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Mundo: 40 millones de hogares en América Latina viven pandemia sin internet

Mundo/América Latina/30-08-2020/Autor(a) y Fuente: ultimasnoticias.com.ve

La falta de internet, una herramienta esencial en tiempos de pandemia, ha limitado el acceso al trabajo y la educación remota en 40 millones de hogares en América Latina, pese a los esfuerzos de los países por mejorar sus capacidades digitales, informó este miércoles la Cepal.

Las tecnologías digitales han sido cruciales para el funcionamiento de la economía y la sociedad durante la pandemia, que en América Latina, duramente golpeada por el coronavirus, ha puesto en evidencia las desigualdades en el acceso a internet, indicó el informe «Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del covid-19», presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en su sede en Santiago.

«Hay más de 40 millones de hogares no conectados. La mitad de ellos se encuentran en los dos quintiles más pobres; esto prácticamente en todos los países es un problema», dijo Alicia Bárcena, secretaria general de la Cepal, durante la presentación del informe en una videoconferencia.

Según el documento, el 60% de los hogares y el 67% de los 650 millones de habitantes de América Latina usan el internet. En países como Brasil y Chile, más del 60% de los hogares del quinto más pobre de la población tiene conexión a internet, mientras que en Bolivia, Paraguay y Perú, solo el 3% la tiene.

El estudio indica que ese bajo porcentaje amplía las brechas de acceso a internet, que condicionan el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que pueden aumentar las desigualdades socioeconómicas.

«Los países de América Latina y el Caribe han adoptado medidas para impulsar el uso de las soluciones tecnológicas y cautelar la continuidad de los servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, el alcance de esas acciones es limitado por las brechas en el acceso y uso de esas tecnologías y las velocidades de conexión», afirmó Bárcena.

Para garantizar la conectividad y asequibilidad a las tecnologías digitales, la Cepal propuso a los países garantizar una canasta básica de tecnologías de la información integrada por un computador portátil, un teléfono inteligente, una tableta y un plan de conexión para los hogares no conectados, con un costo anual inferior al 1% del PIB.

También instó a construir una sociedad digital inclusiva, impulsar la transformación productiva, promover la confianza y seguridad digital, fortalecer la cooperación digital regional y avanzar hacia un «Estado de bienestar digital» que promueva la igualdad.

Trabajo y educación

Con la región paralizada por las cuarentenas, el teletrabajo aumentó en un 324% entre el primer y segundo trimestre de este año. Sin embargo, un 79% de los ocupados se desempeña en actividades que no pueden realizarse en la web, y sólo un 21,3% pudo acceder al trabajo en línea.

En cuanto a la educación, unos 32 millones de niñas y niños no tienen acceso a internet, mientras que un 46% de los estudiantes de la región viven en hogares que no están conectados. Esto también puso en evidencia las graves desigualdades entre los niños que van a clases en zonas urbanas y los que lo hacen en zonas rurales.

«Para garantizar una educación inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se debe aumentar no solo la conectividad y la infraestructura digital sino también las habilidades digitales de maestros y profesores, así como la adecuación de los contenidos educativos al ámbito digital», afirmó Barcena.

Con América Latina en crisis económica y con una caída estimada del PIB de un 9,1% anual, el informe afirma que el internet ha mitigado el impacto en las empresas, que han aumentado sus páginas web en un 800% en Colombia y México y alrededor del 360% en Brasil y Chile.

En junio de 2020, la presencia en línea de empresas de comercio minorista aumentó 431% con respecto a junio de 2019. Tras la pandemia, el estudio estima que crecerá una nueva demanda basada en canales en línea que implicarán un esfuerzo de los países y el sector privado por entregar un mejor servicio. /AFP

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/tecnologia/40-millones-de-hogares-en-america-latina-viven-pandemia-sin-internet/

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“Recursos para la educación en América Latina se reducirán un 9%”: ONU

América Latina/30-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Según la Unesco y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la interrupción del ciclo escolar en la región ha acentuado las brechas educativas.

Los recursos destinados a la educación en América Latina se reducirán en más de un 9 % en 2020, según un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El estudio señala que el presupuesto en educación enfrenta un «efecto doble de la crisis», con una primera disminución de la inversión durante la pandemia y otra en el costo adicional que resulte de ella, con resultados observables para 2021.

