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El Niño y los niños en nuestras escuelas

 

 

 

“El Niño está llegando”, “el Niño va a ser muy fuerte” son titulares en muchosperiódicos de la región. Se habla mucho de cómo los gobiernos están invirtiendo para mitigar posibles desastres en el corto plazo ocasionados por este fenómeno climático. Sin embargo, no se habla de cómo ese “Niño” impacta el desarrollo de nuestros niños; los que son de carne y hueso. Particularmente, de cómo este fenómeno y el del clima, en general, pueden afectar los resultados educativos.

Usualmente, al hablar en educación de “clima” nos referimos a que la escuela tiene que tener un clima educativo adecuado, con relaciones correctas entre padres, docentes y estudiantes. Hablamos de que en el aula se debe buscar un clima armónico entre los alumnos y con el docente. Pero, es muy raro escuchar el término clima refiriéndonos a la temperatura, la humedad, la sensación térmica, la calidad del aire, etc. ¿Acaso el clima no importa? Pues, sí importa. Y bastante: ¿Qué pasará en los salones de clase con las temperaturas récord que se esperan en 2015 en el marco de El Niño ? ¿Qué pasaría en los salones de clase si la temperatura aumentará 6 ºC como predicen los peores escenarios de cambio climático en América Latina y el Caribe (ALC)?

Si bien el clima organizacional es muy importante, el clima entendido como condiciones atmosféricas también lo es. La literatura de desarrollo económico ha encontrado que países en zonas tropicales tienden a tener un menor nivel de desarrollo económico. Adicionalmente, el clima impacta los procesos de desarrollo institucional y por ende el clima organizacional. La literatura del impacto del clima en el proceso productivo es más específica. Por lo menos desde hace 60 años tenemos documentación que temperaturas sobre los 27 ºC tienden a producir daño fisiológico que afecta la eficiencia y el trabajo (como lo apunta Herrington en su estudio publicado en 1952), algo que intuitivamente sabemos desde hace muchos siglos.  La solución más directa para lidiar con el clima caluroso ha sido la instalación de aire acondicionado. Existe abundante literatura sobre el rol de la introducción del aire acondicionado para permitir el desarrollo en ciertas áreas del mundo, en particular, en el sur de los Estados Unidos de América como lo publicó Jeff Biddle en 2012. La reacción en el mundo del trabajo ha sido clara: convirtamos el ambiente laboral en enormes refrigeradoras.

¿Existe un canal que vincule el clima con la educación y el desarrollo? El proceso de desarrollo económico es complejo y no existe duda de la importancia de la educación en el mismo. Con relación al clima, existen estudios que determinan cómo este afecta el proceso educativo. Un par de trabajos de mediados del siglo pasado nos daban ya claras señales de alerta. Por ejemplo, Nolan, en su estudio de 1960, nos indicaba que temperaturas más elevadas tenían una relación negativa con el proceso de aprendizaje y McDonald publicó ese mismo año que en salones de clase con aire acondicionado se registraban menores molestias y condiciones más confortables.

En los últimos años, he tenido la oportunidad de visitar un gran número de escuelas, muchas de ellas en zonas con altas temperaturas y alta humedad.  Aparte de mi deshidratación, un patrón común emergía en esas visitas y es que niños, niñas y profesores luchan contra el calor por mantenerse atentos a la clase, pero lamentablemente, en muchos casos, el calor les gana la batalla, haciendo que pierdan la oportunidad de aprender.

Gran parte de América Latina y el Caribe se encuentra en zonas con temperaturas con promedio anual superior a 27 ºC. En muchas de estas zonas se han tomado medidas para mitigar el efecto de la temperatura en el proceso educativo. Por ejemplo, establecer jornadas escolares que empiezan al amanecer y terminan antes del mediodía, o pautar vacaciones en los meses de verano. Sin embargo, es necesario tomar medidas adicionales. Los cambios de horario en la jornada escolar son insuficientes para zonas donde la temperatura no registra mayores variaciones entre el día y la noche y, en muchas zonas, no hay mayores diferencias entre verano e invierno.

