Saltar al contenido principal

Poner fin a la pobreza de aprendizajes: Una meta para incentivar la alfabetización

© Mouslim Sidi Mohamed / Banco Mundial

En una escuela de Malawi, los estudiantes disfrutan jugando en el recreo. Desafortunadamente, a veces el recreo dura todo el día porque el maestro no va a trabajar.

En un salón de clases en Armenia, los alumnos son calificados por su capacidad de repetir textos memorizados, siendo los libros de texto los que dominan el proceso de aprendizaje en lugar de la instrucción del maestro y la innovación, lo que deja a los estudiantes que terminan la escuela mal preparados para un entorno laboral competitivo.

Y en Bangladesh, pese al mejoramiento de las tasas de matriculación, las niñas aún no aprenden tanto como los niños, y las tasas de deserción son altas. Los años perdidos de estudios se atribuyen al matrimonio infantil, las responsabilidades domésticas y otros factores.

Medir la pobreza de aprendizajes

La evidencia revela que estamos en medio de una crisis mundial del aprendizaje que amenaza los esfuerzos de los países para desarrollar capital humano —las habilidades y los conocimientos necesarios para los trabajos del futuro. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también está en riesgo, incluido el objetivo de acabar con la pobreza extrema.

Para poner en primer plano esta crisis, el Banco Mundial introdujo el nuevo concepto de la pobreza de aprendizajes, a partir de nuevos datos mundiales elaborados conjuntamente con el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La pobreza de aprendizajes significa no poder leer y comprender un relato simple a los 10 años. Este indicador integra indicadores de escolaridad y aprendizaje: comienza con el porcentaje de niños que no han logrado adquirir una competencia mínima en lectura (medido en las escuelas) y lo ajusta por el porcentaje de niños que no asisten a la escuela (y que se supone que no leen correctamente).

Los nuevos datos muestran que el 53 % de los niños de países de ingreso bajo y mediano se ven afectados por la pobreza de aprendizajes. Y los avances en la reducción de la pobreza de aprendizajes son demasiado lentos para satisfacer las aspiraciones establecidas en el ODS 4 —garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Al ritmo actual de mejora, en 2030 un 43 % de los niños seguirá sin aprender lo suficiente. Si los países disminuyen la pobreza de aprendizajes a tasas tan rápidas como las observadas hasta ahora en este siglo, la tasa mundial de pobreza de aprendizajes caería al 28 %.

Esta alta tasa de pobreza de aprendizajes y los lentos avances en los países de ingreso bajo y mediano son una señal de alerta temprana que indica que todas las metas descritas en el ODS 4 corren el riesgo de no cumplirse, incluido el objetivo de aumentar el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.

Lanzamiento de la meta educativa

Para impulsar la acción hacia el cumplimiento de los objetivos de educación mundiales y abordar la crisis del aprendizaje en el mundo, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, anunció una nueva meta mundial operativa sobre educación para reducir la tasa de pobreza de aprendizajes al menos a la mitad para 2030. Simulaciones muestran que esta meta, aunque ambiciosa, se puede lograr si todos los países mejoran los niveles de aprendizaje tal como lo hicieron aquellos con mejor desempeño en el periodo de 2000 a 2015, lo que significa en promedio casi triplicar la tasa de avances mundiales.

Reducir la pobreza de aprendizajes a la mitad es en la práctica una meta intermedia. Los países deberían definir su propio camino (y las metas intermedias) en términos del financiamiento y la implementación de reformas para garantizar que todos los niños tengan oportunidades en sus vidas. En muchos países, alcanzar este objetivo de desarrollo puede llevar algún tiempo, pero el contrato social del país debe diseñarse de manera que todos, independientemente de su origen socioeconómico, raza o género, tengan acceso a una educación de buena calidad.

¿Por qué centrar la atención en la lectura?

En las sociedades alfabetizadas de todo el mundo, la lectura ha sido durante siglos el núcleo de la educación formal. Los padres y otras partes interesadas en todos los lugares concuerdan en que la primera tarea de una escuela es garantizar que los niños puedan leer correctamente.