De no ser por la crisis sanitaria, el gasto educativo habría aumentado un 3,6 % de 2019 a 2020, detalla el informe que utilizó las cifras disponibles de 25 países de la región.

El documento resalta que la contracción de la actividad económica que se proyecta en Latinoamérica llama a poner «urgente atención» en salvaguardar el financiamiento de la educación como una «prioridad fundamental» en la región, que con 626 millones de personas es considerada la más desigual del mundo.

Según proyecciones de la Cepal, el PIB regional se contraerá a raíz de la pandemia un histórico 9,1 % en 2020 y se elevará la tasa de desempleo hasta el 13,5 %.

Sobre la interrupción del ciclo escolar que han experimentado la mayoría de los países de la región, el informe señala que «ha implicado una acentuación de las brechas educativas preexistentes en la región entre estudiantes de situación más vulnerable y aquellos más aventajados en cuanto a resultados de aprendizaje».

América Latina enfrenta la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1 % el año pasado. Antes de la COVID-19, la Cepal preveía que Latinoamérica crecería un máximo de 1,3% en 2020.

Sobre los niveles de pobreza, la institución evaluó que se incrementará un 37 % en toda la región y alcanzará a 231 millones de personas, la mayoría mujeres, quedando en situación de pobreza extrema 98 millones.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/recursos-para-la-educacion-en-america-latina-se-reduciran-un-9-onu/

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La CEPAL cifra en 325.000 millones de dólares la evasión fiscal en América Latina

El incumplimiento tributario alcanza el 6,1% del PIB en un momento en el que los erarios de la región más recursos necesitan para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia

Las arcas públicas latinoamericanas llevan décadas ingresando menos de lo que necesitarían para cerrar las brechas sociales y económicas históricamente abiertas en la región. Pero el zarpazo económico derivado de la crisis sanitaria ha empeorado aún más las cosas: las necesidades se multiplican y, con un fondo de caja menor que en Europa y Estados Unidos, la respuesta contracíclica se complica. Ese es el cuadro general que pinta este lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su panorama anual sobre la situación fiscal del subcontinente, que cifra en 325.000 millones de dólares el dinero que se evade cada año a los fiscos latinoamericanos, el equivalente al 6,1% del PIB. “Es una de las principales barreras para una mayor movilización de recursos internos en la región es el elevado nivel de evasión fiscal”, constatan los técnicos del organismo.

Las últimas cifras disponibles, de 2018, apuntan a los gravámenes que pagan las empresas sobre sus beneficios (el conocido como impuesto sobre la renta corporativa o de sociedades) y a los tributos que abonan las personas físicas por sus ingresos como la principal fuente de evasión: el 3,8% del PIB. El IVA es la segunda, con alrededor del 2,3% del PIB. “Las pérdidas recaudatorias representan un desafío importante desde el punto de vista de la capacidad de reacción de la política fiscal ante choques macroeconómicos y de la movilización de recursos nacionales para el financiamiento del desarrollo sostenible”, escriben los economistas del ente con sede en Santiago de Chile.

El brazo de Naciones Unidas para el desarrollo económico de la región ve “alentadores” los “avances” registrados en los últimos años en el combate contra la evasión, pero sitúa esta lacra como “uno de los principales obstáculos que afectan a las finanzas públicas y, por ende, al proceso de desarrollo”. Y llama a un mayor rigor analítico para saber, con mayor nitidez, el tamaño del problema que enfrenta cada uno de los países de la región, donde la difusión de los resultados “ha enfrentado resistencias recurrentes y sigue siendo tarea pendiente”. Resulta, remarca, “difícil encontrar información sistemática sobre las evidencias acerca de su magnitud”.

