10.000 estudiantes uruguayos se están preparando emocionalmente para los trabajos del futuro

Uruguay – Colombia / 28 de abril de 2019 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

Esta iniciativa que empezó en España, ahora se está implementando con éxito en las escuelas de Uruguay.

España y América Latina se han unido para darle a miles de estudiantes herramientas de inteligencia emocional. Ilan Bajarlia, fundador de la Asociación Civil Emocionarte es uno de los responsables de esta iniciativa. Gracias a su gestión, un programa llamado “Educación Responsable”, de la Fundación Botín de España, también llegó a Uruguay.

La iniciativa no es nueva. De hecho, inició hace más de una década y las herramientas de educación emocional que propone, han llegado a cerca de 300 colegios españoles. El impacto de este proyecto ha sido medido por la universidad de Cantabrias y los resultados de esta medición han evidenciado que gracias a éste, los estudiantes han mejorada su asertividad y han aprendido a manejar cosas como el estrés y la ansiedad, lo que por supuesto, tiene efectos positivos en el rendimiento académico.

“Educación Responsable” llegó a Uruguay hace cuatro años y desde entonces, los docentes de este país se han estado capacitando de la mano de Fundación Botín.

En total, la Fundación Botín ha formado alrededor de 1.000 docentes uruguayos y el año pasado comenzó a realizar sus primeros talleres en Chile. Este año, el programa de educación emocional está alcanzando aproximadamente a 10.000 alumnos de Uruguay en 40 escuelas, tanto privadas como públicas. Todo esto ha sido posible a la Asociación Civil Emocionarte y el Plan Ceibal, el plan estatal que convirtió a Uruguay hace más de 10 años en el primer país del mundo en dar una laptop a cada alumno en las escuelas públicas, hecho que convirtió al país en líder de la innovación educativa.

¿Cómo funciona exactamente el programa?

Adriana Yépez es una de las expertas de la Fundación Botín que se dedica a capacitar docentes. Lo hace a través de talleres y también pone a disposición de los profesores cientos de actividades específicas para trabajar la empatía en el sitio de la Fundación Botín.

Particularmente en los talleres, Yépez enseña diferentes recursos relacionados con las artes. Cada recurso tiene tres etapas. En uno de los recursos, por ejemplo, se pide a los niños que lleven una prenda que sea significativa y expliquen en clase lo que significa para ellos. El segundo paso es conocer la exposición de un artista y por último, los niños, en su rol de artistas, trabajan en equipo. Finalizan el recurso con una obra creativa.

Los recursos incluyen también cosas como, videos para los más pequeños, y películas y anuncios publicitarios para los más jóvenes. “La inteligencia emocional abarca toda una serie de habilidades que tiene que ver con la capacidad para motivarse a sí mismo, identificar las emociones, comprenderlas y manejarlas de una manera positiva”, explica Yépez a la BBC. Y estos talleres y recursos apuntan a que los profesores aprendan a estas habilidades con sus alumnos.

Y, ¿por qué emociones?

Una de las razones por las cuales se está priorizando el trabajo de la inteligencia emocional, tiene que ver con los trabajos del futuro. Para estos trabajos, explica Ilan Bajarlia, “se requieren habilidades de toma de decisiones, de negociación, de superar obstáculos, de manejar crisis y de reinvertarse a uno mismo, porque las organizaciones que existen hoy no van a existir en 10 años”. Esto quiere decir, según lo afirma Bajarlia, que de nada sirve ser bueno en la universidad si luego fracasas laboralmente por no tener la habilidad de seguir adelante, enfrentar problemas y tener autoestima… y esas habilidades se deben enseñar desde muy temprano.

“Imagínate a largo plazo una sociedad que siente en todos los niños desde chiquitos esas bases de inteligencia emocional”, señaló Bajarlia. Los niños deben aprender a identificar lo que sienten, incluso si es miedo; debe aprender a resolver las cosas conversando, a mejorar su autoestima y a relacionarse desde la empatía… Los estudiantes en España y Uruguay ya lo están haciendo y gracias a esto están preparándose para el futuro.

