Por: Helena Cortés
Toy Planet lleva ya ocho años apostando por la igualdad en sus catálogos, pero aún queda camino por recorrer, subrayan también los expertos.
Niños llevando carritos de bebés y niñas apuntando con una pistola de juguete a una diana imaginaria. Imágenes que son normales en muchas casas, en los anuncios de juguetes aún es una excepción. O al menos en los catálogos impresos que las jugueteras distribuyen estos días para que los niños ultimen sus cartas a los Reyes Magos. Así lo corroboró un estudio publicado hace unos días por la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, que ratifica que, aunque ha habido avances, «siguen existiendo diferencias de género vinculadas a los juguetes». Aunque en los juguetes de imitación sí que aparecen fotografías de menores de ambos sexos, apuntan, cuando se anuncian construcciones o vehículos quienes conducen son chicos.
Sin embargo, hace ocho años que la juguetera Toy Planet decidió apostar por la igualdad y hacer una publicidad libre de estereotipos. «Podríamos colgarnos la medalla, pero la idea partió de nuestros seguidores, que empezaron a movilizarse a través de las redes sociales. ¿Por qué las niñas tienen que salir con una muñeca y los niños con los coches?», plantea Ignacio Gaspar, director general de Toy Planet, que cuenta que pronto se percataron de que deberían seguir apostando por estos valores, pues el sector estaba «bastante sesgado».
«Los dos primeros años chocó mucho y a algunos les pareció una campaña sobreactuada. Pero con el déficit que había en el sector preferíamos que nos acusasen de eso a quedarnos cortos», recuerda el directivo. Luego llegó su acuerdo con Down España y comenzaron a dar visibilidad a niños con síndrome de Down. En su catálogo aparecen, madres, padres e incluso abuelos, porque hay juegos, como los de mesa, que no tienen edad
El objetivo, subraya, tampoco es irse al otro extremo y mostrar solo niños con muñecos y chicas albañiles, sino lograr la normalización. «Es curioso, los niños se están incorporando más a juegos que se consideraban de niñas que viceversa. La panacea sería sacar con todos los juguetes a ambos géneros, pero el espacio es finito», admite Gaspar, que reconoce también que su ejemplo igualitario no ha calado en la competencia. «Cuesta ser atrevidos. Aún queda mucho camino por recorrer», puntualiza.
En cualquier caso, plantea, la sociedad va por delante siempre. «Quizás hace 40 años era impensable, pero hoy en las casas cocinan los padres, bañan a los niños… Eso que ya existe, trasladémoslo al mundo infantil. Si seguimos mostrándoles esos sesgos les haremos un flaco favor. Está claro que no depende solo de los juguetes, pero seguro que contribuye», zanja.
Juegos para personas
María Vázquez, pedagoga y portavoz de la asociación Procolped, reconoce que las empresas de juguetes tienen un gran poder sobre los niños. «Influyen mucho y pueden ayudarnos a padres y profesores a educar a los pequeños. Hablamos del techo de cristal, pero no de cómo se sienten muchos niños cuando no les gusta el fútbol», apunta esta experta, que ha analizado con su equipo las publicidades de los últimos años y corrobora las conclusiones de la Unión de Consumidores de Valencia: gran parte de la publicidad anima a los niños a desarrollar el juego simbólico, que fomenta la creatividad y la imaginación, mientras que a ellas se las invita a disfrutar de juegos de roles, asociados al cuidado, por lo que «se reproducen los mismos estereotipos que hace años». Al menos, señalan los usuarios, sí se ha avanzado en el tema de los colores, introduciendo verdes, amarillos y turquesas.
«Las empresas deben enfocar sus catálogos para que jueguen personas. No podemos seguir separando juegos de niños y juegos de niñas o juguetes rosas y azules. Es la única manera de que no crezcan sintiéndose mal», sostiene Vázquez. “Y también de que el marketing avance con la sociedad y no se quede obsoleto».
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-no-podemos-seguir-separando-juguetes-ninos-y-juguetes-ninas-202012310200_noticia.html