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España: Solana reitera su apuesta por la educación “pública y de calidad” con más presupuesto

Europa/España, 29 de julio de 2017. Fuente: http://www.navarrainformacion.es

En conferencia de prensa para realizar un balance de la actividad de su departamento en el ecuador de la legislatura, Solana ha destacado además el incremento de la oferta educativa en euskera en respuesta al aumento también de la demanda, lo que cumple con “lo que la ciudadanía ha reclamado durante décadas”.

La consejera de Educación, María Solana, ha reiterado su apuesta por la educación “pública de calidad” como “una inversión de futuro” en Navarra, con un “notable” incremento del presupuesto de su departamento y con su “compromiso” para seguir en ascenso para beneficio de todos los niveles educativos.

El Departamento de Educación ha realizado hoy el balance de los dos primeros años de legislatura en los que se ha avanzado en garantizar y reforzar un sistema educativo público y de calidad. La consejera María Solana ha destacado la firme apuesta del Departamento que dirige por “una educación basada en la inclusión, la igualdad y la equidad”. En ese sentido, Solana ha remarcado la apuesta por “la educación como inversión de futuro y herramienta de cohesión social para la Comunidad; ya tenemos en marcha 3 planes estratégicos encima de la mesa para el desarrollo social, económico y territorial de la mano del Plan de FP, del Plan de Atención a la Diversidad y del Plan de Coeducación”.

Por otra parte, ha subrayado que se han alcanzado hitos destacables como “triplicar el presupuesto destinado a obra nueva en infraestructuras educativas en dos años, además de ordenar el sistema de becas y ayudas para las familias que más lo necesitan, así como impulsar la diversidad lingüística partiendo del reconocimiento del derecho a educarse en las dos lenguas propias de Navarra”.

En rueda de prensa Solana, quien ha estado acompañada por la directora general de Universidades y Recursos Educativos, Nekane Oroz, ha explicado el proceso de modernización que se está llevando a cabo en el departamento de Educación, que ha permitido “mejorar la contratación temporal de docentes, tanto para cubrir puestos por nuevas necesidades, como para sustituciones generadas a lo largo del curso escolar”. Solana se ha referido así a la aplicación telemática para la adjudicación de plazas (ATP) puesta en marcha durante este segundo año de legislatura y que permitirá con su implementación que también las adjudicaciones de docentes que se realizan en junio dejen de ser presenciales y se agilice dicho proceso de contratación. La consejera apuesta por que para el verano de 2018 las contrataciones de profesorado interino se puedan realizar por esa vía, “visto el buen funcionamiento que está teniendo desde que se puso en marcha para las contrataciones de substitución durante este pasado curso”.

Fuente noticia: http://www.navarrainformacion.es/2017/07/27/solana-reitera-apuesta-la-educacion-publica-calidad-mas-presupuesto/

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CEPAL: Enfoque de género y políticas públicas de acompañamiento son cruciales para garantizar los derechos de mujeres, niños y adolescentes

Julio de 2017/Fuente: CEPAL

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participó en una reunión de alto nivel de la iniciativa de las Naciones Unidas “Todas las mujeres, todos los niños”, inaugurada ayer por la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

“Un enfoque de género y ciclo de vida en las políticas públicas resulta crucial para visibilizar las necesidades y revertir las desventajas que enfrentan tanto las mujeres como las niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, en la primera jornada de la reunión de alto nivel Todas las mujeres, todos los niños, todos los adolescentes, que tiene lugar en el Palacio La Moneda, sede del Poder Ejecutivo de Chile.

“El género, la edad y la condición étnico-racial son tres ejes determinantes de la distribución del bienestar y del poder en la sociedad”, por lo que las “políticas públicas deben acompañar a las personas en las diferentes etapas de sus vidas, respondiendo a los riesgos y vulnerabilidades particulares de cada una de ellas”, explicó la máxima representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El evento fue inaugurado por la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en su calidad de copresidenta del grupo asesor de alto nivel de la iniciativa EWEC (Every Woman Every Child), junto a los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés; de Salud, Carmen Castillo; de Educación, Adriana Delpiano; de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual; y de Desarrollo Social, Marcos Barraza. Asisten altos funcionarios de las Naciones Unidas, representantes de países de América Latina y el Caribe y especialistas internacionales.

EWEC (Todas las mujeres, todos los niños) fue lanzada por el ex Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en septiembre de 2010, con el propósito de movilizar e intensificar la acción nacional e internacional de gobiernos, organismos multilaterales, el sector privado y la sociedad civil en torno a los principales desafíos de salud que enfrentan las mujeres, niños y adolescentes en el mundo.

“Hoy tenemos evidencias concretas de que las intervenciones en favor de las mujeres, la niñez y la adolescencia generan impactos muy positivos” en las sociedades, señaló la mandataria chilena en el evento que tiene como objetivo discutir la implementación de la Estrategia Global para la Salud de la mujer, el Niño y el Adolescente en el contexto de América Latina y el Caribe (2016-2030) con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Durante su intervención, Alicia Bárcena presentó indicadores clave en materia de pobreza, maternidad adolescente, mortalidad infantil, malnutrición, violencia contra las mujeres y violencia escolar, entre otros, que permiten identificar los principales retos pendientes.