Financiación para hacer frente a la crisis

En plena pandemia —“la mayor crisis sanitaria, humanitaria, económica y social que la región haya enfrentado en el último siglo”— la Cepal ve “clave” movilizar más recursos públicos para hacer frente tanto a las consecuencias sanitarias como al parón económico derivado de los confinamientos, tan necesarios para frenar la expansión del coronavirus como dañinos para el desempeño económico. Hasta ahora, la respuesta fiscal ha sido importante pero mucho menor que en las economías más maduras: la media de América Latina lleva gastado hasta ahora poco más del 3% de su PIB, más de cinco veces menos de lo desembolsado (entre estímulos y avales) por algunos países europeos para garantizar el sustento a quienes se han quedado sin ingresos y asegurar que el tejido productivo sobrevive a la tormenta. Las diferencias intrarregionales son, sin embargo, notables: Chile lidera la tabla de grandes países por paquetes de estímulos con el 5,7% seguido por Perú (4,8%) y Brasil (4,6%), mientras México (1,1%) y Colombia (1,7%) quedan a la cola, con una respuesta mucho más timorata ante un reto que marcará a toda a una generación.

Un grupo de manifestantes se protegen con escudos improvisados en una protesta contra el Gobierno chileno.
Un grupo de manifestantes se protegen con escudos improvisados en una protesta contra el Gobierno chileno.MARTIN BERNETTI / AFP

Cerrar la vía de agua que suponen la elusión y la evasión tributaria es un imperativo desde ya. Pero en el muy corto plazo, el dinero para los planes contracíclicos tendrá que salir de otro sitio. “El financiamiento de los paquetes de medidas actuales y los que probablemente se requieran en el mediano plazo precisará de un mayor acceso a fuentes de financiamiento en condiciones adecuadas”, subraya la Cepal. A diferencia de en grandes crisis anteriores, esta vez los principales países de la región no han dejado de tener acceso a los mercados en ningún momento de la pandemia, un punto clave para que las arcas públicas latinoamericanas hayan sido capaces de levantar fondos para sus, con todo, muy limitados planes para hacer frente a una recesión bíblica.

Pero los problemas estructurales siguen ahí. En 2019, el último año precoronavirus, la debilidad económica regional contrajo aún más los ya de por sí bajos niveles de recaudación de la región. Y, ampliando algo más el foco, la tónica general sigue siendo la misma: lejos de aumentar los ingresos, las Haciendas latinoamericanas llevan una década con las entradas de caja prácticamente estancadas en el entorno del 18% del PIB, muy por debajo de la media de las economías avanzadas: atrás quedan ya las reformas fiscales en varios países del área para tratar de ganar músculo fiscal. Los técnicos del organismo ponen el foco sobre la tributación directa, “excepcionalmente débil”, con una “baja recaudación del impuesto sobre la renta y de los impuestos sobre la propiedad que no solo limitan la generación de ingresos, sino también el poder redistributivo del sistema tributario en su conjunto”. Es el mayor reto tributario que deberá afrontar el subcontinente cuando las aguas sanitarias bajen algo más calmadas.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020-07-07/la-cepal-cifra-en-325000-millones-de-dolares-la-evasion-fiscal-en-america-latina.html

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Mundo: El hambre, la otra amenaza para América Latina

Mundo/América Latina y el Caribe/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Con la pandemia, 83,4 millones de de latinoamericanos terminarían este año con inseguridad alimentaria.

Redacción SANTIAGO DE CHILE

EFE

La población en condiciones de pobreza extrema en América Latina y el Caribe podría llegar a 83,4 millones de personas en 2020, producto de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, lo que implicaría un alza significativa en los niveles de hambre, advirtieron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por el aumento del desempleo y la caída en los ingresos, millones de personas no pueden adquirir suficientes alimentos, y muchas otras están teniendo que optar por alimentos más baratos y de menor calidad nutricional.

Tras siete años de lento crecimiento, América Latina y el Caribe podrían ver la mayor caída del PIB regional en un siglo (-5,3 %), lo que traerá en 2020 un aumento de la pobreza extrema de 16 millones de personas con respecto al año anterior, alcanzado los 83,4 millones en total antes mencionados.

El impacto sobre el hambre sería muy significativo, tomando en cuenta que en 2016-2018 ya había 53,7 millones de personas en inseguridad alimentaria severa en América Latina.

Opciones para mejorar

Para combatir este problema, las entidades proponen  un bono contra el hambre a toda la población en situación de pobreza extrema, una opción tiene un costo estimado de 23.500 millones de dólares, equivalentes al 0,45 % del PIB regional.

