En la escuela se enseña más de lo que se aprende..

Salvador Rodríguez Ojaos

«La dimensión de la experiencia queda totalmente despachada por un saber prêt-à-porter, siempre disponible, que, de hecho, genera anorexia mental, rechazo de la búsqueda del conocimiento en el nombre de su adquisición sin esfuerzo.» Massimo Recalcati

La escuela está llena de paradojas y algunas de ellas son bastante significativas y tienen un efecto considerable en su funcionamiento y en los resultados que se obtienen. Una de estas paradojas es que se enseña mucho más de lo que se aprende, pero, al mismo tiempo, se aprende mucho más de lo que se enseña. Y deberíamos ser capaces de encontrar el equilibrio entre lo que se enseña y lo que se aprende.

Es verdad que los docentes enseñan muchos más contenidos de los que los alumnos aprenden, pero no es menos cierto que los alumnos aprenden de los docentes ciertas capacidades, actitudes, destrezas y saberes que el docente no enseña de manera voluntaria y consciente.

No me canso de repetir a todo aquel que quiera escucharme que en la escuela se cumple aquello de que «menos es más»; que es mejor enseñar menos cosas pero de manera profunda y comprensiva, que muchas cosas de manera superficial y memorística. Se trabaja con currículos escolares absolutamente sobredimensionados que incitan a pasar por encima de las cosas que hay que aprender de manera rápida y ligera, generando esa anorexia mental de la que habla Recalcati.

Y en los tiempos que corren no podemos permitirnos seguir enseñando y aprendiendo de esa forma. Según un reciente informe de la Fundación Cotec, el 60% de los empleos tiene al menos un 30% de actividades que se pueden automatizar, y por tanto son susceptible de ser hechas por robots. La educación, concluye este informe, es uno de los sectores que menos potencial tiene de ser automatizado. Por eso creo en la necesidad de potenciar al máximo el aprendizaje de aquellos contenidos, procesos cognitivos y no cognitivos que presentan mayor resistencia a ser automatizados. Y enseñarlos de forma activa, inductiva, creativa, colaborativa y con espíritu crítico.

Así la escuela educará a personas que no puedan ser sustituidas por robots.

Fuente del articulo: http://www.salvarojeducacion.com/2017/07/en-la-escuela-se-ensena-mas-de-lo-que.html

Fuente de la imagen:

 https://3.bp.blogspot.com/-6d66ePU44Rk/WV4pGtLlXqI/AAAAAAAABkw/u7gQOA8TRHEfxfpKG_FVYfoXFz1QZYnWQCLcBGAs/s200/horizontal-2

Comparte este contenido:

La reconstrucción de escuelas en Pakistán avanza a paso sostenido.

Por:Ashfaq Yusufzai.

“Estamos extremadamente contentos con la reconstrucción de nuestra escuela, destruida por el Talibán en 2013, lo que nos obligó a estar sentados sin techo”, se alegró Mujahida Bibi, quien cursa octavo grado en una escuela pública para niñas de la zona tribal de Pakistán.

El centro de enseñanza pública se encuentra en Waziristán del Norte, uno de los siete distritos de las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA), que fue sede de la organización Tehreek Talibán Pakistán.

Con las operaciones militares, que comenzaron en junio de 2014 en esta área con el fin de expulsar a los talibanes, la zona regresa rápidamente a la normalidad.

Al igual que Bibi, Abdul Qadim, de 16 años, disfruta de su nueva escuela en la vecina Waziristán del Sur, donde cursa noveno grado.

“El Talibán destruyó nuestra escuela en 2012; los alumnos ricos se mudaron a zonas más seguras para seguir estudiando, mientras los más pobres nos quedamos en edificios sin techo durante tres años”, relató a IPS.

El territorio montañoso de las FATA, en la frontera con Afganistán, estuvo plagado de combatientes desde 2001, cuando el Talibán fue expulsado de Kabul por las fuerzas encabezadas por Estados Unidos y los insurgentes escaparon buscando refugio en la vasta área tribal de Pakistán.