“La pobreza tiene rostro de mujer en América Latina y el Caribe”, resaltó, ya que ellas están sobrerrepresentadas en los quintiles de menores ingresos. Asimismo, “los niños, niñas y adolescentes son más afectados por la indigencia y la pobreza que personas de otros grupos etarios”, agregó.

Bárcena también planteó que la persistente mortalidad materna por razones prevenibles es probablemente uno de los indicadores más reveladores de la desigualdad y la discriminación que afecta a las mujeres latinoamericanas y caribeñas.

Por otra parte, si bien la mortalidad infantil ha disminuido significativamente en los últimos 10 años, esta sigue siendo sistemáticamente más elevada entre la población indígena y la afrodescendiente, enfatizó.

La CEPAL en conjunto con el PMA (Programa Mundial de Alimentos) también ha calculado los costos totales de la doble carga de la malnutrición (desnutrición y obesidad) en tres países de América Latina (2014). Los montos ascienden a 493 millones de dólares en el caso de Chile (0,2% del PIB), 4.344 millones de dólares en Ecuador (4,3% del PIB) y 28.830 millones de dólares en México (2,3%), por costos asociados a salud, educación y productividad.

“La desigualdad no es inevitable”, resumió Bárcena, quien abogó por un nuevo paradigma de desarrollo en América Latina y el Caribe que combine inclusión social, sostenibilidad ambiental y dinamismo económico.

En este marco, agregó la alta funcionaria, la CEPAL propone construir un nuevo pacto político que permita transitar desde una cultura de privilegios -sustentada en la evasión fiscal, en la corrupción y en el tráfico de influencias- a una cultura de la igualdad.

Es indispensable, dijo, contar con políticas universales de salud, educación y erradicación de la pobreza y con sistemas de protección social universal, especialmente para la niñez y la adolescencia, además de garantizar las tres autonomías de las mujeres (física, económica y política) y derrotar el silencio estadístico, visibilizando a las poblaciones más vulnerables.

En la reunión –que concluye el martes 4 de julio- se presentará el Compromiso para la Acción para poner en marcha la Estrategia Mundial para la salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente.

Fuente: http://misionesonline.net/2017/07/06/cepal-enfoque-de-genero-y-politicas-publicas-de-acompanamiento-son-cruciales-para-garantizar-los-derechos-de-mujeres-ninos-y-adolescentes/

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México: Buscan sindicatos reorganizarse y unirse a CNTE contra reforma educativa

México/Julio de 2017/Autor: Sergio Robles/Fuente: Quadratin Guerrero

Integrantes de Sindicatos de Educación Media Superior llevaron a cabo un primer encuentro nacional en el puerto, con el propósito de reorganizarse como una Coordinadora Nacional Media Superior, la cual sería dependiente de la Coordinadora Nacional Trabajadores de la Educación (CNTE) y seguir luchando contra la reforma educativa. En conferencia de prensa en las instalaciones de la delegación de servicios educativos región Acapulco-Coyuca, estuvieron presentes los secretarios de los sindicatos de Michoacán, Chiapas, Estado de México y Guerrero. En su intervención, el secretario general del Sutcobach de Chiapas Fernando Serrano Monroy indicó que se pretende organizar una agenda que les permita defender los contratos colectivos que tienen y el sindicalismo en los diferentes subsistemas para seguir la lucha en defensa de la educación pública. Añadió que “también cuidar que nuestros derechos y prestaciones que tenemos en los contratos colectivos se sigan dando, las autoridades educativas nos están violando los contratos colectivos de trabajo, con el argumento que no tienen presupuesto para cumplir con el pacto bilateral que se ha hecho entre los sindicatos”. Por su parte, el secretario del Sutcobach en Guerrero, Alfredo Ramírez García puntualizó que uno de los objetivos era la reorganización, ratificar el compromiso que tienen contra la reforma educativa del gobierno federal, ya que se pretende cercenar sus derechos y prestaciones que a lo largo de los años han ganado como sindicato. “No estamos en contra de la evaluación educativa, estamos en contra de que esta evaluación sea unitiva y sobre todo pretenda a toda costa cercenar derechos y prestaciones que a lo largo de muchos años los sindicatos y trabajadores hemos venido logrando, demandamos una evaluación que sirva y coadyuve al proceso de enseñanza-aprendizaje a la evaluación del magisterio, pero no una evaluación como se pretende por el gobierno federal de cambiar de régimen laboral”, sentención. De la situación que tienen en Guerrero, Ramírez García recordó que les han quitado recursos por la eficiencia académica, así como estímulos al desempeño académico, prestaciones de becas de estudios y sobre todo asignación de horas de acuerdo con los perfiles.

Fuente: https://guerrero.quadratin.com.mx/buscan-sindicatos-reorganizarse-unirse-cnte-reforma-educativa/

 

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Perú: Zavala pide a maestros en huelga regresar a las aulas para iniciar diálogo

Perú/Julio de 2017/Fuente: Rpp

El gobierno dialogará con los maestros en huelga siempre y cuando ellos depongan su medida de fuerza y vuelvan a cumplir su obligación de dar clases, aseguró esta tarde el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala.

