Planificación y desarrollo. La evaluación docente

República Dominicana / 29 de octubre de 2017 / Autor: Félix Bautista / Fuente: Listin Diario

Enseñar a un niño a leer, escribir y pensar con sentido crítico es sumamente complejo. Para lograrlo, se requiere comprender el contexto en el que se trabaja; dominar los contenidos que se imparten; manejar un amplio catálogo de estrategias pedagógicas; desarrollar conocimientos prácticos en un ambiente de libertad, confianza, atención, empatía y autoridad.

El profesor mexicano Felipe Martínez Rizo, en su obra “La evaluación de docentes de educación básica: Una revisión de la experiencia internacional (2016)”, explica “que los buenos maestros son responsables de la conducción y el monitoreo del aprendizaje de sus alumnos (Ö); crean las condiciones para mantener su atención e interés en los contenidos; motivan a los alumnos al trabajo individual y en grupo; organizan su labor de enseñar en función de lo establecido por la escuela; evalúan el progreso de forma particular y grupal; y  saben medir el aprendizaje”.

Los maestros y la calidad de su enseñanza, representan el elemento más importante en el aprendizaje de los alumnos. Su desempeño es directamente proporcional a la calidad y equidad educativa. Un estudio realizado por Eric Alan Hanushek, de la Universidad de Stanford, explica que “los estudiantes cuyos docentes se encuentran en los niveles más altos del rango de efectividad, logran un año adicional de crecimiento en el aprendizaje”. De ahí la importancia que reviste conocer y evaluar el desempeño docente.

Los países europeos, asiáticos, americanos y africanos, con sus diferencias y formas, han asumido como una prioridad de sus sistemas educativos, evaluar la labor que realizan los maestros en los centros de enseñanza.

Para Héctor Valdez Veloz, especialista en matemáticas de la Universidad de La Habana, “la evaluación docente permite caracterizar el desempeño del maestro, determinar sus cualidades profesionales, su preparación, rendimiento y sus necesidades de formación y apoyo”.

Bajo el liderazgo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se han elaborado diversos estudios relacionados con las “mediciones nacionales e internacionales para el aprendizaje de los estudiantes”, lo que ha obligado a los países a evaluar a sus docentes. En primera instancia, estas evaluaciones se han centrado en el control, vigilancia y sanción, lo que ha generado tensiones y resistencia en gremios que agrupan a los maestros.

La UNESCO ha establecido los distintos tipos de dificultades, para la evaluación del desempaño docente: la dificultad de definir los criterios de calidad del desempeño; las limitaciones de los instrumentos de obtención de información; identificar el marco normativo más adecuado para legitimar los propósitos, el alcance y las repercusiones de la evaluación y preservar las garantías de los evaluados; la necesidad de la generación de una cultura de evaluación para la mejora y la garantía de la intimidad y el honor de los evaluados, con las acciones que se deriven de la evaluación.

Para superar estos desafíos, la mayoría de los países han diseñado un modelo combinado entre evaluación docente y carrera profesional. De esta manera, los maestros tienen la oportunidad, a través de los programas de capacitación, de mejorar su cualificación profesional y desempeño docente, y al mismo tiempo, escalar en el sistema educativo y en el ámbito económico, en función de su preparación.

El caso chileno es una experiencia de referencia en la evaluación del desempeño docente en América Latina por diversas razones: primero, fue elaborada por consenso entre los sectores involucrados (Ministerio de Educación, el Colegio de Profesores, las municipalidades y los investigadores); segundo, diseñaron un sistema de evaluación, cuyo objetivo esencial era el desarrollo profesional de los docentes y la mejora de su desempeño, y tercero, el Sistema de Evaluación fue sometido a una consulta nacional y fue aprobada por el 70% de los participantes. Como experiencia, la UNESCO recogió el modelo chileno en una obra titulada “De la resistencia al cambio”.  La evaluación es obligatoria y se realiza cada cuatro años, con cuatro instrumentos de evaluación: “una autoevaluación, un informe del director y del jefe técnico de la escuela, una entrevista por un evaluador y un portafolio, que contiene la planeación de una unidad pedagógica y la filmación de una clase.” La evaluación da como resultado la clasificación de los docentes como “destacado, competente, básico e insatisfactorio.”