Cuando un niño sabe leer bien, puede tener acceso a los diversos conocimientos codificados en textos de todo tipo. Si el niño aprovecha esa habilidad dependerá de muchos factores —incluida la calidad del sistema escolar en los grados posteriores—, pero no adquirir la competencia en lectura dificultaría claramente su capacidad de aprender a lo largo de su vida social y laboral.

La competencia en lectura sirve también como indicador del aprendizaje básico en otras materias, de la misma manera que la ausencia del retraso en el crecimiento infantil es un indicador del desarrollo saludable en la primera infancia. Es probable que los sistemas que garantizan que todos los niños sepan leer, los ayuden también a aprender otras materias. Los datos lo confirman: en todos los países y escuelas, las tasas de competencia en lectura se correlacionan estrechamente con la competencia en otras asignaturas.

Por ejemplo, como se explica en el nuevo informe del Banco, (PDF, en inglés) el puntaje en lectura y el puntaje en matemáticas de un país en el Estudio Internacional sobre el Progreso de la Competencia en Lectura (PIRLS), medidos por el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS), se correlacionan casi totalmente, y las correlaciones entre asignaturas en otras evaluaciones también son fuertes. El desarrollo del lenguaje, que es reforzado por las habilidades de lectura, también se nutre con el desarrollo del autocontrol del niño, una habilidad socioemocional básica.

¿Qué se puede hacer para garantizar que los niños aprendan a leer?

Para apoyar los esfuerzos de los países por mejorar la alfabetización, el Banco introdujo un paquete de políticas de alfabetización conformado por intervenciones de nivel nacional y subnacional probadamente eficaces. Por ejemplo, en Egipto, el Gobierno está implementando un programa de reforma (i) para cambiar el plan de estudios y los sistemas de evaluación de manera que los estudiantes sean evaluados durante todo el año, con exámenes que se centren en la adquisición de habilidades y los maestros reciban credenciales de formación y aprendizaje entre pares. Un elemento clave de las reformas ha sido un cambio hacia el aprendizaje, no para obtener una credencial. Y en Brasil, en estados como Ceará, Espíritu Santo, Acre y Pernambuco, la calidad del servicio educativo mejora constantemente, lo que demuestra que el cambio es posible. Estos son solo algunos ejemplos; otros casos se describen en el nuevo documento titulado Ending Learning Poverty: What will it take?” (Poner fin a la pobreza de aprendizajes: ¿Qué hace falta?). (PDF, en inglés)

Los países que obtienen buenos resultados invierten en cambiar la mentalidad de todos los actores del sistema educativo para centrarse continuamente en el aprendizaje. Proporcionan a los maestros materiales de apoyo, como guías de enseñanza, que pueden facilitar su trabajo diario; brindan a los maestros formación y retroalimentación para mejorar sus prácticas en el aula; garantizan que todos los niños tengan material de lectura, y aseguran un programa de estudios simple y eficaz para guiar a los maestros.

En muchos países, enseñar en el idioma natal en los primeros años de la escuela primaria resulta ser esencial para mejorar el desempeño. Los sistemas con mayor capacidad institucional aumentan sus inversiones en educación de calidad para la primera infancia, implementan estructuras que permiten impartir la enseñanza en el nivel adecuado y fortalecen la carrera de los directores de las escuelas. En todos los casos, la tecnología puede ayudar a que la implementación de estas intervenciones sea más eficiente en función de los costos, y medir el aprendizaje es esencial para hacer seguimiento de los avances y orientar la mejora del sistema. Aunque el tipo de evaluación puede variar, es esencial que los sistemas de evaluación tengan maneras bien definidas de proporcionar la información sobre el desempeño de los estudiantes para orientar las decisiones. La mayoría de los sistemas escolares donde el 90 % de los niños aprende a leer tienen objetivos explícitos, concretos y con plazos determinados para los estudiantes de primer grado.

