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Nivel educativo de maestros en Nicaragua está estancado

Nicaragua / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Dora González Álvarez / Fuente: La Prensa

A pesar del pequeño avance de Nicaragua en la formación de sus maestros, se ubica en la cola de América Latina y el Caribe

Entre 1999 y 2014 el nivel de educación de los maestros en Nicaragua prácticamente se estancó, según el informe Aprender Mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades, publicado este miércoles por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El informe señala que en 2014 en promedio un maestro en el país tenía 12.9  años de educación, (que equivale a segundo año de universidad) ligeramente superior a los 12.3 que tenía en 1999. La media educativa de los docentes nicaragüenses era hasta el 2014 inferior al promedio de América Latina y El Caribe, que es de 15.6 años de preparación educativa (a una licenciatura de cuatro años).

Chile, por ejemplo, con una de las economías más desarrolladas de la región registra que sus maestros tienen 16.6 años de formación y el 87.7 por ciento de sus alumnos de tercer grado cumplen al menos seis horas de jornada escolar.

En cambio en Nicaragua solo el dos por ciento cumplió como mínimo las seis horas escolares. Pese a que se ubica en los niveles más bajos mostró una mejoría en comparación con 1999, cuando ninguno de sus estudiantes cumplía con ese horario.

Para analizar los años de educación de los maestros, el BID en el estudio tomó de referencia para Centroamérica a Nicaragua, Honduras y Costa Rica.

Los maestros son clave

Julian Cristia, economista del BID que participó en la edición del informe, dice que si bien es importante aumentar los años de educación de los maestros, eso no va a tener un efecto, como el que tendría la evaluación de los planes de formación que están desarrollando y estructurarlos de acuerdo con las necesidades en los salones de clases.

“Los maestros son clave para el desarrollo de habilidades de los estudiantes; sin embargo, el hecho de requerir que los maestros tengan más años de educación no pareciera ser la forma para realmente potenciar a los maestros, hay que darle otro tipo de intervención relacionada que sí ha tenido otro efecto. Es intervención, es un programa público que consiste en proveer planes de clases a los maestros, es decir, guías a los maestros que buscan apoyarlos para que ellos puedan dar clases más efectivas”, dijo Cristia.

Actualizar conocimientos

Es necesario que los docentes que ya están trabajando reciban capacitación en paralelo a su sistema de trabajo con el fin de actualizar los conocimientos y esto le permita tener mayores herramientas para elevar la calidad de educación.

En el caso de maestros de nuevo ingreso, Cristia apunta que ahí sí se debe exigir un nivel de educación más alto del que actualmente tiene el país, pero que eso no debe significar que se debe destinar más presupuesto en la preparación, sino en desarrollar estrategias de formación que han dado buenos resultados en otros países y que Nicaragua podría adoptar.

“Esta política sí ha tenido efecto positivo en los aprendizajes de los estudiantes y es una política poco costosa realmente, no requiere un incremento del gasto (…), vemos una política importante porque (se logra) el aprendizaje con un nivel bajo de gasto apoyando a los maestros en la planificación de sus clases”, destacó el economista del BID.

Nicaragua se ubica en los últimos lugares, en la categoría de los años de estudios para los docentes. Pese a eso Cristia, señala que el país ha tenido un avance en comparación —de forma general— con América Latina.

Políticas de educación

El informe detalla que entre 1999 y 2014 los rangos de formación académica crecieron de un 14.6 a 15.2 años, pero a la vez señala que contratar maestros con más años de educación significaría aumentar el gasto por la necesidad de compensar a los maestros los años de formación adicionales.

“Esta exigencia suele afectar a los que acaban de ingresar en la profesión docente y no a los maestros en ejercicio. También, ciertos gobiernos han introducido sistemas de pago que asignan salarios más altos a los maestros con más años de educación. Estas políticas podrían tener importantes consecuencias, porque introducen poderosos incentivos para que los maestros acumulen más años de educación. Sobre la base de la evidencia analizada, los gobiernos deberían considerar utilizar otros criterios para seleccionar a los maestros y fijar sus remuneraciones, que vayan más allá del número de años de educación”, señala el informe.

Estrategias clave

Julian Cristia, economista del BID que participó en la edición del informe, ejemplificó con dos programas que se desarrollaron en Perú.

