¿Dónde está la pedagogía y la pedagógica en la educación? Aproximaciones.

María Magdalena Sarraute

mmsarraute@gmail.com

Es necesario, antes de abordar la centralidad pedagógica como tema central de ésta investigación, precisemos la definiciones de pedagogía, desde las diferentes posturas existentes, por ello, se puede iniciar con la definición con Guanipa (2008:26), quien menciona que etimológicamente la pedagogía se desprende del griego “paidos”, que significa niño y “gogia”, que quiere decir, llevar o conducir, es decir, “conducción de niños” y la autora expresa que su origen estuvo principalmente referido  “a la actividad laboral ejercida por esclavos de llevar y traer niños para su instrucción personal”. Asimismo, expresa que es un “conjunto de saberes que se ocupan de la educación, y como ciencia de carácter psicosocial ligada a los aspectos psicológicos del niño en la sociedad”.

En otra postura, parafraseando a Freinet (1973:17), la pedagogía debe estar basada en el niño, en sus posibilidades, necesidades y deseos, el mencionaba en su método que el niño debe aprender en la escuela, como aprende en la vida. La escuela tiene que ir al encuentro con la vida para servirla y basándose en ella dar un dinamismo y una motivación a la educación. “La escuela por la vida y para la vida”. La pedagogía de Freinet, exalta la capacidad creadora de los niños e intenta ayudarles a triunfar y a tener plena conciencia de sus posibilidades, la escuela en definitiva tiene que tomar a los niños tal como son a partir de sus necesidades, y de sus intereses.

Por otro lado, Pérez (2003:23), expresa que la pedagogía depende del modelo pedagógico en que se sitúe, es por ello que la “manifestación de una pedagogía tradicional que ha diseñado toda una estrategia para manipular a los alumnos, bajo los criterios de un paradigma escolar hegemónico”, en ese sentido, el autor sitúa el proceso pedagógico, como un proceso de dominación, donde la relación docente – estudiantes es desde la enseñanza frontal del aprendizaje, es pedagogía del oprimido o bancaria como lo menciona Freire.

De igual forma, Pérez (2003:32), desde la postura de una corriente postmoderna, manifiesta “la pedagogía que vendrá deberá ser un discurso para rescatar el sujeto en su mundo de vida, para ponerlo a pensar en el universo, en la totalidad y para redefinir a la pedagogía sobre sus bases ontológicas como discurso de la creatividad para impulsar actos creativos”.  Desde, ésta postura, la pedagogía potencia la liberación del sujeto, que conoce su contexto, siendo pertinente con sus actos.

Por otro lado, desde una postura marxista de la pedagogía, el hombre es apreciado como un actor social, creado por la sociedad al momento que crea ésta. Siendo éste, resultado de la experiencia y no de la reflexión, es decir, es producto de lo vivido en el entorno.

Ahora bien, parafraseando a Freire (2008), la pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.

Otra característica de la pedagogía desde Freire, es que como está basada desde la práctica, ella está permanentemente sometida a cambios, transformaciones, recursividad, reorientaciones y reformulaciones, ya que el hombre es un ser inacabado, por ende, siendo éste el centro del proceso, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación.

Para Torres (2014:31), la pedagogía, en momentos de despolitización y tecnocratismo es:

Una práctica política y ética, pues conlleva presentar y promover conocimientos, visiones de la realidad, de la vida comunitaria, ideales y aspiraciones en pro de un mundo más justo; obliga a implementar estrategias y recursos didácticos, destinados a imaginar y diseñar vías para mejores futuros posibles; nos hace conscientes de representaciones y valoraciones sobre nosotros, la comunidad, los otros y, asimismo, sobre el medio ambiente.

 En ese sentido, todos y todas los actores del hecho educativo y cultural, tenemos un gran compromiso en develar la agenda neoliberal y promover acciones alternativas para poder mantener las relaciones entre el mundo y el aula, para la promoción de una pedagogía emancipadora y pertinente.

 Asimismo, Torres (2014:53), una pedagogía del optimismo y del empoderamiento se basa en:

Incidir en todos los temas del pasado y del presente, haciendo ver que siempre la innovación y las luchas por la justicia y por mejorar la sociedad son imprescindibles para tener éxito. Precisamos de otros enfoques y metodologías que realmente estimulen el pensamiento crítico y optimista, y no aquellas que impiden imaginar otro futuro y que no nos permiten empoderarnos para hacerlo posible.

Ahora bien, desde una postura crítica de la pedagogía, podemos parafrasear a Giroux (1993), ya que él la ve como una práctica social y cultural que plantea el cuestionamiento a las formas de subordinación y dominaciones que crean inequidades. Asimismo, cuestiona las relaciones de dominación que emergen de las consideraciones económicas.

Según, McLaren, (1997:270) la pedagogía crítica invita a analizar la relación entre experiencia, conocimiento y orden social, con una perspectiva transformadora:

Todo el proyecto de la pedagogía crítica está dirigido a invitar a los estudiantes y a los profesores a analizar la relación entre sus propias experiencias cotidianas, sus prácticas pedagógicas de aula, los conocimientos que producen, y las disposiciones sociales, culturales y económicas del orden social en general (…). La pedagogía crítica se ocupa de ayudar a los estudiantes a cuestionar la formación de sus subjetividades en el contexto de las avanzadas formaciones capitalistas con la intención de generar prácticas pedagógicas que sean no racistas, no sexistas, no homofóbicas y que estén dirigidas hacia la transformación del orden social general en interés de una mayor justicia racial, de género y económica.

En ese orden de ideas, para la investigadora, la pedagogía, es la ciencia que estudia la totalidad del hecho educativo, permitiendo la construcción de aprendizajes significativos emancipadores y de objetivaciones desde la valoración cultural, saberes y experiencias desde el contexto socio-cultural-histórico de los actores educativos involucrados. Esto hace que el docente se convierta en un acompañante o vehículo para la edificación de un proyecto de vida, al implicar al estudiante desde sus experiencias previas en la construcción de un conocimiento con sentido “común-crítico” y así pueda transformarse en un sujeto consciente, comprometido con su realidad y en pro de un mundo más justo.

La pedagogía, debe potenciar en el proceso de enseñanza y aprendizaje, una relación horizontal del hecho educativo, donde el maestro y el estudiante en ese proceso dialógico enseñen y aprendan el (la) uno(a) del otro(a) para la liberación y emancipación de ambos(as), es decir, forjar ciudadanos(as) que sus acciones sean pertinentes con la realidad que le rodea.

A manera de cierre, la pedagogía será dominante o liberadora según la intencionalidad que se tenga. En ese sentido, una pedagogía hegemónica, propiciará la reproducción, la memorización de conocimiento, la despolitización y tecnocratismo; en otro sentido, una pedagogía liberadora, propiciará la construcción de ciudadanía, la formación integral de la personalidad, la emancipación, la pertinencia del hecho educativo, transformación y la revolución cultural.