Fuente del Artículo:

https://eligeeducar.cl/10-000-estudiantes-uruguayos-se-estan-preparando-emocionalmente-los-trabajos-del-futuro

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 28 de abril de 2019: hora tras hora (24×24)

28 de abril de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 28 de abril de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: ‘Los 41’, un proyecto de gamificación para salvar la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306877

01:00:00 – H20 – Las redes sociales en la educación (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307140

02:00:00 – Plantean reforma integral de la educación en Paraguay

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307167

03:00:00 – El Arcón de Clío, educación más humana

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306844

04:00:00 – La libertad de cátedra en riesgo en EE.UU. por décadas de desfinanciamiento y ataques desde la derecha

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307174

05:00:00 – Agendamx: Educación en la Mira – 22 01 19 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307151

06:00:00 – Reglamento General de Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307258

07:00:00 – Los maestros y sus relaciones de poder en el aula

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306849

08:00:00 – Maestros de maestros: Jean Frederich Herbart (1776-1841) -PDF-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307254

09:00:00 – «La educación pública en México hoy» – Hugo Aboites y el Comité Estudiantil Metropolitano – #SEME (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306897

10:00:00 – Educar hacia la rebeldía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307236

11:00:00 – Inclusión educativa o el aprender a mirar desde la perspectiva de un nosotros común

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306888

12:00:00 – Argentina: Los docentes se suman al paro del 30 de abril

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307155

13:00:00 – Slauko Dykan – Profesor alemán en Gymnasium (Pensando sobre Educación) -Video-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307158

14:00:00 – Bolivia: Buscan bajar índice de bachilleres reprobados en las universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307239

15:00:00 – Qué puede hacer la escuela ante la violencia de género

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306885

16:00:00 – Marcela Gaete | Lanzamiento libro Pedagogía en Contextos de Encierro en América Latina (Video)

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17:00:00 – Mar Romera: “La escuela del siglo XXI es la del ser y no la del saber”

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18:00:00 – Docentes en Youtube: ¿una nueva forma de aprender?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307233

19:00:00 – 10.000 estudiantes uruguayos se están preparando emocionalmente para los trabajos del futuro

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20:00:00 – El daño de Peña a la educación, que AMLO promete reparar #ContralíneaTV

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21:00:00 – “La Educación en Movimiento”: Una película sobre la educación popular en América Latina

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22:00:00 – Trabajadores de la educación en Francia rechazan reformas de Macron

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23:00:00 – Colombia: Historias inspiradoras de educación y transformación (Video)

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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La negligencia emocional sufrida en la infancia crea adultos poco asertivos

Por: Jennifer Delgado Suárez

La asertividad es una competencia esencial para la vida. No solo nos evitará numerosos problemas en el ámbito de las relaciones interpersonales sino que también nos permitirá perder menos la paciencia y vivir de manera más equilibrada y relajada. De hecho, Anthony Robbins afirmó que «la forma en que nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos, en última instancia, determina la calidad de nuestras vidas«.
La asertividad no es más que la capacidad para hacer valer nuestros derechos con claridad de manera adecuada, sin ser demasiado pasivos ni muy agresivos, respetando a su vez los derechos de los demás.
Sin embargo, aunque parece muy sencillo, ponerla en práctica es un poco más complicado. De hecho, la mayoría de las personas que nos rodean no son asertivas, o lo son en muy poca medida. ¿Por qué?
En muchos casos la razón se encuentra en su infancia. Si hemos crecido en un hogar donde se practicaba la negligencia emocional, donde las emociones eran ignoradas o incluso castigadas, simplemente no hemos tenido la oportunidad de desarrollar la asertividad.

