India/07 de Noviembre de 2016/Terra
La mayor oleada de protestas en seis años en la Cachemira india cumple hoy cuatro meses con los colegios cerrados, la vida diaria afectada por un toque de queda intermitente y una violencia que, si bien ha remitido en las últimas semanas, se resiste a desaparecer por completo.
La educación es uno de los sectores más perjudicados por los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que desde el pasado julio protestan tras ser abatido un joven insurgente separatista en esta disputada y conflictiva región.
Al cierre generalizado de escuelas, en vigor desde hace hoy 120 días, se sumó recientemente una ola de incendios contra centros educativos que anoche se cobró su víctima número 27.
El fuego se declaró en un colegio público de primaria en el distrito de Bandipora, dijo a Efe una fuente de la Policía cachemir que pidió el anonimato.
La situación en esta región ha avivado la tensión entre la India y Pakistán, que se disputan este territorio desde la partición del subcontinente en 1947, abriendo camino a una crisis que terminó por explotar el pasado septiembre con un ataque de terroristas paquistaníes que causó la muerte a 19 soldados indios.
La crisis diplomática entre ambos países ha disparado las violaciones al alto el fuego acordado en 2003 en su frontera en Cachemira y, con ellas, el cierre de escuelas se ha extendido a la región de Jammu, adyacente al Valle de Cachemira y parte del mismo estado.
«A raíz del intenso fuego de artillería por parte de Pakistán, el Gobierno ya ha ordenado el cierre de la totalidad de las 174 escuelas públicas y privadas» a lo largo de la frontera en Jammu, explicó a Efe el subcomisario de la Administración local, Simrandeep Singh, quien añadió que no estarán operativas hasta nueva orden.
Los intercambios de disparos se han cobrado en las últimas semanas la vida de cerca de una treintena de civiles y soldados a ambos lados de la frontera, después de que las protestas dejasen 94 muertos y cerca de 20.000 heridos en el valle.
Las últimas víctimas se produjeron hoy en la capital regional de verano, Srinagar, cuando las fuerzas de seguridad trataron de impedir el paso a centenares de personas que tomaban parte en la procesión funeraria de un menor.
En los choques, al menos 25 civiles resultaron heridos.
«Están implantadas restricciones a la reunión de gente bajo la Sección 144 del CrPC (Código de Procedimiento Penal indio), así que se ordenó a los manifestantes que no hiciesen procesiones», argumentó a Efe una fuente policial que pidió el anonimato.
Según los familiares del adolescente fallecido, el joven fue «arrestado, torturado y envenenado» por las autoridades el pasado 27 de octubre, una versión rechazada por el portavoz policial.
Este tipo de incidentes todavía salpica Cachemira cuatro meses después del inicio de las protestas, aunque su frecuencia y intensidad se ha reducido significativamente en medio de una oleada de arrestos masivos.
Cerca de 10.000 personas han sido detenidas hasta la fecha, de las que medio millar permanecen en prisión al amparo de polémicas leyes para la prevención de hostilidades.