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La violencia no tiene recreo.

Por: Fernando Pereira.

El inicio de un nuevo año escolar es tiempo propicio para que las comunidades educativas tomen medidas para prevenir que la violencia se convierta en protagonista en los centros educativos.

El estudio sobre violencia contra los niños de la Organización de Naciones Unidas la define como la que ocurre en el ámbito de los espacios formales de educación (liceos y escuelas) y afecta principalmente a los estudiantes pero también a otros actores de la vida escolar: docentes, directivos, representantes.

La propia ONU advierte que muchas escuelas en el mundo no son lugares lo suficientemente seguros

La propia ONU advierte que muchas escuelas en el mundo no son lugares lo suficientemente seguros porque:

• Los adultos significantes -directivos, maestros y empleados- aplican castigos físicos y humillantes, violencia sexual y de género y hostigamiento. En muchos países no se ha prohibido explícitamente el castigo físico en las escuelas y aún en aquellos en los que se ha prohibido, se mantiene un patrón de aplicación de la ley desigual.

• El hostigamiento o acoso entre pares es una práctica común de violencia en las escuelas. Muchos niños y niñas sobreviven a diario a agresiones, ofensas e insultos propiciados por otros niños y niñas de manera sistemática, lo cual deja secuelas importantes e impide el adecuado desarrollo de su personalidad. Estas prácticas no suelen ser consideradas como problemas por los adultos, quienes se niegan a denunciarlas y atacarlas.

Algunos adultos, por sus propias experiencias, asumen que la escuela es un espacio donde es normal tener miedo, ser agredido. Hay que insistir en que se va a la escuela a aprender y ser feliz, no para sufrir.

Consecuencias de ambientes violentos: El ambiente se torna inseguro. Estudiantes y personal docente siente miedo. Baja rendimiento de estudiantes y docentes. Se deterioran los vínculos. Propicia abandono escolar.

La propia Unesco afirma que contar con climas escolares armónicos es un elemento constitutivo de la calidad educativa.

¿A qué tipo de violencia nos referimos? Algunas personas relacionan la violencia cuando hay casos de violencia física, heridos, vandalismo. Se pueden señalar desde las formas más leves y casi imperceptibles hasta lo que define Ortega como las formas más crueles, caracterizadas por el aislamiento social de la víctima, la prolongación en el tiempo del hostigamiento y las burlas y la multiplicidad de conductas agresivas (multivictimización) tiene efectos devastadores para todos los que se implican en él: los daña psicológica y moralmente a corto, mediano y largo plazo.

Expertos señalan que estudiantes socializados en ambientes violentos cuando adultos tenderán a relacionarse violentamente.

Expertos señalan que estudiantes socializados en ambientes violentos cuando adultos tenderán a relacionarse violentamente.

La violencia genera intolerancia y promueve la búsqueda de la “justicia por propia mano”. Afecta el ambiente escolar, reduce el rendimiento y deteriora relaciones. Genera problemas de salud, de socialización, emocionales y cognoscitivos. Alimenta la violencia. Los niños que han sido víctimas de la violencia tienen más posibilidades de ser víctimas o autores de actos violentos.

Desnaturalizar la violencia en los centros educativos es un reto fundamental en este nuevo año escolar. Sobre todo si consideramos que la violencia está presente en las familias, comunidades, país. Las escuelas deben ser espacios donde los estudiantes puedan tener un espacio que les posibilite un referente para la convivencia ciudadana pacífica y el buen trato.

Fuente: http://efectococuyo.com/opinion/la-violencia-no-tiene-recreo

Imagen: http://efectococuyo.com/wp-content/uploads/2017/09/acoso-2.jpg

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Entrevista a Carmen Pérez: “Esta es una de las agendas más radicales en la historia de Estados Unidos”

Entrevista a Carmen Pérez, directora ejecutiva de Gathering for Justice
“Esta es una de las agendas más radicales en la historia de Estados Unidos”

Carmen Pérez, directora ejecutiva de Gathering for Justice y co directora de la Marcha de las Mujeres, participó en la mesa de apertura del Global Media Forum, realizado en Bonn. Pressenza aprovechó para hacerle esta entrevista, que compartimos con nuestros lectores.