“El mensaje ha sido igual al que ha hecho el Ministerio de Educación durante las últimas semanas: se podrán iniciar espacios de diálogo siempre y cuando los profesores regresen a las aulas. Si no hay esa intención de conversar en un ambiente de paz, no podremos continuar con esos espacios de diálogo”, manifestó en conferencia de prensa al término del Consejo de Ministros.

Más de un mes de huelga. Según dijo, el Viceministerio de Gobernanza de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), recibió a representantes del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) del Cusco, para conversar sobre este tema y evaluar salidas al problema.

Un sector de profesores afiliados al Sindicato Único de Trabajadores en la Educación Regional (Suter) del Cusco protagoniza desde el 15 de junio una huelga en demanda de mejoras salariales, medida que, según el gobierno, está haciendo peligrar el año escolar.  Los maestros han extremado su protesta a través del bloqueo de vías e intentos de toma de locales públicos, entre otras acciones.

Fuente: http://rpp.pe/politica/gobierno/zavala-pide-a-profesores-en-huelga-deponer-medida-para-iniciar-dialogo-noticia-1066714

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The Evergreen State College Implosion: Are There Lessons To Be Learned?

Por: Michael Zimmerman

En los últimos meses, el Evergreen State College ha sido promovido como el ejemplo arquetípico de los problemas asociados con la corrección política corrompida. Los videos de los estudiantes y miembros de la facultad que usan lenguaje sucio y abusan de los miembros de la comunidad compañeros se han vuelto virales. Las imágenes fijas de los estudiantes que manejan los murciélagos del béisbol y que actúan como fuerza de policía del vigilante se pueden encontrar en todas las esquinas del Internet. Las imágenes de decenas de miembros armados de la Patrulla del Estado de Washington, vestidos con equipo antidisturbios, patrullan el campus ofrecen una mirada aterradora a lo que sucede cuando los administradores del campus pierden el control de una universidad.

 

In recent months, The Evergreen State College has been promoted as the archetypal example of the problems associated with political correctness run amok. Videos of students and faculty members using foul language and abusing fellow community members have gone viral. Stills of students wielding baseball bats and acting as a vigilante police force can be found on all corners of the internet. Images of scores of armed members of the Washington State Patrol, clad in riot gear, patrolling campus offer a frightening look at what happens when campus administrators lose control of a college.

With a bit of distance, it is well worth looking back and asking what can be learned from this situation. Were conditions at Evergreen so idiosyncratic that any knowledge gleaned has only local value or might Evergreen’s situation provide us with a broader perspective on the current state of higher education? I believe the latter is the case and that therefore it is worth exploring two closely linked facets of the Evergreen experience: the cause of the uproar; and campus leadership.

The story that’s being promoted everywhere is that one faculty member’s resistance to Evergreen’s 2017 incarnation of its “Day of Absence” is at the center of the turmoil. In 2017, instead of people of color voluntarily absenting themselves from campus for a day to demonstrate the importance they play in the community, as had been the case for many years, white individuals were encouraged to leave campus. In mid-March Professor Bret Weinstein argued that:

There is a huge difference between a group of coalition deciding to voluntarily absent themselves from a shared space in order to highlight their vital and under-appreciated roles (the theme of the Douglas Turner Ward play, Day of Absence, as well as the recent Women’s Day walkout), and a group or coalition encouraging another group to go away. The first is a forceful call to consciousness which is, of course, crippling to the logic of oppression. The second is a show of force, and an act of oppression in and of itself.

The implication has been that Professor Weinstein’s comments were so outlandishly racist that people caring about social justice had to rise up and call for his dismissal from his faculty position. If that were the case, however, the question must be asked why it took until 23 May, over two months after his note was disseminated, for the protest to occur. The Day of Absence itself occurred over one month prior to the protest. And, of course, all of this ignores the fact that Professor Weinstein’s note was simply and strongly presenting an alternative perspective to the structure proposed for the Day of Absence while affirming the power and importance of the original configuration as a way of combatting racism.

The reality of what occurred is far more complex, and, in fact, far more insidious than the caricature presented in most media reports. Regardless of what some would have us believe, the exclusion of white people from campus was not a mandate; no one was required to leave. But the pressure for white individuals to leave campus, to demonstrate that they were good allies to people of color, was very real. And many, students, faculty and staff alike, were confused by the structure of the day. How could they not be confused? Consider parts of just three of many notes that were sent to all faculty and staff members prior to the Day of Absence by supporters of the event:

  • I feel strongly about honoring the call for white-identified people to absent themselves from campus…
  • This change to DOA/DOP [Day of Absence/Day of Presence] this year (where allies travel off campus and POC [people of color] stay on campus) is beautiful.
  • I think the role reversal of this year’s DoA is brilliant in that it encourages Evergreen’s white population to take accountability for their active participation in unlearning racial prejudice in a way that staying on campus wouldn’t.

So why was Professor Weinstein the epicenter of the student protest and why did it occur when it did, so long after he offered his critique of the Day of Absence?

