Familia y escuela, filosofía y matemáticas

Roberto Atanes Torres, profesor de Estadística de la Universidad CEU San Pablo, explica en este artículo cómo de igual manera que las matemáticas son necesarias en nuestro desarrollo como civilización, «la familia lo es en nuestro desarrollo como sociedad»

Vivimos en un tiempo en el que somos testigos de cómo determinadas corrientes de pensamiento político y social tratan de soslayar, menospreciar e incluso desprestigiar valores e instituciones fundamentales de nuestra sociedad como es el caso de la familia.

Y precisamente es nuestra sociedad la que no puede, ni debe permitirse olvidar que la familia es un pilar básico de nuestra civilización, un vehículo de cohesión social cuya prevalencia nunca ha dejado de ponerse de manifiesto como un baluarte que transmite y preserva nuestros más preciados valores humanos y sociales. Pero además, ha de destacarse su papel como primer ámbito socializador del individuo, una misión trascendental que desarrolla al transmitir e infundir principios morales y éticos en conjunción con el sistema educativo en la tarea compartida de formar a los más pequeños para su integración en la sociedad.

En la imagen, Roberto Atanes Torres
En la imagen, Roberto Atanes Torres

Rescatemos de paso la noble intención de Platón al fundar la Academia de Atenas, cuyo objetivo primigenio fue formar hombres de estado basándose en el aprendizaje de la filosofía y las matemáticas, la filosofía como fundamento para la capacidad de razonamiento y valores deseables en un buen estadista, y las matemáticas como una progresión natural del ser humano que siente la necesidad de cuantificar lo que razona.

Hoy más que nunca, es necesario reivindicar esta doble vertiente, la de la educación familiar en el ámbito de los valores junto con la del aprendizaje en las escuelas y universidades en el campo del conocimiento intelectual, porque al igual que las matemáticas son milenarias, lo es la familia, de igual manera que las matemáticas son necesarias en nuestro desarrollo como civilización, la familia lo es en nuestro desarrollo como sociedad, y si las matemáticas han jugado un papel trascendental en el progreso humano, no menos importante ha sido, y sigue siendo, el papel de la familia en el pleno desarrollo de las personas.

Fuente de la información e imagen:  https://www.abc.es

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Por qué se celebra el Día del Libro el 23 de abril

España / 22 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Mundo

El lunes 23 de abril, y como cada año en esta fecha, se celebra el Día del Libro 2018. Una conmemoración que se festeja en todo el mundo y que busca, sobre todo, fomentar la lectura, pero también defender y proteger la industria editorial y los derechos de autor. Pese a todo, la instauración de un día del libro mundial es bastante reciente.

Fue en 1995 cuando la UNESCO aprobó, a propuesta de la Unión Internacional de Editores, la celebración del Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor (su nombre completo). La fecha elegida no es fruto del azar sino que se decidió al tratarse de una data trascendente en la historia de la literatura. Fue un 23 de abril cuando Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Inca Garcilaso de la VegaWilliam Wordsworth o Josep Pla murieron. También fue un 23 de abril cuando Manuel Mejía Vallejo, Maurice Druon o Halldór Laxness nacieron.

El Día del Libro en España

En España, la tradición de dedicar un día del año a los libros data de mucho antes. Alfonso XIII firmó un Real Decreto el 6 de febrero de 1926 por el que se creaba oficialmente la ‘Fiesta del Libro Español’. Se fijó como fecha la que por entonces se pensaba que había nacido Cervantes: el 7 de octubre. Pero en 1930 se modificaría para coincidir con la fecha del fallecimiento del escritor. Esto es, el 23 de abril.

La idea de la festividad había surgido del escritor y editor valenciano, afincado en Barcelona, Vicent Clavel Andrés. Fue él quien hizo llegar su propuesta a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona y esta la que se haría eco de ella.

Hasta entonces en la Ciudad Condal existía la costumbre de que el hombre le regalase una rosa a la mujer (la tradición se remonta al s.XV) por la festividad de Sant Jordi, patrón de Cataluña. Sin embargo, tras la propuesta de Clavel se comenzaría a obsequiar también a los seres queridos con libros.

La celebración y el intercambio de ejemplares tuvo un rápido seguimiento en toda España, especialmente en las ciudades que contaban con una universidad. Aunque en otras zonas terminaría por desaparecer hasta la instauración de la fiesta por parte de la UNESCO.

El Día del Libro en otros países

Países como Reino Unido o Irlanda celebran el World Book Day (Día Mundial del Libro) cada primer jueves de marzo. Mientras que en Uruguay celebran su día nacional cada 26 de mayo, fecha en la que se creó la primera biblioteca pública nacional. Por su parte, Paraguay festeja el Día del Libro Paraguayo el 25 de junio.

Desde 2001, una ciudad es elegida como Capital Mundial del Libro. Madrid fue la encargada de inaugurar esta representación que conlleva la realización de actividades literarias durante todo un año. Desde entonces, Alejandría, Montreal, Ámsterdam o Nueva Delhi han pasado por ello. En 2018, es Atenas la urbe elegida mientras que en 2019 ostentará el título Sharjah (Emiratos Árabes).

Fuente de la Noticia:

http://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/04/19/5ad60b0846163f37148b45e9.html

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