Page 337 of 358
1 335 336 337 338 339 358

Venezuela: Foro “Código Orgánico Penitenciario: nuevo marco legal del Sistema Penitenciario”

La Dirección Nacional de Creación Intelectual (DNCI) y la Academia de Servicio Penitenciario de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), tienen el gusto de invitarle a participar en el Foro “Código Orgánico Penitenciario: nuevo marco legal del Sistema Penitenciario”, cuyo objetivo es socializar el contenido y alcance del mencionado Código como medio para profundizar la humanización del Sistema Penitenciario, así como fortalecer la formación de nuestros (as) discentes.

El Foro se realizará el día miércoles 20 de abril de 2016, de 09:00 a.m. y 12:00 m, en los espacios del Auditorio Che Guevara. Estará como ponente invitada Marielys Valdez, Viceministra para Formación Educativa y Asuntos Sociales del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario.

Comparte este contenido:

Cultura como invención de las juventudes

Fuente: ADITAL Noticias/ esticadores de horizontes /Reportaje de Benedito Texeira

El proyecto «Esticadores de Horizontes», realizado por la Agencia de Información Frei Tito para América Latina y el Caribe (Adital) publica hoy su segundo reportaje, una escucha crítica sobre temas que giran en torno a la historia de vida de la bailarina Katiana Pena y su experiencia como educanda de Edisca, publicado el viernes, 08 de abril. Incluye el impacto en el poder público y entre los expertos cuyas actuaciones están orientadas a las políticas de arte y cultura, investigando las relaciones posibles entre el Gobierno y el Tercer Sector para proporcionar condiciones de transformación individual y colectiva a las juventudes socialmente excluidas.

Tratar con los jóvenes requiere un lenguaje que el gobierno brasileño fue lento para entender. El arte y la cultura, la política pública afinada al campo de las «subjetividades» – tal como define el Secretario de Cultura del Estado de Ceará, Fabiano dos Santos, funcionaría como un puente entre la rigidez burocrática del Estado y la generación, “junio de 2013″ en referencia al mes en que Brasil fue sacudido por manifestaciones espontáneas, dirigidos por colectivos juveniles. El mensaje de las calles era claro. Este grupo social, formado por variadas juventudes – mujeres, negras y negros, lesbianas, gay, bisexuales y transexuales (LGBT), jóvenes de las periferias, con discapacidad, víctimas de la violencia, entre otros – en constante transformación, exige ahora, del Estado brasileño más ciudadanía y la participación política. Y el arte y la cultura, como relataron las bailarinas egresadas de Edisca a los reportaje del proyecto Esticadores de Horizontes la semana pasada, pueden si, ser un parte aguas en la vida de jóvenes pobres y expuestos a condiciones de vulnerabilidad.

La dificultad de entender a los jóvenes y el papel que el arte y la cultura tienen como vectores de transformación social, se puede observar en la demora de Brasil para instituir un Estatuto de la Juventud. Este marco legal que hoy en día, intenta organizar y consolidar sus propias políticas para este segmento de la sociedad, una lucha guiada a través de los esfuerzos de varias organizaciones populares, fue sancionada por la presidenta Dilma Rousseff, en agosto de 2013. La conquista, que se produjo después de años de negociaciones, debates y presiones, después de que 23 años han transcurrido desde la aprobación del Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA).

FABIANO PIÚBA | secretário de Cultura do Estado do Ceará | acervo SECULT

“Tenemos esta debilidad en las políticas públicas en Brasil, la falta de continuidad. Desde la redemocratización, estamos intentando construir estas políticas”, afirma el secretario de Cultura de Ceará, Fabiano dos Santos. «Un ejemplo exitoso es el Bolsa Familia, que se convirtió en política de Estado. Necesitamos de marcos legales que garanticen estos logros, aunque sabiendo que sólo esto no es lo suficiente. Y, en el campo de la cultura, no tenemos estudios más concretos que muestren los impactos positivos de las políticas públicas, aunque sepamos que no hay como mensurar esto en absoluto, pues estos logros están presentes en el campo de la subjetividad. Y esto dificulta las acciones de continuidad», reflexiona. «Aquí, en América Latina, sobre la experiencia que tuvimos en los últimos años, tal vez sea Chile el país que más se acerca de los éxitos en las políticas culturales, porque ya tuvieron gobiernos de derecha, de izquierda, del centro, pero hubo la continuidad de estas políticas».

