo que nos aboca a un colapso ecológico de gravísimas consecuencias para la humanidad.

La inadecuación del sistema económico, la desadaptación cultural, la desigualdad social y las limitaciones de la psique humana hacen poco probable una respuesta lúcida y justa de las sociedades humanas ante el colapso ecológico (junto con otros) que se avecina. En efecto: los indicadores económicos que manejamos no detectan la destrucción de la base material de la vida (vivimos una cultura del despilfarro, de energía y materiales, a la que llamamos “desarrollo”), y la desigualdad social estructural hace difícil tomar medidas de contención sin que se dispare la tensión, la injusticia y el conflicto violento.

Por si esto fuera poco, la psique humana prefiere no procesar información negativa grave si no tiene muy claro cómo afrontarla, por lo que no se puede decir que tengamos una buena preparación para hacer frente a la grave degradación ecológica y social que se nos viene encima. Y, puesto que el futuro viene con grandes dosis de incertidumbre, conviene explorar cuáles son nuestros recursos y potencialidades para responder de una manera inteligente a los nuevos escenarios de deterioro material y escasez energética.

Es sabido que a partir de cierta renta per cápita las sociedades humanas no consiguen ser más felices. El incremento de la “producción” material y emisión de residuos provoca nuevos problemas, muchos de ellos irreversibles en el tiempo histórico, sin conseguir mejorar el nivel de bienestar subjetivo. El fracaso del modelo actual para dar respuesta a muchas de las necesidades y aspiraciones humanas es ya una invitación a la búsqueda de soluciones y formas de organización alternativas.

Sociedades más resilientes

Los seres humanos en ocasiones han sabido responder a situaciones muy difíciles aumentando los mecanismos de cooperación y solidaridad, el coraje, el ingenio, la motivación, la empatía y creando nuevas formas de organización. El concepto de resiliencia nos recuerda que las personas, los colectivos y los sistemas pueden salir fortalecidos a partir de fuertes tensiones negativas. En la actualidad se sabe que la supervivencia humana ha dependido fuertemente de comportamientos cooperativos y que contamos con un equipaje emocional y neurológico adaptado a ello. Las investigaciones sobre la empatía, la resonancia corporal, el contagio emocional y las neuronas espejo avalan esta idea.

Para que la respuesta sea acertada se necesita una información veraz, por dura que sea. Si bien en un primer momento puede provocar parálisis y cierto nihilismo, si no se conoce la gravedad de la situación es poco probable que se tomen las medidas adecuadas, algunas de ellas muy costosas en el corto plazo. Es verdad que la información dura y amenazante ha de ir acompañada de un esquema de respuesta relativamente claro en el que se identifiquen las causas y las medidas a tomar con razonables posibilidades de éxito. Si no, la información dolorosa será desestimada, negada y (momentáneamente) olvidada. Serán más resilientes (capaces de fortalecerse en la dificultad) aquellas sociedades que no recurran a falsas creencias tales como la fe tecnológica, la sumisión incondicional al crecimiento o el escepticismo incrédulo del “nunca ha pasado”, y se pongan a la tarea con información relevante y realista por incómoda que sea.

La zanahoria detrás del palo

El neocórtex posibilita al ser humano aplazar sus satisfacciones inmediatas para obtener satisfacciones futuras. Por eso hemos podido almacenar el grano para el invierno y mudar el campamento cuando ha sido necesario. El ser humano es capaz de visualizar escenarios futuros y actuar para conseguir los deseables y escapar de los indeseables. Incluso hay testimonios de sociedades que eran capaces de roturar una tierra que no les daría frutos inmediatos pero se los daría a sus descendientes.

La motivación de logro estudiada por la psicología social ha resultado ser uno de los procesos más poderosos del ser humano para afrontar situaciones difíciles. Lejos de la propuesta plana del confort, planteada a menudo por el mercado, los seres humanos aumentan su motivación cuando incorporan el esfuerzo. A más dificultad y esfuerzo más motivación, a condición de que el esfuerzo, las dificultades sufridas o el trabajo incorporado tengan una probabilidad razonable de éxito. Las dificultades no faltarán, pero se hace preciso visualizar el logro, tener algún tipo de horizonte deseable, alimentar de forma creíble la esperanza.

El ser humano y las sociedades humanas han buscado siempre un sentido que les explique y que les trascienda. La supervivencia y la dignidad de las generaciones futuras (y ya también las actuales) es sin duda una fuente inagotable de sentido. Qué mejor motivo que la lucha para que la toda la especie humana, (incluidos nuestros nietos) pueda seguir estando invitada a sobrevivir y disfrutar en este planeta.

Las sociedades y grupos más cohesionados y más igualitarios tienen más posibilidades de sobrevivir y responder adecuadamente. Tienen más capacidad de realizar cambios y tomar medidas costosas. Disponen de mayor presión grupal para que sus miembros modifiquen y mantengan sus conductas más adaptativas. Es más fácil asumir trabajos y esfuerzos si se tiene la idea de un compromiso colectivo. La inclinación a implicarse es superior y la vivencia es más satisfactoria.

La cercanía del colapso ecológico puede redirigir nuestras sociedades a una mayor riqueza relacional en lugar de un uso más intensivo de materiales y energía. La riqueza relacional proporciona más bienestar y protección que el aislamiento, la fragmentación y la desigualdad. Los pueblos que viven con lo justo no son menos felices. Nos hace infelices la explotación, la violencia, la desigualdad, la soledad o los ataques a la libertad y la dignidad.

El poder de los imaginarios

Es interesante centrarse en las soluciones que además de valer para el largo plazo valgan también para el corto. Las soluciones bajas en consumo energético provocan menos contaminación y crean cercanía. Disminuyen los destrozos del colapso y pueden mantenerse en el largo plazo. Algunas de estas soluciones orientadas a la sostenibilidad, como: la movilidad corporal, algunos ritmos lentos, la densidad relacional, etc, también mejoran el bienestar subjetivo presente.

Las propuestas de Lakoff muestran cómo no siempre los meros datos o argumentos son suficientes para movilizar conductas, sino que es necesario hacer resonar esquemas cognitivos-emocionales (valores). “El pueblo unido jamás será vencido”, “Tierra y libertad”…, la mayor parte de las sociedades han tenido en cuenta en su imaginario y en su sistema normativo a las generaciones venideras, es más, la mayor parte de los seres humanos se preocupan con fuerte implicación emocional por el devenir de su descendencia (el gen “egoísta” ha resultado ser a menudo muy generoso).

Desde el punto de vista histórico, muchas generaciones se han visto portadoras de una importante misión: la revolución francesa, la lucha contra el nazismo o la conquista de la democracia. Tal vez la generación actual tiene ante sí uno de los mayores retos que jamás ha existido: cambiar las reglas del juego para poder seguir existiendo sobre la faz de la Tierra, y con dignidad y justicia.

La naturaleza, las sociedades humanas y las personas también han dado muestras de “optimismo”, realizando operaciones que a priori tenían baja probabilidad de éxito pero que finalmente han resultado acertadas al insertarse en sistemas complejos. Tenemos múltiples ejemplos de esto: desde el propio proceso de formación de la vida a las diferentes soluciones para expandir los hábitats a territorios hostiles, las luchas sindicales y feministas o las mismas revoluciones.

Lemas como “otro mundo es posible” o “sí se puede” permiten implicar a las personas en causas difíciles; a la vez, pueden actuar como profecías que conllevan su propio cumplimiento. La mera creencia puede aumentar las probabilidades de éxito. Ante el colapso ecológico tenemos la responsabilidad de ser optimistas; ya puestos, también inteligentes.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=234508

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