Para tener éxito y centrar la atención del sistema en el aprendizaje de los estudiantes, los países deberán avanzar en un enfoque doble: implementar estas reformas a corto plazo para mejorar la prestación de servicios para los estudiantes que asisten a la escuela ahora y, al mismo tiempo, introducir cambios para mejorar el funcionamiento del sistema educativo a largo plazo, tales como reformar la carrera de los maestros para atraer y retener a buenos profesionales, la formación antes de ejercer sus funciones y la estructura de gestión de todo el sistema, y ampliar la infraestructura, entre otras medidas.

Image

Las intervenciones en el sector educativo no son suficientes

La lucha contra la pobreza de aprendizajes requerirá un enfoque respaldado por acciones más allá del sector educativo. El agua y saneamiento, el transporte, los programas de transferencias en efectivo, la salud y nutrición, y las reformas de la administración pública son todas áreas esenciales para mejorar el aprendizaje. Con el Proyecto de Capital Humano del Grupo Banco Mundial se reconoce la necesidad de contar con un enfoque que abarca todo el Gobierno para fortalecer el capital humano. Para reducir las tasas de pobreza de aprendizajes también será necesario poner más atención en el papel de las familias y las comunidades en la generación de demanda de educación, la creación del entorno adecuado para el aprendizaje y la generación de demandas sociales en pro de reformas educativas adecuadas.

Para crear conciencia sobre lo que se necesita para poner fin a la crisis del aprendizaje, nuestra nueva campaña mundial, Literacy Makes Sense (La alfabetización tiene sentido), ofrece ideas claves a las partes interesadas de la comunidad educativa — padres, maestros, directores, funcionarios de educación y empleadores— sobre qué acciones pueden tomar para ser partícipe de este tema y ayudar a poner fin a la pobreza de aprendizajes.

¡Porque la alfabetización tiene sentido, únase a nosotros y sea parte del movimiento para poner fin a la #PobrezaDeAprendizajes! Todos tenemos un rol que desempeñar.

Fuente: https://www.bancomundial.org/es/news/immersive-story/2019/11/06/a-learning-target-for-a-learning-revolution?cid=ECR_E_NewsletterWeekly_ES_EXT&deliveryName=DM48859

Comparte este contenido:

Estados Unidos: Ministry of Education adds more phonics to school readers

There is a change ahead for new entrants when it comes to learning to read at school.

At the moment many school books have stories where children learn to read by looking at pictures and context, rather than a phonics-based approach where they sound out the words.

However, the Ministry of Education is now putting a stronger emphasis on phonics in it’s
Ready-to-Read series of readers for primary school students.

This story has been edited. The Ministry of Education’s response to the original story has been added in full below.

To continue reading this article and to support great journalism

Fuente de la Información: https://www.nzherald.co.nz/nz/news/article.cfm?c_id=1&objectid=12259594

Comparte este contenido:

4 trucos para convertirte en un lector voraz (y los beneficios que te traerá serlo)

15 Mayo 2019/Fuente: Semana

Leer es la mejor terapia: reduce el estrés, estimula el funcionamiento del cerebro y hasta mejora la empatía de las personas. Si le interesa leer más libros al año, estos son los ‘tips’ que recomiendan algunos lectores ávidos.

En febrero de 2018, el cohete de Elon Musk Falcon Heavy dejó la tierra con una inusual carga a bordo. En lugar de equipamiento o astronautas, el visionario empresario introdujo su auto, un Tesla Roadster color cereza. Un maniquí vestido con un traje espacial ocupaba el asiento del conductor.

Pero la verdadera sorpresa estaba en la guantera. Ahí, inmortalizada en vidrio grabado, había una copia de la serie Fundación del escritor Isaac Asimov.

Ambientada en un decadente imperio galáctico de un futuro muy lejano, la saga de ciencia-ficción despertó el interés de Musk por los viajes espaciales cuando era un adolescente. Tal es el poder de los libros. La lectura ha plantado semillas en las mentes de innumerables innovadores.