Tus 10 derechos asertivos

1. Tienes derecho a juzgar tu propio comportamiento, pensamientos y emociones, así como asumir la responsabilidad por ellos.
2. Tienes derecho a no ofrecer excusas ni explicaciones por tus decisiones.
3. Tienes derecho a decidir si asumes la responsabilidad de resolver los problemas de los demás.
4. Tienes derecho a cambiar de opinión.
5. Tienes derecho a cometer errores, y asumir las consecuencias.
6. Tienes derecho a decir “no lo sé”.
7. Tienes derecho a actuar independientemente de la “buena voluntad” de los demás.
8. Tienes derecho a tomar decisiones ilógicas.
9. Tienes derecho a decir “no lo entiendo”.
10. Tienes derecho a decir “no me interesa”.
Sin embargo, las personas cuyos padres pensaban que expresar las emociones era algo negativo, probablemente no serán conscientes de sus derechos. Si tus padres ignoraban o incluso castigaban tus expresiones emocionales, te habrá llegado el mensaje de que tus sentimientos, emociones y necesidades no cuentan.
Por tanto, quizá a menudo te descubres diciéndote frases como: “no hables de cosas negativas”, “no puedes dejar que los demás sepan cómo te sientes o qué piensas en realidad” o “no provoques alteraciones”. Estas frases seguramente provienen del discurso de tus padres, pero se han enquistado tanto en tu inconsciente que siguen determinando tu comportamiento, aunque hayas crecido.

Los resultados de la negligencia emocional en la adultez

La negligencia emocional es la incapacidad para responder adecuadamente a las necesidades emocionales de los niños. De hecho, una de las tareas fundamentales de los padres es, precisamente, validar las emociones de sus hijos y enseñarles a encauzarlas de la manera más adecuada. Los padres son el modelo emocional de sus hijos, son las personas en quienes estos se reflejan y buscan apoyo cuando se encuentran desorientados.
Si los padres no son capaces de reconocer esas emociones o cuando estas afloran les restan importancia a través de frases como “no hay motivos para llorar” o “no ha pasado nada”, le estarán diciendo al niño que su reacción, que es completamente normal y comprensible, no es adecuada. Como resultado, ese pequeño no sabrá qué hacer, por lo que se convertirá en un adulto que:
– No confía en sus emociones e instinto, ya que le han enseñado a ocultarlos e ignorarlos.
– Tiene dificultades para reconocer sus emociones y sentimientos ya que nunca fueron validados.
– Tiene problemas para expresar de forma asertiva sus emociones, por lo que asume posturas extremas: permite que los demás le pisoteen o se muestra muy agresivo.
– Desarrolla una baja autoestima pues cree que no es digno de ser amado.
– Experimenta sentimientos de culpabilidad y cree que no tiene derecho a ser él mismo.

Las bases para desarrollar la asertividad en cualquier etapa de la vida

– Aprender a reconocer las emociones propias y etiquetarlas. Saber exactamente cómo te sientes y por qué te ayudará a gestionar mejor esas emociones, de manera más asertiva.

– Ser consciente de tus derechos como persona, sabiendo que mereces ser tratado con respeto. Y ser consciente de que los demás merecen lo mismo.

– Valorar las opiniones de los demás, sabiendo que podemos disentir sin juzgar ni menospreciar al otro. Y exigir lo mismo a cambio.

– Desarrollar una autoestima sana, comprendiendo que los errores no disminuyen tu valía sino que son oportunidades para crecer. De esta forma no te sentirás amenazado por los demás y no responderás de manera agresiva ni dejarás que te pisoteen.

Por supuesto, también será de gran ayuda aprender algunas técnicas asertivas, para lidiar con las situaciones más complicadas.

En el caso de los niños, para desarrollar la asertividad es fundamental que los padres aprendan a respetar su individualidad y sus opiniones, aunque puedan parecer infantiles o poco prácticas. Estas preguntas podrán obrar milagros para educar a un niño seguro y asertivo:

– ¿Qué piensas?
– ¿Cómo te sientes?
– ¿Qué necesitas?
– ¿Qué tienes que decir?

