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Brechas

Por: Elisabeth de Puig

En tiempo de pandemia crece la brecha entre quienes estudian en escuelas privadas de calidad y los de las escuelas públicas.

Son muchos los cambios sociales que se han producido como consecuencia del Covid-19. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, para bien o para mal, el aumento de la presencia de Internet en nuestras vidas.

La tecnología digital está cambiando el mundo provocando la toma de conciencia de la brecha entre aquellos que tienen acceso a ella y los que no pueden integrarse según datos del informe de UNICEF The State of the World’s Children 2017: Children in a Digital World”.

A la brecha social se han añadido brechas adicionales: la brecha digital, que hemos constatado en toda su crudeza durante el confinamiento de las familias; la brecha económica que ahora, sencillamente, ha dejado sin ingresos a muchos, y la brecha educativa al quedarse niños, niñas y adolescentes descolgados de sus colegios.

Según datos de Unicef, el Covid-19 obligó al 95% de los niños y niñas de América Latina y el Caribe a suspender su asistencia a las aulas. Desde la primaria, hasta la universidad, las clases virtuales llegaron de manera forzada. Este fenómeno amplifica las oportunidades de los niños de entornos más favorecidos, mientras reduce las de los más desfavorecidos.

Centros educativos privados han desarrollado sus propias plataformas, muchas de ellas con bastante éxito; no obstante, al pasar el tiempo han dejado ver sus debilidades.

Al principio del confinamiento estos nuevos métodos han jugado un papel muy importante.La inclusión de la educación digital supone una mejora educativa por su novedad, que aumenta la motivación de los estudiantes.

Sin embargo, una vez pasada la novedad, ha sido comprobado por especialistas de la innovación educativa con medios digitales en varios países y por los mismos padres que la mejora disminuye.

Esta implementación ha permitido salvar el año escolar para muchos alumnos capaces de trabajar por sí mismos, pero paulatinamente se ha vuelto una carga pesada para los padres de los más chiquitos que han tenido que dedicar dos y más horas al día a las clases digitales y que a la hora de reincorporarse al trabajo virtualmente o presencialmente tienen dificultades para seguir asistiendo sus hijos e hijas por horas.

En nuestro sistema de enseñanza pública deficiente y atrasado tecnológicamente, el Ministerio de Educación ha habilitado un sistema virtual de enseñanza. En la mayoría de los casos los profesores envían las clases por WhatsApp o interactúan con sus alumnos a través de aplicaciones como zoom, sin la debida preparación ni las exigencias académicas necesarias, con padres sin preparación adecuada, dejando irremediablemente de lado un sector de la población infantil que no tiene acceso a estas herramientas, lo que pone a estos estudiantes en desventaja.

El abandono de un sector de la población infantil por las autoridades educativas confirma la idea que la defensa de los derechos de la niñez no ha sido todavía bien asimilada por las mismas instituciones públicas que deben velar por su cumplimiento. En esta pandemia los más vulnerables, los hijos de migrantes, los discapacitados han sido olvidados por el sistema escolar o de ayuda alimenticia.

Al concluir el año escolar de forma no presencial el confinamiento dejará grandes lagunas entre muchos alumnos y alumnas, que se acumularán con el déficit crónico en lectoescritura y matemática que arrastra la educación dominicana.

En tiempo de pandemia crece la brecha entre quienes estudian en escuelas privadas de calidad y los de las escuelas públicas. Crece la brecha en la enseñanza pública entre quienes están conectados y los que no en los barrios marginados, lo mismo que entre las zonas rurales y las urbanas.

Crece la vulnerabilidad del sistema educativo en general y de la revolución educativa enarbolada por el presidente Medina. Crece el temor a la desaparición de la tanda extendida para poder acomodar los alumnos a la nueva normalidad;se dice que se mantendrán las comidas, que se volverá al sistema de tandas matutinas y vespertinas para el año escolar 2020/2021.Crece el temor que el 4% para la educación quede relegado en las mazmorras de la historia con la crisis económica que se avecina.

¿Cómo prepararse para la reintegración de niños y niñas que habrán olvidado parte de las rutinas adquiridas y de los contenidos aprendidos?

¿Cómo evitar las deserciones masivas y reenganchar nuestros alumnos y alumnas al sistema luego de varios meses de vaganciaen escuelas que tienen menos espacios que nunca?

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/brechas-8834629.html

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Si la educación deja de ser presencial, España puede destruir (aún más) su ascensor social

Redacción: El Confidencial

El cierre de los centros no perjudica igual a todas las clases sociales. Mientras que las altas apenas notan el efecto, las bajas tienen dificultades que arrastrarán en el largo plazo.