Entendimiento común entre el Tercer Sector: uno de los principales obstáculos para la efectuación de las conquistas sociales oriundas del binomio arte-cultura está en la falta de continuidad de los proyectos que involucrando el poder público. Al cambiar el gobierno, o por haber un nuevo entendimiento ideológico sobre el papel de estas políticas públicas o, simplemente, por la voluntad de borrar los logros de la gestión anterior, se sotera lo que ya ha sido construido y se establecen nuevos proyectos sociales.

Otra cuestión en juego es el hecho de que un marco legal de protección a los jóvenes, como el establecido a través de la Ley nº 12.852, de 05 de agosto de 2013, el Estatuto de la Juventud no garantiza la puesta en práctica de estos derechos sociales pretendidos. En un mundo impulsado por estrategias de marketing y comunicación, la presentación de buenas intenciones a la sociedad por parte del Estado no es garantía de que los proyectos van a salir del papel.

FALTA continuidad

No es por casualidad, , según ha explicado David Barros, jefe de la Coordinación Especial de la Juventud, órgano de Gobierno del Estado de Ceará, uno de los primeros artículos del Estatutos de la Juventud ya reglamentado, se ocupa de la garantía de media entrada [a mitad de precio en eventos deportivos y culturales]s. «El Estatuto es exactamente para esta juventud [con menores ingresos, de las periferias, histórica y socialmente excluidos], debido a que una parte significativa de la juventud brasileña no necesita que el Estado colabore para su pleno desarrollo, pues ya tiene acceso a la universidad, a los bienes culturales, a educación regular. El Estatuto existe para defender a esta juventud que es víctima de la pobreza, la discriminación, «explica.

Es interesante resaltar la diferencia de conceptos entre el Estatuto aprobado en 2013 y el de la da Criança y del Adolescente, ECA, establecido en julio de 1990. Para David Barros, la grande idea es salir de la perspectiva meramente tutelar para garantizar la emancipación, la independencia; proveer los jóvenes de la condición no solamente de convertirse en los proveedores económicos de sus familias, sino también en agentes de la transformación política y cultural del país.

«Es deber del Estado garantizar estos derechos [sociales de la juventud], por un sentido emancipador. Esta es la mayor diferencia en relación al ECA. Este es, digamos así, una tutela del Estado en relación a los sujetos en desarrollo. Ya el Estatuto de la Juventud obviamente dialoga con esa tutea, cuando busca garantizar que estos jóvenes se emancipen, es decir, puedan responder a la pregunta: «qué seré cuando crezca». Pero no es sólo esto. Busca garantizar también que las próximas generación de jóvenes no sean solamente sujetos económicos, sino también sujetos sociales y políticamente activos».

Rane Félix es asesora de Gabinete de la Secretaria de Cultura del Estado de Ceará (Secult). En la conversación que tuvimos, Rane subraya justamente el importante papel que el arte y la cultura pueden ejercer en la capacitación ciudadana de nuestra juventud. «Cuando se discute, a través del arte, los derechos sociales, se discute política. No existe un proceso cultural alienado del proceso político. Es necesario problematizar, a través del arte, este ‘agujero’, esta ausencia de derechos sociales, este vacío, este no-derecho y cuestionar esto. Nosotros, como poder público, al financiar, a los mismos edictos [de fomento a las artes], tenemos que poner esta discusión de la política a través del arte», reflexiona Rane.