The answer to the first question revolves around the unique role that Professor Weinstein has played on campus during his time on the faculty. As much as it might like to think of itself as an open and tolerant environment, Evergreen isn’t very accepting of voices that question the Evergreen orthodoxy. While this might be seen as a terribly ironic situation for a liberal arts college to find itself in, this has been the Evergreen reality for quite some time and the result is that a large number of faculty members, perhaps the majority of them, simply absent themselves from most discussions. Professor Weinstein is not one of those who have opted for self-censorship. He has always been willing to ask questions, to point out what he sees as flaws in ideas, and to offer suggestions for improvement.

He has played that role to a great extent and to the frustration of many this academic year, a year almost completely focused on the twin concepts of equity and inclusion on campus. Indeed, George Bridges, Evergreen’s relatively new president, reformulated a college-wide Equity Council and provided them with a very wide charge. The group consisted of 28 members, six of whom were current faculty members and they set to work to outline a strategic equity plan.

The Council created a plan without any public input and scheduled a meeting in the middle of November to present it to the campus community having announced that it had already received the blessing of President Bridges. The plan, as presented, was built on a statistical analysis of retention, achievement and graduation data and proposed to make significant changes to faculty hiring practices as well as to the structure of the curriculum. The meeting offered no opportunity for open discussion of the plan and was structured as an opportunity to celebrate the plan’s creation. Building on the region’s Salish culture, the meeting concluded with attendees being asked to metaphorically climb into a canoe to embark on a journey to equity. The implication was that if people failed to board the canoe, they would be left behind. Indeed, the sentiment was expressed by some that if you were unwilling to get on board, perhaps Evergreen was not the place you should be working.

Professor Weinstein responded in an email by raising some questions but, more importantly, calling for open discussion of the ideas, strategies and directions outlined in the plan. He did so carefully and politely, never once criticizing any individual. Consider, as an example, the following from one of Professor Weinstein’s early emails:

Maybe it isn’t mine to say because the canoe isn’t from my culture, but this canoe metaphor felt like it was appropriated for the ironic purpose of cloaking an unstoppable train. You are either onboard, or you are not. You can attempt to derail this proposal, or you can accept where the train is going.

From what I have read, I do not believe this proposal will function to the net benefit of Evergreen’s students of color, in the present, or in the future. Whatever type of vehicle it is, I hope we can find a way to discuss this proposal on its merits, before it moves farther down the line.

In response, he was branded a racist and an obstructionist. A faculty member who sat on the Equity Council explicitly called him a racist in two different faculty meetings. When Professor Weinstein asked for an opportunity to defend himself, he was told that a faculty meeting was not the appropriate venue for such a defense. When he asked what the appropriate venue was, he was told that no such venue existed because he was a racist. Neither the president nor the interim provost interceded to make it clear that leveling such charges against a fellow faculty member was unacceptable within the college community. When Professor Weinstein spoke privately with both of those administrators about these incidents, they both acknowledged the inappropriateness of the behavior but each said that it was the responsibility of the other to do something about it. Neither administrator took any public action in response.

But even that tells only part of the story. As mentioned above, the Equity Strategic Plan was built on a statistical foundation. When the validity of that foundation was called into question, including by a robust analysis by an Evergreen alum currently in graduate school, the same faculty member who publicly called Professor Weinstein a racist began attacking scientists generally claiming that their reliance on data was dismissive of the concerns of students. President Bridges, upon being presented with the alum’s statistical critique, promised a response but none has been forthcoming.

Despite all of this, Professor Weinstein continued to call for open discussion of the strategic plan with no response other than personal attacks on him being ratcheted up. It became clear why Professor Weinstein’s appeal for dialogue drew such enmity when the same faculty member who publicly called him a racist was reported to have said that the Equity Council didn’t want such discussion because the plan might not survive such scrutiny intact. A number of senior administrators voiced the same fear with one going so far as to say that expecting a public review of the plan after it had been approved by the Equity Council which had so many people of color on it was an example of white supremacy.

Although Professor Weinstein had a fair number of colleagues supporting him behind the scenes, his was the main voice heard on campus. His voice was neither strident nor impolite but it was relentless. And its dominant message was a plea for discussion. On the few occasions when he raised any specific objections to the plan, he did so by arguing that he thought the proposed action would actually harm rather than help students of color. In an environment where you were either on the equity canoe or you were lost at sea, Professor Weinstein’s voice was seen by many as a disruptive force that needed to be silenced which explains why he became the center of attention once the protests began.

But none of that explains why the protests occurred when they did. For that we need to go back to the beginning of the 2016-17 academic year. Evergreen’s academic year begins with an all-campus convocation. That event includes a talk by the author of a book all incoming students read over the summer. This year a number of students attempted to take over convocation and refused to permit the speaker to address the campus community. President Bridges managed to convince the students that they’d have a chance to be heard after the College’s invited guest spoke. Afterwards, the president sent out a note to the full campus community apologizing for his actions saying that he should have let the students speak when they wanted – that their voices were every bit as important as that of the author of the common read.

Fast forward to the day following the 2016 presidential election. Two campus events were scheduled for that day: a board of trustees meeting; and the dedication of the newly remodeled and renamed Purce Hall. Students upset by the election surrounded the trustees and berated them for their racist attitudes. The meeting was cancelled and hours later the building dedication was similarly disrupted – despite the fact that Purce Hall was named for Evergreen’s immediately preceding president, an African American who served as president for 15 years. Despite the chaos associated with both events, no students were brought up on disciplinary charges.