P: Carmen, el mundo se sorprendió el día que tanta gente y sobre todo tantas mujeres se movilizaron en Estados Unidos. Quizás no se entendió del todo qué fue lo que hizo que esa movilización fuera tan sorprendente, multitudinaria y poderosa. ¿Cuáles fueron los procesos que estuvieron detrás de esa marcha?

CP: Mucho de lo que ustedes vieron se debió a que habíamos intentado hablar con personas y crear un punto de entrada para que la gente empiece a involucrarse. Después de la elección de Trump, nosotros nos sentíamos como si alguien se hubiera muerto en nuestro país. Era un duelo. Sentí una responsabilidad por mi comunidad, como descendiente de mexicanos. Mi mamá es nacida en México, mi papá es nacido en los Estados Unidos. Pero lo que el presidente dijo de mi familia, de nuestros hermanos que son de allá, hizo que me decida a involucrarme en la organización de esta marcha. Nos unimos con Tamika Mallory, afroamericana y Linda Sarsour, palestina-musulmana y decidimos organizarla, hacer la agenda, traer a las personas., sumar a nuestros equipos y a muchas organizaciones.

Yo trabajo en la organización Harry Belafonte, desde la cual buscamos fomentar el compromiso cívico y organizar acciones políticas. Por ello pensamos que teníamos que ser parte de la marcha de las mujeres, centrándonos en musulmanes, LGBTQIA, indocumentados, afroamericanos, derechos de las mujeres, todos estos diferentes grupos, y teniendo como base nuestros principios de la noviolencia.

Teníamos claro que no iba a ser una marcha en contra de Trump, porque uno de los seis principios de la noviolencia es atacar las fuerzas del mal, no a las personas que hacen el mal. Así que, no se trata de Trump, sino de luchar contra las instituciones que empujan el racismo, el sexismo y cualquier tipo de discriminación.

P: Tú has mencionado varias veces la importancia de poner la agenda. ¿cuál es la agenda que pusieron en esa marcha y por la que ahora están trabajando?

CP: Nosotras creamos una plataforma en la que todos se sintieran incluidos. Fue un proceso transparente y muy participativo. Esa plataforma incluye 14 puntos relacionados con género, medio ambiente, justicia criminal, derechos indígenas, comunidades LGBTQIA. Es una plataforma política interseccional. Nuestra agenda no es únicamente de mujeres, porque como mujeres, somos interseccionales también: yo soy hija de una madre mexicana nacida en California, que creció con violencia en su comunidad, estudié psicología… No somos monolíticas. La plataforma que generamos es, sin duda, una de las más radicales plataformas políticas en la historia de los Estados Unidos.

El 21 de enero estuvimos 1.2 millones de personas, aunque el permiso que nos dieron (y solamente a nosotras nos exigieron contar con un permiso para organizar la movilización), era solamente para 200 mil. Queríamos que se movilizara mucha gente de color, que marchan también los inmigrantes e indocumentados. Eran 70 organizadoras a nivel nacional, 400 coordinadoras. Esta marcha se hizo con la participación de gente de todo el mundo, con mujeres que eran voluntarias, nadie recibió un cheque para organizar esta marcha. Había cinco millones de personas participando en todo el mundo y ningún incidente violento. Ese es el poder que nosotros vemos cuando la gente, cuando las mujeres se unen para hacer algo grande.

P: Has mencionado varias veces los seis principios de la noviolencia. ¿Cuáles son esos seis principios?