“Un ejemplo es un programa que era una laptop por niño (…), programa que se implementó a gran escala, gastaron alrededor de 200 millones de dólares en total, se hizo una evaluación rigurosa del programa y no se encontraron efectos en el aprendizaje de estudiantes. En cambio, en otro programa que se implementó, que se llama Expande tu Mente fue un programa el cual tuvo como objetivo transmitir la idea a los estudiantes en que si ellos se esfuerzan tendrían mayor inteligencia. Trataron de demostrar que la inteligencia no es algo fijo, que no es algo con lo que se nace, sino que es algo que se desarrolla. Lograron demostrar que con menos de un dólar por niño se tuvo un mayor efecto en el aprendizaje”, aseveró Cristia.

Fuente de la Noticia:

http://www.laprensa.com.ni/2017/08/31/nacionales/2289120-nivel-educativo-de-maestros-en-nicaragua-esta-estancado

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América Latina y Caribe mantienen grandes rezagos a pesar de inversiones en educación

América Latina / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Bocayá Extra

Pese a esfuerzos bien intencionados, muchos programas gubernamentales no logran aportar a niños y adultos de América Latina y el Caribe las habilidades necesarias para prosperar, reveló el estudio insignia 2017 del Banco Interamericano de Desarrollo. Por otra parte, un vuelco hacia políticas basadas en evidencia empírica podría brindarle a la región valiosos beneficios en futuras mejoras en productividad y crecimiento económico.

En tanto la región destina, en promedio, casi el mismo porcentaje de su PIB a educación y capacitación técnica que naciones más desarrolladas. No obstante, los resultados obtenidos son muy inferiores. Los estudiantes de América Latina y el Caribe poseen más de un año de retraso respecto de lo esperable para el nivel de desarrollo económico de la región. Solamente el 30% de los niños en tercer y cuarto grado en América Latina y el Caribe alcanzan el criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66% en naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93% en países desarrollados.

Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades ofrece una mirada crítica a los esfuerzos que realizan los gobiernos por incrementar la adquisición de conocimientos desde el nacimiento hasta la adultez. Los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayudan a las empresas a promover un ambiente de aprendizaje en el lugar de trabajo, entre otros.

 “Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida”, afirmó el Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy. “Los gobiernos pueden hacer mucho más por mejorar la calidad de vida de aquellos que no han contado con estas ventajas. Es un gran desafío, pero también ofrece una gran recompensa en términos de crecimiento y patrimonio si hacemos las cosas bien”, agregó.

Sitio web sobre programas que funcionan

Para ayudar a que quienes toman las decisiones puedan identificar programas técnicos que han demostrado ser exitosos, el BID lanzó su novedoso sitio SkillsBank (www.iadb.org/skillsbank) donde se analiza y sistematiza evidencia sobre cómo promover habilidades en diferentes etapas de la vida. Dicho sitio ofrece evidencia sobre programas que han promovido eficazmente el desarrollo de habilidades en la infancia y adolescencia en un formato muy accesible para agentes gubernamentales.

El desarrollo de capacidades técnicas en la región no solamente ha demostrado ser pobre en comparación con el resto del mundo sino también muy desigual entre países. Durante la primera infancia, los niños de familias de escasos recursos se ven expuestos a un vocabulario más escaso y a más comentarios negativos que sus pares de familias más pudientes. Los programas de crianza han demostrado ayudar a cerrar esta brecha sin ser costosos: la diferencia en habilidades cognitivas puede reducirse a la mitad por tan solo US$600 anuales por niño.

La región destina alrededor de US$80.000 millones al año a la educación primaria, pero se han implementado solamente 13 evaluaciones rigurosas para comprobar que estos programas funcionen. Reducir la cantidad de alumnos por clase de 25 a 20 puede aumentar el aprendizaje anual en 15 por ciento y extender la jornada escolar de 4 a 7 horas puede hacerlo en un 10 por ciento, pero ambas medidas son costosas, aumentando el gasto en aproximadamente 20 y 60%, respectivamente. Por otra parte, los programas que ofrecen planes de clases para los docentes y motivan a los alumnos de manera directa son eficientes en cuanto a la promoción de habilidades y a la vez económicos.