Incluso si no tienes ambiciones tan elevadas, la lectura le puede dar un impulso a tu carrera: se sabe que este hábito reduce el estrés, estimula el funcionamiento del cerebro e incluso mejora la empatía. Sin olvidar los evidentes beneficios de toda la información que contienen sus páginas.

Así que aquí está tu guía de las ventajas probadas de leerlibros y algunos consejos para unirte al exclusivo club de personas que lo hacen al menos durante una hora al día.

Más empatía
Piensa en la empatía. Aunque el mundo de los negocios tradicionalmente ha dejado de lado la inteligencia emocional a favor de otros factores como la seguridad y la capacidad de tomar decisiones importantes, en los últimos años se ha empezado a valorar más como un talento importante.

En 2013, el psicólogo social David Kidd se preguntaba qué actividades pueden llevar a tener más empatía. «Y, como lector de toda la vida, se me ocurrió que la ficción es un lugar donde regularmente nos implicamos en las experiencias únicas de otras personas», dice.

Junto con un colega de Nueva Escuela para la Investigación Social en Nueva York, Kidd investigó si la lectura puede mejorar la capacidad de entender que otras personas tienen pensamientos y deseos y que estos pueden diferir de los de uno mismo.

No es lo mismo que la empatía, pero las dos habilidades están estrechamente vinculadas. «La mayoría de las personas, si saben cómo se sienten los demás, usarán esa información positivamente, de manera social».

Además de mejorar tu capacidad para entenderte con colegas y empleados, la empatía puede conducir a reuniones y colaboraciones más productivas.

«Hay investigaciones que demuestran que las personas tienden a ser más productivas en grupos en los que se sienten libres para expresar su desacuerdo, especialmente cuando se trata de tareas creativas», explica Kidd.

Consejos de ávidos lectores
Ahora que estás convencido de los beneficios de la lectura, considera esto: según un estudio de 2017 realizado con 1.875 personas por el regulador de medios británico Ofcom, el adulto británico medio pasa cerca de dos horas y 49 minutos en su teléfono cada día.

Para alcanzar el objetivo de una hora diaria de lectura, la mayoría de las personas tendrían que reducir en un tercio el tiempo que le dedican al teléfono.

Para ayudarte en el camino, ya seas un acaparador nato de libros o un petulante exagerado, te ofrecemos algunos consejos de personas que se llaman a sí mismos con orgullo «ávidos lectores».

  1. Lee porque quieras hacerlo

Cristina Chipurici aprendió a leer sola cuando tenía 4 años. Devoró cada libro que había en la casa de sus padres. Pero entonces, algo sucedió.

«Una vez que empecé la primaria y la lectura se volvió obligatoria, desarrollé una especie de repulsión hacia la actividad, causada por el profesor de Lengua que teníamos, que me hizo no querer leer un libro nunca más», cuenta.

Esta aversión a los libros duró hasta que tenía veintitantos años, cuando Chipurici empezó a darse cuenta, poco a poco, de lo que se estaba perdiendo, de lo avanzados que estaban los que leían y la importante información que contenían los libros.

Aprendió a amar la lectura otra vez y terminó por establecer The CEO Library, una página web sobre los libros que han dado forma a las carreras de las personas más exitosas del mundo, desde autores a políticos pasando por magnates de las finanzas.

«Hubo muchos factores que explican este cambio, desde mentores, la decisión de invertir en un curso online donde descubrí un sistema educativo diferente, la lectura de los artículos del blog de Ryan Holiday, y probablemente muchos otros factores de los que no soy consciente».

La moraleja de esta historia es que lo recomendable es leer porque quieras hacerlo y no dejar nunca que se convierta en una tarea.

  1. Encuentra el formato de lectura ideal para ti

Pese a que el bibliófilo típico es alguien que camina cargado de libros físicos y tiene una predilección por las primeras ediciones como si fueran preciosos artefactos de la antigüedad, no tiene por qué ser así para todos.

«Tengo dos horas de camino al trabajo y de vuelta a casa», señala Kidd. «No es ideal pero da mucho tiempo para leer».