CP: No los tengo todos de memoria. Hay uno que dice, “Accept suffering without retaliation for the sake of the cause to achieve our goal” (Acepta el sufrimiento sin represalias por el bien de la causa, para alcanzar nuestro objetivo). Otro principio dice, “The Universe is on the side of justice” (El universo está del lado de la justicia). Otro es: “The Beloved Community is the framework for the future” (La Comunidad querida es el marco para el futuro). La comunidad querida es aquella en la que podamos vivir en armonía, sin violencia, con nuestros niños jugando, vivir en paz.

P: ¿Cómo podemos enlazar al movimiento de las mujeres de los Estados Unidos con los movimientos sudamericanos, como por ejemplo el Movimiento Milagro Sala, por la que venimos luchando de una manera no violenta en toda Sudamérica para su liberación, o ahora en Chile con la candidata a la presidencia, Beatriz Sánchez? ¿Cómo podemos crear vínculos entre los movimientos de Estados Unidos y los Sudamericanos?

CP: Creo que en realidad es una gran pregunta. Creo que lo que hemos venido tratando de hacer en Estados Unidos es convertirnos en ese vínculo para otros países, y creo en las continuas conversaciones y diálogos y construcción de relaciones que tenemos que hacer, creo firmemente que necesitamos construir solidaridad más allá del muro de Estados Unidos, de las fronteras que se crearon antes de nosotros.

P: ¿Si alguien de ustedes pudiera venir a Sudamérica, podríamos, por ejemplo, organizar una visita a Milagro Sala en su celda, o a la campaña de Beatriz Sánchez?

C: Sí, tenemos varias organizadoras de la Marcha que están en diferentes países, así que podemos conectarlos a ustedes con uno de nuestros coordinadores. Pero también pienso que es importante para nosotras, las mujeres de los Estados Unidos, que podamos tener un intercambio cultural para construir algo más allá de las fronteras que nos han impuesto, porque nosotros no creamos las fronteras. Somos gente que fluye y más allá de dónde provengas (algunas pueden ser de Marruecos, o de otros países), creo que las conversaciones, este tipo de interacción entre una y otra, demuestra que hay un gran movimiento. Nosotras, como mujeres de color en Estados Unidos, también somos oprimidas, y la única manera en que ganaremos es creando una solidaridad estratégica entre una y otra más allá de las fronteras que nos han impuesto. Pero todo empieza con las conversaciones.

P: Carmen, ¿cómo sigue ese movimiento? ¿Cuáles son los desafíos?

CP: Por ahora, regreso a mi organización, dado que tengo muchas responsabilidades. Pero la manera de continuar es que la gente se acerque a sus vecinos, en lugar que permanecer aislados. Necesitamos hablar uno con otro, necesitamos poder hablar cruzando las fronteras con gente que cree en nuestras mismas políticas. Necesitamos construir relaciones. También necesitamos formar a las nuevas generaciones.

Hay un gran salto generacional. Me he impresionado ver a alguien como Harry Belafonte, pero también tengo un padre de 94 años de edad. Por eso es importante tener esas relaciones. Pero la manera de continuar es que a través de la Marcha hemos construido nuestro Consejo, que es nuestro brazo político de la Marcha de las Mujeres, y estamos tratando de contratar personal, porque no podemos sostener un movimiento en base a voluntarios, tenemos que pagar a personas para que hagan este trabajo, tenemos que encontrar a los mejores, y tenemos que ser estratégicos.

Tenemos que defender el espacio, cómo atraemos a más mujeres. Tenemos estas delegaciones culturales cruzadas, pero se sostendrá cuando la gente crea y se haga cargo del cambio de las políticas de sus países, y no empieza cuando tú les dices a la gente qué es lo que tiene que hacer, porque hay muchas oportunidades para la gente. La gente piensa con frecuencia que no vale la pena o no saben cómo tomar las oportunidades. Es cuando piensan que se trata de su responsabilidad personal, y yo pienso que mi responsabilidad personal fue asegurar que nuestras comunidades estuvieran presenten en la marcha, y es por ello que la marcha tuvo tanto éxito.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=229168&titular=%93esta-es-una-de-las-agendas-m%E1s-radicales-en-la-historia-de-estados-unidos%94-

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La violencia de género y los niños

Julio de 2017/Autora: Laura Bech/Fuente: Blasting News

Es muy probable que los hijos de #Juana Rivas, sientan el mismo desconcierto que su madre. Pese a la sentencia que la obliga a entregar a los menores a su padre, para que regresen a Italia, la mujer se ha negado y ha optado por esconderse.