La implicancia de política, como lo apunta Mosle en su estudio publicado en 2013, es clara: “Es absurdo hablar sobre inculcar las habilidades del siglo XXI en clases que asemejan talleres sudorosos del siglo XIX”. En Estados Unidos, gran parte de las escuelas tienen sistemas de aire acondicionado, aun cuando, en la mayoría de los casos, son pocos los meses en que se registran temperaturas superiores a los 27 ºC. Claramente, el aire acondicionado en todas las escuelas no es una solución viable para nuestra región en el mediano plazo, dado que son costosos, generarían una gran demanda de electricidad y, con la tecnología actual, impactaría el cambio climático. Aun así, necesitamos escuelas que estén diseñadas con consideraciones específicas con relación al clima: búsqueda de sombras naturales, techos altos, aprovechamiento de la ventilación natural, etc. Una solución popular son los ventiladores, pero en muchos casos, las escuelas no disponen de electricidad, por lo que estos tienen poco impacto efectivo para mejorar las condiciones.

Es necesario observar constantemente las soluciones que están generándose en otros sectores y traerlas a las escuelas, ya que el panorama puede agravarse. Si se llegase a los peores escenarios, las condiciones climáticas para impartir educación se agravarían en muchos lugares de la región, añadiendo así otras consecuencias aparte de las más directas y ya discutidas del cambio climático.

La aproximación del fenómeno del niño y el aumento en las temperaturas esperadas puede hacer que el ciclo educativo del 2016 sea particularmente difícil para nuestros estudiantes. En el corto plazo, es necesario que se tomen medidas, ajustando  horarios de clase y la jornada escolar. En el largo plazo, tenemos que garantizar progresivamente que las escuelas registren condiciones adecuadas para el aprendizaje, incluyendo la temperatura.

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Argentina: Creación de Secretaría de Evaluación Educativa no fue consultada

Fuente IE Latinoamérica/ 17 de Abril de 2016

El 4 de abril del 2016 el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación Argentina, aprobó por decisión unilateral el decreto Nº 552/16, que establece la creación de dicha Secretaría.  Los y las docentes del país suramericano rechazan esta nueva imposición, pues no fueron tomados en cuenta como parte del proceso de creación de dicha entidad.

Durante los meses de enero y  febrero del 2016  se llevaron a cabo sistemáticas reuniones y debates, en el marco de la Paritaria Nacional entre docentes y el gobierno. En las mismas, el Ministro de Educación Esteban Bullrich expresó su interés en la evaluación integral del Sistema Educativo como línea prioritaria, proponiendo por decreto, la creación del Instituto Nacional de Evaluación de la Calidad y Equidad Educativa.

Si bien los sindicatos nacionales mostraron interés en el tema, las conversaciones al respecto no se profundizaron. Luego de más de un mes de silencio, El 4 de abril del 2016 el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, aprobó de manera inconsulta el decreto Nº 552/16, que establece la creación de dicha institución.

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República de Argentina (CTERA), y la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), afiliadas a la Internacional de la Educación, expresan su rechazo ante dicho decreto, pues el mismo desconoce lo establecido en la Ley Nacional de Educación 26.206 respecto de la existencia un ‘Consejo Nacional de Calidad de la Educación’.

En su comunicado oficial al respecto, CTERA expresa que «La iniciativa de evaluación del sistema que lleva adelante la cartera educativa, básicamente se concibe como un mecanismo de control y medición del rendimiento de los estudiantes y del desempeño de los docentes. Y con la pretensión de ‘contar con información y monitoreo para la mejora continua del sistema educativo’, en realidad se instala una política de evaluación que abre las puertas a las pruebas estandarizadas internacionales y somete al sistema educativo a los requerimientos de los dispositivos de evaluación neoliberales».

Por su parte la CEA, también declara su rechazo ante dicho decreto, recordando que este significa una «violación a la Ley de Educación Nacional Nº 26.206/06», y subrayando las coincidencias que el establecimiento de esta secretaría tiene con las políticas neoliberales de los años 90. A modo de cierre, su comunicado hace un llamado: «(…)Alertamos a la comunidad educativa sobre las intenciones que, con decreto, pretenden restaurar el control a través de evaluaciones de la calidad que fomentan el individualismo y la meritocracia, contrarios a la perspectiva de derechos y a los principios de igualdad que sostiene la Escuela Pública Argentina.»


 

Para leer los comunicados en detalle, haga clic en cada uno:

Comunicado de CTERA

Comunicado CEA

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ODS/ Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles

Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

Más de la mitad de la población mundial vive hoy en zonas urbanas. En 2050, esa cifra habrá aumentado a 6.500 millones de personas, dos tercios de la humanidad. No es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos.