Todo apunta a que el comienzo del próximo curso será muy diferente a lo que conocimos, con un formato de semipresencialidad en el que, como ha planteado el Ministerio de Educación, los grupos se reduzcan a la mitad para garantizar el distanciamiento físico. Mientras tanto, los alumnos terminarán previsiblemente el curso de manera telemática, lo que ha reducido el papel del colegio como lugar físico, y por lo tanto, como lugar de intercambio social.

No se trata de una mera cuestión de brecha digital como suele aducirse, sino de la importancia que tiene la escuela como atenuadora de las diferencias sociales. Desde la crisis, la movilidad entre clases en España gracias a la educación comenzó a frenarse. Ahora puede detenerse totalmente o, incluso, hacer descender a grandes capas de la sociedad. Si en circunstancias normales la escuela es «gente, gente que trabaja, que estudia, que conoce, que se estima», como la definió Paulo Freire, esa escuela improvisada en los hogares está determinada por el capital social, económico y cultural de las familias. Es decir, ‘homeschooling’ de primera para unos, clases entrecortadas, pixeladas y llenas de interrupciones para otros.

«Sin escuela pública, la educación privada genera desigualdades. Si ya no tienes la pública para atenuarlo, esa desigualdad aumenta»

El informe de la OCDE ‘A Broken Social Elevator? How to Promote Social Mobility’ ya describía a España como un país pegajoso. Nuestra particularidad, explicaba, es que no solo hay un «suelo pegajoso» que impide ascender a las clases sociales más bajas, sino también un «techo pegajoso» que hace mucho más difícil el desclasamiento de las más altas.

En esa brecha es clave la educación, y en concreto, el contexto escolar. La mayoría de los hijos de los padres que tienen una peor formación (un 56%) terminan con un nivel igual de bajo, un porcentaje muy superior a la media de la OCDE (un 42%). La razón es que España, a pesar de los tímidos avances recientes, sigue siendo uno de los países con un nivel más alto de abandono escolar (un 19,9%), algo que podría agudizarse en el presente contexto. La mayoría de los hijos de las familias con padres más educados (un 69%) terminan cursando un máster o un doctorado, pero menos de uno de cada cuatro de las familias con menos educación lo hacen.

«El problema con el que nos encontramos los investigadores es que hay pocos datos y fuentes que permitan analizar la movilidad, pero nosotros hemos observado la ralentización de estos indicadores desde hace unos años», explica Olga Cantó Sánchez, profesora de Economía de la Universidad de Alcalá, que ha trabajado durante los últimos meses en el tema. «A partir del curso 2011/2012 se empieza a percibir que entre los jóvenes tienen más dificultades para acceder un mayor nivel educativo que sus padres, cuando en las anteriores el ascenso era muy claro». Es un proceso lento, añade, pero que ha invertido la tendencia que fue habitual durante décadas.

El problema, añade la economista, radica en que el contexto presente va totalmente en contra de la reducción de la brecha, porque «es en la escuela donde se pueden cerrar esas desigualdade. Otro ejemplo: según sus datos, el gasto en educación se ha multiplicado de forma mucho más alta entre las rentas más altas que entre las bajas, generalmente en complementos como escuelas privadas, clases de apoyo o idiomas. Los factores que ahora marcan la diferencia. Como recuerda Cantó, «sin escuela pública, la educación privada genera desigualdades. Si ya no tienes la pública para atenuar sobre los más vulnerables, esa desigualdad aumenta».

La importancia de un colegio

No se trata únicamente de la facilidad del aprendizaje en un entorno físico, sino de otros intangibles que conforman el conocido como Efecto Escuela, es decir, la capacidad de los centros para influir en el rendimiento de los alumnos frente al capital social y económico de la familia. Un efecto que en este contexto se reduce, y que hace que, por ejemplo, se pierda el efecto compañero, que provoca que los alumnos más aventajados ayuden a los más rezagados. También otros factores esenciales como la relación entre alumnos de distintos entornos sociales o la capacidad de detectar problemas por parte de los profesores.

«Los sistemas educativos que se han ido a pique son los que han expulsado a las clases medias del sistema educativo público»

«Nos encontramos en una segregación absoluta porque cada alumno está en su casa, no hay mezcla que pueda ayudar a los alumnos más desaventajados, que a través de los compañeros pueden aprender mucho más que lo que podrían hacerlo gracias a su propio entorno», añade Cantó, que recuerda que «los sistemas educativos que se han ido a pique son los que han expulsado a las clases medias del sistema educativo público, lo que genera mucha más desigualdad social, porque las familias más vulnerables se quedan segregadas en unos colegios y las ricas en otros».