Derecho a ser independente

Jóvenes participan de Encuentro Regional de Consejos de la Juventud en Aquiraz, Ceará, en 2016, Colección COJUV

Otro punto abordado es cómo ha sido gestionada y pensada la relación entre organizaciones no gubernamentales, instituciones de la sociedad civil y el poder público. Después de un periodo de auge, especialmente al principio de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, desde 2003, las asociaciones fueron menguando – en especial debido a la legislación sobre las asociaciones gubernamentales con las ONGs haberse convertido en más rigurosa, en 2014 – hasta alcanzar un nivel, digamos, de casi de criminalización, como señala David Barros refiriéndose a las incontables exigencias y burocracias.

Para Fabiano dos Santos, no hay porque pensar en el fin de estas asociaciones. «Alianzas con la sociedad civil siempre ocurrieron y van continuar existiendo. Cito el ejemplo de Puntos de Cultura, esta exitosa asociación con el Ministerio de Cultura, que busca potencializar lo que estos grupos de cultura ya hacían. Hoy, aquí en Ceará, tenemos 200 puntos, y esto es fruto de la alianza con la sociedad», explica. «Hay, por supuesto, una diferencia en relación con la educación, por ejemplo, donde el Estado financia y ejecuta. El hacer cultural es diferente. Son proyectos de la sociedad civil, sea través de artistas o colectivos».

Según David Barros, la cobertura de los medios de comunicación habría sido uno de los factores para el alejamiento del poder público de las organizaciones de la sociedad civil. «Yo empecé mi militancia en una ONG, y observamos, ya en aquel momento, que había una cierta criminalización de estas asociaciones, en el sentido de los recursos públicos no llegaren a sus finalidades. Esta imagen fue pautada, incluso por la cobertura de los medios de comunicación, inhibiendo un camino, en mi opinión, muy positivo, que es la unión del poder público con la sociedad civil. Ahora, el nuevo secretario nacional de Juventud [Gabriel Medina] ya señaló que desea volver a incentivar estas asociaciones. Mi opinión, como gestor, es que estas asociaciones deben volver, de una forma más articulada entre sí”.

Por ahora, lo que vemos, al menos en los ámbitos de la Coordinación Especial de Juventud y de la Secretaría de Cultura del Ceará, son intenciones de que las políticas públicas dirigidas a las juventudes, en especial las excluidas socialmente, sean ampliadas. Pero aún son sólo expectativas. En la Coordinación, por ejemplo, hay la perspectiva de implantación, hasta el fin de mayo de este año, del proyecto Saraos de la Juventud. Este pretende financiar actividades artísticas y culturales producidas por jóvenes de 18 a 29 años, costeando las iniciativas que busquen contribuir al desarrollo local de territorios en situación de alta vulnerabilidad. Serán seleccionados 100 proyectos de lenguajes artísticos variados.

Según Barros, el presupuesto para este proyecto debe involucrar recursos del orden de R$ 1,2 millones – siendo R$ 10 mil para cada proyecto – procedentes del Fecop [Fondo Estadual de Combate a la Pobreza]. Concretamente, en poco más de un año de gestión, el actual Gobierno del Ceará viene, en este periodo, dando continuidad a los Programas Nacionales de Inclusión de Jóvenes (Projovem) Urbano y Rural, que capacitan a jóvenes que aún no han completado la enseñanza primaria y también ofrecen cursos vocacionales iniciales, con fondos del gobierno federal. Klístenes Braga, asesor de la Secult, también anuncia el lanzamiento, en breve, de edictos públicos específicos que pueden incluir a las juventudes, a ejemplo de los sectores LGBT y personas con discapacidad.

El equipo de reportaje buscó la Coordinación de Juventud de la Alcaldía de Fortaleza, responsable por los Cucas (Centros Urbanos de Cultura, Arte, Ciencia y Deporte de la Fortaleza) – uno de los proyectos más emblemáticos de inclusión de jóvenes en barrios de las periferias de la ciudad, a través del arte y la cultura – pero no consiguió las información solicitadas hasta el cierre de esta edición.