Ahora bien, después de haber paseado por las posturas de la pedagogía, se precisará a discernir sobre la Centralidad Pedagógica de la Educación, que emerge del develamiento de la dominación del conocimiento y de la instrumentalización del saber, para potenciar la mirada de la totalidad de la educación. En ese sentido, De Sousa (2005) nos menciona que la Globalización Contrahegemónica es una mirada integral de la globalización, se enfrenta a la idea implícita de la globalización neoliberal. Mantiene que las conexiones transnacionales se pueden aprovechar como el medio para lograr la distribución más equitativa de la riqueza, el poder y las comunidades sostenibles. La Globalización contrahegemónica, a diferencia de la globalización neoliberal, utiliza los activos de la globalización para oponerse a cualquier forma de dominación por la hegemonía, y opera a partir de un proceso de abajo hacia arriba que hace hincapié en la potenciación del papel de lo local.

Asimismo, De Sousa (2005:76), la refiere principalmente centrada en la universidad, para ponerla de nuevo como ejemplo, y la define de la forma siguiente:

La globalización contra hegemónica en la universidad, en cuanto bien público, significa específicamente lo siguiente: las reformas nacionales de la universidad pública deben reflejar un proyecto de nación centrado en las preferencias políticas que califiquen la inserción del país en contextos de producción y de distribución de conocimientos cada vez más transnacionalizados y cada vez más polarizados entre procesos contradictorios de transnacionalización, la globalización neoliberal y la globalización contra hegemónica. Este proyecto de nación debe ser resultado de un amplio contrato político y social especificado en varios contratos sectoriales, siendo uno de ellos el contrato educativo y dentro de este el contrato de la universidad como bien público.

Por otro lado, la centralidad pedagógica de la educación es justicia social, es por ello que Tedesco (2012), nos expresa los retos y desafíos que tiene la educación en la Región para construir sociedades más justas, minimizar las desigualdades sociales y formar ciudadanos. En ese sentido, se debe edificar una sociedad más justa que oriente las acciones de los actores sociales y particularmente de los actores del proceso educativo y así consolidar una educación de calidad para todas y todos como condición necesaria para lograr la igualdad y la justicia social de nuestros pueblos.

Ahora bien, hablar de Centralidad Pedagógica de la Educación es revelarse contra el mercado neoliberal dominante en los sistemas educativos y es por eso que Torres (2006) nos menciona que el neoliberalismo ha convertido al sistema escolar en un mercado; donde la educación ha sido reducida a un bien más. Los sistemas educativos y las creaciones culturales, en general, se reducen a mercancías, pero disimulando las redes económicas y los intereses políticos que se esconden detrás de esta posición mercantilista. Asimismo, expresa que “las políticas neoliberales…preconizan y generan una fuerte reducción del sector público,…contribuyen a desvalorizar las instituciones escolares públicas,…a centrar las miradas sólo en un tipo de contenidos curriculares, mientras otros son eliminados del trabajo que debe realizarse en las aulas” (p. 20). Estas condiciones generan deterioros del sistema escolar, alterando las principales finalidades de la educación y potenciando la exclusión social de los grupos menos favorecidos, situando el sistema escolar a uso exclusivo del mundo empresarial.

En este sentido, hablar de Centralidad Pedagógica de la Educación es hablar de la implicación cultural en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la educación, es por ello que nos referiremos inicialmente a la Ley Orgánica de Educación (2009) cuando menciona la “formación del potencial creativo”, el cual se impulsa mediante el proceso educativo de apropiación y superación de la cultura, el individuo se proyecta y rehace en un circular retorno crítico y virtuoso sobre sí mismo. En otros términos, el saber y el saber-hacer que facilita la educación se subordinan y disponen en función del ser.

Para ello, el educando procede, en un primer momento, denominado como “el particular”, a reconocer el tema; aquí la subjetividad del estudiante se expresa como pre-juicios o supuestos sobre el tema (sus ideas o significados previos al respecto). En un segundo momento, llamado “el universal”, se reconoce ante los otros que son los autores objetivados en los textos que lee al tratar de comprender sus ideas o significaciones expuestas (en este momento su reconocimiento puede ser más favorecido por la intersubjetividad si intercambia y discute sus puntos de vista con los demás participantes de la actividad bajo la mediación del docente, que lo promueve por medio de asimilarla a la dinámica de una comunidad interpretativa); y, un tercer momento, denominado “enriquecimiento del particular”, en el que distanciándose de lo leído y desarrollando por escrito su texto o significados atribuidos, retorna a sí mismo, reconociendo su subjetividad cambiada mediante la objetivación realizada al reconstruir lo objetivado.

En ese contexto, la intersubjetividad, encuentro de interlocutores que buscan la significación de los significados (Freire, 1993), surge como condición indispensable para que el individuo pueda transformar la cultura y la sociedad, ya que como individuo aislado no podría hacerlo. Solo mediante la interacción con los otros es posible lograrlo. Esta interacción exige que entre sí los individuos se reconozcan como sujetos con capacidad de objetivación (de producir bienes culturales) de conformidad con finalidades escogidas y acordadas. Es a través del reconocimiento que le brinda el otro que el individuo se reconoce a sí mismo como sujeto. El proceso de enseñanza y aprendizaje en esta concepción sociocultural, es reconstrucción de la subjetividad por medio de las experiencias realizadas que conducen dialécticamente a negaciones mediante la crítica, la interacción social y la praxis objetivadora. (Sarraute, Díaz y Lo Priore, 2011).

Asumida culturalmente entonces, la centralidad pedagógica, es compromiso formativo. Para el educando en una dinámica de negación dialéctica, y para el educador es interacción favorecedora de esa negación mediante la crítica, la co-reflexión, la discusión y la re-creación orientada en la acción. En consecuencia, la tarea del educador no será la de modelar a los educandos, sino la de incitar y promover la praxis de los estudiantes, propiciando experiencias formativas o de enseñanza y aprendizaje de subjetivación y objetivación emancipadoras (Sarraute, Díaz y Lo Priore, 2011).

Ahora bien, como en primer momento se asume la centralidad pedagógica como implicación cultural, es necesario dejar claro que la cultura se entiende como la valoración que se atribuye a la significación de objetos, prácticas, haceres, saberes, expresiones, hechos y otros, que en un determinado contexto, y en sus más diversos ámbitos, da sentido a la identidad individual y grupal y la cohesión de colectividades, resultante de una configuración histórica selectiva, dominante e hibridizadora de significaciones que las luchas por la hegemonía ideológica (o dirección intelectual y ética de las clases y grupos sociales) han impuesto en las sociedades como significaciones legítimas e ilegítimas.

Lo ideológico respecto de la significación cultural refiere a la connotación o efectuación valórica que los intereses de las clases y grupos sociales en pugna por la hegemonía social le endosan, expresa o implícitamente, sobre significándola reproductora o transformadoramente en el contexto de las luchas que se libran en el plano cultural o del sentido social, y que toman forma en los contrapropuestos proyectos culturales que se confrontan. Debido a ello, la revolución es también y primordialmente proyecto cultural en todos los ámbitos y planos de lo económico, lo político, lo social, lo ecológico y otros.  Los cambios que se deben producir allí (en la cultura laboral o del trabajo, en la cultura política, en la cultura académica, etcétera), solo se posibilitarán si las representaciones ideológicas que significan y orientan las prácticas son relevadas culturalmente en la conciencia de los individuos que las reproducen.

