España / 18 de marzo de 2018 / Autor: Iván Ávila / Fuente: Docente del Siglo XXI
La Competencia Digital
Una de las competencias destacables de la sociedad actual es la denominada Competencia Digital, entendida como algo más complejo que el hecho de saber manejar aparatos tecnológicos y aplicaciones informáticas. La Unión Europea ha publicado un informe donde identifica cinco grandes áreas o dimensiones que debe saber y dominar cualquier ciudadano de la sociedad digital. A partir de dicho documento europeo, el INTEF ha desarrollado una propuesta destinada a identificar los descriptores de la Competencia Digital Docente, el Marco Común de la Competencia Digital Docente.
Para la formación de esta ciudadanía del nuevo siglo XXI es necesario replantear la educación o, si se prefiere, reinventar la escuela, adaptándola y dando respuesta a las nuevas exigencias y retos que implica la sociedad digital.
El primer reto de la escuela del siglo XXI es replantear el modelo de organización del conocimiento y del tiempo escolar para hacerlos más flexibles y menos rígidos. Necesitamos un CURRÍCULUM que organice y presente el conocimiento de forma interdisciplinar al alumnado, y no separado en materias y asignaturas independientes tal y como ocurre actualmente. Los agentes educativos debemos desarrollar un currículum que ponga el acento en los aprendizajes competenciales y no en la mera adquisición de contenidos nocionales. Y, evidentemente, apostar por un currículum inclusivo que responda a las necesidades de todos los individuos y sectores sociales, que integre y no excluya a ningún estudiante.
Otro reto para la escuela del siglo XXI es apostar más por el centro educativo para que funcione organizativamente como una unidad de cambio y menos como un sumatorio de aulas ubicadas en el mismo espacio escolar, pero separadas pedagógicamente unas de otras. En otras palabras, el reto no es solo usar didácticamente las TIC en las aulas, sino también integrarlas pedagógica y organizativamente por el conjunto de la comunidad escolar del centro.
Otro reto muy relevante es replantear el papel o funciones del profesorado. Frente al docente que explica el contenido o gestiona el uso de los libros de texto, los nuevos modelos docentes, apoyados en el uso de las tecnologías digitales, implican que el profesor o profesora tenga que:
- Organizar y gestionar las actividades a desarrollar por su alumnado en entornos digitales.
- Ser capaz de seleccionar y/o elaborar recursos o materiales digitales para su alumnado.
- Saber comunicarse e interaccionar de modo permanente con su alumnado, con las familias y con sus colegas a través de la Red.
Estas nuevas funciones docentes cobran sentido si se desarrollan dentro de nuevas tecnologías educativas o metodologías didácticas, entre las que podemos citar: el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje por proyectos, las webquest, la flipped classroom o aula invertida, las simulaciones y juegos de rol y el aprendizaje basado en problemas o en tareas.
Estas metodologías implican también una nueva concepción del aprendizaje y del papel que deben desarrollar los estudiantes. Las denominadas pedagogías emergentes nuevas o innovadoras, se caracterizan porque sitúan al estudiante en el centro del aprendizaje, convirtiéndolo en el protagonista de la acción educativa. En ese sentido, el modelo didáctico a desarrollar implicaría un proceso de aprendizaje basado, primero, en que el alumno actúe, luego reflexione y, a partir de la misma, construya el conocimiento o saber.
La escuela digital y las nuevas metodologías requieren también nuevos materiales didácticos. Estos no solo deben transformarse en su naturaleza o formato (es decir, pasar de soporte papel a soporte digital), sino que también tienen que innovar pedagógicamente de forma que presenten el conocimiento de forma multimedia, reclamen mayor interacción o actividad a los estudiantes, sean personalizables y favorezcan el aprendizaje colectivo y social.
El gran reto de la escuela digital es que cambie el paradigma pedagógico dominante. Hasta la fecha, la mayor parte de las prácticas docentes consisten en enseñar a través de una pedagogía basada en la exposición del conocimiento y en la recepción pasiva del mismo por los estudiantes. De forma minoritaria se desarrollaban prácticas docentes de innovación pedagógica basadas en una enseñanza de metodologías activas.
Desde hace casi cien años, los grandes expertos y pedagogos nos dicen que el aprendizaje debe ser autónomo, que debe ser construido a partir de la experiencia, que debe ser colaborativo, que debe enseñarse a través del desarrollo de proyectos y que los estudiantes sean quienes elaboren el conocimiento y no sean meros receptores del mismo. Ahora, con la llegada de la tecnología digital y de todos los recursos de la red, tenemos la gran oportunidad de llevar a la práctica del aula todos estos principios educativos de la pedagogía activa.
Para profundizar y saber más de las ideas abordadas en este post te recomendamos que consultes los siguientes enlaces:
Este documento recoge las opiniones y síntesis de los debates celebrados durante más de un año entre expertos de distintos países donde se presentan las principales ideas de debieran guiar a la educación para el siglo XXI.
Documento de la UNESCO que ofrece una prospectiva de la educación a nivel planetario con miras al año 2030 en el que figuran conceptos clave como desarrollo sostenible, mundo global, bien común mundial, educación humanista, ciudadanía para un mundo interconectado y móvil, entre otros.
En este documento se recogen las principales tendencias que se van a implantar a corto, medio y largo plazo en los centros de Primaria y de Secundaria.
Artículo de interés sobre los contenidos de la unidad que te ayudarán a profundizar y comprenden los nuevos procesos de socialización relacionados con la innovación tecnológica, en los que estamos inmersos.
Fuente del Artículo:
https://docentedelsiglo21.wordpress.com/2018/03/07/como-educar-a-la-ciudadania-en-el-marco-de-una-escuela-digital/