En Canadá, el modelo de evaluación se realiza en los tres niveles de la carrera docente y es solicitada por el director de la escuela. En Reino Unido, los directores son los que realizan las evaluaciones cada año, las cuales son auditadas por un evaluador externo. Los evaluados deben mostrar un desempeño trascendente y sostenido y deben contribuir con la escuela. En Australia, se establece qué se espera de cada maestro en los distintos niveles (profesores principiantes, profesores con experiencia, profesor líder I y líder II).  En Cuba, los docentes se evalúan todos los meses y participan el sindicato de maestros y los estudiantes.

En Colombia, es necesario que los maestros recién graduados realicen un año de pasantía, para poder ingresar de manera formal a la carrera. Cumplido este requisito, se inicia la evaluación docente cada año en tres etapas: Primero, aquellos que igualen o superen el 60% en su evaluación, se inscriben en “la jerarquía docente” y los que no superen o logren esta calificación, “deben abandonar el servicio”. Segundo, los que lograron la jerarquía docente  deben evaluarse cada año para medir las habilidades pedagógicas, el manejo de la didáctica, la capacidad para solucionar problemas, el manejo de grupos y de comportamiento de los estudiantes, el interés en la mejora de la calidad de la educación, y el logro de los buenos resultados.

Tercero, se realiza una evaluación voluntaria para aquellos que solicitan una promoción de grado. Quienes superan esta evaluación son promovidos y les corresponde un aumento de salario. La evaluación docente es fundamental para la competitividad de los maestros y estudiantes.

Fuente del Artículo:

https://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2017/10/24/487845/la-evaluacion-docente

Fuente de la Imagen:

http://www.ministeriodeeducacion.gob.do/comunicaciones/noticias/navarro-asegura-evaluacion-del-desempeno-docente-ayudara-a-mejorar-la-calidad-educativa

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Venezuela: Profesores de Educación Física recibieron títulos de maestrías

América de Sur/Venezuela/14 Enero 2017/Fuente y autor:eldiariodeguayana

En el marco de la celebración del mes del educador, Sheila Saavedra directora de Zona Educativa acompaño a 36 profesores de Educación Física de las distintas instituciones educativas del estado en la II Edición de Maestrías en Actividad Física en la Comunidad, realizado en las instalaciones de la Cámara de Comercio.

Como parte del Convenio Integral de Colaboración Cuba- Venezuela la Universidad de las ciencias de la cultura, física y el deporte Manuel Fajardo, desde el año 2007 ha desarrollado en nuestro país la preparación curricular y formación del recurso humano en distintas áreas a más de 600 docentes.

Bárbara Tandrón Negrín Coordinadora Nacional de Docencia de la Misión Deportiva Cubana en Venezuela, aseguró que en el estado Bolívar un total de 56 profesores de Educación Física han recibido su certificado de Maestria en el área de Actividad Física en la Comunidad impactando en los índices de calidad de vida dentro de la población venezolana a través de las investigaciones realizadas, propiciando la práctica de la actividad física y la sana recreación.

Por su parte el Magister Omar Maita aseguró que esta maestría nace con la idea de potenciar el trabajo en las comunidades a través de la actividad física y el deporte para favorecer la salud y la calidad de vida de nuestros habitantes, por lo que solicita que los profesores del área deportiva ingresen en esta maestría a fin de potenciar la actividad física en los barrios con el único propósito de la calidad de vida; aprovechando el escenario político y social de nuestro país.

Durante la actividad los maestros realizaron un sentido homenaje a Jesús Abreu difunto compañero de clases y labores quien cumplió con todos los requisitos exigidos para la culminación de la maestría pero quien por designios de Dios no pudo asistir, por lo que las autoridades hicieron entrega de su título a sus familiares.

Fuente de la noticia: http://www.eldiariodeguayana.com.ve/profesores-educacion-fisica-recibieron-titulos-maestrias/

Fuente de la imagen: http://www.eldiariodeguayana.com.ve/wp-content/uploads/2017/01/DocentesMaestria.jpg

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Políticas públicas y la formación docente en competencias investigativas

Marta De Sousa (*)

En la actualidad, las políticas y reformas educativas han concedido mayor importancia a la escuela, destacándose la autonomía y la participación escolar como centro de una política educativa que pretende mejorar los resultados de la prestación del servicio educativo, expresados en términos de acceso, eficiencia y calidad; sin embargo, es elevado aún el desconocimiento que persiste en la sociedad venezolana sobre la manera en que deben concebirse el proceso educativo, el cual se expresa mediante las políticas del Estado para alcanzar resultados y sobre la forma de diseñar e implementar planes de mejoramiento.