El rápido crecimiento de las urbes en el mundo en desarrollo, en conjunto con el aumento de la migración del campo a la cuidad, ha provocado un incremento explosivo de las megaurbes. En 1990, había 10 ciudades con más de 10 millones de habitantes en el mundo. En 2014, la cifra había aumentado a 28, donde viven en total cerca de 453 millones de personas.

La extrema pobreza suele concentrarse en los espacios urbanos y los gobiernos nacionales y municipales luchan por absorber el aumento demográfico en estas áreas. Mejorar la seguridad y la sostenibilidad de las ciudades implica garantizar el acceso a viviendas seguras y asequibles y el mejoramiento de los asentamientos marginales. También incluye realizar inversiones en transporte público, crear áreas públicas verdes y mejorar la planificación y gestión urbana de manera que sea participativa e inclusiva.

Ciudades sostenibles es uno de los 17 Objetivos Globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible. Un enfoque integral es crucial para avanzar en los diversos objetivos.

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Argentina: Campaña por la Libertad educativa en la escuela pública

OVE 16 de Abril de 2016

A nuestra redacción nos llegó una solicitud de difusión de una campaña por la escuela pública, la cual decidimos publicar, sin emitir juicio de valor sobre la misma.  La información es la siguiente:

Contacto con vosotros porque NECESITAMOS AYUDA PARA DIFUNDIR el que creemos es un problema serio que afecta a la educación pública, a las familias , a los niños y a derechos sociales básicos. LA JORNADA AMPLIADA OBLIGATORIA EN LOS CENTROS DE EDUCACIÓN PRIMARIA (ARGENTINA)

En los centros de Educación pública se está imponiendo de forma OBLIGATORIA una propuesta educativa que implica medidas muy drásticas en relación al tiempo de permanencia en los centros y a la calidad del mismo. – La jornada ampliada aumenta en 2,20 hs más el tiempo de escolaridad, incluido el almuerzo – No hay estudios que demuestren que el rendimiento escolar o la calidad del aprendizaje es proporcional a la cantidad de horas en el centro – La jornada ampliada es una propuesta de índole social y como tal debe ser voluntaria, permitiendo que las familias decidan sobre la misma. – Esta medida se esta llevando a cabo SIN MEDIOS ECONÓMICOS NI LAS INFRAESTRUCTURAS NECESARIAS: Menús de 6$ por chicos, dietas carentes de los nutrientes básicos, comedores insuficientes,… – ESTÁN OBLIGANDO A NUESTROS HIJOS A PERMANECER EN EL CENTRO EN UNAS CONDICIONES QUE, CREEMOS, NO SON LAS INDICADAS – Consideramos que esta medida es discriminatoria y disgrega a la escuela pública, pues las familias que busquemos una pedagogía de calidad, basada en los diferentes aprendizajes, en el juego como derecho básico de la infancia y en la familia como pilar básico de educación emocional, solo podremos optar a las escuelas privadas. ESTO HACE QUE REALMENTE LA EDUCACIÓN PÚBLICA SEA PARA UNOS POCOS, dejando a esta institución socialmente expuesta. – BUSCAMOS QUE SE REFORMULE LA JORNADA AMPLIADA ELIMINANDO SU CARACTER OBLIGATORIO, en ningún momento pretendemos que se elimine esta propuesta que, bien formulada, puede beneficiar a muchas familias. Por favor rogamos nos ayuden a difundir nuestra petición, quedo a vuestra disposición para resolver cualquier duda.

Adjunto el enlace de la petición de firmas y de nuestra página de facebook donde compartimos información relacionada con la Jornada Ampliada

Petición de firmas contra la OBLIGATORIEDAD de la jornada escolar ampliada

Página oficial de facebook

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Cataluña, País Vasco, Canarias y Navarra no harán la evaluación de Primaria de la LOMCE y Cantabria sólo un muestreo

 La mayoría opina que sólo sirve para hacer ránkings de centros y dudan de que estén diseñadas para detectar problemas de aprendizaje en los alumnos

POR EUROPA PRESS MADRID|

Cataluña, País Vasco, Canarias y Navarra no van a hacer la evaluación final de Primaria de la LOMCE, que el Ministerio de Educación tiene previsto que se celebre el próximo mes de mayo en todas las comunidades autónomas, y Cantabria, que también se opone a la prueba, sólo hará un muestreo pese a que la ley dice que debe ser censal.