Por otro lado, hablar de Centralidad Pedagógica de la Educación, también es hablar de la práctica pedagógica del maestro, en ese sentido, Mejías (2008), nos menciona que el proceso de enseñanza y aprendizaje se convierte en:

Un campo reflexivo, dando paso por esta vía a la constitución de una política de la experiencia, donde emerge un maestro que se constituye en sujeto de saber desde su territorio, produciendo una re-territorialización de la pedagogía, en la cual la práctica social de ésta adquiere forma en el ejercicio concreto de la política del aula y de las prácticas pedagógicas del docente. (p.65)

Asimismo, menciona Mejías (2006:53), que los maestros tienen que hacer notable,

La emergencia de esos saberes pedagógicos propios que se han liberado del aprisionamiento que les producían los paradigmas, los enfoques y los modelos universalistas recomponiendo su práctica desde pedagogías no universales, muchas de ellas híbridas, en diálogo y confrontación con esos saberes constituidos, dando forma a las geopedagogías que tienen su explicación en la localización no sólo geográfica, sino categorial, que les da un carácter y una identidad a esas formas y prácticas locales de la pedagogía. Igualmente, han abierto el camino al uso de nuevas tecnologías que son recontextualizadas desde su práctica, su contexto, su aula y su saber pedagógico.

Es por ello, que en la Centralidad Pedagógica la relación de dominación que nos mencionada Dussel (1980), cambia y se convierte en una relación donde el maestro o maestra y estudiante aprenden permanentemente de cada uno, desde la dialogicidad, desde las negaciones dialécticas, propiciando procesos de significaciones otras para alcanzar la objetivación.

Por su parte, Bonilla (2014), citado por Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, nos expresa que volver a la centralidad pedagógica, es potenciar la pedagogía como el vehículo que con sus componentes y elementos posibilita una interpretación de la totalidad educativa como hecho político, desde la especificidad concreta del aula y sus interrelaciones con la realidad social histórica.

En este sentido, según Bonilla, citado por Red Global/Glocal por la Calidad Educativa (2014:294):

La educación adquiere una potencia revolucionaria pues no solo tiene una epistemología que vincula lo local con lo global como totalidad sistémica, sino que entiende la dialéctica entre contexto, centros educativos y transformación de la realidad. Esto convierte a la pedagogía en una profesión subversiva para el capitalismo de la postguerra y más aún en su etapa neoliberal. La pedagogía es contraria a la premisa de fragmentación de la realidad y la acción de sumisión que demanda el modo de producción capitalista.

 Por consiguiente, la centralidad pedagógica nos trae consigo una mirada totalizadora de la educación, donde su medula está en el cambio de relaciones entre el maestro o la maestra y el estudiante, y demás actores de la comunidad educativa, padres, representantes, comunidad, autoridades, Estado, entre otros, donde existe la posibilidad de transformar la realidad por la implicación de los participantes y de satisfacer las necesidades socioeconómicas de nuestros pueblos de la Patria Grande.

Por otro lado, la consolidación de la centralidad pedagógica, está en crisis por los procesos permanentes de despedagogización de la educación, ya que existen para Fernández, en la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa (2014:51):

dos invariantes, unas cosntantes, en todas las contrarreformas educativas a escala internacional. Si bien hemos hablado de reformas, también las contrarreformas están presentes y las dos invariantes una es: el tema curricular, que rompe con la centralidad de lo pedagógico y deja al  tema de una técnica que es parte, una parte, de la pedagogía, el esfuerzo de transformación; y la otra esta el debate de la calidad, visto también como un simple fragmento. Entonces las contrarreformas muchas veces entran por el debate curricular o por el debate de la calidad. Eso preocupa a muchos docentes.

 En este sentido, la despedagogización emerge de la colonización del conocimiento y del saber, es por ello que Dussel (1980:11), analiza esa colonización y dominación, Asimismo, resalta la importancia de dejar claro que la pedagógica no debe ser confundida con la pedagogía. “La pedagogía consiste en la ciencia del aprendizaje y la enseñanza; y la pedagógica es una parte de la filosofía, que piensa la relación cara-a-cara del padre con el hijo, del maestro con el discípulo, del filósofo con el no-filósofo…”

En la pedagógica convergen la erótica y la política; es como un puente entre las dos, pero que tiene su propia consistencia. El padre-Estado, dominando a la madre-cultura, posibilita que ésta, encargada frecuentemente de educar al hijo en su primera infancia; el padre (ahora también el maestro) «prolonga su falocracia (erótica) como agresión y dominación (la política) del hijo: el filicidio» Dussel (1980:14) a través de la cultura.

En esta relación de dominación neoliberal, el Estado colonial traiciona su propia cultura, asumiendo la del colonizador, por esa razón, el hijo es educado en una cultura con un determinado êthos como totalidad simbólica de un pueblo. En Latinoamérica, el hijo americano tiene por madre a “la india”, a la cultura popular. Su padre, «el español» ha asesinado a su hijo, violando a la mujer india, vino a ser padre opresor, maestro dominador y etnocida: su pedagogía es dominadora, introyectando en el joven (el hijo) la cultura ajena como la mejor y la única.

Es por ello, que en la despedagogización de la educación, el maestro lo convierten en un ego magistral que pretende que el discípulo recuerde (como en Sócrates) sin que cree nada nuevo: el alumno resulta ser un ente orfanal (huérfano, como el Emilio de Rousseau). He aquí la polaridad sobre la que se desarrollará toda la pedagógica dusseliana: entre el ego magistral opresor y el niño o joven como ente orfanal manipulado.

El maestro no puede presentarse ante el discípulo como el portador de todos los derechos, siendo éste considerado como una tabula rasa propicia al adoctrinamiento irrespetuoso de su alteridad originaria. Pero esto es lo que pretende la pedagógica dominante, vigente. El hijo y el discípulo son momentos de la Totalidad, pero son también «exterioridad metafísica», en un movimiento de «dialéctica analéctica», que constituye la anti-pedagógica o «pedagógica de la liberación», que significa una situación ana-edípica erótica y políticamente pos-imperial.

En ese sentido, desde esa ruptura de dominación, la transformación educativa es la premisa conceptual que plantea la necesidad de la recuperación de la centralidad pedagógica en el encuentro educativo. La visión mercantilista de la educación rompió con la visión de totalidad en la actividad escolar, fragmentando cada uno de sus componentes. En esa orientación conceptualmente se establece que toda dinámica de cambio educativo debe estar acompañada con la visión de totalidad que es propia de la Pedagogía en el campo educativo.

Para disminuir o eliminar la despedagogización de la educación, es necesario dignificar la labor de docente y su formación permanente y continua. Asimismo, se debe garantizar para todos y todas los estudiantes, programas de alimentación escolar adecuados a su edad, dotación de uniformes, útiles escolares y materiales didácticos, tanto de uso colectivo como individual. Además, se deben desarrollar modelos escolares alternativos, el acceso a tecnologías de información y comunicación, incorporación de los saberes socioculturales a las dinámicas de enseñanza-aprendizaje, entre otros aspectos. Bonilla (2014), menciona que la inclusión educativa implica, el fortalecimiento permanente del encuentro pedagógico, de los procesos de enseñanza-aprendizaje y académicos junto al desarrollo integral de la personalidad, la construcción de pensamiento crítico y la formación de ciudadanía para la democracia participativa y protagónica.

Por último, para recuperar la Centralidad Pedagógica es necesario que exista una educación eficiente, destinada a la formación de  la identidad de cada ciudadana y ciudadano, un  habitante participativo capaz de actuar consciente y solidariamente en los procesos sociales. Una formación para la vida, el desarrollo de una conciencia ciudadana para la convivencia, la paz, la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, la calidad de vida y para el uso racional de los recursos naturales. La centralidad pedagógica debe garantizarnos el desarrollo de competencias comunicativas en atención a los procesos de comprensión y producción del lenguaje oral y escrito, la comunicación del saber destinado a la formación del pensamiento y al desarrollo de destrezas y sus capacidades científicas, técnicas, humanísticas y artísticas, la formación para el trabajo y el desarrollo socio productivo del país.

Referentes:

Bonilla Molina, L. y Rodríguez, E. (2001). Reforma educativa, poder y gerencia. Caracas: Tropykos.

Bonilla – Molina, L. (2014). La Calidad de la Educación. Ideas para Seguir Transformando la Educación Venezolana. Caracas: CIM- MPPEUCT.

De Sousa, B. (2005). La Universidad del Siglo XXI. México: UNAM.

Dussel, E. (1980). La Pedagógica Latinoamericana. Bogotá: Nueva América.

Freire, P. (1993). ¿Extensión o comunicación?  México: Siglo XXI.

________(2008). Pedagogía de la Autonomía. Argentina: Siglo XXI.

_________(2008). La educación como práctica de la libertad. Argentina: Siglo XXI.

Guanipa, M. (2008).Guía de estudio. Universidad Rafael Belloso Chacín. Maracaibo: URBE.

Ley Organización Orgánica de Educación (2009). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°. 5929. Fecha: 15/8/2009.

Lo Priore, I., Díaz, J., y Sarraute, M. (2011), Lineamientos para el Desarrollo Curricular de los Programas Nacionales de Formación. Caracas: MPPEUCT.

Mejías, M. (2004). Leyendo las políticas educativas de la globalización. Presentación en el panel sobre reformas educativas en América Latina en el XX Congreso de la CIEC Santiago de Chile Enero 8-14 de 2004. Consultado el 6 de julio de 2013, en: http://www.planetapaz.org/campanas/educacion/politicas_educativas.pdf.

_________ (2006). Cambio Curricular y Despedagogización en la Globalización. En Revista Docencia. Número (28). Colombia

__________ (2008). Educación(es) en la(s) Globalización(es) (I). Entre el Pensamiento único y la Nueva Crítica. Perú: Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos y Colombia: Editorial Desde Abajo.

Red Global/Glocal por la Calidad Educativa (2014). Informe Mundial sobre la Calidad Educativa 2014. En este debate: ¿De qué se está hablando? Caracas: Centro Internacional Miranda

Tedesco, J. (2012). Educación y Justicia Social en América Latina. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina.

Torres, J. (1994), Globalización e Interdisciplinaridad: El currículo integrado. Madrid: Morata.

Torres, J. (1994). El currículo oculto. Madrid: Morata.

Torres, J. (2005), Educación en Tiempos Neoliberales. Madrid: Morata.

Torres, J. (2014). Organización de los Contenidos y relevancia Cultural. En la Revista Cuaderno de Pedagogía. N°. 447 (Julio – Agosto)

Torres, J. (2014). De la Democracia al Neoliberalismo de la Mano del Curriculum. En la Revista Cuaderno de Pedagogía. N°. 447 (Diciembre). PP. 28-31.

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Programa de Cruce de Palabras (teleSUR): Luis Bonilla Molina

Programa Cruce de Palabras teleSUR/23 de septiembre de 2016

Entrevistador:

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Escritor y Periodista Mexicano. Coordinador de la sección de Opinión del diario La Jornada. Nació en la Ciudad de México (1955). A mediados de los 70 fue organizador de sindicatos independientes. Fue fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y asesor de organizaciones campesinas y cafetaleras. Participó en los Diálogos de San Andrés y fue secretario técnico de la Comisión de Seguimiento y Verificación para los Acuerdos de Paz en Chiapas. Autor y coautor de varias obras.

Entrevistado:

LUIS BONILLA MOLINA:

Actualmente es el Coordinador Internacional de la RED GLOBAL/GLOCAL POR LA CALIDAD EDUCATIVA. Director Nacional de Venezuela ante el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE-UNESCO). Miembro fundador e integrante de la Directiva de la Sociedad Iberoamericana de Educación Comparada (SIBEC). Investigador miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), como Presidente de Centro Miembro. Profesor universitario. Investigador perteneciente al Programa de Estimulo al Investigador y al Innovador (PEII). Investigador miembro de Latin American Studies Association (LASA). Es el primer venezolano en integrar el International Task Force on Teachers for Education for All de UNESCO. Además es Presidente del Consejo del IESALC (UNESCO). Así mismo, Director y Coordinador del Programa de entrevistas para redes sociales e investigadores sobre calidad de la educación y otros temas de ciencias sociales: La otra mirada. Es el Presidente fundador de la Sociedad Venezolana de Educación Comparada (SVEC), Organización miembro del World Council of Comparative Education Societies. Usuario y colaborador permanente de la lista internacional especializada EDU-COMP.  Coordinador General de la Maestría en educación Comparada del ALBA. Director – editor de la Revista COMUNA. Integrante del Autor de diecisiete publicaciones sobre educación y política; su más reciente trabajo publicado se titula: Calidad de la Educación: ideas para seguir transformando la educación. 

Transcripción y edición de la entrevista:

MARÍA MAGDALENA SARRAUTE

 

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Bienvenidos y bienvenidas al Programa Cruce de Palabras por teleSUR.

Hoy vamos a conversar con el doctor Luis Bonilla de como el neoliberalismo busca desplazar sus tentáculos en el mundo de la educación en América Latina y como los docentes, los estudiantes y los pueblos están resistiendo.

El doctor Luis Bonilla, dirige el Centro Internacional Miranda en Venezuela, es venezolano y está hoy al frente del Consejo para la Educación Superior en América Latina de la UNESCO.

Luis, muchas gracias por estar con nosotros en cruce de palabras.