Durante la adolescencia, los programas que ofrecen incentivos para evitar la deserción escolar resultan efectivos.  En líneas generales, cada año escolar adicional se traduce en salarios 9,6% más elevados (el rendimiento extra por cada año de educación superior es del 16,6%).

Contratar docentes competitivamente y ofrecer incentivos para mejorar las prácticas pedagógicas también promete resultados deseables. Diseñar cuidadosamente las intervenciones puede ayudar a promover el desarrollo de habilidades socioemocionales entre los jóvenes, reduciendo conductas de riesgo y preparando a la gente joven para un mayor éxito laboral.

Con respecto a la educación superior, el libro promueve que los gobiernos busquen el equilibrio entre acceso y calidad. Para aquellos que no puedan acceder a tal nivel educativo, los programas de pasantía han demostrado arrojar buenos resultados.

En el caso de los adultos, la clave está en garantizar que la mayor cantidad posible de trabajadores cuente con acceso a empresas grandes que operen dentro de la economía formal. Estas compañías ofrecen capacitación adicional y un crecimiento salarial tres veces superior a aquel de las pequeñas empresas, a menudo informales. Las pasantías y otras iniciativas que aspiran a capacitar a la juventud en habilidades técnicas para las que existe una demanda, son modos efectivos de ayudar a que jóvenes desfavorecidos puedan obtener empleos en compañías competitivas a nivel global.

Fuente de la Noticia:

http://boyaca.extra.com.co/noticias/economia/america-latina-y-caribe-mantienen-grandes-rezagos-pesar-de-341954

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América Latina: En 15% podría aumentar el aprendizaje al reducir alumnos por clase

América Latina / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Espectador

América Latina destina, en promedio, casi el mismo porcentaje de su PIB a educación y capacitación técnica que naciones más desarrolladas. Sin embargo, sus estudiantes poseen más de un año de retraso respecto de lo esperable para el nivel de desarrollo económico de la región. Solamente el 30% de los niños en tercer y cuarto grado alcanzan el criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66% en naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93% en países desarrollados.

En un intento por comprender mejor los errores y aciertos en las políticas y programas educativos de la región, un grupo de investigadores del Banco Interamericano de Desarrollo llevaron a cabo un amplio análisis cuyos resultados acaban de ser presentados bajo el título Aprender Mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades.

“Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida”, afirmó a través de un comunicado el Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy. “Los gobiernos pueden hacer mucho más por mejorar la calidad de vida de aquellos que no han contado con estas ventajas. Es un gran desafío, pero también ofrece una gran recompensa en términos de crecimiento y patrimonio si hacemos las cosas bien”, agregó.

El estudio señala durante la primera infancia, los niños de familias de escasos recursos se ven expuestos a un vocabulario más escaso y a más comentarios negativos que sus pares de familias más pudientes. “Los programas de crianza han demostrado ayudar a cerrar esta brecha sin ser costosos: la diferencia en habilidades cognitivas puede reducirse a la mitad por tan solo US$600 anuales por niño”, concluyeron los investigadores.

Al comparar diferentes variables en los sistemas de educación, los investigadores del BID concluyeron que reducir la cantidad de alumnos por clase de 25 a 20 puede aumentar el aprendizaje anual en 15 por ciento y extender la jornada escolar de 4 a 7 horas puede hacerlo en un 10 por ciento. Reconocen que ambas estrategias son costosas y podrían elevar el gasto en aproximadamente 20 y 60%, respectivamente. “Por otra parte, los programas que ofrecen planes de clases para los docentes y motivan a los alumnos de manera directa son eficientes en cuanto a la promoción de habilidades y a la vez económicos”, anotaron.

En cuanto a la educación durante la adolescencia, el informe concluye que los programas que ofrecen incentivos para evitar la deserción escolar resultan efectivos. “En líneas generales, cada año escolar adicional se traduce en salarios 9,6% más elevados (el rendimiento extra por cada año de educación superior es del 16,6%)”, dicen.

Contratar docentes competitivamente y ofrecer incentivos para mejorar las prácticas pedagógicas también hace parte de los consejos que se derivan del trabajo del BID. En cuanto a educación superior, se propone a los gobiernos buscar el equilibrio entre acceso y calidad. Y, cuando no es posible ofrecer programas de educación a una parte de la población, una solución que arroja buenos resultados son los programas de pasantías.