Las políticas públicas constituyen el puente entre el gobierno y la sociedad para la definición de los lineamientos que permitirían su dirección o establecimiento de las diversas acciones; razón por la cual podrían concebirse como el conjunto de directrices sustentadas en las leyes y planes de desarrollo que posibilitarían emprender acciones en la búsqueda del bienestar, así como la promoción y la garantía de los derechos de los ciudadanos (Salamanca, 1994).

En tal sentido, Escalante y Graffe (2011) señalan que “…las políticas públicas constituyen un conjunto de herramientas que usadas por el Estado pueden mejorar su gestión. Su objeto debe ser la búsqueda del bienestar y la cohesión de la sociedad, para lo cual es de vital importancia que en estas se considere el régimen político en el cual van a ser desarrolladas; así como los límites de las políticas, las posibilidades de aplicación y el significado que tengan para su cumplimiento por parte de los actores que las ejecutan”. (p.5).

De hecho, las políticas públicas de la Educación Universitaria diseñadas e implementadas a favor del crecimiento de la dimensión económica, en el caso venezolano han estado sustentadas, fundamentalmente, en la teoría del capital humano (Schultz, 1972), como principal factor generador del conocimiento, aunque deberían fundamentarse también en el desarrollo del capital social el cual, de acuerdo con Kliksberg (2003), se refiere al clima de confianza, conciencia cívica, actitudes y el grado de asociación que posibiliten sinergias entre los diferentes actores sociales en aras del desarrollo integral. Adicionalmente para la consecución de esto, es necesario tomar en cuenta el uso racional de los recursos materiales existentes en el suelo y el subsuelo, los cuales se convierten junto con los recursos financieros y tecnológicos disponibles en fundamentos tangibles para viabilizar elementos favorables que marcan el Desarrollo Integral de un país.

En este contexto, en Venezuela se propone el Proyecto de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación Superior. En razón de estos objetivos se definen dos componentes del Proyecto: calidad del sistema de educación universitaria y equidad en el acceso y optimización del desempeño de los estudiantes de educación universitaria. Uno de los objetivos del primer componente, se refiere a la necesidad de «brindar a los profesores universitarios del sector público, los incentivos y remuneraciones acordes con su nivel y su desempeño académico, a través de la creación de un sistema nacional de la carrera académica» (CNU/OPSU, 2006).

Al respecto, Parra Sandoval (2008) señala “Es de esperar que la aplicación de esta política, que supone la evaluación permanente de los profesores, encuentre el clima apropiado de recepción…, sino como la oportunidad de conocer mejor las capacidades y ponerlas al servicio de una universidad de calidad” (p.10).

Sin embargo, Parra-Sandoval (ob.cit) al referirse a la implementación de las políticas de educación superior señala:

Se ha planteado un dilema que enfrenta la pertinencia social, tal como el gobierno la concibe en la práctica, y lo que ello significa para la libertad académica. De acuerdo con esto, la producción de conocimiento estará subordinada a la orientación política e ideológica del gobierno, que decide quién, cómo y qué se investiga, en la medida en que regula la posibilidad de financiar la investigación de acuerdo con sus criterios de pertinencia social y su orientación “revolucionaria”. (p.11).

Asimismo, la Ley de Universidades de la República Bolivariana de Venezuela (1970), señala en su artículo 83: “La enseñanza y la investigación, así como la orientación moral y cívica que la universidad debe impartir a sus estudiantes, están encomendadas  a los miembros del personal docente y de investigación”. (p.35)

Se ha ampliado la concepción de comunidad educativa, en lo atinente a los encargados de planear y organizar la prestación del servicio educativo desde la óptica local, regional y nacional, como a los rectores y maestros responsables de la relación directa con los educandos, así como también padres y representantes de éstos; llamados a integrar un todo, a la hora de revelar resultados notables en una sociedad, en proceso de avance, progreso y coordinación con las políticas educativas novedosas que se han están realizando en Venezuela en estos últimos años.

Siendo necesario reflexionar sobre las competencias de los docentes en su rol de investigadores ante  la docencia, para que valoren la investigación en su justa dimensión como una de las fuentes del conocimiento, por lo que será indispensable transmitirlo por iniciativa propia evitando ser repetidores de las metodologías de otros, estando motivados a creer y a demostrar con hechos cual es su posición afectiva frente a la investigación dentro del ámbito educativo.

