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“Es hora de pensar en medidas que permitan un desarrollo sostenible en la región”

Por: Karina Batthyány

Hoy, a propósito, de un documento que se acaba de presentar en la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) titulado “La paradoja en la recuperación en América Latina y el Caribe. Crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad”. Este documento toca varios de los aspectos que hemos estado conversando en nuestras columnas de los miércoles. Para comentar el documento, que es muy amplio, elegí tres o cuatro cosas que creo es oportuno que las comentemos.

Lo primero, que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe elevó la estimación de crecimiento promedio para la región el 2021 a 5.2%. Esto es algo interesante, bueno, y que muestra un rebote desde lo que fue la contracción de 6.8% (estoy hablando siempre de producto bruto) anotada en 2020, que obviamente fue como causa del impacto de la pandemia. Entonces, tenemos un primer dato que es positivo. Se estima, para decirlo en un lenguaje más llano, un crecimiento económico de nuestra región del 5% en este 2021. Pero esta expansión o etapa de crecimiento no va a alcanzar para asegurar un crecimiento sostenido y la propia CEPAL dice por los impactos sociales de las crisis y los problemas estructurales que nuestra región tenía y que se han agudizado durante la pandemia. ¿Qué problemas estructurales? Entre otros, la desigualdad como hemos mencionado aquí en varias oportunidades, y que estos problemas obviamente se han agudizado y se van a prolongar en la etapa de recuperación.

Siempre de acuerdo a las proyecciones de la CEPAL, para el año 2022 en América Latina y el Caribe se habla de un crecimiento promedio menor al 3%, es decir, del 2,8 o 2,9 en promedio. Entonces, 5,2% para el 2021, allí ya se empieza a ver en la previsión para el año próximo una desaceleración de este “rebote” que podríamos llamar. ¿Por qué rebote? Porque el año anterior 2020 hubo una caída en estos números que permitió el rebote a 5 puntos en 2021, pero ya para el año próximo se prevé que esto sea menor al 3%.

Entonces, si miramos estos números, no podemos anticipar ni proyectar que la dinámica de bajo crecimiento que venía en América Latina y el Caribe antes de la pandemia (que era la tendencia previo a 2020), no podemos anticipar que esto vaya a cambiar. Es decir, vamos a seguir, a volver a esa dinámica de bajo crecimiento en la que ya estamos instalados como región antes de la pandemia. ¿Por qué nuevamente? Por estos problemas estructurales que limitan el crecimiento de nuestra región y, como ya dije, se agudizaron durante la pandemia.

¿De qué problemas estructurales estamos hablando? Estamos hablando de los problemas vinculados a las causas o los elementos que están por detrás de las desigualdades. En ese sentido, este documento que acaba de presentar la CEPAL nos muestra, además, que la tasa de crecimiento actual no es sostenible y se pronostica que volvamos a crecimientos o trayectorias más mediocres que no permitan recuperar totalmente el empleo y que tengan mayores consecuencias o mayor deterioro en términos ambientales.

Allí estamos hablando, además, del impacto de la pobreza que lo hemos mencionado en otras columnas y ese impacto de la pobreza especialmente para las mujeres y para las personas mayores. Recordemos que esta crisis de la pandemia ha llegado a nuestra región en un momento de estancamiento y con una crisis justamente de largo plazo en empleo, inversión, diversificación productiva sostenible, es decir, que no deteriore aún más el medio ambiente.

Solo para recordarles también que estas proyecciones se ubican en una región que ha sido de las más afectadas por el coronavirus. Último dato disponible: al 30 de junio la región latinoamericana y caribeña acumulaba más de 1.260.000 muertos (digamos 1.300.000) por causas del Covid-19, representando un tercio de los fallecimientos mundiales cuando en realidad nuestra región sólo es el 8% de la población mundial. Y recordemos también las enormes brechas de vacunación que observamos hoy dentro de América Latina y el Caribe y a su vez la brecha general entre nuestra región latinoamericana y caribeña y las regiones de los países desarrollados.