Fast forward to the installation of Evergreen’s new police chief, Stacy Brown, herself a graduate of Evergreen, early in winter quarter. This event, too, was disrupted by students and during the disruption the vice president for student affairs was pushed and a microphone was wrestled from her hands. She was almost knocked to the ground by two students. Because of the way the vice president was treated, disciplinary proceedings commenced against the two students who pushed her. No other student faced disciplinary consequences for the disruption.

Fast forward to the week prior to the protests. There was an ongoing, mostly online discussion among students about limiting a program to be taught the following fall to students of color. One student objected asking how it would appear if the reverse were ever to be the case; if a program were to be limited to white students. (The program in question was to be taught by the faculty member who publicly called Professor Weinstein a racist.) The student raising the objection received a good deal of abuse and then, he claimed, he was physically confronted in the cafeteria. This student, himself a student of color, went to the campus police department to file a complaint against the two students he said assaulted him. The police began an investigation later that evening and one of the students interrogated was the leader of the protest that soon followed. Given that one of the complaints raised by the protestors was that the police were targeting certain individuals, black trans students in particular, and given that the students accused of pushing the vice president and accosting the student in the cafeteria were black trans individuals, it seems reasonable to assume that the protests were, in part, designed to deflect unwanted attention for possibly inappropriate actions.

It’s also worth exploring the climate in which the Evergreen student protesters were immersed, a climate that encouraged their behavior. A series of anecdotes will make my point.

Let’s begin with the faculty member who publicly called Professor Weinstein a racist. On 14 November, two days prior to the meeting at which the Equity Council’s strategic plan was released, she made the following post on Facebook: “SERIOUSLY JUST BE QUIET. ONLY APPOINTED/APPROVED WHITES CAN SPEAK (AND ONLY WHEN SPOKEN TO). When that post, a post by a member of the Equity Council, was brought to the attention of President Bridges, he opted to do nothing publicly.

An even more disturbing Facebook post by this faculty member generated no response from the administration but actually gained defenders from the faculty ranks. The post was in response to a note written by Professor Weinstein’s wife, Heather Heying, also a faculty member at Evergreen. After Professor Weinstein was warned by Evergreen’s police chief to stay away from campus because his safety couldn’t be guaranteed, and after administrators were held hostage in their offices by a student group, the interim provost wrote a note saying that if anyone felt unsafe, they should come and speak with him or one of the deans. Professor Heying thought this note was both insensitive and disingenuous since obviously her husband was unsafe in the eyes of the police chief and he was advised against setting foot on campus. The faculty member responded to this note by posting this on Facebook: “Oh lord, Could some white women at Evergreen come and collect Heather Heying’s racist ass. Jesus”

Administratively, Evergreen has an uncomfortable relationship with the concept of free speech, especially for a liberal arts college and even more so for a public institution. A year and a half ago, long before the current protests, the vice president for student affairs and another senior administrator were going around campus removing posters they felt would make people uncomfortable. The posters neither incited violence nor constituted hate speech, but in the eyes of those administrators, they deserved to be censured.

The response made by the vice president for student affairs when student protestors were roaming the campus armed with baseball bats and tasers made it clear that differences of opinion could be frightening. She wrote to students living in the residence halls, in part:

We are aware of a small group of students coordinating a community patrol of housing and campus. We acknowledge and understand the fear and concerns that are motivating these actions. We also understand that these students are seeking to provide an alternative source of safety from external entities as well as those community members who they distrust.

Yes, she went on asking students to put down their baseball bats (“Community patrols can be a useful tool for helping people to feel safe, however the use of bats or similar instruments is not productive.”) but simply giving credence to the idea that the presence of fellow students not involved in the campus protest could warrant a “community patrol” is troubling.

An event that occurred the week following the student protests provides yet another example of what free speech means on the Evergreen campus. Unrelated to any of the activities that had taken place, a small group of Christian fundamentalists came to campus, as they do every year and as they do on virtually every campus, and began reading Bible verses. The following paragraph comes from a note the vice president for student affairs sent the campus community praising the community’s response to these visitors: “During the counter-demonstration many of the students who engaged did so in reasonable ways to respond to the speech of the demonstrators that they found objectionable and hurtful.” What were the “reasonable ways” students responded. The videos of the incident show students surrounding those preaching and shouting at them, making it impossible for anyone to hear what they were saying.

The administrative message from all of this is very clear: freedom of speech is only for speech with which you agree and aggressively silencing those with whom you disagree is fair game.

Given all of this, can there be any surprise that students acted as extremely as they did? Given their role models, can there be any surprise that they refused to let President Bridges speak, even when they asked him a direct question? Given that, very early in the process, President Bridges used foul language when discussing Professor Weinstein with students (and then immediately said, “Don’t put this on tape!), can there be any surprise that students used similar language in response? Given that President Bridges praised them for their courage for demonstrating, capitulated to virtually all of their demands and promised that no one would be punished for their behavior, can there be any surprise that the protesters continued to make additional demands?

Make no mistake about it. Overt racism and institutional racism are serious problems in our society, problems that need to be addressed. But meaningful corrections can only occur in response to real problems. When, as has been the case on the Evergreen campus, requests for examples of racism are met with the charge that such requests are in and of themselves racist, it is unlikely that any progress will be made.