 Hace un año, aproximadamente, Juana arregló con su esposo, que dejaría Italia con los niños, por un tiempo para regresar a España a descansar y recuperarse de todo el desgaste y deterioro que el maltrato le ocasionó. A sus 36 años, la española, viajó a Macarena (Granada) con sus dos hijos de 11 y 3 años, y una vez aquí interpuso la denuncia por malos tratos.

Pese al apoyo político y social, la justicia determinó que estaba incumpliendo el Convenio Internacional de Sustracción de Menores.

Desde el pasado miércoles, Juana y sus hijos se encuentran en paradero desconocido, porque esta medida la ata de pies y manos. SÍ los niños vuelven a Italia con su padre y ella regresa junto a ellos, queda indefensa y a merced de un hombre que la anuló como persona y la golpeó en reiteradas ocasiones. Si no lo hace, desobedece una orden judicial y queda en falta.

¿Puede un maltratador ser un buen padre?

Este es un punto en que el no todos los especialistas en #Violencia de género logran ponerse de acuerdo. Así como no siempre una persona que maltrata ha sido maltratado, la tendencia es que sea todo lo contrario.

La violencia, doméstica, psicológica y física, es una cuestión de educación. Un niño que aprende que bajo los supuestos lazos de amor y cariño se convive, normaliza la violencia.

Crece pensando que los que te quieren, te gritan, te insultan y te pegan y eso suele guardarse de manera inconsciente y repetirse en la vida adulta.

Para otros expertos, en cuanto a la paternidad que pueden ejercer los hombres que tienen condenas por malos tratos, es importante centrarse en cada caso. En algunas ocasiones, la agresividad del hombre es solamente con la mujer, por lo que no necesariamente eso lo convierte en mal padre. Pero, por lo general, la violencia suele ejercerse frente a los niños, aunque ellos no sean los destinatarios, se los considera víctimas también de la violencia.

Por lo tanto, saber si un hombre que ejerce cualquier tipo de violencia contra su pareja es buen padre, es relativo en varios aspectos.

La gran mayoría de la mujeres que toma la decisión de separarse de una pareja agresiva, asegura que el principal motivo ha sido «salvar a sus hijos». La fuerza para enfrentarse al proceso la encuentran en la necesidad de sus niños no sufran las vivencias del maltrato.

«Cuando mi madre se separó fue peor, porque los que yo pensaba que me iban a proteger, no lo hicieron», cuenta una adolescente que cuando sus padres se divorciaron por violencia, tenía apenas 4 años. A la madre, le aplicaron el síndrome de alienación parental. Durante 3 meses perdió la custodia de sus hijos de 4 y 6 años. Tiempo en el que también le prohibieron cualquier contacto con los niños. «Los recuperé a los 3 meses por una serie de circunstancias», entre ellas pericias psicológicas que demostraban que no había interferido en la relación padre/hijos. Este síndrome presupone que la progenitora, manipula la razón y el interés de los menores en contra del padre.

«Yo recuerdo la noche anterior a la que nos tuviera que entregar. Le decía «»no te vayas, por favor, no te vayas»». Te cambia todo, tus amigos, tu entorno, a mi la mente me cambió completamente», pasaron más de 10 años pero Patricia recuerda aquella madrugada en la que debía despedirse de su madre con lágrimas en los ojos. La joven no habla con su padre desde el año 2014. La autora de «Ya no tengo miedo», recibió una carta de su progenitor hace 3 años, donde reconocía que le había pegado a su madre. Ese día y con la carta en la mano, la joven llamó a la policía y logró que le reconocieran su derecho a no volver a ver a su padre o «progenitor biológico», como le dice ella. Hace apenas unos horas, reconocía en una entrevista televisiva, el dolor y la tristeza que los malos tratos hacía su madre le provocaron.