En sus viajes no al volante, se ha dado cuenta de que es mucho más conveniente leer en una pantalla, como la de su teléfono, que cargar con un libro todo el tiempo. Cuando lee no ficción, recurre a los audiolibros.

  1. No te pongas objetivos intimidantes

Mantener el ritmo de los hábitos de los grandes ejecutivos puede ser una tarea intimidante.

Dos destacados triunfadores entrevistados para The CEO Library son Fabrice Grinda, un emprendedor tecnológico que empezó con US$100.000 de deuda en tarjetas de crédito y ahora ha amasado una fortuna de más de US$300 millones al vender sus acciones en exitosas inversiones, y Naveen Jain, un empresario y filántropo que fundó Moon Express, una startup de Silicon Valley que aspira a minar la Luna para obtener recursos naturales.

El primero lee 100 libros al año, al segundo le gusta despertarse a las 4 de la madrugada para leer libros durante tres horas.

Pero no hace falta que sea así. Andra Zaharia experta freelance en marketing de contenido, tiene un podcast y es una apasionada lectora. Su consejo preferido es: evita expectativas poco realistas y objetivos intimidantes.

«Incorporar la lectura diaria, creo, es cuestión de empezar poco a poco», dice Zaharia. «No tienes que fijarte un objetivo de 60 libros al año. Los libros en Kindle pueden ser más fáciles porque no puedes ver fácilmente cuántas páginas te quedan», explica.

  1. Si realmente te cuesta trabajo, aplica la «regla de las 50»

Esta regla te ayudará a decidir cuándo debes dejar un libro. Si eres propenso a abandonar una lectura en la página cuatro de forma despiadada o tienes que hacer un gran esfuerzo con tomos que has empezado a odiar, la idea es leer 50 páginas y entonces decidir si, como diría Marie Kondo, el libro «te genera alegría». Si no lo hace, déjalo.

La estrategia la ideó la escritora, bibliotecaria y crítica literaria Nancy Pearl, que la explicó en su libro Book Lust.

Incluye una advertencia pensada para personas que tienen más de 50 años, a quienes les sugiere que resten su edad de 100: la cantidad resultante es el número de páginas que deben leer porque -apunta Pearl- según cumples años, la vida se hace realmente demasiado corta para leer libros malos.

Así que ahí lo tienes. Soltar el teléfono solo una hora al día y sustituirlo por un libro puede aumentar tus niveles de empatía y hacerte más productivo. Si las personas más ocupadas y exitosas pueden hacerlo, tú también.

Quién sabe qué harás con todo ese conocimiento e inspiración adicional. Quizá termines teniendo tu propio emprendimiento espacial.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/4-trucos-para-convertirte-en-un-lector-voraz-y-los-beneficios-que-te-traera-serlo/614398

Comparte este contenido:

Jorge Larrosa propone no descartar la vieja escuela

Cauteloso con las nuevas metodologías educativas, el profesor español estuvo en Montevideo.

Se para en la vereda de enfrente de las últimas innovaciones en educación. No las desmerece, pero entiende que la escuela también “estaba bien antes”. Jorge Larrosa, licenciado en Filosofía y doctor en Pedagogía, entre otros muchos títulos, llegó desde Barcelona invitado por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República para dar una conferencia que tituló “El oficio del profesor”. En el marco de su paso por Montevideo presentó esta semana dos libros: P de profesor y Elogio de la escuela, y organizó una muestra de cine sobre el tema. Con todas estas actividades espera que sus oyentes “se sientan atraídos por un tipo de palabras que no son la más comunes en estas épocas”, según detalló en diálogo con la diaria.

¿Por qué ser docente es un oficio y no una profesión?