De esta manera los niños aprenderán a:

– Descubrir lo que sienten y necesitan.
– Saber que sus emociones y necesidades son importantes
– Expresar sus emociones y necesidades de manera que la otra persona les respete.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2017/01/la-negligencia-emocional-sufrida-en-la.html

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Cuestión de educación, no de edad mínima de acceso

Por: Antonio Rial Boubeta 

Últimamente se me ha dado por participar asiduamente en jornadas, seminarios, tertulias radiofónicas y saraos de diversa índole en los que siempre, siempre, siempre alguien termina haciendo la misma pregunta: ¿A partir de qué edad es conveniente que los niños tengan móvil? Yo me pregunto si alguien se cuestiona a partir de qué edad pueden salir, beber su primera cerveza o tener su primer beso. «Cada casa é un mundo», diría mi madre. Por eso lo verdaderamente importante en cada uno de esos casos no es la edad concreta a golpe de calendario, sino más bien qué hemos hecho antes de ese momento y qué pensamos hacer a continuación, como madres y como padres.

Me aburre leer en los medios que la policía recomienda prohibir el uso del móvil antes de los 12 años y no permitir el WhatsApp hasta los 16, como si se tratase de una frontera exacta que pueda delimitar lo que puede o no puede hacerse, o como si fuese cuestión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sentar cátedra al respecto. Madres y padres debemos ser muy conscientes, eso sí, de que detrás del móvil hay un verdadero riesgo, no solo en los contenidos a los que nuestros hijos pueden acceder y la cantidad de líos en los que pueden meterse, sino sobre todo en lo que dejan de hacer y en lo que pueden llegar a convertirse. Algo tan aparentemente inocuo como un smartphone ha demostrado una capacidad enorme de influir en nuestras vidas. El móvil, queramos o no, puede modificar la rutina y el estilo de vida de grandes y menores mucho más de lo que podemos imaginar… y al final terminamos siendo lo que hacemos cada día, las cosas en las que ocupamos cada minuto y cada hora de nuestras vidas.

La clave, por tanto, no está en la edad a la que permitimos que nuestros cachorros tengan móvil, sino la educación (y también el ejemplo) que le proporcionemos y las pautas, normas y límites que establezcamos en el día a día. Una de las formas más básicas de educar consiste precisamente en establecer una buena rutina: en los horarios, en las comidas, en el sueño, en la higiene. Vivir y enseñar a vivir de una determinada manera. Paralelamente intentamos educar en valores y fomentar unas buenas habilidades de vida (asertividad, empatía, autonomía, solidaridad, respeto…).

El problema no son, por lo tanto, los móviles. El problema es que vivimos en una sociedad cada vez más individualista, estresada, atolondrada y despistada, en la que el lugar que ocupa la familia ya no es el que era y, a menudo, conscientes de nuestro error como padres e invadidos por un recurrente sentimiento de culpa, pretendemos sustituir la falta de atención a nuestros hijos con regalos, tablets y smartphones último modelo, que terminan por convertirse en nuestro peor enemigo. Sentido común, señores, que por desgracia es el menos común de los sentidos.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2017/02/26/cuestion-educacion-edad-minima-acceso/0003_201702G26P14992.htm

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Asertividad y felicidad

Por Maribí Pereira

La asertividad tiene que ver con la necesidad de cuidarnos y protegernos a nosotros mismos y a los demás, con el deseo de generar confianza y proximidad a través de la comunicación. Se trata de contribuir con el bien común a partir de la mejora propia.

Asimismo, es una actitud necesaria para el buen funcionamiento de las relaciones interpersonales y es, como mínimo, cosa de dos. Implica generosidad y es inconcebible sin la empatía y la consideración hacia el otro.

Sin embargo, muchas personas creen que asertividad consiste en hablar de mí, de mis deseos, sentimientos, opiniones y preferencias. En realidad, ser asertivo, implica conocer y considerar también los de quienes nos rodean, atendiendo no solo a los sentimientos que otros desencadenan en nosotros, sino también a lo que nosotros desencadenamos en ellos (Bach y Forés, 2012).