Fuente: http://es.blastingnews.com/sociedad/2017/07/la-violencia-de-genero-y-los-ninos-001888779.html

 

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España: PP de Jerez valora el Pacto contra la Violencia de Género como «un paso importante en la lucha por la igualdad»

España/Julio de 2017/Fuente: 20 Minutos

Según informa la formación popular en una nota, García-Pelayo ha defendido que el objetivo de este pacto es que «no muera ni una mujer más como consecuencia de la violencia de género, gracias a las 212 medidas que incluye y que comprometen a todos en la defensa de la vida de las mujeres». Por otro lado, la diputada popular ha indicado que en Jerez «los datos evidencian que no se puede mirar para otro lado». En concreto, en el Partido Judicial de Jerez se realizaron, en el año 2016, 803 denuncias por violencia de género y 215 en lo que va de 2017. Asimismo, en relación con las órdenes judiciales de protección, se dictaron en Jerez 63 órdenes en el primer trimestre de 2017.

En este ámbito, García-Pelayo ha expuesto que otro dato significativo han sido las 833 llamadas al 016, el teléfono de Ayuda contra el Maltrato. Igualmente, García-Pelayo ha querido destacar de entre las medidas incluidas en el pacto la prevención de la violencia de género, del machismo y las conductas violentas en todas las etapas educativas, mediante la concienciación en los colegios y para fomentar la prevención de la violencia de género, y en el que se potencien los valores de la diversidad y la tolerancia.

También, en el ámbito de la educación, se designará a un docente responsable de coeducación para la formación y concienciación para la igualdad, para la realización de actividades que fomenten la igualdad y para prevenir la violencia. Del mismo modo, se incluirán contenidos de igualdad y contra la violencia de género en los temarios de los cuerpos docentes. Además, García-Pelayo ha querido destacar que «este pacto establece el mantenimiento y concesión de becas y ayudas al estudio a aquellos jóvenes que acrediten su situación en un entorno familiar con violencia de género, aunque no hayan alcanzado las calificaciones necesarias para su concesión o renovación». En materia de comunicación, también ha destacado la creación de un Código de Publicidad no Sexista, y en lo deportivo se propone ampliar las sanciones administrativas a los clubes deportivos que hagan o permitan la apología de la violencia de género en los acontecimientos deportivos. En el mundo laboral, este pacto plantea la creación de un sello identificativo para los servicios públicos y empresas privadas que establezcan políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) respecto de la violencia de género, y manifiesten sensibilidad en el trato hacia las trabajadoras y personas que la hayan padecido, prestando especial atención y dando facilidades a sus trabajadoras afectadas, a través de la Delegación del Gobierno para la violencia de género y en colaboración con el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Además, se contempla el registro preceptivo planes de igualdad obligatorios para las empresas de más de 250 trabajadores o trabajadoras. Otra de las medidas recogidas en este ámbito es la promoción del teletrabajo en aquellos casos de violencia de género en que sea posible y solicitado por la propia víctima, particularmente en el ámbito de las administraciones públicas.