Fuente de la Noticia:

https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/en-15-podria-aumentar-el-aprendizaje-al-reducir-alumnos-por-clase

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BID alerta gran rezago educativo en Latinoamérica, aunque destina 5 % del PIB

América Latina / 3 de septiembre de 2017 / Autor: EFE / Fuente: W Radio

América Latina destina cerca del 5 % del PIB a programas de educación y capacitación, pero enfrenta graves rezagos y menores habilidades técnicas frente a otras regiones más desarrolladas, alertó hoy un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

«Todos los países en la región aumentaron su inversión en educación en al menos 1,5 puntos porcentuales del PIB y, en promedio, destinan a ese rubro la misma parte de su PIB que los países desarrollados (cerca del 5 % del PIB)», indicó el BID sobre este documento presentado hoy en la Ciudad de México.

En el estudio «Aprender mejor. Políticas públicas para el desarrollo de habilidades», la institución destacó que la región destina en promedio tres puntos porcentuales más de su producto interno bruto (PIB) a la educación que hace 25 años, y que los hogares gastan un 7 % de su presupuesto en este rubro.

Pese a un gasto público en educación como porcentaje del PIB parecido a EE.UU. (5,1 %) y la OCDE (4,9 %), la región padece una brecha en habilidades técnicas frente a otros países.

«Las habilidades en la región son bajas en todas las etapas de la vida», destacó el informe.

Solamente el 30 % de los niños en tercer y cuarto grado en América Latina y el Caribe alcanzan el criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66 % en naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93 % en países desarrollados.

El desarrollo de capacidades técnicas en la región no solamente ha demostrado ser pobre en comparación con el resto del mundo, sino también muy desigual entre países, agregó.

Por ello, el BID consideró positivo impulsar programas de crianza para cerrar esta brecha sin costos.

«La diferencia en habilidades cognitivas puede reducirse a la mitad por tan solo 600 dólares anuales por niño», de acuerdo con el documento.

Por el contrario, mientras que la región destina alrededor de 80.000 millones de dólares al año a la educación primaria, se han implementado solamente 13 evaluaciones rigurosas para comprobar su eficacia.

Entre varios puntos, el BID instó a reducir la cantidad de alumnos por clase y extender la jornada escolar hasta las 7 horas, para mejorar el aprendizaje en un 10 %.

«Pero ambas medidas son costosas, aumentando el gasto en aproximadamente 20 y 60 %, respectivamente», apuntó.

Una de las prioridades es evitar la deserción escolar, pues a más nivel educativo, mayores salarios.

«Cada año escolar adicional se traduce en salarios 9,6 % más elevados», agregó esta institución fundada en 1959.

El BID instó a contratar docentes preparados y ofrecerle mejorar su pedagogía para lograr el futuro «éxito laboral», tanto en niños y adolescentes, como en adultos.

Por todo ello, propone mejores políticas públicas para el desarrollo de habilidades, y una mirada crítica a los esfuerzos que realizan los Gobiernos.

«Los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayudan a las empresas a promover un ambiente de aprendizaje», destacó.

El vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy, resaltó la importancia de una «adecuada estimulación» de las personas, especialmente en los primeras años de su vida, e instó a los Gobiernos a «mejorar la calidad de vida» de la ciudadanía dándoles además herramientas.

Para ayudar a los tomadores de decisiones, el organismo lanzó su página web, SkillsBank, donde se analiza y sistematiza evidencia sobre cómo promover habilidades en diferentes etapas de la vida. EFE

Fuente de la Noticia:

http://www.wradio.com.co/noticias/economia/bid-alerta-gran-rezago-educativo-en-latinoamerica-aunque-destina-5–del-pib/20170830/nota/3564761.aspx

Fuente de la Imagen:

http://www.eduglobal.cl/page/117/?attachment_id

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Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades

Banco Interamericano de Desarrollo/América Latina/02 Septiembre 2017/Fuente: hsbnoticias

Pese a esfuerzos bien intencionados, muchos programas gubernamentales no logran aportar a niños y adultos de América Latina y el Caribe las habilidades necesarias para prosperar, reveló el estudio insignia 2017 del Banco Interamericano de Desarrollo. Por otra parte, un vuelco hacia políticas basadas en evidencia empírica podría brindarle a la región valiosos beneficios en futuras mejoras en productividad y crecimiento económico.