«La gran tarea que tenemos por delante es impedir que la crisis sanitaria se transforme en una crisis alimentaria. Para ello proponemos complementar el Ingreso Básico de Emergencia (IBE) -sugerido en mayo- con la entrega de un Bono Contra el Hambre (BCH)», indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación del informe ‘Cómo evitar que la crisis del COVID-19 se transforme en una crisis alimentaria: Acciones urgentes contra el hambre en América Latina y el Caribe’.

14 millones de personas sufren de hambre en América Latina y el Caribe.Por su parte, el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, señaló en el mismo evento, que tuvo lugar desde Santiago de Chile de manera telemática, que América Latina corre el riesgo de «tener un retroceso histórico en la lucha contra el hambre».

Por otro lado, para los productores del sistema alimentario, ambos organismos plantean un incremento de al menos un 20% de la cartera promedio de créditos de los últimos tres años, que sumaría alrededor de $5.500 millones, para créditos en condiciones favorables que sean financiados por una línea especial de la banca multilateral y de las bancas de desarrollo.

El decálogo de medidas también incluye una propuesta para fortalecer los programas de alimentación escolar para garantizar el alimento de los niños y adolescentes, programas que para muchos menores son su sustento básico y que antes de la pandemia llegaban más de 80 millones de escolares.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102320724/el-hambre-la-otra-amenza-para-america-latina

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Mundo: ¿Cómo ha impactado la Covid-19 el sector del trabajo doméstico?

Mundo/14-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Muchas trabajadoras domésticas se han visto «persuadidas/presionadas a pernoctar en sus lugares de trabajo, manteniéndose alejadas de sus familias y sin el descanso adecuado».

Durante la pandemia del nuevo coronavirus, las mujeres empleadas en el sector del trabajo doméstico han desempeñado una labor crucial dentro de la respuesta a la Covid-19 debido a su rol fundamental en el cuidado de niñas y niños, personas enfermas y dependientes, así como el mantenimiento de los hogares.

No obstante, este importante rol que han desempeñado las sitúa como uno de los principales colectivos más afectados por la crisis.

Un reciente informe realizado por la organización de las Naciones Unidas, ONU Mujeres; la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal); y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), refiere que la situación de especial vulnerabilidad que atraviesan las trabajadoras domésticas en América Latina y el Caribe, se ha debido, entre otras razones, a la precariedad en el empleo que presenta este sector, “caracterizado por bajos salarios y falta de prestaciones sociales para su supervivencia y el sostenimiento de sus familias ante situaciones de despidos o frente a la reducción de sus ingresos”.

Trabajo doméstico en América Latina

En América Latina y el Caribe, entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado. FOTO: ONU MUJERES

La OIT define el trabajo doméstico como “el trabajo realizado en un hogar u hogares, o para los mismos”. De esta forma, reconoce la organización internacional que si bien las tareas consideradas en el trabajo doméstico pueden variar de un país a otro, “principalmente involucran cocinar, limpiar, cuidar de niñas y niños, personas adultas mayores y personas con discapacidades, ocuparse del jardín o de mascotas, realizar compras o conducir el automóvil familiar”.

En América Latina y el Caribe, el mercado laboral se encuentra segmentado y discrimina a las mujeres por ser “responsables de los cuidados”. En este sentido, se concibe al empleo doméstico como una de “las pocas alternativas de empleo precario a la que pueden optar las mujeres que no han podido avanzar en la educación o no han tenido acceso a formación profesional”.

CUT Mujeres Ecuador@CutMujeres

Condiciones de trabajo digno para implica hacer visible la importancia de desnaturalizar la cultura del privilegio que generaliza el aumento de la desigualdad @OITAmericas @ONUMujeres @cepal_onu @EcuadorCut @monka78

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Cifras de la Cepal y la OIT, refieren que en esta región entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales el 93 por ciento son mujeres. Por tanto, esta alternativa laboral supone en promedio entre el 10,5 y 14,3 por ciento del empleo de las mujeres en la región, “lo que significa que una parte importante de la población activa, especialmente de las mujeres, lo hace en condiciones precarias y sin acceso a la protección social”, refiere el informe.

Por otra parte, más del 77,5 por ciento de las mujeres empleadas en el sector del trabajo doméstico lo hacen en condiciones de informalidad. Mientras, estimaciones de la OIT señalan que un 17,2 por ciento de las personas ocupadas como trabajadoras domésticas son migrantes, siendo un 73,4 por ciento de ellas mujeres.