MÁS MEDIDAS

En el aspecto judicial, el pacto pide reforzar la asistencia jurídica a las mujeres víctimas durante todo el procedimiento judicial, e incluso después de éste durante la fase de ejecución de condena, incorporando un mayor número de letrados a los turnos de oficio especializados y mejorando la formación de los mismos. En el ámbito de la Seguridad Ciudadana, se contemplan unidades policiales con formación específica en violencia de género que presten atención las 24 horas del día todos los días de la semana, y plantea la firma de convenios entre el Ministerio del Interior y los ayuntamientos para que la Policía Local pueda realizar la protección de víctimas de violencia de género, una vez valorado su nivel de riesgo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Igualmente, en el campo social, se recoge la necesidad de estudiar el actual sistema de ayudas de la Renta Activa de Inserción para mejorar la situación de las mujeres víctimas sin empleo y evaluar su sustitución por un subsidio desempleo de seis meses de duración que se ampliará por periodos semestrales prorrogables, siempre que las personas beneficiarias sigan cumpliendo con los requisitos para continuar percibiendo estas ayudas, que se financiarán con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Asimismo, se tomarán medidas que permitan que la custodia compartida en ningún caso se imponga en casos de violencia de género, ni siquiera provisionalmente, si está en curso un procedimiento penal por violencia de género y existe orden de protección. Por último, plantea la obligatoriedad de la suspensión del régimen de visitas en todos los casos en los que el menor hubiera presenciado, sufrido o convivido con manifestaciones de violencia.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/3102565/0/pp-jerez-valora-pacto-contra-violencia-genero-como-paso-importante-lucha-por-igualdad/

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Libro: La pregunta por la violencia

La pregunta por la violencia

Ana Belén Blanco. María Soledad Sánchez. Sergio Tonkonoff. [Editores]

Ana Belén Blanco. María Soledad Sánchez. [Presentación]

Rubén R. Dri. Emmanuel Taub. Gustavo A. Ludueña. María Stegmayer. María Pía López. Daniel Alvaro. Miguel Angel Rossi. Ezequiel Ipar. Carlos Gustavo Motta. Daniel Mundo. Martina Lassalle. Sergio Tonkonoff. Sofía Tiscornia. Henrik Malmström. [Autores de Capítulo]

Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-987-42-2889-5
Pluriverso Ediciones. CLACSO.
Buenos Aires.
Mayo de 2017
 

Puede decirse que la violencia es una de las problemáticas más recurrentes en las reflexiones e investigaciones que se desarrollan en la actualidad en el marco de las ciencias sociales y humanas. Con todo, es difícil pensar que sea ésta un objeto de indagación claramente delimitado según las exigencias de una rigurosa metodología científica. Vale decir, que pueda rápidamente definirse como una categoría exhaustiva y excluyente. ¿Qué entendemos por violencia? ¿Qué prácticas, procesos, objetos, sujetos pueden ser caracterizados como violentos? ¿Por quién/es? ¿Cómo? ¿Cuáles serían los lenguajes que nos permitirían aproximarnos a su estudio? En resumen, ¿cómo responder a la pregunta por la violencia?
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1234&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1174
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Una política de prevención de la violencia no debe partir de la criminalización de los niños

Por Observatorio del Derecho a la Educación y la justicia

Dra. Claudia Campillo Toledano[i]

Los acontecimientos ocurridos el pasado 18 de enero donde en un colegio privado un joven disparó contra su maestra y algunos compañeros en la ciudad de Monterrey, fueron sin duda, un signo de alarma para muchos, pero desafortunadamente, para otros, algo que es solamente una de entre muchas señales de la crisis social que vivimos en nuestro país. Ante este tipo de situaciones, la sociedad entera se pregunta ¿cómo es posible que estas cosas ocurran? Y en el mejor de los casos  ¿hay alguna forma de evitarlo? La preocupación por la seguridad de nuestros hijos ahora se ha trasladado al ámbito escolar, la escuela ha dejado de ser el espacio social que aseguraba la integridad de los niños.

Muchas voces han proclamado la falta de responsabilidad de las escuelas y del gobierno en estos hechos; de manera superficial algunas personas han culpabilizado al joven junto con su familia y en el mejor de los casos, le han concedido el beneficio de una “patología psicológica” para deslindar de responsabilidad al resto de la sociedad. Ambas posturas revelan una falsa consciencia sobre la problemática de la violencia social y en particular, de la profunda problemática que se observa en los ámbitos escolares.