Todo esto nos vuelve a hacer reflexionar sobre algunos de los puntos que planteamos en nuestra columna pasada, donde nos referimos a las alternativas para la región latinoamericana y caribeña, que las habíamos colocado a propósito del documento de trabajo para la CELAC. Entonces, ¿de qué alternativas estamos hablando? Una vez más, de esas políticas que se necesitan para una recuperación en nuestra región, pero para una recuperación transformadora, no una recuperación que continúe profundizando las brechas y las desigualdades: políticas industriales, políticas tecnológicas, que permitan impulsar el crecimiento de sectores más intensivos en tecnología y generadores de empleo de calidad, reestructurar los sistemas de salud, los sistemas de educación, sostener las transferencias que algunos países latinoamericanos están realizando como transferencias de emergencia por la pandemia y, más aún, plantear el ingreso básico o la renta básica como la queramos llamar de manera universal para nuestra región. Asegurar el acceso a la canasta básica de alimentos, asegurar también el acceso a la conectividad que es un problema hoy en nuestros países, plantear el tema de la deuda externa y la necesidad de una nueva arquitectura financiera a nivel internacional. Es decir, distintas medidas que realmente permitan en lo que queda de 2021 y en el 2022 (que como ya vimos no hay una proyección de gran crecimiento para nuestra región) empezar a cambiar las cosas.

Allí un tema especial que quiero dejar para la próxima columna, que también se menciona en este informe que estamos haciendo referencia hoy, es la cuestión ambiental. Este informe (CEPAL) nos llama la atención sobre el impacto ambiental que se observa en nuestra región. Dice: Si bien hubo una cierta recuperación en los momentos más duros de la pandemia de mayor confinamiento, particularmente en lo que tiene que ver con la calidad del aire, la reducción de las emisiones de gas en efecto invernadero, ya no lo estamos observando a partir de que se retoma la actividad de 2021.

Entonces, empecemos a pensar en medidas que permitan un desarrollo sostenible y por lo tanto un desarrollo que no tenga impactos tan fuertes a nivel medioambiental con lo que estamos observando hoy y todos los días en nuestra región.

-Me quedaba pensando: qué sensación de oportunidad perdida que tengo por lo menos cuando iba escuchando los datos que ibas dando… Porque da la sensación que de la tragedia de la pandemia había un marco para pensar en lógicas alternativas, escuchaba los números y me daba la sensación de una posibilidad perdida o por lo menos no sé si perdida por completo. Porque entiendo que todavía son cuestiones que están en discusión, pero daría la sensación que no se está aprovechando a fondo para pensar en formas alternativas de salir y planteos diferentes… -No. Por eso es bueno insistir en esas alternativas que ya hemos planteado muchas veces aquí en InfoCLACSO, pero hay que insistir en tratar de construir esas alternativas. Y no mencioné solamente para ahorrarnos el mal trago… Durante la columna los últimos datos de pobreza, pero ya que tú lo traes en tu mención, la tasa de pobreza extrema en nuestra región alcanzó ya el 12.5% de la población y la de pobreza es 33.7%, es decir, superó a una de cada tres latinoamericanos y latinoamericanas viviendo en esta situación. Y lo mismo el crecimiento cuantitativo en lo que es inseguridad alimentaria, ya sea inseguridad moderada o grave, que alcanza a más de 40% de la población latinoamericana. Y eso es un crecimiento de casi 7 puntos en relación a la situación pre-pandemia: 44 millones de personas más en inseguridad alimentaria en nuestra región.

“Es hora de pensar en medidas que permitan un desarrollo sostenible en la región”

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Cepal advierte sobre deterioro del medio ambiente en la región

América Latina/13-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv

Bárcena alertó que el presupuesto destinado a la gestión medioambiental cayó en un 35 por ciento en el último año.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, alertó este miércoles sobre el deterioro medioambiental en la región, fundamentalmente de las superficies boscosas y la necesidad de políticas más eficaces para la protección de este.

El último informe publicado por la Cepal señala que la región alberga 23 por ciento de la superficie boscosa mundial y advierte que entre 1990 y 2020, la proporción de cobertura boscosa disminuyó sistemáticamente desde un 53 a un 46 por ciento de dicho territorio.

Asimismo, el documento puntualiza que a inicios de la década de los 90 el área boscosa de la región alcanzaba unos 1.070 millones de hectáreas, para 2010 se había reducido hasta 960 millones y al 2020 disminuyó hasta 932, lo cual implica una pérdida de 138 millones de hectáreas.

Causas como nuevos usos de la tierra para agricultura, silvicultura y ganadería; y en menor medida, la expansión de las ciudades, así como la construcción de carreteras asociadas a actividades económicas variadas, incidieron en la disminución de la superficie cubierta por bosque natural en 150 millones de hectáreas, lo cual representó una reducción del siete por ciento en la cobertura forestal.

Esta tendencia se sostiene debido a descensos crecientes en los últimos 30 años de grandes países boscosos como Brasil, que alberga el 53.3 por ciento de los bosques de toda la región, y ha perdido 92.3 millones de hectáreas, al punto de convertirse por primera vez, la Amazonía en un emisor neto de gases de efecto invernadero.

Bárcena también alertó sobre la caída de los presupuestos destinados a la protección ambiental, con una caída del 35 por ciento en 2020 respecto a 2019; y apenas un 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto de los países destinados a solventar este problema.

“De los 14.6 billones destinados por las 50 economías más grandes del mundo a la recuperación verde en 2020, solo el 2.5 por ciento se emplearon realmente en función de materializar dicha recuperación”, detalló Bárcena.

Añadió también la necesidad de “hacer valer los preceptos del Acuerdo de Escazú, mecanismo implementado en la región para proteger a los defensores del medio ambiente y avanzar en la información y acceso a la justicia ambiental”, concluyó.

Según el último informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020, el área total de bosques en el mundo es de 4.060 millones de hectáreas, correspondientes al 31 por ciento de la superficie total de la tierra. Más de la mitad se concentra en solo cinco países, siendo Brasil el segundo que más bosques alberga.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/cepal-advierte-deterioro-medio-ambiente-region-20210811-0029.html

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Covid-19 pobreza de muchos y opulencia para pocos

El panorama de América Latina y el Caribe es hoy muy complejo, pese a experimentar una recuperación en 2021, pero hay que hacer cambios necesarios y profundos del modelo de desarrollo, aseguró la Cepal.

De no hacer esas transformaciones no vamos a poder salir de esta trayectoria de crecimiento a la baja, afirmó este jueves la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, Alicia Bárcena durante la presentación de un nuevo informe especial con proyecciones económicas, a más de un año de la aparición de la pandemia de la Covid-19.

Aunque ese organismo de Naciones Unidas elevó su estimación de crecimiento regional para este año a 5,2 por ciento producto de un rebote que no asegura una expansión sostenida, advirtió que los impactos sociales de la crisis se agudizan y persistirán durante la recuperación.

Pero ese incremento será insuficiente para cubrir la contracción de 6,8 por ciento sufrida el año pasado como consecuencia de la Covid-19, mientras el avance en 2022 llegará sólo a 2,9 por ciento y, al final de ese año, 19 de 33 países no habrán recuperado el Producto Interno Bruto previo a la pandemia.

Bárcena afirmó que la crisis agudizó los problemas estructurales, haciendo más urgente que nunca emprender cambios de fondo ‘con una mirada de igualdad’ que elimine ‘de una vez por toda la cultura del privilegio expresada en la evasión’.

Hizo alusión a los fondos ilícitos, a los gastos tributarios inequitativos, en la excesiva concentración de la riqueza.

Agregó que si no se abordan esos temas y no se reestructuran la educación y la salud, la región no recuperará el ciento por ciento de los empleos y seguirá en la senda que se encuentra ahora, con un aumento de la pobreza, la pobreza extrema, la desigualdad y el deterioro del medio ambiente.

Sobradas razones llevaron a Bárcena a tan urgente solicitud para gobernantes, decisores de políticas públicas y fuerzas de cambio en la región, porque frente a ese espinoso escenario, que agrava la situación de los más vulnerables generada por la Covid-19, también aumentó la cantidad de multimillonarios.

De la acera opuesta a la pobreza, el hambre y el desempleo, la riqueza de los más adinerados en Latinoamérica creció en apenas un año de pandemia en más de un 40 por ciento.

Los datos de la lista anual de 2020, publicada por Forbes en marzo de 2020 a inicios de la crisis sanitaria, mostraron un total de 76 multimillonarios en la región con un patrimonio neto combinado de 284 mil millones de dólares.

En la actualización de esa información en marzo de 2021, aparece un marcado crecimiento con un total de 105 multimillonarios, quienes atesoran una riqueza de 448 mil millones de dólares.