Esta situación, se ha visto agravada por la propagación de la pandemia del nuevo coronavirus en la región. De acuerdo con la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza, la Covid-19 ha agudizado las desigualdades y las crisis sistémicas previas, registrándose impactos significativos en las trabajadoras del hogar en particular.

Coronavirus y trabajadoras domésticas

Muchas trabajadoras domésticas se han visto alejadas de sus familias y sin el descanso adecuado. FOTO: ONU MUJERES

Explica el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, que la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19 ha exacerbado las vulnerabilidades y las desigualdades existentes. “Además del fantasma del desempleo, la informalidad, la baja cobertura de la protección social y la falta de contratos escritos en muchos casos les impiden acceder a las ayudas establecidas por los gobiernos”.

Las medidas de restricción impuestas en la mayoría de los países para frenar la pandemia, han incrementado la responsabilidad de los cuidados y el mantenimiento de los hogares, tareas en las que las trabajadoras remuneradas del hogar ocupan un lugar crucial.

Sin embargo, refiere el informe de la Cepal, OIT y ONU Mujeres, que muchas se han visto “persuadidas/presionadas a pernoctar en sus lugares de trabajo, manteniéndose alejadas de sus familias y sin el descanso adecuado”. Mientras, en otros casos, les han cancelado contratos y se les ha reducido el tiempo de trabajo y el pago.

ONUMujeresElSalvador

@onumujeressv

70,4% de las de la región están afectadas por las medidas de cuarentena, la disminución de la actividad económica, desempleo y la reducción de ingresos y salarios.

Conoce más en: http://unwo.men/Y3RS50A5khD 

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Al mismo tiempo, la mayoría de las trabajadoras que sí pueden desplazarse lo hacen empleando el transporte público, lo que las deja expuestas a contraer el virus y a ser potenciales transmisoras dentro de sus hogares. Refiere el documento que “muchas de ellas incurren también en riesgos adicionales asociados con el uso excesivo de productos de limpieza y la realización de compras sin que se les facilite el equipo adecuado de protección para garantizar su seguridad”.

Según estimaciones de la OIT, el 70,4 por ciento de las trabajadoras domésticas están afectadas por las medidas de la cuarentena, por disminución de la actividad económica, desempleo, reducción de las horas o pérdidas de salarios.

CEPAL

@cepal_onu

No podemos volver a la normalidad, el telón de fondo antes del , era la cultura del privilegio. presenta un punto de quiebre respecto a la continuidad del modelo de desarrollo existente, enfatizó @aliciabarcena en evento .

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Ante este escenario, Noel Vaeza asegura que los estados deben “reconocer y proteger sus derechos para que nadie se quede atrás. Tenemos que abrir espacios de diálogo y considerar las propuestas de sus sindicatos como parte de las respuestas a la crisis y estrategias de recuperación socioeconómica que promueven los gobiernos y las instituciones financieras regionales e internacionales».

Recomendaciones para garantizar derechos

Se debe fomentar la formalización del trabajo doméstico y promover sistemas de protección social integrales. FOTO: UN MUJERES

Propone el informe que para abordar los impactos de la Covid-19 en las trabajadoras del sector se deben impulsar medidas para garantizar la retención de empleos en el trabajo doméstico como ampliar y promover las prestaciones por desempleo para trabajadoras domésticas. Así como garantizar transferencias monetarias o subsidios sociales de emergencia.

OIT Américas@OITAmericas

La «nueva normalidad» debe reconocer carácter esencial de trabajo doméstico. Se requiere formalización aliada a protección social para dijo hoy @vinciuscp de @OITAmericas en conversatorio virtual con @ONUMujeres y @cepal_onu.

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Paralelamente, se deben elaborar protocolos de salud y seguridad que atiendan las especificidades del sector. Garantizar la cobertura en salud para todas las trabajadoras domésticas. Asegurar que los servicios de cuidados sean considerados prioritarios. Fomentar la formalización del trabajo doméstico y promover sistemas de protección social integrales.3

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/coronavirus-como-impacta-sector-trabajo-domestico-20200612-0050.html#

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Para ser trabajador es necesario tener trabajo, ¿un derecho en extinción?