The Evergreen campus has become a place where identity politics takes precedence over every other aspect of social intercourse. It has become a place where it is acceptable for colleagues to levy personal attacks on colleagues in response to differences of opinion and even in response to calls for dialogue. It has become a place where it is acceptable to shout down those with whom you disagree. And it has become a place where the administration watches from the sidelines, apparently fearful of antagonizing anyone.

But that is not what leadership is about. Leadership means treating all members of a community with respect and demanding that others do the same. It also means publicly holding community members responsible for their behavior. Finally, it means having and upholding a set of principles, even when doing so might be uncomfortable.

Evergreen is not alone in the constellation of institutions of higher education facing these problems. It is, however, a place that has allowed extremists to dominate and discussion to die. Others will do well to learn from the mistakes made on this campus.

A personal note: I served for five years (2011-2016) as provost and vice president for academic affairs at The Evergreen State College. During the 2016-17 academic year, President Bridges changed my appointment such that while I retained the title of vice president for academic affairs, I was assigned to work on off-campus issues. In that capacity, I was uninvolved in the protests that took place this spring. As of 1 July 2017, I no longer hold an administrative appointment at Evergreen and thus I feel free to publicly share my perspective on the situation, something I felt uncomfortable doing while still ostensibly a part of the administration.

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/entry/the-evergreen-state-college-implosion-are-there-lessons_us_5959507ee4b0f078efd98b0e

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Horario y salario crítico en la universidad venezolana

Por: Luis B. Saavedra M.

Profesores, estudiantes, empleados y obreros de las universidades venezolanas, es decir, buen número de los miembros de la comunidad académica y sus colaboradores, en estos últimos días o meses asumen, tal vez como un mal menor, lo que se ha dado en llamar «Horario Crítico». Que ni remotamente es igual a una huelga de brazos caídos luchando por la «Escala móvil de salarios», vieja aspiración del movimiento obrero y de los trabajadores en general en el mundo contemporáneo. No, el horario crítico no es sino una especie de «paro móvil».

Así, cada semana los días de paro y clases se alternan, lo cual no deja de ser un «bochinche», merced a la actitud anti-gubernamental a ultranza de los demócratas adeco-copeyanos aglutinados en Fapuv, procurando apoyar desde ese ámbito la llamada «Salida», lo mismo que huestes violentas de PJ y VP por brazo del lumpen urbano industrial ejecutan en calles de cada vez menos urbanizaciones de Venezuela y bendecidos por obispos y curas de la santa Iglesia. Pero es al Gobierno Bolivariano al que acusan de no honrar sus compromisos para con la universidad venezolana y asesinar manifestantes pacíficos, ya que algunos policías y sargentos, de tan brutos ciertamente han cometido esos crímenes; aunque ya están detenidos, ciertamente un comportamiento muy diferente a la Cuarta República, lo que no niega la gravedad de la cuestión.

Se cuenta con un presidente obrero y ciertamente constantemente hace aumentos del salario mínimo pero del campo o campus universitario más bien habla poco y los ministros del ramo menos, conformándose con las ya viejas políticas que al respecto diseñó y ejecutó el comandante Chávez, que no es poca cosa; pero repite uno de sus errores más gruesos, a saber, la poca satisfacción laboral del universitario, principalmente el personal académico; lo que ha dado lugar a la migración de buena parte de profesores investigadores, además de que la ampliación de la oferta en la educación superior en Venezuela, de por sí muy loable, no se ha traducido en mayor calidad en la investigación y en los procesos de enseñanza y aprendizaje, además que lamentablemente y según los testimonios en las nuevas universidades se van repitiendo los viejos vicios en la administración de los recursos asignados al transporte, comedor, sueldos y otros rubros; donde por cierto en esas nuevas universidades no hay centros de investigación, que se sepa.

Por otra parte, es bueno señalar que buena parte de los integrantes de la comunidad universitaria descreen del actual gobierno y argumenta que Maduro lo que hace es comprar más bombas lacrimógenas a fines de contener o reprimir una escalada de protestas que no parece amainar. Al contrario, ambas formas de accionar (protesta-contención) cada vez se tornan más violentas. Aunque el presidente ha dicho que la guarimba ya fracasó, deseo que muchos opositores deseen secretamente también porque ya sus «Libertadores» los tienen fastidiados, por decir lo menos.

Volviendo al tema central de esta nota, todos quienes prestan servicios en las muy queridas y maltrechas universidades autónomas o experimentales tradicionales (11 adscritas a AVERU y donde históricamente ha recaído el mayor peso de los trabajos de investigación, docencia y extensión, algunas de las cuales aparecen en ranking de las mejores universidades del mundo o América Latina, al menos; cuestión que a muchos aunque salidos de su seno, creen no sea cierto y participan de la percepción de que estas corporaciones educativas están siendo abandonadas a la buena de Dios, o implosionadas).