Me gusta lo del oficio porque remite a la artesanía y el trabajo del profesor tiene mucho del artesano; cómo se maneja con los textos, con el aula, con la pizarra, con los artefactos clásicos del profesor. A mí me molesta un poco la ideología de la profesionalización; en cuanto a los profesores tuvo una parte positiva, ya que le dio a un oficio vocacional y en general precario cierta dignidad académica y cierta autonomía, pero su parte negativa es que hizo que entre inmediatamente la cuestión de la evaluación, las competencias, los saberes, provocando que el profesor esté sometido a controles cada vez mayores. La profesionalización me parece que lleva a una concepción más industrial del trabajo, lo limita y le resta autoridad simbólica y libertad.

¿El profesor debería estar más libre en el aula?

Sí, al final un profesor de verdad se acaba convirtiendo en alguien que aplica protocolos y metodologías. Creo que la manera en que se está configurando la escuela, como un lugar de aprendizaje, de aprender a aprender, con la colonización de la psicología cognitiva, convierte el trabajo del profesor en un trabajo industrial, lo convierte en alguien que está a las órdenes de un dispositivo, y lo aleja de esa lógica artesana.

Un término que has trabajado en toda tu obra es la experiencia. ¿Cómo es la experiencia de aula hoy y cómo debería ser?

Con la tendencia dominante de la escuela hoy, o sea trabajar sobre la idea de aprendizaje, hay que intentar volver a recuperar la dimensión de la experiencia. Lo que pasa es que vivimos en una época muy rara, en la que la palabra experiencia ha sido facturada por el mercado: ahora que no hay nada para vender, se venden experiencias. Entonces, la palabra experiencia se vuelve algo un poco narcisista porque lo importante es lo que a mí me pasa y lo que yo siento. La categoría de experiencia es muy antigua y está relacionada con la idea de formación, no de aprendizaje, porque no es lo que pasa sino lo que nos pasa. La relación con la palabra formación es esa: la experiencia es lo que nos pasa y en tanto que nos pasa nos forma, nos transforma, nos deforma o nos conforma. Cuando la escuela está orientada básicamente a la formación la experiencia es fundamental, pero cuando la escuela está orientada al aprendizaje la experiencia es prescindible porque el aprendizaje sólo tiene que ver con saberes, competencias e informaciones.

Sin embargo, en la enseñanza por competencias la experiencia se plantea como algo importante.

Saber hacer no tiene nada que ver con la experiencia. Creo que estamos en una confusión: a veces experiencia se confunde con práctica y no es lo mismo. Se dice: “Usted tiene mucha experiencia de electricista porque tiene cinco años trabajando”, pero eso es práctica, no experiencia.

Es una postura bastante contradictoria con respecto de las últimas tendencias en educación.

Sí, mi manera de pensar la escuela es un poco a contracorriente. Tengo más bien la idea de que lo importante no es tanto pensar cosas nuevas, sino volver a pensar alguna de las viejas, que igual no estaban mal. En el libro P de profesor, que está planteado como un diccionario, está la palabra retrógrado y cascarrabias, por ejemplo. Yo sería, por decirlo en pocas palabras, un pensador de la escuela y del oficio del profesor un poco a contracorriente; a mí el mundo este que viene no me gusta demasiado.

En tu obra también hablás mucho de la relación entre la lectura literaria y la formación. ¿Cómo es esa relación?

La invención de la escuela es paralela a la generalización de la escritura; la escuela no da el mundo sino que da representaciones del mundo, por lo tanto la escuela básicamente enseña a leer y a escribir, pone a los chicos en relación con un mundo escrito. De ahí que la operación fundamental de la escuela sea la lectura. Lo que traté durante cierto tiempo es de que se dejara de entender la lectura como algo que tiene que ver con la comunicación y comprensión, y pensarla más bien como experiencia centrada en la cuestión de la emoción.

Entender la lectura sólo como comunicación, ¿es algo que está pasando o que se está dejando de hacer?

La escuela es una institución muy ambigua y eso la hace muy poderosa, porque continuamente se critica y se renueva a sí misma. Creo que ahora se está produciendo como un doble movimiento, en el que la lectura tiende más a convertirse en comunicación e información. De hecho, la entrada de las tecnologías en la escuela tiene que ver con eso: son tecnologías de la información y la comunicación. Pero, al mismo tiempo, hay cada vez más tendencia a introducir en las escuelas formas artísticas, filosóficas, muchos tipos de lecturas.