El enlace original del reportaje http://www.esticadoresdehorizontes.com/#!blank-7/b3yra

Comparte este contenido:

ODS/ Objetivo 6: Agua limpia y saneamiento

Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas

Empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género es fundamental para acelerar el desarrollo sostenible. Poner fin a todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además tiene un efecto multiplicador en todas las demás áreas del desarrollo.

Desde 2000, la igualdad de género es un aspecto primordial de la labor del PNUD, sus socios de la ONU y el resto de la comunidad global, y se han registrado algunos avances extraordinarios. Más niñas asisten hoy a la escuela que hace 15 años y en la mayoría de las regiones se logró la paridad de género en educación primaria. Además, las mujeres constituyen hoy el 41% de la fuerza laboral remunerada no agrícola, en comparación con el 35% en 1990.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se apoyarán en estos logros para garantizar el fin de la discriminación a mujeres y niñas en todo el mundo. Sin embargo, en algunas regiones aún existen grandes desigualdades en el acceso a empleo remunerado entre hombres y mujeres y enormes brechas en el mercado laboral. Los obstáculos más difíciles de superar y que aún persisten son la violencia y la explotación sexual, la división desigual del trabajo no remunerado -tanto doméstico como en el cuidado de otras personas- y la discriminación en la toma de decisiones en el ámbito público.

Garantizar el acceso universal a salud reproductiva y sexual y otorgar a la mujer derechos igualitarios en el acceso a recursos económicos, como tierras y propiedades, son metas fundamentales para conseguir este objetivo. Hoy más mujeres que nunca ocupan cargos públicos, pero alentar a más mujeres para que se conviertan en líderes en todas las regiones ayudará a fortalecer las políticas y las leyes orientadas a lograr una mayor igualdad entre los géneros.

La igualdad de género es uno de los 17 Objetivos Globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible. Un enfoque integral es crucial para avanzar en los diversos objetivos.

Comparte este contenido:

¿Cuál fue el primer libro que te hizo enamorarte de la lectura?

La mayoría de nosotros puede recordar ese libro especial que, cuando éramos pequeños, insistíamos a nuestros padres, abuelos y cuidadores nos leyeran una y otra vez. Ese libro que nos hizo enamorarnos de la lectura. Para mí fue el libro escrito por Elsa Beskow The Tale of the Little, Little Old Woman.

Para mi hija menor fue El Conejito Knuffle, un cuento aleccionador escrito por Mo Willems que ella quiere oír tantas veces todavía, que ya lo tengo memorizado palabra por palabra. Su página favorita es cuando el padre de Trixie se sumerge en la lavadora por segunda vez, decidido a encontrar su conejo de peluche. Mi hija tiene ahora nueve años de edad, devora libros de varios cientos de páginas y ya no me necesita para leerle. Sin embargo, nos acurrucamos y leemos todas las noches. Es un momento que atesoro, en el que juntas exploramos distintos lugares, tiempos, emociones y acontecimientos.

Los libros infantiles de alta calidad son piedra angular en el proceso de alfabetización. Pero identificar literatura infantil con estos atributos no siempre es fácil. Con el fin de ayudar a los educadores y padres de familia en la búsqueda de cuentos geniales y para celebrar la escritura extraordinaria dedicada a los niños pequeños en América Latina y el Caribe, los Premios ALAS-BID galardonan al mejor libro de la primera infancia. En su tercera edición, los cuatro finalistas para la categoría de mejor publicación muestran cuatro fantásticas historias de las que padres y niños se enamorarán.

