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Paraguay: Nuestro sistema educativo nos mantiene en la pobreza

América del Sur/ Paraguay/ 20.01.2018 / Fuente:  www.abc.com.py.

Un informe del Ministerio de Educación y Cultura publicado en 2014 indica que la tasa de alfabetismo ha ido en aumento y que se acercaba a la meta del programa Educación para Todos (EPT) fijada en un 97% al 2015. Ahora otro informe, del Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (Senepe) constató que el 67,5% de los alumnos del 3º, 6º y 9º grados y del 3er. curso, solo tienen una comprensión literal, superficial o fragmentada de un texto, o bien entiende lo que lee pero no puede reproducirlo verbalmente o por escrito. El informe consigna también que en matemáticas el rendimiento de los estudiantes es lamentable: el 72% solo puede realizar las operaciones básicas. En otras palabras, del referido informe se desprende que, si el índice de analfabetismo formal es hoy de solo el 3%, el del analfabetismo funcional, que impide usar con eficiencia la capacidad de leer, escribir y calcular, es muchísimo más elevado. En suma, el sistema educativo es un verdadero desastre, que lanza al mercado laboral a personas que no pueden aplicar las enseñanzas mal transmitidas por docentes ineptos en unas instalaciones paupérrimas.

Según el Informe Nacional Paraguay Educación para Todos (EPT) 2000-2015, publicado en 2014 por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), “la tasa de alfabetismo de las personas de 15 años y más de edad ha ido aumentando en la década 2000-2012, llegando al 94% en 2012, acercándose al logro de la meta del EPT fijada al 97% al 2015” (sic). Ahora la ciudadanía se entera de que en ese último año el Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (Senepe) constató que el 67,5% de los alumnos de 3º, 6º y 9º grados y del 3er. curso, solo tiene una comprensión literal, superficial o fragmentada de un texto, o bien entiende lo que lee pero no puede reproducirlo verbalmente o por escrito.

El informe consigna también que en matemáticas el rendimiento de los estudiantes es lamentable: el 72,2% solo puede realizar cálculos directos o solucionar problemas del entorno cotidiano mediante las operaciones básicas.

En otras palabras, del referido informe se desprende que, si el índice de analfabetismo formal es hoy de solo el 3%, el del analfabetismo funcional, que impide usar con eficiencia la capacidad de leer, escribir y calcular, es muchísimo más elevado. En suma, el sistema educativo es un verdadero desastre, que lanza al mercado laboral a personas que no pueden aplicar las enseñanzas mal transmitidas por docentes ineptos en unas instalaciones paupérrimas.

Lo antedicho vale, sobre todo, para la educación pública, dado que la privada, con ser también deficiente, ofrece resultados menos deplorables, según la evaluación realizada. Esta cuestión tiene mucho que ver con la deseable igualdad de oportunidades, que solo puede garantizarse mediante una educación de buena calidad para todos. Obviamente, las principales víctimas de la catástrofe educativa son los alumnos provenientes de los hogares de menores ingresos, que tendrán una enorme desventaja inicial en un mundo competitivo, en que los conocimientos y las habilidades son cada vez más relevantes.

Nuestro sistema educativo, que perpetúa la pobreza y la desigualdad, ha sido objeto de innumerables estudios y propuestas de reforma, que no han ido mucho más allá del papel en el que están impresos. Las dependencias del MEC están llenas de esos documentos, de hecho inútiles, que han servido para que muchos consultores ganen dinero fácil y los burócratas internacionales justifiquen su sueldo, pero no para evitar que se sigan formando analfabetos funcionales. En esta materia, la charlatanería es ensordecedora.

Se ha dicho una y mil veces que se debe atender también la salud y la alimentación de los estudiantes, por la obvia razón de que la enfermedad y la desnutrición conspiran contra el aprendizaje. Y bien, desde 2012 rige la ley de creación del Fonacide, que dispone que el 30% de los recursos transferidos a los Gobiernos departamentales y municipales sea destinado a proyectos de almuerzo escolar de los alumnos de instituciones públicas ubicadas en “contextos vulnerables”. Se ignora el impacto que la comida gratuita ha tenido en el rendimiento de los alumnos, pero no así que la asistencia a clases aumenta cuando hay qué comer en la escuela. O sea que muchos padres envían allí a sus hijos no tanto para que aprendan sino para que coman algo, lo que sugiere que tampoco el entorno familiar suele favorecer la formación educativa. Y se entiende que así sea, pues los padres carenciados le han sacado poco provecho a la escasa educación que recibieron antes, si es que la recibieron.