«Hemos visto en nuestras encuestas cómo se activan los recursos familiares y la actividad de educación informal en elementos como el tiempo dedicado a la lectura, si esta es acompañada o la práctica de música o idiomas, que se diferencian en función del capital cultural de las familias», explica Xavier Bonal, catedrático de Sociológica de la Universitat Autònoma de Barcelona. «Son diferencias que existen y que ahora se amplían. La escuela es una condición no suficiente, pero sí necesaria, especialmente para determinados colectivos que pueden encontrar en ella un carácter compensatorio».

Un aula en Francia
Un aula en Francia

Como explicaba el sociólogo en una tribuna publicada en ‘El Periódico’, «mientras la clase media está haciendo una especie de curso acelerado de ‘homeschooling’otros grupos sociales o bien no están en casa porque están trabajando o no disponen de los medios, recursos o capacidades para convertirse en maestros de escuela en una semana». «Una situación de segregación alta como la que tenemos en España ahora se extrema», añade a este periódico. «No es solo que las familias tengan menos recursos culturales, porque puede ser que estén realizando servicios esenciales y en ese caso quién sustituye a la escuela». Como recuerda, «el teletrabajo también está repartido de forma inequitativa».

La paradoja es que, como lleva ocurriendo desde hace décadas y como el propio Bonal lo ha podido comprobar a partir de las encuestas que ha puesto en marcha estas semanas, si bien el efecto escuela es más decisivo para las clases bajas, suelen ser las altas las que suelen darle más importancia y ser más exigentes y críticas. Algo que también ha ocurrido estas semanas. «Ocurre lo mismo con la elección de escuela o con garantizar un itinerario lo más completo posible, aunque sean grupos sociales que en teoría no lo necesitan», explica. «Su percepción es que estamos en una sociedad de riesgo, y que cuanto más puedas asegurar a través del capital cultural y el conocimiento, mejor, así que invierten en educación».

«Si esto se alarga mucho, tendremos un problema, porque los parones producen retrocesos que se distribuyen de forma desigual»

El informe ‘Covid-19: cerrar la brecha’ publicado por Save the Children este martes mostraba cómo la situación actual ha amplificado y profundizado la brecha educativa, algo que puede disparar el fracaso, la desvinculación escolar y un aumento del abandono educativo temprano. «El cierre de los centros escolares ha producido menos aprendizajes efectivos», explica Andrés Conde, su director general. «Esto no ocurre en igualdad entre las clases medias o las bajas. Por ejemplo, el ‘olvido veraniego’. Cuando las medias vuelven tras el verano no tienen retrasos en sus aprendizajes, algo que sí se produce en los niños de familias más desfavorecidas».

España era ya antes de todo esto uno de los países con una mayor segregación educativa de Europa, como pusieron de manifiesto F. Javier Murillo y Cynthia Martínez Garrido en 2018. «PISA ya reveló que los centros que concentran a los niños más desfavorecidos tienen peores dotaciones y medios, y ahora están teniendo más dificultades para llevar a cabo un acompañamiento educativo por parte de los profesores», añade Conde. «En las clases medias los padres tienen más facilidades y competencias para apoyar un aprendizaje más autónomo».

Soluciones… y un matiz

Francia inició esta semana un retorno a las aulas con «alumnos prioritarios» según la profesión de los padres y la situación familiar. Una posibilidad que Bonal valora positivamente: «Hay alumnos que tienen que volver antes que otros». El tiempo corre en contra. «Si esto se alarga mucho, tendremos un problema, porque ya sabemos por estudios internacionales que los parones producen retrocesos que se distribuyen de forma desigual«, añade. «Sorprende que después de dos meses no haya un plan de desescalada escolar que debería organizarse no solo por criterios de densidad poblacional o sanitarios, sino también educativos».

«Cuando abran los centros educativos, lo que vemos completamente crítico es priorizar en su acceso a los niños y las niñas que han estado más desvinculados durante el confinamiento, que provienen de entornos más vulnerables. Son los que no han tenido apoyo educativo en sus hogares, no han tenido acceso a dispositivos digitales, los que están más desvinculados y los que corren un mayor riesgo de fracaso escolar», coincide el director de Save the Children. «La conexión con el colegio, aunque sea en días alternos es mucho mejor», añade Cantó. «Es mejor tener a un profesor tres días que no tenerlo nunca».