Menena Cottin, autora de “El Libro Negro de los Colores”

En El Libro Negro de los colores de Menena Cottin, encontramos a Tomás, quien huele, siente y escucha colores. Al lado de cada página hay una imagen del objeto asociado con el color impresa en relieve para darle textura. De esta manera, los niños con discapacidad visual pueden percibir la “acidez del rojo” a través de una ilustración con la textura de una fresa. Este poético texto, impreso también en braille perforado, se superpone a las imágenes con una narrativa lírica que describe al rojo “amargo como las fresas y dulce como la sandía”.

Elena Dreser, autora de Federico y Federico

En su libro Federico y Federico, Elena Dreser representa juguetonamente la conexión especial entre un abuelo y su nieto. Al escribir una carta, por ejemplo, al abuelo Federico se le ocurre el contenido, pero su nieto Federico le muestra cómo enviarla por correo electrónico. Elena muestra la magia de una relación que es tan fuerte en muchos hogares de América Latina.

Amalia Low, autora de “Tito y Pepita”

En los libros de Amalia Low, los animales cobran vida de manera extraña: desde jirafas gordas y elefantes flacos, rinocerontes peludos y flamencos calvos, hasta un cocodrilo que llora lágrimas de verdad. Lo mismo para el libro finalista llamado Tito y Pepita, que cuenta la historia de dos hámsters que, aparte de ser vecinos, son también los peores enemigos. El sencillo mensaje del libro -que debemos perdonarnos y nos amarnos unos a otros- es contado en un lenguaje que ayuda a los pequeños a apreciar las diferencias y a reconocer el dolor que pueden provocar las burlas entre niños.

Mireya Tabuas, autora de “Rojo, Azul”

En el libro de Mireya Tabúas Rojo, Azul, los colores sirven como metáfora para reflexionar sobre las distintas experiencias conflictivas de los niños en su vida cotidiana. Las ilustraciones geométricas de los azules y los rojos les ayudan a visualizar estas diferencias. En este libro, el azul definitivamente no se parece al rojo, y el rojo es lejano al azul hasta que, de pronto, los dos colores se funden en uno. Su historia habla de manera profunda sobre los conflictos que los niños a menudo enfrentan, mostrando una sencilla lección de resolución. Su lógica maravillosamente accesible fue elogiada por el jurado.

Acompáñanos a la ceremonia de premiación este 10 de noviembre de 2015, en Washington DC y ¡averigua quién gana! Los Premios ALAS-BID también se entregarán en otras tres categorías: mejor centro de la primera infancia, mejor educador y mejor innovación. El evento incluirá charlas interactivas tipo TED Talks, actuaciones y conversaciones entre los destacados académicos, así como educadores y líderes de la educación en las Américas y otras partes del mundo.

Una invitada especial de Plaza Sésamo hablará con ingenieras de la NASA, quienes compartirán sus experiencias como mujeres latinoamericanas en la ciencia. Juntas pedirán a los responsables de la política educativa de América Latina y el Caribe invertir en las matemáticas y ciencias para mejorar la educación temprana de las niñas. Michael Geisen, ganador del premio anual Mejor Educador de los Estados Unidos, compartirá sus ideas sobre cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar el pensamiento crítico y habilidades para resolver problemas. El cantante colombiano Fonseca describirá su visión de cómo mejorar la educación en los primeros años. También conoceremos más sobre Paloma Noyola, la joven mexicana a quien, a sus 12 años de edad, se le llamó la “Próxima Steve Jobs”. Y muchos invitados más…

Comparte este contenido:

Ecuador: La educación dió un giro de 180 grados

www.eldiario.ec/13-04-2016/

Milciades Cobeña, docente, recuerda la educación de hoy muy diferente a sus memorias de hace 30 años.

“Antes los padres decían que nos encargaban a sus hijos. Hoy la educación no tiene temple y a los estudiantes no se los puede ni tocar”, asegura Cobeña. Aunque el maestro de matemáticas considera que este no fue el único cambio.