Más reciente, en mayo de este propio año, aparecen 107 acaudalados con un capital ascendente a 480 mil millones de dólares.

Mientras millones de personas caen en la pobreza, el número de multimillonarios se ha disparado en Latinoamérica desde el inicio de la pandemia, un fenómeno al que los Gobiernos deben responder con medidas en materia fiscal y regulatoria, según defiende Luis Felipe López-Calva, el director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

‘En conjunto, durante la pandemia, el número total de acaudalados en América Latina y el Caribe aumentó en 31 y su patrimonio neto combinado aumentó en 196 mil millones de dólares, esto es aproximadamente el tamaño de la economía de Ecuador’, explicó recientemente el funcionario.

Resalta que alrededor de las tres cuartas partes de los magnates de la región son de Brasil y México, significó.

Sobre el tema, el director regional de la PNUD aclaró que la generación de riqueza no es algo negativo, pero sí debe llevar a que se discutan acciones públicas, sobre todo en un momento en el que la pobreza está aumentando rápidamente.

Insistió en que la creación de fortuna sea una mala noticia. ‘Lo que hay que ver es cómo esa riqueza se transmite o se transfiere a los hogares en general en términos de mayor bienestar, de avance social’.

Para el economista mexicano, una prioridad debe ser aumentar los impuestos a las grandes corporaciones y hacerlo de forma coordinada, con acuerdos a nivel regional o global para evitar una competencia a la baja entre países.

oda/acl/crc/cvl

Fuente de la información e imagen:  https://www.tercerainformacion.es

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La triste historia de los pobres del mundo

Por: Hedelberto López Blanch

El número de pobres en el mundo aumenta cada año debido a varios factores como los violentos cambios climáticos que producen sequías, huracanes, terremotos, inundaciones; la aparición desde febrero de 2019 de la pandemia de covid-19 y sobre todo la indolencia de regímenes capitalistas neoliberales cuyos gobernantes piensan en incrementar sus riquezas en detrimento de las mayorías.

Esa conjunción de factores ha provocado que en el mundo ya existan 840 millones de hambrientos al sumárseles otros 130 millones que pasaron a esa deleznable lista en 2020.
Un informe del Estado Mundial de la Seguridad Alimentaria y Nutrición de Naciones Unidas explica que alrededor de 132 millones de personas sufrieron una situación de “hambre crónica” durante 2020 y se sumaron a los 708 millones que vivían en esas circunstancias en 2019.
Los expertos de organismos internacionales indican que Asia es el continente con mayor número de hambrientos con 382 millones, seguida de África, 250 millones y América Latina y el Caribe con 50 millones. La cifra total se completa con los que se encuentran en esa categoría en Europa y América del Norte.
Como un complemento directo en esta lamentable situación, ha quedado demostrado que los regímenes capitalistas neoliberales no han sido capaces de resguardar a sus pobladores de los efectos peyorativos producidos por la pandemia de coronavirus.

Los altos costos de la atención médica privada usados en los tratamientos contra la covid, no pueden ser pagados por muchos habitantes que se ven obligados a recluirse en sus casas y buscar remedios caseros o medicamentos más baratos los cuales, en la mayoría de los casos, no son efectivos y la trágica muerte los alcanza.
Para agravar la situación de millones de personas que sobreviven en este mundo cada vez más desigual, otra mala noticia se les viene encima.
Según la Organización de Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación (FAO) los precios mundiales de los alimentos volvieron a subir en abril por 11 meses consecutivo.
La organización divulgó que el índice de precio mundial de alimentos promedió 120.9 dólares en abril, 2,2 % más que en marzo, y un 30,8 % interanual por lo que alcanzó el nivel más alto desde 2014
Este índice es una medida de la variación mensual de los costos de la canasta y consiste en el promedio de cinco índices de precios de la cesta básica en relación con las exportaciones de cada uno de esos productos.

La FAO informó que en abril, el azúcar tuvo un alza de 3,9 % y alcanzó más del 60 % en relación con 2020 debido al lento avance de la cosecha en Brasil y los daños causados por las heladas en Francia.
En el caso de los aceites vegetales, creció 1,8 % en abril debido a aumento de las cotizaciones mundiales del aceite de palma por temor a que las producciones fueran más lentas de lo previsto. Los valores de los aceites de soya y colza se incrementaron aun más mientras que los de las carnes bovino, ovino y porcino se elevaron 1,7 % y los de la de aves de corral no tuvieron cambios.
Los cereales, se alzaron 1,2 % y 26 % desde 2019. El maíz subió 5,7 % y 66,7 % con respecto al pasado año resultado de siembras menores de lo previsto en Estados Unidos, Argentina y Brasil.
En medio de este escenario, en 2020 y 2021 ha crecido la inseguridad alimentaria aguda, debido a conflictos, crisis económica exacerbada por la pandemia y el embate de fenómenos naturales.
La red mundial contra la crisis alimentaria avizora un 2021 muy difícil pues en el pasado año, 155 millones de personas en solo 55 países estaban en situación de crisis, lo que representó alrededor de 20 millones más en relación con el último informe. Asimismo, 28 millones en 38 países se hallaban en situación de emergencia alimentaria y entre los más afectados se encontraban República Democrática del Congo, Yemen y Afganistán.
Dominique Burgeon, director de emergencia y resilencia de la FAO aseguró que para evitar que estalle una crisis generalizada en 2021 se necesita con urgencia acciones humanitarias para salvar vidas y medios de subsistencia a gran escala.
Antonio Guterrez secretario general de la ONU significó que este informe es una lectura desalentadora por el alza de personas en condiciones de inseguridad alimentaria aguda las cuales necesitan asistencia nutricional rápida. Se debe hacer todo lo posible, dijo, por frenar ese círculo vicioso y abordar la eliminación del hambre como base para la estabilidad y la paz, a la par de transformar los sistemas alimentarios para hacerlos más inclusivos, resilientes y sostenibles.
Otro fenómeno que golpea a las naciones son los altos niveles de endeudamiento que han adquirido desde hace décadas y que se reforzaron con la pandemia.
En América Latina y el Caribe, informó la CEPAL, esta situación también ha puesto en crisis la posible recuperación económico-social.
Todos los países latinoamericanos han sufrido un deterioro de la situación fiscal al aumentar la deuda del 69,8 % al 79,3 % del PIB entre 2019 y 2020, lo cual la convierte en la región más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios.
Esa es la triste historia de los pobres en este mundo neoliberal tan desigual y que cada día, con más fuerza, los pueblos claman por la adopción de un nuevo orden internacional más justo.

Fuente: La triste historia de los pobres del mundo – Tercera Información -Tercera Información (tercerainformacion.es)

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CEPAL: 2020 dejará 1.9 millones de centroamericanos sin empleo

El panorama socioeconómico para los ciudadanos de la región centroamericana es complicado, tal como lo anotamos en la primera y tercera edición de este boletín. Para los organismos internacionales, una de las principales preocupaciones es que las contracciones económicas han traído como consecuencia cierres empresariales que se traducen en más pérdidas de empleos y reducción de horas laborales. La caída de los empleos no es nueva, pero la pandemia ha venido a agravar el panorama. En 2019, el desempleo en la región ascendió 6.1 %, un aumento de 0.3 %, respecto al 2018, según el último estudio económico sobre la región de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Los países que registraron un incremento del desempleo en 2019 fueron Costa Rica, Nicaragua, y Guatemala.


Para el cierre de 2020, la CEPAL ha proyectado que el desempleo incremente en la región integrada por Centroamérica, México y República Dominicana a 9.7 %. Esto, indica el organismo, significa que 1.9 millones de personas se quedarán sin trabajo. A julio de este año, Nicaragua aseguró que, al primer trimestre del año, su tasa de desempleo abierto se redujo en 1.2 %, y pasó del 6 % registrado en 2019, a 4.8 % este año. Sin embargo, al 15 de octubre, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) prevé que el desempleo aumente a un 6.8 %, que se traduciría en 43,000 nuevos desempleados.

En Guatemala, la Fundación para el Desarrollo (Fundesa) proyectaba en julio que 1,500,000 empleos se perderán al cierre del año debido a la pandemia, de los que el 42.8 % están en el sector de alojamiento y servicios de comida, 34.7 % en el sector de construcción, y 26.1 % en otros servicios. Ese mismo mes, el Comité Coordinador CACIF reportó que, desde marzo, se habían perdido 103,992 puestos de trabajo y 28 % de estos estaban en el sector de comercio; 21.8 %, en el sector agropecuario; y 20.9 %, en hoteles y restaurantes. En mayo, Honduras reportó que 120,000 personas habían sido suspendidas laboralmente.

El Ministerio de Trabajo de Panamá anunció en agosto que el desempleo alcanzará a un 25 % de la población, lo que reflejará un aumento de 17.9 %, a partir de la tasa de desempleo de 7.1 %, registrada antes de la pandemia. Mientras, al primer semestre del año, el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica reportó un aumento “significativo” y sin precedentes, que a julio había duplicado el aumento visto en el primer semestre (12.5 %), y alcanzó un 24 % de la población activa.

En uno de sus últimos informes especiales sobre el impacto de la pandemia en la economía latinoamericana, la CEPAL también ha advertido que la emergencia sanitaria “golpea una estructura productiva y empresarial con debilidades originadas a lo largo de décadas”. Tanto el Instituto de Estudios Fiscales de Centroamérica (Icefi) como la CEPAL resaltan la vulnerabilidad del sector informal, pues la mayoría de la población laboralmente activa en la subregión ya estaba en ese sector antes de la pandemia. A 2018, el 79.7 % de los empleos eran informales en Guatemala; el 79.9 % en Honduras; y 39.1 % en Costa Rica. Y, en promedio, el 63.5 % de la población trabaja en el sector informal en Centroamérica, República Dominicana, y México. Con esto, la CEPAL advierte que el sector informal “está siendo particularmente afectado en la crisis actual” al restringir la venta y la prestación de servicios, sin contar con el apoyo de empleadores en el sector formal, ni prestaciones sociales.

Un futuro complicado

Las proyecciones económicas de organismos multilaterales y regionales no han sido prometedoras para el corto y mediano plazo. En su más reciente informe sobre perspectivas de la economía mundial, publicado el 13 de octubre,  el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una caída del 9 % para El Salvador y Panamá, de 6.6 % para Honduras, 5.5 % para Nicaragua y Costa Rica, y 2.0 % en Guatemala.

Frente al pronóstico emitido por el FMI en El Salvador, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, ha asegurado que la economía salvadoreña se recuperará en 2021 con un crecimiento de entre 3.8 % y 4 % del PIB nominal. Para Zelaya, el país lograría esta “recuperación” económica con un “efecto rebote”, en el que estima que los ingresos del Estado asciendan a más de USD $5,100 millones a través de la recaudación de impuestos, que le permitirá al país responder a un déficit fiscal que representará 7.3 % del PIB, según la proyección del gobierno salvadoreño. El Icefi, sin embargo, ha advertido que el déficit podría “llegar a ser superior al 10 % del PIB” en 2021, y que existe una “exagerada sobrestimación de los ingresos tributarios” proyectados por el gobierno para el siguiente año.

De fondo, el panorama para los sectores más vulnerables es desalentador. En julio pasado, la Fundación para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) estimó que la pobreza se incrementará de manera acelerada a consecuencia del golpe de la pandemia a la economía. El organismo prevé que al cierre del 2020, la pobreza aumente del 30.9 % en 2019 al 51.4 % de la población salvadoreña. Mientras, en Nicaragua, Funides ha pronosticado en octubre que la pobreza incremente este año en Nicaragua un 3.0 % a comparación del 2019, y afecte al 31.3 % de la población al cierre del año. Ese porcentaje, agrega Funides, representará “alrededor de 2.1 millones de personas viviendo con US $1.76 al día o menos”.

Fuente:  El Faro

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Estiman caída presupuestal en educación en América Latina por Covid-19

Por: Telesurtv

De acuerdo a un informe de la Cepal y Unesco, el presupuesto para la educación en la región podría reducirse en un nueve por ciento.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicaron el pasado lunes un estudio donde alertan que, el impacto económico de la Covid-19 puede hacer que en los países latinoamericanos disminuya el presupuesto destinado a la educación.

El documento, titulado “La educación en tiempos de la pandemia de Covid-19”, informa que “la crisis tendrá importantes efectos negativos en los distintos sectores sociales, incluidos particularmente la salud y la educación».

“Dada la contracción prevista del Producto Interno Bruto (PIB) en la región, la cantidad de recursos disponibles para la educación podría disminuir más del nueve por ciento tan solo en 2020”, señala el estudio de la Unesco y la Cepal.