No obstante, caben otras interpretaciones. En una reciente entrevista, el británico John Goldthorpe, uno de los académicos más prestigiosos en el campo de la movilidad social y profesor emérito de la Universidad de Oxford, matizaba la importancia de la educación como motor de la movilidad social. Se trata del origen familiar, representado por ejemplo en la atención que los padres pueden prestar a sus hijos, lo que marca la diferencia. Un torpedo en la línea de flotación de la teoría liberal.

«Ya hay generaciones nacidas en los 80 que tienen mejor educación que sus padres pero que no mejoran su posición respecto a la de estos»

Una lectura que, no obstante, puede servir para argumentar lo contrario: debido a que el nivel socioeconómico de las familias es más decisivo que la escuela, razón de más para no cercenar aún más su carácter compensatorio. «Los estudios de movilidad social ya nos están avisando que entre los nacidos en los 80 hay mucho más desclasamiento educativo, generaciones que tienen mejor educación que sus padres pero que no mejoran su posición respecto a la de estos», concluye Bonal. «Esto puede ser una estocada para toda una generación si se alarga el acceso a posiciones que corresponden a su nivel». El gran problema de España no es solo la educación, sino también la ausencia de puestos vacantes en empleos de mayor nivel como si ocurría hace décadas, y que «los va a cubrir quien tenga mejores oportunidades».

Fuente: https://www.elconfidencial.com/espana/2020-05-16/educacion-colegios-espana-ascensor-social_2595851/

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Colombia: En Yopal, niños del campo tomarán clases por radio

América del sur/Colombia/07 Mayo 2020/semana.com

Más de 9.000 estudiantes de la zona rural y por lo menos 26.000 del casco urbano recibirán clases a través de una emisora comunitaria de la capital casanareña. Con esta metodología el gobierno municipal busca cerrar la brecha de aprendizaje en épocas de pandemia.

El 28 de octubre de 2004 fue la última vez que en Colombia se emitió el programa de bachillerato por radio, el cual se transmitía inicialmente por Radio Sutatenza y luego a través de Radio Nacional de Colombia. Una metodología que se implementó desde 1948 y que durante más de medio siglo llevó educación a los hogares colombianos.

En Yopal, la capital del Casanare, a pesar de que durante por lo menos 30 años se gozó de la bonanza petrolera —de la cual ahora solo se perciben algunos rezagos de regalías— no se fortaleció el sistema educativo para el campo y la internet tiene tímidos asomos en zonas rurales, lo que no da abasto con los más de 9.000 estudiantes que asisten a esas escuelas. 

Entrado en rigor el decreto presidencial que ordena el aislamiento preventivo obligatorio en todo el territorio nacional y que cobija a las escuelas, colegios y universidades, la administración municipal de Yopal optó por volver a la educación por radio para acompañar el proceso pedagógico de los menos favorecidos. La estrategia empezará este miércoles 6 de mayo.

Según indica el alcalde de Yopal, Luis Eduardo Castro, “esta estrategia la estamos aplicando para el caso de los establecimientos educativos del sector rural, donde es precaria o nula la conectividad a internet, pero además les allegamos a los estudiantes material didáctico elaborado por los profesores durante las semanas de desarrollo institucional”.

Foto: Leo Rodríguez – Yopal

Para Antonio David Sáenz, trabajador social de la Universidad Bolivariana, “las medidas de confinamiento de la covid-19 ponen al desnudo las brechas de desigualdad social que existen en Colombia; de hecho, las aumentan. Pues no solo se trata de que los estudiantes puedan acceder a información a través de la internet, sino también de entender la afectación que provoca esta crisis al contexto familiar, social y económico de los colombianos, que hace que el ambiente formativo sea o no el más adecuado para el aprendizaje”.

Yesid Jiménez Silva, secretario de Educación de Yopal, añade que “esta estrategia se diferencia del ‘bachillerato por radio’ antiguo, en que los educandos tendrán guías para desarrollar en casa, las cuales llegan por medio de los profesores, quienes recorren horas para llegar hasta las zonas más apartadas”.

Por otra parte, el alcalde Luis Eduardo Castro también aseguró que la administración continúa entregando las ayudas alimentarias a los niños. “A todos los estudiantes les estamos cumpliendo con el Plan de Alimentación Escolar, PAE, el cual consta de un paquete nutricional para 20 días”, aseguró Castro.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/a-la-antigua-en-yopal-ninos-del-campo-tomaran-clases-por-radio/668886

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EE.UU: Educación virtual expone la brecha social

América del norte/Estados unidos/30 Abril 2020/semana.com

Los cierres de colegios generaron desafíos en zonas pobres o rurales, donde no todas las familias tienen PC o internet. Difícil de creer pero cierto.