La tecnología y la investigación también son la novedad en la docencia actual, dice el profesor.
Hoy se celebra el Día del Maestro Ecuatoriano y varios profesores reflexionaron sobre esta fecha.
“Las exigencias para los maestros se han incrementado. Ahora se necesita de maestrías y doctorados para poder enseñar en las instituciones de educación superior”, menciona Katherine Tarazona, docente de la Universidad Técnica de Manabí (UTM).
Gustavo Santana, maestro de nivelación, cree que la educación dio un giro de 180 grados.
“La educación ha sufrido cambios. Hay un cambio de paradigma tradicional a uno actual”, indica Santana.
Henry Bravo, profesor de educación física, reflexiona sobre su desempeño  como docente, en el marco de esta celebración.
Bravo asegura que se nace con la capacidad de ser maestro y con la capacitación se refuerza lo aprendido.
“Trato de influirles a mis estudiantes los valores. En mi materia busco la participación e integración de los estudiantes”, explica el docente.
Actividades. En varias instituciones educativas se realizarán actividades para conmemorar el día del maestro.
En el colegio Manabí Tecnológico, el rector, Jesús Delgado, señaló que realizarán una reunión con los docentes para no pasar por alto la fecha.
Carlos Chávez, director zonal de Educación, manifestó que para hoy se tiene previsto que  el distrito de Educación realice una sesión solemne y capacitaciones para celebrar el día del maestro trabajando.
Despidos. El funcionario descartó que se haya desvinculado docentes del magisterio y enfatizó que a través del concurso de méritos y oposición Quiero ser maestro 3 se vincularán cerca de 1.675 profesores en diferentes instituciones educativas de la zonal.
Chávez manifestó que no hay despidos de profesores por la situación económica del país.
“Hay que aclarar que muchas personas tenían contratos con el ministerio, pero algunos de ellos han ganado el concurso definitivo. Ellos finalizan en un territorio porque han ganado concursos en otro distrito”, dijo el funcionario sobre la finalización de algunos contratos.
Comparte este contenido:

Los alimentos no son mercancía

ALAI/14 de abril de 2016

Si bien desde hace décadas, en instancias internacionales, los gobiernos han asumido compromisos para lograr un planeta que garantice una alimentación digna para todos y todas, el hambre perdura como un asunto crítico irresuelto.  En 1974, la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Alimentación, precisamente, estableció como objetivo: “dentro de una década ningún niño se irá a dormir con hambre… ningún ser humano se verá afectado por la desnutrición”.

Hoy, alrededor de 795 millones de personas padecen hambre en el mundo.  Más de 34 millones son de América Latina y el Caribe, región que produce y exporta más alimentos en el planeta, pero también donde hay mayor desigualdad e injusta distribución de la riqueza.  Según declaraciones de José Graziano da Silva, Director General de la FAO, en la XXXIV Conferencia Regional de este organismo, realizada en México del 29 febrero al 3 marzo de 2016, se acordó “acabar con el hambre y la malnutrición en menos de diez años”.

Buenos propósitos, magros resultados.  ¿Por qué?  Por insistir en soluciones erradas, pero que benefician con creces a los grandes intereses que se mueven en este campo sobre la base, entre otros, de dos mitos: la escasez y el incremento de la producción y la eficiencia.  La realidad es que no hay falta de alimentos, pues el sector campesino está en capacidad de producir alimentos para todo el mundo, pero sí abundantes intereses mercantiles en la alimentación que se traduce en una distribución inequitativa.

En los años ’60, como “solución” se impulsa la llamada revolución verde de la agricultura que con el tiempo terminó por establecer un reparto cada vez más injusto, la pérdida de diversidad biológica y de suelos fértiles, y una creciente dependencia alimentaria supeditada al agronegocio.  Y, hoy, como relevo, se pretende dar continuidad a lo mismo a partir de una nueva revolución tecnológica: la biotecnología asociada a la ingeniería genética, impulsada por un puñado de corporaciones que busca el control monopólico del sistema alimentario global.