Debe recordarse, además, que los recursos del Fonacide han sido objeto de latrocinios sistemáticos, sobre todo en lo que respecta al 50% de los transferidos a las Gobernaciones y Municipalidades destinados a proyectos de infraestructura en educación. Como los gobernadores y los intendentes pertenecen a la casta política, lo mismo que los concejales departamentales y municipales, es inevitable señalar que la responsabilidad mayor en este dramático asunto recae sobre quienes han venido fungiendo de presidentes de la República, de legisladores y de ministros de Educación y Cultura. No se trata de culpar a algún Gobierno en especial, sino a todos sus sucesivos integrantes que, ocupando altos cargos públicos, han hecho poco o nada para que sus compatriotas, en especial los más necesitados, accedan a los beneficios de un buen sistema educativo. Si no lo han hecho es porque el saber les importa un bledo y, en consecuencia, les falta la remanida “voluntad política” para enfrentar la penosa situación. Como ellos saben por sí mismos que no llegaron alto por sus dotes intelectuales sino por su dinero o su habilidad para la vulgar politiquería, la formación propia y ajena les tiene sin cuidado. Es más, hasta podría decirse que se esfuerzan por mantener ignorante y pobre a la población, si juzgamos por el comportamiento de la diputada colorada Perla de Vázquez, por ejemplo.

Está claro que pueden destinar como mínimo el 20% del presupuesto nacional a la educación, como manda la Carta Magna, y hasta podrían aumentar los fondos hasta llegar al 7% del Producto Interno Bruto, como aconseja la Unesco, pero eso no significa que realmente les preocupe el tema. No les interesa, por ejemplo, que los profesores estén bien capacitados, sino que queden satisfechos con un aumento salarial para que voten por ellos, tras haber sido sometidos a humillación al ser movilizados para participar de alguna campaña electoral interna. La solución, entonces, no consiste necesariamente en un aumento del presupuesto del MEC, que puede ser devorado por los burócratas superfluos y los docentes inútiles, sin olvidar la corrupción rampante, sino en que los jefes de hogar tomen conciencia de que el futuro de sus hijos depende de la enseñanza que reciban, y de que ella solo habrá de mejorar si se movilizan, dentro y fuera de la comunidad educativa, para depurar la dirigencia política de quienes desprecian el conocimiento que no tienen. Es menester que se valoren los méritos y las aptitudes antes que los “contactos”, y que se llegue al convencimiento de que para prosperar honestamente es indispensable capacitarse.

Hay que romper el círculo vicioso de la pobreza, según el cual esta genera un sistema educativo de inferior calidad que, a su vez, no permite formar personas capaces de promover el desarrollo. La clave está justamente en la educación, que debe ser potenciada tanto con la correcta inversión de fondos públicos como, sobre todo, con la convicción generalizada de que la ignorancia impide el progreso individual y colectivo.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/editorial/nuestro-sistema-educativo-nos-mantiene-en-la-pobreza-1668179.htm

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España: Repaso al año educativo con análisis del presente y futuro de la Educación

España / 14 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Magisnet

El Grupo Siena, empresa editora de MAGISTERIO, ha publicdo una nueva edición del Anuario de la Educación.

Un año más, un completo recorrido por la Educación que recoge también amplios reportajes sobre los premiados a los Protagonistas de la Educación 2017. Entre estos premiados se encuentran Erasmus+, Fundación SM, el sevillano CEIP “San José Obrero” o el pofesor gallego Gonzalo Maceira. Como cada año, el Anuario dedica un reportaje a cada uno de los galardonados mostrando su trabajo en el terreno de la Educación que los ha hecho merecedor de este reconocimiento.

El Anuario incluye también un exhaustivo repaso a nivel nacional de todo lo acontencido en las comundades autónomas durante el curso 2016-17. Este año el repaso a lo sucedido en el país durante el pasado curso incluye un especial sobre Castilla-La Mancha, donde la Educación para la igualdad, las infraestructuras, las tecnologías en el aula, la participación, el Bachillerato de Artes, la FP y las ayudas para libros de texto y comedores son proagonistas.