Además de libros y cuadernos, Kenia Molina necesitaba un computador para terminar el año lectivo luego que su escuela cerrara por la pandemia. Como otros miles de jóvenes de la «promoción coronavirus» que perdieron semanas de clases en medio de la pandemia en Estados Unidos, no lo tenía. 

Para cerrar esa brecha tecnológica, las autoridades comenzaron a distribuir portátiles tras el cierre de casi todas las escuelas y universidades del país por el resto del ciclo. Con una de esas máquinas, Molina, de 18 años, se enfoca en terminar la secundaria desde su casa en Los Ángeles.

«Esto es muy importante», dijo la joven a la AFP sosteniendo su nueva laptop con guantes de plástico y el rostro tapado por un tapabocas. «Para aquellos estudiantes que no tienen acceso a internet o no pueden siquiera tener un equipo que no pueden costear, este dispositivo ayuda a que estemos conectados».

Pero el gobierno de California estima que todavía debe distribuir cerca de 240.000 computadoras, mientras las clases en línea continúan.

A medida que avanza la entrega de dispositivos en Los Ángeles, la asistencia a las aulas virtuales ha mejorado, aunque todavía 7.400 de los 120.000 estudiantes de secundaria no se conectaron desde que comenzó la nueva modalidad a distancia, indicó el distrito escolar (LAUSD).

En las primeras dos semanas de enseñanza virtual, el número de estudiantes desconectados era de 15.000, y sumaban al menos 40.000 los que no tenían contacto diario con sus profesores.

«Es algo para lo que teníamos que estar preparados años atrás», dijo Rafael Balderas, director de la secundaria en el suburbio de Bell donde asiste Molina. «La tecnología ha cambiado» y la pandemia «nos da la oportunidad de preparar a nuestros niños para el siglo XXI».

En esa escuela, 400 de 2.400 estudiantes recibieron un equipo para participar de las clases, entregar tareas y hacer exámenes. «Queremos asegurarnos de que cerramos esa brecha tecnológica en nuestra comunidad», indicó Balderas.

Adaptación forzada

Los cierres de centros educativos generaron desafíos principalmente en zonas pobres o rurales, donde no todas las familias tienen computadoras o acceso a internet.

Y muchas veces los problemas van más allá de la tecnología. En la zona escolar que supervisa Andres Chait en Los Ángeles, por ejemplo, cientos de alumnos tienen computadores, pero viven en condiciones precarias.

 

Viven en moteles o acomodados en casas de otras familias, donde es difícil que los niños tengan un lugar para estudiar. Y los padres «hacen grandes sacrificios para asegurarse que el hijo pueda llegar a una llamada en Zoom o entrar a una sesión de (la aplicación) Schoology», explicó Chait.

«La ayuda de los padres a los alumnos más jóvenes es crítica, pero al final la responsabilidad es nuestra», dijo el supervisor, explicando que buscan adaptarse a las realidades de estas familias. «Tratamos de ser lo más flexibles posible, aunque manteniendo la estructura que nuestros niños necesitan sobre todo ahora».

Los maestros también se han visto obligados a adaptarse al nuevo sistema. Algunos, incluso, no tenían computador propio. Ahora manejan canales de YouTube, hacen videollamadas y usan aplicaciones especializadas.

«Están manteniendo (a los estudiantes) dentro de ese espacio educativo para que no tengamos toda una generación que pierda seis meses de instrucción», dijo Chait.

El cierre de las escuelas también afectó las comidas gratuitas de las que dependen muchas familias, por lo que el LAUSD organizó entregas en 63 puntos para proveer medio millón de platos diarios.

California fue de los primeros estados en ordenar los cierres para evitar la propagación del virus. Y aunque las medidas han evitado llegar a los alarmantes niveles de contagios de Nueva York, ya se reportaron casi 900 fallecimientos por la enfermedad en el estado.

Para cuando finalmente abran las instituciones, el gobernador de California, Gavin Newsom, anticipó que tendrán que cambiar la distribución de los salones y modificar horarios para mantener la distancia social.

Molina verá esos cambios en la universidad, luego de despedirse de la secundaria sin baile de fin de curso ni graduación, que será virtual. «Es un recuerdo que no tendré», lamentó, aunque sin perder el optimismo. «Vendrán muchas más experiencias en mi vida».

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-la-educacion-virtual-expone-la-brecha-social-en-estados-unidos/666351

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España: Niños sin tecnología, niños sin acceso a la educación: la escuela a distancia está acentuando la brecha social

Redacción: Xataka

En la segunda semana de marzo, España pasó de tener un ambiente despreocupado respecto al avance del coronavirus, en el que se jugaban partidos de fútbol abiertos al público y se celebraban manifestaciones multitudinarias, a decretar el sábado 14 el estado de alarma. Un cambio radical en muy pocos días que pilló a pie cambiado a todo el país, y también a los centros escolares, que tuvieron que improvisar estrategias de enseñanza a distancia para salvar un período indefinido cuyo final cada vez se ve más lejano.

La principal estrategia a seguir está siendo el envío de deberes para casa, que han de volver al docente una vez completados, o las clases magistrales publicadas en vídeo para que las sigan los alumnos desde sus casas, así como las videollamadas o el intercambio de mensajes para resolver dudas. El problema es que no todos esos alumnos cuentan con los mismos medios para seguir el ritmo del curso online. Algunos, de hecho, no tienen ni para empezar.

Post-PC a la fuerza

Lorena Sánchez es maestra de música en un colegio público de la provincia de Toledo. En un primer momento, su centro planteó no avanzar en contenidos y limitarse a que los alumnos repasaran lo visto en clase anteriormente. Cuando la situación empezó a tener visos de alargarse, tuvieron que pasar a continuar con la rutina para cumplir la planificación, pero online.

“Está siendo muy complicado porque ha supuesto una forma de enseñanza para lo que no estábamos preparados. Nos hemos tenido que ir adaptando a la situación por momentos”. En su centro, el alumnado no contaba con dispositivos tecnológicos proporcionados por el colegio, como sí otros centros educativos. “Aquí las familias tienen que apañarse como pueden con los dispositivos que tienen en casa, muchos solo tienen el teléfono móvil”, cuenta Lorena.

El confinamiento ha permitido descubrir una realidad: la de adolescentes que no tienen ni portátil en casa y hacen todos sus trabajos con el móvil

Javier Penalva, que además de colaborador en Xataka también ejerce como profesor de Secundaria y Bachillerato en Murcia, ha percibido lo mismo. “Me he encontrado con todas las situaciones posibles, desde ordenadores muy antiguos con versiones de Windows ya no soportadas, hasta portátiles de trabajo de los padres que tenían que compartir entre hermanos. Otros alumnos me han dicho que el PC de su casa llevaba meses o años sin encenderse, y que ahora comprobaban que no funciona o que da demasiados problemas”.

La era del smartphone ha dejado olvidado al ordenador doméstico en muchos hogares en los que ya no hace falta para el empleo de ningún miembro de la familia. Algo que empezó a dejarse ver antes incluso del confinamiento, ya que según explica Penalva, “he encontrado incluso alumnos de 2º de Bachillerato que no tienen ningún ordenador en casa. Entregan sus trabajos directamente hechos con el móvil, desde una infografía hecha con Canva o Genially hasta trabajos de investigación elaborados en Google Docs, sin tocar un PC”. En toda la era post-PC.

Fuente: https://www.xataka.com/otros/ninos-tecnologia-ninos-acceso-a-educacion-escuela-a-distancia-esta-acentuando-brecha-social

 

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India: el país de los ‘bollygarcas’ que vive de espaldas a las mujeres

Por: Angel L. Martínez

El crecimiento sostenido depende del desarrollo de infraestructuras en las zonas rurales, donde vive el 65% de su población, y de la inserción laboral femenina

Se tardan 14 horas en viajar en tren desde la capital de la India, Nueva Delhi, a su centro financiero, Bombay. La misma distancia entre las principales ciudades chinas, Pekín y Shanghái, se hace en cuatro horas. Mientras el vecino asiático ha duplicado sus vías férreas desde 1990, las de la India han seguido igual y su inversión ha sido tres veces menor. La mejora de una red de ferrocarriles lenta y obsoleta condiciona el éxodo de cientos de millones de personas a las ciudades y el equilibrio del desarrollo de la India rural y urbana, también segregada en clases, castas, religiones y géneros. La mejora de las infraestructuras en las zonas más abandonadas y la inserción laboral de las mujeres son aspectos vitales para que el país goce de un crecimiento sostenido.

Nacido hace 165 años, Indian Railways es el mayor empleador del país —1,4 millones de trabajadores—, pero ha estado gestionado por el clientelismo político. El alto impuesto a las mercancías transportadas en tren —para subvencionar pasajes a viajeros— ha reducido al 30% los bienes distribuidos por esta red cuando el porcentaje era del 65% en 1970. La restricción afecta a la distribución del carbón; principal fuente de energía en la India, aunque tres veces más costoso y lento de transportar que en China, lo que frena el desarrollo industrial.