Estas autonomías, junto con Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Asturias o Castilla-La Mancha han recurrido ante el Tribunal Supremo el decreto que desarrolla la evaluación de Primaria.

La mayoría opina que sólo sirve para hacer ránkings de centros y dudan de que estén diseñadas para detectar problemas de aprendizaje en los alumnos, muestra la «desconfianza» en el profesorado al encargar la realización de la evaluación a personal ajeno al centro y supone un coste económico para las autonomías.

No todas las comunidades que han recurrido van a ser insumisas. Asturias y Andalucía, por ejemplo, la van a realizar. En concreto, la consejera andaluza, Adelaida de la Calle, aseguró hace unas semanas que tiene preparado todo el procedimiento para que las familias y alumnos de esta comunidad «estén dentro del margen de la ley y realicen las actividades que corresponden a la aplicación de la LOMCE».

 Desde la Consejería de Educación de Cantabria han indicado a Europa Press que su intención es no hacer la evaluación este año, pero que si se «obliga por imperativo legal», realizará un «muestreo» y no examinará a todos sus alumnos de sexto de Primaria.

El ministro, por su parte, se ha comprometido a no hacer públicos los resultados para evitar estos listados, si es ése es el principal problema de las comunidades que no la van a aplicar.

Asimismo, ha trasladado en una carta a siete consejeros del PSOE –Castilla La Mancha, Andalucía, Baleares, Valencia, Extremadura, Aragón, Asturias– su intención de convocar la Conferencia Sectorial de Educación próximamente para debatir sobre la aplicación de la LOMCE como le habían pedido estos consejeros a principios de mes.

Fuente: http://noticias.lainformacion.com/educacion/escuelas/Cataluna-Canarias-Primaria-LOMCE-Cantabria_0_908609427.html

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No, es un error… Estos no pueden ser mis hijos

¿Alguna vez has pensado que una de cada cinco niñas que conoces podría ser víctima de violencia sexual? Estábamos en casa de un amigo este fin de semana y empezamos una acalorada discusión sobre un tema que ha aparecido mucho en laprensa: violaciones y asalto sexual en los campus universitarios de los EE.UU. Uno de los hallazgos sorprendentes que sale del informe de la Casa Blanca es que casi 22 millones de niñas y otros 1,6 millones de niños habrían sido violados durante su vida. De repente, nos miramos unos a otros, nos contamos y nos dimos cuenta de que, estadísticamente, había una gran posibilidad de que esto le sucediera a uno de nuestros bebés. Imagínate: una de cada cinco niñas. Y la otra cuestión: el 98% de los perpetradores son hombres.

Soy madre de dos niños de cuatro y de una niña de dos años de edad. Los veo tan dulces y tiernos. Más allá de las personalidades, realmente no puedo ver las diferencias emocionales entre ellos tres. Y la imagen de mis hijos abusando de una niña, o mi chica siendo abusada por un chico me aterra. De la misma manera en que creo que las niñas no tienen predisposición genética a quedarse en casa, o ser peor que los niños en matemáticas y ciencias, creo que los niños no son más propensos que las niñas a tener un gen distorsionado en su ADN que les impulsa a este tipo de violencia y abusos sexuales de niñas de cualquier edad.

Soy la mayor de tres niñas y supongo que mi conciencia de los estereotipos y limitaciones que nos imponemos entre géneros comenzó en algún lugar de mi adolescencia. He puesto siempre mi atención en la forma en que la sociedad tiende a aplicar los sesgos de género y colocar unos a otros en cajas que limitan nuestra libertad. He visto cómo tratamos de justificar esas construcciones sociales con predeterminación biológica a ciertas preferencias y opciones. ¡Es increíble cómo somos capaces de creer nuestras propias mentiras!

Como sociedad y como familia, hay algo muy equivocado en la manera en que educamos a nuestros niños y nuestras niñas, si lo que estamos obteniendo como resultados son chicos necesitando infringir violencia a seres humanos físicamente más débiles para sentirse empoderados. O niñas que no contribuyen a la sociedad en su máximo potencial porque las relegamos de determinadas actividades y las traumatizamos si son partícipes de ellas.