En el contexto universitario, el asumir el rol de investigador trae consigo diversidad de formas de abordarlos, es decir, supone tomar conciencia de las diferencias que poseen los alumnos; estas discrepancias se basan en las capacidades, los estilos de aprendizaje, las estrategias cognitivas, las experiencias y los conocimientos previos, la motivación, la atención, el ajuste emocional y social, entre otras. La tarea de los psicólogos y los pedagogos es fundamental para que en el ámbito universitario sea capaz de atender adecuadamente a la diversidad. El orientador es un asesor para el desarrollo de la calidad de la atención a las unidades de desarrollo y bienestar estudiantil, ya que se prestan a optimizar el desarrollo y el crecimiento de las individualidades de sus alumnos.

En la estructura de la competencia profesional participan, por tanto, formaciones psicológicas cognitivas (hábitos, habilidades), motivacionales (interés profesional, valores, ideales, la autovaloración), afectivas(emociones, sentimientos) que en su funcionamiento se integran en la regulación de la actuación profesional del sujeto en la que participan recursos personológicos tales como: la perspectiva temporal, la perseverancia, la flexibilidad, la reflexión personalizada, y la posición activa que asume el sujeto en la actuación profesional.

La finalidad del docente-investigador es proporcionar una interpretación integral y disciplinada, cuya intención es impresionar a personas con mente clara, incluidas aquellas cuyas preconcepciones o preferencias estén en contra de los resultados. Es más, la información obtenida sirve para quienes indaguen o interpreten en forma independiente. Cuyo propósito fundamental es recoger información pertinente y válida para emitir juicios de valor, orientados a la toma de decisiones de mejora y de cambio. En cuanto a la toma de decisiones como actitud investigativa se refiere a reflexionar sobre la conveniencia o necesidad de continuar la indagación a través del detectar los puntos débiles y fuertes de la investigación como base para su modificación, expansión o reducción. (Pérez Serrano,  2000).

Es por ello que la formación docente en un país como Venezuela es de vital importancia para el desarrollo de su gente. Para así poder contribuir con el desarrollo integral local y nacional, la universidad tiene el compromiso de formar un profesional altamente competente que responda a las exigencias del entorno. Para lograr esto hay que adaptar los programas de estudios a las exigencias de las sociedad y esta la razón de ser del trabajo realizado.

También, avanzar hacia un enfoque de formación basada en competencias más que en conocimientos, desde la perspectiva teórica se transformaría de manera radical los roles de los estudiantes y profesores, buscando un acercamiento más comprensivo de construcción colectiva y formando a profesionales capaces de adaptarse a nuevas situaciones.

Finalmente, el tema de las políticas públicas y su impacto en el desarrollo y condiciones de la profesión académica no han sido abordados a profundidad, es por ello que se debe dar la importancia que merece si se desea una educación universitaria de calidad, fomentando la investigación en la formación inicial de docentes como una manera de reorientar la reflexión.

Referencias

CNU/OPSU, (2006). Informe sobre Educación Superior en América Latina y El Caribe. (2000-2005) La metamorfosis de la Educación Superior. Primera edición. Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). Venezuela.

Escalante Moreno, A. y Graffe, G. (2011). Políticas Públicas de Educación Universitaria para el Desarrollo Integral de Venezuela: Hacia una Aproximación Conceptual. Universidad Central de Venezuela. Docencia Universitaria, Volumen XII N° 1, Saprol-UCV. Disponible: file: ///H: /Doctorado/Sociopolítica/Políticas%20Públicas% 20 en%20 EDU. %20 Superior.pdf. [Consulta:2014-07-07].

Kliksberg, B. (2003). Capital Social y Cultura. Claves olvidadas del desarrollo. En Jarmillo, F. y Szquer, M. T. (Editores) (2003). Capital social. Clave para una agenda integral de desarrollo. Caracas: Corporación Andina de Fomento – CAF.

Ley de Universidades (1970). República Bolivariana de Venezuela.

Parra Sandoval (2008). Los cambios en las políticas de Educación Superior Venezolana y la profesión académica. Las políticas de educación superior en Venezuela ¿En busca del tiempo perdido?. Perfiles118horizontes 1/16/08.