LUIS BONILLA MOLINA: Gracias tocayo por la invitación, gracias a teleSUR y gracias al Programa Cruce de Palabras. Es un honor y una oportunidad para comentar no sólo las iniciativas perversas del neoliberalismo educativo y de las resistencias que se están gestando desde los educadores, desde los docentes para poder enfrentar lo que algunos hemos llamado “La Hora Más Oscura de la Educación Pública” en las últimas décadas, trayendo un cierto riesgo que ocurra un “Apagón Pedagógico Global”.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: ¡La hora más oscura!, ¿Qué quieres decir con eso tocayo?

LUIS BONILLA MOLINA: Es el momento en el cual, la agenda educativa es señalada por los organismos internacionales y ellos parecieran hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la Educación para Todos, de la inversión educativa del 6% del PIB y del 20% del presupuesto de la nación, nos hacen parecer que ¡es la hora!, pero realmente, es la hora en el cuál el neoliberalismo desde la Organización Económica para el Desarrollo, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, han generado líneas muy concretas para “despedagogizar la educación y romper con la profesión docente”.

Hoy la profesión docente, es una profesión en “Alto Riesgos” para hacer desaparecer el concepto de Escuela y de Plantel como conquista del Siglo XX y para reconfigurar desde el espacio educativo, una ética que rompe con la ética que fundamentó el hecho educativo en los últimos años.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, ¿Cuáles serían esos lineamientos?

LUIS BONILLA MOLINA: Nosotros hemos venido señalando, que esto no es algo nuevo, desde la década de los 50´, se inicia un conjunto de modas para romper con la pedagogía y con la interpretación del hecho educativo en su totalidad. Primero vino en la década de los 50´, la moda de las didácticas y se decía que no se tenía que hablar de pedagogía.

En los 60´, con el auge de la CEPAL y del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social, se nos dijo que lo fundamental era contar con buenos directores, supervisores y gerentes educativos y tampoco se podía hablar de pedagogía. La OEA, incluso, desarrolló programas de formación en toda América Latina y lo sustantivo eran los directivos y no la pedagogía.

En los 70´, se desarrollaron dos nuevas modas, la de la evaluación y el gerencialismo. Estas prosperaron en toda América Latina, se generaron por todos lados, postgrados en Gerencias Educativas y se nos dijo que lo sustantivo era la evaluación y no se tenía que hablar de pedagogía.

En la década de los 80´, desembarca la moda más larga, la moda del currículo, se nos dijo que era el centro de todo y tampoco se tenía que hablar de pedagogía y ésta hizo que avanzara la despedagogización de la educación, se nos dijo que teníamos que hablar primero, del currículo por objetivo, luego currículo por contenido, currículo globalizado, interdisciplinario, transdisciplinario, hasta que llegamos al currículo por competencias, que precisamente está vinculado al tema del mercado.

A partir del 2008, desembarca la peor de todas las modas, la moda de los sistemas de evaluación de la calidad de la educación, con un concepto hegemónico, como segundo componente, la destrucción de la profesión docente, ya que a partir de los 70´, se nos dijo que no teníamos que llamarnos docentes o maestros, que ahora debíamos llamarnos facilitadores, para romper con el orgullo de la profesión o carrera docente y por último, desde la misma década de los 70´, que se profundiza en los 80´y hoy en día se profundiza aún más, se nos dice que no hay que hablar de aula, ni de plantel, que ahora debemos de hablar de ambientes de aprendizajes.

Si no hay aula y no hay planteles, la obligación de los estados en el cumplimiento de la educación como derecho humano, no se concreta en la construcción, precisamente de infraestructura. Éstas son tres grandes operaciones que nos lleva hoy a la hoy a la hora más oscura de la educación.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Entonces, ¿Nos están diciendo que la educación es un asunto demasiado serio para dejarlo en mano de los maestros?

LUIS BONILLA MOLINA: Exactamente, pero a eso se le suma el tema de la virtualización educativa. El banco Interamericano de Desarrollo en el año 2014, colocó en su página web, un documento que señalaba que había que invertir la pirámide del aprendizaje. Este documento señalaba, que como hay tantas computadoras y buena conectividad en gran parte de los hogares, lo que había que proceder es, grabar buenos videos, trasmitírselos a los muchachos en las computadoras, que ellos aprendan en su casa y que la escuela se convierta en un espacio para evaluar. La ruptura incluso del concepto de escuela y de la profesión docente.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Entonces, ¡Las computadoras van a ir a ver los hogares, los problemas que hay con los padres y la tensión que le dan los padres a los hijos! ¿Las computadoras ahora también pueden hacer eso?

LUIS BONILLA MOLINA: Lo que significan todos los sistemas de medición de la moda actual, es limitar la labor de la escuela a cuatro áreas de aprendizajes, como: la lecto-escritura, las matemáticas, la ciencia y la tecnología. Nuestro objetivo sustantivo que definen nuestras constituciones y las leyes especiales, que es la construcción de ciudadanía y del desarrollo integral de la personalidad, para ellos, bien gracias, no lo valoran y no son el centro de interés dentro de los sistemas de evaluación.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Historia, Civismo, Ética, son cosas del pasado.

LUIS BONILLA MOLINA: Peor aún, la reforma educativa de España, señaló que la educación artística había que eliminarla y el tiempo que se ocupaba en ella, había que ocuparlo en matemática y lenguaje para salir bien en PISA.

Igual ocurrió con el señor Macri, cuando era Alcalde de la ciudad de Buenos Aires, cuando promovió que la historia saliera del currículo, que la historia quitaba tiempo y eso se tenía que enseñar en la casa. Esa es una tendencia en general por eliminar la formación integral y mucho más aun la construcción de ciudadanía.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, hemos visto últimamente en México, grandes protestas en contra de ese modelo que tu explicas con mucha precisión. Ha habido también protestas en Uruguay y en Chile. ¿Cuál es el panorama en general de la resistencia magisterial a esas reformas?

LUIS BONILLA MOLINA: Desde la década de los 60´, no se veían movilizaciones en América Latina, incluso en todo el continente con la fuerza que se están viendo en el presente, es decir, que el paquete neoliberal en materia de educación, no está pasando de manera gratuita, incluso lo que ocurrió en Chicago hace dos años, por el tema de la contratación colectiva del magisterio de esa ciudad, pero también, asociado a la reforma educativa, generó las movilizaciones más grandes después de la Guerra de Vietnam en los Estados Unidos. A eso le han seguido, movimientos de resistencias estudiantiles y docentes para decir que la agenda neoliberal, no va a pasar de manera impune y fundamentalmente hoy en día se está replanteando una articulación continental de los maestros o docentes contra el neoliberalismo educativo y por la educación pública.