Me gustaría que todos los adultos, cada padre y cada madre, los que no tienen hijos por elección o porque no podían, cada profesor de la escuela y de la universidad nos detengamos a pensar en lo que podemos hacer para poner fin a la imposición de restricciones, estigmas y estereotipos que limitan nuestras elecciones. Quiero que pensemos en todas esas ocasiones en que nos hubiera gustado hacer algo diferente a lo que se esperaba y que no pudimos porque la presión social era demasiado fuerte.

Cada vez que le digas a una niña o un niño lo que ella o él debiera hacer o en lo que debiera convertirse, por favor piénsalo dos veces. Por favor, piensa en las repercusiones y la frustración que genera. Estamos muy mal si lo que estamos produciendo, como sociedad, es una de cada cinco niñas y uno de cada 33 niños víctimas de abusos sexuales durante los años universitarios, esa etapa en la que deberían estar recibiendo la mejor formación para la vida. Estamos muy mal si una de cada tres niñas sufre algún tipo de violencia física y/o sexual durante su vida. Estamos muy mal cuando más del 90% de los abusadores son hombres. Esto no es acerca de ser un niño o una niña. Esto se trata de lo que las sociedades transmiten, aceptan, toleran e imponen a nuestras generaciones más jóvenes.

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¿Hacia dónde se mueven las ideas políticas en América Latina?

En casi todos los países de la región se echan de menos ideas e ideales y se busca -aunque solo sea discursivamente- refundar la política y abrir la imaginación hacia nuevos horizontes, relatos y narrativas. La pregunta es si eso es posible.

I

Hay una generalizada sensación de agotamiento de los ideales y las ideas políticas predominantes en el siglo XX. La izquierda comunista, esto es, los socialismos reales, colapsaron sin que se produjese el desplome del capitalismo que aquella anunciaba. La versión socialista más exitosa del pasado siglo, la socialdemocracia identificada con la construcción de los Estados de Bienestar en Europa occidental, pareciera hallarse en retirada; gobierna en pocos países y apenas ha tenido influencia en los procesos de transición desde los regímenes comunistas al capitalismo en los países de Europa Central y del Este.

Incluso entre los socialdemócratas se habla de una crisis de la socialdemocracia europea. Por ejemplo, Ernst Hillebrand plantea que “la pregunta de si la socialdemocracia en tanto proyecto político del siglo XX también tiene futuro en el siglo XXI aún no puede responderse en forma definitiva”. En efecto, señala, “la socialdemocracia ha perdido influencia incluso en el plano intelectual y en la actualidad le resulta prácticamente imposible instalar debates públicos. Tanto en el terreno político como en el ideológico, el movimiento socialdemócrata –así como la izquierda en general– es una fuerza debilitada, lejana de la hegemonía política y cultural que consiguió durante largos tramos del siglo XX”.

Mayor aún es la crisis de las ideas de la derecha, como reconocen los propios voceros de este sector. En particular el neoliberalismo, que durante las últimas décadas del siglo pasado representó la nueva hegemonía del capital financiero, y propugnó la expansión global de los mercados, su desregulación y penetración en todas las esferas de la vida, ha quedado atrapado en las crisis bancarias, especulativas y de fundamentos éticos del capitalismo ultra-financiero. Hoy representa una corriente ideológica descendente cuyo prestigio retrocede.

Al centro del espectro ideológico, en tanto, se ha ido instalando un vacío, pues ya no existen los poderosos polos de irradiación que en los momentos de la guerra fría dieron sentido a las alternativas democristianas y liberal-sociales y, posteriormente, a otras formulaciones de “tercera vía” como la socialdemocracia modernizante y liberal o los partidos demócratas con una ideología renovada de Estado-de-Bienestar-eficiente.

En este marco, las corrientes de izquierda, progresistas, favorables al cambio, se ven enfrentadas a la realidad de un capitalismo global cuyo horizonte, en el mejor de los casos, se halla compuesto por una variedad de capitalismos y modelos de desarrollo capitalista, combinados con diferentes modalidades de gobernanza, desde democrático-pluralistas hasta (pseudo)democracias plebiscitarias.

II

En América Latina, el mapa ideológico-político está redefiniéndose dentro de estas precisas coordenadas ideológicas. Por el lado de las izquierdas hay ahora diferentes propuestas que buscan conjugar capitalismo y Estado.

Muy de moda en la década pasada, pero ya no, están los capitalismos de Estado con “democracias plebiscitarias”. Es el caso de la Venezuela chavista, del Ecuador de Correa, la Bolivia de Evo Morales, la Argentina bajo los Kirchner. ¿En  qué sentido democracias plebiscitarias? En el sentido postulado por Max Weber que Mommsen resume así: “cuanto más manifiesto y personal-plebiscitario […] es el componente ‘carismático’ de este acto de legitimación, tanto más alejado es la posición del político elegido de la de un ‘funcionario elegido’, que está obligado con respecto a sus electores, también en cuestiones políticas concretas, tanto más independiente es un líder que sólo está guiado por su responsabilidad frente a un ‘asunto’ que sostiene con toda su entrega personal”.

Las democracias plebiscitarias han legitimado el poder de caudillos modernos, aunque con larga tradición en América Latina, los cuales reclaman para sí un especial carisma y gobiernan sometiéndose a consultas plebiscitarias, buscando mantenerse (idealmente) por vida en el poder. En vez de institucionalizar el poder, lo personalizan. Lo que varía es el carisma de los líderes y su expresión personal: místico, autoritario, demagógico, populista, clientelar, mafioso, prebendario, de identidad nacional o étnica, etc.

En cuanto a sus bases de economía política, estas propuestas acentúan en mayor o menor medida un capitalismo de Estado, dependiendo de las circunstancias nacionales y de la inserción de cada economía en los mercados globales. En tiempos de crecimiento económico -como por una década hubo en Latinoamérica debido al súper ciclo de los commodities-, la combinación entre capitalismo de Estado y democracia plebiscitaria de líderes populistas resultó altamente sinérgica. El excedente producido por la economía pudo invertirse en la expansión del Estado social y en la alimentación de amplias redes de captación de la voluntad popular mediante el intercambio de bienes por lealtades.

A fin de cuentas se trata de caudillismos, de diversos tipos y grados de populismo y autoritarismo, de ideologías socialistas de viejo y nuevo cuño, del control de la prensa, de la reelección del líder, de una personalización de los partidos, de movimientos que siguen el carisma del jefe; en suma, de ideologías de izquierda que en lo grueso se definen como anti-neoliberales y, desde allí, proclaman una retórica neoestatal, neoprogresista, neocomunitaria, neosocialista e incluso, ¡oh paradoja!, neo-anticapitalista.

Con todo, incluso los testimonios de analistas simpatizantes de estas corrientes de izquierda reconocen que, en realidad, lo que se proclama a veces como socialismo del siglo XXI, o bolivariano, o socialismo movilizado, popular y étnico, no pasa de ser una forma de administrar el capitalismo y hacerlo crecer como capitalismo de Estado.

Así, un entusiasta del Presidente Rafael Correa del Ecuador resume esta visión minimalista de la revolución en los siguientes términos: “Aunque no hayamos acabado con el capitalismo en Ecuador (¿era realmente ésta la expectativa, tras nueve años de gobierno, en este contexto histórico y global?), hemos conseguido destronar a la revolución neoliberal. No ha sido ésta una batalla fácil. Nos ha supuesto resistencia, intentos de golpe y hostilidad exterior. Debería, al contrario, convertirnos en un faro de esperanza para la Izquierda en muchas partes del mundo donde el neoliberalismo manda todavía”.

A su turno, un estudioso del panorama de las izquierdas en América Latina cita en ese mismo registro a Evo Morales cuando dijo: “El palacio presidencial está lleno de candados. Me siento como un prisionero de las leyes neoliberales”.

Por tanto, concluye Stoessel en un artículo académico publicado en la revista Polis,“a diferencia de las décadas pasadas, las nuevas izquierdas, incluso las que son consideradas como ‘radicales’, cuestionan más al capitalismo en su fase neoliberal que al sistema capitalista per se, al igual que lo hacen con los principios democráticos al aceptar la democracia representativa pero advirtiendo la necesidad de perfeccionarla y combinarla con otros formatos”.

Un modelo propio (y seguramente más espartano) de construcción de un capitalismo de Estado y una “democracia” plebiscitaria bajo control militar y de la burocracia de un partido único, podría ser también el camino que transite la Cuba de Raúl Castro y sus sucesores. Una suerte de “neo-democracia plebiscitaria” dirigida desde arriba, profundamente autoritaria, a la manera como existe en China o en Vietnam, salvadas todas las diferencias geopolíticas, económicas y culturales.