Al mismo tiempo, el informe puntualiza que “es fundamental calcular los costos de los sistemas educativos nacionales y priorizar el gasto, así como garantizar la protección de la educación”.

Por su parte, la Cepal había anunciado el pasado 21 de abril que los países de la región experimentarán este año una recesión del 5,3 por ciento en su PIB, la peor cifra de la historia, ya que es superior al récord negativo en América Latina, el cual data de la crisis económica de 1930.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/america-latina-estiman-caida-presupuestal-educacion-covid-20200825-0038.html

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Mundo: 40 millones de hogares en América Latina viven pandemia sin internet

Mundo/América Latina/30-08-2020/Autor(a) y Fuente: ultimasnoticias.com.ve

La falta de internet, una herramienta esencial en tiempos de pandemia, ha limitado el acceso al trabajo y la educación remota en 40 millones de hogares en América Latina, pese a los esfuerzos de los países por mejorar sus capacidades digitales, informó este miércoles la Cepal.

Las tecnologías digitales han sido cruciales para el funcionamiento de la economía y la sociedad durante la pandemia, que en América Latina, duramente golpeada por el coronavirus, ha puesto en evidencia las desigualdades en el acceso a internet, indicó el informe «Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del covid-19», presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en su sede en Santiago.

«Hay más de 40 millones de hogares no conectados. La mitad de ellos se encuentran en los dos quintiles más pobres; esto prácticamente en todos los países es un problema», dijo Alicia Bárcena, secretaria general de la Cepal, durante la presentación del informe en una videoconferencia.

Según el documento, el 60% de los hogares y el 67% de los 650 millones de habitantes de América Latina usan el internet. En países como Brasil y Chile, más del 60% de los hogares del quinto más pobre de la población tiene conexión a internet, mientras que en Bolivia, Paraguay y Perú, solo el 3% la tiene.

El estudio indica que ese bajo porcentaje amplía las brechas de acceso a internet, que condicionan el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que pueden aumentar las desigualdades socioeconómicas.

«Los países de América Latina y el Caribe han adoptado medidas para impulsar el uso de las soluciones tecnológicas y cautelar la continuidad de los servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, el alcance de esas acciones es limitado por las brechas en el acceso y uso de esas tecnologías y las velocidades de conexión», afirmó Bárcena.

Para garantizar la conectividad y asequibilidad a las tecnologías digitales, la Cepal propuso a los países garantizar una canasta básica de tecnologías de la información integrada por un computador portátil, un teléfono inteligente, una tableta y un plan de conexión para los hogares no conectados, con un costo anual inferior al 1% del PIB.

También instó a construir una sociedad digital inclusiva, impulsar la transformación productiva, promover la confianza y seguridad digital, fortalecer la cooperación digital regional y avanzar hacia un «Estado de bienestar digital» que promueva la igualdad.

Trabajo y educación

Con la región paralizada por las cuarentenas, el teletrabajo aumentó en un 324% entre el primer y segundo trimestre de este año. Sin embargo, un 79% de los ocupados se desempeña en actividades que no pueden realizarse en la web, y sólo un 21,3% pudo acceder al trabajo en línea.

En cuanto a la educación, unos 32 millones de niñas y niños no tienen acceso a internet, mientras que un 46% de los estudiantes de la región viven en hogares que no están conectados. Esto también puso en evidencia las graves desigualdades entre los niños que van a clases en zonas urbanas y los que lo hacen en zonas rurales.

«Para garantizar una educación inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se debe aumentar no solo la conectividad y la infraestructura digital sino también las habilidades digitales de maestros y profesores, así como la adecuación de los contenidos educativos al ámbito digital», afirmó Barcena.

Con América Latina en crisis económica y con una caída estimada del PIB de un 9,1% anual, el informe afirma que el internet ha mitigado el impacto en las empresas, que han aumentado sus páginas web en un 800% en Colombia y México y alrededor del 360% en Brasil y Chile.

En junio de 2020, la presencia en línea de empresas de comercio minorista aumentó 431% con respecto a junio de 2019. Tras la pandemia, el estudio estima que crecerá una nueva demanda basada en canales en línea que implicarán un esfuerzo de los países y el sector privado por entregar un mejor servicio. /AFP

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/tecnologia/40-millones-de-hogares-en-america-latina-viven-pandemia-sin-internet/

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