Quienes trabajan en esas universidades de larga data en Venezuela, padecen ese estrés del horario crítico, o el paro indefinido eufemístico como forma de presión que no se siente porque el gobierno lo aprietan por todos los lados, afectando gravemente a todos, pero especialmente a la población estudiantil; que parce poco les preocupa eso, sobre todo a quienes andan metidos en eso de las protestas («¿Quiénes somos? ¡Estudiantes! ¿Qué queremos? ¡Libertad!») y hasta algunos son dizque «rescatistas», que no es sino otra forma de penetración de las ONGs financiadas por el Departamento de Estado norteamericano al suelo patrio, según.

Y peor aún, en la universidad venezolana padece de un salario crítico. O depauperado por este contexto socio económico de hiperinflación de Venezuela. Consecuencia de muchos factores, como la crisis capitalista mundial con una estrepitosa caída de los precios del petróleo (que es idea principal expuesta en un documento del movimiento «El Topo Obrero» (2017), publicado en esta misma página recientemente; en ese sentido también sostuvo idea similar, hace ya más de veinte años, el historiador Reinaldo Rojas (1992), a saber que «Una discusión sobre las perspectivas de la evolución futura de Venezuela hacia el siglo XXI, se hace en los actuales momentos de crisis global, construcción indispensable para la acción política revolucionaria del presente. Se trata de interrogar a la historia preguntándonos: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?» (. 13).

De donde se tiene que de esta narrativa no se debe olvidar que esta crisis, aun reconociendo los aspectos citados anteriormente, es consecuencia de la contumaz agresión económica que país alguno ha padecido en la historia moderna. Además de la tragedia de no contar con una «burguesía nacionalista» que arriesgue e invierta en el país de manera más decidida, como parece que sí tienen otras naciones; sin negar que «la inversión extranjera» no se realiza tampoco en Venezuela dado «el riesgo país» que elaboran ciertas organizaciones de estilo, por ejemplo.

Pero, en fin, continuando con esta crónica de la universidad venezolana actual conviene decir que en cambio que se observa otra cuestión digna de mencionar, pues tal horario crítico es inobservado en las instituciones de educación superior experimentales de nuevo tipo, surgidas al rescoldo de la «Revolución Bolivariana» (42 0 43 en total, según); donde no es que todo sea allí «tejar y cantar» o «Aquí no ha pasado nada» (Ángela Sago, dixti); sino que en esos nuevos dispositivos universitarios tienen otra actitud. Aunque el salario sea igual al de las anteriores universidades autónomas y experimentales tradicionales, que según el Dr. Cécil Pérez, vecino de los espacios de opinión en esta web, explosionaron por mor de la politiquería.

Cabe preguntar sin embargo: ¿A qué obedecen semejantes diferencias? ¿Cuestión de ideología? ¿La satisfacción por el trabajo allí es mayor que en las anteriores e históricas entidades de trabajo académico? ¿Confianza en la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela, FTUV? ¿Coacción?

Como fuere, los nuevos ministros del presidente Maduro en educación universitaria y del proceso social del trabajo, en los últimos días no se le ha oído decir «Esta boca es mía» sobre el IIICC, imaginamos que andan con lo de la constituyente popular, ¿pero cuándo firmarán la nueva contratación colectiva de los trabajadores universitarios? ¿O será mejor que le den largas para que después paguen un buen retroactivo? ¿Es eso serio? ¿Son serios esos señores?

Por cierto, y a propósito de la constituyente popular, ¿cómo están pensando la universidad semejantes figuras? ¿Qué ha pasado con la universidad productiva de que había hablado el ministro del mppeutc, Lic. Hugber Roa? ¿Se han desarrollado grandes unidades de producción en nuestras casas de estudio o apenas unos tristes patios productivos o ni siquiera eso? Asimismo: ¿Confunden el rol de las universidades con simples organizaciones políticas sobre las que aspiran ejercer control férreo?

En estos tiempos de crisis el rol de las universidades como fuentes de experiencias valiosas para las personas que conviven en el campus y en sus ámbitos de la docencia, investigación y extensión, así como para quienes apoyan en las labores administrativas y obreras, se torna cada vez más necesaria eso que Emilio Arévalo (1998) da en llamar: «… vivencia de valores»; que remiten a una base moral de la convivencia social. Por eso se tiene de resultas que, más allá de las diferencias supuestas de uno tipo y otro de los modelos universitarios, que aquí hemos llamado por comodidad autónomas, experimentales históricas y de nuevo tipo, la responsabilidad del Estado-Nación es ineludible, según disposición constitucional; luego, no es que las universidades han «implosionado», ¿no será más bien que el Estado y su gobierno legítimo no ha podido cumplir cabalmente sus funciones de Estado Docente? O, en otras palabras, ¿cómo ha sido la asignación de recursos financieros para el cabal funcionamiento de la universidad venezolana? ¿Cómo ha sido la supervisión o la aplicación de la contraloría social?