Además del repaso, análisis y reflexión sobre lo acontecido en el curso pasado, el Anuario también se caracteriza por el apartado Mirando Hacia el Futuro de la Educación, donde 15 personas vinculadas a la Educación como César Bona, José Antonio Marina, Juan José Vergara, Rosa Liarte, Manu Velasco o María Consuelo Marazuela reflexionan sobre recursos, estrategias, herramientas, metodologías, Educación continua, nuevo perfil de docentes, aprendizaje para toda la vida, aprendizaje abierto, cooperativo, TIC, inclusión, motivación o competencias.

En el apartado Indicadores Educativos Comentados, Julio Carabaña, catedrático de la Universiad Complutense de Madrid, analiza ampliamente la repetición de curso, una realidad educativa difícil de explicar. Las tasas de repetición varían mucho entre países y en España son especialmente altas. Por otro lado, Javier M. Valle, de la Universidad Autónoma, se centra en los objetivos 2020 de Eduación y formación, la estrategia europea que los estados miembro deben seguir.

Fiel a la tradición, el Anuario vuelve a incluir estadísticas que muestran las cifras de la Educación española: número de centros por la enseñanza que imparten, profesorado por edad, etc.

Como punto final y también un clásico del Anuario, la publicación recoge a las 350 personalidades más relevantes de la Educación autonómica y nacional para que el lector tenga acceso a ellas.

Todos los lectores interesados en comprar el Anuario de la Educación 2018 pueden hacerlo solicitándolo en el número de teléfono 91 519 91 31 o a través de correo magisnet@magisnet.com.

Fuente de la Noticia:
http://www.magisnet.com/noticia/26847/en-abierto/repaso-al-ano-educativo-con-analisis-del-presente-y-futuro-de-la-educacion.html
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Qué esperamos ver en 2018 en educación. Parte 1.

                                                                                                                                                                                                                 Por David Calderón
Decía Angelo Panebianco -uno de los grandes teóricos italianos de la democracia contemporánea- que las elecciones nacionales tienden a ser un despliegue de des-memoria. Los candidatos y sus equipos le apuntan a que no nos acordemos de dónde vienen, qué han dicho antes, cómo actuaron en el pasado, qué cuentas nos dan sobre su logro en el campo en cuestión; digamos, en nuestro caso, la educación.

Es tal su afán por presentarse ya no como una opción válida, sino como la opción única, que en los campamentos político-partidistas suelen cargar las tintas, poner en alto contraste sus opiniones, jugarle al “todo o nada”, al “conmigo o contra mí”, aún si para ello tienen que contradecirse con respecto a lo que opinaron públicamente en el pasado, o dejar en sospechoso silencio lo que ellos y sus partidarios han hecho –o más significativo, lo que han hecho mal, o han dejado de hacer.

En su retórica de tonos militares, “lucha”, “batalla”, “pelea” son expresiones recurrentes. Pretenden llevarnos a los activistas a un foro en el que somos o bien sus aliados obligados, o bien los testaferros de sus adversarios. ¿Y saben qué? Nosotros les decimos: no. No empezamos ayer, y no nos definen sus campañas o sus cálculos. Y no les queda a los políticos querer determinar el qué y el cómo de nuestra participación en el debate, pues nuestra constancia y consistencia son prueba de solidez, que contrasta con su oportunismo, veleidad e ignorancia sobre los asuntos concretos de políticas educativas, en las cuales, de pronto, parecen interesarse.

Esta larga introducción viene a cuento porque en los meses siguientes vamos a ser testigos de ataques mutuos y descontones sucios entre los candidatos a la presidencia de la república y a las gubernaturas que se decidirán en las urnas a mitad de este año que comienza. Un blanco favorito va a ser la reforma constitucional y legal de 2013 sobre educación, con gran acento en el Servicio Profesional Docente. También lo será presumir o atacar varios de los programas que de ella se derivan, como el Modelo Educativo (ahora en pilotaje y para generalizarse a partir de agosto de 2018), o que sencillamente le colgaron al ciclo de reformas (como “Escuelas al CIEN”, programa que no tiene base legal en las modificaciones de 2013, sino en esquemas administrativos y fiscales que ya estaban vigentes con muchos años de antelación).

Y en la trifulca que ya comienza, unos y otros nos piden bajar a revolcarnos. Que el de allá, precandidato, ya dijo que va a cancelar todo… “y qué, ¿no le van a responder? Si no salen a defender la reforma, no hacen lo que esperamos”. Mmm; ajá. Que el de por allá, precandidato, dice que sin él todo se va a perder… “pero si ustedes apoyan la evaluación de los maestros, están a favor de humillarlos y en contra de los movimientos sociales y de justicia popular”. Mmm; ajá, de nuevo.