En tanto la región destina, en promedio, casi el mismo porcentaje de su PIB a educación y capacitación técnica que naciones más desarrolladas. No obstante, los resultados obtenidos son muy inferiores. Los estudiantes de América Latina y el Caribe poseen más de un año de retraso respecto de lo esperable para el nivel de desarrollo económico de la región. Solamente el 30% de los niños en tercer y cuarto grado en América Latina y el Caribe alcanzan el criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66% en naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93% en países desarrollados.

Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades ofrece una mirada crítica a los esfuerzos que realizan los gobiernos por incrementar la adquisición de conocimientos desde el nacimiento hasta la adultez. Los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayudan a las empresas a promover un ambiente de aprendizaje en el lugar de trabajo, entre otros.

Fuente: http://hsbnoticias.com/noticias/economia/america-latina-y-caribe-mantienen-grandes-rezagos-pesar-de-341954

Descargar aquí: https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/8495/Aprender_mejor_%20Politicas_publicas_para_el_desarrollo_de_habilidades.PDF?sequence=1&isAllowed=y

Imagen: http://services.iadb.org/wmsfiles/images/0x0/-42163.png

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BID: República Dominicana destina 2.6% a la educación como porcentaje de su PIB

Centro América/República Dominicana/02 Septiembre 2017/Fuente: El dinero

República Dominicana destina 2.6% a la educación como porcentaje de su producto interno bruto (PIB), de acuerdo con el estudio “Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades”, dado a conocer este miércoles por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según el estudio del BID, que revela brechas en habilidades técnicas en América Latina y el Caribe, República Dominicana invierte, como porcentaje de su PIB, 0.2% a preprimaria, 1.3% a la primaria, 0.9% a la secundaria y 0.2% a la educación universitaria.

educacion y pib

Cuadro colgado por el BID en su página web junto a la información sobre el estudio.

En la información que acompaña la presentación del informe, dado a conocer en México, El BID indica que a pesar de destinar más del 5% del PIB a programas de educación y capacitación técnica, América Latina y el Caribe se encuentra con importantes rezagos.

Refiere que pese a los esfuerzos bien intencionados, muchos programas gubernamentales no logran aportar a niños y adultos de América Latina y el Caribe las habilidades técnicas necesarias para prosperar. Por otra parte, un vuelco hacia políticas basadas en evidencia empírica podría brindarle a la región valiosos beneficios en futuras mejoras en productividad y crecimiento económico.

En tanto la región destina, en promedio, casi el mismo porcentaje de su PIB a educación y capacitación técnica que naciones más desarrolladas. No obstante, los resultados obtenidos son muy inferiores. Los estudiantes de América Latina y el Caribe poseen más de un año de retraso respecto de lo esperable para el nivel de desarrollo económico de la región.

Solamente el 30 por ciento de los niños en tercer y cuarto grado en América Latina y el Caribe alcanzan el criterio mínimo de competencias matemáticas, en tanto lo logra el 66 por ciento en naciones con similar nivel de desarrollo, y el 93 por ciento en países desarrollados.

El desarrollo de capacidades técnicas en la región no solamente ha demostrado ser pobre en comparación con el resto del mundo sino también muy desigual entre países. Durante la primera infancia, los niños de familias de escasos recursos se ven expuestos a un vocabulario más escaso y a más comentarios negativos que sus pares de familias más pudientes. Los programas de crianza han demostrado ayudar a cerrar esta brecha sin ser costosos: la diferencia en habilidades cognitivas puede reducirse a la mitad por tan solo US$600 anuales por niño.

La región destina alrededor de US$80,000 millones al año a la educación primaria, pero se han implementado solamente 13 evaluaciones rigurosas para comprobar que estos programas funcionen. Reducir la cantidad de alumnos por clase de 25 a 20 puede aumentar el aprendizaje anual en 15 por ciento y extender la jornada escolar de 4 a 7 horas puede hacerlo en un 10 por ciento, pero ambas medidas son costosas, aumentando el gasto en aproximadamente 20 y 60 por ciento, respectivamente. Por otra parte, los programas que ofrecen planes de clases para los docentes y motivan a los alumnos de manera directa son eficientes en cuanto a la promoción de habilidades y a la vez económicos.