Ah, pero perdón, volviendo al asunto central de esta nota, tornamos a preguntar: ¿Qué ha pasado con la III convención colectiva de los trabajadores universitarios, Sr. Presidente? ¿Su firma se hará antes o después de la Constituyente? ¿Qué irá a pasar con las normas de homologación? ¿Cuestión periclitada? ¿El nuevo salario, cuando se alcance a firmar el susodicho contrato, será «dolarizado»? Que según es lo que piden desde nuestra flamante FAPUV, tan mal vista por algunos pero es la asociación que tiene, por la vía de su talento humano y capital intelectual, una mejor visión de la cuestión salarial; aunque sus válidas exigencias por una democracia efectiva para Venezuela desde la perspectiva liberal, sería cuestión de discutir, ya que parece optar por una restauración de la IV República y el Pacto de Punto Fijo; perspectiva que uno creía haberse superado en la actual V República, pero luego han surgido serias dudas porque muchos supuestos revolucionarios se han dejado tentar por la corrupción y también propulsores de acuerdos entre corruptos y no se han creado los consensos necesarios con fines de superar los urgentes problemas que nos agobian.

Pero eso es otro asunto, lo cierto que gremios universitarios o sus sindicatos y gobierno bolivariano requieren crear consensos en torno a esta institución y su talento humano, más allá de las visiones partidista; porque no se sabe si es que a veces creen que la universidad venezolana sea un anexo de la MUD y otros compañeros creen que lo sean del PSUV, de tal suerte que ambos extremos políticos en ese aspecto «se parecen igualito». Como fuere, lo que interesa resaltar aquí es que quien tiene la última palabra en este aspecto salarial es el presidente Maduro y él decidirá hasta arroparnos hasta donde alcance la cobija, aunque por eso ya muchos no quieren bien, pero eso tampoco sucederá si el movimiento de los trabajadores no activa más allá de los paros y genere una política universitaria común, ¿utopía o realidad?

Nota bene:

El asunto central viene a ser cómo el gobierno venezolano logra estabilizar las cifras macroeconómicas, así llamadas, principalmente lo atinente al cambio de la divisa y la estanflación, lo que hace que cualquier aumento de salario se vuelva «sal y agua», la balanza de pagos y la reforma fiscal. ¿Qué medidas tomar entonces? Deben estar inscritas en la línea del socialismo democrático, aunque el Banco Mundial en abril de 2017 ha informado que dispone ya de un conjunto de recomendaciones, de talante liberal, por su puesto y se supone es lo que aspiran desde la MUD y Fapuv, pero Guillermo Ortega (2017) en el suelto periodístico titulado «Temas para debatir» realiza una aproximación interesante a este último asunto, sin ser un especialista ya que «… la crisis que padecemos tiene antecedente más profundos que controversia política» (p. 23).

Referencias.

Arévalo, E. (1998). «4. UN COROLARIO-ÉTICA Y PERTTINENCIA UNIVERSITARIA», en: Ética y Pertinencia Universitaria. 20 ensayos y un corolario. Upel. Caracas.

Banco Mundial (2017, abril, 27). «Venezuela Panorama general-Banco Mundial. Documento Disponible en www.bancomundial.org/../overview.

El Topo Obrero (2017). «ANC mediatización y elecciones regionales sin seguro: escenario de la pugna de dos alas de la burguesía». Documento disponible en www.aporrea.org, sábado, 10/ 06/2017 06:18 PM

Rojas, R. (1992). «Venezuela hacia el 2000», en: La crisis: 1973, 1983, 1991. Seis ensayos de interpretación histórica. UCLA-FUNDACION BURIA. Barquisimeto Pp. 13-17.

Pérez, C., 2017: «La implosión de las universidades y la expansión de otras», en www.aporrea.org, 22/06/2017.

Ortega, G. (2017, junio, 25). «Temas a debatir». Últimas Noticias. Caracas. P. 23.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a248222.html

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Guatemala: Gobierno y sindicalistas de educación negocian nuevo pacto colectivo

Guatemala/Julio de 2017/Autor: Leonel Morales/Fuente: Soy 502

En agosto de 2016, seis meses después que venciera el pacto colectivo de condiciones de trabajo firmado entre el Gobierno y los sindicatos de educación, ambas partes iniciaron una mesa técnica donde se evalúa la firma de uno nuevo.

Según el ministro de Educación Óscar Hugo López, en dicha mesa están revisando aspectos que incluyen compromisos técnicos y pedagógicos de parte de los maestros, entre ellos: el cumplimiento irrestricto de los 180 días efectivos de clases durante el ciclo escolar, continuar con la formación universitaria de los docentes y evaluación de desempeño para mejorar la educación en el país.

Asimismo, se está evaluando un reglamento de disciplina para ordenar y orientar la sanción a los docentes que no cumplan con sus obligaciones.

Según el ministro de la cartera, hasta el momento no se ha abordado el tema de un posible incremento salarialpara el gremio educativo, sin embargo, considera que será tema de conversación en las reuniones programadas para las siguientes dos semanas.

“ Todavía no hemos tocado el tema de incremento salarial pero considero que es algo ineludible
Óscar Hugo López
, Ministro de Educación.

Para el Presupuesto 2018, el ministerio de Educación plantea solicitar 16 mil 891 millones 6 mil quetzales, lo que supone un incremento de Q2 mil 954 millones respecto a lo aprobado en 2017, donde no se tiene contemplado un aumento de salario para los maestros.

El pacto colectivo vencido en abril del año pasado, fue firmado en diciembre de 2012 por el gobierno de Otto Pérez Molina y la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Educación en Guatemala (STEG).

Fuente: https://www.soy502.com/articulo/gobierno-sindicalistas-educacion-negocian-nuevo-pacto-colectivo-32539

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