Este primero de mayo, trabajadores y militantes gremiales, populares, campesinos, indígenas y sindicales, estarán junto a los que menos tienen, garantizándoles al menos un plato de comida, con sus ollas populares y solidaridad, en medios de la crisis que se desnudó con la pandemia del COVID-19, pero que generaron las políticas de ajuste de los gobiernos neoliberales de la región.

Quizá esa sea la mejor forma de festejar o conmemorar el Día del Trabajador en ésta, la región más desigual del mundo, en momentos en que el trabajo escasea y amenaza con ser un derecho humano casi en extinción, abriendo enormes signos de interrogación en las grandes mayorías de nuestros pueblos.

No hay trabajo. No hay salud ni alimentación. Trapos rojos en las ciudades y villorios colombianos dan cuenta del reclamo de solidaridad de la gente, excluida por el gobierno ultraderechista de Iván Duque,  que grita “tenemos hambre”. Cientos de cajones y cadáveres abandonados en las calles de Guayaquil, cacerolazos en Ecuador, en Chile, en Brasil.  El reclamo es, quizá, el mismo de hace más de 15 décadas: pan, paz y trabajo.

Miles de peruanos recorren cientos de quilómetros por las carreteras principales del país, abandonando Lima y otros grandes ciudades donde hasta hace poco subsistían, para retornar a sus pueblos andinos en busca del sustento de la tierra que el Estado les niega.

Los mártires, el mundo de hoy y el que vendrá

En (casi) todo el mundo, cada primero de mayo se conmemora el Día Internacional del Trabajador, en homenaje a los «Mártires de Chicago», así denominado un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo por una jornada laboral de ocho horas.

En EEUU, sin embargo, se festeja el Día del Trabajo, el primer lunes de setiembre, en homenaje a los Caballeros del Trabajo y para que el pueblo olvidara las reivindicaciones de Chicago.

En nuestra región se abre una nueva fase de desarrollo de las relaciones de trabajo, en la cual el impacto del desempleo, el subempleo y el recorte salarial de amplios sectores, demanda nuevas soluciones económicas, sociales y legales, de previsiones inéditas. La pandemia mundial ha alterado tanto ese debate como el panorama histórico de los derechos laborales.

Los derechos laborales “clásicos”, nacidos prácticamente hace un siglo, han quedado rebasados en las actuales circunstancias latinoamericanas.

Veamos que nos dicen los estudios de los expertos. En lo que va del año, el 81 % de la fuerza de trabajo mundial –más de 2.700 millones de trabajadores/as— padece de desempleo total o parcial. De continuar esta tendencia, en el segundo semestre del año la reducción del empleo golpeará a 195 millones de trabajadores/as a tiempo completo, con una jornada laboral de 48 horas semanales.

Según la Organización Internacional del Trabajo, 3.300 millones de personas ya están siendo afectadas, de una u otra forma, por la crisis laboral. Mil 250 millones, es decir el 38% de la población activa mundial, se ubica en sectores que viven una grave caída de la producción, en particular el comercio al por menor, los servicios de alojamiento y comidas y las industrias manufactureras.

En segundo nivel del impacto -más del 11 %- se encuentran las artes, entretenimientos, recreación, transporte, información y comunicación. Entre los sectores por el momento menos golpeados por el desempleo están la salud, educación, servicios públicos esenciales, administración pública y defensa, así como la agricultura y ganadería. En tanto la construcción, minería, seguros y actividades financieras están siendo medianamente afectadas a nivel mundial.

La alarma suena con respecto a los trabajadores de la economía informal, que representan en su totalidad unos 2.000 millones de personas, la mayoría en países emergentes y en desarrollo de ingreso bajo y mediano. Con el agravante que, en general, carecen de protección básica, de cobertura de seguridad social, de atención médica y, en caso de enfermedad, de sustitución de ingresos.

Regiones enteras, como Centroamérica o la América andina, dependen en gran medida de las actividades informales. Éstas tienen, también, una fuerte incidencia en las concentraciones urbanas latinoamericanas, desde Buenos Aires hasta la ciudad de México, pasando por Bogotá, Caracas, Lima o La Paz.

La industria de las telecomunicaciones, en manos de cinco trasnacionales, prospera gracias a la extracción de los datos personales y la venta de predicciones sobre los comportamientos de los usuarios de internet y redes sociales a quien pague por ellos. Las empresas (y los gobiernos) comprendieron que para que aumenten los beneficios (financieros y de manipulación del imaginario colectivo) se hacía necesario trata de modificar las conductas humanas a gran escala.

Hoy la mano de obra ya no está configurada por empleados que reciben un salario a cambio de su trabajo, sino por usuarios de aplicaciones y servicios gratuitos, satisfechos de adquirirlos a cambio de ceder sin consentimiento a varias empresas un registro de sus experiencias vitales.

Se calculaba, antes de la pandemia, que para 2030 se necesitarán más de 600 millones puestos laborales nuevos, solo para mantenerse a la par del crecimiento demográfico. Eso equivale a unos 40 millones de empleos por año.

Simultáneamente se hablaba de la necesidad de mejorar las condiciones de 780 millones de mujeres y hombres que trabajan, pero no ganan lo suficiente para salir de la pobreza de apenas dos dólares por día.

Este año y tras la pandemia (que no se sabe cuándo se detendrá), el Producto Interno Bruto de América Latina y el Caribe sufrirá una caída de 5,3%  y el número de pobres crecerá 4,4% y pasaría de los 186 millones en 2019 a 214,7 millones, casi 29 millones más, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La tasa de desempleo en la región se ubicará en torno al 11,5 %, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019 (8,1%), alcanzando a casi 38 millones de desempleados, 12 millones más que en 2019, mientras que la pobreza extrema alcanzará al 13,5 % de los latinoamericanos, con un incremento de 16 millones de personas.

Los efectos del covid-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad. Para la región es urgente acceder a recursos financieros, con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, acompañado de líneas de crédito a bajo costo, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones de la misma, añadió el organismo de Naciones Unidas.

Pandemia aparte, hay temas relacionados con el futuro del trabajo que afectan al presente y al futuro  y en particular a los grupos más vulnerables, como las mujeres, los migrantes, las comunidades rurales y los pueblos indígenas.

En el largo listado está el impacto sobre el empleo, el trabajo y las condiciones laborales de las nuevas tecnologías. Pero también la reducción del volumen del empleo (desempleo tecnológico), el telempleo, el autoempleo, el emprendedurismo, la precarización tecnológica, el uberismo.

Quedaron en el tintero los debates sobre los movimientos sociales que agrupan a los excluidos (¿un fenómeno transitorio producto de la crisis capitalista?) y la relación con el sindicalismo; sobre la propuesta de la renta básica, sobre el desplazamiento de la regulación laboral a la comercial/civil.

O hacia actividades laborales sin regulación alguna, y sobre los desafíos para la organización y representación sindical  ante los cambios del sistema de organización empresarial.

Como ha sucedido históricamente en el movimiento obrero, las opciones son adaptación o confrontación. Este Primero de Mayo, pandemia mediante, no habrá grandes manifestaciones, pero la lucha seguirá siendo la misma, la esperanza de un mundo nuevo, necesario, imprescindible, para todas y todos, es la bandera.

Fuente: https://rebelion.org/para-ser-trabajador-es-necesario-tener-trabajo-un-derecho-en-extincion/

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Alicia Barcena CEPAL – PPT Impacto COVID-19 en ALC – 3-Abr-2020.pdf

Reseña:

Mensajes principales
1. La crisis de COVID-19 llega en momento de lento dinamismo económico
a nivel mundial
2. Respuestas internacionales: políticas monetarias, fiscales y fondos de
garantía
3. Efectos económicos en América Latina y el Caribe
 Efectos directos: la capacidad de reacción de los sistemas de salud
 Efectos indirectos: la contracción de la demanda global y las cadenas de suministro
 Efectos internos: medidas de contención e impactos en el empleo
4. Respuestas iniciales en la región: medidas de salud, sociales, fiscales y
monetarias
5. La crisis de la COVID-19 pone en riesgo la integralidad de la Agenda 2030
6. Enfrentar la crisis: acciones de corto plazo y prioridades de largo plazo

Descarga el documento en el link que se presenta a continuación

Alicia Barcena CEPAL – PPT Impacto COVID-19 en ALC – 3-Abr-2020 (1)

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