La sociedad mexicana ha vivido en los últimos 15 años una espiral ascendente de violencia inicialmente ocasionada por la guerra del gobierno federal contra el crimen organizado, delitos de alto impacto como ejecuciones, desapariciones forzadas y balaceras en los espacios públicos se volvieron una constante de la vida pública, con sus ya conocidas consecuencias en el incremento de homicidios y delitos relacionados con el narcotráfico.

Como en el resto del país, la sensación de inseguridad ha permanecido constante, tal como muestra la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), ya que cerca del 70% de los habitantes de 18 años o más consideró que vivir en su ciudad es inseguro (INEGI, 2016). De acuerdo con ese mismo estudio, el 72% se siente inseguro en el transporte público, el 61% en las calles que habitualmente usa, el 50% en los parques.

La ausencia de seguridad en espacios públicos es un fenómeno recurrente en las ciudades, la ocurrencia de hechos antisociales se ha vuelto común, pues según el INEGI (2016) 67% de la población manifiesta haber presenciado consumo de alcohol en las calles, mientras que el 65% ha manifestado haber observado asaltos y robos, el 58% vandalismo y un 40% venta de drogas (INEGI, 2016, ENSU).

El problema de la violencia y la criminalidad es un fenómeno creciente que tiene como principales protagonistas a jóvenes y adolescentes. De acuerdo a Cerda (2010:124) en la zona metropolitana de Monterrey existen barrios completos donde la presencia del fenómeno de la violencia doméstica y la derivada del pandillerismo se conjuntan y generan un medio ambiente hostil, no sólo para las familias que habitan ahí, sino para todo el tejido social en su conjunto. Cerda señala que “la violencia en la entidad ha tomado ‘espacios’ específicos en la urbe, no sólo porque en 200 barrios se concentra el 60 por ciento de los casos de violencia doméstica, sino porque en estas colonias se ubica entre 60 y 80 por ciento de las pandillas de la urbe.”

Sin embargo, esas son solamente algunas de muchas formas en que la violencia ha escalado posiciones en la vida social, el incremento de violencia familiar es notable, al registrarse más de 49,638 casos en el período 2014-2016 (PGJNL, 2017). Nuevo León se encuentra entre los estados con las tasas más altas de feminicidios en el periodo 2011-2013 (INEGI, 2015) y según el CEAMEG (2013) está entre los 10 estados con mayores índices de violencia y maltrato infantil en el país.

La escuela, al igual que las demás instituciones sociales ha sido colonizada por la violencia desde hace tiempo atrás, en años recientes, la violencia escolar es una constante en la vida cotidiana de los niños y niñas de nuestro país. La escuela no es otra cosa más que el reflejo de las dinámicas sociales y familiares que tienen lugar en nuestro entorno. Sin embargo, tanto autoridades como padres de familia hemos ignorado las señales de alerta que se han manifestado de manera brutal en nuestros niños. De acuerdo al informe sobre acoso y violencia escolar en Nuevo León, en las escuelas urbanas existe una prevalencia del 79% de violencia ocasional, siendo la violencia de riesgo, grave y muy grave el 12% restante (Diario Oficial del Estado de NL, 2016).

No obstante, existen evidencias recientes que permiten responder a las preguntas sobre las causas de la violencia en la población infantil y juvenil y sobre todo, propuestas concretas de atención a este grupo poblacional en particular. USAID México financió el proyecto Modelo de Relaciones Familiares para Prevenir la Violencia Juvenil desarrollado por la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde se realizó un diagnóstico integral de las causas de la violencia en niños, niñas y jóvenes de entre 10 y 15 años en 17 escuelas primarias y secundarias ubicadas en tres polígonos del Área Metropolitana de Monterrey.

Los polígonos de estudio fueron elegidos por su alto nivel de marginación social y la prevalencia de altas tasas de violencia familiar y delitos del fuero común. Las escuelas colaboradoras en el proyecto se caracterizaron por una alta tasa de ausentismo y deserción, bajo rendimiento escolar y altas tasas de violencia y acoso entre su población.