De hecho, desde la década de los ’90 asistimos a una nueva fase del capitalismo hegemonizada por el capital financiero y las corporaciones transnacionales[1], que pasan a controlar la producción y el comercio mundial de las principales mercancías.  Situación que repercute en cambios estructurales en la producción agrícola, debido al despliegue de un nuevo modo de producir basado en el monocultivo, con el uso extensivo de la tierra y la búsqueda de la mayor escala posible, el empleo intensivo de agrotóxicos y de la mecanización, y la imposición de semillas propietarias y transgénicas.

En esta nueva fase, se va diluyendo la distinción entre banca y empresas comerciales de materias primas, al tiempo que los bienes comunes –como la tierra, el agua, la energía, los minerales, etc.- se tornan en meras mercancías.  Y es así que la presencia de actores financieros en el sistema alimentario global ha dado pábulo para que se monte la manipulación especulativa del mercado de alimentos, porque ahora éstos se transan en las bolsas de valores internacionales.  ¿Se acuerdan de la crisis alimentaria que explotó en 2008?

 

Una alternativa político-estratégica

Reivindicando el principio que la alimentación es un derecho humano y no una mercancía más, el movimiento internacional Vía Campesina propone la noción de la soberanía alimentaria como alternativa político-estratégica al agronegocio y su matriz socialmente injusta; económicamente inviable; subordinada a grandes corporaciones (cuyo propósito es el incremento de sus ganancias), insustentable para el medio ambiente; y con una producción de alimentos con graves consecuencias para la salud[2].

Esta propuesta aborda cuestiones estructurales para impulsar un modelo de producción alternativo, como el uso de la tierra y el territorio, la apropiación y gestión de los recursos, la agroecología, el comercio local e internacional, el desarrollo sostenible, la acción participativa, derecho a la alimentación, etc.

Específicamente, para la Vía Campesina, la soberanía alimentaria es el derecho de la población a producir y consumir comida saludable y culturalmente adecuada, obtenida con métodos ecológicamente sostenibles; lo que solo es posible si se fortalece la agricultura campesina y sus sistemas de producción.  En tal sentido, abarca y supera el concepto de seguridad alimentaria planteada por la FAO –que hace referencia sólo a la disponibilidad y acceso a los alimentos para combatir el hambre– y el derecho a la alimentación.

Es decir, no se trata únicamente de producir una cantidad de alimentos que permita dar de comer al conjunto de la población, tal como se define la seguridad alimentaria, sino también de contemplar la calidad de esa producción, es decir, definir qué, dónde, cómo y cuánto se produce, que son las preguntas que hay que responder a través de la construcción de la soberanía alimentaria.

Por lo mismo, la soberanía alimentaria incorpora el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental.

Integra, igualmente, componentes multiétnicos y culturales, la gestión del territorio, la prioridad a la alimentación de la población local y de los sectores más vulnerables, la reforma agraria, la agroecología, comida sana, la protección de las semillas criollas, políticas de distribución de alimentos no sometidas a las exigencias del mercado, rescate de saberes tradicionales, capacitación, y mucho más.

 

Principios clave

La soberanía alimentaria, en síntesis[3], se expresa en los siguientes principios:

  • Los alimentos no son mercancía; deben ser suficientes, nutritivos y culturalmente adecuados para los pueblos y las comunidades.
  • Los/as productores/as de alimentos, mujeres, hombres, pequeños agricultores, pueblos indígenas, pescadores artesanales, habitantes de los bosques y trabajadores/as agrícolas, deben ser revalorizados/ as por ser actores y actrices claves para su construcción; no deben ser subestimados por políticas ni programas que los/as colocan sólo como destinatarios/as de políticas asistencialistas.
  • Quienes producen y consumen alimentos deben ser el centro de la toma de decisiones sobre las cuestiones alimentarias, rechazando los acuerdos y prácticas que otorgan poder a las corporaciones transnacionales para decidir sobre nuestra alimentación.
  • La producción de los alimentos debe ser localizada para evitar enormes desplazamientos hasta llegar a los/as consumidores/as y el control del sistema alimentario debe ser local. Los/as productores/ as y la propia comunidad tienen que tener el control sobre el territorio, las semillas y demás bienes comunes, con el propósito de evitar su privatización y preservar la biodiversidad.
  • La soberanía alimentaria recupera las habilidades y los conocimientos tradicionales del campesinado y las comunidades indígenas, favoreciendo su transmisión a las generaciones futuras.
  • El sistema alimentario debe interactuar con la naturaleza, respetando sus ciclos, para lo cual son necesarios métodos de producción agroecológica que maximizan las funciones beneficiosas de los ecosistemas. Esta característica implica un claro rechazo a los monocultivos, las explotaciones ganaderas de factoría y la industrialización a gran escala.