Durante la adolescencia, los programas que ofrecen incentivos para evitar la deserción escolar resultan efectivos. En líneas generales, cada año escolar adicional se traduce en salarios 9,6 por ciento más elevados (el rendimiento extra por cada año de educación superior es del 16,6 por ciento).

Contratar docentes competitivamente y ofrecer incentivos para mejorar las prácticas pedagógicas también promete resultados deseables. Diseñar cuidadosamente las intervenciones puede ayudar a promover el desarrollo de habilidades socioemocionales entre los jóvenes, reduciendo conductas de riesgo y preparando a la gente joven para un mayor éxito laboral.

Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades ofrece una mirada crítica a los esfuerzos que realizan los gobiernos por incrementar la adquisición de conocimientos desde el nacimiento hasta la adultez. Los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayudan a las empresas a promover un ambiente de aprendizaje en el lugar de trabajo, entre otros.

“Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida”, afirmó el vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy. “Los gobiernos pueden hacer mucho más por mejorar la calidad de vida de aquellos que no han contado con estas ventajas. Es un gran desafío, pero también ofrece una gran recompensa en términos de crecimiento y patrimonio si hacemos las cosas bien”, agregó.

Para ayudar a que quienes toman las decisiones puedan identificar programas técnicos que han demostrado ser exitosos, el BID lanzó su novedoso sitio SkillsBank (www.iadb.org/skillsbank) donde se analiza y sistematiza evidencia sobre cómo promover habilidades en diferentes etapas de la vida. Dicho sitio ofrece evidencia sobre programas que han promovido eficazmente el desarrollo de habilidades en la infancia y adolescencia en un formato muy accesible para agentes gubernamentales.

Con respecto a la educación superior, el libro promueve que los gobiernos busquen el equilibrio entre acceso y calidad. Para aquellos que no puedan acceder a tal nivel educativo, los programas de pasantía han demostrado arrojar buenos resultados.

En el caso de los adultos, la clave está en garantizar que la mayor cantidad posible de trabajadores cuente con acceso a empresas grandes que operen dentro de la economía formal. Estas compañías ofrecen capacitación adicional y un crecimiento salarial tres veces superior a aquel de las pequeñas empresas, a menudo informales. Las pasantías y otras iniciativas que aspiran a capacitar a la juventud en habilidades técnicas para las que existe una demanda, son modos efectivos de ayudar a que jóvenes desfavorecidos puedan obtener empleos en compañías competitivas a nivel global.

Fuente: https://www.eldinero.com.do/46728/bid-republica-dominicana-destina-2-6-a-la-educacion-como-porcentaje-de-su-pib/

 

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La nueva mirada de las habilidades socio-emocionales: saber, saber hacer y saber ser

09 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Ángela Escallón Emiliani

Para generar mejores oportunidades y bienestar en futuras generaciones es necesario tener un balance entre el desarrollo de las habilidades cognitivas y las socio-emocionales.

Diferentes actores a nivel internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de su estudio “Desconectados, Habilidades, Educación y “Empleo en América Latina” y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a través de su reciente publicación “Habilidades para el Progreso Social, El poder de las habilidades socio emocionales”, reconocen la importancia de desarrollar habilidades socio emocionales y el impacto directo de éstas  en el bienestar, progreso social, ciudadanía y principalmente en la relación con la salud, las conexiones sociales, familiares, la participación cívica y el mercado laboral.

Para generar mejores oportunidades y bienestar en los niños, jóvenes y futuras generaciones es necesario tener un balance entre el desarrollo de las habilidades cognitivas y las socio-emocionales, ya que este balance es primordial para  las destrezas que se requieren en el siglo XXI.

En Colombia el fomento y desarrollo de competencias socio-emocionales es un tema reciente. Desde la Constitución Política del 1991 y la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994) se reconoce la importancia del pleno desarrollo de la personalidad, la participación de todos en las decisiones que nos afectan, el desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica en aras al  mejoramiento de la calidad de vida, entre otros, en el marco del fomento de los derechos humanos como objetivo fundamental de la educación.