Hoy quizás, lo que no lograron los maestros de los años 30 y 40, que planteaban la necesidad de articularse internacionalmente en una agenda propia para el desarrollo de una educación pública y contra la ofensiva del capital, hoy la propia ofensiva del neoliberalismo puede propiciar que maestros que resisten veamos la necesidad de trabajar juntos, en una agenda para enfrentar la ofensiva neoliberal, como por ejemplo, la CNTE en México, CTERA en Argentina, los sindicatos combativos en Chile, FECODE y los gremios del Cauca en Colombia, como otro ejemplo.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: ¿Dónde destacarías tú cómo significativas esas resistencias magisteriales en contra el proyecto neoliberal de la educación, más allá de lo que hemos venido hablando del caso de México?

LUIS BONILLA MOLINA: El caso de Colombia es emblemático, no sólo porque ha resistido la agenda, si no, porque presenta alternativas, desde los 80´animado por Fals Borda, con todo el tema de la Revista de Educación y Cultura y el debate que se generó en los 80´, eso hizo que quedará toda una tradición que hoy vuelve a florecer con mucha fuerza en Colombia. Se comienza hablar de proyectos educativos alternativos desde las aulas, desde las escuelas, desde los sectores indígenas para presentar una propuesta en contra vía al desmantelamiento de la educación que plantea el neoliberalismo. Lo que ocurre en Chile es bien importante, el movimiento magiterial en Argentina, está pasando de la lucha simplemente gremial a comenzar hacer propuestas de cambio y transformación del sistema educativo. En Venezuela lo que se ha avanzado también en materia de transformación curricular, en cobertura de la educación, da pie para decir que es posible trabajar alternativas.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Tu dirías que ante esta ofensiva por desprofesionalizar el magisterio y convertirlo en un simple facilitador, la respuesta está yendo en América Latina a constituirse más allá de un gremio y plantearse muy claramente la apropiación de la materia de trabajo.

LUIS BONILLA MOLINA: Así es, de hecho, hoy cuando se habla de articularse, no es simplemente es reunir sindicatos, los compañeros vienen planteando, constituir una editorial regional, una revista y sobre todo una Escuela de Formación Continental para los docentes que luchan y resisten al neoliberalismo, más allá de las consignas clásicas, más allá de la simple movilización, es decir, re-pensar unas pedagogías que nos hablen, como dicen los compañeros bolivianos, de las calidades educativas, que puedan permitir proyectos emancipatorios en los países.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Es muy interesante la situación en América Latina, por un lado, el avance de estos proyectos neoliberales, pero por otro lado, tienes experiencias como la de Venezuela, Cuba y Bolivia, donde se ha avanzado enormemente en la lucha en contra del analfabetismo. Son territorios libres de analfabetismo, según la UNESCO, pero también de la masificación de la educación superior, en fin; hay como un conflicto, una pelea que no implica solamente los movimientos gremiales, sino también los Estados, ¿Tú dirías que es así?

LUIS BONILLA MOLINA: Sí, es así, tanto que el neoliberalismo nos dice que el Estado no puede cubrir la cobertura, por ejemplo, la de la educación superior. En el caso de Venezuela, como tú señalabas en 1992 contaba con algo así como 337 mil estudiantes en educación universitaria, hoy la corrida que se hizo este año para asignar cupos en las universidades fue de casi 500 mil, es decir, superior a lo que era la matricula en su conjunto en 1992. La educación universitaria en Venezuela en 1998 estaba presente solo en 130 municipios de los 335 que tiene el país, hoy está en todos los municipios que tiene el país, además, en cada municipio están presente 2, 3 y hasta 8 universidades, desarrollando procesos de formación, pero además con una visión profundamente comprometida con la sociedad y con el cambio social. No solo son academias para formar profesionales, titular profesiones, sino, con un enfoque de transformación social bien profunda.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, algunos de estos movimientos han criticado el concepto de calidad en la educación, han señalado, que se trata de un concepto importado del mundo empresarial, que es en el mejor de los casos tautológico con la idea de la educación. Sin embargo, tú, has reivindicado ese concepto, pero dándole otro contenido, apropiándose de otra manera ¿Qué es lo que tú sostienes para reivindicar esta otra idea de calidad?

LUIS BONILLA MOLINA: Sí, en el caso de Venezuela hicimos una investigación en el año 2013, llegamos a la conclusión, que el 99% de la población, una cosa bien importante, habla o tiene como aspiración que su educación sea de calidad. ¿Qué nos dice eso? Que el concepto de calidad independientemente de que no tenga una definición clara, había hegemonizado a la sociedad y decidimos en el 2014, entrar al debate, pensando que educación queremos y que educación tenemos.

Es significativo que los sistemas de medición, hablan de la calidad de educación sin que exista un concepto claramente definido. En octubre del año 2014, se produjo en Lima, Perú, la reunión de ministro de educación de América Latina para revisar las metas de Educación Para Todos de cara a la cita Incheon de Corea del Sur en el 2015 y los Objetivos de Desarrollos Sostenibles que firmaron las Naciones Unidas. Los ministros de educación de Argentina, Brasil, Cuba y del caso mío, que iba representando a Venezuela; le solicitamos a la UNESCO que nos dijera en qué momento los gobiernos de la Región, habíamos establecido un concepto consensuado de calidad y el doctor Jorge Sequeira, Director de la Oficina Regional de la Educación de América Latina, la UNESCO en ese momento señaló, que no había un concepto definido y ni consensuado.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: No había un concepto consensuado ¿Qué te parece si con esta afirmación, abrimos un paréntesis?

LUIS BONILLA MOLINA: Por supuesto.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Y a ustedes amigos y amigas los invitamos a que continúen con nosotros, volvemos en muy breves instantes.

Estamos de vuelta en Cruce de Palabras, analizando la situación educativa de América Latina y la envestida del neoliberalismo en ese terreno de la educación.

Luis, abrimos un paréntesis hace un momento sobre el concepto de calidad y decías, no hay una definición de calidad ¿Entonces?

LUIS BONILLA MOLINA: Estamos metidos en un problema, porque todas las pruebas, por ejemplo, PISA, TIMSS, que nos hablan de calidad, dicen que nos está midiendo la calidad. Tú eres profesor universitario ¿Tú aceptarías un tutorado, un tesista que presente una tesis que este midiendo algo  que no tiene ningún concepto definido?, Eso es lo que está ocurriendo en los sistemas de medición, por eso nosotros decidimos entrar en el debate de la calidad, es decir, vamos a conceptualizar  que es calidad y lo que nos une en común en toda América Latina, son las definiciones constitucionales y de nuestras leyes de educación, independientemente de que tengamos observaciones sobre las mismas y ellas plantean, palabras más, palabra menos, que el propósito sustantivo de los sistemas educativos, es construir ciudadanía y generar desarrollo integral de la personalidad. Creemos que estos dos componentes son los fundamentales y los básicos para construir un concepto propio de calidad de educación, que va en contra vía de lo que plantean los organismos económicos internacionales.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Esta idea de que calidad de la educación, es por ejemplo, la relación entre los recursos económicos que se invierten y la cantidad de gente que termina sus estudios ¿Ustedes la hacen a un lado?