Salamanca, L. (1994). La política pública como la ciencia de la intervención del gobierno en la vida social. El estado de la cuestión en la literatura. Politeia, 17 (pp.223-282).

Schultz; T. W. (1972). Inversión en capital humano. En Blaug, M. (1972). Economía de la educación. Madrid: Tecnos.

 

(*)Marta De Sousa

contacto: dsousamarta@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la noticia:http://userscontent2.emaze.com/images/ad09a3d6-45ed-4c78-a961-9a834acf007d/e4c0fcb5-cc1f-4d0c-993c-caa5b8844842.jpg

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Lo que está en juego

Por. Gilberto Gevara

Las pasiones inflamadas rechazan la prudencia; sin embargo, cuando se vive una crisis, hay que reflexionar. Los actores del movimiento deben esforzarse por encontrar un plano de racionalidad que pueda hacer de su movimiento un hecho histórico positivo y no un fracaso.
No estamos ante una lucha fratricida y es falso que se enfrentan dos mundos conceptuales excluyentes: de un lado los buenos, de otro, los malos. Ese maniqueísmo es falso y deleznable. Todos somos, a la postre, ciudadanos mexicanos. Mexicanos que no opinamos lo mismo sobre un tema determinado: el tema determinado sobre el que disentimos es la forma en que se administra la carrera profesional docente.

El viejo modelo

Escuela indígena en HidalgoAntes existía un modelo con reglas laxas que daba márgenes amplios para la acción arbitraria de líderes sindicales y de burócratas. Para ingresar a la profesión docente se presentaba un examen: quien lo pasaba tenía plaza, quien no lo pasaba, no la tenía. Sólo que algunos líderes (y otros tantos burócratas) entregaban plazas a personas que no presentaban examen. Se vendían plazas. Cada plaza costaba 80 o 100 mil pesos. En otros casos, las regalaban. ¿A quién se la regalaban? A sus amigos. A sus compinches, a quienes les prometían obediencia, lealtad, etc. En otros casos las plazas, como si fueran bienes privados, se heredaban de padres a hijos. Llegó a darse el caso de que un maestro ingenuo anunció en la sección de Clasificados de El Universalque vendía una plaza de tiempo completo de primaria. Otro tanto ocurría con las promociones. Las plazas de director o supervisor, en muchos casos, se asignaban según criterio arbitrario de tal líder sindical o de tal burócrata. Y, finalmente, sucedía algo similar en la concesión de estímulos, donde siempre hubo (incluso con Carrera Magisterial) manipulación del sistema por parte de líderes y burócratas.
En el antiguo sistema los que mandaban eran los poderosos; los que sufrían las injusticias eran los débiles; los profes que no tenían palancas ni dinero. Este orden de cosas contribuyó decisivamente para generar la actual crisis de la educación.

El nuevo modelo

La reforma busca solucionar los problemas del viejo modelo y propone se adopte como base un principio: el principio del mérito. Darle a cada quién según su mérito. Para saber cuál es el mérito de cada quien se hacen concursos de oposición basados en evaluaciones. Yo quiero ingresar, me evalúo. Yo quiero promoverme para director, me evalúo. Yo quiero ganar incentivos (como ocurría en Carrera Magisterial) me evalúo.
La evaluación más polémica –el eje del malestar– es la llamada evaluación de desempeño. Es aquella que deben presentar todos los docentes, al menos una vez cada 4 años. Los profesores que tenían plaza antes de 2013 jamás la perderán, en cambio, de no superar tres evaluaciones anuales consecutivas serán retirados de la actividad docente y adscritos a otras tareas. Por su parte, los profesores jóvenes que entraron después de 2013 recibirán formación con apoyo de tutor, pero tendrán que evaluarse anualmente en dos ocasiones. Si alguno de éstos no obtiene notas suficientes en estas evaluaciones, será separado de su trabajo. Este es el punto crítico.

La inteligencia nos dice que no hay que echar abajo, la reforma en su totalidad, en todo caso hay que preservar el principio de que plazas y puestos se asignen con base en el mérito, que la evaluación de desempeño adopte otras características y que se consideren formas más adecuadas para “evaluar la permanencia”. La reforma –dijo Sylvia Schmelkes–, se puede mejorar; sería un grave error histórico de consecuencias incalculables que se derrumbara por completo lo ya construido.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/lo-que-esta-en-juego/

Imagen: http://vallartanoticias.com/wp-content/uploads/2015/05/Rezago-01.jpg

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