Los activistas no somos neutros: estamos a favor de algunas políticas, y en contra de otras. Si de verdad hacemos nuestro trabajo, ese estar a favor de algo y en contra de su opuesto es porque entendemos las implicaciones de ambos. Porque lo estudiamos. Porque lo documentamos. Porque tenemos datos. Porque tenemos argumentos.
Porque conocemos la buena práctica de otros países. Sobre todo porque conocemos las prácticas eficaces de nuestro propio país. Pero el hecho de no ser neutros no nos hace parciales, y menos partidistas.

Tenemos memoria; sabemos qué pasó y por qué. Recordamos que los bachilleratos y la universidad de la Ciudad de México no cumplieron su promesa de inclusión, e ilusionan para luego desilusionar a miles de jóvenes, una herencia del actual equipo de Morena. Que en el Colima o el Nayarit del PRI, el SNTE sigue haciendo lo que quiere por encima de lo que marca la ley, aún la reformada. Que la alianza PAN/PRD tuvo en el gobernador Cué de Oaxaca a uno de los gobernantes que más permitió atropellos de la Coordinadora. A Elba Esther Gordillo -y su poder fáctico de veto y distorsión- se la siguen adjudicando entre sí voceros del PAN, Morena y PRI, y en ello no hay quien salga bien librado. Zacatecas dio un gran paso en logro de aprendizaje en secundaria, pero no por sus gobernadores del PRD; Puebla mejoró enormemente a través de decisiones que no sabrían explicar los equipos de campaña del PAN o el PRD; del Coahuila de los Moreira, tan cuestionable en tantos aspectos, hay mucho que aprender sobre mejora de gestión, lo mismo que de la eficiencia de los sistemas escolares de Guanajuato o Querétaro, algo ajeno e independiente a la ideología conservadora de sus gobernantes.

No les vamos a dar gusto a los que nos quieren usar de parapeto (“Tú explícales por qué estamos bien”) o de espantapájaro (“No aprecian nuestra propuesta porque son clasistas y los dirige la OCDE”).
Esperamos muchas cosas concretas, pero especialmente de los que ahora gobiernan, quienes tienen atribuciones legales ahora mismo y están sujetos al control democrático, a nuestro derecho a la información, a la petición y al amparo constitucional. No vamos a perder foco por aquellos políticos que ofrecen dar o quitar lo que no está en su mano, y le apuestan a que se nos olvide qué lograron –y qué no– en educación. En la próxima entrega puntualizaré cuáles son, a nuestro juicio, las prioridades del 2018. Será un buen año, pero más por los maestros, los niños y las familias que por quienes cortejan, con tan malos modos y con tan mal tino, nuestro voto.

Fuente artículo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/que-esperamos-ver-en-2018-en-educacion-parte.htm

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La educación, la esperanza para mejorar en 2018

Por: Francisco J. Pérez Fresquet.

Podríamos hacer una valoración del 2017 con un solo calificativo: sorprendidos. Porque como país hemos mejorado y empeorado. Si hacemos balance en una serie de elementos clave que han dado consistencia a nuestra realidad hemos de ser justos y ver que en qué hemos mejorado y en que hemos retrocedido. 2017 ha sido un año en el qué hemos mejorado más allá de lo previsto en dos ejes.

En el campo de la economía, hemos crecido más de lo previsto y los datos macroeconómicos han sido positivos, marcando una senda para el futuro de crecimiento. Hemos crecido por encima de la eurozona y todos los analistas han rectificado sus previsiones al alza para el año 2017. Acabaremos con un crecimiento superior al 3%. Pero solo una reflexión y es que esto no nos aleja de ser previsores ante una nueva posible crisis económica.

En el campo de la tecnología, somos un país que crece, y de forma importante, en la tecnología. Sin extenderme en datos, tenemos casi una cobertura total de la tecnología 4G y ostentamos el puesto 19 en el ranking de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIC) en la región europea con 40 países. España se adelanta y desarrolla toda la tecnología IoT (Internet de las Cosas). Y también en el 2017 hemos retrocedido, o no mejorado lo suficiente, en tres aspectos claves del bienestar de una sociedad desarrollada.