LUIS BONILLA MOLINA: No, decimos que hay que hacer un debate integral. Por supuesto, decimos que si un gobierno no hace un presupuesto adecuado para la educación, va a afectar, pero ahí hay algunos mitos, en Incheon Corea 2015, se suscribió un acuerdo global para que todos los sistemas educativos tuviera como mínimo de inversión en la educación, un 6% del Producto Interno Bruto y un 20% del presupuesto de la nación, pero ¿Qué ha ocurrido con eso? , no ha sido suficiente, porque cada vez es menor la asignación de recursos para los docentes, para el sueldo de los docentes y para condiciones de trabajo de los docentes. Se está generando una desinversión  en la profesión docente y buena parte de este apartado, se está dedicando a la compra de chatarra tecnológica de rápida obsolescencia para mantener la maquinaria de producción del capitalismo  global  de cuatro grandes corporaciones tecnológicas  y no para beneficiar a los sistemas educativos a través de condiciones adecuadas  del salario de los docentes, es decir, para que exista una calidad de la educación asociada al desarrollo integral de la personalidad y construcción de ciudadanía, se requieren docentes con buenos salarios, con buenas condiciones de trabajos, que le permitan superarse permanentemente  y contribuir  de manera más sencilla al desarrollo de la educación.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, hay un concepto que ya comenzaste a abordar al principio de nuestra charla, que es el “Apagón Educativo”, eso está en el horizonte de América Latina de continuar de las políticas neoliberales ¿Cómo desmenuzarías un poco más esta idea?

LUIS BONILLA MOLINA: Un poco en los antecedentes, un conjunto de pedagogos de los cinco continentes, comenzamos desde el año 2012 a debatir en redes sociales y en eventos, sobre el riesgo  de la agenda neoliberal para la educación pública y conseguimos una frase que permitiera juntar las distintas opiniones, que fue el “Apagón Pedagógico Global”, y a partir de esa definición construimos una carta  que suscribimos 236 pedagogos de los 5 continentes, entre estos, Boaventura De Sousa Santos, Henry Giroux, Peter McLaren, Moacir Gadotti, Jurjo Torres, Gimeno Sacristan, para solo citar algunos de quienes las suscribimos y el 9 de Julio del año 2015, se la entregamos a la Dra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.

En esa carta, le señalábamos, que UNESCO debía jugar un papel más destacado, dejar de depender tanto en los últimos años de la agenda del Banco Mundial y de la Organización para el Desarrollo Económico y tomar la iniciativa para frenar precisamente la despedagogización de la educación, que constituye un elemento sustantivo del “Apagón Pedagógico” y así, poder recuperar el orgullo de la profesión docente, generar esfuerzos para que el docente se sienta parte estructural del cambio educativo y volver a reinvertir en materia de infraestructura y dotaciones de los planteles para poder realmente  reconvertir la escuela en un espacio de inclusión.

Nosotros, no por tremendismo, decimos, que ha estado ocurriendo o que hay riesgo de que ocurra un Apagón Pedagógico, entendemos que para el modelo de producción y material del capitalismo del siglo XXI, ya la escuela, como espacio de socialización, de encuentro, deja de tener prioridad y prefieren un consumidor, un ciudadano más centrado en la casa, en el hogar o en algunos espacios consumiendo videos e información que produce la industria. Por ello, la Escuela hoy en las contrarreformas, hay una tendencia cierta para eliminar el plantel como espacio de aprendizaje y desarrollo del conocimiento desde el ataque a la disminución del salario docente, a la profesión docente y por destruir la pedagogía, porque constituye una interpretación de la totalidad hecho educativo, es decir, no sólo el aprendizaje del aula, si no, de su relación con el contexto y con la posibilidad de lo que se aprende en la escuela contribuye a transformar a la sociedad.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, hace un momento habladas de la huelga de los maestros de Chicago en contra del modelo educativo, que implica las evaluaciones constantes. ¿Ésta huelga significó algo para América Latina? ¿Se ha construido puentes con ese movimiento magisterial de resistencia a la reforma educativa en los Estados Unidos y los movimientos Latinoamericanos?

LUIS BONILLA MOLINA: Si, los compañeros del magisterio de Chicago, nos señaló que la estandarización que quieren imponer ahora los organismos internacionales, que nos consideran iguales a todos los seres humanos y sin diferencias, se podrían enfrentar. Creo que fue fundamental, la pelea de los maestros de Chicago y ellos constituyen parte del equipo que estamos iniciando a conversar para ver cómo nos articulamos de ésta posibilidad de un encuentro continental, que nos permita no sólo tener plena conciencia de lo que está ocurriendo, si no, delinear rutas de alternativas de resistencias a éste modelo.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, estamos frente a una ofensiva de la derecha en América Latina que ha llevado a dar golpes de Estados parlamentarios, como en Brasil o en Paraguay, que ha llevado avances de la oposición en Venezuela, intentos también de golpes de Estados, etc. ¿Cómo se va verá afectado el mundo magisterial por ésta ofensiva neoconservadora?

LUIS BONILLA MOLINA: La derecha internacional, neoliberal y la que está surgiendo de corte fascistoide que no cree en los derechos humanos, que no cree en la educación pública, ni en ampliar la cobertura, sólo creen en la educación de élites, la administración de los derecho a cuenta gotas y por supuesto va tener un profundo impacto, ya uno lo ve en el caso concreto de Argentina, los retrocesos que hay en materia curricular y en los planes de inclusión educativa, además, se comienza ver ya con la administración de Temer en Brasil.

La educación constituye para los pueblos un arma de liberación y para quienes desde la derecha quieren mantenerlos dominado, por supuesto, la educación se constituye en un objetivo a destruir.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Existe una larga tradición de una pedagogía crítica en América Latina, tú señalabas a Fals Borda hace un momento y está la experiencia de Freire, pero son muchas experiencias que han surgido al margen de los canales institucionales de educación. ¿Tú dirías que estos movimientos críticos hoy están retomando esas aportaciones pedagógicas?

LUIS BONILLA MOLINA: Totalmente, yo acabo de visitar hace un par de días acá en México, Los Reyes, un pueblo o una ciudad que tiene cuatro experiencias hermosísimas de construcción de proyectos de pedagogías alternativas, en los cuáles los docentes no solo se preocupan por transmitir conocimientos, si no, como a través de experiencias concretas del trabajo, el niño aprende y ese aprendizaje le permite transformar su realidad y el entorno, lo que nosotros decimos desde el movimiento pedagógico internacional de alguna manera, es que no hay que hablar de una sola pedagogía crítica, que hay que hablar de las pedagogías críticas, que hay que hablar de las educaciones populares, que hay distintos modelos que deben converger en ésta agenda alternativa contra el neoliberalismo.

 LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Lo interesante en este caso, es que muchas de estas pedagogías critican la autoridad del maestro frente al alumno. Entonces, eso implica para el maestro de banquillo, renunciar a un poder y cuestionar su misma función. No es sencillo, es remar contra la corriente, pero tú dices que a pesar de eso, ésta visión está permeando entre el magisterio de base.