Las organizaciones del campo identifican, a la vez, diversos factores que limitan el avance en la práctica de este modelo alternativo.  Éstos incluyen, entre otros, las distancias entre producción y consumo, en las ciudades, junto a la cultura consumista centrada en los centros comerciales y los supermercados.  Además, los sectores sociales urbanos de bajos ingresos no siempre están en posibilidad de permitirse pensar en una buena alimentación, cuando lo primordial es llenar el estómago, y al menor costo.

Mientras las experiencias de construcción de la soberanía alimentaria han avanzado principalmente en comunidades locales u organizaciones sociales, en la mayoría de casos aún no se han desarrollado suficientes estrategias específicas, instrumentos jurídicos ni infraestructura que permitan pensarla a niveles geográficos más amplios, provinciales o nacionales.

Por ello, la soberanía alimentaria implica considerar a la alimentación no como una cuestión personal y dependiente del poder adquisitivo, sino como un sistema alimentario que implica un proceso complejo que abarca la producción, el transporte, la comercialización, el consumo, las políticas económicas, sociales y científicas y las acciones de los movimientos sociales y de consumidores, que hacen que el alimento sea considerado un derecho.

Desde hace más de dos décadas, la Vía Campesina y otras entidades aliadas han venido desarrollando este concepto desde la teoría y la práctica, a nivel mundial, proceso que se ha plasmado en una serie de planteamientos y posiciones de consenso que se han venido afinando y que se ve reflejado en los acuerdos sucesivos de una serie de eventos internacionales.

Un logro importante en el escenario internacional es que se ha colocado el tema de la soberanía alimentaria en las Naciones Unidas e incluso en las constituciones y políticas públicas de algunos países.  Sin embargo, como suele suceder en tales casos, el sentido mismo del término “soberanía alimentaria” está en disputa, en vista de que las instituciones que lo adoptan luego pueden tratar de vaciar el contenido político, como está sucediendo en la FAO, cuando se lo pretende equiparar al concepto de agricultura familiar.

Fuente: Texto introductorio de la edición de abril 2016 de la revista América Latina en Movimiento (No. 512) de ALAI, titulada “Por los caminos de la soberanía alimentaria”.  http://www.alainet.org/es/revistas/512

[1] João Pedro Stedile y Osvaldo León, Reforma Agraria Popular: “Una alternativa al modelo del capital”, En el año de la agricultura familiar: Políticas y alternativas en el agro, Revista América Latina en Movimiento Nº 496, ALAI, junio 2014.

[2] Basta constatar las cifras de la población afectada por la desnutrición, por un lado, y las referidas a quienes crecientemente padecen obesidad, por otro; y bien se puede añadir también las que dan cuenta del desperdicio de alimentos.  Según la FAO, con los alimentos que se pierden en la región se podría alimentar al 37% de quienes sufren hambre.

[3] Patricia Agosto y Marielle PalauHacia la construcción de la Soberanía Alimentaria. Desafíos y experiencias de Paraguay y Argentina, Asunción, BASE-IS, Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, CIFMSL, diciembre 2015.

Comparte este contenido:
Page 337 of 358
1 335 336 337 338 339 358