Este proyecto permitió identificar 9 factores de riesgo que inciden en la comisión de actos violentos y la incorporación de los niños a grupos delictivos y criminales. Los principales hallazgos muestran que la niñez en esta región del país es altamente vulnerable debido a la combinación de factores individuales, familiares y comunitarios que contribuyen a su aislamiento social y a incorporar la violencia como elemento central de las interacciones sociales.

El 98% de los niños, niñas y jóvenes regiomontanos que participaron en el estudio señalaron haber experimentado algún evento crítico en su vida asociado a una situación violenta o delictiva, del mismo modo, se encontró que la débil supervisión parental era un factor significativo con un 90%, lo mismo que las tendencias a tomar riesgos impulsivos, la participación de amigos en actividades violentas o delictivas con un 77% y el fácil acceso al consumo de drogas con un 73%. Asimismo, la población escolar atendida mostraba una ausencia de expectativas de futuro, lo que se traduce en la falta de metas y de esperanza sobre su realización personal.

Estos resultados nos muestran el panorama poco alentador que enfrentan los niños, niñas y jóvenes que asisten a las escuelas en nuestra ciudad. Su alto nivel de exposición a la violencia ha dejado una huella importante en su salud psico-emocional, provocando sentimientos de angustia, impotencia y aislamiento social, la escasez de vínculos positivos en las dinámicas familiares debido a que los padres dedican más tiempo al trabajo y a la provisión de bienes materiales, además de la influencia negativa de los pares; ésta es una combinación que potencializa la presencia de conductas antisociales, la neutralización de la culpa y la agresividad como forma de interacción social.

Las políticas públicas orientadas a la prevención y atención de la violencia y acoso escolar no pueden solamente quedarse, como hasta ahora, en reglamentos y comisiones especiales. La seguridad de los niños y niñas en las escuelas es responsabilidad de toda la comunidad, no es un asunto exclusivo de los maestros y los directivos, debe ser objeto de una política pública integral orientada a la generación y fortalecimiento de dinámicas positivas que propicien el sano desarrollo de los niños y jóvenes y permita la formación de generaciones de ciudadanos que han optado por la violencia y el crimen como única forma de relación social. La integralidad de la atención a la población infantil dentro de las escuelas requiere de una visión comprehensiva de la problemática de la violencia como un asunto multifactorial y complejo que requiere de intervenciones multidisciplinarias sustentadas en el conocimiento proveniente de la investigación social.

Acciones aisladas como la operación mochila segura o las mochilas transparentes no constituyen un programa o política de atención integral; parten de la buena intención de evitar que se introduzcan armas o drogas a las escuelas, sin embargo, el uso de la fuerza y la autoridad sobre los niños y niñas solamente contribuyen a la criminalización, estigmatización y aislamiento social de los menores, que detonan en mayores niveles de violencia sobre nuestros niños propiciando lo que originalmente se quiere evitar.

La toma de decisiones de los gobiernos para el desarrollo de políticas y programas sociales enfocados a la prevención de la violencia y la delincuencia, debe fundamentarse más allá de la lógica de las buenas intenciones o de posturas sustentadas solamente en la moral social y recurrir a experiencias previas que sean exitosas en el contexto nacional y local.

Los programas de prevención de la violencia en las escuelas deben enfocarse a atender las causas que generan ambientes negativos en los procesos de formación y socialización de los niños y niñas, por lo que las decisiones de política pública deben realizarse buscando el desarrollo e implementación de programas basados en evidencia sustentados en el conocimiento científico que incluyan indicadores de medición que den cuenta de sus resultados.

[i] Profesora- Investigadora Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano, Universidad Autónoma de Nuevo León, Miembro del SNI Nivel II, correo electrónico:claudiacampillo@hotmail.com

Fuente: http://www.educacionfutura.org/una-politica-de-prevencion-de-la-violencia-no-debe-partir-de-la-criminalizacion-de-los-ninos/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/09/violencia-1024×682.jpg

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