Como escribe Brahma Chellaney  en un artículo del mes pasado, “De hecho, el maridaje de capitalismo y comunismo, encabezado por China, ha engendrado un nuevo modelo político que representa el primer desafío directo para la democracia liberal desde el fascismo: el capitalismo autoritario. Con su espectacular ascenso hasta convertirse en una de las principales potencias globales en poco menos de una generación, China ha convencido a regímenes autocráticos en otras partes de que el capitalismo autoritario -o, como lo llaman los líderes chinos, socialismo con características chinas- es el camino más rápido y tranquilo hacia la prosperidad y la estabilidad, muy superior a la embrollada política electoral. Esto puede ayudar a explicar por qué la propagación de la democracia a nivel mundial últimamente se ha detenido”.

La reciente visita de Obama a la isla de Martí y Guillén podría marcar el inicio de este tránsito y obligar a la izquierda comunista y a los socialismos tradicionalistas y nostálgicos a enfrentar las realidades del siglo XXI.

III

Diferente es el camino seguido por los capitalismos de Estado de bienestar progresivo con alternancia y régimen de partidos, mayor institucionalización del juego político, oposición abierta, libertad de prensa, crítica pública difundida y diversos grados de socialdemocracia de tipo tercera vía como existen o han existido en Uruguay, Brasil, Chile, Costa Rica y Perú. Difieren entre sí, naturalmente, en diversas dimensiones de contexto, trayectoria y de contenidos de sus políticas, pero sobre todo por la mayor o menor centralidad del Estado y el mayor o menor desplazamiento de los mercados y, por ende, la intensidad de los procesos de desmercadización. A la vez, impulsan economías de mercado integradas globalmente como motor para su crecimiento, buscando evitar que los mercados colonicen sectores de la sociedad que se desean mantener -en la medida de lo posible- fuera del ámbito de la competencia, las transacciones y los precios.

A pesar del éxito relativo de sus políticas socialdemócratas de tercera vía (a la latinoamericana), que varios de los países mencionados pueden mostrar, las críticas desde la izquierda a su ideología y proyectos de desarrollo son persistentes. A comienzos de año, por ejemplo, el académico y dirigente socialista chileno Gonzalo Martner escribía: “Al cumplirse cerca de la mitad del segundo mandato presidencial de Michelle Bachelet, en Chile despunta una cierta decepción con sus resultados, en el contexto más amplio de retroceso de los llamados «gobiernos progresistas» en América Latina. Estos gobiernos son, como es notorio, de orientaciones diversas en materia de estilos de gestión, diseños institucionales y políticas económicas y sociales. Pero pueden encontrarse importantes similitudes de trayectoria histórica, actualización de ideas y opciones de política pública en los de Brasil –con el Partido de los Trabajadores (pt) a la cabeza–, el del Frente Amplio (fa) en Uruguay y el liderado por la Concertación-Nueva Mayoría en Chile. Estos gobiernos, nacidos de las urnas y del agotamiento popular respecto de las políticas neoliberales, han debido enfrentar dos problemas fundamentales. El primero es el del manejo de economías de creciente heterogeneidad estructural (abiertas, financiarizadas, oligopolizadas y con actores empresariales privados determinantes), en las que, al introducirse esbozos de Estados de Bienestar, es necesario evitar desestabilizaciones internas y externas de los mercados que pudieran afectar las políticas sociales y a la propia democracia. El segundo es el del manejo de coaliciones de gobierno también heterogéneas, especialmente en el caso de Brasil, con partidos de centro que componen la mayoría parlamentaria, y en el de Chile, con sectores de centroderecha que son parte de la coalición que se presenta a los electores, con además ventajas institucionales para la oposición formal de derecha. Este ejercicio tiene algo de cuadratura del círculo y parece estar llegando al final de su ciclo histórico de más de una década”.

Curiosamente, algunos de estos países -tras experiencias exitosas de transformación y modernización socioeconómica- han experimentado cambios de sus gobiernos no hacia la izquierda, sino hacia la derecha, como ocurrió en Chile en 2010, ocurrirá próximamente en Perú y podría suceder también en Brasil.