Entre el 2003 y 2004 se definieron los lineamientos de las competencias laborales generales y las competencias ciudadanas. Las competencias laborales generales comprenden todos aquellos conocimientos, habilidades y actitudes, que son necesarios para que los jóvenes se desempeñen con eficiencia como seres productivos y que pueden ser desarrolladas desde la educación básica hasta la educación superior y vida profesional. Las competencias ciudadanas, por otro lado, habilitan a los jóvenes para la convivencia, la participación democrática y la solidaridad, las cuales se desarrollan en la educación básica primaria, básica secundaria, media académica y media técnica.

El año pasado la Fundación Corona, en conjunto con el Departamento Nacional de Planeación – DNP, el Departamento para la Prosperidad Social – DPS, Grupo Enel y la Caja de Compensación Compensar, realizaron el Foro “Habilidades para la Vida”, durante el cual se presentaron los diferentes enfoques desde el Gobierno y el sector privado. (Consulte las memorias del foro aquí)

En el Foro se reconoció que aunque la terminología de estas habilidades puede ser diferente – dado que algunos las llaman competencias blandas, otros competencias transversales y capacidades ciudadanas esenciales – todos concuerdan que son habilidades necesarias para hacer frente a los diferentes desafíos que encuentran los niños y jóvenes en cada etapa de su vida, motivo por el cual la agenda del país se debe centrar en cómo desarrollar estas habilidades, en qué momentos y cómo se pueden evaluar.

Frente a cuándo se deben desarrollar es importante tener en cuenta dos componentes: el contexto y el momento de educación. Frente al primero, los diferentes programas y estudios reconocen que se deben tener en cuenta cuatro entornos de aprendizaje tanto en la educación formal como la no formal: la escuela, la familia, la comunidad y el lugar de trabajo. Estos deben interactuar entre ellos para lograr el desarrollo de las habilidades de forma integral.

En cuanto al momento en la educación, diferentes estudios han demostrado es la etapa de primera infancia (0 a 5 años)  el principal momento para desarrollar las habilidades socio emocionales, dado que  éstas generan y fortalecen a su vez nuevas habilidades, en un efecto de bola de nieve, generando resultados futuros más positivos, no solo frente a las habilidades socio emocionales, sino también en relación con las cognitivas. También se ha demostrado que debido a la elasticidad mental de los seres humanos, esta condición permite desarrollarlas durante toda la vida pero el mayor impacto se tiene en los primeros años.

Uno de los principales retos frente a las habilidades socio emocionales es la información que se tiene sobre el tema. La dificultad de medir, monitorear y evaluar el desarrollo de estas habilidades, se debe a los diferentes enfoques que  actualmente se tienen.

La mayoría de iniciativas evalúan competencias o habilidades tales como: trabajo en equipo, comunicación, liderazgo, resolución de conflictos, responsabilidad y compromiso. A través de evaluación de procesos se ha demostrado que los programas e iniciativas que presentan mejores resultados e impactos son las que se basan en experiencias prácticas y que utilizan metodologías de aprendizaje activo, programas que incluyen de forma transversal y explicita en los currículos las habilidades socio-emocionales, programas que fortalecen las competencias de los docentes e involucran a los padres y a la comunidad.

Por ello la OCDE liderará un estudio longitudinal con la Secretaria de Educación de Bogotá, con el fin de evaluar a profundidad los resultados del desarrollo de competencias en cada uno de los tramos del ciclo de vida. También se encuentran otras iniciativas públicas para monitorear y evaluar estas competencias como la mesa transversal de habilidades blandas, estudios de la pruebas Saber y PISA en competencias ciudadanas.

En el Informe Sistema Regional de Evaluación y Desarrollo de Competencias Ciudadanas, “Educación, Ciudadana y Formación Docente en Países de América Latina” plantea que el principal enfoque en el país se ha dado en las habilidades ciudadanas: “la educación ciudadana en Colombia está enfocada al saber y al saber hacer antes que al saber ser, salvo porque las habilidades de las que tratan estos estándares afectan directamente los criterios y parámetros para construir relaciones de convivencia, participación y pluralidad”.

Por lo tanto, somos muchos los que estamos en la tarea de promover cambios sistémicos en toda la cadena educativa y en los diferentes contextos en los cuales se deben desarrollar estas habilidades, con el fin de fortalecer las capacidades institucionales y generar sostenibilidad en el esfuerzo de ser seres íntegros y ciudadanos.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-nueva-mirada-de-las-habilidades-socio-emocionales-saber-saber-hacer-y-saber-ser

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