Este lunes 20 comienzan las clases en los centros educativos que están listos y que no están siendo ocupados como albergues o no han sido afectados por las lluvias y huaicos, anunció el ministro de Educación, Oscar Becerra. | Fuente: Andina/referencial
El ministro de Educación, Óscar Becerra, anunció que este lunes 20 comenzarán las clases en los centros educativos que están listos y que no están siendo ocupados como albergues o no han sido afectados por las lluvias y huaicos en el país.
Asimismo, precisó que aquellos colegios que no se encuentran preparados porque requieren trabajos menores para su habilitación empezarán el próximo 27 del presente.
“Estamos trabajando en la limpieza y recuperación de los colegios afectados, por lo que estos empezarán las clases el 27. Además, en paralelo, durante toda la próxima semana estaremos trabajando en la habilitación de la educación virtual para los que no puedan empezar el 27”, señaló mientras realizaba un recorrido por la zona de San Antonio de Jicamarca, en Huarochirí, acompañado por el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera.
Fuente de l Información: pp.pe/lima/actualidad/minedu-clases-iniciaran-el-20-de-marzo-en-colegios-no-afectados-por-lluvias-o-huaicos-noticia-1473517
La narco violencia extorsiona a centros educativos, asalta a los estudiantes y libra batallas en los techos de las escuelas. 10 centros educativos han regresado a las clases virtuales.
La vida de Alejandra cambió cuando su padre fue asesinado a unas cuadras de su casa en el barrio Isla Trinitaria, un sector deprimido de Guayaquil. Es la segunda de cuatro hermanos, y lo que más le gustaba era estar en la calle con sus amigas en los alrededores de la casa, pero debido a la violencia tiene miedo a salir hasta para ir al colegio. No es la única. El Ministerio de Educación suspendió las clases presenciales en las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón después de 24 horas de terror que vivieron por atentados con bombas de manera simultánea el 1 de noviembre. 763.000 estudiantes dejaron de asistir a la escuela.
La medida se mantuvo por varios días y aunque el estado de excepción y toque de queda decretado por el presidente Guillermo Lasso logró contener los crímenes violentos, que por primera vez en el año en Guayaquil han pasado de siete homicidios diarios a dos, la educación virtual todavía es obligatoria en 10 centros educativos públicos que están en las zonas más conflictivas de Guayaquil y Durán, donde no existen condiciones de seguridad para que los estudiantes regresen a clases presenciales. La asistencia es voluntaria para el resto del sistema escolar.
El temor trasciende de los últimos episodios violentos. La escuela ha dejado de ser un lugar seguro en Ecuador, ocurren sicariatos en las puertas de los colegios e incluso han colgado dos cuerpos decapitados frente a un establecimiento educativo en la provincia de Esmeraldas. Los padres están en la encrucijada de decidir entre la educación de sus hijos o la seguridad. Hay centros educativos que son extorsionados a pagar “vacunas” de hasta 200 dólares mensuales y a los padres de cinco dólares semanales.
El padre de Alejandra era vendedor de “H”, como le llaman a la heroína, la droga que más se comercializa en las calles de Guayaquil. Y la banda contraria a la que él pertenecía lanzó una amenaza de venganza contra su hija. “Tiene miedo de cruzar la calle, donde debe tomar el bus, porque del otro lado están esas personas”, comentó resignada Fernanda, su madre. “Debo respetar este momento y permitirle que vuelva a las clases virtuales”, añadió. Hace casi dos meses de eso y será así por lo que resta del año escolar hasta febrero próximo o hasta que sienta que la situación es más segura para la familia. “Nosotros hemos vivido la violencia frente a frente, no es preciso decirles a los niños lo que está pasando, lo vivimos en el barrio, ya sabemos diferenciar entre camaretas y disparos”, explica la madre. Sus otros dos hijos que van a la escuela también han sufrido intermitencia en los estudios.
En las zonas más empobrecidas de Guayaquil, donde el control policial significa un riesgo hasta para los mismos uniformados, lanzan panfletos con advertencias de poner bombas si no pagan la “cuota” y firman con los logos de las bandas. El miedo de los padres también es por el riesgo de ser asaltados en los exteriores de las escuelas o ser víctimas de una bala perdida por los enfrentamientos armados entre bandas como ocurre en el barrio de Socio Vivienda 2, donde más de 3.000 estudiantes están en clases virtuales desde septiembre, después de varias balaceras en la que los delincuentes se subieron al techo de la escuela a disparar. “Mis hijos buscaron en Youtube cómo cubrirse de una balacera”, relata Fernanda.
La madre de Brianna, una estudiante de séptimo año de la escuela Antártica del sector de Pascuales, al norte de Guayaquil, prefiere que “se mantenga la virtualidad hasta que todo realmente se calme”. Mientras, su hija de siete años anhela ir a la escuela y no solo por lo que aprende. “Extraño ver a amigos, jugar y hacer los deberes. Volver a clases por internet ha sido un poco raro”, dice.
El Ministerio de Educación asegura que la seguridad le corresponde a la Policía y al Ministerio del Interior, y han intentado aplicar un Plan Escuela Segura, que por ahora consiste en aumentar el patrullaje en los establecimientos de las zonas más violentas, pero sin mayor éxito. Los centros educativos también han comenzado a informar sobre qué hacer en caso de escuchar disparos y en algunas escuelas realizan simulacros. La guía no es muy extensa, porque la única alternativa, según una maestra que vivió el terror con sus estudiantes de estar en la mitad de un enfrentamiento, es “pecho a tierra y no levantarse hasta que no se escuche ningún disparo”.
América Central/Puerto Rico/22-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.metro.pr
Hizo un llamado a no bajar la guardia ante el repunte de casos registrado en la Isla.
El secretario del Departamento de Educación, Eliezer Ramos, aseguró que no descarta un regreso a las clases virtuales si continúa el aumento de los brotes de COVID-19 que se han registrados en las escuelas públicas del país.
En entrevista con WAPA Radio, el titular de la agencia instó a no bajar la guardia para evitar medidas más drásticas como esta. Señaló que de los 105 brotes de COVID en las escuelas, 48 son en las aulas públicas del país, el número más alto desde que comenzaron las clases presenciales en agosto de 2021.
“Es un número considerable para nosotros, es un número nunca antes visto en todo este año escolar. No hemos tenido que llegar a cerrar una escuela, no hemos tenido que llegar a tomar unas decisiones muchos más drásticas que limiten el servicio a nuestros estudiantes, pero estamos viendo que se está bajando la guardia sobre todo fuera de la escuela. Obviamente estamos apostando a que los protocolos sigan funcionando”, dijo Ramos.
No obstante, indicó que aunque es la última a la que quieren recurrir para atajar el nuevo repunte de casos de COVID, no descarta el regreso a las clases virtuales.
“Nada se ha descartado. Es es la última medida que queremos tomar. Al momento sabemos el beneficio de que nuestros estudiantes estén en las escuelas, sobrepasa el riesgo que tenemos. Hablamos de unos números que aunque son altos, porque no lo habíamos manejado anteriormente… Yo te diría que al momento no está en consideración volver a las clases virtuales pero no está descartado”, sostuvo.
Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/noticias/2022/04/21/secretario-de-educacion-no-descarta-las-clases-virtuales-si-continua-el-aumento-de-casos-de-covid-19/
Con el inicio del año arranca un nuevo semestre en la educación superior; todos quisiéramos creer que lo haremos sin la pandemia de la COVID, sin embargo, esto es imposible pero también ineludible cuando pensamos en el diseño de los cursos o en las planeaciones didácticas que habremos de desarrollar.
Los cursos de este semestre habrán de programarse de modo híbrido, con grupos diezmados por el abandono, combinando hipotéticas sesiones presenciales con sesiones de trabajo a la distancia; volveremos a poner disponibles las lecturas y actividades en alguna plataforma de enseñanza; actualizaremos los grupos de Facebook y de WhatsApp. Habremos de continuar en clases a través de las pantallas, reactivaremos los foros de discusión, volveremos a recomendar y a descargar archivos desde el chat de la videoconferencia en que estemos conectados. Nuestros estudiantes seguirán leyendo en las pantallas de sus celulares y computadoras, descargando archivos de texto, de audio o de video para acceder al contenido de sus cursos.
Los actuales estudiantes de la educación superior, la enorme mayoría, los que llevan transcurridos cuatro semestres en pandemia y siguen bajo esa condición, no conocen físicamente las instalaciones universitarias, no las frecuentan ni les son familiares; ignoran dónde están las canchas y los espacios deportivos, las bancas y los rinconcitos. Nunca han visitado la biblioteca de su escuela: no saben a qué huelen miles de libros alineados en los anaqueles, nunca han localizado ahí un libro de papel, ni saben cómo buscarlos, nadie los ha regañado por alzar la voz o reír de un chiste para inculcarles el culto al silencio. Como la mayoría de los trámites se hacen en línea, desconocen los espacios administrativos y secretariales, no entregan oficios en papel, ni se les solicitan sellos de tinta en papel membretado.
Recluidos en sus casas, separados de sus amigos, sin interacciones físicas y corporales con sus compañeros de estudio, sin cachondear con sus novios o novias, miles de jóvenes universitarios han estado casi dos años sometidos a las medidas de control y distanciamiento social. Miles de nuestros actuales estudiantes no han socializado con sus compañeros dentro del claustro; no se conocen físicamente, desconocen su verdadero tono de voz, el color de sus ojos, su olor o su vestimenta para salir a la calle. Nunca han jugado ni sudado juntos. No hacen mítines ni protestas, tampoco bailan ni hacen fiestas sometidos por la sana distancia. Sólo se han conocido a través de las pantallas e interactuado de modo remoto a través de videoconferencias o grupos de colaboración.
Los nuevos estudiantes de la educación superior conocen a sus profesores por las pantallas, escuchan sus clases en línea o revisan los videos pregrabados. Casi nunca han discutido con ellos de viva voz, no han compartido dudas o comentarios en los pasillos o en las explanadas; mucho menos han departido con ellos en bares, fiestas y otros espacios informales. Nunca los han visto actuar en clase, gesticulando de pie incentivando la imaginación de sus alumnos.
De por si distantes del alumnado, en la actualidad los estudiantes desconocen completamente quiénes son las autoridades escolares e institucionales. Nunca el funcionariado había estado tan lejos del alumnado, nunca el gobierno institucional había sido tan opaco y la gobernanza tan autoritaria.
Aunque saben que existe físicamente, para los nuevos estudiantes, la universidad es un espacio fundamentalmente virtual, ahí han hecho su vida cotidiana de estudiantes, han tomado sus clases e interactuado con sus compañeros y profesores; en ese entorno virtual han accedido a las lecturas y realizado sus trámites administrativos. Tanto el servicio social, como las tesis y sus asesorías se están realizando en espacios virtuales, se investiga a la distancia a través de formularios electrónicos y de la etnografía digital.
Un hipotético retorno a las actividades presenciales no puede suponer un simple retorno al pasado, después de la experiencia vivida y de reconocer quiénes son los actuales estudiantes de la educación superior estamos obligados a reformar las prácticas y el contenido de la enseñanza superior. Es necesario dar prioridad al aprendizaje y diseñar estrategias relativas a las nuevas formas de estudiar, de leer y buscar información; debemos imaginar un nuevo cuaderno propio de las nuevas formas de tomar notas (con fotos, hipervínculos, imágenes, textos, etc.), así como aprovechar al máximo el potencial de los foros, chats y otros espacios de interacción y colaboración entre estudiantes.
El propio de desarrollo de la pandemia nos obliga a dejar de considerar la situación actual como transitoria y nos exige asumir plenamente que es impostergable la reforma de la enseñanza para asumir quiénes son los estudiantes actuales y cómo hemos cambiado los profesores de la educación superior.
«Es profundamente desigual». Con estas palabras resume Juan Manuel Moreno la situación en relación a lo que se conoce como «educación en la sombra», es decir, las clases particulares de toda la vida. Se trata de un negocio que mueve, en España, cientos de millones de euros al año. Y aunque ha ganado transparencia en los últimos años gracias a la aparición en Internet de páginas que define como «el idealista de las clases particulares», es decir, buscadores donde encontrar oferta, así como empresas que gestionan este tipo de servicios, sigue funcionando mucho el boca a boca, la economía sumergida.
Moreno ha utilizado los datos que proporciona la Encuesta de Presupuestos Familiares que elabora el INE para hacer un estudio de la evolución del gasto de las familias en este tipo de servicios desde 2006 hasta 2020. El crecimiento, asegura, ha sido imparable en esos casi 15 años. Ni siquiera en los momentos más complicados de la recesión de 2008-2014 o durante el pasado 2020 con la crisis del coronavirus. Con algunas curiosidades, como el hecho de que sean las clases populares las que han sido más constantes en este tiempo.
El informe Educación en la Sombra en España: Cómo las clases particulares se están convirtiendo en un bien de primera necesidad analiza esta variación en los últimos años en la inversión, así como las razones que la motivan o si se produce más en unos sectores sociales que en otros (ingresos, lugar de residencia…). Deja claro que hace décadas en España este tipo de gasto se realizaba como gasto de lujo y, poco a poco, se está convirtiendo en un básico para un porcentaje alto de las familias.
Por supuesto, el uso de servicios de educación en la sombra (se trata de servicios que van en paralelo al sistema educativo y que, en España al menos, facilitan, no fagocitan al sistema educativo) acaba siendo muy desigual. Es una de las conclusiones importantes del informe. Aunque las familias de los quintiles más bajos de renta han sido fieles a las extraescolares todo este tiempo, con un incremento sostenido en el gasto, son las familias del quintil más alto las que gastan más dinero, hasta cinco veces más que las primeras.
Pérdida de confianza y competitividad
España no es, ni de lejos, uno de los peores ejemplos en cuanto a volumen de educación en la sombra. Más allá de países como Corea del Sur o Japón en donde se calcula que entre el 80 y el 90% de los estudiantes de primaria acuden a clases particulares, existen ejemplos en Europa que también hacen levantar la ceja. En Alemania, por ejemplo, en el año 2000 eran el 27% de los estudiantes utilizaban estos servicios. En 2013 ya suponían el 40%; en Reino Unido, en 2005 eran el 18% y en 2019, el 27%, con un 40% en Londres, según los datos elaborados por un informe del diario The Economist de 2021 en relación a la educación en la sombra de los que se hace eco Moreno.
Para el investigador, es el momento de que se piense seriamente sobre la situación en la que se encuentra el sistema educativo español para evitar, lo antes posible, que este sistema paralelo acabe fagocitando al sistema reglado. Habla de ejemplos, como los asiáticos, en los que los docentes de los centros educativos se guardan los mejores materiales para las clases particulares o las resistencias de docentes de secundaria para cambiara exámenes externos para que no repercuta en sus ingresos por las clases preparatorias. «Nos encontramos lejos de esta situación», insiste, pero por ello es interesante estudiar más a fondo las causas y las posibles soluciones.
Entre las causas, señala la pérdida más o menos paulatina, de confianza de las familias en que el sistema ordinario sea suficiente para alcanzar los logros que esperan de él. Esto ocurre en todo el sistema, en la red pública y privada, aunque los motivos de unos y otros sean más o menos diferentes. Moreno es optimista en cuando a la posibilidad de recuperar esta confianza en la escuela. Sobre todo porque el gasto en educación en la sombra denota las altas expectativas de las familias en relación al proceso educativo, hablan de su preocupación y de hasta qué punto están dispuestas a hacer sacrificios.
Para él, la manera de que la escuela recupere cierta cantidad de confianza de las familias, o al menos no empeore la situación, para por un aumento de la personalización de los aprendizajes. Nombra en el estudio programas como los PROA o ÉXIT (en Cataluña) que se pusieron en marcha tras la aprobación de la LOE. A pesar de que durante el tiempo en el que estuvieron presentes el gasto en clases particulares no disminuyó, Moreno piensa que es posible que dicha inversión hubiera sido todavía mayor si no hubieran existido. Moreno señala las tutorías individualizadas como herramientas interesantes y el papel que jugará el sector online en toda esta situación, principalmente para las familias de menos recursos.
Además de la pérdida de confianza está el aumento de la competitividad en el sistema educativo; mayor en secundaria, cuando hay que enfrentarse, por ejemplo, a la EvAU «y una décima decide», comenta Moreno. «La ventaja competitiva marca la diferencia», insiste, de manera que crece el peso de las academias preparatorias. «Ahora compito con mucha más gente por una misma plaza y ni siquiera la escuela privada puede asegurármela».
Las familias pobres siempre aguantan
Entre los datos que se destacan en el informe está el hecho de que en los años de la gran recesión entre 2008 y 2014, aunque el gasto en educación en la sombra no para de crecer, lo hace principalmente de manos de las familias de menos ingresos. Moreno confiesa que le sorprendió esta situación. Como también la de que en 2020, durante el confinamiento, fuera precisamente este sector social el que aguantara dicho gasto en clases particulares, frente a unas clases acomodadas que renunciaron a él.
Aunque no hay datos concluyentes y sería necesario aumentar la investigación en este sentido, Moreno aventura algunas hipótesis posibles. En el caso del confinamiento, a pesar de que todas las familias (o la mayor parte) tuvieron que quedarse en casa con sus hijos, el capital cultural de padres y madres pudo influir en la decisión de continuar con las clases particulares para que los hijos no perdieran oportunidades de aprendizaje. Tal vez las familias de mayor capital cultural vieron menos necesario este esfuerzo durante los meses de confinamiento.
En relación a cómo durante la gran recesión también tuvieron importantes cotas de crecimiento y de aguante a pesar de la dificilísima situación económica, cabría destacar el hecho de que en no pocos casos se redujeron gastos como el vestido e incluso la comida, mientras que las clases particulares se mantuvieron o crecieron. Una hipótesis plausible podría ser la de que durante ese tiempo también el abandono escolar temprano sufrió importantes reducciones, con la vuelta de miles de personas a las aulas o su no salida. Es posible que las familias vieran la necesidad de hacer este gasto en unos años en los que el trabajo no cualificado estaba sufriendo importantes reducciones. Aunque para Moreno, esta hipótesis no explica 100% este fenómeno, que califica de contraintuitivo.
América del Norte/México/14-01-2022/Autora: Martín Sánchez Treviño/Fuente: www.jornada.com.mx
Ciudad Victoria, Tamps. Solamente 13 de los 43 municipios de Tamaulipas están en semáforo epidemiológico color verde. Veinticinco están en rojo, tres en amarillo y dos en naranja. De la franja fronteriza únicamente Nueva Ciudad Guerrero está en naranja. Desde el jueves anterior la secretaria de salud reportó 11 municipios en fase de emergencia al clasificarlos en semáforo rojo. De manera que en cuatro días casi se triplico el avance de la enfermedad. La población en esta entidad fronteriza acude a los centros de vacunación del estado de Texas, donde las dosis son gratuitas para los extranjeros no así para los habitante y residentes de Estados Unidos.
No obstante que las principales ciudades más pobladas de esta región como son Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Matamoros, San Fernando, Tampico, Madero, Altamira, Mante y Ciudad Victoria, tienen contagios severos los habitantes han incumplido las recomendaciones sanitarias.
Por ese motivo las secretarias de salud y la secretaria de educación, por acuerdo del Consejo Estatal de Seguridad Sanitaria, desde el jueves de la semana anterior informó que por el incremento de la pandemia las escuelas públicas y privadas sin excepción regresan al modelo en línea no así los profesores, ya que estos deberán presentarse en las aulas este 19 de enero.
La dependencia de salud ha llamado enérgicamente a la población a cumplir con los protocolos sanitarios del lavado de manos y sana distancia, pero sobre todo reducir la movilidad la cual no se ha revertido desde la temporada navideña.
Ante la emergencia que enfrenta la entidad, el Gobierno de Tamaulipas solicitó a la población que registre a los niños y adolescentes menores de 15 años para que estos sean vacunados en las ciudades de Matamoros, Río Bravo y Reynosa, con el requisito de que sean nativos o residentes de Tamaulipas, serán vacunados con dosis de Pfizer donada por los principales condados del estado de Texas.
En la franja fronteriza texana hay una intensa movilidad de personas de origen mexicano debido a que en farmacias de las ciudades, poblaciones y condados vacunan a personas de origen mexicano de manera gratuita con previa cita.
Por lo mismo los puentes de ingreso a Estados Unidos tienen un tiempo de cruce de media hora hasta tres horas y media, no así de Estados Unidos a México. Por lo mismo el ingreso de mexicanos a Texas se intensificó ante el temor de que Estados Unidos cierre la frontera, como lo hizo en la etapa inicial de la pandemia.
El gobierno estatal no ha precisado cuantas dosis se aplicarán a menores de edad en las principales ciudades de la franja fronteriza. Donde también los legisladores de Morena “manipulan” las listas de profesores para que se vacunen en Estados Unidos. Incluso se habla de que están vendiendo las inscripciones para esos fines sanitarios.
También hay desesperación de los habitantes de la tercera edad porque la delegación de bienestar social del gobierno federal está exigiendo la renovación de sus registros en “las tiendas de raya” donde deberán acreditarse para recibir las dietas monetarias del gobierno federal.
Por otra parte, el gobierno estatal simula como que dispersa recursos, apoyos y financiamientos, pero ninguno de los bienes son gratuitos, todos tienen un interés y una usura. Y están obligados a pagar impuestos que la administración del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca incremento desde el inicio de su administración. “Ajustició” lo mismo a la población que a los ciudadanos de a pie.
En su primera gestión anunció un ahorro de mil millones de pesos para obras de infraestructura y por ello incremento los impuestos estatales pero ninguna obra ha iniciado. La carretera Monte-Ocampo-Tula-San Luis Potosí, ha anunciado su construcción en dos ocasiones y no han removido una sola piedra. Solo gritos, bufidos y reclamos, difunde en sus mensajes. Y la seguridad esta sostenida con “pinzas”. Los policías vigilan las regiones donde, sus hermanos y parientes han obtenido y, se han apropiado de bienes. Como es el caso de Soto La Marina donde han encarcelado a campesinos para despojarlos de sus bienes.
Fuentes que pidieron su anonimato revelaron que los proveedores y prestadores de servicios les triplicaron el pago de cuotas que imponían las administraciones panistas por la conpra de materiales y medicamentos para el sector salud. Donde nada se regala, todo tiene un precio.
Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/01/09/estados/tamaulipas-regresa-a-clases-virtuales-por-aumento-de-covid-19/
Regresamos a clases (virtuales) en la Universidad Autónoma de Querétaro. Desafortunadamente, no todos los jóvenes de los 31,509 que iniciaron el segundo semestre de 2019 podrán continuar con sus estudios. El porcentaje de personas que abandonaron nuestra universidad es de 35 por ciento, según datos ofrecidos por nuestra rectora, la doctora Teresa García Gasca (El Universal Querétaro, 05/07/21 nota de Zulema López).
La causa, expone García Gasca, es primordialmente la pandemia. Las bajas “voluntarias” se duplicaron en comparación con los dos semestres de 2020. Esto es preocupante debido a que la UAQ había hecho un esfuerzo notable por ampliar la cobertura de primer ingreso cuya tasa en 2017 fue de 38 por ciento y en 2020 de 41 (Tercer Informe). Es decir, la creación de más oportunidades de estudio se vio seriamente afectada por la contingencia sanitaria. Pero en la UAQ no nos arredramos.
Ante este escenario, la rectora ha planteado esquemas de “reinserción”. Para ello, seguramente las oficinas de planeación van a desarrollar y difundir datos precisos sobre en qué campi se registró el mayor número de jóvenes excluidos, cuál es su perfil sociodemográfico, qué nivel y programas académicos cursaban, cuál fue su desempeño académico, cómo está conformado su hogar y con qué apoyos contaban antes de irse. Esto último es necesario porque supongo que los modelos para la reinserción tendrán que ser más amplios que otorgar descuentos, tabletas y becas. En estos rubros, la UAQ destinó un poco más de 34 millones de recursos propios en 2020, que a pesar de ser importantes, fueron limitados para contener el duro golpe de la pandemia sobre la vida y el hogar del joven estudiante.
Al estar discutiendo estos asuntos, apareció el reporte intitulado “Educación Superior y Covid 19 en América Latina y el Caribe. Financiamiento para los estudiantes” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta Nota Técnica fue elaborada por un grupo de especialistas con el propósito de entender las medidas que “los principales actores del financiamiento” tomaron en 2020 para apoyar al estudiante. Para ello, condujeron encuestas y entrevistas con representantes gubernamentales, institutos de créditos educativo e instituciones de educación superior en 11 países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Uruguay).
Como buen banco, el BID apuesta por la promoción de líneas de crédito y préstamos para financiar las trayectorias académicas de los jóvenes, tema que en países como Estados Unidos es cuestionado por la onerosa deuda que representa para los egresados. Además, ante el empobrecimiento de los hogares en países como México a raíz de la pandemia, contratar un crédito parece inviable. Creo que por ahí no va la solución. Pero aparte de lo cuestionable de las propuestas del BID, hay otras valiosas. Por ejemplo, repensar el papel de los egresados –y sus sociedades, aún inexistentes en la UAQ– para poner en marcha apoyos “solidarios”. También sugiere, muy tímidamente, nuevas formas de organización escolar que tampoco en la UAQ hemos experimentado para formar a más jóvenes y mejor. Es tiempo de innovar.
*Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (FCPyS)
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