¿Qué prácticas o qué formas tiene un docente para llevar esta forma de lectura en el aula?

La escuela ha inventado procedimientos para esto desde hace milenios: leer en voz alta, subrayar, el comentario del texto en formato clásico. La escuela ya ha inventado procedimientos que tienen que ver con la iniciación de los jóvenes en la lectura y en la lengua. Se trata de producir atención, de que los niños no estén distraídos y se concentren en lo que toca concentrarse, se trata de cultivar la escucha. Vivimos en una época narcisista; lo más difícil que tiene como tarea la escuela es hacer que los chicos se interesen por algo que no sea su propio ombligo, porque todas las tecnologías de la distracción dicen siempre que lo más importante es él. Entonces, la escuela está para que se interese por algo que no sea él; durante un ratito el alumno no es lo más importante, lo más importante es la materia de estudio.

Las tecnologías igual están en el entorno de los jóvenes. ¿Cómo deberían incorporarse a la escuela?

Sólo deberían incorporarse con un criterio pedagógico, no con un criterio tecnológico o de eficiencia. Cuando yo digo que la escuela no está para el aprendizaje me refiero a que no se puede medir por su eficiencia, no trabaja como una empresa. El que tiene que decidir en cada caso qué tecnologías usar y cómo usarlas es el docente. De todas formas, yo tengo la idea de que la escuela clásica tiene todas las tecnologías que necesita: la misma sala de aula, la disposición de los bancos, la pizarra, la puerta, la regulación de los silencios y de la voz por parte del profesor, la tecnología de la atención.

La disposición de los bancos es algo que se quiere cambiar.

Qué pena, ¿no? ¡Con lo bien que estaba la escuela! Durante milenios, la escuela fue un lugar de atención compartida: todo el mundo tenía que mirar al mismo sitio y sobre todo no mirarse a sí mismo ni al compañero, sino mirar a alguna cosa. La escuela tiene que ver con la atención, no con mirarse a la cara los unos a los otros. Tampoco estaba mal la separación entre el profesor y los alumnos: el profesor no es igual, no ha dimitido de su posición. De todas formas, creo que el objetivo de la clase es hacer que los chicos se interesen por cosas que no sean su propio ombligo: si el profesor hace eso bien en ronda, que lo haga; si lo hace con todos mirando al mismo sitio, que lo haga.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/7/a-contracorriente-de-las-ultimas-tendencias-el-especialista-jorge-larrosa-propone-no-descartar-la-vieja-escuela/

Comparte este contenido:

¿Cómo enseñar lecto-escritura utilizando el método Fónico-Analítico-Sintético (FAS)?

Nombre autor: Fundación Telefónica

Descripción: La guía metodológica desarrolla el proceso de implementación en el aula, con recursos sencillos y explicados paso a paso, del método para el aprendizaje de la lectura y escritura conocido como FAS: Fónico-Analítico-Sintético. Fue diseñada a partir de los contenidos básicos de la lectoescritura y en particular del método FAS y sus tres etapas básicas: Aprestamiento, Adquisición y Afianzamiento.

Por otro lado, la compilación sintetiza la investigación desarrollada en 2016 referente a la relevancia que tiene la implementación de este método en Nicaragua. Describe las tres etapas por las que ha pasado la utilización del método FAS, enfatizando en condiciones en que se aplicó y las principales experiencias, concluyendo con lo realizado en los dos últimos años con la implementación de la Estrategia de Aprendizaje con Enfoque de Desarrollo Infantil para primero y segundo grado aplicando el método FAS para el aprendizaje de la lectoescritura, acompañado de la elaboración y entrega de materiales, la capacitación y la innovación de las teleclases, concluyendo con las ventajas del método.

Descargar: Metodo_FAS

Fuente: https://www.fundaciontelefonica.com/arte_cultura/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/594/

Comparte este contenido:
OtrasVocesenEducacion.org