En este sentido, la asertividad es un recurso para comunicar de un modo respetuoso y oportuno lo que yo siento y para acoger con el mismo respeto lo que sienten los demás. No es una estrategia para ocultar lo que sentimos. De hecho, sería un error pensar que se reduce a emplear palabras bonitas para disimular nuestros sentimientos, pues lo que sentimos siempre lo comunicamos de un modo u otro, bien sea con la palabra, la voz, la mirada, la expresión facial, postura corporal, etc. Para lo que sí es útil es para aprender a contener y canalizar adecuadamente determinadas emociones (Bach y Forés, 2012).

Asertividad no significa afirmarse uno le pese a quien le pese. De ser así, se contravendrían los derechos del otro y en lugar de orientarnos hacia el encuentro y el intercambio verdadero, nos encaminamos hacia el cultivo del propio ego, el sometimiento del otro y la prepotencia. Además, entendida como mera autoafirmación, la asertividad no soluciona nada, puesto que los enfados y desavenencias se resuelven en el plano emocional cuando se encuentran sentimientos, y no en el verbal, recurriendo a una forma de expresión determinada (Bach y Forés, 2012).

Por tanto, debemos renunciar al uso instrumental de la asertividad, a orientarla a fines exclusivamente personales y a utilizarla para salirnos con la nuestra, haciendo uso de adornos verbales o bien para idear maneras más o menos afortunadas y no ofensivas de decir algo poco grato de escuchar. De ser empleada de esta manera no contempla la empatía ni la escucha activa, no tiene en cuenta la adecuación a diversas situaciones y circunstancias y, además, acaba resultando ineficaz (Bach y Forés). Si estamos debidamente formados, con un Máster en Psicoterapia del Bienestar Emocional por ejemplo, debemos trasladar todas estas ideas a nuestros pacientes en consulta.

En una sesión de pareja, el hombre de la pareja señaló que “el cuento de la asertividad le parecía patético y, además, implica un desgaste muy grande cuando se puede ir al grano sin tanta historia”. Según él, el ser asertivo promueve el ser “políticamente correcto y en consecuencia, falso e hipócrita”. No estaba dispuesto a tener “este tipo de comunicación con mi mujer porque si a ella que es mi pareja y a la que le confío todo no le puedo hablar con total sinceridad, entonces a quién más puedo hablarle como me place”. No se planteaba hacer nada para mejorar la comunicación con su mujer, pese a que ella había pedido hacer terapia psicológica, precisamente por un tema de comunicación

Un paciente que trabajaba en una multinacional señaló en una de las sesiones de terapia: “Esto de la asertividad y empatía les hace mucha falta a los de mi empresa. Deberían darnos un curso porque el jefe cuando te exige algo fuera de tus labores y tú le dices que no tienes el tiempo disponible te responde con un “Yo soy el jefe y yo digo lo que hay que hacer y punto. El que se quiera adaptar se adapta, y el que no, ya sabe lo que tiene que hacer”

Una paciente que venía por conflictos con su madre, preguntaba en sesión: ¿Qué se puede hacer con una persona que nunca pide disculpas, y que cuando hablas con ella te dice que no las pide jamás porque actúa siempre de buena fe y por tanto no necesita disculparse? La respuesta de la terapeuta fue: “Puedes hacer dos cosas: dejar de pedirlas si por el hecho de que tú las pidas y el otro no, tienes la sensación de que está en deuda contigo y te sientes enfadada; incluso diciéndole que quizás tenga razón y que cuando se actúa de buena fe no hace falta pedir disculpas”, o bien, seguir pidiéndolas si para ti es importante hacerlo, pero aceptando que el otro lo ve de otra manera”.

Pese a que muchas personas ignoran el valor de la asertividad, se ha comprobado que está estrechamente relacionada con la felicidad, pues ambas tienen que ver con la calidad de las relaciones que mantenemos con quienes nos rodean. Si la asertividad hace referencia a la capacidad de comunicarnos de un modo honesto y respetuoso, la felicidad depende en buena medida de los vínculos que somos capaces de establecer con esos otros (Bach y Forés, 2012).

Fuente:http://www.isep.es/actualidad/asertividad-y-felicidad/#more-8266

Imagen: www.isep.es/wp-content/uploads/2016/11/master-psicoterapia-bienestar-emocional-asertividad.png

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