Compromiso y distanciamiento
Heike Freire/Directora Cuadernos de Pedagogía
En el conocido relato Descenso al Maeslström, Edgar Allan Poe cuenta la historia de tres hermanos pescadores que quedan atrapados en un enorme remolino cuya espiral los arrastra vertiginosamente hacia el abismo. En medio de la tormenta, el mayor cae repentinamente al agua y desaparece. Los otros dos ven acercarse el fin, aunque con actitudes muy diferentes: paralizado por el miedo, uno de ellos asume que todo ha terminado, cierra los ojos y espera con resignación el momento de su muerte. El otro, en cambio, consigue mantener la calma y permanecer atento a lo que está sucediendo: observa con cuidado los restos del naufragio que flotan a su alrededor y se da cuenta de que los objetos cilíndricos permanecen intactos. Decide entonces agarrarse a un barril vacío y con él se arroja al agua. Gracias a este descubrimiento, el muchacho gira en la superficie del remolino hasta que el huracán amaina, mientras su pobre hermano, en cambio, se hunde con el barco…
El sociólogo Norbert Elías utiliza esta hermosa parábola, en su obra Compromiso y distanciamiento, para ejemplificar el equilibrio entre la fidelidad a unos valores, ideas, pensamientos, actitudes, creencias, etc., y la neutralidad imprescindible para percibir los fenómenos de manera serena y «objetiva» que todo científico (en particular, quienes investigan en el ámbito social y humano) necesita alcanzar. Una condición, según él, fundamental para que las ciencias sociales puedan liberarse tanto de una excesiva «subjetividad» y dependencia «ideológica» como de una objetividad «extrema» (según el modelo de las llamadas «ciencias duras») completamente ajena a los valores humanos fundamentales y voluntariamente ciega a los procesos sociales y psicológicos. Para Elías, la vieja dicotomía «objetividad-subjetividad» es engañosa, y debe ser superada, porque todo conocimiento es, en realidad, una mezcla de ambas: el fruto de dos actitudes, de dos procesos únicos y complementarios que es preciso vincular de manera interactiva y compleja.
En esta línea se sitúan, a mi modo de ver, los autores del tema del mes «Investigar para innovar» que publicamos en este nuevo número: preocupados (es decir, no intranquilos o angustiados sino ocupados con antelación) y dispuestos a tejer la compleja red de relaciones que emergen de manera espontánea o intencionada, entre la observación y la acción, el análisis y la implicación, la pasión y la precisión…
Una actitud que resulta imprescindible en el momento de frenesí innovador que hoy se vive en el mundo de la educación, ese torbellino que bien podría estar contribuyendo a vaciar de sentido un concepto con una amplia trayectoria histórica y crítica: si todo el mundo innova, si a cualquier cambio o «mejora» se le denomina innovación, estamos creando una presión «inflaccionista», una especie de «burbuja» educativa, desprovista de sentido y de visión, que nos empuja a entregarnos a las dinámicas del entorno y nos incapacita para mantener una distancia crítica.
Es cierto que el compromiso es imprescindible para favorecer la transformación de un sistema que precisa un replanteamiento profundo. Que la emoción, el entusiasmo y la ilusión nos ayu-dan a soñar otras realidades, nuevas maneras de enseñar y aprender, de crecer juntas niños, niñas, jóvenes y adultos, maestros, profesores, familias y alumnos… Nos proporcionan la energía imprescindible para llevar adelante los cambios necesarios. Pero también es verdad que se requiere un cierto desapego para pensar y actuar con un mínimo de madurez. Una relativa neutralidad que nos aporte suficiente amplitud de foco para mantenernos presentes con todos nuestros sentidos despiertos; con sensatez, lucidez y capacidad de observación. Una visión que nos impida caer en el fácil mundo de «Wonderland» (donde todo son trompetas, tambores y espejitos mágicos), para aprender de, con y gracias a los errores, para rescatar cualquier retazo de experiencia que apunte hacia una línea de flotación…
Fuente: http://www.cuadernosdepedagogia.com/Content/Documento.aspx?params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1CTEAAiNTYwMDE7Wy1KLizPw8WyMDQ3MDSwNDtbz8lNQQF2fb0ryU1LTMvNQUkJLMtEqX_OSQyoJU27TEnOJUtdSk_PxsFJPiYSYAAFSDbINjAAAAWKE
Imagen tomada de: https://1.bp.blogspot.com/-yrgvv6sGuxs/T4xp3_gLFGI/AAAAAAAAA1c/jaC38VwIL0o/s1600/Compromiso.jpg