En la desigualdad económica, en materia de pobreza, España cuenta con uno de cada tres niños en situación de exclusión social. Compartimos grupo de cabeza de los países europeos con más riesgo de pobreza. Un 30% de nuestra población vive en riesgo de exclusión social, y los pobres ya no son solo los que piden en las Iglesias o en las obras sociales. Hoy hay pobres con trabajo, poor workers, y con estudios superiores.

En el abandono escolar, somos el segundo país de la Unión Europea con la tasa más alta de abandono de estudios (19%) de la población entre los 18 y los 24 años. Solo nos supera Malta. Esta situación agrava el futuro de una sociedad más equilibrada, ya que será más complicada su inserción en el mercado laboral y en condiciones dignas.

En conciencia de ciudadano, de ciudadano europeo y ciudadano global, simplemente ojeando el panorama de crecimiento de sentimientos nacionalistas -independentistas en el marco europeo- se observa que el año 2017 ha dado frutos de mayor “exclusión”.

No todo se podrá solucionar, pero creo que una buena fórmula para mejorar en el año 2018 será la educación. Creo que hemos de tomarnos muy en serio la importancia de una nueva educación, una nueva forma de educar y de formar a las siguientes generaciones.

La educación hay que plantearla, y podemos hacerlo como una ayuda para “ser más” y no que nos eduquen para “tener más”. Nuestra educación, desde la familia hasta todas las instancias educativas, debe hacer hombres y mujeres mejores para ellos, y por tanto mejores para los demás. Un buen sistema educativo está al servicio de los estudiantes, de los ciudadanos que construirán el mañana. Son muchos los retos que se nos avecinan y que han de formar a unas magníficas personas y excepcionales ciudadanos.

La educación es el alma de la sociedad y sin ella estaría perdida. No perdamos el “alma de nuestra sociedad” nos debemos al presente y al futuro. Y no olvidemos la frase de Margaret Mead, antropóloga estadounidense especialista en educación en diferentes culturas: “los niños y las niñas tienen que ser enseñados sobre cómo pensar, no qué pensar”.

El año 2018, sin duda, será un gran año y deseamos que la educación contribuya de forma directa a la mejora de nuestra sociedad y la convivencia de nuestros ciudadanos.

*Adjunto al Rector de la Universidad Loyola Andalucía

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La educación en tiempos de crisis. La crisis en tiempos de educación

Por: Miguel Ángel Pérez.

Educación y crisis son dos figuras que en otro tiempo se les pensaba como incompatibles, hoy la educación ha servido para vincularse al desarrollo (económico y social) la crisis para para darle fuerza, potencia y sentido a la educación.

Hemos vivido desde mediados de la década de los setentas una profunda crisis (estructural y generalizada del sistema capitalista en su conjunto) junto con todos sus componentes, pero la educación nos ha servido para salir a flote, el sistema se cae y con sus caídas se ha llevado muchas cosas a su paso (incluyendo buena parte de la tarea educativa). El sistema es el conjunto de cosas que lo integran entre personas, instituciones y relaciones entre personas e instituciones. Ahí adentro hay un elemento que juega o que mueve las piezas se le llama poder. Aunque esto suena muy foucaultiano, Foucault tenía razón o cuando menos así me lo parece.

La educación en cambio es un motor que sirve para mover las piezas del sistema, cuando hay crisis sus movimientos son más lentos y sin claridad de hacia donde se dirigen, cuando hay auge se mueve más de prisa y cuando hay un clima estable se mueve normalmente por decirlo así.

La crisis y la educación son como puntos de encuentro, se enlazan en las puntas más delgadas de sus fronteras, son como el tránsito entre el día y la noche entre el sol y la luna, entre el amor y el odio, el punto de engarce es lo que está en el medio entre una cosa y la otra.

La crisis nos alerta, nos detiene, nos pone a pensar la educación en cambio nos reanima, nos regresa al camino y a la sabia mística de saberlo caminar.

La crisis nos lleva a un discurso pesimista en donde muchas cosas ya no se pueden y otras más ya se han perdido. La educación en cambio mantiene una postura realista, actúa sobre los problemas para solucionarlos, se hacen cosas para conseguir lo que no se tiene o rescatar lo que se ha periodo.

La crisis, divide a las personas las confronta, beneficia a unos pocos y perjudica y deja desamparados a miles. La educación en cambio, unifica crea una vida fraterna y solidaria, une a las personas sobre la base de saber actuar, el beneficio es colectivo y se castiga a los que quieren aprovecharse de lo que es de todos.