Desde 2005, el Talibán comenzó a atentar contra edificios estatales, escuelas, hospitales y otros, y no solo en FATA, sino también en la vecina provincia de Jiber Pajuntjwa, una de las cuatro que tiene Pakistán, con el fin de perjudicar la educación, en especial de las niñas, que la consideran contraria al islam.

Tras el triunfo del ejército pakistaní, comienza la reconstrucción de los centros de enseñanza.

El Talibán destruyó o dañó por lo menos 750 escuelas, 500 de ellas en Fata y 250 en Jiber Pajtunjwa. En la primera, ya se reconstruyeron 17 por ciento de las escuelas, la mayoría gracias a la asistencia de agencias donantes.

“Desplegamos 10.000 efectivos para proteger las escuelas de futuros atentados”, explicó Javid Shah, un funcionario de educación, a IPS.

Antes de la intervención militar, “muchas veces, después de que las autoridades reconstruían una escuela, los insurgentes volvían a destruirlas”, apuntó. Además de implementar medidas de seguridad, logramos que la población local participara en la protección de los centros de enseñanza, añadió.

Los comités integrados por ancianos y funcionarios locales asumieron la responsabilidad de la seguridad, los que “distribuyeron guardianes para proteger las escuelas de noche cuando el Talibán perpetraba los atentados”, explicó.

El gobierno de Jiber Pajtunjwa completó la reconstrucción de 200 escuelas, dijo el ministro de Educación Atif Jan a IPS. “Destinamos 60.000 dólares, y ahora solo quedan 50 centros de enseñanza dañados por el Talibán por reconstruir”, añadió.

También se difundieron procedimientos operativos estándares entre las autoridades correspondientes con el fin de elaborar un plan de seguridad para las instituciones de enseñanza en sus respectivas áreas.

“En el marco de la Ley de Lugares y Establecimientos Vulnerables y Sensibles, también le pedimos al sector privado que mejorara la seguridad de las escuelas asegurando cámaras CCTV (de televigilancia), guardias de seguridad y aumentando la altura de los muros perimetrales hasta unos tres metros”, añadió.

Musarrat Nasim, de 13 años, es otra de las felices estudiantes que estrenan escuela nueva en la Jiber Pajtunjwa, otro de los distritos de FATA.

“Nuestra escuela fue destruida en 2002 y atravesamos muchas dificultades. Muchas veces tuvimos clase abajo de los árboles, en verano, y al sol, en invierno por la falta de condiciones”, explicó Nasim, quien cursa octavo grado.

En FATA hay 5.572 instituciones educativas con unos 574.512 estudiantes. “El número de alumnos aumentó tras la reconstrucción. Ahora también vienen inscribirse algunos de zonas de difícil acceso”, dijo a IPS el profesor Samir Ahmed, del distrito de Mohmand.

El Talibán destruyó 127 escuelas en ese distrito de FATA, de las cuales 99 ya fueron reconstruidas, precisó. Alrededor de 10 por ciento de los estudiantes abandonaron sus estudios por la falta de locales y de seguridad, pero ahora despegaron las inscripciones, remarcó. “Los padres se agolpan ahora a inscribir a sus hijos”, observó.

También se ofrecen libros y uniformes gratis para incentivar a la gente a mandar a sus hijos e hijas a la escuela.

Abdul Wakil, un mecánico del distrito Bajaur, también de FATA, contó a IPS que sus tres hijos iban a una escuela pública que fue destruida hace tres años. “Desde que la reconstruyeron hace tres meses, están contentos”, relató.

El Talibán quería acabar con las escuelas y mandar a nuestros hijos a la época de las cavernas, pero estamos decididos a desbaratar su conspiración y darle una mejor educación a nuestra generación, explicó Wakil. “Podemos derrotar al Talibán con la educación”, subrayó.

De hecho, la campaña contra la educación llevada adelante por los talibanes, despertó el interés de niñas y niños. El Talibán causó tanto dolor entre las personas más postergadas, que sus propósitos quedaron al descubierto. Los padres están deseosos de ver a sus hijos e hijas educados.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/03/la-reconstruccion-de-escuelas-en-pakistan-avanza-a-paso-sostenido/

Imagen: http://cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2016/03/pakistan-629×472.jpg

Comparte este contenido: