Las protestas populares que desde hace varias semanas sacuden a Panamá proseguirán hasta que el Gobierno renuncie a sus políticas neoliberales, aseguró a Sputnik el secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), Saúl Méndez.
Clase trabajadora
La COVID-19 y la contradicción Capital-Vida
Por: Daniel Álvarez González
EL SISTEMA TIENE QUE ELEGIR ENTRE SU COLAPSO A FAVOR DE LA VIDA O SU SUPERVIVENCIA EN DETRIMENTO DE ÉSTA. Y PARECE QUE EL CAPITALISMO AGONIZANTE PREFIERE MORIR MATANDO PARA PODER SEGUIR EXPLOTANDO UN DÍA MÁS.
Esta pandemia que se ha extendido por todo el globo está demostrando ser de gran interés sociológico, pues como afirma Luis Gonzalo Seara (1983) la sociología es el acercamiento crítico a la realidad, la cual se presenta como una aventura dialéctica que hay que descifrar. Y esta situación de crisis sanitaria representa todo un reto que han de abordar también los científicos sociales.
Los aspectos políticos, económicos, culturales y sociales de esta epidemia global deben tratarse desde una perspectiva que tenga en el punto de mira el sistema capitalista, pues es la clave para comprender con mayor precisión los procesos que se están sucediendo y están por suceder alrededor del mundo por culpa del contexto de crisis que estamos viviendo. Esto ha de ser así porque las contradicciones del sistema se agudizan y pasan a ser más claras, más fáciles de identificar. Los problemas estructurales derivados de la pandemia muestran con más evidencia las disfunciones del capitalismo. Para comprender el porqué podemos recurrir a lo que Ulrich Beck (2002) llamó “la sociedad del riesgo” y de cómo esta tiene un marcado carácter de clase. Estamos siendo observadores de cómo los gobiernos al servicio del capital atienden con urgencia y preponderancia los asuntos económicos y tratan la emergencia sanitaria como algo secundario que hay que superar a cualquier coste –humano- para salvaguardar los intereses de la economía de mercado. Frente a esta situación cobra más sentido que nunca el concepto de nuda vida que plantea Giorgio Agamben (1998), pues la vida no vale nada, el coste social de la pandemia ha de ser alto para que el sistema pueda sobrevivir. La mercancía trabajo, el factor humano, es prescindible y sustituible gracias a que el capitalismo se ha procurado tener siempre a mano un gran ejército de reserva disponible para que, en caso necesario, ocupe los puestos en sus máquinas para que todo siga funcionando.
Esta es la lógica del capitalismo, inhumana pero racional. Sopesa pros y contras, los costes y beneficios de no parar la economía. La contradicción fundamental se da entre la vida en un sentido humanista y colectivo, y la acumulación a través de mandar a una muerte segura a aquellos que generan la riqueza que acaba en manos privadas. El sistema tiene que elegir entre su colapso a favor de la vida o su supervivencia en detrimento de ésta. Y parece que el capitalismo agonizante prefiere morir matando para poder seguir explotando un día más. Se ha hecho manifiesto –como en otras ocasiones a lo largo de la historia- que para que la rueda del capital pueda seguir girando tienen que llevar al matadero a la clase obrera para lubricar con su sangre los engranajes de la máquina del Das Kapital. La élite burguesa occidental no parece que vaya a sacrificar sus ganancias y propiedades, pero sí parece que están dispuestas a que miles de trabajadores pasen a formar parte de las estadísticas que recogen los fallecimientos por la Covid-19. Es el daño colateral necesario para que no caiga su imperio del dinero. Queda demostrado así que los riegos se acumulan “abajo” y las riquezas “arriba” (Beck, 2002), que son los trabajadores los que dan su vida para que otros puedan vivir cómodamente. Aunque lo quieran ocultar, la lucha de clases está muy presente en esta pandemia y, desgraciadamente, será la clase trabajadora la que pagará doblemente esta crisis: primero con su vida y después con el sudor, precariedad y explotación más severa que vendrá con la recesión económica que dejará la pandemia. Como siempre, los desposeídos serán los encargados de reanimar al monstruo estertoroso que nos condenará, más si cabe, a ser los esclavos que lo mantengan en su fase terminal.
Pero quizá podamos aprender algo de aquellos países que con su actuación han demostrado anteponer la vida a la economía porque son conscientes de que ésta última está subordinada a la anterior, no al revés. Me refiero al caso particular de la gestión de la crisis del Gobierno chino, cuyo país ha sido vilipendiado por la prensa occidental –mercenaria y sensacionalista que no ha sido nada rigurosa- que ha repetido constantemente que China mentía y ocultaba datos. La realidad es que el Gigante Asiático ha demostrado ser un ejemplo en la lucha contra el Coronavirus –incluso la OMS, nada sospechosa de ser prochina, ha apoyado las políticas llevadas a cabo por su gobierno-, pero en parte esto no sólo ha sido gracias a las medidas adoptadas de un confinamiento estricto o a la gran capacidad de movilizar medios y recursos para construir un hospital totalmente equipado en 10 días para atender y tratar a los afectados por el virus en la ciudad epicentro de la pandemia. Hay un elemento que hay que tener en cuenta para comprender el porqué del éxito –si lo comparamos con países occidentales- de las medidas adoptadas, y es que la sociedad china ha demostrado tener un gran sentido de la responsabilidad colectiva ligada, a su vez, a una tradición de la disciplina. Quizá estos valores tan importantes –entendidos por algunos pensadores occidentales como técnicas de dominación- sean herencia del socialismo chino, que han elevado la consciencia colectiva de gran parte de su sociedad, demostrando que son un pilar fundamental en tiempos difíciles.
Pero no sólo tenemos el ejemplo de China, sino que otros países asiáticos como Vietnam han demostrado su madurez ejemplar con la estrategia adoptada para frenar al Coronavirus, dejando al descubierto la decadencia de las sociedades occidentales.
En las sociedades occidentales estamos viviendo un fenómeno de infantilismo que pone en riesgo la salud pública. Negar nuestra responsabilidad colectiva y anteponer los derechos individuales por encima de todo, es decir, la ideología dominante liberal del sistema capitalista, es un peligro para la vida. La superestructura ideológica del capitalismo amenaza la supervivencia en tanto en cuanto rechaza la responsabilidad colectiva para enfrentar la pandemia. Cuando se antepone el individuo a la sociedad, el egoísmo frente a la solidaridad, acabamos siendo testigos de protestas –en plena crisis sanitaria mundial- en las que se reivindica nuestro derecho a ir a la peluquería, al gimnasio o a la casa de la playa. Los aspectos más subjetivos del capitalismo son necesarios para que la contradicción vida-capital sean pasados por alto por la sociedad. La esfera ideológica sirve para agudizar, a la vez que para ocultar, los problemas sistémicos del capitalismo. La ideología imperante en occidente es un obstáculo más que dificulta la lucha contra el virus, pues alimenta y trata de legitimar sus lógicas. Poner la vista en Asia quizá estimule a la clase trabajadora para imaginar que otro modelo de sociedad es posible y que sí puede contenerse el virus. Y digo imaginar, porque el proyecto de la clase trabajadora ha de ser el de un proceso transformador que nos lleve al socialismo, pero en estos tiempos en los que anda desamparada y sin rumbo, necesita de un acicate que le dé esperanza.
Una cosa está clara y es que la pandemia más peligrosa, la que más mata y matará si no ponemos remedio, es la del Capitalismo.
Daniel Álvarez es graduado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.
Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/la-covid-19-y-la-contradiccion-capital-vida/
Importante informe sobre Trabajadores Agrícolas Migrantes en Canadá 2020
“Creemos que estos héroes, hombres y mujeres, trabajadores esenciales que sacrifican todo y vienen desde lejos para trabajar la tierra en Canadá, merecen condiciones dignas de trabajo, mejores sueldos y protecciones. La representación sindical es la garantía para lograrlo. El gobierno federal tiene hoy una oportunidad histórica para reformar el programa de trabajadores agrícolas temporales”.
– Santiago Escobar, Representante nacional, UFCW
La presentación de un informe crítico y completo, por la variedad de ángulos con los que aborda la problemática general de los trabajadores agrícolas, es el resultado de años de trabajo acompañando a estos trabajadores, muchos de los cuales vienen de países de América latina.
Lo produjo el Sindicato de Trabajadores Comerciales y de la Alimentación, UFCW, que representa a más de 250.000 miembros en todo Canadá, considerado el principal defensor de los trabajadores agrícolas del país. La situación de los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá, 2020 – pide 14 reformas legislativas y reglamentarias a un sistema que “actualmente deja a los trabajadores agrícolas migrantes más vulnerables que los trabajadores canadienses a la explotación, los riesgos para la salud y las represalias de los empleadores”.
RCI conversó con Santiago Escobar, Representante nacional, UFCW, quien fue parte del equipo que trabajó en la producción del reporte.
“Una de las demandas principales que el Sindicato UFCW ha solicitado al gobierno federal, es hacer de la representación sindical una condición necesaria del programa de trabajadores extranjeros temporales como la mejor medida práctica para proteger a estos trabajadores y así terminar con los abusos físicos, psicológicos, financieros y hasta sexuales”.
-Santiago Escobar
El reporte “es un acumulado de investigación, luchas legales y sociales, y de las experiencias obtenidas durante casi tres décadas de lucha por los derechos de los trabajadores migrantes en Canadá” explica Santiago Escobar.
La pandemia de COVID-19 retrasó la publicación del informe previsto para inicio de la primavera. Al mismo tiempo, ella puso de relieve las penosas condiciones laborales de esos trabajadores.
“Lastimosamente sucedió lo que veníamos denunciado por casi tres décadas, esta pandemia visibilizó la crisis permanente en la que viven las trabajadoras y trabajadores agrícolas migrantes.”
UFCW produce informes desde 2001, publicados cada dos años, el último lo fue en 2015.
Escobar explica que esos documentos no sólo denunciaban las condiciones laborales sino también hacían recomendaciones para cambiarlas. Pero con el paso del tiempo se dieron cuenta de que esa situación más bien empeoraba.
“Decidimos esperar para lanzar una recopilación integral en el 2020. Desde el 2015 hasta el presente hemos producido un sinnúmero de reportes sobre temas específicos, tales como la demanda para la implementación de permisos de trabajo abiertos, el acceso a la residencia permanente y la sindicalización como una solución inmediata para muchos de los problemas que los trabajadores migrantes enfrentan en Canadá”.
Escobar destaca también experiencias especiales de trabajadores que lograron victorias importantes, como las de las provincias de Alberta y Manitoba.
Allí, los trabajadores migrantes en procesadoras de carne, más de 4000, sindicalizados con UFCW, lograron obtener la residencia permanente y la ciudadanía canadiense.
“O sobre las consultas que organizamos con el gobierno federal para que por primera vez pregunten directamente a los trabajadores agrícolas migrantes sobre sus necesidades, problemas y cambios que se deberían implementar al programa de trabajadores temporales”.
Las recomendaciones del Informe
Los trabajadores migrantes llegan a Canadá bajo dos programas federales: el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (SAWP) y el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (TFWP).
En el informe se esbozan varias propuestas de reformas urgentes de ambos programas, así como de algunas leyes laborales provinciales.
Algunas de las 14 reformas solicitadas incluyen poner fin a la vinculación de un trabajador con un único empleador; permitir a los trabajadores migrantes un camino hacia la residencia permanente; poner fin a los obstáculos en algunas provincias que actualmente restringen los derechos laborales y de negociación colectiva de los trabajadores agrícolas; y hacer de la representación sindical una condición necesaria de las iniciativas del SAWP y TFWP, como la mejor medida práctica para proporcionar una representación y protección adecuadas a la fuerza de trabajo más precaria y vulnerable del Canadá.
Para Escobar es fundamental que los trabajadores sindicalizados puedan negociar con la parte patronal en coordinación con el sindicato, la demanda de la residencia permanente a través del programa federal piloto agroalimentario, o de los programas provinciales de nominación. Única manera de equiparar las condiciones laborales y sociales con las que gozan los trabajadores canadienses.
“Una de las demandas principales que el Sindicato UFCW ha solicitado al gobierno federal, es hacer de la representación sindical una condición necesaria del programa de trabajadores extranjeros temporales como la mejor medida práctica para proteger a estos trabajadores y de así terminar con los abusos físicos, psicológicos, financieros y hasta sexuales”.
-Santiago Escobar
La sindicalización de los trabajadores como garantía de cambios
Escobar está convencido de que, así como se logró éxito en Alberta y Manitoba, también se puede alcanzarlo en el sector agrícola a través de un contrato colectivo.
Cree que esta coyuntura especial es una oportunidad única que se le presenta a Ottawa para terminar con el problema de la explotación de los trabajadores agrícolas temporales.
El gobierno federal tiene la clave para producir cambios reales, como es el acceso a la negociación colectiva. “No hay excusas para no implementar estas medidas de protección, sobre todo en estos tiempos de pandemia”, explica Escobar.
“Es una medida que beneficiaría a todos los participantes, a los trabajadores, a los empleadores, a las comunidades locales y la sociedad y economía canadiense para que mantenga la seguridad alimentaria y así finalmente mejoren los estándares en el sector agrícola”.
Este reporte fue enviado al gobierno federal y gobiernos provinciales para que tomaran conocimiento de los abusos, problemas y barreras que enfrentan los trabajadores agrícolas migrantes.
En los próximos días se publicará en castellano La situación de los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá, 2020 en el sitio web del sindicato UFCW.
Importante herramienta de consulta para cualquier persona u organismo que se interese en esta problemática y también, particularmente, para informar a los trabajadores provenientes de América latina y de otros continentes que llegan a Canadá.
Fuente: https://www.rcinet.ca/es/2020/09/29/importante-informe-sobre-trabajadores-agricolas-migrantes-en-canada-2020/
Declaración de DEMOCRACIA OBRERA – Estado Español (adherente al Colectivo por la Refundación de la IV Internacional/ FLTI)
Redacción: Kaeos en la Red
¡Por la ocupación de fábricas!
¡Por una expropiación sin pago y nacionalización con control obrero de la transnacional Nissan y Renault en Francia, en el Estado Español y a nivel continental!
¡Todos somos obreros de la Nissan-Renault!
¡Una misma clase, una misma lucha contra un mismo enemigo!
A nivel mundial la transnacional Nissan ha planeado un ajuste de la producción, el cierre de varias plantas que supondrá el despido de 20.000 trabajadores, sobre todo en Europa, y el recorte del 15% de su plantilla en todo el mundo. Este plan de reestructuración lleva aparejado un plan conjunto de la alianza de Nissan con Renault y Mitsubishi, que buscan reubicar su producción para concentrarse en Estados Unidos y Asia. Unas de las damnificadas son las plantas de Nissan en Barcelona, que serán reemplazadas por las plantas de Renault en Francia. Esto supondrá que en Barcelona la patronal dejará en el paro a 3.000 trabajadores directos y a 20.000 indirectos, de empresas suministradoras.
La respuesta de los trabajadores de las plantas de Montcada, Zona Franca y Sant Andreu en Barcelona ha sido una huelga indefinida. La patronal se ha negado a dialogar con los trabajadores y a crear un plan de viabilidad para las diferentes plantas. Para evitar despidos ante la crisis económica y sanitaria mundial, Nissan podría haber reconvertido su producción para fabricar respiradores artificiales para los hospitales frente a la pandemia. Pero no lo ha hecho.
Lo que está pasando en esta nueva crisis mundial, en la que el Coronavirus ha sido solo la guinda, es una nueva reestructuración en la que se están concentrando las transnacionales en un contexto en el que el mercado se achica todavía más. Hay una reconversión de las transnacionales como en el 2009, que ahora también es tecnológica como lo es la disputa de los coches eléctricos. De hecho, Nissan, fusionada con Renault, como transnacionales automotrices, se reagrupan desde la UE para la competencia con las transnacionales del sector estadounidense y con la Toyota y el resto de las automotrices japonesas.
La damnificada será esta vez, sobre todo, la clase obrera de los centros industriales de las metrópolis de las potencias imperialistas, principalmente de la Unión Europea.
Este plan de concentración significa aumentar la producción con alta tecnología para el desarrollo de los coches eléctricos, haciendo trabajar a un 50% menos de obreros para que produzcan mil veces más que las actuales plantillas de esas empresas bajo condiciones de esclavitud absoluta. Los capitalistas necesitan disputar el mercado, invertir en nueva tecnología, destruyendo lo que no les da ganancia y despidiendo a mansalva obreros, que pasarán a ser desempleados crónicos.
La Nissan no despide ni reorganiza su producción en el Estado Español y el resto de Europa en función de lo que decide en Barcelona. Todo lo contrario. Todo se decide en el directorio fusionado de Nissan-Renault que está en París y Tokio.
La lucha de los obreros de Nissan es un gran desafío, en primer lugar, para toda la clase obrera del Estado Español y del continente europeo en particular. Transformar al proletariado europeo de los países de Occidente en obreros de maquilas, es el objetivo inmediato del capital financiero. El ataque con la flexibilización laboral a los obreros de Francia, Bélgica, Portugal, Italia y en toda Europa es parte de esta ofensiva de la Nissan-Renault contra sus trabajadores. La batalla de los obreros de Nissan es la de todos los trabajadores europeos contra las transnacionales y la Europa imperialista, que concentran sus negocios y sus ataques contra la clase obrera.
Esta lucha que han emprendido los trabajadores tiene una potencialidad increíble. No están solos, como lo vemos en los combates que se desarrollan en más de 50 ciudades de EEUU, en París, en Grecia y los que libran todos los sectores más precarizados de las urbes europeas, como es el caso de los Chalecos Negros que marchan ahora en París. Los obreros de Nissan son ahora inmigrantes en su propia nación… sin papeles de trabajo, despedidos y sin vida por delante.
La clase obrera de Europa y todo el mundo debe ajustar el programa para reagrupar sus fuerzas para golpear duro al enemigo de clase a nivel continental y mundial. Trabajadores de la GM de Silao, en México, han hecho un llamamiento internacional a todos los obreros de las industrias automotrices a luchar juntos para frenar los despidos y para terminar con la flexibilización laboral y con las fábricas-cárceles. Un reagrupamiento de combate internacional de la clase obrera para luchar por sus demandas más inmediatas se ha tornado una cuestión de vida o muerte.
A ello se oponen las burocracias sindicales y los partidos social-imperialistas, que traicionan a los trabajadores porque viven de las monedas que se le caen del bolsillo a los millonarios accionistas de las transnacionales y los banqueros imperialistas.
Urge actualizar entonces ese programa del proletariado internacional ante esta crisis de reconcentración del capital, que se da en momentos en que se ha achicado ferozmente el mercado mundial debido a una nueva crisis de sobreproducción, que es un gran chantaje a la clase trabajadora que padecerá esta gran recesión. El obrero en cada fábrica recibirá todo el peso concentrado de esta crisis.
Años atrás, los trabajadores de la Renault de Rumania se sublevaban al grito de que querían ganar como los obreros de la Renault de París. Los dirigentes sindicales impidieron esta unidad y una lucha común para golpear en todos los lugares y en el mismo momento a la gran patronal. El grito de los obreros de la Renault de Rumania no fue oído. Hoy hay miles de despedidos en la Renault de Francia… y de Rumania… y en la Nissan de Barcelona.
¡Unamos la lucha de los obreros de Nissan-Renault por encima de las fronteras! Los capitalistas vienen por todas nuestras conquistas, por nuestro trabajo, nuestra vida y nuestra dignidad ¡Golpeemos juntos! Ellos no están en crisis. Se fusionan en base a una nueva acumulación de riquezas y capitales extraídos del sudor y la sangre de todos los obreros. No tenemos por qué ser los trabajadores quienes paguemos su reconversión y sus nuevos y buenos negocios.
Los sindicatos del régimen y la “izquierda” burguesa de la Corona representan los intereses de Nissan y las transnacionales contra la clase obrera
Ante esta grandísima agresión de Nissan en las plantas de Barcelona, las burocracias sindicales de CCOO y UGT han propuesto un nuevo ERTE. Esta medida, impulsada en medio de esta pandemia por el gobierno burgués de PSOE – Unidas Podemos, garantiza los beneficios de los capitalistas al pagar casi por completo las nóminas el estado, es decir los trabajadores, y no los empresarios. Es que estamos frente a un gobierno representante de los grandes capitalistas y el capital financiero de los Borbones, que con una máscara edulcorada solo defiende los intereses de las transnacionales y banqueros imperialistas. Estos subsidios a los capitalistas harían ahorrar a Nissan los costes de todos los ulteriores despidos que la empresa y el gobierno preparan.
La otra propuesta de la burocracia sindical colaboracionista de CCOO y UGT para Nissan, es la petición de ayudas a los gobiernos centrales y a la Generalitat para la empresa. Todos buscan apoyar a la empresa y no a los trabajadores, a los que está despidiendo. La empresa se pondrá en el bolsillo los subsidios y dejará en la calle, como hicieron abiertamente en 2008, a miles de explotados. Ni siquiera han pensado las direcciones de CCOO y UGT en convocar una mínima huelga de solidaridad en el conjunto del sector automotriz y del metal. Sus dirigentes solo están para dividir nuestras luchas.
El resto de la izquierda sindical, como CGT, lamentablemente, se ha limitado a pedir la nacionalización de las fábricas y la maquinaria, pero no defienden que sea una expropiación sin pago y bajo control obrero ni pone encima de la mesa la obligada ocupación de las fábricas para defender los puestos de trabajo de miles de trabajadores. Tampoco habla de la perspectiva internacional de dicha nacionalización ni de la expropiación, ni de la reivindicación de exigir la apertura de los libros de contabilidad y la liquidación del secreto comercial de toda la rama de producción a escala europea, cuestiones a la que nos referiremos más abajo.
Las direcciones sindicales han logrado cercar por ahora la lucha de los trabajadores de Nissan y la tragedia es que si ellos pierden, esto significará un duro golpea la clase obrera de todo el Estado Español.
La resolución de toda organización obrera que realmente quiera defender los intereses del conjunto de los trabajadores es que toda fábrica que cierre, suspenda o despida debe ser tomada y puesta a producir bajo control de sus trabajadores, uniendo su lucha a la de los obreros de toda la rama de producción que, como sucede con la automotriz, están organizadas y centralizadas alrededor del Maastricht imperialista o de la City de Londres, Tokio o Wall Street.
Toda pelea seria debe apelar a la solidaridad, la coordinación y la unidad, junto a los millones de trabajadores que no aguantan más el paro, el salario de miseria y vivir arriesgando su vida en las fábricas para las ganancias de los capitalistas.
Es mentira que no hay condiciones para coordinar y extender la lucha de Nissan. No hay un solo sector de la clase obrera ni de la juventud de las naciones oprimidas que no tengamos cuentas que saldar con este régimen infame de la monarquía y los políticos representantes de los capitalistas y los banqueros. Sobran condiciones para preparar y organizar una gran lucha, como en EEUU, como en Francia, como en Líbano, como en Irak, como en Chile y como ayer en Catalunya.
La “izquierda” reformista, colgada a los faldones de la monarquía, le cierra el camino a la lucha internacionalista de la clase obrera del Estado Español
El gobierno del PSOE, el Podemos y los traidores del PCE-Izquierda Unida centraliza hoy el ataque de las transnacionales y los capitalistas contra la clase obrera. Todos estos partidos son voceros de la patronal y representantes del Ibex 35 y de un régimen infame que controla a la burocracia sindical de CCOO y UGT. Sobre sus hombros, se monta la monarquía de los Borbones, que no es más que el “director de orquesta” del capital financiero del Estado Español, asociado al Maastricht imperialista.
Tampoco podemos poner muchas esperanzas en lo que propone la izquierda alternativa, situada a la izquierda de Unidas Podemos.
Si la posición de Podemos y del PCE-Izquierda Unida es vergonzosa, plegándose a los designios de un PSOE entregado totalmente a la patronal y al Ibex 35 y a las propuestas de los sindicatos del régimen que controlan la burocracia sindical en CCOO y UGT, no podemos poner muchas esperanzas en lo que propone la izquierda alternativa, situada a la izquierda de Unidas Podemos.
Ni los ultra-estalinistas, como el PCPE, Red Roja, Iniciativa Comunista o PCTE, ni los ex-trotskistas, como Anticapitalistas, Izquierda Revolucionaria (El Militante), Corriente Roja o CRT (Izquierda Diario), ni los diversos grupos anarquistas plantean una posición que no sea social-imperialista y nacionalista. En todas sus declaraciones brilla por su ausencia el internacionalismo proletario.
Tampoco el falso “independentismo” catalán del partido de la pequeña burguesía de ERC va más allá de proponer en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de las cortes españolas un tímido concepto de nacionalizar, vacío de contenido, sin apoyo a los obreros catalanes en lucha.
Pongamos como ejemplo la fracción “Sindicalistas de izquierda” que los ex-trotskistas de Izquierda Revolucionaria tienen en el seno de CCOO. Exigen al gobierno de PSOE- Unidas Podemos y a la Generalitat la nacionalización inmediata de la empresa bajo control de los trabajadores y llaman a extender la lucha a nivel regional dentro del Estado Español y para ello dicen que se debe presionar a CCOO y UGT. Pero conseguir esto es tan solo un punto de partida.
Ninguna de estas corrientes dice nada de coordinar la lucha de los obreros de la transnacional Nissan y Renault de Barcelona a París y de París a Tokio, lo que volvería invencible a la clase obrera y le permitiría pelear de igual a igual contra la gran patronal de los monopolios. Hacen oídos sordos al llamamiento de los obreros de General Motors de México que llaman a una lucha coordinada internacional. Y lo que es más grave, luego de que los obreros de la General Motors en EEUU ganaban las calles para recuperar el salario, el fondo de pensiones y el seguro de salud que en el 2008 la patronal y el gobierno de Obama les habían sacado, burocracias sindicales como estas son las que firmaron acuerdos de disminución del salario a un 75% a los obreros de las 4 fábricas de la GM de Brasil.
Como a toda la clase obrera durante y a la salida de la pandemia, y en medio de una profunda recesión, son las burocracias sindicales vendidas a las empresas las que les dicen a los trabajadores, en un verdadero chantaje: “acepten la reducción del salario o los despiden”. Así, en manos de estos traidores, las organizaciones de los trabajadores se vuelven en contra de ellos. Divididos y traicionados país por país no podemos vencer.
Al igual que el resto de la izquierda sindical y política, tampoco llaman ni siquiera a coordinar con los obreros de la Renault de la UE. No se puede ignorar que la Renault de Francia está tomada por sus 5.000 obreros ni las enormes movilizaciones como la de Maubeuge (Francia) con más de 8.000 personas que salieron a las calles para protestar contra el plan de reubicación de Renault, el cual significa 4.000 despidos
Se quejan de que CCOO, UGT y CGT no llaman ni siquiera a coordinar las luchas dentro del Estado Español y les acusan de tratar la lucha como conflictos aislados. Pero ellos no van mucho más allá. Se niegan a ver que así se va a una situación sin salida, hacia el cierre definitivo de Nissan, sin vuelta atrás. Esta política deja sin salida a los obreros. Como el resto de la izquierda sindical y política, parecen ignorar que Nissan y Renault se van a fusionar en la Europa de Maastricht.
Plantear la nacionalización en un solo país o de varias plantas tiene sus límites en la Europa imperialista de Maastricht
La consigna de nacionalización de una fábrica en un solo país, como también mantiene Miguel Urbán, el eurodiputado de Anticapitalistas, es imposible en el Maastricht imperialista de la Unión Europea. Una coyuntura de toma de fábrica y nacionalización fábrica por fábrica solo puede ser una salida coyuntural y será llevada al fracaso sin organizar una sola lucha y reclamo en toda Europa. La pelea por abrir el secreto comercial y un reclamo obrero a toda la rama es europea e internacional, no estatal o regional. Si se nacionalizan tres plantas en Barcelona de una empresa transnacional como Nissan, la empresa se llevará la producción a otras plantas de otro país o a otra transnacional con la que se fusione, como es el caso de Renault. Por eso la perspectiva y la solución debe ser internacional, hacia la expropiación sin pago y bajo control obrero de la empresa trasnacional en su conjunto. Y, por eso la demanda de pedir los libros de contabilidad y liquidar el secreto comercial debe ser no de una transnacional sino extensivo a toda la rama automotriz porque a los obreros no les interesa la contabilidad de las empresas en quiebra o con pérdidas, sino la contabilidad de todos los explotadores.
Son pocas las voces que plantean una coordinación de los trabajadores de Nissan de Barcelona con los despedidos de Alcoa en la comarca de A Mariña, en Lugo (Galicia) que ha dejado en el paro a 534 obreros y que puede desembocar en el cierre total de la planta de aluminio de la multinacional estadounidense. La plantilla lleva años en pie de guerra y su impacto económico representa el 30% del PIB de la provincia de Lugo.
En estas condiciones hay que levantar un pliego único de demandas para unificar los reclamos de todos los sectores de la clase. El control obrero es clave, pero de toda la rama de producción de la trasnacional Nissan.
Los trotskistas revolucionarios sabemos que para enfrentarse a las amenazas de cierre, hay que defender las fábricas, ocupándolas, impedir que se lleven la maquinaria, ponerlas a producir bajo el control de los propios obreros y exigir su expropiación sin pago con una perspectiva internacional.
¡Hay que abrir los libros de contabilidad y liquidar el secreto comercial de toda la rama de producción a escala europea (incluso en las maquilas del Este europeo)!
¡Fuera el secreto comercial de Nissan!
¡Escala móvil de salarios y de horas de trabajo a escala europea para romper el negocio de concentración de los monopolios que dejarán un reguero de despidos en todo el continente!
¡Por la ocupación de fábricas!
¡Fuera la burocracia sindical de CCOO y UGT!
¡Por una expropiación sin pago y nacionalización con control obrero de la transnacional Nissan a nivel continental!
¡Por un pliego de demandas contra los despidos, por el salario y la salud!
¡Organicemos una contraofensiva obrera para frenar a los capitalistas que vienen por todo va la salida de la pandemia!
¡Por una coordinadora de asambleas en todo el movimiento obrero del estado, con un delegado por cada 1000!
¡Todos a Nissan!
¡Por la reincorporación de todos los despedidos! ¡La pandemia no la debe pagar la clase obrera!
¡Nacionalización sin pago de toda fábrica que cierre o despida!
¡A igual trabajo, igual salario para los migrantes! Como dicen los Chalecos Negros: ¡El miedo tiene que cambiar de bando!
¡Por una jornada de lucha y huelgas de todo el continente!
¡Fuera la Europa imperialista de Maastricht! ¡Por la unidad obrera del continente!
¡Por un polo obrero revolucionario e internacionalista!
¡En las metrópolis europeas se juega todo!
¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas de la Península Ibérica!
¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
DEMOCRACIA OBRERA – Estado Español
(adherente al Colectivo por la Refundación de la IV Internacional/ FLTI)
Fuente: https://kaosenlared.net/coordinemos-la-lucha-obrera-de-nissan-con-la-de-alcoa-la-de-la-renault-francesa-y-la-de-general-motors-de-mexico/
Y el rey abandonó el trono
Por: Víctor Arrogante
Abril es el mes republicano por excelencia, por lo que voy a aprovechar estos días a retomar mis reflexiones republicanas; unas serán nuevas y otras recuperadas de otros de mis artículos publicados sobre el tema. Lo cierto es que pretendo alejarme, en lo posible, de la crisis sanitaria, social y económica, provocada por el coronavirus, y despejar ideas en estos largos días de confinamiento.
El próximo 14 de abril, se cumplen 85 años del advenimiento de la Segunda República. Vivió ocho años, tres de ellos defendiéndose en guerra, tras el golpe de Estado fascista contra la legitimidad democrática, otorgada en las elecciones del 12 de abril de 1931 y el abandono precipitado del rey Alfonso de Borbón, que huyó con la conciencia poco tranquila, por los desmanes políticos y personales que protagonizó. Aquellos acontecimientos y estos días, son una oportunidad para ampliar mis reflexiones republicanas y a ello me voy a dedicar.
En septiembre de 1923 el general Primo de Rivera había dado un golpe de Estado, militar por supuesto, auspiciado por el rey, «para salvar España de los profesionales de la política». Su intención era poner en orden España y devolver después el poder a manos civiles. El golpe fue apoyado por la burguesía, la Iglesia, el ejército, los industriales catalanes y los terratenientes andaluces. Todos contra la clase trabajadora que reclamaba más salarios y más derechos y hacían peligrar, con el creciente malestar social, los privilegios reales y de las clases pudiente. El Partido Socialistas Obrero Español y la Unión General de Trabajadores, se mostraron en principio ambiguos frente al golpe. La CNT se mostró abiertamente contrarios al dictador. El Partido Comunista, creado el 14 de noviembre de 1921, por una escisión del PSOE, convocó una huelga general, que fue poco secundada y los huelguistas perseguidos.
Primo de Rivera, como buen dictador, disolvió el gobierno, que fue sustituido por un Directorio militar; suspendió la Constitución, disolvió los ayuntamientos y prohibió los partidos políticos. Todo el poder para el ejército, que no estaba en sus mejores momentos, tras la guerra de Marruecos y todos los sucesos trágicos en el norte de África. El Directorio no tenía programa político salvo las dos cuestiones típicas de la derecha caciquil de todos los tiempos: la unidad de la patria y el mantenimiento del orden público. No fue todo negativo. Construyó grupos escolares, pantanos, carreteras, ferrocarriles y creó empresas públicas como Campsa, Telefónica o Tabacalera. Hay que tener en cuenta que la peseta estaba fuerte y la industria había sido fortalecida por la neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial.
Pero llegó la crisis internacional con el crac financiero de 1929 y la economía española se derrumbó y rugió la crisis social. Revueltas estudiantiles, huelgas de trabajadores, disturbios, intrigas políticas de adversarios y criticas desde dentro del régimen y sus correligionarios militares. Primo de Rivera, confundido, creía contar con el apoyo del rey, pero todo lo había perdido. Al día siguiente de pronunciar la celebre frase «a mi nadie me borbonea», el rey, como buen Borbón, que van dejando cadáveres políticos por donde reinan, le abandonó. En el exilio de París murió el dictador un mes después, dejando en herencia a sus hijos Pilar y José Antonio, con su ideología fascista, que tanto hiciera sufrir a cientos de miles de los mejores españoles y españolas.
De una dictadura a una dictablanda, presidida por el general Dámaso Berenguer. Nuevos desórdenes sociales y unas fuerzas políticas que nunca habían perdonado al rey Alfonso su apoyo a la Dictadura, coincidieron en derribar la monarquía. Incluso los liberales, que siempre habían considerado la monarquía como su sistema de privilegios, se pasaron al campo republicano, junto con nacionalistas catalanes e intelectuales. Las elecciones municipales convocadas, que pretendían consolidar el sistema y conseguir mayor apoyo popular, resultaron ser la perdición real. La monarquía era considerada como un símbolo en decadencia. Republicanos y socialistas, decidieron convertir las elecciones municipales de 1931 en un plebiscito sobre la continuidad de la monarquía en España. La suerte estaba echada.
Previamente en agosto de 1930, en El Pacto de San Sebastián, los partidos que asistieron (Alianza Republicana, Partido Radical Socialista, Derecha Liberal Republicana, Acción Catalana, Acción Republicana de Cataluña, Estat Catalá, y la Federación Republicana Gallega), acordaron poner fin a la monarquía y proclamar la Segunda República. Meses después el PSOE y la UGT se sumaron al Pacto. Se pensó en organizar una huelga general, que fuera acompañada de una insurrección militar, que metiera a «la monarquía en los archivos de la historia» y establecer «la República sobre la base de la soberanía nacional representada en una Asamblea Constituyente». La huelga general no llegó a declararse y la sublevación de Jaca fracasó, siendo fusilados los capitanes Galán y García Hernández. Muchos de los miembros del Comité Revolucionario fueron encarcelados y otros huyeron del país. El general Berenguer, para suavizar la situación y fortalecer la soberanía del rey, aplicó la Constitución de 1876 que reconocía las libertades de expresión, reunión y asociación. Todo se estaba precipitando hasta el desastre final.
Tras el cese del general Berenguer por el rey, forma gobierno el almirante Juan Bautista Aznar-Cabañas, con viejos liberales y conservadores. Una de sus primeras decisiones fue proponer nuevo calendario electoral: elecciones municipales el 12 de abril y posteriormente elecciones a Cortes Constituyentes. Las elecciones, suponían para la monarquía, volver a la normalidad anterior a Primo de Rivera. Para las fuerzas republicanas una consulta sobre la forma de Estado. Los resultados fueron un mazazo para los monárquicos, que poco hicieron para evitar que Alfonso XIII perdiera el trono.
Los resultados del 12 de abril, dieron a las candidaturas republicano-socialistas el triunfo en 41 de las 50 capitales de provincia. Los partidos monárquicos ganaron en 9: Cádiz, Palma de Mallorca, Las Palmas, Burgos, Ávila, Soria, Lugo y Orense. La participación ciudadana representó el 70% del electorado. Los monárquicos consiguieron 40.324 concejales, frente a los 36.282 que obtuvieron los republicanos y socialistas. Los comunistas 67 concejales; los partidos nacionalistas catalanes más de 4.000 y los vascos 267.
Cuando en Madrid se conocieron los resultados parciales, que mostraban que las ciudades más importantes eran mayoritariamente republicanas, el pueblo se echó a la calle para proclamar la República. El rey, dejando a su familia atrás, abandonó el país. «España se acostó monárquica y se levantó republicana», que diría el almirante Aznar. Unas elecciones municipales derrocaron a la monarquía.
Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/y-el-rey-abandono-el-trono/
Llamamiento continental: A los pueblos originarios, afrodescendientes y organizaciones populares
Por: Rebelión
La crisis que globalmente ha provocado el COVID-19 nos presenta una encrucijada a los pueblos de Abya Yala – América Latina. Las organizaciones populares somos la primera línea de resistencia frente a las peores expresiones del sistema en descomposición:
Estamos atravesando una crisis integral que amenaza la vida en todas sus formas. El COVID-19 se transformó en pandemia en un momento de agudización de la crisis capitalista y de reiterados intentos desde el poder económico de que la clase trabajadora cargue con la recomposición de la tasa de ganancia empresarial; que confluye con el debilitamiento de los sistemas de salud, el deterioro de las condiciones de vida y el despojo de lo público como resultado del giro neoliberal. La asfixia a la que nos someten la deuda externa, los organismos internacionales y el agobio permanente del imperialismo contra nuestra soberanía le dan forma a un escenario que anticipa las graves consecuencias.
En una América donde nos negamos a aceptar los ajustes estructurales y el desembarco de nuevas políticas imperialistas, y donde nuestros pueblos han encarnado importantes levantamientos populares en los últimos meses, la pandemia se ha convertido en una excusa para legitimar la presencia de las fuerzas armadas en nuestros territorios e implementar medidas de ajuste y el deterioro de las condiciones de existencia de la clase trabajadora. Asimismo, esta crisis puso de manifiesto nuevamente la brutalidad de la violencia patriarcal sobre las mujeres y disidencias sexuales, así como la exclusión histórica de los pueblos indígenas y afrodescendientes expuestos a enfrentar la pandemia en condiciones de vulnerabilidad extremas.
Como es la mejor tradición de nuestra gente, somos las organizaciones del pueblo, obreras, campesinas, de pueblos originarios, feministas, afrodescendientes, piqueteras, de pobladoras/es, las que estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón en desarrollar respuestas inmediatas, pero también a proyectar
los lazos comunitarios y de unidad popular, territorial y regional, que alimentemos durante esta batalla, serán parte del tejido que construya los horizontes de transformación en Abya Yala.
Ante la falta de vivienda ocupamos territorios y construimos casas; ante la falta de trabajo organizamos cooperativas, recuperamos fábricas y enfrentamos cierres, despidos y suspensiones; ante el ataque patronal peleamos por mejores condiciones de trabajo; ante la falta de educación generamos escuelas; ante la opresión hacia las mujeres y disidencias construimos feminismos populares; ante la explotación construimos organización sindical de base y luchamos contra la precarización y por salarios dignos; contra el hambre construimos comedores y merenderos populares; ante la crisis climática desarrollamos la agroecología; frente el monocultivo y el monopolio de los alimentos, construimos territorios campesinos agroalimentarios para garantizar la soberanía y autonomía alimentaria; ante la militarización, el paramilitarismo y el narcotráfico hacemos sustitución de cultivos y luchamos por la paz. Nuestra alternativa es de vida contra los que nos proponen muerte.
Frente a la política de fronteras cerradas y de fragmentación, y frente a la xenofobia y el neofascismo que proponen desde arriba, retomamos el horizonte de la solidaridad continental y la unidad de los pueblos.
Frente a las políticas de los y las capitalistas, para usar la crisis como revestimiento del ajuste, profundicemos y replanteemos nuestras luchas históricas por la defensa de los territorios, la vida y la socialización de las riquezas, construyamos poder popular y comunitario.
Por eso, exigimos a los gobiernos y llamamos a los pueblos:
una salida a esta crisis que no sea una vuelta atrás a la normalidad capitalista, sino un camino hacia una sociedad mejor. Ello será posible si tomamos lo mejor de nosotros como pueblos,
1. Priorizar la vida sobre la deuda. No al pago de la deuda externa, investigación exhaustiva y condonación de la misma. Es criminal que se escatimen fondos a la salud y los derechos, por pagar las obligaciones con el FMI y otros acreedores. Los sistemas de salud y de protección social para enfrentar la pandemia son la prioridad.
Necesitamos recuperar nuestra riqueza estratégica y el manejo de nuestros bancos y comercio exterior, fuente permanente de la sangría económica de los países latinoamericanos. Solo una política de soberanía económica, desde el avance del poder popular, puede aliviar la crisis económica y la mundial que estamos empezando a vivir.
2. Combatir las desigualdades. Impuesto extraordinario a los ricos, a la ganancia de los bancos y las grandes empresas, a los que fugaron capitales. Que los gobiernos asuman el papel de eliminar las desigualdades promovidas por el mercado, que las inversiones necesarias en políticas de emergencia se financien enfrentando la concentración de la riqueza, no con rebajas salariales a los trabajadores. Reorientar las líneas de producción de las grandes empresas para la producción de insumos destinados a combatir el Coronavirus, así como las enfermedades que soportamos sin atención del Estado como la desnutrición, el dengue, el chagas y la tuberculosis.
3. Fortalecimiento urgente de los sistemas de salud pública: inversión urgente y prioritaria en el sistema público de salud, estatización de la salud privada y fortalecimiento de las medidas de contención pandémica por parte de los estados. La pandemia reafirma la necesidad de que todos y todas reciban asistencia de salud universal, fortaleciendo la promoción pública de estos servicios. Que los Estados tomen control de la producción y administración de todos los insumos necesarios para enfrentar la crisis con participación y control de los y las trabajadoras. Eliminación del sistema de patentes sobre los medicamentos para desarrollar con plenitud la investigación y aplicación científica para resolver los problemas humanos, y reconocimiento a la medicina originaria y ancestral.
4. Por trabajo con todos los derechos. Ingreso universal garantizado para todas y todos, prohibición de despidos y suspensiones. Es esencial reconocer los derechos de las y los trabajadores para vivir una cuarentena digna. Que esta emergencia no sea la excusa para seguir avanzando en la precarización del trabajo. No al cierre de empresas, apoyo estatal a su ocupación y recuperación por parte de los y las trabajadoras.
5. La vivienda y el hábitat digno como derecho social, la cuarentena solo puede realizarse bajo un techo, con servicios básicos garantizados y en un barrio saludable. Es necesario suspender desalojos, pagos de alquiler y de servicios; las políticas de hábitat deben direccionarse hacia una reforma urbana integral que garantice el acceso a la vivienda en barrios dignos para todas las familias trabajadoras.
Acceso universal al agua, luz y gas y urbanización de los barrios populares: no hay lucha contra la pandemia sin que todas las personas puedan tener agua potable, gas y acceso a la electricidad en el hogar, barrio o comunidad. Ni casas sin personas ni personas sin casas. Requisición de propiedades vacías para la población en situación de calle y albergues populares.
6. Enfrentar el hambre y garantizar la alimentación universal, priorizar el financiamiento y el rol de la agricultura familiar cooperativa, comunitaria y agroecológica en el abastecimiento de alimentos para el pueblo, comedores, merenderos y cocinas comunitarias: es necesario avanzar en la promoción del acceso a los alimentos, como una forma de impulsar la economía y no causar una crisis de suministro. Garantizar una canasta básica con precios regulados y exentas de impuestos. Exigir sanciones a la especulación con los precios el acaparamiento de supermercados e intermediarios. Condonación de las deudas de los campesinos y campesinas, la redistribución de la tierra productiva e implementación de sistemas de protección y colonias agroecológicas con financiamiento del Estado.
7. Contra la mercantilización de la naturaleza, necesitamos recuperar la soberanía sobre nuestros bienes comunes como el agua, el gas, el petróleo, la tierra, riqueza estratégica que es usurpada por pulpos económicos con las complicidad de gobiernos y empresarios locales. Pleno respeto a los territorios de los pueblos y replanteo del modelo económico y extractivo. La explotación de recursos naturales debe respetar a la madre tierra como así a los pueblos que la habitan.
8. Fortalecimiento del cerco sanitario y asistencia humanitaria con garantía de soberanía de los territorios a pueblos originarios, nacionalidades indígenas y afros. especialmente a todo aquellos cuyo hábitat se encuentra en ecosistemas vitales como la Amazonía, para quienes la amenaza epidemiológica puede significar un etnocidio. Fortalecimiento del gobierno propio y sus sistemas para la pervivencia territorial y cultural de la vida de los pueblos indígenas y afros. Prohibición de desalojos y acciones que violen la soberanía de los pueblos indígenas.
9. Políticas reales para enfrentar la violencia machista: Con las medidas de aislamiento social, existe la posibilidad de aumentar la violencia doméstica y otras formas de violencia contra las mujeres. Que para las mujeres, cis y trans, la expansión de las plataformas tecnológicas para garantizar su uso cuando la violencia contra las mujeres es un hecho no es suficiente para prevenirla y erradicarla. Presupuesto para prevenir femicidios y transfemicidas. Refugios para personas en situación de violencia, entrega de subsidio económico especial a sobrevivientes. Planes de empleo y educación orientados hacia mujeres y disidencias.
10. Más prevención, no a la represión: muchos gobiernos han utilizado el contexto del coronavirus para intensificar la lógica represiva y de vigilancia y para aumentar el encarcelamiento de los más pobres, a líderes comunitarios, defensores y defensoras de derechos humanos y de la madre tierra. Es hora de reducir la población carcelaria y otros cuidados como un problema de salud pública. También es necesario revalorizar las autoridades propias y las guardias comunitarias que cuidan los territorios ancestrales y están siendo un efectivo organismo comunitario para cuidad la vida.
11. No a la intervención política, economica y militar imperialista: rechazamos de manera categórica el uso de la crisis como excusa para una intromisión militar en Venezuela por parte del imperialismo yankee y sus socios, el asesinato permanente de líderes indigenas y populares de Colombia, la feroz represión del regimen golpista en Bolivia y del gobierno antipopular de Piñera en Chile, la expansión de proyectos extractivos en territorios indígenas y campesinos. Exigimos que se levanten los bloqueos hacia Cuba y Venezuela.
12. Ayuda Humanitaria Internacionalista: Exigimos a los gobiernos que soliciten ayuda humanitaria a Cuba y a otros países que han desarrollado experiencia técnica para enfrentar la pandemia y que pueden ayudar a contener el brote de Covid-19 en las ciudades donde la pandemia se ha expandido con más crudeza, cómo Guayaquil y San Pablo.
Contra la riqueza de pocos, por la soberanía de los pueblos. ¡Por la vida, no el FMI!
Como luchan los pueblos latinoamericanos: Diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, ¡carajo!
¡Solidaridad internacionalista!
CONAIE Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Ecuador
Congreso de los Pueblos-Colombia
MTST Movimiento de Trabajadores Sin Techo-Brasil
CONFENIAE Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana- Ecuador
FPDS Frente Popular Darío Santillán-Argentina
ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia-Colombia
FOL Frente de Organizaciones en Lucha- Argentina
Ukamau-Chile
CRBZ Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora-Venezuela
CNTE-SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-México
AUTE sindicato electricista-Uruguay
Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’Kej- Guatemala
CNA Coordinador Nacional Agrario-Colombia
Movimiento de los Pueblos/por un socialismo feminista desde abajo.(Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional-Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social – Izquierda Latinoamericana Socialista-Movimiento 8 de Abril)-Argentina
CLOC (ANAMURI, Ranquil, Conaproch, Red Apícola Nacional, ANMI)-Chile
FENASIBANCOL Federación Nacional de Sindicatos Bancarios Colombianos-Colombia MPA Movimiento de Pequeños Agricultores -Brasil
CRIC Consejo Regional Indígena del Cauca-Colombia
UTT Union de Trabajadores de la Tierra-Argentina
PCN Proceso de Comunidades Negras-Colombia
CONAMURI Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas – Paraguay
União Nacional de Trabaladoras(es) Camelôs, Feirantes e Ambulantes do Brasil-Brasil MICC Movimiento Indigena y Campesino de Cotopaxi – Ecuador
PAPDA Plate-forme haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif-Haiti Comisión Intereclesial de Justicia y Paz-Colombia
MNCI Movimiento Nacional Campesino Indígena “Somos Tierra”- Argentina CENPAZ Coordinación Nacional de Paz-Colombia
MBL Movimiento de Barrios en Lucha-Ecuador
Brigadas Populares-Brasil
Zona humanitaria de San pedro del Ingara Chocó Territorio de paz-Colombia UNORCAC – Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi – Ecuador MTD Aníbal Verón-Argentina
FOB Autónoma-Argentina
FOB La Libertaria-Argentina
MTR por la democracia directa-Argentina
FAR Frente Arde Rojo/COPA-Argentina
Frente Popular – Ecuador
Coordinadora Simón Bolívar-Venezuela
Radio al Son del 23-Venezuela
Plataforma de Lucha Campesina- Venezuela
Colectivo Caminos Verdes-Venezuela
FNL Frente Nacional de Lutas -Brasil
Movimiento de Mujeres por la Vida de Cajibio y Popayán-Colombia
Comité por la Abolición de las deuda ilegítimas CADTM Abya Yala Nuestra América (Colombia, Haití, Uruguay, Argentina, Venezuela, Brasil y Puerto Rico)
Red Emancipa de Educación Popular-Brasil
Feministas del Abya Yala
MPLT Movimiento Pueblo Lucha y Trabajo-Argentina
Pañuelos en Rebeldía-Argentina
Red de la Diversidad-Bolivia
Escuela Popular Permanente-Chile
Colectivo Whipala-Bolivia
Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda de Colombia
OLP Resistir y Luchar-Argentina Colectivo Alexis Vive-Venezuela
Venceremos Partido de Trabajadores-Argentina Corriente Social y Política Marabunta-Argentina
Juntos! – Juventud en Lucha-Brasil
Fabrika Zurda – Ecuador
FECAOL Movimiento Nacional Campesino – Ecuador
Asociación de Trabajadores y Trabajadoras del Transporte (ASOTRASET) – Ecuador Corriente Sindical Carlos Chile-Argentina
Convergencia 2 de Abril-Chile
Democracia Socialista-Argentina
ASL Acción Socialista Libertaria-Argentina
La Junta-Peru.
Venceremos Abriendo Caminos-Argentina
ORG Organización Revolucionaria Guevaristas-Argentina
Organización Política Presentes por el Socialismo «PPS» – Colombia
CPI Corriente Política de Izquierda -Argentina
Adhesiones:
fru@resistencia-urbana.org
comunicacion@conaie.org
Fuente e imagen: https://rebelion.org/llamamiento-de-los-pueblos-originarios-afrodescendientes-y-las-organizaciones-populares-del-continente/
Continua el Alzamiento Popular
Por: Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas.
Los días posteriores al alzamiento popular ocurrido en Chile el 18 de octubre, han sido de permanente lucha y protesta, donde se han evidenciado grandes avances en los niveles de conciencia de la clase trabajadora que han dejado con poca capacidad de respuesta al gobierno reaccionario. Hemos presenciado el burdo intento del gobierno de mostrarse cercano al movimiento social, posterior a la masiva marcha del 25 de octubre que sólo en Santiago movilizó a más de un millón de personas, y a miles en las distintas regiones del país. Piñera destacó el carácter pacífico de la movilización y se atrevió a señalar que habían escuchado y entendido las demandas del pueblo y que trabajarían en dar solución a ellas por medio de la aprobación de la agenda social impuesta la semana pasada. Posteriormente, hace un llamado a retomar la “normalidad” mediante gestos como el retirar a las fuerzas militares de las calles y levantar el estado de emergencia, reafirmando que no renunciará a su cargo, y cumplirá su mandato hasta que culmine su periodo de gobierno.
Sin embargo, las medidas presentadas por el oficialismo han sido insuficientes, e incluso podemos considerarlas burlescas para el conjunto del pueblo, no fue suficiente el congelamiento de tarifas de la luz hasta el próximo año, tampoco el aumento del sueldo mínimo a $350.000 mensuales, sobre todo si es sin tocar un pelo al empresariado, potenciando el subsidio estatal con dinero que, en definitiva, sale de los bolsillos del mismo pueblo. Estas medidas no hicieron más que provocar que se encienda aún más la rabia de las y los organizados, que han respondido con más fuerza, manteniendo la protesta popular en las calles de los principales territorios del país. No obstante, donde continúa la protesta, continúa también la represión del Estado, y todos los días nos vemos enfrentados a escenarios de violencia desmedida por parte de las fuerzas policiales de carabineros, reflejado en un aumento sostenido el número de heridos/as en las distintas manifestaciones callejeras que se han convocado, preocupa, por sobre todo, la gran cantidad de personas con lesiones oculares. Por otro lado, también nos hemos enfrentado a violentas detenciones en casas de dirigentes sociales, y a complejas situaciones de abuso propinadas, tanto por militares como por carabineros, a compañeras y compañeros que han sido detenidos y llevados a comisarias, sitios que se han convertido en verdaderos centros de tortura. Por suerte se ha podido romper el cerco comunicacional, y diversos medios de información populares y alternativos han logrado dar a conocer masivamente estas situaciones, lo que ha permitido que el pueblo y la clase trabajadora identifiquen claramente y sin medias tintas cuál es su enemigo y los intereses que este defiende. Esto ha contribuido a debilitar a los sectores vacilantes y abraza-pacos que emergen en medio de los estallidos sociales, empujando a los distintos sectores del pueblo a tomar una clara posición de clase, lo que implica un claro avance en los niveles de conciencia de clase.
Comprendiendo lo anterior, consideramos que esta reciente semana de movilizaciones se ha caracterizado por la organización de esfuerzos más conscientes en torno a avanzar desde el espontaneísmo e improvisación de los primeros días del alzamiento popular, a acciones de protesta más elaboradas y planificadas, mediante mecanismos de autodefensa y ofensiva popular más complejos, como por ejemplo las acciones de sabotaje menor a AFPs, farmacias y/o bancos. Pero también han proliferado instancias donde la clase trabajadora y el pueblo se vuelven a reunir para discutir acerca de sus necesidades e intereses, volvemos a ver las ollas comunes en las poblaciones, iniciativas similares a los “comprando juntos” y una serie de actos culturales convocados por organizaciones sociales, sindicales y políticas en los distintos territorios, lo que ha permitido el levantamiento de distintos pliegos de demandas reivindicativas y políticas como poner fin al sistema de AFPs e instalar la demanda de pensión básica igual al ingreso mínimo, un sueldo mínimo de $500.000, una jornada de trabajo de 40 hrs., sin flexibilidad laboral, el fin a los honorarios en el Estado, terminar con el lucro en la salud y la educación, protección a la maternidad y sala cuna universal sin discriminación y para todas las trabajadoras, un aborto seguro, libre y gratuito, entre otras reivindicaciones del pueblo que se han escuchado con fuerza durante estos días.
Sin embargo, ante estos avances de la clase trabajadora y el pueblo en su conjunto, el gobierno ha respondido no sólo con una política del terror en las calles, sino también con una serie de estrategias institucionales que buscan poner paños fríos al alzamiento popular. Dentro de estas medidas se enmarca el tan bullado cambio de gabinete que se llevó a cabo el día lunes 28 de octubre, el que se da en un ambiente más bien festivo, en medio de abrazos y agradecimientos a las y los personeros del gobierno que serían removidos de sus puestos como consecuencia de la crisis desatada, pero que sin embargo, no logró generar mayor eco en el pueblo organizado. Este cambio de gabinete, más bien cosmético, fue casi una sillita musical ministerial debido a que se trato más de reubicaciones que de cambios reales en las carteras, al punto que las remociones más esperadas no sucedieron, y el presidente decidió blindar a los cuestionados ministros de transporte y salud que continúan en sus puestos, al igual que la displicente ministra de educación.
En el caso del Ministerio del Trabajo, se instala quien fuera la subsecretaria de Previsión Social, María José Zaldívar, licenciada en historia y abogada, sin militancia partidaria pero con herencia DC, especialista en el área previsional y en seguridad y salud laboral. Su perfil independiente le ha permitido desempeñarse en la Superintendencia de Seguridad Social desde el 2005 al 2014, sobreviviendo al paso de los distintos gobiernos de turno, hasta que se convierte en subsecretaria de previsión social durante el actual gobierno de Piñera. En su rol como subsecretaria encabezó el proyecto de reforma a las pensiones, haciendo permanentes llamados a su aprobación, e insistiendo en la urgencia del proyecto para que el 2020 ya se comience a pagar el pilar solidario propuesto. Además, la actual ministra ha expresado una clara postura en contra del retiro de los ahorros previsionales que ha sido impulsado por parte del pueblo movilizado y es la responsable de la Ley de Cotización Obligatoria que hoy perjudica a miles de trabajadoras y trabajadores que se desempeñan a honorarios, tanto en el sector público como en el sector privado. Por otro lado, la definen con un perfil dialogante y con buen muñequeo político, en ese sentido asumirá un importante rol en el desarrollo del proyecto de las 40 horas, una tarea que su predecesor, Nicolás Monckeberg, no logró resolver ya que se vio envuelto en una seria de polémicas producto de sus equivocas declaraciones públicas , como “la rebaja de las cuarenta horas afectaría a las jornadas especiales de trabajo, por lo que los futbolistas chilenos no podrían haber jugado la copa América debido a su régimen laboral”, o “si un trabajador en vez de las 9 de la mañana, llega a las 7.30, se va a demorar 20 minutos a la pega y va a llegar a su casa por lo menos, una hora y media antes, porque no se va a ir a la hora del taco”, por lo que fue generando un rechazo generalizado en la población, provocando su salida de la cartera del trabajo. Según las últimas declaraciones de la nueva ministra, su centralidad estará en la agenda social presentada por el presidente por lo que sus prioridades serán las pensiones y el ingreso mínimo garantizado.
En el caso de Hacienda, el ingeniero Ignacio Briones es quien toma la conducción del ministerio. Este militante de Evopoli formó parte del primer gobierno de Piñera en el año 2010, desempeñándose como coordinador de finanzas internacionales. Sin lugar a dudas su perfil académico y tecnocrático lo llevaron a ser considerado el reemplazante de Felipe Larraín (quien fuera su profesor en la Universidad Católica) en esta estratégica cartera de gobierno. Briones se caracteriza por ser un acérrimo defensor del sistema neoliberal, planteando cuestiones tales como que la automatización es una oportunidad para el empleo o que “no toda desigualdad es injusta”, defendiendo los intereses y privilegios de los ricos y poderosos.
Con respecto al Ministerio de Economía, el ingeniero Lucas Palacios (UDI) toma la cartera, reemplazando a Juan Andrés Fontaine, quien permaneció solo 4 meses en el cargo. Palacios cuenta con una vasta carrera política, se desempeño como Concejal de la comuna de Puente Alto, además de ser subsecretario de Obras Públicas en los 2 mandatos de Piñera. Con respecto al nuevo rol que desempeñará como ministro, ha expresado que hará todos los esfuerzos para restablecer el sistema económico del país, centrando su discurso en los daños sufridos por las pequeñas y medianas empresas en estos días de movilizaciones, señalando que esto tendrá un efecto en el aumento del desempleo en el país, por lo que el gobierno ya anuncio, dentro de su agenda social, un proyecto de ayuda a las pymes al que denominaron “Levantemos tu pyme”. Sin embargo, no debemos olvidar, que la tasa de desempleo en el país iba en aumento previo al alzamiento popular, del mismo modo que la tasa de consumo iba a la baja.
Con respecto a los otros ministerios, se puede señalar que el protagonismo adquirido por la ex Intendenta de Santiago, Karla Rubilar, quien durante el estallido social apareció permanentemente en televisión criminalizando la protesta, destacando las acciones pacifistas y respaldando las diferentes medidas impulsadas por el gobierno, mostrándose empática y cercana a la ciudadanía, le permitió alcanzar el puesto de la Vocería de gobierno. Del mismo modo, quien también logró posicionarse en medio de la crisis fue Gonzalo Blumel que fue removido desde la Segpres hacia el Ministerio del Interior, donde reemplazará al primo del presidente, Andrés Chadwick (una evidente jugada para protegerlo de una posible acusación constitucional), y quien reemplaza a Blumel en Segpres es Felipe Ward, que se desempeñaba como ministro de Bienes Nacionales. Por otro lado, una vez más, Cecilia Pérez sobrevive a la crisis, y al ser removida como vocera de gobierno es designada como la nueva ministra de Deportes, por último quién reemplaza a Felipe Ward en Bienes Nacionales, es el falso y traicionero líder estudiantil, Julio Isamit, quién además cuenta con un historial moroso que ha tratado de mantener oculto.
Lo cierto es que hasta ahora el gobierno se ha mostrado absolutamente incapaz de contener o dar respuesta a la movilización, y ante la nula capacidad de retornar a la normalidad y la creciente presión internacional, se vio obligado a suspender la Cumbre APEC y la COP25 que se iban a realizar en nuestro país durante los meses de noviembre y diciembre respectivamente, donde se reunirían los principales líderes imperialistas para decidir una vez más sobre el futuro de nuestros países. Sin embargo, no debemos perder de vista que el Senado está discutiendo la aprobación del TPP11, otro acuerdo interempresarial que limita la autonomía de los países que adscriban a dicho tratado, en ese sentido, y a pesar de que la no realización de la APEC y la COP25 en nuestro país implico una derrota para el gobierno, ya que ve fuertemente afectada su imagen hacia el exterior, sabemos que las discusiones de estos encuentros impactarán de todas formas en la política nacional, repercutiendo directamente en las condiciones de vida de toda la clase trabajadora.
Respecto de las posibles salidas a este conflicto, han emergido una serie de propuestas e iniciativas que buscan descomprimir el movimiento social Por un lado la oposición ha buscado alternativas que le permitan capitalizar el descontento popular expresado en las calles y dentro de estos podemos identificar a los sectores que tienen representación en el Congreso, y que oportunistamente, resucitaron propuestas de reformas constitucionales de antaño, intentando así poner al Congreso como espacio para encausar la demanda por una nueva constitución. El “proceso constituyente” impulsado en el congreso inicia el día martes 29 de octubre, siendo encabezado por el presidente del senado, Jaime Quintana (PPD) y el presidente de la cámara de diputados, Iván Flores (DC), que en términos concretos lo que han hecho es recoger distintas propuestas para la nueva constitución, las que serán discutidas mañana durante todo el día definiendo el seguir en la Cámara de Diputados.
No obstante, el oficialismo se desmarcó del proceso impulsado por el poder legislativo, haciendo un llamado a los diputados/as y senadores/as a escuchar las demandas de la ciudadanía y dejar de conversar entre ellos, a pesar de que no descartan la posibilidad de implementar en algún momento una asamblea constituyente o un proceso para levantar una nueva constitución. En ese sentido, el gobierno se ha comprometido a convocar a un “dialogo inicial” en el corto plazo (en unos 60 o 90 días), además de presentar un mecanismo para incorporar a este proceso los cabildos que ya se están implementando en algunas comunas del país. Esto ha generado rencillas al interior de los poderes del Estado y los partidos del Bloque en el Poder, que se muestran erráticos en cuanto al mecanismo a implementar para un proceso de reforma constitucional que ya se ve como inevitable para responder al descontento popular.
Sin embargo, al interior de la oposición se despliegan otras estrategias, como la que presenta el ala más progresista, expresada en el PC y algunos sectores del Frente Amplio, que han levantado la denominada “Mesa de Unidad Social”, desde donde están impulsando el levantamiento de “cabildos” ciudadanos que tienen como objetivo validar las propuestas programáticas que ya fueron elaboradas por los partidos, posicionando la necesidad de un cambio constitucional mediante la Asamblea Constituyente. Junto con ello, este sector apuesta por la instalación de interlocutores/as y voceros/as del movimiento social, político y sindical, pretendiendo posicionar distintas organizaciones sociales y sindicales de conocido historial burocrático y una larga experiencia traicionando los intereses de la clase trabajadora y demandas del pueblo, tales como la CUT, la ANEF, el Colegio de Profesores, la Coordinadora No + AFP, la CONFUSAM, la CONFECH (y en particular la Fech), que arrastran problemas de legitimidad producto de sus estrategias de conciliación de clases durante estos 30 años de pseudodemocracia. En definitiva, los oportunistas de siempre están instalando la asamblea constituyente como estrategia de posicionamiento de las principales figuras de sus organizaciones burocráticas, entreguistas y traidoras del pueblo, buscando la cooptación de las demandas sociales en miras a fortalecer posiciones institucionales, como lo han venido haciendo hace años en los distintos espacios de conducción que han ocupado.
Ahora bien, a esta propuesta de asamblea constituyente se han sumado también algunas organizaciones sociales, sindicales y políticas de carácter más crítico, e incluso algunas con perspectivas clasistas, que aseguran que hoy existirían las condiciones necesarias para plasmar los intereses de la clase trabajadora y el pueblo en una nueva constitución. En ese sentido, han emergido algunas posiciones tales como que las asambleas territoriales y cabildos convocados serían el primer paso para la articulación de la clase trabajadora, y que posteriormente se encontrarían en condiciones de llevar adelante una asamblea constituyente en igualdad de condiciones con el Bloque en el Poder.
Sin embargo, como Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas AIT, a pesar de reconocer la importancia del despertar de las conciencias de los miles de trabajadores y trabajadoras, que ya cansados de los abusos salieron a las calles a exigir condiciones de dignidad, creemos que la actual coyuntura no puede llevarnos a pensar que han cambiado las condiciones del periodo, por lo tanto no existen condiciones para disputarle, al reformismo y al Bloque en el Poder, las definiciones fundamentales de una nueva constitución para Chile, menos aún si esto se lleva a cabo mediante mecanismos creados por aquellos que ocupan los sillones del poder. En ese sentido, consideramos que este proceso constituyente apuntará más bien a un reacomodo de los dueños de la riqueza y el poder, permitiendo darle una nueva legitimidad a sus formas de dominación, explotación y opresión, fortaleciendo el modelo económico capitalista-neoliberal chileno, sin cambiarlo radicalmente, ya que el principal objetivo que persigue el cambio constitucional hoy, no es mejorar las condiciones de vida del pueblo, sino que se ha convertido en un intento desesperado por descomprimir el movimiento social en pie de lucha. La historia nos ha demostrado que la clase trabajadora no tiene nada que ganar en los espacios institucionales creados por el Bloque en el Poder, y por lo tanto se vuelve una tarea urgente que la clase trabajadora y el conjunto del pueblo, levanten sus propios espacios de construcción política, en ese sentido nuestro llamado es a formar parte del polo social anticapitalista convocado por la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores, que apunta a la articulación de las distintas organizaciones populares, sociales y sindicales que comprenden que la causa principal de nuestras precarias condiciones de vida es el capitalismo, y que debemos combatirlo con todas nuestras fuerzas.
Por otro lado, consideramos que en el mundo sindical, una tarea urgente es el fortalecimiento de los sindicatos desde las bases y el levantamiento de nuevos sindicatos clasistas y combativos en los sectores donde no exista organización, apuntando a una necesaria articulación en la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras. Del mismo modo se vuelve necesaria la formación y autoformación de dirigentes y dirigentas clasistas que disputen al sindicalismo burocrático y conciliador que es hegemónico en el país, trabajando siempre bajo los principios del anticapitalismo, la solidaridad efectiva de clase, la democracia sindical desde las bases, la independencia de clase, la autonomía sindical y el antipatriarcado. Esto debe reflejarse en acciones concretas, como la realización de asambleas sindicales periódicas, donde se den discusiones abiertas respecto de la situación de movilización del país, donde se puedan debatir y difundir pliegos de demandas propias de la clase trabajadora, tales como el sueldo mínimo de $500.000, la derogación del Código Laboral de Pinochet, el fin al sistema de AFP, la jornada de 40 hrs., sin flexibilidad laboral (que fue recientemente discutida en la comisión de trabajo, aprobando su implementación con una gradualidad de 5 años para las pymes y de 1 año para las grandes empresas), el contrato único en el Estado, el rechazo a la reforma laboral Piñera-Bachelet, entre otras. Además de instalar la necesidad de sumarse a las jornadas de paralización nacional autoconvocadas y articularse con las organizaciones sociales y populares de los territorios donde estén instaladas las empresas o lugares de trabajo.
A levantar las demandas de la clase trabajadora y el pueblo
A conformar el Polo Social Anticapitalista
Por un sindicalismo clasista y combativo
Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas AIT
Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262295