La educación y la crisis siempre van juntas la crisis y la educación casi siempre se encuentra aún sin buscar, no la mueve el amor pero tampoco el odio las mueve la necesidad de reafirmar nuestro sentido humano y de pensar en mejores escenarios posibles y deseables.

La crisis y la educación es otra de las asignaturas pendientes del currículo mexicano, no tiene contenidos a estudiar sino sólo procedimientos y compromisos hacia la mejora.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-en-tiempos-de-crisis-la-crisis-en-tiempos-de-educacio

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EEUU: Texas violó la ley al fallarle a niños con necesidad de educación especial, concluye investigación federal

América del Norte/ EEUU/ 13.01.2018. Fuente: univision.com.

Distritos escolares a lo largo de Texas retrasaron evaluaciones o negaron servicios del programa de educación especial a estudiantes y, al hacerlo, violaron la ley federal que garantiza que los menores deben tener una educación pública gratuita y apropiadaseñalaron el jueves autoridades federales.

Una investigación del Departamento de Educación concluyó que la Agencia de Educación de Texas le falló a muchos estudiantes con discapacidades e incumplió con la ley que protege a individuos con necesidades especiales (IDEA, por sus siglas en inglés).

Muchos de los afectados son estudiantes inmigrantes, refugiados y niños nacidos en el país que tenían un conocimiento limitado del inglés.

La oficina federal para el Programa de Educación Especial (OSEP, por sus siglas en inglés) “encontró evidencia de un patrón de prácticas en distritos escolares independientes en todo el estado en el que las evaluaciones fueron retrasadas o no se realizaron cuando se sospechaba que los niños tenían una discapacidad porque estos niños estaban recibiendo apoyo para estudiantes con dificultades en clases de educación general”, señala el reporte.

Debido a esa situación, la Agencia de Educación de Texas (TEA) no se aseguró de que todos los distritos estaban identificando, ubicando y evaluando a todos los niños con discapacidad que necesitaban estar en el programa de educación especial y recibir servicios, como lo exige la ley.

Padres de familia se quejan de los Distritos Escolares en Texas por no brindar atención especializada a niños con discapacidad.

“Todos los niños con discapacidad deben tener un acceso apropiada a una educación especial y servicios relacionados para atender sus necesidades específicas”, señaló la secretaria de Educación, Betsy DeVos, en un comunicado. “Demasiados estudiantes en Texas han dejado de recibir apoyo y servicios otorgados bajo la IDEA”.

La investigación federal concluyó que el indicador de 8.5 por ciento en efecto había “resultado en una caída en la tasa de identificación de estudiantes con discapacidades en Texas”.

Ese indicador fue introducido por la TEA en 2004. La agencia argumentó que no era un tope de registro sino una forma de orientar a los distritos para que no catalogaran a estudiantes dentro del programa de educación especial cuando no lo necesitaban.

Desde que el indicador se implementó, el número de estudiantes identificados como niños con discapacidades por las escuelas disminuyó en 32,000 (entre el 2003-2004 y el 2016-2017), mientras que el número de estudiantes en las escuelas texanas creció en más de un millón de estudiantes.

Exigen cambios

En una carta enviada al comisionado de la TEA, Mike Morath, el departamento de Educación destaca que la agencia estatal ya ha tomado ciertos pasos para remediar la situación, como mandar cartas a los distritos recordando que deben identificar a los estudiantes que necesitan educación especial.

La Legislatura pasó una ley que veta que se establezcan puntos de referencia o porcentajes para el número de estudiantes en educación especial.

Pero las autoridades federales destacaron que todavía hace falta más y pidieron a la TEA un plan para corregir la situación en un tiempo acordado por ambos.

Por su parte, el gobernador Greg Abbott exigió en una carta a Morath que un «plan inicial» con un cronograma concreto sea presentado en los próximos siete días.

El comisionado contestó por su parte aseguró que comparte la urgencia de Abbott y que el plan de la agencia «delineará pasos específicos que la TEA tomará para solventar los problemas identificados». Prometió incluir a los padres y a los grupos que velan por los derechos de los estudiantes con discapacidades.

Morath destacó que el año pasado se incorporaron 39 empleados dedicados al área de educación especial y prometió más recursos destinados al entrenamiento y apoyo a los distritos escolares.