LUIS BONILLA MOLINA: Son muchos los que están luchando, lo que no se encuentra en todos lados, son propuestas alternativas desde la pedagogía crítica. Ahora bien, el Banco Mundial y los grandes organismos internacionales no se quedan de brazos cruzados, incluso ellos toman gran parte de nuestro lenguaje, incluso lo resemantizan y lo utilizan para su ofensiva. Por ejemplo, brevemente, durante años se dijo, que Paulo Freire había señalado, que nadie enseña a nadie, por lo tanto nadie hay que llamarse maestros para poder romper con la profesión docente y en la última entrevista que le hacen en vida, le preguntan eso y Paulo, le contesta, esa es una mala lectura de mis libros y una mala interpretación de mi pensamiento.

Para que exista el proceso de enseñanza y aprendizaje, otro elemento bien importante, como nos dijeron que nadie enseña a nadie, entonces ya no se tenía que hablar de enseñanza, si no, sólo de aprendizaje, utilizando incluso a Freire, él dice, para que exista el proceso de enseñanza y aprendizaje, se necesita de un docente que sepa enseñar y un estudiante que esté dispuesto aprender, lo que he dicho, dice Paulo Freire, es que en esa relación dialéctica vinculado a la realidad y al conocimiento útil para la transformación de la realidad, ambos reaprenden y ambos reconfiguran su conocimiento y esa es un poco la búsqueda en la cual está hoy el movimiento pedagógico latinoamericano. Buscando alternativas para transformar la realidad del aula y de la propia sociedad.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Nos has hablado de un próximo encuentro continental para tratar de coordinar las resistencias y pensar el horizonte y nos has hablado de cómo avanza éste movimiento pedagógico. Si tuvieras una bola de cristal y pudieras ver el futuro ¿Qué pasos crees tú que hay que seguir dando en éste terreno? ¿Cómo se va seguir expresando ésta resistencia y esta capacidad de propuesta de los movimientos magisteriales?

LUIS BONILLA MOLINA: Lo primero, es romper con esa visión corporativa que a veces tenemos los docentes, esa es parte de la tarea y debemos entender que debemos estar mucho más de cara a la sociedad, a la academia, a la intelectualidad y al pueblo de a pie para poder avanzar en nuestra transformación. Por años el magisterio se atrincheró en sus propias fronteras y entendía su lucha, como que sólo les interesaba a ellos. Hoy el magisterio latinoamericano está entendiendo que su lucha, es la lucha de los pueblos, esa es quizás la posibilidad que ocurra un salto cualitativo en la  lucha del magisterio.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Luis, estamos ya en el momento de los comerciales, tú promueve una página web donde se suben materiales para alimentar éste debate, ¿Cómo se llama? ¿Cómo se consigue entrar a ella?

LUIS BONILLA MOLINA: Nosotros en febrero de éste año, lanzamos el Portal Otras Voces en Educación, como un espacio de encuentro de las diferentes perspectivas de abordar el hecho educativo. Es una página, que siendo honestos aspirábamos que tuviera un nivel de visitas diarias entre 500 a 1000, por lo que es el promedio de visitas de las páginas web educativas a nivel mundial, la sorpresa nuestra es que se ha convertido en la página más vista a nivel internacional y con un promedio de 30.000 visitas diarias.

Quizás la fortaleza de ese espacio, es que allí los docentes podemos encontrar desde los documentos de los organismos económicos internacionales, hasta los de las resistencias, es decir, un documento del Banco Mundial, donde expone que es lo que quiere sobre educación, hasta los propios planteamientos de Henry Giroux, Peter Mclaren o alguno de los compañeros que plantean resistencias. Es una página abierta, para que puedan los educadores de América Latina, escribir, plantear sus propuestas de cambios y de transformación de la sociedad. Los invitamos a visitar la página, gracias por la oportunidad, repito otrasvoceseneducacion.org.

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO: Muchas gracias por compartir con nosotros y a ustedes, amigos y amigas, muchas gracias por acompañarnos en éste cruce de palabras por teleSUR y ya saben los esperamos en la próxima edición.

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La Otra Mirada Educativa

La Otra Mirada/03 de septiembre 2016/Fuente: Prensa OVE

Desde el año 2014, nace el Programa «La Otra Mirada Educación», bajo la coordinación y moderación del Prof. Luis Bonilla – Molina, que tiene como propósito fundamental, ser un espacio crítico de socialización, análisis, reflexión y re-creación de los acontecimientos educativos y sociales nacionales e internacionales.

Programa que principalmente se promueve por las redes sociales y en portales de noticias, de investigación y educación del mundo.

Las entrevistas nacionales e internacionales de la primera temporada,  fueron fundamentales para la construcción del Primer Informe Mundial sobre Calidad de la Educación generado por los(as) integrantes de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa y para otras investigaciones de instituciones educativas y organismos multilaterales.

El 10 de agosto del año 2015, se lanzó la segunda temporada de entrevistas de La Otra Mirada Educativa y se han ido publicando en el Portal Otras Voces en Educación y en otra treintena de portales del mundo. Las novedades de esta segunda temporada, han sido: (1) las entrevistas que abordaron la calidad educativa desde la perspectiva de las reformas y contrarreformas que se adelantan en distintos lugares del planeta. En consecuencia, ciclos referidos a México, EEUU, España, Italia, Costa Rica, Nicaragua, Puerto Rico, Chile, Colombia, Argentina, entre otros; (2) se han tenido un ciclo dedicado a las propuestas y modelos de evaluación de los sistemas educativos en el mundo; (3) se han abordado temas puntuales como educación intercultural, educación y sexo diversidad, educación y teorías emergentes de aprendizaje, entre otros; (4) se han realizado entrevistas en profundidad respecto a buenas prácticas educativas; (5) se han publicado en vídeo y en escritos para facilitar su uso, acompañadas de algunas sugerencias de lecturas complementarias sobre el tema.

Hoy, el programa La Otra Mirada Educativa, tiene más de un centenar de entrevistas a reconocidos(as) educadores(as), directores(as), autoridades educativas, expertos(as), especialistas, voces de los organismos educativos internacionales, actores de la educación y ciencias sociales del mundo entero.  Como en la primera temporada, se ha procurado una mirada plural sobre cada uno de los temas abordados, por ello, los(as) entrevistados(as) en cada caso no representarán una sola línea de pensamiento.

Esta iniciativa se vincula al esfuerzo internacional para colocar a disposición una web de periodismo educativo mundial.  Los interesados en contactar con el equipo de producción de La Otra Mirada Educativa pueden hacerlo escribiendo a laotramiradaeducativa@gmail.com

Por último, equipo académico  y de investigación coordinado por el Prof. Bonilla e integrado por Dilanci May (Dirección Técnica), Marianicer Figueroa, Luz palomino, María Magdalena Sarraute, Iliana Lo Priore, Liliana Medina, Rose Mary Hernández, Jesús Contreras, Carlos Bracho, Javier Chávez y Mariangela Petrizzo.

Para descargar el portafolio, haga click aquí:

Portafolio La Otra Mirada

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