En 2018, el Gobierno invirtió 18.500 millones de euros para remodelar estaciones y vías férreas, medida que corrió en paralelo a la eliminación de las restricciones a la inversión extranjera, una decisión esta última no exenta de controversia por el temor a la privatización. “El ferrocarril es el medio de transporte para las clases bajas. Su privatización aumentará los pasajes de viajeros y el precio de los bienes de primera necesidad, lo que afectará a todos los bolsillos”, explica el profesor emérito del Centro de Observación e Investigación Abhijit Mukopadyay.

Geografía inabarcable

El mismo equilibrio exige el desarrollo sostenible de las poblaciones unidas por la red de ferrocarriles en la vasta y desigual geografía del séptimo país más extenso del planeta. Más del 65% de los 1.250 millones de indios viven en pueblos, pero se estima que 404 millones de personas emigrarán a las ya superpobladas megalópolis del país hacia 2050. Así, en 2015, el Gobierno creó la misión Smart City para mejorar 100 ciudades medias con una inversión de 6.700 millones de euros. Sin embargo, un informe de expertos concluye, tras analizar las condiciones de chabolas de las urbes o la falta de agua potable en pueblos, que el plan no satisface las necesidades de la población.

El desarrollo rural depende, en buena medida, del éxito de promesas como la construcción de 30 kilómetros de carreteras diarias, cientos de millones de retretes e infraestructuras que suministren a poblaciones remotas. “Hay una red muy limitada para que el gas natural llegue a los consumidores, independientemente de lo que se produce”, explica el experto de ORF, Aparajit Pandey, en referencia a una posible desregulación del gas natural para reducir la dependencia importadora. “Para hacer que el gas natural sea una opción viable en la India, la infraestructura para tuberías tiene que ser mejorada e incrementada”.

La abismal brecha entre las urbes de los bollygarcas —mezcla de Bollywood, industria del cine de Bombay, y oligarcas— y las aldeas que bordean la pobreza extrema pasa por solucionar la perenne crisis del campo. Alrededor del 18% del PIB de la sexta economía del planeta depende del sector agrícola, que reclama inversión pública y exención de deudas para unas cosechas condenadas a calamidades y a la fluctuación de precios. Ante el peso del voto de los 144 millones de labriegos indios (32% de la población), la medida de los Gobiernos ha sido subvencionar la agricultura; incluido el del reacio Modi, que asignó 7.380 millones en planes de empleo para el sector con vistas a las elecciones.

Si los esfuerzos se redoblan para el desarrollo rural, más velocidad aún debe tomar la inclusión de la mujer india en la economía, ya que solo el 27% participa en el mercado laboral. La violencia machista, —en proceso de erradicación de fenómenos culturales como la dote o los feticidios femeninos— ha truncado la educación de generaciones de mujeres, ahondando la discriminación y la brecha salarial. Pero la tendencia no augura cambios radicales. Según la encuesta del Estudio Nacional de Estadística (NSSO), más jóvenes de 15 a 19 años prefieren la educación al trabajo prematuro, pero los datos para las edades de entre 20 y 24 años muestran menos mujeres en el mercado laboral. Estos datos ratifican el estudio del Banco Mundial sobre empleo femenino, que subraya que la reducción de trabajo en el campo no se corresponde con un aumento similar en actividades productivas no agrícolas en las ciudades.

“No solo la participación laboral de la mujer es baja, también su proporción en trabajos de ingresos elevados, altamente productivos y seguros; mientras que la relación de mujeres es mayor en sectores agrícolas y en la producción informal”, explica Pallavi Choudhuri, investigadora del Consejo Nacional para el Estudio de la Economía Aplicada (NCAER).

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/economia/imagenes/2019/05/10/actualidad/1557482275_835617_1557482479_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/economia/2019/05/10/actualidad/1557482275_835617.html

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La negación del cambio climático está asociada al racismo

Por: Tendencias 21 

También tiene que ver con la edad y el conservadurismo político, según un estudio

La negación del cambio climático tiene que ver con la edad, el conservadurismo político y el racismo, ha descubierto una investigación realizada sobre la sociedad norteamericana. Esta mezcla de racismo y política en lo que respecta al cambio climático es especialmente peligrosa porque provoca programas discriminatorios y ahonda la brecha social.