En diciembre, la controversia en torno a la educación especial en el estado se avivó cuando la TEA canceló un contraro que había otorgado a dedo a una compañía llamada SPEDx, que se suponía iba a analizar información de los distritos para ayudarlos a mejorar sus programas de educación especial.

Morath señaló que muchos desconfiaban de la empresa por lo que no sería exitosa en su labor.

La directora de educación especial Laurie Kash, quien había sido contratada recientemente, introdujo una queja federal en la que argumentaba que el proceso para otorgar el contrato había sido inadecuado. Al día siguiente, fue despedida, reportó el Texas Tribune.

Kash argumentó que su salida se debió a la denuncia que hizo, pero funcionarios de la TEA sostuvieron que habían puesto fin a la relación laboral porque la directora no les informó que había sido acusada de ocultar el abuso sexual de una niña de años cuando trabajaba en Oregon, señaló el medio.

Morath, quien llegó al cargo en enero de 2016, aseguró el jueves que su prioridad ha sido y sigue siendo «mejorar el desempeño de todos los estudiantes en Texas».

Fuente noticia: https://www.univision.com/austin/kakw/noticias/educacion-especial/texas-violo-la-ley-al-fallarle-a-ninos-con-necesidades-especiales-concluye-investigacion-feder

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Una perspectiva sobre la educación chilena

Por: Abraham Magendzo K.

En mi calidad de educador y a la luz de los resultados de las recientes elecciones, quisiera exhortar a que se tome muy en serio lo sostenido por el reciente informe dado a conocer por la OCDE sobre la educación chilena. En este se pueden observar, por un lado, los logros alcanzados a partir de la reforma educacional, y por otro, las tareas que aún quedan pendientes y a las cuales el nuevo gobierno, a mi juicio, debiera ponerles atención.

Entre los logros cabe destacar que Chile en los últimos años ha avanzado en aspectos muy relevantes y estructurantes. Por de pronto, que el país esté destinando un 6,1% de su Producto Interno Bruto a los niveles de educación escolar y superior, durante 2013, mientras que el promedio de los países OCDE asignó un 5,3%. Chile aparece como el cuarto país del organismo que más gasta en educación superior, con un 2,4% del PIB dedicado a ese sector.

Además, el informe hace ver la preocupación que existe por promover la educación técnico-profesional, desde la enseñanza media hasta la formación superior. Chile es uno de los países con mayor retorno por la obtención de un título de educación superior; por consiguiente, se puede sostener que la gratuidad es una política que permitirá un mayor acceso a la educación superior. Y en consecuencia, a mejores salarios.

Por último, cabe mencionar que el proyecto de ley referido a los docentes establece, por un lado, una redistribución de las horas lectivas y no lectivas, que llegue en 2018 a 65/35, y por otro, un aumento en las remuneraciones de casi un 30% al inicio de sus carreras.

Ahora bien, uno de los aspectos a los que habría que prestarles atención a partir del informe de la OCDE, y sobre los que hay que perseverar, es el referido al gasto por alumno en educación escolar. En Chile solo alcanzó a 50.307 dólares, siendo el cuarto país con menor gasto. Entre los jóvenes que durante el año 2013 no estudiaban en la educación formal, un 32,7% solo trabajaba y un 18,8% pertenecía a la población denominada «ni-ni» (la cual reúne a quienes no estudian ni participan del mercado laboral).

En cuanto a la matrícula que cursaba programas de educación superior, se constató que la mayoría de los alumnos que se encontraban en este nivel (84%) estudió en instituciones de carácter privado, con o sin aportes del Estado (universidades CRUCh y privadas no CRUCh), mientras que el promedio OCDE fue de un 31%.

El informe confirmó algunos datos que son de dominio público y los cuales hay que considerar con mucha atención. Las mujeres entre 35 y 44 años, con educación superior completa, durante el año 2013, ganaban un 70% del ingreso que obtenían los hombres con las mismas características. En nuestro país, un estudiante que nació en un hogar de bajos recursos tiene seis veces más probabilidades de tener bajo rendimiento escolar. El aporte que las familias entregan a la educación básica y media alcanza el 17%, mientras que el promedio de la OCDE es de 9%.

En suma, en los últimos años se ha avanzado, pero todavía quedan muchos aspectos que hay que considerar en la formulación de políticas públicas en educación.

Fuente: http://www.elmercurio.com/blogs/2017/12/26/56814/Educacion-Informe-de-la-OCDE.aspx.

 

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