IV

Otros gobiernos latinoamericanos ocupan un espacio ideológico distinto, situado del centro hacia la derecha en el lenguaje convencional y esquemático de la política. Es el caso por ejemplo México, con su economía acoplada a la de los EE.UU. y una democracia que anhela institucionalizarse y recuperar el monopolio de la fuerza sobre la base de una alternancia entre partidos sistémicos. Es también el caso de Colombia, que bajo el Presidente Santos intenta crear un Estado de paz para proseguir su desarrollo dentro de un marco de políticas que combinan el uso de los mercados con un incremento gradual del gasto del Estado en la competitividad de la economía y la producción de bienes públicos esenciales.

Propiamente en el espacio de la derecha, aunque ya no de corte puramente neoliberal sino que persiguiendo su propio balance entre crecimiento capitalista como eje y Estado de bienestar focalizado, moderado, eficiente, se sitúan los gobiernos de Macri en la Argentina presente y de Piñera en el Chile de 2010-2014. Se trata de un capitalismo de mercado, equilibrios macroeconómicos y, al menos declarativamente, de dinamismos innovativos micro, pro-productividad, competitividad y apertura comercial al mundo. Con gobiernos marcadamente manageriales, preocupados por mejorar la gestión del sector público y (supuestamente, además) de modernizar el Estado. Dedicados en lo esencial, dirán estos gobiernos, a resolver los problemas concretos de la gente más allá de ideologías y alineamientos partidistas.

Desde la revista de la social democracia latinoamericana, Nueva Sociedad, Rodrigo Lloret se pregunta si estamos frente a una nueva derecha en la región y llama a “detenerse en el posible impacto que podría tener el ascenso de la derecha en América Latina. Es que desde que el líder del PRO llegó al poder, se produjo un importante crecimiento del conservadurismo regional. Primero fue la irrupción del antichavismo en Venezuela, en las elecciones parlamentarias de diciembre. Más tarde llegó la derrota de Evo Morales, en Bolivia, el mes pasado. Y, finalmente, la reciente avanzada judicial contra Lula da Silva en Brasil. Cada uno de estos acontecimientos tienen, no hay que dudarlo, razones disímiles. Pero todos esconden el mismo resultado: el retroceso de la izquierda latinoamericana. Es en ese paradigma donde se agiganta la figura de Macri”.

Sin discutir la dudosa asociación que el autor establece entre el auge del macrismo en Argentina y algunos fenómenos de descenso de la izquierda latinoamericana, interesa en cambio su caracterización del proyecto emergente. Según Lloret, estaríamos ante “Una nueva tercera vía, […] ya no para la izquierda, sino para la derecha que intentaría combinar una reducción modernizadora del Estado con una política desarrollista, todo esto rodeado de un uso intenso de la publicidad y el marketing políticos”.

Uno podría encontrar adicionalmente expresiones de populismo de derecha -como el de Keiko Fujimori en Perú, por ejemplo- que harían juego con los populismos de izquierda, cada uno combinando de maneras disímiles los instrumentos del Estado con los mecanismos de mercado para satisfacer demandas de las masas y ganar su lealtad en favor de un capitalismo con rostro popular.

V

En suma, el mapa político-ideológico latinoamericano se halla en estado líquido, fluye y sus categorías se conjugan de maneras inesperadas. Por el momento, se mueven -con matices más que con grandes abismos- dentro de la jaula de hierro del capitalismo glonacal: global-nacional-local. El cierre de horizonte es total, y si bien no determina una ideología única, como solía decirse del neoliberalismo, confronta a las diferentes vertientes de izquierda, centro y derecha con unos mismos problemas sin dar lugar a grandes conflagraciones entre políticas. Tampoco produce necesariamente convergencias ni obliga a un mero gatopardismo. Sin embargo, obliga a hacer políticas dentro de un campo ceñido de posibilidades, con una dosis de pragmatismo práctico aunque la retórica empleada trascienda los límites de lo dado.

No es extraño, por lo mismo, que en casi todos los países se echen de menos ideas e ideales y se busque -aunque solo sea discursivamente- refundar la política y abrir la imaginación hacia nuevos horizontes, relatos y narrativas. ¿Será posible? ¿Puede la política crear alternativas efectivas, cursos históricos nuevos dentro del “cerco” del capitalismo, o debe limitarse a “mover los límites simbólicos” como suelen hacer ciertas fuerzas progresistas?

 

José Joaquín Brunner, Foro Líbero.

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