Las personas que no creen que el cambio climático sea real tienen más probabilidades de ser viejas, más propensas a ser republicanas y más propensas a ser blancas. También tienen más probabilidades de tener creencias racistas, según un estudio publicado en Environmental Politics, del que informa  la revista norteamericana Sierra.

Esta relación es un fenómeno relativamente reciente, que ocurrió a raíz de las elecciones de Barack Obama en 2008. Las personas que impulsaron a Obama a tomar medidas sobre el cambio climático a menudo lo criticaron por ser demasiado cauteloso en relación con los riesgos económicos, ambientales y de salud pública que plantea el cambio climático.

Pero el estudio plantea que, por moderadas que fueran las políticas de Obama, la mera existencia del primer presidente afroamericano de Estados Unidos que habló de cambio climático en el discurso sobre el Estado de la Unión y se unió al acuerdo climático de París, se relaciona con un número significativo de estadounidenses blancos que decidieron no secundar la política sobre el cambio climático.

Esta relación también se ha documentado con respecto a la reforma de la atención de la salud: después de que el gobierno de Obama la convirtiera en una prioridad, un conjunto de estadounidenses blancos que habían apoyado el tema durante la administración Clinton, repentinamente cambió su posición.

«No estoy tratando de afirmar en el estudio que la raza es el componente individual más importante o necesariamente masivo de todas las actitudes ambientales», explica Salil Benegal, autor del estudio, pero es algo significativo que deberíamos observar».

Benegal llegó a esta conclusión al observar dos colecciones de datos: Pew Data y los Estudios Electorales Nacionales de Estados Unidos (ANES), que entrevistan a una muestra nacional de votantes, antes y después de cada elección presidencial, sobre lo que denominan “resentimiento racial» contra los afroamericanos.

Obama destapa el racismo

Descubrió que el porcentaje de estadounidenses blancos que dijeron que creían que el cambio climático es un problema muy grave, disminuyó durante la administración Obama. También que los republicanos blancos mejor posicionados por su resentimiento racial tenían tres veces más probabilidades de estar en desacuerdo con la afirmación de que el cambio climático era real.

En otro artículo publicado por Benegal y Lyle Scruggs en la revista Climatic Change, se puso de manifiesto, a través de las encuestas Gallup sobre el estado de la opinión pública, que la creencia en el cambio climático como real y causada por los humanos, ha disminuido entre los votantes republicanos en el último año.

Anteriores encuestas de Gallup, realizadas a finales de los años 90, reflejaron una pequeña brecha entre demócratas y republicanos en sus respuestas al cambio climático. Sin embargo, hoy los votantes demócratas tienen casi el doble de probabilidades que los republicanos de estar de acuerdo con el consenso científico sobre el cambio climático, posiblemente porque los políticos republicanos están bajo una mayor presión por parte de los donantes y otros republicanos, para no reconocer su existencia.

Los políticos han desplegado incesantemente mensajes políticos con trasfondos racistas, porque recurrir a los prejuicios y la paranoia realmente motiva a las personas racistas y paranoicas a presentarse y votar, señala Benegal.

Esta mezcla de racismo y política en lo que respecta al cambio climático es especialmente peligrosa porque, históricamente, cuando el racismo y la política se juntan, el resultado es una política realmente terrible, añade. 

Tomar decisiones políticas sin tener en cuenta el racismo ha tenido efectos desastrosos en el pasado, entre otros el hecho de que las industrias contaminantes se hayan desplazado a comunidades no blancas, en lugar de limpiar su actividad tóxica o cerrar sus instalaciones. 

En la actualidad, el criterio racista conduce todavía a que programas estatales, locales y federales, respondan selectivamente a la amenaza planteada por el cambio climático y consideren que algunas comunidades son más dignas de ayuda que otras, después de los desastres climáticos. 

Benegal concluye: “creo que lo importante es entender que las actitudes raciales y la identidad partidista se están alineando más estrechamente y van de la mano para un número creciente de problemas. Estamos notando las interacciones entre estos factores con mayor frecuencia. Es importante entender cómo la raza y el partidismo están unidos en tantos asuntos».

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-negacion-del-cambio-climatico-esta-asociada-al-racismo_a44618.html

Referencias

The spillover of race and racial attitudes into public opinion about climate change.  Salil D. Benegal. Environmental Politics, Pages 733-756. DOI:https://doi.org/10.1080/09644016.2018.1457287

Correcting misinformation about climate change: the impact of partisanship in an experimental setting. Salil D. Benegal, Lyle A. Scruggs. Climatic Change, May 2018, Volume 148, Issue 1–2, pp 61–80. DOI:https://doi.org/10.1007/s10584-018-2192-4

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